Discipulos de Cristo - Viña del mar

EL EVANGELIO DE LUCAS. (4:38-44) Autor Cristian Escobar domingo, 05 de agosto de 2012

JESUS, UN MEDICO DE CUERPO Y ALMA Lucas 4:38-44 05/08/2012

 Esta semana vamos a continuar con nuestro estudio del Evangelio de Lucas y nos enfocaremos en los versículos 38-44. A partir del capítulo cuatro empezamos a ver como las personas empiezan a sentir mucha admiración hacia Cristo por su manera de enseñar, por su autoridad sobre los demonios, pero no solo sobre los demonios, en los versículos y capítulos siguientes podemos ir apreciando que su autoridad también está por sobre las enfermedades que las personas podrán tener, de hecho él mismo lo declara en Lucas 5:31

 Este versículo no solo se refiere a la enfermedad espiritual causada por el pecado, sino que en la práctica a cualquier enfermedad que afectara a las personas tanto física, mental y también espiritual.

 Cristo como lo dice la declaración de su propósito en Lucas 4:18 ha venido a traer libertad a las personas y esto incluye cualquier cosa que los incapacitara para poder disfrutar de la vida en abundancia que Dios tiene para nosotros. Comenzando en el versículo 31 de Lucas 4, nos encontramos con un comentario al margen que Lucas indica acerca del impacto que Jesús estaba causando en aquel lugar. El nos dice “Y se extendió su fama por todo aquel lugar”, del griego rescatamos el sentido más puro de esta afirmación, que nos indica un “estruendo (de fama)”. El impacto que Jesús estaba causando en la comunidad era tan grande que esto provocaba la insistencia de las personas por estar cerca de él. El versículo 42 de Lucas 4 nos dice que la gente lo andaba buscando y querían detenerlo para que no se fuera. Lucas 4:38-44 Cuando Jesús salió de la sinagoga, se fue a casa de Simón, cuya suegra estaba enferma con una fiebre muy alta. Le pidieron a Jesús que la ayudara, 39 así que se inclinó sobre ella y reprendió a la fiebre, la cual se le quitó. Ella se levantó en seguida y se puso a servirles. 40 Al ponerse el sol, la gente le llevó a Jesús todos los que padecían de diversas enfermedades; él puso las manos sobre cada uno de ellos y los sanó. 41 Además, de muchas personas salían demonios que gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!» Pero él los reprendía y no los dejaba hablar porque sabían que él era el Cristo. 42 Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar solitario. La gente andaba buscándolo, y cuando llegaron adonde él estaba, procuraban detenerlo para que no se fuera. 43 Pero él les dijo: «Es preciso que anuncie también a los demás pueblos las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado.» 44 Y siguió predicando en las sinagogas de los judíos.

 Después de salir de la Sinagoga se nos dice que fue a casa de Pedro, en este lugar se produce un milagro inesperado y sorprendente. Lucas menciona que la suegra de Pedro estaba con una fiebre muy alta, los médicos en ese tiempo calificaban las fiebres como altas o bajas. Una fiebre baja era cualquier malestar, sin embargo la fiebre alta podía ser causada por la malaria o algo peor. Incluso es posible que esta mujer haya estado varios días en cama. Lo curioso y milagroso de esta situación es la forma en que Cristo sano a esta mujer y la reacción inmediata de avivamiento que ella experimento. http://misionerosdelmar.org/portal

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Jesús reprendió a la fiebre y la mujer sanó. Aquí no vemos alguna medicina que se le inyecta a la persona para ser sanada, no vemos a los doctores aplicando algún tratamiento, aquí vemos a Dios sanando a una mujer enferma y devolviéndole la vitalidad de manera instantánea. Es muy interesante lo que Lucas nos presenta también a partir de los versículos 40-43.

 Cuando estaba atardeciendo nos dice la escritura la gente llevó a Jesús todos los que padecían de diversas enfermedades. Por un momento quisiera que nos detuviéramos a reflexionar aquí. Que nos dice la escritura que hizo Jesús: Le pidieron a Jesús que la ayudara y él lo hizo, se inclino sobre ella y reprendió a la fiebre, Mateo 8:15 nos dice que Jesús le tocó la mano y la fiebre se le quitó, Marcos 1:31 dice que Jesús se le acercó, la tomo de la mano y la ayudó a levantarse, entonces se le quitó la fiebre. También nos dice que Él puso las manos sobre cada uno de los enfermos y los sanó.

 El trato que Jesús tenía con las personas enfermas era sumamente amoroso, personal, se tomaba su tiempo, realmente le preocupaban las personas mucho más que la fama que podía obtener y esto es confirmado en el versículo 43, después que todos querían detenerlo para que no se fuera. Él dice: «Es preciso que anuncie también a los demás pueblos las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado.» Jesús no estaba detrás de la fama, Él era un hombre con una misión que cumplir y esto estaba por encima de la popularidad. Jesús no sanaba a las personas para ser más popular que los fariseos, al contrario el sanaba porque era parte de su misión, de su identidad como Mesías. De hecho en Lucas 7:22-23 vemos la respuesta que le envía a Juan el Bautista acerca de él mismo. Entonces les respondió a los enviados: —Vayan y cuéntenle a Juan lo que han visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los que tienen lepra son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncian las buenas nuevas. 23 Dichoso el que no tropieza por causa mía.

 Que contraste más grande cuando hacemos una comparación entre el poderoso ministerio sanador de Jesús versus la gran cantidad de charlatanes que dicen tener un don para sanar a las personas con el fin de ganar popularidad, de salir en la TV. o simplemente de quitarles todo el dinero que las personas tienen a causa de sus engaños.

 ¿Qué tan real es que los sanadores de hoy en día sanen a las personas? Con esto no quiero decir que Dios no pueda sanar aun hoy en día a las personas, Él es Dios y puede hacer lo que quiera, cuando quiera, donde quiera, con quien quiera y en el momento en que él lo desee. Así que no vamos a cuestionar lo que Dios puede hacer.

 No quiero entrar en detalle sobre el don de sanidad del que Pablo hace mención en su lista de dones en 1 Corintios 12, esto lo veremos en mayor profundidad el domingo después de la celebración del día del niño. http://misionerosdelmar.org/portal

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Lo que si quiero que dilucidemos es la gran cantidad de personajes que engañan a la gente haciéndose pasar por supuestos sanadores.

 Quisiera que viéramos un video que muestra como un pastor evangélico usa el nombre de Jesús para estirar las piernas de un niño…[1] Por más que intentaba hacer crecer las piernas del muchacho, nada pasó, sin embargo las personas que estaban con él, veían lo que este pastor quería que vieran. Hay una gran diferencia entre lo que Jesús hizo para sanar a las personas y lo que los sanadores de hoy hacen. En primer lugar Cristo sano a todos por igual, Él no hacía discriminación de personas ni de enfermedad. En el versículo 40 se nos dice que Jesús puso las manos sobre todos los enfermos, Cristo se tomo el tiempo de sanar uno a uno a estas personas. Dios no hace discriminaciones. (Mateo 5:45b). Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos.

 No buscó ganar prestigio, no busco ganar dinero, no buscó ganar más seguidores, lo único que hizo fue cumplir con la misión que tenía, liberar a las personas de sus ataduras. John MacArthur relata en uno de sus sermones un comentario acerca de los estafadores que usan el evangelio para engañar a las personas diciendo: “Ellos siempre están allí para aprovecharse de las personas que están sufriendo con el fin de sacar dinero de esas personas a expensas de su bienestar. Y, por supuesto, lo que contribuye a un dolor más grande y más profundo que el que ya sufren. Y recuerdo muy bien, haber escuchando a Benny Hinn, y lo que él dijo literalmente, es que él había oído a Jesús decirle, que Jesús a través de él sanaría a las personas muertas, o levantaría a los muertos y le dijo a sus oyentes: "Si tienes a alguien que ha muerto, no entierres el cuerpo, lleva el cuerpo a la casa, pon el cuerpo arriba de la TV y cubre la televisión con los brazos de la persona muerta y deja sus brazos durante 24 horas para que a través de él Jesús resucitara a los muertos. " Y, francamente, no puedo ... No puedo pensar en un montón de cosas que son horribles, no puedo pensar en nada más horrible que tomar una persona que ya está en el punto de pena máxima, después de haber perdido un ser querido y de haber manipulado un cadáver colgando de sus brazos por encima de un televisor durante 24 horas bajo la falsa suposición de que de alguna manera el cuerpo va a ser resucitado de los muertos. Es una cosa asombrosa.”[2]

 Hay que tener mucho cuidado con lo que vemos o con lo que creemos ya que no todo viene de Dios. 2 Corintios 11:13-14 Satanás siempre sana con el propósito de avalar y promocionar a los falsos profetas y así engañar a cuantos pueda incluso a los creyentes. Mateo 24:24, 2 Tesalonicenses 2:9, Apocalipsis 13:11-14 Las sanaciones que Jesús realizaba iban más allá de un espectáculo, él realmente devolvía la salud a las personas. Él no solo sanaba dolencias físicas, también se preocupaba por la aflicción del alma que la gente tenía.

 En Lucas 5:12-14, nos encontramos con un hombre enfermo de lepra que le pide a Jesús que lo sane. Siempre recuerdo este pasaje y me conmueve el corazón aprender más de el, ya que a simple vista vemos a Cristo sanando a otra persona, pero en realidad Cristo le devuelve su identidad, lo restaura emocional, física y espiritualmente.

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 Para entender esto necesitamos remontarnos al tiempo de Jesús, cuando alguien contraía la lepra no era llevado a un hospital, sino que a una colonia de leprosos. Nadie debía siquiera saludarlo, su cama debía ser baja, inclinada hacia el suelo. Si el leproso ponía su cabeza en algo, ese artículo quedaba inmundo. Se debía mantener una distancia mínima de por lo menos dos metros entre un leproso y la demás gente, pero si el viento soplaba de la dirección donde se encontraba un leproso, la distancia sería de por lo menos treinta metros. Un rabino decía que no comería un huevo comprado en la calle donde vive un leproso y otro gritaba que él los apedreaba para mantenerlos alejados.[3] Incluso en nuestros días quienes sufren de la lepra son alejados de la sociedad, marginados, estigmatizados como personas peligrosas.

 La norma religiosa era que si una persona se aproximaba a un leproso, el leproso debía gritar ¡inmundo!(Lev. 13:45-46). En cambio este leproso le suplico a Jesús que lo limpiara. El solo hecho de tocar a un leproso volvía impuro a esa persona. Interesantemente Cristo no tuvo ningún problema en tocar al hombre, el verso 13 nos dice que Jesús extendió su mano y lo toco para después decirle que quedara limpio. Veamos el siguiente Video.[4] Este video nos muestra un poco la manera en que ocurrió esta sanación, fue instantánea, así era el poder sanador de Cristo, no tenía que gritar, o llamar a otros para que oraran, él simplemente daba la orden y todo ocurría. En tiempos de Jesús y de los apóstoles, tanto creyentes como incrédulos eran sanados por igual, no dependía de la fe que las personas tuvieran, simplemente dependía del Poder de Cristo. Juan 5:1-18 nos habla de un hombre que llevaba 38 años paralizado y que fue sanado por Jesús, aunque ni siquiera lo conocía. En Hechos 3:1-10 nos encontramos con la sanación de un hombre cojo de nacimiento. Es importante que Lucas nos diga que era cojo de nacimiento, esto nos indica que no se podía curar. Su cojera era crónica. Su trabajo era mendigar de los que entraban al templo, él no conocía a Jesús, probablemente no se interesaba por lo que se hacía en el templo, sino que lo único que quería era recibir el dinero que le dieran. Pedro y Juan lo miraron y le dijeron: Hechos 3:6-9

 Ese hombre recibió un milagro instantáneo, se puso de pie, nunca había dado un paso en su vida, y ahora caminaba y saltaba por todos lados en todas partes. Los milagros de Jesús eran instantáneos, ocurrían en el momento, eran sobrenaturales, sanaban a la persona totalmente. Cuando Jesús sana no se trata de un proceso lento, es inmediato y siempre traen alegría. Hechos 5:14-16 nos habla de una multitud de personas que eran sanadas con solo tocar la sombra de Pedro.

 Como vemos, en estos pasajes tanto Cristo como sus apóstoles sanaban a las personas de manera inmediata, y sin buscar crédito de lo que hacían, sino que daban gloria a Dios por las señales que les permitían confirmar el mensaje.

 Isaías 53:5 Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz,  y gracias a sus heridas fuimos sanados. http://misionerosdelmar.org/portal

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Si hay algo insano en nuestros corazón, algo que no se puede sanar con medicamentos, Cristo puede aliviar nuestro dolor, él quiere hacerlo, no perdamos la oportunidad de acercarnos a Jesús como el leproso y pedirle que nos de alivio. Amen…

[1] http://www.youtube.com/watch?v=e1wagbmFl64

[2] http://www.gty.org/Resources/Sermons/42-59.

[3] La vida cronológica de Cristo, página 159.

[4] http://www.youtube.com/watch?v=mt3Rse1YiaM

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