Curso: El plan de lectura de Castilla La-Mancha. Noviembre’2005 Coordina: Domingo García Ibáñez Ponente: José Quintanal Díaz

UNIDAD DIDÁCTICA DE LECTURA Etapa Escolar:

Bachillerato

Área:

Lengua Castellana y Literatura

Autora:

María del Mar Guntiñas Laseca

EL LAZARILLO DE TORMES Texto 1. Introducción 2. Justificación 3. Programación didáctica 3.1. Objetivos 3.2. Contenidos 3.3. Metodología 4. Actividades 5. Valoración final

TEXTO: TRATADO I (…) Pues siendo y niño de ocho años, achacaron a mi padre ciertas sangrías malhechas en los costales de los que allí a moler venían. Por lo cual fue preso y confesó y no negó, y padeció persecución por justicia. Espero en Dios que está en la Gloria, pues el Evangelio los halla bienaventurados. En este tiempo se hizo armada contra moros, entre los cuales fue mi padre, que a la sazón estaba desterrado por el desastre ya dicho, con cargo de acemilero de un caballero que allá fue. Y con su señor, como leal criado, feneció su vida. Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigo se viese, determinó arrimarse a los buenos por ser uno de ellos, y vínose a vivir a la ciudad, y alquiló una casilla, y metióse a guisar de comer a ciertos estudiantes, y lavaba la ropa a ciertos mozos de caballos del Comendador de la Magdalena, de manera que fue frecuentando las caballerizas. Ella y un hombre moreno, de aquellos que las bestias curaban, vinieron en conocimiento. Éste algunas veces se venía a nuestra casa y se iba a la mañana. Otras veces, de día llegaba a la puerta, en achaque de comprar huevos, y entrábase en casa. Yo, al principio de su entrada, pesábame con él y habíale miedo, viendo el color y mal gesto que tenía ; mas de que vi que con su venida mejoraba el comer, fuile queriendo bien, porque siempre traía pan, pedazos de carne y en el invierno leños, a que nos calentábamos.

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De manera que, continuando la posada y conversación, mi madre vino a darme un negrito muy bonito, el cual yo brincaba y ayudaba a calentar. Y acuérdome que estando el negro de mi padrastro trabajando con el mozuelo, como el niño veía a mi madre y a mí blancos y a él no, huía dél con miedo para mi madre, y señalando con el dedo decía: “¡Madre, coco! Respondió él riendo:”¡Hideputa! Yo, aunque bien muchacho, noté aquella palabra de mi hermanico y dije entre mí:”¡Cuántos debe de haber en el mundo que huyen de otros porque no se veen a sí mismos!” Quiso nuestra fortuna que la conversación del Zaide, que así se llamaba, llegó a oídos del mayordomo, y hecha pesquisa, hallóse que la mitad por medio de la cebada que para las bestias le daban hurtaba, y salvados, leña, almohazas, mandiles, y las mantas y sábanas de los caballos hacía perdidas; y cuando otra cosa no tenía, las bestias desherraba, y con todo esto acudía a mi madre para criar a mi hermanico. No nos maravillemos de un clérigo ni fraile porque el uno hurta de los pobres y el otro de casa para sus devotas y para ayuda de otro tanto, cundo a un pobre esclavo el amor le animaba a esto. Y probósele cuanto digo y aun más, porque a mí con amenazas me preguntaban, y, como niño, respondía y descubría cuanto sabía, con miedo: hasta ciertas herraduras que por mandato de mi madre a un herrero vendí. Al triste de mi padrastro azotaron y pringaron, y a mí madre pusieron pena por justicia, sobre el acostumbrado centenario, que en casa del sobredicho Comendador no entrase ni al lastimado Zaide en la suya acogiese. Por no echar la soga tras el caldero, la triste se esforzó, la triste se esforzó y cumplió la sentencia. Y por evitar peligro y quitarse de malas lenguas, se fue a servir a los que al presente vivían en el mesón de la Solana; y allí, padeciendo mil importunidades, se acabó de criar mi hermanico hasta que supo andar, y a mí hasta que supo andar, y a mí hasta ser buen mozuelo, que iba a los huéspedes por vino y candelas y por lo demás que me mandaban. En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual, pareciéndole que yo sería para adestralle, me pidió a mi madre, y ella me encomendó a él, diciéndole cómo era hijo de un buen hombre, el cual, por ensalzar la fe, había muerto en la de los Gelves, y que ella confiaba en Dios no saldría peor hombre que mi padre, y que le rogaba me tratase bien y mirase por mí, pues era huérfano. Él respondió que así lo haría y que me recibía, no por mozo, sino por hijo. Y así, le comencé a servir y adestrar a mi nuevo y viejo amo Como estuvimos en Salamanca algunos días, pareciéndolo a mi amo que no era la ganancia a su contento, determinó irse de allí; y cuando nos hubimos de partir, yo fui a ver a mi madre, y, ambos llorando, me dio su bendición y dijo: - Hijo, ya sé que no te veré más. Procura de ser bueno, y Dios te guíe. Criado te he y con buen amo te he puesto; válete por ti. Y así, me fui para mi amo, que esperándome estaba. Salimos de Salamanca, y, llegando a la puente, está a la entrada della un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y, allí puesto, me dijo: - Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro dél. Yo, simplemente, llegué, creyendo ser ansí. Y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome: - Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.

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Y rió mucho la burla. Parescióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que, como niño, dormido estaba .Dije entre mí: “Verdad dice éste, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar cómo me sepa valer”. Comenzamos nuestro camino, y en muy pocos días me mostró jerigonza; y como me viese de buen ingenio, holgábase mucho y decía: -Yo oro ni plata te lo puedo dar; mas avisos para vivir muchos te mostraré. Y fue ansí, que, después de Dios, éste me dio la vida y, siendo ciego, me alumbró y adestró en la carrera de vivir. Huelgo de contar a Vuestra Merced estas niñerías, para mostrar cuánta virtud sea saber los hombres subir siendo bajos, y dejarse bajar siendo altos cuánto vicio. (...) Lazarillo de Tormes, Anónimo

1.- INTRODUCCIÓN La lectura del fragmento de El Lazarillo está pensada para alumnos de 1º de Bachillerato, ya que en el programa de Lengua castellana y Literatura se incluye la literatura del siglo XVI, el Renacimiento, y nada mejor que, para entender el periodo literario de una época histórica concreta, analizar textos de la época. La duración prevista de esta actividad será de dos sesiones, aunque previamente hemos necesitado tres sesiones para explicar la literatura del Renacimiento y el contexto histórico- cultural, explicación fundamental para entender cualquier periodo literario, ya que una obra es fruto de una época determinada. La época determina la obra del autor: su forma de pensar y de ver el mundo.

2.- JUSTIFICACIÓN El texto de El Lazarillo seleccionado está pensando para que los alumnos vean el mundo “desde abajo”, que es el de la picaresca. Es el mundo de los que, por injusticias sociales, pertenece al escalón más bajo de la sociedad. A lo largo de la obra, Lázaro busca sobrevivir en una sociedad injusta. Lázaro sabe que está solo y contemplamos la dura lucha por la supervivencia en la sociedad española del siglo XVI. El libro, que inicia la picaresca en España, presenta la vida real frente a la literatura idealista y, por primera vez en un texto literario, nos encontramos con un personaje que evoluciona con el paso del tiempo, que de niño pasa a la adolescencia y de la adolescencia a la

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edad adulta. Un personaje que va modificando su forma de interrelacionarse con el mundo influido por las experiencias que ha tenido que vivir. Por primera vez en literatura, se le presta atención a la niñez y a la adolescencia como época clave en nuestro desarrollo personal. El texto presenta una realidad actual en demasiados países del mundo, aunque la situación que se describe ya no forma parte de la vida actual de la mayoría de los españoles. He elegido este pasaje de El Lazarillo para que los alumnos mediten sobre las desigualdades sociales y que vean el mundo a través de personajes desfavorecidos socialmente, con lo cual se pretende una reflexión individual y que nuestros jóvenes valoren lo que tienen. Se tratarán dos temas transversales : Educación moral y cívica (conocimiento de las normas sociales y su influencia en la ética personal de Lázaro) y Educación para la paz (reflexión sobre la costumbre social del siglo XVI del castigo físico como método educativo). Nuestro objetivo es acercar la realidad del siglo XVI a jóvenes del siglo XXI, para ello quiero que comprendan el mundo de Lázaro y los motivos que le llevan a su situación final de deshonra, en esa dura lucha por la vida . Plantearemos un debate sobre lo que los alumnos consideran deshonra en su mundo y poder llegar a la reflexión del maltrato físico y psíquico entre los alumnos de un mismo centro.

3.- PROGRAMACIÓN DIDÁCTICA 3.1 - Objetivos: - Desarrollar competencias de recepción de mensajes, reforzando las capacidades de síntesis, conceptualización y asimilación de mensajes. - Intensificar hábitos lectores y destrezas comprensivas. - Acercar a la propia realidad el sentido, ideas y experiencias de otras épocas, como punto de reflexión, aprendizaje y motivación personal. - Comprender e interpretar el estilo literario de obras y autores reconocidos de la literatura en lengua castellana. - Desarrollar actitudes críticas ante los mensajes literarios, valorando sus valores creativos y analizando sus ideas en consonancia con la época en la que fueron creados.

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- Reconocer la importancia de las manifestaciones artísticas y justificar su incardinación en la cultura y las formas literarias actuales. - Interpretar textos literarios escritos de carácter narrativo desde posturas personales. - Reflexionar sobre las interrelaciones entre sociedad y literatura. - Valorar las formas de la creación narrativa como formas de expresión de las inquietudes sociales de una época.

3.2 – Contenidos: Contenidos conceptuales - La novedad y evolución de la picaresca: aparición, personaje y género. - El Lazarillo: estructura, forma, personajes y estilo. Contenidos procedimentales - Búsqueda de información complementaria en libros de Historia - Lectura recreativa y reflexiva de El Lazarillo, con valoración recreadora, siguiendo una ficha de lectura. - Relación de estructuras narrativas de la época con las actuales. - Análisis y comentario de textos picarescos. Contenidos actitudinales - Valoración de los textos literarios como productos históricosociales, culturales y lingüísticos.

3.3.- METODOLOGÍA La metodología será activa procurando que todos los alumnos participen en las actividades que se propongan. Para ello, antes de la lectura del fragmento se explicarán las costumbres y formas de pensar de los hombres del Renacimiento. Nos puede servir de ayuda el libro Así vivían en el Siglo de Oro, editorial Anaya, colección Biblioteca Básica, serie Historia (Vida Cotidiana) donde se explica de manera amena la

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vida de los españoles en épocas pasadas: las comidas, vestimentas, ajuar doméstico, medios de transporte... Lo que se pretende con la lectura de textos clásicos es que nuestros alumnos comprendan a nuestros antepasados. Para ello, deberán extraer elementos históricos del siglo XVI en el texto de El Lazarillo para que el profesor lo explique en clase y, así, poder hacerles comprender pasajes incomprensibles para ellos y, por lo tanto, carentes de interés. Con la intención de acercar a los jóvenes los textos clásicos, se seleccionarán las ediciones juveniles más didácticas y de más fácil comprensión. Se quiere conseguir que no produzca rechazo la lectura de obras de nuestro pasado.

4.- ACTIVIDADES Antes de la lectura de este fragmento con el que vamos a trabajar en clase, se ha explicado el tema de El Renacimiento: el contexto históricocultural, la narrativa renacentista y El Lazarillo de Tormes. Después de la lectura individual del texto seleccionado, que los alumnos habrán realizado en casa, se plantearán las actividades siguientes: 1) Búsqueda de todas las palabras que desconozcan. 2) Extraer todos los elementos históricos que aparezcan, por ejemplo: - El castigo que se le impone al padrastro de Lázaro: (lo) azotaron y pringaron - El centenario, castigo que se le aplica a la madre de Lázaro. - Expresiones de la época ,que ahora no se utilizan o tienen otro sentido: Por no echar la soga tras el caldero,¡Hideputa! - La batalla de los Gelves - Las condiciones de vida de la familia de Lázaro y el estamento de la sociedad a la que pertenecían. 3) ¿Qué significan y por qué Lázaro incluye estas reflexiones en el texto? (…) No nos maravillemos de un clérigo ni fraile porque el uno hurta de los pobres y el otro de casa para sus devotas y para ayuda de otro tanto, cundo a un pobre esclavo el amor le animaba a esto.(…)

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(…) ¡Cuántos debe de haber en el mundo que huyen de otros porque no se veen a sí mismos!” (…) 4) Resumen de todo el fragmento. 5) Partes en que podemos dividir la narración. 6) Explica el pasaje del toro de piedra ¿Por qué el ciego actúa de esta forma? ¿Qué aprende Lázaro a partir de este momento? …Salimos de Salamanca, y, llegando a la puente, está a la entrada della un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y, allí puesto, me dijo: - Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro dél. Yo, simplemente, llegué, creyendo ser ansí. Y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome: - Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo. Y rió mucho la burla. Parescióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que, como niño, dormido estaba .Dije entre mí: “Verdad dice éste, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar cómo me sepa valer”. Comenzamos nuestro camino, y en muy pocos días me mostró jerigonza; y como me viese de buen ingenio, holgábase mucho y decía: - Yo oro ni plata te lo puedo dar; mas avisos para vivir muchos te mostraré. Y fue ansí, que, después de Dios, éste me dio la vida y, siendo ciego, me alumbró y adestró en la carrera de vivir… 7) ¿Qué quiere decir Lázaro con las siguientes palabras? (…) Huelgo de contar a Vuestra Merced estas niñerías, para mostrar cuánta virtud sea saber los hombres subir siendo bajos, y dejarse bajar siendo altos cuánto vicio. (...)

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8) Análisis de las formas verbales utilizadas (pasado y presente) dependiendo de quién nos habla si Lázaro narrador adulto o Lázaro protagonista. 9) ¿Por qué Lázaro tiene que abandonar su hogar y a qué edad? ¿Ocurre esta situación hoy en España? ¿Y en el mundo?

5.- VALORACIÓN FINAL Con estas actividades se pretende una lectura más profunda de la narración y que los alumnos comprendan los textos clásicos en su contexto. El profesor debe transmitir su pasión por las obras de nuestro pasado, así despertaremos el interés y la curiosidad de nuestros alumnos y, tal vez, lean más. Los alumnos necesitan desarrollar y poner a prueba capacidades comprensivas y expresivas. Tienen que saber qué quiere comunicar un texto, diferenciar las ideas principales de las secundarias, extraer los elementos de la narración, los recursos de que se vale el autor para la crítica de la época que le toca vivir. En suma, comprender un texto. Todo esto parece un poco arduo con la lectura de obras literarias de nuestro pasado, pero si el profesor explica con detenimiento la época histórica y la importancia de esa obra posteriormente, podemos conseguir nuestro objetivo: que la lectura de clásicos no resulte aburrida y desmotivadora. Los jóvenes tienen que conocer nuestro patrimonio cultural y nuestras raíces, para ello tienen que leer a los clásicos. Como dice Andrés Amorós “Enseñar Literatura es enseñar a leer a partir de la comprensión de los contenidos, hay que ponerlos en relación con otros mensajes, y, sobre todo, conectarlos con la experiencia personal de cada lector. Leer nos ayuda a encontrar respuestas para las cuestiones que más nos importan. Cumple una función trascendental: nos plantea preguntas. La lectura busca, inquieta, pregunta. Nuestra vida está llena de lecturas y el profesor ha de formar seres humanos: los libros nos enseñan a pensar críticamente, por nosotros mismos”.

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