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¿SOMOS SANADOS FISICAMENTE POR SUS LLAGAS?
Isaías 53 “4. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” El tema de la sanidad de nuestras enfermedades y dolencias físicas ha sido uno de los que mas han interesado al hombre a través de los siglos. Pero, especialmente en esta época, las industrias del cuidado de la salud ha sido un negocio billonario sin precedente. Hoy en día, hay todo tipo de soluciones para la perdida de pesa y otras tantas para las dietas, nutrimentos orgánicos y complementos alimenticios que promueven la salud física.
Al mismo tiempo, en la cristiandad tradicional, se ha mostrado un fenómeno orientado hacia la salud física también. Pero, este es acompañado de expresiones y movimientos carismáticos donde se llevan a cabo campañas de sanidad y milagros aunadas a movimientos de renovación espiritual. Todo ello, trae un condicionante: “si tienes fe como un grano de mostaza podrás recibir tu milagro” y “el milagro es de acuerdo a lo grande de tu fe”. El tener fe, es acompañado de sanidad según la cristiandad tradicional afirma. Se ha basado la doctrina de la sanidad en un versículo del profeta Isaías capitulo 53 donde se afirma que “por sus llagas somos sanados”. Pero, ¿es esto bíblico? Es decir, ¿es cierto que Dios nos sana por medio de las llagas y dolores que nuestro Señor Jesucristo sufrió en la cruz? ¿Se refiere este versículo a la crucifixión y calvario de Cristo?
Capitulo 1 TOCA, PIDE, BUSCA Y CLAMA A MI Escrituras como las siguientes son usadas en el contexto de sanidad física de nuestras enfermedades y dolencias. Todas en relación a la supuesta verdad bíblica de Isaías 53 “y por sus llagas somos sanados” de donde se desprende la doctrina de la sanidad y que es sostenida por la mayoría de los cristianos evangélicos. Lucas 11 “9. Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 10. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” Jeremías 33 “3. Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”
Hebreos 11 “6. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 4 “14. Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” Mateo 17 “20. Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.” Es verdad que la Palabra de Dios nos enseña a pedir, tocar, buscar, clamar, tener fe, acercarse confiadamente, etc. Mas estos versículos en muchas ocasiones son sacados fuera de contexto y con una intención que solo es egoísta y personal. En ocasiones los usamos para querer pedirle a Dios que haga lo que nosotros creemos necesitar, no tanto lo que conviene a la voluntad de Dios en nosotros. Al ser humano no le agrada sufrir y padecer necesidades. La confusión del entendimiento de algunos pasajes bíblicos nace precisamente del egoísmo del hombre caído no regenerado por la gracia de Dios. Existe un mover entre las
comunidades de creyentes que han sido infectadas por una doctrina errónea. Este mover tiene sus raíces en el evangelio de la prosperidad donde se le enseña al cristiano que Dios no lo quiere nunca enfermo y siempre lo quiere ver de victoria en victoria, de milagro en milagro y en plena prosperidad económica y material. El énfasis es en lo material y terrenal. El énfasis no es lo espiritual. Se les enseña que si lo concibes en tu corazón, y lo confiesas con tu boca el bien deseado, entonces lo traerás a la existencia. Otros lo resumen como: “confiésalo y lo recibirás”. Igualmente, estas ideas son basadas en versículos tomados fuera de contexto de la Biblia y usados egoístamente. Por la mayoría de los casos, los pasajes de sanidad han sido tomados de esta forma y se basan en una pobre comprensión de Isaías 53:4 “por sus llagas somos sanados”.
Capitulo 2 LA DOCTRINA DE LA SANIDAD
El pasaje de Isaías 53 es tomado por la cristiandad tradicional para sostener la doctrina de la sanidad. Según los que la defienden, aseguran que Cristo padeció en el calvario y en la cruz todas las enfermedades que podamos los seres humanos experimentar: ebola, pestes, hambrunas, viruela, tifoidea y cualquier otra enfermedad conocida hasta ahora por la ciencia o ignorada por la misma. Absolutamente toda enfermedad física fue padecida por nuestro Salvador en la Cruz del Gólgota según lo aseguran. Adicionan también que Cristo cargo nuestros dolores y padecimientos. Todo ello, lo hizo no solo en la Cruz, al momento de ser crucificado, sino en su calvario: cuando le golpearon, arrancaron los pelos de su barba, le escupieron, laceraron, y empujaron. Todo, según lo sostienen, fue sufrido por Cristo en su cuerpo y sus llagas son las que nos ofrecen sanidad física a cualquier enfermedad, solo necesitamos creer y tener fe en su sufrimiento y en su padecimiento. Muchos de los creyentes hemos estado relacionados con e inclusive otros han pasado por “el valle de sombra de muerte” Salmo 23 “1. Jehová es mi pastor; nada me faltará. 2. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. 3. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 4. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 5. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. 6. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.”
La Palabra de Dios no minimizamos la seriedad de una enfermedad o dolencia física o la perdida de un ser querido. Pero si nos enseña y nos da una seguridad en lo que Dios realmente dice. Lo cual es contrario a lo que nuestras emociones quieren que diga o enseñan erróneamente que dice. La religión y las tradiciones, aunadas con el egoísmo del hombre en su afán por alcanzar agradar a Dios, le hace ver cosas y leer cosas que realmente la Biblia no dice ni enseña. De este mal entendido, nacen expresiones tales como: “es que Dios me va a sanar y lo se…” “ Dilo, confiésalo y decláralo…y lo recibirás si tan solo lo pides con fe…” “se que Dios me dará el milagrito, porque se lo estoy pidiendo con fe…”, etc.
Capitulo 3 LA VERDAD DE ISAIAS 53
¿A que se esta refiriendo el versículo de Isaías 53 donde dice: por sus llagas somos sanados? La respuesta a Isaías 53, se encuentra en los evangelios. Veamos: Mateo 8: “14. Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. 15. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. 16. Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; 17. para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.” En este pasaje encontramos el cumplimiento de lo que Isaías había escrito referente a que “por sus llagas somos sanados”. Es interesante notar que el apóstol Pedro era casado. Leemos que su suegra estaba postrada en cama. Tenia fiebre. Cristo toca su mano y la fiebre le deja. Fue un milagro y sanidad instantánea. En el momento. Tan ese así, que ella se levanto y les sirvió. ¿Por qué tantos milagros? Los milagros formaron parte primordial de dispensación de la Profecía y de la Ley. Esta dispensación es descrita por el apóstol Pablo en el libro de los Efesios y confirmada por el apóstol Pedro en el día de Pentecostés. Efesios 2 “11. Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los
gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. 12. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.” Hechos 3 “18. Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer. 19. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, 20. y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; 21. a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo. 22. Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; 23. y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo. 24. Y todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han anunciado estos días. 25. Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. 26. A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.” En esta dispensación, que originalmente fue anunciada desde el huerto del Edén en Génesis 3:15. Consiste en la promesa hecha a los patriarcas: Abraham, Isaac y Jacob. Pasada de igual forma a la Tribu de Judá y confirmada en el
rey David. Por ello, Cristo es el “hijo de Abraham, el hijo de David” Mateo 1:1 Esta promesa involucra el establecimiento del reino de los cielos en la tierra bajo el reinado del Mesías de Israel. Isaías 9 “6. Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. 7. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.” La dispensación de la Profecía y Ley, fue acompaña de sanidades físicas, expulsión de demonios, resurrección de muertos con demostración de señales y prodigios. Todo ello, con el fin de afirmar la autoridad del Mesías el Cristo. Veamos nuevamente el pasaje donde se cumple Isaías 53: Mateo 8 “14. Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. 15. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. 16. Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; 17. para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.” Notemos que cuando llego la noche, y ya la suegra del apóstol Pedro al ser sanada andaba sirviéndoles, muchos
endemoniados y muchos enfermos vinieron a Cristo. Y, todos fueron sanados. Cristo, sano a todos los que vinieron a el en ese momento. Esto, no fue algo que soliera hacer durante su ministerio terrenal. Por ejemplo, tenemos el caso del paralitico de betesda. Juan 5 “1. Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. 2. Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3. En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. 4. Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. 5. Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? 7. Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. 8. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. 9. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.” A través de este incidente, en el ministerio terrenal de Cristo, vemos que en muchas ocasiones, las sanidades fueron selectivas. En esta ocasión, había una multitud de enfermos, ciegos, cojos y de paralíticos, esperando el mover del agua. Pero, nuestro Señor Jesucristo se acerco a este paralitico en particular. Le pregunto: ¿Quieres ser sano? Y lo sano al instante. Igual que con la suegra del apóstol Pedro.
Pero, en Mateo 8, vemos que esa noche, “trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos.” ¿Cuál fue la razón de ello? Fue precisamente para cumplir lo que fue dicho por el profeta Isaías en el capitulo 53 donde leemos sobre lo que haría el Mesías de Israel cuando viniese: “que El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias”. Este versículo de Isaías 53, no nos esta hablando de la crucifixión o del calvario de Cristo. Es mas, faltarían diez y nueve capítulos mas para que Mateo nos hablar sobre la Cruz de Gólgota. Los discípulos no comprendían cuando Cristo les hablaba de su sufrimiento y muerte. Lo que vemos en Mateo 8, ocurre aproximadamente seis meses después de haber iniciado su ministerio terrenal y tres años antes de su muerte y crucifixión.
Capitulo 4 LA CRUZ DE CRISTO
Los doce Discípulos, no comprendían aun sobre el sufrimiento y futura crucifixión del Mesías. Cuando Cristo les hablaba de ello, no lo entendían. Lucas 18 “31. Tomando Jesús a los doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre. 32. Pues será entregado a los gentiles, y será escarnecido, y afrentado, y escupido. 33. Y después que le hayan azotado, le matarán; mas al tercer día resucitará. 34. Pero ellos nada comprendieron de estas cosas, y esta palabra les era encubierta, y no entendían lo que se les decía.” Lucas 4 “14. Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor. 15. Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos. 16. Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 18. El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19. A predicar el año agradable del Señor. 20. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 21. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. 22. Y
todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?” Aquí vemos la razón y el porque de Mateo 8 cuando trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos. Tenia que ser así para que tuviera cumplimiento la promesa echa a los patriarcas y anunciada por los profetas desde tiempo antiguo. Cristo estaba a su vez, cumpliendo lo que seis meses atrás había leído en la sinagoga de Capernaum cuando le dieron a tomar el libro de Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.” Es de esta forma que tuvo su cumplimiento lo que el profeta Isaías escribió cuando dijo: “ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. Esa noche, después de haber sanado a la suegra del apóstol Pedro, Cristo cumplió esta profecía del Mesías y sano a todos los enfermos y todos los endemoniados.
Capitulo 5 LA SANIDAD EN LA GRACIA En la presente dispensación de Gracia, anunciada por el Cristo glorificado y exaltado – Filipenses 2, el creyente es sanado no por las llagas de Cristo, sino en su sacrificio en la Cruz. Pero, es sanado de sus pecados y delitos. La sanidad que Cristo realiza por el cuerpo de creyentes que es la Iglesia no es una sanidad física sino espiritual. Es decir, en la presente administración y régimen nuevo del espíritu, se nos promete un nuevo cuerpo de gloria, no sanidades físicas instantáneas y mucho menos el aplicar versículos bíblicos que ya tuvieron su cumplimiento durante el ministerio terrenal de Cristo como si todavía lo estuviera haciendo. Eso no impide que El señor Jesucristo realice milagros de sanidad hoy en día. Mas, los milagros de sanidad física no son la razón por la que murió por nosotros en la Cruz del Calvario. Cristo muere para que seamos sanados de la enfermedad espiritual llamada pecado, no muere para que no tengamos enfermedades físicas o padecimientos. Cuando nuestros padres se rebelaron en el huerto del Edén
en contra de Dios, entro en la sangre de Adán y de Eva, una enfermedad espiritual. Y, como resultado de ello, la muerte entro en el hombre. Levítico 17 “11. Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.” La vida se corrompió. El hombre ahora estaba infectado. Esta enfermedad espiritual, causo la separación total del hombre con Dios y la depravación del hombre mismo en su interior, en su ser. Hoy en día, todos los seres humanos que nacen en este planeta tierra, nacen muertos espiritualmente. Romanos 3 “10. Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11. No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. 12. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. 23. por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,” Romanos 5 “12. Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” Romanos 6 “23. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
A través del primer Adán, la enfermedad del pecado entro a toda su descendencia. Vemos que Dios Jehová, creo a Adán de acuerdo a su imagen y semejanza. Pero, cuando fueron arrojados del huerto del Edén, la descendencia de Adán fue creada de acuerdo a la imagen de Adán, ya no de Jehová Dios. Génesis 1 “26. Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” Génesis 5 “1. Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. 2. Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados. 3. Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.”
Capitulo 6 LA GRACIA DA VIDA En su inmensa providencia, nuestro Padre Eterno, ofrece en Cristo vida y sanidad espiritual. La muerte, será el ultimo enemigo en vencer. Pero, es un hecho que será vencida. 1 Corintios 15 “25. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. 26. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.” El mundo esta bajo el maligno. Y, vivimos en el mundo, aunque no somos parte del mundo. 1 Juan 5 “19. Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.” Por ello, y debido al pecado de nuestros padres Adán y Eva, no solo el pecado espiritual afecto al hombre en su interior,
en su ser, sino que también lo que formaba parte de su entorno. Su mundo fue afectado. La creación fue afectada. Génesis 3 “13. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. 14. Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. 17. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 20. Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 21. Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. 22. Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. 23. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. 24. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.”
El creyente verdadero en el Señor Jesucristo, se enferma. Se enferma y padece sufrimientos y dolencias porque forma parte de su llamamiento. Dios nos dice que es necesario padecer. Es a través de las tribulaciones, problemas y sufrimientos que la imagen de Cristo se va formando en nuestro hombre interior y eso es lo que a Dios le interesa como prioridad dentro de su voluntad. Dios solo tiene una voluntad y un solo designio eterno: darle la gloria y la preeminencia a Cristo en todo. Efesios 1: 11. “En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,” Efesios 3: 11. “conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor,” Colosenses 1 “15. El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18. y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19. por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20. y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. 21. Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os
ha reconciliado 22. en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;” Dios el Espíritu Santo hará todo lo que tenga que hacer para que, a través de pruebas, tribulaciones, enfermedades, victorias, bendiciones, problemas, etc., la imagen de Cristo se forme en el creyente, porque ese es el designio de Dios. 2 Corintios 3 “17. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.” Es a traves de su sangre derramada en la Cruz, de su vida ofrecida en sacrificio santo y puro, que el creyente habiendo estado infectado por el pecado es ahora sanado de la mas terrible enfermedad y reconciliado con Dios. En este presente siglo malo, donde hay enfermedades y dolencias, Dios nos otorga gracia. Su providencia es ahora conocida como gracia y nos dice como al apóstol Pablo: “9. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” 2 Corintios 12. ¿Debemos orar para ser sanados físicamente? Por supuesto que si. Mas, el que Dios nos sane o no nos sane, no determina su amor por nosotros. Su amor, ya ha sido
mostrado en que aun siendo pecadores y aun estando muertos en delitos, El nos amo. Romanos 8 “8. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” El vivir del creyente en el Señor Jesucristo va mas allá de las aflicciones del tiempo presente. Dios nos promete sanidad total física al ofrecernos un cuerpo de gloria, el cual nunca se enfermara. 2 Corintios 5 “1. Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. 2. Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; 3. pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos. 4. Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5. Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. 6. Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor 7. (porque por fe andamos, no por vista); 8. pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. 9. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.”
La nueva vida en Cristo es la mas grande bendición de sanidad que Dios nos ha dado en esta dispensación de gracia,
donde somos ahora una nueva criatura creada para agradarle al Señor y vivir para su Gloria. Efesios 2 “10. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Romanos 8 “18. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. 19. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. 20. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; 21. porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. 22. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23. y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24. Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25. Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.”
SOLI DEO GLORIA