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Nº 84/Febrero 2010
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Caamaño ofrece soluciones de consenso ante los cambios legislativos
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El Consejo General de Procuradores afronta las reformas con una nueva sede Es la nueva casa de la Procura. Unas instalaciones más amplias para dar cabida a los servicios del Consejo General de Procuradores, con toda la infraestructura informática y técnica necesaria, y una sala de reuniones más grande preparada para videoconferencias. El esfuerzo organizativo y de gestión de los procuradores se hace así visible con su nueva sede, equipada para abordar los nuevos retos que afronta la profesión, y que en palabras de Juan Carlos Estévez, “está abierta a todos los que trabajan por y para la Justicia”. Procuradores
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A nueva sede se ubica justo encima de la anterior, en las plantas tercera y cuarta del edificio de la calle Bárbara de Braganza nº 6, justo detrás del Tribunal Supremo y a escasos metros de instituciones tan impor tantes como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el Tribunal Superior de Jus ticia de Madrid, la Audiencia Nacional o la Fiscalía General del Estado. Organismos, to dos ellos, que estuvieron representados en el acto de inauguración por sus titulares. Los procuradores se sintieron arropados con la presencia del ministro de Justicia,
hecho muy significativo en la historia de la Procura, como fue la eliminación de la territorialidad en el ejercicio pro fesional. Ese mismo día, por 168 votos a favor y 175 en contra, el Pleno del Congreso de los Diputados rechazaba la enmienda proveniente del Senado referente al ejercicio territorial de los procuradores, y que tantas horas de trabajo había supuesto al Consejo Ge neral de Procuradores. Su presidente, Juan Carlos Estévez, argumentó ante todas las autoridades presentes que el rechazo de esta enmienda promo vida por la Procura “no es una buena noticia para la Justicia española, y por supuesto para los procuradores, pero desde nuestro reconocido y sincero talante democrático, como buenos de mócratas, aceptamos el resultado de la votación”. Ante el hecho consu mado tras el escrutinio parlamen tario, “únicamente nos queda ponernos en marcha para cumplir con todas nuestras obligaciones y solventar los posibles problemas que esta resolución pueda suscitar en el seno de la Justicia espa ñola. Pero no sólo ese problema, todos, podemos afrontarlos y re solverlos”, añadió el presidente de los procuradores. Tal como quedó recogido en el diario de sesiones, la enmienda
El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, firma en el libro de Honor del Consejo, tras la inauguración de su nueva sede.
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Francisco Caamaño, del presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Dívar, y del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido. Asistieron también el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica; el presidente de la Audiencia Nacional, Ángel de Juanes; el presi dente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Francisco Javier Vieira; el vicepresidente del CGPJ, Fernando de Rosa, así como varios vocales más de la institución, como Antonio Dorado o
Concepción Espejel; el coordinador de Libertades Públicas y Justicia del Par tido Popular, Federico Trillo, y el juez decano de Madrid, José Luis González Armengol. El ex ministro de Justicia, José María Michavila, quiso estar pre sente en este acto para dejar testimo nio una vez más de su amistad con los procuradores. Se da la curiosa circuns tancia que en febrero de 2003, cuando era titular del departamento, no pudo acudir a la inauguración de la anterior sede de los procuradores por un com promiso parlamentario ineludible de última hora. Su “deuda” con la Procura, por tanto, quedaba saldada casi siete años después. El destino quiso que el acto de inau guración, celebrado el pasado 17 de di ciembre de 2009, coincidiera con un
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La enmienda promovida por la Procura para mantener la territorialidad en su ejercicio profesional estuvo muy cerca de ser aprobada, pero en el instante decisivo, dos grupos parlamentarios que la habían defendido decidieron cambiar su voto
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Francisco Caamaño: “Entre todos podremos buscar soluciones adecuadas y justas para que la Procura como función siga siendo fundamental dentro del sistema de Justicia de nuestro país”
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promovida por la Procura para man tener la territorialidad en su ejercicio profesional estuvo muy cerca de ser aprobada. A priori, se contaba con los votos necesarios para sacarla adelante en la decisiva votación del Congreso del proyecto de ley de modificación de diversas leyes para su adaptación a la Ley sobre el libre acceso a las activida des de servicio y su ejercicio. Pero en el instante decisivo, dos grupos par lamentarios que habían defendido la enmienda minutos antes en la tribuna de oradores, y tras negociaciones parla mentarias de ultimísima hora, decidie
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ron cambiar su voto con el resultado final reseñado.
Tiempos difíciles Haciendo frente a la decepción su frida en el Congreso, Juan Carlos Esté vez reivindicó que pese a lo ocurrido “hoy es un día de fiesta para la Procura y la Justicia española”, ya que la nueva casa de los procuradores españoles no es sólo de ellos, “sino de todas las per sonas que trabajan en el mundo de la Justicia. Tenemos las puertas abiertas a todos, y por eso nos congratulamos sinceramente de vernos acompañados
por tan buenos amigos y dis tinguidas personalidades”. Ante los decanos de los colegios de España, Estévez reconoció que “nos encontra mos en tiempos difíciles para la Justicia, está en la mente de todos, hemos pasado un año duro”. 2010, asumió, lo será también, por lo que los que trabajan en ella están obliga dos “a mayor profesionalidad, y a un ejercicio de trabajo diario y de colaboración. Será difícil, si no imposible, sacar adelante una Justicia mejor si no nos engranamos todos en esa máquina pesada y difícil pero que tiene que estar bien engrasada”. Refiriéndose a Francisco Caamaño y Carlos Dívar, agradeció sus “ya demos trados méritos”, pese al poco tiempo que llevan en el ejercicio de sus cargos, “porque han sido capaces de conve nir entre ellos, de ponerse de acuerdo con otras fuerzas políticas, y de sacar adelante un proyecto para la Justicia española”. Que se lleve a cabo, y llegue a buen término, agregó, “no será por falta del esfuerzo de los procuradores. Espero, y ése es nuestro mejor deseo, el éxito de todos, porque será el éxito de la sociedad y de la ciudadanía es pañola”. Mención especial hizo al EJIS
El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, aseguró que sentía como “un verdadero honor compartir este momento con todos ustedes y estar en esta casa de los procuradores de España”. Una casa que acoge a unos profesionales “sin los cuales hablar de Justicia española sería difícilmente concebible”. Procuradores y abogados “han acompañado siempre a los ciuda danos, son los primeros que los llevan a las puertas de la Administración de Justicia, que los acompañan en todo el proceso judicial, desde que se inicia cualquier actuación hasta que se cum
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(Esquema Judicial de Interoperabilidad y Seguridad de la Justicia), el programa diseñado por el Ministerio para inter conectar todos los órganos y sistemas informáticos que operan en la Justi cia, al que ya se han adherido todas las Comunidades Autónomas y al que también se quiere sumar el Consejo General de Procuradores, ya que según
El ministro ofrece soluciones
ple el último trámite en la ejecución de una sentencia. Abogacía y Procura son piezas indispensables de nuestro mo delo de organización, pero sobre todo de nuestra cultura jurídica, y ahí pesa enormemente la tradición pero sobre todo el buen hacer de los procuradores de España”, aseveró el ministro. “Por eso estoy francamente con tento de estar en estas instalaciones remozadas –agregó–, por las que os felicito a todos a través de vuestro presi dente, y que es ejemplo y síntoma claro del afán de modernización, de búsque da de nuevos espacios, y de hacer las cosas mejor cada día que desde siem pre han mostrado los procuradores de nuestro país”. En alusión directa a la votación de ese día en el Congreso, Caamaño asu mió que “es cierto que a veces los cam bios estructurales que nos impone no sólo la gobernabilidad de un país a tra vés de su legislador, sino también la UE, que es de donde procede la deter minación que ha hecho transcripción en la ley que hoy ha aprobado el Congreso de los Diputados, nos obliga a variar alguno de los perfiles, de las con diciones tradicionales de ese ejercicio de la Procura. Y esto ha ocurrido, y va a ocurrir, con otras luchas vinculadas a la Justicia o a otros sectores tradicio nales importantes, como la Arquitec tura o la Ingeniería”. Ahora bien, una cosa es que haya que acometer los cambios que deman da la sociedad europea, expli có, donde la libre circulación de profesionales va a ser ma yor, “y otra cosa, porque es toy convencido y seguro, y va a ser así, es que no podamos entre todos buscar solucio nes adecuadas y justas para que la Procura como función siga siendo fundamental den tro del sistema de Justicia de nuestro país”. Las puertas del Ministerio, recalcó, siempre estarán abiertas a los procu radores ya que “hay muchas alternativas y muchas fórmu las en las que podemos tra bajar juntos respetando esos cambios estructurales que im pone la economía europea”, a
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Abogacía y Procura son piezas indispensables de nuestro modelo de organización, pero sobre todo de nuestra cultura jurídica, y ahí pesa enormemente la tradición pero sobre todo el buen hacer de los procuradores de España”, aseveró el ministro
Estévez “simplificará los trámites y las relaciones entre todos los tribunales de Justicia, profesionales y CCAA”. Por último, ofreció la nueva sede, la “casa madre” de los 9.500 procuradores españoles repartidos en los 67 co legios de toda España, para que sea el centro donde todos se sientan acogi dos y en el que, “como hasta ahora, va mos a poder seguir exponiendo nues tras opiniones y discrepancias, para así llegar a soluciones de consenso no sólo dentro de esta casa sino también con todas las instituciones que hoy están aquí representadas. Nuestro espíritu es de avanzar, colaborar, ser importantes en el nuevo diseño de la Justicia, y para eso estamos dispuestos a dar el do de pecho, a trabajar, y a ser unos cualificados profesionales”.
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Carlos Dívar, presidente del TS y del CGPJ, firma en el libro de Honor de los procuradores.
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fin de “potenciar, impulsar y afianzar con mayor fuerza en esta España del siglo XXI una profesión y una tarea tan importante como la que día a día desempeñáis todos vosotros, impres cindible para comprender no sólo el funcionamiento de nuestros tribunales, sino también gran parte de la cul tura jurídica de este país”. Caamaño insistió en que, además, la Procura no ha mostrado sólo “su ca pacidad de modernización estructural de edificios, de acercarse a los ciudada nos, de cambiar sus hábitos, de apostar por nuevos cometidos en la legisla ción procesal que estamos aprobando, sino que ha dado muestras también de su capacidad de innovación perma nente y de sumarse a estos procesos de cambio acompañándolos y mejorán dolos gracias a su colaboración”. Por eso, agradeció a todos los procuradores “que se aúnan a este proceso de mo dernización de la Administración de Justicia en nuestro país, que para ser justos parte sustancialmente de unas leyes aprobadas por todos en las Cor tes Generales, no por un Gobierno, sino por la gran mayoría de grupos parlamentarios, a los que agradecerá siempre el apoyo que han dado a esta transformación de la Justicia, y además gracias al CGPJ, que desde el pri mer día, con su presidente a la cabeza,
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han apostado de manera firme y decidi da por conseguir estos cambios”. El ministro se mostró convencido de que, “como hace las cosas la Jus ticia, con discreción pero sin pausa, trabajando todos día a día, vamos a hacer real lo que los ciudadanos espa ñoles nos demandan a todos los res ponsables públicos desde hace mucho tiempo: una Justicia de calidad, más próxima al ciudadano, y mejor para todos”. En esa tarea “contamos con todos los procuradores. Miraremos en qué forma podemos colaborar, no sólo en esta necesidad de modernización tec nológica, sino en cómo avanzar, perfi lar y asentar mejor esta profesión que es la Procura, esta actividad impres cindible para nuestro sistema de Justi cia”, concluyó.
Acuerdo social por la Justicia El presidente del CGPJ, Carlos Dí var, firmó en el libro de Honor de los procuradores donde dejó reflejado que se sentía “inmensamente contento” de estar en su casa, ya que los consi dera “compañeros y amigos” y en mu chos aspectos “maestros”, desde los tiempos en que iniciaba su carrera de juez. “He podido aprender mucho de los procuradores, de los abogados, y así como quien no quiere, desde los
pueblos hacen su pequeña jurispru dencia que andando el tiempo se convierte después en la más alta ju risprudencia”. Y bromeando con la nueva casa de la Procura, aseguró que desde niño “he tenido mucha ilusión con las mudanzas; soy hijo, nieto y biznieto de magistrado, ima gínense las mudanzas que he tenido en aquellos tiempos en que se era juez de entrada, de ascenso y de término, magistrado de entrada, de asenso y de término, y no se promo vía la conciliación de la vida laboral y familiar que ahora tenemos. Y por tanto, cuando se llegaba al ascenso, se producía la mudanza”. Pero ya refiriéndose a los proble mas de la Justicia, y a los cambios legislativos que afectan a la Procura por la trasposición de la Directiva Europea, quiso ofrecer una nueva perspectiva ya que “siempre esta mos con la palabra problema, o difi cultad”. “A veces nos acercamos tanto al muro de los lamentos –razonó–, que no sabemos el tiempo que desapro vechamos si en vez de lamentarnos hiciésemos cosas positivas para solu cionar aquello de lo que nos lamenta mos, y siempre con respecto a otros. Es que la Justicia, es que la Fiscalía, el de enfrente… Pero hombre, por Dios, vamos a poner las ideas claras: los pro blemas los vamos a tener en la vida, de cualquier tipo, siempre; los proble mas, en las personas de verdad, están hechos para ser solucionados”. Por eso, se mostró convencido de que todas las personas que trabajan en la Justicia, como los abogados y los procuradores “que tanto contribuyen a que al fin se cumpla la verdad de esa Justicia eficaz, pronta y trasparente”, tienen que arrimar el hombro en el acuerdo social por la Justicia. “Nos he mos dejado ya de libros blancos,negros y de otros colores”; es el momento de un gran “acuerdo social en el que este mos todos unidos, unidos en la dificultad, que es lo que más une a los hom bres de buena voluntad, como son to dos los hombres y mujeres que hoy están presentes aquí”, recalcó ante los representantes de los procuradores. q RAÚL de ANDRÉS