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Eduinnova
Revista digit@l
ISSN 1989-1520
Nº 24 – SEPTIEMBRE 2010
SECCIÓN: EDUCACIÓN INFANTIL
LA GERMINACIÓN EN EDUCACIÓN INFANTIL II AUTORA: Ana Pina Pérez D.N.I.: 48500616-X ESPECIALIDAD: EDUCACIÓN INFANTIL
INTRODUCCIÓN A lo largo de este trabajo vamos a continuar proponiendo un posible taller de germinación de semillas para Educación Infantil. En la primera parte del mismo vimos cómo llevarlo a cabo tanto en tres como en cuatro años, pero dejamos sin tratar cinco años porque el tipo de trabajo práctico que se desempeña es diferente, como ahora veremos. A continuación vamos a centrarnos en este tercer bloque.
TIPOS DE TRABAJOS PRÁCTICOS Como ya comentamos en la primera parte del trabajo, a lo largo de este taller se van a realizar dos tipos diferentes de trabajos prácticos. En los dos primeros bloques, los trabajos que se realizarán serán dos observaciones, como ya tuvimos ocasión de tratar. En este tercer bloque, que corresponde a cinco años, es necesario llevar a cabo una investigación porque tenemos un problema que puede tener múltiples soluciones y queremos comprobar cuáles de nuestras hipótesis son verdaderas o si ninguna de ellas lo es. Para ello, por lo tanto, una simple observación como en los bloques anteriores no sería suficiente. Por todo esto, vamos a centrarnos a continuación en el tercer bloque y en cómo llevar a cabo dicha investigación.
JUSTIFICACIÓN La justificación para esta segunda parte del trabajo coincide exactamente con la comentada en la primera parte del mismo. Por este motivo remito a los lectores a que la lean allí.
PROPUESTA Como ya hemos comentado a lo largo del trabajo, este taller está pensado para iniciarlo en tres años e ir completándolo en cuatro y cinco años. Por este motivo no
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sería conveniente en cinco años realizar este tercer bloque que a continuación vamos a explicar sin haber llevado a cabo los dos primeros porque los resultados que obtendríamos no serían significativos. Esto es porque los niños no sabrían qué están manipulando (semillas), qué características tienen, qué ocurre con ellas (germinación),… Los niños no podrían así realizar hipótesis, pensar en diversas soluciones para un problema que en la mayoría de los casos no les interesaría (ya que no es un tema con el que están familiarizados). Sería empezar la casa por el tejado. Por eso es imprescindible mantener el orden de los bloques. Lo que sí que podemos modificar es la edad a la cual llevar a cabo cada uno de los bloques. Por ejemplo, los bloques primero y segundo podemos llevarlos a cabo los dos en cuatro años, y dejar el tercero para cinco, dependiendo siempre de las características del grupo de niños que tengamos cada año. Pero lo que es imprescindible para que los niños puedan realizar un aprendizaje significativo es pasar por todos los bloques, sin saltarnos ninguno. Una vez dicho esto, vamos a centrarnos con detenimiento en el desarrollo del tercer bloque correspondiente a niños de cinco años. Tercer bloque: 5 años En este último bloque vamos a trabajar qué condiciones son necesarias para que las semillas germinen y vamos a anular ciertas creencias populares como, por ejemplo, que las semillas necesitan tierra y luz del sol para germinar. En este bloque, por lo tanto, se pueden realizar dos experiencias paralelas y que servirían para trabajar lo anterior: una para comprobar si las semillas necesitan tierra para germinar y la otra es si necesitan de la luz solar. En nuestro caso vamos a tratar la segunda opción (si necesitan la luz del sol) aunque el tratamiento para la primera opción sería el mismo. Los objetivos que planteamos en este bloque, pues, son los siguientes: - Identificar las condiciones necesarias para la realización de la investigación. - Conocer las partes que lleva consigo una investigación. - Recoger datos de forma adecuada en una tabla de registro. - Analizar la necesidad de la luz solar en la germinación de las semillas. - Cambiar ciertas creencias populares que los niños poseen acerca de las condiciones que necesitan las semillas para germinar. De nuevo las semillas que podemos utilizar en este caso son de las que trabajamos en el primer bloque, las que queramos. Nosotros vamos a utilizar para esta experiencia tres tipos: lentejas, habichuelas blancas y habichuelas negras. Para llevarla a cabo necesitaremos dos maceteros de igual tamaño y tierra. Para que la investigación sea correcta necesitamos que ambos maceteros estén en las mismas condiciones de humedad, temperatura y sustrato, ya que sino los resultados podrían no ser ciertos. Vamos a explicar a continuación como se desarrollaría este bloque en el aula de cinco años, siguiendo el esquema de los bloques anteriores. Fase 1. Motivación En este caso el maestro o maestra puede iniciar el taller pasando a los alumnos una encuesta en la que tienen que señalar que es lo que ellos piensan que las semillas necesitan para germinar. Como la creencia popular es que necesitan agua, tierra y luz
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estas respuestas las encontraremos en los resultados de la encuesta con seguridad. Una vez que hemos pasado la encuesta a los niños en clase, y viendo que piensan que la luz es imprescindible para que una semilla germine, en asamblea volvemos a tratar el tema. El maestro o maestra les enseñará unas cuantas semillas para que nos digan si saben como se llaman, repasando así los bloques anteriores. Fase 2. Interrogantes y propuestas Una vez explicado cuales son (lentejas, habichuelas blancas y habichuelas negras), el maestro o maestra vuelve a preguntar en asamblea si alguien sabe qué es lo que necesitan las semillas para germinar. Los niños dan sus hipótesis: tierra, agua y luz. El maestro o maestra les dirá que se ha traído unas macetas de casa con tierra porque no está muy seguro de que necesiten la luz, y que para estar seguro prefiere comprobarlo. Y les dice que si le quieren ayudar. Tienen que ayudar al maestro o maestra a plantar las semillas y a ir observándolas para ver lo que ocurre, anotando cada observación en una tabla. Fase 3. Confrontación con las nuevas ideas Como todos los niños están muy interesados en ayudar, el maestro o maestra les propone que en cada grupo (los niños están sentados en grupos de 4) van a preparar dos macetas con tres semillas de cada tipo, para poner una con luz y otra en un sitio oscuro. Entre todos hay que decidir qué sitio es el que vamos a utilizar para poner la maceta a oscuras (generalmente se usa algún armario). Una vez hecho esto, y en grupos echamos la tierra a las macetas hasta que están casi llenas. En ese momento colocamos las tres semillas de cada tipo en una zona diferente de la maceta y por fuera ponemos con una pegatina el nombre de la semilla (que ya trae el maestro o la maestra preparada) que corresponde a esa zona para luego saber cual es la que germina, si es que germinan. Una vez preparado todo esto terminamos de rellenar el macetero con tierra. A continuación usando unas regaderas que el maestro o la maestra también ha traído regamos los maceteros hasta que la tierra quede húmeda, pero sin encharcar. El maestro o la maestra irá grupo por grupo para ir ayudando a los niños en cada una de las etapas de preparación de los maceteros. Con todo esto preparado, comienza la investigación colocando una de las dos macetas de cada grupo en el armario y la otra en un rincón de la clase que da el sol. A cada maceta su grupo le pone un gomet del color de su equipo para saber cual es la que tienen que observar. A partir de ahí cada día después de la asamblea dedicaremos 10 minutos a la observación de las macetas y para que cada niño recoja los datos en la tabla que el maestro o maestra les proporciona. Para que los niños entiendan qué es lo que tienen que observar y cómo tienen que recoger los datos el maestro o maestra previamente les explicará la tabla. Hay que decirles que tienen que observar lo primero si germinan las semillas y, si lo hacen, observar el tallo, las hojas, el color y el tamaño. Aún así después de la asamblea todos los días recordaremos en lo que nos tenemos que fijar cuando vayamos a observar las macetas, intentando que sean ellos los que lo vayan diciendo. Cada niño tendrá dos tablas, una para el macetero con luz y otra para el macetero sin luz. Cada tabla estará situada al lado de su maceta correspondiente para que no se líen ni equivoquen. Fase 4. Reflexión y conclusiones
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Durante 15 días vamos a estar observando las macetas para comprobar si germinan o no las semillas y así afirmar nuestras hipótesis iniciales, o por el contrario plantearnos que estábamos equivocados y que hay que cambiarlas. El último día en asamblea pondremos en común los resultados recogidos en las tablas. Primero veremos los resultados encontrados en el macetero con luz. El maestro o la maestra en la pizarra irá anotando los resultados que los niños vayan diciendo sobre si germinan o no las semillas, del color del tallo y de las hojas, y del tamaño del tallo y hojas también. Luego entre todos se hará un resumen de lo que han dicho los niños para que queden claros los resultados generales. Después haremos lo mismo con la maceta que estaba en el armario. Una vez que hayamos obtenido los resultados globales de los dos casos los compararemos, para que los niños se den cuenta de las conclusiones a las que hemos llegado entre todos, y así poder comprobar si sus hipótesis eran correctas o no. La conclusión a la que se llegará será que las semillas germinan en los dos casos por lo que no necesitan la luz para germinar. Sin embargo, si que necesitan la luz para crecer y desarrollarse con normalidad (para que le crezcan las hojas y estén verdes, y el tallo esté fuerte y verde también). Fase 5. Utilización de lo aprendido Para que los niños puedan afianzar lo que han aprendido el maestro o maestra propone que en casa repitan la experiencia ayudados por sus familias utilizando otro tipo de semillas distintas, para que comprueben que se cumple en todos los casos (y de paso demostrarle a los familiares que lo que dicen es verdad, porque seguro que hay muchos que no se lo creen, con lo que el niño se sentirá más motivado).
DIFICULTADES La mayor dificultad que volvemos a encontrar en este bloque es la realización de las tablas que les vamos a proporcionar a los niños para que anoten los resultados. Deben de ser sencillas y que sean fáciles de utilizar para los niños usando tanto palabras como los dibujos que las representan para facilitarles la tarea. En este tercer bloque probablemente tengamos que realizar las tablas en A3 para tener espacio suficiente para incorporar en ellas todo lo que los niños tienen que observar y anotar. Aún así, dependiendo del nivel de los niños cada maestro o maestra adaptará esta tabla a las necesidades de sus alumnos.
CONCLUSIONES Como hemos podido comprobar a lo largo de todo este trabajo, la puesta en práctica de este taller es muy sencilla y enormemente motivadora para los niños, y mediante la cual aprenden de manera realmente significativa como hemos ido señalando a lo largo de todo este análisis, y que es lo verdaderamente importante. Lo que es necesario es que los maestros estemos dispuestos a llevar a cabo en el aula trabajos de este tipo que son mucho más trabajosos para nosotros pero que son infinitamente más significativos y con los que conseguimos muchos mejores aprendizajes en los niños, como hemos comentado a lo largo de todo este trabajo.
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BIBLIOGRAFÍA -
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