SERIE: Vida de Jesús

LECCIÓN 5

El Buen Samaritano PASAJE BÍBLICO: Lucas 10:25-37 VERDAD CENTRAL: Hay que amar a otros. META: Que el alumno mencione maneras en que él puede mostrarle amor a otros diariamente. TEXTO: Mateo 22:39 "Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” PREPARACIÓN DEL MAESTRO: Prepare la caja misteriosa. Prepare tarjetas para presentar las palabras nuevas. Practique la historia bíblica. Prepare la ayuda visual para enseñar el texto. Lleve papel, tijeras, y marcadores si los alumnos van a escribir el texto para llevar a casa. Prepare la historia “El Almuerzo de Roberto” según las instrucciones, practíquela. Escriba las situaciones para las simulaciones. Escriba por lo menos 20 preguntas para el juego de repaso.

EL PLAN DE CLASE INTRODUCCIÓN (En una caja ponga una bolsita de aceite. Envuelva la caja o ciérrela de manera que nadie pueda mirar adentro.) Diga: Esta caja es una caja misteriosa. En esta caja hay algo que se menciona en la Biblia. Nadie sabe qué es, y por esto es un misterio. Pero yo les voy a dar una pista. Tal vez puedan adivinar qué está en esta caja. La primera pista es: Los pastores de ovejas lo usaban. (Déles tiempo de pensar y dar respuestas. No permita que un alumno dé más de una respuesta.) La segunda pista es: Una vez una viuda lo usaba para hacer una torta. (Reciba sus respuestas.) La tercera pista es: En la historia de hoy un hombre lo usa para ayudar a otro hombre. (El primer alumno que dé la respuesta correcta abre la caja para que todos vean.)

ESTUDIO BÍBLICO 1. Presente las palabras nuevas: levita, samaritano, prójimo. levita – un judío de la tribu de Leví, dedicado al servicio del templo (o simplemente ‘un ayudante en el templo’) samaritano – una persona de Samaria, despreciada por los judíos. (Los samaritanos no eran judíos puros, y no mantenían pura la religión judía. Por eso los judíos los despreciaban.) prójimo – cualquier persona respecto de otra; semejante Explique las palabras según el nivel de entendimiento de los alumnos.

2. Cuente la historia del buen samaritano, usando la Biblia y franelógrafo si está disponible. Si no hay franelógrafo, cuente la historia en forma dramática usando su voz, su cara, y su cuerpo. 3. Invite a los alumnos a actuar la historia. 4. Presente el texto en corazones rojos. (Escriba las 4 frases en 4 corazones rojos: “Amarás” “a tu prójimo” “como a ti mismo” “Mateo 22:39” ) Si desea, provea también papel para que los alumnos escriban el texto en un corazón para llevarlo a casa.

APLICACIÓN 1. Cuente la historia “El Almuerzo de Roberto”. 2. Haga simulaciones de situaciones en que los alumnos podrían ayudar a su prójimo. Se puede hacer de varias maneras: a. Tener escritas en papelitos varias situaciones. Dividir la clase en grupos de 2 o 3. Déle a cada grupo una situación. Déles unos minutos para decidir cómo van a actuar la situación para la clase. b. Dividir los alumnos en grupos. Cada grupo va a pensar en una situación en que ellos podrían ayudar a otro. La pueden actuar. c. Dividirlos en grupos. Que piensen en la situación, y que la dibujen. REPASO: Divida la clase en dos equipos y haga con ellos un juego de repaso usando preguntas sobre lecciones 1 a 5. Idea: XO se puede jugar así. Si contesta bien una pregunta, el capitán del equipo puede colocar su X o su O. El primer equipo que logre colocar 3 X o 3 O en una línea, gana.

Vida de Jesús, Lección 5

El Almuerzo de Roberto Cuadro # 1. (pegar esta sección detrás del cuadro #11) Introducción: Hace años las escuelas en el campo tenían una sola aula, donde estudiaban todos los niños del primero al sexto grado. Fue en una escuela de ésas donde esta historia ocurrió. La historia: Alegremente todos los niños bajaron sus loncheras del estante done las habían guardado, y las llevaron a sus pupitres.

Cuadro # 2. (pegar detrás del cuadro #1) Los niños empezaron a sacar la comida que sus madres les habían preparado con tanto amor: los emparedados, las galletas, los frutos, las baleadas, todo para satisfacer el hambre de los estudiantes. Fue la costumbre de la clase de que si algún niño quería cambiar algo de su almuerzo por algo que tenía otro niño, se podría, tal vez un pedazo de queque por unas galletas, o una manzana por una pera.

Cuadro # 3 (pegar detrás del cuadro #2) Ese día dos de los niños habían intercambiado de esta manera cuando Roberto se puso de pie. Roberto estaba en primer grado, un niño pequeño, flaco y tímido. Con pena él pasó al frente y le pidió de la maestra permiso de cambiar su banano con alguien. Roberto alzó su banano, y para la sorpresa de todos, el banano era negro.

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Cuadro # 4 (pegar detrás del cuadro #3) Un niño de segundo grado dijo, “¿Cómo? ¿Cambiar por esa cosa fea? Yo no quiero un banano pudrido.” La maestra regañó al niño por hablarle así a Roberto, pero en ese momento ella fue llamada a la oficina y tuvo que salir. Cuando se cerró la puerta detrás de ella, otros niños empezaron a decir lo mismo, “¡Qué feo el banano! Nadie va a querer un banano tan feo.”

Cuadro # 5 (pegar detrás del cuadro #4) Muchos de los niños se echaron a reír y a burlarse de Roberto y de su banano.

Cuadro # 6 (pegar detrás del cuadro #5) Otros mostraron su disgusto

Cuadro # 7 (pegar detrás del cuadro #6) Pobre Roberto. El se sentía más y más triste y con una pena tremenda. Se le cayó una lágrima, y su cara se puso tan roja como su camisa. No hallaba qué hacer.

Cuadro # 8 (pegar detrás del cuadro #7) Sólo un niño no estaba riéndose de Roberto. Fue un niño llamado Carlos y estaba en tercer grado. Su corazón fue tocado por la verguenza de Roberto y por el mal tratamiento que estaba recibiendo de los otros niños.

Vida de Jesús, Lección 5

Cuadro # 9 (pegar detrás del cuadro #8) De alguna manera Carlos comprendió cómo es ser burlado y cuánto duele estar solo, sin amigos. Carlos no aguantó ver a Roberto sufrir. Entonces le dijo, “Roberto, yo cambio contigo”. Y le ofreció a Roberto un hermoso banano amarillo. Los otros niños casi no pueden creerlo. “Ah, Carlos,” dijo uno, “No seas necio. ¿Te gustan los bananos pudridos?” Carlos no contestó nada, sólo sonrió a Roberto, tomó el banano negro, y le dio a Roberto el amarillo.

Cuadro # 10 (pegar detrás del cuadro #9) Con una sonrisa grande Roberto regresó a su asiento donde peló el banano amarillo y empezó a comérselo.

Cuadro # 11 (pegar horizontal detrás del cuadro #10) Mientras tanto la maestra había entrado en el aula y vio lo que Carlos había hecho. Lo llamó y en voz baja le dijo, “Carlos, el banano que Roberto le dio no está pudrido. ¿Sabe por qué está negro?” “No,” dijo Carlos, “pero yo sabía que Roberto se sentía mal y por eso le dije que cambiaría con él.” “Carlos,” dijo la maestra, “Tú acabas de hacer una cosa muy linda. Has mostrado amor hacia otro. Yo estoy muy orgullosa de ti. Estoy segura de que el banano está negro porque la mamá de Roberto lo guardó en la refrigeradora. Yo he hecho lo mismo. El banano se pone negro, pero siempre es bueno.” Con su acto de benignidad Carlos hizo felices a cuatro personas. ¿Saben quiénes fueron? Hizo felices a Roberto, a su maestra, a Jesús, y a sí mismo.

INSTRUCCIONES PARA PREPARAR LA HISTORIA EN FORMA DE “TARJETA RELÁMPAGO” Tarjetas relámpagos son tarjetas todas del mismo tamaño con palabras, dibujos, o cualquier información, una parte de la información en cada tarjeta. Por ejemplo, tarjetas con palabras de vocabulario tienen una palabra en cada tarjeta con la definición atrás. Se llaman “relámpago” porque la idea es poder dar la información rápido antes de pasar a la próxima tarjeta. Todas las tarjetas se mantienen en la mano, y simplemente se pasa la de enfrente hacia atrás hasta verlas todas. Las historias “Nevado” y “El Almuerzo de Bobby”, que aparecen en las lecciones #4 y #5, se pueden preparar de esta forma. La idea no es tanto la rapidez con que se pasa de una tarjeta (dibujo) a otra, sino la facilidad de pasarlas sin distraer de la narración. Todos los dibujos (tarjetas) están en la mano del maestro, todos en orden. Se mantienen arriba más o menos al nivel de sus ojos. La historia está escrita atrás de cada dibujo para que el maestro pueda referirse a la historia escrita sin mirar abajo. De esta manera el maestro puede mantener contacto visual con los alumnos y a la vez ver las palabras de la historia. OJO: PREPARE LA HISTORIA SEGÚN LAS SIGUIENTES INSTRUCCIONES 1. Ponga los dibujos en orden numérico. 2. Déles vuelta a todos a la vez, para que todos estén “cara abajo”, el primer dibujo en la mesa, y el último encima. 3. Corte las palabras de la historia en secciones según están marcadas. (Cuadro #1, #2, etc.). OJO: TENGA CUIDADO EN EL PRÓXIMO PASO. La sección Cuadro #1 NO va detrás del cuadro #1. 4. Con cinta adhesiva o un poquito de pegamento, adhiera la sección Cuadro #1 detrás del último cuadro. 5. Tome el Cuadro #1 de abajo y póngalo encima de los demás dibujos. Detrás de este cuadro adhiera la sección para Cuadro #2. 6. Haga lo mismo con todas las secciones de la historia, sección 3 detrás del cuadro 2, sección 4 detrás del cuadro 3, etc. 7. Ahora, con los dibujos en orden, tómelos todos en la mano. Álcelos como si estuviera en frente de su clase, para que ellos los puedan ver. 8. Frente a un espejo, LEA LA HISTORIA EN VOZ ALTA, PASANDO LOS DIBUJOS PARA ATRÁS exactamente como si estuviera frente a sus alumnos. 9. Fíjese bien en estas cosas: ¿Concuerda el dibujo con lo que usted está leyendo? (Si no, revise su trabajo a ver si siguió las instrucciones de preparación.) ¿Está manteniendo los dibujos bien parados para que los niños facilmente los vean? ¿Pueden los alumnos ver su cara y ver los dibujos a la vez? Nunca esconda su cara con los dibujos. 10. PRACTIQUE la historia hasta que no tenga que leerla palabra por palabra. USE EXPRESIÓN.