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El niño y la vivienda: un lugar para crecer
Foto: Dibujo realizado por Marcial Iván Anaya Bernal (2009)
Análisis del impacto del diseño de la vivienda multifamiliar vertical en el proceso de apropiación del espacio en los niños de 3 a 5 años, en la delegación Tlalpan.
Autor: Berthalicia Bernal Miranda Universidad Autónoma Metropolitana – Xochimilco Maestría en Ciencias y Artes para el Diseño Área de concentración:
Teoría e Historia Críticas
El niño y la vivienda: un lugar para crecer es un trabajo realizado por Berthalicia Bernal Miranda, ganadora de Mención Honorífica de la categoría de Mejor Investigación del 2°Premio UNICEF 2009. El contenido de la presente investigación es propiedad de la autora, cualquier reproducción total o parcial deberá otorgar el crédito correspondiente. Las opiniones y los análisis que integran esta investigación son responsabilidad exclusiva de la autora y no necesariamente representan la postura oficial de UNICEF México. Los trabajos de investigación y las prácticas desarrolladas por organizaciones de la sociedad civil son evaluadas por un Jurado Calificador especialista en materia de derechos de la infancia, cuya decisión para determinar a los ganadores de cada categoría es independiente a UNICEF México.
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A Marcial, mis hijos Ernesto e Iván y a todos los niños del mundo.
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“La apropiación del espacio construido es un proceso específico de interacción entre el individuo y su ambiente, cuyos mecanismos y significancia deben ser analizados cuando concierne a los niños, ya que es parte de su desarrollo social y biológico” (traducción). Chombart de Lauwe.
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Agradecimientos Para la realización de este trabajo, que me permitió explorar la relación del proceso de apropiación del espacio en niños de 3 a 5 años y el diseño de su vivienda, el apoyo de mi esposo Marcial, mis hijos Ernesto e Iván (realizador de la portada de mi investigación) y mis suegros, que han recorrido conmigo toda esta travesía del conocimiento. Personas muy queridas como: mi amiga e investigadora Cecilia Castro, quien me aportó sus puntos de vista con relación a mis inquietudes por abordar este tema; Erika y Leticia mediadoras en el proceso de observación de campo en los conjuntos Belgravia y Cantera; todas las familias que me dieron su confianza para entrar a sus viviendas y entrevistar a sus hijos, cosa nada fácil por la situación de inseguridad de violencia que atraviesa el país; mis vecinos del conjunto Residencial Insurgentes Sur, quienes participaron en las observaciones. En especial mi más grande agradecimiento y admiración a los niños, por su gran empeño y compromiso para atender a mis cuestionamientos. A mi tutor, el doctor Francisco Javier Soria López, mi lector y maestro, doctor Vicente Guzmán, al doctor Eduardo Espinosa y a los profesores de la maestría, así como a todas las personas que directamente o indirectamente aportaron su granito de arena para su realización, muchas gracias.
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Índice
Capítulo I
Introducción............................................................................................ 1
Capítulo 2 El diseño de la habitabilidad y la psicología ambiental en la vivienda...................................................................... 10 2.1- Relaciones entre el ambiente y el comportamiento social humano 2.2.- La apropiación del espacio
Capítulo 3 El desarrollo del niño a través de la arquitectura................................... 17 3.1.- Relaciones del niño con los objetos. 3.2- Adaptación y desarrollo del niño 3.3.- El ambiente preparado. 3.4.- Periodo sensitivo 3.5.- Percepción del niño con el espacio topológico
Capítulo 4
El niño y su vivienda............................................................................. 26
4.1.- La vivienda más allá del diseño 4.2.- La observación 4.3.- Las viviendas
Capítulo 5
Conclusiones....................................................................................... 56
Bibliografía
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Anexos Glosario
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Capítulo 1
Introducción
Esta investigación analiza el impacto del diseño de la vivienda multifamiliar vertical en el proceso de apropiación del espacio, el cual juega un papel relevante en el desarrollo de los niños. Debido a la reducción de los espacios que ha sufrido el diseño de la vivienda multifamiliar vertical, la calidad de vida que esta proporciona a los apropiantes1 deja mucho que desear. Los niños, ancianos, discapacitados y las mujeres son individuos que en la mayoría de los casos son invisibles para todas las necesidades y actividades que genera nuestra sociedad, por lo que no son tomados en cuenta para la producción de espacios adecuados para ellos. En México poco se ha estudiado sobre el tema y sus repercusiones sociales y de salud, al no ser considerados para la producción de vivienda, aunque es parte de la sustentabilidad social y ambiental. La arquitectura cimenta las relaciones entre cultura y naturaleza. Al espacio construido y a las ciudades en general se les ha denominado como “la segunda naturaleza”, inspirada en la primera, pero adaptada por el hombre para satisfacer sus necesidades específicas (Soria, F.J.2007). La Unión Mundial de la Conservación para el Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas y del Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (1991) afirma que el desarrollo sostenible implica una mejora de la calidad de vida dentro de los límites de los ecosistemas, es decir, ofrecer servicios ambientales, sociales y económicos básicos a los miembros de una comunidad sin arriesgar la viabilidad de los entornos naturales, construidos y sociales. El espacio2 de la vivienda constantemente interactúa con los apropiantes y responde a las funciones para las que fue creado, pero no sólo es necesario producir un espacio para determinada función, el diseñador debe también tomar en cuenta la psicología de los apropiantes en relación con su ambiente físico, con su contexto sociocultural sobre todo, con el espacio personal que dichas personas necesitan para satisfacer sus necesidades más vitales, inherentes a las actividades 1
Vilela Petit psicoanalista francesa citada por Enric Pol (1996), sostiene el término de apropiación a partir de la proyección del individuo sobre el espacio, este proceso no sólo de da de la persona hacia el espacio, sino que los es también el espacio hacia la persona; por lo tanto, el término de “apropiante”, consiste en la identificación que se da entre el individuo y su espacio habitacional. El término de proyección en la psicología, se refiere a la forma en que el sujeto percibe su medio ambiente o entorno en función de sus propios intereses. Sus aptitudes, hábitos, sentimientos duraderos o momentáneos, configuran un mundo que le es propio. 2
En el libro Espacios exteriores -Plumaje de la arquitectura (Guzmán, V.2007) El espacio se define como un lugar que puede ser ocupado por un cuerpo cualquiera; es un límite inmóvil continente o contenido, que induce a ciertos hábitos de conducta. En el libro Introducción a la Arquitectura –Análisis Teórico (Macías,R. (2005), el concepto de espacio se categoriza en: espacio físico definido como un volumen delimitado por paredes, piso y techo de una habitación. Espacio perceptible, el cual se puede percibir o ver sin ser un espacio real. Espacio conceptual definido como el mapa mental, el plano que se almacena en la memoria y cuyos usuarios imaginan y se pueden desplazarse con soltura dentro de un lugar, sin habérseles mostrado antes el plano arquitectónico. Espacio funcional es aquél en el cual nos movemos y determina nuestras actividades al usarlo. Espacios conexos-espacios estáticos: es aquel que puede tener dos funciones distintas, con la opción de separar o fusionar dicho espacio. Espacio direccional se define como aquel que puede determinar o sugerir modelos de conducta y el desplazamiento a pesar de las barreras u obstáculos, físicos o visuales que se empleen. Espacios positivos y negativos son aquellos que se conciben a partir de un vacío y un macizo para contenerlo. Espacio personal es la distancia que los individuos de una misma especie guardan entre ellos determinada por una zona de confort de origen genético.
6 domésticas que producen en el proceso de habitar un espacio. El proceso de apropiación del espacio forma parte del desarrollo de los individuos, particularmente, de los niños (Chombart, 1976). Chombart de Lauwe (1976) aporta una definición clara relacionada con el proceso de apropiación del espacio: “Apropiarse de un lugar no es únicamente hacer de él una utilización reconocida, sino establecer con él una relación, integrarlo a las vivencias propias, enraizarse, dejar en él la huella propia y convertirse en actor de su propia transformación”.3 La calidad de la vivienda edificada por el Estado y por el sector privado está en ocasiones sujeta a una perspectiva económica: distribuir los escasos recursos entre muchas personas, construir más viviendas a costa de reducir la calidad de vida que ellas sustentan. La cuestión es bajo qué parámetros determinan estas superficies para quienes las habitan y si se ha reflexionado acerca de ello con base en la calidad de vida de los apropiantes y su vida doméstica. Cada país tiene su propia definición de lo que es una vivienda adecuada, con base en la información disponible sobre los últimos censos de vivienda y su clasificación del parque habitacional, considerando los materiales de construcción predominantes (por ejemplo, materiales de muros, pisos y techos) y el tipo de vivienda. En algunos países incluso se recurre a otras variables como servicios sanitarios, abastecimiento de agua, eliminación de excretas y año de construcción (INEGI, 2000). Hoy se habla del fenómeno de la “globalización urbanística”, de nuevos modelos de vivienda como los lofts adaptados, supuestamente, a la vida doméstica mexicana actual, con un promedio de superficie habitable que fluctúa entre 37.8m2 y 60m2, tomando en cuenta un número máximo de 4.6 ocupantes por vivienda (INEGI, 2000); estos modelos han ido sustituyendo el sentido autóctono y útil de los espacios para habitar. Los países precursores de dichos modelos de vivienda multifamiliar vertical, han transformado y mejorado la calidad de vida de los moradores de estos conjuntos, a través de estudios interdisciplinarios que analizan sus problemáticas sociales de manera focal, las estructuras familiares y el espacio habitable, los cuales también han cambiado (Newman,1996). En México, hasta el momento no existe una norma o ley que regule la proporción mínima habitable en relación con la calidad de vida de los apropiantes; el interés actual es la optimización de los costos de producción de viviendas con mínimos espacios.
Chombart de Lauwe, en su investigación “El proceso de apropiación del espacio como un proceso de socialización (1976), sostiene que dicho proceso es una dinámica interactiva entre el individuo y su ambiente para formar su persona; su estudio lo hace con niños de 6 a 14 años en ambientes urbanos y rurales en Mountrouge, Francia. 3
7 En el Programa Sectorial de Vivienda (2001-2006), sostiene que el concepto de vivienda digna es el límite inferior al que se pueden reducir las características de la vivienda sin sacrificar su eficacia como satisfactor de las necesidades básicas, no sumarias, de sus ocupantes. Además deberá cumplir con ciertos requisitos, tales como: ser ocupada por una familia, no tener más de 2.5 apropiantes por habitación, no estar deteriorada, entre otros. Sin embargo, poco se ha reflexionado al respecto. En Costa Rica, por ejemplo, se analizaron los factores de riesgo para la supervivencia infantil en relación con las condiciones de la vivienda, referidas al estado del material de la casa, el abastecimiento de agua, el saneamiento y el hacinamiento. Como resultado encontraron indicadores de mortalidad infantil de 27 por mil en las familias que habitaban viviendas en malas condiciones, mientras que ese índice era de 16 por mil para las que ocupaban viviendas adecuadas (OMS,1999 p.22). En muchas ocasiones se han criticado las dimensiones reducidas de las viviendas multifamiliares, la monotonía de su diseño y su inadecuada ubicación; incluso se han reportado problemas de ventilación, ruido doméstico, falta de privacidad y baja calidad constructiva, entre otros. Organizaciones no gubernamentales impulsan también planes puntuales para resolver problemas concretos, pero el alcance de las soluciones está muy lejos de tener un impacto social connotado (OMS, 1999, p. 44). Un ejemplo actual referente a la normatividad en la producción de vivienda es el caso de España, en el cual el gobierno español propone, en su nuevo Plan estatal de vivienda 2009-2012, que las viviendas de interés social para venta o alquiler tengan una superficie mínima de 30 metros cuadrados para dos personas y que se debe ampliar en quince metros por cada miembro más del hogar; aunque son las comunidades autónomas las que deciden las superficies, el plan señala que en cualquier caso, ésta debe ser la superficie. En cuanto a la superficie máxima, el texto recomienda que se limite a 90 metros cuadrados y no prevé que sea mayor para supuestos como el de familia numerosa, en los que el plan vigente (2005-2008) amplía el tamaño posible de la vivienda de interés social y media hasta los 120 metros cuadrados. Los modelos funcionales de la vivienda multifamiliar vertical desarrollados a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, fueron resultado de las propuestas de vivienda mínima producidas inicialmente en Europa, a consecuencia de la devastación urbana de la Segunda Guerra Mundial. Los países latinoamericanos importaron estos modelos, para satisfacer las necesidades de vivienda,
8 en particular en la ciudad de México, provocadas por el acelerado crecimiento demográfico de la población y fueron símbolos del desarrollo cosmopolita en los años cincuenta. Dichas viviendas multifamiliares estaban asignadas a un programa mínimo (número de estancias y superficies) en función del número de personas que en ellas habitase, solucionando los problemas de alojamiento y vida doméstica, con un promedio aproximado de superficie construida de 68m2 a 90m2 (Boils, 1995). En México, en el periodo de 1930 a 1950 surgen los primeros proyectos de vivienda multifamiliar vertical para el sector público, como respuesta al vertiginoso desenvolvimiento de la modernidad por todo el mundo, adecuando el programa arquitectónico a la vida doméstica de los apropiantes, cuyos patrones sociales también cambiaban. Uno de los primeros proyectos de este tipo fue presentado en 1938 por la Unión de Arquitectos Socialistas (Alberto Araí, Raúl Cacho, Enrique Guerrero y Balbino Hernández), con un proyecto global que abarcaría de Atzcapotzalco a Peralvillo con el prototipo del Siedlungen alemán y los modelos del primero y segundo planes quinquenales de la URSS (INFONAVIT, 1988 p. 265). A finales de los cuarenta surge uno de los proyectos más innovadores de vivienda multifamiliar vertical de América Latina: el conjunto habitacional Miguel Alemán, diseñado por el arquitecto Mario Pani, modelo que retoma el esquema de Le Corbusier y lo adapta de una manera humana y funcional a la nueva conformación de las familias mexicanas de clase media trabajadora del sector público. Su composición arquitectónica consta de cuatro tipos de departamentos para los edificios altos, que fluctúan entre los 48m2 y los 57m2 y departamentos de doble planta, cuya privacidad prevalece dentro de un espacio reducido. Todo el conjunto habitacional está integrado al entorno urbano y al espacio común de una manera segura para sus moradores, lo que propicia la integración comunitaria dentro del conjunto (Garay, 2001). En la modernidad de los años sesenta y setenta surgen nuevos conjuntos de vivienda habitacional vertical de clase media, como las unidades Nonoalco Tlatelolco, Villa Olímpica y Villa Panamericana, con departamentos de 60m2 a 120m2, aproximadamente. También surgieron conjuntos privados como los apartamentos San Ángel, el conjunto Altillo Universidad y Residencial Insurgentes Sur, con superficies de 80m2 en promedio, desarrollados por los arquitectos Santiago Greenham, Miguel Herrera Lasso y Ernesto Gómez Gallardo, entre otros (INFONAVIT,1988). Es importante mencionar que, de los conjuntos habitacionales públicos mencionados, sólo Villa Olímpica se ha conservado, quizá por el nivel socio-cultural de los moradores que la han habitado.
9 ¿Cómo ha sido el proceso de apropiación del espacio de los habitantes de dichas viviendas, en particular de los niños? Se ha estudiado cómo influye el diseño del espacio arquitectónico en las conductas de los individuos a través de la habitabilidad del espacio; Chombart (1976), Muntañola (1984) y Holahan (2007), pero no existe suficiente información en cuanto a los efectos que ejerce en el desarrollo de la infancia el habitar la vivienda, a través de la apropiación del espacio. Existen organismos internacionales como la Secretaría para las Ciudades Amigas de la Niñez perteneciente a la UNICEF, que documentan el mayor número posible de ejemplos de innovaciones dirigidas a satisfacer las necesidades básicas y respetar los derechos de los niños, investigando sobre la salud en la vivienda, así como sobre impactos económicos y sociales en la niñez. Así mismo, la Organización Mundial de la Salud ha tratado el tema de las relaciones entre la vivienda y la salud en sus diversas publicaciones, en las que se ha aludido a los factores necesarios para protegerse de enfermedades crónicas y envenenamientos indicando también “que el espacio vital debe ser adecuado para poder reducir al mínimo las tensiones psicológicas y sociales, además de existir lazos familiares con la comunidad y servicios apropiados de seguridad, educación, sociales y culturales” (OMS, 1999). Por lo tanto, es importante analizar el habitar del niño, a través de la apropiación del espacio y la habitabilidad de la vivienda, así como esbozar los efectos que esta interrelación produce en su desarrollo. Esto nos lleva a plantear la cuestión del espacio construido desde un punto de vista interdisciplinario entre el medio físico y el desarrollo del niño. En la mayoría de los casos los espacios donde habitan niños, se proyectan desde la perspectiva de un adulto, sin hacer un análisis de la percepción que pueda tener el niño de dichos espacios; Ismail Said (2007) concibe que los adultos perciben el espacio enfocados hacia la forma, la función y la estética, mientras que los niños lo perciben diferente, enfocándose en la funcionalidad del espacio, más que en lo estético. Es por esto que muchas veces se sienten aburridos o con miedo a estar en ciertos lugares ajenos como la escuela o el hospital; en otras palabras, la arquitectura cae en el error de no producir en los niños estímulos a través del habitar que el espacio les proporciona para ayudarlos en su desarrollo. Los niños entienden la arquitectura como un espacio que permite pequeños cambios, por lo que es necesario proyectar espacios donde los niños interactúen con éste; y tomar en cuenta su percepción, para ayudarlos en su desarrollo físico y mental (Ismail, 2007). Parte de la pedagogía Montessori asocia la influencia del ambiente sobre el niño afirmando que los espacios producen un sentimiento de pertenencia al territorio y desarrollan su individualidad, junto
10 con los complementos emocionales que experimenta el niño dentro de ellos como sujeto en un núcleo familiar. Estos elementos se encuentran relacionados con los espacios que habita el niño desde sus primeros años. En la medida en que el espacio interior va despertando en el niño curiosidad para poder descubrir más cosas, adquiere conciencia de su ambiente y se va apropiando de él. Sin embargo, Flynn (2002) sostiene que si dicho ambiente no le proporciona experiencias sensoriales positivas, en muchos casos esto se manifiesta, en problemáticas socio espaciales que ponen en riesgo su integridad física y mental. Debido a la carencia de un espacio defendible, (término que utiliza Newman (1996), para el análisis de los procesos de polarización de naturaleza socio espacial dentro de un conjunto habitacional vertical), el individuo reproduce un comportamiento violento y hostil, que lo excluye dentro de una sociedad y su entorno. Los términos de privacía, territorialidad y espacio personal son elementos clave de la psicología ambiental para definir el proceso de apropiación del espacio en relación con el diseño arquitectónico, disciplina que permite apreciar la interrelación de dichos elementos al analizar o proyectar una vivienda, ya que el programa arquitectónico requiere de más espacios interconexos, en cuanto a las funciones que el individuo ejerce al habitar el espacio de su vivienda. En Community and privacy (1983), Sergei Chermayeff y Christopher Alexander recomiendan un diseño residencial creativo, que satisfaga las necesidades de reclusión y participación social del individuo, así como un balance entre los diversos intereses de los adultos y de los niños (Holahan, 2007). Enric Pol dice que el concepto de apropiación del espacio surge en la psicología social y en la psicología ambiental como diferenciación y matización crítica de otros conceptos como la conducta, territorialidad, privacía, intimidad, apego al lugar o personalización entre otros. Wolf y Laufer (1974) investigaron sobre el significado del concepto de “privacía” con niños cuya edad fluctuaba entre los 4 años y la última etapa de la adolescencia. Descubrieron que a la edad de 5 años los niños cuentan con cierta noción del significado de privacía, mientras que para los niños más pequeños significaba la posesión de objetos personales como juguetes o frazadas. Holahan refiere a Ross Parker y Douglas Sawin (1979), quienes estudiaron el desarrollo de conductas relacionadas con la privacía en relación con el hogar y concluyeron que a medida que los niños crecen, utilizan más las señales físicas de privacía, como por ejemplo: cerrar la puerta de su recámara o del baño.
11 Estas conductas de privacía están influidas por variables de tipo ambiental, tales como el número de habitaciones y baños disponibles, así como ligadas a sentimientos de autonomía personal. Irwin Altman (1975) dice que regular la interacción social con la privacía es esencial, ya que, para los niños estudiados, el concepto de privacía se concibe como un lugar privado, un pensamiento íntimo, una cosa personal o una conversación en privado; pero los niños también se refirieron a un control del acceso espacial al tratar de evitar ser molestado por otras personas, el cual es traducido como una invasión a su privacía, describiendo episodios en los que no pudieron controlar los límites entre ellos mismos y otras personas, haciéndolos sentir abrumados, ofendidos, con miedo o muy molestos. Algunos de los estudios mencionados refieren; que las invasiones a la privacía destruyen la autonomía personal del individuo y producen un sentimiento de incapacidad para controlar su interacción con el mundo social. Altman afirma que muy poca o demasiada privacía resultan insatisfactorias para los individuos que la perciben. Las personas que cuentan con suficiente espacio se retiran a una recámara; o a un estudio para estar a solas; quienes no cuentan con suficiente espacio pueden recurrir al uso de mobiliario estratégicamente colocado para obtener un lugar privado (Holahan, 2007). Desde la perspectiva de su desarrollo el niño, desde sus primeros años en su ambiente, experimenta un periodo de increíble fantasía mediante el juego, pues aprende y reinventa su mundo a través de nuevas reglas y lucha para que todo lo que le rodea se encuentre en armonía. Su desarrollo psicomotor está influenciado por las funciones y características del mobiliario y los juguetes con los que entra en contacto en el interior de un espacio, así como con animales y plantas hacia el exterior (Said, 2007). En base a lo anterior, el diseño del espacio donde los niños habitan debe ayudar a conformar su desarrollo físico y permitirles acciones como rodar, brincar, escalar y correr; su desarrollo cognitivo, mediante las respuestas que adquiere a través de su percepción visual, auditiva y táctil; y su desarrollo social, proceso por el cual aprende a interactuar con las personas que le rodean. No hay que olvidar que la vivienda nos hace vivir de una determinada manera, la construimos pero también nos construye, su evolución en el tiempo ha ido redefiniendo el significado de los espacios domésticos y constituye una combinación de valores culturales e ideológicos que cimientan modos de vida. En el habitar de la vivienda un hombre tipo permanece al menos el 50% de su
12 tiempo, cuando sólo dedica un 33% del mismo a la función laboral o docente y un 17% a otros ámbitos (OMS, 1999). La función social del espacio físico puede contribuir a diseñar ambientes que favorezcan la interacción y el desarrollo de un grupo de individuos, a través de la idónea creación de un ambiente arquitectónico y su respectivo análisis sobre el espacio personal que cada uno requiere para realizar cualquier tipo de actividad dentro de éste. La trascendencia de este estudio es describir el proceso de apropiación del espacio a través de la psicología ambiental y el análisis de la habitabilidad del diseño arquitectónico de algunos conjuntos de vivienda multifamiliar vertical, con criterios de selección que se detallan en el capítulo 4, mediante un estudio cualitativo, para conocer dicho proceso en niños de 3 a 5 años, así como identificar los espacios de la vivienda que hacen suyos para su desarrollo. En cuanto al desarrollo de los individuos se ha estudiado la apropiación del espacio en adultos (Holahan, 2007), pero, también se han realizado estudios con niños para investigar en qué etapas de su desarrollo surgen los límites de un espacio personal consistente, los cuales han demostrado que incluso los niños en edad preescolar muestran ya un uso sistemático del espacio personal en su conducta interpersonal (Holahan, 2007). La habitabilidad del espacio arquitectónico consiste en proporcionar a los apropiantes una mejor calidad de vida que permita su sano desarrollo físico, biológico, psicológico y social, en relación con la organización del programa arquitectónico y sus características referentes a la superficie asignada a cada local de la vivienda, la proporción de la habitación, la ventilación e iluminación, la privacidad de los espacios, las circulaciones de cada área, la sociopetividad, referente a las características del espacio relacionadas con la comunicación y la vigilabilidad, que es la capacidad de observar sin ser visto o de control en los entornos que hace un espacio defendible (Landázuri, et al. 2004). Esta conceptualización del espacio arquitectónico no se lleva a cabo en la gran mayoría de los diseños de viviendas multifamiliares, debido a la optimización de los costos de ejecución y al abastecimiento de la demanda de viviendas dentro de las políticas públicas, produciendo una serie de fenómenos económicos y sociales que afectan directamente a sus usuarios; por esta razón es importante estudiar qué ocurre con el desarrollo de los niños al habitar estos espacios, lo mismo que con su desarrollo social, mediante el estudio del proceso de apropiación del espacio. Incluso podría ser considerado para un estudio más profundo relacionado con el origen del proceso de apropiación
13 del espacio de la vivienda y la polarización de índole socio espacial que se presenta dentro de un conjunto habitacional, para la producción de espacios defendibles. Por lo tanto se plantea la siguiente discusión: ¿Cómo es el proceso de apropiación del espacio en niños de 3 a 5 años en función del diseño de su vivienda? ¿Qué impacto produce el diseño arquitectónico de la vivienda multifamiliar vertical en el proceso de apropiación del espacio en niños de 3 a 5 años, para construir su persona? ¿Cuál sería la reflexión a considerar sobre la importancia de la relación entre el espacio arquitectónico de la vivienda multifamiliar y la apropiación del espacio en niños de 3 a 5 años, para ser consideradas por los organismos que regulan la producción de vivienda?
Objetivo general Analizar el impacto que produce un diseño arquitectónico de la vivienda multifamiliar vertical en el proceso de la apropiación del espacio en los niños de 3 a 5 años.
Objetivos particulares Describir cómo los niños se apropian de los diferentes espacios de su vivienda con base en la habitabilidad de ésta. Analizar los efectos que produce el diseño arquitectónico de la vivienda multifamiliar vertical en el proceso de la apropiación del espacio y su impacto en los niños de 3 a 5 años. Aportar una serie de recomendaciones para el diseño y producción futura de la vivienda multifamiliar. Las disciplinas afines que validarán la investigación, en las relaciones entre el diseño de espacios habitables de la vivienda, la apropiación del espacio y el impacto que ejercen en el desarrollo integral del niño, son: diseño de la habitabilidad de la vivienda, psicología ambiental y desarrollo del niño a través de la arquitectura.
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Capítulo 2 El diseño de la habitabilidad y la psicología ambiental en la vivienda “La arquitectura debe proponernos como meta la creación de relaciones nuevas entre el hombre, el espacio y la técnica” Scharoun
Las viviendas del siglo XXI han cambiado con respecto a las del siglo XX, pues nos encontramos ante nuevos modos de habitar que transforman la dinámica familiar de los individuos que las habitan. La habitabilidad se refiere a la satisfacción que un individuo obtiene a partir de los atributos que el espacio alberga y la influencia que éste tiene sobre la calidad de vida familiar. Esto nos conduce a un cambio de condiciones formales que requiere una reflexión más profunda sobre el modelo actual de la vivienda multifamiliar, más allá de su volumen, su forma y su materia; tomando en cuenta las necesidades humanas del individuo con relación al uso del espacio y la apropiación de éste, para su sano desarrollo. En estas viviendas la cocina, el baño, las recámaras y la estancia, difícilmente satisfacen las necesidades de espacio que los individuos requieren, ya que se han vuelto cada vez más conexos o multifuncionales, provocando situaciones incómodas para sus usuarios, como la falta de privacidad y de aislamiento del ruido de un baño, debido al grosor o material de los muros. La vivienda es un objeto habitable que alberga las funciones involucradas en las actividades de la vida privada y acoge una serie de recintos especializados respondiendo a una necesidad en cada unos de ellos para el desarrollo de los individuos que la habitan (Mercado et al.1995). Las normas de construcción y habitabilidad con base en las necesidades vitales del individuo, nacen ligadas al mínimo espacio para vivir; mínima superficie, mínima altura, mínimo volumen, mínimo mobiliario, mínima luz, etc. Sin embargo, todos estos elementos deberían actuar como referencias a la función y al uso de habitar, abriendo camino a soluciones sustentables más acertadas dentro de su normatividad y marco social. Es importante resaltar que la vivienda nos provee de recuerdos y nos produce sentimientos de protección e intimidad, los cuales nos dan estabilidad emocional, es decir, es una extensión de nosotros mismos (Flynn, 2002). En el Programa Hábitat (2005) evaluación realizada por el Colegio de la Frontera Norte, dice que la habitabilidad está determinada por la relación y adecuación entre el hombre y su entorno, evaluando la capacidad de cada una de las escalas territoriales para satisfacer las necesidades humanas. Este concepto se relaciona con el cumplimiento de estándares mínimos, ya que la habitabilidad es la
15 cualidad habitable, en particular la que con arreglo de determinadas normas legales tienen un local o una vivienda e inclusive de los espacios urbanos. Se puede definir el término habitabilidad como la relación de los seres humanos con el espacio físico, en este caso la vivienda, además de ser un atributo de los espacios construidos para satisfacer las necesidades subjetivas y objetivas de los individuos que la ocupan. La habitabilidad tiene relación con la organización del programa arquitectónico y sus características, tales como la superficie asignada a cada local de la vivienda, la proporción de la habitación, la ventilación e iluminación, la privacidad de los espacios, las circulaciones de cada área diseñada, la sociopetividad (referente a las características del espacio relacionadas con la comunicación) y la vigilabilidad, que es la capacidad de observar sin ser visto o del control en los entornos que hace un espacio defendible (Landázuri et al. 2004. y Newman, 1996). Para comprender esta interacción de elementos ambientales y humanos se utilizará la psicología ambiental. La psicología ambiental es el área de la psicología cuyo foco de investigación es la interrelación del ambiente físico con la conducta y la experiencia humana, desde un punto de vista holístico (Holahan, 2007). La investigación enfocada al desarrollo del hombre ha demostrado que su conducta en relación con el espacio personal se evidencia desde los primeros años preescolares y continúa evolucionando hasta su edad adulta. El espacio personal, como describiré más adelante, crece y su uso se sistematiza a medida que el individuo se desarrolla física y mentalmente, quien además ejerce un sentido de territorialidad del espacio jerárquicamente estructurado según los niveles de desarrollo evolutivo: el tallo cerebral y el sistema límbico, para humanos y animales, caracterizan conductas espaciales de dominio, así como la neocorteza, exclusiva en los humanos, que controla las formas complejas de la conducta social, la representación de roles sociales. El logro de un buen nivel de territorialidad dentro de un diseño residencial debe ser un objetivo para los diseñadores (Holahan, 2007). 2.1.- Relaciones entre el ambiente y el comportamiento social humano En estudios relacionados con la influencia que tiene el ambiente sobre el ser humano; se ha demostrado que existen factores de tipo ambiental que intervienen en su conducta; así, el hombre modifica su medio y lo adapta conforme a sus necesidades y posibilidades. Dentro de una habitación existen aspectos sensoriales que intervienen en la conducta de los individuos y son llamados factores ambientales tales como la iluminación, el ruido, el olor y la
16 temperatura; estos entornos juegan un papel estético y de salud, ya que la saturación sensorial del ambiente puede ocasionar estrés en los individuos que habitan dicho espacio (Heimstra, 1979). Existen también otros factores de tipo físico como la forma, el mobiliario y su disposición, así como la dimensión de la habitación, que afectan las actividades cotidianas, considerando la calidad de las funciones individuales y sociales que se llevan a cabo dentro del espacio arquitectónico. Es por esta razón que las viviendas poseen características únicas y variadas; el apropiante, como valuador de ellas, debe seleccionar los espacios que utiliza de acuerdo con su conveniencia, respecto a sus necesidades y su estilo de vida. La casa, por su significado emocional, semiológico e histórico, es el sitio ideal para realizar un estudio que nos puede dar pautas para comprender ambientes más complejos que intervienen en el comportamiento del individuo, en este caso el de los niños. Estos ambientes están rodeados de patrones culturales y socioculturales que marcan los valores personales y los estilos de vida, las tendencias arquitectónicas y la estructura de los grupos sociales. El comportamiento es la interrelación de la persona con el ambiente y los procesos que éste ejerce al interactuar con aquella. Esta teoría sostiene que las variables ambientales son las dominantes en la conformación del comportamiento de los individuos. (Holahan, 2007, pp. 391- 396). Para describir esta interrelación se puede tomar el siguiente esquema, adaptado del trabajo de Albert Bandura, realizado en 1978; a diferencia de los modelos relacionados con la interacción del comportamiento, que se dirigen en forma lineal, en este modelo interactúan recíprocamente con el ambiente, como parte de un sistema, de la siguiente manera: Modelo Holístico del Ambiente Ambiente (Ejemplo: Casa) Ambiente físico, estructuras sociales y patrones culturales
Sistema Interactivo no lineal
Procesos conductuales (Individuo y ambiente) Estrategias para enfrentar el ambiente, reacciones de conducta hacia el ambiente
Procesos psicológicos (Individuo) Percepción, conocimiento, actitudes, características personales y culturales
17 Por ejemplo, la casa es un sitio donde generalmente el hombre realiza diversas actividades de diferente clase, al mismo tiempo adquiere un sinnúmero de experiencias tanto positivas como negativas a través de ésta, con un significado y un valor que determinan sus actitudes y su conducta ambiental. Por lo tanto, el sujeto debe percibir en forma precisa su ambiente para comprender y aprender de éste, para aplicar estrategias que le permitan interactuar con el espacio. Una vez que los arquitectos lleguemos a comprender la psicología ambiental, podremos plantear nuevas soluciones arquitectónicas y así asegurarnos de que nuestros valores influyen también en el curso de la investigación antropológica urbana y psicológica (Mercado et al. 1995). 2.2.- La apropiación del espacio Para definir el proceso de apropiación del espacio, hablaremos del comportamiento y del proceso de adaptación de un individuo con el ambiente, a través de su control y transformación. Algunos teóricos al respecto plantean las siguientes posturas: Chombart de Lauwe, en 1976, sostiene que la apropiación del espacio construido es un proceso específico entre el individuo y su ambiente, cuyos mecanismos e importancia deben ser analizados en específico cuando se relaciona con la infancia, ya que son parte de su proceso de desarrollo biológico y social. Proshansky, en 1978, definió el proceso de apropiación en dos sentidos. Uno dirigido hacia los demás, a través de la conquista de un espacio; el otro dirigido hacia sí mismo, en lo referente a la adaptación de un espacio a las necesidades propias del individuo, otorgándole características propias. De esta manera se entiende la apropiación como un proceso de identificación del sujeto en el espacio y en el tiempo, en el cual existe una influencia entre espacio y sujeto (Pol, 1996). Para la realización de ésta investigación es pertinente describir el siguiente esquema de Enric Pol, el cual hace un desglose de los componentes e interacciones conceptuales para la explicación de la apropiación del espacio, con el componente de comportamiento denominado “Acción de transformación”, donde se utilizaron las interacciones conceptuales de: espacio personal, territorialidad y hacinamiento. En lo referente al componente simbólico o identificación, se tomaron en cuenta las interacciones conceptuales de bienestar relacionadas con la afectividad, la cognitiva (proceso que lleva al conocimiento a través de la percepción), la imaginación y la exploración entre otros, así como, por último, la interactiva, relacionada con la personalización, privacidad e intimidad que ejerce el individuo sobre el proceso de apropiación del espacio, descritas a continuación.
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Espacio personal – proxémica
Acción-Transformación (Componente comportamiento)
Territorialidad Densidad, hacinamiento, crowding
Apropiación
Identificación (Componente simbólico)
Afectiva
Procesos dinámicos (Bienestar)
Cognitiva
Desarrollos cognitivos Representaciones, mapas Actividad taxonómica
Interactiva
Personalización Privacidad-intimidad Escenificación
Esquema de Enric Pol sobre el proceso de apropiación del espacio (Pol, 1996).
El concepto el espacio personal se encuentra vinculado con la proxémica, definida por Hall (1972); como el grado de tolerancia a la cercanía de un individuo con otro, variable; según el grupo racial y la cultura del sujeto. Por lo tanto, se puede definir el concepto de espacio personal, como aquel que una persona necesita a su alrededor y que constituye su territorio portátil con carácter social. La territorialidad se define como un mecanismo que puede utilizarse para lograr un nivel adecuado de privacía; un territorio sirve para ejercer otras funciones psicológicas de acuerdo con la ley del más fuerte y establece un sentido de identidad personal e interacción social. También se define como el uso, la personalización y la defensa de un área espacial por parte de una persona. El concepto de territorialidad se divide en tres tipos: primaria, secundaria y pública, de los cuales sólo enunciaremos el primero, concebido como la vivienda y definido como aquel cuyo control por parte del individuo es completo durante un periodo de tiempo prolongado; un ejemplo es la casa. Para los procesos cognitivos del ser humano y la interacción con el espacio, se pueden tomar en cuenta, como referencia, los modelos de Landázuri y Serafín Mercado (2004), relacionados con el estudio de la habitabilidad de la vivienda con variables arquitectónicas tales como: función, proporción, ventilación, iluminación, seguridad, vigilabilidad y sociopetividad; así como con las
19 variables subjetivas inherentes al apropiante, tales como: placer, inteligibilidad, activación, operatividad, control, etcétera. Según Enric Pol, los procesos cognitivos o de conocimiento, comprenden los procesos de desarrollo humano psicológico, biológico y físico; desarrolla su teoría con las aportaciones de Piaget y Vigotsky, las cuales son de gran utilidad explicativa, así como con los estudios enfocados en la relación del niño con el ambiente de Muntañola y Hart; además de los estudios sobre la representación del espacio o Mapas Mentales que actúan como esquemas cognitivos en la conducta espacial del sujeto por Lynch, Appleyard, Down & Stea, Milgram, Jodelet y Aragonés. El hacinamiento está relacionado con la cantidad de individuos que utilizan un espacio físico determinado para realizar ciertas actividades en común. Cuando el individuo vive estrechamente percibe las situaciones que se generan dentro de dicho espacio como una amenaza y se estresa. El concepto de privacía se puede definir como el placer que nos provoca descubrir un rincón privado para hacer lo que más nos place, meditar o simplemente fantasear, sin ser interrumpido por las presiones de la vida cotidiana. La privacía se compone de tres tendencias, identificadas por Nancy Marshall en 1972: la “soledad”, la cual se refiere al deseo de estar a solas; la “reclusión”, en relación con el deseo de estar fuera de la vista, del ruido, del tránsito, así como de los vecinos; y la “intimidad”, la cual implica aislarse de los demás con la familia o con una persona de manera especial. La privacía contribuye también a mantener el orden en un grupo social, en este caso la familia, ya que permite liberar emociones derivadas del estrés cotidiano. La privacía proporciona al individuo mayores opciones de conducta y le permite tener un alto grado de control personal sobre sus actividades; desgraciadamente es considerada como un lujo relacionado con el nivel socioeconómico, casi inaccesible para los pobres (Holahan.2007). Holahan cita a Jourard (1966) quien sostiene que los ambientes residenciales de la arquitectura moderna, carecen de privacía y hacen sentir a los apropiantes como si estuvieran en una prisión o en un lugar totalmente impersonal. John Archea (1977) ha analizado muchas teorías sobre la privacía relacionadas con las variables del ambiente físico y propone un modelo que considera cómo el ambiente físico afecta la privacía a través de la regulación de la vigilabilidad, la cual implica una capacidad del individuo de inspeccionar con la vista el espacio circundante y de la exposición visual, relacionada con el grado en que la conducta del individuo puede ser registrada por otras personas. Las características del ambiente diseñado influyen en la distribución de la información social.
20 Irwin Altman plantea un ejemplo de un estudio antropológico que hizo Lewis (1959-1960) en familias pobres en México. Una de las familias estudiadas, conformada por los padres y siete hijos, vivía en una habitación; los adultos ubicaban su cama en la esquina más lejana para alcanzar privacidad y ubicaron un muro de cajas vacías en el área de la cocina. En la mayoría de las familias estudiadas construir la privacía es un problema muy serio. Los miembros de las familias actúan separados el uno del otro para vestirse, desvestirse, escuchar la radio, ir a la cama y luego levantarse, actividades con limitaciones del control de cada uno de los individuos debido a la falta de espacio. El uso del baño es uno de los mayores traumas, ocasionado por la falta de privacidad visual y auditiva (Altman, 1975, p. 38).
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Capítulo 3
El desarrollo del niño a través de la arquitectura
“En la arquitectura, el contenido social, el efecto psicológico y los valores formales se materializan en espacio” Bruno Zevi.
Para el niño las personas, los animales, las plantas y los objetos sirven como nexo de unión entre su medio ambiente, mediante un sistema de exploración, familiarización y eventual entendimiento hacia el mundo que le rodea; aunque el concepto del juego no es uno de los objetivos a abordar a profundidad dentro del proceso de apropiación del espacio, si guarda ciertas conexiones sistemáticas con lo que no es juego, ya que de esta manera, el niño adquiere habilidades cognitivas y físicas que, además de instintivas, lo ayudan a ejercitar capacidades para su vida adulta (Garvey,1985). La noción de contraste entre el juego y no juego es que existen semejanzas entre el comportamiento lúdico y el comportamiento análogo no lúdico. Garvey dice que saltar, arrojar una piedra, perseguir a alguien o imitar a otras personas, son actividades que pueden realizarse como juego, pero también puede efectuarse de un modo no lúdico y sin intenciones de jugar. La arquitectura debe ser un espacio lúdico para el ser humano, en particular para los niños, ya que el espacio es un motor productor de percepciones, a veces no conscientes en su interacción con los apropiantes al cumplir con su función específica. Para este fin, primero es necesario incluir el elemento “lúdico”, el cual define Max Neef como una potencialidad creativa en el desarrollo del ser humano relativo a jugar o divertirse y es parte de la formación completa del niño desde sus primeros años; incluso se encuentra vinculado a otro elemento al que llamamos cognición, proceso que conduce al conocimiento a través de la percepción, la imaginación, el razonamiento, etc. (Bunge, 2001). El proceso cognitivo en los seres humanos conduce a procesar información a partir de la percepción y el conocimiento adquirido a través de la mente absorbente. El niño está genéticamente programado para la exploración del mundo que le rodea mediante el juego, el cual estimula sus facultades cognitivas y sensitivas, por lo que es afectado emocionalmente con todo lo que toca en forma directa y le permite explorar, descubrir e imaginar. Desde que el niño entra en contacto con la arquitectura lo envuelven la percepción y el movimiento, estableciendo un marco de referencia para evaluarla y apreciarla; los proyectos arquitectónicos deben considerar cómo el niño percibe las propiedades del espacio que habita y los efectos que produce en él, para su sano desarrollo (Said, I. 2007 p.3).
22 Para esta investigación se consultaron diversos autores que tratan el habitar del espacio arquitectónico, la psicología y desarrollo del niño, como pilares para la formación del hombre, tales como: Josep Muntañola, Patricia Flynn, Ismail Said, Charles Holahan, Enric Pol, Liliane Lucart, Catherine Garvey, María Montessori y Jean Piaget, los más cercanos a mi enfoque sobre el uso de la habitabilidad del espacio en el desarrollo del niño, conductores determinantes en esta investigación. El estudio del espacio arquitectónico proporciona al ser humano conciencia de gran cantidad de habilidades que lo ayudan a construirse a sí mismo, por lo que, construir, habitar y diseñar son actividades básicas que contribuyen al aprendizaje en dicho proceso. El ser humano, desde los 2 hasta los 15 años, construye sus propias características de desarrollo como persona, partiendo de la percepción de su entorno. En cuanto a las características esenciales de la pedagogía del entorno en las etapas de desarrollo del niño de los 2 a los 16 años de edad, Josep Muntañola plantea el siguiente análisis en su didáctica del entorno: Primera etapa: de 2 a 4 años de edad: Algunos ejemplos de actividades para esta etapa de la infancia son: juego de concurso sobre todo lo que se puede hallar en el entorno próximo, buscar figuras geométricas determinadas en su entorno interior y exterior, recorrer distancias utilizando distintas medidas a partir del uso de su propio cuerpo, intentar ocupar el mínimo espacio, etcétera. Segunda etapa: de 5 a 7 años de edad. Algunos ejemplos de actividades para esta etapa de la infancia son: describir espacios o lugares diferentes con los ojos cerrados, captar experiencias negativas de lugares determinados como malos olores, ruidos desagradables o texturas repelentes, medir el espacio a partir de su propio cuerpo como unidad de medida, determinar qué objetos del entorno son fijos y cuáles son móviles, etcétera. Tercera etapa: de los 8 a los 12 años de edad: Algunos ejemplos de actividades para esta etapa de la infancia son: realización de ejercicios de percepción sensorial, reconocimiento de los elementos naturales en un entorno, realización de juegos topológicos, adquisición de la percepción de la distancia, historia y cambio de estilo, exploración de un barrio, reconocimiento del poder territorial, diagnóstico de un lugar conocido, reflexión sobre la situación ideal de un lugar donde vivir, la habitación ideal, vida familiar y comunitaria, etcétera.
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Cuarta etapa: de 13 a 16 años: Algunos ejemplos de actividades para esta etapa de la adolescencia son: el análisis del crecimiento y la transformación histórica de un barrio o ciudad, demostrar la diferente capacidad de aislamiento frente al ruido, la humedad, el sol, el calor, detectar nidos de actividad de una cultura, es decir lugares típicos en los que se realiza un conjunto de actividades o rituales esenciales, etcétera. En lo anterior podemos apreciar la relación que tiene el espacio arquitectónico habitable con la cognición y el desarrollo de los niños, además de identificar alguna corriente pedagógica que refiere el espacio como factor conductivo para la formación de una persona. Un pequeño grupo de investigadores ha examinado los efectos de las características del diseño arquitectónico en el espacio personal, en el que, mientras más encerrado es un lugar, mayor espacio personal desean sus apropiantes (Holahan, 2007, p. 341). 3.1.- Relaciones del niño con los objetos Delval (1994); sostiene que los objetos producen sensaciones visuales, gustativas, olfativas, auditivas, térmicas, etc, pero cada una de ellas no basta para caracterizar un objeto, menos cuando se han atribuido otras sensaciones al mismo objeto. Mientras que para Garvey (1985), es a través del juego que el niño adquiere una serie de experiencias que incluyen movimiento y cambios en la percepción, resultantes del movimiento físico de los objetos y sus propiedades. El niño, al experimentar con los objetos mediante el juego, comienza a usar su imaginación, así como su curiosidad intelectual como parte del mismo juego, de tal manera que se van agregando asociaciones colmadas de signifcación y el juego con objetos se combina con otros aspectos de tipo lúdico; asimismo, proporcionan satisfacción y diversión al dominar su uso y comprender sus propiedades, facilitando el contacto social y ayudando a la expresión de ideas y sentimientos (Garvey, 1985). Liliane Lucart dice que en la familiarización progresiva del niño con el espacio convergen dos fuentes diferentes de conocimientos, producto de las actividades que desarrolla a través de sus primeros años. El primer elemento es el conocimiento directo del espacio a través de la práctica cotidiana, constituida por desplazamientos exploratorios y manipulación de objetos. La manipulación se refiere a prácticas específicas que aportan altos grados de complejidad y finura. El segundo es el
24 conocimiento indirecto del espacio, transmitido por el medio familiar, consistente en la denominación de los objetos y lugares, así como en castigos y prohibiciones referentes a ellos. Para que exista el conocimiento se requiere del criterio de una actividad adaptada, por ejemplo: ir a un lugar determinado y localizar objetos, pero a veces se imponen limitaciones a los niños en la conquista de lugares por los riesgos existentes, producto de la vida cotidiana. 3.2.- Adaptación y desarrollo del niño En el niño pequeño existe un estado mental inconsciente creador; llamado “mente absorbente”, que se construye mediante la guía de los periodos sensitivos y su desarrollo biológico. Montessori dice que cada niño lleva dentro de sí las potencialidades del hombre que un día será, de manera que pueda desarrollar al máximo, a través de su hábitat, sus capacidades físicas, emocionales, intelectuales y espirituales. En su análisis de las tres etapas del desarrollo del ser humano, Montessori descubrió a través de la observación, las siguientes características y necesidades: De los 0 a los 6 años. Primer periodo De los 3 a los 6 años. Sub-etapa De los 6 a los 12 años. Segundo periodo De los 12 a los 15 años. Tercer periodo De los 15 a los 18 años. Cuarto periodo. Sub-etapa
Cada etapa está dividida en dos sub-etapas en donde la primera parte es de adquisición de conocimientos y la segunda de perfeccionamiento del conocimiento. La primera y tercera etapas son procesos de creación, así como la segunda y cuarta etapas son procesos de desarrollo. La adaptación se entiende como los procesos psicológicos que median los efectos que presentan los ambientes físicos en la actividad humana; además de que el niño desarrolla su propia inteligencia a través del movimiento, el movimiento ayuda al desarrollo psíquico. Es por medio del movimiento de la mano mediante el cual el niño comienza a desarrollar su estímulo psíquico (Montessori, 1963. pp. 186- 197). La doctora María Montessori describe cronológicamente el desarrollo del niño; en base a los cambios fisiológicos que sufre, concurrentes con su desarrollo intelectual. Piaget sostiene que desde que nacemos vamos adquiriendo inherentemente, habilidades físicas, biológicas y mentales que nos permiten interactuar eficazmente con nuestro entorno y con otros seres humanos. A través de la adaptación se puede llegar a un equilibrio entre las estructuras
25 biológicas inherentes a la edad y las experiencias acumuladas durante la vida y el estímulo nuevo, esto facilitará o entorpecerá al niño su rápida adaptación al medio social (Delval,1994. pp.142-150). También plantea los periodos del desarrollo de la inteligencia del niño hasta los 6 o 7 años de la siguiente manera: Periodo sensorio–motor. El infante se interesa en ejercitar sus órganos sensoriales, sus movimientos le permiten ir afrontando determinados problemas. Entre los 5 y 9 meses el bebé moverá su sonaja para escuchar y producir el ruido de ésta. Periodo del pensamiento simbólico, de los 2 a los 4 años. En esta fase el niño lleva a cabo sus primeros acercamientos con el mundo nuevo y desconocido de los símbolos. Comienza la adquisición sistemática del lenguaje gracias a la aparición de una función simbólica que se manifiesta también en los juegos imaginativos. Periodo del pensamiento intuitivo, de los 4 a los 7 años. Se basa en los datos de la percepción. En este periodo el desarrollo del niño va obteniendo estabilidad, mediante la creación de una estructura llamada agrupación. El niño comienza a razonar y a realizar operaciones lógicas de modo concreto y sobre cosas manipulables. Encuentra diversas maneras de llegar al mismo punto, sabe armar rompecabezas. En la infancia se produce el egocentrismo, es decir, todo gira en torno al "yo" del niño y no es capaz de distinguir entre su propio enfoque y el de los demás; así mismo, predominan el juego y la fantasía, por lo que el niño gusta de los cuentos, las fábulas y las leyendas. A través su fantasía dota de vida a los objetos y se crea un mundo psicológico especial. Por lo tanto es pertinente para el desarrollo educativo la estimulación que recibe a través de su ambiente; cuando un niño es desprovisto de experiencias sensitivas, esto puede afectar negativamente su crecimiento (Flynn, 2002). 3.3.- El ambiente preparado María Montessori plantea el concepto de “ambiente preparado”, un ambiente que se ha organizado cuidadosamente para el niño, para ayudarle a aprender y a crecer. Está formado por dos factores: el entorno y el material, preparados de manera que desenvuelvan en él las partes social, emocional, intelectual, la comprobación y necesidades morales del niño, pero también que satisfaga su necesidad de orden y seguridad, con el conocimiento de que todo tiene su lugar apropiado.
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Fotos de un ambiente Montessori
Fotos de una habitación de una niña Montessori
Las impresiones que recibe el niño del ambiente son tan profundas que, por medio de cierta transformación biológica o psicoquímica, termina asemejándose al ambiente mismo. Los niños se convierten en las cosas que más les gustan. El niño se construye a sí mismo por medio de profundas impresiones de las cosas que recibe, mediante la adaptación al ambiente (Montessori, 1963. pp. 138 -139). Piaget plantea la inteligencia como la adaptación al medio que nos rodea. Esta adaptación consiste en mantener un equilibrio entre dos mecanismos indisociables: la acomodación y la asimilación. El desarrollo de la inteligencia comienza cuando el niño va realizando un equilibrio interno entre la acomodación, el medio que lo rodea y la asimilación de esta misma realidad a sus estructuras; este desarrollo sigue un orden determinado. La asimilación de los objetos que le rodean es progresiva y se realiza a través de todas las funciones del pensamiento, como: la percepción, la memoria, la inteligencia, la práctica, el pensamiento intuitivo y la inteligencia lógica. Todas estas adquisiciones implican una acomodación, la cual va produciendo una adaptación cada vez más adecuada al medio ambiente. A medida que el niño adquiere experiencias concretas y aprende a manipular su medio ambiente, presentará un comportamiento pre-lógico. Piaget dice que "el niño utilizará la lógica por el mecanismo de la intuición, simple interiorización de las percepciones y los movimientos en forma de imágenes representativas" (Delval, 1994).
27 3.4.- Periodo sensitivo Los periodos sensitivos son bloques de tiempo transitorio. La mayor parte de ellos se encuentran entre los 0 y 6 años y son instrumentos de la mente absorbente, aunque también aparecen en otras etapas de la vida. Un periodo sensitivo es un impulso irresistible, un ardiente interés, una fuerza explosiva, una necesidad urgente durante la cual el niño adquiere gran cantidad de habilidades que le ayudarán para su desarrollo. Son inconscientes y tienen un tiempo límite y una duración definida, se realizan sin cansancio ni esfuerzo, desaparecen para siempre, son selectivos, producen una profunda alegría y satisfacción. Estos periodos son etapas idóneas para absorber conocimientos específicos. El primer periodo que Montessori plantea va de los 0 a los 3 años, cuando el niño muestra una mentalidad difícil de acceder para el adulto, es decir, difícil de influenciar de forma directa por adultos ajenos a su familia; de hecho, no existen escuelas para ellos, desde el punto de vista académico. A éste periodo le sigue una sub-fase que va de los 3 a los 6 años, en la cual el niño empieza a ser particularmente influenciable y se caracteriza por las grandes transformaciones que suceden en el individuo, donde se forman las primeras bases de su personalidad e inteligencia. El segundo periodo es desde los seis hasta los doce años; es un periodo de crecimiento, salud y estabilidad; por último, el tercer periodo va los doce hasta los dieciocho años, donde el individuo alcanza su desarrollo (Montessori, 1963 pp.34-35). Piaget concibe ciertas fases de desarrollo del pensamiento del niño que van de los 2 a los 7 años de edad, en los cuales el niño entrará a la etapa pre-operacional concreta presentando dos formas de pensamiento integradas por asimilaciones; en una de ellas el pensamiento va percibiendo acciones pero sin incorporarlas a nuevas estructuras; en la otra el pensamiento forma esquemas obtenidos a través de la incorporación de nuevas estructuras, de este modo el niño se irá adaptando a la realidad. Este último tipo de pensamiento se impondrá ante el pensamiento anterior y poco a poco llegará a estructurarse el pensamiento formal.
28 3.5.- Percepción del niño del espacio topológico Según Montessori, las tendencias humanas son potencialidades que el hombre tiene y tiende a realizar a lo largo de su vida. Las tendencias humanas son universales y es por medio de ellas que puede transformar su medio y construirse a sí mismo, estas tendencias son: la exploración, la orientación, el orden, la comunicación, la pertenencia, la manipulación, el trabajo, la actividad, el movimiento, la abstracción, la imaginación, la repetición, la exactitud y la auto-perfección. “El niño realiza sus maravillosas conquistas, empezando por el conocimiento del ambiente” (Montessori, 1963 p. 40). Las capacidades perceptivas tienen que ser construidas laboriosamente por los niños durante los primeros meses de su vida, por lo que es necesario que establezcan la constancia de la forma. El niño necesita reconocer el objeto como si tuviera el mismo tamaño, con independencia de la distancia (Delval, 1994. pp.154- 159). Según Piaget, el niño construye una representación geométrica del espacio a través de la “topología”, un área de las matemáticas que estudia las superficies, apoyado en modos de percepción a partir de que puede formar de manera inmediata sus primeras representaciones elementales del espacio (Holloway, 1982. pp. 9-22). Las percepciones topológicas elementales corresponden a las relaciones de proximidad o cercanía, separación, orden (sucesión espacial), contorno o cierre. Proximidad: Se toma esta relación espacial entre los miembros del cuerpo y el tronco. Separación: Se tiene cierta percepción de medida. Orden: Es la relación que constituye la síntesis entre proximidad y separación. Contorno o cierre: Es la percepción de la limitación de una forma. Estas relaciones son las primeras en aparecer, ya que por medio de ellas se obtiene la abstracción que permite construir objetos en términos de su estructura espacial. Mediante estudios específicos sobre el reconocimiento de formas, los problemas que enfrenta el niño son el traslado de percepciones cinestésicas táctiles a visuales y de ésta forma la construcción de la imagen visual a través de movimientos exploratorios. Los niños de entre 2 y 4 años revelan la capacidad de reconocer objetos familiares, se limitan a asir los objetos que identifican y los asimilan a cualquier forma que les es familiar (Holloway, 1982. pp. 9-22). Montessori (1963) sostiene que a través de la experiencia del ambiente y mediante el juego, el niño preescolar examina las cosas y las impresiones que ha recibido en su mente
29 inconsciente; en la psique el niño primero absorbe de una forma global el ambiente y luego lo analiza, lo cual es demostrado también en la psicología de la Gestalt (Montessori, 1963 p. 117). Las experiencias de conocimiento del espacio a través de los objetos y seres vivos son adquiridas por los niños mediante el reconocimiento y la representación gráfica de acercamientos, separación, orden, entorno y continuidad. La estructuración de la noción de espacio cobra fuerza en la medida en que el niño progresa en la posibilidad de desplazarse y de coordinar acciones, incorporando el espacio adyacente como una sola propiedad de las mismas, en forma paralela a la noción y conciencia de la existencia de los objetos. Esta actividad se ve reflejada en el aprendizaje de las matemáticas y la geometría euclidiana. La noción de espacio se construye a través de una serie de experiencias topológicas, proyectivas y euclidianas. (Castro, 2004). Las primeras se reducen a la capacidad motriz denominada espacio perceptual, el cual perdura por mucho tiempo a través del cuerpo como principal referencia. Al final de esta etapa el niño percibe las relaciones espaciales entre las cosas pero no las representa. A partir de los 2 años las relaciones espaciales más sencillas se expresan mediante palabras como “arriba”, “encima”, “abajo”, “detrás” y “delante”, que contribuyen a la adquisición de las nociones espaciales. En esta etapa el niño no distingue entre un círculo y un cuadrado porque son figuras cerradas, pero sí a una herradura; posteriormente reconoce las líneas curvas de las rectas, figuras largas y cortas, así como el espacio interior y exterior de una frontera dada o posiciones relativas al interior de un orden lineal. (Castro, 2004). En la medida que aumenta la capacidad del niño para la representación de los objetos, la construcción del conocimiento matemático se desarrolla. De esta manera el niño hace representaciones mentales de las relaciones espaciales que se establecen con los objetos y su propio cuerpo, a través del desplazamiento de ambos (Castro, 2004).
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Capítulo 4
El niño y su vivienda
La vivienda es un conjunto de espacios destinados a proporcionarle al hombre, además de protección de la intemperie, un bienestar social, psicológico y físico; por su naturaleza debe permitir cambios y adaptaciones, en relación con las necesidades particulares de cada familia o grupo de individuos que la habitan, salvaguardando a cada sociedad de acuerdo con sus patrones culturales. Su configuración y equipamiento mobiliario no permanecen inmóviles en el tiempo, sus dinámicas van cambiando conforme a las nuevas necesidades inmediatas de sus apropiantes, por lo que debe tener la capacidad de reconstruirse y transformarse una y otra vez. En lo social los espacios reducidos producen una serie de conflictos familiares al limitar el proceso de apropiación del espacio, impiden una buena convivencia familiar y un buen desarrollo; que muchas veces se traducen en violencia intrafamiliar, hacinamiento y promiscuidad, así como en el desarrollo de patologías psicológicas y físicas provocadas por una mala orientación o por el uso de materiales para la construcción sumamente alérgenos o cancerígenos, temas que es necesario mencionar para su reflexión y futuro análisis. Conocer el proceso de apropiación del espacio de los usuarios, en particular de los niños, de su vivienda con base en la habitabilidad de ésta, permite ver desde una lente más aguda una porción de la génesis del proceso de la sintaxis espacial, para la creación de espacios defendibles dentro de un conjunto habitacional, así como, la regulación de las políticas públicas encargadas de la producción de vivienda, mejorando la calidad de vida de sus usuarios, como parte del marco legal en derechos humanos.
4.1. La vivienda más allá del diseño La vivienda debe ser estudiada a profundidad para su creación, pues no sólo debe ser vista desde una perspectiva arquitectónica en cuanto a la distribución del espacio, sino también desde otros enfoques como el social, el histórico, el tecnológico, el ecológico e inclusive el biológico, para así poder determinar el impacto que ejerce sobre las conductas humanas y los efectos que produce en un hábitat.
31 ¿Cuál es el impacto que el diseño de una vivienda ejerce sobre sus usuarios? Existen estudios relacionados con el impacto que tiene el medio ambiente sobre una edificación alterando el bienestar físico y psicológico de sus apropiantes, conocido como la biología de la construcción, en la que Ernst Neufert (1982); relaciona las influencias del medio ambiente en el hombre, ocasionadas por la orientación de las habitaciones, los materiales utilizados para su construcción y la ubicación de instalaciones. La Organización Mundial de la Salud ha documentado sobre la vivienda y estos efectos, los cuales producen estrés y depresión en el individuo, además de otro tipo de patologías de orden fisiológico, provocadas por un diseño mal proyectado. Es necesario saber cómo interpreta un sujeto una sobrecarga de información sensorial antes de poder predecir si esta información lo conducirá hacia un estado de estrés, en relación con la estimulación que recibe de su entorno (Holahan, 2007). Estos estudios no tienen como objetivo el proceso de apropiación del espacio de los sujetos, sin embargo; aportan información valiosa para el análisis de la habitabilidad de la vivienda. ¿Qué procesos relacionados con el espacio, influyen en las conductas de un individuo? Un estudio a profundidad relacionado con la habitabilidad de la vivienda y el proceso de apropiación del espacio, resulta de la creación de espacios defendibles, llamados así porque tienen una problemática socio espacial, que aborda la seguridad de la vivienda y sus habitantes dentro de un espacio urbano. Algunos estudios relacionados con la vivienda vertical han sido abordados a través de la sintaxis espacial, que conforma una serie de procesos para la proyección de hechos arquitectónicos y conjuntos urbanos, con la intención de generar conocimiento acerca de la relación entre fenómenos sociales y variables espaciales. Oscar Newman (1996) planteó el tema, con un equipo interdisciplinario propuesto por el Instituto Americano para el Análisis de la Comunidad y el Centro de Políticas Urbanas de la Universidad de Rutgers, en el que intervinieron antropólogos, sociólogos, arquitectos, psicólogos e inclusive criminólogos, para reducir al máximo el índice delictivo y de mejorar la calidad de vida de los habitantes de varios conjuntos habitacionales en Estados Unidos, que presentaban fenómenos de hacinamiento y sobrepoblación, así como un alto índice de violencia. Este autor expresa que la territorialidad y la distinción entre el espacio público y privado; son vitales para mantener un orden social dentro de un conjunto habitacional, ya que éstas, a su vez generan un sentido de propiedad
32 que aumenta la responsabilidad personal, la vigilancia, así como un sentimiento de protección hacia el ambiente y hacia sus semejantes. Habría que cuestionarse hasta dónde la vivienda, a través de su diseño, es capaz de transgredir la realidad del ser humano al hacerla suya. Barbara Newman (2004) sostiene que los niños que crecen en una comunidad con mucho sentido de territorialidad, aprenden rápidamente acerca de qué espacios están controlados por miembros de un núcleo competitivo o enemigo. Un caso que llamó mi atención relacionado con el proceso de apropiación del espacio en un niño, fue documentado en la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco, por estudiantes de la carrera de psicología del 70 trimestre, acerca de una niña llamada Abigail de ocho años de edad; este estudio giró en torno a la relación familiar, el hacinamiento en el que vive y la dimensión mínima de su vivienda. Aporta datos sobre la tolerancia a la frustración, obediencia y comprensión de las reglas, así como su capacidad de socialización, con el objetivo de identificar los factores dentro de la relación familiar que influyen en la proyección de agresividad de una niña. Las conclusiones fueron que la disposición del espacio propiciaba el hacinamiento y la promiscuidad, provocando en la niña una confusión de identidad sexual; al carecer de un espacio para ella, pues a veces dormía con sus padres y otras con sus hermanos varones (UAM-X, 2008). Es importante mencionar que desde los primeros años de la infancia, la vivienda es el primer contacto que el niño tiene con la arquitectura y el diseño, a través de sus espacios y los objetos que están dentro de él, los cuales proporcionan gran cantidad de estímulos sensoriales que interactúan con sus procesos cognitivos, es decir, aprenden de ella; mediante actividades domésticas que les ayudan en su desarrollo. Es a través de su mente absorbente; como entienden la existencia de una geometría sensorial, que establecen límites entre su cuerpo y su espacio, sin conocer a grosso modo su clasificación, el dibujo es utilizado como un lenguaje para expresar su vinculación con el mundo que le rodea. Este proceso no se presenta en forma aislada, sino que va acompañado de una serie de procesos fisiológicos, psicológicos y culturales, que van construyendo su persona reflejados en su conducta social. Por todo lo anterior, es importante reflexionar acerca de cómo la habitabilidad de la vivienda es importante para la calidad de vida y salud de los apropiantes; así mismo, cuestionarnos sobre qué otros efectos de tipo psicológico podría producir en los usuarios y en particular en los niños, a través del proceso de apropiación de un espacio en el habitar su vivienda, apostando a una sustentabilidad integral que aporte certidumbre a la humanidad y a la supervivencia de las nuevas generaciones.
33 El interés por estudiar a los niños en el proceso de apropiación del espacio de su vivienda, surge a partir de experiencias personales que me han permitido percibir la interacción de los niños con el espacio arquitectónico de su vivienda mediante la habitabilidad de ésta y cómo afecta su proceso de apropiación del espacio en su desarrollo. Estas reflexiones validan el objetivo de mi investigación, para dar pauta a otros estudios en diferentes campos de la arquitectura, el diseño industrial y las ciencias sociales. 4.2. La observación El enfoque de esta investigación es de tipo cualitativo descriptivo, basado en la recopilación de datos de tipo documental y su interpretación, mediante la observación directa. Un estudio cualitativo refiere, en su más amplio sentido, a la investigación que produce datos descriptivos: las propias palabras de las personas, habladas o escritas y la conducta observable. La observación cualitativa implica adentrarse a profundidad en situaciones sociales y mantener un papel activo, así como una reflexión permanente, es decir, estar atento a los detalles, sucesos, eventos e interacciones entre los constructos a estudiar. La revisión de lecturas relacionadas con el estudio del niño y el espacio a través de la psicología ambiental (Altman,1975; Landázuri et al,2004; Mercado,1995; Holahan,2007 y Pol,1996) y el desarrollo del niño (Delval,1994; Garvey,(1977); Montessori,1963; Lucart,1979; Muntañola.1985 y Castro, 2004, entre otros), me permitieron delimitar los elementos que ayudaron al análisis de las viviendas y los niños que las habitan, tomando como referencia a Stake (1995), Kerlinger y Howard (2001) en la investigación con estudios de caso y del comportamiento en ciencias sociales. Algunos otros autores citados por Hernández S. (2006), como Martens (2005), quien agrega los diseños fenomenológicos, que se enfocan en las experiencias individuales subjetivas de los participantes; y en términos de Bogdan y Biklen (2003) que pretenden identificar las percepciones de las personas y el significado de un fenómeno o experiencia. Esta investigación está conformada por una muestra no probabilística homogénea de casos tipo, con quince familias con hijos de 3 a 5 años de edad o cuyos hijos hayan crecido en los conjuntos de acuerdo con rangos establecidos en relación con su superficie construida, los cuales oscilan de 60 m2 a 120m2. Se trata de viviendas de interés medio y residencial, según las Áreas Geoestadísticas Básicas Urbanas (AGEBs), ubicadas en la ciudad de México dentro de la delegación Tlalpan, la cual cuenta con una población total de 581,781 habitantes, un 6.75% de la población total del D.F.
34 Según la psicóloga Liliane Lucart (1979), la referencia del espacio es un factor fundamental en la aprehensión que el individuo hace de su ambiente y de los objetos, a través de comportamientos comunes con las especies animales en relación con la apropiación del espacio, donde se desarrollan modalidades específicas de orientación que dependen del lenguaje y el medio ambiente. Actividades domésticas tales como comer, vestirse y jugar, le permiten transformarse a través de las habilidades que va adquiriendo como elementos de su propio desarrollo psicomotriz. La percepción que tienen de su casa se ve reflejada en una analogía que los niños establecen entre su cuerpo y la fachada de su casa, por ejemplo, la puerta es la boca de la casa y las ventanas son los ojos, pero así también van adquiriendo conciencia sobre lo que es real y lo que no. Este estudio trata de describir cómo los niños se apropian del espacio de su vivienda y de los espacios más relevantes que utilizan para crecer. Uno de los cuestionamientos más relevantes para realizar esta investigación es de qué forma abordar a un niño de 3 a 5 años para obtener la información requerida. Tomando como referencia la forma en que las escuelas Montessori realizan una vez durante el ciclo escolar una invitación a los padres (las cuales he presenciado), mediante citas programadas individuales durante horas hábiles para ver cómo aprenden sus hijos en la escuela, la dinámica a seguir es la siguiente: Los padres se sientan en un extremo del ambiente de clases y se les pide que no interfieran en la dinámicas de trabajo (pueden tomar video y fotografías sólo en el preescolar). Antes de entrar al ambiente, la guía hace la observación de que si un niño les habla, sólo respondan cortésmente y no entablen una conversación. La observación dura alrededor de 45 minutos, además de entregar un cuestionario a los padres con los puntos más importantes sobre la percepción que tienen del grupo, de su hijo, las guías (maestra y asistente) y el ambiente (aula de clases).
Fuente: Fotos de dos observaciones dentro de las aulas de casa de niños II y III, con niños de 3 a 5 años. La guía hace una presentación al niño con el material que va a trabajar, posteriormente el niño trabaja individualmente repitiendo dicha presentación y analizando de forma lógica el material con el que va construyendo su conocimiento en áreas tales como matemáticas, lenguaje, ciencias naturales y vida cotidiana. Es a través de estos materiales u objetos que el niño va adquiriendo habilidades cognitivas a su propio ritmo sin ser presionado.
35 Generalmente los niños no se incomodan y trabajan de forma usual, inclusive los hijos de cuyos padres están realizando la observación. Por la seguridad de los entrevistados y sus familias se omitieron sus direcciones y se cambiaron sus identidades, esto facilitó el proceso de observación. Por la situación de violencia e impunidad que atraviesa nuestro país, la desconfianza ha crecido de manera considerable con respecto al inicio de la investigación, a pesar de tener contactos mediadores para conseguir a los constructos dentro de los conjuntos habitacionales. La forma en que se realizaron las observaciones con los niños dentro de su hogar; fue a través de una entrevista inicial a sus padres, mediante una cita concertada como una visita más; se tomaron en algunas entrevistas, video y fotografías, en otras no fue posible debido a la desconfianza generalizada que existe; sin embargo, pude entrevistar a los niños para conocer los espacios que más les agradan para jugar, comer, brincar y dibujar entre otras actividades; que los niños hacen dentro de su vivienda y por último les solicité que hicieran un dibujo de su casa, para describir las formas geométricas con las que la perciben. Los niños son seres pensantes que cuestionan todo lo que les rodea y es a través de las respuestas que reciben entienden la relación entre su ser y el mundo que les rodea, por lo que participaron activamente en las entrevistas, quizá porque se les tomó como personas capaces de dar sus puntos de vista sin importar su edad. En un principio se hizo un primer acercamiento con los casos a estudiar, se elaboraron entrevistas a profundidad con los padres y los niños, así como un cuestionario de control con preguntas cerradas para analizar el espacio habitable de su vivienda; en dicho cuestionario se encuentran las siguientes variables relacionadas con la habitabilidad utilizadas también para evaluar la satisfacción residencial y elementos que contienen el proceso de apropiación del espacio, que permitieron evaluar tanto las viviendas como la percepción que tienen los padres y los niños de ella (ver anexo). Diseño de la habitabilidad en la vivienda: Superficie: el área construida del espacio habitable. Proporción: forma en que se subdivide un espacio y las relaciones antropométricas en función de su uso. Funcionalidad: el acomodo de un uso o actividad determinada en un espacio específico. Privacidad: áreas íntimas de la casa destinadas al recogimiento del individuo para la realización de actividades personales. Circulación: el área destinada al desplazamiento del individuo dentro de un espacio, así como a otras áreas del hecho arquitectónico.
36 Iluminación y ventilación: permiten la entrada de aire y de luz natural y la observación o control hacia el exterior de un espacio. Seguridad: son elementos que generan confianza para poder controlar estímulos negativos no deseados ante alguna contingencia dentro de la vivienda. Mobiliario: limitado a las percepciones de su eficiencia y disposición en un lugar. La apropiación del espacio en relación con el desarrollo del niño: Placer: es el nivel de agrado o desagrado que se siente con relación a la casa. Activación: son los niveles de tensión emocional que genera la casa. Control: es el grado de dominio que sienten los individuos en relación con el espacio que define la vivienda. Operatividad: se refiere al nivel de movimiento psicomotriz. Privacidad: la habilidad para controlar la interacción deseada y prevenir la no deseada. Inteligibilidad: la facilidad de comprender el espacio. Seguridad: la percepción de protección en el contexto de la vivienda. Independencia: capacidad de valerse por sí mismo para ejercer una actividad.
Con esta técnica se aplica una metodología de matrices, para medir las relaciones entre variables y sus incidencias y detectar qué factores determinan la habitabilidad, así como su relación con el proceso de apropiación del espacio del niño, además de aplicar matrices de compatibilidad funcional con el programa arquitectónico de la vivienda a estudiar, para identificar los espacios preferidos por el niño. Espacios y actividades que los niños realizan dentro de su vivienda: Tabla de compatibilidad funcional Espacio
Actividaes realizadas por los niños de 3 a 5 años dentro de su vivienda y los espacios que ellos prefieren para ello Dormir
Comer
Recámara principal Recámara 2 Recámara 3 Baño Patio de servicio Cto. De lavado Cocina Sala Comedor Pasillo Jardín Nivel Total de m2 de la vivienda
110 m2
Asearse
Desplazar
Dibujar
Escalar
Brincar
Correr
Modelar
Clasificar
Construir
Lanzar
37 Relación de variables del proceso de apropiación y habitabilidad de la vivienda:
M atriz d e in teracc ió n esp ac ial - in d ivid uo H a bitab ilida d de la v ivien d a
Ele m e n to s d el p ro ce so d e a p ro p ia ció n d e l e sp a cio e n n iñ o s d e 3 a 5 a ñ o s
Superficie P r o p o r ció n Fu n cio n a lid a d P r iv a cid ad C ir cu lac ió n Ilu m in a ció n y v e n tila ció n Se gu rid ad M o b iliar io T o ta l d e m 2 d e la v iv ien d a
Plac e r
A c tiv ació n
C o n t ro l
O p e rativ id ad
P riv a cid ad
In te lig ib ilid ad
Se gu rid a d
In d e p en d .
X
X
X X
X X X
X
X X
X
X X X
X X X X X X
X X X X
X
X
X
X
X
X X X
X
X
80 m2
M atriz d e h ab itab ilid ad H a bitab ilida d de la vde ivienlad aobservación Además
P ro gra m a arq u ite ctó n ico directa también existe información gráfica de los espacios interiores y un
análisis de su tipología arquitectónica. Recámara principal
Recámara
Baño Recámara Pasillo
Estudio
Baño Cto.Lavado
Cocina
M atriz d e evalu ac ió n esp ac ial p o r áreas Prototipo 110 m2
S ala - co m ed o r
Recámara
Ele m e n to s d el p ro ce so d e a p ro p ia ció n d e l e sp a cio e n n iñ o s d e 3 a 5 a ñ o s Recámara principal
Baño Pasillo
Cocina Estancia
Prototipo 80 m2.
Estancia
Recámara
Esquemas que indican el diseño de las viviendas. La figura de cara indica los espacios de las viviendas, que prefieren los niños.
38 4.3.- Las viviendas La muestra de departamentos está conformada de la siguiente manera: 5 viviendas de 40m2 a 60m2 5 viviendas de 70m2 a 80m2 5 viviendas de 90m2 a 120m2 Todos los conjuntos habitacionales son de tipo interés medio y residencial privados, con características tipológicas semejantes en cuanto a su conformación urbana espacial que oscila desde los 100 a los 400 departamentos distribuidos verticalmente dentro de los conjuntos. Los siguientes tres conjuntos están ubicados en la delegación Tlalpan y cuentan con áreas verdes y estacionamientos en islas.
Fuente: Fotografías de los tres conjuntos estudiados: Fuentes de Cantera, Residencial Insurgentes Sur y Residencial Belgravia
39
Residencial Fuentes de Cantera Superficie construida del departamento: 60m2. El conjunto se encuentra ubicado en la Av. Cantera, colonia Santa Úrsula Xitla. Cuenta con caseta de vigilancia, áreas verdes, una pequeña área de juegos, vialidades interiores para autos y estacionamiento en isla, que no es suficiente para los usuarios de este conjunto, además de impedir las visitas externas por parte de amigos y familiares. Los edificios están conformados en bloques de cinco niveles con un total de 350 departamentos y el conjunto se encuentra cerrado por áreas de reserva ecológica, cuya fauna de ardillas y tejones convive con los vecinos. El conjunto se construyó en 1997 con un costo inicial de $600,000 pesos; en la actualidad se cotizan en $ 800,000 pesos y se alquilan en $ 4,000 pesos. Foto aérea del conjunto
Zona de reserva ecológica
Cada edificio se encuentra constituido en bloques de cuatro departamentos por nivel, conectados por un vestíbulo y un bloque de escaleras por nivel. Todos los espacios de la vivienda tienen ventilación e iluminación natural con vista a las áreas verdes, los edificios contiguos y al estacionamiento. Los cubos de escaleras están proyectados al mínimo de sus capacidades, dificultando las maniobras de traslado de mobiliario.
40 Planta tipo En el dibujo de la planta arquitectónica; se puede apreciar el cruce de circulación que existe en la sala – comedor, reduciendo aún más la superficie útil. La gente tiene poca posibilidad de adecuar su vivienda interiormente por la cuestión estructural, pues todos son muros de carga; sin embargo, algunos departamentos han sufrido cambios en el muro de la cocina que separa de la estancia, optando por abrir un arco y colocar barras de transición. Programa arquitectónico: Acceso
Sala – comedor Cocina Cuarto de lavado Baño Recámara principal Recámara
Estacionamiento
Áreas verdes del conjunto
41
Caso 1: La estancia, un lugar para construir granjas Luisa es propietaria original y habita el conjunto con su familia desde hace 15 años, tiene un hijo de 19 años, quien cuidó personalmente y creció en esta vivienda. La percepción que tiene de su vivienda es la de un lugar seguro y con muchas áreas verdes, en las cuales su hijo se desarrolló; su vivienda le parece agradable y lo único que cambiaría serían los closets, los cuales son muy pequeños y no puede modificarlos debido al espacio. Además dice que le gustaría tener un estudio para que su hijo trabaje ahí, pues siempre invade la mesa del comedor para trabajar. Cuando su hijo era pequeño, le gustaba usar la sala para construir y escenificar granjas con sus pequeños animales de juguete y construir con bloques de colores de plástico, las cuales duraban semanas en dicho lugar y si alguien tocaba su granja se enojaba; cabe mencionar que Luisa dice que casi no tenía muebles cuando su hijo nació, ya que estuvo viviendo dos años en España en un departamento aún más pequeño, en el que habita actualmente. También le gustaba estar en su recámara para jugar y descansar. Otra de las actividades que hacía su hijo a la edad de 4 años era sacar del mueble de la cocina harina para jugar y esparcirla en la sala, lo que disfrutaba mucho, aunque a su mamá no le agradaba tanto. A pesar de tener un muro divisorio en la cocina, podía escuchar lo que hacía su pequeño. Luisa tiene una sobrina de 6 años que visita frecuentemente su casa, dice que en la estancia ponen una colchoneta, sábanas y con las sillas del comedor hacen tiendas de campaña para jugar a los exploradores o al castillo de las princesas.
Caso 2:
Un espacio reducido = dibujos de formas humanas
Alejandra y su familia habitan el conjunto habitacional desde hace 15 años, son propietarios de la vivienda. Ella lamenta que no pueda darle el uso de estudio a alguna recámara, ya que sólo son dos recámaras y apenas satisfacen las necesidades espaciales de su familia. También dice que necesitan más closets y un medio baño; aunque considera a su vivienda cómoda, segura, bien iluminada, pero poco funcional por las razones antes descritas. Su hija de 15 años creció en el conjunto habitacional, tiene un mobiliario convencional y los lugares que más utilizaba su hija para jugar, dibujar, modelar, entre otras actividades eran la recámara principal de sus padres y su
42 habitación, ya que el mobiliario de la estancia no le permitía mayor acción; sólo se apropiaba de una de las plazas del sofá para ver películas. Una de las actividades que más le gustaba realizar era dibujar formas humanas, tenía una mesita dentro de su habitación, donde también jugaba con muñecas Barbie. El tener su propio espacio le permitía percibir el sentido de la privacía y le ayudaba a ser independiente en sus actividades domésticas, esto nunca fue una frustración para ella en la etapa de 3 a 6 años. Ahora refiere que le gustaría que su recámara fuera más grande para tener un estudio dentro de ella y hacer la tarea o usar la computadora. Algo que le pareció siempre maravilloso de su vivienda fue tener una vista hacia el jardín y ver muchos árboles afuera de su ventana, inclusive podía ver la fauna silvestre que existe en la zona de reserva ecológica dentro del conjunto.
Caso 3 Un banco de madera para ser independiente Claudia y su esposo tienen una hija de tres años, ellos habitan el conjunto desde hace 5 años, consideran que su vivienda es cómoda, funcional, suficiente para su familia y cuenta con una buena iluminación. Los inconvenientes que perciben es que su departamento colinda con una escuela particular y por esa razón es muy ruidosa durante las mañanas y reciben visitas a menudo, esto genera problemas pues no hay estacionamiento para visitas. A pesar de existir una pequeña zona con juegos infantiles cerca de la reserva ecológica, nunca hacen uso de ella, porque consideran que no es suficiente para todos los niños que habitan el conjunto y les parece insegura. En cuanto a su mobiliario es el tradicional, sin la mesa de centro en la sala; para darle más espacio a su hija para bailar, usar su montable y su triciclo para pasear por toda la casa. Ella tiene una mesita para dibujar y un banquito de madera que le permite ser independiente para guardar, alcanzar objetos en alto y prender la luz de su recámara. Le gusta su cama cuna porque dice que ya no necesita de su mamá para bajarse de ella. También ordena su ropa y la de sus papás; es una actividad que le gusta realizar, además de ayudar a su mamá a tender la ropa. Asiste a una escuela Montessori por lo que todas estas actividades domésticas le ayudan a su desarrollo psicomotor y sensorial.
43 Los espacios de la vivienda que la niña prefiere son la sala, su recámara y la recámara principal: le gusta apropiarse de las almohadas de la cama de sus padres, su color preferido es el rosa, su objeto preferido es una ardilla de peluche la cual la llama Ari. Dice: “Me gusta ir a Acapulco, al mar, porque es muy grande, grande, pero que no me gusta la arena en mis pies”. “Me gusta mi casa, es que hay muchas flores”.
Fig.1: En el dibujo el círculo verde es su papá, el círculo amarillo es su mamá, el círculo pequeño rojo es ella y su vivienda es el triángulo con un círculo rojo, las líneas verdes que están a la derecha son el jardín y los rayones superiores la reserva ecológica dentro del conjunto.
Caso 4 Acampar dentro de casa Susana y su familia tienen tres años viviendo en el conjunto, tienen una hija de 4 años y; una perrita salchicha que sacan a pasear por el conjunto. Anteriormente vivían en una casa unifamiliar. Susana lamenta la falta de espacio en su vivienda actual, para poder asignar nuevos usos a los existentes, pues desearía una recámara más para un estudio y closets más grandes. Por la lejanía dice que no recibe visitas, además de la falta estacionamiento para éstas. También dice que su vivienda es cómoda, pero poco funcional, muy reducida, percibe que no tiene privacidad, pues los muros permiten escuchar lo que pasa en otras habitaciones. Su vivienda es silenciosa y poco conflictiva.
44 En cuanto al mobiliario, su sala no tiene mesa de centro para cederle espacio a su hija, pues le gusta hacer tiendas de campaña en la sala con sábanas y sillas del comedor, que a veces fungen como tal para jugar a los exploradores y otras como castillo para las princesas, también le gusta jugar a las escondidillas ocultándose tras los muebles que tiene a su alcance. Es independiente para alcanzar objetos, ayudar a su mamá a lavar trastes y a ordenar su habitación, entre otras actividades con su pequeño banco de madera. La niña asiste a un Montessori y a natación por las tardes. Las actividades que más le gusta realizar dentro de su vivienda son dibujar en su mesita, leer libros junto con sus padres, jugar con sus muñecas y juguetes. Le gusta el color rosa y su figura preferida es el círculo. También le gusta escuchar música clásica y los Beatles, porque su papá le enseña canciones de ellos.
Fig.2 En el dibujo que hizo de su vivienda los círculos centrales son su vivienda con ventanas, los círculos que tienen una extensión de una línea son sus padres y ella es el círculo pequeño de color amarillo; las otras líneas en amarillo son el jardín y el sol en la parte superior izquierda.
45
Residencial Insurgentes Sur Sección II (RIS) Superficie construida del departamento: 80m2. El conjunto se encuentra ubicado en la Av. Insurgentes Sur, colonia Residencial Insurgentes Sur Sección II, dividido en dos secciones que se construyeron en diferentes etapas, conformados por 450 viviendas cada una; cuentan con áreas verdes, área de juegos, vialidades interiores para autos y un cajón de estacionamiento por departamento en isla, por lo tanto es insuficiente para los condóminos y no hay estacionamiento para visitas. Los edificios están conformados en bloques de cinco departamentos, cerrados por áreas de reserva ecológica que colindan con una universidad privada. El conjunto está protegido por muros de contensión de piedra volcánica, ya que antes era una mina de tezontle. Cuenta con una caseta de seguridad para ambas secciones, a pesar de existir un solo acceso para los dos conjuntos. El conjunto se construyó en 1968, con un costo inicial de $250,000 pesos, en la actualidad se cotizan en $ 900,000 pesos y se alquilan en $ 6,000 pesos. Foto aérea del conjunto
Primera Sección
Segunda Sección
Cada edificio se encuentra constituido en bloques de dos departamentos, intercalados en desnivel y conectados por un vestíbulo y un bloque de escaleras por nivel. Todos los espacios de la vivienda tienen ventilación e iluminación natural con vista a las áreas verdes, a los edificios contiguos y al estacionamiento.
46 Planta tipo De la misma forma que en el conjunto anterior, se puede apreciar el cruce de circulación que existe en la sala–comedor, reduciendo aún más su superficie útil. Otro inconveniente sumamente peligroso es tener dentro de la cocina el calentador de agua, pues se han lamentado decesos por intoxicación con gas dentro de los departamentos. Por la ubicación de los cuartos de lavado y servicio, los departamentos que están en el último nivel sufren de humedad constante en sus techos.
Acceso s
Programa arquitectónico: Sala- comedor Cocina
Calentador
Baño Tres recámaras Cuarto de servicio y patio de lavado (en azotea).
Estacionamiento y áreas verdes del conjunto
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Caso 1: Una recámara para volar Paulina y su esposo tienen tres años viviendo en el conjunto Residencial Insurgentes Sur; tienen un hijo de 4 años que asiste al colegio. Ella es profesionista y tiene un pequeño negocio que le permite estar con su hijo por las tardes; su esposo es el que aporta más económicamente a la casa. La percepción que tiene Paulina respecto a su vivienda es de acogedora, segura, iluminada, ventilada, no muy funcional; en cuanto a la distribución del espacio, le hubiese gustado que la cocina fuera más grande, que tuviera un medio baño más, que el cuarto y patio de servicio estuviesen integrados al departamento, para no tener que subir tres niveles hasta la azotea para lavar ropa (ella vive en un segundo nivel); además lamenta que casi no recibe visitas por la carencia de cajones de estacionamiento y por la poca seguridad para los niños y los ancianos en los andadores, ya que, debido a que las vialidades interiores del conjunto están empedradas, los autos se suben a éstos para evadir el empedrado al máximo. A pesar que el conjunto cuenta con área de juegos y una pequeña cancha deportiva, ésta es insuficiente, pues existen conflictos entre los niños y adolescentes de diferentes edades al hacer uso de ellas. Paulina refiere que tiene que acompañar a su pequeño hijo a estas zonas para que socialice y juegue con otros niños. Paulina y su familia cuentan con espacios dentro de su vivienda que les proporciona privacidad; su hijo duerme en una de las tres recámaras, la otra la utilizan como estudio, además de que cuentan con muebles pequeños. Su hijo habla perfectamente, inclusive su madre le habla en inglés, por lo que fue posible entrevistarlo y refirió lo siguiente: “Me gusta mucho dibujar gente con colores y acuarelas, casi siempre lo hago en el suelo en mi mesita que usaba cuando era bebé para comer, me gusta mucho el color rojo, me gustan las nubes que tiene mi cuarto dibujadas en las paredes siento que vuelo... también me gusta la plastilina, jugar con mis bloques de colores (Lego)”
Las actividades que hace el niño dentro de su vivienda se desarrollan hacia la apropiación de los siguientes espacios: la sala, que no cuenta con la mesa de centro para facilitarle el juego y el dibujo; uno de los sofás es su preferido para ver T.V o jugar con sus muñecos; utiliza su cuarto para descansar y jugar con sus muñecos superhéroes favoritos; el pasillo, donde desplaza sus carritos; y
48 el comedor, cuyas esquinas están boleadas para evitar accidentes. Su única fobia es a la obscuridad, según su mamá.
Fig.3 Dibujo realizado por el niño, en relación con su vivienda Le pedí que me dibujara su casa y lo hizo en forma trapezoidal, incluyendo dos figuras humanas en el centro: él y su mamá, porque su papá estaba trabajando, explicó él.
Caso 2: La habitabilidad y la percepción de dos pequeños gemelos Tania y su marido tienen dos pequeños gemelos varones de apenas 3 años, compraron su departamento en los RIS hace seis meses. Anteriormente vivían en casa unifamiliar en Veracruz; y por el trabajo de su esposo se mudaron al D.F. Ella es economista pero se dedica al hogar y como madre primeriza está experimentando todas las dificultades que implican educar a dos pequeños y todas las experiencias que conlleva esta ardua misión. Todavía no asisten al preescolar y ya lo está considerando su mamá, pues casi no reciben visitas por la falta de estacionamiento para visitas y no tienen a otros niños pequeños con quién socializar hasta ahora por haberse mudado recientemente; su padre llega en la noche. Percibe su vivienda como segura, cómoda y silenciosa; tiene privacidad en cuanto a los espacios y le parece poco conflictiva en las dinámicas domésticas. Dice que toda la casa es muy fría y poco iluminada (su departamento está ubicado en la parte posterior de la fachada principal, por lo que el sol no asolea directamente), sus hijos se enferman con frecuencia de gripe. Sin embargo a sus hijos no les gusta dormir en su habitación, prefieren dormir con sus padres; Tania cree que es por la luz exterior que provoca sombras en la ventana junto con los árboles que están afuera, además de ser muy fría y la más pequeña de las tres. Los niños prefieren estar en la sala y el comedor, cada uno de ellos se apropia de un sofá de la sala y no permiten que ni siquiera sus padres se sienten en el lugar donde observan la T.V, juegan a escalar o ponen sus juguetes y frazadas preferidos.
49 Uno de los pequeños domina al otro, aunque tengan los mismos juguetes siempre éste le quita al otro el suyo y lo hace llorar. A pesar de casi no hablar, han desarrollado una comunicación con pronunciaciones de palabras no comprensibles para los adultos y señas. Tienen ya referencia de la privacidad, ya que al ir al baño primero le avisan a su madre y cierran la puerta. Otra anécdota en la cual estuve presente al hacer la entrevista; fue cuando su mamá sacó una bolsa de basura al pasillo y los niños cerraron la puerta de acceso, por lo que no podía entrar, esto les ocasionaba mucha risa y después de unos minutos pudieron abrir la puerta sin ninguna ayuda por mi parte. Cuando me retiré uno de los pequeños no me dejaba salir y decía “¡no, noo, atatate!” Las actividades que les gusta realizar en la sala son correr hasta el pasillo, girar y empujar un carrito con una extensión por toda la casa, dibujar con crayolas, construir con bloques de colores, aunque en este caso le piden a mamá que les construya formas con ellos. Ellos comienzan a ser independientes, pueden prender o apagar la luz, escogen su ropa, pero en cada uno de ellos se manifiesta de forma diferente; su madre dice que uno de ellos se fracturó la cadera al caer en el suelo, cuando tenía casi dos años, por querer salir de su cuna. Ahora tienen camas, el mobiliario que tienen es el mínimo, para cederle espacio al juego de sus hijos, la sala no tiene mesa de centro.
Caso 3: El tapete como una alfombra mágica María y su esposo tienen un niño de 3 años y una niña de 5 años de edad, ambos padres están terminando su doctorado y los niños asisten a una escuela pública. Ellos han modificado los acabados del piso por duela de madera en todo el departamento, ya que es muy frío y su asoleamiento es muy pobre, pues a pesar de contar con varias ventanas la orientación no le favorece; de hecho utilizan sólo la recámara principal para dormir toda la familia, las otras habitaciones las utilizan como estudio y sala de TV, donde tienen un colchón matrimonial en el suelo y juegan. Tienen el mínimo de mobiliario, pues dicen que prefieren ceder el espacio a los niños para que realicen todas las actividades que deseen. Los niños no pueden permanecer más de tres semanas sin salir, ya que sufren de fobia al encierro, razón por la que los tiene en una escuela muy grande. Ella hace énfasis en que sus hijos necesitan mucho espacio, cosa que no tiene su vivienda. Los niños juegan en la sala a la alfombra mágica (su madre los pone sobre una colcha y los pasea por
50 toda la casa). También tienen un baúl construido por su padre, donde guardan sus juguetes y funciona como mesita para dibujar o modelar con plastilina. El niño juega con juguetes que se empujen y deslicen por la casa como un pato que tiene un bastón. Le gusta dibujar peces y plantas, de hecho tiene una pecera en la sala donde se apropia de todos los cojines. En relación a su independencia le gusta estar por periodos largos en el baño, sentado en su nica, pero sin que esté cerrada la puerta. Los perros y los caballos son su pasión, tiene figuras de estos animales para jugar con los que imita sus ladridos y relinchos. Cuando juega con su hermana con una gran caja de cartón a la casita o al castillo, le asigna los roles a jugar como bebé, papá, príncipe o los tres cochinitos. La niña va en preescolar 3 y asiste a clases de ballet por las tardes. Cuando se le entrevistó estaba muy emocionada y ansiosa por participar en la entrevista, dijo: “Mi figura preferida es el rectángulo porque puedo hacer muchas figuras con él, me gusta dibujar con muchos colores, mis preferidos son el morado, rojo, verde, naranja, amarillo y rosa como los colores de la sirenita, ella es mi preferida..no sé leer ni escribir pero mi mami me está enseñando, me cuenta muchos cuentos de mis libros de Disney y me gustan mucho, me gusta mucho la sirenita, el rey león, la bella y la bestia...¡ha! La bella durmiente también; mi cama tiene colcha de princesas” “Mis juguetes preferidos son mi patito…mira éste (me enseña un pequeño patito de peluche envuelto con una frazada de cuadros rojos, dentro de un molde de plástico para cocina) lo quiero porque es bonito como los ponys” Le pregunto “¿No prefieres las muñecas bebés u otras?” ella me dice: “tengo una muñeca que es bailarina y hace ruidos, me gusta la música, pero yo prefiero mi patito porque es bonito”. La forma en la que percibe su vivienda es la siguiente: “Mi casa es bonita, yo y mi mamá hacemos arroz con leche en la cocina y yo le ayudo. Pero me gustaría estar todo el día en mi escuela porque es muy grande y tiene una casa de madera de muchos colores, columpios y tubos, y todos los niños queremos estar ahí”.
Fig.4. Dibujo realizado por la niña, se puede apreciar la identificación que siente por la casa de juguete que existe en su escuela, diferente a la forma de la vivienda donde ella habita.
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Caso 4 Un espacio más Aranza y su esposo tienen 15 años viviendo en este conjunto, ella es profesionista pero actualmente se dedica al hogar, tienen dos hijos adolescentes de 14 y 15 años que crecieron en el conjunto y una niña de 3 años apenas cumplidos. Su vivienda la considera acogedora, funcional, bien iluminada, segura, silenciosa y poco conflictiva, pero dice que requiere de una recámara más pues sus hijos adolescentes requieren de privacidad para cada uno y el espacio no es suficiente para una familia compuesta por cinco personas, además lamenta no tener un estacionamiento para visitas pues recibe visitas a menudo y es conflictivo encontrar estacionamiento. Cuando sus hijos eran pequeños jugaban en el piso a formar carreteras con sus carritos y con los bloques de colores en la sala, además tenían un perro y esto les ayudó para hacerse responsables, según comenta Aranza, en comparación con su hermanita. Ahora no tienen mascotas por la carencia de espacio. En cuanto al padecimiento de alergias los chicos y la niña pequeña presentan rinitis en los cambios de estación. Y uno de sus hijos padece obesidad dice su mamá que no le gusta salir a jugar a las canchas como su otro hermano. Su hija pequeña ya tiene noción de privacidad cuando cierra la puerta del baño o de su habitación, cuando algo perturba las actividades que esté realizando. Ya empieza a ser independiente para realizar algunas actividades domésticas. Su lenguaje es el normal para su edad, ya asiste a la escuela. El mobiliario que tiene es el convencional y la mecedora es su mueble preferido. Los juguetes con los que juega dentro de la casa producen sonidos diversos, le gustan los bloques de colores muy brillantes; deslizarse por la estancia y el pasillo con un montable, pasear a sus muñecas con su carriola, su madre dice que usa el colador de alimentos que está en la cocina para imaginarse que atrapa mariposas. Su color favorito es el rosa, le gusta dibujar en una mesita pequeña en hojas, pues alguna vez pintó las paredes de su recámara y fue reprendida por su madre. Es muy compartida con sus juguetes cuando hay otros niños a su alrededor.
Fig.5 Durante la entrevista ella prefirió dibujarme su casa la cual dice que es bonita y donde ella es la reina y tiene princesas en su recámara. Aunque la niña tiene apenas 3 años de edad, la forma en que dibujó su vivienda denota una percepción de figuras geométricas como el triángulo y los óvalos. La pequeña línea aislada de la derecha dice ser su firma.
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Caso 5: La vivienda: un centro de estimulación temprana Valeria y su esposo tienen 10 años viviendo en el conjunto, tienen dos hijas adolescentes de 12 y 13 años y un hijo de 4 años cuyo nacimiento fue prematuro. Ella es psicóloga, especialista en estimulación temprana. Considera su vivienda segura, acogedora, iluminada, silenciosa, poco conflictiva, pero carece de privacidad en relación con el espacio que ya requieren sus dos hijas adolescentes. Ella refiere que necesita más espacio, quizá dos habitaciones más. Por su hijo más pequeño nacido prematuro, tuvo que adaptar el estudio como un área de estimulación temprana equipada con hamacas, tatamis, lonas, alberca de pelotas, un espejo, una barra de equilibrio, una mesita y sillas, para así ayudarle en su desarrollo; hasta la fecha es el espacio donde el niño permanece más tiempo y también juega. Tuvo que prescindir del mobiliario de la sala para cederle el espacio a su pequeño, que utiliza para desplazarse en triciclo; y jugar con carritos. Le gusta mucho dibujar, recortar, modelar con plastilina en su mesita; su madre puso un lienzo de papel craft en la pared y un corcho para que el niño dibuje con pinceles. Ya va al preescolar y su lenguaje está mejorando. Su noción de privacidad se manifiesta azotando las puertas de su habitación cuando el ruido le incomoda. “Mi color preferido es el rojo obscuro como mi sweater.”
Fig.6. El niño representa su casa en forma alargada, simulando el edificio donde habita, las ventanas son las figuras rellenas, con cierta jerarquía para indicar la estancia y su habitación. También trata de indicar el color del edificio en forma monocromática, rellenando la figura que semeja a su edificio; por último pone su nombre en la parte inferior derecha.
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Residencial Belgravia Superficie construida del departamento: 110 m2. Ubicado en la avenida Sta. Úrsula, colonia Santa Úrsula Xitla; cuenta con áreas verdes, vialidades interiores para autos y estacionamiento en isla, los edificios están conformados en bloques de tres niveles cada uno en batería, con un total de 100 departamentos y se encuentra cerrado por una barda de mampostería y herrería. Es un conjunto de tipo residencial que contaba con alberca, la cual ya no existe porque ningún habitante la usaba y el costo de su mantenimiento era elevado. No tiene áreas lúdicas para los niños, por lo que juegan generalmente en el jardín. Se construyó en 1997 con un costo inicial de $850,000.00 pesos, en la actualidad se cotizan en $ 2´000,000.00 de pesos y el alquiler en $10,000.00 pesos más un costo de mantenimiento de $ 1,000.00 mensuales. Sin embargo, los propietarios carecen de planos arquitectónicos de sus viviendas, ya que el terreno donde se construyó dicho conjunto se encuentra en litigio por parte de los anteriores propietarios y la constructora que lo edificó. Esta situación ha provocado que varios de los departamentos se encuentren en venta o en renta. La mayoría de los habitantes del conjunto son propietarios originales, quienes desde la compra eligieron los acabados y las adecuaciones arquitectónicas interiores según sus necesidades. Es importante mencionar que la mayoría de los condóminos se conocen, situación que favorece cierta convivencia y protección hacia los vecinos, en particular, hacia los niños. Foto aérea del conjunto:
54 Planta tipo Cada edificio se encuentra constituido en bloques de dos departamentos por nivel, conectados por un vestíbulo y un bloque de escaleras por nivel. Las recámaras más pequeñas y el baño de visitas, cuentan con una iluminación y ventilación que dan hacia un pequeño cubo de luz, el cual ventila a las escaleras. La cocina, el cuarto de servicio y el baño de la recámara principal también se iluminan y ventilan mediante otro cubo de luz. La recámara dos, la recámara principal y la estancia comedor tienen ventilación e iluminación natural, con vista a las áreas verdes y al estacionamiento. Se puede apreciar una adecuada solución a las circulaciones interiores, a pesar de que en los cubos las circulaciones de los pasillos son amplias, las escaleras tienen un ancho de un metro.
Programa arquitectónico: Superficie construida: 110m2. Estancia comedor Cocina Tres baños Tres recámaras Cuarto de lavado Acceso s
Cuarto de servicio.
55 Algunos de los espacios del conjunto Belgravia
Fachada principal de los edificios
Niñas de 6 y 7 años jugando en el exterior
Acceso principal del edificio
Fachada posterior de los edificios y estacionamientos
Cubos de luz para ventilar recámara 3 y baño
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Caso 1: El pasillo como carretera Samanta tiene dos hijos, una niña de 7 años y un niño de 3. Es una joven madre de familia dedicada al hogar y la percepción de su vivienda es que es un lugar agradable para vivir. Ella refiere que el lugar que prefiere su pequeño hijo para jugar es el pasillo, donde lanza lo más lejos posible sus carritos de juguete, también dibuja las paredes de la sala, la cocina y el pasillo. A su hija de pequeña le gustaba pasear una carriola de juguete por toda la casa. Ellos juegan a las escondidas por toda la casa y se esconden entre los muebles, tocan las paredes entre otros pasatiempos. Samanta dice que a su hijo no le gusta para nada su recámara, que su espacio es muy reducido, a pesar de tener una decoración adecuada, la iluminación y ventilación natural dan a un cubo de luz, por lo que es poco luminosa. Prefiere otras áreas de la vivienda, como: la recámara de su hermana, la recámara principal o la estancia. Piensa cambiarlo de habitación por estas razones.
Fuente: Fotografías de las habitaciones de los niños, en las cuales se puede apreciar el efecto que tienen la iluminación y ventilación dentro de las recámaras; la habitación del niño ventila e ilumina hacia un cubo de luz, lo cual, no es placentero para él; mientras que la recámara de la niña tiene vista a las áreas verdes.
Fuente: Fotografías tomadas dentro de la vivienda en el cual se puede apreciar el pasillo y las paredes de la sala, rayadas con crayolas.
57 Los niños padecen de alergias y dermatitis atópica en los cambios de estación, al igual que algunos de sus vecinos.
Caso 2: De una residencia a un departamento Carolina y su esposo alquilan el departamento desde hace ya dos años, tiene dos pequeñas niñas de 7 y 3 años. Ella refiere que anteriormente tenía una gran residencia y que por cuestiones económicas tuvo que mudarse al conjunto. Ella se dedica al hogar. El desarrollo de sus pequeñas dentro su vivienda, consiste en el juego con carriolas para muñecas, dibujar, jugar a las escondidas dentro de la casa, etc. Cuando se le preguntó sobre el comparativo de la adquisición de habilidades de lenguaje y psicomotrices de la hija más pequeña con respecto a su hija mayor (quien se desarrolló en la casa anterior), ella comentó que la adquisición de habilidades de su hija de 3 años; ha sido más lenta en comparación a la de su hija de 7, ya que dice que le gustaba hacer uso de la escalera de la residencia donde vivía anteriormente y cuyo espacio era mucho mayor en comparación con la actual. Esta aseveración se ve reforzada por el mobiliario que tiene la señora y cuyo comedor abarca toda la estancia comedor.
Caso 3: La vivienda, un área de juegos Elisa y su esposo son propietarios originales desde 1998 y tienen dos hijos, un niño de 6 años y una niña de 5. Consideran que el espacio es suficiente, agradable y seguro. Ella es química y ahora se dedica al hogar; sus pequeños hijos disponen de casi toda la vivienda para jugar, los pequeños juegan juntos a los carritos desplazándolos en el piso, a pesar de que es mujer la niña más pequeña; construyen con bloques de colores en el tapete de la sala, al pequeño le gusta hacer pasteles con su mamá, meterse a dormir al bambineto que su hermana usaba de bebé, jugar con el mobiliario de la sala para escalar o simplemente ver la T.V, en la cual cada uno se apropia de un sofá y no permiten la intromisión alguien más; así también le gusta pasear en un montable o impulsar a su hermana con él. Elizabeth les ha comprado un pequeño “jumping” para
58 que brinquen en él y una pequeña resbaladilla de plástico que coloca en la sala y guarda en el baño de su recámara.
Fuente: Fotografías tomadas a los niños dentro en su vivienda, durante una de las observaciones. Aquí se puede apreciar la importancia del mobiliario y los espacios, para que los niños realicen diversas actividades lúdicas y no lúdicas las cuales les permiten adquirir diversas habilidades físicas y cognitivas.
La niña desde los cuatro años pidió que le pusieran su propia habitación, ya que dormía con su hermano, pero a pesar de que tiene ya su habitación; siempre está en el cuarto de él. Esta habitación se ilumina y ventila a través de un cubo de luz y la habitación del niño tiene vista al jardín y se ventila e ilumina naturalmente. Ambos niños sufren de alergias en cambios de estación.
Fuente: Fotografías de las habitaciones de los niños, en las cuales se puede apreciar el efecto que tiene la iluminación y ventilación dentro de las recámaras; la habitación de la niña ventila e ilumina hacia un cubo de luz, mientras que la recámara del niño tiene vista a las áreas verdes.
59 Para poder tener control visual de sus hijos Elizabeth y su esposo han hecho una modificación en la puerta de la cocina que da al comedor, la cual es entablerada y quitaron tres tabletas de madera para poner tres fijos de cristal transparente, sin alterar el diseño de la puerta.
Fuente: Fotografía tomada dentro de la vivienda observada. Adaptación de la puerta, para tener control visual hacia los niños.
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Capítulo 5
Conclusiones
El trabajo de reflexión final, a pesar de tratarse de un estudio que no abarca un universo considerable, aporta información importante para la reflexión de los organismos encargados de las normatividades y la producción de vivienda residencial y de interés social, los cuales deberían realizar este tipo de estudios a profundidad, antes de satisfacer solamente el factor “costo representado en mínimo espacio igual a mayor producción de vivienda”; pues este fenómeno no sólo se encuentra edificado en las viviendas de interés social, sino también en el residencial, sin considerar la calidad de vida de sus habitantes, en particular; de los niños, y los efectos que producen en ellos para su desarrollo como individuos de una sociedad. Por lo tanto, el proceso de apropiación del espacio debe ser considerado como parte del proceso de diseño de la vivienda, pues; aparentemente sí existe una relación directa entre el proceso de apropiación del espacio, el diseño de la vivienda y sus dimensiones, ya que las observaciones revelaron lo siguiente: La estancia fue el espacio más preponderante para que el niño pueda apropiarse de él, pues le genera, en mayor grado, inteligibilidad, seguridad e independencia, así como, en menor grado, la percepción de privacidad, el siguiente espacio fue el baño, por la privacía que éste le provoca, después la cocina, por las sensaciones que le produce; y su recámara, cuya dimensión y subdivisión del espacio le permiten placer, privacía, seguridad e independencia. El Placer es el nivel de agrado que siente el niño con relación a los espacios y se presenta con mayor incidencia en la estancia comedor, el baño y su recámara en general, aunque en el conjunto Fuentes de Cantera y en Residencial Belgravia también se observó placer en la cocina, por las dimensiones mayores que ésta tiene. En relación a este último conjunto existe un desagrado por habitar la recámara tres debido a su reducido tamaño, pero sobre todo a que ventilan e iluminan hacia un pequeño cubo de luz, lo cual es muy poco estimulante para el niño, pues no cuenta con una vista agradable ya sea hacia un jardín o áreas abiertas del conjunto. Con relación a la Activación asociada a niveles de tensión emocional en el niño; que genera la casa, se observó que la estancia genera este tipo de fenómeno debido a ser un espacio conexo donde se realizan varias actividades y se ejerce mayor competencia por el territorio para ejercerlas. Este fenómeno también se presenta en las cocinas de dimensiones reducidas, como en el caso de Residencial Insurgentes Sur, así como en las recámaras que ventilan e iluminan hacia cubos de luz, caso que presenta el conjunto Residencial Belgravia.
61 En cuanto al Control, grado de dominio que sienten los individuos, en particular los niños, relacionado con el espacio que define la vivienda, figuraron en mayor grado la estancia comedor, el baño y la recámara asignada a los niños estudiados; en menor intensidad la recámara principal y la cocina, por ser los espacios que requieren de mayor supervisión de un adulto. Sobre la Operatividad o movimiento psicomotriz, es ejercida por los niños en los espacios de su vivienda y les permite desarrollarse física y cognitivamente, presentándose con mayor incidencia en la estancia comedor y el baño, así como en un grado relativamente menor; la recámaras según la dimensión de éstas y si el niño comparte con hermanos dicha habitación. La privacidad es considerada como la habilidad para controlar la interacción deseada y prevenir la no deseada por el niño; en todos los conjuntos habitacionales se observó que la estancia comedor genera privacía en los niños debido a los muebles y a su capacidad de poderlos mover para realizar ciertas actividades relacionadas con el juego y la fantasía como hacer tiendas de campaña con un silla y una sábana, un barco pirata con las sillas del comedor o la sala. También, el baño ofrece privacidad, por su función netamente privada, y por último la habitación del niño, donde puede descansar, jugar o imaginar con su propio espacio, aunque éste sea compartido. La Inteligibilidad es la facilidad de la mente del niño para comprender el espacio; se pudo apreciar, en la mayoría de los conjuntos, que éste comprende cada espacio de su vivienda y conoce las funciones, los territorios y la privacía que éstos generan, entendiéndose como límites para realizar determinadas actividades lúdicas o no lúdicas. Sobre el concepto de Seguridad, en relación con la percepción de protección que el niño experimenta en el contexto de la vivienda, en la mayoría de los conjuntos habitacionales estudiados se observó que la estancia comedor, el baño y su habitación, son espacios donde el niño se siente seguro, quizá por el control visual que ejercen los padres en la estancia comedor o la privacía que sienten en el baño y su recámara. Y por último, el factor Independencia permite al niño valerse por sí mismo para ejercer sus actividades, convirtiéndose cada una de ellas en retos y logros constantes que construyen su autoestima. En todos los conjuntos se observó que, en la medida en que el adulto y el espacio proporcionen al niño capacidad de interactuar con el espacio y los objetos, el niño se va haciendo autosuficiente. Los espacios que le permiten realizar esta interacción son la estancia, el baño, su habitación; en los casos del conjunto Fuentes de Cantera y Residencial Belgravia, la cocina es un
62 espacio muy interesante para los niños, bajo la supervisión de un adulto, ya que les permite ejercer todas sus percepciones tales como el olfato, el gusto, la vista, el oído y el tacto. Cabe mencionar, que la mayoría de las madres entrevistadas son profesionistas, y han hecho una pausa laboral y profesional, para estar con sus pequeños en el período de su infancia, de los 0 años hasta los 6 años, aproximadamente, además de tratarse de familias funcionales. Es cierto que los usuarios adaptan el espacio de acuerdo con sus necesidades, pero cuando el espacio no está bien diseñado, por carecer de un análisis de las dinámicas funcionales y sus necesidades espaciales, es posible que existan conflictos al competir por él. Un segundo punto a destacar en base a la observación y los entrevistados, es la información obtenida que complementa este estudio, referente al diseño y la habitabilidad de su vivienda, en lo que respecta a los siguientes aspectos: Distribución, dimensiones y funcionalidad: En este aspecto el análisis arquitectónico que se realizó para poder evaluar a las viviendas, los levantamientos y planos arquitectónicos, así como las experiencias de los entrevistados referentes a la función asignada a cada espacio se observó lo siguiente: En el diseño arquitectónico de las viviendas se puede apreciar, que el cruce de circulaciones reduce aún más la superficie útil de la estancia; no hay que olvidar que los usuarios tienen poca posibilidad para adecuar su vivienda en su interior, por cuestiones estructurales. En todos los casos; los cubos de escaleras están proyectados al mínimo de sus capacidades, de esta manera dificultan la circulación y la maniobrabilidad de mobiliario. En algunos conjuntos habitacionales el cuarto de servicio y de lavado se encuentran en la azotea, afectando severamente a los departamentos del último nivel, debido a la humedad generada por la función que tienen estos locales, provocando cambios en el microclima que existe dentro de la vivienda. La mayoría de los padres entrevistados lamentaron no tener un estudio o recámara adicional, para que sus hijos puedan tener más privacidad; así como un área de guardado o closets más grandes dentro de sus viviendas.
63 Es importante mencionar que la habitabilidad forma parte de la satisfacción residencial en relación con los efectos que produce el diseño de la vivienda sobre sus apropiantes, que no deben pasarse por alto; en este trabajo se obtuvo la siguiente información: La orientación de las viviendas es muy importante, ya que en dos de los conjuntos la mayoría de ellas cuenta con una buena ventilación e iluminación natural con vista a las áreas verdes, edificios contiguos y al estacionamiento en todas sus fachadas. Por lo tanto son agradables y acogedoras; en el conjunto cuyos departamentos cuentan con mayor superficie construida, las recámaras más pequeñas y el baño de visitas; disponen de iluminación y ventilación hacia un pequeño cubo de luz; correspondiente al cubo de escaleras de forma insuficiente, fría y poco acogedora, por lo que son rechazadas por los niños que la habitan. Además de presentar en algunos casos alergias. Los espacios conexos, como la sala comedor, no están pensados para todas las funciones posibles en relación con el número de apropiantes y su equipamiento mobiliario. La mayoría de los entrevistados tienen control visual o auditivo de sus hijos, lo cual permite que no ocurran accidentes. El pasillo es un elemento muy importante para el desarrollo del niño, ya que se apropia de él de una forma lúdica para lanzar, correr y construir carreteritas, entre otras actividades. Percepción de las áreas exteriores: El diseño de áreas verdes, áreas de juego para los niños y adolescentes, así como estacionamientos suficientes, son elementos de suma importancia con referencia a su satisfacción residencial manifestando lo siguiente: En relación con el estacionamiento éste es insuficiente para dos de los conjuntos, ya que cuentan con un solo cajón de estacionamiento y es muy difícil recibir visitas, pues invadir un cajón ajeno provoca conflictos entre los vecinos. Los entrevistados piensan que las áreas exteriores como jardines y andadores, no cuentan con seguridad suficiente, pues la mayor parte de las áreas están destinadas a los vehículos. Además las áreas destinadas para los niños y adolescentes son insuficientes y generalmente provocan conflictos al ser invadidos por ambos, pues no se piensa en la cantidad de usuarios que hacen uso de ellas.
64 Recomendaciones: En base a todo lo anterior, es importante reflexionar acerca de la importancia que tiene el diseño de la vivienda, en este caso, multifamiliar vertical, como un productor de percepciones que influye en el proceso de apropiación del espacio y a su vez en el desarrollo integral de sus apropiantes, en particular; en los niños que la habitan, así como cuestionarnos sobre cómo la habitan; para crear un diseño; no sólo arquitectónico y en serie, sino que contemple las necesidades espaciales y estéticas de sus apropiantes, proporcionándoles una adecuada calidad de vida, sostenible desde el punto de vista ecológico y social. Es importante tomar en cuenta lo siguientes puntos: En función de la información proporcionada por los padres entrevistados, ante la necesidad de tener más espacio dentro de su vivienda; se puede sugerir que la superficie del espacio habitable para una vivienda mínima debe fluctuar entre los 90m2 y los 130m2, para una familia de 4 a 5 integrantes, siempre con un margen de flexibilidad espacial, de acuerdo con las necesidades cambiantes de los apropiantes, junto con áreas verdes que favorezcan la estimulación visual de éstos. La orientación, ubicación y dimensiones de las recámaras destinadas a los niños, deberían de tener más jerarquía con relación a la recámara principal, ya que generalmente cuenta con más espacio y mejor orientación; pues se debe considerar, que el sistema inmunológico del niño se encuentra en desarrollo. La estancia comedor debe tener una dimensión considerable, para que favorezca la realización de actividades que le permitan al niño desarrollarse en su motricidad e intelecto, a través del mobiliario mismo, tarea a desarrollar por los diseñadores industriales, considerando la temporalidad y flexibilidad de adaptación a la escala de un niño, sin producir conflictos entre el número de usuarios que hacen uso de estos. También es importante considerar las áreas de guarda de acuerdo con el número de apropiantes y sus recámaras, ya que generalmente son insuficientes y facilitan a los niños la percepción del orden, por lo que las recámaras deben contemplar la subdivisión del espacio que ésta pueda tener para albergar a más de dos apropiantes y actividades domésticas realizadas en ellas. Es necesario que la vivienda cuente mínimo con un baño y medio, para evitar conflictos entre los apropiantes, por el sentido de placer y privacidad que éste genera en los niños.
65 Debe incluirse dentro del programa arquitectónico la existencia del cuarto de estudio, para no reducir el campo de interacción espacial de un niño y de esta manera, facilitar la privacía necesaria para las funciones asignadas a este espacio. Es importante incluir dentro del diseño de estos conjuntos áreas verdes, áreas de juegos suficientes para niños y adolescentes, así como espacios exteriores que favorezcan su percepción, a través de la iluminación y ventilación de las viviendas, la sana convivencia y la pertenencia a dichos espacios, como parte de un proceso integral del individuo. Es muy importante considerar a los niños, ya que forman parte de nuestra sociedad, es decir, existen y tienen los mismos derechos que los adultos, por lo que requieren de espacios y objetos adecuados a su proporción que les permita su sano desarrollo; pues la mayoría de estos son proyectados para un mundo de adultos. Por último, los organismos encargados en la producción de vivienda y normatividad, deben separar los factores de costo y cantidad de vivienda, con relación al mínimo de metros cuadrados de construcción, es decir, permitir a los especialistas decidir sobre el espacio adecuado para los apropiantes de una vivienda, esto podría resultar en una menor producción de estas, pero con mejor calidad de vida para sus ocupantes.
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