Story Transcript
v'^'l
^
i
PROSAS PROFANAS y OTROS POEMAS
i-
")•
^^""^zzf^^^^yx^.
PALABRAS LÍMINARES
PALABRAS LIMINARES
DESPUÉS de kzu\., después de Los Raros, voces insinuantes, buena y mala intención,
entusiasmo sonoro y envidia sub-
terránea -todo bella cosecfja—, solici-
taron lo que, en conciencia^ no he creído fructuoso ni
oportuno: un manifiesto.
Ni fructuoso ni oportuno: Por la absoluta falta de elevación mental de
a)
mayoría pensante de nuestro continente, en impera
el universal
la
la cual
personaje clasificado por f^emy
de Gourmont con el nombre de Celui-qui-necomprend-pas, Celui-qui-ne comprend pas es, entre nosotros, profesor,
académico correspondiente de
la
Real Academia Española, periodista, abogado, poeta,
rastaquouer,
7
RUBÉN Porque
b)
la
DARÍO
obra colectiva de los nuevos de
América es aún vana^ estando muchos de los mejores talentos en el limbo de
un completo desconoci-
miento del mismo Arte a que se consagran. c)
Poique proclamando, como proclamo, una
tética acrática, la
es-
imposición de un modelo o de*un
código implicaría una contradicción.
Yo no tengo
literatura
^
^
mía'
^
— como
festado una magistral autoridad—
rumbo de
los
demás: mi
,
lo
ha mani-
para marcar
literatura es
mía en
el
mí—;
quien siga servilmente mis huellas perderá su tesoro
personal librea.
un
y,
paje o esclavo, no podrá ocultar sello o
Wagner a Augusta Holmés, su discípula,
día: "lo primero,
a m/". Gran
Yo he
no imitar a
y
dijo
sobre todo,
decir.
dicho, en la
antífonas,
nadie,
misa rosa de mi juventud mis ,
mis secuencias, mis profanas prosas—-.
Tiempo y menos fatigas de alma y corazón hecho falta, para, como un buen monje
me han
artífice,
hacer
mis mayúsculas dignas de cada página del breviario. (A través de los fuegos divinos de las vidrieras toriadas,
me
río del viento
his-
que sopla afuera, del mal
que pasa.) Tocad, campanas de oro, campanas de plata, tocad todos los días
que 8
brillan los ojos
llamándome a la
de fuego,
y
las rosas
fiesta
en
de las bo-
.
P
I?
PROFANAS
o S A S
Mi órgano
cas sangran delicias únicas.
es un viejo
clavicordio pompadour^ ai son del cuai danzaron sus
gavotas alegres abuelos; y el perfume de tu pecho es
mi perfume^
eterno incensario de carne, Varona
mortal, flor de
Hombre
in-
mi costilla.
soy.
¿Hay en mi sangre alguna gota de sangre de África o de indio chorotega o nagrandano? Pudiera ^
a despecho de mis manos de marqués;
mas he
ser,
aquí
que veréis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales, visiones de países le/anos o imposibles;
¡qué queréis/ yo detesto la vida
me
tocó nacer;
y a un
podré saludarle en ¡oh.
me
el
y
el
tiempo en que
presidente de República no
idioma en que
te cantaría
a
ti,
Halagaban de cuya corte— oro, seda, mármol— acuerdo en sueños.
.
(Si hay poesía en nuestra América,
ella está
en las
cosas viejas: en Palenke y Utatlán en el indio legen,
dario,
y en
tezuma de crata
Wah
Buenos i
el inca sensual la silla
y
fino,
Whitman.)
Aires; Cosmópolis.
y mañana!
y en
el
gian Moc-
de oro. Lo demás es tuyo, demó-
"
RUBÉN
DARÍO
El abuelo español de barba blanca de retratos
serie
ilustres: "Este,
me
me señala una
dice, es el
gran
don Miguel de Cervantes Saavedra, genio y manco; éste es Lope de Vega, éste Garcilaso, éste Quintana. "
Vo
le
pregunto por el noble Giacián, por Teresa
Santa, por el bravo Góngora dos,
y
el
don Francisco de Que vedo y
más
fuerte
Villegas.
de
la
to-
Después
exclamo: ¡Shalíespeare! ¡Dante! ¡Hugo...! (y en mi interior:
/
Luego círoslo:
Verlaine.
al
..!)
despedirme—: "Abuelo, preciso es de-
mi esposa
es de
mi
mi
tierra;
querida, de
París.
(D ¿ y la cuestión métrica?
Como
además de
verso, ideal.
La
cada palabra
La música
gritería
la
¿Y el ritmo?
tiene
una alma, hay en cada
armonía verbal, una melodía
es sólo de la idea,
de trescientas ocas no
muchas
veces.
te impedirá, sil-
vano, tocar tu encantadora flauta, con tal de que tu
amigo do
él
el ruiseñor esté contento
no
esté
paia escucharte,
para los habitantes de 10
de tu melodía. Cuancierra los ojos
tu reino inteiior.
y toca
¡Oh, pueblo
P
o S A S
f?
PROFANAS
de desnudas ninfas, de rosadas reinas, de amorosas diosas!
Cae a
fus pies
una rosa,
otra rosa, oirá rosa.
¡Y
besos-
y la primera
ley, creador: crear.
Cuando una musa ocho en
te
dé un
hijo,
Bufe
el eunuco.
queden las otras
cinta,
R. D.
11
ERA UN AIRE SUAVE.
JL-rRA un aire suave, de
pausados giros;
El hada Harmonía ritmaba sus vuelos.
E
iban frases vagas y tenues suspiros
Entre los sollozos de los violoncelos. .15
RUBÉN Sobre
DARÍO
la terraza, junio
a los ramajes,
Diríase un trémolo de liras eolias
Cuando Sobre
acariciaban los sedosos trajes,
el tallo
erguidas, las blancas magnolias.
La marquesa
Eulalia risas y desvíos
Daba a un tiempo mismo para dos
rivales:
El vizconde rubio de los desafíos
Y
el
abate joven de los madrigales.
Cerca, coronado con hojas de vina, Reía en su máscara Término barbudo, y,
como un
efebo que fuese una niña,
Mostraba una Diana su mármol desnudo.
y
bajo un boscaje del
Sobre
rico zócalo al
Con un candelabro Volaba 16
el
amor
modo de
palestra,
jonia,
prendido en
la
diestra
Mercurio de Juan de Bolonia.
P
¡?
PROFANAS
o S A 3
La orquesta perlaba sus mágicas notas;
Un coro de sones alados
se oía;
Galantes pavanas fugaces gavotas.
Cantaban
los dulces violines de Hungría.
Al oir las quejas de sus caballeros Ríe, ríe, ríe, la divina Eulalia,
Pues son su tesoro
las flechas de Eros,
El cinto de Cipria, la rueca de Onfalia.
¡Ay de quien sus mieles y frases recoja! ¡Ay de quien del canto de su amor se
Con sus La divina
Eulalia, ríe, ríe, ríe.
Tiene azules ojos, es maligna y
bella;
Cuando mira vierte viva luz extraña; Se asoma a sus húmedas pupilas de El alma del rubio cristal de 2
fíe!
ojos lindos y su boca roja,
estrella
Champaña. 17
RUBÉN Es noche de
DARÍO
ficsía, y el baile
de trajes
Ostenta su gloria de triunfos mundanos.
La divina
Una
flor
Eulalia, vestida de encajes,
destroza con sus tersas manos.
El teclado armónico de su risa fina
A
la alegre
música de un pájaro iguala.
Con los staccali de una bailarina Y las locas fugas de una colegiala.
¡Amoroso pájaro que Bajo
el
Que desdenes rudos Bajo
el
lanza bajo
el ala,
ala aleve del leve abanico!
Cuando
y y
trinos exhala
ala a veces ocultando el pico;
a media noche sus notas arranque
en arpegios áureos gima Filomela, el
ebúrneo cisne, sobre
Como 18
el
quieto estanque,
blanca góndola imprima su estela,
P
¡^
P
o S A S
í?
La marquesa alegre llegará Boscaje que cubre
Donde han de
la
al
O r
A*
N
A S
boscaje,
amable glorieta
estrecharla los brazos de un paje,
que siendo su paje será su poeta.
Al
Que
compás de un canto de en la brisa errante
junto a ios rivales,
La
divina Eulalia,
¿Fué acaso en
la
la
artista
de
Italia
orquesta deslíe,
divina Eulalia,
ríe, ríe, ríe.
el
tiempo del rey Luis de Francia,
Sol con corte de astros, en campos de azur.
Cuando los alcázares llenó de fragancia La regia y pomposa rosa Pompadour?
¿Fué cuando
Con dedos
Y
la bella
de los compases
Sobre
el
su falda cogía
de ninfa, bailando el
el
minué,
ritmo seguía
tacón rojo, lindo y leve
el
pie?
19
Q
U
DARÍO
N
E
B
¿O cuando
pastoras de floridos valles
Ornaban con
cintas sus albos corderos,
y
oían, divinas Tirsis de Versalles,
Las declaraciones de sus caballeros?
¿Fué en ese buen tiempo de duques pastores, De amantes princesas y tiernos galanes, Cuando entre sonrisas y perlas y flores Iban las casacas de los chambelanes?
¿Fué acaso en
Yo
el
tiempo y
el
el
Norte o en
día y
Pero sé que Eulalia
el
el
Mediodía?
país ignoro;
ríe todavía,
¡Y es cruel y eterna su risa de oro!
1893.
•
20
DIVAGACIÓN
DIVAGACIÓN
V,lENES? me llega aquí, pues que
suspiras,
Un soplo de las mágicas fragancias Que hicieran los delirios de las liras En las Grecias, las Romas y las Franelas. 23
U
Q
E
B
DARÍO
N
¡Suspira así! Revuelen las abejas Al olor de
la
olímpica ambrosía,
En los perfumes que en el aire dejas; y el dios de piedra se despierte y ría.
y La
dios de piedra se despierte y cante
el
gloria de los iirsos florecientes
En
el
De
rojos labios y nevados dientes;
En
gesto
el
ritual
gesto
de
ritual
la
bacante
que en las hermosas
Ninfalias guía a la divina hoguera,
Hoguera que hace llamear
En
las
y
pues amas
Lleve
De
manchadas
el
tu reir, y
La barba de 24
pieles de pantera.
reir, ríe,
son de los
y
la
brisa
líricos cristales
haga temblar los
las rosas
Términos
la risa
joviales.
P
¡?
PROFANAS
o S Á 3
Mira hacia
Blanquear
el
y después
de
lado del boscaje, mira
el
muslo de la
marfil de Diana,
Virgen,
la
Hetaira
Diosa, su blanca, rosa y rubia hermana.
Pasa en busca de Adonis; sus aromas Deleitan a las rosas y los nardos;
Sigúela una pareja de palomas
y hay
tras ella
una fuga de leopardos.
¿Te gusta amar en griego? yo las fiestas Galantes busco, en donde se recuerde, AI suave son de rítmicas orquestas,
La
tierra
de
la luz
y
el
mirlo verde.
25
RUBÉN
DARÍO
(Los abates refieren aventuras
A
marquesas. Soñolientos
las rubias
Filósofos defienden las ternuras
Del amor, con sutiles argumentos,
Mientras que surge de
la
verde grama,
En la mano el acanto de Corinto, Una ninfa a quien puso un epigrama Beaumarchais, sobre
Amo más
que
La Grecia de
la
la
el
mármol de su
plinto.
Grecia de los griegos
Francia, porque en Francia,
Al eco de las Risas y los Juegos,
Su más
dulce licor Venus escancia.
Demuestran más encantos y
Coronadas de
Las diosas de Clodión que
Unas cantan f6
perfidias
flores y desnudas. las de Fidias;
francés, otras son mudas.
P
¡^
Vcrlainc es
más que Sócrates;
Houssaye supera
En Ha
PROFANAS
o S Á S
París reinan
el
al viejo
Amor
perdido su imperio
el
y Arscnio
Anacreontc.
y
el
Genio.
dios bifronte.
Monsieur Prudhomme y Homais no saben nada. Hay Chiprés, Pafos, Tempes y Amaíuntes,
Donde el amor de mi madrina, un hada, Tus frescos labios a los míos juntes.)
Sones de bandolín. El rojo vino
Conduce un
Del bandolín, y
Serás
la
¿Amas los sones un amor florentino?
paje rojo.
reina en los decamerones.
(Un coro de poetas y pintores Cuenta historias picantes. Con maligna Sonrisa alegre aprueban los señores. Clclia enrojece, una
dueña se signa. f7
RUBÉN ¿O
DARÍO
un amor alemán?— que no han sentido
Jamás
los
alemanes—:
celeste
la
Grcíchen; claro de luna;
el aria; el
nido
Dei ruiseñor; y en una roca agreste,
La
luz de nieve que del cielo llega
y baña
a una hermosura que suspira
La queja vaga que a Loreley en
y
sobre
la
el
noche entrega
la
lengua de
agua azul
la lira.
el
caballero
Lohengrín; y su cisne, cual
si
fuese
Un cincelado témpano viajero, Con su cuello enarcado en forma de
y
A
del divino
Enrique Heine un canto,
la orilla del Rhin; y del divino
Wolfang
y de 28
S.
la
la
larga cabellera,
uva teutona
el
el
manto;
blanco vino.
P
¡?
O
PROFANAS
o 3 A S
amor
lleno de sol,
amor de España,
Amor lleno de púrpuras y oros; Amor que da el clavel, la flor extraña Regada con
de los toros;
la sangrre
amor
flor de gitanas, flor que
Amor
de sangre y
luz,
recela
pasiones locas;
Flor que trasciende a clavo y a canela,
Roja cual las heridas y las bocas.
¿Los amores exóticos acaso...?
Como rosa Me deleitan
de Oriente
me
seda,
oro,
fascinas: ^
la
el
el
raso.
^"'^
Gautier adoraba a las princesas chinas.
¡Oh, bello
amor de
mil genuflexiones; j
Torres de kaolín, pies imposibles,
/
2f
RUBÉN Tazas de
y
té,
DARÍO
tortugas y dragones,
verdes arrozales apacibles!
Ámame De
en chino, en
Li-Tai-Pe.
Yo
el
sonoro chino
igualaré a los sabios
Poetas que interpretan
el
destino;
Madrigalizaré junto a tus labios.
Diré que eres
Que Que
más
que
bella
el
tesoro del cielo es
el
tesoro que vela
la
la luna;
menos
rico
importuna
Caricia de Marfil de tu abanico.
e Ámame,
japonesa, japonesa
Antigua, que no sepa de naciones Occidentales;
Con 30
tal
una princesa
las pupilas llenas
de visiones,
P
PI^OFANAS
o S A S
I?
Que aún ignorase en la sagrada En su labrado camarín de plata, Ornado La
Y
par de crisantemo y loto,
al
civilización
O En
Kioto,
de Yamag^ata.
con amor hindú que alza sus llamas
la
visión
suprema de
los mitos,
hace temblar en misteriosas bramas
La
iniciación de los
En Sus
tanto
mueven
ritos,
tigres y panteras
hierros, y en los fuertes elefantes
Sueñan con Lo8
sagrados
ideales bayaderas
rajahs, constelados de brillantes.
O negra,
negra como
En su Jerusalem
el
la
que canta
rey hermoso.
Negra que haga brotar bajo su planta La rosa y
la cicuta del
reposo...
31
RUBÉN Amor, en
Amor que
A
fin,
A
R
que todo diga y cante,
encante y deje sorprendida
la serpiente
Que
D
de ojos de diamante
está enroscada al árbol de la vida.
Ámame
así, fatal
cosmopolita,
Universal, inmensa, única, sola
y
todas; misteriosa y erudita:
Ámame mar
Sé mi
y nube,
espuma y
ola.
reina de Saba, mi tesoro;
Descansa en mis palacios
solitarios.
Duerme. Yo encenderé los incensarios.
Y
junto a mi unicornio cuerno de oro,
Tendrán rosas y miel
tus dromedarios.
Tigre Hotel, Diciembre 1894,
93
¡
O
SONATINA
La
princesa está
triste...
¿qué tendrá
la
princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de
fresa,
Que ha
el
perdido
La princesa Está mudo
Y
la risa,
que ha perdido
está pálida en su silla de oro, el
teclado de su clave sonoro;
en un vaso olvidada se desmaya una
3
color.
flor.
35
U
Q
El jardín puebla
Parlanchína,
y
la
DARÍO
N
E
B
el
triunfo de los
vestido de rojo piruetea
La princesa no
ríe, la
libélula
bufón.
el
princesa no siente;
La princesa persigue por
La
pavos reales.
dueña dice cosas banales,
el,
cielo
vaga de una vaga
de Oriente
ilusión.
¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
O
en
el
que ha detenido su carroza argentina
Para ver de sus ojos
O en O en O en
la
dulzura de luz,
el
rey de las Islas de las rosas fragantes,
el
que es soberano de los claros diamantes,
el
dueño orgulloso de
las perlas
de
Ormuz?
¡Ay! la pobre princesa de la boca de rosa,
Quiere ser golondrina, quiere ser mariposa.
Tener alas Ir al
ligeras, bajo el cielo volar,
sol por la escala luminosa de un rayo,
'Saludar a los lirios con los versos de Mayo,
O
perderse en
54
el
viento sobre
el
trueno del mar.
P
Ya no Ni
el
PROFANAS
o S Á S
I?
quiere
el
palacio, ni la rueca de plata,
halcón encantado,
ni el
Ni los cisnes unánimes en
y
el
bufón escarlata. lago de azur.
están tristes las flores por la flor de la corte;
Los jazmines de Oriente,
De Occidente
los
las dalias y las
nelumbos
del Norte,
rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus
En
la jaula
de mármol del palacio
tules,
real;
El palacio soberbio que vigilan los guardas,
Que custodian cien negros con sus cien alabardas, Un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó
(La princesa está
triste.
La princesa
la crisálida!
está pálida)
¡Oh, visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quien volara a
la tierra
donde un príncipe
(La princesa está pálida. La princesa está
Más
brillante
que
el alba,
existe triste)
más hermoso que
Abril!
^35
3^^
RUBÉN Calla^ calla, princesa,
En En El
RIO
D
-
dice
el
hada madrina-
caballo con alas, hacia acá se encamina, el
cinto la
feliz
espada y en
la
mano
el
azor,
caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte, A encenderte los labios con su beso de amor!
d6
BLASÓN
57
BLASÓN Para
la
condesa de Peralta.
Cl olímpico cisne de nieve Con
el
Lustra
ágata rosa del pico el
que abre
Y
ala eucarísíica y breve al sol
como un
casto abanico.
En
la
del
asa de un ánfora griega
forma de un brazo de
Es su Cándido
Como
cuello,
lira
que inspira
prora ideal que navega.
99
Q
U
B
B
DARÍO
N
Es el cisne, de estirpe sagrada, Cuyo beso, por campos de seda, Ascendió hasta
De
las dulces colinas de Leda.
Blanco rey de
Su
cima rosada
la
la
victorid ilumina
fuente Castalia el
Vinci fué su barón en
Danubio; Italia;
Lohengrín es su príncipe rubio.
Su
blancura es hermana del
lino,
Dci botón de los blancos rosales
y
del albo toisón diamantino
De
los tiernos corderos pascuales.
Rimador de
ideal florilegio
Es de armiño su
y
es
Que 40
el
al
lírico
manto,
mágico pájaro regio morir rima
el
alma en un canto
P
I^
o S A S
Pl?OFÁNAS
El alado aristócrata muestra
Liscs albos en
campo de azur,
Y ha
sentido en sus plumas la diestra
De
amable y
la
gentil
Pompadour.
Boga y boga en el lago sonoro Donde el sueño a los tristes espera, Donde aguarda una góndola de oro
A
la
novia de Luis de Baviera.
Dad, Condesa, a los cisnes cariño,
Dioses son de un país halagüeño,
Y
hechos son de perfume, de armiño,
De
luz alba, de
seda y de sueño.
•
••
41
DEL CAMPO
¡Pradera,
feliz día!
Del regio Buenos Aires
Quedaron
allá lejos el
Hoy en
verde triunfo tendrán mis sueños vida,
tu
Respiraré
tu aliento,
fuego y
hervor;
el
me bañaré
en tu sol.
Muy buenos días, huerto. Saludo la frescura Que brota de las ramas de tu durazno en flor; Formada de rosales tu calle de Florida Mira pasar
la
Gloria, la
Banca y
el
Sport.
43
RUBÉN Un
DARÍO
pájaro poeta, rumia en su buche versos;
Chismoso
y petulante, charlando va un gorrión;
Las plantas trepadoras conversan de Las rosas y los
lirios, del arte
política;
y del amor.
Rigiendo su cuadriga de mágficas libélulas,
De sueños
millonarios, pasa
el
travieso Puck;
Y, espléndida sportwoman, en su celeste carro,
La emperatriz Titania seguida de Oberón.
De noche, cuando muestra su medio anillo de Bajo el azul tranquilo, la amada de Pierrot, Es una fiesta pálida la que en el huerto reina, Toca en la lira el aire su do-re-mi-fa-sol.
oro,
Curiosas las violetas a su balcón se asoman.
Y
una suspira: «¡lástima que
Los
silfos
acompasan
la
falte el ruiseñor!»
danza de
En un walpurgis vago de aroma 44
las brisas
y de visión.
P
¡?
o 3 A S
PROFANAS
De pronlo se oye el eco del grito de la pampa; como una puesta del argentino sol; Y un espectral jinete, como una sombra cruza, Brilla
Sobre su espalda un poncho; sobre su
faz, dolor.
— «¿Quién eres, solitario viajero de la noche?»
— «Yo soy
la
¡Yo soy
postrer gaucho que parte para siempre,
el
De nuestra
Poesía que un tiempo aquí reinó:
vieja patria llevando el corazón!»
ALABA LOS OJOS NEGROS DE JULIA
JL—'VÁ era rubia? No.
Vio
¡a
manzana
Rojos probó su
Con negros
del jardín: miel;
Que saben hoy más
ojos
con labios
con labios rojos
ciencia que los sabios.
47
RUBÉN Venus tuvo Pero su
el
hijo no.
Encienden a
DARÍO
azur en sus pupilas
Negros
y fieros
las tórtolas tranquilas
Los dos ojos de Eros.
Los ojcs de
De
las reinas fabulosas,
las reinas magníficas y fuertes,
Tenían las pupilas tenebrosas
Que daban
los
amores y
las muertes.
Pentensilea, reina de amazonas, Judith,
espada y fuerza de
Betulia,
Cleopatra, encantadora de coronas,
La
luz tuvieron de tus ojos, Julia.
La negra, que es más
luz
que
la luz
blanca
Del sol, y las azules de los cielos.
Luz que
el
más
rojo resplandor arranca
AI diamante terrible de los celos.
48
P
í?
o S A S
Luz negra,
La
PROFANAS
luz divina, luz
que alegra
luz mcridioMal, luz de las ninas,
De las grandes ojeras, Que hace cantar a Pan
¡oh, luz
negra
bajo las viñas!
CANCIÓN DE CARNAVAL Le carnaval s'amuse! Viens le chanter,
ma Muse..
Banvillb.
M,USA,
la
Ensaya un
y goza
máscara apresta, aire jovial
y ríe en
la fiesta
Del carnaval. 51
Q
U
Ríe en
la
Muestra
Y
DARÍO
N
E
B
suene,
Tu
danza que la
gira,
pierna rosada,
como una
lira,
carcajada.
Para volar más ligera Ponte dos hojas de rosa,
Como
hace
tu
compañera
La mariposa.
Y que en tu boca risueña. Que se une al alegre coro. Deje
la
Su
Únete a
abeja posteña miel de oro.
la
mascarada,
Y mientras muequea un clown Con la faz pintarrajeada],
Como 52
Frank Brown;
.
P
/?
PROFANAS
o S A S
Mientras Arlequín revela
Que
y
prisma sus Untes roba
al
aparece Pulchinela
Con su
Di a
joroba,
Colombina
Lo que de
ella
la
y descorcha una Para
Que
él
te cuente
te hagfa
yo,
botella
Pierrot.
Sus amores con
y
bella
pien^
cómo rima la
luna
un poema en una
Pantomima.
Da al Toca
aire la serenata, el
áuro bandolín,
Lleva un látigo de plata
Para
el
spieen
RUBÉN Sé
lírica
Con
O
DARÍO
y sé bizarra;
la cítara
sé griega;
gaucha, con
la guitarra
De santos Vega.
Mueve Por
Y
tu
espléndido torso
las calles pintorescas
juega y adorna
Con
el
corso,
rosas frescas.
De perlas riega un tesoro De Andrade en el regio nido,
y
en
la
hopalanda de Guido,
Polvo de oro.
Penas y duelos olvida, Canta deleites y amores;
Busca
la flor
de las flores
Por Florida. 54
P
¡?
PROFANAS
o S Á S
Con !a armonía le encantas De las rimas de cristal, Y deshojas a sus plantas, Un madrigal.
Piruetea, baila, inspira
Versos locos y Celebre
la
joviales,
alegre
lira
Los carnavales.
Sus
gritos y sus canciones.
Sus comparsas y sus trajes Sus perlas, tintes y encajes
y pompones.
Y
lleve la
rauda brisa,
Sonora, argentina, fresca,
La
victoria
de
tu risa
Funambulesca» 56
PARA UNA CUBANA
P.OESíA dulce Busca a
Que
se
Como
la
y mística,
blanca cubana
asomó
a la ventana
una visión
artística.
67
P
U
DARÍO
N
E
B
Misteriosa y cabalística,
Puede dar celos a Diana,
Con
su faz de porcelana
De una blancura
cucarísíica.
Llena de un prestigio asiático, Roja, en
el
rostro enigmático,
Su boca púrpura
y
al
sonreírse
finge
vi
en
ella
El resplandor de una estrella
Que
fuese alma de una esfinge.
W.
58
PARA LA MISMA
M
IRÉ al
sentarme a
Bañado en
la
mesa,
la luz del día,
El retrato de María,
La cubana-japonesa. 39
RUBÉN
DARÍO
El aire acaricia y besa,
Como
un amante
La orgullosa
De
la
lo haría,
bizarría,
cabellera espesa.
Diera un tesoro
el
Mikado
Por sentirse acariciado Por princesa tan
gentil,
Digna de que un gran pintor
La
pinte junto a
En un vaso de
60
una
flor
marfil.
BOUQUcT
61
BOUQUST Un poeta egregio del país de Francia, Que con versos áureos alabó el amor, Formó un ramo armónico, lleno de elegancia, En su Sinfonía en Blanco Mayor.
Yo por
ti
formara, Blanca deliciosa,
El regalo lírico de un blanco bouquet^
Con Que
la
blanca estrella, con
la
blanca rosa
en los bellos parques del azul se vé.
Hoy que
íú celebras tus
(Tus bodas de virgen con
bodas de nieve, el
sueño son)
Todas sus blancuras. Primavera, Sobre
la
blancura de
tu
llueve
corazón.
65
RUBÉN
D
A
R
I
Cirios, cirios blancos, blancos, blancos lirios.
Cuellos áz los cisnes, margarita en
Galas de
Y
la
espuma, ceras de los
flor,
cirios
estrellas celestes tienen tu color.
Yo La
al
flor
¡Mira
enviarte versos de mi vida arranca
que
te ofrezco,
cómo mancha
tu
blanco serafín: corpino blanco
La más roja rosa que hay en mi
64
jardín!
O
EL FAISÁN
D-
sus secrCíOS
ijo
En De sus el
5
el
faisán de oro:
gabinete mi blanco tesoro, claras risas
el
divino coro
65
RUBÉN
DARÍO
Las bellas figuras de los gobelinos,
Los
cristales llenos
de aromados vinos,
Las rosas francesas en los vasos chinos.
(Las rosas francesas, porque fué
Donde en
el retiro
de
la
allá
en Francia
dulce estancia
Esas frescas rosas dieron su fragancia.)
La cena esperaba. Quitadas
las vendas,
Iban mil amores de flechas tremendas
En
aquella noche de Carnestolendas.
La careta negra se quitó
y
tras
el
la nina,
preludio de una alegre riña
Apuró mi boca vino de su viña
Vino de
la
Que hace
viña de
arder
el
la
boca loca,
beso, que
¡Oh los blancos dientes de 66
la
el
mordisco invoca.
loca boca!
P
¡^
PROFANAS
o 3 A S
En su boca ardiente yo bebí los vinos, y pinzas rosadas, sus dedos divinos,
Me
dieron las fresas y los langostinos.
Yo la vestimenta de Pierrot tenía, Y aunque me alegraba y aunque me Moraba en mi alma
la
reía,
melancolía.
La carnavalesca noche luminosa Dio a mi
triste espíritu la
Sus ojos de fuego, sus
Y
en
el
mujer hermosa^
labios de rosa.
gabinete del café galante
Ella se encontraba
con su nuevo amante,
Peregrino pálido de un país distante.
Llegaban los ecos de vagos cantares;
Y
se despedían de sus azahares
Miles de purezas en los bulevares.
67
DAR
N
u
/?
Y cuando
O
champaña me caníó su canto, vi que un negro manto De nube, de Febo cubría el encanto. el
Por una ventana
y
dije a la
amada de un día:— ¿No
De pronto ponerse ¿Acaso
Ella
me
la
la
miraba.
68
tu fiel
triste?
Reina de luz ya no existe?
Y el
— «¡Pierrot! Que
noche tan
viste
faisán cubierto de
plumas de oro:
ten por cierto
amada, que
la
Luna, ha muerto!»
GARgONNIERE A
V«>OMO era cl Que las dichas
instante, dígalo la trac,
G. Gríppa.
musa
que las penas
lleva:
La
tristeza pasa, velada y confusa;
La
alegría, rosas y azahares nieva.
69
RUBÉN
DARÍO
Era en un amabU nido de
De
soltero,
risas y versos, de placer sonoro;
Era un inspirado cada
De sueños azules
Un
caballero.
y vino de oro.
rubio decía frases sentenciosas:
Neorando y amando las musas eternas
Un bruno decía versos como rosas, Dos sonantes rimas y palabras tiernas.
Los tapices
rojos, de
doradas
listas.
Cubrían panoplias de pinturas y armas,
Que hablaban de
bellas
Amantes coloquios
pasadas conquistas,
y dulces alarmas.
El verso de fuego de D'Anunzio era
Como
un son divino que en
las saturnales
Guiara las manchadas pieles de pantera.
A 70
fiestas soberbias y
amores
triunfales.
P
PROFANAS
o S Á 3
I?
E
iban con
Con
manchadas
tirsos de flores y
pieles de pantera,
copas paganas
Las almas de aquellos jóvenes que viera Venus en su templo con palmas hermanas.
Venus,
En
las
Y que
la
celeste reina que adivina
almas vivas alegrías francas les confía,
Sus abejos de
Y
A
por gracia divina,
oro, sus palomas blancas.
aquellos amantes de la eterna Dea,
la
dulce música de
Oyen Por
el
Y
el
mensaje de
la
la
compañero que
regia rima,
vasta Idea recita y
mima.
sobre sus frentes que acaricia
el
lauro,
Abril pone amable su beso sonoro,
Y
llevan gozosos, sátiro y centauro.
La
alegría noble del vino de oro. 71
.
EL país del sol Para una artista cubana
Junto
al
negro palacio del rey de
rro— (¡oh,
la
isla
de Hie-
cruel, horrible destierro!)— ¿cómo es
que 73
RUBÉN
DARÍO
hermana harmoniosa, haces cantar
íú,
al cielo gris,
pajarera de ruiseñores, tu formidable caja musi-
tu
cal?
¿No
te enfrisícce
recordar
primavera en que
la
oíste a un pájaro divino y tornasol
en
En
el
jardín
del
el
país del sol?
rey de la isla de
Oro
-(¡oh, mi
harmo
ensueño que adoro!)— fuera mejor que
íú,
niosa hermana
flautas, tus
sonoras arpas; cen
el
clavel de
amaestrases tus aladas
que naciste donde más lindos na-
íú
sangre y en
O
en
el
él
alcázar de
(Schubert, solloza
la
la
rosa de arrebol,
país del solí
la
reina
de
tu
isla
de Plata
Serenata...) pudieras también,
hermana armoniosa, hacer que de
la
las místicas
alma alabasen dulce, dulcemente,
luna, los vírgenes lirios, la
el
aves
claro de
monia paloma y
el
cisne
marques. La mejor plata se funde en un ardiente crisol,
en 74
el
país del sol!
P
I?
PROFANAS
o S Á s
Vuelve, pues, a (resuena,
lira,
íu
barca, que lienes
Céfiro, vuela)
-y
hermana, a donde un príncipe mar, pide
liras,
parte,
bello,
a
lista la
vela—
harmoniosa la orilla
de
y versos y rosas, y acaricia sus
zos de oro bajo un regio azul parasol, en
Ncw-YoY,
el
país del sol.
1895.
75
i
ri-
MARGARITA In meiroriam.
R,ECUERDAS que querías ser una Margarita Gauíier? Fijo en mi mente
Cuando cenamos
En una noche
tu
extraño rostro está,
juntos, en la primera cita,
alegre que nunca volverá.
77
DARÍO
R
U
Tus
labios escarlatas de púrpura maldita
C
B
Sorbían
el
N
champaña
del fino baccarat;
Tus dedos deshojaban
la
*;Sí... no... sí... no...»
y sabías que te adoraba yat
Después, ¡oh
Tus besos Tus
y
flor
blanca margarita
de Histeria! llorabas y reías;
y tus lágrimas tuve en mi
boca yo;
risas, tus fragancias, tus quejas, eran mías.
en una tarde
La Muerte,
¡Como
la
triste
de los más dulces días,
celosa, por ver
si
me
a una margarita de amor,
te
querías,
deshojó!
MÍA
M,
ja: así te llamas.
¿Qué más harmonía? Mía: luz del día, Mía: rosas, llamas.
79
RUBÉN
D
A
¡Qué aroma derramas
En
el
alma mía
Si sé que
me amas,
¡Oh Mía! ¡oh Mía!
Tu sexo fundiste Con mi sexo fuerte, Fundiendo dos bronces.
Yo triste, tu triste... ¿No has de ser entonces Mía hasta
la
muerte?
^ «o
R
I
O
DICE MÍA
M, pobre alma pálida I
Era un
crisálida.
Luego mariposa
De
color de rosa. 81
.
/?
U B
E
Un
N
J?
céfiro inquieto
Dijo mi secreto
.
.
—¿Has sabido tu secreto un día?
¡Oh Mía!
Tu
secreto es una
Melodía en un rayo de luna
— ¿Una melodía?
82
t
O
HERALD03
llELfcNA!
La anuncia
cl
blancor de un cisne.
¡Makhcda!
La anuncia un pavo
real.
¡Ifigenia, Eiectra, Catalina!
Anúncialas un caballero con un hacha.
85
RUBÉN ¡Ruth, Lía,
DARÍO Enone!
Anuncíalas un paje con un
lirio.
¡Yolanda!
Anuncíala una paloma.
¡Clorínda, Carolina!
Anuncíalas un paic con un ramo de viña.
¡Sylvia!
Anuncíala una corza blanca.
¡Aurora, Isabel!
Anuncíalas de pronto
Un resplandor que
ciega mis oíos.
¿Ella?
(No 81
la
anuncian.
No
llega aún.)
ITE,
MISSA EST A, Reynaldo de Rafael.
Y.o adoro a una sonámbula con alma de Eloísa Virgen
Su
y
como
la
nieve y honda
espíritu es la hostia
alzo
al
como
la
mar;
de mi amorosa misa
son de una dulce
lira
crepuscular.
86
RUBÉN
DARÍO
Ojos de evocadora, gcsío de
En Su
ella
hay
la
sagrada frecuencia del
y
aliar;
suave de Monna Lisa.
risa es la sonrisa
Sus
profetisa,
labios son los únicos labios para besar.
he de besarla un día con rojo beso ardiente;
Apoyada en mi brazo como convaleciente Me mirará asombrada con íntimo pavor;
La enamorada esfinge quedará Apagaré
la
llama de
la
¡Y la faunesa antigua
estupefacta,
vestal intacta
me
rugirá de amor!
MI
S
COLOQUIO DE LOS CENTAUROS A Paul
Groussac.
COLOQUIO DE LOS CENTAUROS
E.
^N la isla
en que detiene su esquife
Del inmortal Ensueño, donde
la
el
argonauta
eterna pauta
De las eternas liras se escucha—: Isla de oro En que el tritón elige su caracol sonoro 89
RUBÉN Y
la
sirena blanca va a ver
Se oye un
Son
el
sol— un
día
tropel vibrante de fuerza y de armonía.
los Centauros.
La montana. De
Que
DARÍO
Cubren
lejos,
la llanura.
Les siente
forman son de torrente
cae; su galope al aire que reposa
Despierta, y estremece la hoja del laurel-rosa.
Son
Unos enormes, rudos; otros como jóvenes potros; barbas como los padres-ríos.
los Centauros.
Alegres y saltantes
Unos con
largas
Otros imberbes, ágjles y de piafantes bríos,
y
de robustos músculos, brazos y lomos aptos
Para portar
las ninfas
Van en galope Frente
al
y
el
rítmico. lunto a un fresco boscaje,
gran Océano, se paran. El paisaje
Recibe de
Que
rosadas en los raptos.
la
urnal matinal luz sagrada
vasto azul suaviza con límpida mirada,
oyen seres terrestres y habitantes marinos
La voz de 90
los criados
cuadrúpedos divinos.
P
PROFANAS
o S A 3
¡?
QUIRÓN
Galladas las bocinas a los tritones gratas, Calladas las sirenas de labios escarlatas.
Los
carrillos
Junto
La
Y
al laurel ilustre
de florecidos ramos
gloria inmarcesible de las
el
He
de Eolo desinflados, digamos
Musas hermosas
triunfo del terrible misterio
de las cosas.
aquí que renacen los lauros milenarios;
Vuelven a dar su lumbre los viejos lampadarios;
Y
anímase en mi cuerpo de Centauro inmortal
Ld sangre
del celeste caballo paternal.
RETO
Arquero luminoso, desde
el
zodiaco llegas;
Aun presas en las crines tiene avejas griegas; Aun del dardo heraklco muestras la roja herida Por do
salir
no pudo
la
esencia de tu vida.
¡Padre y Maestro excelso! Eres
la fuente
sana
De la verdad que busca la triste raza humana: Aun Esculapio sigue la vena de tu ciencia; Siempre
el
veloz Aquiles sustenta sa existencia ^1
RUBÉN Con
y
el
DARÍO
manjar salvaje que
ofracisíe un día,
le
Herakles, descuidando su mr.sa, en
De
los astros, se eleva bajo
el
la
harmonía
cielo nocturno...
QumóN La
ciencia es flor del tiempo: mi padre fué Saturno
ABANTES
Himnos a la sagrada Naturaleza; al vientre De la tierra y al germen que entre en las rocas y entre Las carnes de los árboles, y dentro humana forma Ks un mismo secreto y es una misma norma, Potente y sutilísimo, universal resumen
De
la
suprema
fuerza, de la virtud del
Numen.
QUIRÓN
¡Himnos! Las cosas tienen un ser
vital: las
cosas
Tienen raros aspectos, miradas misteriosas; 92
P
PROFANAS
o 3 A 3
¡?
Toda forma es un gesto, una cifra, un enigma; En cuda átomo existe un incógnito estigma;
Cada
hoja de cada árbol canta un propio cantar
Y hay un alma El vate,
el
en cada una de las gotas dal mar;
sacerdote, suele oír
Desconocido; a veces enuncia
Un
misterio; y revela
O la flor; V
el
acento
vago viento
inicial la
espuma
y se escuchan palabras de
hombre
el
O la
una
el
favorito del
numen, en
la
bruma.
la linfa
ráfaga encuentra mentor—; demonio o ninfa.
POLO
El biforme ixíonida
Por
la
comprende de
materna gracia,
la
La nube que se anima de
la altura,
lumbre que fulgura, luz y
que decora
El pavimento en donde rige su carro Aurora,
Y
la
banda de
Cual
En
Y
la lira
la
el
Iris
que tiene
siete
rayos
en sus brazos siete cuerdas; los
fragante tierra llenos de
ramos
mayos
bellos,
Polo coronado de candidos cabellos.
El ixionida pasa veloz por
Rompiendo con
el
la
pecho de
montana
la
maleza huraña
U
Q
Los erizados brazos, Escuchan sus orejas
Sus ojos atraviesan Mientras sus
la
las cárceles hostiles;
los ecos
más
las intrincadas hojas
altas
que
el
Las curvas de Unida a a
Tal
rojas
sátiro codicia;
oculta fuente su mirada acaricia las ninfas del séquito de Diana;
Pues en su cuerpo corre también
y
sutiles:
manos toman para sus bocas
Las frescas bayas Junto a
DARÍO
N
E
B
la corriente
la salvaje el hijo
de
la
la
esencia
humana
savia divina
sangre que hay en
robusto de Ixión y de
la bestia la
equina.
Nube.
QUIRÓN
Sus cuatro
patas, bajan; su testa ergfuida, sube
ORNEO
Yo comprendo
el
secreto de la bestia. Malignos
Seres hay y benignos. Entre
De
ellos se
hacen signos
bien y mal, de odio o de amor, o de pena
O gozo: 94
el
cuervo es malo y
la
torcaz es buena.
P
PROFANAS
o S Á S
I?
QUIRÓN
Ni es
la
torcaz benigna,
Son formas
del
Enigma
cuervo protervo:
ni
es
la
paloma y
el
el
cuervo.
ASTILO
El
Enigma es
el
soplo que hace cantar
la lira
NESO
¡El
Enigma
es
ei
rostro fatal de Deyanira!
Mi espalda aun guarda
el
dulce perfume de
Aun mis pupilas llama su claridad de ¡Oh, aroma de su sexo! ¡oh, rosas y
la bella;
estrella.
alabastros!
¡Oh, envidia de las flores y celos de los astros!
QUIRÓN
Cuando
Con
la
del sacro abuelo la sangre
luminosa
marina espuma formara nieve y rosa, 95
RUBÉN
D
Hecha de rosa y nieve nació
R
A
I
^
Anadiomena.
la
Al ciclo alzó los brazos la lírica sirena,
Los curvos hipocampos sobre
las verdes
ondas
Levaron los hocicos; y caderas redondas, Triíónicas melenas y dorsos de delfines
Junto a Del
Reina nueva se vieron. Los confines
la
mar
llenó
Sintió que un
Llenaba
alto
grandioso clamor;
hondo hueco de
el
Hizo gemir
Más
el
la tierra
que
universo
el
hombre harmónico sonoro como un verso
el
la altura;
ese hombre
de amor: fué para
el
hombre
de jove: y los númenes mismos
Lo oyeron asombrados;
los lóbregos
abismos
Tuvieron una gracia de luz ¡Venus impera! Ella es entre las reinas celestes la primera,
Pues es quien
tiene el fuerte
poder de
¡Vaso de miel y mirra brotó de Ella es la
más
la
la
Hermosura.
amargura!
gallarda de las emperatrices;
Princesa de los gérmenes, reina de las matrices,
Señora de
las savias y de las atracciones,
Señora de
los besos y de los corazones.
EUIRITO
|No olvidaré los oíos radiantes de Hipodamia!
%
I
P P o S
PROFANAS
Á S
HIPEA
Yo
sé de
la
hembra humana
Venus anima
artera sus
la original infamia.
máquinas
fatales,
Tras los radiantes ojos ríen traidores males,
De su floral perfume se exhala sutil daño; Su cráneo obscuro alberga bestialidad y engaño. Tiene las formas puras del ánfora, y Del agua que
Mas
la
la brisa riza
y
el
la risa
sol irisa;
ponzoña ingénita su máscara pregona:
Mejores son
el
águila, la
yegua y
la
leona.
De su húmeda impureza brota el calor que enerva Los mismos sacros dones de la imperial Minerva;
Y
entre sus duros pechos, lirios del Aqueronte,
Hay un
olor que llena la barca de Caronte.
ODITES
Como
una miel celeste hay en su lengua
fina;
Su piel de flor aun húmeda está de agua marina. Yo he visto de Hipodamia la faz encantadora, La cabellera espesa, Ella de la 7
la
pierna vencedora.
hembra humana fuera ejemplar augusto; 97
R
U
B
B
DARÍO
N
Ante su rostro olímpico no habría rostro adusto;
Las Gracias junto a
y
las ligeras
Por
ella
ella
Horas y
quedarían confusas,
las
sublimes Musas
detuvieron sus giros y su canto.
HIPEA
Ella la causa fuera de inenarrable espanto:
Por
ella el ixionida
dobló su cuello fuerte.
La hembra humana es hermana
del
Dolor y la Muerte.
QUIRÓN
Por suma
Que
el
ley
un día llegará
el
himeneo
soñador aguarda: Cinis será Ceneo;
Claro será
el
La Esfinge
tal
origen del femenino arcano: secreto dirá a su soberano.
CLITO
Naturaleza tiende sus brazos y sus pechos
A
los
98
humanos
seres; la clave de los hechos
P
Conócela
En su
PROFANAS
o S A S
I?
el
Homero con su
vidente;
gruía Deifobc,
la
báculo,
lengua del Oráculo.
CAUMANTES
El monstruo expresa un ansia del corazón del Orbe,
en
el
Centauro
El sátiro es
la
el
bruto la vida
Une sexuales ímpetus a Pan
la
junta la soberbia de la
Al ritmo de
la
humana absorbe,
selva sagrada y la lujuria,
harmoniosa
furia.
montaña agreste
inmensa mecánica celeste;
La boca melodiosa que atrae en Sirenusa Es de la fiera alada y es de la suave musa;
Con
la
bicorne bestia Pasifae se ayunta,
Naturaleza sabia formas diversas junta,
Y
cuando tiende
al
hombre
El monstruo, siendo
el
la
gran Naturaleza,
símbolo, se viste de belleza.
CHINEO
Yo amo
lo
inanimado que
amó
el
divino Hesiodo.
99
U
B
E
DARÍO
N
QUIRÓN
Grineo, sobre
el
mundo
tiene un
ánima todo.
GRINEO
He
visto, entonces, raros ojos fijos en mí:
Los vivos ojos rojos Los ojos luminosos
Y
del
del
alma
del rubí;
alma del topacio
los de la esmeralda que del azul espacio
La maravilla imitan; los ojos de las gemas De brillos peregrinos y mágicos emblemas.
Amo Y
el
el
granito duro que
el
arquitecto labra
mármol en que duermen
la línea
y la palabra.
QUIRÓN
A
Deucalión y a Pirra, varones y mujeres
Las piedras aun intactas dijeron: «¿Qué nos quieres?» 100
P
I^
PROFANAS
o S A S
LICIDAS
Yo
he visto los lémures
Instantes,
flotar,
en los nocturnos.
cuando escuchan los bosques taciturnos
El loco grito de Atis que su dolor revela
O la maravillosa
canción de Filomela.
El galope apresuro,
Manes que pasan, Pues de
Guarda
la el
si
en
el
boscaje miro
y oigo su fúnebre suspiro.
Muerte
el
hondo, desconocido Imperio,
pavor sagrado de su
fatal misterio.
ARNEO La Muerte es de
la
Vida
la
inseparable hermana.
QUIRÓN
La Muerte es
la victoria
de
la
progenie humana.
MEDÓN ;La Muerte!
Yo la he visto. No es demacrada y
Ni ase corva guadaña,
ni tiene faz
mustia
de angustia. 101
U B
Q
B
N
D
Q
A
I
Es semejante a Diana, casta y virgen como ella; En su rostro hay la gracia de la nubil doncella
Y
lleva
una guirnalda de rosas siderales.
En su
siniestra tiene verdes
y A
pies,
palmas
triunfales,
en su diestra una copa con agua del olvido.
sus
como un
perro, yace un
amor dormido.
AMIGO
Los mismos dioses buscan
la
dulce paz que vierte.
QUIRÓN
La pena de
los dioses es
no alcanzar
la
Muerte.
EURETO
Si
el
hombre— Prometeo — pudo
La clave de 102
la
robar
la vida,
muerte serále concedida.
P
PROFANAS
o 3 A S
I?
QUIRÓN
La virgen de
las vírgenes es inviolable y pura.
Nadie su casto cuerpo tendrá en Ni beberá en sus labios
el
grito
alcoba obscura,
la
de victoria,
Ni arrancará a su frente las rosas de su gloria.
Mas he
aquí que Apolo se acerca
Sus truenos prolongados Bajo
el
dorado carro
Vuelve a
A
inflar
lo lejos,
meridiano.
al
Océano.
repite el
del reluciente
Apolo
sus carrillos y sus odres Eolo.
un templo de mármol se divisa
Entre laureles-rosa que hace cantar
Con sus La
y
la brisa.
vibrantes notas de Céfiro desgarra
veste transparente la helénica cigarra,
por
el
llano extenso van en tropel
Los Centauros, y
al
paso, tiembla
sonoro
la Isla
de Oro.
103
EL POETA PREGUNTA POR STELLA
L,-iRio divino,
lirio
de las Anunciaciones;
Lirio, florido príncipe,
Hermano perfumado de
las es trellas castas,
Joya de los abriles.
A
ti
Los
de los parques ducales;
las blancas dianas
cuellos de los cisnes,
Las misticas estrofas de cánticos celestes
Y
en
el
sagrado empíreo
la
mano de
las vírgenes.
107
RUBÉN Lirio,
DARÍO
boca de nieve donde sus dulces labios
La primavera imprime,
En
tus venas
Sino
el
no corre,
la
sangre de las rosas pecadoras.
ícor excelso de las flores insignes.
Lirio real y lírico
Que naces con De
y
la
albura de las hostias sublimes
las Cándidas perlas
del lino sin
¿Has
visto
mácula de
acaso
el
las sobrepellices,
vuelo del alma de mi Síellá,
La hermana de Ligeia, por quien mi canto a veces están triste?
108
PÓRTICO
L..iBRE
la
frente
Casi desnuda en
que
el
la gloria del día,
Alza su tirso de rosas
Bajo
Es
el
En 1.
el
gran sol de
la
la
musa
eterna Harmonía.
Floreal, eres tú, Primavera,
Quien Ella,
casco rehusa,
la
de
sandalia calzó a su pie breve; tristes nostalgias
muriera
país de los cisnes de nieve.
Para
el
libro
En
tropel, de! poela español
Salvador Rueda, 1892
109
RUBÉN
DARÍO
Griega es su sangre, su abuelo era ciego;
Sobre
la
cumbre
del
Pindó sonoro
El sagitario del carro de fuego
Puso en su
cuerdas de oro.
lira las
Y bajo el pórtico blanco de Paros, y en los boscajes de frescos laureles, Píndaro dióle sus ritmos preclaros, Dióle Anacreonte sus vinos y mieles.
Toda desnuda, en
Que
en
la
los claros
diamantes
Castalia recaman las linfas,
Viéronla tropas de faunos saltantes,
Cual
y
la
en
más
fresca y gentil de las ninfas.
la fragante,
harmoniosa
floresta.
Puesto a los ecos su oído de musa.
Pan sorprendióla escuchando
Que
él
lio
daba
al
la
orquesta
viento con su cornamusa.
P
¡?
PROFANAS
o 3 A 3
Elia resurge después en
el
Lacio,
Siendo del tedio su lengua exterminio; Lleva a sus labios
la
copa de Horacio,
Bebe falcrno en su ebúrneo
íriclinio.
Pájaro errante, ideal golondrina,
Vuela de Arabia a un confín solitario,
Y A
ve pasar en su torre argentina
un rey de Oriente sobre un dromedario;
Rey misterioso, magnífico y mago. Dueño opulento de cien Estambules,
Y
a quien un genio brindara en un lago
Góndolas de oro en
Ese es
Que
Ese es
Que
el
abre a el
lleva
las
aguas azules.
más hermoso que el día, musa las puertas de Oriente;
rey la
rey del país Fantasía,
un claro lucero en
la frente.
íít
RUBÉN
DARÍO
Es en Oriente donde ella se inspira En las moriscas exóticas zambras; Donde primero contempla y admira Las cinceladas divinas alhambras;
Las muelles danzas en
las alcatifas
Donde la mora sus velos desata, Los pensativos y viejos kalifas
De
ojos obscuros y barbas de plata.
Es una bella y alegre mañana Cuando su vuelo la musa confía
A
una errabunda y fugaz caravana
Que hace
Era
del viento su brújula y guía.
la errante familia
bohemia,
Sabía en extraños conjuros y estigmas,
Que une en su boca Nombres sonoros y 112
plegaria y blasfemia,
raros enigmas;
P
o S A S
¡?
Que ama
PROFANAS
los largos y negros cabellos,
Danzas lascivas
y finos puñales,
Ojos llameantes de vivos destellos, Flores sangrientas de labios carnales.
Y Que
con
la
gente morena y huraña
a los caprichos del aire se entrega.
Hace su entrada Fresca y riente
triunfal
en España
la rítmica griega.
Mira las cumbres de Sierra Nevada,
Las bocas rojas de Málaga,
Y
en un pandero su
lindas,
mano rosada
Fresas recoge, claveles y guindas.
Canta y resuena su verso de oro,
Ve de Sevilla las hembras de llama, Sueña y habita en la Alhambra del moro;
Y 8
en sus cabellos perfumes derrama. 113
RUBÉN Busca
DARÍO
del pueblo las penas, la flores,
Mantos bordados de alhajas de seda,
Y
la guitarra
Cálida y
que sabe de amores,
triste
querida de Rueda;
(Urna amorosa de voz femenina,
Caja de música de duelo y placer: el acento de un alma divina,
Tiene
Talle y caderas
Va
Y
como una
mujer.)
del tablado flamenco a la orilla
ase en sus palmas los
Mientras derrocha
la
c?
ótalos negros,
audaz seguidilla
Bruscos acordes y raudos alegros.
Ritma los pasos, modula los sones. Ebria risueña de un vino de
Hace que
brillen los
Negros diamantes 114
luz,
ojos gachones.
del patio andaluz.
P
!^
Campo
Ama
PROFANAS
o S Á S
y pleno aire refrescan sus alas;
los nidos, las cumbres, las cimas;
Vuelve del campo vestida de galas,
Cuelga a su cuello collares de rimas.
En su
tesoro de reina de Saba,
Guarda en secreto
celestes emblemas;
Flechas de fuego en su mágica aljaba. Perlas, rubíes, zafiros y gemas.
Tiene una corte pomposa de majas.
Suya es Suyas
la
chula de rostro risueño,
las juergas, las
curvas navajas
Ebrias de sangre y licor malagueño.
Tiene por templo un alcázar marmóreo,
Guárdalo esfinge de rostro egipciaco,
Y
cual labrada en un bloque hiperbóreo,
Venus enfrente de un
triunfo
de Baco. 115
RUBÉN
D
A
Q
Dentro presenta sus formas de nieve, Brinda su amable sonrisa de piedra, Mientras se enlaza en un bajo-relieve
A
una driada ceñida de hiedra.
Un
joven fauno robusto y violento,
Dulce terror de las ninfas incautas, Al son triunfante que lanzan
Tímpanos,
Ornan
los
muros mosaicos
Áureos pedazos de un Iris
al
viento
liras y sistros y flautas.
y frescos.
sol fragmentario.
trenzados en mil arabescos,
Joyas de un hábil cincel lapidario.
y
de
la
eterna Belleza en
el
ara,
Ante su sacra y grandiosa escultura, Hay una lámpara en albo carrara.
De una 116
eucarística y casta blancura.
I
O
P
f?
PROFANAS
o S Á S
Fuera,
el
frondoso jardín del poeta
Ríe en su fresca y gentil hermosura;
Ágata, perla, amatista, violeta,
Verdor eclógico y
tibia
espesura.
Una andaluza despliega su manto Para
el
poeta de música eximia;
Rústicos Títiros cantan su canto; Bulle
Ya
el
hervor de
la
alegre vendimia.
es un tropel de bacantes
modernas
El que despierta las locas lujurias;
Ya húmeda y triste de lágrimas tiernas, Da su gemido la gaita de Asturias.
Francas fanfarrias de cobres sonoros, Labios quemantes de humanas sirenas,
Ocres y rojos de plazas de toros. Fuegos y chispas de locas verbenas.
117
RUBÉN
DARÍO
Joven homérida, un día su
tierra
Viole que alzaba soberbio esíandaríc,
Buen
capitán de la
lírica
guerra,
Regio cruzado del reino del
arte.
Viole con yelmo de acero brillante,
Rica armadura sonora a su paso,
Firme tizona, broncíneo
olifante,
Listo y piafante su excelso pegaso.
Y
de
De su Bajo
la
brega tornar viole un día
victoria en los
el
gran sol de
Dueño de verdes
bravos tropeles,
la
eterna Harmonía,
y nobles laureles.
Fué aborrecido de Zoilo,
Fué por
y
la gloria
esto pasó en
Emperador de
118
el
la
el
verdugo.
su estrella encendida. reinado de Hugo,
barba
florida.
ELOGIO DE LA SEGUIDILLA
M,ETRO mágico y
rico
que
al
alma expresen:
Llameantes alegrías, penas arcanas,
Desde en
los
suaves labios de las princesas
Hasta en las bocas rojas de las gitanas. 119
U
P
DARÍO
N
E
B
Las almas harmoniosas buscan
tu
encanto,
Sonora rosa métrica que ardes
y brillas,
Y España
en tu canto
ve en
tu ritmo, siente
Sus hembras, sus
Vibras
al aire
claveles, sus manzanillas.
El músico te adula,
Rueda en
Con
la
ti
como una cinta, ama el poeta;
alegre te
sus fogosos paisajes pinta
audaz policromía de su
paleta.
En ti el hábil orfebre cincela el marco En que la idea-perla su oriente acusa,
O
en tu cordaje harmónico formas
Con
A Los
E
que lanza sus flechas
él tu
voz en
120
el
arco
airada musa.
baile crujen las faldas.
piececitos hacen brotar las rosas
hilan hebras de
En
la
amores
las
Esmeraldas
ruecas invisibles y misteriosas.
P
PROFANAS
o S A 3
¡?
La anudaluza hechicera, paloma Por
Con
O
ti
arisca,
irradia, se agita, vibra y se quiebra,
el
lánoruido gesto de la odalisca
las fascinaciones de la culebra.
Pequeña ánfora
Compuesto por
Con uvas
la
lírica
de vino llena
dulce
musa
Alegría
andaluzas, sal macarena,
Flor y canela frescas de Andalucía.
Subes, creces y vistes de pompas
Retumbas en
el
ruio de las metrallas,
Ondulas con
el
ala de las banderas,
Suenas con
los clarines de las batallas.
Tienes toda
la lira:
Que acompasan Tus órganos,
Y
fieras;
las
tienes las
manos
danzas y las canciones;
tus prosas, tus cantos llanos
tus llantos que parten los corazones.
121
n
U
É
B
DARÍO
N
Ramillete de dulces trinos verbales, Javalina de Diana la Cazadora,
•Ritmo que tiene
Que muerde
el filo
de cien puñales,
y acaricia,
mata y
Las Tirsis campesinas de
Y aman,
ti
enflora.
están llenas
radiosa abeja, tus bordoneos;
Así riegas tus chispas las nochebuenas
Como
adornas
la lira
de los Orfeos.
Que bajo el sol dorado de Manzanilla Que esta alzulada concha del cielo baña, Polítona y triunfante,
Es
la flor del
la seguidilla
sonoro Pindó de España.
Madrid, 1892.
-w.
122
EL CISNE Á
1
UÉ en una hora divina para
Ch. Del Oouffre.
el
género humano.
El Cisne antes cantaba sólo para morir.
Cuando se oyó el acento del Cisne wagneriano Fué en medio de una aurora, fué para revivir. 123
RUBÉN Sobre
Se oye
canto del Cisne; no se cesa de
Dominando
O
las
tempestades del humano océano
las
el
DARÍO
el
martillo del viejo
trompas que cantan
la
oir,
Thor germano
espada de Argantir.
¡Oh Cisne! ¡Oh sacro pájaro! Si antes
la
blancaHelena
Del huevo azul de Leda brotó de gracia llena,
Siendo de
la
Hermosura
Bajo tus blancas alas
la
la
Concibe en una gloria de
princesa inmortal,
nueva Poesía, luz y de
harmonía
La Helena eterna y pura que encarna
•
124
••
el ideal.
LA PÁGINA BLANCA A
A. Lamberti.
Mis ojos miraban en hora de ensueños la
Y Y
vino
página blanca.
el desfile
de ensueños y sombras.
fueron mujeres de rostros de estatua,
Mujeres de rostros de estatuas de mármol, ¡Tan
tristes, tan dulces, tan
suaves, tan pálidas! 125
RUBÉN Y
D
A
Q
fueron visiones de extraños poemas,
De extraños poemas de besos
y lágrimas,
¡De historias que dejan en crueles instantes
Las testas
viriles cubiertas
de canas!
iQué cascos de nieve que pone ¡Qué arrugas precoces cincela en ¡y
cómo
Los tardos camellos Cual
las figuras en
si
la cara!
se quiere que vayan ligeros
Los tardos camellos de
Como
la suerte!
la
caravana!
-,
un panorama
fuese un desierto de hielo.
Atraviesan
la
página blanca.
Este lleva
una carga
De dolores
y angustias antiguas,
Angustias de pueblos, dolores de razas; ¡Dolores y angustias que sufren los Cristos
Que
vienen
126
al
mundo de
víctimas trágicas!
I
O
P
I?
o 3 Á S
PROFANAS
Otro
lleva
cn
espalda
la
El cofre de ensueños, de perlas y oro,
Que conduce
la
Reina de Saba.
Otro
lleva
una caja
En que
Como
y
va, dolorosa difunta,
un muerto
lirio la
pobre Esperanza.
camina sobre un dromedario la Pálida,
La vestida de ropas obscuras, La Reina
invencible, la bella inviolada:
La Muerte.
Y A
el
hombre,
quien duras visiones asaltan,
i
El que encuentra en los astros del cielo
Prodigios que abruman y signos que espantan,
127
RUBÉN
D
dromedario
Mira
al
de
caravana
la
Como
al
jEn
vago desierto que forma
el
mensajero que
la
128
la luz
página blanca!
conduce,
R
O
AÑO NUEVO A
J. Piquet.
t\
las
Y
fulgor de perla y oro de una luz exíraterrestre,
el
doce de
la
noche por
las puertas
de
la gloria
Sale en hombros de cuatro ángeles, y en su silla gestatoria,
San 9
Silvestre.
129
U B
n
E
D
h
Q
A
I
O
Más hermoso que un rey mago, lleva puesta la tiara^ De que son bellos diamantes Sirio, Arturo y Orion;
y
el anillo
de su diestra, hecho cual
si
fuese para
Salomón.
Sus
Y Y
pies cubren los joyeles de la
su capa raras piedras de una
colgada sobre
el
pecho resplandece
Cruz
Va
el
al brillo
la aljaba
de
la
Visapur; la
divina
del Sur.
pontífice hacia Oriente
Donde
Ya
Osa adamantina,
ilustre
¿va encontrar
el
aurora viene en triunfo
de Diciembre se fué toda por
el
áureo barco^ el
rey
Enero?
arco
Del Arquero.
A
la orilla del
abismo misterioso de
lo
Eterno
El inmenso Sagitario no se cansa de flechar;
Le sustenta
Y
le
el frío
Polo, lo corona
cubre los ríñones
130
el
el
blanco Invierno^
vellón azul del mar.
P P o
S A
PROFANAS
3
Cada
flecha que dispara, cada flecha es una hora;
Doce
aljabas, ca ía año, para
En
sombra se destaca
la
él
trae el rey Enero;
la figura
vencedora
Del Arquero.
Al redor de
la
figura del gigante se
oye
el
vuelo
Misterioso y fugitivo de las almas que se van,
y el ruido con que pasa por Con sus alas membranosas San
Silvestre bajo
el
la
bóveda
el
murciélago Satán.
del cielo
palio de un zodiaco de virtudes,
Del celeste Vaticano se detiene en los umbrales
Mientras himnos y motetes canta un coro de laudes Inmortales.
Reza
el
santo y pontifica; y
Donde en
triunfo llega
Ante Dios bendice
al
y
al
mirar que viene
el
barco
Enero,
mundo; ysubrazoabarca el arco el
Arquero.
Vf
131
sinfonía en gris
L^-L mar como un vasto Rcflcia la lámina de
mayor
cristal
azogado
un cielo de zinc;
Lejanas bandadas de pájaros marchan El fondo bruñido de pálido gris.
133
U
R
B
B
DARÍO
N
El sol como un vidrio redondo y opaco Con paso de enfermo camina al cénit; El viento marino descansa en la
sombra
Teniendo de almohada su negro
clarín.
Las ondas que mueven su vientre de plomo Debajo del muelle parecen gemir.
Sentado en un cable, fumando su
pipa,
Está un marinero pensando en las playas
De un vago,
Es
lejano,
viejo ese lobo.
Los rayos de fuego
Los recios
brumoso
país.
Tostaron su cara del sol del Brasil;
tifones del
mar de
la
Chind
Le han visto bebiendo su frasco de gin.
La espuma impregnada de yodo y
salitre
Ha tiempo conoce su roja nariz, Sus crespos cabellos, sus biceps de Su gorra de lona, su blusa de dril.
atleta,
134
P
/?
o S
PROFANAS
A S
En medio del humo que forma el tabaco Ve el viejo el lejano, brumoso país,
A donde una Tendidas
La
tarde caliente y dorada
las velas partió el bergantín...
siesta del trópico. El lobo se adureme.
Ya todo
lo
envuelve
la
gama
del gris.
Parece que un suave y enorme esfumino Del curvo horizonte borrara
La
siesta del trópico.
Ensaya su ronca
Y
el grillo
En
la
La
el
confín.
vieja cigarra
guitarra senil,
preludia un solo
monótono
única cuerda que está en su violín.
135
LA DEA A
/Alberto, en
el
Alberto Ghiraldo^
propíleo del tiempo soberano
Donde Renán rezaba, Verlaine cantado hubiera. Primavera una rosa de amor tiene en la mano
Y
cerca de
la
joven y dulce Primavera 137
——
Q
U
N
E
B
D
A
k'
I
Término su sonrisa de piedra brinda en vano
A
la
Que
y
desnuda náyade y a viene a
la
la
soberbia fiesta de
pradera
la
del boscaje, en busca del lírico Sylvano.
Sobre su
aliar
de oro se levanta
Tal en su aspecto icónico
Toda
belleza
Toda
Y
ninfa hechicera
humana
la
la
virgen bizantina
ante su luz es fea:
visión humana, a su luz es divina:
esa es
la virtud
sacra de
la
divina Idea
Cuya alma es una sombra que todo
138
Dea,
lo ilumina.
O
EPITALAMIO BÁRBARO A
Lugonea,
Lí-L alba aun no aparece en su gloria de oro.
Canta
y
el
el
mar con
aliento del
Teje
la
Y
bosque
el
náyade
la
música de sus ninfas en coro
campo se va cuajando en bruma. encaje de su espuma
el
inicia el
himno de sus
flautas
de pluma. 139
RUBÉN
DARÍO
Es el momento en que el Se ve pasar. La tribu aulla
salvaje caballero
y
el
ligero
Caballo es un relámpago, veloz
como una
A
marea;
su paso, asustada, se para
La náyade interrumpe
y
el
director del
la
labor que ejecuta
bosque detiene
— «¿Que pasa?^ desde y
la
idea.
el
la batuta.
lecho pregunta Venus bella,
Apolo:
—«Es
140
Sagitario que ha robado una estrella.»
RESPONSO
¡r ADHB y maestro mágico, liróforo celeste
Que
al
instrumento olímpico y a
siringa agreste
la
Diste tu acento encantador;
Panida! Pan tú mismo, que coros condujiste
Hacia
el
propíleo sacro que
amaba
tu
alma
triste,
Al son del sistro y del tambor!
143
RUBÉN Que Que
tu sepulcro
DARÍO
cubra de flores Primavera,
se humedezca
De amor
si
el
áspero hocico de
pasa por
la fiera,
allí;
Que el fúnebre recinto visite Pan bicorne; Que de sangrientas rosas el fresco Abril
y
Que
si
de claveles de
posarse quiere sobre
Ahuyenten
la
te
adorne
rubí.
la
tumba
el
cuervo,
negrura del pájaro protervo,
El dulce canto de cristal
Que Filomena
O
la
vierta sobre tus tristes
huesos,
harmonía dulce de risas y de besos,
De
culto oculto y florestal.
Que púberes canéforas te ofrenden el acanto, Que sobre tu sepulcro no se derrame el llanto. Sino rocío, vino, miel:
Que
Y
el
pámpano
allí
brote, las flores de Citeres,
que se escuchen vagos suspiros de mujeres Bajo un simbólico 144
laurel!
P
I?
o 3 A S
PROFANAS
Que si un pastor su pífano bajo el frescor del haya, En amorosos días, como en Virgilio, ensaya, Tu nombre ponga en la canción;
Y que la virgen Con
ansia'3 y
náyade, cuando ese nombre escuche,
temores entre las
linfas luche,
Llena de miedo y de pasión.
De De
noche, en
la
montaña, en
las Visiones,
la
negra montaña
pase gigante sombra extraña,
Sombra de un
Sátiro espectral;
Que ella al centauro adusto con su grandeza asuste; De una extra-humana flauta la melodía ajuste
A
Y huya Tu
el
la
harmonía
tropel equino por la
montaña vasta;
rostro de ultratumba bañe la luna casta
De compasiva
Y
sideral.
el
y blanca luz;
Sátiro contemple sobre un lejano monte
Una cruz que se
Y
10
eleve cubriendo
un resplandor sobre
el
la
horizonte cruz!
145
CANTO DE LA SANGRE A Miguel Estrada.
'Jangre Luchas
de Abel. Clarín de las batallas.
fraternales;
estruendos, horrores;
Flotan las banderas, hieren las metrallas,
Y
visten la púrpura los emperadores.
147
RUBÉN Sangre La viña
Y
en
el
DARÍO
del Cristo. El
celeste da
el
órgano sonoro.
celeste vino;
labio sacro del cáliz de oro
Las almas se abrevan
del vino divino.
Sangre de los martirios. El
salterio.
Hogueras; Icones, palmas vencedoras;
Los heraldos rojos con que
del misterio
Vienen precedidas las grandes auroras.
Sangre que
vierte el cazador. El cuerno.
Furias escarlatas y rojos destinos
Forjan en las fraguas del obscuro Infierno
Las
fatales
armas de
¡Oh sangre de
los asesinos.
las vírgenes!
La
lira.
Encanto de abejas y de mariposas. La estrella 'de Venus desde el ciclo mira El purpúreo triunfo de las reinas rosas.
148
P
I?
o S Á S
Sangre que
Tambor
a
la
la
PROFANAS Ley
vierte.
sordina.
Brotan las adelfas que riega
y
el
la
Muerte
rojo cometa que anuncia la ruina.
Sangre de los suicidas. Organillo. Fanfarrias macabras, responsos corales.
Con que de Saturno celébrase el brillo En los manicomios y en los hospitales.
149
RECREACIONES ARQUEOLÓGICAS A Julio L
.
Jaimes.
1.— FRISO
^>ABE una fresca viña de corinto Que verde Del Dios
En Un
que
simulacro
de Atenas
intacto pentélico labrara,
día alegre, al deslumhrar
La harmonía
Y
al
artífice
techo presta
viril,
el
mundo
del carro de la Aurora,
en tanto que arrullaban sus ternezas
155
RUBÉN
DARÍO
Dos nevadas palomas vcnusinas Sobre rosal purpúreo y pintoresco,
Como Vi
el
Olímpica
flor
de gracia
llena,
bello rostro de la rubia Eunice.
No más
gallarda se encamina al templo
Canéfora Llega
la
gentil, ni
musa
más
riente
a quien favor prodiga
El divino Sminteo, que mi
amada
Al tender hacia mí sus tersos brazos.
Era
la
hora del supremo triunfo
Concedido a mis lágrimas y ofrendas Por el poder de la celeste Cipris,
y
era
el
ritmo potente de mi sangre
Verso de fuego que Cantaba ardiente de
al la
propicio
vida
el
numen
himno.
Cuando mi boca en los bermejos labios De mi princesa de cabellos de oro Licor bebía que afrentara
Por
Que
el
al néctar.
sendero de fragantes mirtos
guía
al
blanco pórtico del templo.
Súbitas voces nuestras ansias turban.
154
P
I?
PROFANAS
o S Á S
Lírica procesión al viento esparce
Los cánticos
rituales
de Dionisio,
El evohé de las triunfales fiestas,
La algazara que enciende con su
risa
La impúber tropa de saltantes niños,
Y
el
vivo son de músicas sonoras
Que anima el coro de bacantes ebrias. En el concurso báquico el primero, Regando rosas y
tejiendo danzas.
Garrido infante, de Eros por hermoso
Emulo
y par, risueño aparecía.
Y
en pos de las ménades ardientes,
de
él
el
ebúrneas; en
Y
las
Por
pompa erigen mano el sistro,
busto en que su
Al aire
Pomas
la
curvas caderas mal veladas
las flotantes, desceñidas ropas,
Alzaban sus cabezas que en consorcio
Circundaban
Y
el
la flor
de Ciíerea
pámpano fragante de
Aun me parece que mis
las viñas.
ojos tornan
Al cuadro lleno de color y fuerza:
Dos robustos mancebos que los cabos De cadenas metálicas empuñan,
Y
cuyo porte y músculos de Ares
Divinos dones son, pintada fiera 155
RUBÉN Que Con
y
felino
DARÍO
pezón nutrió en Hircania,
gesto heroico entre
la
turba rigen;
otros dos un leopaido cuyo cuello
Gracias de Flora ciñen y perfuman y cuyos ojos en las anchas cuencas
De
furia
henchidos sanguinosos giran.
Pétalos y uvas
y
desde
el
De coruscantes Las urnas de
Pasó
el
sendero alfombran,
campo
azul do
Sagitario
el
flechas resplandece,
la luz la tierra
el tropel.
En
Lúgubre resonaba
el
la
bañan.
cercana selva
grito de Atis,
Triste pavor de la inviolada ninfa.
Deslizaba su paso misterioso El apacible coro de las Horas.
Eco volvía la acordafda queja De la flauta de Pan. joven gallardo, Más hermoso que Adonis y Narciso, Con el aire gentil de los efebos y la lira en las manos, al boscaje
Como
lleno de luz se dirigía.
Amor pasó con 156
su dorada antorcha.
P
I?
PROFANAS
o S A S
Y no
lejos del nido en
que las aves,
Las dos aves de Cipris,
sias arrullos
Cual tiernas rimas a los aires dieran, Fui
Que
Y
más
feliz
vio de
que
Lada
Eunice pudo
el
la
al
luminoso cisne inmortal blancura,
templo de
la
diosa
Purpúrea ofrenda y tórtolas amables Llevar
Vio
el
Cabe
el
día en que mi regio triunfo
Dios
viril
la fresca
en mármol cincelado
viña de Corinto.
157
«.«o
^
II.— PALIMPSESTO
L^SCRITA en
viejo dialecto eolio
Hallé esta página dentro un infolio
y entre los libros
de un monasterio
Del venerable San Agustín,
Un fraile acaso puso Que
allí se
el escolio
encuentra;
dómine
De flacas manos y buen Hay sus lagunas.
serio
latín.
159^
R
U
B
B
N
D
A
Q
I
...Cuando los toros
Dz
las
Que
campañas, bajo los oros
vierte
el
hijo
de Hiperión,
Pasan mugiendo, y en las eternas Rocas salvajes de las cavernas Esperezándose ruge
el
león;
Cuando en las vírgenes y verdes parras Sus secas notas dan las cigarras, y en los panales de Himeto deja Su rubia carga la leve abeja
Que
en bocas rojas chupa
la miel,
Junto a los mirtos, bajo los lauros,
En grupo lírico van los Con la harmonía de su
Uno
Que
el
mueve,
cuello con gallardía
en hermoso bajo-relieve
a golpes mágicos Scopas haría;
Otro alza Mientras 160
tropel.
las patas rítmicas
Otro alza
Como
centauros
al aire las le
manos blancas
dora las fincas ancas
O
P
I?
PROFANAS
o 3 Á S
Con baño cálido la luz del sol; Y otro saltando piedras y troncos Va dando alegres sus gritos roncos
Como el
ruido de un caracol.
Silencio.
Señas hace
ligero
El que en la tropa va delantero;
Porque a un recodo de
campaña
la
Llegan en donde Diana se baña.
Se oye
Y
el
ruido de claras linfas
a la algazara que hacen las ninfas.
Risa de plata que
el
aire riega
Hasta sus ávidos oídos
Golpes en
la
llega;
onda, palabras locas,
Gritos joviales de frescas bocas,
Y
los ladridos de la trailla
Que
diana tiene junto a la
Del fresco
río,
Blanca y desnuda
ella
como una
Tanta blancura que Abre los ojos de 11
orilla
donde está
al
estrella.
cisne injuria
la lujuria:
161
RUBÉN Sobre
las
Vuela
el
Con su
DARÍO
márgenes y rocas áridas
enjambre de las cantáridas bruñido verde metálico,
Siempre propicias
culto fálico.
al
Amplias caderas, pie
fino y breve;
Las dos colinas de rosa y
Cuadro soberbio de
nieve...
tentación!
¡Ay del cuitado que a ver se atreve
Lo que
fué espanto para Actcón!
Cabellos rubios, mejillas tiernas.
Marmóreos
cuellos,
rosadas piernas,
Gracias ocultas del lindo coro,
En
herido cristal sonoro;
el
Seno en que
hiciérase sagrada copa;
Tal ve en silencio
ardiente tropa.
la
¿Quién adelanta su firme busto?
.
¿Qirón experto? ¿Folo robusto?
Es Su
el
más joven
piel
y es
el
más
es blanca, crespo
Los cascos
finos, y
en
la
bello;
el cabello,
mirada
Brilla del sátiro la llamarada.
En un
A 162
instante, veloz y listo,
una tan
bella
como
Kalisto,
P P o S
Ninfa que a
Saca de
PROFANAS
A S
la
la alta
diosa acompaña,
onda donde se baña:
La grupa vuelve, raudo galopa; toro raptor de Europa
Tal iba
el
Con
orgullo de su conquista.
el
¿A dó va Diana? Viva La planta alada,
la vista
la cabellera
Mojada y suelta; terrible, fiera, Corre del monte porja extensión; Ladran sus perros enfurecidos; Entre sus dedos humedecidos Lleva una flecha para
Ya a
ladrón.
los centauros a ver alcanza
La cazadora; ya
Y
el
el
dardo lanza,
un grito se oye de hondo dolor:
La casta Mató
divina de la venganza
al raptor...
La tropa rápida se esparce huyendo,
Forman
los cascos
sonoro estruendo. 165
R
U B
N
DARÍO
Llegan las ninfas. Lloran. ¿Qué ven?
En la carrera Con su saeta
A
164
la
la
cazadora
castigadora
robada mató También.
EL REINO INTERIOR A Eugenio de Castro ...
>,
y
with Psychia, ni^y sou/f PdE.
u
[na selva suntuosa
En Un
el
azul celeste su rudo perfil calca.
camino. La
Cual
la
tierra es
que pinta
En sus Vidas de
fra
de color de rosa,
Doménico Cavalca
santos.
Se ven extrañas
flores
165
RUBÉN De
Y
la flora gloriosa
DARÍO
de los cuentos azules,
ramas encantadas, papemores
entre las
Cuyo canto
extasiara de
amor a
los bulbules.
(Papemor: ave rara, Bulbules: vms^ñorzs.)
Mi alma
frágil
se
De
la torre terrible
La
gentil
La vida
Y
a la ventana obscura
Primavera primavera
le
diría
le
augura.
sonríe rosada y halagüeña.
exclama: «¡Oh fragante
ella
Se
asoma
en que ha treinta años sueña.
que
el
mundo
día!
¡Oh sublime
dia!
está en flor; se diría
Que el corazón sagrado de la tierra se mueve Con un ritmo de dicha; luz brota, gracia llueve. ¡Yo soy
Y
las
la
prisionera que sonríe y que canta! >
manos
liliales agita,
como
infanta
Real en los balcones del palacio paterno.
¿Qué son Por
el
se escucha, son lejano, vago y tierno?
lado derecho del camino, adelanta
El paso leve una adorable teoría Virginal. Siete blancas doncellas, semejantes
A
siete blancas
Que
el
166
rosas de gracia y de harmonía
alba constelara de perlas y diamantes.
P
o
¡^
PROFANAS
A S
S
¡Alabastros celestes habitados por astros:
Dios se
Sus Van
refleja en
esos dulces alabastros!
vestes son tejidas del lino de
la
luna.
Se mira que posan el pie breve rosado suelo como una flor de nieve,
descalzas.
Sobre
y Jos
el
cuellos se inclinan, imperiales, en una
Manera que
Como
al
Tal
divino
el
lo
excelso pregona de su origen.
compás de un verso su^suave paso Sandro dejara en sus
Esos graciosos gestos en esas
Como
rigen.
figuras,
líneas puras.
a un velado son de liras y laudes.
Divinamente blancas y castas pasan esas Siete bellas princesas.
Son
Y
esas bellas princesas
las siente Virtudes.
Al lado izquierdo del camino y paralcla-
Meníe, siete
mancebos— oro,
seda, escarlata.
Armas ricas de Oriente— hermosos, parecidos
A
los satanes verlenianos de Ecbatana,
Vienen también. Sus labios sensuales y encendidos,
De efebos criminales, son cual rosas sangrientas; Sus puñales de piedras preciosas revestidos
—Ojos
de víboras de luces fascinantes-
Al cinto penden; arden las púrpuras violentas 167
U
B
DARÍO
N
É
En los jubones; ciñen las cabezas triunfantes Oro y rosas; sus ojos, ya lánguidos, ya ardientes, Son dos carbunclos mágicos de fulgor sibilino, Y en sus manos de ambiguos príncipes decadentes,. Relucen como gemas las uñas de oro fino. Bellamente infernales,
Llenan
el
aire
de hechiceros beneficios
Esos siete mancebos. Y son los siete Vicios, Los siete poderosos pecados capitales.
Y
los siete
mancebos a
las siete doncellas
Lanzan vivas miradas de amor. Las Tentaciones.
De sus
arrancan vagos sones.
liras melifluas
Las princesas prosiguen, adorables visiones
En su
blancura de palomas y de estrellas.
Unos
Y
el
y otras se pierden por la vía de rosa,
alma mía queda pensativa a su paso.
— ¡Oh! ¿qué hay en «¡Oh! ¿qué hay en
¿Acaso piensas en
ti,
ti,
la
alma mía?
mi pobre infanta misteriosa? blanca teoría?
Acaso ¿Los
168
brillantes
mancebos
te atraen,
mariposa?»
P
PROFANAS
o S A S
I?
Ella
no me responde.
Pensativa se aleja de
la
obscura ventana,
—Pensativa y risueña,
De
y
la
Bella-durmiente-del-Bosque tierna
hemana—
se adormece en donde
Hace
Y ¡Oh
treinta
años sueña.
en sueño dice: «¡Oh dulces delicias de los cielos! tierra
sonrosada que acarició mis ojos!
— ¡Princesas, envolvedme con vuestros blancos velosl "¡Príncipes, estrechadme con vuestros brazos rojos!»
169
COSAS DEL A
V^UENTA Barbcy, Una hazaña del Pura como una
CID
Francisco A. de Icaza.
en versos que valen bien su prosa
Cid, fresca perla.
No
como una
se oyen en
rosa, la
hazaña 171
RUBÉN Resonar en Ni
el
DARÍO
viento las trompetas de España,
azorado moro las tiendas abandona
el
Al ver
al sol el
alma de acero de Tizona.
Babieca descansando
del
Tranquilo pace, mientras
Sale a gozar del aire de Ríe
primavera, y
la
Abre
lirios
el
el
la
huracán guerrero,
bravo caballero
estación florida.
vuelo de vida
y sueños en
el
jardín del
mundo.
Rodrigo de Vivar pasa, meditabundo.
Por una senda en donde, bajo Tendiéndole
la
mano,
Frente a frente,
y Y
el
Y
soberbio príncipe del estrago-
horror animado,
como
la viviente
infecta los suburbios de
al
Cid tiende
la
sol glorioso,
detiene un leproso.
la victoria, joven, bello
Que
Y
el
le
el
mano
cl
Santiago,
carroña
hedor y de ponzoña.
siniestro mendigo^
su escarcela busca y no encuentra Rodrigo.
— ¡Oh, Cid, una limosna!— dice Te ofrezco 172
la
el
precito.
desnuda limosna de mi
—Hermano mano!—
P
Dice
La
PROFANAS
o S A S
I^
el
Cid; y, quitando su férreo guante, extiende
diestra al miserable,
Tal es
Como Yo
el
que
sucedido que
el
llora y
que comprende.
Condestable escancia
un vino precioso en su copa de Francia.
agregaré este sorbo de licor castellano:
Cuando su
guantelete
hubo vuelto a
la
mano
El Cid, siguió su rumbo por la primaveral
3enda. Un pájaro daba su nota de
cristal
En un árbol. El cielo profundo desleía Un perfume de gracia en la gloria del día. Las ermitas lanzaban en
3u melodiosa
lluvia
el
aire
sonoro
de tórtolas de oro;
El alma de las flores iba por los caminos
A Y
unirse a la piadosa voz de los peregrinos, el
gran Rodrigo Díaz de Vivar, satisfecho,
Iba cual si llevase
una
estrella en el
pecho.
Cuando de
la
Sutil, salió
una niña vestida de inocencia,
Una
Y
campiña, aromada de esencia
niña que fuera una mujer, de franca
angélica pupila, y
muy
dulce y
muy
blanca.
173
RIO
R
U
Una
niña que fuera un hada o que surgiera
Encarnación de
Y
N
B
fué al Cid y
la
D
divina primavera.
le dijo:
«Alma de amor y fuego,
Por Jimena y por Dios un regalo
íe
Esta rosa naciente y este fresco
laurel.»
entrego,
Y el Cid, sobre su yelmo las frescas hojas siente,, En su guante de hierro hay una flor naciente, Y en lo íntimo del alma como un dulzor de miel.
174
DEZIRES, LAYES Y
CANCIONES
175
DECIRES, LAYES Y CANCIONES Dezir. (A
la
R.EiNA
manera de Johan de Duenyas.)
Venus, soberana
capitana
de deseos y pasiones, en la tempestad humana
por
ti
mama
sangre de los corazones.
Una copa me
dio
el
sino
y en ella bebí tu vino
me embriagué de dolor, pues me hizo experimentar
y
que en
hay 12
la
el
vino del
amargura
amor
del mar.
177
RUBÉN Di
al
DARÍO
olvido turbulento
sentimiento,
y hallé un sátiro ladino
que dio a mi labio sediento
nuevo
aliento,
nueva copa y nuevo vino.
y
al llegar la
primavera,
en mi roja sangre
fiera
triple
llama fué encendida:
yo
flamante
al
amor entrego
vendimia de mi vida
la
bajo
pámpanos de fuego.
En
la fruta misteriosa,
ámbar, rosa, su deseo sacia
el labio,
y en viva rosa se posa,
mariposa,
beso ardiente o beso sabio. ¡Bien haya
que
En
el
sátiro griego el
dulce juego!
reino de mi aurora
no hay
178
el
me ensenó ayer,'
hoy
ni
mañana;
danzas de ahora
danzo
las
con
música pagana.
la
P
¡?
PROFANAS
o 3 A S
FFINIDA
Bella a quien la suerte avara
ordenara martirizarme a ternuras, dio una negra perla rara
Luzbel para
diadema de locuras.
tu
O/ro
Ponte
el traje
conviene a
tu
Luego, Mía,
el
azul que
más
rubio encanto.
te
otro, color de
y
Dezi'r.
pondrás amaranto,
que rima con tus ojos
y aquel de reflejos rojos
que a
En pon en
el
blancor sienta tanto.
obscuro cabello
las perlas
el
pon
tu
que conquistas;
columbino cuello
el collar
de amatistas, 179
RUBÉN
DARÍO
y ajorcas cn los tobillos
de topacios amarillos y esmeraldas nunca vistas.
Un camarín
te
decoro
donde sabrás
|la
lección
que dio a Angélica Medoro y a Belkiss dio Salomón; arderá mi sangre loca, y en te
el
vaso de
sorberé
el
tu
boca
corazón.
Luz de sueño,
flor
de mito,
tu
admirable cuerpo canta
la
gracia de Hermafrodiío
con
lo
aereo de Atalanta;
y de tu beldad ambigua la
evocada musa antigua
su himno de carne levanta.
Del ánfora en que está vino anacreóntico bebe;
Febo arruga
el
entrecejo
y Juno arrugarlo debe,
mas 180
la
joven Venus
ríe
el
viejo
PROFANAS
P P o S A S
y Eros su
filtro
deslíe
en los cálices de Hebe.
Lay. (A
la
manera de Johan de Torres.)
¿Qué pude yo hacer para merecer la
ofrenda de ardor
de aquella mujer
como a Ester, maceró el Amor? a quien,
Intenso licor,
perfume y color
me
hiciera sentir
su boca,,de díle el
flor;
alma por
tan dulce clix>r.
Canción, (A
la
manera de
Amor
tu
Valíicrra.)
ventana enflora
V tu amante esta
mañana 181
RUBÉN
DARÍO
preludia por
en
la lira
de
í¡
la
una diana Aurora.
Desnuda sale y del cabello
el
la bella,
tesoro
pone una nube de oro en
desnudez de
la
y en
de
estrella:
matutina hora
la
la clara
fuente
la salutación
mana
pagana
de las náyades a Flora.
En
el
sobre
al
el cristal
beso de
la
incita
onda
sonrisa de Gioconda
la
en
y
baño
el
el
rostro de Afrodita;
cuerpo que
adolescente, se
la luz
dora,
hermana
con las formas de Diana la celeste
Y con
cazadora.
mientras el
la
hermosa juega
sonoro diamante,
más encendido que amante 182
P
¡?
PROFANAS
o S A S
el
fogoso amante
llega
a su divina señora.
FFIN Pan, de su flauta desgrana
un canto que, en
la
mañana,
perla a perla, ríe y llora.
Que
el
amor no admite cuerdas (A
la
manera de Santa
reflexiones.
Ffe.)
Señora, amor es violento, y cuando nos transfigura
nos enciende la
el
pensamiento
locura.
No
pidas paz a mis brazos
que a los tuyos tienen presos:
son de guerra mis abrazos y son de incendio mis besos; y sería vano intento el
tornar mi mente obscura
si
me
enciende
el
pensamiento
la locura.
185
RUBÉN Clara está
D
la
A
mente mía
de llamas de amor, señora,
como o
el
la
tienda del día
palacio de la aurora,
y
al
te
persigue mi ventura,
y
me
perfume de
enciende
el
tu
ungüento
pensamiento
la locura.
Mi gozo
tu
paladar
rico panal conceptúa,
como en el santo Cantar: Me¡ et lac sub lingua tua. La
delicia
de
tu aliento
en tan fino vaso apura, y
me
enciende
el
pensamiento
la locura.
Loor. (A
la
manera
de!
¿A qué comparar
mismo.)
la
pura
arquitectura
de
tu
cuerpo? ¿A una
torre de oro y marfil?
184
sutil
Q
I
O
P
¡?
PROFANAS
o S Á S
¿O a
de Abril
la
loggia florecida?
Luz y vida iluminan lo inferior,
y
el
amor
tiene su antorcha encendida.
Quiera darme la
el
garzón de Ida
henchida
copa, y Juno
pompa su
del
la oriental
pavón
real,
crital
Castalia, y yo, apolonida, la
dormida
cuerda haré cantar por luz
la
que está
dentro de tu cuerpo prendida.
La blanca pareja anida adormecida:
aves que bajo
ha colocado
el
el
corpino
dios niño,
rosa, armiño,
mi
mano
sabia os convida
185
RUBÉN a
DARÍO
vida.
la
Por los boscosos senderos viene Eros a causar la dulce herida.
FFIN
Señora, suelta
'a
brida
y tendida
mi corcel de fuego
la crin,
va; en
a tu
él
llego
campaña
florida.
Copla Esparga, (A
la
manera
del
¡La gata blanca!
mismo.)
En
el
lecho
maya se encorva, se extiende. Un rojo rubí se enciende sobre los globos del pecho.
Los desatados cabellos la divina espalda aroman. Bajo
la
camisa asoman
dos cisnes de negros cuellos 186
P
I?
o S A S
PROFANAS
TORNADA LIBRE Princesa de mis locuras,
que tus cabellos desatas, di,
¿por qué las blancas gatas
gustan de sedas obscuras?
187
LAS ÁNFORAS DE EPICURO La
U
IRA
Hacen
Y
el
signo, sutil
al agitar el tallo
espiga.
que los dedos del viento que se inclina
se alza en una rítmica virtud de movimiento.
Con
el
áureo pincel de
la flor
de
la
harina
189
RUBÉN Trazan sobre
la tela
DARÍO
azul del firmamento
El misterio inmortal de la tierra divina
y
el
alma de las cosas que da su sacramento
En una
interminable frescura matutina.
Pues en
De
la
paz del campo
las floridas
faz de Dios
la
urnas místico incienso aroma
El vastor altar en donde triunfa
Aún verde
la azul
está y cubierto de flores
Bajo sus ramas llenas de amor pace
y
en
la
espiga de oro y luz duerme
La
Joven, te ofrezco
el
el
la
madero, cordero
misa.
don de esta copa de
Para que un día puedas calmar
190
el
sonrisa;
fuente.
La sed que con fuego más que
Mas debes
asoma.
la
la
plata
sed ardiente,
muerte mata.
abrevarte tan sólo en una fuente,
P
PROFANAS
o 3 Á S
¡^
Otro agua que
la
suya tendrá que serte ingrata,
Busca su oculto origen en
Donde
la interna
Junto al árdol que llora y la
Guíete
el
gruta viviente
la
música de su
cristal desata^
roca que siente.
misterioso eco de su murmullo,
Asciende por los riscos ásperos del orgullo, Baja por
la
constancia y desciende
al
abismo
Cuya entrada sombría guardan siete Son los Siete Pecados las siete bestias Llena
la
copa y bebe:
la
fuente está en
panteras: fieras. ti
mismo.
Palabras de la Satiresa.
Un
día oí
una risa bajo
Vi brotar de lo verde dos
la
fronda espesa,
manzanas lozanas;
Erectos senos eran las lozanas manzanas Del busto que bruñía de sol
Era una Satiresa de mis
Que hace
la
Satiresa:
fiestas
paganas,
brotar clavel o rosa cuando besa; 191
R
U
N
B
B
D
A
R
i
Y furiosa y ricníc y que abrasa y que mesa, Con los labios manchados por las moras tempranas.
«Tú que
Alma que
me
fuiste, el
sol
Sabe que está
un antiguo argonauta,
dijo,
sonrosa y que
el
la
mar
zafira,
secreto de todo ritmo y pauta
En unir carne y alma a la esfera que gira, Y amando a Pan y Apolo en la lira y la flauta, Ser en la flauta Pan, como Apolo en la lira.
La Pues
la
anciana
Que encantó
el
dijo:
mira esta rosa seca
aparato de su estación un día:
El tiempo que los
No
me
anciana.
muros
altísimos derrueca
privará este libro de su sabiduría.
En esos secos pétalos hay más filosofía Que la que darte pueda tu sabia biblioteca; Ella en mis labios
Con que 192
pone
la
mágica armonía
en mi torno encarno los sueños de mi rueca.
P
«Sois un hada»,
Y
de
PROFANAS
o S A 3
/^
Ic dije:
primavera celebro
la
cSoy un hada, me el
dijo:
regocijo
Dándoles vida y vuelo a estas hojas de rosa.»
Y Y
íransform.ósc en una princesa perfumada,
en
el
Vólo
la
aire sutil, de los
rosa seca
dedos
del
hada
como una mariposa.
Ama fu ritmo... Ama
tu ritmo y ritma tus
Bajo su
ley, así
como
acciones
tus versos;
Eres un universo de universos
Y
tu
alma una fuente de canciones.
La celeste unidad que presupones
Hará brotar en
Y
al
ti
mundos
diversos,
resonar tus números dispersos
Pitagoriza en tus constelaciones.
Escucha
la retórica divina
Del pájaro del aire y
la
nocturna
Irradiación geométrica adivina;
13
193
É
DARÍO
R
U
Mata
la indificcncia taciturna
B
h
y engarza perla y perla cristalina En donde la verdad vuelca su urna.
A
los poetas risueños.
Anacrconte, padre de Ovidio, sacerdote de
Quevedo, en cuyo
la
la
sana
alegría;
ciencia amorosa;
cáliz licor jovial rebosa;
Banville, insigne orfeo de la sacra
Y
A
con vosotros toda
quien habla
el
la
grey
Harmonía,
hija del día,
amante corazón de
Abejas que fabrican sobre
la
la rosa,
humana prosa
En sus Himetos mágicos mieles de poesía:
Prefiero vuestra risa sonora, vuestra
musa
Risueña, vuestros versos perfumados de vino,
A
los versos de
Que opone
y
el
sombra y
a la canción confusa
numen bárbaro
al
resplandor latino;
ante la fiera máscara de la fatal Medusa,
Medrosa huye mi alondra de canto 194
cristalino.
P
PROFANAS
o S Á 3
f?
La hoja de
oro.
Sn el verde laurel que decora la frente Que besaron los sueños y pulieron las horas, Una hoja suscita como la luz naciente En que entreabren sus ojos de fuego las auroras;
O las
solares pompas, o los fastos de Oriente,
Preseas bizantinas diademas de Theodoras,
O
la lejana
Y adonde
Cólquida que
Hoja de oro
Pues para
Con
el
el
soñador presiente
los jasones dirigirán las proras.
rojo,
mayor es
tu valía,
tus colores imperiales evocas
triunfo
de otoño y
la
sangre del
día.
El marfil de las frentes, la brasa de las bocas,
y
la
Por
autumnal tristeza de las vírgenes locas la Lujuria,
madre de
la
Melancolía.
Marina.
Como
al fletar
mi barca con destino a Citeres
Saludara a las olas, contestaron las olas 195
RUBÉN DARÍO Con un saludo alegre de voces de mujeres. y los faros celestes prendían sus farolas, Mientras temblaba
«Adiós -dije
suave crepúsculo
el
países que
-
me
violeta.
fuisteis esquivos;
Adiós peñascos enemigos del poeta; Adiós costas en donde se secaron las viñas,
Y
cayeron los términos en los vosques de olivos.
Parto para una tierra de rosas y de niñas,
Para una
isla
melodiosa
Donde más de una musa me ofrecerá una rosa.» Mi barca era la misma que condujo a Gauticr
Y Y
que Vcrlaine un día para Chipre
fletó,
provenía de
El divino astillero del divino Watteau.
Y Y A
mar de ensueño, empezaba en su rueca de oro
era un celeste la
luna
hilar los mil hilos
de su manto sedeño.
Saludaba mi paso de
las brisas el
coro
y a dos carrillos daba redondez a las velas. En mi alma cantaban celestes filomelas Cuando oí que en la playa sonaba como un grito. Volví
Que
la vista
y vf que era una ilusión
dejara olvidada mi antiguo corazón.
Entonces,
fijo
del a?ur en lo infinito,
Para olvidar del todo las amarguras 196
viejas,
P
Como y
Aquilcs un día,
les dije
en
Una
la
me
tapé las orejas.
a las brisas: «Soplad, soplad
Soplad hacia
y
PROFANAS
o S A S
f?
de
las costas
la isla
de
la
más
fuerte;
Vida.»
playa quedaba desolada y perdida
ilusión
que aullaba como un perro a
la
Muerte.
Dafne.
jDafne, divina Dafne! Buscar quiero la leve
Caña que corresponda Haré de
Que
ella
a tus labios esquivos;
mi flauta e inventaré motivos
extasiarán de
Al canto mío
el
amor
a los cisnes de nieve.
tiempo parecerá
más
breve;
Como Pan en el campo haré danzar los chivos; Como Orfco tendré los leones cautivos, y moveré el imperio de Amor que todo mueve.
y Que Con
todo será, Dafne, por en la
de
la
pasión del dios
el
la fibra sutil
la virtud
secreta
caña coloca
sueño
del poeta;
197
RUBÉN Porque
si
de
DARÍO
la flauta la
boca mía toca
El sonoro carrizo, su misterio interpreta
Y
armonía nace del beso de
la
tu
boca.
La gitanilla, A
Carolus Duran.
Maravillosamente danzaba. Los diamantes
Negros de sus pupilas Era
vertían su destello;
bello su rostro, era un rostro tan bello
Como
el
de las gitanas de don Miguel Cervantes.
Ornábase con rojos claveles detonantes La redondez obscura
y
la
del
cabeza firme sobre
Tenía
la
casco
el
del cabello,
bronce del cuello
patina de las horas errantes.
Las guitarras decían en sus cuerdas sonoras Las vagas aventuras y las errantes horas, Volaban los fandangos, daba el clavel fragancia;
La
gitana,
Sintió
cómo
embriagada de
lujuria y cariño,
caída dentro de su corpino
El bello luis de oro del artista de Francia.
198
P
PROFANAS
o S A S
I?
A
maestre Gonzalo de Berceo.
Amo tu delicioso alejandrino Como el de Hugo, espíritu de España; Este vale una copa de champaña
Como Mas La
aquél vale «un vaso do bon vino».
a uno y otro pájaro divino
primitiva cárcel es extraña;
El barrote maltrata,
Que
el grillo
Así procuro que en
Tu
la luz resalte
antiguo verso, cuyas alas doro
Y hago brillar Tiene
y
daña,
vuelo y libertad son su destino,
con mi moderno esma'te;
la libertad
vuelve,
Trayendo
como
al
con
el
puño
del azul rimas
decoro
el gerifalte,
de oro.
Alma mía. Alma Todo
mía, perdura en tu idea divina; está bajo
el
signo de un destino supremo; 199
.
RUBÉN Sigue en
Por
el
Corta
En
tu
rumbo, sigue hasta
camino que hacia
la flor al
el río
Saluda
DAR la
paso, deja
Esfinge
la
te
encamina.
dura espina;
de oro lleva a compás
el
ocaso extremo
el
el
remo;
rudo arado del rudo Triptolemo,
y
sigue
como un
dios que sus sueños destina.
y y
sigue
como un
dios que
y
los astros del cielo te
mientras
Ramos de
la retórica del
la
la
dicha estimula,
pájaro
te
adula
acompañan, y los
Esperanza surgen primaverales,
Atraviesa impertérrita por
el
bcsque de males
Sin temer las serpientes; y sigue,
como un
Yo persigo una forma.
yo
.
persigo una forma que no encuentra mi
Botón de pensamiento que busca ser
Se anuncia con un beso que en mis Al abrazo imposible de la Venus de 200
dios.
la
estilo,
rosa;
labios se posa Milo.
P
I?
PROFANAS
o S Á S
Adornan verdes palmas
el
blanco
Los asiros me han predicho
Y
en mi alma reposa
la luz
la
peristilo;
visión de la Diosa;
como reposa
El ave de la luna sobre un lago tranquilo.
y no La
hallo sino la palabra que huye.
iniciación melódica que de la flauta fluye
Y
la
Y
bajo la ventana de mi Bella-Durmiente,
barca del sueño que en
el
espacio boga;
El sollozo continuo del chorro de
Y
el
la
fuente
cuello del gran cisne blanco que
me
interroga.
201
uESrsrírrtíírítíí?^
^
Tl^
ÍNDICE Págs.
Palabras liminares
7
prosas profanas
Era un aire suave -Divagación Sonatina Blasón Dei
15
23
55 59
campo
Alaba los ojos negros de Canción de Carnaval Para una cubana Para la misma Bouquet
45 Julia
47 51
57
59 65
Gargoniére
65 69
El Faisán El país del sol
75
Margarita
77
Mía
79
Dice Mía
81
203
N
D Págs.
Heraldos líe, missa esí Coloquio de los centauros
83 85 89
VARIA
El poeía pregunta por Stella Pórtico
107
Elogio de
119
la
seguidilla
109
El cisne
125
La página blanca Año nuevo
125
Sinfonía en gris
129
mayor
133
La Dea
137
Epitalamio bárbaro
139
VELAINE
Responso Canto de la sangre
1 1
43 47
RECREACIONES ARQUEOLÓGICAS I.
Friso
153
II.
Palimp^sto
159
El REINO INTERIOR Cosas del Cid
171
Dezires, layes y canciones
177
Las Ánforas de Epicuro
189
204
165
PRIMERA Y ÚNICA EDICIÓN DE LAS
OBRAS COMPLETAS DEL GLORIOSO POETA H SPANO-AMERIC ANO i
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llevará distinta decoración.
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1
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MUNDO LATINO
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= Madrid.
PQ 7519 D3 1917
Darío, Rubín Obras completas
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