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UNIVEKS1DAD DE LA CAPITAL: FACULTAD DE CIENCIAS M^DICAS
TESIS INAUGURAL
ESTUDIO SOBRE LA.
PATOJENIA DEL COLERA CARLOS G. MALBRAN EX-PRAOTTCANTE 5TATOK POR DOELE CONCURSO DEL }tliSPITAL SAN RO^UE
BUENOS AIRES ,
LITOGRAFIA, IMPRENTA' t^NoRDERNAClS?S1^75S5I»'T, RECOXQUISTA 92.
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UNIVEKSIDAD DE LA CAPITAL FACULTAD DE CEENCIAS M^DICAS
TESIS INAUGURAL
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ESTUDIO SOBRE LA
PATOJENIA DEL COLERA POR
CARLOS G. MALBRAN EX-PRACTICANTE MAYOR POR DOBLE CONCURSO DEL HOSPITAL SAN ROQUE
BUENOS AIEES tlTOGBAFIA, IMPEBHTA Y ENCUADBENACION DE O. KBAPT, HECONQUISTA 92.
1887.
La Facultad no se hace solidaria de las opiniones manifestadas en las tesis. (Art. 162 del Reglamento.)
FACULTAD DE CIENCIAS MfiDIOAS DECANO Dr. D. CLETO AGXTIRRE ACAD^MICOS Dr. D. NICANOR ALBARELLOS MANUEL P. DE PERALTA MAURICIO GONZALES CATAN CLETO AGUIRRE PEDRO A. PARDO MANUEL ARAUZ LEOPOLDO MONIES DE OCA EDUARDO WILDE PfcDRO A. MATTOS JOSti T. BACA DOMINGO PARODI RAFAEL HERRERA VEGAS MNACIO PIROVANO PEDRO MALLO GUILLERMO RAWSON SECRETARIO Dr. D. LUIS DE LA CARCOVA
Escuela de Medicina ASIGNATURAS
CATEDRATICOS
Anatomia descriptiva y topogrdfiea Dr. D. Histologia y Anatomia Patdldgica ,, „ Fisiologia general y hutnana... , „ Patologia general y ejercicios clinicos „ „ Materia M&dica y Terap&utica „ „ JTigiene ptiblica y privada „ „ Patologia externa „ „ Medicina operatoria „ „ Enfertnedades de muferes y clinica respectiva „ „ JPatologia interna „ „ Clinica quirtlrgiea „ „ Medicina legal y Toxicologia „ „ Oftalmologia y clinica respectiva ,. ,, Enfermedades de ninos y clinica respectiva.... „ „ Clinica m€dica ., „ „ Obstetricia y clinica respectiva „ ,. Farmada y prdctica FarmacGutica ., „ Quimica Farmac&utica , Enfermedades nerviosas ,, „ Anatomia Fafoldgica .*, ,, ,, Fatologia Mental „ „
Mauricio Gonzalez Catan Francisco Tamini Jose M. Astigueta Jose T. Baca Pedro A, Mattos Antonio F. Crespo Leopoldo Montes de Oca Bartolome Novaro Jacob de T. Pinto Manuel Arauz I Pirovano y Luis Giiemes Eduardo Wilde Cleto Aguirre Manuel Blancas M. P. de Peralta y J. H. Gil Samuel A. Molina Martin Spuch Domingo Parodi Jose M. Ramos Mejia Telemaco Susini Lucio Melendez
SUSTITUTOS Anatomia descriptiva y topogrdfica Histologia y Anatomia Patoldgica Fisiologia general y humana Fatologia general y ejercicios clinicos Materia m§dica y Terap&utica Higiene piiblica y privada Patologia externa Clinica quirtirgica Fatologia interna Oftalmologia y clinica respectiva Clinica rnedica Medicina legal y Toxicologia Obstetricia y clinica respectiva Farmada y JPrdctica Farmac&utica Quimica Farmac&utica Enfermedades de mttferes y su clinica Enfermedades de ninos y su clinica
Dr. D. Juan J. Naon y Juvencio Arce (Vacante) „ „ Carlos Villar „ „ Claudio Benitez y R.Wernicke , ,. E. del Area y J. Ledesma „ „ M. G. del Solar (en ejercicio) „ „ G. Udaondo ,. „ A. Gandolfo y Julian Alguilar , ,, J. Penna , „ Pedro Lagleyse y E. Obejero ., „ E. Uballes (en ejercicio) „ „ E. Perez (en ejercicio) „ „ J. R. Fernandez y L. F. Vila „ Atanasio Quiroga " , „ M. Puiggari (en ejercicio) (Vacante) „ „ F. Larguia y A. Pinero
PADRINO DE TtSIS
Dr. Don C. AGUIRRE
A MIS PADRES
8B. PRESIDENTE : SEES. ACADEMICOS:
Nos encontramos en el periodo mas positivo de la historia de la Medicina. La observacion es en la actualidad el tinico camino abierto a sus' progresos, el tinico criterio en la apreciacion de lo que consideramos sus adelantos: i la inmensa demolicion a que asistimos de tantos sistemas i de tantas doctrinas, verdaderas primicias de la imaginacion disfrazadas con la saya de la ciencia, nos ensena lo que cuesta prescindir de ella. Las adquisiciones que constituyen la materia de este trabajo sonun producto de esta tendencia, i en el consignaremos solo lo que reputemos apoyado en hechos, fuera del alcance de la controyersia, en lo que se refiere a la Patojenia del Colera. Los estudios que la ban esclarecido son de fecha mui reciente. La aparicion del colera en Egipto, en 1883, llevo a aquel pais varias comisiones cientificas que se entregaron a su estudio. El jefe de la comision alemana que se creia dueno de un nuevo conocimiento se traslado
— 10 — en seguida a la India, donde sus investigaciones le permitieron consolidar el exito de las practicadas en Egip¬ to. Cuando en el ano siguiente el azote se mostro en Toulon, algunos Gobiernos europeos encargaron a epidemiolojistas conocidos la mision de su estudio. De estas campanas cientificas ban resultado las nociones que actualmente poseemos i que forman indudablemente la parte mas positiva de su patolojia. El hecho culminante es el descubrimiento del microbio que determina la enfermedad. Esta adquisicion es obra esclusiva del celebre micrologo de Berlin Dr. Ro¬ berto Koch. Este micro-organismo es desde entonces el objeto de las observaciones de un gran numero de sabios i no pasa un dia sin que un nuevo conocimiento util venga a enriquecer esta creacion de ayer. La circunstancia de baber tenido el Colera entre nosotros al fin del aiio pasado i principio del presente nos ha permitido seguir en el cadaver i reproducir en el laboratoria la mayor parte de los estudios practicados por los sabios europeos i corroborar sus conclusiones. Cabele al Dr. Susini el honor de haber sido el primero, que yo sepa, que en Buenos Aires se haya dedicado de un modo serio a las investigaciones bacteriolojicas sobre el colera. A sus lecciones debo los escasos conocimientos que sobre microbiolojia poseo i a su lado, en el laboratorio de la Asistencia Publica del cual es jefe, como disclpulo i compaiiero he recogido los elementos de la humilde Tesis que someto a vuestro ilustrado juicio.
— 11 — Seiiores: esa especie de desden que se tenia entre nosotros por los trabajos de observacion, impuesto por el modo ser intelectual de nuestro pueblo, no existe ya; el espiritu de investigacion i analisis domina todas las esferas de nuestra labor como la misma aspiracion de la verdad: porque no hemos de esperar un destino serio para el poderoso movimiento cientifico que se inicia en nues¬ tro pais? Contamos ya con especialistas que son grandes maestros en la Medicina i la Bacteriolojia, que revindica para si en la actualidad la mayor parte de la suma de esfuerzos consagrados al adelanto de las Ciencias Medicas tiene sus obreros que manana llenaran, estamos seguros, con lineas luminosas las paginas aun desiertas de los anales de esta joven ciencia. Antes de entrar en materia haremos una ligera resena de los hechos que han presidido a los descubrimientos que hoi constituyen todo nuestro caudal cien¬ tifico, i que lo creo sin embargo suficiente para rehacer de un modo radical la Patolojia del Colera.
L En la ultima mitad del Siglo XVII con el des¬ cubrimiento del microscopic Leeuwenhoeck vino a observar en los procesos de descomposiciones organicas la presencia de pequenisimos elementos globulares que aun bajo otra forma nunca faltaban, pero a los cuales no supo asignar un rol en su produccion. El descubri¬ miento no tuvo consecuencias i fue olvidado. Despues de esto solo encontramos a Spallanzani en el Siglo pasado estableciendo experiencias destinadas a probar la no existencia de jeneracion expontanea i es necesario Uegar al presente para ver recien a CagniardLatour expresar la idea de que aquellos procesos podrian referirse a un modo de actividad vital de esos elementos. Esto era una revelacion i ella presidio sin duda a la serie de notables investigaciones que a mediados de nuestro Siglo pusieron fuera de discusion del modo mas lominoso el fin que persiguio Spallanzani i trazaron las lineas fundamentales de la nueva ciencia. Entre los sabios que a ello contribuyeron con sus estudios no es posible dejar de citar a Schwann, Helmoltz, Schroeder*
— 13 — Von Dusch, Bayer, Davaine, Pollender, Hoffmann, Perty, Bobin, etc. Estamos mui cerca de Pasteur. En efecto, este eminente quimico no tardo en hacer conocer sus ex¬ periencias que establecian la naturaleza «vitalista» de los procesos de fermentacion i otras que arruinaban de un modo definitivo la teoria de la jeneracion espontanea. Demostrando que el modo de vejetacion de ciertos organismos vivos es la causa de las fermentaciones, Pas¬ teur ha realizado en nuestros tiempos la obra mas fecunda por su alcance cientifico i practico (*). La levadura que destruyendo el azucar nos da la cerveza; el proceso de fermentacion alcoholica; la accion que en los liquidos que contienen alcohol oxidando esta sustancia nosofreceel acido acetico; la descomposicion de la orina que la resuelve en productos amoniacales, etc., etc. resultan no ser sino transformaciones qulmicas producidas bajo la accion de seres organizados en que su modo de actuar es siempre el mismo, sea que se considere su poderosa enerjia destructiva 6 su potencia creadora: todo es obra de su actividad fisiologica. Estudiados en su intimidad estos procesos se ven acompanados en casi todos los casos de las manifestaciones de la vida ordinaria de la jeneralidad de los se¬ res: produccion de calor, desprendimiento de gases, pro¬ ductos de desasimilacion, etc. Los trabajos sobre las enfermedades del vino y de (*) Hay que recordar tambien la vasta aplicaciou industrial a que se prestaron estos deseubrimientos desde un principio.
— 14 — los gusanos de seda en sus relaciones con los microorganismos vinieron poco despues a dar lecciones que la patolojia humana y comparada ha sabido aprovechar. Las investigaciones de fisiologia patologica se iniciaron i los nuevos horizontes que se abrian a la Me¬ dicina tenian un buen punto departida en las observa¬ ciones de Pasteur, que ofrecian todas las condiciones de exactitud deseable, i en la exposicion completa que poco despues hizo Cohn de la historia natural de las Bacterias. La Bacteriolojia estaba en efecto creada. Las enfermedades infecciosas del hombre fueron naturalmente el objeto de todas las investigaciones. No entra en nuestros propositos seguir el curso de sus peripecias, ni la historia de sus multiples conquistas, pero si debemos recordar que el exito corona todos las dias los esfuerzos dirigidos en esta via. La naturaleza parasitaria de la mayor parte de las enfermedades consideradas infecciosas esta determinada i el conocimiento de los micro-organismos que producen la difteria (Loeffler), la erisipela (Fehleisen), el carbunclo (Pollsender, Davaine, Koch, Pasteur), la tuberculo¬ sis (Koch), el colera (Koch), la fiebre tifoidea (Gafky), la pneumonia (Friedlsender) etc., etc., son adquisiciones que constituyen un timbre de gloria de la ciencia contemporanea. La Hijiene ha aprovechado de esta nueva ciencia al par que la patolojia i sus previsiones i consejos tendran verdadera precision cientifica el dia que se conozca de un modo mas complete la historia natural de los
— 15 — ajentes patqjenos. En ese dia la Terapeutica habra perdido en mucho, la razon de su existencia. Esta ultima rama de la medicina principia, sin embargo, a sacar de la Bacteriolojia los elementos de sus aplicaciones mas racionales, i si bien la Terapeutica propiamente dicho poco ha adelantado en este camino, su faz hijienica nos ofrece en cambio resultados concre¬ tes como la curacion Lister i otros.
Hemos dicho que los estudios de Pasteur dieron en tierra con la doctrina de la jeneracion espontanea. Nos contentariamos con eso si no estuvieramos expuestos a cada paso a encontrar este asunto en la literatura medica i si ella no fuera aun sostenida por mucho s autores aunque bajo formas disimuladas. Cuando Pasteur demostro que la ebullicion hacia inalterables los liquidos que contenian materias organi¬ cas en suspension, replicaron los heterojenistas que la conservacion de ellos era debido a que se los privaba de oxijeno. Schultze y Schwann suministran a esos liquidos esterilizados aire puro previamente pasado por el acido sulfurico 6 por mezclas metalicas a temperatura de fu¬ sion i quedan siempre inalterables. Es aire alterado en su composicion quimica se objeta. Pero la verdad nunca carece de medios de evidencia, i Schroeder obtenia el mismo resultado con aire filtrado a traves del algodon, i poco despues Pasteur con aire introducido al balon que contiene el liquido
— 16 — por medio de un tubo acodado i afilado cuya extremidad libre esta vuelta hacia abajo, i que permite el acceso del fluido tal como se encuentra al exterior. Hai en los liquidos que contienen sustancias putrescibles, dicen por fin los sostenedores de la jeneracion espontanea, una fmrm vejetativa que en las experien¬ cias anteriores seria destruida por las altas temperaturas. Este baluarte cayo tambien. Pasteur obtuvo sangre, leche i orina de animales sanos sustraidas al aire con todas las precauciones deseables y estos liquidos no experimentaron alteracion alguna. Como vemos estas ultimas demostraciones pueden considerarse como lujos cientificos. Las altas temperaturas bastan para hacer inalterables las sustancias or¬ ganicas i son ellas el tinico ajente a que se refieren ordinariamente la palabra i el procedimiento esterilimcion, de invencion de Pasteur. Se vio, sin embargo, que una ebullicion pasajera a la presion ordinaria no destruia siempre los jermenes en un liquido de reaccion dada, pero encontramos al mismo sabio dando la explicacion de ello con un des¬ cubrimiento. Hai una forma evolutiva, por la cual pasan las bacterias, Uamada esporo que tiene una resistencia vital mui superior a la del mismo individuo en el apogeo de su desarrollo i que puede por consiguiente soportar sin perecer mayores temperaturas que este. Pasada la accion del calor ellas reproducen la for¬ ma vejetativa. Esta forma de reproduccion parece que fue senalada por primera vez por Perty, pero corres-
*- i? — jmnde a Pasteur el merito de haberle asignado su signifimcion permanente. Este hecho es de gran trascendencia para la practica de esterilizacion de laboratorios. A pesar de todo «la esterilizacion de los liquidos por la ebullicion es cuestion de tiempo: prolongando esta, hai seguridad, de obtener aquella. » Muchas sustancias a la temperatura de 100° pue¬ den esperimentar modificaciones en su composicion, asi es que en la practica diaria se hace uso del Metodo de esterilizacion fraccionada inventado por Tyndall, segun el cual aquellas se someten de un modo periodico a la accion de una temperatura inferior a la de ebullicion. La no alterabilidad queda igualmente garantida. Hace 25 aiios Bechamp emitio la idea de que pequenisimas particulas organicas que hacen partes delas c^luks i que quedarian en libertad despues de la destruccion de estas, podrian en un medio nutritivo apropiado transformarse en bacterias. Esta teoria llamada de los microdmas i sostenida en Alemania bajo el nombre de anamorfosis del protoplasma, no ha merecido el honor de ser discutida de un modo serio. La doctrina de la jeneracion espontanea ha caido definitivamente i a su lado encontraremos pronto a la de la espontaneidad morbida. Multiples investigaciones llevadas a cabo con todo el rigorismo cientifico, permiten en efecto asegurar, que ni en los liquidos, ni en los tejidos de los animales sa¬ nos -se encuentran micro-organismos que vivan alii de Bn modo normal.
— 18 — Los progresos de la ciencia nos obligan ya a sostener que en todos los casos „ «los seres provienen de padres semejantes a ellos i como lo deciamos al prin¬ cipio, es tiempo ya de que desaparezcan todas las teorias que como la presente han podido encontrar su ra¬ zon de ser en cuentos como el de Virgilio, que vio nacer un enjambre de abejas de las entranas de un toro en putrefaccion.
Hemos hablado ya mui de paso de los resultados de la actividad vital de los microbios, i para terminar con lo que a ellos se refiere la idea de conjunto, diremos pocas palabras mas sobre su sitio en la efecala de los s6res i sobre las consideraciones jenericas que, acerca de su historia natural nos permiten los conoci¬ mientos actuales. La tierra, el aire, el agua los contienen en numero que ni el calculo, ni la imaginacion alcanzan. Ha sido quiza esta circunstancia, al par que su excesiva pequeiiez lo que ha permitido que por tanto tiempo pasara desapercibida su existencia i su rol. Los micro-organismos ocupando las tiltimas gravaciones del reino vegetal, realizan la forma prima del elemento organizado, «el organismo elemental» (Briicke), el de la celula. En efecto, son celulas & las cuales falta solo el nticleo i que, como las de los tejidos vegetales estan compuestas de una membrana i un contenido: membrana hidro-carbonada i contenido protoplasmatico que
— 19 — a los reactivos colorantes se conducen como los de las celulas tipicas. (*) Conocida la existencia de los micro-organismos se trato desde luego de determinar a que reino pertenecian Ehrenberg sometiendose a las ideas de sus predecesores les asigna, en la formacion de su sistema, una naturaleza animal, pero no tarda en expresar dudas al respecto. En esto pensaba como Dujardin que para sostener su opinion se apoyaba sobre todo en la gran ac¬ tividad vital que poseen i en la facultad del movimiento. Poco despues Cohn en sus notables trabajos, llego a establecer que pertenecen al reino vegetal. En el dominio de las plantas inferiores se aceptaba la division fimdamental en bongos, algas i liquenes. Las algas son plantas acottledoneas, provistas de clorofila i de color verde; al par que los hongos estan desprovistos de clorofila. En la tercera clase, los liquenes, se ha querido reunir estos dos caracteres, pero hoi se rechaza su exis¬ tencia como individualidad por haberse probado que son producidos por la reunion accidental de los otros dos, es decir, por hongos desarrollados en algas. La division en algas y hongos tiene gran importancia no solo para los botanicos. La existencia 6 no de clorofila constituye, en efecto, un caracter que nos da la razon del modo de ser fisiologico de ambos.
(*) Una solucion alcoholica de iodo, por ejemplo, contrayendo el protoplasma, permite ver una perfecta separacion entre el i la membrana. sobre todo en las formas mas desarrolladas.
— 20 — La accion de la clorofila esta ligada en las plantas que la poseen & la elaboracion del acido carbonico ne¬ cesario para su nutricion. Siendo los hongos plantas inferiores desprovistas de clorofila, sus propiedades fisiologicas estan subordinadas de un modo capital a esta ultima circunstancia. Falt&ndoles esta sustancia tienen para su nutricion necesidad de materias organicas ya elaboradas, en cuya composicion entre el carbono. De alii que sean los que mas nos interesan en su estudio, porque desarrollados en nuestro organismo toman para su vejetacion a nuestros tejidos los elementos indispensables a su vida. Los hongos han sido a su vez divididos en grandes grupos: mohos, levaduras i esquizomicetas. Este ul¬ timo, que significa hongos que se reproducen por biparticion, es el mas interesante. El nombre con que se lo designa ordinariamente es el de Bacterias, por la for¬ ma en bastoncitos de la mayoria de los micro-organis¬ mos que lo componen: sin embargo, como denominacion de grupo, entrana confusionpor que en ella entrarian or¬ ganismos que tienen clorofila e individuos que por su modo de nutricion no pueden ser reunidos en el mismo orden. Por otra parte Weichselbaum, piensa que las Bac¬ terias forman un grupo independiente i que no perte¬ necen ni £ las algas, ni a los hongos. La mayoria parece aceptar hoi, destruyendo la primitiva dualidad, la division de los Tallofitos de Sachs
— 21 — en cuatro grandes grupos: Protofitos, Algas, Mixomicetas i Hongos. (*) De estos tiltimos saldrian siempre las especies que mas interesan a la Medicina. Como se ve, hasta hoi no hai acuerdo, pero en el estado actual de las cosas se considera de utilidad conservar el grupo de las Bacterias, en el cual se encierran todas las formas que se relacionan con los estudios me¬ dicos. Multiples ensayos de clasificacion de las Bacterias han sido tentados i ninguno ha quedado al abrigo de la critica. Sin embargo, la primera que fue formulada por Cohn es la mas aceptada en la actualidad. Este autor adoptando como base la forma las dividio en coccos, bacilos i espirilas. Las especies fueron creadas teniendo en vista principalmente su accion fisiolojica. El sistema de Cohn fue combatido por Buchner, Billroth i sobre todo por Nsegeli, que nego del modo mas terminante la «Constancia de las formas» i la «Constancia de las especies» declarando irrealizable una clasificacion sobre estas bases. Un coco, segun este autor, podra eonyertirse en un bacilo 6 este en una espirila segun las circunstancias de nutricion u otras, lo mismo que ima bacteria que hoi determina la acidez de la leche, podra manana engendrar la tuberculosis se¬ gun que varien sus medios de vida. Apesar de la energia con que han sido sostenidas estas opiniones ellas no han sido aceptadas, reconoci&idose sin embargo, que seria muy dificil construir un (*)
Es la division que ensefia el Dr. Berg.
— 22 — sistema apoyandose en iino solo de los caracteres individuales. La doctrina del pleomorfismo cuenta con ardientes partidarios, pero las observaciones citadas en su favor parecen escasas y no concluyentes. Un sistema que pretenda la estabilidad debe basarse sobre la observacion de todas las faces del modo de ser de las bacterias, teniendo en cuenta su aspecto microscopico, los caracteres de sus colonias en los di¬ sperses medios nutritivos, su accion fisiolojica, sus for¬ mas de reproduccion i evolucion, etc., etc. Tomando en consideracion cada uno de estos puntos aisladamente, 6 ideas derivadas de ellos, se han formulado clasificaciones secundarias que, si bien estan lejos de responder a las necesidades de la ciencia, tienen todas un punto -de partida que puede ser titil tener presente. Asi tenemos que las bacterias han sido divididas en patojenas y no patojenas, atendiendo a su aptitud para enjendrar 6 no enfermedades: hai organis¬ mos aerobics 6 anaerobios segun su facultad para vivir al acceso del aire 6 fuera de el. Teniendo en cuenta su modo de reproduccion i desarrollo se han hecho bacterias endosporadas i artrosporadas; pero los conocimientos al respecto son mui inciertos al presente, i en todo caso insuficientes para fundar sobre ellos una tal division. De Bary hace dos grandes categorias para los or¬ ganismos desprovistos de clorofila «segun que el subs¬ tratum en que se desarrollan es una sustancia viva 6 una sustancia muerta.» Los que vejetan en el interior 6 en la superficie de los seres vivos se Uaman pardsi*
— 23 — tos, i en los otros saprofttos. Estos determinan en los cuerpos en que viven acciones quimicas que dan origen a desdoblamientos en elementos mas simples, siendo los mas frecuentes verdaderos fenomenos de oxidacion. En este grupo estan comprendidos todos los fermentos, le¬ vaduras, etc. En las bacterias parasitas entran las patojenas de las clases anteriores. Ellas se dividen para De Bary en obligatorias 6 facultativas, segun su capacidad de vejetar durante un periodo de su vida como saprofitos 6 estrictamente como parasites. Igual cosa sucede con aquellos. Estas distinciones, lo mismo que la que se funda sobre su poder patojenico tienen gran utilidad practica. Veremos despues a que grade de rigor se ha llegado en su determinacien. Finalmente en cuanto a clasificaciones, debemos decir que hoi se aceptan los tipos fundamentales establecides por Cohn, i que en las ultimas opiniones de este autor no hemes encentrado de un modo terminante que las formas todas por el descritas respondan a especies perfectamente independientes. Reina en la actualidad tal confusion en el fondo de estas ideas que se hacen indispensables nuevos i series estudios, porque por ahora toda clasificacion sera proviseria. Creemos sin embargo expresar la opi¬ nion dominante repreduciendo algunas palabras de Fraenkel, discipulo y ayudante de Koch, en la creencia de que consignamos tambien las ideas del maestro. Este autor dice en su ultima obra: «Se pueden reconocer en las bacterias diversas familias i especies que
— 24 — entre si son diferentes por su forma i accion fisiolojica; pero que nunca se transforman la una en la otra. Una bacteria se muestra en todas circunstancias del mismo modo, siempre que haya alcanzado su complete desar¬ rollo. Se podra reconocer pequenas diferencias en su aspecto, pero esto depenclera de los distintos medios de nutricion i cultivo, del periodo de evolucion en que se la observe, de los procedimientes de coleracien, etc.» De Bary que es de la misma opinion, considera la evolucion del individuo como el criterio fundamental a que debe someterse la determinacien de la especie, es decir, el conjunto de formas sucesivas que el presenta en los diferentes periocles de su desarrollo complete, i que despues de la fructificacien se reproducen las mismas i de un modo periodico.
El rol de la temperatura en la vejetacion de las bacterias es de gran impertancia. (*) Hai en general un termine medio que es mas propicio a su vida, i termines extremes en que ella deja de ser posible. Asi es que se ha llegado a establecer un maximo, un minime i un optimo. Estas condiciones termicas estan en gran parte sujetas a la naturaleza del medio nutritivo, i varian como se comprende en las diferentes especies. El optimo medio para la generalidad esta alrededor de 25 a 30°; pero muchas clases se alejan de el de un modo notable. El b. amylobacter lo tiene por ejemplo (*) Este punto ha sido estudiado por Koch de un modo especial.
— 25 — hacia 40°, mientras que el B. del carbuncle vejeta mejer entre 20 y 25°. Igual cosa sucede respecto a los limites maximo i minimo, i es mui variable tambien para las distintas es¬ pecies el numero de grades que les separa. Algunas presentan en efecto, estos terminos mui. cerca de su op¬ timo, al par que otras soportan fluctuacienes de tempe¬ ratura mui amplias conservande todos sus atributos vejetativos. La reaccion i naturaleza del liquido nutritivo son factores impertantes en la fijacion de estos limites. Tyn¬ dall ha probado que su acidez disminuye la resistencia de los micro-organismos i Pasteur sostiene que les li¬ quidos alcalinos como los que contienen muchas mate¬ rias grasas, parecen formar una atmosfera a las bacte¬ rias que las proteje hasta cierto punto contra las accion del calor. Koch ha demostrado con experiencias que, las altas temperaturas secas son mejor soportadas que las htimedas, i que el grade necesario para matar las bacterias es superior al que sole impide su reproduccion. La temperatura mas favorable a la formacion de esporos es mas 6 menes el optimo, pero para su jerminacien precisan una superior. Sobre todo en las formas endojenas ellos resisten mejor la desecacion i las altas temperaturas que las celulas. vejetativas. En los liqui¬ dos pueden soportar 100, i hasta 130° sin perder el poder de fructificar, mientras que estas apenas pueden mantenerse vivas a 55 6 60°. Entrariames en algunas ampliaciones sobre el me-
— 26 — do de vida de las categorias establecidas por Pasteur, de aerobies, si estas generalidades no salieran ya de los limites fijados en nuestro propesito. Hacemos netar que estos grupos admiten tipos intermedies que, con ciertas restricciones poseen el doble mode de vivir en relacion con el oxijeno del aire. Las sustancias albuminoideas parecen efrecer el mejor medio para la nutricion de las bacterias: se entiende que para las que carecen de clorofila, puesto que tienen necesidad de encontrar un alimento ya formado. Los medios que tienen una reaccion mui pronunciada no acomodan a su vejetacion i la jeneralidad se desar¬ rollan en neutros 6 lijeramente alcalinos. Bastan pequenisimas cantidades de acido par aniquilarlas y destruir su poder reproductor, pero hai sin embargo algu¬ nas especies que pueden prosperar en sustancias ligeramente acidas. Modalidades analogas en las leyes que presiden a la nutricion intima, explican los curioses fenomenos de la concurrencia vital. En un medio que no ofrece ya elementos nutriti¬ vos para una especie, se ve aparecer i prosperar otra 6 donde existia ya una primera se ve que la presencia de una nueva determina la extincion de ella. Despues de cierto tiempo de permanencia en un medio este se hace insuficiente para seguir alimentando a los micro-organismos por agotamiento de sus principios nutritivos, entonces mueren. En los aerobics este agotamiento viene mas tarde 6 mas temprano segun la abundancia 6 la pobreza de oxijeno.
— 27 — En jeneral se refiere a esta ultima circunstancia el jperiodo de esporulacion, sobre todo en las formas endojenas, i de alii es que se toma la formacion de esporos como una expresion de decrepitud. Si se tiene presente que el esporo representa una faz necesaria en la evolucion de esos individuos, la idea no parece del todo justa. Al lado de los acidos hai muchas otras sustancias que sirven de venenos quimicos a los microbios (*) i son las que ordinariamente se emplean en la practica de la desinfeccion, aunque las mas de las veces solo se consigue con ellas aniquilar su poder reproductor. La facultad del movimiento esta intimamente vinculada al modo de vida de las distintas especies de bacterias. En los bacilos i espirilas se ha podido comprobar la existencia de organos propios a ese fin, i Koch ha llegado a fotografiarlos. En los micrococos no se los ha encontrado i se les asigna solo un movimiento molecular.
Tememos descender a los detalles que no entra en nuestro animo tocar. Para terminar con estas jeneralidades diremos que la Bacteriolojia ha abierto nuevos rumbos al estudio de la Medicina. La eterna confusion que pesaba sobre las ideas de (*) Algunas tienen en este sentido una accien verdadaramente fabulosa so¬ bre determinadas clases. Duclaux nos dice que la vejetacion del aspergillus niger se detiene bruscamente afiadiendo J/i'Goo»oo de nitrato de plata al liquido nutritivo.
— 28 — infeccion i contajio ha desaparecido ante las concepciones claras y precisas que sujiere esta nueva ciencia. La profilaxia en las enfermedades infecciosas jugara en adelante el rol mas importante y racional en la mi¬ sion del medico. El conocimiento de los virus animados hace expli¬ cable el hecho de su atenuacion, i es ese el punto de partida del preciosisimo recurso de las inoculaciones preventivas para evitar las enfermedades. En cuanto al carbuncle el hecho parece adquirido. Finalmente la Bacteriolojia dispone hoi de varias Catedras para su ensenanza i en sus recintos se tiene la fortuna de no oir hablar de revelaciones, de misterios, ni de iniciados.
II. Este trabajo debio ser simplemente un Estudio del Microbio del Colera, pero no hemos vacilado en adoptar el titulo que lleva como un homenaje a las recientes adquisiciones i porque creemos, por otra parte, que puede considerarse como un hecho perfectamente establecido que el bacilo coma' descubierto por Koch es la causa eficiente de esta enfermedad. Los metodos que han guiado las experiencias de este sabio ofrecen en efecto todas las garantias de exac¬ titud, atin para los espiritus m&s exijentes, i proporciona un motive de orgulle para la ciencia contemperanea el contraste que ellos hacen con las doctrinas i experimentacion de ayer, en que un empirismo convencional daba la materia que laboriosas sutilezas de espiritu revestian de forma. El plan de exposicion que hemos adoptado, responde en su parte esencial al programa seguido por Koch para Uegar a determinar que un micro-organismo es patojeno, i cada uno de los principios que lo cons¬ tituyen ira acompanado de todas las consideraciones que £ el puedan referirse. Los puntos que respecto a la
— 30 — patojenia del colera no queden comprendidos en ellos ser&n desarrollados en proposiciones separadas. Este programa es el siguiente: 1.°. El micro-organismo debe ser encontrado constantemente en los liquidos 6 tejidos, normales 6 patolojicos, de un hombre 6 animal que padece 6 ha muerto de la enfermedad. 2.°. El no debe encontrarse sino en individuos atacados de ella. 3.°. El debe ser aislado de estos medios i cultivados en otros a proposito hasta obtener por jeneraciones sucesivas, un cultivo perfectamente puro. 4.°. Con un cultivo asi obtenido se debera, inoculandolo en un animal sano, determinar la enfermedad primitiva i reencontrar en este el mismo micro-organis¬ mo con todos sus caracteres de cultura, morfolojicos, fisiolojicos, etc.
V El micro-organismo debe ser encontrado, etc. Durante las cinco primeras epidemias de colera habidas en Europa los sabios no dejaron de buscar en los productos excrementiciales i en los organos de los colericos, la presencia de un elemento figurado a que pudiera referirse la jenesis de la enfermedad i muchos de ellos creyeron Tiaberlo descubierto. Pouchet, Brittan, Boehm, Miiller, Bennett, Grainger, Virchow i Davaine encontraron en las deyecciones, vibriones i muchas otras formas a las cuales algunos de ellos no acordaron mucha importancia.
— 31 — En 1854 Pacini observ6 de un modo mas 6 menos constante en las deyecciones, una esquizomiceta alargada que para el era la productora de la enferme¬ dad, refiriendo de un modo especial a su actividad la desintegracion epitelial que se observa en los intestirios de los colericos, la cual a su vez le sirvio de punto de partida para fundar su celebre teoria. En 1867 Hallier sostiene que una criptogama llena de esporos, el urocystis oryce, es la jeneradora del colera, aunque sus inoculaciones e inyecciones no le dieron resultado, i Klob en el mismo ano que es otro hongo el zoogUBa termo, encontrado por el en el intestino. Poco despues Budd asigna esta propiedad a corpusculos que el denomina colera fungi. En la epidemia de 1873, Hay em encontro en las deyecciones mas de diez diversas espe¬ cies de vibriones, pero no senalo ninguna de un modo especial. Como se sabe todos estos presuntos descubrimientos no han tenido aceptacion en la ciencia, i solo por sus autores han sido sostenidos. En 1883, en Egipto, Koch encontro de una manera constante en las deyecciones i paredes intestinales de colericos la existencia de una bacteria que en sus posteribres investigaciones en la India reconocio tener la forma curva: es d bacilo coma (Kommabacillen). La esperimentacion seria respecto al colera data de esta fecha, i los multiples trabajos que desde entonces se le han consagrado no han hecho sino consolidar el descubri¬ miento de Koch, estableciendo la constancia del mismo microbio en los casos de esta enfermedad. Estos estudios,
— 32 — ya mui numerosos, han llegado a determinar las circuns¬ tancias en que, con mas 6 menos seguridad, se lo en¬ cuentra. El contenido intestinal i las paredes del intestino son los medios en que con mas. frecuencia se lo descubre: mucho mas raramente en las materias arrojadas por los vomitos i en la vesicula biliar. Los casos rapidos i los que pueden ser tornados en su principio dan re¬ sultados constantes. Son mui numerosos en los liquidos diarreicos que ofrecen ese aspecto que se ha llamado tipico de cocimiento de arroz. Estas deyecciones no tienen olor escrementicial mui pronunciado. Culturas en caldo, hechas con ellas, segun el metodo de Schottelius dan al primero y segundo dia en su superficie una capa formada esclusivamente de bacilos. En los granulos riziformes se presentan en mayor cantidad que en el resto de el liquido. La abundancia de comas parece estar en razon directa de la intensidad i rapidez del ataque. Cuando la enfermedad dura mas tiempo, ellos tienden a desaparecer i las deyecciones que se producen en el periodo de reaccion, habiendo perdido esa coloracion palida sticia, los presentan mui escasos entre celulas epiteliales, globulos de sangre y otras bacterias. Muchos de ellos pa¬ recen muertos, pues toman mui mal el colorante de las preparaciones. En las materias de los vomitos se los encuentra mas rara vez. Nicati i Rietsch han podido descubrirlos tres veces en ocho casos i aunque aquellos presen-
— 33 — taban reaccion acida creen haberlos visto vivos. En el laboratorio de la A. P. se los ha encontrado una vez en dos examenes. El sitio de mayor desarrollo parece localizarse en las paredes de la mucosa, pues cubriendo esta se obser¬ va una capa blanquecina donde hormiguean los comas i que da culturas casi absolutamente puras, cuando se someten sus fragmentos a una camara humeda. Esta capa de aspecto caracteristico, desaparece en los casos que han durado algunos dias i esta al parecer formada principalmente de epitelio mortificado. La ultima porcion del intestino delgado, el ileon, es la parte donde se desarrollan de preferencia los micro-orga¬ nismos, i por consiguiente la mas comprometida por las lesiones que determinan. Tanto el numero de aquellos, como estas, disminuyen hacia la parte superior i hacia el intestino grueso, pero a la autopsia se muestran con demasiada frecuencia interesados, el duodeno i el ciego, i atin algunas veces el colon. Esto, sobre todo, se ob¬ serva en los casos violentos. Las lesiones anatomicas que se encuentran en es¬ tos organos, no responden de ningun modo al aparato sintomatieo de la enfermedad, i aquellas son mas marcadas en jeneral cuando la duracion de esta es mayor. La membrana blanca de que acabamos de hablar, verdadera capa dift^rica, es levantada lijeramente en algunos puntos por el abultamiento de los foliculos i de las placas de Peyer. Esto se acenttia mas cuando la enfermedad se prolonga algunos dias. Igual cosa sucede con las hemorrajias puntiformes
— 34 — que aparecen aqui i alia rodeando los foliculos, las pla¬ cas de Peyer i la abertura de las glandulas, i cuya ex¬ tension i numero es mayor cuando la reaccion ha te¬ nido tiempo de iniciarse. La alteracion del epitelio es la mas importante en este orden de lesiones. En los casos mui agudos se ve simplemente una tumefaccion de la mucosa: en los que se prolongan algunos dias es una verdadera destruccion del epitelio, i en los mas graves llega hasta su desaparicion completa con la separacion de la capa difterica. Los comas se insinuan entre sus celulas, penetran en su interior i lo desorganizan hasta Uegar a la membrana basal que lo sostiene. Los productos de su actividad vital se encuentran asi en las circunstancias mas favorables para Uegar a la sangre, i determinar por medio de eUa la intoxicacion colerica. La deshidratacion de los enfermos por la via intes¬ tinal encontraria hasta cierto punto, en los mismos he¬ chos la mejor explicacion del mecanismo de su pro¬ duccion. Las glandulas entericas son tambien invadidas por el bacilo i en su interior se lo encuentra mezclado a sus productos de secrecion. Sin embargo, los que Uegan a cierta profundidad parece que mueren i en los cortes de la mucosa es lo regular encontrar solo con vida en el espesor de las tunicas intestinales, otras bacterias que siguieron el camino abierto por aquellos. Esto se observa sobre todo en los casos poco rapidos, porque en los mas agudos apenas Uegan los comas a internarge en la mucosa.
— 35 — La presencia de los bacilos en los cortes de esta parece menos constante, pero esto se debe quiza tinicamente a la dificultad de reconocerlos. Sucede en efecto que en muchos casos en que el examen de los cortes no ha permitido encontrarlos, culturas hechas con frag¬ mentos de la misma mucosa han dado resultados po¬ sitives. Iniciada la reaccion general i producida la eliminacion del epitelio en los casos poco rapidos, las lesio¬ nes intestinales tienden a adoptar la forma de las alteraciones de naturaleza tifoidea. Antes de abandonar este terrene debemos dejar consignado que no siempre es facil el reconocimiento, a primera vista, del bacilo coma en las deyecciones 6 pa¬ redes intestinales, pues que frecuentemente se encuentra mezclado a otras bacterias. Cuando estos medios se colocan en las condiciones de las culturas de laboratorio, su desarrollo sofoca, es verdad, el de las otras especies, pero el examen micros¬ copico nunco es concluyente. Cuando este falla queda en todos los casos el mejor criterio de comprobacion que es el de las culturas. Materias, cuyo examen microsco¬ pico hecho por repetidas veces, no ha revelado la pre¬ sencia del bacilo, han dado colonias puras cuando han servido de siembra para culturas en placas. En casos de alguna duracion el bacilo ha sido en¬ contrado tambien en la bills i Nicati i Rietsch lo han visto cinco veces en 18 examenes practicados. Estos experimentadores declaran no haberlo encontrado nunca en el estqmago.
— 36 — La capacidad destructiva del bacUo coma, la circuns¬ tancia de haberselo encontrado en las diversas tunicas del intestino a donde han podido Uegar por los esfuerzos de su actividad, el hecho senalado por Van Ermengem de haberlos visto en el interior de un vaso capilar i alre¬ dedor de el, etc., hacian perfectamente espUcable i atin admisible su existencia en la sangre y sin embargo, las mas pacientes investigaciones no han confirmado esta presuncion. Como que la cuestion encierra cierta impor¬ tancia respecto al modo de obrar del micro-organismo en la produccion de la enfermedad, se entregaron a su estudio de un modo especial i en la ^actualidad todos estan contestes en que el no pasa a la sangre. Strauss, creyo al principio que existia aUi, pero cuando trato de mostrarselo a Koch, sus preparaciones fueron negativas i abandono la idea. En 1884 Doyen en una Memoria presentada a la Sociedad de Biolojia de Paris, comunicaba haber encon¬ trado el bacilo de Koch en la sangre, a la vez que en otros organos. En el seno de la misma Sociedad se puso en duda el hecho; pero admitiendo su realidad llego a evidenciarse que el experimentador hizo sus exdmenes mucho tiempo despues de la muerte i que por consi* guiente eUo podia depender de una generalizacion post¬ mortem. El acuerdo que hai a este respecto, deja de existir cuando se trata de interpretar el modo de pro¬ duccion de las profundas modificaciones que en la san¬ gre determina el microbio. Doyen, afirmaba en la misma comunicacion ha¬ berlo descubierto en el higado, rinon, bazo i otros or-
— 37 — ganos. El hecho puede ser exacto, pero es pasible de la misma critica que su afirmacion anterior. Por otra parte, el numero de casos presentados por 61 es mui limitado frente a las mui numerosas constataciones ne¬ gativas. Sobre catorce higados examinados por Nicati i Rietsch, el microbio ha sido encontrado en dos i estos pertenecian a individuos muertos el uno a los once i el otro a los trece dias del principio de la enfermedad. Esta circunstancia hace que ellos mismos no acuerden mucha importancia a este resultado. Roux, Strauss i Klebs, han examinado de un mo¬ do prolijo el rinon, i si bien no han encontrado comas en el han podido constatar lesiones profundas, que este ultimo observador refiere a la alteracion general del sis¬ tema epitelial que para el es un efecto especial del mo¬ do de obrar del ajente colerijeno. Sin embargo, no es el epitelio el tinico atacado i al lado de otras mo¬ dificaciones se ve al organo aumentado de voltimen, a consecuencia de la hiperjenesis del tejido celular. Las observaciones hasta hoi practicadas no han permitido descubrir la presencia del micro-organismo en el bazo, ni en ningun otro organo. Resulta pues, que como lo establecieron los primeros trabajos de Koch, el bacilo coma no se en¬ cuentra sino en el intestino, pero su constancia aqui, haciendo entrever primero su relacion de causa a efec¬ to con el colera, i corroborada despues por todas las observaciones, ha llegado a ser un hecho que nadie pone en duda,
— 38 — Para terminar consignaremos los resultados obtenidos por algunos micrologos en examenes de intestines i contenido intestinal. En su primera Conferencia en Berlin, Koch anuncio haber encontrado constantemente el bacilo en cerca de 100 observaciones por el practicadas i en su seguncla, igual resultado para 74 de 79 preparaciones que le fueron remitidas de India. Las otras cinco presentaban elementos que hacian ver que se trataba de casos de larga duracion. Nicati i Rietsch han obtenido 49 veces resultado positive de 58 autopsias. Emmerich 8 en 10. En 10 casos examinados por Cornil i Babes el micro-organismo fue encontrado 9 veces. Petrone, ha examinado 150 casos de colera con¬ firmado i en todos ha encontrado el parasite. Igual resultado ha tenido en la mayoria de mas de cien colerinas i diarreas colericas. Ceci lo ha visto constantemente en los casos bien establecidos. El Dr. Susini en 10 6 12 autopsias por el prac¬ ticadas (algunas de las cuales he presenciado) e igual numero de deyecciones de colericos cuyo examen mi¬ croscopico ha hecho, ha encontrado el bacilo en la totahdad. Todos estos autores se han tornado el cuidado de hacer notar que los resultados negatives que rejistran, pertenecian a casos en los cuales la enfermedad habia tenido muchos dias de duracion.
— 39 — Come se comprende la constancia del bacilo es un date precioso que el diagnostico ha sabido aprovecharEn la ultima epidemia entre nosotros fue el elemento de juicio inequivoco que permitio al Dr. Susini disipar las dudas que redeaban el primer caso.
III.
El micro-organismo no debe encontrarse sino en individuos atacados de la enfermedad. Este, como los otros pricinpios que forman el pro¬ grama de Koch, no puede ser tratado literalmente ha¬ ciendo abstraccion de los hechos que con el se rela¬ cionan. Tendriamos ya una presuncion que haria pensar en la verdad de esta proposicion en el hecho de no haber sido observado en ninguna otra enfermdead un micro¬ bio que posea la forma, modo de desarrollo i de mostrarse en sus culturas etc., del bacilo coma, antes del descubrimiento de este, a pesar de las mui laboriosas investigaciones que registran los libros. Por otra parte son justamente sus caracteres i propiedades esclusivas, las. que le asignan la importancia que hoi tiene. La especificidad i la existencia tinicamente en el colera del bacilo coma, han sido combatidas indirectamente por algunos observadores en el hecho de haber creido encontrar individuos del todo analogos a el en otras enfermedades; pero los metodos de riguroso anali-
— 41 — sis, como dice un autor, ensenan que donde no ha faltado buena fe, ha faltado la buena observacion. Otros autores han senalado simplemente micro-or¬ ganismos que tienen alguna semejanza morfologica con el del colera, pero como un mero dato ilustrativo i sin tratar de desconocer a este su accion especifica. Suponer que un mismo organismo pueda encon¬ trarse en otras enfermedades y aun jugar un rol en su produccion, 6 en los tejidos i liquidos de individuos sanos seria negar los principios de Bacteriolojia hoi aceptados i que, por mas que sobre ellos no hayan cesado todavia las discusiones, son los fundamentos en que hasta hoi descansa esta ciencia.
Finkler i Prior comunicaron en 1884 a un Congreso de sabios alemanes, haber encontrado en muchos casos de colera nostras un bacilo que en todos sus ca¬ racteres ofrecia perfecta semejanza con el del colera asiatico. Segun estos observadores su forma i dimensiones eran las mismas e igual su modo de vejetacion en los diversos medios. Estando el mundo cientifico en ese momento convencido ya de la verdad de los descubrimientos de Koch, i teniendo presente los muchos puntos de contacto que ofrece la sintomatolojia de las dos enfermedades, podra uno darse cuenta del gran interes que desperto esta re¬ velacion i de la gran trascendencia de los problemas que enjendraba. Ella tendia en efecto a establecer la
— 42 — iclentidad de orijen del colera morbus i del esporadico i a invalidar los resultados de las recientes conquistas. Culturas remitidas por Finkler a Koch i Van Er¬ mengem permitieron a estos observadores hacer un es¬ tudio complete del nuevo microbio i disipar las dudas que el hizo nacer. Ambos Uegaron a demostrar que los ejemplares que les fueron enviados no contenian solamente una especie de micro-organismos, es decir, que no eran puras i Koch establecio que se encontraban en ellos: 1.° Bacterias que no liquidaban la jelatina i la coloreaban de verde, 2.° Bacterias rectas mas cortas, que tampoco la liquidaban, 3.° Bacilos rectilineos que desarrollandose en la superficie de la jelatina la liquida¬ ban formando figuras caracteristicas i 4.° Bacterias curvas que ofrecen cierta semejanza con las del colera i que tambien liquidan la jelatina. Esta ultima es la forma senalada por Finkler i la que nosotros hemos tenido a nuestra observacion. Del orden de investigaciones establecido por Van Ermengem resulta que la historia natural del microbio indicado por los experimentadores de Bonn no ofrece ningun punto que se preste a confusion con el del colera. El numero de observaciones orijinales que han servido a estos es mui limitado—5—mientras que el primero ha examinado muchos productos diarreicos de personas atacadas de colera nostras i nunca ha encon¬ trado una bacteria semejante a la descrita. Por otra parte, ensayos de inoculacion que ha practicado con esta bajo la piel i en el duodeno de chanchitos de India le han dado resultados completamente negativos-
— 43 — Algunas culturas en agar-agar del bacilo de Fin¬ kler i Prior, traidas de Europa por el Dr. Susini nos han propercionado la ocasien de estudiar, bajo su direccien, su morfolpjia, caracteres culturales, etc. En las series instituidas en el laboratorio hemos podido reencontrar los mas importantes de los caracte¬ res que V. Ermengem observo en las suyas, pero en muchos puntos los resultados de nuestras observaciones se alejan un pocq de los obtenidos por el, lo cual encontrara en parte su esplicacion en el hecho de que sus culturas fueron practicadas con la que le remitio Finkler que ya hemos dicho fue reconocida impura. En todo caso el resultado es el mismo i nuestras Kmitadas investigaciones nos permiten declarar que el bacilo de Koch i el de Finkler clifieren en su morfolojia i en su modo de conducirse en colonias. 7 Al microscopic es imposible confundirlos. Al de Finkler lo hemos encontrado siempre, en mui numero¬ sos examenes mas voluminoso, mas largo que el del colera, siendo mas grueso en su cuerpo que en las extremidades: estas se muestran como adelgazadas 6 afiladas. Las preparaciones contenian a menudo formas en S, aun que menos que la de aquel. Su medio termino optimo de vejetacion parece in¬ ferior al del microbio del colera asiatico i su poder de liquidacion de la jelatina mucho mayor que el de este. Las culturas en placas estaban sometidas en el la¬ boratorio a una temperatura que variaba entre 15 a 20° cent, i muchas veces liquidaban la jelatina de un modo tan rapido que, para mi que no estaba atin do-
— 44 — tado de la constancia requerida, llego a ser desesperante, atin despues de corregir una de las causas de insuceso, como podia ser el exceso de cantidad en la materia sembrada. Las del bacilo colerijeno soportaban en igualdad de circunstancias muchos dias sin Uquidar. La evolucion de las culturas en jelatina en tubos ofrece muchos elementos diferenciales que expondremos. Estas culturas,(*) que se practical! hundiendo perpendicularmente en la jelatina una aguja de platino previamente esterilizada i que lleva en su extremidad la materia a inocular, apenas ofrecen despues de 24 horas una linea turbia poco marcada en el trayecto se¬ guido por aquella i una ligera depresion en el punto en que fue introducida. Al dia siguiente un circulo nebuloso rodea la parte deprimida que a su vez ha au¬ mentado algo en profundidad i estension. A los tres dias la opacidad rectilinea se ha acentuado i principia a aparecer como formada por grumos. La depresion escavandose mas adopta el aspecto de una burbuja de aire suspendida sobre la columna opaca formada por la jelatina liquidada. El circulo su¬ perficial de liquidacion alcanza al cuarto dia un diametro de 7 a 8 milimetros (en la cultura que tomamos por tipo para la descripcion) i el conjunto de la cul¬ tura adopta la forma de un embudo alargado con su pico hacia abajo. Al quinto i sexto dia la depresion llega a comprender las dos terceras partes de la luz del (*)
Mas adelante indicaremos el modo de preparar los medios de cultura,
— 45 -r tubo (de 14 6 15 milimetros de diametro) i la gran nebulosidad que debajo de ella forma la jelatina Uquidada principia a aclararse i separarse en dos partes: una que quedando adherida al fondo de la depresion semeja en su forma el receptaculo de una copa de las de champagne, i la otra que cae en copos mas 6 menos concretes en la parte inferior del embudo.—Al sexto 6 septimo dia la porcion Uquidada de la jelatina que simula la porcion tubulada de este se encuentra ensanchada considerablemente i la depresein que ha disminuido un poco en profundidad toca casi las paredes del tubo. Los grumos blancos descienden mas en la porcion tubulada inferior que sigue aumentando en proporciones. Todo avanza en este orden hasta el undecimo dia en que, tocando ya la jelatina Uquidada la paredes del tubo la escavacion desaparece. Queda entonces en la superficie una capa de jelatina liquida cuya altura va aumentando en adelante a expensas de la que rodea a la porcion tubulada. Esta se acorta i desaparece con la Uquidaciori cuando aqueUa Uega a su limite inferior. Al trijesimo dia cuando no se ve ya el punto que representaria el pico del embudo solo queda en lugar de este una capa horizontal blanca formada por los grumos i que separa la parte inferior atin soUda de la superior liquida. La rapida evolucion de la cultura, es algo que ya la aleja bastante de la del microbio colerijeno. En las de este el circulo de liquidacion superficial ha alcanzado a tocar las paredes del tubo recien al vijesimo tercero
— 46 — 6 cuarto dia, en iguales condiciones de medio i de tem¬ peratura. En las culturas del bacUo de Koch el desarrollo es mucho mas lento. La burbuja es mas redondeada i mas nitida. La opacidad en el trayecto seguido por la variUa de platino tarda mas en aparecer i al principio sole se muestra como una linea entrecortada formada por puntos blancos mas 6 menos claros. Esta barrita de jelatina Uquidada aumenta mucho mas lentamente en diametro i los grumos en eUa acumulados adoptan aqui una disposicion en espiral 6 aparecen como un hilo que va amontonandose sobre si mismo dando vueltas irregulares. La muerte del bacilo de Finkler i Prior se pro¬ duce mucho mas temprano en las culturas en tubo que la del de Koch puesto que agotan mas temprano el medio nutritivo. Segun lo que hemos podido observar, el caracter diferencial que senala Van Ermengem fundado en la tendencia del microbio del colera a desarrollarse princi¬ palmente en la superficie de la cultura no tendria gran valor, porque igual cosa se puede reconocer en el de Finkler. Es cierto que el bacilo coma es francamente aerobio i que su vejetacion es sobre todo exuberante cuando el oxijeno bana ampliamente las superficies en que se desarrolla, pero esta propiedad no creemos que suministre elementos de diferenciacion. Cuando se tiene en cuenta en ambos el poder de estenderse superficialmente, no debe olvidarse tambien su distinta aptitud para Uquidar la jelatina.
— 47 — La fluorescencia verdosa, que el mismo experimen¬ tador ha observado en sus culturas, nosotros no la hemos tenido sino una 6 dos veces al principio de nuestros estudios i es indudablemente una prueba de su impureza. Las culturas en jelatina en placas, son quiza, el mejor terreno para un estudio comparative concluyente porque permiten la seguridad de la perfecta purezade las colonias. Contrariamente a lo observado por Van Ermengem, nosotros hemos encontrado aqui mui de manifiesto la superioridad del bacilo atribuido al colera esporadico en su poder de Uquidar la jelatina. Dos 6 tres culturas en placas mantenidas en la estufa a menos de 25° liquidaron consecutivamente al 3.r dia por fusion rapida de las colonias. Con un aumento un poco debil las colonias del bacilo de Finkler se muestran, al dia siguiente de practicada la siembra, como pequenas gotitas de aceite, amarillentas, perfectamente circulares i los hordes francos i oscuros. Liquidan la jelatina formando depresion. Aumentando de tamano pierden la claridad de sus bordes, que tienden a hacerse difusos i su campo se oscurece un tanto, presentando un aspecto Ujeramente granuloso. El tinte sombreado que toman las partes centrales no es tan pronunciado como en las colonias del bacilo de Koch i las granulaciones nunca ofrecen puntos oscu¬ ros i brillantes tan limpios i pronunciados como aquellas. Las colonias progresan rapidamente en extension i
— 48 — Uegan a constituir vastas depresiones que pronto se fusionan con las mas proximas. Ann despues de liquidadas totalmente estas cultu¬ ras no despiden olor que tenga algo de especial. Vemos pues que los dos micro-organismos no tienen el mismo modo de mostrarse en colonias. Como encontraremos mas adelante, las del colerijeno no po¬ seen mia redondez perfectan, presenta un fondo semioscuro rodeado de una aureola mas clara, tienen gra¬ nulaciones mas grandes i refrinjentes, bordes desgarrados, etc., es decir, caracteres que hacen imposible toda confusion. Las culturas en agar-agar no suministran elemen¬ tos diferenciales de valor i lo tinico que puede observarse en las del bacilo de Finkler es la mas rapida i abundante vejetacion de las colonias. Como lo hemos dicho antes, el numero de obser¬ vaciones orijinales que hicieron pensar a Finkler i Prior en su descubrimiento es mui escaso frente a los mui numerosos resultados negatives obtenidos por otros observadores. Esta circunstancia, unida no ya a la no identidad, sine a la falta de gran semejanza entre su microbio i el del colera, que resulta del estudio de los caracteres morfolojicos i propiedades fisiol6jicas de am¬ bos, son factores poderosos en el juicio adverse que pesa sobre las conclusiones de aquellos experimentado¬ res i que ellos mismos han casi aceptado en posteriores trabajos.
— 49 — Una bacteriolojista aleman, Emmerich, creyo llegar a establecer por investigaciones practicadas en Napoles que la patojenesis del colera debe referirse a la activi¬ dad de un micro-organismo por el descubierto, distinto del de Koch. El se encontraria en la sangre, higado, riiiones, pulmon, etc., es decir, en las principales visceras, i las lesiones anatomicas que presentan los organos serian debidas a su modo de obrar localmente. Segun la descripcion de Emmerich, es un bastoncito cUindrico, recto, de extremidades redondeadas, se¬ mejante al de la difteria i que se lo encontraria con mucha dificultad. Del unico modo que lo ha conseguido es por medio de culturas hechas con sangre 6 fragmen¬ tos de organos de colericos i solamente tres veces en 24 ensayos. Dice haber hecho con el inoculaciones subcutaneas e intrapulmonares en chanchitos de India con resultado positivo. Los sintomas provocados concordarian con los del colera. Declaramos que por nuestra parte no hemos hecho ninguna investigacion que nos permita siquiera abrir juicio sobre el valor de los resultados que Emmerich consigna; pero Fliigge i Van Ermengem en consideraciones que parecen mui fundadas tienden a desautorizar este presunto descubrimiento. Hacen notar con razon que en los casos que sirvieron a Emmerich la enfermedad duro, termino medio, de 2 a 4 dias i las autopsias fueron practicadas de 3 a 14 horas despues de la muerte, de modo que la pre¬ sencia del parasito en los organos podria mui bien ser
— 50 — efecto de una invasion secundaria, como lo harian jpresumir por otra parte las experiencias de Strauss. La dificultad de encontrarlo estaria a su vez en contradiccion con la afirmacion del experimentador aleman que hace indispensable su existencia en los or¬ ganos para la produccion de las lesiones. No habiendo utilizado los procedimientos de Koch para el aislamiento de las colonias, los metodos de cul¬ tura de que se ha valido no han podido ponerle al abrigo de impurezas. Asi es que Fliigge cree casi poder asegurar que estaban contaminadas. Este autor i Van Ermengem encuentran que los caracteres que Emmerich asigna a su microbio concuerdan con los de uno senalado en la saliva i descrito por Kreibohm i de muchos otros que aparecen en las culturas en placas como impurezas procedentes del aire. Finalmente en cuanto al resultado de las inocula¬ ciones Fliigge afirma que en casi todos los cadaveres se ven bacterias que reunen los caracteres que Emme¬ rich senala en la suya i que producen una infeccion analoga en los chanchitos de India. Biedert ha tratado de armonizar la existencia de Jos micro-organismos de Koch i Emmerich emitiendo, la idea de que son dos formas de la misma bacteria que, mientras se encuentra como esporo en la sangre, obraria como bacilo coma en el intestino.—Fuera de ofrecer muchos puntos que la hacen inadmisible esta teoria sostiene un pleomorfismo que hoi no es aceptado. Aunque no conocemos experimentos concluyentes
51 — las opiniones de Einmerich parecen juzgadas ya, por mas que de Bary, a ejemplo de Nsegeli, se pregunte si el colera no seria debido a la coexistencia de los dos organismos, uno de los cuales proporcionaria el medio para el desarroUo del otro.
Hemos examinado secreciones leucorreicas, produc¬ tos purulentos arrojados por enfermos que padecen de cancer uterino en las cuales Strauss creyo encontrar una bacteria que ofrecia mucha semejanza con la del colera i debemos declarar que en ninguna preparacion hemos visto formas que pueden prestarse a confusion con esta. En los productos cancerosos hemos encontrado algunas veces un organismo ligeramente encorvado, delgado, pero mucho mas largo que el coma. Entre mucosidades purulentas tomadas sobre tilceras sifiliticas del cuello del titero hemos observado una sola vez individuos, que por su forma y dimensiones, se aproximaban bastante a los caracteres de aquel; pero este hecho perdio todo su valor por el resultado de las culturas. El organismo senalado por Denecke en el queso i cuya semejanza con el colerijeno se ha exajerado ha sido cultivado en el laboratorio i hemos podido hacer el estudio comparative del desarroUo de las culturas de ambos. A mas del elemento negative que da la circunstancia de ser susceptible de ser cultivado en placas, las pre¬ paraciones microscopicas nos han mostrado un bacilo
— 52 — mas grueso, mas largo i menos encorvado que el de Koch: las forman en S faltan. Culturas en jelatina nos han suministrado preparados en que se le ve formando series en hUos largos. Indudablemente la forma de las que se obtienen en tubos ofrece algunos puntos que podrian requerir una demostracien diferencial; pero este capitulo se prolonga demasiado i nos contentaremos con decir que el desar¬ rollo de la cultura es aqui mucho mas lento i que, excepcion hecha de la forma de la burbuja, los otros caracteres que describiremos en las de el del colera no se encuentran en el de Denecke. Lervis un adversario decidido de la especificidad del microbio de Roch ha sostenido en Setiembre de 1884 que era imposible distinguir a este de un bacilo curvo que el senalaba en la saUva. Este organismo des¬ cubierto por MiUer (i que no puede cultivarse en jelatina alcohohzada, segun este autor, Koch, Franckel i Van Er¬ mengem) es mui facil encontrarse i en numerosos prepara¬ dos lo hemos visto mas largo, un poco mas grueso i algo menos curvo que el de Koch. Sus estremidades apare¬ cen adelgazadas.
En preparaciones microscopicas de deyecciones de un tifoideo del Hosp. San Roque entre muchas otras bacterias encontramos una que por su forma y dimen¬ siones nos parecia ofrecer muchisima analojia con la del colera. El Dr. Susini que la vio inmediatamente noto el mismo hecho i tomo mucho interes, recomendandonos
— 53 — practicaramos culturas con las deyecciones i haciendolas £1 mismo. Las culturas en placas dieron colonias que presen¬ taban diversos caracteres: una sola que se mostraba de un gran parecido con las del parasito colerijeno nos dio al microscopic un bacilo mui puro, grueso, corto i recto. Las otras eran de organismos semejantes a este. Las culturas en tubo se alejan completamente de las del coma. Siembras en caldo por el metodo Schot¬ telius muestran el mismo micro-organismo, que es el que normalmente se encuentra en las materias fecales. En ningun caso hemos podido pues encontrar el microbio que vimos en las preparaciones directas de la deyeccion, cuyo desarroUo parece haber sido sofocado por el de los otros. Numerosos examenes de productos diarreicos de ti¬ foideo nos han dado igual resultado negative. El Dr. Susini nos ha llamado muchas veces la atencion sobre algunas particularidades de las culturas del parasito del moquillo (difteria de las gallinas) que en las de tubo principalmente Uegan a adoptar una marcha que ofrece algunos puntos de contacto con las. del bacilo coma. La bacteria del moquillo que en nada se* aproxima a este, es un organismo corto, grueso i recto: sus extremidades mui redondeadas. Algunos mui escasos suelen presentarse lijeramente curves. No entraremos en la descripcion de todos sus caracteres porque, si bien las culturas en tubo ofrecen en su desarrollo algunos que merecen senalarse, la morfolojia del bacilo
— 54 — les quita toda su importancia bajo el punto de vista que los consideramos. Klein i Gibbes han pretendido tiltimamente haber encontrado bacterias curvas analogas a los comas en muchas otras enfermedades, pero la observacion critica se ha pronunciado ya sobre estas aserciones i las tales analojias siguen en su suerte a sus predecesoras. El Dr. Susini que ha hecho numerosisimos exa¬ menes de materias fecales procedentes de diversos enfer¬ mos nunca ha encontrado un micro-organismo que pueda hacer dudar. La especificidad de existencia i accion del bacilo coma. Por todo lo que antecede se comprendera que el parasito colerijeno no ha hecho su camino i su fortuna en el silencio i que todas las dudas que se han opuesto no ban servido sino para evidenciar su existencia i sus propiedades.
IV.
3.° El micro-organismo debe ser aislado de estos medios i cultivado en otros a proposito hasta obtener por jeneraciones sucesivas, un cul¬ tivo perfectamente puro. Este era un hecho necesario de alcanzar i una condicion indispensable de precision en toda observacion cien¬ tifica de este jenero. Desde los primeros procedimientos de cultura ideados por Pasteur hasta los metodos perfeccionados de Koch que permiten obtener colonias aisladas de un microorganismo dado, estudiar su desarrollo i contar con su pureza, se ha realizado un considerable progreso.—El mi¬ crobio del colera ha sido de los primeros en aprovechar de estas ventajas i debe a esta circunstancia el hecho de ser quiza, despues de el del carbuncle, el mejor conecido. Poco despues de aparecer el colera en Buenos Aires, en Noviembre de 1886, el Dr. Susini obtenia cultivos de la bacteria que lo produce: los trabajos instituidos desde entonces por el, i por nosotros bajo su di-
— 56 — reccion, nos han permitido contar con ella en estado de pureza hasta la fecha. La tecnica i las manipulaciones de las culturas se han hecho relativamente faciles, aunque siempre delicadas, con su perfeccionamiento, de modo que al presente todos los laboratorios pueden estar al alcance de sus beneficios. Ellos no consisten tinicamente en proporcionarnos un organismo en las mejores 6 indispensables condicio¬ nes de estudio, sino que, como lo hemos dicho antes, las culturas son en la mayor parte de los casos, un reactivo mas fiel que el examen microscopico para rer velarnos la presencia 6 ausencia de comas en un medio dado. Las sustancias que a este fin se utilizan son sacadas de entre las que ofrecen mejores elementos para la nutricion de las bacterias en general. Las culturas en medios solidos i en medios liquidos comprenden todos los metodos que en la actualidad se aprovechan. Como sus respectivos inventores encontra¬ mos las figuras mas culminantes de la Bacteriolojia: Pasteur i Koch. Los medios liquidos como los soUdos que al pre¬ sente se emplean son poco numerosos, i realizando mejor estos los fines de las culturas, los primeros tienden ca¬ da dia a un uso mas limitado. Medios liquidos.—De los preparados artificialmente i de los Uquidos animales los que principalmente tienen apUcacion son el caldo i el suero de la sangre. Para preparar el caldo se toman 500 gramos de
— 57 — carne de buei, carnero, puerco 6 gaUina desprovista de grasa, tendones i huesos, es decir de todo lo que no sea musculo i se la machaca 6 reduce a pequeiios frag¬ mentos: con igual cantidad de agua se la encierra en un matraz que se pone al vapor a 100° durante una 6 dos horas, reemplazando el agua que se evapora. Despues, el liquido que se obtiene por expresion de la carne, que es acido, se neutraliza con una solucion de bicarbonato de soda que se vierte gota a gota i adiciona con 1/2 0/0 de cloruro de sodio y se filtra todo. El matraz es nuevamente colocado al esterilizador a vapor a 100° durante media hora, e igual tiempo en los tres dias sucesivos. El liquido debe quedar neutro 6 lijeramente alcalino. El caldo asi preparado se vierte en los recipientes que deben servir para las culturas. Estos son principalmente tubos de ensayo 6 pequenos tarros de vidrio de boca mas estrecha que el cuerpo, pero sin cueUo, que provistos de su tapon de algodon deben estar ya esterilizados durante una 6 dos horas a una temperatura de 150° al aire caliente. En matraces mas pequenos i en iguales condiciones se echa tambien caldo como reserva. Los tubos deben Uenarse en una tercera parte de su capacidad. Estos como los otros receptaculos se someteran por un cuarto de hora, tres dias seguidos, a la corriente de vapor del esterilizador. Estas sustancias deberan colocarse en seguida a una temperatura moderada i si despues de quince dias
— 58 — conservan su perfecta transparencia recien se las podra utiUzar. Este es el caldo simple i sobre el esta preparado el que se usa en el laboratorio de Koch: se anade solamente un 5 0/0 de peptona y algunas veces cierta cantidad de glucosa. La peptona disuelta en agua