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Economía fantasma Raúl Prada Alcoreza
La economía del capitalismo especulativo, en gran parte, se ha vuelto fantasma; vale decir que no solo forma burbujas especulativa, precios de inflación, tasas de retorno rápidas, que convierte las crisis de sobreproducción en crisis financieras, sino que, además forma toda una
economía fantasma. Todo un conglomerado de empresas inexistentes, de brókeres, funcionan en el mundo. Se trata de empresas agentes, mediadoras, que no tienen residencia, estructura, materialidad, sino que median, subcontratan, congregan, relacionan y vinculan a otras empresas, que si existen. Sin embargo, se llevan la mejor parte de las ganancias. Por sus lobbies con gobiernos y estados logran concesiones, contratos jugosos, los mismos que no tienen, en contrapartida ningún respaldo técnico, ninguna garantía material, ni empresarial. Son empresas que podríamos llamarles aventureras, si el nombre no les quedaría grande, pues no arriesgan nada. Los gobiernos llegan a acuerdos, convenios, concesiones y contratos con estas empresas fantasmas, debido, como hemos dicho, a los lobbies habilosos con instancias claves de los gobiernos; lobbies efectivos donde presumiblemente se debe al desenvolvimiento de la economía política del chantaje, vale decir del enganche de altos personeros o de un conjunto o estructura paralela establecida desde ya por el Estado en cuestión.
Los gobiernos comprometidos con esta economía fantasma presentan estos contratos como logros económicos de su gestión. Generalmente estos contratos no se cumplen o se cumplen parcialmente. Cuando esto ocurre no se puede echar la culpa solo a las empresas fantasmas, pues, como no existen, no asumen su responsabilidad legal. Como resultado, si la empresa fantasma sigue jugando a esta economía fantasma, puede revisar el contrato, proponer un nuevo cronograma, replantear el proyecto, volver a efectuar nuevas subcontrataciones, incluso pagar los castigos. Si deja de jugar la fantasmagoría económica en un contrato específico, desaparece, dejando los costos y la estafa al gobierno, por lo tanto al Estado víctima, costos que, al final de cuentas, paga el pueblo. Se puede hacer un mapa del recorrido de estas empresas brókeres haciendo seguimiento a sus concesiones y contratos no cumplidos.
Ante estos hechos los gobiernos más corruptos ni se inmutan. Emplean la demagogia para encubrir semejantes huecos en la economía del país. La retórica, si se puede usar este nombre, que también queda grande, pues se trata de burdos encubrimientos, efectuados con propaganda, publicidad, llenados de listas de datos donde se presenta parte del cumplimiento de los contratos, que generalmente solo corresponde a trámites administrativos, ejecuciones presupuestarias; es decir, estadísticas en el papel. A veces se tiene hasta el descaro de presentar fotografías, como queriendo hacer fehaciente lo que es una
rotunda falsedad. Muchas veces la opinión pública queda embaucada, sobre todo cuando ha dejado que la pusilanimidad le invada su conducta, que resulta, en esta actitud de dejadez, complicidad pasiva.
La empresa fantasma es una compañía quimera, es como vehículo para diferentes operaciones empresariales, sin contar con activos significativos, tampoco operaciones propias. Las empresas fantasmas no son exactamente ilegales. Forman parte de la llamada economía sumergida, característicamente de aquella basada en paraísos fiscales. Por ejemplo, se usa esta táctica de camuflaje en una maniobra clásica para eludir impuestos, basada en la compra y venta a través de compañías fantasma en paraísos fiscales, con el objeto de ocultar beneficios auténticos. La firma principal lleva a cabo sus manipulaciones nacionales e internacionales a través de compañías fantasmas; en este caso no tiene que reportar a su país los importes, evitando impuestos. Por ejemplo, una compañía fantasma sería el de una firma fabricante de productos que establece una compañía fantasma para vender sus productos como marca blanca de un distribuidor minorista de precios bajos. La firma, al ocultar su relación con el distribuidor de descuento, el hecho de que sus productos se vendan como marca blanca, evita diluir el precio de su marca principal, que es más cara.
Esta economía fantasma tiene como una forma de composición o si se quiere, de instrumentación. Hablamos de la sociedad instrumental, que es interpuesta, también hace de pantalla. La sociedad interpuesta, instrumental, pantalla, es aquella sociedad, empresa o compañía que se crea con el objetivo de eludir impuestos, evasión fiscal, también para encubrir prácticas paralelas de corrosión y corrupción financiera. Las grandes corporaciones, grupos empresariales y grandes bancos actúan, en ocasiones, con empresas instrumentales en paraísos fiscales. La sociedad instrumental, dependiendo del contexto así como del país, puede ser legal; se constituye generalmente con un pequeño capital social para cubrir los costos de objetivos fiduciarios, cuyo alcance de responsabilidad es limitado.
Vinculado a la economía fantasma, está lo que se llama comúnmente testaferro, que en italiano quiere decir cabeza de hierro. El testaferro es la persona, también un conjunto de personas suplantadoras, encubridoras; se trata de disfraces legales. Prestan su nombre, así
como su identidad legal, firma institucional, su personería jurídica, aunque a veces lo hacen prestando incuso su personería física, emulando el papel social de la persona mandante a la que en el fondo representa1.
Hemos usado el término inglés de bróker, refiriéndonos a agentes; es decir, mediadores, en transacciones y prácticas económicas, sobe todo relacionadas a la economía fantasma. Se acostumbra en denominar brókeres a personas, también instituciones, empresas, agentes de bolsa, quienes emprenden transacciones u operaciones entre un comprador y un vendedor, tarea de la que obtienen una comisión cuando se ejecutan estas transacciones y operaciones. Ahora, el uso de este término, bróker, se ha extendido por analogía, en la medida que no solamente las actividades bursátiles, también las de comercio, así miso financieras, atingen a esta forma de práctica económica, sino también invaden los espacios de otros rubros componentes del campo económico. El bróker o los brókeres son también asesores y consejeros. Los brókeres son generalmente agentes independientes utilizados ampliamente. De entre los encargos del bróker se puede decir que una de las tareas atribuidas es traer vendedores y compradores; por lo tanto, un bróker es el facilitador de tercera persona entre un comprador y un vendedor. Los brókeres también pueden proporcionar información de mercado considerable en materia de precios, los productos y las condiciones del mercado. Un bróker puede representar ya sea al vendedor o al comprador; no ambos al mismo tiempo. Los brókeres juegan un papel muy importante en la venta de acciones, bonos, así como otros servicios financieros. Conocen el mercado, han establecido relaciones con las cuentas potenciales. Los brókeres tienen las herramientas y recursos para llegar a la mayor base posible de compradores. Una empresa nueva en el mercado no tiene acceso a los clientes como lo tiene el bróker. Los costos son más bajos en estratos no saturados del mercado. Se supone que antes de contratar a un bróker es prudente la investigación de los
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Referencias: 1. Como funciona una sociedad pantalla. [2] Golpe del Tribunal Supremo a las 'sociedades pantalla'. elEconomista.es, 29/11/2013. [3] Multa a un despacho por pagar con sociedades 'pantalla, expansión.com, 21/5/2013. [4] Inspecciones tributarias a profesionales. [5] ¿Cuándo la creación de una sociedad puede ser catalogada como elusión fiscal? [6] Matutes obtiene importantes ingresos financieros en Holanda preferente.com, 20/11/2013 [7]. «Stop a las sociedades pantalla». Consultado el 12 de febrero de 2015. [8] «Testaferro», Diccionario de la lengua española (22.ª edición), Real Academia Española, 2001, http://lema.rae.es/ drae/srv/search?key=testaferro. [9] Testaferro en Economía [10] Aviso de testaferro publicado [11]
Ver Wikipedia: Enciclopedia Libre. http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id= ae1bdddb8e1d3102f3cb26c993641659cfe5d6bf&writer=rdf2latex&return_to=Empresa+fantas ma. Testaferro-figura legal en España.
requisitos relativos; sin embargo, generalmente cuando hay inclinación a la economía política del chantaje, esto no conviene hacer2.
Durante los periodos de la hegemonía y dominación del capitalismo financiero en el conjunto de estratos y sedimentaciones del sistemamundo capitalista esta economía fantasma se ha extendido notablemente, amenazando, incluso, con convertirse en la proporción mayoritaria de la composición económica; con lo que prácticamente, si esto ocurre, la misma economía capitalista adquiriría no solamente una forma sin contenido de economía especulativa, sino que la estructura económica se transformaría en fantasmagoría.
En Bolivia, donde hay una larga historia de esta economía fantasma, que obviamente no es particular del país, sino del mundo contemporáneo, se puede decir que la misma ha venido expandiéndose, mutando, ampliándose, conformando todo un campo económico abigarrado. Llama la atención, que, a pesar que todos los gobiernos han participado en el desenvolvimiento de esta economía fantasma, sean los gobiernos populistas los que lo “democraticen”, por así decirlo, convirtiendo a la economía política del chantaje, en sociedad civil, como lo que ocurrió en la decadencia de la revolución nacional de 1952, después con las imposturas del MIR boliviano, que cruzó el río de sangre por el puente oportunista tendido por su líder “carismático”, actitud que más se parece a una bufonada política, y su “ideólogo” maquiavélico, que más se parece a una imitación subalterna del maquiavelismo vulgar, mal entendido, que corresponde a la interpretación francesa. Maquiavelo, el teórico y analista del acontecimiento político, no es, de ninguna manera, maquiavélico, tal como adquirido de sentido esta calificación, sino un crítico de las formas conspirativas del poder. Por último, esta economía fantasma vuelve a mutar, para convertirse en la forma clientelar de ejercer la política de un “proceso de cambio” decadente, que más parece el cambio en reversa hacia las formas más demagógicas de la historia política.
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Bibliografía: Lawrence J. Gitman, Michael D. Joehnk (2005). Fundamentos de inversión. Pearson Educación. p. 73. «El papel de los brokers». Referencias: [1] «bróker», Diccionario de la lengua española (22.ª edición), Real Academia Española, 2001, http://lema.rae.es/ drae/srv/search?key=br%C3%B3ker. [2] Hugo E. Lombardini, Maria Carreras i Goicoechea (2008). LIMES:
Ver Wikipedia: Enciclopedia Libre. http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id= d777bc762f07fff250475040aaa3cafdab78d908&writer=rdf2latex&return_to=Br%C3%B3ker. Lexicografía y lexicología de las lenguas de especialidad. Polimetrica s.a.s.