Salud! Clínica Centenario Peruano Japonesa celebra 5.º aniversario. Kaikan Zoom 1. Revista de la Asociación Peruano Japonesa

ISSN 1 995-1086 | Año XV Nº 52 Diciembre 2010 Kaikan Zoom 1 Revista de la Asociación Peruano Japonesa ¡Salud!   Clínica Centenario Peruano Japones

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ISSN 1 995-1086 | Año XV Nº 52 Diciembre 2010

Kaikan Zoom 1

Revista de la Asociación Peruano Japonesa

¡Salud!  

Clínica Centenario Peruano Japonesa celebra 5.º aniversario

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Zoom Kaikan

sumario Kaikan Zoom 3

Irasshaimase

Estimados amigos

Para la Asociación Peruano Japonesa el 2010 ha sido un año de retos y de crecimiento. A través de los servicios que brindamos en nuestro Policlínico, Clínica Centenario, Teatro, Centro Cultural y Unidad de Cursos, así como en las actividades de las distintas áreas y departamentos, hemos apuntado hacia la excelencia.

Cerramos el año con la satisfacción de haber realizado mejoras en la gestión de la APJ, para hacer de ella una institución más eficiente. En el 2011 que se inicia, esperamos continuar con más avances, de los que daremos cuenta en la revista Kaikan, que retorna a fines de enero con más novedades.  Gracias por acompañarnos durante este año. ¡Felices fiestas!

Teodoro Tsuja Yara Presidente Asociación Peruano Japonesa

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INSTITUCIONAL

La Clínica Centenario Peruano Japonesa celebra su 5º aniversario

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PERSONAJE

Aldo Shiroma presenta “No solo los chanchos vuelan”

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Damas del siglo XXI. Conozca a las lolitas peruanas.

Asociación Peruano Japonesa Dirección: Centro Cultural Peruano Japonés, Av. Gregorio Escobedo 803, Residencial San Felipe, Jesús María, Lima 11 - Perú, Teléfonos: (511) 518-7450, 518-7500, E-mail: [email protected], Web: www.apj.org.pe Kaikan informativo N° 52 – diciembre 2010 Revista mensual de la Asociación Peruano Japonesa editada por el Departamento de Prensa e Imagen Corporativa, teléfono (51 1) 518 7450 anexos 1022, 1023, 1061, e-mail: [email protected], web: www.apj.org.pe/kaikan. Director: Juan Antonio Adaniya Higa. Editora: Harumi Nako Fuentes. Colaboradores en esta edición: Enrique Higa Sakuda, Christian Hiyane Yzena. Publicidad: Ana Shimabuko. Diseño y diagramación: Break Up. Impresión: Gráfica Lima. ISSN 1995-1086. Depósito Legal: 98-3235

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Institucional Kaikan

5.º aniversario

Celebración

con todos

Kaikan Institucional 5

La de la Clínica Centenario Peruano Japonesa es la historia de un anhelo compartido por muchos. Obra conmemorativa de los cien años de la inmigración japonesa al Perú, se gestó hace más de una década y se hizo realidad con su apertura, en diciembre de 2005, gracias al aporte de cientos de personas, instituciones y empresas nacionales y extranjeras.

S

obre un terreno de casi cinco mil m2 en Pueblo Libre, adquirido por la Asociación Peruano Japonesa (APJ) en 1997, se construyó la Clínica Centenario Peruano Japonesa, símbolo de gratitud hacia el Perú, que acogió a los inmigrantes japoneses. Pensada como una obra que permitiera brindar servicios de calidad a la población, la Clínica recibió el valioso apoyo y colaboración en la etapa de su construcción de entidades como The Nippon Foundation, The Japan International Foundation (Fundación Jinnai), el gobierno del Japón –a través de su Embajada en nuestro país–, la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), de numerosas familias nikkei y de diversas empresas peruanas y extranjeras. La ardua labor de la comisión de construcción de la Clínica, liderada por Gerardo Maruy y organizada en equipos de trabajo, el respaldo y experiencia de los integrantes del Policlínico Peruano Japonés, hicieron posible que luego de varios años de esfuerzos, el 22 de diciembre de 2005 la Clínica iniciara sus actividades oficialmente.

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Institucional Kaikan

Servicios En la actualidad la Clínica está funcionando con servicios y áreas especializadas y totalmente equipadas como las siguientes:

Crecimiento sostenido Han pasado cinco años y, en ese lapso, la Clínica Centenario Peruano Japonesa ha seguido creciendo, sin descuidar su esencia de estar al servicio de la población brindando la mejor atención. De atender 15.500 consultas en el 2006 se pasó a las 100 mil el 2009, crecimiento que ha sido posible gracias al prestigioso cuerpo médico –distribuido en más de 35 especialidades– y un selecto grupo de profesionales y técnicos en salud que ofrecen servicios de la más alta calidad y con la mayor calidez. Asimismo, para atender su creciente demanda de hospitalización, abrirá próximamente cuatro pisos adicionales, que permitirán triplicar su cobertura en camas hospitalarias. Las 35 especialidades con las que cuenta, los servicios de apoyo diagnóstico (resonancia magnética nuclear, laboratorio, patología clínica, Rayos X, Ecografía. Medicina nuclear y otros servicios de apoyo al paciente como banco de sangre, farmacia y nutrición), así como los servicios y áreas especializadas (ver recuadro) son parte de las fortalezas de la Clínica. Pero la mayor de ellas es la convicción de que la atención que se brinda se da con excelencia y con sentido de servicio.

Proyecto y realidad Maqueta. Proyecto inicial de la clínica.

Ampliación. Próximamente la Clínica Centenario Peruano Japonesa inaugurará los cuatro nuevos pisos de hospitalización.

Cuenta con equipamiento de última * Emergencia. generación y un equipo profesional calificado orientado a brindar una atención oportuna e inmediata. Con habitaciones individuales * Hospitalización. y bipersonales con todas las comodidades para la estancia, asistencia médica permanente y la atención de los cuidados post quirúrgicos e intra hospitalarios. quirúrgico. Cuenta con una gran planta * Centro física, amplia y modernos quirófanos. obstétrico. Se brinda una atención espe* Centro cializada a las madres gestantes y los familiares durante el parto y post parto. intensivos. Con equipos de última * Cuidados generación, los pacientes reciben una atención especializada.

Kaikan Institucional 7

En el tiempo…

1999

El 30 de mayo se colocó la primera piedra de la clínica, en una ceremonia que contó con la presencia de Toshiki Kaifu, ex premier del Japón y presidente de la Liga Parlamentaria Japón-Perú.

Brindará alto funcionario nipón

Conferencia sobre nikkeis peruanos en Japón

Y 2005

El 22 de diciembre se inauguró la clínica. Asistieron la entonces ministra de Salud, Pilar Mazzeti y el embajador del Japón en ese momento, Hitohiro Ishida. En la foto, ambos al centro, con Gerardo Maruy, presidente de la Comisión de construcción de la clínica y Roberto Shimabuku, primer director médico de la clínica.

2009

El 12 de junio Oscar Ugarte, ministro de Salud y Takeju Ogata, presidente ejecutivo de The Nippon Foundation colocaron la primera piedra de la segunda etapa de la clínica, es decir de los cuatro nuevos pisos, próximos a inaugurarse. La institución japonesa donó más de tres millones de dólares para el proyecto de ampliación.

utaka Nada, subdirector del Departamento de Asuntos de Trabajadores Extranjeros del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social del Japón vendrá al Perú cumpliendo una invitación especial de la Asociación Peruano Japonesa y ofrecerá una interesante conferencia sobre los nikkeis peruanos que residen en dicho país. Esta es la primera visita a nuestro país de un funcionario competente del tema que atañe a muchos de nuestros compatriotas que viven y trabajan en Japón y sostendrá una importante agenda de trabajo con representantes de diversas instituciones locales.

Conferencia: Situación de los trabajadores peruanos nikkeis de Japón Las medidas de estabilización del empleo y su lucha contra la crisis actual de Japón

Día: Martes 11 de enero de 2011 Hora: 7:00pm Lugar: Auditorio Jinnai Ingreso libre, capacidad limitada

Anuncie en Kaikan T. 5187450 anexo 1023 e-mail: [email protected]

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Actualidad Kaikan

Tratado de Libre Comercio Perú-Japón

“Negociar con los japoneses ha sido

una experiencia muy agradable” Sayuri Bayona Matsuda, funcionaria del Viceministerio de Comercio Exterior e integrante del equipo peruano que acordó el TLC con Japón, afirma que ambas economías son complementarias y narra su experiencia en la mesa de negociaciones.

¿

Los peruanos estamos listos –las empresas, el país en general– para aprovechar al máximo el TLC con Japón o aún necesitamos prepararnos? Los TLC buscan crear oportunidades que a veces no van a poder ser aprovechadas de inmediato, sino es necesario un proceso de adaptación para las empresas. En base a eso, nosotros, en la negociación, buscamos canastas diferenciadas para los productos. Obviamente, nos gustaría poder tener una oferta por parte de Japón que nos desgrave de inmediato las partidas, pero a veces –según el producto, según las perspectivas que tenemos a futuro– podemos aceptar una canasta no de desgravación inmediata, sino de cinco años, diez años. Si, por ejemplo, para algunos productos agrícolas todavía está pendiente un trabajo para el desarrollo del protocolo fitosanitario u otros requisitos, entonces se puede esperar tener un espacio un poco mayor para la preparación. ¿Qué productos peruanos tienen más posibilidades de ingresar en el mercado japonés, conside-

Kaikan Actualidad 9 rando no solo aquello en lo que somos fuertes, sino también los sectores en los que Japón sufre carencias? Una de las cosas principales de este acuerdo, y en general con varias economías asiáticas, es que tenemos una fuerte complementariedad. En muchas ocasiones nosotros producimos productos que ellos no tienen. Por ejemplo, alimentos. Nosotros podemos llenar ese vacío. Japón es un importador fuerte de alimentos, más o menos el 60 por ciento de los alimentos que consume. Ahí nosotros tenemos una ventana tanto para productos agropecuarios como pesqueros. La idea de estos acuerdos es diversificar la oferta para no solamente exportar minería, productos tradicionales, harina de pescado, sino comenzar a desarrollar otros productos. En el caso de Japón, creemos que productos como el café, la maca, el maíz morado, el maíz blanco, pueden tener un nicho especial. Y otros productos también, incluso textiles, fibras de alpaca, podrían desarrollarse bastante bien allá. ¿Cómo deben preparar las empresas peruanas su oferta exportable? Es muy importante la calidad del producto. No es vender por vender, no es tratar de hacer un negocio por una vez porque has escuchado que en Japón pagan bien. Sí, efectivamente es un mercado que paga bien, pero es muy importante asegurar la continuidad. De nada sirve tratar de vender una vez y no continuar. ¿Qué fue lo más complicado de negociar con los japoneses? Japón tiene diversas sensibilidades agrícolas y pesqueras, y normalmente en los acuerdos que ellos tienen excluyen una fuerte cantidad de partidas arancelarias. En acuerdos anteriores han sobrepasado las 1.200, las 1.400 exclusiones. En la medida en que nosotros tenemos interés en esos sectores, agrícola y pesquero, fue un trabajo constante el que tuvimos que hacer para que ellos entiendan que nuestras exportaciones no los iban a inundar, que no era una situación en la que pudiéramos causar daño a sus sectores productivos. Al final hemos obtenido un buen balance. Las exclusiones son 749, que es bastante menos de lo que acostumbra tener Japón.

Los sayuristas japoneses ¿Cómo definirías tu experiencia como integrante del equipo negociador?

Con cada proceso negociador uno aprende mucho. En este caso particular era enfrentarnos a una cultura diferente de la que tenemos. Ha sido una experiencia muy agradable. Como toda negociación tiene sus momentos duros, sus momentos de amistad. Al comienzo ellos nos decían mucho que tenían el estilo japonés de negociación, que es ser bastante cuidadosos, buscaban mucho la coordinación entre ellos. En esos momentos no veíamos muchos resultados tangibles, pero digamos que era parte de su proceso de coordinación. A lo largo de las rondas evidentemente se ha ido avanzando más y hemos logrado un buen balance. ¿Dirías que los japoneses tienen más paciencia y que nosotros somos un poco acelerados porque queremos resultados más rápidos? Creo que nosotros somos un poco más constantes en los avances, mientras que los japoneses al comienzo prefieren estudiar muy cuidadosamente la situación, que es perfectamente válido. Es lo mismo que uno ve y siempre escucha con respecto a los negocios con los japoneses. Muchos occidentales sienten un poco la necesidad de apurar el tema, y la contraparte japonesa siempre está analizando y analizando, pero al final, una vez que te dicen que sí, es porque ya han estudiado todo perfectamente bien y de ahí en adelante todo va a fluir. ¿Es difícil negociar cuando los gestos, los silencios, las miradas, incluso las palabras pueden tener interpretaciones equívocas al tratar con personas de otras culturas? En este tipo de situaciones hay cosas que se pueden prestar a la interpretación. Evidentemente en una negociación todo lo tenemos que aclarar porque no podemos darnos el riesgo de no tener las cosas claras. A los japoneses uno les está hablando y dicen sí, sí, sí, entonces uno piensa que la cosa está avanzando, pero al final dicen no; o sea “sí, está bien, te estoy escuchando, pero no estoy todavía en una posición para tomar una decisión”. De hecho ha habido algunas diferencias culturales, pero es algo a lo que nuestro equipo negociador está hasta cierto punto acostumbrado. Hemos tenido ya negociaciones con China, con Corea, antes de eso con los tailandeses y los singapurenses. Si bien no es que todos sean definitivamente iguales, ya habíamos estado expuestos a la forma de pensar de los asiáticos. En una intervención que tuviste en el Centro Cultural Peruano Japonés contaste que tú eras la única persona cuyo nombre los japoneses recordaban. Sí (ríe). Para mí eso fue algo muy diferente, porque siempre que hay una reunión de la última persona cuyo nombre se acuerdan soy yo, porque al fin y al cabo no es un nombre occidental. Era la primera negociación donde la gente se acordaba de mi nombre. Yo estaba contenta (risas). Me contaban además algunos señores mayores que antes había habido una actriz muy famosa que se llamaba Sayuri, y que a los fans de esa actriz se les llamaba sayuristas, entonces siempre me decían “yo soy sayurista”. Muy simpático, tuvimos muy buena relación con ellos. (Enrique Higa / Foto: Fernando Yeogusuku)

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Cultura Kaikan

Miguel Alfonso Ruiz Effio:

“El escritor debe ser fiel a sus recursos,

temas y obsesiones”

Ganador del VI Concurso Nacional de Cuento APJ 2010 “Premio José Watanabe Varas” por su trabajo Un nombre distinto, Miguel Ruiz Effio habla sobre sus influencias literarias y del compromiso que tienen los escritores cuando cogen la pluma. ¿Qué significa para ti haber ganado el premio de cuento de la Asociación Peruano Japonesa 2010? Es importante por varios motivos. Primero, porque en la quinta versión yo tuve una mención honrosa con La habitación del suicida. Entonces ganarlo ahora es como llegar a una meta. Por otra parte, cuando yo publiqué mi primer libro en el 2006, me lo coauspició la APJ. Hice la presentación del libro aquí en la APJ y entonces volver a este local es volver un poquito a esos días. Y ahora encima con un motivo especial de

haber ganado el concurso al que hace unos años postulé por un premio. ¿Qué tanto ha cambiado el Miguel Ruiz de aquellos años con el de ahora? Creo que ahora escribo y veo las cosas de manera distinta. Cuando repaso lo de aquellos años y lo compruebo, me preocupaba mucho por la forma pero en el sentido de la musicalidad. Ahora creo que he aprendido a modular un poco eso. Me sigo preocupando mucho por las formas pero creo haber aprendido que la forma también está en función al tema y eso me hace no preocuparme tanto por la musicali-

dad sino de repente también por los silencios, que es otra parte de la música. Antes me preocupaba solo por los puntos sonoros y no me enfocaba tanto en los silencios. Ahora me parece tan importante eso. Creo que es un aprendizaje y tenía que darse. ¿Cuáles son tus influencias? En cuanto a técnica, siempre he admirado a Vargas Llosa y en cuanto a libertad de creación a Julio Cortázar. De él aprendí la fluidez del lenguaje, además de que sus cuentos son interesantes por la técnica que utiliza, su lenguaje tiene un fluir que da la sen-

Kaikan Cultura 11

¿Cómo realizas tu trabajo? No soy metódico. Le robo tiempo libre cuando hay; cuando no hay paso períodos sin escribir. Hay temporadas en que corrijo mucho y otras en las que solamente escribo. ¿Qué opinión te merece el Premio Nobel obtenido por Mario Vargas Llosa? Personalmente, y quizás porque lo he tenido como referente para aprender a escribir o por ser el escritor a quien más he leído, que reciba un premio de este tipo tiene un gusto especial. Es una alegría inmensa. Creo que nadie del “Boom” ha manejado las técnicas como él. Haber pasado además toda mi adolescencia y juventud leyendo a Vargas Llosa y que de pronto le llegue el premio tiene un mejor sabor, tiene un sabor especial vivir el momento. Fue justísimo y esperado.

sación de que alguien está conversando. Yo he tomado ese lenguaje cadencioso, que se va más a lo poético, a lo íntimo. En su caso, cada cuento tiene una técnica distinta. De Vargas Llosa rescato la simultaneidad de historias contadas a la vez con una técnica distinta, alternando voces, diálogos fotográficos que irrumpen de repente en medio del texto. ¿Cuánto ha tenido que ver tu profesión (administración) en el trabajo literario? Cuando reflexiono sobre eso concluyo que la administración me ha ayudado a conocer a personas, que es fundamental para lo que yo hago. Cuando tengo que tomar una decisión que tiene que regirse básicamente por normas empresariales siempre me queda la pregunta de que si mi proceder fue el correcto. O incluso cuando veo a una persona actuar de una manera me pregunto por sus motivaciones.

Tanto como descubrirlo es importante imaginar qué pudo haber pasado. Y eso para mí es importantísimo. ¿Tienes alguna motivación especial cuando escribes? Las motivaciones van variando con el tiempo. En el primer libro mi motivación era transmitir historias en las que todos pudiéramos reconocernos. Por la edad eran tirando más a temas juveniles, el amor, la muerte. Pero luego mis motivaciones han ido un poquito más allá. Por ejemplo hay un tema que vincula a los cuentos del volumen que ha obtenido este premio. Y es la pregunta sobre qué origina la maldad en el ser humano. Creo que tengo más motivaciones éticas también o de corte moral que quiero transmitir. De repente no responder, porque es imposible, pero quizás transmitir esa pregunta a los lectores y que junto conmigo podamos encontrarle una respuesta.

¿Qué escritores peruanos que han aparecido recientemente te gustan? Me gustan Pedro Llosa, Augusto Effio, Carlos Yushimito entre los más jóvenes. Y Oswaldo Reynoso es un escritor que también me gusta mucho. En los tiempos actuales, ¿qué compromiso crees que deberían tener los escritores? El compromiso que deben de tener es con la escritura. Con hacerlo de manera coherente. Hay quienes escriben y publican libros por la parte comercial, pero creo que el fin de la literatura es transmitir historias, historias memorables. El escritor tiene que ser fiel a sus recursos, sus temas y obsesiones. Eso sin importarle si la historia va a vender o va a impactar a algún segmento del mercado. ¿Tu próxima meta? Escribir un muy buen libro de repente… ¿De cuentos? De cuentos. Por allí he esbozado una novela, pero me gustan más los cuentos. (Christian Hiyane / Foto: Jhohana Pujay)

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Personaje Kaikan

El vuelo de Aldo Shiroma

Por: Enrique Higa. Fotos: Fernando Yeogusuku

“Tenemos que creer en

lo impo “No solo los chanchos vuelan” es el título de la última muestra del escultor Aldo Shiroma. En diálogo con Kaikan, el talentoso artista habla de su fascinación por volar, de los sueños de infancia y de su afectuosa relación con los animales.

Kaikan Personaje 13 cho vuela, sino cómo usar esa metáfora para explicar que para lograr todas las grandes cosas que hemos logrado hemos tenido que creer en lo imposible. Si no, no habría barcos, ni submarinos, ni aviones. Creo que esa capacidad es la que tenemos que rescatar y mantener. Yo me acuerdo de cuando veía de chico que Maxwell Smart se sacaba el zapato, discaba y lo usaba como teléfono. El zapatófono. Claro. Tú decías “imposible, cómo va a tener un teléfono sin cable”.

Astronauta

osible” ¿

Cómo se gestó “No solo los chanchos vuelan”? Antes de viajar –estuve dos años en España–, yo ya tenía conversado con la galería (Fórum) hacer una exposición individual. Quería hacer una exposición con esculturas en movimiento, y estando allá fui dándole un poco más de cuerpo a la idea. Cuando regresé me puse en contacto con Claudia Polar, que es la galerista, y le dije “¿retomamos?”. Me dijo “sí, perfecto”. El tema de las esculturas cinéticas se juntó con una fascinación por volar. Quería suspender a los personajes en el aire y recrear este movimiento, este volar, hablando de esos sueños de infancia, de la capacidad de salir volando por una ventana. En “Zoociedad”, tu anterior individual, también había un chancho que volaba. En esa muestra, entre todos los personajes que había –la pituca, el político,

el ratero–, uno se manejaba como el más “positivo”, que era el soñador. El soñador estaba representado como un chancho que vuela, que además tenía un bull en la panza porque estaba en peligro de extinción. Ahora, el personaje principal de esta muestra es un jabalí, que viene a ser la versión salvaje del chancho que vuela. Y se fue sumando otro personaje, un conejo, que intenta volar, a través de diferentes medios. El tercer personaje es un lémur, pero es mágico, es una mezcla, un híbrido entre lémur y libélula. Es como el ingrediente mágico. Hay que creer en ese tipo de cosas para poder soñar, para poder crecer, para poder despegar. Cuando la gente habla de chanchos que vuelan se refiere a lo inconcebible, lo absurdo, pero tú siempre lo relacionas con la capacidad de soñar, ¿no? De creer en lo imposible. El asunto no es cómo convencer que un chan-

¿Qué implica que no solo los chanchos vuelen? ¿Quiénes más vuelan? Nosotros también podríamos. Había una viñeta de Mafalda que a mí me encantaba. Mafalda estaba en el columpio, divirtiéndose, yéndose para adelante y para atrás, y cuando paraba decía “la diversión se acaba cuando uno pone los pies sobre la tierra”. Era justo captar esa línea, hacer una exposición para que la gente venga, se pueda divertir, recordar los sueños de infancia. El sueño de volar nos viene a todos desde tiempos inmemoriales. Para el hombre volar ha sido una de sus grandes fascinaciones. Envidiamos a las aves. Yo envidio a las ardillas voladoras. Desde chico era un sueño, no sé si solamente era por Superman, por los superhéroes. Cuando íbamos a la playa y todos estaban jugando, yo me quedaba pegado mirando cómo volaban las gaviotas, ni siquiera tenían que batir las alas, se quedaban suspendidas en el aire. Yo me quedaba fascinado. Había una sana envidia. ¿De chico tu superhéroe favorito era Superman? Ha variado, depende. Un tiempo era Ultra Siete. Ultra Siete era Dan Moroboshi, ¿no? Claro. Ya, Ultra Siete (risas). Es que me quedó la confusión entre Ultra Siete y Ultraman. Era una mezcla entre Ultra Siete, El Hombre Par, Mazinger, no puedo escoger uno solo. He estado pegado a la televisión, al manga, y a todas las cosas fantasio-

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Personaje Kaikan

Aviones de papel

sas. Además, justamente el mundo habitual era que estuviéramos nosotros hablando y pasara un oso en dos patas y vestido, y que se metiera en la conversación. Lo normal era que los animales estaban completamente humanizados, formaban parte de nuestra sociedad. ¿A medida que uno se hace mayor va perdiendo la capacidad de creer que los chanchos vuelan? Sí y no. Creo que de niños somos capaces de creer en lo imposible sin preguntarnos mucho por qué o cómo. De adultos, la vida te vuelve cada vez más realista, y prefieres creer, ver y vivir en lo tangible. También creo que hay cosas que nos motivan y no entendemos, hay cosas que nos alegran y nos ayudan y tampoco las podemos comprender del todo. Podemos creer que los chanchos vuelan pero necesitamos –como somos adultos– saber cómo. Como crecemos necesitamos tener más control y entender más las cosas. A veces si no tratáramos de entender tanto, sino más bien creer más y confiar… Confiar es la palabra. Conforme crecemos confiamos cada vez menos, y al mismo tiempo cada vez soñamos menos.

¿Cuando uno se hace adulto se vuelve demasiado racional y su imaginación se empobrece? No podemos hablar en términos genéricos, no es algo que nos pase a todos. Pero sí, creo que tenemos –por una especie de instinto de supervivencia– que ser más racionales. La vida te exige que razones y le encuentres una lógica a todas tus acciones. Pero no tenemos que poner todo en una dicotomía, blanco o negro, el ser racional no tendría que ir en desmedro de la capacidad de soñar. Puedes tener capacidad de soñar y luego tener una parte más racional que te pueda ayudar a llevar esos sueños a la realidad. El asunto es que vamos perdiendo esa búsqueda de realizar nuestros sueños por vivir el día a día, o por sobrevivir. Creo que las pequeñas cosas como la música, la danza, o un buen libro, el cine, o una exposición, nos ayudan a sacarnos de esa constante diaria, que a veces puede ser monótona, tediosa, para refrescarnos, para reconciliarnos con esa parte más lúdica. ¿Cuando vas al cine no sientes que despegas los pies de la tierra, pero cuando acaba la película piensas “he vuelto a aterrizar en la realidad”? Pero regresas diferente. Te vas a ver una obra de teatro y de repente en esa hora y media, dos horas, te enfrascas en la situación que está ocurriendo delante de ti, te dejas llevar por la trama, vives los dolores, las pasiones. Sí, termina la obra y regresas a tu vida cotidiana, pero en esas dos horas tu mente ha estado en otro lado. ¿Extrañas esa capacidad que tienen los niños de armonizar lo posible y lo imposible en su mundo, de conjugar fantasía y realidad de forma natural? Sí. Un niño pasa más horas durmiendo que nosotros, y conforme envejecemos tenemos menos horas de sueño. Ellos viven mucho más conectados con el mundo onírico, con el mundo fantasioso, entonces es más probable que puedan visualizar las cosas de un modo más fantasioso, que puedan imaginarse un mundo que no se sujeta a la lógica. Un niño sí puede creer que su perro le habla.

Has contado que de chico te decían que andabas en la luna. Sí, en las clases de matemática y geografía yo he sido siempre un poco disperso, con problemas de concentración. No para las letras, casi siempre para los números. Creo que porque se me daban fatal. Pero cuando me decían que estaba en la luna, lo que me fascinaba de la luna eran esas imágenes donde se veía a los astronautas flotando, dando saltos. Cuando me decían que estaba en la luna, en vez de decir “huy, sí, me estoy distrayendo, tengo que concentrarme”, peor, mi imaginación comenzaba a flotar más todavía. Nunca llegué a tomar como una queja o como algo negativo estar en la luna. ¿Y en medio de una situación cotidiana, por ejemplo una reunión, te abstraes de la realidad y empiezas a volar? Sí. Mi cabeza se va a otro lado, a veces me imagino piezas que no he terminado de resolver, y las dejo ahí guardadas como archivo dentro de la cabeza. Estoy en medio de una reunión, en el micro, caminando, o leyendo el periódico, y de pronto me paro y es como si el file se hubiera abierto solo, y digo “claro, si lo hago de esa manera, si ensamblo esto aquí”. Y si puedo lo apunto, si no después se me olvida. Sí, son momentos en que mi cabeza se despega y se va volando. Es más, parte de esta muestra ha nacido un poquito así, estando en el micro, jugando con el ticket, hice un avión y me imaginé a mi personaje agarrándose del avión, y ya sabía cómo iba a ser la escultura. Llegué a mi casa, dibujé y salió. Son ideas que te asaltan de pronto. No sé si creer o no en la inspiración, como una cosa mágica que viene y ¡pim!, pero sí creo fervorosamente que tiene que encontrarte trabajando. No te va a llegar mientras te rascas la panza. Claro. Cuando tengo un proyecto, me siento horas de horas, paso noches en vela dibujando, armando el concepto, las esculturas que van a ser el eje temático, y comienzo a trabajarlas. En el transcurso, mientras voy haciendo

Kaikan Personaje 15 esas esculturas, me van saliendo otras ideas, las cuales apunto, y después en otra madrugada las convierto en dibujos. Así se va construyendo la exposición, a través de piezas principales y luego se van armando otras que le dan soporte a todo el proyecto. ¿Por qué el protagonista de la muestra es un jabalí? Hay gente que me pregunta por qué hago esculturas de animales. Para mí el animal simboliza un montón de cosas, entre ellas esa cuestión de instinto, al nivel de nosotros pero más básico, más elemental, menos enrevesado, que hace menos cosas por “conveniencia”, que está calculando menos las cosas. Uso el jabalí porque ya había hecho el chancho. El chancho ya estaba completamente domesticado, terriblemente explotado por nosotros. Uso el jabalí como una versión más salvaje, más libre, un poquito más indomable. En “Zoociedad”, personajes como el chofer de combi o el político, que son desagradables, al ser transformados en animales se vuelven amistosos. Al animalizarlos los humanizas. Hay una paradoja. Estoy agarrando a los animales y los estoy humanizando. Estoy representando a seres humanos que a veces por el grado de violencia en el que estamos inmersos los vemos como salvajes, y lo loco es que al hacer el camino inverso, al agarrar estos personajes muy bestiales y representarlos como animales, se nos vuelven dóciles. Uno hasta les agarra cariño. Es buscarles ese lado más lúdico. Conejo: Máquina voladora II.

Lemurlélula

Creo además que cuando vemos representaciones de animales, nos conectamos instintivamente muy rápido. Por eso estos personajes un poco agresivos de la vida cotidiana, transformándolos en mi lenguaje en animales, se nos vuelven cercanos, hasta entrañables. Una de las esculturas que más le gustó a la gente era la del pericote (que representaba a un ladrón). A quién en la vida real le va a gustar un ratero, pero la escultura del pericote era entrañable. Esa transformación le daba otro carácter. Me gusta plantear ese tipo de cosas en las esculturas. Si les arrebata una sonrisa, yo me doy por bien servido, y si les plantea una pregunta, mejor.

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Cultura Kaikan

L

olita no es lo que está pensando. No, tampoco tiene nada que ver con la nínfula de Vladimir Nabokov. La lolita nació en Japón y es una mezcla de princesa y muñeca que luce fastuosos vestidos que parecen extraídos de la Inglaterra victoriana. Sin embargo, no es un personaje demodé. Incluso la famosa lolita japonesa, Misako Aoki, es embajadora de la cultura pop de su país. ¿Qué es una lolita exactamente? Para averiguarlo, no necesita recurrir a Wikipedia ni volar hasta Harujuku. Aquí en Lima existe un grupo de lolitas peruanas unidas bajo un membrete que per se es una declaración de principios: Lolimafia. Valeria, Bianca y Vanessa, estudiantes de comunicación, diseño de modas y aviación comercial respectivamente, son miembros de Lolimafia y nos explican qué significa ser una lolita.

“Tú eres lo máximo” Arranca Bianca: “Una lolita es una persona elegante, siempre una dama, con buenos modales. Puede que suene mal, pero es bastante ególatra, siempre busca destacar, ‘mírenme, aquí estoy, soy mejor que ustedes’, pero en el buen sentido. O sea, una persona muy estética, con mucho gusto por los detalles, de sentidos muy finos”. Para Vanessa, una lolita “es elegante, tranquila, muy madura en ciertas cosas, responsable referente al trabajo. Lo mejor de ti resalta en la lolita”. Coincide con Bianca en que le gusta destacar, llamar la atención, ser el centro de las miradas. Por eso, una chica con el ego maltrecho no podría ser una de ellas. Las lolitas se sienten reinas. Valeria declara: “Me gusta porque puedes ser la reina de tu propio universo, todo es acerca de ti, tú puedes ser quien quieras y nunca sentirte mal por ello”.

Bianca, Valeria y Vanessa, integrantes de Lolimafia

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Conozca a las lolitas peruanas

Damas del

siglo XXI Por: Enrique Higa. Fotos: Álvaro Uematsu

Bianca va más allá: “Yo me siento como reina de todo el mundo”. Cuando un periodista brasileño le preguntó a Misako Aoki qué representa ser lolita, ella contestó: “Ser lolita es transformar un sueño en realidad, a toda mujer le gusta sentirse como una princesa y siendo lolita lo puedes ser”. “Yo dije eso antes que ella”, protesta Bianca entre risas. Valeria asiente: “El centro eres tú, te puedes sentir como una reina, como una princesa, el punto es que tú eres lo máximo en ese momento, es como si tú fueras ¡guau!, lo máximo”. En lo referente al aspecto estético, Bianca explica que se inspiran “en el rococó, aparte tenemos ciertas convicciones inspiradas en lo victoriano, lo que es muy elegante, muy refinado”. Las lolitas no tienen férreas normas de comportamiento, pero tampoco alientan el desbande. Por ejemplo, Bianca tiene una opinión tajante sobre el con-

sumo de alcohol y tabaco: “Yo pienso que ser lolita es ser una dama, y una dama sabe cuándo y cómo tomar. No me parece lo de fumar porque es desagradable, quedas con todo el olor y se ve feo además a una dama fumando. Muchas chicas lolitas fuman y se emborrachan, con lo cual no estoy de acuerdo”. Valeria añade: “A una señorita nunca la vas a ver borracha arrastrándose por el suelo, se ve supermal. Lo puedes hacer, pero no seas vulgar. Y no me gusta fumar más que todo por el olor, se pega a la ropa, es superhorrible”. Vanessa tercia: “Yo no fumo ni tomo porque me hace daño, así que cuadré muy bien en ese aspecto. No tuve que hacer tanto esfuerzo”. Luego aclara que nadie se transforma mágicamente en lolita. No es ponerse un vestido y listo. “Hay chicas que creen que por vestirse de lolitas son damas, pero no es cuestión solamente de que quieran ser unas damas; es ya serlo antes”, explica. Y no, una lolita no es una cría. “Algunas llegan y piensan que la lolita es una niña y no lo es. Se visten como lolitas, pero están gritando como niñas”, remarca Vanessa.

Orígenes góticos Bianca tenía once años y era una niñita gótica por influencia de su madre. Su tía le mandó una revista en la que aparecían fotos de unas gothic lolitas. “Son igualitas a ti”, le dijo. Flechada, Bianca se sumergió en internet para investigar a las lolitas. Se descubrió a sí misma. Desde entonces han transcurrido ocho años. “Lo que me gustó fue básicamente el lado estético. Yo soy muy estética para todo, me gustan las cosas

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(1) Bianca: “Una lolita es una persona elegante, siempre una dama, con buenos modales. Puede que suene mal, pero es bastante ególatra, siempre busca destacar”. (2) Valeria: “Puedes ser la reina de tu propio universo, todo es acerca de ti, tú puedes ser quien quieras y nunca sentirte mal por ello”. (3) Vanesa: “Hay chicas que creen que por vestirse de lolitas son damas, pero no es cuestión solamente de que quieran ser unas damas; es ya serlo antes”.

bonitas. También me gusta mucho todo lo que es con tendencia a lo antiguo, rococó victoriano full. Además, sentía que me quedaba como pintado, porque siempre me han dicho que parezco muñequita, modestia aparte. Sentía que iba mucho con mi personalidad. Yo lo veo todo muy ostentoso, tirando hacia lo elite”, manifiesta. Eso ocurrió en su natal Chile. En 2006 aterrizó en el Perú (cosas del amor, su mamá se enamoró de un peruano). Aquí no había lolitas. Se contactó con otakus, comenzó a conocer gente, organizó un evento de cultura pop japonesa bautizado como Harajuku, y abonó el terreno para el surgimiento de Lolimafia. Vanessa es lolita desde hace tres años. Era medio gótica y un día cayó en sus manos una revista con la foto de una gothic lolita. La imagen se grabó en su memoria. No sabía nada de las lolitas, pero luego, Sakura, una amiga, la internó en ese mundo. Valeria también llegó a las lolitas a través de una revista. Hace unos cinco años, hojeando una publicación de moda en la que aparecía la banda japonesa An Cafe, de la cual es fan, se topó con imágenes de lolitas. Le gustaron, comenzó a averiguar por internet y se transformó en una de ellas. Antes de ser lolitas, las chicas ya estaban familiarizadas con la cultura pop de Japón. Bianca es fan del grupo L’Arc~en~Ciel desde chiquita. Conoce algunas palabras en japonés, pero le da vergüenza pronunciarlas. Vanessa ha visto los clásicos –Candy, Sailor Moon, Evangelion– y curiosamente su relación con la cultura japonesa se reforzó gracias a una amiga taiwanesa. Y Valeria, como ya sabemos, es hincha de An

Cafe. Además, le apasiona la moda y le gustaría ir de compras a Japón. “Sería supergenial”, afirma.

La famiglia Lolimafia se formó hace dos años y tiene unas 30 integrantes. ¿Por qué eligieron ese nombre? Vanessa explica: “Si somos pocas y somos como una familia que se ayuda, somos como una mafia de Italia. Si a alguien le hacen daño todas nos tiramos encima”. Valeria apuntala: “Nosotras jugábamos a que prácticamente éramos como una familia, entonces se formó el concepto de mafia. Queríamos crear un lugar no solo para hablar de lolitas, sino donde pudieras hacer amigas, compartir varios aspectos de tu vida, y apoyarnos en lo que sea”. Además, las relaciones que establecen unas chicas con otras, las mayores con las nuevas, son de madres e hijas, lo que fortalece el concepto de familia. Los Corleone y los Soprano tienen sus émulos en Lima. Solo que no son fieros, sino dulces.

Mañosos y prejuiciosos En una sociedad tan gris como la limeña, que castiga con burlas o ponzoña la disidencia, las lolitas atraen demasiado la atención. “La gente es muy mañosa. En todas partes tratan de meterte la mano, te gritan cosas, es bien feo. Los jóvenes se burlan bastante”, cuenta Bianca. “Los adultos te preguntan. Los jóvenes no, de frente te gritan ¡Halloween!”, apunta Vanessa. Valeria interviene: “A veces me molestan, que ‘eres muy niña’ o ‘Halloween’. Cuando les dices que eres

lolita, ahí empiezan los problemas, ‘ah, con esta chica puedo intentar algo’, y te empiezan a molestar”. “Los únicos que no te dicen nada son los turistas, que pasan de largo”, dice Bianca. A Vanessa una vez le preguntaron: “¿Estás en alguna secta satánica, hijita?”. Bianca remata: “Escuchan lolita y lo asocian a prostitución, a alguna cosa relacionada con la sexualidad”. Para Valeria, Lima es “una ciudad muy conservadora, muy machista, muy concentrada en sí misma. Ver algo diferente les choca mucho, y suele generar a veces reacciones positivas que normalmente se dan en personas mayores, pero también muy negativas que se suelen dar desde que te ven diferente y te tildan de cualquier cosa, o simplemente te rechazan y te cierran por completo”. Además de los prejuicios de la sociedad, las lolitas también tienen que enfrentar la incomprensión de sus familias. “A mi abuela le encanta la ropa, pero no le gusta el concepto, no está de acuerdo, no quiere entender. Toda mi otra familia, mis tías abuela, mis tíos, mis primos, me rechazan complemente, no les gusta. Supermente cerrada. Demasiado conservadores”, confiesa Bianca. Al principio, su madre la apoyaba. Luego, nones. “Con el tiempo a mi mamá le empezó a molestar el tema, porque cuando fui creciendo lo empezó a ver desde el lado más Nabokov. No se había detenido a investigar sobre el tema, entonces dijo ‘no más, hasta aquí llegaste, ya estás grande’”, añade. Por su parte, Valeria cuenta: “Mi papá es bien

conservador. Me ve y dice ‘haz lo que quieras’, te ve y como que te dice ‘sal de mi vista’, pero elegantemente. A mi papá no le gusta para nada, ‘eso no hay acá, nadie se viste así, tú tampoco tienes que hacerlo’. Mi mamá a veces como que no quiere que salga muy arreglada, ‘te puede pasar algo’, pero en realidad sí le gustan los vestidos, a veces me ayuda a escoger”. La situación es parecida con Vanessa. “A mi mamá le gusta porque le recuerda cuando era chiquita, pero igual dice ‘¿hoy día te vas a vestir así?, ¿estás segura de que vas a salir así?’. Mi papá me dice ‘vístete así sábados y domingos, donde nadie te ve. Cuando están mis amigos, no. Después haz lo que quieras. Mientras no te drogues, no te portes mal, y estés estudiando como lo estás haciendo, está bien’”, detalla.

Valor para no encorvarse Salir a la calle vestida como lolita y aguantar miradas insidiosas y comentarios mordaces exige valor. Lo más cómodo es diluirse en la homogeneidad. No cualquiera se atreve a ser diferente. Valeria tiene una prima que ama sus vestidos, se los prueba en su casa, pero no sale ni a la esquina con ellos. “Siempre me dice ‘ay, cómo puedes salir así, yo también quiero’, pero la gente tiene tanto pavor a los otros, a cómo van a ser tratados, que se cierran”, dice. Para Bianca la palabra clave es actitud, “para que cuando la gente te mire, no te encorves sino que camines y digas ‘mira, qué linda estoy’”. Amén.

Famosa lolita japonesa Misako Aoki (fotos de su sitio web)

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Cultura Kaikan

Una tarde en el teatro (Bunraku).

Mis recuerdos * de Naniwa Por: Fernando Cid Lucas

L

legué a Osaka por la mañana, quizá demasiado temprano. Me dio tiempo a visitar un trocito del siempre populoso barrio de Dotombori y a tomar dango recién bañado en salsa de soja caliente mientras callejeaba, buscando el edificio que había visto tantas veces en fotografías y en videos. Como había leído en varios libros, el Teatro Nacional de Osaka llama la atención del visitante por sus numerosas banderas de colores que adornan la fachada principal. Dentro, nada más atravesar el umbral, uno fija instintivamente su mirada en una pantalla en la que ya se puede ver lo que el espectador podrá contemplar

en vivo en el interior del teatro. En la taquilla el trato fue muy cordial, me mostraron un plano con las localidades que quedaban libres para la representación de ese día. Al contrario de como sucede en Occidente, en el Teatro Nacional de Osaka no se programan piezas completas, sino los pasajes más conocidos o más vistosos de diferentes obras teatrales, que se representan con una escrupulosidad horaria inusitada para el espectador de este lado del mundo. La planta baja del edificio es encantadora, con una pequeña sala de exposiciones en la que el público puede saber más sobre este espectáculo centenario, viendo cómo son por dentro las marionetas, cómo se construyen los escenarios o cuál ha sido la cronología de este viejo arte nipón. Si uno tiene sed o hambre podrá saciarse en cualquiera de las dos recoletas alojerías que se encuentran en los laterales de esta misma planta. Merece la pena tomar un bocado y una taza de té verde mientras los espectadores van llegando: occidentales un poco perdidos, señoras maduras vestidas con elegantes kimonos y calzando getas, algún que otro joven… la planta inferior se va

convirtiendo, poco a poco, en un hervidero en donde se enarbolan los programas de mano como estandartes; algunos toman a toda prisa sus obentos, sentados en los banquitos junto a las cristaleras, y una preocupante mayoría construye su propia isla con la ayuda de su mp4 o de su ipod. Una vez en la sala, antes incluso de sentarme, comenzó la magia. Quizá fue el ambiente, la gente que se levantaba, que comentaba la escena anterior, los kimonos, que brillaban con las luces de la estancia, las ancianas con binóculos, los que comían furtivamente y quienes anotaban algo en los márgenes del programa…yo me vi por todo esto transportado al siglo XVIII, cuando el teatro Bunraku vivió su momento de esplendor de manos de la burguesía nipona, y pensé que al menos la algarabía habría de ser la misma. Las luces se fueron atenuando. Suena el hyoshigi y a uno se le estremece el alma. Luego viene la voz de uno de los kuroko, como en salmodia, de frente, mirando y hablándonos desde su “no rostro”, sabiendo de nosotros, pero sin que nosotros podamos saber de él. Su mensaje resuena por toda la sala: fuerte primero, para luego mar-

Kaikan Cultura 21

charse con su cuerpo por nuestra derecha, dejando un eco tras de sí que marcará el inicio propiamente dicho de la representación. Cuando nuestros ojos aún están fijos en el punto por donde desapareció el kuroko debemos girarnos un poco más a la izquierda para ver emerger al binomio formado por el tayū y el intérprete de shamisen. La voz es emocionada, rasgada, recuerda en ocasiones a la de algunos cantaores viejos de flamenco. Las notas del shamisen le otorgan un refuerzo de veracidad y rotundidad. El público guarda silencio. Entra el títere, articulado con la ayuda de tres maestros por figura. Los asistentes aplaudimos y la madera, la seda, los hilos de oro y el cabello se hacen vida. Las voces no salen de los titiriteros, sino del tayū, que irá poniéndolas todas, jóvenes y viejas, masculinas y femeninas. Las palabras son añejas, tal y como salieron de la pluma de los dramaturgos del siglo XVIII. Para facilitarnos su comprensión, una pantalla sobre el escenario se encarga de traducir los diálogos al japonés contemporáneo, sincronizada a la perfección con la voz del declamador. La magia continúa. Sabemos de los titiriteros, los vemos, vestidos por completo de negro, moviéndose acompasadamente y, sin embargo, poco a poco van perdiendo sus cuerpos y sólo quedará de ellos la marioneta, un ser vivo que tiene,

sobre el programa de mano, sus minutos contados. La marioneta del teatro Bunraku es un pequeño ser independiente. Como en pocos espectáculos de títeres el espectador puede sentir que durante la representación la criatura se independiza del manipulador y, lo que es más interesante para el estudioso de esta forma teatral, el ojo del espectador lo “consiente” y “transige” con esta complicada premisa. Huelga decir que el escenario es un microcosmos impar, creado a medida de los títeres japoneses, que sienten, sufren, aman y se sacrifican sobre él. Me dijeron allí que uno de los motivos principales por los que las giras al extranjero son tan limitadas reside en las diferencias tan enormes en cuanto a los escenarios. A simple vista uno puede darse cuenta de que el Bunraku necesita de su escenario tan complejo, tan único. Los títeres se perderían en nuestros teatros alla italiana, se dejarían en el tintero parte de sus movimientos e, incluso, parte de su forma de sentir. La escena termina. Se aplaude. Nos levantamos. El occidental busca sobre el escenario las claves que le revelen los misterios que han puesto en funcionamiento tan singular espectáculo. Nada. Se abandona la sala y la marioneta danza aún en la mente. Mientras, el bullicioso patio de butacas vuelve a ser una colorida y vívida estampa de Kunisada.

Para saber más sobre el teatro Bunraku:

ADACHI, Barbara C., Backstage at Bunraku: A Behind-The-Scenes Look at Japan’s Traditional Puppet Theatre, New York, Weatherhill, 1985. SHUZABURŌ, Hironaga, Japan’s Unique Puppet Theatre, Tokyo, News Service Ltd. Tokio, 1964.

Fernando Cid Lucas Miembro de la Asociación Española de Orientalistas de la Universidad Autónoma de Madrid. Ha editado y publicado diversos libros sobre Japón, entre los que destacan el reciente: ¿Qué es Japón? Introducción a la cultura japonesa (Servicio de Publicaciones de la UEx, 2009) o la traducción de la obra de Noh Ikuta, de Zenpo Motoyasa (Institución Cultural el Brocense, 2006). * El autor quiere agradecer, profundamente, el buen trato recibido por parte del personal del Teatro Nacional de Osaka, que, en todo momento, no hizo sino facilitar mi trabajo de investigación durante mi estancia allí en noviembre de 2010.

Foto: Andina/Juan Carlos Guzmán

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Gastronomía Kaikan

Hace diez años se inició la revolución de la gastronomía peruana

La cocina, un espacio de orgullo e identidad E

l nacimiento del nuevo siglo coincidió con el despegue de nuestra gastronomía. Gastón Acurio, artífice de este auge, dictó una conferencia sobre cocina peruana en el Centro Cultural Inca Garcilaso de la Cancillería. A ratos, lo hizo como el predicador que seduce a su grey con un discurso que lo incentiva a movilizarse por un sueño, pero sobre todo fue el visionario que sabe qué quiere y a dónde va.

Gritos de libertad La cocina peruana, con toda la riqueza que posee, debió conquistar el mundo hace 50 u 80 años, según Gastón. Pero no ocurrió porque los peruanos estábamos “colonizados emocional y mentalmente”. El cocinero recordó que la elite peruana soñaba con Europa y que hasta hace muy poco primaba lo foráneo sobre lo nativo. Para Gastón, vivíamos hipno-

tizados, creyendo que nuestro destino era ser un país tercermundista. Si no creíamos en nosotros mismos, ¿cómo íbamos a conquistar el planeta? La cocina nos está emancipando. “Es posible cambiar a partir de la cocina, ser liberados y reconocernos como peruanos”, dijo, para luego resaltar el “maravilloso mestizaje” que caracteriza al Perú y cuyos virtuosos frutos pueden saborearse en cada uno de nuestros platos. El chef rememoró que antaño la cocina peruana pertenecía a la esfera de lo privado, porque fuera de casa, en matrimonios o cuando se invitaba a alguien a comer, se consumía comida francesa, como si la peruana no tuviese la suficiente clase para salir de las cuatro paredes. “Los primeros gritos de libertad” –Acurio dixit– comenzaron a escucharse en la década de 1980, en la voz de pioneros como Bernardo Roca Rey, Cucho La Rosa e Isabel Álvarez. Gastón subrayó un hecho clave en el proceso emancipador: hace más de veinte años, Emilio Peschiera abrió un restaurante peruano de primer nivel en Chile, para competir de igual a igual con los europeos. La cocina peruana ingresaba a las grandes ligas. Hoy –reveló– los restaurantes peruanos en Chile son los más caros y sofisticados. Gracias a ellos, se está vendiendo “una marca peruana de alto valor llamada cocina peruana”. “Una conquista sin sangre”, enfatizó.

La unión hace la fuerza

El primer gran logro de la cocina peruana fue la unión de los cocineros. “Empezamos a entender que todos éramos iguales, que cada uno tenía un rol, que no impor“Si los japoneses pudieron inventar un taba que uno tuviese un resmercado en 30 años que hoy tiene un vataurante en Miraflores o una lor de 150.000 millones de dólares, que ha carretilla de anticuchos en generado 40.000 restaurantes japoneses la esquina. Todos formábade calidad en todo el mundo, si los japonemos parte por igual, y con el ses pudieron hacer eso con pescado crudo, mismo valor, de una marca algas y wasabi, ¿por qué los peruanos no que teníamos que construir podemos estar seguros de que vamos a loy defender, una marca que grar lo mismo con nuestro cebiche, nuesnos pertenecía a todos, que

tro tiradito, nuestro ají amarillo?”. Foto: Andina

Kaikan Gastronomía 23 se llama cocina peruana”, explicó. “Teníamos que inventar un mercado en el mundo, un prestigio, y para lograrlo la unión era indispensable”, añadió. El siguiente paso fue la construcción de un discurso, que fundamentalmente consistió en ver a la cocina como “instrumento de promoción del Perú en el mundo y de oportunidades para todos los peruanos”. ¿El próximo paso? “Compartir el discurso con la gente, tratar de que todos los peruanos, sin importar condición, sintieran que tenían en la cocina un espacio de orgullo, de identidad”. El objetivo era que arraigara “el sentimiento de que los peruanos podemos hacer realidad nuestros sueños, de que no somos inferiores y de que podemos ser un país protagónico en el mundo”. Diez años después, los cambios son notables. En los tiempos de Gastón no había escuelas de cocina. Los aspirantes a chef tenían que emigrar a Estados Unidos o Europa para formarse. Hoy existen 6.000 estudiantes de cocina en el Perú. “Un auténtico ejército”, según Acurio, que relevará a su generación y liderará la segunda etapa de la gastronomía peruana. La revolución más grande ha sido la de los restaurantes. En el pasado, se creía que la cocina peruana era solo cocina criolla. En nuestros días, la cocina peruana también es el pollo a la brasa, la cebichería, el chifa, la cocina arequipeña, la norteña, la nikkei, etc. Para Gastón, el Perú tiene dos íconos: Machu Picchu y su cocina. “La cocina peruana es hoy día una razón más para admirar al Perú”, recalcó. “La gastronomía enriquece la experiencia del turista”, apuntó Gastón. “Machu Picchu es más poderoso si tiene una gastronomía que lo rodea”, agregó.

Si Japón pudo…

En 2009 aproximadamente el 90 por ciento de marcas que el Perú exportó al mundo fueron restaurantes. No obstante, Gastón aclaró que la presencia de la gastronomía peruana –en número de restaurantes– en el extranjero es mínima. La ventaja consiste en que su imagen es poderosa. “La demanda está creada. Los restaurantes peruanos de calidad que se hagan en el mundo van a tener éxito”, aseguró. Acurio recordó que “hace treinta años existía un restaurante japonés en cada ciudad, y era para los excéntricos, para aventureros que estaban dispuestos a tener la osadía de meterse en la boca pescado crudo, algas y esa cosa llamada wasabi que te revienta el cerebro” (risas). Tres décadas después, la historia es otra. “Hoy día tú ves a los niños en Lima empujándose como si fuesen chicles eso que antes eran algas, pescado crudo y wasabi”.

La pregunta se cae de madura: “Si los japoneses pudieron inventar un mercado en 30 años que hoy tiene un valor de 150.000 millones de dólares, que ha generado 40.000 restaurantes japoneses de calidad en todo el mundo, si los japoneses pudieron hacer eso con pescado crudo, algas y wasabi, ¿por qué los peruanos no podemos estar seguros de que vamos a lograr lo mismo con nuestro cebiche, nuestro tiradito, nuestro ají amarillo?”. La aventura recién comienza. “Nos toca a nosotros iniciar ese camino y enfrentar todos los retos”, advirtió Gastón. El acceso a los insumos es una muralla difícil de franquear. En Nueva York, abrir un restaurante peruano cuesta el doble que abrir uno italiano. “El restaurante italiano dice ‘quiero cincuenta marcas de pasta’, y aparecen todas en el mercado. El restaurante peruano dice ‘quiero ají’ y le dicen ‘no pasa’. El restaurante italiano pide pizzeros, y hay una cola que da la vuelta a la manzana. El restaurante peruano pide cebicheros, no les dan la visa (risas). Es la verdad. Es el precio del pionero”. El desafío no debe amilanar a los cocineros peruanos. “Todos son obstáculos, pero lo maravilloso es que una vez que pasas esos obstáculos, abres la puerta del restaurante, y si has hecho un hermoso restaurante, si estás comprometido con la calidad, el público lo va a reconocer”. Gastón reconoció que la cocina japonesa partió con ventaja porque tenía el aval de la marca Japón, asociada con la excelencia gracias a Sony. La marca Perú está en sus pinitos y le corresponde a la cocina revalorizarla. Y lo está logrando. El chef reveló que una vez, en Madrid, donde tiene un restaurante, un peruano, propietario de una joyería, le contó que antes de que abriera Astrid&Gastón nadie le compraba joyas peruanas. La marca Perú no tenía valor. Sin embargo, con el éxito del restaurante de Gastón la marca Perú adquirió prestigio. Y la joyería del peruano comenzó a llenarse de clientes. Para el emprendedor cocinero, el principal triunfo de la gastronomía peruana es “haber consolidado entre todos los peruanos un sentimiento de unión alrededor de nuestra cocina, peruanos históricamente enfrentados que de pronto, gracias a la cocina, nos sentimos semejantes, nos sentimos partícipes de un destino”. En diez años se ha producido una gran revolución gastronómica. Pero afuera hay un mundo por conquistar. ¿Qué retos enfrenta la cocina peruana? “Todos”, respondió Gastón. Lo mejor está por venir. (Enrique Higa / Adaptado de International Press)

Foto: Andina/ Juan Carlos Guzmán

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Zoom Kaikan

Agenda Enero

EXPOSICIONES Del 10 al 31 de enero

Exposición de pintura: II Pinceladas GI Noguchi “Intercambio Cultural Perú - Yokohama, Japón” Muestra de pintura de estudiantes peruanos (Colegio Hideyo Noguchi) y de distintas zonas de Yokohama, Japón. “GI”- Noguchi simboliza la belleza espiritual que une a dos pueblos amigos a través del arte y la cultura. Lugar: Hall del Centro Cultural Peruano Japonés

Hasta el 15 de enero

DOMINGO 9

Teatro para niños: El Mago de Oz Dueña de los zapatos mágicos, la niña Dorothy atraviesa miles de peripecias junto a un espantapájaros, el hombre de hojalata y el león para llegar a comprender que las soluciones a nuestros problemas se encuentran dentro de uno mismo. Hora: 4:00 p.m. / Lugar: Auditorio Dai Hall

XXI Salón Anual de Pintura: “40 Aniversario de la Cooperativa Pacífico” Continúa la muestra de fin de año de los alumnos de la XVIII promoción del Taller de Pintura Camino a la Felicidad, que forma parte del Centro Recreacional para la Tercera Edad Ryoichi Jinnai de la APJ. Lugar: Galería de Arte Ryoichi Jinnai

VIERNES 11

D’Otra Esquina: Práctica abierta de tango* Clase práctica del profesor Benjamín Bonilla sobre el festivo y elegante tango porteño que encandila a muchos por sus variados estilos. Después de la clase habrá una sesión de baile abierto hasta la medianoche. Hora: 8:00 p.m. / Lugar: Auditorio Jinnai Colaboración: S/. 5.00

DOMINGO 16, 23 y 30

Del martes 18 al sábado 29

Festival de Títeres: Basumon, el monstruo del basural El Centro de Teatro de Títeres“Antarita”nos presenta esta historia que busca sembrar en los niños conciencia sobre la contaminación y el medio ambiente. Hora: 4:00 p.m. / Lugar: Auditorio Jinnai

INGRESO LIBRE

A todas las actividades (A excepción de *)

AGENDA

Exposición de calendarios japoneses Paisajes, pinturas, tradiciones japonesas, flores, ciudades del mundo son algunos de los motivos y diseños que exhiben los hermosos almanaques japoneses de 2011. Organizan: Asociación Peruano Japonesa y Embajada del Japón. Lugar: Galería de Arte Ryoichi Jinnai

Revise la agenda completa en el portal web de la APJ: www.apj.org.pe. Si desea recibir la agenda mensual a través del e-mail, escríbanos a: [email protected].

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Centro Cultural Peruano Japonés



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Kaikan Zoom Alerta bibliográfica 25

XI CICLO DE CINE JAPONÉS

Ensayo La Segunda Mirada. Memoria del coloquio “Simone de Beauvoir y los estudios de género” Doris Moromisato Ediciones Flora Tristán / NoEvas Editoras Lima – Perú 2008. 182 pp.

Jueves 13

Golpe decisivo (Dotsuitarunen) Director: Junji Sakamoto /Año: 1990/Duración: 90 mn. Ópera prima del cineasta Junji Sakamoto, Golpe decisivo es un biopic pugilístico que presenta la historia de Adachi, un boxeador de los barrios marginales de Tokio, que tienta la fama y fortuna, pero cuyos sueños se derrumban más allá de la fría lona de un cuadrilátero.

Jueves 27

Río sin puente (Hashi no Nai Kawa) Director: Yoichi Higashi / Año: 1992 / Duración: 139 mn. Premiada cinta basada en la novela de Sue Sumii, Río sin puente narra las vicisitudes de un pueblo, Komori, en 1908, donde habita una gran comunidad burakumin (literalmente traducido como ‘habitantes de caserío’), personas no gratas que se dedicaban a labores que la mayoría solía rechazar, como enterradores, verdugos o sepultureros. Los protagonistas, una pareja de hermanos, a pesar de los prejuicios de la sociedad, sueñan con acabar ese aislamiento, logrando así la igualdad para toda la gente. Hora: 7:30 p.m. / Lugar: Auditorio Dai Hall Ingreso libre, capacidad limitada

SABADO 22

¡¡¡Manitos a la obra!!! La Biblioteca Elena Kohatsu enseñará a los niños cómo elaborar un portarretrato. Los asistentes sólo deberán traer una fotografía. Se entregará material y diseños que los pequeños podrán escoger para realizar su manualidad. Dirigido a niños de 7 a 12 años. Hora: 10:15 a.m. / Lugar: Biblioteca Elena Kohatsu Ingreso libre, previa inscripción en Biblioteca / Telef. 518-7450 Anexo 1055 - 1056. E-mail: [email protected]

MARTES 25

Los que nos hacen cantar Un selecto grupo de intérpretes de música criolla se reunirá para cantarle a Lima en el mes de su aniversario. Conduce el maestro Alejandro Lara. Organizan: Asociación Peruano Japonesa y Asociación Peruana de Autores y Compositores (APDAYC) Hora: 7:30 p.m. / Lugar: Auditorio Dai Hall

El ombligo en el adobe. Asedios a José Watanabe Maribel de Paz Grupo Editorial Mesa Redonda S.A.C Lima – Perú 2010. 270 pp.

Historia Las cronologías del formativo. 50 años de investigaciones japonesas en perspectiva Meter Kaulicke Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú 2010. 438 pp.

Poesía Hojoki. Canto a la vida desde una choza Kamo no Chomei Editorial CEC, S.A. Caracas – Venezuela 2004. 73 pp.

Artes Grabados japoneses Gabriele Fahr-Becker Taschen Köln – Alemania 2007. 200 pp. Dibuja manga shojo Keith Sparrow Parragón Ediciones, S.A. Barcelona – España 2007. 50 pp.

Biblioteca Elena Kohatsu 8° Piso Torre Jinnai Centro Cultural Peruano Japonés Teléfonos 5187450, 5187500 anexos 1055, 1056, e-mail: [email protected] Horario: De lunes a viernes de 10:00am a 6:00pm, sábados de 10:00am a 1:00pm

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Galería Kaikan Kaikan

Premio a escritor Gracias al auspicio de la Cooperativa de Ahorro y Crédito AELUCOOP, el escritor Miguel Ruiz Effio fue premiado con US$ 2,000 por ser el ganador del Concurso Nacional de Cuento de la Asociación Peruano Japonesa 2010 “Premio José Watanabe Varas”, que tuvo como jurado a los escritores Marco Martos, Antonio González y Augusto Higa.

Miguel Ruiz recibe de Pedro Miyasato, presidente de AELUCOOP, el cheque por US$ 2,000 como premio por haber ganado el concurso de cuento de la APJ.

Takako Akamine, presidenta de la Asociación Femenina Peruano Japonesa; Pedro Miyasato, presidente de AELUCOOP; escritor Antonio González; Harol Gastelú, mención honrosa; Miguel Ruiz, ganador del concurso; Augusto Higa, escritor; y Akira Yamashiro, director de Cultura de la APJ.

El alcalde de La Victoria, Alberto Sánchez Aizcorbe (segundo de la derecha) se hizo presente en la premiación a Miguel Ruiz, también ganador de un concurso de cuento organizado por dicha comuna.

Graduación del Taller Camino a la Felicidad El 16 de diciembre se graduó la XVIII Promoción del Taller de Pintura Camino a la Felicidad “40º Aniversario de la Cooperativa Pacífico”.

Graduados Kazuo Yogui, Fumiko Yagui, Violeta Ueda y Tomiko Tokashiki con sus padrinos, Armando y Yumi Ouchida, y directivos de la colectividad nikkei. Los graduados, acompañados de Akira Yamashiro, director de Cultura de la APJ; Maruja Abanto, profesora del taller, Ernesto Takuma, promotor del taller y los padrinos de la promoción.

27 Kaikan Kaikan Galería 27

Agasajo por el natalicio

del emperador de Japón Una recepción por el natalicio del emperador Akihito ofreció en su residencia de San Isidro el embajador del Japón, Shuichiro Megata, quien destacó la finalización de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con el Perú como un hecho que permitirá un mayor fortalecimiento entre ambos países.

La Asociación Urasenke Tankokai del Perú celebró la Ceremonia del Té.

Numerosos asistentes al agasajo.

Luis Sakoda, Florentino Tabata, Toshiro Konishi, Fernando Ojeda, Rafael Yamashiro y César Tsuneshige.

Ministro de Comercio Exterior y Turismo, Eduardo Ferreyros; ministra de la Mujer y Desarrollo Social, Viriginia Borra; embajador del Japón y esposa, Shuichiro y Reiko Megata; ministro del Ambiente, Antonio Brack Egg; y ministro de la Producción, Jorge Villasante.

Princesita condecorada En reconocimiento a sus 50 años de vida artística, Angélica Harada Vásquez “Princesita de Yungay” fue condecorada por el Congreso de la República.

Foto: Congreso de la República

El cantante nikkei Yochan Azama fue el encargado de interpretar los himnos del Perú y Japón.

La destacada intérprete recibió la Medalla de Honor del Parlamento Nacional de manos del presidente del Congreso, César Zumaeta Flores en ceremonia realizada el 17 de diciembre. La distinción fue promovida por el congresista ancashino Wilder Calderón.

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Galería Kaikan

Una estrella de cuentos La biblioteca Elena Kohatsu cerró su espacio La Hora del Cuento de este año con una presentación de Pepe Cabana Kojachi “Mukashi Mukashi”, quien deleitó a grandes y chicos con cuentos en torno a las tradiciones y costumbres de diversos pueblos en las fiestas navideñas.

Todos participaron en la narración de los cuentos. Asimismo, los asistentes recibieron dulces y el tradicional panetón por parte de la Biblioteca.

Pepe Cabana Kojachi con uno de sus entrañables personajes.

Donaciones Libros para la biblioteca. El 17 de diciembre, la Biblioteca Elena Kohatsu recibió una valiosa contribución de manos de Alicia Sakaguchi, quien donó 42 libros valorizados en US$1000. Recibieron la donación Teodoro Tsuja, presidente de la APJ, Akira Yamashiro, director de Cultura y Paola Castillo, jefa de la Biblioteca.

Idioma japonés.

Televisor para Centro Jinnai.

José Watanabe, vicepresidente de Panasonic, realizó la entrega de un televisor plasma de 50” para el Centro Recreacional para la Tercera Edad Ryoichi Jinnai. La donación fue recibida por el presidente de APJ, Teodoro Tsuja y la directora del centro, Rosa Nakamatsu.

A través de Reiko Megata, esposa del embajador del Japón en el Perú, la agrupación Kasumigaseki Fujinkai donó a la APJ un conjunto de ejemplares de la famosa serie de libros de imagen o “Shiba Wanko”. El presidente de la APJ, Teodoro Tsuja, la directora de Idioma, Margarita Miyashiro, el director de la Unidad de Cursos, Arturo Yara, y miembros del Consejo Directivo recibieron la donación de esta agrupación, conformada por cerca de 500 esposas de diplomáticos y miembros del Ministerio de Asuntos Exteriores del Japón, que brinda apoyo a proyectos de organismos no gubernamentales dedicados a actividades sociales.

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Roja y blanca

Festejo Ritmo, Color y Sabor.

(Fotos: Roberto Orihuela)

Navidad

La agrupación Perú Nikkei Ritmos y Colores cerró el año con un vistoso festival de danzas de las distintas regiones de nuestro país. Io Patati, baile de Loreto.

Valicha, danza cusqueña.

Zamacueca de Ica.

Elenco en pleno, con el profesor Luis Alberto Sánchez, director de la agrupación.

Recital coral El coro del Colegio Juan XXIII se presentó el 12 de diciembre en el auditorio Dai Hall. Dirigidas por la maestra Sechi de Ikemiyashiro, las integrantes interpretaron temas tradicionales de China, folclore del altiplano y canciones populares de España.

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