El hombre debiera haber aprendido de la

“Este barco no lo hunde ni Dios” Editorial El hombre debiera haber aprendido de la historia - desde la bíblica Torre de Babel, las caídas de los an

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“Este barco no lo hunde ni Dios”

Editorial

El hombre debiera haber aprendido de la

historia - desde la bíblica Torre de Babel, las caídas de los antiguos y nuevos imperios o el mito de Prometeo, hasta las torres gemelas de Nueva York, y por un elemental sentido común, a no escupir insolencias al cielo y reconocer que la última palabra no la tiene el hombre, que él es hombre y no Dios. ¡Grandes imperios cayeron! y gigantes legendarios y modernos con los pies de barro.

Cuando los vapores de la arrogancia nublan la inteligencia y el hombre neciamente se endiosa y dispone a su antojo de vidas y pueblos, la caída de su imperio está cerca. Mario M

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SUMARIO 3 Editorial Mario Melgosa

5 Hermano buey, hermana mula Enrique Ordiales 8 El “Día del amor” Clemente Sobrado

10 Niños hiperactivos Esther Marín 12 Año de la Fe (4) Benedicto XVI 14 Breves...

16 Celebrar es más Sanxao 17 Dios en la crisis Mario Melgosa

21 Cultura de la vida... Jesús Prieto

22 Cien momentos de soledad Gema Sáez

24 Viñetas pasionistas Zenón Urigüen

25 Un año nuevo Mari Jose Laña

26 Dejad que los niños... Pedro Mª Zalbide

28 Encuentro europeo en Taizé J. Sáenz de Buruaga

30 Galicia Rosendo Díaz

32 Euskera Joxemari Arzalluz 33 Martzel Andrinua 34 Virutas

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Ecología humana y sanación del hombre

o es decir algo nuevo que los ambientes sanos o insanos, las comidas, el agua que ingerimos, los ruidos que martillean nuestros oídos, el clima... nos van configurando. Somos seres interrelacionados. La salud de nuestro planeta y la nuestra están interrelacionadas.

Un buen diagnóstico prevé muchos males. La salud requiere vigilancia: “si hubiéramos cogido a tiempo ese tumor”; “cuide ese catarro”; “tome esta pastilla para el corazón”, “vigile el colesterol...” Detrás de una sintomatología leve, puede ir creciéndonos una enfermedad grave.

Los antiguos decían “mens sana in córpore sano”, y los galenos lo apoyaban con la “teoría de los humores”. Sabido es que el mal-humor puede crearnos una úlcera; y una úlcera, un mal-humor; el alcohol puede ponernos a cuatro patas y un vaso de buen vino rescatar nuestra alegría. Nos entendemos, ¿verdad?

Al hombre se le ha encomendado el cuidado de la tierra para su disfrute y alimento. Descuidar o dañar la tierra es dañarse a sí mismo. Y como dice el refrán, “médico, cuídate a ti mismo”, empecemos el discurso de JPIC (Justicia, Paz e Integridad de la Creación) por la ecología humana. Conviene decirlo más fuerte.

Sentado que el “hábitat” es decisivo para el

crecimiento de los seres humanos, ahora me vengo a hablar de ecología humana con el horizonte de la cuaresma. Digo mal, la cuaresma no 7 3

Editorial 7

es un horizonte; el horizonte es la pascua: un mundo feliz. La cuaresma es camino de recuperación del hombre, de la salud, de la sabiduría, de la calidad de vida. Esto ya no es tan fácil de entender, ¿verdad?

Cuando hablaba con un compañero empedernido por defender –a lo san Francisco- las florecillas del campo y el agua cristalina de los arroyos y al hermano lobo, yo le decía que sí, que muy bien, pero que no se olvidara de poner las cosas en orden, en su sitio: el hombre está en el centro, al principio y al fin del discurso ecológico. Recuperemos al hombre íntegro, libre, amante.

La cuaresma es un camino de resurrección del hombre nuevo hacia el horizonte de una tierra y cielos nuevos.

Mario Melgosa

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Con hombres así, recuperados y sanados, no habrá maltratadores de la creación, de nada ni de nadie, y puedo creer en la verdad del discurso ecologista y su eficacia: recupera la creación dañada, la vegetación de los desiertos, denuncia y lucha contra la deforestación de la tierra, la contaminación… Lo transcribo aquí en la recuperación del hombre, y en lenguaje del “franciscanismo”, y lo pongo en clima de oración al Creador, porque es demasiada tarea para que el hombre la aguante: “El espíritu está pronto, pero la carne es flaca”: Señor, hazme un instrumento de tu Paz. Donde haya odio, que lleve yo el Amor. Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón. Donde haya discordia, que lleve yo la Unión. Donde haya duda, que lleve yo la Fe. Donde haya error, que lleve yo la Verdad. Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría. Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz. Maestro, que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar; ser comprendido, sino comprender; ser amado, como amar. Porque es dando, que se recibe; perdonando, que se es perdonado; muriendo, que se resucita a la Vida Eterna.

Hermano buey, hermana mula

S

e acabaron las fiestas. ¿Qué poso ha dejado la Navidad en nosotros? ¿La hemos reducido a un intercambio de felicitaciones, a juntarnos en familia alrededor de una mesa bien pertrechada, -y cuando mucho- a ir a la misa de gallo y a cantar algún que otro nostálgico villancico? Supongo que algo de esto habremos hecho todos, pero lo importante es que el Espíritu de la Navidad se quede con nosotros todo el resto del año. No sirve de nada, o de muy poco, el juntarnos a comer un día en familia, si luego nos olvidamos de ella hasta el año próximo. Y ese Espíritu, con mayúsculas, de la Navidad no es ni el champán ni el turrón, ni el buey ni la mula, sino el propio Dios que se ha hecho hombre en las entrañas de María, para que todos los hombres accedamos a su “imagen y semejanza”.

OTRA VEZ SE LES VIO EL PLUMERO

La afirmación que Benedicto XVI hacía

en su último libro, “LA INFANCIA DE JESÚS”, negando, supuestamente, la presencia del buey y la mula en el portal de Belén, ha escandalizado a no pocos periodistas y conmocionado a bastante gente sencilla. A mí no me ha sorprendido lo del escándalo. Hace tiempo que sospecho que en algunas facultades de periodismo se utiliza una fina capa de pintura cultural y un grueso brochazo de cultura religiosa, para ocultar los “agujeros negros” de nuestra sabiduría. Pero no se trata solo de igno-

Enrique Ordiales

rancia teológica, religiosa o cultural; hay además un trasfondo laico, en el sentido antirreligioso, una animadversión contra la religión, a la que parecen estar esperando dar la puntilla en cuanto puedan. La reacción ha sido superficial, porque a poco que hubiesen acudido a los evangelios se hubieran dado cuenta de que el Papa no decía nada extraordinario ni nuevo. Los cristianos hemos leído cientos de veces los textos del nacimiento de Jesús, y nunca se ha hablado en ellos del buey ni de la mula. Benedicto XVI no contradice los textos, se limita a afirmar que “en el evangelio no se habla en este caso de animales”.

REACCIÓN SENSACIONALISTA

Si el propio Papa duda de la presencia

del buey y la mula, que son seres tan tangibles y conocidos, ¿no habrá que dudar de todo lo demás?: la concepción virginal, los Reyes Magos, la estrella de Belén, la matanza de los inocentes, la huida a Egipto e, incluso, quién sabe, el propio nacimiento de Jesús. Esta es la puntilla de la que hablaba. En una sociedad moderna, científica, sobran todos esos mitos religiosos. El hombre ya no necesita de Dios. Sensacionalista, triste y equivocada conclusión. ¿Qué sería de la humanidad sin todos esos millones de personas que creen en un DiosAmor? ¿Qué sería de esos millones de personas, pobres, enfermos, explotados, 5

etc. que encuentran en los misioneros, religiosos, parroquias y hombres de bien, acogida, compañía, consuelo y los bienes elementales para poder sobrevivir? ¿Qué sería de la enseñanza, la sanidad, la cooperación al desarrollo, la lucha contra las injusticias, la exclusión y la explotación?

UN LIBRO CULTO Y RESPETUOSO, QUE NOS ENSEÑA A “VER”

El Libro de la Infancia es el tercero que

ha escrito el Papa sobre Jesús. El primero se tituló simplemente “JESÚS DE NAZARET” y el segundo “JESÚS DE NAZARET. DESDE LA ENTRADA EN JERUSALÉN HASTA LA RESURRECCIÓN”. Los tres se han editado poniendo como autor a “Joseph Ratzinger, Benedicto XVI”. Aunque ambos son indivisibles, entiendo que es más del primero que del segundo, pues ya en el primer tomo adelantó que se trata de “su búsqueda personal del rostro del Señor”. Incluso reconoce con una buena dosis de humildad que “cada uno es libre de contradecirle”.

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os textos evangélicos sobre la infancia de Jesús son tardíos y parcos. Marcos, el texto más antiguo, ignora la infancia de Jesús, y Juan, el último y el más elaborado teológicamente, en su prólogo, sustituye toda la infancia por una simple, pero maravillosa frase, que recoge lo esencial de nuestra fe: «La Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros» (Jn 1,14). Mateo y Lucas, en contextos y culturas diferentes, son los que intentan completar, cada uno por su cuenta, la vida del Señor añadiendo dos versiones diferentes de su nacimiento. 6

Mateo escribe para judíos y se preocupa de su genealogía y su vinculación con las promesas del Mesías, entre otras la de la adoración de los magos cargados de regalos, que enraíza con textos del Antiguo Testamento hablando de reyes y riquezas: «Los reyes de Tarsis y las islas traerán consigo tributo… /…Ante él se postrarán los reyes, le servirán todas las naciones» (Salmo 72, 10). Lucas, más cercano a María, escribe para griegos y “gentiles”, narrando la anunciación, la visitación y el nacimiento, sustituyendo a los reyes por sencillos pastores, que fueron los primeros misioneros que conocemos.

DIFERENCIAS Y COINCIDENCIAS

Lo importante no son las diferencias de-

bidas a su entorno, sino las coincidencias: la concepción virginal, José y María, el nacimiento en Belén rodeado de signos maravillosos, y la infancia en Nazaret. Estas coincidencias, junto con la escueta frase de Juan, constituyen lo esencial del acontecimiento. Respetando esto, cada uno es muy libre de creer en reyes magos, en bueyes y en mulas, como ha hecho, por cierto, la tradición popular desde los primeros siglos.

A esta tradición popular debemos toda esa imaginería de los “nacimientos”. El teólogo y biblista Rafael Aguirre escribía en diciembre pasado que los albergues donde pernoctaban los viajeros estaban situados en la primera planta, y que estando llena ésta, probablemente, María dio a luz en la planta baja donde

estaban los establos, envolvió al niño en pañales y lo acostó en un pesebre. (Lc 2,7). No dice nada de animales, pero es muy probable que allí los hubiese, como ha recogido la tradición popular. Es probable también, que a la primera oportunidad que tuvieran lo trasladaran al albergue o a alguna casa. Los magos, en el texto de Mateo, «entraron en la casa; vieron al Niño con María su madre y, postrándose, le adoraron». (Mt 2,11)

LAS FIGURAS DICEN, HABLAN

San Agustín,

citado por Ratzinger, va más allá y vincula el pesebre, lugar donde se pone el alimento, con la eucaristía: Cristo es el alimento que da al hombre la vida verdadera. Más tarde, los Padres de la Iglesia encargados de transmitir los evangelios a las generaciones venideras, se hicieron eco de las palabras del profeta Isaías: «El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño» (Is 1,3). En este texto se inspiró la tradición cristiana para introducir, junto al pesebre de Jesús, el buey y la mula, capaces de reconocer quien era el verdadero y único Señor.

Ya en el siglo IV podemos ver en algunas orlas orientales al buey y la mula acompañando a Jesús, pero fue sobre todo san Francisco de Asís quien los popularizó en el siglo XIII con el primer “nacimiento” conocido. Por él, y por su cántico de las criaturas, he elegido el título de este comentario.

La Navidad no es un cuento para niños,

sino la expresión, (el Verbo o la Palabra)

hecha carne, del amor de Dios por la humanidad. Revestir esa realidad con elementos ajenos a los textos, pero imaginados con cariño y admiración, ha ayudado a sucesivas generaciones de creyentes a comprender lo que llamamos “Misterio”. El misterio se dice mejor con figuras, que con el lenguaje abstracto.

No tengo espacio para comentar otras reacciones de los medios a otras afirmaciones que el Papa ha hecho en su libro, especialmente sobre la estrella y los magos. Son decenas de titulares los que han recogido, errónea y superficialmente, que el Papa ha dicho ahora que los reyes eran andaluces, porque venían de Tartesos. Benedicto XVI lo que hace es comentar cómo algunos eruditos han relacionado a los magos con los diferentes textos sobre Tarsis y las Islas, de los que he citado uno más arriba. Tanto Tarsis como las Islas, son lugares de localización incierta; probablemente hacen referencia a los confines del mundo y, por lo tanto, a toda la humanidad. --------::::::::::::--------

Sería, también, superficial por mi parte

quedarme en la anécdota y pensar que todos los periodistas son superficiales. Aunque, como he dicho, tengo la impresión de que la superficialidad de algunos medios no es del todo inocente. Probablemente les moleste la presencia del Emmanuel, Dios-con-nosotros, entre nosotros. Él es la estrella que nos guía, el verdadero y único protagonista del “Belén” y, como decía en diciembre, del “gordo de Navidad”. 7

El “Día del amor” Y

o no sé cómo se celebrará la Festividad de san Valentín en otras partes. Aquí en el Perú, es un día que va por todo lo alto. ¿Se imaginan que es nada menos que día “no laborable”, al menos para los servidores públicos?

Confieso conocer muy poco de su vida, pero aquí es el “Día de los enamorados”, “el Día del amor”. Y creo que en adelante tendremos que darle también un título nuevo: “Tiempo de los suicidios”, porque en torno a la festividad de san Valentín, los suicidios amorosos se multiplican. Eso de los “suicidios” aquí es un tema casi de cada día. Pero que, con motivo de san Valentín se multiplican hasta el punto de que los periódicos le dedican páginas y los psiquiatras toda una serie de declaraciones.

¿POR QUÉ LA ACTUALIDAD DEL SUICIDIO?

No puedo generalizar. Tendré que ha-

blar desde este pedacito de tierra tan lindo que es el Perú, pero que cada día se ve manchado con ese “no a la vida”, con el que cada día amanecemos. 8

No dispongo de las estadísticas del

pasado; pero sí soy testigo de las realidades de hoy. Diera la impresión de que estamos asistiendo a esa nueva cultura de la muerte, porque cada año son muchos los que se quitan la vida por diferentes medios. Y el caso es que el fenómeno se está dando en todas las clases sociales, pobres, clases medias y clases altas. Asistimos a un fenómeno de “pérdida del sentido de la vida”. O, como escribía hace tiempo un psiquiatra, a ese vacío existencial, a esa carencia de valores que ante los problemas aparece y despierta en nosotros, esa figura existencial de “El Ser y la Nada”, o “La náusea”.

La verdad es que no sé hasta dónde esa publicidad de muertos, de asesinatos, la vida va perdiendo sentido, va perdiendo ese valor esencial y se está convirtiendo en una “noticia más”. O como alguien escribió, “el único instinto verdadero que tiene el hombre es el de la vida”, y lo estamos perdiendo. Porque no negaremos que también nosotros escuchamos las noticias de los muertos o asesinatos ya como simples noticias que no suelen impactar demasiado nuestra sensibilidad, salvo que el ruido de la bomba nos suene demasiado cerca de las orejas. Pero que eso sea en Siria o en Egipto o en Libia o en Irak, eso queda muy lejos y no nos afecta.

Clemente Sobrado - Lima

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LA CARENCIA DEL OTRO

or otra parte, los entendidos hablan de que uno de los motivos de los suicidios suele ser, con mucha frecuencia, los fracasos amorosos. De ahí que el día de san Valentín aumente el número de los suicidios. Las estadísticas nos hablan, al menos aquí, de que la mayoría de los mismos se da entre los dieciocho y veintiocho años y entre enamorados.

El fracaso amoroso nos deja como sin piso. Y la vida, sin el otro que nos ha dejado, carece ya de sentido. Esto puede tener dos lecturas. Por una parte, lo necesarios que somos los unos para los otros. Que no somos “Yo” sin la existencia de un “Tú”. Y por otra, el amor como dependencia del otro, hasta el punto de que su pérdida nos encierra en una soledad y carencia sin sentido.

Es cierto que estamos llamados a “convivir con los demás” y que la “soledad” termina ahogándonos, cuando ésta es obligada. Y peor todavía, cuando este abandono del “otro”, es por otra persona, porque entonces nos entra esa especie de psicosis de nuestra pérdida de autoestima, de nuestra falta de valía y de nuestra nulidad.

Para mí, el suicidio siempre ha sido un tremendo misterio. Y siento que el que se suicida ha tenido que llegar a un

estado de ánimo de un total vacío y total carencia del sentido de la vida. A una carencia de razones para vivir. A una falta de motivos para seguir luchando. Y es por ello que siempre me he reservado el juicio sobre los que se suicidan. Tal vez porque nunca hemos pasado por esos estados de vacío existencial.

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LOS FALLOS DEL AMOR

ero, cuando la razón es la pérdida del enamorado o enamorada, surge otra duda, no menos importante. ¿Qué entendemos por amor? Privarme de la vida porque ella o él me ha dejado significa que, más que un verdadero amor, se trata de un amor necesidad, “sin ti no soy nada”.

Y entonces convertimos el amor, no en esa actitud de generosidad y oblatividad al otro, sino en la expresión de nuestros deseos, de nuestras pobrezas, de nuestras carencias. Estamos de acuerdo en el hecho doloroso del abandono de la persona amada. Pero hasta el punto de renunciar a nuestra propia vida, nos hace sospechar de lo pobre y enfermizo de nuestro amor. La Madre Teresa decía que la gran enfermedad de nuestra época es “sentir que no soy nadie para alguien”. Tal vez tendríamos que aplicar esto al suicidio amoroso. “He dejado de ser alguien para ti” y mi vida carece ya de sentido seguir viviéndola sin ti. 9

os niños hiperactivos son niños extremadamente inquietos y con una llamativa falta de atención. El porcentaje de niños con este problema se estima entre el 3 y el 5%, en los niños de edad escolar, siendo seis veces más frecuente en los varones. Un alto porcentaje de los niños con este trastorno tienen dificultades en el aprendizaje, y si no son tratados adecuadamente abandonarán los estudios en la adolescencia. Casi la mitad de ellos tienen problemas de ansiedad, rabietas, miedos, depresión, baja autoestima y todo tipo de trastornos de conducta. La sintomatología mejora con la edad, pero en algunos casos los síntomas persisten en la edad adulta.

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E

CAUSAS

ntre las causas de la hiperactividad está una producción deficiente de neurotransmisores, que son unas sustancias químicas que producen las células nerviosas (neuronas) y que facilitan que la comunicación entre ellas sea óptima. En los niños con TDAH (hiperactividad) hay una producción irregular de dos neurotransmisores: la dopamina y la noradrenalina. La medicación que se les da como tratamiento tiene como finalidad regularizar la producción de esos neurotransmisores.

CONSECUENCIAS

Estos niños no duermen bien y son lloro-

nes, desde pequeños son muy espabilados parecen muy inteligentes suelen hablar mucho y con desparpajo y aparentemente su desarrollo es normal…. A menudo son niños insoportables a los que no podemos llevar a ningún lado, agotan a todo el mundo, desquician a la familia y no paran quietos ni un minuto. Cuando empiezan su etapa escolar comienzan los fracasos. Sus maestros se dan cuenta de que no prestan la más mí10

Niños hiperactivos -TDAH nima atención, y son como un torbellino en las aulas. Son niños que no tienen freno, indiscretos y molestos. Este comportamiento continuamente descontrolado provoca desconfianza e irritación en padres y maestros y el rechazo de hermanos y compañeros, lo que muchas veces les convierte en niños aislados y solitarios. A nivel familiar son el centro de todas las discusiones, y los padres en muchas ocasiones no saben cómo actuar con ellos. Son niños de humor muy variable; pueden pasar de la risa al llanto en segundos, muy explosivos con muchas rabietas, tienen fuertes sentimientos de frustración, una y otra vez insisten en que sus peticiones sean atendidas; su forma de actuar les crea problemas de relación con los compañeros y algunos pueden presentar enuresis (orinarse a las noches). Hay que hacer con ellos un ejercicio de paciencia y saber que aunque el trastorno es muy acusado en la infancia va mejorando con la edad. Cinco de cada diez niños tienen este problema y, por desgracia, la mayoría no son diagnosticados ni tratados y pasan por niños mal educados, torpes o consentidos; se les marca como niños con problemas de conducta o niños difíciles, cuando lo que necesitan es un tratamiento especial y un diagnóstico adecuado que ayude a padres y maestros a entender su comportamiento y a los propios niños a no culpabilizarse por su falta de control.

TRATAMIENTO

El diagnóstico y el tratamiento han de ser

multidisciplinares: psicólogo, psiquiatra o neurólogo, padres y maestros son necesarios para afrontar este trastorno. El tratamiento farmacológico es personalizado y se adapta a las particularidades de cada niño. Habitualmente suele ser administrado durante los días en que el niño va al colegio, y se descansa los fines de semana.

El tratamiento farmacológico por sí solo no lo arregla todo, pero nos ayuda muchísimo para realizar un adecuado programa de terapia psicológica donde conseguir la reeducacion y la disminución de la hiperactividad, modificando conductas impulsivas e incrementando la atención.

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En el tratamiento psicopedagógico tanto la familia como el profesorado tienen un papel importante: LA FAMILIA tiene que tener normas claras y bien definidas. El ambiente en casa tiene que ser ordenado sin gritos; las órdenes que le demos al niño tienen que ser cortas y de una en una; trabajar por aumentar su autoestima reconociendo el esfuerzo que el niño realiza; no caer en la superprotección ni dejarse manipular por ellos; cumplir siempre los castigos y las recompensas por sus acciones; darles pequeñas responsabilidades; fomentar sus puntos fuertes; aceptarle tal como es. EL PROFESORADO tiene que facilitar que el niño se siente en el aula -lejos de estímulos- entre niños tranquilos; establecer contacto visual con el niño y darle órdenes simples y breves; no permitir que

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Esther Marín [email protected]

deje cosas a medio hacer ni mandar una nueva tarea hasta que la otra no esté acabada. No podemos exigirle todo a la vez, cada tarea hay que descomponerla en pequeñas tareas y felicitarle por hacerlas. Si le pedimos todo a la vez se desmotivará y no hará nada. Alternar tareas en las que tenga que estar sentado, con alguna que le permita levantarse y moverse un poco. Enseñarle y obligarle a mantener en orden su mesa. Darle ánimos continuamente ante los logros que realice (una sonrisa, una palmadita en el hombro). Reforzar con privilegios de clase o con reconocimiento público sus logros; evitar humillarle y no insistir siempre en lo que hace mal.

El tratamiento terapéutico tiene la finalidad de orientar a los padres acerca del trastorno que padece su hijo; enseñar pautas de conducta y actuación a los padres con su hijo; reeducar las dificultades de aprendizaje asociadas al trastorno, entrenando al niño en la resolución de problemas y en habilidades sociales, puesto que suele presentar problemas de relación con los demás; entrenar al niño y a los padres en técnicas de relajación. Estos niños necesitan que seamos conscientes de sus dificultades, de sus limitaciones. Hay que saber que el trabajo es mucho y que se necesita mucha constancia. Existe una asociación que puede orientar y poner en contacto a las distintas familias, que de esta forma se sienten más comprendidas y escuchadas y, desde luego, menos solas...

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(1) Introducción al Año de la Fe. 17 de octubre (2) ¿Qué es la fe? 24 de octubre (3) La fe en la Iglesia. 31 de octubre (4) El deseo de Dios. 7 de noviembre (5) Los caminos que conducen al conocimiento de Dios. 14 de noviembre (6) La razonabilidad de la fe en Dios. 21 noviembre (7) Cómo hablar de Dios. 28 de noviembre (8) Dios revela su designio de amor para el hombre. 5 de diciembre (9) Las etapas de la Revelación. 12 de diciembre (10) La Virgen María: Icono de la fe. 19 de diciem. (11) Fue concebido por obra del Esp.Santo. 2 de ene. (12) Se hizo hombre. 9 de enero

EL

DESEO DE

P

DIOS

ARA AMPLIOS SECTORES DE LA SOCIEDAD ÉL YA NO ES EL ESPERADO, EL DESEADO, SINO MÁS BIEN UNA REALIDAD QUE DEJA INDIFERENTE, ANTE LA CUAL NO SE DEBE SIQUIERA HACER EL ESFUERZO DE PRONUNCIARSE.

n realidad lo que definimos como «deE seo de Dios» no ha desaparecido del todo y se asoma también hoy, de muchas 12

2012

AÑO DE LA FE

maneras, al corazón del hombre. El deseo humano tiende siempre a determinados bienes concretos, a menudo de ningún modo espirituales, y sin embargo se encuentra ante el interrogante sobre qué es «el» bien, y por lo tanto ante algo que es distinto de sí mismo, que el hombre no puede construir, pero que está llamado a reconocer. >¿Qué puede saciar verdaderamente el deseo del hombre?

L

A EXPERIENCIA HUMANA DEL AMOR TIENE EN SÍ UN DINAMISMO QUE REMITE MÁS ALLÁ DE UNO MISMO; ES EXPERIENCIA DE UN BIEN QUE LLEVA A SALIR DE SÍ Y A ENCONTRASE ANTE EL MISTERIO QUE ENVUELVE TODA LA EXISTENCIA

A través del amor, el hombre y la mujer

experimentan de manera nueva, el uno gracias al otro, la grandeza y la belleza de la vida y de lo real. Si lo que experimento no es una >simple ilusión, >si de verdad quiero el bien del otro como camino también hacia mi bien, entonces debo estar dispuesto a >des-centrarme, a ponerme a su servicio, hasta renunciar a mí mismo. La respuesta a la cuestión sobre el sentido de la experiencia del amor pasa por lo tanto a través de la purificación y la sanación de lo que quiero, requerida por el bien mismo que se quiere para el otro.

El éxtasis inicial se traduce así en peregrinación, «como camino permanente, como un salir del yo cerrado en sí mismo >hacia su liberación en la entrega de sí y, precisamente de este modo, >hacia el reencuentro consigo mismo, más aún, hacia el descubrimiento de Dios» (Enc.

EL

DESEO DE

2013

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DIOS

Deus caritas est, 6). Cuanto más auténtico

es el amor por el otro, más deja que se entreabra el interrogante sobre >su origen y >su destino, sobre la posibilidad que tiene de durar para siempre.

Se podrían hacer consideraciones análogas también a propósito de otras experiencias humanas, como la amistad, la experiencia de lo bello, el amor por el conocimiento: cada bien que experimenta el hombre tiende al misterio que envuelve al hombre mismo; cada deseo que se asoma al corazón humano se hace eco de un deseo fundamental que jamás se sacia plenamente.

Indudablemente, desde tal deseo profundo, que esconde también algo de enigmático, no se puede llegar directamente a la fe. El hombre, en definitiva, >conoce bien lo que no le sacia, >pero no puede imaginar o definir qué le haría experimentar esa felicidad cuya nostalgia lleva en el corazón. No se puede conocer a Dios sólo a partir del deseo del hombre. Desde este punto de vista el misterio permanece: el hombre es >buscador del Absoluto, un buscador de pasos pequeños e inciertos.

- POR UNA PEDAGOGÍA DEL DESEO -

Es

posible también en nuestra época, aparentemente tan refractaria a la dimensión trascendente, abrir un camino hacia el auténtico sentido religioso de la vida, que muestra cómo el don de la fe no es absurdo, no es irracional.

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SERÍA DE GRAN UTILIDAD PROMOVER UNA ESPECIE DE PEDAGOGÍA DEL DESEO QUE COMPRENDE AL MENOS DOS ASPECTOS

En primer lugar aprender o re-aprender >el gusto de las alegrías auténticas de la vida. No todas las satisfacciones producen en nosotros el mismo efecto: algunas dejan un rastro positivo, son capaces de pacificar el alma, nos hacen más activos y generosos. Otras, en cambio, tras la luz inicial, parecen decepcionar las expectativas que habían suscitado y entonces dejan a su paso amargura, insatisfacción o una sensación de vacío. Educar desde la tierna edad a saborear las alegrías verdaderas, en todos los ámbitos de la existencia -la familia, la amistad, la solidaridad con quien sufre, la renuncia al propio yo para servir al otro, el amor por el conocimiento, por el arte, por las bellezas de la naturaleza-, significa ejercitar el gusto interior y producir anticuerpos eficaces >contra la banalización y el aplanamiento hoy difundidos.

Igualmente los adultos necesitan >redescubrir estas alegrías, >desear realidades auténticas, purificándose de la mediocridad en la que pueden verse envueltos. Entonces será más fácil soltar cuanto, aun aparentemente atractivo, se revela en cambio insípido, fuente de acostumbramiento y no de libertad. Y ello dejará que surja ese deseo de Dios. 13

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Durante este AÑO DE LA FE, presentamos en REDENCIÓN un extracto de las catequesis sobre la Fe que Benedicto XVI va ofreciendo a la Iglesia todas las semanas, en la audiencia general de los miércoles. Los acompañamos de unos signos para ralentizar su lectura ante algunas palabras (>), y un subrayado ante algunas frases, para traerla a más reflexión. Pensamos que no estorbarán su lectura ni la harán más pesada. Dejamos aquí los títulos indicativos de las que nos ha ido dejando cada miércoles.

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E O QU ES L O I MON AT R I M L E

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Un segundo aspecto, que lleva el mismo paso del precedente, es no conformarse nunca con lo que se ha alcanzado. Precisamente las alegrías más verdaderas son capaces de liberar en nosotros >la sana inquietud que lleva a ser más exigentes -querer un bien más alto, más profundo- y a percibir cada vez con mayor claridad que nada finito puede colmar nuestro corazón. Aprenderemos así a tender, >desarmados, hacia ese bien >que no podemos construir o procurarnos con nuestras fuerzas, a no dejarnos desalentar por la fatiga o los obstáculos que vienen >de nuestro pecado.

EL DINAMISMO DEL DESEO ESTÁ

SIEMPRE ABIERTO A LA REDENCIÓN

También cuando éste se adentra >por

caminos desviados, >cuando sigue paraísos artificiales y >parece perder la capacidad de anhelar el verdadero bien. Incluso en el abismo del pecado no se apaga en el hombre esa chispa que le permite >reconocer el verdadero bien, >saborear y emprender así la remontada, a la que Dios, >con el don de su gracia, jamás priva de su ayuda. Todos necesitamos recorrer un camino de purificación y de sanación del deseo. Somos peregrinos hacia la patria celestial, hacia el bien pleno, eterno, que nada nos podrá ya arrancar. No se trata >de sofocar el deseo que existe en el corazón del hombre, sino de liberarlo, para que pueda alcanzar su verdadera altura. 14

ES

Lo

E

L GRAN RABINO DE FRANCIA, GILLES BERNHEIM, arremete contra el controvertido proyecto de ley sobre el matrimonio y la adopción por parte de parejas homosexuales. Lo ha hecho en un documento de veinticinco páginas enviado al presidente François Hollande, y al primer ministro, Jean-Marc Ayrault. «No hay coraje ni gloria en votar esta ley», escribe Bernheim, en su larga reflexión que lleva por título Matrimonio homosexual, paternidad y adopción entre personas del mismo sexo: aquello que se olvida decir.

Para

la máxima autoridad hebrea en Francia, «el matrimonio gay es un proyecto de ley basado más en los eslóganes que en los argumentos, y que se ajusta al ámbito de los bien pensantes por miedo a los anatemas. (...) Un gran número de nuestros conciudadanos entiende la reivindicación del matrimonio homosexual como un último paso en la lucha democrática contra la injusticia y la discriminación, en continuidad con la conducta en contra del racismo». Así, «en nombre de la igualdad, de la apertura de mente, de la modernidad, del buen pensamiento dominante, se nos pide que nos preguntemos sobre uno de los fundamentos de nuestra sociedad».

que verdaderamente constituye un problema es «el daño que causaría al conjunto de nuestra sociedad, en provecho sólo de una pequeña minoría, dado que serán confundidos irreversiblemente tres conceptos: las genealogías, al sustituir la parentalidad a la paternidad y la maternidad; el estatuto del niño; las identidades, ya que la sexualidad como dato natural de hecho estaría obligada a desaparecer frente a la orientación expresada por cada uno, en nombre de una lucha contra las desigualdades, erradicando las diferencias».

«El ser humano no se construye sin estructura, sin orden, sin estatuto, sin reglas; que la afirmación de la igualdad no implica nivelar las diferencias; que el poder de la técnica exige no olvidarse nunca de que el ser es un don, que la vida nos precede y tiene sus propias leyes».

El gran Rabino judío quiere «una sociedad en la que la modernidad ocupe su lugar, sin que sean negados los principios fundamentales de la ecología humana y familiar; una sociedad en la que la diversidad de las formas de ser, de vivir y de desear sean aceptadas como una posibilidad, pero sin reducirlo todo a un denominador que anule toda diferencia; una sociedad en la que las palabras padre, madre, esposos conserven su significado; una sociedad en la que los niños sean escuchados y ocupen todo el lugar que les corresponde, sin convertirse en objeto de posesión».

«Deseo una sociedad en la que todo lo que sucede de extraordinario en el encuentro entre un hombre y una mujer siga siendo instituido con un nombre preciso».

BREVES...

F

RANÇOIS H OLLANDE ha encontrado un hueso duro de roer en la sociedad civil francesa, que se resiste a la ingeniería social del matrimonio homosexual y lo demostró el domingo (13.1.2013) con multitudinarias manifestaciones en las principales ciudades del país. *** a de París congregó a 200.000 personas -contadas por una empresa especializada- que marcharon desde Denfer-Rocherau hasta los Inválidos, a las que se sumaron 27.000 en Lyon, 11.000 en Nantes, cerca de 10.000 en Marsella, cantidades similares en Burdeos o Toulouse... Y entre los participantes, mezcla de edades, religiones e incluso tendencias políticas, con destacadas personalidades de izquierdas como Laurence Tcheng sumándose a la oposición de las familias a su equiparación a efectos legales y de adopción con las uniones del mismo sexo. *** ntre las pancartas y camisetas más vistas en las calles de París se encontraban las que reivindican el derecho de todos los niños a tener un padre y una madre, y por tanto a que se excluya de la adopción a las parejas de gays o lesbianas. *** na de las presencias más notables en la manifestación de París fue la del líder gay Xavier Bongibault, cuya organización, Plus gays sans marriage (Más gays pero sin matrimonio) figuraba entre las convocantes. En las últimas semanas Bongibault ha multiplicado su presencia en los medios de comunicación, rompiendo la uniformidad del discurso del lobby gay. Entrevistado este sábado, afirmó: "Creemos que un niño necesita un padre y una madre para evolucionar correctamente". "Estamos secuestrados por una minoría de activistas sectarios que obligan a callar a la gran mayoría de homosexuales" -declaró a finales de septiembre a Le Figaro- "eso hace imposible pronunciarse contra el matrimonio y la adopción sin temor a ser tratado de reaccionario o de homófobo por los militantes LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales). ¡Lo cual, en mi caso, es paradójico!"

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E

U

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IDA C ULTURA Y V IDA

C E L E B R A R

(93)

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A

Dios en la crisis

Sanxao

Celebrar es más

menudo el pueblo plasma en su lenguaje expresiones más o menos conscientes que reflejan percepciones y experiencias que nos suelen hacer reflexionar. Son expresiones espontáneas, nada elaboradas y por ello muy significativas de sus vivencias. Me estoy refiriendo a tres verbos que suelen ir asociados a la Eucaristía: decir misa, hacer misa, echar misa. ¿Por qué estos verbos aplicados al sacramento culmen y corona de todos los demás? No se oye, por ejemplo: voy a decir mi cumpleaños, o voy a echar mis bodas de plata. Decimos que las palabras no son inocentes. Por eso a veces inspiran especial curiosidad y vale la pena buscar sus motivaciones, generalmente inconscientes.

Detrás de la expresión decir misa, ¿se esconderá la sensación de que se trata de un torrente

de palabras dichas casi en exclusiva por el celebrante al que asisten unos fieles que comparten prisa con el que preside y que por lo tanto la rapidez y la brevedad son criterios de evaluación? ¿Tiene algo que ver con el sacerdote una especie de ‘busto parlante’ que cumple con su cometido y se va a otra parte? Un breve espacio de silencio es capaz de certificar que sacerdote y fieles están orando, no solo diciendo.

Hacer misa. Así es. La confección de la Eucaristía es la acción cumbre del culto cristiano al que

preceden y siguen muchos otros actos en la acción pastoral. Pero no es sólo un conjunto de gestos, incluso materialmente bien hechos. Los inspira Jesús mismo con su ejemplo y con su Espíritu y no podemos ni imaginárnoslo sin concentrarse, lejos de cualquier rutina o costumbrismo, como quien cumple un rito sin poner en él toda su persona. Ahí están las oraciones privadas del sacerdote para ayudarle a decir y hacer lo más parecido a lo que ha realizado Jesús en la última cena con los suyos.

Lo de echar misa ya desborda. Pero, de rechazo, resulta un aviso para todos. Nos advierte del peligro de confundir este sacramento con una especie de pienso espiritual, dispensado para que lo pille quien quiera y pueda. Bien sabe Dios del esfuerzo de tantos sacerdotes que luchan por acercar la misa a creyentes que de otro modo quedarían privados de ella. Desconozco cuántas misas hay que celebrar cada domingo. Pero el lenguaje plástico del pueblo nos pone en guardia: no basta con decir, hacer y echar misa. Queremos celebrarla. Con infinito respeto: a la misa le puede acontecer como a la moneda, la inflación puede provocar devaluación. En el Año de la Fe, y por ello de la oración y la evangelización, nos va la vida en celebrar bien lo que proclamamos solemnemente como el sacramento de nuestra fe.

E

Mario M.

TiTANiC (aquel fatídico 13 de abril de 1912) me ha proyectado una ráfaga de luz para entender algo de la insensatez que nos ha hundido en la crisis y ha sembrado de tantas lágrimas, sobresaltos y destrucción vidas y familias.

l rECUErDo DEl HUNDimiENTo DEl

E

lA ARROGANCIA LAICISTA

l cáncer de la ambición, orgullosa y prepotente, puede incrustarse en cualquier organismo laico o religioso, como la polilla en la imagen de un santo y acabar con ella. me ha vuelto a la memoria el refrán castellano que me repetía mi madre: “La avaricia rompe el saco”; y aquel “para su mal le salieron alas a la hormiga”, que, hechizada por el fuego, quiso tocarlo, y se lanzó al vuelo suicida que la abrasó. Este barco “no lo hunde ni Dios”, una fatídica bravata de la insensatez humana, embriagada ante sus propios logros, que excluye y desafía a su Creador. De “la avaricia rompe el saco” se ha contado mucho; si a los que se llevaron el dinero a espuertas no se les rompió el saco, sí que se les rompió la conciencia o la arrastraron por el camino. mucho

saco, pero poco hombres. Díganme que no existe el pecado, ¡qué más quisiera yo!; pero se ven demasiado y lo arruinan todo: economías, familias amistades, empresas, pueblos...; también el estado, que decimos, de “bien-estar” (a cuenta de los demás).

S

EL EPICENTRO DE LA CRISIS

e ha escrito hasta la saciedad, que el terremoto de la crisis económica de occidente tiene su epicentro en la crisis ética del hombre, o crisis de valores. Hemos destruido los cimientos, hemos hablado hasta rayar el absurdo de la ecología ambiental y de las especies y hemos vaciado al hombre de la trascendencia, y consiguientemente lo hemos tratado a nuestra conveniencia. Cuidado con la arrogancia que excluya a Dios. Su espacio lo ocuparán los ídolos. 7 17

14 DE ABRIL DE 1912, el TITANIC navega hacia Nueva York. Es el quinto día de su primera travesía. Mide 267 metros de largo, es tan alto como un edificio de 11 pisos, diseñado con las más avanzadas tecnologías. Es el barco más lujoso de la época. Lleva 2.227 personas bajo el mando del capitán Edward Smith.

E

L

OCHO ADVERTENCIAS “NO ATENDIDAS”

El día anterior el barco Rappahanock advierte sobre la presencia de varios icebergs, pero nadie presta atención. Son las 9 de la mañana y del barco Caronia llega otro aviso y otro más del trasatlántico holandés Noordán, a las 11,40. A la 1,30 el capitán muestra al presidente de la compañía dueña del barco un cuarto aviso del barco griego Athinai. Dice que hay inmensos icebergs en la ruta del TITANIC. El capitán Smith consulta a J. Bruce Ismay, vicepresidente de la compañía,para bajar la velocidad del barco,pero éste no lo aprueba, porque deseaba hacer el mejor tiempo en su viaje inaugural. Llega otra advertencia del barco alemán Amérika, y a las 7,30 p.m el Californian, que va 50 millas adelante, anuncia el paso de tres icebergs gigantescos. A las 9,40 llega el séptimo aviso del Mesaba. A las 10,55 el Californian, atrapado en el hielo, envía el octavo aviso. A las 11,40 los vigías ven un iceberg 450 metros al frente, que después golpea al TITANIC por estribor. Comienza la tragedia que termina a las

2,18 cuando el barco que “Ni Dios lo hunde”, como lo manifestó el presidente de la compañía, se parte en dos y mueren 1.517 personas. Es el mayor desastre marino hasta entonces por la conjunción causas externas con serios vacíos de humildad, decisión y liderazgo.

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7

l

“ESTE BARCO NO LONI HUNDE DIOS”

a frase, con ecos de blasfemia, yo la dejaría en un eructo de chulería humana, que como el necio, reta al cielo y a la tierra: al cielo, para desplazar al Creador y hacerse con su herencia; y a la tierra, para hacer de ella lo que le da la gana. Siempre me han dado miedo los hombres que se endiosan, por la tiranía inmisericorde que despliegan y el desprecio de las vidas de sus semejantes.

El hundimiento del Titanic no es una novela. Algunos lo consideran como la bofetada del padre al hijo para que deje sus chulerías despectivas contra él, y el muchacho entre en razón. No es sensato que el río reniegue del manantial que le hizo río. No sé si fue una bofetada de Dios para traer a la sensatez al hijo, porque de Dios apenas sé nada. o mejor, solo sé que Dios es amor entrañable, que sigue queriendo al hijo aunque el hijo reniegue de su Creador. Y sé también que Dios no hunde a nadie; Dios solo es amor que salva, aunque su providencia se extienda, admirable e incomprensible, más allá de lo que alcanzan nuestros sentidos.

También sé que Dios no es un moloc que exija la inmolación de seres humanos para reparar nuestras ofensas o darle culto o instalar su reino en la tierra. Eso hacen los ídolos, los hombres endiosados que se autoproclaman señores y dueños de cielo y tierra.

T

EDICIONES DEL

LAICISMO EXCLUYENTE

ozudamente volvemos a las andadas. Volvemos a reproducir el mito bíblico de Adán tentado, seducido, ofuscado por la mentira deslumbrante de la serpiente del paraíso. la historia se reproduce con los mismos caracteres (fascinación) y consecuencias (ruina). Ahí está la mítica Torre de Babel, o el mito de Prometeo, el culto a Marte (el dios de la guerra), a Dioniso y todos los intentos del positivismo elevado a religión, a la diosa razón, la razón económica, la razón del libre mercado, la razón de estado, la razón estrátegica. Culto a la Razón y nos olvidamos de “las locuras de la razón” que destrozan a medio mundo, hambres, genocidios, comercio de armas...

A estos ídolos les hemos dedicado los mejores templos y su coreografía de magnates, moviendo a su propia conveniencia e intereses vidas y pueblos, como en el tablero de un ajedrez. Así se repartieron las potencias occidentales (con cartabón y tiralíneas) el continente africano, y ahí está su trágico resultado.

lo de Dios no es hundir. los hombres, con nuestras locuras y sueños redentores, nos hundimos unos a otros; Dios solo sabe y quiere salvar: alumbrar caminos y acompañar al hombre perdido u ofuscado. Su nombre es Emmanuel, Dios-con-nosotros. ”Aunque vaya por cañadas oscuras tú me acompañas”, canta la fe.

E

IOS AMA AL HOMBRE DTAMBIÉN EN LA CRISIS

l Evangelio, hecho vida en Jesucristo, inspira prácticas de reconciliación, de fraternidad, de gratuidad… Quien lo haya leído despacio lo sabe muy bien. Nos advierte los caminos que nos llevarían a nuestra propia destrucción: “no robes a tu hermano”, “no mientas”, “no asesines”, “no vendas a tu prójimo por un par de sandalias, ni te aproveches del necesitado”, “no hagáis leyes injustas que engorden vuestras finanzas y arruinen vidas y pueblos”. “Lo que hagas a tu prójimo, me lo haces a mí”.

C

omprendo que el laicismo tenga intereses en silenciar el nombre de Dios y excluirlo de la vida pública para ocupar su lugar. Pero olvida que el lugar que Dios eligió voluntariamente cuando se llegó a nosotros en carne humana, no fue una mansión, ni Él fue un aprovechado, sino que sirvió a su pueblo hasta morir crucificado, amándole y perdonándole. Quien quiera seguirle en su tarea salvadora del pueblo, que cargue con la cruz de su pueblo, y lo ame hasta vivir pobremente, como los más pobres, y aprenda a perdonar a sus enemigos.

No podremos construir la aldea global sin Dios. Y esta afirmación no es una paradoja que requiera fe; la historia nos ofrece demasiados ejemplos de nobles intentos fallidos. Antes o después aparecerán los siete pecados capitales o las siete plagas que 7 19

no avasallando ni cortando la mano a los ladrones, sino con el pudor de las raíces; no se ven, pero están ahí actuando en el árbol para que dé sus frutos. A veces los árboles no llegan a dar sus frutos porque los parásitos y otras plagas arruinan su floración.

HE HEMOS VISTO ACTUAR A DIOS, des-

pertando conciencias, hambre de justicia, haciéndose grito de protesta, del gesto solidario y compasivo; maldiciendo la avaricia, la corrupción y la mentira.

Amor, Verdad, Justicia, Compasión son otros nombres de Dios. Un corazón solidario y compasivo que ama la verdad - declárese creyente o no- está habitado y animado por Dios. Cada uno de nosotros ha podido admirar en esta crisis mil gestos de solidaridad muy cerca de su casa o dentro de ella. El hombre por naturaleza es bueno; la maldad es 20

la solidaridad se ha hecho pública (como luz para la sociedad) en los medios, y más que debiera haberse publicitado, porque todos nos sentimos contagiados a sumarnos a estos gestos grandes o pequeños de bondad de la buena gente y hermanarnos con quienes lo están pasando muy mal. Y ahí hemos visto también actuar a Dios.

T

AMBIÉN HE VISTO ACTUAR AL DEMONIO, a aves de rapiña carroñeras sobrevolando los despojos de la crisis para echarse a la primera subasta y engordar sus negocios carroñeros.

los comparo con la viuda que entrega dos paquetes de arroz a un comedor social, o diez euros a cáritas, y esos negociantes me dan pena. ¡Pobres hombres! Porque, ¿qué es el hombre si ha perdido su humanidad?

D

o

P

ero tú, ¿a dónde vas con cuatro niños y otro a la puerta? Confío que, gracias a ellos y a su trabajo, tú puedas cobrar una pensioncilla, sabes. Pues sí. El niño ha llegado a ser un artículo caro y escaso en este invierno demográfico.

nd

ecía el humanista y filósofo Julián Marías que la ‘aceptación social’ del aborto es el acontecimiento más grave y luctuoso del siglo XX. Esta aceptación por parte de buena parte de la sociedad no se ha logrado espontáneamente, sino con esfuerzo propagandístico, a veces agresivo, por parte de no pocas instituciones mundiales y grandes medios de comunicación, negando lo obvio o cambiando el nombre de las cosas. Como resultado, la realidad del aborto está influyendo en toda la sociedad. Y es que si no se acepta el primero de los derechos humanos -el derecho a la vida- no hay ninguna garantía de que se acepten los demás y nos faltarían argumentos contra la pena de muerte, la eutanasia y otros. Sin vida, no hay derecho, dice lacónicamente una cuña radiofónica. Por eso una sociedad abortista se hace inhóspita y afectada por una enfermedad infecciosa que se contagia. En un aborto hay al menos dos víctimas: el niño y la madre. Pero en realidad hay muchos más: el padre (que se suele olvidar), familiares, amigos, vecinos, personal médico y administrativo... ¿Quién puede levantar la mano y decir que él no entra en este fango por acción o por omisión?

ña

HEMOS A VISTO A DIOS EN ESTA CRISIS,

de una grandiosidad de corazón admirable: quienes con una pensión de hambre han sabido dar de lo que ellos mismos necesitaban para vivir, y apretarse un poco más para acoger a un familiar desahuciado. Y cuántos gestos secretos, pequeños y de gran bulto, según aquello del evangelio “que no se entere tu mano derecha lo que hace la izquierda”.

S

pa

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HEMOS VISTO FLORECER EN LA CRISIS

LO MEJOR DEL HOMBRE. A veces

Jesús Prieto

egún el material científico de que se dispone hoy día, no podemos dudar de que, desde el momento de la fecundación, “otra persona” se encuentra en el seno de la mujer. Existe un nuevo ser humano en este mundo, que ha sido creado para toda la eternidad. Por ello el aborto no es propiamente una cuestión científica, sino un tema cultural que la sociedad está padeciendo. Somos como un niño grande ‘mal-educado’.

P

om

También los siete pecados se han agazapado en todas las religiones y han salpicado a los hombres religiosos, y hemos desfigurado y profanado el nombre de Dios con las mayores aberraciones; pero también es cierto que lo hemos glorificado con las más heroicas entregas de amor fraterno a lo largo de la historia.

algo advenido, y si no se vigila, puede destruir la bondad natural del ser humano.

Cultura de la vida acompañando en una sociedad inhóspita

or dónde empezar y seguir para cambiar las tornas de esta deriva suicida? Por nosotros mismos. Cuando Juan Pablo II visitó Auschwitz donde fueron cruelmente asesinados muchos amigos y conocidos suyos, ¿qué hizo este gran hombre? ¿Amonestaciones? ¿Discursos? El Papa entonó con voz firme el Confiteor: pidió a Dios perdón por sus propios pecados. Porque todos contribuimos de alguna manera al mal en este mundo. La situación actual puede estimularnos a romper la conspiración del silencio y a ofrecer un nuevo estilo de vida, dando un testimonio convincente de la belleza de la fe. Urge crear una “cultura de la vida”. El Evangelio no es una reliquia del pasado, sino un tesoro del presente y una inversión para el futuro.

ac

7 destruyen a los hombres y hacen a las sociedades inhumanas.

acompañando

21

Cien momentos de soledad y un mensaje de esperanza Gema Sáez abía una vez un señor muy especial, que vivía solo en una casa destartalada, la misma que le había visto nacer hace setenta y cinco años. Al morir su hermana con la que había vivido toda la vida, su vivienda que ya era vieja se acabó de deteriorar por completo, su carácter se avinagró y su rutina fue su soledad. Allí no había vuelto a entrar una mujer. No se sabe si la soledad le hizo raro o era ya raro y buscó deliberadamente la soledad, fuera cual fuera, la causa o el efecto; su nombre le venía que ni pintado: se llamaba Mauricio.

H

Cuentan que en sus buenos tiempos ha-

bía sido marino y que había recorrido todo el mundo. Cada vez que volvía de alguno de sus viajes, se refugiaba en su casa, donde le esperaban sus padres y su hermana, y no volvía a salir hasta su siguiente viaje.

Era hombre de pocas palabras y su vida se conocía por lo que contaban su madre y su hermana cuando salían a la compra por los alrededores de la casa. Las malas lenguas decían que en una ocasión había vivido un accidente naval en el que había desaparecido casi toda la tripulación y él fue uno de los pocos que se salvaron. Esto le causó un profundo trauma.

Sus padres fallecieron con muy poco tiempo de diferencia y él, que ya se había 22

jubilado, se quedó con su hermana recluido en su casa sin apenas salir de ella, más que para lo necesario: ir al médico o vigilar su cartilla de ahorros. Parece que para los vecinos de su inmueble no eran personas incómodas, no metían ruidos, es más, de su casa no se oía ninguna voz. Eran personas educadas pero muy cerradas. Mientras vivía su hermana, la casa al menos hacia el exterior, parecía normal y limpia, pero una vez que faltó, los mismos visillos fueron la crónica del paulatino deterioro. Mauricio, cada vez más envejecido y abandonado, salía de casa para comprar el pan, pero no todos los días. Un día de frío iba sin abrigo y un día de calor iba abrigado, a veces mal afeitado y otras despeinado. Lo que ocurría una vez que cerraba la puerta de su casa era un misterio.

No era un hombre de Iglesia, de hecho ni

le habían visto por su parroquia, pero a oídos del párroco había llegado su historia. Este mandó en su nombre a un grupo de mujeres para que se enteraran de sus carencias y necesidades y ver si podían ayudarle en algo. Mauricio ni siquiera les abrió, pero al otro lado de la puerta, notaron que alguien las observaba por una pequeña mirilla. Esperaron un rato, al ver que no aparecía nadie, introdujeron una tarjeta de visita, con el teléfono del párroco, por la ranura de la puerta y se fueron. Las mujeres informaron al párroco de su no-visita. Preocupadas por Mauricio, pensaron que cualquier día podría aparecer muerto y no enterarse nadie. Así que

establecieron un dispositivo de guardia que consistía en preguntar a los vecinos de Mauricio si habían dejado de verle un tiempo, o le veían con cierta regularidad. Así de alguna manera podrían cuidar de él, en la distancia. Cerca, pero lejos. Pasó un tiempo, todo seguía igual, cuando un día sonó el teléfono del despacho parroquial y lo cogió el párroco mismo. - ¿Hablo con el señor párroco?-, dijo una voz al otro lado del teléfono,- no sé si sabe quién soy, me llamo Mauricio y me gustaría saber si tendría Vd. un rato para venir a mi casa. El párroco dijo: no tengo el gusto de conocerle en persona, pero sé quién es Vd. Dígame, ¿cuándo le viene bien? - No es nada urgente, no deje por mí lo que tenga que hacer, venga cuando quiera, pero llámeme antes por teléfono, pues no tengo costumbre de abrir a nadie.

A

sí quedaron y al párroco le pareció que no correspondía la voz cálida que había oído, con la idea de hombre rudo que se había formado de Mauricio. Miró su agenda y decidió dar prioridad a esta visita. Llamó a Mauricio y le preguntó si al día siguiente a eso de las seis de la tarde le venía bien. No tuvo ningún inconveniente.

Al día siguiente, a las seis en punto estaba el párroco tocando el portero automático de Mauricio, se identificó y subió al segundo piso. Apenas llegó al descansillo, pudo atisbar la figura de un hombre al que veía por primera vez. Mauricio le invitó a

pasar. Parecía muy educado. Al principio el párroco trato de romper el hielo, diciéndole que se alegraba de que hubiera llamado, y que se ponía a su disposición.

Mauricio le contó que le había sorprendido la visita de las mujeres y mucho más cuando le dejaron la tarjeta y no se trataba de unas vendedoras: Vivo solo y nunca se me ha dado bien la casa, así que no mire mucho a su alrededor. Mi hermana fue la última mujer que limpió a fondo esta casa, yo hago lo que puedo y cada vez puedo menos. - No se preocupe, a mí sólo me importa la limpieza del corazón. Vd. me ha llamado y yo he acudido -dijo el párroco-. Dígame lo que quiera, yo le escucho.

Mauricio habló y habló, del mucho pasado y del poco futuro. Era un hombre tranquilo acostumbrado a vivir consigo mismo, pero había algo en él que transmitía bondad. –No sabe cómo he agradecido este desahogo. He vivido siempre en una soledad elegida, pero a cierta edad los miedos te pueden, las rarezas se agudizan y uno empieza a darle vueltas a la cabeza. Nunca he querido preocupar a nadie y mucho menos molestar. Su llamada fue para mí un mensaje de esperanza. Aquí le entrego mi testamento vital, me pongo en sus manos.

M

auricio ya no está entre nosotros, su casa reconstruida es hoy propiedad de la parroquia, en ella viven mujeres solas con niños pequeños...

A veces llamamos raros a quienes no conocemos. 23

Un año nuevo

Viñetas Pasionistas Zenón Urigüen

BEATO PÍO CAMPIDELLI

JMJ 2013. El próximo mes de julio se celebrará en Río de Janeiro, Brasil, la Jornada Mundial de la Juventud. El año 1985, en la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud, fue elevado a la gloria de los altares Pío Campidelli, el joven pasionista que dio la vida por la Iglesia, por la conversión de los pecadores y por su tierra. Es un joven que encontró el valor fundamental de su vida en el don de sí mismo.

P IO CAMPIDELLI nació el 29 de abril de 1868 en Trebbio, Italia, y era hijo de José y Filomena, familia

ejemplar en la integridad de su fe y su vida cristiana. Su padre murió a los 34 años tras una fulminante enfermedad y dejó a su esposa con cinco hijos.

S U PERSONALIDAD. Todo hombre es persona, y como tal, único, distinto de los demás, con cualidades propias. Desde su nacimiento está condicionado a un tiempo y unas circunstancias culturales y religiosas, y vive la presión de su influencia. Para realizar la gran gesta de la propia personalidad se exige constante firmeza. Hoy día nuestra juventud pierde fácilmente su personalidad y se convierte en “masa” perdiendo la identidad de su vida. He aquí unas pepitas de oro para destacar la personalidad de Pío. A la edad de 12 años, escuchando la predicación de los misioneros Pasionistas sintió la llamada de Dios que le invitaba a ser Misionero. Su madre, sin embargo, le invitaba al estudio para ayudar a su familia. La personalidad de Pío no se doblega y afirma: “Quiero ser pasionista para ser misionero”. Firme en su vocación solicitó ser admitido en el noviciado de Santa María de Casale. La comunidad lo ve muy joven, pero viendo su firme voluntad le recibieron y entró en el noviciado a los 14 años. “Abrazo la vida religiosa para ser santo y no por ligereza, sino por verdadera vocación”. Y a los dos años hizo la profesión religiosa. Vivía feliz en la comunidad pasionista, pero su madre le pide que vuelva a su familia. Y él responde con gran personalidad: ”No, mamá, ni por todo el oro del mundo”. Y en la firmeza de sus palabras manifiesta lo irrevocable de su decisión.

S ANTIFICÓ SU JUVENTUD . El joven estudiante Pío realiza esta gesta gloriosa. Abrazada la austera vida pasionista se distingue por su devoción eucarística y mariana, por una auténtica caridad fraterna y un decidido empeño por el estudio. En sus siete años de vida religiosa es para la comunidad, y fuera de la misma, acabado modelo de fidelidad a la práctica heroica de las virtudes. El amor a Cristo lo lleva a una generosa abnegación en el servicio fraterno y al filo de sus 21 años ofrece su vida joven por la Iglesia y por su patria chica. El papa Juan Pablo II, al beatificarlo en 1985, lo propone a los jóvenes como modelo de la más grande y amplia generosidad. 24

mari Jose laña

H

a comenzado un nuevo año, pero nos acompañan las mismas situaciones y preocupaciones del pasado y parecidos temores ante el futuro. Y a menudo me pregunto: ¿cómo vivir en medio de esta realidad?, ¿cómo seguir adelante sin que la negatividad y el fatalismo nos hundan?, ¿cómo vivir despiertos y con esperanza?

Y cuando me pongo a pensar en lo que estamos viviendo, en esta situación de crisis

general, pienso que me hubiera encantado que tanto recorte y ajuste se hubiera hecho para lograr por fin que los países del norte diéramos el 0,7% del PIB a los países pobres y poder acabar definitivamente con la pobreza en el mundo. Y es que, a menudo, olvidamos que hay muchas personas, en muchos países del mundo, que viven desde hace demasiados años en crisis; una grave situación de pobreza e injusticia que hace que muchas personas no tengan lo necesario para vivir. Una situación de empobrecimiento que tiene mucho que ver con nuestro pretendido enriquecimiento.

Sí, cuando miro todo lo que se está haciendo en poco tiempo para ajustar presupues-

tos y gastos, me doy cuenta de que, a veces, parece tener razón esa famosa frase que dice “querer es poder”, porque de hecho, cuando la necesidad aprieta, se hace todo lo posible para salir adelante. Pero es una pena que tanto ajuste y austeridad social sólo sirva para pagar la deuda que han contraído los bancos con su especulación y sus negocios interesados. No, no somos todos igualmente responsables de esta situación, aunque nos quieran convencer de lo contrario. Sólo algunos han jugado con el dinero de todos, sólo algunos se han enriquecido con negocios sin escrúpulos, sólo algunos. Y no entiendo por qué entre todos tenemos que cargar con ese peso, no entiendo por qué hay tanta gente sufriendo los desahucios, la pérdida de trabajo, la subida de precios, la pérdida de servicios sociales… No entiendo por qué, nuevamente, los últimos son los olvidados, por qué los programas de ayuda social son los más afectados por los recortes y se reducen las ayudas al desarrollo de los países más necesitados. No entiendo y me indigna esta situación.

sólo a la luz de la fe, descubro a un Dios solidario con todo lo nuestro, que con su presencia nos anima a seguir trabajando para cambiar esta realidad, cada nuevo día, y cada nuevo año.

Y

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“La vejez no es un castigo; es un regalo” J.A. Pagola

Pedro Mª Zalbide,

Consiliario Nacional Vida Ascendente

E

Dejad que los niños...

l ser humano, para manifestarse y comunicarse con los demás, se vale de ese caparazón que todos tenemos, al que llamamos cuerpo. La palabra no es el único recurso para conectar con nuestros semejantes. Existen otras formas de comunicación no verbal, como son los gestos del rostro, el movimiento de las manos, el regalo de una sonrisa o la dulzura de un beso… Pero el camino más adecuado y certero para llegar al corazón del otro lo tenemos en los ojos: es la mirada, la forma de mirar.

QUEDE

BIEN CLARO que no es lo mismo “ver” que “mirar”. Cualquier persona “ve” lo que está al alcance de su capacidad visual, y ello le proporciona una noción fría de lo que tiene delante. En tanto que la “mirada” penetra en el corazón de aquella persona a la que mira: se produce en seguida una interrelación de cercanía, de complicidad y hasta de compromiso. ¿Quién no ha presenciado, en alguna ocasión, la mirada de la madre a su bebé, la del encuentro de familiares después de muchos años de

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ausencia; o la miradas “a cámara fija”, “remansadas”, “eternas” de dos jóvenes enamorados?...

PUES BIEN, el evangelio resulta ser un

maravilloso álbum donde se recogen una serie de miradas de Jesús en sucesivos encuentros con quienes convivió. Son miradas profundas, tiernas, suplicantes y llenas de misericordia… Hoy he querido detenerme para contemplar cómo miraba a los niños.

A JESÚS no solamente le seguían los adultos y las personas mayores. Lo hacían también los niños, para quienes reservaba una mirada especial, diferente, otra; como elaborada expresamente para ellos… Las miradas de Jesús rezumaban siempre amor y ternura. Pero las que guardaba para los pequeños poseían un plus de encanto infantil, de puerilidad pretendida, de caricia. Para mí que jugaba con ellos, que les contaba cuentos e improvisaba visajes de muecas grotescas a fin de entretenerlos y ganárselos definitivamente. Un día, parece ser que los apóstoles trataban

de impedir que molestaran al Maestro. Pero Jesús les reprendió con dulzura: “Dejad que los niños se acerquen a mí. De ellos es el Reino de los Cielos”. Y siguió jugando con los pequeños.

ME HE QUEDADO PRENDADO, colgado de una de esas miradas y le he preguntado al Maestro: “¿Qué ves en estos niños, que consiguen transfigurar tu mirada y hacerla más dulce y placentera?”. Y él me ha respondido: “Veo su inocencia, no contaminada aún por la malicia, los prejuicios o la especulación. Descanso en ellos: en su capacidad de soñar, en el poder imaginativo de sus pequeños cerebros y en su predisposición para el asombro ante realidades sugerentes o enormes; su lenguaje se reduce entonces a mostrar unos ojazos totalmente abiertos… Y veo también su inseguridad ante el peligro y ante lo desconocido; inseguridad que remedian confiando en sus padres, en sus educadores y en cualquier persona mayor que les preste ayuda…

Acaso sean estos pequeños quienes mejor me comprenden”.

SEÑOR: hoy quiero pedirte por todos los niños y niñas del mundo. Han nacido en unos tiempos tan cambiantes, tan veleidosos y confusos, que a veces resulta difícil no perder el norte o recobrarlo, una vez perdido. Los valores que hoy se cotizan en bolsa son el dinero, el poder, los honores, los negocios, el medrar… Ahora resulta que el fin justifica los medios, y que toda generalización (so pretexto de que “lo hacen todos”) convierte en buena cualquier barbaridad. Y el lenguaje de las Bienaventuranzas resulta ya obsoleto y trasnochado. Señor, haz que estos niños cuando se hagan mayores, sigan acercándose a ti, para que les cuentes tus cosas y ellos te hagan partícipe de las suyas. Y así, tiempo y tiempo…, hasta que consigan transfigurar tu mirada y hacerla más dulce y placentera. Como cuando eran pequeños. 27

Encuentro europeo de Taizé en Roma

U

Ahondar las fuentes de la confianza en Dios

J. Sáenz de Buruaga

na brisa juvenil me entró por las ventanas de internet al asomarme a Roma en los días finales de 2012 y el estreno de 2013. Estaba viendo no los encuentros de cientos de miles de de jóvenes de las JMJ que mueven cielos y tierras; estaba en el “35 ENCUENTRO EUROPEO DE JÓVENES, de la Peregrinación de confianza en Dios”, celebrada por quinta vez en Roma.

Decenas de páginas, fotografías y vídeos me hicieron disfrutar de éste y de anteriores encuentros, y conocer esa otra juventud que está ahí y que los medios silencian. Estos encuentros de jóvenes creyentes de distintas confesiones cristianas o de otras religiones o de ninguna, pero que buscan el sentido de su vida son importantes, porque canalizan la fe y la vida de los jóvenes que corren el riesgo de hundirse en una sociedad que no estimula los valores de la trascendencia.

Vi a jóvenes de nuestra vieja Europa que vivían y cultivaban y transmitían su fe con entusiasmo, mente abierta y corazón generoso y libre.

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A

“SEAN TESTIMONIOS DE JESÚS,

PRÍNCIPE DE LA PAZ, IMPULSANDO EL ECUMENISMO, LA JUSTICIA Y LA RECONCILIACIÓN EN LA TIERRA”

sí saludó el papa Benedicto XVI a los jóvenes convocados por la Comunidad de Taizé en la Plaza de San Pedro, el pasado 29 de diciembre. El 2 de enero los 40.000 jóvenes que participaron en este Encuentro europeo de Taizé en Roma, dejaron la Ciudad Eterna con una tarea: Ahondar en las fuentes de la confianza en Dios. Éste es el lema que esta comunidad ecuménica ha elegido para trabajar durante 2013, hasta el próximo Encuentro europeo, en Estrasburgo. Así, de encuentro en encuentro -en Europa y en otros continentes- avanza su “Peregrinación de confianza” por la tierra. Uno de los momentos clave de la cita de este año fue la Vigilia de oración con el Papa, en la Plaza de San Pedro. Recordando lo que en su día dijo Juan Pablo II, Benedicto XVI les aseguró: «El Papa se siente profundamente comprometido con vosotros en esta Peregrinación de confianza por la tierra... También yo estoy llamado a ser un peregrino de la confianza en nombre de Cristo».

TAI ZÉ Hermano Roger +

Por lo visto, la Iglesia no es una Iglesia de viejos: donde se ora y se trabaja, la juventud responde.

E

UNA RESPUESTA EN LIBERTAD

l Papa invitó en su homilía a los jóvenes a dar a Cristo «una respuesta que venga no de la obligación ni del miedo, sino de vuestra profunda libertad... vuestra vida encontrará su sentido más fuerte». Benedicto XVI reconoció que hay momentos en que este Sí “puede hacerse difícil. ¡Pero esta duda no hace de vosotros no creyentes! Jesús no ha rechazado al hombre del Evangelio que gritó: Tengo fe pero dudo. ¡Ayúdame!” Y añadió: “Dios nos da a todos la alegría y el consuelo de la comunión de la Iglesia”. Por ello, les animó a descubrir, al volver a casa, «que Dios os hace corresponsables de su Iglesia».

El encuentro de este año es el primer Encuentro europeo de Taizé celebrado en Roma con Benedicto XVI. Hubo otros en 1980, 1982 y 1987. Ellos son una prueba de la relación de amistad que siempre ha existido entre la Santa Sede y Taizé. La Comunidad se considera, en gran medida, deudora del Concilio Vaticano II. El Hermano Roger y el Beato Juan XXIII sentían una gran afinidad mutua que animó al Papa a invitar a observadores no católicos al Concilio. El Hermano Roger consideraba a Juan XXIII como el verdadero fundador de su comunidad.

Al encuentro en Roma se han unido, a través de mensajes, los líderes de las principales confesiones cristianas. El Patriarca Bartolomé de Constantinopla subrayaba: “Podemos decir que el ecumenismo no está detenido, está ante todo impulsado por la fuerza vital de vuestra juventud». Una juventud -añadía- que es también «combate contra una mirada demasiado cínica de la vida».

L

A COMUNIDAD DE TAIZÉ nació tras la Segunda Guerra Mundial, en la Borgoña francesa, para promover la unidad y la reconciliación entre las Iglesias cristianas a través de la oración. Al poco tiempo, comenzó a acoger a jóvenes que, por cientos y luego por miles, buscaban en ella un lugar de silencio y oración. La convivencia con otros jóvenes de otras confesiones era una siembra destinada a dar fruto al volver a casa.

En 1978 nació la “Peregrinación de confianza”. En estos encuentros, los jóvenes conocen la realidad de las comunidades cristianas que los acogen, y celebran el Año Nuevo.

Cada año, entre navidad y

año nuevo, la comunidad de Taizé anima un "encuentro europeo" en una de las principales ciudades de Europa: París, Varsovia, Bruselas, Londres, Berlín, Roma, Budapest, Ginebra, Barcelona... De toda Europa y de otros continentes, miles de jóvenes participan a estas etapas de la “peregrinación de confianza a través de la tierra”.

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GALICIA GALICIA

Rosendo Díaz

UN GALEGO DE LEI: O CONDE DE GONDOMAR

- Unhas tres mil cartas en galego (das 18.000 que escribíu) dan testemuño do seu amor á Terra, el que era un “arriano”, un fronteirizo, que nacera maragato en Astorga, pero que se sentíu sempre galego de Gondomar (Pontevedra).

- Embaixador en Londres (1612), nos tempos do rei estuardo Xacobe I (e do pirata Drake), evitou a guerra contra o imperio inglés, consciente de que “nunca houbo unha guerra boa ou unha paz mala”, e que “o respecto ao dereito alleo é a paz…” - Acaba de editarse (setembro, 2011) a primeira biografía en galego dun persoeiro que defendeu as nosas costas, que participou na recuperación do voto en Cortes para o noso País; o seu autor, F. Fidel Maseda (Lugo, 1978); o título, “Galego de lei. Don Diego Sarmiento de Acuña, I Conde de Gondomar”; as raíces, o castelo de Gondomar, restaurado e transformado hoxe en Parador de Turismo.

DON DIEGO SARMIENTO DE ACUÑA, I Conde de Gondomar,

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figura senlleira da historia deste país, tan descoñecida coma relevante: un diplomático galego capaz de descubrir o pensamento dos outros sen desvelar o propio, un “conta-contos” que nos pazos británicos gañou o alcume de “Vello Esopo de Gondomar”. Malia servir a tres Austrias, os Felipes II, III e IV, víuse expulsado das cercanías do poder estatal pola envexa (ese “deporte nacional”) que o seu bo facer e fidelidade de nobre galego espertaron entre os validos reais (duque de Lerma e conde-dupe de Olivares). Así que tivo que procurar sona o honras fóra da súa patria (coma sempre): nomeado embaixador na Inglaterra de Xacobe I (1603-1625), o Conde mereceu a simpatía do monarca, que, ao parecer, chegou a confesar: Se tivese na cor-

Antiga fortaleza Gondomar

te un vasalo coma o de Gondomar, daríalle a metade dos meus reinos… Home íntegro, negouse a pregar os estandartes do seu barco diante dos navíos da mariña real (“Navy”), humillación pola que tivera que pasar o mismísimo Felipe II cando fora buscar a María Tudor para esposa. Tampouco calou cando lle escribíu a Felipe III sobre os “desastres” da monarquía: a pesada e ineficaz burocracia (tampouco había ordenadores, claro). Acadou fitos diplomáticos impensables daquela, como que o célebre Chanceler, F. Bacon, asinase unha orde que suspendía e persecución dos católicos ingleses. O 19 de xullo do 1613, sae de España Diego Sarmiento, acompañado da súa esposa Constanza, do seu fillo máis novo Antonio, de Agustín Pérez, que sería o secretario de legación diplomática; desembarca, tras once días de travesía, no peirao de Portsmouth. Non era tarefa doada defender os intereses e dereitos españois en Londres: España tivera que calar e ceder en demasiadas ocasións fronte á piratería e as leoninas condicións do comercio: conviña manter a paz, asinada en 1604. Tampouco foi empresa menor expoñer e manterse nas súas ideas (“O tema da miña locura”) sobre as relacións con Gran Bretaña: manifestoulles aos ingleses que debían borrar da cabeza a idea de que a monarquía española pasaría por calquera situación, ou mesmo cedería á razón da forza, con tal de manter as paces.

Loitou, sempre por vías diplomáticas, por que os navíos hispanos puidesen entrar e saír de England sen pregaren as bandeiras e que “os ministros e cousas do Rey meu Señor e mais eu sexamos en Inglaterra tratados coma o son e serán os da Vosa Maxestade en España”. Comezaba así “unha das máis brillantes xestións da diplomacia occidental”, ao tempo que demostraba que non dubidaría en arriscar mesmo a paz para impor as propias conviccións.

Tivo decote moi presente a Galicia, como o certifican estes feitos: defensa dos seus paisanos fronte aos ataques do cronista portugués frei Bernardo de Brito; facía trasportar a Londres auga e viño de Gondomar (así sería o viño e a auga de por alá)… Presumía da súa procedencia de galego de adopción (que soen chegar a “bos e xenerosos”: non “galegos coma nós”, dos políticos “rexionalistas”, senón moito mellores); autor de máis de tres milleiros de cartas en galego, na época castelanizante dos “séculos escuros”, consecuencia daquela “doma e castración” que impuxeran os chamados “Católicos” reis de Castela e Aragón… O Rexurdimento non aparecerá até mediados do século XIX; a nobreza de miras creo que aínda non. 31

sinismenaren urtea

eba eta maria

Doinua: “Egun da Santimamiñe”

Joxemari Arzalluz

urreko lanaren ildotik jarraituz itun Zaharreko bi emakume gogoratu nahi ditut: Eba (“bizi”, esan nahi du), bizidun guztien ama, alegia; eta Maria, (moisesen arreba).

A

EBA. Garai hartan emakumearen indarra eta balioa seme-alaben ara-

bera neurtzen zen. Horrela, emakumea bizi iturri (Eba) eta familia bateko kastaren jarraitzaile emankor gertatzen zen. itun zaharrean aipatzen diren emakumeak (eta asko dira), ugaltasunarekin lotuak ikusiko ditugu. Beraz, antzu edo lehorra izatea gaizki ikusia zegoen orduko gizartean; azken batean, baztertuak ziren. Aitalehen edo patriarken jatorria aztertzean ez da emakumeen izenik agertzen, oso berandu arte. Emakumearen betekizuna, beraz, umeak izatea zen. Eba, historiako lehen emakumea, guztion ama da.

MARIAK ere merezi du aipamenik lantxo honetan. Go-

gora dakarkigun maria hau, esan bezala, moisesen, Nilo ibaiko uretatik salbatutako mutikoaren arreba da. maria atzerrian aurkitzen da. Erregeak mutiko jaioberriak hiltzeko ordena eman du: “Bota Nilo ibaira hebertar mutiko guztiak! Neskak, berriz, utzi bizirik!” (irtera 1, 22). mariak arrisku haundiz jokatzen du: bere anaiaren etorkizuna salbatu nahi du. Ahalegin guztiak horretan jarriko ditu. maria izango itun Zaharrean “profeta” izena eramango duen lehen emakumea. Horra hor Jaungoikoaren mezua herriari iragartzeko lehen emakume hautatua.

ONDORIOA: Zeinek esaten du Jaungoikoaren Hitza, mezua eta Salba32

zioa zabaltzeko eta iragartzeko emakumeak ez direla gai?

Batetik naz euskalduna ta bestetik fededuna, biak batera zainduko ditut galtzen ez badot zentzuna.

Martzel Andrinua

1

2

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Gaur gurasoen hazia bihar bateo grazia; hau ez da nire merituena, ez da nik irabazia

Bizitzako gorabeherak izan ohi dira aukerak, txarra gainditu daikegu biok: Jainkoak eta norberak

Arrisku danak garaitu, haztea ezin amaitu; harritzekoa, frutu emoten zahartzaroan be jarraitu.

4 Niretzat hain da pozgarri,

jakin daizun deutsut jarri: landareak lez, behar izan dot alkarte baten euskarri.

Agradecidos

Difuntos

5

Haundi hazi jat barruan, ezin gorde ezkutuan; Jesus Jaunaren testigua naz neu bizi nazan munduan.

6 Bihotzean daukat pil-pil,

ta ezin naz egon isil: mostaza zugaitz honen sustraiak erein ta erein banabil.

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8

Bila badabil, HARRERA, galduei URTEN BIDERA eta gehiago gura dabenei zeuk PROPOSATU aukera.

Hazia izan da ona ta bardin emon jakona; a zer tantaia sprtzen da hortik: hori da kristau gizona.

Meis - Julia Varela Pazos Leitza - Joaquín Azpiroz - Fermín Cestao Zabaleta Ourense - Mª Concepción Alonso Meaño - Mª Isabel Dozo García Zaragoza - Cándido Urigüen Mendiolea A Coruña - Juan Hernández Conde Antzuola - Mª Loreta Gabilondo Alberdi Bilbao - Bixente Goikoetxea, pasionista, Hna. Margarita Fernández Blanco

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“Añorar el pasado es correr tras el viento” (Proverbio ruso)

“Odiar es un despilfarro del corazón, y el corazón es nuestro mayor tesoro” (Noel Clarasó)

“Yo quiero ser un dictador en la aplicación de la democracia” (lech Walesa)

“Con suavidad en la forma, pero con fortaleza en el fondo” (Claudio Acquaviva)

“La actividad es la esencia de la felicidad del hombre” Johann W. Goethe)

“Ambición es, pero ambición generosa, la del que pretende mejorar su estado sin perjuicio de tercero” (miguel de Cervantes)

“No se vive sin fe. La fe es el conocimiento del significado que encierra la vida humana. La fe es la fuerza vital. Si el hombre vive es porque cree en alguna cosa” (león Tolstoi) “Vale la pena conocer al enemigo… entre otras cosas por la posibilidad de que algún día se convierta en amigo” (margaret Thatcher)

“La primera virtud es la de frenar la lengua, y es casi un dios quien teniendo razón sabe callarse” (Catón)

“Los políticos son siempre iguales. Prometen construir un puente incluso donde no hay río” (Nikita Kruschev)

“Haz lo que consideres honesto, sin esperar ningún elogio; acuérdate de que el vulgo es un mal juez de las buenas acciones” (Demófilo) “Las leyes son normas, pero también son armas” (Eugenio d’ors)

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