El gobierno de Enrique Peña Nieto equivoca la estrategia contra la inseguridad. El problema del gobierno de Peña Nieto, es que ha centrado su política de comunicación en el número de homicidios como una prueba de que sus políticas públicas están teniendo éxito en el campo de la seguridad mientras que la percepción de inseguridad sigue creciendo. Sus políticas las ha centrado en combatir los homicidios más que a los secuestros y extorsiones, ya que según sus cifras muestran que los asesinatos tienen un nivel de ocurrencia notablemente mayor al de secuestros y extorsiones. Posiblemente ligado a la idea de Calderón de ver a los ejecutados como el principal problema de seguridad, Peña Nieto sigue concentrado en este indicador como prueba de que su gobierno es mejor que el de su antecesor, pero en realidad sufre del mismo problema. Los datos presentados por el INEGI en la encuesta sobre victimización muestran que en México la gente resiente cuatro veces más los secuestros que los homicidios en sus localidades y muchas más el delito de extorsión de lo que en realidad se denuncias, por lo que el gobierno debería centrar sus esfuerzos en combatir estos delitos antes de menospreciarlo y sí hacemos caso a sus propias estadísticas el delito de secuestros y extorsiones viene al alza como la percepción de inseguridad. Una de las causas de la derrota del PAN en el 2012 fue haber centrado la comunicación del gobierno del ex presidente Calderón en su lucha contra el crimen organizado. Una de sus facetas fue la contabilización del número de homicidios y ejecuciones que se suscitaron durante su sexenio y que comenzó a crecer a tasas muy altas a partir de su gobierno. Datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) y de periódicos nacionales como Reforma, Milenio, El Universal y Excelsior llevaban un conteo puntual del número de homicidios violentos y de ejecutados que se daban diariamente. La opinión de expertos y del propio gobierno siempre fue que el número de homicidios y ejecutados en el país era una clara evidencia de la violencia que azotaba al país. A continuación se presenta el seguimiento de los principales delitos que han ocurrido en el país de 1997 a una estimación del 2013: homicidios dolosos y la variante denominada ejecutados (Gráfica 1); extorsiones y secuestros (gráfica 2) y robos de vehículos (gráfica 3). También se muestra un cuadro donde se presentan el número de delitos para estas mismas categorías a través de tres periodos de tiempo: 2006, 2012 y el estimado para 2013 con sus respectivas tasas de crecimiento promedio anual para el sexenio de Calderón. Los datos muestran un crecimiento inusitado en el periodo del Presidente Calderón sobre todo en el número de ejecutados con una tasa promedio anual de 80% de crecimiento, lo que llevó a que pasaran de 2,120 en el 2006 a 12,284 en el 2013 en todo el país. Comparado con otros delitos, este fue el delito que por mucho más creció durante la administración del presidente Calderón. Las extorsiones tuvieron un crecimiento anual de 22% pasaron de 3,157 en el 2006 a 7,272 al finalizar su sexenio en el 2012 de reportes anuales; los homicidios violentos en un 14% de 11,806 homicidios que se dieron durante 2006 a 21,728 homicidios en el 2012, los secuestros 13% al pasar de 733 en el último año del Vicente Fox a 1,317 en el 2012 y el robo de vehículos 7%, de robarse 146,806 unidades a 208,802 en el 2013.

Gráfica # 1 Número de homicidios y ejecutados en el país. Homicidios dolosos SNSP

25,000

20,000

Gráfica # 2 Número de secuestros y extorsiones en el país. 10,000

8,000 Extorsión

15,000

Ejecutados Milenio

10,000

6,000

4,000 Ejecutados Reforma

5,000

2,000

0

0

Gráfica # 3 Número de robos de vehículos en el país. 200,000

150,000

100,000

50,000

2013 estimado

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

2002

2001

2000

1999

1998

1997

0

2012

2013 estimado

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

2002

2001

Cuadro 1 Comparativo de delitos en el país 2007-2013 Tipo de delito Homicidios Ejecutados Milenio Secuestros Extorsiones Robos de vehículos

250,000

2000

1999

1998

1997

2012

2013 estimado

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

2002

2001

2000

1999

1998

1997

Secuestros

Homicidios Ejecutados Milenio Secuestros Extorsiones Robos de vehículos

2006 2012 2013 estimado 11,806 21,728 18,765 2,120 12,284 11,106 733 1,317 1,568 3,157 7,272 8,033 146,806 208,802 191,002 Tasa de crecimiento 2012-2006 Promedio anual 2013-2012 14 -14 80 -10 13 19 22 10 7 -9

Fuente: Periódico Reforma, Milenio y Sistema Nacional de Seguridad Pública. La categoría de ejecutados fue creada especialmente por la cantidad de homicidios que se comenzaron a dar y presentaban una violencia extrema por la forma en la que eran asesinados y se les relacionaba con el crimen organizado. El tema de ejecutados estuvo presente durante toda la administración del Presidente Calderón y fue visto como un indicador de la inseguridad y la violencia que se estaba dando en el país. El que el gobierno de Calderón haya centrado su política de comunicación en torno a su lucha contra el crimen organizado provino del fuerte incremento en el número de ejecutados y en la violencia que se daba alrededor de este crimen. De ahí que delito se volvió el dato a seguir tanto por los medios de comunicación como por el propio gobierno. De hecho, el Secretario de Gobierno y el Presidente Peña Nieto continuamente declaran que una prueba de que la inseguridad en el país está disminuyendo es la caída en la incidencia de homicidios. Para las nuevas autoridades la inseguridad viene a la baja ya que el número de homicidios se espera que descienda en un 14% durante el 2013 si se compara con el 2012 y el robo de vehículos se tiene estimado que caiga 9%. Consideran que la caída en estos indicadores es una prueba fehaciente de que su estrategia es la correcta.

Aunque el número de secuestros y extorsiones se ha incrementado durante este año, consideran que no es un factor importante por el bajo número de casos en secuestros, según las cifras estimadas serán cerca de 1,500 secuestros y aunque es mayor el número de extorsiones ocho mil, muchas de ellas son intentos de extorsión y comparado con el número de homicidios sigue estando por muy por debajo. Sin embargo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía presentó los datos de Victimización basados en la Encuesta de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2013, que pregunta sobre los delitos ocurridos a la población durante el 2012. Dentro de sus datos aportados destaca que durante marzo y abril el incremento en la percepción de inseguridad había crecido (gráfica #4) cuando en estas fechas el gobierno comunicaba con satisfacción una baja del 20% en el número de homicidios reportados. El cuadro 2 estima el número de personas que sufrieron durante 2012 algún tipo de delito de acuerdo a los porcentajes dados a conocer por la encuesta. La encuesta de victimización del INEGI no reporta si la extorsión que sufrieron los ciudadanos solo fue un intento o efectivamente se cumplió. Gráfica #4 Percepción de Inseguridad 20112013

72.3 69.5

Cuadro #2 Número de personas que sufrieron un tipo de delito en 2012. 2012 Homicidio 25,583 Secuestro 105,682 Extorsión 5,994,034 Robo vehículos 622,462

66.6

2011

2012

2013

Fuente: Inegi Si bien no son comparables los datos recogidos por una encuesta a los denunciados por autoridades ya que una se basa en denuncias presentadas ante la autoridad y la otra parte de una encuesta donde no se corrobora plenamente el hecho sino que solamente se confía en la palabra de la persona entrevistada. Los datos reales de los de la encuesta difieren sustancialmente sobre todo en el número de personas que presentaron una denuncia por extorsión de aquellas que en la encuesta recibieron “amenazas, presiones o engaños para exigirle dinero o bienes o para que hiciera algo o dejara de hacerlo (extorsión)”. Si bien los datos del Sistema Nacional de Seguridad pública da a conocer que 7,272 fueron extorsionadas en el 2012 mientras que los datos de la encuesta del ENVIPE muestra que casi 6 millones de personas mencionaron que durante 2012 sufrieron de un intento o una extorsión. El cuadro 3 muestra para una tasa de cada cien mil habitantes, el tipo de delito para los años de 2006, 2012 y el estimado para 2013 según el SNSP y los datos reportados por el INEGI. Los datos

son muy diferentes para los casos de extorsión, robo de vehículos y de secuestros y similares solamente para el de homicidios. Cuadro 3 Comparativo entre los datos reportados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública y la encuesta de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública realizada por el INEGI

Delitos por cada 100 mil habitantes Relación 2006 2012 2013 estimado INEGI 2012 INEGI/ SNSP 2012 Homicidios 11.3 18.6 15.8 21.9 1.2 Secuestros 0.7 1.1 1.3 90.3 80.2 Extorsiones 3.0 6.2 6.8 5,120.8 824.3 Robos de vehículos 140.0 178.4 161.3 531.8 3.0 Fuente: SNSP, INEGI y CONAPO ¿Existe una relación entre relación entre la realidad y la percepción? La encuesta solamente toma en cuenta la opinión de la población sin dudar de su palabra por lo que no se sabe si en realidad el delito fue cometido o no. De igual manera, los datos del SNSP solo presentan denuncias hechas por la población sin saber si en realidad es el número real de delitos ocurridos en el país, es decir solamente dice cuántos delitos se cometieron no cuantos ocurrieron. Solamente habla de que fueron denunciados en 2012, 1.1 secuestros por cada cien mil habitantes. Pero sí confiamos en los datos de la encuesta diría que el número asciende a 90.3 personas por cada cien mil habitantes que dicen haber sido secuestradas. Es decir, existe una relación de 80 personas más en la encuesta ENVIPE que en las reportadas por el SNSP Los datos son más duros para extorsiones que el SNSP denuncia 6.8 personas por cada cien mil habitantes que denunciaron que fueron extorsionadas mientras que con los datos de la ENVIPE se habla de casi 6 mil personas por cada cien mil habitantes que dijeron haber sido extorsionadas (pero no se sabe si solo fue intento o no) durante 2012, aquí la relación es exageradamente alta de 824 personas que contestaron si en la encuesta con respecto a los datos del SNSP. Una relación menor existe en el robo de vehículos ya que aquí los datos denunciados por el SNSP muestran que existió una relación de 161 personas por cada cien mil habitantes que denunciaron el robo de un vehículo para 2012 mientras que la encuesta muestra que existió una relación de 532 personas por cada cien mil habitantes que contestaron en la encuesta que sufrieron el robo de un vehículo, es decir, aquí solamente hay una relación de 3 veces más respuestas afirmativas en la encuesta que en los datos del SNSP. La relación baja aún más en el caso de homicidios donde en 2012 el SNSP reportó que hubo 18.6 homicidios por cada cien mil habitantes, mientras que la encuesta reporta 21.9 asesinatos por cada cien mil personas, es decir, una tasa solamente de 1.2 entre la encuesta y los datos reportados por el SNSP, es decir, prácticamente los mismos. ¿Por qué la relación entre los datos reportados por la ENVIPE y los del SNSP disminuyen tan drásticamente para ciertos delitos? La respuesta puede ser que el homicidio y el robo de vehículos

no es tan fácil ocultarlo, ya que los coches presentan un seguro que es cubierto solamente si presentas la denuncia de robo y en el homicidio tampoco es fácil de inventar. Pero los datos de extorsión, donde no sabes si solo fue un intento o no puede presentar mucha variación, sobretodo en el tiempo ya que si la gente solo recuerda el intento incluso puede confundir el año en el que ocurrió. Pero en cuanto al secuestro es más difícil que la gente no recuerde exactamente el evento, pero existe una fuerte diferencia entre los datos presentados por el SNSP y los del INEGI. ¿Por qué un altísimo porcentaje de la gente no denunciaría el secuestro? Probablemente haya un porcentaje de la población estime que no tiene confianza en la policía por lo que se abstengan de denunciar este delito, pero no podremos estimar el dato exacto de cuál es realmente el número de delitos ni con las denuncias presentadas ni con la encuesta de ENVIPE. El problema es de percepción, el gobierno se ha enfrascado en adoptar políticas que sirvan para combatir el número de homicidios en el país porque consideran que es un indicador suficiente y racional que afecta la inseguridad ya sea porque según sus datos es un delito que tiene un nivel de ocurrencia 16 veces más que un secuestro y 3 veces más que una extorsión y de ahí que continuamente se estén refiriendo a la baja en el número de homicidios como indicador de sus logros en materia de seguridad dejando de lado los secuestros y extorsiones. Pero ¿qué políticas públicas instrumentarían sí en realidad los delitos que más lesionan a la población son el secuestro y la extorsión más que los homicidios y el mayor nivel de ocurrencia el de los homicidios sino que los secuestros y extorsiones? y precisamente las estimaciones que muestran un incremento de los propios datos del SNSP de que el número de secuestros y extorsiones están aumentando en el 2013 y por eso la percepción de la población de que la inseguridad ha aumentado en 2013 comparado con 2012 comparado con los datos de que los homicidios van a la baja. Si efectivamente a la población lo que más lastima es el secuestro y extorsiones y es lo que más subestima el gobierno, el gobierno estaría dejando de lado instrumentar políticas en contra de los verdaderos delitos que lastiman a la población ya que sería falso que los homicidios en México tienen una incidencia 16 veces más que un secuestro sino que los secuestros ocurren cuatro veces más que en homicidio. Conclusión. Aunque no se pueden comparar los datos del SNSP con los de la ENVIPE, y no se puede saber en realidad el número de delitos que ocurren en México, los datos de la encuesta levantada por el INEGI nos hablan de una realidad totalmente diferente a la que la autoridad está planteando para combatir la inseguridad en el país. El gobierno debe tomar acciones inmediatamente en contra del secuestro y la extorsión y dejar de lado los números de homicidios como referente para mostrar el éxito de sus políticas en torno a la seguridad de los ciudadanos.