El cartero siempre llama dos veces

El cartero siempre llama dos veces James M. Cain El Twin Oaks Tavern, un restaurante de carretera como tantos otros de California, es escenario de un

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CARTERO. Charles Bukowski
CARTERO Charles Bukowski Novela copiada por Vladimir. De la obra del mismo título publicada en español por Editorial Anagrama. Originalmente publica

Story Transcript

El cartero siempre llama dos veces James M. Cain

El Twin Oaks Tavern, un restaurante de carretera como tantos otros de California, es escenario de un peligroso triángulo pasional. A un lado se encuentran Nick y Cora Papadakis, dueños del local e integrantes de un matrimonio que hace aguas, mientras que por el otro aparece Frank Chambers, un buscavidas que tendrá tratos laborales con Nick para, poco más tarde, inciar una relación con Cora. Destacan dos adaptaciones cinematográficas de esta novela, las realizadas por Tay Garnett (1946) y Bob Rafelson (1981), respectivamente. Club de lectura y cine “Leer en imágenes” Biblioteca Pública de Mérida “Jesús Delgado Valhondo” Octubre de 2010 www.bibliotecaspublicas.es/merida http://clubdelecturaycine-merida.blogspot.com/

EL CARTERO SIEMPRE LLAMA DOS VECES James M. Cain Esta novela negra, publicada en 1934, obtuvo bastante éxito y cobró notoriedad desde su publicación. Ha llegado a ser reconocida como una de las novelas criminales más importantes del siglo XX, junto a otras como Cosecha Roja –primera novela de Dashiell Hammett– o El sueño eterno, de Raymond Chandler. De acciones rápidas y de extensión breve (apenas sobrepasa las cien páginas en la mayoría de ediciones), la mezcla de elementos de sexualidad y de violencia causaron conmoción en su tiempo, hasta el punto de que las autoridades de Boston llegaron a prohibir su venta. La novela aborda la historia de una atrevida pareja de amantes que idean la muerte “accidental” del dueño de una taberna de California. Cora, esposa de Nick Papadakis –un griego mucho mayor que ella– llega a enamorarse enfermizamente de Frank –un joven buscavidas, nuevo trabajador y huésped de la fonda– que, inducido por ella, le aviva las ganas de asesinar al marido para quedarse con la propiedad y cambiar de cierta forma el giro de sus vidas. Sin embargo, el problema de deshacerse del griego es solamente el inicio, éstos se intensificarán a medida que salgan a relucir los intereses posteriores de la convivencia de los amantes. Las sospechas, el chantaje, las dudas, el deterioro de la pasión y el engaño hacen que se debilite la confianza mutua de la llameante y enfermiza pareja, hasta conducirlos a situaciones extremas. Un crimen pasional, sencillo pero, a la vez, perfecto, hace de esta novela un clásico del subgénero de “novela dura” o del tipo de “escritores duros” (“tough writers”) de los más representativos de la escuela norteamericana, como Dashiell Hammett y Raymond Chandler. Sus personajes están envueltos por pasiones violentas y desenfrenadas, y acciones turbias y hasta brutales como resultado de vidas con pasados tortuosos. Esto le suma un subgénero más a la novela policial –pues eso es lo que esta novela puede ser–, imprimiéndole el autor su sello propio de una dureza implacable. Con un estilo directo, unos diálogos y descripciones breves y concretos, avanza la acción –narrada en primera persona por Frank–, a través de la atracción, fatal e inevitable que la protagonista, Cora, siente, con su presencia joven y sensual, hacia el protagonista masculino, Frank Chambers, joven, vago, libre y pendenciero trotamundos.

Nos encontramos con una novela con un fin netamente existencial, reflejado en su título, El cartero siempre llama dos veces: el destino puede llamar a la puerta nuevamente.

EL ESCRITOR

JAMES M. CAIN Escritor de relatos duros, de historias oscuras repletas de obsesiones amorosas y de asesinatos, de personajes insensibles o manipulados por la pasión, de tipos que sobreviven en escenarios agrestes, James M. Cain pronto vio cómo su literatura era perfecta en el cine para alimentar el género negro. El escritor, periodista y novelista estadounidense James Mallahan Cain nació en Annapolis (Maryland) el 1 de julio de 1892, hijo de maestro y de cantante de ópera. Estudio en el Washington College de Chesterton (Maryland), y tras licenciarse brillantemente trabaja como secretario, cantante y profesor antes de ser movilizado por el Ejército. Durante la Primera Guerra Mundial edita el periódico del 79º Regimiento, Lorraine Cross, y a su regreso comienza a escribir en el Baltimore American y en el Baltimore Sun sobre industria y política. En el curso de 1923-1924 imparte clases de periodismo en el St. John´s Collage de su Annapolis natal, y ese año consigue una columna de editorial en el New York World. Su relación con el editor Henry L. Mencken –que será durante años su mentor– se afianza y su revista American Mercury publica los primeros relatos de Cain. Su trayectoria periodística acaba en el The New Yorker, donde trabaja en nómina durante 1931, año en el que toma dos importantes decisiones: trasladarse a California y dedicarse por completo a la literatura y el cine. En Baja California, entre 1932 y 1947, trabaja en varios guiones (aunque sólo aparece acreditado en un par de ocasiones como guionista – Stand up and fight y Gipsy wildcat– y en otras dos como dialoguista adicional –Bloqueo y Argel–) y escribe algunas de sus mejores novelas, como El cartero siempre llama dos veces, Pacto de sangre, Una serenata y Mildred Pierce, que le sitúan a inicios de los cuarenta, junto a Dashiell Hammett y Raymond Chandler, en la cumbre del estilo hard-boiled (insensible) dentro de la novela negra, género que, curiosamente, desprecia. Después de la decepción que le supone que su libreto para Retorno al pasado sea rechazado en 1947 y enfadado porque se le sustituya

por el guionista Daniel Mainwaring (que con el seudónimo de Geoffrey Homes había escrito la novela en la que se basaba la película), decide fundar la efímera American Author´s Society, asociación que mediaría entre los escritores / guionistas y los estudios y que resulta un fracaso. Abandona Hollywood y se instala en Hyattsville (Maryland), donde vivirá el resto de su vida escribiendo y estudiando la música clásica. Al igual que otros grandes como Francis Scott Fitzgerald o Dorothy Parker, nunca llegó a pillarle el tranquillo a la escritura cinematográfica. Adaptado persistentemente al cine, sus historias cortas y novelas han dado origen, reconocido o no, a películas como Le dernier tournant, de Pierre Chenal; Obsesión, de Luchino Visconti; Perdición, de Billy Wilder; Alma en suplicio, de Michael Curtiz; El cartero siempre llama dos veces, en sendas versiones de Tay Garnett y Bob Rafelson; Ligeramente escarlata, de Allan Dwan; Dos pasiones y un amor, de Anthony Mann; Interludio de amor, de Douglas Sirk; La marca de la mariposa, de Matt Cimber, o Fuego en el cuerpo, de Lawrence Kasdan. En 1970 fue nombrado Gran Maestro por los Mistery Writers of America. De carácter irascible y alcohólico, Cain murió el 2 de octubre de 1977 en su casa de Hyattsville.

ADAPTACIONES CINEMATOGRÁFICAS

EL

CARTERO SIEMPRE LLAMA DOS VECES

EE.UU., 1946

TÍTULO ORIGINAL

The postman always rings twice

PRODUCTORA

Metro-Goldwyn-Mayer, 1946

DURACIÓN

108 min.

GÉNERO

Cine negro. Intriga | Gran Depresión

DIRECTOR

Tay Garnett

GUIÓN

Harry Ruskin y Niven Busch, basado en la novela homónima de James M. Cain

PRODUCTOR

Carey Wilson

INTÉRPRETES PRINCIPALES

Lana Turner (Cora Smith), John Garfield (Frank Chambers), Cecil Kellaway (Nick Smith), Hume Cronyn (Arthur Keats), Leon Ames (Kyle Sackett), Audrey Totter (Madge Gorland), Alan Reed (Ezra Liam Kennedy), Jeff York (Blair), A. Cameron Grant (Willie), William Halligan (Juez), Jim Farley (Warden) y Wally Cassell (Ben).

MÚSICA

George Bassman y Eric Zeisl

CANCIONES

Neil Moret y Richard A. Whiting

FOTOGRAFÍA

Sidney Wagner

MONTAJE

George White

DIRECCIÓN DE ARTE

Cedric Gibbons y Randall Duell

SONIDO

Douglas Shearer

DECORADOS

Edwin B. Willis

VESTUARIO

Irene

MAQUILLAJE

Jack Dawn

PREMIOS Y NOMINACIONES

Candidata a un Óscar al mejor guión

ESTRENOS

En EE.UU., el 2 de mayo de 1946 En España, el 10 de junio de 1988

SINOPSIS

Durante la Gran Depresión, Frank Chambers, un hombre sin rumbo, comienza a trabajar en un café de carretera, regentado por un hombre mayor y por Cora, su joven, bella e infeliz esposa. (FILMAFFINITY)

CRÍTICAS

Puntuación de los críticos de FilmAffinity: 7,7 Si hay que matar, por nadie mejor que por Lana Turner, por la Lana

Turner de El cartero siempre llama dos veces. Obra maestra indiscutible del género, el cine negro alcanza una de sus cumbres con este absorbente ejercicio de suspense que deslumbra por su perfección. Poco más se puede decir, excepto que jamás una cámara de cine amó tanto el rostro y las curvas de una mujer, belleza fatal hecha celuloide. (Pablo Kurt: FILMAFFINITY) OTROS DATOS DE LA PELÍCULA

La novela de Cain tardó 12 años en ser llevada al cine por la censura. La Oficina Hays se cebó especialmente con El cartero siempre llama dos veces. Durante 12 años bloquearon el proyecto, dando decenas de excusas a Metro-Goldwyn-Mayer, el estudio que había comprado por 25.000 dólares la opción. Cuando por fin Hays dio el visto bueno, había pasado tanto tiempo que incluso ya se habían rodado y estrenado en otra partes del mundo dos versiones de la novela: en 1939 el director francés Pierre Chenal había realizado Le dernier tournant y tres años después Luchino Visconti dirigió Obsesión, quien trasladó la acción a Italia para regatear el pago de los derechos de autor. El cartero siempre llama dos veces es un clásico del film noir: sexo, amor, dinero, engaños, tipos duros, rubias deslumbrantes, coches, asfalto y castigo. Como apunta Antonio Santamarina en su libro El cine negro en 100 películas, “con el castigo final de una pasión subversiva que rebasaba los códigos morales de una sociedad puritana, Tay Garnett y Cain hacían hincapié, finalmente, en los mecanismos del poder que impedían florecer una relación tan transgresora como ésa en cualquier época”. El papel de Chambers supuso para Garfield que estaba habituado a interpretar: Frank fuego. Turner, que nunca fue una gran interpretación apabullante, convirtiéndose antonomasia.

un cambio en los caracteres es débil y a la vez emana actriz, también logra una en la femme fatale por

El estreno supuso un éxito considerable, que llegó a los casi cuatro millones de dólares en taquilla. El público asistía atónito al beso con lengua y pelea de los protagonistas, algo nunca visto hasta ese momento en el cine. Las críticas fueron entusiastas. En The New York Times, Bosley Crowther alabó “la tensión y el drama que emergen de la pantalla, que ademas da a John Garfield y a Lara Turner los mejores papeles de su carrera”. Times recalcaba que la presencia del actor daba un plus a la película, porque en cuanto aparecía, los espectadores se creían su papel. Décadas más tarde, Ángel Fernández Santos comentaba en El País: “Comparar la interpretación de Jack Nicholson, en la cuarta versión de El cartero… , con el encarnado por John Garfield, infortunado hombre y actor de una pieza, apodado el Jean Gabin del Bronx, que se formó en los primeros años treinta en los hervideros neoyorquinos del Group Theatre, maestro indiscutible de Humphrey Bogart, y una de las más patéticas víctimas del senador Joseph McCarthy y de su Comité de Actividades Antiamericanas, es una experiencia que ningún buen amante del cine debe esquivar”.

SOBRE EL DIRECTOR

TAY GARNETT Nacido en Los Ángeles, California, el 13 de junio de 1894, David Taylor Garnett (Laughing boy para los más ceranos) creció en el seno de una humilde familia de origen irlandés “sin vocación ni objetivos”. Rebelde y bromista por naturaleza, antes de sentir la llamada del cine fue acróbata infantil –“debuté y me retiré del vodevil en menos de cinco mintuos”– en una única y desastrosa función, estudió Ingeniería en la L. A. Polytechnic

High School –de la que fue expulsado por lanzarle huevos al director– y pilotó un bombardero durante la II Guerra Mundial. Licenciado de la Marina tras la contienda, y de regreso a Los Ángeles, comienza a trabajar como extra en Hollywood y pronto, cuando descubre que los dobles de golpes y caídas ganan más dinero, pasa a ser especialista. Desde entonces su ascensión es imparable: primero escribe intertítulos para comedias slapstick producidas por Hal Roach, enseguida pasa a gagman (escritor de chistes) en el equipo de Mack Sennett, para acabar, por fin, dirigiendo su primera película en 1928, Celebrity. De extensa carrera (45 largometrajes), en su caso convergen la fama de “hombre para todo” con una notable ambición: pertenece al selecto club de los directores que escribían y producían sus películas, a menudo además proyectos personales. Uno de los mejores retratos que pueden hacerse de Garnett lo dio su buen amigo Frank Capra: “Que un estudio o un productor independiente quieren rodar una película en el Tíbet, en Baffin Land, el Sáhara o Tierra Santa: que llamen a Tay Garnett. Que un productor apurado necesita rodar por debajo del planning de trabajo y del presupuesto: que llame a Tay Garnett. Que se trata de una comedia, un drama o un melodrama: llamad a Tay Garnett”. No exageraba. En su irregular carrera hay dramas románticos (Viaje de ida), aventuras de todo tipo: marítimas, coloniales, de capa y espada… (Mares de China, Tres soldados y El caballero negro…), deliciosas comedias (Amor y periodismo, Siempre Eva y El placer de vivir), musicales (Un yanqui en la corte del rey Arturo), hazañas bélicas enmarcadas en los esfuerzos de guerra (Bataan y The cross of Lorraine, realizadas en la Segunda Guerra Mundial, y Corea, hora cero, para el conflicto que se desarrolló en esa península asiática en los años cincuenta), melodramas (La señora Parkington)…, y así hasta llegar a su título más popular y por el que se le recuerda, el clásico del film noir El cartero siempre llama dos veces, la versión de 1948. Su obra tiene un denominador común: el uso gamberro de un humor ciertamente divertido aunque no siempre apropiado. A pesar de permanecer en activo en Hollywood hasta 1973 –año rodó su última película, Timber Trap–, desde los años sesenta también, y con frecuencia, en la televisión firmando algunos mejores capítulos de series míticas como Los intocables, Naked virginiano, Gunsmoke o Bonanza.

en que trabajó de los city, El

Escribió una novela de aventuras, Man laughs back (1935), y, sobre todo, dos interesantes retratos de Hollywood desde dentro: sus divertidas memorias Light your torches and pull up your tights (1973), cuyo título hace referencia a lo que gritaba un asistente de dirección –“enciendan sus antorchas y súbanse los leotardos”– a los figurantes en el rodaje de El jorobado de Notre Dame, de Lon Chaney, que Garnett visitó como corresponsal del periódico del instituto, y Directing: learn from the masters (1996), en el que trabajaba cuando murió, el 3 de octubre de 1977, y que fue editado décadas más tarde por el crítico e historiador cinematográfico Anthony Slide.

Imágenes del filme El cartero siempre llama dos veces (1946):

EL

CARTERO SIEMPRE LLAMA DOS VECES

EE.UU., 1981

TÍTULO ORIGINAL

The postman always rings twice

AÑO

1981

DURACIÓN

122 min.

DIRECTOR

Bob Rafelson

GUIÓN

David Mamet, basado en la novela homónima de James M. Cain

MÚSICA

Michael Small

FOTOGRAFÍA

Sven Nykvist

REPARTO

Jack Nicholson (Frank Chambers), Jessica Lange (Cora Smith), John Colicos (Nick Papadakis), Michael Lerner (Mr. Katz), John P. Ryan (Kennedy), Anjelica Huston (Madge) y William Traylor (Sackett).

PRODUCTORA

Paramount Pictures

PRODUCCIÓN

Carey Wilson

GÉNERO

Cine negro. Intriga. Drama | Gran Depresión. Remake

ESTRENOS

En EE.UU., el 20 de marzo de 1981

SINOPSIS

La acción se sitúa en Estados Unidos, durante la gran depresión económica, una época de conflictos, problemas y miseria. A un restaurante de una carretera secundaria llega Frank, un autoestopista. El dueño le atiende y le ofrece un trabajo, pero él lo rechaza. Sin embargo, cuando aparece la mujer del propietario del local, el autoestopista decide quedarse. (FILMAFFINITY)

CRÍTICAS

Puntuación de los críticos de FilmAffinity: 6,9 Interesante remake del clásico de Tay Garret -sin duda la mejor versión de la novela de Cain-, entonces con John Garfield y Lana Turner. El guión de David Mamet reforzó el contenido erótico, apoyado por unas espléndidas interpretaciones, en especial la de Jessica Lange, además de dar un nuevo sentido a la mesa de la cocina. (Pablo Kurt: FILMAFFINITY)

OTROS DATOS DE LA PELÍCULA

Quizá la diferencia principal entre la novela original y esta adaptación es el final. En la novela de Cain, Frank es condenado por el asesinato de Cora de forma irónica, pues su muerte fue un mero accidente. Esta cinta la lanzó inicialmente la compañía Paramount Pictures, pero sólo se ocupó de su distribución en los cines y no financió el rodaje. La película fue producida por Lorimar, la misma firma que lanzó la serie televisiva Dallas. Lorimar mantuvo todos los derechos de la película hasta que los vendió a Warner Communications en 1989. La película es especialmente recordada por la escena de amor sobre la mesa de la cocina, tan intensa que muchos creen que Lange y Nicholson tuvieron sexo real. Sin embargo, este extremo ha sido negado por todas las personas involucradas en el rodaje de la película.

Con un papel encubierto, Chuck Liddell, quien se convirtiera más tarde campeón de lucha de artes marciales mixtas, interpretó a un boy scout. La promoción de la película se sirvió del eslogan: “Si existiese un undécimo mandamiento, también lo hubieran incumplido” (del inglés “If there were an 11th Commandment, They Would Have Broken That, Too.”). SOBRE EL DIRECTOR

BOB RAFELSON El director de cine norteamericano Bob Rafelson nació en Nueva York el 21 de diciembre de 1933. En la década de los 60, Rafelson aprende en la televisión junto a David Susskind en la Columbia Screen Gems. Rafelson escribió y produjo el célebre show televisivo The Monkees. A partir de ahí, pasaría a debutar en el cine con Head, película co-escrita por él junto a Jack Nicholson y protagonizada por la banda de rock The Monkees. Después de este prometedor inicio, Rafelson junto a Bert Schneider y Steve Blauner crea BBS Produtions, una compañía que se convertiría en un emblema de un nuevo estilo cinematográfico con películas como Buscando mi destino (Easy Rider) de Dennis Hopper, Mi vida es mi vida del propio Rafelson, La última película de Peter Bogdanovich y el documental premiado con un Óscar Hearts and Minds. Precisamente con Mi vida es mi vida (1970), Rafelson ganó el premio del New York Film Critics Circle y dos nominaciones al Óscar (película y mejor guión original). El siguiente proyecto de Rafelson sería El rey de Marvin Gardens (1972), donde vuelve a contar con Jack Nicholson junto a Bruce Dern y Ellen Burstyn y vuelve a ahondar en el nuevo estilo que Rafelson impuso a comienzos de los 70 al cine norteamericano. En 1976, Quiero seguir hambriento sería su siguiente proyecto, una película menor a excepción de que hace debutar a jóvenes actores como Jeff Bridges, Sally Field y Arnold Schwarzenegger. La década de los 80 empieza fuerte para Rafelson al realizar El cartero siempre llama dos veces (1982), una revisión de la película de 1941 de Tay Garnett sobre una novela de James M. Cain con Jack Nicholson y Jessica Lange en los papeles protagonistas que sería un gran éxito de público. Después llegaría el thriller psicológico El caso de la viuda negra, con Debra Winger y Theresa Russell; Las montañas de la luna (1990), basada en las experiencias de los exploradores del siglo XIX Sir Richard Francis Burton y John Hanning Speke en busca de las fuentes del Nilo; y Ella nunca se niega (1992), protagonizada por Jack Nicholson y Ellen Barkin. En 1997 dirigiría Sangre y vino, que supuso la octava colaboración entre Rafelson y Nicholson. Después, Rafelson dirigiría Poodle Springs para HBO, una adaptación de una historia de Raymond Chandler y ha hecho algunas apariciones más delante de la cámara para directores amigos suyos como Henry Jaglom o Mike Figgis (en Leaving Las Vegas). Uno de sus últimos trabajos ha sido Sin motivo aparente (2002), a partir de un relato de Dashiell Hammett y que cuenta con Samuel L. Jackson y Milla Jovovich como protagonistas.

Imágenes del filme El cartero siempre llama dos veces (1981):

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