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Nº 24 – SEPTIEMBRE 2010
En resumen, el fundamento del área de Matemáticas en Educación Primaria es eminentemente experiencial y los contenidos de aprendizaje se abordan a partir de la manipulación de materiales para la generación de ideas matemáticas (conceptos, procedimientos, propiedades, relaciones, estructuras…). El aprendizaje de las matemáticas debe ser un aprendizaje para y en la vida cotidiana, una herramienta real que se pueda utilizar en contextos tan variados como sea posible, para que los conocimientos matemáticos se apliquen de manera espontánea a una amplia variedad de situaciones, provenientes de otros campos de conocimientos en la vida cotidiana y en el contexto más próximo al niño/a. En definitiva, debemos desarrollar los conocimientos matemáticos en nuestras aulas, ya que éstos contribuirán al desarrollo cognitivo de los alumnos/as y a su formación potenciando capacidades y destrezas básicas como la observación, representación, interpretación de datos, análisis, síntesis, valoración, aplicación, etc. 7. BIBLIOGRAFÍA * Junta de Andalucía (2007a). Decreto 230/2007, de 31 de julio, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas correspondientes a la educación primaria en Andalucía. * Junta de Andalucía (2007b). Orden de 10 de agosto de 2007, por la que se desarrolla el currículo correspondiente a la educación primaria en Andalucía. * Junta de Andalucía (2007c). Ley 17/2007 de 10 de diciembre de Educación en Andalucía (LEA). * MEC(2006a). Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de educación (LOE). * MEC (2006b). Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria.
RELEVANCIA DE LA LECTURA AUTORA: Inmaculada Fernández Fernández DNI: 48937600V ESPECIALIDAD: EDUCACIÓN PRIMARIA
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1. INTRODUCCIÓN.
La lectura es un instrumento y a la vez un escenario para crear horizontes. Un libro puede ser un puente para imaginar futuros y la escuela, una plataforma desde la que se puede empezar a construirlos. Tener horizontes es también un derecho y la escuela es el lugar de su restitución. En este sentido, la lectura y el libro (como portador universal de cultura) siguen teniendo un lugar y una función estratégica. El libro aún es la máquina más cómoda para leer, aunque hayan aparecido máquinas alternativas.
Como bien es sabido, leer involucra una serie de aprendizajes previos en diferentes niveles: intelectual, social y emocional. La lectura depende en primer lugar del dominio previo del lenguaje, adquirido según las condiciones socio-ambientales en que se desenvuelve el niño o niña. A su vez, ésta contribuye a perfeccionar el desarrollo del lenguaje, pues es útil para que el niño o niña aprenda a formular y expresar sus propias ideas. La lectura es la base para aprender a manejar otras destrezas y habilidades, así como los contenidos de otras disciplinas del conocimiento.
Es por estas razones que es importante incidir en el aprendizaje y en el desarrollo del hábito lector desde antes que los niños y niñas aprendan a leer. Dada la importancia de la lectura, el objetivo es motivar para "hacer lectores".
El docente cumple un papel central en este proceso, una vez que el niño o niña entra a la escuela. Éste no solo alfabetiza, es decir, les enseña a leer y escribir, sino que además le da sentido a la lectura y le enseña a los niños y niñas lo que pueden lograr a través de ésta. Una estrategia es establecer una relación con el lenguaje oral y el escrito a medida que los niños y niñas aprenden a leer, apoyándose en el uso de imágenes.
La clave está en que la lectura sea percibida como una actividad libre, divertida. Para tener éxito, se requiere la participación no sólo del docente sino de todos los actores involucrados: docentes, padres y otros familiares, bibliotecarios y comunidad en general. Tanto los padres como los docentes deben procurar desarrollar en el niño una actitud positiva hacia el libro y la lectura, ingresando al mundo del texto mediante la lectura creativa, y no como castigo. Asimismo deben guiar y orientar al niño en el dominio de la lectura, mediante una educación personalizada, acompañada de afecto y comprensión, por ser la lectura una actividad difícil y compleja.
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Es muy útil relacionar lectura al placer en los momentos familiares más gratos, a través de un buen libro según la edad del niño o niña, para que éste asocie la lectura con una actividad placentera y afectiva. Se recomienda que los libros estén al alcance de los niños, dejándolos en los sitios en que el niño o niña pasa la mayor parte del tiempo.
En definitiva, padres y docentes, cumplen roles diferenciados y comunes de suma importancia, a favor de que los niños y niñas desarrollen el hábito y la motivación por la lectura.
2. ESTRATEGIAS PARA FOMENTAR LA LECTURA.
La motivación para la lectura es una asignatura difícil en nuestros días, puesto que los medios audiovisuales han ganado mucho terreno. Resulta difícil competir contra dibujos animados y aún más contra videojuegos interactivos. Por este motivo la lectura debe ser promovida y no tan solo en la escuela sino también en casa, puesto que los niños/ as imitan los modelos que ven en sus casas.
El lector puede ver disminuida y hasta deteriorada la eficiencia de su acto de leer por ciertas circunstancias escolares. Entre éstas se encuentran las siguientes: que el material que va a leer trata sobre algo no conocido; que el lector desconoce muchas de las palabras del texto, ya sea porque son muy específicas o porque pertenecen a otra lengua que no es la materna y no puede reconstruir el sentido a través del contexto; que se encuentre o se haya puesto en una condición de ansiedad por razones que tengan que ver o no con el mismo acto de leer (imposición de tiempo para la lectura, para una posterior evaluación).
Entre las propuestas para fomentar la lectura cabe destacar las siguientes estrategias:
De la palabra a la imagen: Estrategia que trabaja la lectura, la expresión, la narración, la escritura y la creatividad a través del arte de contar y escribir historias, utilizando las ilustraciones y otros tipos de imágenes impresas o fotográficas, para estimular y motivar a los alumnos participantes a la lectura, y al mismo tiempo, ayudarles a entender cómo una narración contiene una estructura determinada que es
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un elemento primordial para apreciar el valor de un texto, para comprenderlo, y para despertar y fomentar el arte de la creación de historias a través de la expresión oral y escrita.
Narración oral de cuentos: Contar un cuento como actividad de expresión representa un conjunto de trabajos que van desde la comprensión y memorización de las ideas argumentadas en una historia. La narración de cuentos anima a la lectura por su capacidad de crear sorpresa e interés por la palabra escrita. Es una actividad receptiva, que en la escuela estimulará las actitudes literarias.
Escritura creativa: los propios alumnos/a inventan sus historias en forma de textos escritos y una vez corregida por el docente se las pasarán entres ellos de manera que resulte una lectura más atractiva, puesto que se trata de una lectura elaborada por sus propios compañeros.
Teatro en la escuela: Se crean escenarios y se representan obras de teatro, se caracterizan los personajes dándoles vida y despertando el interés por la obra escrita.
Diario: El alumno redacta sus propias vivencias y reflexiones, manifiesta sus preocupaciones, dudas y pensamientos. A través de éste el alumno se autoevalúa.
A continuación, recojo una serie de consejos que son clave para promover la lectura:
- Dejar al niño que elija sus lecturas en función de sus intereses y hobbies como punto de partida. Por ejemplo, si les interesan los autos o el deporte, ofrecerles libros, revistas y catálogos sobre estos temas. Como a todo el mundo, a los estudiantes les gusta ver y leer cosas con las que se puedan sentir identificados.
- Establecer momentos de lectura conjunta.
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- Leerles cuentos o historias, aunque ya los pueda leer por sí mismo, nosotros le podemos dar más vida e ilusionar su lectura. Si escoge buenos libros y lee con entusiasmo, los estudiantes esperarán con gusto esta amena rutina además el contacto cotidiano con libros despierta en los niños el deseo y la motivación por leer.
- Visitar periódicamente la biblioteca de nuestro municipio, ya que éstas son gratuitas y abiertas al público en general, aprovechando para leer, buscar libros que sean de nuestro interés.
- Facilitarle lecturas con información de aspectos cercanos a él/ella, a veces podemos encontrar leyendas sobre sitios de nuestra ciudad. Asimismo, especialmente cuando son pequeños/as resulta fácil escribir pequeñas narraciones en las que sean los protagonistas, tal vez es la mejor manera de motivarlos.
- Leer aprovechando las nuevas tecnologías, especialmente la búsqueda por Internet y las enciclopedias informatizadas, estos medios tienen la ventaja de tener el soporte audiovisual y suelen ser más motivadoras y enriquecedoras ya que permiten de forma más clara la interacción. Una actividad es escribir un blog conjuntamente sobre los libros que leemos en clase.
- Presentar la lectura como una actividad que permite lograr diferentes propósitos: informarse sobre un tema de interés, aprender un hobby, planificar un viaje, entretenerse, conocer diferentes puntos de vista sobre un tema.
- Proponer a los alumnos/ as leer en voz alta seguramente les gustará mostrar sus habilidades de lectura y sentirse importantes ante una audiencia.
- Desarrollar actividades de dramatizaciones de las lecturas.
- Hacer visitas semanales a la biblioteca de la escuela.
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- Compartir juegos que involucren la lectura. Juegos en lo que haya que formar palabras, leer cartas, interpretar consignas.
- Dar un espacio en clase para comentar y realizar actividades sobre los libros. Enriqueciendo, entre todos, lo que el libro nos brinda.
- Incentivar a los padres para que lean con sus hijos. Ya que si ellos leen sus hijos leerán. Simplemente el tener libros, periódicos y revistas en la casa ayudará al niño a sentirlos parte de su vida diaria. Y el ejemplo de ver a sus padres leer frecuentemente, y disfrutarlo, reforzará ese sentimiento. Cómo los padres manejen los libros determinará la manera como los niños los tratarán. Los niños imitan, por lo que si ven que su mamá o papá pasa un buen rato leyendo y cuida mucho sus libros, probablemente harán lo mismo.
- Organizar una salida al cine para ver una película basada en un libro que hayan leído.
El objetivo de todo ello es contribuir a la formación del hábito lector, aspecto fundamental del proceso educativo y factor indispensable para la inserción activa en la sociedad.
Independientemente del programa o estrategias de lectura que use en clase, leer tiene que ser divertido. Debe alentar a los estudiantes a escoger libros que les resulten interesantes, fascinantes, educativos y entretenidos.
El guiar y llegar a despertar el interés de la lectura en las personas es una de las metas más importantes de los docentes y personas del ámbito de la educación. Para conseguir este objetivo de incentivar a leer a los alumnos/as, el propio docente debe demostrar la satisfacción y el placer que le otorga la lectura.
Es labor del docente recomendar a sus alumnos libros que logren llevarlos a descubrir el maravilloso mundo que se abre al leer un libro; a que se sumerjan en esa aventura, novela, ficción que el libro les brinda.
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Con la lectura, los alumnos, motivados e incentivados por el docente, deben desarrollar la imaginación, viajar en ese cuento que transmite el libro y dejarse llevar por la historia. Así es como los niños irán sintiendo, cada vez más, el placer que emana de la lectura.
Pero el trabajo del docente va mucho más allá de lo descrito. El rol que cumple es primordial pues debe despertar, o hacer nacer, en sus alumnos/as no sólo el habito de la lectura sino la necesidad de saber más, de querer ir en busca de más, de sentir que al terminar la lectura de un libro es como dejar atrás a un ser muy querido que siempre estará dispuesto a que lo despierten para ser redescubierto en una nueva lectura.
Con esa lectura, el alumno estará realmente inmerso en el libro, sin darse cuenta del tiempo real y alejándose, por un tiempo, del mundo real para entrar en un nuevo mundo, infinito y maravilloso.
Para leer es importante lograr una relación con el texto, teniendo como base los saberes previos; reconocer el contexto, investigar sobre el autor, si se relaciona con otro texto o libro, etc.
El placer por la lectura, la motivación por descubrir la necesidad de leer no deben ser fomentadas por intermedio de imposiciones, ni por el hecho de tener que evaluar a los alumnos. La motivación por la lectura se logra con el desarrollo de
ciertas estrategias, con la incentivación, con una planificación previa buscando despertar el interés de los alumnos. El docente puede desarrollar actividades y preguntas sobre el libro que conduzcan a despertar el interés de los chicos.
Las investigaciones muestran que: los niños que leen más, logran una mejor comprensión lectora y disfrutan más de la lectura (lo cual es de sentido común).
Una de las recomendaciones fundamentales para lograr que un niño se interese por la lectura y pueda disfrutar de ella es eliminar la presión de leer. Así lo asegura
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Claudio Fuentes Berríos, profesor de castellano y especialista del equipo de Lenguaje del Ministerio de Educación, cuando explica que "los jóvenes leen mayoritariamente por obligación. En este sentido, es recomendable darle variadas opciones a los jóvenes de qué libros leer, por lo tanto, el docente debiera conocer una amplia gama de lecturas que pueden ser de interés para sus alumnos, pero también darle la oportunidad de leer textos seleccionados por ellos mismos, aunque el profesor no los conozca".
Por otro lado, agrega Fuentes, "no necesariamente toda lectura debe ser evaluada con nota en la asignatura de Lenguaje, la lectura debe ser un ejercicio natural necesario, habitual y constante, en los distintos subsectores curriculares y en su vida diaria de niños y jóvenes".
Por ejemplo, señala el profesor Fuentes, "ayudará saber exactamente por qué el niño o niña no quiere o no le gusta leer. Estos argumentos serán útiles para decidir qué funcionará mejor para hacer que el niño descubra o redescubra lo entretenido que puede ser la lectura" puesto que no son pocas las acciones que los docentes y padres pueden hacer para motivar a los alumnos/as a leer (compartir con el alumnado lecturas, conversar sobre los libros y sus autores…)
3. RAZONES POR LAS QUE A LOS NIÑOS/AS NO LES GUSTA LEER.
Las razones más frecuentes que los niños generalmente dan como motivo para no leer son las siguientes:
- Es aburrido. Muchos niños/ as consideran que la lectura es algo "aburrido", por tanto, hay que romper con esta manera de concebir la lectura. Permitiendo al alumno/a disfrutar juntos de un libro de chistes, una historia contada con acertijos o un material escrito con sentido del humor.
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- No tener tiempo. Los niños están ocupadísimos. Colegio, amigos, deportes, tareas, televisión, todo ello confluye, pero de su tiempo deben dedicar cada día al menos 30 minutos a la lectura.
- Es muy difícil. Para algunos, leer es un proceso lento y tortuoso. Para acabar con esto hay que ofrecerle al alumnado libros interesantes y material escrito acorde con el nivel del niño.
- No es importante. Es muy común que los niños no aprecien cómo la lectura puede ser relevante en sus vidas.
- No es entretenido. Sobre todo los niños que les cuesta más leer, pueden sentir ansiedad cuando tienen que hacerlo. E incluso niños con buenas habilidades de lectura, pueden sentir esa ansiedad, producto de la presión del colegio y de la casa que enfatiza el leer para la nota.
4. LO QUE NO FUNCIONA A LA HORA DE LEER.
A la hora de incentivar la lectura es contraproducente utilizar el libro como castigo o como amenaza, tanto desde el ámbito familiar como desde el escolar, como lo indica Claudio Fuentes, quien agrega que tampoco es bueno incentivar la lectura a partir de un solo tipo de texto, "es necesario que los jóvenes se enfrenten a una diversidad de textos, que les permitan ampliar sus mundos, entretenerse, informarse, poder tomar decisiones, descubrir, imaginar y reflexionar".
Algunos intentos por lograr que los niños lean más generan mayor resistencia a la lectura, resultando el efecto contrario, por tanto, no debemos llevar a la práctica las siguientes acciones:
- Sermonear: Evitar discursear sobre la importancia de la lectura.
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- Sobornar: Si bien no hay nada de malo en premiar los esfuerzos del niño por leer, no será bueno que el pequeño espere un regalo cada vez que termina un libro. Cuando sea posible, ofrécele otro libro o revista (lo que él o ella decida) junto con palabras de elogio.
- Juzgar el desempeño del niño: Se recomienda separar el desempeño del niño en el colegio o sus notas del leer por placer. Ayuda el niño a disfrutar un libro es más importante a largo plazo.
- Criticar las preferencias del niño: Leer casi cualquier cosa es mucho mejor que no leer del todo. Aún cuando consideres que tu hijo elige libros que son demasiado fáciles. Leer cualquier tipo de textos es una práctica valorable porque crea auto-confianza y habilidades de lectura y lenguaje. Así el niño/a lee por un asunto de gusto personal.
- Poner metas inalcanzables: No se puede esperar que un niño que ha sido mal lector y no lee nunca termine un libro en un día, pero continúa animándolo.
- Hacer un gran asunto de la lectura: Bajo presión, el niño leerá sólo para complacer a sus padres o maestros más que por sí mismo, o se revelarán y no querrán leer ni una línea.
5. IMPORTANCIA DE LA MOTIVACIÓN EN LA LECTURA.
Una realidad más que comprobada es que la motivación es un elemento clave para el desarrollo con éxito de cualquier actividad en general y en este caso de la lectura. Por eso, hoy se entiende que los factores afectivos, dentro de los cuales se encuentra la motivación, no pueden aparecer desvinculados de los factores cognitivos, que son los que tradicionalmente se han visto privilegiados en las aulas.
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Con la lectura se desarrollan ciertas capacidades comunicativas que van más allá de un texto en sí. Esto quiere decir que los alumnos/as deben leer por placer y entender claramente lo que les plantea el texto, así como producir textos que posean fluidez, creatividad y satisfacción de manera que la información adquirida se comprenda, interprete, reflexione, se juzgue y se utilice de manera adecuada.
Bien es sabido por todos que el hábito de lectura proviene de parte de la familia y de la escuela siendo esta la razón para que se lleven a cabo planes de lectura implantados en las instituciones educativas de manera que se movilice y se promueva en la sociedad la lectura para revertir dicha situación.
En torno a la educación, el plan lector debe de fomentar estrategias para el fomento y la motivación en los niños hacia la lectura que nazca de su propio interés, a partir de múltiples actividades placenteras lúdicas y creativas que lo impulsen a tomar las riendas en torno a la educación, además de usar este medio como una herramienta para que desarrollen muchas otras capacidades para la vida.
En especial, el acercamiento debe ser libre a los textos y la importancia de este sistema radica en la escuela primaria, para que a largo tiempo se convierta en un hábito que sea difícil de dejar de lado, ya que el niño está totalmente motivado por la lectura. Por otra parte, una vez iniciado el desarrollo del hábito lector en los estudiantes, de forma paralela y en complementación a él, se deben estimular las capacidades comunicativas para la buena comprensión de los textos.
Estos planes deben tener carácter obligatorio en las instituciones educativas de manera que los directores de las escuelas lo tengan como punto principal.
Para poder realizar este plan de lectura de manera satisfactoria, es necesario tomar en cuenta ciertos aspectos:
- La sensibilización social y la movilización por la lectura.
- Promoción de la lectura placentera y recreativa en la escuela.
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- Fortalecimiento de las capacidades de comunicación que se relacionen con la comprensión de los textos.
Algunos planes como las campañas de recolección de libros, la implementación de pequeñas bibliotecas en el aula, y la charla con los padres para incentivar y motivar la lectura en sus casas, son aspectos sumamente importantes para llevar a cabo el plan.
La realidad nos muestra que los estudiantes no leen adecuadamente. Sobre todo si nos referimos al ámbito escolar. En la actualidad, cada año se realizan evaluaciones a los alumnos de los diferentes colegios y una de las áreas que se toma en cuenta es la comprensión lectora. Es decir, de una determinada lectura, los alumnos deben contestar a unas preguntas y así evaluar el nivel de comprensión que tienen.
El hecho es que comprendan lo fundamental que resulta la lectura. Los profesores tienen que ser elementos activos en esta tarea y desde el primer día de clases comenzar con los hábitos de lectura motivándolos en todo momento. Siendo conscientes de que el hábito de la lectura no se consigue de un día para otro, sino a través de un trabajo planificado y, de esa manera, lograr que todos los estudiantes sean conscientes de la importancia de la lectura para sus vidas.
6. CONCLUSIÓN.
La lectura, en estos tiempos, es uno de los aspectos que demuestra el nivel intelectual de la persona. Quien no lee, prácticamente es considerado como una persona ignorante, puesto que la lectura permite tener una mejor comunicación y la comprensión de diversos temas. Eso se refleja claramente a la hora de entablar una conversación, a través de los términos que utiliza, el tono de voz, la entonación en cada frase, etc., todas esas actitudes dan a conocer si la persona lee o no.
A medida que el nivel de lectura aumente, querrá conocer nuevos temas y eso se reflejará claramente en sus conversaciones. Sin planificarlo, estará utilizando otros términos, su conversación será más fluida, será una comunicación más formal, etc., todo ello sin que lo haya buscado.
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