Ed. #1. Parche en la 80 Flipbook PDF


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La revista ComunAAdentro, como medio de comunicación, es un espacio que incentiva y busca visibilizar diversas opiniones, memorias, relatos y expresiones culturales que emergen del corregimiento de San Antonio de Prado. Miradas jóvenes, crónicas pradeñas, ecos de las memorias, son algunas de las narrativas que buscamos rescatar en ComunAAdentro, con la intención de ampliar nuestros referentes de identidad, de lo que somos y de lo que queremos que sea nuestro territorio. Arte y cultura Mirada joven Creatividad, expresión, exposición, concursos. Opinión, crítica, ensayos, reseñas. REVISTA Una producción de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 para la visibilización y circulación de contenidos culturales juveniles de San Antonio de Prado. Visita nuestro sitio web: www.ComunAAdentro.com DIRECCIÓN: Daniel Bonilla COMITÉ EDITORIAL: Daniel Martínez, Hamilton Gallego Oscar Chaverra FOTOGRAFÍAS: Juan Esteban Cano, David Arredondo DISEÑO EDITORIAL: Andrea Correa Cano Juan Esteban Cano CON APOYO DE: UVA El Paraíso - Red CATUL Un proyecto de La Secretaría de Cultura Ciudadana de la Alcaldía de Medellín, en alianza con Comfenalco Antioquia. CONTÁCTANOS: Mesa de Articulación Juvenil [email protected] @parcheenla80 Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


NUESTROS ESPACIOS Manifiesta Deambulando por Prado Crónicas Pradeñas Ecos de la Memoria Reconstrucción comunitaria de la memoria local, barrial y veredal. Historias propias y significativas vividas en San Antonio de Prado. Rutas patrimoniales y turísticas de nuestro corregimiento. Investigación, temas de relevancia local. Esta revista es una construcción colectiva. Te invitamos a participar de las futuras ediciones, en la sección que más te interese. Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


ECOS DE LAS MEMORIAS del barrio Historia del acueducto El Vergel Quebrada La Zorra, nace en la cordillera central en el alto de El Silencio, la cual se mantiene subterránea y llega a aparecer en la vereda Potrerito de San Antonio de Prado. Es la principal fuente de agua del barrio El Vergel. Es importante considerar que la historia local es un factor prioritario para que los individuos de una comunidad se identifiquen con el territorio y sus bienes culturales; que aquellos puedan constituir una igualdad de la que aquí se mencionará como la conciencia colectiva. Esta historia comenzó en el siglo XIX en una vereda antiguamente llamada Calle Nurango, con un personaje llamado Juan Francisco Álvarez “Pacho Guamo”, pionero del acueducto. Como Pacho era muy ingenioso, al observar cómo podría hacer para traer el agua hasta su casa y a las de sus vecinos, propuso un cambalache como ha de pensarlo por su espíritu comerciante de los arrieros antioqueños, cambiando una perra cazadora que tenía, para poder acceder a los terrenos por donde pasaba el agua, los cuales eran propiedad del señor Antonio Mejía, comúnmente llamado “Rochela”. Esto sucedió en el año de 1884, donde se hizo un pacto que quedó plasmado en una escritura, la cual tiene el sello de la República (anteriormente constaba 4 centavos sacar esta escritura). Acta de acuerdo entre los señores Juan Francisco Álvarez y Antonio Mejía, año 1884. Del cambalache se obtuvo el permiso para conducir el agua por toda la comunidad, dando prioridad a Antonio Mejía para que consumiera el agua que necesitara pero sin ensuciarla y dejándola correr, hasta llegar a la parte más abajo: la zona de La Manguala Cuando el agua tenía inconvenientes de seguir su rumbo natural, la atravesaban por la calle en una zanja mejor conocida como acequia; allí los interesados tenían que hacerle constante mantenimiento, más que todo cuando llovía porque se llenaba de lodo, y eran las mujeres quienes recogían el agua y la dejaban asentar, para el consumo. Así fue que comenzó el acueducto desde tiempos remotos y se mantuvo por 83 años conducido por canoas de guadua. En mitad del siglo XX, el Sñr Luis Rodríguez llamado el “Compa”, cuando llovía, subía caminando por el barrio recogiendo voluntarios para limpiar la bocatoma, la cual era rústica con un filtro solo para el lodo. En el año de 1958 el padre Lorenzo Salazar, párroco de la Iglesia de San Antonio de Prado, con la colaboración de la Federción de Cafeteros de Antioquia se empezó a organizar el acueducto y la instalación de una escuela debido a que la vereda tenía la necesidad de crear un centro de educación primaria; sin embargo, aquella escuela construida en el año de 1965 no podía abrir sus puertas al público porque el señor Luis Cohollo, inspector de San Antonio de Prado nombrado por el Municipio de Medellín, demandó que no tenían agua potable ni alcantarillado. Fue así que se nombró un Comité especializado para esta obra, la cual se terminó en 1967. Las casas en sus solares tenían pozos sépticos, toda el agua sucia salía a la calle, el inspector daba pautas e indicaciones de cómo manejar el nuevo alcantarillado con tubos de concreto y no de barro, además enseñarles a los obreros a hacer la respectiva conexión; por parte del Municipio y el Comité de Cafeteros en presencia de Carlos Atehortua (representante Departamental de la Federación de Cafeteros), se hizo una donación para que interviniera la mano de obra del barrio en los trabajos, los cuales se pagaban a un centavo (¢ 1) por metro roto. La Federación de Cafeteros hizo un gran aporte a la comunidad para que dicho Comité Cívico que no tenía personería jurídica, en 1965 se formaría como Junta de Acción Cívico Comunal, organizada y prestando servicios con 67 socios pagando $2 mensuales por el servicio del agua en cada casa. En mayo de 1968, se le aprobó tener la personería jurídica a la Junta de Acción Comunal de la que se desprendía como comité el Acueducto representado por los señores Alberto Restrepo, Francisco José Muñoz “Faico”, Jairo Ardila, Miguel Jiménez, los cuales comenzaron a funcionar como parte de la Junta de Acción Comunal. La Federación de Cafeteros hizo intervención en los temas de salubridad trayendo al inspector de higiene para dar aportes al buen funcionamiento del alcantarillado y acueducto, ya que el agua bajaba por las casas, donde cada hogar tenía en el solar su alberca de almacenamiento para consumir. Es muy importante citar que Don Luis Cohollo, propuso el cambio de nombre de la vereda, la cual se llamaba Las Cuchillas por la forma de sus calles en rieles, negativamente algunos vecinos llamaban a nuestros habitantes los cuchilleros, así pues, se decidió designar el nombre de El Vergel que significa “sendero de flores”, ya que la vereda se reconocía por tener sus casas en los balcones opulentas florestas. Para la construcción del primer tanque, se radico en escrito un pacto con don Jesús Bedoya para que dentro de la jurisdicción de sus tierras se hiciera la construcción, con la condición de que le suministrarán agua a su propiedad; Allí empezó el almacenamiento con una tubería galvanizada de 3 pulgadas y aproximadamente 2.5 kilómetros de distancia, sus herramientas de contención eran algo obsoletas pero llevaban agua hasta la parte más baja del barrio, la mensualidad del servicio de agua era muy barata, la factura de cobro se hacía manual pagando de acuerdo al número de llaves que poseía cada propietario en su casa y se tenía que pagar dos veces al año. Todos los actos del Comité de Acueducto se hacían en conjunto con la Junta de Acción Comunal ya que ésta por tener personería jurídica desde 1967, había incorporado como una comisión al acueducto dentro de su administración. En los primeros años hubo la necesidad de nombrar un fontanero para limpiar diariamente los bocatomas y tubos de contención. El fontanero manejaba la llave de regulación en la actual entrada al sector de El Pomar, su trabajo empezaba a las 4:00 am limpiando de malezas la bocatoma de la parte alta donde cae la quebrada La Zorra. A las 10:00 se dirigía a cerrar la llave de contención de mitad del barrio, para a las 2:00 pm poder llenar los tanques y suministrar de agua a los de la parte de abajo, o sea a La Manguala. Ya terminando el día, volvía a abrir a las 6:00 pm el servicio de agua a toda la comunidad. Así las cosas, El fontanero se ganaba $50 semanal. En en el año de 1999 se dio un gran paso cuando se propuso separar estas dos entidades que llevaban unidas 32 años. Se realizaron las asambleas de constitución y elección de personas que conformarían la nueva junta directiva del acueducto; además se sacó por asamblea general lo que se denominó un proyecto para socializar el acueducto y financiar recursos para dejar atrás aquella tubería galvanizada, caduca y de malas condiciones, igual que los tanques de almacenamiento llenos de malezas. En el 2000 se conformó la Junta Administradora de Acueducto y Alcantarillado El Vergel, con su frase “Hagamos del Vergel un Remanso de Paz” inspirada para superar los conflictos sociales del momento. Se concretó la separación de la Junta de Acción Comunal y posteriormente se obtuvo la personería jurídica: presidente Agustín Gómez, vicepresidente Santiago Figueroa, fiscal Miguel Álvarez, tesorera Marina Hernández, secretario Ignacio Bustamante; este último en el año de 2004 tomo el cargo de presidente y representante legal del Acueducto. Durante los primeros años, Empresas Públicas De Medellín (EPM) pretendió comprar por 25 millones el agua y las líneas de acueducto y alcantarillado que nos dejaron de herencia Fuente: Archivo personal de José Ignacio Bustamante Saldarriaga secretario de la Junta de Acueducto entre los años 1965 y 2000. nuestros abuelos, negándose la junta a esta idea. La Junta Administradora de Acueducto y Alcantarillado El Vergel, a fines del 2011 no contaban con agua potable, se le hacía tratamiento, pero no había garantía de ello. En 2012 se da un cambio rotundo en la estructura y administración de la junta. En 2013, con recursos públicos del municipio para cambiar tanques, tubería etc. y con los estudios de laboratorios, le permitieron obtener la certificación de ser agua apta para el consumo humano. Actualmente el Acueducto El Vergel es patrimonio de la comunidad. Por: Génesis Vélez Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Esto sucedió en el año de 1884, donde se hizo un pacto que quedó plasmado en una escritura, la cual tiene el sello de la Repúbli - ca (anteriormente constaba 4 centavos sacar esta escritura). Acta de acuerdo entre los señores Juan Francisco Álvarez y Antonio Mejía, año 1884. Del cambalache se obtuvo el permiso para conducir el agua por toda la comunidad, dando prioridad a Antonio Mejía para que consumiera el agua que necesitara pero sin ensuciarla y dejándola correr, hasta llegar a la parte más abajo: la zona de La Manguala Cuando el agua tenía inconvenientes de seguir su rumbo natural, la atravesaban por la calle en una zanja mejor conocida como acequia; allí los interesados tenían que hacerle constante mantenimiento, más que todo cuando llovía porque se llenaba de lodo, y eran las mujeres quienes reco - gían el agua y la dejaban asentar, para el consumo. Así fue que comenzó el acue - ducto desde tiempos remotos y se mantu - vo por 83 años conducido por canoas de guadua. En mitad del siglo XX, el Sñr Luis Rodríguez llamado el “Compa”, cuando llovía, subía caminando por el barrio recogiendo volun - tarios para limpiar la bocatoma, la cual era rústica con un filtro solo para el lodo. En el año de 1958 el padre Lorenzo Salazar, párroco de la Iglesia de San Antonio de Prado, con la colaboración de la Federción de Cafeteros de Antioquia se empezó a organi - zar el acueducto y la instala - ción de una escuela debido a que la vereda tenía la necesi - dad de crear un centro de educación primaria; sin embargo, aquella escuela construida en el año de 1965 no podía abrir sus puertas al público porque el señor Luis Cohollo, inspector de San Antonio de Prado nombrado por el Municipio de Medellín, demandó que no tenían agua potable ni alcantarillado. Fue así que se nombró un Comité especializado para esta obra, la cual se terminó en 1967. Las casas en sus solares tenían pozos sépticos, toda el agua sucia salía a la calle, el inspec - tor daba pautas e indicacio - nes de cómo manejar el nuevo alcantarillado con tubos de concreto y no de barro, además enseñarles a los obre - ros a hacer la respectiva cone - xión; por parte del Municipio y el Comité de Cafeteros en presencia de Carlos Atehortua (representante Departamen - tal de la Federación de Cafe - teros), se hizo una donación para que interviniera la mano de obra del barrio en los traba - jos, los cuales se pagaban a un centavo (¢ 1) por metro roto. La Federación de Cafeteros hizo un gran aporte a la comu - nidad para que dicho Comité Cívico que no tenía personería jurídica, en 1965 se formaría como Junta de Acción Cívico Comunal, organizada y pres - tando servicios con 67 socios pagando $2 mensuales por el servicio del agua en cada casa. En mayo de 1968, se le aprobó tener la personería jurídica a la Junta de Acción Comunal de la que se desprendía como comité el Acueducto represen - tado por los señores Alberto Restrepo, Francisco José Muñoz “Faico”, Jairo Ardila, Miguel Jiménez, los cuales comenzaron a funcionar como parte de la Junta de Acción Comunal. La Federación de Cafeteros hizo intervención en los temas de salubridad trayendo al inspec - tor de higiene para dar aportes al buen funcionamiento del alcantarillado y acueducto, ya que el agua bajaba por las casas, donde cada hogar tenía en el solar su alberca de alma - cenamiento para consumir. Es muy importante citar que Don Luis Cohollo, propuso el cambio de nombre de la vereda, la cual se llamaba Las Cuchillas por la forma de sus calles en rieles, negativamente algunos vecinos llamaban a nuestros habitantes los cuchille - ros, así pues, se decidió desig - nar el nombre de El Vergel que significa “sendero de flores”, ya que la vereda se reconocía por tener sus casas en los balcones opulentas florestas. Para la construcción del primer tanque, se radico en escrito un pacto con don Jesús Bedoya para que dentro de la jurisdic - ción de sus tierras se hiciera la construcción, con la condición de que le suministrarán agua a su propiedad; Allí empezó el almacenamiento con una tubería galvanizada de 3 pulga - das y aproximadamente 2.5 kilómetros de distancia, sus herramientas de contención eran algo obsoletas pero llevaban agua hasta la parte más baja del barrio, la mensualidad del servicio de agua era muy barata, la factura de cobro se hacía manual pagan - do de acuerdo al número de llaves que poseía cada propietario en su casa y se tenía que pagar dos veces al año. Todos los actos del Comité de Acueducto se hacían en conjunto con la Junta de Acción Comunal ya que ésta por tener personería jurídica desde 1967, había incorporado como una comisión al acue - ducto dentro de su administración. En los primeros años hubo la necesidad de nombrar un fontanero para limpiar diaria - mente los bocatomas y tubos de conten - ción. El fontanero manejaba la llave de regulación en la actual entrada al sector de El Pomar, su trabajo empezaba a las 4:00 am limpiando de malezas la bocato - ma de la parte alta donde cae la quebra - da La Zorra. A las 10:00 se dirigía a cerrar la llave de contención de mitad del barrio, para a las 2:00 pm poder llenar los tanques y suministrar de agua a los de la parte de abajo, o sea a La Manguala. Ya terminan - do el día, volvía a abrir a las 6:00 pm el servicio de agua a toda la comunidad. Así las cosas, El fontanero se ganaba $50 semanal. En en el año de 1999 se dio un gran paso cuando se propuso separar estas dos enti - dades que llevaban unidas 32 años. Se realizaron las asambleas de constitución y elección de personas que conformarían la nueva junta directiva del acueducto; además se sacó por asamblea general lo que se denominó un proyecto para socializar el acueducto y financiar recursos para dejar atrás aquella tubería galvanizada, caduca y de malas condiciones, igual que los tanques de almacenamiento llenos de malezas. En el 2000 se conformó la Junta Administra - dora de Acueducto y Alcantarillado El Vergel, con su frase “Hagamos del Vergel un Remanso de Paz” inspirada para superar los conflictos sociales del momento. Se concretó la separación de la Junta de Acción Comu - nal y posteriormente se obtuvo la personería jurídica: presidente Agustín Gómez, vicepresi - dente Santiago Figueroa, fiscal Miguel Álva - rez, tesorera Marina Hernández, secretario Ignacio Bustamante; este último en el año de 2004 tomo el cargo de presidente y represen - tante legal del Acueducto. Durante los primeros años, Empresas Públicas De Medellín (EPM) pretendió comprar por 25 millones el agua y las líneas de acueducto y alcantarillado que nos dejaron de herencia nuestros abuelos, negándose la junta a esta idea. La Junta Administradora de Acueducto y Alcantarillado El Vergel, a fines del 2011 no con - taban con agua potable, se le hacía tratamiento, pero no había garantía de ello. En 2012 se da un cambio rotundo en la estructura y administración de la junta. En 2013, con recursos públicos del municipio para cambiar tanques, tubería etc. y con los estudios de laborato - rios, le permitieron obtener la certificación de ser agua apta para el consumo humano. Actualmente el Acueducto El Vergel es patrimonio de la comunidad. Recoger y sistematizar las memoria individuales y colecti - vas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus inte - grantes, podríamos construir la memoria de nuestra organi - zación. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disci - plina histórica, no es la preci - sión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenar - los y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia históri - ca. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inco - nexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones signifi - cativas, según los actores y sus intencionalidades y visio - nes del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuer - dos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisa - mente esta dialéctica, con - tradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no pare - cer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difu - sos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enrique - cido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los inte - grantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosai - co, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juve - nil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, cons - truir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nues - tro; nunca volvemos a ser igua - les. Entonces, ¿para qué recor - dar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperan - za". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subje - tividades en tanto es recorda - do en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y des - igualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibi - lidad de que nuestra expe - riencia en el mundo no solo sea activa, sino también signi - ficativa. Ha sido nuestro espa - cio vital para volver a cons - truir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, induda - blemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la ene - miga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros inte - grantes no tuvieron la volun - tad ni el interés de que este nuevo espacio se constituye - ra en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad políti - ca, el cual, para su momento, se pensó más en darle cum - plimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componen - tes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un compo - nente del proyecto priorizado por Bibia - na Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corpora - ción ExperienciArte. En su inicio se con - vocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círcu - los Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviem - bre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confian - za, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obs - tante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación Experien - ciArte, el 2017 mostró un nuevo panora - ma. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participa - ción ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofre - cía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jorna - da Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institu - cional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se constru - yeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyec - to, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realiza - do en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviem - bre; además la natillada en diciem - bre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identi - dad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúl - veda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecu - ción del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompaña - miento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóve - nes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juve - nil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Esto sucedió en el año de 1884, donde se hizo un pacto que quedó plasmado en una escritura, la cual tiene el sello de la República (anteriormente constaba 4 centavos sacar esta escritura). Acta de acuerdo entre los señores Juan Francisco Álvarez y Antonio Mejía, año 1884. Del cambalache se obtuvo el permiso para conducir el agua por toda la comunidad, dando prioridad a Antonio Mejía para que consumiera el agua que necesitara pero sin ensuciarla y dejándola correr, hasta llegar a la parte más abajo: la zona de La Manguala Cuando el agua tenía inconvenientes de seguir su rumbo natural, la atravesaban por la calle en una zanja mejor conocida como acequia; allí los interesados tenían que hacerle constante mantenimiento, más que todo cuando llovía porque se llenaba de lodo, y eran las mujeres quienes recogían el agua y la dejaban asentar, para el consumo. Así fue que comenzó el acueducto desde tiempos remotos y se mantuvo por 83 años conducido por canoas de guadua. En mitad del siglo XX, el Sñr Luis Rodríguez llamado el “Compa”, cuando llovía, subía caminando por el barrio recogiendo voluntarios para limpiar la bocatoma, la cual era rústica con un filtro solo para el lodo. En el año de 1958 el padre Lorenzo Salazar, párroco de la Iglesia de San Antonio de Prado, con la colaboración de la Federción de Cafeteros de Antioquia se empezó a organizar el acueducto y la instalación de una escuela debido a que la vereda tenía la necesidad de crear un centro de educación primaria; sin embargo, aquella escuela construida en el año de 1965 no podía abrir sus puertas al público porque el señor Luis Cohollo, inspector de San Antonio de Prado nombrado por el Municipio de Medellín, demandó que no tenían agua potable ni alcantarillado. Fue así que se nombró un Comité especializado para esta obra, la cual se terminó en 1967. Las casas en sus solares tenían pozos sépticos, toda el agua sucia salía a la calle, el inspector daba pautas e indicaciones de cómo manejar el nuevo alcantarillado con tubos de concreto y no de barro, además enseñarles a los obreros a hacer la respectiva conexión; por parte del Municipio y el Comité de Cafeteros en presencia de Carlos Atehortua (representante Departamental de la Federación de Cafeteros), se hizo una donación para que interviniera la mano de obra del barrio en los trabajos, los cuales se pagaban a un centavo (¢ 1) por metro roto. La Federación de Cafeteros hizo un gran aporte a la comunidad para que dicho Comité Cívico que no tenía personería jurídica, en 1965 se formaría como Junta de Acción Cívico Comunal, organizada y prestando servicios con 67 socios pagando $2 mensuales por el servicio del agua en cada casa. En mayo de 1968, se le aprobó tener la personería jurídica a la Junta de Acción Comunal de la que se desprendía como comité el Acueducto representado por los señores Alberto Restrepo, Francisco José Muñoz “Faico”, Jairo Ardila, Miguel Jiménez, los cuales comenzaron a funcionar como parte de la Junta de Acción Comunal. La Federación de Cafeteros hizo intervención en los temas de salubridad trayendo al inspector de higiene para dar aportes al buen funcionamiento del alcantarillado y acueducto, ya que el agua bajaba por las casas, donde cada hogar tenía en el solar su alberca de almacenamiento para consumir. Es muy importante citar que Don Luis Cohollo, propuso el cambio de nombre de la vereda, la cual se llamaba Las Cuchillas por la forma de sus calles en rieles, negativamente algunos vecinos llamaban a nuestros habitantes los cuchilleros, así pues, se decidió designar el nombre de El Vergel que significa “sendero de flores”, ya que la vereda se reconocía por tener sus casas en los balcones opulentas florestas. Para la construcción del primer tanque, se radico en escrito un pacto con don Jesús Bedoya para que dentro de la jurisdicción de sus tierras se hiciera la construcción, con la condición de que le suministrarán agua a su propiedad; Allí empezó el almacenamiento con una tubería galvanizada de 3 pulgadas y aproximadamente 2.5 kilómetros de distancia, sus herramientas de contención eran algo obsoletas pero llevaban agua hasta la parte más baja del barrio, la mensualidad del servicio de agua era muy barata, la factura de cobro se hacía manual pagando de acuerdo al número de llaves que poseía cada propietario en su casa y se tenía que pagar dos veces al año. Todos los actos del Comité de Acueducto se hacían en conjunto con la Junta de Acción Comunal ya que ésta por tener personería jurídica desde 1967, había incorporado como una comisión al acueducto dentro de su administración. En los primeros años hubo la necesidad de nombrar un fontanero para limpiar diariamente los bocatomas y tubos de contención. El fontanero manejaba la llave de regulación en la actual entrada al sector de El Pomar, su trabajo empezaba a las 4:00 am limpiando de malezas la bocatoma de la parte alta donde cae la quebrada La Zorra. A las 10:00 se dirigía a cerrar la llave de contención de mitad del barrio, para a las 2:00 pm poder llenar los tanques y suministrar de agua a los de la parte de abajo, o sea a La Manguala. Ya terminando el día, volvía a abrir a las 6:00 pm el servicio de agua a toda la comunidad. Así las cosas, El fontanero se ganaba $50 semanal. En en el año de 1999 se dio un gran paso cuando se propuso separar estas dos entidades que llevaban unidas 32 años. Se realizaron las asambleas de constitución y elección de personas que conformarían la nueva junta directiva del acueducto; además se sacó por asamblea general lo que se denominó un proyecto para socializar el acueducto y financiar recursos para dejar atrás aquella tubería galvanizada, caduca y de malas condiciones, igual que los tanques de almacenamiento llenos de malezas. En el 2000 se conformó la Junta Administradora de Acueducto y Alcantarillado El Vergel, con su frase “Hagamos del Vergel un Remanso de Paz” inspirada para superar los conflictos sociales del momento. Se concretó la separación de la Junta de Acción Comunal y posteriormente se obtuvo la personería jurídica: presidente Agustín Gómez, vicepresidente Santiago Figueroa, fiscal Miguel Álvarez, tesorera Marina Hernández, secretario Ignacio Bustamante; este último en el año de 2004 tomo el cargo de presidente y representante legal del Acueducto. Durante los primeros años, Empresas Públicas De Medellín (EPM) pretendió comprar por 25 millones el agua y las líneas de acueducto y alcantarillado que nos dejaron de herencia nuestros abuelos, negándose la junta a esta idea. La Junta Administradora de Acueducto y Alcantarillado El Vergel, a fines del 2011 no contaban con agua potable, se le hacía tratamiento, pero no había garantía de ello. En 2012 se da un cambio rotundo en la estructura y administración de la junta. En 2013, con recursos públicos del municipio para cambiar tanques, tubería etc. y con los estudios de laboratorios, le permitieron obtener la certificación de ser agua apta para el consumo humano. Actualmente el Acueducto El Vergel es patrimonio de la comunidad. ECOS DE LAS MEMORIAS Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Historia del acueducto del barrio El Vergel Esto sucedió en el año de 1884, donde se hizo un pacto que quedó plasmado en una escritura, la cual tiene el sello de la Repúbli - ca (anteriormente constaba 4 centavos sacar esta escritura). Acta de acuerdo entre los señores Juan Francisco Álvarez y Antonio Mejía, año 1884. Del cambalache se obtuvo el permiso para conducir el agua por toda la comunidad, dando prioridad a Antonio Mejía para que consumiera el agua que necesitara pero sin ensuciarla y dejándola correr, hasta llegar a la parte más abajo: la zona de La Manguala Cuando el agua tenía inconvenientes de seguir su rumbo natural, la atravesaban por la calle en una zanja mejor conocida como acequia; allí los interesados tenían que hacerle constante mantenimiento, más que todo cuando llovía porque se llenaba de lodo, y eran las mujeres quienes reco - gían el agua y la dejaban asentar, para el consumo. Así fue que comenzó el acue - ducto desde tiempos remotos y se mantu - vo por 83 años conducido por canoas de guadua. En mitad del siglo XX, el Sñr Luis Rodríguez llamado el “Compa”, cuando llovía, subía caminando por el barrio recogiendo volun - tarios para limpiar la bocatoma, la cual era rústica con un filtro solo para el lodo. En el año de 1958 el padre Lorenzo Salazar, párroco de la Iglesia de San Antonio de Prado, con la colaboración de la Federción de Cafeteros de Antioquia se empezó a organi - zar el acueducto y la instala - ción de una escuela debido a que la vereda tenía la necesi - dad de crear un centro de educación primaria; sin embargo, aquella escuela construida en el año de 1965 no podía abrir sus puertas al público porque el señor Luis Cohollo, inspector de San Antonio de Prado nombrado por el Municipio de Medellín, demandó que no tenían agua potable ni alcantarillado. Fue así que se nombró un Comité especializado para esta obra, la cual se terminó en 1967. Las casas en sus solares tenían pozos sépticos, toda el agua sucia salía a la calle, el inspec - tor daba pautas e indicacio - nes de cómo manejar el nuevo alcantarillado con tubos de concreto y no de barro, además enseñarles a los obre - ros a hacer la respectiva cone - xión; por parte del Municipio y el Comité de Cafeteros en presencia de Carlos Atehortua (representante Departamen - tal de la Federación de Cafe - teros), se hizo una donación para que interviniera la mano de obra del barrio en los traba - jos, los cuales se pagaban a un centavo (¢ 1) por metro roto. La Federación de Cafeteros hizo un gran aporte a la comu - nidad para que dicho Comité Cívico que no tenía personería jurídica, en 1965 se formaría como Junta de Acción Cívico Comunal, organizada y pres - tando servicios con 67 socios pagando $2 mensuales por el servicio del agua en cada casa. En mayo de 1968, se le aprobó tener la personería jurídica a la Junta de Acción Comunal de la que se desprendía como comité el Acueducto represen - tado por los señores Alberto Restrepo, Francisco José Muñoz “Faico”, Jairo Ardila, Miguel Jiménez, los cuales comenzaron a funcionar como parte de la Junta de Acción Comunal. La Federación de Cafeteros hizo intervención en los temas de salubridad trayendo al inspec - tor de higiene para dar aportes al buen funcionamiento del alcantarillado y acueducto, ya que el agua bajaba por las casas, donde cada hogar tenía en el solar su alberca de alma - cenamiento para consumir. Es muy importante citar que Don Luis Cohollo, propuso el cambio de nombre de la vereda, la cual se llamaba Las Cuchillas por la forma de sus calles en rieles, negativamente algunos vecinos llamaban a nuestros habitantes los cuchille - ros, así pues, se decidió desig - nar el nombre de El Vergel que significa “sendero de flores”, ya que la vereda se reconocía por tener sus casas en los balcones opulentas florestas. Para la construcción del primer tanque, se radico en escrito un pacto con don Jesús Bedoya para que dentro de la jurisdic - ción de sus tierras se hiciera la construcción, con la condición de que le suministrarán agua a su propiedad; Allí empezó el almacenamiento con una tubería galvanizada de 3 pulga - das y aproximadamente 2.5 kilómetros de distancia, sus herramientas de contención eran algo obsoletas pero llevaban agua hasta la parte más baja del barrio, la mensualidad del servicio de agua era muy barata, la factura de cobro se hacía manual pagan - do de acuerdo al número de llaves que poseía cada propietario en su casa y se tenía que pagar dos veces al año. Todos los actos del Comité de Acueducto se hacían en conjunto con la Junta de Acción Comunal ya que ésta por tener personería jurídica desde 1967, había incorporado como una comisión al acue - ducto dentro de su administración. En los primeros años hubo la necesidad de nombrar un fontanero para limpiar diaria - mente los bocatomas y tubos de conten - ción. El fontanero manejaba la llave de regulación en la actual entrada al sector de El Pomar, su trabajo empezaba a las 4:00 am limpiando de malezas la bocato - ma de la parte alta donde cae la quebra - da La Zorra. A las 10:00 se dirigía a cerrar la llave de contención de mitad del barrio, para a las 2:00 pm poder llenar los tanques y suministrar de agua a los de la parte de abajo, o sea a La Manguala. Ya terminan - do el día, volvía a abrir a las 6:00 pm el servicio de agua a toda la comunidad. Así las cosas, El fontanero se ganaba $50 semanal. En en el año de 1999 se dio un gran paso cuando se propuso separar estas dos enti - dades que llevaban unidas 32 años. Se realizaron las asambleas de constitución y elección de personas que conformarían la nueva junta directiva del acueducto; además se sacó por asamblea general lo que se denominó un proyecto para socializar el acueducto y financiar recursos para dejar atrás aquella tubería galvanizada, caduca y de malas condiciones, igual que los tanques de almacenamiento llenos de malezas. En el 2000 se conformó la Junta Administra - dora de Acueducto y Alcantarillado El Vergel, con su frase “Hagamos del Vergel un Remanso de Paz” inspirada para superar los conflictos sociales del momento. Se concretó la separación de la Junta de Acción Comu - nal y posteriormente se obtuvo la personería jurídica: presidente Agustín Gómez, vicepresi - dente Santiago Figueroa, fiscal Miguel Álva - rez, tesorera Marina Hernández, secretario Ignacio Bustamante; este último en el año de 2004 tomo el cargo de presidente y represen - tante legal del Acueducto. Durante los primeros años, Empresas Públicas De Medellín (EPM) pretendió comprar por 25 millones el agua y las líneas de acueducto y alcantarillado que nos dejaron de herencia nuestros abuelos, negándose la junta a esta idea. La Junta Administradora de Acueducto y Alcantarillado El Vergel, a fines del 2011 no con - taban con agua potable, se le hacía tratamiento, pero no había garantía de ello. En 2012 se da un cambio rotundo en la estructura y administración de la junta. En 2013, con recursos públicos del municipio para cambiar tanques, tubería etc. y con los estudios de laborato - rios, le permitieron obtener la certificación de ser agua apta para el consumo humano. Actualmente el Acueducto El Vergel es patrimonio de la comunidad. Recoger y sistematizar las memoria individuales y colecti - vas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus inte - grantes, podríamos construir la memoria de nuestra organi - zación. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disci - plina histórica, no es la preci - sión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenar - los y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia históri - ca. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inco - nexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones signifi - cativas, según los actores y sus intencionalidades y visio - nes del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuer - dos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisa - mente esta dialéctica, con - tradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no pare - cer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difu - sos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enrique - cido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los inte - grantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosai - co, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juve - nil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, cons - truir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nues - tro; nunca volvemos a ser igua - les. Entonces, ¿para qué recor - dar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperan - za". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subje - tividades en tanto es recorda - do en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y des - igualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibi - lidad de que nuestra expe - riencia en el mundo no solo sea activa, sino también signi - ficativa. Ha sido nuestro espa - cio vital para volver a cons - truir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, induda - blemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la ene - miga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros inte - grantes no tuvieron la volun - tad ni el interés de que este nuevo espacio se constituye - ra en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad políti - ca, el cual, para su momento, se pensó más en darle cum - plimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componen - tes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un compo - nente del proyecto priorizado por Bibia - na Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corpora - ción ExperienciArte. En su inicio se con - vocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círcu - los Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviem - bre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confian - za, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obs - tante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación Experien - ciArte, el 2017 mostró un nuevo panora - ma. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participa - ción ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofre - cía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jorna - da Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institu - cional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se constru - yeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyec - to, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realiza - do en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviem - bre; además la natillada en diciem - bre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identi - dad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúl - veda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecu - ción del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompaña - miento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóve - nes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juve - nil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


CRÓNICAS PRADEÑAS CINCO QUE QUIZÁ SE OLVIDEN DÍAS Eran las 3:30 de la tarde del día 22 de noviembre, cuando retire la bolsa de basura de la caneca verde espinaca que se encontraba en mi pieza; la puse de revés y pinte en ella la bandera de Colombia y sobre ella escribí en color rojo: “Hasta que la dignidad se haga costumbre”. Iban a dar las 5:00 pm cuando salí de casa con el balde agujereado en la base, y atravesado por una cabuya para simular un tambor. Llegué en circular al parque de Prado y el lugar aún se encontraba “solo”, pues era natural en los parques ver ancianos en las bancas tomando café y fumando cigarrillo, o madres con sus hijos regando maíz a las palomas. Sin embargo, el acontecimiento al cual yo asistía aún no se pronunciaba, e incluso, un sentimiento amargo me bajó los ánimos al pensar que un corregimiento que tiene como referente a la iglesia del parque principal –desde un sentido arquitectónico histórico y cultural– tuviera habitando en este, gente indiferente a la situación social, política y económica de su país. Fue una sorpresa grande a mis cavilaciones cuando pasadas las seis de la tarde, en las escalinatas del atrio de la iglesia y en su plazoleta contigua, comenzaba la gente a juntarse en torno a banderas puestas en el suelo. Recuerdo que habían banderas de los pueblos Andinos ―Wiphala―, una bandera anarquista y la de Colombia con manchas de “sangre”. Sonaban pitos, cornetas, tambores; pero, sobre todo, se escuchaba en esa escandalosa y desafinada sinfonía, el golpeteo insistente de las cucharas contra el metal de las ollas vacías. Pasaban los minutos y cada vez nos encontrábamos más estrechos en el parque, cuando de la multitud surge la voluntad de ocupar las calles y llevar por ellas el mensaje. Alzadas las banderas del suelo y con la dignidad bien puesta, jóvenes, adultos y adultos mayores marcharon por las calles del corregimiento de San Antonio de Prado en una sola voz y con un solo objetivo: en contra del gobierno del presidente Iván Duque. El día anterior, el 21 de noviembre las centrales sindicales del país, los estudiantes de universidades públicas (y de algunas privadas), profesores, artistas de toda clase y talla, indígenas, y gente del común convocaron a un Paro Nacional que hasta el día de hoy no ha encontrado respuestas ni soluciones. Ese jueves 21, solo en Pasto marcharon con tranquilidad; el resto del país salió a las calles porque perdieron el miedo a las medidas represivas contra la protesta social. Medellín no fue la excepción, pero, a diferencia de Pasto, su protesta fue acallada por gases y bombas aturdidoras, por capturas ilegales y testas reventadas. Aun así, viviendo lo vivido ese 21, San Antonio de Prado al día siguiente, con dignidad y sin miedo, ocupamos las calles y le arrebatamos a la fuerza del estado nuestro derecho a protestar. Y como si inagotable fuera esa fuente de indignación, los pradeños estuvimos en las calles durante cinco días. El 23 de noviembre marchamos de nuevo por las calles que nos faltó el 22. El 24 de noviembre nos reunimos nuevamente a las seis de la tarde alrededor de una pantalla. Se proyectó, en vivo, la palabra de un compañero chileno, con el que conversamos como si estuviera a nuestro lado; nos contó de su férrea lucha y la de su pueblo contra la dictadura de Piñera. Esa noche del 24 de noviembre, pensé que era la última vez que San Antonio de Prado la pasaba en las calles manifestándose, pero los acontecimientos inesperados nos volcaron con indignación y rabia nuevamente a las calles. Mientras nuestro compañero chileno nos contaba cómo mataban en dictadura, el ESMAD en la ciudad de Bogotá mataba en democracia a Dilan Cruz. Era el primer muerto que dejaba el Paro Nacional; un joven de 18 años que apenas terminaba su bachillerato y se encontraba allí ejerciendo su derecho a protestar, derecho que una bala del ESMAD le arrebató. Recuerdo que la solidaridad y la rabia nos hizo salir el 26 de noviembre con una vela blanca en la mano, al mismo y tan mencionado parque de Prado. De nuevo, las banderas puestas en el suelo, y alrededor de ellas sentados estaban jóvenes con guitarras, maracas y tambores esperando la señal para irrumpir en el silencio que dejó la muerte. Días antes, sobre el ambiente político y social del Valle de Aburrá y sobre todo del sur de este, y reunidos bajo el nombre “El Sur Renace” resistían los municipios de Envigado, Itagüí, Sabaneta, La Estrella y el corregimiento de San Antonio de Prado en una sola voz y con las mismas consignas en su lucha. Ni la muerte, ni el miedo, ni el aumento de pie de fuerza, ni los allanamientos, ni las amenazas lograron menguar lo que con tanta fuerza se exigía en las calles colombianas. Como efecto inesperado de sus acciones, ocurrió todo lo contrario. Si la fuerza bruta de la policía ingresaba a un periódico independiente a confiscar sus pertenencias, si amenazaban a un compañero por sus registros fotográficos, o si mataban a alguno, la solidaridad era siempre la respuesta, la solidaridad y la protesta social. El último día (hasta hoy) que San Antonio de Prado ocupó sus calles en abierta inconformidad con el gobierno actual, fue un seis de diciembre. Una navidad atípica le llamaron, una en la que el estruendo de las cucharas contra las cacerolas opacaba el silbido y el tronar de los voladores decembrinos; una en la que los gozos y villancicos se convirtieron en asambleas y bloqueos. El seis nos reunimos nuevamente en el parque de Prado y seguramente alrededor de las mismas banderas que alguien estuvo llevando durante estos cinco días. Se escuchaban los estruendos de las cucharas contra las ollas, pitos de cornetas y alguien cantando al ritmo de tambores hechos con canecas de basura y palos de escoba; marchamos cada palmo del territorio y salimos marchando de allí rumbo al centro comercial Mayorca, el más visitado del sur de la ciudad, donde sería el encuentro con los municipios de El Sur Renace. Cinco días que quizá se olviden es irónicamente un recuerdo que lucha contra la fuerza implacable del tiempo y el olvido. Una reminiscencia cargada de esperanza. Por: Oscar Steven Chaverra Cardona. Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Eran las 3:30 de la tarde del día 22 de noviembre, cuando retire la bolsa de basura de la caneca verde espinaca que se encontraba en mi pieza; la puse de revés y pinte en ella la bandera de Colombia y sobre ella escribí en color rojo: “Hasta que la dignidad se haga costumbre”. Iban a dar las 5:00 pm cuando salí de casa con el balde agujereado en la base, y atravesado por una cabuya para simular un tambor. Llegué en circular al parque de Prado y el lugar aún se encontraba “solo”, pues era natural en los parques ver ancianos en las bancas tomando café y fumando cigarrillo, o madres con sus hijos regando maíz a las palomas. Sin embargo, el acontecimiento al cual yo asistía aún no se pronunciaba, e incluso, un sentimiento amargo me bajó los ánimos al pensar que un corregimiento que tiene como referente a la iglesia del parque principal –desde un sentido arquitectónico histórico y cultural– tuviera habitando en este, gente indiferente a la situación social, política y económica de su país. Fue una sorpresa grande a mis cavilaciones cuando pasadas las seis de la tarde, en las escalinatas del atrio de la iglesia y en su plazoleta contigua, comenzaba la gente a juntarse en torno a banderas puestas en el suelo. Recuerdo que habían banderas de los pueblos Andinos ―Wiphala―, una bandera anarquista y la de Colombia con manchas de “sangre”. Sonaban pitos, cornetas, tambores; pero, sobre todo, se escuchaba en esa escandalosa y desafinada sinfonía, el golpeteo insistente de las cucharas contra el metal de las ollas vacías. Pasaban los minutos y cada vez nos encontrábamos más estrechos en el parque, cuando de la multitud surge la voluntad de ocupar las calles y llevar por ellas el mensaje. Alzadas las banderas del suelo y con la dignidad bien puesta, jóvenes, adultos y adultos mayores marcharon por las calles del corregimiento de San Antonio de Prado en una sola voz y con un solo objetivo: en contra del gobierno del presidente Iván Duque. El día anterior, el 21 de noviembre las centrales sindicales del país, los estudiantes de universidades públicas (y de algunas privadas), profesores, artistas de toda clase y talla, indígenas, y gente del común convocaron a un Paro Nacional que hasta el día de hoy no ha encontrado respuestas ni soluciones. Ese jueves 21, solo en Pasto marcharon con tranquilidad; el resto del país salió a las calles porque perdieron el miedo a las medidas represivas contra la protesta social. Medellín no fue la excepción, pero, a diferencia de Pasto, su protesta fue acallada por gases y bombas aturdidoras, por capturas ilegales y testas reventadas. Aun así, viviendo lo vivido ese 21, San Antonio de Prado al día siguiente, con dignidad y sin miedo, ocupamos las calles y le arrebatamos a la fuerza del estado nuestro derecho a protestar. Y como si inagotable fuera esa fuente de indignación, los pradeños estuvimos en las calles durante cinco días. El 23 de noviembre marchamos de nuevo por las calles que nos faltó el 22. El 24 de noviembre nos reunimos nuevamente a las seis de la tarde alrededor de una pantalla. Se proyectó, en vivo, la palabra de un compañero chileno, con el que conversamos como si estuviera a nuestro lado; nos contó de su férrea lucha y la de su pueblo contra la dictadura de Piñera. Esa noche del 24 de noviembre, pensé que era la última vez que San Antonio de Prado la pasaba en las calles manifestándose, pero los acontecimientos inesperados nos volcaron con indignación y rabia nuevamente a las calles. Mientras nuestro compañero chileno nos contaba cómo mataban en dictadura, el ESMAD en la ciudad de Bogotá mataba en democracia a Dilan Cruz. Era el primer muerto que dejaba el Paro Nacional; un joven de 18 años que apenas terminaba su bachillerato y se encontraba allí ejerciendo su derecho a protestar, derecho que una bala del ESMAD le arrebató. Recuerdo que la solidaridad y la rabia nos hizo salir el 26 de noviembre con una vela blanca en la mano, al mismo y tan mencionado parque de Prado. De nuevo, las banderas puestas en el suelo, y alrededor de ellas sentados estaban jóvenes con guitarras, maracas y tambores esperando la señal para irrumpir en el silencio que dejó la muerte. Días antes, sobre el ambiente político y social del Valle de Aburrá y sobre todo del sur de este, y reunidos bajo el nombre “El Sur Renace” resistían los municipios de Envigado, Itagüí, Sabaneta, La Estrella y el corregimiento de San Antonio de Prado en una sola voz y con las mismas consignas en su lucha. Ni la muerte, ni el miedo, ni el aumento de pie de fuerza, ni los allanamientos, ni las amenazas lograron menguar lo que con tanta fuerza se exigía en las calles colombianas. Como efecto inesperado de sus acciones, ocurrió todo lo contrario. Si la fuerza bruta de la policía ingresaba a un periódico independiente a confiscar sus pertenencias, si amenazaban a un compañero por sus registros fotográficos, o si mataban a alguno, la solidaridad era siempre la respuesta, la solidaridad y la protesta social. El último día (hasta hoy) que San Antonio de Prado ocupó sus calles en abierta inconformidad con el gobierno actual, fue un seis de diciembre. Una navidad atípica le llamaron, una en la que el estruendo de las cucharas contra las cacerolas opacaba el silbido y el tronar de los voladores decembrinos; una en la que los gozos y villancicos se convirtieron en asambleas y bloqueos. El seis nos reunimos nuevamente en el parque de Prado y seguramente alrededor de las mismas banderas que alguien estuvo llevando durante estos cinco días. Se escuchaban los estruendos de las cucharas contra las ollas, pitos de cornetas y alguien cantando al ritmo de tambores hechos con canecas de basura y palos de escoba; marchamos cada palmo del territorio y salimos marchando de allí rumbo al centro comercial Mayorca, el más visitado del sur de la ciudad, donde sería el encuentro con los municipios de El Sur Renace. Cinco días que quizá se olviden es irónicamente un recuerdo que lucha contra la fuerza implacable del tiempo y el olvido. Una reminiscencia cargada de esperanza. Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


CRÓNICAS PRADEÑAS Qr Eran las 3:30 de la tarde del día 22 de noviembre, cuando retire la bolsa de basura de la caneca verde espinaca que se encontraba en mi pieza; la puse de revés y pinte en ella la bandera de Colombia y sobre ella escribí en color rojo: “Hasta que la dignidad se haga costumbre”. Iban a dar las 5:00 pm cuando salí de casa con el balde agujereado en la base, y atravesado por una cabuya para simular un tambor. Llegué en circular al parque de Prado y el lugar aún se encontraba “solo”, pues era natural en los parques ver ancianos en las bancas tomando café y fumando cigarrillo, o madres con sus hijos regando maíz a las palomas. Sin embargo, el acontecimiento al cual yo asistía aún no se pronunciaba, e incluso, un sentimiento amargo me bajó los ánimos al pensar que un corregimiento que tiene como referente a la iglesia del parque principal –desde un sentido arquitectónico histórico y cultural– tuviera habitando en este, gente indiferente a la situación social, política y económica de su país. Fue una sorpresa grande a mis cavilaciones cuando pasadas las seis de la tarde, en las escalinatas del atrio de la iglesia y en su plazoleta contigua, comenzaba la gente a juntarse en torno a banderas puestas en el suelo. Recuerdo que habían banderas de los pueblos Andinos ―Wiphala―, una bandera anarquista y la de Colombia con manchas de “sangre”. Sonaban pitos, cornetas, tambores; pero, sobre todo, se escuchaba en esa escandalosa y desafinada sinfonía, el golpeteo insistente de las cucharas contra el metal de las ollas vacías. Pasaban los minutos y cada vez nos encontrábamos más estrechos en el parque, cuando de la multitud surge la voluntad de ocupar las calles y llevar por ellas el mensaje. Alzadas las banderas del suelo y con la dignidad bien puesta, jóvenes, adultos y adultos mayores marcharon por las calles del corregimiento de San Antonio de Prado en una sola voz y con un solo objetivo: en contra del gobierno del presidente Iván Duque. El día anterior, el 21 de noviembre las centrales sindicales del país, los estudiantes de universidades públicas (y de algunas privadas), profesores, artistas de toda clase y talla, indígenas, y gente del común convocaron a un Paro Nacional que hasta el día de hoy no ha encontrado respuestas ni soluciones. Ese jueves 21, solo en Pasto marcharon con tranquilidad; el resto del país salió a las calles porque perdieron el miedo a las medidas represivas contra la protesta social. Medellín no fue la excepción, pero, a diferencia de Pasto, su protesta fue acallada por gases y bombas aturdidoras, por capturas ilegales y testas reventadas. Aun así, viviendo lo vivido ese 21, San Antonio de Prado al día siguiente, con dignidad y sin miedo, ocupamos las calles y le arrebatamos a la fuerza del estado nuestro derecho a protestar. Y como si inagotable fuera esa fuente de indignación, los pradeños estuvimos en las calles durante cinco días. El 23 de noviembre marchamos de nuevo por las calles que nos faltó el 22. El 24 de noviembre nos reunimos nuevamente a las seis de la tarde alrededor de una pantalla. Se proyectó, en vivo, la palabra de un compañero chileno, con el que conversamos como si estuviera a nuestro lado; nos contó de su férrea lucha y la de su pueblo contra la dictadura de Piñera. Esa noche del 24 de noviembre, pensé que era la última vez que San Antonio de Prado la pasaba en las calles manifestándose, pero los acontecimientos inesperados nos volcaron con indignación y rabia nuevamente a las calles. Mientras nuestro compañero chileno nos contaba cómo mataban en dictadura, el ESMAD en la ciudad de Bogotá mataba en democracia a Dilan Cruz. Era el primer muerto que dejaba el Paro Nacional; un joven de 18 años que apenas terminaba su bachillerato y se encontraba allí ejerciendo su derecho a protestar, derecho que una bala del ESMAD le arrebató. Recuerdo que la solidaridad y la rabia nos hizo salir el 26 de noviembre con una vela blanca en la mano, al mismo y tan mencionado parque de Prado. De nuevo, las banderas puestas en el suelo, y alrededor de ellas sentados estaban jóvenes con guitarras, maracas y tambores esperando la señal para irrumpir en el silencio que dejó la muerte. Días antes, sobre el ambiente político y social del Valle de Aburrá y sobre todo del sur de este, y reunidos bajo el nombre “El Sur Renace” resistían los municipios de Envigado, Itagüí, Sabaneta, La Estrella y el corregimiento de San Antonio de Prado en una sola voz y con las mismas consignas en su lucha. Ni la muerte, ni el miedo, ni el aumento de pie de fuerza, ni los allanamientos, ni las amenazas lograron menguar lo que con tanta fuerza se exigía en las calles colombianas. Como efecto inesperado de sus acciones, ocurrió todo lo contrario. Si la fuerza bruta de la policía ingresaba a un periódico independiente a confiscar sus pertenencias, si amenazaban a un compañero por sus registros fotográficos, o si mataban a alguno, la solidaridad era siempre la respuesta, la solidaridad y la protesta social. El último día (hasta hoy) que San Antonio de Prado ocupó sus calles en abierta inconformidad con el gobierno actual, fue un seis de diciembre. Una navidad atípica le llamaron, una en la que el estruendo de las cucharas contra las cacerolas opacaba el silbido y el tronar de los voladores decembrinos; una en la que los gozos y villancicos se convirtieron en asambleas y bloqueos. El seis nos reunimos nuevamente en el parque de Prado y seguramente alrededor de las mismas banderas que alguien estuvo llevando durante estos cinco días. Se escuchaban los estruendos de las cucharas contra las ollas, pitos de cornetas y alguien cantando al ritmo de tambores hechos con canecas de basura y palos de escoba; marchamos cada palmo del territorio y salimos marchando de allí rumbo al centro comercial Mayorca, el más visitado del sur de la ciudad, donde sería el encuentro con los municipios de El Sur Renace. Cinco días que quizá se olviden es irónicamente un recuerdo que lucha contra la fuerza implacable del tiempo y el olvido. Una reminiscencia cargada de esperanza. Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… VER: #22N SAN ANTONIO DE PRADO


CINCO DÍAS QUE QUIZÁ SE OLVIDEN Qr Eran las 3:30 de la tarde del día 22 de noviembre, cuando retire la bolsa de basura de la caneca verde espinaca que se encontraba en mi pieza; la puse de revés y pinte en ella la bandera de Colombia y sobre ella escribí en color rojo: “Hasta que la dignidad se haga costumbre”. Iban a dar las 5:00 pm cuando salí de casa con el balde agujereado en la base, y atravesado por una cabuya para simular un tambor. Llegué en circular al parque de Prado y el lugar aún se encontraba “solo”, pues era natural en los parques ver ancianos en las bancas tomando café y fumando cigarrillo, o madres con sus hijos regando maíz a las palomas. Sin embargo, el acontecimiento al cual yo asistía aún no se pronunciaba, e incluso, un sentimiento amargo me bajó los ánimos al pensar que un corregimiento que tiene como referente a la iglesia del parque principal –desde un sentido arquitectónico histórico y cultural– tuviera habitando en este, gente indiferente a la situación social, política y económica de su país. Fue una sorpresa grande a mis cavilaciones cuando pasadas las seis de la tarde, en las escalinatas del atrio de la iglesia y en su plazoleta contigua, comenzaba la gente a juntarse en torno a banderas puestas en el suelo. Recuerdo que habían banderas de los pueblos Andinos ―Wiphala―, una bandera anarquista y la de Colombia con manchas de “sangre”. Sonaban pitos, cornetas, tambores; pero, sobre todo, se escuchaba en esa escandalosa y desafinada sinfonía, el golpeteo insistente de las cucharas contra el metal de las ollas vacías. Pasaban los minutos y cada vez nos encontrábamos más estrechos en el parque, cuando de la multitud surge la voluntad de ocupar las calles y llevar por ellas el mensaje. Alzadas las banderas del suelo y con la dignidad bien puesta, jóvenes, adultos y adultos mayores marcharon por las calles del corregimiento de San Antonio de Prado en una sola voz y con un solo objetivo: en contra del gobierno del presidente Iván Duque. El día anterior, el 21 de noviembre las centrales sindicales del país, los estudiantes de universidades públicas (y de algunas privadas), profesores, artistas de toda clase y talla, indígenas, y gente del común convocaron a un Paro Nacional que hasta el día de hoy no ha encontrado respuestas ni soluciones. Ese jueves 21, solo en Pasto marcharon con tranquilidad; el resto del país salió a las calles porque perdieron el miedo a las medidas represivas contra la protesta social. Medellín no fue la excepción, pero, a diferencia de Pasto, su protesta fue acallada por gases y bombas aturdidoras, por capturas ilegales y testas reventadas. Aun así, viviendo lo vivido ese 21, San Antonio de Prado al día siguiente, con dignidad y sin miedo, ocupamos las calles y le arrebatamos a la fuerza del estado nuestro derecho a protestar. Y como si inagotable fuera esa fuente de indignación, los pradeños estuvimos en las calles durante cinco días. El 23 de noviembre marchamos de nuevo por las calles que nos faltó el 22. El 24 de noviembre nos reunimos nuevamente a las seis de la tarde alrededor de una pantalla. Se proyectó, en vivo, la palabra de un compañero chileno, con el que conversamos como si estuviera a nuestro lado; nos contó de su férrea lucha y la de su pueblo contra la dictadura de Piñera. Esa noche del 24 de noviembre, pensé que era la última vez que San Antonio de Prado la pasaba en las calles manifestándose, pero los acontecimientos inesperados nos volcaron con indignación y rabia nuevamente a las calles. Mientras nuestro compañero chileno nos contaba cómo mataban en dictadura, el ESMAD en la ciudad de Bogotá mataba en democracia a Dilan Cruz. Era el primer muerto que dejaba el Paro Nacional; un joven de 18 años que apenas terminaba su bachillerato y se encontraba allí ejerciendo su derecho a protestar, derecho que una bala del ESMAD le arrebató. Recuerdo que la solidaridad y la rabia nos hizo salir el 26 de noviembre con una vela blanca en la mano, al mismo y tan mencionado parque de Prado. De nuevo, las banderas puestas en el suelo, y alrededor de ellas sentados estaban jóvenes con guitarras, maracas y tambores esperando la señal para irrumpir en el silencio que dejó la muerte. Días antes, sobre el ambiente político y social del Valle de Aburrá y sobre todo del sur de este, y reunidos bajo el nombre “El Sur Renace” resistían los municipios de Envigado, Itagüí, Sabaneta, La Estrella y el corregimiento de San Antonio de Prado en una sola voz y con las mismas consignas en su lucha. Ni la muerte, ni el miedo, ni el aumento de pie de fuerza, ni los allanamientos, ni las amenazas lograron menguar lo que con tanta fuerza se exigía en las calles colombianas. Como efecto inesperado de sus acciones, ocurrió todo lo contrario. Si la fuerza bruta de la policía ingresaba a un periódico independiente a confiscar sus pertenencias, si amenazaban a un compañero por sus registros fotográficos, o si mataban a alguno, la solidaridad era siempre la respuesta, la solidaridad y la protesta social. El último día (hasta hoy) que San Antonio de Prado ocupó sus calles en abierta inconformidad con el gobierno actual, fue un seis de diciembre. Una navidad atípica le llamaron, una en la que el estruendo de las cucharas contra las cacerolas opacaba el silbido y el tronar de los voladores decembrinos; una en la que los gozos y villancicos se convirtieron en asambleas y bloqueos. El seis nos reunimos nuevamente en el parque de Prado y seguramente alrededor de las mismas banderas que alguien estuvo llevando durante estos cinco días. Se escuchaban los estruendos de las cucharas contra las ollas, pitos de cornetas y alguien cantando al ritmo de tambores hechos con canecas de basura y palos de escoba; marchamos cada palmo del territorio y salimos marchando de allí rumbo al centro comercial Mayorca, el más visitado del sur de la ciudad, donde sería el encuentro con los municipios de El Sur Renace. Cinco días que quizá se olviden es irónicamente un recuerdo que lucha contra la fuerza implacable del tiempo y el olvido. Una reminiscencia cargada de esperanza. Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… VER: #23N SAN ANTONIO DE PRADO


CRÓNICAS PRADEÑAS Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… La Casa Popular nació aquí en San Antonio de Prado, y yo también. Yo cumpliré 28 este 2020 y ella tan solo 2 años. Para ser más específico, yo nací en el lugar que hoy ocupa el CDS, más cuando era casa de la cultura que cuando fue hospital; la sala de partos que compartimos muchos redvoltosos y redvoltosas –bien fuera en ensayos de teatro, bailando o pintando– fue salón 6. Una vez nacimos, empezamos un proceso de gestación de lo que hoy se conoce como la Redvuelta Casa Popular. Nacer gestando o aprender enseñando, cada una de nosotras ha cargado en su espalda esta casa; somos hacedoras de unas conchas que se han ido solidificando en espiral, hasta que fue el momento y juntamos todas las partes: la Casa Popular es una suma de conchas que sacamos de nuestro propio cuerpo para crear esta fortaleza territorial. Yo soy Gabriel, o mejor dicho Gabriela, la única marica pública de la Casa Popular (hasta ahora). Cumplo años en octubre como la Casa Popular, así que este mes para mí significa el origen del mundo, pienso esto mientras contemplo una de las obras más icónicas de Gustav Courbet en el sillón de la biblioteca y continuó pensando que: en una noche cualquiera yo podría estar contemplando esta obra, y al mismo tiempo podría estar una vulva violeta rodeada de velas encendidas por algunas brujas en el patio, quienes dejarían salir de su pebetero un vapor de esencias naturales que regularmente se confundían con el químico de los spray que se agitaban en la terraza, por los monkeyface, a la vez que estos planeaban fiestas de salsa y graffiti para amasar algo de dinero y pagar el arriendo de algunos meses. Este ha sido el ambiente de la Casa Popular, pero me voy a referir en este escrito, a la corta noche en que abrimos por vez primera la puerta de nuestra morada a la comunidad, abriendo así una puerta en la historia del movimiento social, cultural y juvenil del corregimiento, aquel 6 de octubre del 2018. Más o menos la cosa fue así, ocupamos La Casa en agosto de aquel año, así que tuvimos dos meses para reconocernos en el espacio y establecer las formas de autogobierno y sostenimiento económico entre los distintos colectivos (Vértices - monkeyface; Grito de Brujas; La Huerta Agroecológica; GRIS; Círculos Procultura del Agua; Tejiendo Raíces; y Arte y Contraste). De manera alterna íbamos pensando cómo sería ese ritual de iniciación, para presentar la Casa Popular al corregimiento y de paso a la ciudad. Después de varias reuniones, el derrotero sería el siguiente: palabras de bienvenida en la entrada de la Casa Popular a cargo de Rous y Yeya, a las 8:00 pm se abren las puertas, se permite que la gente reconozca el espacio y disfrute de una exposición fotográfica que cuenta la trayectoria de los colectivos; posteriormente se encenderían algunas velas y con totuma en mano se invita a tomar chicha. Al instante Don Ferdi y Estrella Solar acompañan el ritual con algunas palabras de agradecimiento a quienes acudieron a la invitación; luego vendría un show de circo a cargo de Miel. A la postre, Pacho Mentiras presentaría una performance que se titula “Rememorar”, y se daría inicio a la celebración con: “Contruçao” de Chico Buarque, siendo la primera canción de la noche. Después vendría una hora de música escogida por la Casa, para dar paso a Granada Charpter, un grupo de dj´s que presentaría un set de salsa, funk, afrobeat y jazz. Ahora bien, tal vez la actividad más compleja en su realización fue la performance. Primeramente se encontró frente a un montaje de agenda ya terminado por el comité asignado para esto, pero después de una larga conversa con Pipe y Karen se accedió la inclusión de esta actividad, dado que permitía enseñar a la comunidad que esta Casa nacía para ocuparse de temas profundos y espinosos como el de la memoria histórica frente al caso de hombres y mujeres desaparecidas por el estado colombiano, pues esta es la reflexión a la que nos invitaría “Rememorar”. Una vez incluido en la agenda, se sumó otro trabajo para Pacho y para mí, quienes inicialmente estábamos ocupados de la adecuación del espacio, junto con los monkeyface; y ahora debíamos velar por el cumplimiento de la exposición. Lo primero que hicimos fue contactar a Viky y a Harvard, quienes siempre nos han enseñado que la vida es un teatro y el mundo su escenario, improvisan una actuación cómica para decirnos que sí harían parte de la inauguración. Pacho Mentiras visitó a un “viejito” que vendía antigüedades en el centro de la ciudad, para ver si nos podía vender o alquilar la linterna mágica que tanto fue usada en las aulas de clase durante las últimas décadas del siglo pasado; conseguir un proyector de acetatos era el siguiente paso. Las negociaciones no fueron claras, al parecer el proyector no funcionaba bien o este coleccionista de antigüedades solo vendía lo que ya tenía repetido en su colección, y este, aunque se exhibía, no estaba a la venta. Todo nos pareció un capricho mezquino al que le invertimos varios días de trámite; después de esta frustrada posibilidad de conseguirlo, quedaban pocos días. Decidimos escribir una carta para la solicitud de un préstamo de este equipo y la mandamos al Colegio Manuel J. Betancur con algunos compañeros egresados de esta institución. Pero la respuesta fue contundente: –no tenemos. –A lo que Pacho dijo: – ¿será que cancelamos la performance? – Lo evaluamos pero decidimos seguir. Entre las negociaciones con el “viejito” y la espera en la respuesta del colegio, se había consumado la semana como los cigarrillos que nos habíamos fumado Pipe y yo en el debate para la inclusión de la performance en la agenda de inauguración y aún nos quedaban adecuaciones por realizar. Esta biblioteca desde donde hoy escribo, aquella madrugada del 6 de octubre se iba transformando en la sala de exposición donde se instaló meticulosamente, una serie de La CajaMágica en la Inauguración de la Casa Popular fotografías que relataban esa historia de lo que ha sido el nacer gestando. Recuerdo que Rous marcó con una cinta, unas franjas verticales de aproximadamente 30 cm de ancho, alternando entre estas dos tonos de verde –que aún se conservan– donde de manera superpuesta se esperaba pintar un stencil con algunos fileteados argentinos en tonos de beige, pero el único stencil que se logró plasmar fue el de unos azulejos que se instalaron en el patio aunque sin terminar, porque el muro era un poco alto y Pacho no alcanzaba a ponerlos bien en ese último costado; o bueno, eso fue lo que dijo Pacho Mentiras. Estábamos a punto de cancelar la exposición de la performance. Era el día de la inauguración, la ansiedad comenzaba a habitarnos, no habíamos dormido bien y aún no conseguíamos la caja mágica. Durante la mañana nos ocupamos de pintar los últimos muros, se hicieron pruebas de sonido y estaban instaladas algunas luces; todo empezaba a coger forma. Aprovechamos para comer algo y luego, seguir trabajando. Recordamos que en la antigua Casa de la Cultura siempre habíamos visto un proyector archivado, así que nos pusimos a activar las redes de contacto para esto. Nos contactamos con uno de sus integrantes directivos de ese espacio, quien nos dijo que era posible que se conservara. No obstante, para prestarlo, había que hablar con el señor de las fotos, pero nunca nos contestó después de varias horas de intentos. Llegó la tarde, y con ella se integraban cada vez más redvoltosos y redvoltosas a la acción, así que se ampliaron las redes de contacto hasta que Chucho dijo: "yo sé quién tiene un proyector, y me lo puede prestar”. Se contactó con su amigo Pepito Pérez, quien se encontraba fuera de casa, pero acordó llamarnos una vez estuviera disponible para hacernos el prestamo. Era arriesgado continuar. –¿será que cancelamos? –Dijo Pacho, pero ese fuerte sentimiento de resistencia que nos caracteriza a algunos redvoltosos y redvoltosas, nos hizo insistir en su realización. Así fue. Llegó P. Pérez a las 7:00 pm y llamó a Chucho. Este, conduciendo rápidamente su motocicleta por las veredas más empinadas del corregimiento, de manera intrépida trajo el proyector de acetato; por fin lo tenemos en nuestras manos. Viky y Harvard ya habían repasado la performance y solo quedaba hacer los ensayos con el proyector; sentimos un júbilo de triunfo. Yo terminé de hacer el montaje de las fotografías mientras Leño estaba lavando el piso de La Casa. Me ardían un poco los ojos porque había un olor muy fuerte a desinfectante, nos reímos con preocupación en medio de la aséptica incomodidad, así que Leño prendió un palo santo para matizar un poco el olor. Yo no encontraba mis zapatos, los habían guardado en medio de los arreglos y la limpieza, y ahora no los encontraba, pero mi urgente búsqueda tuvo que ser interrumpida porque el proyector, en medio del ensayo, se recalentó hasta apagarse, dejando inacabado el ensayo. Otra vez la ansiedad y los nervios volvieron y esta vez las opiniones se hacían con firmeza, Pacho Mentiras nuevamente reiteró: – ¡no, lo mejor es que no hagamos la performance! En ese momento sentí rabia; después de tantas peripecias, para mí era inconcebible no realizarlo. Viky sintió la tensión y llamó a Pacho Mentiras, empezaron a tramitar la manera de hacerlo. Yo encontré mis Zapatos, y Rous, con la serenidad que le caracteriza, dijo: –faltan 15 minutos para las 8:00 pm; si el problema es que se está recalentando, puedo traer de mi casa un ventilador pequeño que permita enfriarlo. Y así fue. No hubo más tiempo de ensayos, solo se dejó encendido durante un rato y se comprobó que no se apagaba teniendo el ventilador para enfriarlo; ahora todo era un asunto de suerte para que en medio de la performance, no se apagara. Se abrió la puerta. El Sata, de manera espontánea, sacó la tambora y comenzó a tocarla bloqueando la calle junto con Chucho. La gente estaba aglomerada, algunos compañeros de Arte y Contraste tiraron fuego por sus parturientas bocas, ver esta danza de fuego y tambor era para mí el cielo, pero para los conductores de los carros que pitaban atestados era el averno con calles estrechas, porque ya saben lo que dicen: pueblo chiquito atascos infernales, o algo así. Se callaron las tamboras, Rous y Yeyi alzaron la voz para darles la bienvenida a las personas que se aglomeraban en la calle. Acto seguido, la gente comenzó a entrar, las personas en el pasillo de la entrada se encontraban con un mural dispuesto en un muro corrugado que invitaba al tacto; parecía que la gente le daba la mano a la casa cuando tocaba este muro, parecía una verdadera presentación entre dos cuerpos que se dan la mano. En el fondo ya estaba Miel alongando su cuerpo dentro de una trusa, tal y como se iniciaban los ensayos de expresión corporal en el salón 6. El transcurso de la agenda avanzó con éxito hasta que llegó el momento. Salieron Viky y Harvard en medio de la oscuridad. Como un fuerte golpe se escuchó el interruptor que encendió la bombilla de la caja mágica, se proyectó una luz de un amarillo mortecino y empezó a dejarnos ver los primeros rostros impresos en el acetato. Pacho Mentiras, de manera aleatoria, escogía un rostro de un "no identificado" y comenzaba a nombrar con acetatos que traían infinidad de nombres de los registros de desaparecidos, como buscando nombrarlos para hacerlos existir en nuestra memoria. El público veía absorto hacia la luz de la caja mágica con la que aparecían y se nombraban por instantes los desaparecidos, y se comenzó a escuchar con voz en off los primeros alabados chocoanos a cargo de Viky y Harvard; el ambiente poseía un sentimiento de amor lúgubre. Recibí la señal, ahora debía salir a practicar la misma hazaña. Tomé un rostro de nadie y tomé prestado un nombre y un apellido de algún desaparecido. –“Rosa María Villegas” –leyó el público con un grito mental en la pared gracias al proyector. Y luego escogí un rostro gris de una mujer. Sucesivamente siguieron los alabados y, las personas saliendo del público, iban configurando sus propios caleidoscopios de letras y rostros grises. Al final Pacho Mentiras habló de la verdad, habló de violencia política en Colombia dirigiéndose al público. Sin vacilación, la gente comenzó a aplaudir con fuerza, y en el fondo de los aplausos se empezó a escuchar: –“Amó aquella vez como si fuese última”. Estos tiempos de crisis mundial, donde el confinamiento y el carente apoyo por parte del Estado para el sector cultural, vuelve a generar la pregunta: ¿será que cancelamos? De manera inmediata vuelven las voces de resistencia, que no son otra cosa que una esperanza encarna en el cuerpo que dice: “hay que seguir naciendo mientras gestamos”. Aunque pareciera que todo lo sólido se diluye en el viento como polvo, dado que irremediablemente debemos abandonar el espacio; vuelve a ronda una nueva “Estrategia” inspirada en la obra cinematográfica de Sergio Cabrera, es posible que dentro de algunos meses le compartamos a la comunidad, una nueva dirección de nuestra nueva fortaleza que no será otra cosa que una suma de conchas, como ya he dicho. Dejo la historia en este punto, porque debemos sujetar el sillón y algunos ladrillos de unas poleas que nos enseñaron a hacer Viky y Harvard. 1 junio, 2020 Por: Jose G. Monsalve López


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… La Casa Popular nació aquí en San Antonio de Prado, y yo también. Yo cumpliré 28 este 2020 y ella tan solo 2 años. Para ser más específico, yo nací en el lugar que hoy ocupa el CDS, más cuando era casa de la cultura que cuando fue hospital; la sala de partos que compartimos muchos redvoltosos y redvoltosas –bien fuera en ensayos de teatro, bailando o pintando– fue salón 6. Una vez nacimos, empezamos un proceso de gestación de lo que hoy se conoce como la Redvuelta Casa Popular. Nacer gestando o aprender enseñando, cada una de nosotras ha cargado en su espalda esta casa; somos hacedoras de unas conchas que se han ido solidificando en espiral, hasta que fue el momento y juntamos todas las partes: la Casa Popular es una suma de conchas que sacamos de nuestro propio cuerpo para crear esta fortaleza territorial. Yo soy Gabriel, o mejor dicho Gabriela, la única marica pública de la Casa Popular (hasta ahora). Cumplo años en octubre como la Casa Popular, así que este mes para mí significa el origen del mundo, pienso esto mientras contemplo una de las obras más icónicas de Gustav Courbet en el sillón de la biblioteca y continuó pensando que: en una noche cualquiera yo podría estar contemplando esta obra, y al mismo tiempo podría estar una vulva violeta rodeada de velas encendidas por algunas brujas en el patio, quienes dejarían salir de su pebetero un vapor de esencias naturales que regularmente se confundían con el químico de los spray que se agitaban en la terraza, por los monkeyface, a la vez que estos planeaban fiestas de salsa y graffiti para amasar algo de dinero y pagar el arriendo de algunos meses. Este ha sido el ambiente de la Casa Popular, pero me voy a referir en este escrito, a la corta noche en que abrimos por vez primera la puerta de nuestra morada a la comunidad, abriendo así una puerta en la historia del movimiento social, cultural y juvenil del corregimiento, aquel 6 de octubre del 2018. Más o menos la cosa fue así, ocupamos La Casa en agosto de aquel año, así que tuvimos dos meses para reconocernos en el espacio y establecer las formas de autogobierno y sostenimiento económico entre los distintos colectivos (Vértices - monkeyface; Grito de Brujas; La Huerta Agroecológica; GRIS; Círculos Procultura del Agua; Tejiendo Raíces; y Arte y Contraste). De manera alterna íbamos pensando cómo sería ese ritual de iniciación, para presentar la Casa Popular al corregimiento y de paso a la ciudad. Después de varias reuniones, el derrotero sería el siguiente: palabras de bienvenida en la entrada de la Casa Popular a cargo de Rous y Yeya, a las 8:00 pm se abren las puertas, se permite que la gente reconozca el espacio y disfrute de una exposición fotográfica que cuenta la trayectoria de los colectivos; posteriormente se encenderían algunas velas y con totuma en mano se invita a tomar chicha. Al instante Don Ferdi y Estrella Solar acompañan el ritual con algunas palabras de agradecimiento a quienes acudieron a la invitación; luego vendría un show de circo a cargo de Miel. A la postre, Pacho Mentiras presentaría una performance que se titula “Rememorar”, y se daría inicio a la celebración con: “Contruçao” de Chico Buarque, siendo la primera canción de la noche. Después vendría una hora de música escogida por la Casa, para dar paso a Granada Charpter, un grupo de dj´s que presentaría un set de salsa, funk, afrobeat y jazz. Ahora bien, tal vez la actividad más compleja en su realización fue la performance. Primeramente se encontró frente a un montaje de agenda ya terminado por el comité asignado para esto, pero después de una larga conversa con Pipe y Karen se accedió la inclusión de esta actividad, dado que permitía enseñar a la comunidad que esta Casa nacía para ocuparse de temas profundos y espinosos como el de la memoria histórica frente al caso de hombres y mujeres desaparecidas por el estado colombiano, pues esta es la reflexión a la que nos invitaría “Rememorar”. Una vez incluido en la agenda, se sumó otro trabajo para Pacho y para mí, quienes inicialmente estábamos ocupados de la adecuación del espacio, junto con los monkeyface; y ahora debíamos velar por el cumplimiento de la exposición. Lo primero que hicimos fue contactar a Viky y a Harvard, quienes siempre nos han enseñado que la vida es un teatro y el mundo su escenario, improvisan una actuación cómica para decirnos que sí harían parte de la inauguración. Pacho Mentiras visitó a un “viejito” que vendía antigüedades en el centro de la ciudad, para ver si nos podía vender o alquilar la linterna mágica que tanto fue usada en las aulas de clase durante las últimas décadas del siglo pasado; conseguir un proyector de acetatos era el siguiente paso. Las negociaciones no fueron claras, al parecer el proyector no funcionaba bien o este coleccionista de antigüedades solo vendía lo que ya tenía repetido en su colección, y este, aunque se exhibía, no estaba a la venta. Todo nos pareció un capricho mezquino al que le invertimos varios días de trámite; después de esta frustrada posibilidad de conseguirlo, quedaban pocos días. Decidimos escribir una carta para la solicitud de un préstamo de este equipo y la mandamos al Colegio Manuel J. Betancur con algunos compañeros egresados de esta institución. Pero la respuesta fue contundente: –no tenemos. –A lo que Pacho dijo: – ¿será que cancelamos la performance? – Lo evaluamos pero decidimos seguir. Entre las negociaciones con el “viejito” y la espera en la respuesta del colegio, se había consumado la semana como los cigarrillos que nos habíamos fumado Pipe y yo en el debate para la inclusión de la performance en la agenda de inauguración y aún nos quedaban adecuaciones por realizar. Esta biblioteca desde donde hoy escribo, aquella madrugada del 6 de octubre se iba transformando en la sala de exposición donde se instaló meticulosamente, una serie de fotografías que relataban esa historia de lo que ha sido el nacer gestando. Recuerdo que Rous marcó con una cinta, unas franjas verticales de aproximadamente 30 cm de ancho, alternando entre estas dos tonos de verde –que aún se conservan– donde de manera superpuesta se esperaba pintar un stencil con algunos fileteados argentinos en tonos de beige, pero el único stencil que se logró plasmar fue el de unos azulejos que se instalaron en el patio aunque sin terminar, porque el muro era un poco alto y Pacho no alcanzaba a ponerlos bien en ese último costado; o bueno, eso fue lo que dijo Pacho Mentiras. Estábamos a punto de cancelar la exposición de la performance. Era el día de la inauguración, la ansiedad comenzaba a habitarnos, no habíamos dormido bien y aún no conseguíamos la caja mágica. Durante la mañana nos ocupamos de pintar los últimos muros, se hicieron pruebas de sonido y estaban instaladas algunas luces; todo empezaba a coger forma. Aprovechamos para comer algo y luego, seguir trabajando. Recordamos que en la antigua Casa de la Cultura siempre habíamos visto un proyector archivado, así que nos pusimos a activar las redes de contacto para esto. Nos contactamos con uno de sus integrantes directivos de ese espacio, quien nos dijo que era posible que se conservara. No obstante, para prestarlo, había que hablar con el señor de las fotos, pero nunca nos contestó después de varias horas de intentos. Llegó la tarde, y con ella se integraban cada vez más redvoltosos y redvoltosas a la acción, así que se ampliaron las redes de contacto hasta que Chucho dijo: "yo sé quién tiene un proyector, y me lo puede prestar”. Se contactó con su amigo Pepito Pérez, quien se encontraba fuera de casa, pero acordó llamarnos una vez estuviera disponible para hacernos el prestamo. Era arriesgado continuar. –¿será que cancelamos? –Dijo Pacho, pero ese fuerte sentimiento de resistencia que nos caracteriza a algunos redvoltosos y redvoltosas, nos hizo insistir en su realización. Así fue. Llegó P. Pérez a las 7:00 pm y llamó a Chucho. Este, conduciendo rápidamente su motocicleta por las veredas más empinadas del corregimiento, de manera intrépida trajo el proyector de acetato; por fin lo tenemos en nuestras manos. Viky y Harvard ya habían repasado la performance y solo quedaba hacer los ensayos con el proyector; sentimos un júbilo de triunfo. Yo terminé de hacer el montaje de las fotografías mientras Leño estaba lavando el piso de La Casa. Me ardían un poco los ojos porque había un olor muy fuerte a desinfectante, nos reímos con preocupación en medio de la aséptica incomodidad, así que Leño prendió un palo santo para matizar un poco el olor. Yo no encontraba mis zapatos, los habían guardado en medio de los arreglos y la limpieza, y ahora no los encontraba, pero mi urgente búsqueda tuvo que ser interrumpida porque el proyector, en medio del ensayo, se recalentó hasta apagarse, dejando inacabado el ensayo. Otra vez la ansiedad y los nervios volvieron y esta vez las opiniones se hacían con firmeza, Pacho Mentiras nuevamente reiteró: – ¡no, lo mejor es que no hagamos la performance! En ese momento sentí rabia; después de tantas peripecias, para mí era inconcebible no realizarlo. Viky sintió la tensión y llamó a Pacho Mentiras, empezaron a tramitar la manera de hacerlo. Yo encontré mis Zapatos, y Rous, con la serenidad que le caracteriza, dijo: –faltan 15 minutos para las 8:00 pm; si el problema es que se está recalentando, puedo traer de mi casa un ventilador pequeño que permita enfriarlo. Y así fue. No hubo más tiempo de ensayos, solo se dejó encendido durante un rato y se comprobó que no se apagaba teniendo el ventilador para enfriarlo; ahora todo era un asunto de suerte para que en medio de la performance, no se apagara. Se abrió la puerta. El Sata, de manera espontánea, sacó la tambora y comenzó a tocarla bloqueando la calle junto con Chucho. La gente estaba aglomerada, algunos compañeros de Arte y Contraste tiraron fuego por sus parturientas bocas, ver esta danza de fuego y tambor era para mí el cielo, pero para los conductores de los carros que pitaban atestados era el averno con calles estrechas, porque ya saben lo que dicen: pueblo chiquito atascos infernales, o algo así. Se callaron las tamboras, Rous y Yeyi alzaron la voz para darles la bienvenida a las personas que se aglomeraban en la calle. Acto seguido, la gente comenzó a entrar, las personas en el pasillo de la entrada se encontraban con un mural dispuesto en un muro corrugado que invitaba al tacto; parecía que la gente le daba la mano a la casa cuando tocaba este muro, parecía una verdadera presentación entre dos cuerpos que se dan la mano. En el fondo ya estaba Miel alongando su cuerpo dentro de una trusa, tal y como se iniciaban los ensayos de expresión corporal en el salón 6. El transcurso de la agenda avanzó con éxito hasta que llegó el momento. Salieron Viky y Harvard en medio de la oscuridad. Como un fuerte golpe se escuchó el interruptor que encendió la bombilla de la caja mágica, se proyectó una luz de un amarillo mortecino y empezó a dejarnos ver los primeros rostros impresos en el acetato. Pacho Mentiras, de manera aleatoria, escogía un rostro de un "no identificado" y comenzaba a nombrar con acetatos que traían infinidad de nombres de los registros de desaparecidos, como buscando nombrarlos para hacerlos existir en nuestra memoria. El público veía absorto hacia la luz de la caja mágica con la que aparecían y se nombraban por instantes los desaparecidos, y se comenzó a escuchar con voz en off los primeros alabados chocoanos a cargo de Viky y Harvard; el ambiente poseía un sentimiento de amor lúgubre. Recibí la señal, ahora debía salir a practicar la misma hazaña. Tomé un rostro de nadie y tomé prestado un nombre y un apellido de algún desaparecido. –“Rosa María Villegas” –leyó el público con un grito mental en la pared gracias al proyector. Y luego escogí un rostro gris de una mujer. Sucesivamente siguieron los alabados y, las personas saliendo del público, iban configurando sus propios caleidoscopios de letras y rostros grises. Al final Pacho Mentiras habló de la verdad, habló de violencia política en Colombia dirigiéndose al público. Sin vacilación, la gente comenzó a aplaudir con fuerza, y en el fondo de los aplausos se empezó a escuchar: –“Amó aquella vez como si fuese última”. Estos tiempos de crisis mundial, donde el confinamiento y el carente apoyo por parte del Estado para el sector cultural, vuelve a generar la pregunta: ¿será que cancelamos? De manera inmediata vuelven las voces de resistencia, que no son otra cosa que una esperanza encarna en el cuerpo que dice: “hay que seguir naciendo mientras gestamos”. Aunque pareciera que todo lo sólido se diluye en el viento como polvo, dado que irremediablemente debemos abandonar el espacio; vuelve a ronda una nueva “Estrategia” inspirada en la obra cinematográfica de Sergio Cabrera, es posible que dentro de algunos meses le compartamos a la comunidad, una nueva dirección de nuestra nueva fortaleza que no será otra cosa que una suma de conchas, como ya he dicho. Dejo la historia en este punto, porque debemos sujetar el sillón y algunos ladrillos de unas poleas que nos enseñaron a hacer Viky y Harvard. 1 junio, 2020


CRÓNICAS PRADEÑAS Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… La Casa Popular nació aquí en San Antonio de Prado, y yo también. Yo cumpliré 28 este 2020 y ella tan solo 2 años. Para ser más específico, yo nací en el lugar que hoy ocupa el CDS, más cuando era casa de la cultura que cuando fue hospital; la sala de partos que compartimos muchos redvoltosos y redvoltosas –bien fuera en ensayos de teatro, bailando o pintando– fue salón 6. Una vez nacimos, empezamos un proceso de gestación de lo que hoy se conoce como la Redvuelta Casa Popular. Nacer gestando o aprender enseñando, cada una de nosotras ha cargado en su espalda esta casa; somos hacedoras de unas conchas que se han ido solidificando en espiral, hasta que fue el momento y juntamos todas las partes: la Casa Popular es una suma de conchas que sacamos de nuestro propio cuerpo para crear esta fortaleza territorial. Yo soy Gabriel, o mejor dicho Gabriela, la única marica pública de la Casa Popular (hasta ahora). Cumplo años en octubre como la Casa Popular, así que este mes para mí significa el origen del mundo, pienso esto mientras contemplo una de las obras más icónicas de Gustav Courbet en el sillón de la biblioteca y continuó pensando que: en una noche cualquiera yo podría estar contemplando esta obra, y al mismo tiempo podría estar una vulva violeta rodeada de velas encendidas por algunas brujas en el patio, quienes dejarían salir de su pebetero un vapor de esencias naturales que regularmente se confundían con el químico de los spray que se agitaban en la terraza, por los monkeyface, a la vez que estos planeaban fiestas de salsa y graffiti para amasar algo de dinero y pagar el arriendo de algunos meses. Este ha sido el ambiente de la Casa Popular, pero me voy a referir en este escrito, a la corta noche en que abrimos por vez primera la puerta de nuestra morada a la comunidad, abriendo así una puerta en la historia del movimiento social, cultural y juvenil del corregimiento, aquel 6 de octubre del 2018. Más o menos la cosa fue así, ocupamos La Casa en agosto de aquel año, así que tuvimos dos meses para reconocernos en el espacio y establecer las formas de autogobierno y sostenimiento económico entre los distintos colectivos (Vértices - monkeyface; Grito de Brujas; La Huerta Agroecológica; GRIS; Círculos Procultura del Agua; Tejiendo Raíces; y Arte y Contraste). De manera alterna íbamos pensando cómo sería ese ritual de iniciación, para presentar la Casa Popular al corregimiento y de paso a la ciudad. Después de varias reuniones, el derrotero sería el siguiente: palabras de bienvenida en la entrada de la Casa Popular a cargo de Rous y Yeya, a las 8:00 pm se abren las puertas, se permite que la gente reconozca el espacio y disfrute de una exposición fotográfica que cuenta la trayectoria de los colectivos; posteriormente se encenderían algunas velas y con totuma en mano se invita a tomar chicha. Al instante Don Ferdi y Estrella Solar acompañan el ritual con algunas palabras de agradecimiento a quienes acudieron a la invitación; luego vendría un show de circo a cargo de Miel. A la postre, Pacho Mentiras presentaría una performance que se titula “Rememorar”, y se daría inicio a la celebración con: “Contruçao” de Chico Buarque, siendo la primera canción de la noche. Después vendría una hora de música escogida por la Casa, para dar paso a Granada Charpter, un grupo de dj´s que presentaría un set de salsa, funk, afrobeat y jazz. Ahora bien, tal vez la actividad más compleja en su realización fue la performance. Primeramente se encontró frente a un montaje de agenda ya terminado por el comité asignado para esto, pero después de una larga conversa con Pipe y Karen se accedió la inclusión de esta actividad, dado que permitía enseñar a la comunidad que esta Casa nacía para ocuparse de temas profundos y espinosos como el de la memoria histórica frente al caso de hombres y mujeres desaparecidas por el estado colombiano, pues esta es la reflexión a la que nos invitaría “Rememorar”. Una vez incluido en la agenda, se sumó otro trabajo para Pacho y para mí, quienes inicialmente estábamos ocupados de la adecuación del espacio, junto con los monkeyface; y ahora debíamos velar por el cumplimiento de la exposición. Lo primero que hicimos fue contactar a Viky y a Harvard, quienes siempre nos han enseñado que la vida es un teatro y el mundo su escenario, improvisan una actuación cómica para decirnos que sí harían parte de la inauguración. Pacho Mentiras visitó a un “viejito” que vendía antigüedades en el centro de la ciudad, para ver si nos podía vender o alquilar la linterna mágica que tanto fue usada en las aulas de clase durante las últimas décadas del siglo pasado; conseguir un proyector de acetatos era el siguiente paso. Las negociaciones no fueron claras, al parecer el proyector no funcionaba bien o este coleccionista de antigüedades solo vendía lo que ya tenía repetido en su colección, y este, aunque se exhibía, no estaba a la venta. Todo nos pareció un capricho mezquino al que le invertimos varios días de trámite; después de esta frustrada posibilidad de conseguirlo, quedaban pocos días. Decidimos escribir una carta para la solicitud de un préstamo de este equipo y la mandamos al Colegio Manuel J. Betancur con algunos compañeros egresados de esta institución. Pero la respuesta fue contundente: –no tenemos. –A lo que Pacho dijo: – ¿será que cancelamos la performance? – Lo evaluamos pero decidimos seguir. Entre las negociaciones con el “viejito” y la espera en la respuesta del colegio, se había consumado la semana como los cigarrillos que nos habíamos fumado Pipe y yo en el debate para la inclusión de la performance en la agenda de inauguración y aún nos quedaban adecuaciones por realizar. Esta biblioteca desde donde hoy escribo, aquella madrugada del 6 de octubre se iba transformando en la sala de exposición donde se instaló meticulosamente, una serie de fotografías que relataban esa historia de lo que ha sido el nacer gestando. Recuerdo que Rous marcó con una cinta, unas franjas verticales de aproximadamente 30 cm de ancho, alternando entre estas dos tonos de verde –que aún se conservan– donde de manera superpuesta se esperaba pintar un stencil con algunos fileteados argentinos en tonos de beige, pero el único stencil que se logró plasmar fue el de unos azulejos que se instalaron en el patio aunque sin terminar, porque el muro era un poco alto y Pacho no alcanzaba a ponerlos bien en ese último costado; o bueno, eso fue lo que dijo Pacho Mentiras. Estábamos a punto de cancelar la exposición de la performance. Era el día de la inauguración, la ansiedad comenzaba a habitarnos, no habíamos dormido bien y aún no conseguíamos la caja mágica. Durante la mañana nos ocupamos de pintar los últimos muros, se hicieron pruebas de sonido y estaban instaladas algunas luces; todo empezaba a coger forma. Aprovechamos para comer algo y luego, seguir trabajando. Recordamos que en la antigua Casa de la Cultura siempre habíamos visto un proyector archivado, así que nos pusimos a activar las redes de contacto para esto. Nos contactamos con uno de sus integrantes directivos de ese espacio, quien nos dijo que era posible que se conservara. No obstante, para prestarlo, había que hablar con el señor de las fotos, pero nunca nos contestó después de varias horas de intentos. Llegó la tarde, y con ella se integraban cada vez más redvoltosos y redvoltosas a la acción, así que se ampliaron las redes de contacto hasta que Chucho dijo: "yo sé quién tiene un proyector, y me lo puede prestar”. Se contactó con su amigo Pepito Pérez, quien se encontraba fuera de casa, pero acordó llamarnos una vez estuviera disponible para hacernos el prestamo. Era arriesgado continuar. –¿será que cancelamos? –Dijo Pacho, pero ese fuerte sentimiento de resistencia que nos caracteriza a algunos redvoltosos y redvoltosas, nos hizo insistir en su realización. Así fue. Llegó P. Pérez a las 7:00 pm y llamó a Chucho. Este, conduciendo rápidamente su motocicleta por las veredas más empinadas del corregimiento, de manera intrépida trajo el proyector de acetato; por fin lo tenemos en nuestras manos. Viky y Harvard ya habían repasado la performance y solo quedaba hacer los ensayos con el proyector; sentimos un júbilo de triunfo. Yo terminé de hacer el montaje de las fotografías mientras Leño estaba lavando el piso de La Casa. Me ardían un poco los ojos porque había un olor muy fuerte a desinfectante, nos reímos con preocupación en medio de la aséptica incomodidad, así que Leño prendió un palo santo para matizar un poco el olor. Yo no encontraba mis zapatos, los habían guardado en medio de los arreglos y la limpieza, y ahora no los encontraba, pero mi urgente búsqueda tuvo que ser interrumpida porque el proyector, en medio del ensayo, se recalentó hasta apagarse, dejando inacabado el ensayo. Otra vez la ansiedad y los nervios volvieron y esta vez las opiniones se hacían con firmeza, Pacho Mentiras nuevamente reiteró: – ¡no, lo mejor es que no hagamos la performance! En ese momento sentí rabia; después de tantas peripecias, para mí era inconcebible no realizarlo. Viky sintió la tensión y llamó a Pacho Mentiras, empezaron a tramitar la manera de hacerlo. Yo encontré mis Zapatos, y Rous, con la serenidad que le caracteriza, dijo: –faltan 15 minutos para las 8:00 pm; si el problema es que se está recalentando, puedo traer de mi casa un ventilador pequeño que permita enfriarlo. Y así fue. No hubo más tiempo de ensayos, solo se dejó encendido durante un rato y se comprobó que no se apagaba teniendo el ventilador para enfriarlo; ahora todo era un asunto de suerte para que en medio de la performance, no se apagara. Se abrió la puerta. El Sata, de manera espontánea, sacó la tambora y comenzó a tocarla bloqueando la calle junto con Chucho. La gente estaba aglomerada, algunos compañeros de Arte y Contraste tiraron fuego por sus parturientas bocas, ver esta danza de fuego y tambor era para mí el cielo, pero para los conductores de los carros que pitaban atestados era el averno con calles estrechas, porque ya saben lo que dicen: pueblo chiquito atascos infernales, o algo así. Se callaron las tamboras, Rous y Yeyi alzaron la voz para darles la bienvenida a las personas que se aglomeraban en la calle. Acto seguido, la gente comenzó a entrar, las personas en el pasillo de la entrada se encontraban con un mural dispuesto en un muro corrugado que invitaba al tacto; parecía que la gente le daba la mano a la casa cuando tocaba este muro, parecía una verdadera presentación entre dos cuerpos que se dan la mano. En el fondo ya estaba Miel alongando su cuerpo dentro de una trusa, tal y como se iniciaban los ensayos de expresión corporal en el salón 6. El transcurso de la agenda avanzó con éxito hasta que llegó el momento. Salieron Viky y Harvard en medio de la oscuridad. Como un fuerte golpe se escuchó el interruptor que encendió la bombilla de la caja mágica, se proyectó una luz de un amarillo mortecino y empezó a dejarnos ver los primeros rostros impresos en el acetato. Pacho Mentiras, de manera aleatoria, escogía un rostro de un "no identificado" y comenzaba a nombrar con acetatos que traían infinidad de nombres de los registros de desaparecidos, como buscando nombrarlos para hacerlos existir en nuestra memoria. El público veía absorto hacia la luz de la caja mágica con la que aparecían y se nombraban por instantes los desaparecidos, y se comenzó a escuchar con voz en off los primeros alabados chocoanos a cargo de Viky y Harvard; el ambiente poseía un sentimiento de amor lúgubre. Recibí la señal, ahora debía salir a practicar la misma hazaña. Tomé un rostro de nadie y tomé prestado un nombre y un apellido de algún desaparecido. –“Rosa María Villegas” –leyó el público con un grito mental en la pared gracias al proyector. Y luego escogí un rostro gris de una mujer. Sucesivamente siguieron los alabados y, las personas saliendo del público, iban configurando sus propios caleidoscopios de letras y rostros grises. Al final Pacho Mentiras habló de la verdad, habló de violencia política en Colombia dirigiéndose al público. Sin vacilación, la gente comenzó a aplaudir con fuerza, y en el fondo de los aplausos se empezó a escuchar: –“Amó aquella vez como si fuese última”. Estos tiempos de crisis mundial, donde el confinamiento y el carente apoyo por parte del Estado para el sector cultural, vuelve a generar la pregunta: ¿será que cancelamos? De manera inmediata vuelven las voces de resistencia, que no son otra cosa que una esperanza encarna en el cuerpo que dice: “hay que seguir naciendo mientras gestamos”. Aunque pareciera que todo lo sólido se diluye en el viento como polvo, dado que irremediablemente debemos abandonar el espacio; vuelve a ronda una nueva “Estrategia” inspirada en la obra cinematográfica de Sergio Cabrera, es posible que dentro de algunos meses le compartamos a la comunidad, una nueva dirección de nuestra nueva fortaleza que no será otra cosa que una suma de conchas, como ya he dicho. Dejo la historia en este punto, porque debemos sujetar el sillón y algunos ladrillos de unas poleas que nos enseñaron a hacer Viky y Harvard. 1 junio, 2020


La caja magíca en la innauguración de la casa popular Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… La Casa Popular nació aquí en San Antonio de Prado, y yo también. Yo cumpliré 28 este 2020 y ella tan solo 2 años. Para ser más específico, yo nací en el lugar que hoy ocupa el CDS, más cuando era casa de la cultura que cuando fue hospital; la sala de partos que compartimos muchos redvoltosos y redvoltosas –bien fuera en ensayos de teatro, bailando o pintando– fue salón 6. Una vez nacimos, empezamos un proceso de gestación de lo que hoy se conoce como la Redvuelta Casa Popular. Nacer gestando o aprender enseñando, cada una de nosotras ha cargado en su espalda esta casa; somos hacedoras de unas conchas que se han ido solidificando en espiral, hasta que fue el momento y juntamos todas las partes: la Casa Popular es una suma de conchas que sacamos de nuestro propio cuerpo para crear esta fortaleza territorial. Yo soy Gabriel, o mejor dicho Gabriela, la única marica pública de la Casa Popular (hasta ahora). Cumplo años en octubre como la Casa Popular, así que este mes para mí significa el origen del mundo, pienso esto mientras contemplo una de las obras más icónicas de Gustav Courbet en el sillón de la biblioteca y continuó pensando que: en una noche cualquiera yo podría estar contemplando esta obra, y al mismo tiempo podría estar una vulva violeta rodeada de velas encendidas por algunas brujas en el patio, quienes dejarían salir de su pebetero un vapor de esencias naturales que regularmente se confundían con el químico de los spray que se agitaban en la terraza, por los monkeyface, a la vez que estos planeaban fiestas de salsa y graffiti para amasar algo de dinero y pagar el arriendo de algunos meses. Este ha sido el ambiente de la Casa Popular, pero me voy a referir en este escrito, a la corta noche en que abrimos por vez primera la puerta de nuestra morada a la comunidad, abriendo así una puerta en la historia del movimiento social, cultural y juvenil del corregimiento, aquel 6 de octubre del 2018. Más o menos la cosa fue así, ocupamos La Casa en agosto de aquel año, así que tuvimos dos meses para reconocernos en el espacio y establecer las formas de autogobierno y sostenimiento económico entre los distintos colectivos (Vértices - monkeyface; Grito de Brujas; La Huerta Agroecológica; GRIS; Círculos Procultura del Agua; Tejiendo Raíces; y Arte y Contraste). De manera alterna íbamos pensando cómo sería ese ritual de iniciación, para presentar la Casa Popular al corregimiento y de paso a la ciudad. Después de varias reuniones, el derrotero sería el siguiente: palabras de bienvenida en la entrada de la Casa Popular a cargo de Rous y Yeya, a las 8:00 pm se abren las puertas, se permite que la gente reconozca el espacio y disfrute de una exposición fotográfica que cuenta la trayectoria de los colectivos; posteriormente se encenderían algunas velas y con totuma en mano se invita a tomar chicha. Al instante Don Ferdi y Estrella Solar acompañan el ritual con algunas palabras de agradecimiento a quienes acudieron a la invitación; luego vendría un show de circo a cargo de Miel. A la postre, Pacho Mentiras presentaría una performance que se titula “Rememorar”, y se daría inicio a la celebración con: “Contruçao” de Chico Buarque, siendo la primera canción de la noche. Después vendría una hora de música escogida por la Casa, para dar paso a Granada Charpter, un grupo de dj´s que presentaría un set de salsa, funk, afrobeat y jazz. Ahora bien, tal vez la actividad más compleja en su realización fue la performance. Primeramente se encontró frente a un montaje de agenda ya terminado por el comité asignado para esto, pero después de una larga conversa con Pipe y Karen se accedió la inclusión de esta actividad, dado que permitía enseñar a la comunidad que esta Casa nacía para ocuparse de temas profundos y espinosos como el de la memoria histórica frente al caso de hombres y mujeres desaparecidas por el estado colombiano, pues esta es la reflexión a la que nos invitaría “Rememorar”. Una vez incluido en la agenda, se sumó otro trabajo para Pacho y para mí, quienes inicialmente estábamos ocupados de la adecuación del espacio, junto con los monkeyface; y ahora debíamos velar por el cumplimiento de la exposición. Lo primero que hicimos fue contactar a Viky y a Harvard, quienes siempre nos han enseñado que la vida es un teatro y el mundo su escenario, improvisan una actuación cómica para decirnos que sí harían parte de la inauguración. Pacho Mentiras visitó a un “viejito” que vendía antigüedades en el centro de la ciudad, para ver si nos podía vender o alquilar la linterna mágica que tanto fue usada en las aulas de clase durante las últimas décadas del siglo pasado; conseguir un proyector de acetatos era el siguiente paso. Las negociaciones no fueron claras, al parecer el proyector no funcionaba bien o este coleccionista de antigüedades solo vendía lo que ya tenía repetido en su colección, y este, aunque se exhibía, no estaba a la venta. Todo nos pareció un capricho mezquino al que le invertimos varios días de trámite; después de esta frustrada posibilidad de conseguirlo, quedaban pocos días. Decidimos escribir una carta para la solicitud de un préstamo de este equipo y la mandamos al Colegio Manuel J. Betancur con algunos compañeros egresados de esta institución. Pero la respuesta fue contundente: –no tenemos. –A lo que Pacho dijo: – ¿será que cancelamos la performance? – Lo evaluamos pero decidimos seguir. Entre las negociaciones con el “viejito” y la espera en la respuesta del colegio, se había consumado la semana como los cigarrillos que nos habíamos fumado Pipe y yo en el debate para la inclusión de la performance en la agenda de inauguración y aún nos quedaban adecuaciones por realizar. Esta biblioteca desde donde hoy escribo, aquella madrugada del 6 de octubre se iba transformando en la sala de exposición donde se instaló meticulosamente, una serie de fotografías que relataban esa historia de lo que ha sido el nacer gestando. Recuerdo que Rous marcó con una cinta, unas franjas verticales de aproximadamente 30 cm de ancho, alternando entre estas dos tonos de verde –que aún se conservan– donde de manera superpuesta se esperaba pintar un stencil con algunos fileteados argentinos en tonos de beige, pero el único stencil que se logró plasmar fue el de unos azulejos que se instalaron en el patio aunque sin terminar, porque el muro era un poco alto y Pacho no alcanzaba a ponerlos bien en ese último costado; o bueno, eso fue lo que dijo Pacho Mentiras. Estábamos a punto de cancelar la exposición de la performance. Era el día de la inauguración, la ansiedad comenzaba a habitarnos, no habíamos dormido bien y aún no conseguíamos la caja mágica. Durante la mañana nos ocupamos de pintar los últimos muros, se hicieron pruebas de sonido y estaban instaladas algunas luces; todo empezaba a coger forma. Aprovechamos para comer algo y luego, seguir trabajando. Recordamos que en la antigua Casa de la Cultura siempre habíamos visto un proyector archivado, así que nos pusimos a activar las redes de contacto para esto. Nos contactamos con uno de sus integrantes directivos de ese espacio, quien nos dijo que era posible que se conservara. No obstante, para prestarlo, había que hablar con el señor de las fotos, pero nunca nos contestó después de varias horas de intentos. Llegó la tarde, y con ella se integraban cada vez más redvoltosos y redvoltosas a la acción, así que se ampliaron las redes de contacto hasta que Chucho dijo: "yo sé quién tiene un proyector, y me lo puede prestar”. Se contactó con su amigo Pepito Pérez, quien se encontraba fuera de casa, pero acordó llamarnos una vez estuviera disponible para hacernos el prestamo. Era arriesgado continuar. –¿será que cancelamos? –Dijo Pacho, pero ese fuerte sentimiento de resistencia que nos caracteriza a algunos redvoltosos y redvoltosas, nos hizo insistir en su realización. Así fue. Llegó P. Pérez a las 7:00 pm y llamó a Chucho. Este, conduciendo rápidamente su motocicleta por las veredas más empinadas del corregimiento, de manera intrépida trajo el proyector de acetato; por fin lo tenemos en nuestras manos. Viky y Harvard ya habían repasado la performance y solo quedaba hacer los ensayos con el proyector; sentimos un júbilo de triunfo. Yo terminé de hacer el montaje de las fotografías mientras Leño estaba lavando el piso de La Casa. Me ardían un poco los ojos porque había un olor muy fuerte a desinfectante, nos reímos con preocupación en medio de la aséptica incomodidad, así que Leño prendió un palo santo para matizar un poco el olor. Yo no encontraba mis zapatos, los habían guardado en medio de los arreglos y la limpieza, y ahora no los encontraba, pero mi urgente búsqueda tuvo que ser interrumpida porque el proyector, en medio del ensayo, se recalentó hasta apagarse, dejando inacabado el ensayo. Otra vez la ansiedad y los nervios volvieron y esta vez las opiniones se hacían con firmeza, Pacho Mentiras nuevamente reiteró: – ¡no, lo mejor es que no hagamos la performance! En ese momento sentí rabia; después de tantas peripecias, para mí era inconcebible no realizarlo. Viky sintió la tensión y llamó a Pacho Mentiras, empezaron a tramitar la manera de hacerlo. Yo encontré mis Zapatos, y Rous, con la serenidad que le caracteriza, dijo: –faltan 15 minutos para las 8:00 pm; si el problema es que se está recalentando, puedo traer de mi casa un ventilador pequeño que permita enfriarlo. Y así fue. No hubo más tiempo de ensayos, solo se dejó encendido durante un rato y se comprobó que no se apagaba teniendo el ventilador para enfriarlo; ahora todo era un asunto de suerte para que en medio de la performance, no se apagara. Se abrió la puerta. El Sata, de manera espontánea, sacó la tambora y comenzó a tocarla bloqueando la calle junto con Chucho. La gente estaba aglomerada, algunos compañeros de Arte y Contraste tiraron fuego por sus parturientas bocas, ver esta danza de fuego y tambor era para mí el cielo, pero para los conductores de los carros que pitaban atestados era el averno con calles estrechas, porque ya saben lo que dicen: pueblo chiquito atascos infernales, o algo así. Se callaron las tamboras, Rous y Yeyi alzaron la voz para darles la bienvenida a las personas que se aglomeraban en la calle. Acto seguido, la gente comenzó a entrar, las personas en el pasillo de la entrada se encontraban con un mural dispuesto en un muro corrugado que invitaba al tacto; parecía que la gente le daba la mano a la casa cuando tocaba este muro, parecía una verdadera presentación entre dos cuerpos que se dan la mano. En el fondo ya estaba Miel alongando su cuerpo dentro de una trusa, tal y como se iniciaban los ensayos de expresión corporal en el salón 6. El transcurso de la agenda avanzó con éxito hasta que llegó el momento. Salieron Viky y Harvard en medio de la oscuridad. Como un fuerte golpe se escuchó el interruptor que encendió la bombilla de la caja mágica, se proyectó una luz de un amarillo mortecino y empezó a dejarnos ver los primeros rostros impresos en el acetato. Pacho Mentiras, de manera aleatoria, escogía un rostro de un "no identificado" y comenzaba a nombrar con acetatos que traían infinidad de nombres de los registros de desaparecidos, como buscando nombrarlos para hacerlos existir en nuestra memoria. El público veía absorto hacia la luz de la caja mágica con la que aparecían y se nombraban por instantes los desaparecidos, y se comenzó a escuchar con voz en off los primeros alabados chocoanos a cargo de Viky y Harvard; el ambiente poseía un sentimiento de amor lúgubre. Recibí la señal, ahora debía salir a practicar la misma hazaña. Tomé un rostro de nadie y tomé prestado un nombre y un apellido de algún desaparecido. –“Rosa María Villegas” –leyó el público con un grito mental en la pared gracias al proyector. Y luego escogí un rostro gris de una mujer. Sucesivamente siguieron los alabados y, las personas saliendo del público, iban configurando sus propios caleidoscopios de letras y rostros grises. Al final Pacho Mentiras habló de la verdad, habló de violencia política en Colombia dirigiéndose al público. Sin vacilación, la gente comenzó a aplaudir con fuerza, y en el fondo de los aplausos se empezó a escuchar: –“Amó aquella vez como si fuese última”. Estos tiempos de crisis mundial, donde el confinamiento y el carente apoyo por parte del Estado para el sector cultural, vuelve a generar la pregunta: ¿será que cancelamos? De manera inmediata vuelven las voces de resistencia, que no son otra cosa que una esperanza encarna en el cuerpo que dice: “hay que seguir naciendo mientras gestamos”. Aunque pareciera que todo lo sólido se diluye en el viento como polvo, dado que irremediablemente debemos abandonar el espacio; vuelve a ronda una nueva “Estrategia” inspirada en la obra cinematográfica de Sergio Cabrera, es posible que dentro de algunos meses le compartamos a la comunidad, una nueva dirección de nuestra nueva fortaleza que no será otra cosa que una suma de conchas, como ya he dicho. Dejo la historia en este punto, porque debemos sujetar el sillón y algunos ladrillos de unas poleas que nos enseñaron a hacer Viky y Harvard. 1 junio, 2020


arte & Recoger y sistematizar las memoria individuales y colecti - vas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus inte - grantes, podríamos construir la memoria de nuestra organi - zación. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disci - plina histórica, no es la preci - sión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenar - los y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia históri - ca. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inco - nexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones signifi - cativas, según los actores y sus intencionalidades y visio - nes del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuer - dos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisa - mente esta dialéctica, con - tradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no pare - cer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difu - sos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enrique - cido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los inte - grantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosai - co, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juve - nil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, cons - truir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nues - tro; nunca volvemos a ser igua - les. Entonces, ¿para qué recor - dar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperan - za". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subje - tividades en tanto es recorda - do en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y des - igualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibi - lidad de que nuestra expe - riencia en el mundo no solo sea activa, sino también signi - ficativa. Ha sido nuestro espa - cio vital para volver a cons - truir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, induda - blemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la ene - miga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros inte - grantes no tuvieron la volun - tad ni el interés de que este nuevo espacio se constituye - ra en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad políti - ca, el cual, para su momento, se pensó más en darle cum - plimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componen - tes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un compo - nente del proyecto priorizado por Bibia - na Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corpora - ción ExperienciArte. En su inicio se con - vocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círcu - los Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviem - bre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confian - za, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obs - tante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación Experien - ciArte, el 2017 mostró un nuevo panora - ma. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participa - ción ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofre - cía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jorna - da Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institu - cional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se constru - yeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyec - to, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realiza - do en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviem - bre; además la natillada en diciem - bre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identi - dad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúl - veda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecu - ción del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompaña - miento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóve - nes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juve - nil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… Puesto CONCURSO “La Casa del padre Mesa, la cual se encuentra abando - nada en este momento y soñe con abrir las puertas y ventanas para volverla un espacio cultural y lleno de vida!” Jakelinne Quiroz Lora Arquitecta


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… ARTE Y CULTURA


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… Puesto CONCURSO Gianna Piazzini Grajales Arquitecta, estudiante maestría en estudios socioespaciales “EL ULTIMO GUARDIAN DE LA AURORA . Esta casa ubicada en la parte alta del casco urbano de San Antonio de prado, con estilo similar a las casas de Prado Centro, se encuentra actualmente en un alto estado de deterioro, es llamativa su fachada con relieves y altas ventanas.”


SILENCIOS DE EXPRESIÓN. Por: Julián Guerra Empuñando en su voz, El arma de la palabra, buscando la equidad inexistente, pero es su tumba la que labra. Asesinan pensamientos e ideales, quienes luchan por la justicia, muere la libertad de expresión, como mueren los vientos en los sabanales. Si se calla la esperanza, Se calla el canto, y la vida Si desfallece la alegría, No muere quien no se olvida. Los obreros del pueblo, Son borregos del estado, que sirva esta lucha, que nos escuchen en lo alto. De quien el silencio es, ¿Hacerse el cobarde?, Que no nos opriman, Nuestros líderes sociales. Que no callen jamás, frente al crimen a luchar, un estado criminal, Donde no importa lo social. Levantemos nuestros puños, No callemos al andar, Protestemos hoy hermanos, ¡Vamos juntos a marchar ¡ SILENCIOS DE EXPRESIÓN. Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… 3° Puesto CONCURSO ARTE Y CULTURA Wilson David Pérez Henao Maestro en Artes Plásticas


Si la eternidad se postra en tus ojos ¿Qué afán tengo yo de morir en tus labios? Mejor un siglo a tu espera que un minuto para una misera - ble despedida. Si tu piel es el cementerio donde han muerto tantos tontos enamorados, tratando de entrar en tu cuerpo, ¿por qué estás desnuda, mujer? Si tu alma es el lugar utópico de mis canciones, ¿por qué tu dulce mirada se ha convertido en alerta de peli - gro? No te descuides, mujer. Puedo morir en cada boca que sepa a vida. Ése es el método más fácil para dejar algún recuerdo. Pero… ¿acaso recordarás el beso qué nunca te di? EPITAFIO DE ROSAS Por: William Quintero EPITAFIO DE ROSAS TRAZOS Y VERSOS Recoger y sistematizar las memoria individuales y colecti - vas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus inte - grantes, podríamos construir la memoria de nuestra organi - zación. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disci - plina histórica, no es la preci - sión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenar - los y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia históri - ca. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inco - nexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones signifi - cativas, según los actores y sus intencionalidades y visio - nes del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuer - dos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisa - mente esta dialéctica, con - tradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no pare - cer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difu - sos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enrique - cido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los inte - grantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosai - co, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juve - nil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, cons - truir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nues - tro; nunca volvemos a ser igua - les. Entonces, ¿para qué recor - dar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperan - za". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subje - tividades en tanto es recorda - do en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y des - igualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibi - lidad de que nuestra expe - riencia en el mundo no solo sea activa, sino también signi - ficativa. Ha sido nuestro espa - cio vital para volver a cons - truir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, induda - blemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la ene - miga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros inte - grantes no tuvieron la volun - tad ni el interés de que este nuevo espacio se constituye - ra en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad políti - ca, el cual, para su momento, se pensó más en darle cum - plimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componen - tes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un compo - nente del proyecto priorizado por Bibia - na Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corpora - ción ExperienciArte. En su inicio se con - vocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círcu - los Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviem - bre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confian - za, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obs - tante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación Experien - ciArte, el 2017 mostró un nuevo panora - ma. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participa - ción ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofre - cía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jorna - da Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institu - cional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se constru - yeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyec - to, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realiza - do en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviem - bre; además la natillada en diciem - bre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identi - dad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúl - veda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecu - ción del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompaña - miento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóve - nes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juve - nil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… 4 ° Puesto CONCURSO Fredy Jaramillo Serna Maestro en Artes Plásticas


Desde hace aproximadamente 4 años en la búsqueda de encontrar plenitud, reconocí que fotografiar mi corregimiento ha sido lo más satisfactorio hasta ahora. Comparto algunas de las fotografías que he realizado en esta tierrita cargada de tantas historias, de aire verde, de clima húmedo, de sabor a tierra, a pinos, a agua, a montaña. Atrapado en los recónditos laberintos que me arrojan a otros mundos, encontrándome y fortaleciéndome como persona, como ser. MI CORREGIMIENTO A TRAVÉS DEL LENTE... Fotógrafo aficionado Juan Esteban Cano Giraldo Mi tierra ARTE Y CULTURA Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


El sabor el viento el aroma Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


La montana responde Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


a mi busqueda EXPOSICIÓN Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


MANIFIESTA Por: Andrés Daniel Bonilla Sánchez Hamilton Gallego Duque Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… Memorias


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… https://www.instagram.com/parcheenla80/


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… NACE LA MESA DE ARTICULACIÓN JUVENIL MANIFIESTA


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… Guarne Pereira ExperienciArte


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… MANIFIESTA NUESTRA identidad


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… EL PACTO DE PEREIRA. En la noche del 4 de noviembre de 2017, en un salón de juegos del Hotel donde nos hospedáramos durante la salida a la Ciudad de Pereira, un grupito de jóvenes sentados en una esquina, Oscar Chaverra, Dany Valencia, Violeta Torres y Daniel Bonilla decidieron pactar que, a pesar de las dificultades, de las responsabilidades y de la existencia o no de un incentivo económico y apoyo financiero, nos volveríamos a reunir en el 2018. Juntos dinamizaríamos el espacio de la Mesa Juvenil. Este recuerdo, que ronda como un fantasma en nuestras memorias, se disputa con la “versión oficial” de la historia de la Mesa juvenil Parche En La 80, esa historia que dice que somo el producto inalterable, casi teleológico, de lo que se inició en 2016. Pereira marcó un antes y un después para nuestra mesa; porque fue la base de los primeros los lazos de confianza, pero también, por medio de una pequeña base de articulación permanente nos permitió superar la dependencia institucional; De este modo se logró programar una agenda propia para la movilización juvenil y la gestión de recursos propios para alcanzarla. Durante 2018 Mónica Aguirre, enlace de la Secretaría de la Juventud, acompañó este esfuerzo de Parche En la 80 por construir sentidos de vida digna en el corregimiento desde el arte y la cultura, superando la visión de la mera articulación por la articulación, característica del periodo de acompañamiento institucional. Así se buscó lograr una articulación por objetivos comunes que involucrara a la comunidad. UNA AGENDA PROPIA: MANIFIESTA


Pereira Intercambio de experiencias 2017 Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… UNA AGENDA PROPIA Bases de las relaciones de confianza y solidaridad. Durante inicios del 2018 el desafío inicial para la mesa juvenil fue convocar de nuevo ―esta vez autónomamente, sin la dependencia institucional― a las organizaciones juveniles que participaron del proceso. Sin embargo, parte de las organizaciones de mayor trayectoria nunca acudieron al llamado, se habían desligado de la Mesa. Así, el nuevo panorama de independencia institucional estuvo acompañado por un reacomodo del mapa juvenil de la organización, quedamos: Bibiana Diaz de Circo arte; Juan Esteban, Andrea Correa y Andrea Gómez de Bokeh Colectivo Fotográfico; Violeta Torres del Colectivo Artístico MIRUM; Hamilton Gallego de la Escuela Popular de Cine; Oscar Chaverra y Daniel Bonilla de Cine al Parque; Dany Valencia con el grupo Letragora; Génesis Vélez como líder comunal de la JAC el Vergel; Johan y Daniela de Danzas Feyalim y Yamile Serna del Taller de Artes Comuna 80. A pesar de que muchos ya nos habíamos conocido, las relaciones de confianza apenas se estaban creando. Intentamos dinamizar el espacio y convocamos a la mayor cantidad posible de jóvenes, para que participaran en la construcción de los nuevos objetivos y acciones. junto con Mónica Aguirre escribimos nuestra visión: "Somos jóvenes promotores de la apropiación del territorio, que realizan acciones educativas y culturales promoviendo la sana convivencia, el respeto por la diferencia y la construcción de sentidos de vida digna en el corregimiento” y se propuso como líneas de acción la educación popular (acciones de formación y dialogo de saberes), derechos humanos (su promoción y reconocimiento) y comunicaciones (visibilizar potencialidades y necesidades del corregimiento). Definimos aspectos técnicos y de identidad, como el logo que nos representa. Retomamos nuestro logo, creamos una página en Facebook y un correo electrónico, con los cuales empezamos a difundir las actividades y convocatorias de nuestros colectivos, de la Mesa y la oferta de la alcaldía para jóvenes.; desde entonces ha sido el medio estratégico para invitar a las juventudes del proceso del PPYPDL. Por otro lado, 2018 fue un año de critica a la injerencia adulta e institucional en la Mesa. Sin embargo, a pesar de las intenciones, en la práctica, la agenda terminó supeditada a la oferta institucional. Nuestras acciones aún estaban muy supeditadas a lo que pudiera ofrecernos la alcaldía, estábamos en una etapa donde solo fuimos actores para la articulación de las agendas existentes sin avanzar hacia ser actores que movilizáramos nuevas agendas. Así, durante este año nos articulamos al proyecto de Clubes Juveniles, ejecutado por la Corporación Presencia Colombo Suiza. Colaboramos en su lanzamiento el 30 de junio con un evento llamado Mi arte, mi cuerpo y mi territorio, en el cual nos articulamos con el Grito de Brujas Colectivo, Farah y la pastoral juvenil KeDios. En adelante, Parche En La 80 se enfocará en convocar asambleas juveniles (como la del 3 y 9 de julio y el 6 de agosto) y elevar la voz de las juventudes en la ruta para el diagnóstico de la actualización del Plan de Desarrollo Local (PDL). Hubo participación de jóvenes, pero sin lograr articulaciones fuertes y comprometidas en torno al PDL. El 21 de septiembre de 2018 participamos activamente de la marcha contra la Explotación Sexual y Comercial de los Niños, Niñas y Adolescentes (ESCNNA) que se realizó en el corregimiento. Bibiana Diaz, un actor cultural de amplia trayectoria, fue clave en la vinculación del Parche con las MANIFIESTA Mi arte, mi cuerpo, tu territorio


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… acciones y agendas para la promoción y prevención de los derechos de los niños, niñas, jóvenes y adolescentes. Ese mismo año llegó al corregimiento un proceso de la Alcaldía de Medellín para la población juvenil, ejecutado por la Corporación Ikala con presupuesto ordinario. Estos contrataron como promotora juvenil a la “Yeya” (Yesica Restrepo), líder del Grito de Brujas Colectivo. Para este proyecto, los jóvenes de la Mesa estuvieron muy pendientes de los recursos y su ejecución, cuestión que generó varias discusiones con el operador y que, a pesar de los intentos de conciliación donde intermedió la misma alcaldía, no se pudo llegar a un acuerdo que dejara conforme a los jóvenes de Parche En La 80. Tomamos la decisión de retirarnos del espacio, aunque el proyecto continuó y se ejecutó sólo con la RedVuelta en la Ochenta. Decidir alejarnos de este proyecto, fue un punto importante en nuestra independencia de la institucionalidad. A pesar de que ésta nos sigue acompañando actualmente y seguimos participando de sus proyectos, nuestra agenda ya no dependió ―ni depende― completamente de su oferta. Comprendimos que necesitábamos una agenda propia y que nuestras acciones son responsabilidad de nuestra capacidad de gestión. Así, asumimos una posición que permanece hasta el día de hoy: somos un actor independiente que colabora con la institucionalidad, pero que no asume ninguna dependencia o subordinación a ésta que nos impida actuar críticamente. Lo anterior conllevó a plantearnos nuestras propias actividades. Unas de las que más recordamos son: el festival de Halloween por los derechos de los niños, que Andrea Correa nos propuso hacer en su barrio los Mesa, que logramos realizar el 3 de noviembre. Allí participamos Cine Al Parque, Circo Arte, Escuela Popular de Cine, Mirum, Taller de Artes comuna 80, Bokeh, y otros colectivos independientes como Farah, Makerule y la tropa de Scout 142 y el Parque Biblioteca José Horacio Betancur y Clubes Juveniles. El 8 de diciembre de 2018 en el CDS San Antonio de Prado y en el CDS Pradito comenzamos con la Donatón Navideña, donde intercambiamos refrigerios por regalos, para donarlos a los niños de la vereda San José. El 22 de diciembre realizamos la noventa en la escuelita de vereda San José; Allí participaron KeDios con una dramatización, dimos regalos he hicimos una natillada, compramos para hacer buñuelos y la hermana de Elizabeth, la líder social de la vereda, nos ayudó a hacerlos. En medio del ajetreo, de la gestión, del buscar cómo solucionar lo que no se pensó antes y los problemas técnicos y logísticos, logramos sacarles una sonrisa a los niños y niñas, además del agradecimiento de sus padres y de la comunidad. Al final, sin necesidad de decirlo, todos sabíamos que a pesar de las discusiones internas que nos llevó el pensar estas acciones, lo valían, porque no solo afianzaba nuestra confianza, sino que también nos enseñaba sobre las necesidades del otro y el valor de la solidaridad, el servicio y la fuerza de las voluntades. Al finalizar nos tomamos algunas cervezas, parchamos, debatimos y nos conocimos un poco más. Nuestra juntanza debe ser también un parche para disfrutar del ser joven. El 2018 es un mero recuerdo, pero que indudablemente marcó nuestra memoria colectiva. Este año logramos nuestra segunda y definitiva independencia, construimos una agenda que nos involucró en la gestión de recursos para lograr nuestros objetivos y nos llevó a recorrer y reconocer las realidades de nuestros barrios y veredas. Pasamos, por decirlo así, del debate a la acción y este paso se nos hizo cada día más fácil, coherente y necesario.


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… ‘Y nos hicimos amigos’ Bases para la consolidación y la proyección. Para el 2019 ya no nos acompañaban Dany Valencia integrante de Letragoras y Makerule, Yuly Botero de REDAJIC, la tropa de Scout 142, ni Daniela y Johan de danzas Feyalim. Sin embargo, este año significó la consolidación de la Mesa con la llegada de nuevos miembros y una mayor cohesión interna, y donde los vínculos de confianza y amistad se fortalecieron. Jennifer Andrea Valencia, el nuevo enlace de la secretaria de juventud, fue un actor clave en el proceso de consolidación de la Mesa Juvenil, como veremos. A medida que conocíamos nuevas personas nuestra agenda ampliaba sus horizontes. Cuando decidimos hacer parte de la formación de formadores para el Sistema de Alertas Tempranas para las Infancias y las juventudes de la alcaldía de Medellín-SATMED, no sólo nos cualificamos sobre la protección de los derechos de las Niñas y niños, sino que también reconocimos a la Mesa Juvenil como un agente protector. Y desde entonces nos hemos motivado por realizar una agenda que promueva acciones simbólicas y pedagógicas para reflexionar sobre este tema, como la toma del parque para hablar de la explotación sexual y comercial de Niños, niñas y adolescentes - ESCNNA-, la del Poblado y la Plaza Cisneros, y acciones pedagógicas con niños en veredas como Montañita y el Salado. Con el SATMED conocimos a Oscar Carvajal líder de la Corporación Amarte, una organización que trabaja con población con discapacidades en el corregimiento. Su vinculación a la mesa implicó que reconociéramos, como líderes juveniles, la histórica exclusión de los jóvenes con discapacidad de todas las agendas de los grupos juveniles artísticos y de la alcaldía misma. No dudamos un momento en que la Mesa Juvenil debería de acompañar esta lucha por la inclusión de las personas con discapacidad. Durante la marcha del 3 de diciembre por la convención de los derechos de las personas con discapacidad, Juan Pablo Castañeda, un joven del comité de inclusión se motivó a conocernos y desde ese momento hasta hoy sigue asistiendo a la Mesa Juvenil, con la esperanza de que sea un espacio para la promover la inclusión y la diversidad de la condición humana. Otro proceso significativo para la agenda de Parche en la 80 fueron los Parches Veredales, que gracias a Jennifer Valencia fueron apoyados con el proyecto del mismo nombre de la Secretaría de juventud, y que realizamos en la vereda el El Salado, Potrerito y Montañita el 6 de abril y el 14 de julio, respectivamente, lo que nos permitió recorrer el territorio y reconocer las problemáticas de los jóvenes de las veredas. La mesa juvenil buscó entre 2018 y 2019 incluir un enfoque de juventud en la actualización del Plan de Desarrollo Local (PDL) y también la priorización de proyectos para la juventud en PP, en este proceso conocimos a Miguel Monsalve, del colectivo vértices en representación de la RedVuelta en la Ochenta, Daniel Martínez del Colectivo Amarule y Jhonatan Calle un joven estudiante, que se fueron vinculando a la mesa juvenil. En La Ruta de PP y PDL Oscar Chaverra, Miguel y Jennifer jugaron un papel activo en la socialización y en la pedagogía de votación para los proyectos de juventud del PP en los colegios, además del apoyo de Bibiana Díaz en las comisiones del PP. Gracias a este proceso de movilización se logró que dentro del PP quedará priorizados un proyecto dirigido a la juventud con el presupuesto de más de 281 millones de pesos, y que se ejecutará en este año 2020. La movilización del sector juvenil en el Presupuesto Participativo no fue nuestra única apuesta en grande, también nos soñábamos un festival juvenil para el corregimiento, con mucha oferta y articulaciones. Gracias a la persistencia de la mesa logramos realizar el primer Festival de la Juventud por la diversidad, la MANIFIESTA


Aiwelie-Surelie, Unlimited Dance, Baile Urban, MBM Light Project, Colectivo Vértices y Redvuelta en la Ochenta, Riseen Reggae, Secretaria de Juventud y participación ciudadana, Gerencia de Corregimientos y Uva el Paraíso. Gracias a ese festival se construyeron nuevos lazos de apoyo y así se pudo realizar la segunda versión del festival de Halloween ¿y tú a que le tienes miedo? el 2 de noviembre en el CDS La Rosaleda y de la Donatón navideña, donde gracias a una fundación pudimos distribuir 200 regalos por las veredas de Potreritos, Yarumalito y Astilleros, el 28 de noviembre y el 21 y 23 de diciembre, respectivamente. El acompañamiento de Jennifer, y su acercamiento a la organización, y la presencia de nuevas organizaciones y miembros como Jhonatan Calle, Oscar Carvajal, Juan Pablo Castañeda, Daniel Martínez y Miguel Monsalve, sumado a un mayor compromiso de los demás integrantes del Parche, nos fortaleció mucho estas actividades y permitió reconocer que en la unión con los otros las acciones pueden ser aún más significativas para la gente y para nosotros. Y después de todo esto, luego de cada actividad, con el cansancio y la satisfacción que se siente cuando se logra un objetivo y tener la sensación de pertenecer a una comunidad, de tener amigos, compartimos las noches juntos, en la Tienda de Pacho, que fue “nuestra oficina”, o la Casa Popular de la Red Vuelta. Para estos lugares que ahora no están, que congregaron amigos y parceros, complicidades y alegrías, gracias por permitirnos disfrutar del ser jóvenes y seguir construyendo este sueño de la Mesa de Articulación Juvenil -Parche En La 80-.


Por: Dany Valencia JUVENTUD HUERFANA HISTORIA Durante toda la carrera de historia en la universidad, me hice una y otra vez la misma pregunta: ¿de dónde viene la juventud?, y claro, no había terminado de formularla cuando empezaron a aparecer respuestas: Que es una construcción social y que aparece después de la segunda guerra mundial; que es una construcción de la psicología de principios del siglo XX; que es una construc ción de la modernidad europea; que en Colombia la juventud aparece en las luchas de los jóvenes y universitarios en contra del aparente fraude en las elecciones de 1970 y que se hace evidente sobre todo con el movimiento de la séptima papeleta que a la larga se convirtió en uno de los ingredientes más importantes para la proclamación de la constitución de 1991. Y aunque las respuestas parecían claras, como alguien que empezaba a aprender a tejer ideas, encontré nuevas preguntas: ¿Antes de eso no existía la juventud?, ¿si no había juventud no había jóvenes?, ¿cuál es la diferencia entre jóvenes y juventud?, ¿cómo vivían antes de esos hitos las personas que por edad hoy se describirían como jóvenes?... Anacronismo: Palabra favorita para la mayoría de los historiadores y sirve para describir algo que no corresponde al momento histórico al que se refiere; en el campo académico sería equivalente a un error, por ejemplo, estaría mal hablar de colombianos antes de la independencia, pues aún no había ninguna nación llamada Colombia. Eso es un anacronismo, y pues volviendo a la idea de juventud, parecía que aventurarme hacia al pasado en su búsqueda sería cometer un "anacronicidio"; bueno, esa palabra la inventé, pero sería como cometer un anacronismo muy grande. Sin embargo, asumí el riesgo a pesar de las múltiples recomendaciones de no perder tiempo en esa empresa. Mi primera labor, la de definir esa idea de juventud; término tan raro que todos usan, pero que escapa a una definición básica. Sociólogos la definen de una manera (o muchas), psicólogos de otras, políticos de otras, y hasta los jóvenes de otras. ¡Qué confusión!, y ante eso, pues mi camino fue el de ver si algo de esas definiciones se mantienen cuando se empieza a devolver el casete en el tiempo. Y vaya que encontré cosas. Cuando se quiere saber la definición de un término, el primer recurso normalmente es el diccionario, y cuando queremos un diccionario medianamente serio hoy acudimos al de la Real Academia de la Lengua Española, pero tal diccionario antes era llamado diccionario de Autoridades que en su primera edición fue lanzada por tomos entre la tercera y la cuarta década del siglo XVIII, mejor dicho, entre 1724 y 1739. Revisé esos primeros diccionarios de Autoridades y otros posteriores ¡y vaya sorpresa!, Ahí estaba casi deslumbrante, la palabra "juventud". obviamente la palabra no respondía a una invención de la Real Academia de la Lengua Española, sino a la recolección de un término que ya era usado en sociedad. ¿Y qué significaba?, pues los significados más recurrentes eran los de la juventud como una etapa de vida entre la niñez y la adultez (una época de transición), y la juventud entendida como un conjunto de jóvenes. Esto también me ayudó a diferenciar un poco entre la idea “joven” y “juventud”. Obviamente un diccionario antiguo no puede mostrarnos el mundo de hace trescientos años, como tampoco uno actual nos mostrará el de hoy, pero el encontrar que efectivamente el término se usaba, nos dice que ya había algo a lo que se le llamaba juventud. Y en mi búsqueda encontré en muchos textos, noticias, testamentos, descargos judiciales y otras huellas del pasado. El término era usado tan coloquialmente que nos dice que hay una realidad que invita a ser explorada. Hasta llegué a caracterizar un poco esa juventud mencionada, una juventud "pervertible", "corrompible", "inexperta", sobre la que estaría "el futuro". O bueno, al menos así la denominaban los conservadores que publicaban las noticias en el diario oficial del siglo XIX en Medellín, (probablemente igual a como nos caracterizarían muchos adultos en pleno siglo XXI). Incluso tuve la oportunidad de leer a Orlando, quien al parecer producto de su locura, de un desamor o de quién sabe qué cosas, terminó suicidándose; si yo no fuera historiador y no temiera a los anacronismos, llamaría a dicho acto un “suicidio juvenil”. Orlando en sus escritos inspiraría la publicación de un diario en pleno siglo XIX que llevaría su nombre. Él describía su propia juventud como ese ente sofocante de vida, adoctrinado por el fanatismo de la sociedad dormida, las instituciones y sus costumbres, y concluía que era necesario despertar a dicha sociedad para un real porvenir. Siempre he creído que ser realmente joven es tener ese espíritu de revolución, de querer despertar masas, sociedades. Como lo quiso nuestro querido Orlando. Y encontré muchas cosas, que creo deben seguir siendo exploradas y sobre las que espero que nos sigamos preguntando desde la academia, pero también desde nuestra condición de juventud. Como jóvenes no podemos dejar huérfanos de historia a los jóvenes que fueron parte de lo que hoy somos. DE MIRADA JOVEN Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


JUVENTUD Durante toda la carrera de historia en la universidad, me hice una y otra vez la misma pregunta: ¿de dónde viene la juventud?, y claro, no había terminado de formularla cuando empezaron a aparecer respuestas: Que es una construcción social y que aparece después de la segunda guerra mundial; que es una construcción de la psicología de principios del siglo XX; que es una construc ción de la modernidad europea; que en Colombia la juventud aparece en las luchas de los jóvenes y universitarios en contra del aparente fraude en las elecciones de 1970 y que se hace evidente sobre todo con el movimiento de la séptima papeleta que a la larga se convirtió en uno de los ingredientes más importantes para la proclamación de la constitución de 1991. Y aunque las respuestas parecían claras, como alguien que empezaba a aprender a tejer ideas, encontré nuevas preguntas: ¿Antes de eso no existía la juventud?, ¿si no había juventud no había jóvenes?, ¿cuál es la diferencia entre jóvenes y juventud?, ¿cómo vivían antes de esos hitos las personas que por edad hoy se describirían como jóvenes?... Anacronismo: Palabra favorita para la mayoría de los historiadores y sirve para describir algo que no corresponde al momento histórico al que se refiere; en el campo académico sería equivalente a un error, por ejemplo, estaría mal hablar de colombianos antes de la independencia, pues aún no había ninguna nación llamada Colombia. Eso es un anacronismo, y pues volviendo a la idea de juventud, parecía que aventurarme hacia al pasado en su búsqueda sería cometer un "anacronicidio"; bueno, esa palabra la inventé, pero sería como cometer un anacronismo muy grande. Sin embargo, asumí el riesgo a pesar de las múltiples recomendaciones de no perder tiempo en esa empresa. Mi primera labor, la de definir esa idea de juventud; término tan raro que todos usan, pero que escapa a una definición básica. Sociólogos la definen de una manera (o muchas), psicólogos de otras, políticos de otras, y hasta los jóvenes de otras. ¡Qué confusión!, y ante eso, pues mi camino fue el de ver si algo de esas definiciones se mantienen cuando se empieza a devolver el casete en el tiempo. Y vaya que encontré cosas. Cuando se quiere saber la definición de un término, el primer recurso normalmente es el diccionario, y cuando queremos un diccionario medianamente serio hoy acudimos al de la Real Academia de la Lengua Española, pero tal diccionario antes era llamado diccionario de Autoridades que en su primera edición fue lanzada por tomos entre la tercera y la cuarta década del siglo XVIII, mejor dicho, entre 1724 y 1739. Revisé esos primeros diccionarios de Autoridades y otros posteriores ¡y vaya sorpresa!, Ahí estaba casi deslumbrante, la palabra "juventud". obviamente la palabra no respondía a una invención de la Real Academia de la Lengua Española, sino a la recolección de un término que ya era usado en sociedad. ¿Y qué significaba?, pues los significados más recurrentes eran los de la juventud como una etapa de vida entre la niñez y la adultez (una época de transición), y la juventud entendida como un conjunto de jóvenes. Esto también me ayudó a diferenciar un poco entre la idea “joven” y “juventud”. Obviamente un diccionario antiguo no puede mostrarnos el mundo de hace trescientos años, como tampoco uno actual nos mostrará el de hoy, pero el encontrar que efectivamente el término se usaba, nos dice que ya había algo a lo que se le llamaba juventud. Y en mi búsqueda encontré en muchos textos, noticias, testamentos, descargos judiciales y otras huellas del pasado. El término era usado tan coloquialmente que nos dice que hay una realidad que invita a ser explorada. Hasta llegué a caracterizar un poco esa juventud mencionada, una juventud "pervertible", "corrompible", "inexperta", sobre la que estaría "el futuro". O bueno, al menos así la denominaban los conservadores que publicaban las noticias en el diario oficial del siglo XIX en Medellín, (probablemente igual a como nos caracterizarían muchos adultos en pleno siglo XXI). Incluso tuve la oportunidad de leer a Orlando, quien al parecer producto de su locura, de un desamor o de quién sabe qué cosas, terminó suicidándose; si yo no fuera historiador y no temiera a los anacronismos, llamaría a dicho acto un “suicidio juvenil”. Orlando en sus escritos inspiraría la publicación de un diario en pleno siglo XIX que llevaría su nombre. Él describía su propia juventud como ese ente sofocante de vida, adoctrinado por el fanatismo de la sociedad dormida, las instituciones y sus costumbres, y concluía que era necesario despertar a dicha sociedad para un real porvenir. Siempre he creído que ser realmente joven es tener ese espíritu de revolución, de querer despertar masas, sociedades. Como lo quiso nuestro querido Orlando. Y encontré muchas cosas, que creo deben seguir siendo exploradas y sobre las que espero que nos sigamos preguntando desde la academia, pero también desde nuestra condición de juventud. Como jóvenes no podemos dejar huérfanos de historia a los jóvenes que fueron parte de lo que hoy somos. Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Durante toda la carrera de historia en la universidad, me hice una y otra vez la misma pregunta: ¿de dónde viene la juventud?, y claro, no había terminado de formularla cuando empezaron a aparecer respuestas: Que es una construcción social y que aparece después de la segunda guerra mundial; que es una construcción de la psicología de principios del siglo XX; que es una construc ción de la modernidad europea; que en Colombia la juventud aparece en las luchas de los jóvenes y universitarios en contra del aparente fraude en las elecciones de 1970 y que se hace evidente sobre todo con el movimiento de la séptima papeleta que a la larga se convirtió en uno de los ingredientes más importantes para la proclamación de la constitución de 1991. Y aunque las respuestas parecían claras, como alguien que empezaba a aprender a tejer ideas, encontré nuevas preguntas: ¿Antes de eso no existía la juventud?, ¿si no había juventud no había jóvenes?, ¿cuál es la diferencia entre jóvenes y juventud?, ¿cómo vivían antes de esos hitos las personas que por edad hoy se describirían como jóvenes?... Anacronismo: Palabra favorita para la mayoría de los historiadores y sirve para describir algo que no corresponde al momento histórico al que se refiere; en el campo académico sería equivalente a un error, por ejemplo, estaría mal hablar de colombianos antes de la independencia, pues aún no había ninguna nación llamada Colombia. Eso es un anacronismo, y pues volviendo a la idea de juventud, parecía que aventurarme hacia al pasado en su búsqueda sería cometer un "anacronicidio"; bueno, esa palabra la inventé, pero sería como cometer un anacronismo muy grande. Sin embargo, asumí el riesgo a pesar de las múltiples recomendaciones de no perder tiempo en esa empresa. Mi primera labor, la de definir esa idea de juventud; término tan raro que todos usan, pero que escapa a una definición básica. Sociólogos la definen de una manera (o muchas), psicólogos de otras, políticos de otras, y hasta los jóvenes de otras. ¡Qué confusión!, y ante eso, pues mi camino fue el de ver si algo de esas definiciones se mantienen cuando se empieza a devolver el casete en el tiempo. Y vaya que encontré cosas. Cuando se quiere saber la definición de un término, el primer recurso normalmente es el diccionario, y cuando queremos un diccionario medianamente serio hoy acudimos al de la Real Academia de la Lengua Española, pero tal diccionario antes era llamado diccionario de Autoridades que en su primera edición fue lanzada por tomos entre la tercera y la cuarta década del siglo XVIII, mejor dicho, entre 1724 y 1739. Revisé esos primeros diccionarios de Autoridades y otros posteriores ¡y vaya sorpresa!, Ahí estaba casi deslumbrante, la palabra "juventud". obviamente la palabra no respondía a una invención de la Real Academia de la Lengua Española, sino a la recolección de un término que ya era usado en sociedad. ¿Y qué significaba?, pues los significados más recurrentes eran los de la juventud como una etapa de vida entre la niñez y la adultez (una época de transición), y la juventud entendida como un conjunto de jóvenes. Esto también me ayudó a diferenciar un poco entre la idea “joven” y “juventud”. Obviamente un diccionario antiguo no puede mostrarnos el mundo de hace trescientos años, como tampoco uno actual nos mostrará el de hoy, pero el encontrar que efectivamente el término se usaba, nos dice que ya había algo a lo que se le llamaba juventud. Y en mi búsqueda encontré en muchos textos, noticias, testamentos, descargos judiciales y otras huellas del pasado. El término era usado tan coloquialmente que nos dice que hay una realidad que invita a ser explorada. Hasta llegué a caracterizar un poco esa juventud mencionada, una juventud "pervertible", "corrompible", "inexperta", sobre la que estaría "el futuro". O bueno, al menos así la denominaban los conservadores que publicaban las noticias en el diario oficial del siglo XIX en Medellín, (probablemente igual a como nos caracterizarían muchos adultos en pleno siglo XXI). Incluso tuve la oportunidad de leer a Orlando, quien al parecer producto de su locura, de un desamor o de quién sabe qué cosas, terminó suicidándose; si yo no fuera historiador y no temiera a los anacronismos, llamaría a dicho acto un “suicidio juvenil”. Orlando en sus escritos inspiraría la publicación de un diario en pleno siglo XIX que llevaría su nombre. Él describía su propia juventud como ese ente sofocante de vida, adoctrinado por el fanatismo de la sociedad dormida, las instituciones y sus costumbres, y concluía que era necesario despertar a dicha sociedad para un real porvenir. Siempre he creído que ser realmente joven es tener ese espíritu de revolución, de querer despertar masas, sociedades. Como lo quiso nuestro querido Orlando. Y encontré muchas cosas, que creo deben seguir siendo exploradas y sobre las que espero que nos sigamos preguntando desde la academia, pero también desde nuestra condición de juventud. Como jóvenes no podemos dejar huérfanos de historia a los jóvenes que fueron parte de lo que hoy somos. MIRADA JOVEN Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Durante toda la carrera de historia en la universidad, me hice una y otra vez la misma pregunta: ¿de dónde viene la juventud?, y claro, no había terminado de formularla cuando empezaron a aparecer respuestas: Que es una construcción social y que aparece después de la segunda guerra mundial; que es una construcción de la psicología de principios del siglo XX; que es una construc ción de la modernidad europea; que en Colombia la juventud aparece en las luchas de los jóvenes y universitarios en contra del aparente fraude en las elecciones de 1970 y que se hace evidente sobre todo con el movimiento de la séptima papeleta que a la larga se convirtió en uno de los ingredientes más importantes para la proclamación de la constitución de 1991. Y aunque las respuestas parecían claras, como alguien que empezaba a aprender a tejer ideas, encontré nuevas preguntas: ¿Antes de eso no existía la juventud?, ¿si no había juventud no había jóvenes?, ¿cuál es la diferencia entre jóvenes y juventud?, ¿cómo vivían antes de esos hitos las personas que por edad hoy se describirían como jóvenes?... Anacronismo: Palabra favorita para la mayoría de los historiadores y sirve para describir algo que no corresponde al momento histórico al que se refiere; en el campo académico sería equivalente a un error, por ejemplo, estaría mal hablar de colombianos antes de la independencia, pues aún no había ninguna nación llamada Colombia. Eso es un anacronismo, y pues volviendo a la idea de juventud, parecía que aventurarme hacia al pasado en su búsqueda sería cometer un "anacronicidio"; bueno, esa palabra la inventé, pero sería como cometer un anacronismo muy grande. Sin embargo, asumí el riesgo a pesar de las múltiples recomendaciones de no perder tiempo en esa empresa. Mi primera labor, la de definir esa idea de juventud; término tan raro que todos usan, pero que escapa a una definición básica. Sociólogos la definen de una manera (o muchas), psicólogos de otras, políticos de otras, y hasta los jóvenes de otras. ¡Qué confusión!, y ante eso, pues mi camino fue el de ver si algo de esas definiciones se mantienen cuando se empieza a devolver el casete en el tiempo. Y vaya que encontré cosas. Cuando se quiere saber la definición de un término, el primer recurso normalmente es el diccionario, y cuando queremos un diccionario medianamente serio hoy acudimos al de la Real Academia de la Lengua Española, pero tal diccionario antes era llamado diccionario de Autoridades que en su primera edición fue lanzada por tomos entre la tercera y la cuarta década del siglo XVIII, mejor dicho, entre 1724 y 1739. Revisé esos primeros diccionarios de Autoridades y otros posteriores ¡y vaya sorpresa!, Ahí estaba casi deslumbrante, la palabra "juventud". obviamente la palabra no respondía a una invención de la Real Academia de la Lengua Española, sino a la recolección de un término que ya era usado en sociedad. ¿Y qué significaba?, pues los significados más recurrentes eran los de la juventud como una etapa de vida entre la niñez y la adultez (una época de transición), y la juventud entendida como un conjunto de jóvenes. Esto también me ayudó a diferenciar un poco entre la idea “joven” y “juventud”. Obviamente un diccionario antiguo no puede mostrarnos el mundo de hace trescientos años, como tampoco uno actual nos mostrará el de hoy, pero el encontrar que efectivamente el término se usaba, nos dice que ya había algo a lo que se le llamaba juventud. Y en mi búsqueda encontré en muchos textos, noticias, testamentos, descargos judiciales y otras huellas del pasado. El término era usado tan coloquialmente que nos dice que hay una realidad que invita a ser explorada. Hasta llegué a caracterizar un poco esa juventud mencionada, una juventud "pervertible", "corrompible", "inexperta", sobre la que estaría "el futuro". O bueno, al menos así la denominaban los conservadores que publicaban las noticias en el diario oficial del siglo XIX en Medellín, (probablemente igual a como nos caracterizarían muchos adultos en pleno siglo XXI). Incluso tuve la oportunidad de leer a Orlando, quien al parecer producto de su locura, de un desamor o de quién sabe qué cosas, terminó suicidándose; si yo no fuera historiador y no temiera a los anacronismos, llamaría a dicho acto un “suicidio juvenil”. Orlando en sus escritos inspiraría la publicación de un diario en pleno siglo XIX que llevaría su nombre. Él describía su propia juventud como ese ente sofocante de vida, adoctrinado por el fanatismo de la sociedad dormida, las instituciones y sus costumbres, y concluía que era necesario despertar a dicha sociedad para un real porvenir. Siempre he creído que ser realmente joven es tener ese espíritu de revolución, de querer despertar masas, sociedades. Como lo quiso nuestro querido Orlando. Y encontré muchas cosas, que creo deben seguir siendo exploradas y sobre las que espero que nos sigamos preguntando desde la academia, pero también desde nuestra condición de juventud. Como jóvenes no podemos dejar huérfanos de historia a los jóvenes que fueron parte de lo que hoy somos. JUVENTUD HUERFANA DE HISTORIA Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Construir una teoría puede resultar sencillo. Desde que el mundo es mundo, por usar una expresión que denote que no se sabe muy bien el momento exacto en que el hombre comenzó a teorizar, se han construido millones de ellas; sobre todos los temas y de todas las formas posibles. Newton edificó la teoría de todas las cosas que caen; la poeta Andrea Cote la teoría del espíritu que es el hueso que no se puede roer; y Ribeyro la teoría de los fumadores insigTEORÍAS CONSPIRATIVAS PARA UNA DEL OCIO EN CUARENTENA REVOLUCIÓN Por: Sebastián Salazar Cano nes que fuman para tener contacto con el fuego, a la manera en que los presocráticos buscaban el Arché, el origen del mundo en los elementos de la naturaleza. Sin embargo, hablar de conspiraciones reales en la historia puede resultar un poco menos alentador si lo que queremos encontrar es cantidad y si lo que entendemos por conspiración va más allá de ficciones sensacionalistas. Según la RAE el verbo conspirar refiere al unirse contra un superior o soberano, es decir, contra el poder establecido. Todas las conspiraciones en la historia tienen en común la pulsión de dar el paso definitivo hacia un cambio de era. Cuando aparecieron las primeras instancias de producción en masa que Marx llamó los burgos, supimos del fin inminente del feudalismo y del nacimiento de esa nueva clase social, la burguesía, que poco a poco derribó las monarquías e instauró su propia manera de administrar la vida en las sociedades, de comerciar en lenguas vulgares. De la misma manera, la revolución francesa, por no hablar de los rusos, indicó un cambio de paradigma en la modernidad y en Latinoamérica, la revolución cubana sentó la mayor base de las teorías conspirativas de quienes tomarían las armas en la américa de Martí en los años venideros. Ahora, en la situación actual y en el caso hipotético de que una pandemia haya cambiado radicalmente las formas de vivir en el mundo, debemos preguntarnos como sujetos de una época si pasamos de la teoría a las conspiraciones. El pensador surcoreano Byung-Chul Han se ha atrevido a nombrar la era que viene como feudalismo digital y cree que el modelo chino podría ser el impuesto como nueva gran potencia. Yo no sé si alguna vez en las historias de la historia, la humanidad superó el feudalismo o si en el reverso de las banderas estadounidenses que adornan las fachadas cada cuatro de julio ya no dice made in China. Pero todo parece indicar desde hace décadas, lo que Chomsky definió como el paso del capitalismo salvaje al capitalismo depredador, es decir que las grandes corporaciones y empresas privadas, no contentas con las fortunas inverosímiles que amontonan en oscuros sótanos de la banca, pasan también a agregar a sus cuentas los dineros públicos en forma de contratos, sin ni siquiera competir, en el supuesto libre mercado que se repite como un concepto vacío, en discursos que resultan ser largas composiciones, bagatelas de ocasión. Como soy de mente dispersa, suelo pasar de pensar en estas cosas a pensar en lo que no viene al caso. Esta semana, desesperado en el encierro, he pensado en Emily Dickinson, la poeta estadounidense del siglo XIX, que pasó la mitad de su vida encerrada en su casa por decisión propia, según dicen sólo vestía de blanco. El agua se conoce por la sed, me repito. Luego he pensado en Cervantes, el manco de Lepanto, que empezó a escribir el Quijote en la Cárcel y lo más increíble es que fuese español y no inglés, por eso los españoles tardaron tanto en entenderlo. Pienso en ellos y en muchos otros porque su vida constituye un ejemplo de rebeldía. Dickinson burló los destinos posibles para una mujer de su época: el matrimonio o la vida religiosa. Nunca se casó y en lugar de monja se hizo poeta. Cervantes Fracasó como poeta y también como dramaturgo, los dos géneros en boga de su tiempo y a cambio inauguró la novela moderna. Murió lejos de la gloria, sin saber su hazaña. Y es aquí donde debo sonar revolucionario y ruego que no se confunda con la pereza el arma de mi lucha: el ocio. En los tiempos de la productividad parece haberse olvidado por completo lo que significa el ocio, que viene del latín Otium, el que se dedica a sí mismo. Por su parte el negocio resulta ser la negación del ocio, el que se niega a sí mismo. Por eso Cicerón decía que nada honrado podía salir de un negocio, el que negocia (para efectos de hoy, el que trabaja) se rebaja al nivel de los esclavos, afirmaba. Por su puesto, Cicerón podía darse el lujo de pasarse el día pensando y construir ese tipo de afirmaciones porque tenía esclavos a su servicio. Sin embargo, hay que aclarar que el ocio como posición política o como arma para la revolución, no pretende denigrar la potencia estética, ética y humana del trabajo y los trabajadores, sino más bien, volver a pensar sobre las dinámicas en la historia desde que se cambió el concepto de esclavitud por el de trabajo, el de amo por jefe. ¿Cuántos esclavos de la antigüedad podrían haber pensado cosas más profundas que las de Cicerón? ¿Cuántos trabajadores de hoy podrían escribir poemas como Dickinson o novelas como Cervantes si se entregasen al ocio y a la contemplación del mundo y de sí mismos? y aunque no pudiesen escribir nada, ¿cuántos serían más felices con el tiempo a su favor?. Es lo que me pregunto hoy mientras algunas de las familias más ricas del mundo ven crecer en un 10% sus fortunas aún con la crisis económica que se le atribuye al covid-19 y no a un sistema inviable que no se asume fallido. Dicen que Brahms incluía en todas sus sinfonías el golpe de un timbal para despertar a los espectadores que se quedaban dormidos en los conciertos. Afuera las calles vacías y el silencio. Yo sigo esperando al ocioso percusionista que renuncie a los horarios inhumanos de lo que llaman trabajo, el golpe certero al timbal que nos despierte. MIRADA JOVEN Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Construir una teoría puede resultar sencillo. Desde que el mundo es mundo, por usar una expresión que denote que no se sabe muy bien el momento exacto en que el hombre comenzó a teorizar, se han construido millones de ellas; sobre todos los temas y de todas las formas posibles. Newton edificó la teoría de todas las cosas que caen; la poeta Andrea Cote la teoría del espíritu que es el hueso que no se puede roer; y Ribeyro la teoría de los fumadores insigREVOLUCIÓN nes que fuman para tener contacto con el fuego, a la manera en que los presocráticos buscaban el Arché, el origen del mundo en los elementos de la naturaleza. Sin embargo, hablar de conspiraciones reales en la historia puede resultar un poco menos alentador si lo que queremos encontrar es cantidad y si lo que entendemos por conspiración va más allá de ficciones sensacionalistas. Según la RAE el verbo conspirar refiere al unirse contra un superior o soberano, es decir, contra el poder establecido. Todas las conspiraciones en la historia tienen en común la pulsión de dar el paso definitivo hacia un cambio de era. Cuando aparecieron las primeras instancias de producción en masa que Marx llamó los burgos, supimos del fin inminente del feudalismo y del nacimiento de esa nueva clase social, la burguesía, que poco a poco derribó las monarquías e instauró su propia manera de administrar la vida en las sociedades, de comerciar en lenguas vulgares. De la misma manera, la revolución francesa, por no hablar de los rusos, indicó un cambio de paradigma en la modernidad y en Latinoamérica, la revolución cubana sentó la mayor base de las teorías conspirativas de quienes tomarían las armas en la américa de Martí en los años venideros. Ahora, en la situación actual y en el caso hipotético de que una pandemia haya cambiado radicalmente las formas de vivir en el mundo, debemos preguntarnos como sujetos de una época si pasamos de la teoría a las conspiraciones. El pensador surcoreano Byung-Chul Han se ha atrevido a nombrar la era que viene como feudalismo digital y cree que el modelo chino podría ser el impuesto como nueva gran potencia. Yo no sé si alguna vez en las historias de la historia, la humanidad superó el feudalismo o si en el reverso de las banderas estadounidenses que adornan las fachadas cada cuatro de julio ya no dice made in China. Pero todo parece indicar desde hace décadas, lo que Chomsky definió como el paso del capitalismo salvaje al capitalismo depredador, es decir que las grandes corporaciones y empresas privadas, no contentas con las fortunas inverosímiles que amontonan en oscuros sótanos de la banca, pasan también a agregar a sus cuentas los dineros públicos en forma de contratos, sin ni siquiera competir, en el supuesto libre mercado que se repite como un concepto vacío, en discursos que resultan ser largas composiciones, bagatelas de ocasión. Como soy de mente dispersa, suelo pasar de pensar en estas cosas a pensar en lo que no viene al caso. Esta semana, desesperado en el encierro, he pensado en Emily Dickinson, la poeta estadounidense del siglo XIX, que pasó la mitad de su vida encerrada en su casa por decisión propia, según dicen sólo vestía de blanco. El agua se conoce por la sed, me repito. Luego he pensado en Cervantes, el manco de Lepanto, que empezó a escribir el Quijote en la Cárcel y lo más increíble es que fuese español y no inglés, por eso los españoles tardaron tanto en entenderlo. Pienso en ellos y en muchos otros porque su vida constituye un ejemplo de rebeldía. Dickinson burló los destinos posibles para una mujer de su época: el matrimonio o la vida religiosa. Nunca se casó y en lugar de monja se hizo poeta. Cervantes Fracasó como poeta y también como dramaturgo, los dos géneros en boga de su tiempo y a cambio inauguró la novela moderna. Murió lejos de la gloria, sin saber su hazaña. Y es aquí donde debo sonar revolucionario y ruego que no se confunda con la pereza el arma de mi lucha: el ocio. En los tiempos de la productividad parece haberse olvidado por completo lo que significa el ocio, que viene del latín Otium, el que se dedica a sí mismo. Por su parte el negocio resulta ser la negación del ocio, el que se niega a sí mismo. Por eso Cicerón decía que nada honrado podía salir de un negocio, el que negocia (para efectos de hoy, el que trabaja) se rebaja al nivel de los esclavos, afirmaba. Por su puesto, Cicerón podía darse el lujo de pasarse el día pensando y construir ese tipo de afirmaciones porque tenía esclavos a su servicio. Sin embargo, hay que aclarar que el ocio como posición política o como arma para la revolución, no pretende denigrar la potencia estética, ética y humana del trabajo y los trabajadores, sino más bien, volver a pensar sobre las dinámicas en la historia desde que se cambió el concepto de esclavitud por el de trabajo, el de amo por jefe. ¿Cuántos esclavos de la antigüedad podrían haber pensado cosas más profundas que las de Cicerón? ¿Cuántos trabajadores de hoy podrían escribir poemas como Dickinson o novelas como Cervantes si se entregasen al ocio y a la contemplación del mundo y de sí mismos? y aunque no pudiesen escribir nada, ¿cuántos serían más felices con el tiempo a su favor?. Es lo que me pregunto hoy mientras algunas de las familias más ricas del mundo ven crecer en un 10% sus fortunas aún con la crisis económica que se le atribuye al covid-19 y no a un sistema inviable que no se asume fallido. Dicen que Brahms incluía en todas sus sinfonías el golpe de un timbal para despertar a los espectadores que se quedaban dormidos en los conciertos. Afuera las calles vacías y el silencio. Yo sigo esperando al ocioso percusionista que renuncie a los horarios inhumanos de lo que llaman trabajo, el golpe certero al timbal que nos despierte. Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Construir una teoría puede resultar sencillo. Desde que el mundo es mundo, por usar una expresión que denote que no se sabe muy bien el momento exacto en que el hombre comenzó a teorizar, se han construido millones de ellas; sobre todos los temas y de todas las formas posibles. Newton edificó la teoría de todas las cosas que caen; la poeta Andrea Cote la teoría del espíritu que es el hueso que no se puede roer; y Ribeyro la teoría de los fumadores insignes que fuman para tener contacto con el fuego, a la manera en que los presocráticos buscaban el Arché, el origen del mundo en los elementos de la naturaleza. Sin embargo, hablar de conspiraciones reales en la historia puede resultar un poco menos alentador si lo que queremos encontrar es cantidad y si lo que entendemos por conspiración va más allá de ficciones sensacionalistas. Según la RAE el verbo conspirar refiere al unirse contra un superior o soberano, es decir, contra el poder establecido. Todas las conspiraciones en la historia tienen en común la pulsión de dar el paso definitivo hacia un cambio de era. Cuando aparecieron las primeras instancias de producción en masa que Marx llamó los burgos, supimos del fin inminente del feudalismo y del nacimiento de esa nueva clase social, la burguesía, que poco a poco derribó las monarquías e instauró su propia manera de administrar la vida en las sociedades, de comerciar en lenguas vulgares. De la misma manera, la revolución francesa, por no hablar de los rusos, indicó un cambio de paradigma en la modernidad y en Latinoamérica, la revolución cubana sentó la mayor base de las teorías conspirativas de quienes tomarían las armas en la américa de Martí en los años venideros. Ahora, en la situación actual y en el caso hipotético de que una pandemia haya cambiado radicalmente las formas de vivir en el mundo, debemos preguntarnos como sujetos de una época si pasamos de la teoría a las conspiraciones. El pensador surcoreano Byung-Chul Han se ha atrevido a nombrar la era que viene como feudalismo digital y cree que el modelo chino podría ser el impuesto como nueva gran potencia. Yo no sé si alguna vez en las historias de la historia, la humanidad superó el feudalismo o si en el reverso de las banderas estadounidenses que adornan las fachadas cada cuatro de julio ya no dice made in China. Pero todo parece indicar desde hace décadas, lo que Chomsky definió como el paso del capitalismo salvaje al capitalismo depredador, es decir que las grandes corporaciones y empresas privadas, no contentas con las fortunas inverosímiles que amontonan en oscuros sótanos de la banca, pasan también a agregar a sus cuentas los dineros públicos en forma de contratos, sin ni siquiera competir, en el supuesto libre mercado que se repite como un concepto vacío, en discursos que resultan ser largas composiciones, bagatelas de ocasión. Como soy de mente dispersa, suelo pasar de pensar en estas cosas a pensar en lo que no viene al caso. Esta semana, desesperado en el encierro, he pensado en Emily Dickinson, la poeta estadounidense del siglo XIX, que pasó la mitad de su vida encerrada en su casa por decisión propia, según dicen sólo vestía de blanco. El agua se conoce por la sed, me repito. Luego he pensado en Cervantes, el manco de Lepanto, que empezó a escribir el Quijote en la Cárcel y lo más increíble es que fuese español y no inglés, por eso los españoles tardaron tanto en entenderlo. Pienso en ellos y en muchos otros porque su vida constituye un ejemplo de rebeldía. Dickinson burló los destinos posibles para una mujer de su época: el matrimonio o la vida religiosa. Nunca se casó y en lugar de monja se hizo poeta. Cervantes Fracasó como poeta y también como dramaturgo, los dos géneros en boga de su tiempo y a cambio inauguró la novela moderna. Murió lejos de la gloria, sin saber su hazaña. Y es aquí donde debo sonar revolucionario y ruego que no se confunda con la pereza el arma de mi lucha: el ocio. En los tiempos de la productividad parece haberse olvidado por completo lo que significa el ocio, que viene del latín Otium, el que se dedica a sí mismo. Por su parte el negocio resulta ser la negación del ocio, el que se niega a sí mismo. Por eso Cicerón decía que nada honrado podía salir de un negocio, el que negocia (para efectos de hoy, el que trabaja) se rebaja al nivel de los esclavos, afirmaba. Por su puesto, Cicerón podía darse el lujo de pasarse el día pensando y construir ese tipo de afirmaciones porque tenía esclavos a su servicio. Sin embargo, hay que aclarar que el ocio como posición política o como arma para la revolución, no pretende denigrar la potencia estética, ética y humana del trabajo y los trabajadores, sino más bien, volver a pensar sobre las dinámicas en la historia desde que se cambió el concepto de esclavitud por el de trabajo, el de amo por jefe. ¿Cuántos esclavos de la antigüedad podrían haber pensado cosas más profundas que las de Cicerón? ¿Cuántos trabajadores de hoy podrían escribir poemas como Dickinson o novelas como Cervantes si se entregasen al ocio y a la contemplación del mundo y de sí mismos? y aunque no pudiesen escribir nada, ¿cuántos serían más felices con el tiempo a su favor?. Es lo que me pregunto hoy mientras algunas de las familias más ricas del mundo ven crecer en un 10% sus fortunas aún con la crisis económica que se le atribuye al covid-19 y no a un sistema inviable que no se asume fallido. Dicen que Brahms incluía en todas sus sinfonías el golpe de un timbal para despertar a los espectadores que se quedaban dormidos en los conciertos. Afuera las calles vacías y el silencio. Yo sigo esperando al ocioso percusionista que renuncie a los horarios inhumanos de lo que llaman trabajo, el golpe certero al timbal que nos despierte. MIRADA JOVEN Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Construir una teoría puede resultar sencillo. Desde que el mundo es mundo, por usar una expresión que denote que no se sabe muy bien el momento exacto en que el hombre comenzó a teorizar, se han construido millones de ellas; sobre todos los temas y de todas las formas posibles. Newton edificó la teoría de todas las cosas que caen; la poeta Andrea Cote la teoría del espíritu que es el hueso que no se puede roer; y Ribeyro la teoría de los fumadores insignes que fuman para tener contacto con el fuego, a la manera en que los presocráticos buscaban el Arché, el origen del mundo en los elementos de la naturaleza. Sin embargo, hablar de conspiraciones reales en la historia puede resultar un poco menos alentador si lo que queremos encontrar es cantidad y si lo que entendemos por conspiración va más allá de ficciones sensacionalistas. Según la RAE el verbo conspirar refiere al unirse contra un superior o soberano, es decir, contra el poder establecido. Todas las conspiraciones en la historia tienen en común la pulsión de dar el paso definitivo hacia un cambio de era. Cuando aparecieron las primeras instancias de producción en masa que Marx llamó los burgos, supimos del fin inminente del feudalismo y del nacimiento de esa nueva clase social, la burguesía, que poco a poco derribó las monarquías e instauró su propia manera de administrar la vida en las sociedades, de comerciar en lenguas vulgares. De la misma manera, la revolución francesa, por no hablar de los rusos, indicó un cambio de paradigma en la modernidad y en Latinoamérica, la revolución cubana sentó la mayor base de las teorías conspirativas de quienes tomarían las armas en la américa de Martí en los años venideros. Ahora, en la situación actual y en el caso hipotético de que una pandemia haya cambiado radicalmente las formas de vivir en el mundo, debemos preguntarnos como sujetos de una época si pasamos de la teoría a las conspiraciones. El pensador surcoreano Byung-Chul Han se ha atrevido a nombrar la era que viene como feudalismo digital y cree que el modelo chino podría ser el impuesto como nueva gran potencia. Yo no sé si alguna vez en las historias de la historia, la humanidad superó el feudalismo o si en el reverso de las banderas estadounidenses que adornan las fachadas cada cuatro de julio ya no dice made in China. Pero todo parece indicar desde hace décadas, lo que Chomsky definió como el paso del capitalismo salvaje al capitalismo depredador, es decir que las grandes corporaciones y empresas privadas, no contentas con las fortunas inverosímiles que amontonan en oscuros sótanos de la banca, pasan también a agregar a sus cuentas los dineros públicos en forma de contratos, sin ni siquiera competir, en el supuesto libre mercado que se repite como un concepto vacío, en discursos que resultan ser largas composiciones, bagatelas de ocasión. Como soy de mente dispersa, suelo pasar de pensar en estas cosas a pensar en lo que no viene al caso. Esta semana, desesperado en el encierro, he pensado en Emily Dickinson, la poeta estadounidense del siglo XIX, que pasó la mitad de su vida encerrada en su casa por decisión propia, según dicen sólo vestía de blanco. El agua se conoce por la sed, me repito. Luego he pensado en Cervantes, el manco de Lepanto, que empezó a escribir el Quijote en la Cárcel y lo más increíble es que fuese español y no inglés, por eso los españoles tardaron tanto en entenderlo. Pienso en ellos y en muchos otros porque su vida constituye un ejemplo de rebeldía. Dickinson burló los destinos posibles para una mujer de su época: el matrimonio o la vida religiosa. Nunca se casó y en lugar de monja se hizo poeta. Cervantes Fracasó como poeta y también como dramaturgo, los dos géneros en boga de su tiempo y a cambio inauguró la novela moderna. Murió lejos de la gloria, sin saber su hazaña. Y es aquí donde debo sonar revolucionario y ruego que no se confunda con la pereza el arma de mi lucha: el ocio. En los tiempos de la productividad parece haberse olvidado por completo lo que significa el ocio, que viene del latín Otium, el que se dedica a sí mismo. Por su parte el negocio resulta ser la negación del ocio, el que se niega a sí mismo. Por eso Cicerón decía que nada honrado podía salir de un negocio, el que negocia (para efectos de hoy, el que trabaja) se rebaja al nivel de los esclavos, afirmaba. Por su puesto, Cicerón podía darse el lujo de pasarse el día pensando y construir ese tipo de afirmaciones porque tenía esclavos a su servicio. Sin embargo, hay que aclarar que el ocio como posición política o como arma para la revolución, no pretende denigrar la potencia estética, ética y humana del trabajo y los trabajadores, sino más bien, volver a pensar sobre las dinámicas en la historia desde que se cambió el concepto de esclavitud por el de trabajo, el de amo por jefe. ¿Cuántos esclavos de la antigüedad podrían haber pensado cosas más profundas que las de Cicerón? ¿Cuántos trabajadores de hoy podrían escribir poemas como Dickinson o novelas como Cervantes si se entregasen al ocio y a la contemplación del mundo y de sí mismos? y aunque no pudiesen escribir nada, ¿cuántos serían más felices con el tiempo a su favor?. Es lo que me pregunto hoy mientras algunas de las familias más ricas del mundo ven crecer en un 10% sus fortunas aún con la crisis económica que se le atribuye al covid-19 y no a un sistema inviable que no se asume fallido. Dicen que Brahms incluía en todas sus sinfonías el golpe de un timbal para despertar a los espectadores que se quedaban dormidos en los conciertos. Afuera las calles vacías y el silencio. Yo sigo esperando al ocioso percusionista que renuncie a los horarios inhumanos de lo que llaman trabajo, el golpe certero al timbal que nos despierte. TEORÍAS CONSPIRATIVAS PARA UNA REVOLUCIÓN DEL OCIO EN CUARENTENA Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Alguien que me cuente QUÉ ES MIRADA JOVEN Por: Yamile Serna Era un mes de mayo del año 2014 cuando Richard, Aníbal y Yamile, artistas plásticos del corregimiento de San Antonio de Prado, crearon el Taller de artes Comuna 80, un espacio dedicado a las artes plásticas; pero ¿qué es eso de las artes plásticas? ¿es que hay muchos tipos de artes?. Sí, hay muchos tipos y en San Antonio de Prado tenemos de todo, música, danza, literatura, teatro, artesanías, etc. Pues resulta que en el CDS Pradito antes llamado CIB Pradito hay un rinconcito lleno de pinceles, pintura, papel, chécheres y más chécheres; ese es el Taller de artes comuna 80 dedicado al dibujo, la pintura, la escultura, y las manualidades. Todos los sábados desde el año 2014 el Taller tuvo sus puertas abiertas; entenderán que estamos en cuarentena física pero la imaginación sigue creando y seguimos súper conectados. Imagínense que ya cumplimos 6 años y son montones de historias las que tenemos para contarles, pero hoy solo nos queremos presentar de nuevo para los que no nos conocen y decirles que este espacio está abierto para la comunidad del corregimiento de San Antonio de Prado y para todos los gomosos de diferentes barrios y corregimientos que se quieran empelicular con el arte. ¿Y entonces? Pues tenemos un grupo en Facebook llamado “Taller de Arte Comuna 80 (San Antonio de Prado - Medellín)” y allí se puede fisgonear todas las aventuras creativas que hemos vivido en estos 6 años. ¿Quiénes hacen parte del taller de artes? Pues los profes, que son artistas en su mayoría del corregimiento de San Antonio de Prado: Wilson, Mara, Mery, Fredy, Daniel, Juan y Adrián. También otros artistas que también viven en nuestro pueblo, que han sido profes y son parceros del Taller: Alfredo, Cris, Kelly, Saris, Vivi, Andrew, Cristian y así por el estilo; el taller tiene muchos amigos de por aquí y de por allá. También, son súper importantes nuestros niños, jóvenes y sus familias. Aquí balconeando (y digo balcón porque el taller es todo caché) tiene su balcón con vista a la vereda La Verde, ¡una belleza!. Allí nos hemos puesto a jugar, experimentar y crear con mucha imaginación; terminamos haciendo unas obras de arte ¡súper tesas! Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Recuerda, activarte con el arte. Era un mes de mayo del año 2014 cuando Richard, Aníbal y Yamile, artistas plásticos del corregimiento de San Antonio de Prado, crearon el Taller de artes Comuna 80, un espacio dedicado a las artes plásticas; pero ¿qué es eso de las artes plásticas? ¿es que hay muchos tipos de artes?. Sí, hay muchos tipos y en San Antonio de Prado tenemos de todo, música, danza, literatura, teatro, artesanías, etc. Pues resulta que en el CDS Pradito antes llamado CIB Pradito hay un rinconcito lleno de pinceles, pintura, papel, chécheres y más chécheres; ese es el Taller de artes comuna 80 dedicado al dibujo, la pintura, la escultura, y las manualidades. Todos los sábados desde el año 2014 el Taller tuvo sus puertas abiertas; entenderán que estamos en cuarentena física pero la imaginación sigue creando y seguimos súper conectados. Imagínense que ya cumplimos 6 años y son montones de historias las que tenemos para contarles, pero hoy solo nos queremos presentar de nuevo para los que no nos conocen y decirles que este espacio está abierto para la comunidad del corregimiento de San Antonio de Prado y para todos los gomosos de diferentes barrios y corregimientos que se quieran empelicular con el arte. ¿Y entonces? Pues tenemos un grupo en Facebook llamado “Taller de Arte Comuna 80 (San Antonio de Prado - Medellín)” y allí se puede fisgonear todas las aventuras creativas que hemos vivido en estos 6 años. ¿Quiénes hacen parte del taller de artes? Pues los profes, que son artistas en su mayoría del corregimiento de San Antonio de Prado: Wilson, Mara, Mery, Fredy, Daniel, Juan y Adrián. También otros artistas que también viven en nuestro pueblo, que han sido profes y son parceros del Taller: Alfredo, Cris, Kelly, Saris, Vivi, Andrew, Cristian y así por el estilo; el taller tiene muchos amigos de por aquí y de por allá. También, son súper importantes nuestros niños, jóvenes y sus familias. Aquí balconeando (y digo balcón porque el taller es todo caché) tiene su balcón con vista a la vereda La Verde, ¡una belleza!. Allí nos hemos puesto a jugar, experimentar y crear con mucha imaginación; terminamos haciendo unas obras de arte ¡súper tesas! Luego, les seguiremos contando más historias del taller de artes, por ahora los invitamos a seguirnos en nuestro grupo de Facebook: Taller de Arte Comuna 80 (San Antonio de Prado - Medellín). Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente…


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… DEAMBULANDO POR PRADO ENTRE EL PARQUE Y LA RESERVA 6 7 ¡UNA CAMINATA QUE ENCANTA! La ruta comienza en el parque de San Antonio de Prado, específicamente en el café-bar El Balcón de Maruja donde podrás disfrutar una vista hacia la cabecera corregimental, y encontrar infraestructuras de tiempos de antaño que erigieron este pueblo. 2. Cuando comenzamos nuestra ruta, a un costado de la iglesia, nos encontramos con el Café Cordillera, este hace conmemoración al Teatro Cordillera donde dramatizaban grupos como Alfa y Omega en el siglo pasado. Allí encontraremos un café recién molido, y cosechado en el territorio por nuestros campesinos. 3. A tres cuadras arriba del Café Cordillera, al filo de la montaña, podemos apreciar la Capilla La Dolorosa de San Antonio de Prado. Esta joya de infraestructura, aún en pie, fue construida en el año de 1887 guiada por el presbítero José Mesa, su patrimonio material está en sus paredes, pinturas y esculturas religiosas del siglo XIX. 4. A medida que avanzamos en la ruta nos adentramos en Palo Blanco, uno de los primeros barrios del corregimiento, allí nos encontramos con el restaurante y picnic Me lo dijo Lola. Este lugar está hecho para disfrutar con la familia por su exquisita gastronomía, comodidad y paisajismo campestre que nos adentran a la ruralidad. 5. Más adelante está la vereda La Florida donde se encuentra la infraestructura patrimonial de la actual Institución Educativa San José Obrero, más conocida como La Granja, construida en el año 1940. Este lugar ha tenido grandes cambios, la historia cuenta que inicialmente fue un monasterio de los Hermanos Lasallistas, después pasó a ser propiedad del municipio y se convirtió en el refugio de decenas de pacientes con enfermedades mentales, convirtiendose en el Hospital Mental Granja Taller Epifanio Mejía. Desde los años 90' ya es habitado por estudiantes dueños de historias, sueños y sucesos que solo ellos pueden contar dentro o fuera de esas puertas que se cierran después de cada timbre. 6. Si continuamos nuestro camino, un poco más allá de la Granja, nos encontraremos uno de los sitios gastronómicos más apetecidos y representativos de la Vereda, llamada La truchera de Frank Vélez. Allí, el aire libre y en extensas zonas verdes, se puede disfrutar de la pesca y el consumo de este producto agropecuario propio de nuestra gastronomía típica local. 7. Al final de esta ruta se encuentra La reserva natural Limona Manguala, una de las reservas más arbóreas de Medellín, además, hábitat de gran diversidad en flora y fauna nativa, por lo cual podrás apreciar diversos tipos de aves, plantas y árboles. Este espacio es cuidado por los guardabosques quienes conviven en ella y preservan su objetivo fundamental de salvaguardar el recurso hídrico de las quebradas La Limona y Manguala, cuyo bocatoma (toma de agua) nutre los acueductos veredales del corregimientos, como el de El Vergel. Bibliografía: Betancur B, María Gertrudis. Aportes para la recuperación de la historia de San Antonio de Prado. Medellín: [sin publicador], 1995. Centro Cultural San Antonio de Prado. Monografía de San Antonio de Prado. Medellín: Centro Cultural San Antonio de Prado, 1986. Correa Gutiérrez, Daíro. Historia de San Antonio de Prado, Medellín. Medellín: Alcaldía de Medellín Secretaría de Cultura Ciudadana, 2008. Esta ruta con nivel de dificultad 1 está pensada para que la pueda realizar cualquier persona, sin distinción de edad o condición especial. Para llegar a la reserva natural, la cual los habitantes pradeños llaman El Romeral o El Silencio, hay que caminar por unas amenas calles y senderos del corregimiento, los cuales te llevan a conocer lugares de gran riqueza patrimonial, natural, cultural, gastronómico, e histórico; espacios que siempre perdurarán en la mente de sus visitantes y caminantes.


Por: Yhonatan Calle Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… 2 1 3 4 5 La ruta comienza en el parque de San Antonio de Prado, específicamente en el café-bar El Balcón de Maruja donde podrás disfrutar una vista hacia la cabecera corregimental, y encontrar infraestructuras de tiempos de antaño que erigieron este pueblo. 2. Cuando comenzamos nuestra ruta, a un costado de la iglesia, nos encontramos con el Café Cordillera, este hace conmemoración al Teatro Cordillera donde dramatizaban grupos como Alfa y Omega en el siglo pasado. Allí encontraremos un café recién molido, y cosechado en el territorio por nuestros campesinos. 3. A tres cuadras arriba del Café Cordillera, al filo de la montaña, podemos apreciar la Capilla La Dolorosa de San Antonio de Prado. Esta joya de infraestructura, aún en pie, fue construida en el año de 1887 guiada por el presbítero José Mesa, su patrimonio material está en sus paredes, pinturas y esculturas religiosas del siglo XIX. 4. A medida que avanzamos en la ruta nos adentramos en Palo Blanco, uno de los primeros barrios del corregimiento, allí nos encontramos con el restaurante y picnic Me lo dijo Lola. Este lugar está hecho para disfrutar con la familia por su exquisita gastronomía, comodidad y paisajismo campestre que nos adentran a la ruralidad. 5. Más adelante está la vereda La Florida donde se encuentra la infraestructura patrimonial de la actual Institución Educativa San José Obrero, más conocida como La Granja, construida en el año 1940. Este lugar ha tenido grandes cambios, la historia cuenta que inicialmente fue un monasterio de los Hermanos Lasallistas, después pasó a ser propiedad del municipio y se convirtió en el refugio de decenas de pacientes con enfermedades mentales, convirtiendose en el Hospital Mental Granja Taller Epifanio Mejía. Desde los años 90' ya es habitado por estudiantes dueños de historias, sueños y sucesos que solo ellos pueden contar dentro o fuera de esas puertas que se cierran después de cada timbre. 6. Si continuamos nuestro camino, un poco más allá de la Granja, nos encontraremos uno de los sitios gastronómicos más apetecidos y representativos de la Vereda, llamada La truchera de Frank Vélez. Allí, el aire libre y en extensas zonas verdes, se puede disfrutar de la pesca y el consumo de este producto agropecuario propio de nuestra gastronomía típica local. 7. Al final de esta ruta se encuentra La reserva natural Limona Manguala, una de las reservas más arbóreas de Medellín, además, hábitat de gran diversidad en flora y fauna nativa, por lo cual podrás apreciar diversos tipos de aves, plantas y árboles. Este espacio es cuidado por los guardabosques quienes conviven en ella y preservan su objetivo fundamental de salvaguardar el recurso hídrico de las quebradas La Limona y Manguala, cuyo bocatoma (toma de agua) nutre los acueductos veredales del corregimientos, como el de El Vergel. Este espacio de bosques naturales se convierte en pulmón de la ciudad y ofrece servicios ambientales como: ° Regular el clima y el ciclo del agua ° Generar espacios para el disfrute y el goce estético ° Generar hábitat para la flora y fauna silvestre ° Mantener la capacidad productiva del suelo y moderar movimientos de masas. ° Mitigar el Ruido ° Capturar dióxido de carbono (CO2) del aire Recuerda siempre que puedes disfrutar de este territorio rural y conocer cada uno de estos lugares, estas paradas son espacios sugeridos. Esta ruta es el reflejo de otras tantas con lugares por conocer.


Recoger y sistematizar las memoria individuales y colectivas de los integrantes de la Mesa de Articulación Juvenil Parche en la 80 ha sido un enorme reto, pues siempre estuvo presente la inquietud, a modo de obstáculo, de cómo nosotros, algunos de sus integrantes, podríamos construir la memoria de nuestra organización. ¿Cómo lograr cierta objetividad? ¿Cómo no olvidar los recuerdos de esta familia que elegimos? Cuando concluimos la lectura de aquellos relatos, cuando terminamos de escuchar las múltiples voces de “adentro” y de “afuera”, no dejamos de pensar que lo importante aquí, lejos de los métodos y la rigurosidad propia de la disciplina histórica, no es la precisión de los hechos históricos, la búsqueda de concatenarlos y hacer un relato uniforme y homogéneo ¡No! Acá, simplemente, no es posible. Esta “historia” o relato no busca la lógica, el proceso global o la tendencia histórica. Buscamos la simpleza del hecho rememorado, atado a una temporalidad, un lapso sumamente corto, casi inconexo con el pasado. Los hechos parecen tener diferentes conexiones significativas, según los actores y sus intencionalidades y visiones del futuro. Pará algunos son transiciones y para otro los mismos hechos son recuerdos disruptivos, pero también, a la vez, son insignificantes para otros. Esta confusión relativista parece que es la forma que adquiere el acto de recordar ¿juntos?, nuestro pasado. Y ¿no es precisamente esta dialéctica, contradicción y paradoja lo que es la realidad vista en toda su complejidad? Sin embargo, la mesa juvenil simplemente dio por sentado que nuestra forma en el tiempo no parecer ser más que una colcha de retazos, de recuerdos difusos, relatos consensuados, de “juntanzas” que han enriquecido este espacio, pero que cada uno no se proyecta más allá de ser una ficha del mosaico. Sin embargo, si todos ellos escucharan sus aprendizajes, lo que son, lo que quieren y su proyección en este espacio, se darían cuenta que los integrantes nuevos y los viejos no solo son una ficha del mosaico, que da mera consistencia o apariencia a la mesa juvenil, sino que son un todo materializado, un bricolaje, en un sentido profundo, construir nuestro mito de "sobras y fragmentos". Quien entra y se va nos deja una parte de su ser y se lleva una parte del nuestro; nunca volvemos a ser iguales. Entonces, ¿para qué recordar? ¿Para qué rememorar si en ella la verdad no es más que un espejo de ilusiones, deseos y subjetividades casi inconmensurables? "Recordar puede interrogar a la esperanza". ¿Acaso una especifica lectura del pasado no es, pues, la base que justifica y llena de sentido una determinada proyección hacia el futuro? El pasado está vivió en las subjetividades en tanto es recordado en el presenten con un sentido. ¿Recordar un hecho no es, pues, un campo de lucha por el sentido de lo que se recuerda? Lo que se recuerda corresponde a la esencia misma de lo que somos, de lo que queremos ser. Por esto, queremos recordar la Mesa de Articulación Juvenil como la escuelita que es, nuestro refugio ante el tedio, la exclusión y la intolerancia de este mundo podrido de pobreza y desigualdad. Ha sido nuestro espacio vital para poder soñar y luchar por hacer otro mundo posible desde la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la tolerancia. Esta escuelita nos enseñó a reconocer en el otro y su potencial de acción la posibilidad de que nuestra experiencia en el mundo no solo sea activa, sino también significativa. Ha sido nuestro espacio vital para volver a construir sueños colectivos sobre nuestro futuro. La Mesa de Articulación Juvenil, indudablemente, ha sido nuestra escuelita para vivir a la enemiga, como la soñaba el brujo de Otraparte, Fernando González. EL COMIENZO La Mesa Juvenil nació sin dolientes. Los primeros integrantes no tuvieron la voluntad ni el interés de que este nuevo espacio se constituyera en un escenario legítimo para la participación de los jóvenes, ni para la toma de decisiones en pro de ellos mismos. Cuando se priorizó el proyecto con Presupuesto Participativo (PP), se buscaba realmente un proyecto para fortalecer los colectivos de forma individual por medio de incentivos económicos para sus proyectos y no crear una mesa juvenil, pues se supone que ya existía una. Sin embargo, el diseño del proyecto desde la alcaldía se encuentra con un ambiente favorable de voluntad política, el cual, para su momento, se pensó más en darle cumplimiento a las metas del Plan Estratégico de Juventud y promover la formación para la participación juvenil en los corregimientos de la ciudad, para lo cual se incluye crear la Mesa de jóvenes y otros componentes. La Mesa de Articulación Juvenil nació en septiembre de 2016. Fue un componente del proyecto priorizado por Bibiana Díaz de Circo Arte, Andrés Gutiérrez de Arte y Contraste y Jhony Sánchez de Los de la 80, por medio de recursos del PP del año 2015 . La ejecución de este proyecto estuvo a cargo de la Corporación ExperienciArte. En su inicio se convocó a 20 organizaciones de las 26 que existían en el corregimiento, pero solo 11 acudieron al llamado para participar de la conformación de la Mesa, fueron Laboratorio Audiovisual LABSAP, Círculos Procultura por el Agua, Semillero de Investigación GRIS, Prado Acuático, Arte y Contraste, Circo arte, SADEP, Los de la 80, Nuevo Verano Teatral, Danzas Feyalim, Arte Ambigua, y REDAJIC Durante 2016 los jóvenes realizaron un festival de iniciativas el 27 de noviembre, se formaron y participaron de la construcción del Plan Estratégico de la mesa juvenil 2017-2019. La Mesa juvenil en su comienzo se estructuró en tres líneas: Cultura y deporte, medio ambiente y comunicaciones; y cuatro principios de acción: vínculos y confianza, agenda común, diálogo de saberes y respeto por la heterogeneidad. Sin embargo, este documento sólo quedó en el archivo personal de los promotores y de ExperienciArte. De 2017 en adelante jamás se volvió a hablar de este plan estratégico. No obstante, durante la ejecución del proyecto nuevamente priorizado por PP en 2016 y ejecutado por la Corporación ExperienciArte, el 2017 mostró un nuevo panorama. A la Mesa llegaron nuevos jóvenes y organizaciones, entre ellos el colectivo Cine al parque, la Escuela Popular de Cine, Mirum, Bokeh, Farah, Letragoras, Arte Joven, el Taller de Artes Comuna 80, Uklub y el grupo Scout 142, quienes comenzaron a reconocer el espacio. Pese a esta revitalización por la participación ―dada por los ánimos de los nuevos jóvenes―, se construyó y orientó un nuevo plan de acción que se trazó como meta cumplir con las acciones que ofrecía el proyecto, así se realizaron tres acciones articuladas: primero, "La jornada Artística y Cultural" en la media torta de El Limonar realizada el 14 de Octubre; segundo, un foro articulado a la cátedra de Paz: seguridad humana, juventud y ruralidad, Realizado el 27 de octubre en el Parque Biblioteca y, tercero, se realizó una "parada juvenil Pradeña" el viernes 24 de noviembre en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. La dinamización del espacio de la Mesa hasta ese momento sólo había sido producto de la agenda institucional: la capacidad de agencia de la Mesa de Articulación Juvenil quedó supeditada a participar de las iniciativas, formarse para ello y acudir a articulaciones puntuales, con objetivos efímeros y acciones desarticuladas sin proyección. Sin embargo, durante el 2017 se construyeron lazos de amistad en algunos parches e integraciones del proyecto, por ejemplo, la salida a una finca en Guarne el 26 y 27 de agosto y el intercambio de experiencia realizado en la ciudad de Pereira para conocer el proceso de TrazaSueños durante los días 3, 4 y 5 de noviembre; además la natillada en diciembre 23 en el barrio Compartir. Por otra parte, casi en simultáneo la Mesa Juvenil adquiere el nombre de Parche en la 80 y su logo, diseñado por Andrea Correa de Bokeh, lo que permite que vayamos construyendo una identidad colectiva más allá del proyecto y la institucionalidad. Llamarle Parche en la 80 “fue una construcción colectiva de los jóvenes que invitaban a que la mesa de articulación fuera más un parche para construir juntos y juntas, que una mesa seria, fría e institucionalizada, además que invitaba también a trabajar y a parchar juntos en la construcción de vínculos”, dice Mónica Sepúlveda, directora de ExperienciArte A pesar de que durante la ejecución del proyecto la Mesa de Articulación Juvenil adquirió forma, era muy dependiente de un operador que la dinamizara, financiara y de su acompañamiento técnico. Esto se tradujo en el ejercicio de funciones de liderazgo y convocatoria que no asumieron los mismos jóvenes, sino que en su lugar lo hizo ExperienciArte. Es decir, hubo un limitado empoderamiento juvenil para sostener la existencia y dinamización de este espacio, debido a la falta de voluntad de sus integrantes por asumir a la Mesa juvenil Parche en la 80 como espacio legítimo para la articulación de los jóvenes del corregimiento. Pero un día fue diferente… #atumanera 28 de junio día del orgullo lgbt


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