Tema: Tolerancia en tiempos de crisis Autor: Francisco Torres

“Tolerar, es mucho más que dejar hacer para que no nos molesten. Es el respeto que posibilita la convivencia y el descubrimiento de nuevos horizontes” Padre Pío La tolerancia como valor humano es el que nos da la capacidad de escuchar y aceptar a las demás personas tal y como son. Es importante entender este valor para conseguir la paz, ser tolerante el uno con el otro, sobre todo cuando existen diferencias entre integrantes de una misma familia, en el trabajo, en la comunidad, en el sector que nos rodea, para vivir en concordia con los demás, comprendiendo que todos somos parte de una misma realidad. Es tan importante la necesidad de ser tolerantes que instituciones de arraigo internacional como la Organización de Naciones Unidas (ONU) han declarado el día 16 de noviembre como el Día Internacional de la Tolerancia, puesto que creen necesario que las personas se concienticen sobre este importante valor para la humanidad. Llevando el tema a nuestro país, en estos momentos Venezuela está urgida de tolerancia en todos los niveles políticos, sociales y económicos, y así una sociedad no puede tener prosperidad. El venezolano se caracteriza porque somos agradables, simpáticos e inteligentes y, en grupos, por su gritería y apasionamiento en lo que hacemos, pero en los últimos años debido al confrontamiento político que vivimos, los niveles de intolerancia alcanzados no se habían visto nunca antes en el país. Es importante resaltar que Venezuela y el mundo entero necesitan de tolerancia, pero no esperes a que otro cambie primero, comienza por hacerlo tú, como actitud y fortaleza para tu vida personal. Con el Ensayo se busca indagar más sobre la tolerancia. En estos momentos en que el país está urgido de tolerancia, ¿crees importante que los venezolanos podamos reconocer y aceptar el pensamiento ajeno?, ¿consideras que en Venezuela hace falta ser tolerante?, ¿te profesas una persona tolerante?

Tema: Ingredientes para la felicidad Autor: Randa Abdel La felicidad se origina cuando las personas creen haber alcanzado con éxito un objetivo que se han propuesto con antelación. Sin embargo, la sociedad de hoy en día ha establecido tendencias, estándares y presión para casi cualquier aspecto de la vida cotidiana y lamentándolo mucho la felicidad, no es la excepción. Actualmente las personas viven tanto estresadas como preocupadas por alcanzar la felicidad, pero si la felicidad es causante de alegría y satisfacción y viceversa, ¿por qué pasar por malos momentos para encontrarla? Pues resulta que la felicidad no es la meta, es el camino. Si vivimos día a día con la meta de encontrar la felicidad y no de ser felices en ese momento, pues jamás lo seremos, ya que el ser humano por naturaleza no es conforme. Esto se debe en gran parte al papel que juega la sociedad en este punto. Ella ha establecido que ser feliz se basa esencialmente en poseer gran poder adquisitivo, lo que trae consigo un estatus social alto, una familia perfecta, una carrera de prestigio cursada en una universidad de excelente reputación, muchísimos amigos, belleza, entre otros. Si nuestra meta de vida es ser felices, pero buscamos cosechar la felicidad impuesta por la sociedad, simplemente no estamos viviendo. La felicidad depende de cada persona y es tan subjetiva como diversa. Para algunos la felicidad es el conocimiento, para otros es la habilidad de ignorar ciertos aspectos. Para ciertas personas la felicidad consiste en tener una innumerable cantidad de amigos y para otros es la dicha de contar con unos pocos que son sinónimo de calidad, y ninguna de las opciones anteriores están mal, todas pueden significar felicidad, siempre y cuando sea una decisión propia y lo que alegre cada día. Por lo que los ingredientes para la felicidad son pocos, varían según las personas y se pueden encontrar fácilmente: confianza, humildad, dormir menos y soñar más, elección, no dejarse controlar por las personas, el dinero o experiencias pasadas poco placenteras, dejar ir, positivismo, ser agradecido por lo que se mantiene, esperar con ansias lo que pueda venir y lo más importante: todo aquello que nos cause una tremenda alegría sin importar lo que este escrito anteriormente como un ingrediente.

Yo voy a ser feliz y no se cuando vuelva… Lo que realmente importa, ¿para ti que es felicidad?

Tema: Perfeccionismo vs. Aceptación Autor: Susana Silva “Tengo que hacerlo yo para que quede perfecto”…“Terminaré cuando quede perfecto”… ¿Suena familiar? Existe una creencia generalizada que ser perfecto es una virtud, que haciendo todo “perfecto”, vamos a tener lo que queremos. Dar lo mejor de sí y trabajar esforzadamente es bueno, pero perseguir la perfección es malo. La idea de que si somos perfectos alcanzaremos nuestras metas y seremos felices no tiene fundamento y el perfeccionismo es sólo una forma elegante de esconder el miedo. El perfeccionismo es relativo y puede existir sólo en la mente del individuo; este crea su propio estándar sin tomar en cuenta las referencias o aportes de otras personas. El perfeccionismo hace que la persona evite vivir nuevas experiencias por temor a equivocarse. Podemos decir que el perfeccionismo es un temor escondido que protege el sentido de seguridad, creatividad y autoestima en la persona, y le impide conocerse más y aceptarse como es. La perfección es una utopía. Es importante que te aceptes como eres, que trabajes en tus debilidades, pero sin complejos, sin presión, y enfoques más tu energía en lo que si te gusta de ti. En tus fortalezas, en “eso” que te hace único. No tienes que buscar hacer todo “perfecto” todo el tiempo. Lo perfecto no existe, busca lo mejor de ti. Tus virtudes y fortalezas propias te llevarán a alcanzar tus metas ya que pesan mucho más que tus debilidades. Deja el miedo, y valórate. No te limites porque “algo te falta” (a todos nos falta algo). Son más las cosas positivas, el resto, las debilidades, las podemos mejorar hasta cierto punto. El perfeccionista está acostumbrado a recibir aplausos y reconocimientos; se vuelve adicto a la aprobación de los demás a tal grado que, cuando no la obtiene, se siente miserable y afanoso. Te invito a vivir y a disfrutar en función de tus propios logros. Por otro lado, una persona que se esfuerza de manera sana para alcanzar sus metas, vive y disfruta en función de lo que realiza, sin importarle lo que opinen los demás. Es importante que fomentemos la apertura y el espacio donde las personas podamos intercambiar ideas y metodologías que nos enriquezcan, y podamos ser comprensivos y empáticos los unos con los otros y, lejos de

caer en señalamientos y descalificaciones, entendamos que cuando caemos es cuando aprendemos a levantarnos. Cuando aceptamos nuestras imperfecciones, nos encontramos de frente a nuestro YO más genuino. ¿Te consideras una persona perfeccionista? ¿Qué consecuencias te ha traído el perfeccionismo? ¿Qué cambiarías en tu vida si reconocieras tus imperfecciones?

Tema: Una pelota y un par de amigos para ser feliz Autor: Iman Salame

No es raro hoy en día ver a niños de 6 años con un iPhone, tabletas, etc., y de último modelo incluso, cuando a esa edad, por lo menos para mi generación, bastaba con una par de juegos y amigos para ser feliz, el encontrarnos una tarde con nuestros compañeros de clase donde cada quien llevaba lo que tenia, una pelota, perinola, yoyo, trompo, quizás estos últimos, no son ni siquiera de conocimiento para esta nueva generación. Estamos en una era en donde la tecnología abarca cada vez más el espacio y la vida de las personas, y entiendo que por una parte, involucrar a los infantes en esto les pueda brindar un beneficio para su futuro, pero este beneficio puede convertirse en algo perjudicial si no se controla. Actualmente, los pequeños, desean cada vez más los aparatos tecnológicos y, por alguna razón, los padres acceden sin ningún problema a estos deseos, sin preocuparse por establecer, al menos, un límite de su uso, y detrás de toda esta evolución tecnológica, es de donde surge mi pregunta, ¿son los niños realmente felices o buscan llenar vacios con la tecnología? Escuche una vez en un parque, en donde me encontraba tranquilamente con mis amigos, sin uso de celulares, a un niño decirle a otro “Estoy aburrido”, cuando a su alrededor tenían muchísimas cosas divertidas que un niño puede hacer, y creo, que es gracias a esta “adicción a la tecnología”, por así llamarlo, que no encuentran diversión en las cosas sencillas y placenteras que ofrece la vida. Al estar cada vez más involucrados en una pantalla, se pierde paulatinamente el gusto y placer por lo que realmente importa en la vida y que puede, verdaderamente, brindar un estado de tranquilidad y felicidad. Cada día, es menor el tiempo que compartimos con un ser querido y más el tiempo que se dedica al uso de la tecnología. Cada vez son más y más las aplicaciones que aparecen con el fin de “observar la vida de los demás a través de una pantalla”, llevando al ser humano a un estado de sedentarismo, y en resumidas cuentas, a un vacío interior. Por mi parte, considero que a los pequeños se les debería limitar el uso de estos aparatos, y volver a inculcar en ellos el gusto que pueden encontrar

en las cosas simples de la vida, ya que en un futuro, son estas pequeñas cosas las cuentan, las que realmente nos importan y que sin lugar a duda, nos brindarán momentos de felicidad. ¿Tú que opinas? ¿Son los niños verdaderamente felices con tanta tecnología o solo buscan llenar con esta la falta de felicidad en su vida?