EL ESPÍRITU DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Etienne Gilson CAPÍTULO IV LOS SERES Y SU CONTINGENCIA

EL ESPÍRITU DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Etienne Gilson CAPÍTULO IV LOS SERES Y SU CONTINGENCIA Si lo que hemos dicho es justo, la revelación cristiana e

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TEMA IV: LA FILOSOFÍA MEDIEVAL 1. 2. 3. 4. Presentación San Agustín. Filosofía de la Historia. Las dos ciudades El problema de la existencia de Dios.

La vida y los seres vivos
COLEGIO SANTO DOMINGO DE GUZMÁN FUNDACIÓN EDUCATIVA SANTO DOMINGO UNIDAD TEMÁTICA 4: DEPARTAMENTO DE CIENCIAS NATURALES BIOLOGÍA GEOLOGÍA 1º BACHILL

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EL ESPÍRITU DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Etienne Gilson CAPÍTULO IV LOS SERES Y SU CONTINGENCIA

Si lo que hemos dicho es justo, la revelación cristiana ejerció un

no ser, que vive una vida miserable y precaria y cuyo flujo y reflujo,

influjo decisivo sobre el desarrollo de la metafísica, introduciendo en ella

como aquellos de un inmenso Euripo, comunican a los reflejos de las

la identificación de Dios con el Ser. Ahora bien, esta primera afirmación

ideas que se llevan consigo su propia indeterminación. Todo lo que ha

implicaba una modificación correlativa de nuestra concepción del

dicho Platón sobre este argumento, es verdadero para un cristiano, pero

Universo. Si Dios es el Ser, no sólo es el ser total: totum esse, como

con una verdad mucho más profunda de cuanto el propio Platón haya

hemos visto anteriormente, sino también el ser verdadero: verum esse,

jamás pensado y,

lo que significa que todo lo demás no es sino el ser parcial y no merece

distingue a las filosofías cristianas del helenismo, es precisamente, que

verdaderamente ni siquiera el nombre de ser. He aquí por tanto todo lo

ellas se fundan sobre una idea del ser divino a la cual, ni Platón ni

que a primera vista nos parece que constituye la realidad por

Aristóteles se han elevado alguna vez.

en cierto modo, de una verdad

diversa. Lo que

excelencia, el mundo de la extensión y del movimiento que nos rodea, enviado a la penumbra de la apariencia, atado en la zona inferior de una

Desde el momento en que se dice que Dios es el Ser está claro que,

quasi-irrealidad. No se podría nunca insistir suficientemente sobre la

en cierto modo, sólo Dios es. Admitir lo opuesto es empeñarse en

importancia de este corolario y yo quisiera hoy subrayar, al menos, su

sostener que todo es Dios, lo que el pensamiento cristiano no puede

significado esencial.

hacer, no sólo por razones religiosas, sino también por razones filosóficas, de las cuales la principal es que, si todo es Dios, no hay

Que la realidad sensible no sea la verdadera realidad no es,

Dios. En efecto, de todo lo que conocemos directamente, nada tiene las

ciertamente, una revelación aportada por el cristianismo. Todos

características del ser. Ante todo, los cuerpos no son infinitos porque

recuerdan a Platón y el modo con el cual él subordina los seres a sus

cada uno de ellos está determinado por una esencia que lo limita

ideas. Inmutables, eternas, necesarias, las ideas son, mientras las

definiéndolo. Lo que nosotros conocemos es siempre este o aquel ser,

cosas mutables, perecederas, contingentes, son como si no fueran.

nunca el Ser, e incluso suponiendo realizada la totalidad de lo real y lo

Todo lo que ellas tienen de ser les viene del hecho de participar de las

posible, ninguna suma de los seres particulares podría reconstituir la

ideas; pero ellas no sólo participan de las ideas, puesto que sus formas

unidad de lo que es, pura y simplemente. Pero, todavía hay más. Al ego

transitorias no son sino reflejos proyectados por las ideas sobre un

sum qui sum del Éxodo, corresponde exactamente aquel otro dicho de

receptáculo pasivo, especie de indeterminación presa entre el ser y el

la Biblia: Ego Dominus et non mutor (Malaquías 3,6). Y, en efecto, todos

2 los seres conocidos por nosotros están sometidos al devenir, o sea, al

Descartes, que, sobre este punto preciso, es su misma negación. Todo

movimiento; non son, por lo tanto, seres perfectos e inmutables como

el aristotelismo medieval, yendo más allá de los estados del móvil, ve

es necesariamente el Ser mismo. En este sentido no hay hecho, ni

en el movimiento cierto modo de ser, es decir, en el sentido fuerte, una

problema más importante para el pensamiento cristiano que el del

manera de existir, metafísicamente inherente a la esencia de lo que

movimiento; y precisamente porque la filosofía de Aristóteles es

existe así y, consecuentemente, inseparable de su naturaleza. Para que

esencialmente un análisis del devenir y de sus condiciones metafísicas

las cosas cambien, lo que vemos que hacen, no basta que, estables en

llegó a ser, y se mantendrá siempre, parte integrante de la metafísica

sí mismas, pasen de un estado a otro, como en la física de Descartes

cristiana.

un cuerpo cambia de un lugar a otro sin dejar de ser lo que es; necesita, en cambio, que como en la física de Aristóteles, también el cambio de

Tal vez nos maraville ver a Santo Tomás comentar casi a la letra la

lugar de un cuerpo marque la mutabilidad intrínseca del cuerpo que se

Física de Aristóteles y sutilizar sobre las nociones de acto y potencia

mueve de modo que, bajo un cierto aspecto, la posibilidad de dejar de

como si la suerte de la teología natural se encontrara ligada

ser donde está, atestigüe la posibilidad de dejar de ser lo que es.

irremediablemente a ella. Pero ella lo está en un cierto sentido. La lengua de Aristóteles es una lengua bien hecha, y por lo mismo, los

Aristóteles se esfuerza por formular esta experiencia fundamental

conceptos que ella expresa forman una ciencia; pero se puede

diciendo que el movimiento es el acto de aquello que está en potencia,

encontrar siempre, bajo las expresiones técnicas que usa, la realidad

en cuanto está en potencia. Es una definición de la cual, después de

misma de la que habla, y esta realidad es casi siempre la del

Descartes, se admite que se tiene el derecho de burlarse, y la de

movimiento. Ninguno más claramente que él ha desentrañado el

Descartes parece más clara, pero tal vez, como bien ha visto Leibniz,

carácter misterioso bajo su familiaridad. Todo movimiento implica el ser,

porque no define para nada el movimiento. No es oscura la definición

porque, si no fuera nada, nada se podría mover, y el movimiento es

de Aristóteles, sino el movimiento mismo que ella define, el que es

siempre, por lo tanto, el movimiento de algo que se mueve. Por otro

acto, en cuanto es, pero que no es actualidad pura, puesto que cambia

lado, si lo que se mueve fuera plenamente, no estaría en movimiento,

y de la cual la potencialidad tiende a actualizarse progresivamente,

porque cambiar es adquirir o perder ser. Para llegar a ser algo, necesita

puesto que cambia. Cuando se va más allá de las palabras para

no haberlo sido antes y, algunas veces, es necesario dejar de ser otra

alcanzar las cosas mismas, no se puede no ver que la presencia del

cosa; a tal grado que moverse es el estado de aquello que, a pesar de

movimiento en un ser es reveladora de una cierta deficiencia de

no ser nada, no es, sin embargo, plenamente el ser. Bergson acusa a

actualidad.

Aristóteles y a sus sucesores de haber reificado el movimiento y de haberlo desmenuzado en una especie de serie de inmovilidades

Sin duda es posible ya darse cuenta en que sentido podía interesar

sucesivas. Nada hay de menos cierto y es confundir a Aristóteles con

este análisis del devenir a los filósofos cristianos y por qué los filósofos

3 del Medioevo le hayan dado tanta importancia. Sin embargo, es digno

Revelando en esta fórmula tan simple el secreto de su acción creadora,

de nota, y éste es uno de los puntos en que se ve mejor cómo el

parece que Dios quiere dar a los hombres aquella palabra del enigma

pensamiento cristiano superó al pensamiento griego, profundizando las

buscada largamente, de la cual se tiene una certeza previa de que

nociones que les son comunes. Leyendo en la Biblia la identidad del

existe, pero que no se encontrará nunca a menos que alguien se la

ser y la existencia en Dios, los filósofos cristianos no podían no ver que

provea y cuya evidencia se impone, sin embargo, en cuanto se

la existencia no es idéntica a la esencia en todo lo que no es Dios.

muestra. El Demiurgo de El Timeo está tan cerca del Dios cristiano,

Ahora bien, a partir de aquel momento, el movimiento dejaba de

que todo el Medioevo verá en su actividad como un esbozo de la obra

significar sólo la contingencia de los modos de ser o la contingencia de

creadora; sin embargo, él otorga todo al universo, salvo la existencia

la sustancialidad de los seres que se hacen o se deshacen de acuerdo

misma. El Primer Motor de Aristóteles es también, en cierto sentido, el

a su participación de lo inteligible de la forma o de la idea; significaba la

padre y la causa de todo lo que es y, por eso, Santo Tomás llegará a

contingencia radical de la existencia misma de los seres en devenir. En

escribir: Plato et Aristóteles pervenerunt ad cognoscendum principium

el mundo eterno de Aristóteles, que permanece fuera de Dios y sin

totius esse. Nunca, sin embargo, atribuye Santo Tomás al Filósofo la

Dios, la filosofía cristiana introduce la distinción de la esencia y la

noción de creación y, si no ha usado ni una sola vez esa expresión

existencia. No sólo es justo decir que, salvo Dios, todo lo que es

para calificar su doctrina sobre el origen del mundo es porque de

pudiera no ser lo que es, sino que también es justo decir que, excepto

hecho, el primer principio de todo ser, como lo han concebido Platón y

Dios, todo lo que es pudiera no existir. Esta contingencia radical

Aristóteles, explica plenamente por qué el universo es lo que es, pero

imprime al mundo un importantísimo carácter de novedad metafísica,

no por qué es.

cuya naturaleza aparece plenamente cuando se pone el problema de su origen.

Menos conciliadores que Santo Tomás en la forma, los agustinianos del Medioevo se han complacido en señalar esta laguna de la filosofía

Nada más notorio que el primer versículo de la Biblia: “En el principio

griega y tal vez, incluso, a reprochársela con amargura.

creó Dios el cielo y la tierra” (Gen 1,1). También aquí, ningún rastro de Filosofía. Dios no justifica por vía metafísica la afirmación de lo que

Otros intérpretes, sobre todo entre los modernos, sin llegar a ver en

hace, más de cuanto justifica la definición de lo que es. Sin embargo,

esta laguna el signo de un vicio congénito del aristotelismo, aceptando

¡qué acuerdo metafísico profundo, necesario, entre estas dos

que Aristóteles ha permanecido completamente ajeno a la noción de

afirmaciones sin prueba! Si Dios es el Ser, y el único Ser, todo aquello

creación, la consideran una falta grave de rigor lógico que lo pone en

que no es Dios no puede derivar su existencia sino de Él. Con una

contradicción con sus propios principios. La verdad es, tal vez, más

especie de revelación imprevista, he aquí toda la contingencia griega

simple aún porque, para concebir la creación, le faltaba a Aristóteles

superada y reconducida sin filosofía a su última raíz metafísica.

precisamente el principio. Si él hubiera sabido que Dios es el Ser y que

4 sólo en él la existencia es idéntica a la esencia, sería imperdonable que

pueden acumular fácilmente los pasajes en que Platón pone el Uno en

no hubiera pensado en la creación. Una causa primera que es el Ser y

el origen del múltiple y Aristóteles el necesario en el origen del

que no es causa del ser de todo lo demás, sería evidentemente

contingente, pero en ningún caso, la contingencia de la que hablan

absurdo. No era necesario el genio metafísico de Platón o de

puede superar el ser y la unidad en que ellos piensan. Que la

Aristóteles para caer en la cuenta de ello y, por poco especulativos que

multiplicidad del mundo de Platón sea contingente respecto de la

se puedan suponer los primeros cristianos, lo fueron suficientemente

unidad de la Idea cae por su propio peso; que los seres del mundo de

para darse cuenta de ello. Desde la Epístola de Clemente, es decir,

Aristóteles lanzados de la generación a la corrupción por el flujo

desde el siglo primero después de Jesucristo, se ve aparecer el

incesante del devenir sea contingentes en relación al primer motor

universo cristiano con la existencia contingente que le es propia;

inmóvil, es igualmente natural; pero que la contingencia griega en el

porque Dios “ha constituido todas las cosas por medio del verbo de su

orden de la inteligibilidad y del devenir haya alcanzado la profundidad

majestad y puede subvertir todo por medio de él” (Epíst. Ad Corinth

de la contingencia cristiana en el orden de la existencia, es algo de lo

27,4). Por muy modesto que sea el autor de El Pastor de Hermas es lo

que no tenemos evidencia alguna y algo que no se podía pensar antes

suficientemente

primer

de haber concebido al Dios cristiano. Producir el ser, pura y

mandamiento de la Ley implica la noción de creación: “Ante que nada,

simplemente, es la acción propia del Ser mismo. No se podría alcanzar

cree que existe un Dios único, que ha creado todo y que termina todo,

la noción de creación ni la distinción real entre esencia y existencia en

que hace pasar todo de la nada a la existencia; él abraza todo y nada

todo aquello que no es Dios mientras se admitan cuarenta y cuatro

lo puede abrazar” (Mand. 1,1). Y estamos solamente en los inicios del

seres en cuanto seres. Lo que falta a Platón y Aristóteles es el Ego

siglo segundo. En la misma época, La Apología de Arístides trae una

sum qui sum.

especulativo

para

comprender

que

el

prueba de la creación a partir de la constatación misma del movimiento, esbozando así lo que el tomismo desarrollará en el siglo XIII de una

Esta conquista significaba, evidentemente, un progreso considerable

manera más rigurosa pero exactamente con el mismo espíritu y, si se

para la noción de Dios; pero ella modificaba correlativamente y de

acepta ir hacia los finales del siglo, se encuentra en la Cohortatio ad

modo no menos profundo la noción del universo tal como había sido

Graecos (XXII-XXIII) una crítica directa al platonismo con su Dios

concebida hasta entonces. A partir del momento en que el mundo

artífice pero no creador a cuyo poder escapa el ser mismo del principio

sensible se considera como el resultado de un acto creador, que no

material. Nada más sencillo para aquellos cristianos, pero si ellos han

sólo le da la existencia sino que la conserva en cada uno de los

sabido lo que los filósofos ignoraban ha sido simplemente, como

momentos sucesivos de su duración, se encuentra en una dependencia

reconoce Teófilo de Antioquía (Ad Autolyc 2,10) porque ellos han leído

tal que lo llena de contingencia hasta la raíz de su ser. En lugar de

el primer renglón del Génesis. Ni Platón ni Aristóteles lo han leído y

estar subordinado a la necesidad de un pensamiento que se piensa a si

toda la historia de la filosofía no ha sido cambiada. Ciertamente, se

mismo, el universo está subordinado a la libertad de una voluntad que

5 lo quiere. Esta visión metafísica nos es ahora familiar porque el mundo

prestado atención suficiente a un hecho cuya importancia es esencial:

cristiano no es sólo el de Santo Tomás, San Buenaventura y Duns

que acercándose a San Pablo, todos los filósofos cristianos se alejan

Escoto, o el de Descartes, Liebniz y Malebranche. Nosotros no nos

de la filosofía griega. Probar la existencia de Dios per ea quae facta

damos cuenta sino difícilmente del cambio de perspectiva que ella

sunt

supone respecto a la concepción griega de la naturaleza. Sin embargo,

creador del universo; en otros términos, es admitir desde el inicio de la

no es posible pensarla sin experimentar una especie de susto. Más allá

investigación que la causa eficiente que se trata de probar por medio

de las formas, de las armonías, de los números, la existencias mismas

del mundo no puede ser sino su causa creadora y por consiguiente que

no bastan más; este universo creado, del que San Agustín decía que

la noción de creación estará necesariamente implícita en cualquier

por si mismo tiende sin descanso hacia la nada, no es salvado cada

demostración del Dios cristiano.

es esforzarse anticipadamente por probar su existencia como

instante del no ser, sino por el don permanente de un ser que él no puede darse ni conservar. No hay nada que sea, nada que se haga sin

Que tal sea, precisamente, el pensamiento de San Agustín no se

que su existencia, su devenir y su eficiencia no sean tomados a

puede dudar, porque el célebre ascenso de la mente hacia Dios en el

préstamos de la subsistencia inmóvil del Ser infinito. El mundo cristiano

Libro X de Las Confesiones supone que el alma supera sucesivamente

no narra sólo la gloria de Dios con el espectáculo de su magnificencia,

todas las cosas que no se han hecho para elevarse al creador que las

lo atestigua con el hecho mismo de existir: “He dicho a todas las cosas

ha hecho. En cambio, el lenguaje aristotélico del que se sirve Santo

que circundan mis sentidos: háblenme de mi Dios ustedes que no lo

Tomás, aquí como en otras partes, parece haber conducido al engaño a

son, díganme algo. Y todas exclamaron fuertemente: ¡Él nos ha hecho!

importantes historiadores sobre el verdadero significado de las pruebas

Para interrogarlo yo lo miro y no tengo más verlo para escuchar la

cosmológicas o, como él mismo se expresa, sobre las “vías” que él

respuesta”. Ipse fecit nos; la antigua palabra del Salmo no ha nunca

sigue para establecer la existencia de Dios

resonado en los oídos de Aristóteles; pero San Agustín la ha escuchado y, las pruebas cosmológicas acerca de la existencia de Dios

Se notará, ante todo, que para él, como para cualquier pensador

fueron transformadas. En efecto, puesto que la relación del mundo a

cristiano, la relación del efecto a la causa, que une a la naturaleza con

Dios reviste un nuevo aspecto en la filosofía cristiana, es necesario que

Dios, se pone en el plano de la existencia misma. No hay duda posible

las pruebas de la existencia de Dios adquieran un nuevo significado.

sobre este punto. “Todo lo que es, recibe su ser necesariamente de

Nadie ignora que toda la especulación de los Padres de la Iglesia y de

Dios. En efecto, en términos generales para todo aquello que depende

los pensadores medievales sobre la posibilidad de probar a Dios

de un orden, se observa que cuanto es primero y perfecto en un orden

partiendo de sus obras deriva directamente de la famosa frase de San

cualquiera, es causa de lo que le es posterior en el mismo orden. Por

Pablo en la Epístola a los Romanos (1,20): invisibilia Dei pe rea quae

ejemplo el fuego, que es el más caliente de los cuerpos es causa del

facta sunt intellecta conspiciuntur. En cambio no parece que se haya

calor de los otros cuerpos calientes, porque lo imperfecto tiene siempre

6 su origen en lo perfecto, como el semen viene de los animales o la

más puramente griego, a primera vista, en tal argumentación: un

semilla de las plantas. Ahora bien, hemos demostrado precedentemente

universo en movimiento, una serie jerárquica de móviles y de motores,

que Dios es el ser primero y absolutamente perfecto; debe, por tanto

un primer motor que, inmóvil en si mismo, comunica el movimiento a la

ser, necesariamente, la causa del ser de todo lo que es.” Los ejemplos

serie en su conjunto; ¿no es éste precisamente el mundo de Aristóteles

de que se sirve Santo Tomás, no ofrecen dificultad porque es claro que

de quien se sabe además que la prueba ha sido tomada en préstamo?

lejos de requerir una materia preexistente sobre la cual ejercitarse, la acción creadora excluye cualquier suposición de este tipo. Sólo como

Sin duda es la misma cosmografía de Aristóteles porque la

acto primero del ser, Dios es causa de los seres; la materia no es sino

estructura del mundo de Santo Tomás es físicamente indistinguible de

ser en potencia: ¿Cómo condicionaría ella la actividad del Acto Puro?

la del mundo griego pero, bajo esta analogía física ¡qué diferencia

En realidad, todo cae bajo el golpe del acto creador, incluso la misma

metafísica! Se habría podido adivinarlo a partir del simple hecho que las

materia; es necesario, pues, admitir, antes de cualquier causalidad

cinco vías tomistas se refieren expresamente al texto del Éxodo.

ejercida por Dios sobre la naturaleza aquella por la cual ella causa el

Inmediatamente somos transportados al plano del Ser. En Aristóteles el

ser mismo de la naturaleza por lo que todas las demostraciones

pensamiento que se piensa pone en movimiento todos los seres en

cristianas de la existencia de Dios por medio de la causa eficiente son a

cuanto causa final. Que en cierto modo el Acto Puro sea el origen de

la vez otras tantas pruebas de la creación. A primera vista se puede

toda causalidad eficiente y motriz que hay en el mundo es cierto; puesto

dudar de ello, pero la prueba por medio del primer motor, la más

que si las causas motrices segundas no tuvieran un fin último, ninguna

aristotélica de todas no podría recibir otra interpretación. Movere

de ellas tendría razón para moverse o ser movida o sea, de ejercitar su

praesuppit esse: ¿qué llega a ser la prueba de Aristóteles a la luz de

motricidad. Sin embargo, si el Primer Motor concede a las causas ser

este principio?

causas, eso no sucede por medio de una especie de acción transitiva que concedería a las causas segundas, al mismo tiempo, ser y ser

Hay movimiento en el mundo; nuestros sentidos lo atestiguan.

causas. Ese motor no mueve más que por el amor que despierta y este

Ahora bien, nada se mueve sino en la medida en que algo está en

amor él lo provoca sin inspirarlo. Cuando se lee en el comentario a la

potencia; nada mueve sino en la medida en que está en acto; y como

Divina Comedia que el último verso del gran poema no hace sino

no se puede estar en acto y en potencia al mismo tiempo y al mismo

traducir el pensamiento de Aristóteles, se anda errado, porque l’amor

respecto, es necesario que todo lo que está en movimiento sea movido

che mueve il Sole e le altre stelle no tiene en común con el motor

por otro. Pero no se puede seguir hasta el infinito en la serie de las

inmóvil más que el nombre. El Dios de Santo Tomás y de Dante es un

causas motrices y de las cosas movidas; porque entonces no habría un

Dios que ama; el de Aristóteles es un Dios que se deja amar; el amor

primer motor y, por consecuencia, tampoco movimiento. Debe haber,

que mueve el cielo y los astros en Aristóteles es el amor del cielo y de

pues, un primer motor que no sea movido por otro y que es Dios. Nada

los astros por Dios, mientras que el que lo mueve para Santo Tomás y

7 para Dante es el amor de Dios por el mundo; entre las dos causas

Dios sea, para todo esos seres, la causa de su existencia”. Cae de

motrices está toda al diferencia que separa la causa final de la causa

suyo que, si Dios crea las cosas por el solo hecho que Él mueve

eficiente. Y se debe ir todavía más lejos.

las cosas que producen aquellas cosas con su movimiento, es necesario que Dios sea el motor en cuanto creador del

Suponiendo que el Dios de Aristóteles fuera una causa motriz

movimiento. En otros términos, si la prueba por medio del primer

y eficiente propiamente dicha, lo que no es seguro, su causalidad

motor basta para probar la creación, es necesario que la prueba

caería sobre un universo que no le debe la existencia, sobre seres

por medio del primer motor implique la idea de creación; ahora

cuyo ser no depende del suyo. En ese sentido no sería sino el

bien, la idea de creación es extraña a la filosofía de Aristóteles; la

primer motor inmóvil, o sea el punto de origen de la comunicación

prueba tomista de la existencia de Dios, si bien no hace sino

del movimiento, pero no sería el creador del movimiento mismo.

reproducir literalmente la argumentación de Aristóteles, tiene, sin

Para captar la importancia del problema, basta recordar que el

embargo, un significado que no pertenece a ella y que el filósofo

movimiento está en el origen de la generación de los seres y que,

griego no le ha atribuido jamás.

consecuentemente, la causa del movimiento generador es la causa de los seres generados. En un mundo como el de

Lo mismo sucede, con mayor razón, con la prueba por medio de la

Aristóteles todo está dado: el Primer Motor, los motores

causa eficiente y la misma diferencia separa ahí al mundo griego del

intermedios, el movimiento y los seres que éste genera. Si se

mundo cristiano. En los dos universos se encuentra la misma jerarquía

admitiese, pues, que el Primer Motor fuera la primera causa motriz

de causas segundas subordinadas a una causa primera; pero, por no

que mueve por causalidad transitiva, el ser mismo del movimiento

haber superado el plano de la eficiencia para alcanzar el del ser, la

huiría de su causalidad. Sucede de una manera muy distinta en

filosofía griega no trasciende el orden del devenir. Precisamente por

una filosofía cristiana y, por lo mismo, cuando quiere demostrar la

esto, además, si se mira bien, Aristóteles puede subordinar a la causa

creación, Santo Tomás no tiene que hacer otra cosa que recordar

primera una serie de causas segundas inmóviles como la causa

la conclusión de su prueba sobre Dios por medio del movimiento:

primera; porque si esas causas recibieran la eficiencia que dan ¿cómo

“Ha sido demostrado con argumentos tomados de Aristóteles que

podrían ser inmóviles? Pero, pueden y deben ellas ser inmóviles si, no

existe un Primer Motor inmóvil, al que llamamos Dios. Ahora bien,

dependiendo de ningún ser en su ser, su causalidad encuentra en la

en un orden cualquiera el primer motor es causa de todos los

causa primera la causa de su ejercicio más que aquella de su

movimientos de ese orden. Puesto que nosotros vemos un gran

causalidad. Basta, en cambio, abrir a Santo Tomás para darse cuenta

número de seres venir a la existencia como consecuencia del

que la prueba de Dios por medio de la causa eficiente se establece en

movimiento del cielo y puesto que Dios ha sido demostrado como

un plano del todo diverso, puesto que la prueba de Dios por medio de la

primer motor en este orden de movimientos, es necesario que

causa eficiente es en él, la prueba tipo de la creación. “Hemos

8 establecido con una demostración de Aristóteles que existe una primera

pide al espectador concentrarse en la maravillosa adaptación de los

causa eficiente, que nosotros llamamos Dios. Ahora bien, la causa

medios a los fines y de particularizar sus finuras con la ingenuidad de

eficiente produce el ser de sus efectos. Por lo tanto, Dios es la causa

un Bernardino de San Pedro. Que el finalismo se haya desacreditado

eficiente de todo lo demás”. Imposible decir más claramente que,

científicamente por la buena voluntad un poco loca de algunos de sus

cuando se trata de Dios, causa eficiente significa creadora y que probar

representantes es verdad; pero la prueba por medio de la finalidad no

la existencia de una primera causa eficiente, es probar la existencia de

es responsable de sus errores. Para que funcione, basta admitir que el

una primera causa creadora. Nada agrada más a Santo Tomás que

mecanismo físico biológico sea un mecanismo orientado. Después de

recurrir para ello a Aristóteles; pero puesto que la eficiencia de que se

lo cual se pregunta de dónde proviene esa orientación del mecanismo.

trata no conduce al mismo aspecto de la realidad en los dos sistemas,

El error de los filósofos que se plantean esta pregunta es el de no

es necesario resignarse a admitir que la prueba tomista de Dios por

discernir que contiene siempre dos preguntas en una. La primera, que

medio de la causa eficiente significa una cosa totalmente diferente que

no conduce a nada, consiste en buscar la causa de las maravillas de la

la de Aristóteles. El problema que se plantea ahora y que quedará

naturaleza; pero, supuesto incluso que no se nos engañe en torno a

planteado a través de toda la metafísica clásica, es el problema

estas maravillas, lo que sucede frecuentemente, no se puede llegar, por

ininteligible para los griegos de rerum originatione radicali. ¿Por qué,

esa vía, más allá de un ingeniero del universo, cuyo poder maravilloso

preguntará Leibniz, hay algo en lugar de nada? Y exactamente la

para nosotros como la del hombre civilizado para el bárbaro, seguiría

misma pregunta se plantea aún, en la filosofía cristiana, sobre el plano

siendo una potencia de orden humano.

de la finalidad. A tal finalismo, se opone el mecanicismo de Descartes y, sin Se admite comúnmente hoy que la idea de finalidad sea eliminada

embargo, lo justifica. Fabricar un animal puede ser difícil, pero nada

definitivamente del sistema de las ideas racionales por medio de la

demuestra a priori que sea connatural a un animal el no poder ser

ciencia. Es un problema saber si la eliminación es tan definitiva como

fabricado. El propio Descartes, este profeta del mecanicismo, creía que

se imagina. Por el momento, no pretendemos sino indicar el punto

se requiriese al menos un ángel para fabricar máquinas volantes: él

preciso sobre el cual recaen las pruebas de Dios que se basan en ella.

aceptaría hoy que los hombres los fabrican en serie con una facilidad y

Suponiendo que haya orden en el mundo, se pregunta cuál es la causa

seguridad continuamente crecientes. La cuestión no está aquí y es en

de ese orden. Acerca de este punto, se imponen dos observaciones.

verdad la segunda pregunta. Si la prueba por medio del primer motor

Ante que nada, no se requiere admitir que el orden del mundo sea un

no considera a Dios como la central eléctrica de la naturaleza, la

orden perfecto, nada más lejano de ello; incluso si la suma del

prueba por medio de la finalidad no lo considera como el ingeniero en

desorden superara ampliamente a la del orden, con que quedara sólo

jefe de esta vasta empresa. Exactamente, ella se pregunta: si hay

una ínfima parte de orden, se debería buscar su causa. Además, no se

orden ¿cuál es la causa de este orden? El famoso parangón del

9 relojero no tiene significado si no trasciende el plano del hacer para

la serie. Avicena, en cambio, representa la tradición judía más

alcanzar el del crear. Siempre que observamos una disposición

consciente de si misma, porque su Dios, al que llama estricta y

artística, deducimos la existencia de un artesano; así también,

absolutamente el Primero, no es ya el primero del universo sino el

percibimos, más allá del ser de las cosas, el orden entre ellas,

primero respecto al ser del universo, anterior a cualquier ser y, por

deducimos la existencia de un ordenador supremo. Pero, junto con este

consiguiente, también, fuera de él. Por lo tanto, para hablar con

ordenador, tomamos en consideración la causalidad por la cual él le

exactitud, se debe decir que la filosofía cristiana excluye por esencia

confiere el ser al orden, más que la ingeniosidad de un ordenamiento,

cualquier prueba únicamente física de la existencia de Dios, para no

del cual, frecuentemente y, tal vez siempre, la naturaleza huye.

admitir sino pruebas físico-metafísicas, o sea basadas en el ser en

Descartes no ha dejado de burlarse de quienes pretendiendo

cuanto ser. El hecho que Santo Tomás se valga en estas materias de la

introducirse en el consejo de Dios, presumen de legislar en su nombre;

física de Aristóteles no prueba nada si, como hemos dicho antes,

pero no es necesario violar los secretos de su legislación para conocer

comenzando como físico, él termina siempre como metafísico. Se

su existencia; basta que él tenga una, por qué si esa existe, es del ser,

podría demostrar más bien que incluso su interpretación general de la

es decir o del contingente que no se explica

por si mismo, o del

metafísica de Aristóteles trasciende el aristotelismo auténtico, porque

necesario que, bastándose a si mismo, es suficiente también para dar

elevando el pensamiento a la consideración de Aquel que es, el

razón del contingente que de él deriva.

cristianismo ha revelado a la metafísica la verdadera naturaleza de su objeto propio. Cuando un cristiano define con Aristóteles la metafísica

Para quien concibe claramente este punto, la interpretación de las

como la ciencia del ser en cuanto ser, se puede sostener con seguridad

pruebas cosmológicas de la existencia de Dios se vuelve clara y se

que él entiende siempre la ciencia del Ser en cuanto Ser: id cuius actus

comprende por qué hemos podido decir que, a pesar que repiten

est esse, es decir, Dios.

literalmente a Aristóteles, los filósofos cristianos se movían en otro plano. Para hacer más comprensible esta verdad, basta evocar la

Parece, pues, tomando prestada una expresión de William James,

controversia, célebre en el Medioevo, entre quienes admiten la

que el universo mental cristiano se distinga del universo mental griego

existencia de pruebas puramente físicas de la existencia de Dios, como

por diferencia de estructuras siempre más profundas. Por una parte, un

Averroes y quienes admiten sólo pruebas metafísicas como Avicena.

Dios que se define por medio de la perfección en el orden de la

Averroes representa aquí la tradición más cercana a la tradición griega,

cualidad: el Bien de Platón, o por medio de la perfección en el orden

porque en un universo como el de Platón y de Aristóteles, en el cual

del ser: el pensamiento de Aristóteles; por la otra, el Dios cristiano que

Dios y el mundo se enfrentan eternamente, Dios no es la clave de

es primero en el orden del ser y la trascendencia del cual es tal, que,

interpretación del cosmos y su animador; no se pone por tanto como

según la expresión de Duns Escoto, cuando se trata de un primer

primer término de una serie que sería al mismo tiempo trascendente a

motor de tal género, es necesario ser más metafísico para probar que

10 es el primero, más que físico para probar que es motor. Del lado

planteaban el problema del ser y ahí radica la validez de sus fórmulas;

griego, un dios que puede ser causa de todo ser, comprendida su

los pensadores del siglo XIII se encuentran a gusto en ellos, no sólo sin

inteligibilidad, su eficiencia y su finalidad, pero no su existencia; del

dificultad, sino con gozo, porque podían encontrar ahí muchas

lado cristiano un Dios que causa la existencia misma del ser. Del lado

verdades que ellas contienen, si bien ni Platón ni Aristóteles las hayan

griego, un universo eternamente informado y eternamente movido; del

podido descifrar. Eso explica también cómo la metafísica griega haya

lado cristiano, un universo que comienza por una creación. Del lado

avanzado decisivamente y que estos progresos hayan sido logrados

griego, un universo contingente en el orden de la inteligibilidad o del

bajo el impulso de la revelación cristiana. “El aspecto religioso del

devenir; del lado cristiano, un universo contingente en el orden de la

pensamiento de Platón no ha sido revelado en toda su fuerza se no

existencia. Del lado griego, la finalidad inmanente de un orden interno a

hasta la época de Plotino, en el siglo III después de Jesucristo; el del

los seres; del lado cristiano. La finalidad trascendente de una

pensamiento de Aristóteles, se podría decir sin exagerar, que no lo fue

Providencia que crea el ser del orden junto con el de las cosas.

hasta el momento en que fue evidenciado por Santo Tomás en el siglo XIII”. Hemos de decir, tal vez, San Agustín más que Plotino si tenemos

Dicho esto, podemos intentar responder a una difícil pregunta que

en cuenta que el propio Plotino no ha ignorado el cristianismo y

tal vez no se pueda dilucidar completamente ni tampoco evitar. ¿Se

podemos concluir que si el pensamiento medieval ha podido conducir

debe decir que, superando el pensamiento griego, el pensamiento

al pensamiento griego a su punto de perfección, ha sido al mismo

cristiano se le contrapone o, simplemente, que lo prolonga y lo

tiempo, porque el pensamiento griego era verdadero y porque el

completa? Por mi parte, no veo ninguna contradicción entre los

pensamiento cristiano podía verificarlo más completamente todavía en

principios puestos por los pensadores clásicos de la época clásica y las

virtud de su propio cristianismo. Planteando el problema del origen del

conclusiones que los pensadores cristianos han hecho derivar de ellos.

ser, Platón y Aristóteles iban por buen camino; pero precisamente

Parece, en cambio, que en cuanto son deducidas, estas conclusiones

porque iban por el buen camino, el superarlos fue un progreso. En su

aparecen como evidentemente incluidas en esos principios, en tal

camino hacia la verdad, ellos se han detenido a la orilla de la doctrina

medida, que el problema es entonces saber como es que los filósofos

de la esencia y la existencia, concebida como realmente idénticas en

que descubrieron esos principios hayan podido desconocer a tal punto

Dios y realmente distintas en todo el resto. Es la verdad fundamental

las consecuencias necesarias que se hallaban implícitas en ellos. Esto

de la filosofía tomista y, se puede decir, de toda la filosofía cristiana,

deriva, me parece, del hecho que Platón y Aristóteles no han logrado

porque aquellos, entre sus representantes, que han creído que debían

discernir el significado pleno de las nociones que ellos han definido por

rechazar su formulación, están de acuerdo en reconocer la sustancia

primera vez, porque no han profundizado el problema del ser hasta el

de su verdad. Aristóteles y Platón han construido un arco magnífico

punto en que, superando el plano de la inteligibilidad, alcanza el de la

cuyas piedras todas suben hacia esa piedra angular; pero ella no ha

existencia. Ellos no han errado en sus interrogantes, porque

sido puesta sino gracias a la Biblia y fueron los cristianos quienes la

11 colocaron. La historia no puede olvidar ni todo lo que la filosofía cristiana le debe a la filosofía griega, ni cuánto ésta debe al Pedagogo divino. Sus últimas lecciones parecen de tal evidencia, que siempre nos acordamos de haber sido enseñados.

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