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FUENTE: http://www.europapress.es/nacional/noticia-obispo-uriarte-insiste-necesidad-cercaniahumana-familias-presos-20090330141957.html SEÑALA QUE NO DEBEN PAGAR LAS CONSECUENCIAS
El obispo Uriarte insiste en la necesidad de "cercanía humana" a las familias de presos BILBAO, 30 Mar. (EUROPA PRESS) El obispo de San Sebastián, monseñor Juan María Uriarte, afirmó que la Iglesia debe reivindicar "con valentía" el diálogo y subrayó que "no existe equidistancia" en los obispos vascos, pero tampoco "olvido sistemático" de derechos humanos que deben defenderse incluso para "los mayores delincuentes". Asimismo, consideró que se debe "demostrar cercanía humana y, en muchos casos, consuelo espiritual" a los familiares de los presos, que no deben "pagar las consecuencias". Uriarte ofreció hoy una conferencia en el Forum Europa-Tribuna Euskadi sobre el papel de la Iglesia "al servicio de la paz", en la que destacó la importancia de "educar para la paz" y promover la "reconciliación". Tras advertir de que "una política carente de ética no puede edificar ni pacificar ningún pueblo" y degenera "en oportunismo y corrupción", apeló a promover actitudes y comportamientos "pacíficos y pacificadores" y añadió que la Iglesia debe promover "el diálogo", que "se presenta siempre como instrumento insustituible para toda confrontación". En este sentido, indicó que, aunque no corresponde a la Iglesia "establecer los momentos, ni los modos ni las condiciones mínimas de este diálogo", sí debe "reivindicarlo con valentía". De este modo, censuró que "palabras esenciales para una respuesta cristiana e incluso humana a nuestros problemas se haya considerado con recelo en ciertos ambientes sociales". "El diálogo, la reconciliación, la misericordia para con todos los sufrientes, el perdón pedido y ofrecido han sido envueltas en el manto de la sospecha", lamentó, insistiendo en que "la Iglesia no puede renunciar a ellas" aunque por ello "la tachen de tibia, ambigua, ambivalente, equidistante".
En esta línea, consideró "injusto" afirmar que la Iglesia vasca "sea tibia en la búsqueda de la paz, en la condena del terrorismo de ETA, en el aprecio y acompañamiento de sus víctimas que merecen recuerdo, proximidad, apoyo material y moral, reparación, en la defensa del núcleo de derechos humanos intangibles que han de ser respetados incluso en los autores de los mayores delitos". De este modo, insistió en que "hablar de equidistancia" de la Iglesia vasca es "no hacer justicia" a sus obispos. "Lo más fuerte, lo más serio, lo más recio son los atentados contra la vida. Es lo más importante", aseguró Uriarte, que subrayó que "no existe equidistancia, pero tampoco olvido sistemático de una serie de derechos humanos intangibles" que la Iglesia tiene "el deber de defenderlos", incluso en el caso de "los mayores delincuentes". En cuanto a la promoción de la "reconciliación", estimó que "los reparos" que puede suscitar provienen de "una deficiente comprensión" y precisó que consiste en impulsar "el mutuo respeto", en un proceso en el que las partes "deponen una forma de relación destructiva y sin salida y asumen una forma constructiva de reparar el pasado, edificar el presente y preparar el futuro". Tras destacar su relación con "la verdad, la justicia y el perdón", reconoció que esta última es "una propuesta cargada de sospechas" en la sociedad actual y advirtió de que "ninguna instancia exterior puede exigir el perdón" a las víctimas, sino "ayudar a que surja". Asimismo, señaló que, en el caso de "los agresores", una petición de perdón "impuesta como trámite" no sería "operativa", sino que "es mejor propiciar una elaboración personal y grupal de una actitud que reconozca su extravío". "Tendremos que contentarnos entre tanto con que hayan reconocido la injusticia cometida y ofrezcan garantías de modificar su trayectoria anterior", consideró. El obispo de San Sebastián destacó que la Iglesia "lleva en su código genético la misión reconciliadora", apuntando que "los grupos enfrentados piden adhesiones absolutas y reclaman reprobaciones sin ningún matiz, exigen posiciones que la Iglesia no puede adoptar o silencios que no puede mantener". CONSUELO A FAMILIARES DE PRESOS En este sentido, Uriarte, que indicó que se debe "clamar contra la criminal y delirante trayectoria de ETA", apuntó que "cualquier descripción del mapa completo del sufrimiento en nuestra sociedad es tachada de tendenciosa, cualquier gesto de misericordia con todos los sufrientes es censurado como un equilibrismo que juega al empate".
De este modo, añadió, "el obispo de San Sebastián no puede menos demostrar su cercanía humana y, en muchos casos, su consuelo espiritual a los familiares de los presos dispersos", que "padecen riesgos y quebranto económico para visitarlos" y que no deben "pagar las consecuencias". "Comprendido o incomprendido, he de cumplir esta misión", afirmó. Uriarte reiteró la necesidad de promover la cultura de la paz, si bien reconoció que "estamos en tiempos más propicios para preparar la reconciliación que para dedicarnos a realizarla". El obispo de San Sebastián afirmó que le gustaría "no ser un lastre" para la paz, como criticó el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, de quien dijo respetar su opinión, y aseguró que ha intentado "no serlo". En este sentido, declaró tener "pasión por la paz" que "respete los derechos humanos de todos" y apostó por alcanzar "un acuerdo" que sea "garantía de una paz justa y estable". Preguntado por la posibilidad de que ETA abandone las armas, insistió en que "ETA debe desaparecer" y consideró que "es probable que con el tiempo no tenga más remedio que dejar las armas". FAVORECER LA PAZ Por otra parte, eludió pronunciarse sobre el futuro gobierno vasco insistiendo en que "a cualquier" formación le pediría que "realice un camino que favorezca la paz, nos ayude a superar la crisis económica, favorezca el encuentro entre todas las sensibilidades de este pueblo". "A cualquier gobierno que sea le pido lo mismo, naturalmente desde su sensibilidad legítima", insistió. Asimismo, Uriarte dijo no saber "si ha existido una era" de obispos nacionalistas, lo que "sí existe es la era de los hombres entrañados en su propia comunidad, arraigados". A su entender, "una persona que podría ver con grandes simpatías unas corrientes de este pueblo y con grandes antipatías otras corrientes de este pueblo, objetivamente no sería apto para poder cumplir". Por tanto, "debe ser una persona que sepa situarse bien y que sepa amar a esta sociedad plural y ayudarla de que esa pluralidad no se convierta en una confrontación" que se haga "crónica", añadió el obispo vasco, que dijo no ver "tantísima prisa" para determinar quien le sustituirá. En relación a las relaciones con la presidencia de la Conferencia Episcopal, Uriarte explicó que "la confianza personal mayor" con el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, anterior presidente de este organismo "hace que uno se sienta más a gusto". No obstante, indicó que es preciso aceptar "el juego de los votos" y aseguró que "las relaciones son más que correctas" con su actual presidente, el arzobispo de Madrid Antonio Rouco.
En este sentido, señaló que están de acuerdo "en lo fundamental de nuestra fe católica", aunque pueda haber "problemas de sensibilidad" que "no quitan en absoluto la fraternidad".
FUENTE: http://ecodiario.eleconomista.es/sociedad/noticias/1132422/03/09/Uriarte-defiende-lafirmeza-de-la-iglesia-ante-el-aborto.html
Uriarte defiende la "firmeza" de la iglesia ante el aborto BILBAO, 30 (SERVIMEDIA) El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, afirmó hoy en Bilbao que la Iglesia tiene una posición en contra el aborto "neta y firme", con siglos de formulación, y agregó que ante la reforma presentada por el Gobierno, "que la Iglesia exprese su pensamiento es lo menos que puede hacer; otra cosa es la manera como lo exprese". Durante su participación en el "Fórum Europa, Tribuna Euskadi", organizado por Nueva Economía Fórum, Uriarte dijo que "no me sentiría miembro de la Iglesia católica si pusiera en duda la nitidez de esta posición". En este, añadió que "la Iglesia debe ser clara y no impositiva, no debe dar la impresión de estar recriminando a la sociedad, sino proponiendo". Además, dijo que su actitud debe ser "dialogante y razonable" y que la Iglesia debería estar acompañada de "otros medios profesionales, del Derecho y de la Medicina, que tienen también una palabra que decir". También se pronunció sobre los medios de comunicación y en concreto sobre la cadena Cope y dijo que "todos sabemos que a veces nos produce algunos problemas, y creo que algunos programas no han favorecido ni ese proceso educativo en la paz ni una convergencia hacia la reconciliación". Asimismo, manifestó que "no sólo existe la Cope. En este país también existen otros medios de difusión propios de la Iglesia que realizan de una manera más adaptada y más sobre el terreno los caminos para educar para la paz y abrir las puertas de la reconciliación". ASIGNATURA DE RELIGIÓN Por otro lado, Juan María Uriarte criticó el decreto sobre la asignatura de la Religión en el Bachillerato promulgado por el Gobierno Vasco y consideró que "no se reconoce el valor que tiene la asignatura de Religión para la formación cívica y humana". "Es una forma de empobrecer la calidad educativa de la asignatura, en un momento en el que la socialización y transmisión de valores entre una generación y otra se nos ha vuelto tan difícil", dijo el obispo donostiarra, para quien "la religión es una fuente de valores importantes para vivir y convivir". Preguntado sobre la posibilidad de que una hipotética presencia del Partido Popular en el próximo Gobierno vasco pudiera influir en este sentido, Uriarte respondió que "no es de mi incumbencia y prefiero echar balones fuera".
Sí expresó su deseo de que el Gobierno que se constituya emprenda "un camino que favorezca la paz, ayude a superar la crisis económica y favorezca el encuentro entre todas las sensibilidades que existen en este pueblo". SUCESIÓN Sobre su sucesión, Uriarte no quiso desvelar ningún nombre, ya que "gracias a Dios no tengo la responsabilidad de nombrar a mi sucesor", una misión que corresponde a la Sede Apostólica, "pero sí le aconsejaría", dijo, "que sepa situarse, que no venga con fórmulas preestablecidas y que conozca bien la realidad". Además, dijo que su sustituto necesitará "unas buenas espaldas para aguantar el peso del ministerio, que es más complicado que el que se puede realizar en otros sitios, y que tenga capacidad de diálogo con todas las sensibilidades". Respecto a las declaraciones del popular Antonio Basagoiti, que se refirió a él como "un lastre para la paz", Juan María Uriarte puntualizó que además de "respetar su opinión", "he intentado no ser un lastre, y si tengo una pasión es la pasión por la paz, que se respeten los derechos humanos de todos".
FUENTE: http://www.eitb.com/noticias/sociedad/detalle/119406/uriarte-reivindica-firmeoposicion-iglesia-aborto/ Forum Europa
Uriarte reivindica la "firme" oposición de la Iglesia ante el aborto Manu Gimenez - publicado Hace 3 horas | Redacción |
Por otro lado, el obispo de Donostia-San Sebastián ha criticado el decreto del Gobierno vasco, porque eliminar la alternativa a la religión en el Bachillerato "empobrece la calidad educativa, porque quita relieve a la clase de religión".
El obispo de Donostia-San Sebastián, Juan María Uriarte, durante el discurso en el Forum Europa de Bilbao. Foto: Efe
El obispo de Donostia-San Sebastián, Juan María Uriarte, ha afirmado hoy que la oposición de la Iglesia ante el aborto tiene que ser "neta y firme" y ha añadido que, "como en todos los puntos conflictivos", debe ser "clara y propositiva, y no impositiva". En su intervención en el Forum Europa-Tribuna Euskadi, Uriarte ha recordado que la Iglesia tiene "una posición neta, firme y fundada, con siglos de formulación" al respecto y ha añadido que el hecho de que "exprese su pensamiento" en este momento, ante la propuesta de reforma de la ley del Aborto, es "lo menos que puede hacer". Asimismo, cree que, "como en todos los puntos conflictivos, la Iglesia debe ser clara y propositiva, y no impositiva". Según ha explicado, "no debe dar la impresión de estar recriminando a la sociedad, sino proponiendo a esa sociedad y debe hacerlo desde un actitud dialogante y razonada". Por otra parte, ha considerado que la Iglesia debería estar "acompañada" de "otros medios profesionales, del derecho y de la medicina, etc, que tienen también una palabra que decir".
Decreto del Gobierno vasco El obispo de Donostia-San Sebastián, se ha referido al reciente decreto del Gobierno vasco que elimina la materia alternativa a la religión en el Bachillerato indicando que "quitarle relieve a la clase de religión es empobrecer la calidad educativa que queremos transferir". Uriarte ha hecho hincapié en que lo es aún más "en un momento en el que la socialización o la transmisión de valores de una generación a otra se nos ha vuelto tan difícil". "Creo que la religión es una fuente de valores importantes para vivir y convivir", ha afirmado.
FUENTE: http://www.larioja.com/20090330/espana/obispo-bilbao-expresa-cercania200903301301.html EN UNA CONFERENCIA EN BILBAO
El obispo de San Sebastián expresa su «cercanía» y «sensibilidad» hacia los familiares de los presos etarras El prelado de San Sebastián reivindica el valor del diálogo como instrumento "insustituible para resolver cualquier conflicto"
El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, antes de pronunciar hoy en Bilbao una conferencia dentro del Forum Europa. / Efe
El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, ha expresado hoy su "cercanía" y "sensibilidad" hacia los familiares de los presos de ETA que "sufren" al tener que desplazarse centenares de kilómetros para poder visitar a los reclusos. En una conferencia ofrecida en Bilbao, Uriarte ha reconocido que sus afirmaciones sobre los derechos los presos suscitan "incomprensión" pero -ha dicho- "un obispo que no hablara de esto no tendría misericordia". Según ha dicho, las medidas de acercamiento o alejamiento de presos de ETA -respecto de los centros penitenciarios del País Vasco- "se han conducido por razones políticas" pero, a su juicio, existen "razones humanitarias que requieren el respeto de los derechos" de los encarcelados y, "sobre todo, que las familias de los presos no deben pagar con esos viajes" para acudir a visitarles. Uriarte ha reivindicado el valor del diálogo como instrumento "insustituible para resolver cualquier conflicto" dentro de un Estado o en las relaciones internacionales y ha expresado su "convicción firme y neta" de que éste debe ser el camino para avanzar hacia la paz también en Euskadi. Ha afirmado que a la Iglesia "le toca reivindicar con valentía el diálogo como victoria de la palabra sobre la violencia y la fuerza", aunque ha aclarado que "no corresponde a la Iglesia establecer los momentos, ni los modos, ni las condiciones mínimas" ante un posible final negociado del terrorismo. Además, ha considerado "injusto" afirmar que "la Iglesia haya sido tibia en la búsqueda de la paz, o en la condena del terrorismo de ETA, o en la cercanía a las víctimas o en la reclamación de los
derechos intangibles que deben ser respetados incluso para los autores de los mayores delitos". Uriarte ha exigido a ETA "no sólo que deje las armas", que a su juicio "con el tiempo lo hará porque no tiene más remedio", sino que "desaparezca". Su objetivo, "un acuerdo entre todos" Ha respondido al presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, que acusó al obispo de ser "un lastre para la paz", que su aspiración personal es avanzar hacia la superación de la violencia, proponiendo que "unos y otros" acepten "un recorte en sus aspiraciones" políticas "para llegar a un acuerdo entre todos, que sea la garantía de una paz justa". Para avanzar por ese camino, Uriarte ha reclamado un compromiso en la educación para la paz y promover la reconciliación. Ha recomendado "serenar nuestros sentimientos en la política" para evitar la "demonización del adversario político, la pasión por liquidarlo y la desconfianza profunda que congela el acercamiento mutuo, que obran en muchos ciudadanos y en muchos dirigentes" de partidos vascos, según ha criticado. Para propiciar el acercamiento entre las diferentes opciones, ha planteado la necesidad de fomentar "la conciencia cálida de pertenecer al mismo pueblo" ya que, aunque unos sientan más su pertenencia a Euskadi y otros a España, "no somos dos comunidades forzadas" sino "un pueblo políticamente plural, pero un pueblo y no podemos dejar a unos hijos la imagen de un pueblo fragmentado". Ha recomendado al nuevo Gobierno Vasco, independientemente de qué formación lo vaya a liderar, que "favorezca el camino hacia la paz, impulsando un encuentro entre diferentes sensibilidades".
FUENTE: http://www.20minutos.es/noticia/460120/0/eta/iglesia/presos/
El obispo Uriarte expresa su cercanía con los familiares de los presos de ETA
Ampliar foto El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, y su homólogo en Bilbao, Ricardo Blázquez. (Imagen: LUIS TEJIDO / EFE) EFE. 30.03.2009 El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, ha expresado este lunes su "cercanía" y "sensibilidad" hacia los familiares de los presos de ETA que "sufren" al tener que desplazarse centenares de kilómetros para poder visitar a los reclusos. En una conferencia ofrecida en Bilbao, Uriarte ha reconocido que sus afirmaciones sobre los derechos de los presos suscitan "incomprensión" pero, ha dicho, "un obispo que no hablara de esto no tendría misericordia". Según ha dicho, las medidas de acercamiento o alejamiento de presos de ETA -respecto de los centros penitenciarios del País Vasco- "se han conducido por razones políticas" pero, a su juicio, existen "razones humanitarias que requieren el respeto de los derechos" de los encarcelados y, "sobre todo, que las familias de los presos no deben pagar con esos viajes" para acudir a visitarles. Es injusto afirmar que la Iglesia ha sido tibia al exigir la paz
Uriarte ha reivindicado el valor del diálogo como instrumento "insustituible para resolver cualquier conflicto" dentro de un Estado o en las relaciones internacionales y ha expresado su "convicción firme y neta" de que éste debe ser el camino para avanzar hacia la paz también en Euskadi. Pide al nuevo Gobierno vasco que apueste por esta vía. Ha afirmado que a la Iglesia "le toca reivindicar con valentía el diálogo como victoria de la palabra sobre la violencia y la fuerza", aunque ha aclarado que "no corresponde a la Iglesia establecer los momentos, ni los modos, ni las condiciones mínimas" ante un posible final negociado del terrorismo. Además, ha considerado "injusto" afirmar que "la Iglesia haya sido tibia en la búsqueda de la paz, o en la condena del terrorismo de ETA, o en la cercanía a las víctimas o en la reclamación de los derechos intangibles que deben ser respetados incluso para los autores de los mayores delitos". Uriarte ha exigido a ETA "no sólo que deje las armas", que a su juicio "con el tiempo lo hará porque no tiene más remedio", sino que "desaparezca". Ha respondido al presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, que acusó al obispo de ser "un lastre para la paz", que su aspiración personal es avanzar hacia la superación de la violencia, proponiendo que "unos y otros" acepten "un recorte en sus aspiraciones" políticas "para llegar a un acuerdo entre todos, que sea la garantía de una paz justa". Uriarte ha cuestionado la campaña anti aborto
Ha recomendado "serenar nuestros sentimientos en la política" para evitar la "demonización del adversario político, la pasión por liquidarlo y la desconfianza profunda que congela el acercamiento mutuo, que obran en muchos ciudadanos y en muchos dirigentes" de partidos vascos, según ha criticado. Para propiciar el acercamiento entre las diferentes opciones, ha planteado la necesidad de fomentar "la conciencia cálida de pertenecer al mismo pueblo" ya que, aunque unos sientan más su pertenencia a Euskadi y otros a España, "no somos dos
comunidades forzadas" sino "un pueblo políticamente plural, pero un pueblo y no podemos dejar a unos hijos la imagen de un pueblo fragmentado". Sobre la reforma de la ley del aborto, el obispo de San Sebastián ha expuesto que la posición de la Iglesia ha sido "firme y fundada, con siglos de formulación" en contra de la interrupción del embarazo, pero ha cuestionado los medios en que se ha expresado esa posición ya que, a su entender, la Iglesia "tiene que ser clara y propositiva, pero no impositiva, y debe evitar dar la sensación de que se quiere imponer a la sociedad".
FUENTE: http://www.diariovasco.com/20090330/politica/tregua-20090330.html LA IGLESIA VASCA Y LA PACIFICACIÓN
Paz sin tregua Un libro de la diócesis de San Sebastián recoge la doctrina de monseñor Uriarte contra el terrorismo de ETA y en favor del diálogo para el final de la violencia PEDRO ONTOSO | BILBAO.
bilbao. DV. Hace ahora nueve, años, el 21 de enero de 2000, Juan María Uriarte, recién nombrado obispo de San Sebastián en sustitución de José María Setién, revalidaba en un saludo a sus feligreses su compromiso con la paz. «Promover la pacificación y la reconciliación será en mi vida pastoral una actividad incansable», anunciaba el prelado desde Zamora, consciente de que regresaba a una sociedad no sólo plural, sino enfrentada. ETA había asesinado al teniente coronel Blanco tras la ruptura de la tregua y la kale borroka multiplicaba sus sabotajes y amenazas. En el epílogo de su mandato, tras haber presentado su renuncia por razones de edad, un libro recoge sus escritos y pastorales sobre el tema de la violencia y la paz, un corpus doctrinal que constituye su legado para un contencioso sin resolver, y en el que la propia Iglesia se ha movido con no pocas vacilaciones. Uriarte hablará hoy en Bilbao sobre el papel de la Iglesia en la pacificación en una conferencia del Fórum Europa, presentada por el obispo de Bilbao y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez. Los dos vicarios de San Sebastián, Patxi Azpitarte y Félix Azurmendi, sintetizan en el prólogo de la obra &ndashPalabras para la paz. Una pedagogía evangélica (Idatz)&ndash las coordenadas en las que se ha movido el pensamiento de Uriarte, que ha despertado fuertes adhesiones, pero, también, algunos reproches. Sobre todo, porque la denuncia sin paliativos del terrorismo de ETA siempre ha ido acompañada de la defensa de los derechos colectivos del País Vasco. Liderazgo doctrinal Uriarte ha reclamado de manera permanente y reiterada la desaparición de ETA y el fin definitivo de la violencia, como primer paso de una triple tarea, que identifica como «pacificar-normalizarreconciliar». Desde su punto de vista, la normalización comporta el acuerdo sobre el futuro marco jurídico-político de Euskadi y la reconciliación alude a la recuperación de una convivencia basada en el respeto y la aceptación mutua de personas y grupos hasta ahora enfrentados. Esta trilogía la desarrolla de manera muy clara en la conferencia que pronunció en la Fundación Joan Maragall en octubre de 2006. Los argumentos fundamentales de su exposición reaparecen en los documentos de todos los obispos vascos, en los que no es difícil apreciar la mano y la pluma del prelado de San Sebastián, que ha protagonizado un liderazgo sin fisuras en el Episcopado de Euskadi. Cuando ejercía como auxiliar de monseñor Larrea en Bilbao, su presencia en la manifestación contra el asesinato del ingeniero de Lemóniz José María Ryan, en 1982, supuso un gesto de calado para visualizar dónde se colocaba la jerarquía vasca. Luego han venido otros, a los que no se ha dado publicidad, pero que reforzaban esa posición.
Amigo de Jaime Mayor, ex ministro del Interior del PP y católico convencido, con el que ha compartido jornadas de Semana Santa en la piadosa Zamora, o de Gorka Agirre, el hombre del PNV que tomaba la temperatura en ETA y a cuyo funeral asistió la pasada semana en Bilbao, monseñor Uriarte tocaba todos los ángulos del espectro político para moverse en el laberinto vasco. Por eso fue requerido para mediar en las negociaciones del Gobierno de Aznar con ETA tras la tregua de 1998. Pecado de omisión El libro recoge su magisterio desde que recaló en San Sebastián, una plaza difícil en la que la sociología nacionalista, forjada también con sólidos componentes religiosos, ha marcado la actuación de la Iglesia guipuzcoana, muy influenciada por la doctrina Setién. La contundente condena contra ETA, no ha impedido una defensa de las tesis nacionalistas, a las que se ha despojado de cualquier connivencia con el terrorismo. El propio Uriarte se ha desmarcado de documentos de la Conferencia Episcopal en los que esa diferenciación no era tan nítida. La Iglesia vasca, con la guipuzcoana a la cabeza, fue valiente &ndashy pionera&ndash en la condena de los atentados de los GAL, y no se ha amilanado en la denuncia de casos de tortura y malos tratos, pese a las acusaciones de equidistancia. Sin embargo, desde distintas instancias se le reprocha el haber sido «en exceso complaciente con Batasuna y su mundo. No ha tenido el coraje de decir que no se puede ser cristiano y mirar hacia otro lado ante la violencia de ETA». Reconociendo deficiencias y omisiones en ese discurso contra la violencia, Uriarte rechaza las acusaciones de ambigüedad y tibieza de la Iglesia vasca. También las de haber llegado tarde al apoyo a las víctimas, pese a que muchas de ellas así lo perciban. Uriarte se refiere al «mapa del sufrimiento», en el que junto a las víctimas de ETA y de la kale borroka, incluye a los familiares de los presos, una cuestión que, de manera cíclica, provoca enconadas polémicas. El obispo defiende una ética penitenciaria alejada de cualquier actitud «justiciera», y aboga en favor de las familias de los presos, «que sufren los efectos de una dispersión que no es humana». Azpitarte y Azurmendi destacan que Uriarte ha apostado por los derechos individuales, pero sin olvidar los derechos colectivos. En efecto, la aceptación del pluralismo social y el reto de «gestionar adecuadamente el conflicto de las identidades nacionales contrapuestas», ha sido otro de los ejes del discurso eclesial, desde el que se reclama una «fórmula de convivencia» en la que cada uno de los grupos modere sus legítimas aspiraciones políticas «en aras de una paz social». Apoyo del Vaticano Este es otro punto de fricción puesto que la Iglesia vasca no excluye a ninguna formación política a la hora de conformar un proyecto «amplio y compartido». «Todas las sensibilidades políticas son necesarias para la paz, con sus diferencias, tensiones y contraposiciones», defiende Uriarte, muy crítico con la Ley de Partidos. Desde esa perspectiva, el prelado vizcaíno defiende el «valor insustituible del diálogo paciente que busca los medios y el tiempo oportuno para el acuerdo entre las partes enfrentadas». En este terreno, la Iglesia vasca ha contado siempre con el apoyo del Vaticano. Juan Pablo II envió un mensaje a los 50.000 creyentes que participaron en Armentia, en enero de 2001, en el encuentro interdiocesano por la paz &ndashcriticado por ETA en un Zutabe&ndash, y Benedicto XVI saludó los esfuerzos que se realizaron tras el «alto el fuego» anunciado por ETA el 22 de marzo de 2006.
Otra de las dimensiones abordadas por Uriarte es la educación para la paz, «humanizando la carga pasional de las opciones políticas mediante el pensamiento crítico y serenando el mundo de los sentimientos». La Iglesia de Gipuzkoa realiza actuaciones permanentes en los colegios diocesanos y mantiene, desde hace trece años, una marcha al santuario de Arantzazu. En este enclave religioso desarrolla su labor, precisamente, la Fundación Baketik, que investiga en la resolución de conflictos, auspiciada por la comunidad franciscana de Euskadi.