PASO 6. INTEGRANDO A LA IGLESIA LOCAL por gonzalo vega

...no dejando de congregarnos, com o algunos tienen por costum bre, sino exhortándonos; y tanto m ás, cuanto veis que aquel día se acerca (Heb 10:25)

Cuando discipulamos a un nuevo creyente, las cinco primeras acciones con que le tratamos es: visitarle, enseñarle a orar, guiarle hacia la Palabra, aconsejarle desde la Biblia y ministrarle en oración... eso lo hacemos en un discipulado personal directo. Después de esos cinco pasos esenciales, el creyente está listo para un sexto paso donde el trato deja de ser personal para entrar en un discipulado grupal. Esta es una etapa muy importante en el crecimiento cristiano, porque la persona que hasta ese momento recibía un pastoreo personal muy cómodo, de pronto tiene que enfrentar la iglesia grande, para relacionarse con otros cristianos, es decir que tiene que integrarse a un grupo doméstico y a una iglesia local. Es probable que el nuevo creyente se resista, porque estaba muy placentero, recibiendo un trato de tiempo completo, y de pronto llega a la iglesia y se encuentra que para hablar con alguien tiene que hacer fila, o hacer cita y no siempre es recibido inmediatamente y eso le desanima, pero es parte de su discipulado, porque aprende el amor a Dios, para después aprender a amar a su prójimo. El amor que recibía cuando le visitábamos, el hábito de oración, la lectura de la Palabra, el consejo bíblico, la ministración, despertaron su amor a Dios, pero ahora dentro de una gran congregación, aprenderá el amor hacia los demás. Por ejemplo, tiene que amar a gente desconocida; hermanos y hermanas, que él ni sabía que tenía, pero que al congregarse con ellos, irá descubriendo que algunos, aunque se llaman cristianos, son flojos, mentirosillos, chapuceros, medio tramposos y quizás va a sufrir alguna desilusión, porque muchos creen que los cristianos son santos y perfectos,

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  pero usted lo sabe : todos estamos en construcción... Y eso es parte del aprendizaje para el nuevo creyente. Si se decepciona, tenderá a no volver a la iglesia... y ese será el momento en que su anfitrión o quien le discipula, le va animando, explicando, le va integrando. Al principio uno tiene que pasar por él y traerle a la reunión eclesial, para que llegue puntual, para que no se sienta sólo, para explicarle lo que puede esperar de la iglesia, para que una vez que se haya integrado, él vuelva solito y traiga a su familia. Surge la pregunta: ¿A qué iglesia hay que integrarle? A un Centro Cristiano lo más cerca posible de su domicilio, o por donde los medios de transportación le sean cómodos y no gaste mucho en pasajes. Ese grupo o Centro Cristiano, será para él, lo que hoy vamos a llamar : la iglesia local Un lugar donde se hable sólo de Jesucristo y de su Palabra de poder. No tiene que ser el mismo grupo al que su anfitrión o su discípulo asiste; puede ser una filial semejante, pero conveniente y confiable. Porque habrá que integrarle además de la iglesia, a un grupo doméstico (Plan CCCasas), donde complemente su discipulado. Esto lo aprendemos de las estrategias apostólicas de la iglesia del Libro de los Hechos Hech 5:42 que dice: Y todos los días, en el tem plo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo. No sólamente nos congregamos en una iglesia local, sino también en una casa, dentro de la geografía donde vivimos, lugares que sean garantía de que el nuevo creyente pueda seguir creciendo. Habrá que cuidarle de los grupos tradicionales o religiosos. Hemos de conocer los grupos antes que recomendarlos y luego hablar y encargárselos al dirigente o pastor, para que discipule las almas que le enviemos, porque resulta que hay muchas denominaciones... (Hay incluso una denominación que se llama "la iglesia local"). Investigue la iglesia antes de enviar gente ahí... El nuevo creyente aprenderá en su iglesia local y en una casa diez cosas : 1.- LA ALABANZA Y LA ADORACION A DIOS.- Cuando la iglesia se reúne, alaba a Dios, porque así lo manda Dios en su Palabra: Sal 149:1-4 : Cantad a Jehová cántico nuevo; Su alabanza sea en la congregación de los santos. 2 Alégrese Israel en su Hacedor; Los hijos de Sion se gocen en su Rey. 3 Alaben su nom bre con danza; Con pandero y

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  arpa a él canten. 4 Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; Hermoseará a los humildes con la salvación. ¿Quiénes son los santos y los hijos de Sion? Del Salm o 148:1-14 aprendemos que son : los ángeles y todos sus ejércitos, los cielos de los cielos, las aguas, los m onstruos m arinos, el fuego, el granizo, la nieve, el vapor, los m ontes, los collados, el árbol la bestia y todo anim al, reptiles y volátiles, los reyes de la tierra, los príncipes, los jueces, los jóvenes, las doncellas, los ancianos y los niños, sus santos, los hijos de Israel (nosotros el Israel espiritual). Alabándole le expresamos nuestro amor ¿Quién? El pueblo a El cercano. (v14) o como termina el salmo 150: Todo lo que respira alabe a Jehová y también lo que no respira, como leímos antes. Cuando nos reunimos en la congregación de los santos, cada uno le alabamos porque así está mandado... Sal 22:22-23, 25a : Anunciaré tu nom bre a m is herm anos; En m edio de la congregación te alabaré. 23 Los que tem éis a Jehová, alabadle; Glorificadle, descendencia toda de Jacob... 25 De ti será m i alabanza en la gran congregación... Quizás alguno se pregunte ¿por qué alabamos a Dios? Porque dice el v3: El es santo y habita entre las alabanzas de su pueblo, la iglesia... Dios hace presencia poderosa en medio de nuestra alabanza y nuestra adoración, experiencia que anima y bendice mucho a un recién convertido y a todos. 2.- SE ABRE LA FE DEL CREYENTE. Esto tiene relación con lo que Pablo apóstol nos enseña. Dos cosas abren la fe del creyente: Oír la Palabra de Dios y el amor fraterno: Rom 10:17 : Así que la fe es por el oir, y el oir, por la palabra de Dios. y Gal 5:6 : porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el am or (El subrayado es del autor). Cuando el creyente oye la Palabra de Dios y aprende a amar a Dios y a su prójimo, es cuando se abre su fe, e inicia su caminar en la fe 3.- SE CONVIVE CON OTROS CRISTIANOS. La relación fraterna entre hermanos(as), nos hace entrar a una nueva dimensión, que es: soportar, llevar las cargas de otros, preocuparse por los demás, o... amar al prójimo. Rom 12:5 : ...así nosotros, siendo m uchos, som os un cuerpo en Cristo, y todos m iem bros los unos de los otros.

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  La idea es formar todos juntos, el cuerpo de Cristo, su iglesia. Conocer y convivir con otros cristianos, nos permite un m ism o pensar y sentir. No hablo de un sentir denominacional o doctrinario, sino del pensar y sentir de Cristo Claro que uno se encuentra hermanitos que chismean y hablan y critican. Quizás no es muy fácil lograrlo pero esa es la tarea de la iglesia local, ya que el Señor nos llama a amar a todos, aún a los enem igos (Mt 5:44). 4.- RECIBIR ENSEÑANZA. La predicación del evangelio, o de Jesús, que es lo mismo, nos lleva a la salvación, pero la enseñanza nos hace vivirla. La iglesia va administrando al nuevo creyente Palabra de Dios, o Cursos bíblicos, según su propio crecimiento; dosis pequeñas o grandes, adecuadas a cada uno. Se van dando desde los principios o las instrucciones bíblicas, hasta los cursos completos que preparan a los discípulos, los servidores, los diáconos, los ancianos y los ministros, ya que la iglesia es quien tiene el magisterio para inducir a la Verdad, según Ef 3:10 : ... la m ultiform e sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por m edio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales. Esa multiforme sabiduría de Dios va siendo ministrada en formas prácticas, para que el nuevo creyente obedezca y vaya aplicándola a su vida diaria. 5.- OIR Y DAR TESTIMONIOS. Sal 35:18 dice: Te confesaré en grande congregación; Te alabaré entre num eroso pueblo... Todos precisamos además de creer en Dios, experimentar a Dios. Cuando El nos hace testigos de su gloria y su poder, anima mucho a un nuevo creyente, escuchar lo que Dios hace en otros; un testimonio vivo de lo que personalmente vamos experimentando, al aplicar los principios bíblicos. Esto nos va haciendo hablar en un lenguaje cristiano, que los incrédulos no entienden, pero que a nosotros no sólo nos alienta, sino que nos va haciendo madurar, madurar, madurar... y crecer en la fe. Dice el Señor: las obras que yo hago dan testimonio de mi (Jn 10:25) y esas obras cuando son manifiestas en la iglesia local, hacen crecer espiritualmente. 6.- ESTIMULACION CONSTANTE PARA CRECER. Si el creyente crece sólo, no tiene mucho aliciente, pero crece junto con los demás (sin competencia), habrá un estímulo para no retroceder, sino avanzar constantemente. Cuando uno ve amor y buenas obras en otros, no sólo se entusiasma ¡aprende! Heb 10:24 : Y considerém onos unos a otros para estim ularnos al am or y a las buenas obras. Yo puedo avanzar junto con los demás cristianos y ellos más conmigo,

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  que sólos. 7.- SE APRENDE EL PERDON. Si nos estamos relacionando con otros cristianos, es propio que nos rocemos y a veces nos molestemos, pero como cada iglesia local celebra periódicamente la Cena del Señor, nos vemos constantemente movidos a pedir perdón o a perdonar; aprendemos por 1Cor 11:28-32 : Por tanto, pruébese cada uno a sí m ism o, y com a así del pan, y beba de la copa. 29 Porque el que com e y bebe indignam ente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio com e y bebe para sí. 30 Por lo cual hay m uchos enferm os y debilitados entre vosotros, y m uchos duerm en. 31 Si, pues, nos exam inásem os a nosotros m ism os, no seríam os juzgados; 32 m as siendo juzgados, som os castigados por el Señor, para que no seam os condenados con el m undo. Este memorial nos obliga a mantener limpio el corazón de faltas al amor. v26 y 27 : Así, pues, todas las veces que com iereis este pan, y bebiereis esta copa, la m uerte del Señor anunciáis hasta que él venga. 27 De m anera que cualquiera que com iere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Como podemos advertir, estar en la manifestación del perdón es una disciplina importante, yo diría fundamental, dentro de la iglesia local 8.- SE APRENDE LA MAYORDOMIA. Esta es una las áreas más difíciles para un nuevo creyente: considerar que nada de lo que tenemos es nuestro, sino que nos ha sido prestado y lo tenemos sólo en administración, es decir, que no somos dueños, sino mayordomos (cuanto llevamos encima, cuanto tenemos en casa, lo que podamos ahorrar, nada es propio), y por tanto, hemos de ofrendar y diezmar. En la iglesia descubrimos que la provisión o providencia de Dios funciona no cuando recibimos algo, sino cuando dam os de lo nuestro No podemos hacer tesoros en la tierra, sino atesorar... en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrom pen y donde los ladrones no m inan ni hurtan. Conceptos de Jesús que no son fáciles de digerir, hasta que los comprobamos y los vivimos. Pr 11:24-25 : Hay quienes reparten, y les es añadido m ás; Y hay quienes retienen m ás de lo que es justo, pero vienen a pobreza. Cuando el creyente descubre que la fuente de provisión no está en guardar el dinero, sino en compartirlo con quien no lo tiene, se acaba la escasez y las frasecitas de "préstame unos pesos", "no me alcanza". Termina la pobreza, se abren las ventanas

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  de los cielos y es derram ada sobre nosotros sobreabunda... Claro que comprobarlo lleva tiempo.

bendición

hasta

que

9.- SE MINISTRAN ORDENANZAS Y DONES ESPIRITUALES. Las ordenanzas son : el Bautism o en agua y la Cena del Señor... Se nos puede elegir para un cargo en la iglesia local: servidor, diácono, anciano, ministro, o al final, se alcanza un ministerio: apóstol, profeta, evangelista, pastor o m aestro, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del m inisterio, para la edificación del cuerpo de Cristo. Respecto de los dones espirituales, al ministrar al nuevo creyente el Bautismo en Espíritu Santo, hace que se manifiesten los nueve dones, ministerios y operaciones espirituales, que funcionaron siempre en la Iglesia de Libro de los Hechos y que funcionan hasta el día de hoy 1Cor 12: 4-11: Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el m ism o. 5 Y hay diversidad de m inisterios, pero el Señor es el m ism o. 6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el m ism o. 7 Pero a cada uno le es dada la m anifestación del Espíritu para provecho. 8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el m ism o Espíritu; 9 a otro, fe por el m ism o Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el m ism o Espíritu. 10 A otro, el hacer m ilagros; a otro profecía; a otro, discernim iento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. 11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mism o Espíritu, repartiendo a cada uno en particular com o él quiere. Nadie puede sentirse dueño de los dones espirituales, ya que el Espíritu Santo los reparte como El quiere. Y el don no es propio de quien lo ministra, sino de quien lo recibe. La manifestación, ministración o recepción de estos dones espirituales, es lo que va haciendo crecer al nuevo creyente, y le va proyectando para servir. 10.- SE ENTRA AL SERVICIO DEL REINO DE DIOS.- En esta última etapa, los cursos bíblicos y la obediencia a la Palabra, van alistando al creyente para servir (unos tres años de preparación previa). Para ese momento tendrá según la Biblia, la edad y la preparación precisa. Jn 12:25-26 : El que am a su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este m undo, para vida eterna la guardará. 26 Si alguno m e sirve, sígam e; y donde yo estuviere, allí tam bién estará m i servidor. Si alguno m e sirviere, m i Padre le

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  honrará. Como puede advertirse, no cualquiera puede ingresar al servicio; es necesaria una edad determinada, una condición espiritual y un llamado divino. Si alguno am a su vida, no sirve para servir, porque al prepararse, decide aborrecer su vida en este m undo y asi guardarla para vida eterna. Eso significa una entrega total y una completa renuncia al mundo ¿por qué? porque no servimos a hombre o a empresa, sino al Creador, y la iglesia viene a ser la antesala del cielo. Dice ahí el Señor: donde yo estuviere, alli tam bién estará m i servidor y la dificultad para el cristiano actual es que donde reside el Señor hay algunas disciplinas: el Señor ora, ayuna, estudia, no ve televisión, sino que le gusta meterse a orfanatos, cárceles, hospitales, reclusorios, etc. Y eso, no alguna tarde libre, sino en la mañana, en la tarde, en la madrugada y no podemos decirle: "Señor: ¡ya me cansé!", porque Jesús es incansable: sana enfermos, echa fuera demonios, enseña, testifica, predica y es puntual. A veces no come, o no duerme... el Señor Jesús tiene mucha "fibra"... ¿quiere usted servir en este reino, a ese ritmo? ¿De veras? Donde yo estuviere, allí estará m i servidor; si alguno m e sirve, sígam e... Todo esto es en lo que somos enseñados cuando nos congregamos en la iglesia local ¿Comprende la importancia que tiene ese momento en la vida del creyente? ¿Qué pasa si la iglesia no hace todo eso en y por el creyente? Bueno, la respuesta es muy simple, no es la iglesia. Quizás sea un grupo inicial, un club amistoso, una religión, o alguna rama de la gran Babilonia, pero no, la iglesia cristiana, no la Iglesia de Jesucristo. Es preciso que sintamos todos, a dónde, a qué y a quién nos acercamos, cuando ingresamos a un grupo confiable de iglesia local, por cuanto dijimos, es la antesala del cielo : Heb 12:22-24 : sino que os habéis acercado al m onte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la com pañía de m uchos m illares de ángeles, 23 a la congregación de los prim ogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, 24 a Jesús el M ediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla m ejor que la de Abel. La iglesia de Jesucristo es un lugar de privilegio ¿Para qué la fundó el Señor? Salmos dice: los pueblos y los reinos se congregan en uno, para servir a Dios (Sal

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  102:22)... Jesús había de m orir no solam ente por la nación judía, sino tam bién para congregar en uno, a los hijos de Dios que estaban dispersos (Jn 11:52). Cristo quiso fundar su iglesia, para que seamos su cuerpo y el reflejo de la vida suya; y lo testifiquemos, hasta que El vuelva por nosotros. Esa iglesia está por todo el mundo, con representación en cada iglesia cristiana local Al pertenecer nosotros a ella y al hacer que otros pertenezcan, vamos conformando el cuerpo de Cristo, hasta ser, como lo calificaría Pablo: la iglesia del Dios viviente, colum na y baluarte de la Verdad (1Tim 3:15), la cual, ningún ser humano puede dirigir, porque la Unica Cabeza visible es Jesucristo y el Espíritu Santo es el Unico que manda en ella... Leímos al principio: No dejen de congregarse, como algunos tienen por costum bre; sino exhortém onos unos a otros, tanto m ás, cuanto vem os que aquel día se acerca... Jesús vendrá por nosotros, pero no espera encontrar una iglesia comodona, floja, religiosa, mundanona... ¡no! Vendrá por una iglesia que se parezca a El. Al formar parte de esa su iglesia, la decisión es: ser fortalecidos con poder de Dios... La decisión es: dejar de ser niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagem as de hom bres que para engañar, em plean con astucia las artim añas del error... Ef 4:14 Al congregarnos en una iglesia cristiana local, aprendemos a vivir el cielo aquí en la tierra; ensayamos el plan de santidad, con el cual vamos a vivir por la eternidad... con El. Usted que tiene tiempo de congregarse, revise si la iglesia a la cual pertenece o dirige como responsable, cumple y le ofrece esas diez características que hemos mencionado y revise también que tanto ha avanzado usted en la santidad... Usted que discipula a alguno, anímele a no dejar de congregarse... si está fuera de la iglesia, invítele a congregarse en un grupo confiable... sólo precisarán apartarse de la vida mundana; arrepentirse de la vida de pecado, pedir perdón a Dios y recibir a Jesús en su corazón. Mensaje dado en el Encuentro de Filiales de Comisión Centros Cristianos, A. R. 2000 Tequisquiapan, Qro. e-mail del autor: [email protected] Se agradecerán sus comentarios

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