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El Obrar del Espíritu Santo en el Antiguo Testamento
El Libro de los Jueces • Este libro registra la historia del pueblo de Israel, luego de la muerte de Josué. Su nombre se debe a que en sus páginas los protagonistas, que eran líderes que Dios levantaba sucesivamente para la conducción de la nación, fueron llamados de esa manera. • Cabe señalar que la situación en medio de la cual emergían estos líderes era de continuo caótica: “Cada uno hacía lo que bien le parecía” (17:6).
El Espíritu Santo en los Jueces • La expresión “y el Espíritu de Dios vino sobre él” aparece de manera repetitiva, cada vez que los jueces iban a comenzar su período de servicio. • El Espíritu Santo venía sobre estos instrumentos humanos específicamente para capacitarlos para gobernar al pueblo de Dios. • “Antes de la venida del Espíritu, en más de un caso estos hombres evidenciaron debilidad e incapacidad para esta tarea, la que, indudablemente, excedía sus capacidades humanas; sin embargo, después de ungidos se convertían en líderes extraordinarios.” W. Chávez, “Doctrina del Espíritu Santo”, p. 23
• Este libro en particular es un excelente ejemplo del obrar del Espíritu Santo en la antigüedad. • En el Antiguo Testamento, a diferencia del Nuevo Testamento (luego de Pentecostés), el Espíritu Santo no moraba “en”, sino “sobre” los seres humanos cumpliendo los propósitos divinos (comp. Jue. 3:10 con 1 Cor. 6:19).
El Juez Sansón • Uno de los casos más emblemáticos e ilustrativos de la historia de los Jueces, y de la presencia temporal del Espíritu de Dios en la vida de los hombres del Antiguo Testamento, es Sansón. • La historia de Sansón, cuyo nombre puede ser traducido como “poderoso” u “osado”, está registrada en los capítulos 13 al 16. • Su nacimiento fue producto del obrar sobrenatural de Dios (Jue. 13:1-23). • Su madre “era estéril y nunca había tenido hijos” (13:2)
“Una vez más los israelitas hicieron lo que ofende al Señor. Por eso él los entregó en manos de los filisteos durante cuarenta años. Cierto hombre de Zora, llamado Manoa, de la tribu de Dan, tenía una esposa que no le había dado hijos porque era estéril. Pero el ángel del Señor se le apareció a ella y le dijo: «Eres estéril y no tienes hijos, pero vas a concebir y tendrás un hijo. Cuídate de no beber vino ni ninguna otra bebida fuerte, ni tampoco comas nada impuro, porque concebirás y darás a luz un hijo. No pasará la navaja sobre su cabeza, porque el niño va a ser nazareo, consagrado a Dios desde antes de nacer. Él comenzará a librar a Israel del poder de los filisteos.»” Jueces 13:1-5 NVI
• La historia de Sansón está marcada por dos elementos muy significativos y opuestos: su consagración y su humana debilidad. • Dios lo usó como un instrumento para proteger a su pueblo del azote de los filisteos, pueblo hostil y pagano que no fuera expulsado de la tierra prometida cuando se tomó posesión de ella. • El ministerio de Sansón comenzó cuando “el Espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él” (Jue. 13:25 RVR)
“Sansón fue un hombre a quien el Espíritu Santo dotó de fortaleza física. En toda la Biblia no hay ningún personaje más notable que el vigoroso gigante de Timnat-Sera, que representó en su cuerpo la relación que puede haber entre la fuerza física y la presencia y el poder del Espíritu Santo. La fortaleza de Sansón no se debió al desarrollo de la cultura física, ni a la extraordinaria fortaleza de sus huesos y músculos, sino a la presencia y al poder del Espíritu Santo que tomó posesión de él y que obró por su intermedio.” A.B. Simpson, “El Poder de lo Alto”, p. 142
• Sin embargo, la fragilidad de su carácter en su “debilidad” por las mujeres fue el elemento que no sólo puso fin a su vida y ministerio, sino también a este período de la historia de Israel. • La historia de Sansón, signada por un constante sucumbir ante las mujeres, sus beldades y sus intrigas, transcurre paralelamente con el obrar de Dios en y a través de su vida. • Sansón se casó con una mujer filistea porque le “agradaba” (14:1-3); se acostó con una ramera luego que enviudara (16:1-3), y se terminó enamorando de Dalila (16:4), quien a su vez terminó “acabando” con él (16:18).
Una Seria Interrogante “¿Puede reclamar Sansón un lugar entre los héroes espirituales, que «por la fe sometieron reinos, obraron justicia, obtuvieron promesas?» [Hebreos 11:32-33] La pregunta no puede ser resuelta con pocas palabras, porque si, como creemos, el Espíritu Santo dio este juicio sobre su acción como juez, entonces el estudio cuidadoso de su historia lo debe sacar a la luz.” Alfred Edersheim, “Comentario Histórico al Antiguo Testamento”, p. 185
Una Necesaria Observación • Debemos distinguir dos períodos distintos en relación con el obrar del Espíritu Santo en la vida de Sansón. • El primero de ellos es aquel en el que Dios lo capacita para su labor, y él ejerció sus funciones bajo el influjo y dependencia del Espíritu Santo: – “Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león…” (14:6) – “Y el Espíritu de Jehová vino sobre él… y “mató a treinta hombres…” (14:19) – “…el Espíritu de Jehová vino sobre él, …y las ataduras se cayeron de sus manos.” (15:14)
“Y juzgó a Israel en los días de los filisteos veinte años.” Jueces 15:20
“El versículo final de Jueces 15 determina también el final de este período de la vida de Sansón. A partir de aquí es un registro de las terribles consecuencias, en primer lugar de usar el don de Dios, confiado para los propósitos más elevados y santos, en beneficio de la propia indulgencia, y luego de traicionarlo y perderlo. Y esta traición y pérdida son siempre la consecuencia de tomar para sí mismo lo que es para Dios.” Alfred Edersheim, “Comentario Histórico al Antiguo Testamento”, p. 195
• La tragedia de Sansón en su desconexión con la persona del Espíritu llega a su clímax cuando finalmente sucumbe a las argucias de Dalila. • “Como era tanta la insistencia de Dalila, que a todas horas le hacía la misma pregunta, Sansón estaba tan fastidiado que tenía ganas de morirse; así que finalmente le contó a Dalila su secreto: —Nadie me ha cortado jamás el cabello, porque desde antes de nacer estoy consagrado a Dios como nazareo. Si me llegaran a cortar el cabello, perdería mi fuerza y sería tan débil como un hombre común y corriente.” (16:16-17 / DHH)
“Dalila hizo que Sansón se durmiera con la cabeza recostada en sus piernas, y llamó a un hombre para que le cortara las siete trenzas de su cabellera. Luego ella comenzó a maltratarlo, y le gritó: — ¡Sansón, te atacan los filisteos! Sansón se despertó, creyendo que se libraría como las otras veces, pero no sabía que el Señor lo había abandonado. Entonces los filisteos lo agarraron y le sacaron los ojos, y se lo llevaron a Gaza, en donde lo sujetaron con cadenas de bronce y lo pusieron a trabajar en el molino de la cárcel. Sin embargo, su cabello empezó a crecerle de nuevo.” Jueces 16:19-22 DHH
• Sin embargo, como dijéramos al comenzar esta serie, vemos siempre al Espíritu Santo de Dios participando en la regeneración de lo creado y propiciando el terreno para el cumplimiento de los propósitos divinos. • Luego que Sansón fuera capturado por los filisteos, por quebrantar su pacto con Dios, estando en medio del recinto en el que habría de honrarse al dios Dagón, habiendo perdido los dos ojos para convertirse en el hazmerreír del pueblo pagano, clamó a Dios en arrepentimiento.
“Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos. Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra. Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida. Y descendieron sus hermanos y toda la casa de su padre, y le tomaron, y le llevaron, y le sepultaron entre Zora y Estaol, en el sepulcro de su padre Manoa. Y él juzgó a Israel veinte años.” Jueces 16:28-31
• El obrar del Espíritu Santo, según vimos desde el Génesis, es el “Poderoso Dios Fiel” (Elohim). Y aún cuando Sansón, representante del género humano, rompiera su pacto, el Espíritu Santo se mantuvo expectante, revoloteando sobre la faz del abismal caos en el que se encontraba. • Cuando Sansón volvió a cobrar conciencia de que su extraordinaria fortaleza le había sido dada por Dios con un propósito específico, Él lo volvió a usar, acabando con más filisteos en su muerte de los que acabó en su vida (16:30).
“No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.” Zacarías 4:6 RVR
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