EL ESTANDARTE DEL INSTITUTO 1 Carlos A. Sánchez Hernández*

EL ESTANDARTE DEL INSTITUTO 1 Carlos A. Sánchez Hernández* El día 15 de septiembre de 1887, el ingeniero don Joaquín Ramos, director del Instituto, h

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Carlos A. Rodríguez * Resumen
La evolución histórica, la teoría económica y el sistema económico deseable como las bases fundamentales para desarrollar una estrategia de desarrollo

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EL ESTANDARTE DEL INSTITUTO 1 Carlos A. Sánchez Hernández*

El día 15 de septiembre de 1887, el ingeniero don Joaquín Ramos, director del Instituto, hizo el Estandarte, construido a expensas de los profesores, empleados y alumnos del plantel. A las diez de la mañana del citado día, una numerosa y selecta concurrencia estaba instalada en el salón que ocupaba la Escuela Normal y media hora después, todo el personal docente recibía al señor gobernador don José Zubieta que presidió la fiesta. Entre las personas que acompañaron a este funcionario se encontraban los magistrados del Tribunal Superior de Justicia y algunos diputados, sin faltar la presencia del bello sexo. El salón estaba modesto, pero elegantemente adornado; en el fondo se elevaba un trofeo cuyas alegorías significaban los diversos ramos del saber humano, en armonía con los símbolos emblemáticos de la patria. La fiesta se llevó a cabo conforme al sencillo programa dispuesto al efecto. El C. gobernador, en sencilla y concreta alocución pronunciada, hizo entrega solemne del nuevo estandarte al director del Instituto… El director del Instituto, don Joaquín Ramos, se encaminó hacia un grupo de estudiantes, para entregarles el estandarte, pero antes, a manera de explicación de sus símbolos, les dijo: Con el color verde de su fondo, vuestro colegio manifiesta sus esperanzas de que seáis sus dignos hijos, honrándole lo mismo que a vuestras familias y vuestra patria. En la estrella de su coronamiento, veréis el destello inextinguible de lo inmenso. La Luz debe brillar en vuestra inteligencia con el reflejo de la ciencia. La luz con que vuestros maestros se guían haciendo penetrar paso a paso el terreno que desconocéis, mientras formáis vuestros corazones. La Luz que debéis pedir a la omnipotencia para encontrar siempre la verdad y seguir con paso firme en la vida, por el camino del bien.

UAEM. Sucesivas Aproximaciones de Nuestra Historia. Crónicas de la Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca, México, 2000, pág. 55 - 65. 1

* M. V. Z., Cronista de la Facultad de Medicina.

La colmena está representando un Estado regido por la sabia organización; las laboriosas abejas, al pueblo en que se excluye de la comunidad a los ociosos. En esta Institución modelo, cada individuo cumple con sus obligaciones sin tratar ninguno de sobreponer a los demás. La actividad de las abejas hace que se conozca como símbolo de la virtud de obrar. Una corona de encino y olivo recuerdan el amor a la patria, y a la paz que deberéis darle, acostumbrados primero a la paz del alma, por una conciencia recta que es también la tranquilidad del hogar, buscando siempre laureles para enaltecerla con la ciencia y el trabajo. También se encuentra el Pabellón Nacional, a cuyo derredor deben agruparse si la patria os llama a la defensa. Lo entregó a un grupo de tres alumnos de los más caracterizados por sus conocimientos y moralidad. El escudo ha sufrido modificaciones, por ejemplo en el año de 1944 el Instituto Científico Literario adquiere su autonomía que fue decretada por el ciudadano gobernador licenciado Isidro Fabela Alfaro, aprobada por la XXXVI Legislatura del día 31 de diciembre de 1943, al escudo se le incorporó la palabra "Autónomo". En el año de 1956 cuando el Instituto Científico Literario Autónomo se transformó en Universidad Autónoma el cambio que modificó el escudo consistió en escribir "Universidad Autónoma" en el espacio donde antes se leía "Instituto Científico Literario Autónomo". Los estandartes de Escuela a Facultad de Medicina La Facultad de Medicina en sus cuarenta y cuatro años de vida institucional ha empleado los siguientes escudos: En 1955, que se constituye la Escuela de Medicina, se empleó el escudo oficial del Instituto Científico Literario Autónomo, al cual se añadió la leyenda "Medicina" en la parte inferior del escudo. Cuando el Instituto Científico Literario Autónomo se transformó en Universidad Autónoma, en 1956, el escudo de la Escuela de Medicina también cambio la leyenda de Instituto Científico Literario Autónomo, por el de Universidad Autónoma.

El licenciado Adolfo López Mateos, entonces secretario del Trabajo, " donó en 1957 un estandarte con un escudo que se había elaborado en 1955, en él aparece por primera vez el báculo de Esculapio y la estrella rodeada por las cabezas de las serpientes. Este estandarte con el escudo de la Escuela de Medicina se usó para membretar las cartas de pasante de la primera generación de alumnos en 1961. En el Libro de Actas de Exámenes Finales de 1959 se puede ver otro escudo, el cual tiene el nombre de Medicina en las letras de imprenta, mismo que fue usado en los certificados de estudios de las dos primeras generaciones. En 1963 el escudo fue modificado cambiando la plataforma de base de panal por un libro, el cual dice, en su parte inferior, Medicina. El báculo de Esculapio aparece enfrente del panal y las serpientes ya no rodean la estrella. Durante 1964 desaparecen las leyendas: "Universidad Autónoma"; "Patria, Ciencia y Trabajo" y "Estado de México". En su lugar es coronado por las siglas UAEM. Nuevamente las serpientes rodean a la estrella y las alas se despliegan más verticalmente. De 1969 a 1971 el escudo volvió a ser coronado con el nombre de Universidad Autónoma y en lo listones se lee otra vez Estado de México. El libro de la base del panal es más grueso y la leyenda "Medicina" cambió de tipo de letra. De 1971 a 1978 el escudo es coronado en su parte exterior con la leyenda: "Instituto de Ciencias de la Salud". Desaparece del libro, el nombre. En la parte inferior se vuelve a leer "Instituto de Ciencias de la Salud". A partir de 1979 la modificación del escudo consiste en poner de nuevo en el libro la leyenda "Medicina", asimismo desaparecen las dos leyendas: "Instituto de Ciencias de la Salud". Una nueva modificación se realiza en 1985. En la base interna del escudo reaparece la leyenda "Patria, Ciencia y Trabajo". El báculo de Esculapio presenta una sola serpiente, se libera la estrella y un listón superior enmarca la frase "Estados Unidos Mexicanos". Para 1989 se volvió a utilizar el escudo que se usó en 1979. De 1993 a la fecha se usa el escudo de 1985.

La Escuela de Medicina: maestros y alumnos fundadores El 3 de marzo de 1955, delante del Consejo Directivo del Instituto Científico Literario Autónomo, el señor director, el licenciado Juan Josafat Pichardo Cruz, en la ceremonia de iniciación de cursos de ese año escolar, hizo el anuncio oficial de que "la Escuela de Medicina comenzaría sus funciones docentes" en la avenida licenciado Benito Juárez García No. 301 sur, en las instalaciones del mismo Instituto Científico Literario Autónomo del Estado de México. La escuela empezó a despachar administrativamente el 25 de marzo del mismo año; dando inicio a las cátedras el 4 de abril de 1955. Funcionó como primer director el doctor Mario César Olivera Gómez Tagle. Los alumnos que se inscribieron en ese primer ciclo escolar fueron: Álvaro López Pedro Arzate Pineda Lucía Eneida Cardoso Miranda Luis Armando Contreras Quijada Elvia Contreras Vilchis Alma Gallardo Reyes Ramiro Gómez Ojeda Baltazar González Santín María Eugenia Guadarrama Gómez José Hernández Galván José Antonio Lira Mora María Teresa López Rodríguez Luis Mancilla Ayala Yolanda Martínez Bernal Benjamín Mendieta García Fernando Montes De Oca Gómez Tagle Sergio Ortega Velázquez Adalberto Ortíz Romo Estela Ramírez Arellano Mireya Vargas Colón Felipe Victoria Moreno José León Villuendas Castañeda María Elena El currículum para obtener el título de médico cirujano amparó cincuenta materias que se cursaban en seis años y seis meses incluido el internado. El primer año comprendía:

Anatomía descriptiva y disecciones, dividida en tres tomos, impartida por los doctores: Tomo I de anatomía: Dr. Jorge Hernández García Tomo II de anatomía: Dr. Mario César Olivera Gómez Tagle Tomo III de anatomía: Dr. Enrique Castro Carmona Anatomía clínica: Dr. Gustavo Estrada Ocampo Anatomía radiológica: Dr. Eduardo Hernández López Histología: Dr. Guillermo Ortíz Garduño Prácticas de histología: Dr. Guillermo Ortíz Garduño Embriología: Dr. Samuel Pérez gattecno Psicología: Dr. Adolfo García Nájera Los alumnos egresados en la primera generación recibieron su carta de pasante el 21 de marzo de 1961, de manos del representante personal del señor presidente de la república mexicana, licenciado Adolfo López Mateos. El padrino de la generación fue el Dr. Gustavo Baz Prada, gobernador constitucional del Estado de México. Fungieron como testigos presenciales el rector, licenciado Juan Josafat Pichardo Cruz; el ex gobernador, ingeniero Salvador Sánchez Colín y el señor director, doctor María César Olivera Gómez Tagle. La ceremonia se efectúo en el Aula Magna de la rectoría. Ocho alumnos de esa primera generación fueron los que terminaron sus estudios y recibieron su carta de pasante: González Santín María Eugenia Hernández Galván José Antonio López Rodríguez Luis Humberto Mancilla Ayala Yolanda Montes De Oca Gómez Tagle Sergio Ortíz Romo Estela Ramírez Arellano Mireya Victoria Moreno León José Respecto a lo anterior, el profesor Inocente Peñaloza García, cronista de la UAEM, expresa:

El padrino de Generación fue el licenciado Adolfo López Mateos. No asistió a la ceremonia, pero había visitado a sus "ahijados" el 6 de abril de 1957, cuando cursaban tercer año. En aquella ocasión, les obsequió maletines médicos y les dirigió un discurso, en el cual les dijo: "el médico, como los demás profesionistas, se debe a la sociedad en que vive, tanto porque con las escuelas sostenidas por ella le fue posible obtener el título, como porque el ejercicio de la medicina no se puede concebir sin la actuación hacia el bien de los semejantes; el médico vive desviviéndose por los demás y su misión debe ser generosa en cuanto que su victoria profesional debe ubicarla en hacer el bien a los hombres. De los seres del Universo el más complejo es el hombre, y su maquinaria vital la más complicada y rica; su conocimiento es indispensable para el profesionista, cuyo objetivo de trabajo es el hombre mismo. Y luego, exhortó: Jóvenes amigos, lleváis sobre vuestras espaldas una cara responsabilidad: evitar hasta donde sea posible el error o la equivocación. En vuestras manos estarán las vidas de otros hombres y en cumplimiento de vuestra misión, no debéis ahorrar ni desvelos para aprender, ni entusiasmos para investigar. Estudiad sin pesimismo de no abarcar todo lo que es preciso conocer, y estad seguros de que cada nuevo dato que obtengáis será una esperanza más para evitar el sufrimiento y prolongar la vida. Al final de su discurso, les dijo: Tened siempre presente que la vid del hombre es el supremo valor, y que en homenaje a él debéis utilizar vuestros conocimientos, y que aun con menoscabo de ventajas materiales, tenéis la obligación moral de aliviar el sufrimiento de pobres y de ricos. La ciencia médica no tiene la exactitud de un guarismo, pero si con las responsabilidades que os he señalado, actuáis, no habrá fracaso posible, porque en vuestra labor habréis puesto lo que a los ojos de los demás puede con creces justificar vuestra existencia: amor y desinterés en beneficio de la humanidad. Es importante resaltar que los ocho alumnos de la primera generación obtuvieron su título de médicos cirujanos entre 1961 y 1963. El viejo edificio de la Escuela de Medicina

El 30 de mayo de 1883, la legislatura en su Decreto número 318, declaró propiedad del Estado la fábrica conocida en Toluca con el nombre de El Beaterio para ser ocupada, en cuanto lo permitieran las circunstancias, por el Instituto Literario y sus fondos ingresar a la tesorería del Estado, consagrándose a objeto de educación pública siendo de preferencia establecimiento de escuelas o "amigas". La fábrica se ubicaba en la antigua Calle Real al pueblo de Calimaya prolongación de la calle de El Chapitel, esquina con la primera calle de El Calvario. En el siglo XVIII donan el edificio a las monjas carmelitas. A partir de entonces la antigua fábrica se conoce popularmente como El Beaterio. La calle también adquiriría ese nombre, actualmente avenida Lic. Benito Juárez García. Al respecto, el escritor Aurelio G. Venegas nos dice: Al sur de la ciudad y en los confines de ella, levántase un soberbio edificio de planta rectangular que mide ciento setenta metros de oriente a poniente y setenta y cinco metros de norte a sur; colinda al oriente con la décima Calle de Rayón; al sur con la Calle José María Heredia: al occidente con la avenida Benito Juárez García; y al norte con la avenida Constituyentes. "Comprende cinco grandes que corresponden, en el orden..., del norte, está en vías de construcción y el de el sur, subdividido, pertenece al antiguo colegio". En ese patio donde hacen esquina la calle de Valentín Gómez Farías, anteriormente José María Heredia y primera calle del Calvario, y licenciado Benito Juárez García, antes Chapitel y calle del Beaterio, se fundó la Escuela de Medicina en 1955. La entrada a la Escuela de Medicina era una modesta puerta de ángulo rematada con hierro forjado, cubiertos con lámina y coronada por un arco de medio punto, que se continuaba con un pórtico cubierto. Este último comunicaba con dos corredores. Uno de ellos corría de sur a norte, estaba techado a mano izquierda un salón de clases con el piso de madera, al fondo estaba una tarima y sobre ella un escritorio con su silla, en la pared el pizarrón y los pupitres de alumnos; saliendo del salón se continuaba con el gabinete de rayos X, la Biblioteca, la Secretaría Administrativa, el Archivo y la Dirección, tenía un escalón que daba al patio central. Frente a la Dirección, en el patio, se encontraba un murete de adobe que evitaba la vista a los baños. El otro corredor iba de poniente a oriente, también techado, tenía un aula galería y terminaba con dos salones de construcción más reciente, donde se encontraban los laboratorios. El de fisiología, donde el pintor Edmundo Calderón Gómez pintó un mural llamado Prometeo,

que visto de frente, en el primer plano, tenía la cabeza y los brazos abiertos, éstos estaban incendiados como entregando la luz, símbolo de la sabiduría, al pueblo. Fue pintado al fresco en composición piramidal en 1957. Dichos laboratorios después fueron aulas. Estos corredores se comunicaban con otro patio, que llevaba hacia éstas el árbol de la mora, la alberca, la cancha de basquetbol y el gimnasio. En el fondo, al frente del corredor, había una escalera de cinco peldaños para subir al anfiteatro o salón de disecciones. Éste contaba con seis mesas de granito blanco para colocar los cadáveres a estudiar. La disposición de las mesas era de dos en dos, de norte a sur. En una de las paredes estaba pintado el Mural, llamado Conocimiento de la Noche del pintor Edmundo Calderón Gómez que presentaba, en su extremo derecho, al Sol y en su extremo izquierdo a la Luna como dualidad de vida y muerte respectivamente. Abajo del Sol estaba un personaje portando una máscara para no ser identificado, puede ser cualquier ser humano que a través de sus dedos siente la muerte y se apropia del conocimiento. Sobre la mesa de granito blanco está el cadáver que tiene puesta una máscara, delineados su tórax, las tetillas, la cavidad abdominal y la región púbica, todo sobre el azul obscuro de la noche. La Escuela de Medicina se comunicaba con el Instituto Científico Literario Autónomo del Estado de México, por una puerta que daba al llamado patio principal. Éste fue el edificio y las instalaciones que albergaron a la Escuela de Medicina hasta el año de 1965. Una anécdota que pone de manifiesto la unión y el cuidado y amor que tenían a la escuela esas primeras generaciones es la siguiente: En el año de 1956, las paredes de la escuela estaban muy deterioradas, y los alumnos decidieron conseguir fondos económicos y pintar ellos la escuela, rasparon las paredes para quitar la pintura vieja, resanaron y colocaron los andamios y empezaron a pintar; después de varios días de ardua labor, la compañera de segundo año, Lucía Eneida Arzate Pineda, se cayó de uno de los andamios fracturándose un brazo; ese incidente originó que el licenciado Juan Josafat Pichardo Cruz ordenara de inmediato que se contrataran pintores calificados para terminar de remozar la escuela, evitando así poner en riesgo la integridad de los alumnos que con tanto entusiasmo habían comenzado la encomiable obra.

En el periódico Cáncer, publicación de la sociedad de alumnos de medicina del 31 de mayo de 1960, siendo director el doctor Mario César Olivera Gómez Tagle, se publicó un artículo: "Obras materiales en el edificio de Medicina", que a la letra dice: La dirección de la Escuela de Medicina con ayuda de la Secretaría de Obras Públicas, está llevando acabo pequeñas obras de ampliación de nuestro plantel, consistentes en la construcción de un baño para mujeres, el cual será edificado en la parte posterior del anfiteatro. En este mismo lugar será construido un bioterio para el albergue de los animales de experimentación, tales como tortugas, ranas, etc., y una tina de inmersión de tabique y cemento para almacenar un mayor número de cadáveres en condiciones óptimas para la disección. La construcción más importante será la adaptación del antiguo Laboratorio de Biología de la Preparatoria en Laboratorio de Histología e Histopatología del cual sólo será utilizado el local, puesto que el mobiliario que actualmente se encuentra allí será trasladado al nuevo local de dicho laboratorio, para la adaptación será necesaria la construcción de una escalera en el patio de Medicina para tener acceso a éste, además se construye una pared en el anfiteatro para hacer un pasillo, también se está terminando la puerta del Laboratorio de Parasitología con lo cual quedará independiente del Laboratorio de Fisiología y el almacén. Todas estas obras, según declaraciones de nuestro director, serán terminadas en fechas próximas.

Bibliografía Boletín del Instituto Científico Literario Autónomo del Estado de México, núm. 2, abril-junio, Editorial ICLA. Comunicaciones personales: Dr. Ramón Arrizabalaga Amarelo, Dra. Estela Ortíz Romo, Dr. Franciso Paniagua Gurría. Calderón Gómez, Edmundo. Periódico Cáncer, publicación de la sociedad de alumnos de medicina, núm. 1,31 de mayo en Toluca, Estado México. Garrido, Manuel. La ciudad de Toluca, Imprenta del Instituto Literario y de Pedro Martínez, Toluca, Estado de México, 1883. Venegas, J. Aurelio. Guía de viajero en Toluca, Tip del gobierno en la Escuela de Artes, Toluca, 1894.

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