EL PERFIL DEL CATEQUISTA SEGÚN LA ENSEÑANZA DE JESÚS TESIS

Universidad Rafael Landívar Facultad de Teología Campus de Quetzaltenango “EL PERFIL DEL CATEQUISTA SEGÚN LA ENSEÑANZA DE JESÚS” TESIS Prudencio Vi

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Universidad Rafael Landívar Facultad de Teología Campus de Quetzaltenango

“EL PERFIL DEL CATEQUISTA SEGÚN LA ENSEÑANZA DE JESÚS”

TESIS

Prudencio Vidal Escalante López

Carné 2043505

Quetzaltenango, mayo de 2014 Campus de Quetzaltenango

Universidad Rafael Landívar Facultad de Teología Campus de Quetzaltenango

“EL PERFIL DEL CATEQUISTA SEGÚN LA ENSEÑANZA DE JESÚS”

TESIS Presentada a Coordinación de Facultad de Teología

Por:

Prudencio Vidal Escalante López

Previo a conferirle en el grado académico de: Licenciado

El título de: Teólogo

Quetzaltenango, mayo de 2014

Autoridades de la Universidad Rafael Landívar del Campus Central Rector

Padre Eduardo Valdés Barría S. J.

Vicerrectora Académica

Doctora Lucrecia Méndez de Penedo

Vicerrector de Investigación y Proyección Social

Padre Carlos Cabarrús Pellecer S. J.

Vicerrector de Integración Universitaria

Licenciado Luis Estuardo Quan Mack

Vicerrector Administrativo

Licenciado Ariel Rivera Irias

Secretaria General

Licenciada Fabiola Padilla de Lorenzana

Autoridades de la Facultad de Teología

Decano

Lic. Rodolfo Alberto Martín Angulo, MA

Secretario

Lic. Guillermo Enrique Téllez Ibarra, MA

Director del ICCRE

Lic. Abdón Camacho, F.S.C

Director de los Programas de Quetzaltenango

M.S.C. Melvin Aristides Otero S.J.

Director del Diplomado en Teología

Lic. Francisco Romero Gonzáles

Directora de la Licenciatura en Teología

Lic. María de la Luz Ortiz Martínez, MA

Director del PEM en Filosofía

Lic. Agustín Mate Mansilla, MA

Coordinador de PIL (EDP)

Lic. Andy Roger Aguilar López

Coordinador del Área de Ética

Lic. Víctor Virula

Miembros del Consejo Campus de Quetzaltenango

Director del Campus

Arquitecto Manrique Sáenz Calderón

Subdirector de Integración Universitaria

Msc. P. José María Ferrero Muñiz S. J.

Subdirector de Gestión General

Msc. P. Mynor Rodolfo Pinto Solís S. J.

Subdirector Académico

Ingeniero Jorge Derik Lima Par

Subdirector Administrativo

MBA. Alberto Axt Rodríguez

Asesora

Ma. Marlene Teresinha Ruppenthal Wolfarth

Revisor de Fondo

M.S.C. Melvin Aristides Otero S.J.

Agradecimientos

A Dios Padre:

Por darme el don de la vida, para que viniera a este mundo para servirle, amarle, cuidar de su creación maravillosa y ser feliz en esta y en la otra vida en la Nueva Jerusalén celestial.

A mis Padres:

Que

colaboraron

engendrándome

en

para

la

obra

de

Dios

que

fuera

un

buen

administrador de toda la creación, asumiendo con responsabilidad la misión encomendada de construir el Reino de Dios en la Iglesia Universal.

A la Iglesia Cristiana Católica:

Porque en ella como madre y maestra estoy implementando mi educación integral para vivir de acuerdo a la voluntad del Señor Jesús, y así poder servir mejor a los hermanos en todo el sentido de la vida.

A la Universidad Rafael Landívar:

Como centro educativo que me ha acompañado por más de un año en mi formación pedagógica integral para aprovechar todos los avances de las ciencias. Y esto para dar respuestas adecuadas frente toda oposición que se nos presenta en todas las situaciones de la vida real.

Dedicatoria

A Dios:

Por darme la vida integral (cuerpo-Espíritu) de participar y colaborar en la construcción del Reino en su Iglesia universal y poder ayudarnos entre hermanos.

A mis Padres:

Alejandro Escalante R y Tiburcia López R, por aceptarme desde el momento de mi concepción y darme el cuidado total en mi vida integral.

A la Iglesia de Jesucristo:

Por permitirme realizar mis estudios teológicos, y así poder servir mejor a la sociedad.

A mi Esposa:

Yolanda Roblero de Escalante, por su apoyo moral y espiritual.

A mis Hijos e Hijas:

Por apoyarme incondicionalmente.

A Padre Toribio Pineda:

Por su apoyo desinteresado en mi carrera estudiantil.

A Monseñor Álvaro Leonel Ramazzini Imeri:

Por su apoyo moral y espiritual en el tiempo de mis estudios teológicos.

Índice Pág. INTRODUCCIÓN……………………………………………………............................ 1 1

Tema…………………………………………………………………………… 3

2

Planteamiento del problema………………………………......................... 3

2.1

Definición……………………………………………………………………..

3

2.2

Alcances………………………………………………………………………

3

2.3

Delimitación…………………………………………………………………..

3

2.3.1

Institucional. ………………………………………………………………….

3

2.3.2

Geográfico……………………………………………………………………. 3

2.3.3

Temporal……………………………………………………………………… 3

2.3.4

Personal. ……………………………………………………………………..

3

3

Aporte…………………………………………………………………………

4

4

Formulación de la pregunta de investigación …………………………..

4

5

Justificación………………………………………………………………….

4

6

Descripción de la investigación…………………………………………….

4

7

Objetivos……………………………………………………………………… 5

7.1

General……………….……………………………………………………….

7.2

Específicos………….. ……………………………………………………….. 5

8

Variables de estudio …………………………………..............................

5

8.1.

Dependiente…………………………………….........................................

5

8.2.

Independiente…………………………………………………………………. 5

8.3

Conceptualización de las variables de estudio…………………………… 5

5

El catequista………………………………………………………………….. 6 El perfil del catequista……………………………………………………….

6

Operación de las variables………………………………………………….

7

CAPÍTULO I…………………….............................................................................

8

CONTEXTUALIZACIÓN Y CONCEPTOS…...………………...............................

8

8.4

1.1.

Contextualización de la realidad del catequista en la parroquia de San Marcos…………………………………………………………………..

8

1.2.

Conceptos…………………………………………………………………….. 13

1.2.1

Catequista…………………………………………………………………….. 13

1.2.2

Catequesis……………………..………..................................................... 13

1.2.3

Catequética……………………………………..........................................

15

CAPÍTULO II………………………………............................................................... 16 LA IGLESIA Y EL CATEQUISTA…………………………………………………….. 16 CAPÍTULO III…………………………..................................................................... 20 EL PERFIL DEL CATEQUISTA DESDE EL ENFOQUE DEL NUEVO TESTAMENTO………………………………………………………………………….. 20 2.1

Perfil desde el evangelio de San Marcos 4,1-20: El sembrador, el crecimiento y el fruto………………………………………………………… 20

2.2

San Mateo 28,16-20: Consecuencias del perfil del catequista según el mandato de Jesús………………………..........…………………………. 24

2.2.1

Al verlo lo adoraron. …………………………........................................... 24

2.2.2

Acercamiento de Jesús a sus apóstoles…………………………………… 25

2.2.3

La obediencia ante el poder de Jesús……………………………………… 25

2.2.4

La conversión…………………………………………………………………. 26

2.2.5

El asombro……………………………………………………………………

27

2.2.6

Id, primero y gran mandato de Jesús....………….................................

27

2.2.7

La certeza de que Él está contigo………………………………………….

29

2.3

Gálatas 6,4-7. El catequista como instructor de la Palabra……………... 30

2.3.1

Capacidad de examinar su conducta……………………………………… 30

2.3.2

“Cada uno ha de llevar su propia carga”…………………………………… 30

2.3.3

Que el catecúmeno comparta sus bienes con el catequista…………….. 31

2.3.4

“No os engañéis, de Dios nadie se burla”………………………………….. 32

3.

Aspectos conclusivos………………………………………………………… 32

CAPÍTULO IV…………………………………………………………………………..

34

DE LA TEORÍA A LA PRAXIS……………………………………………………….. 34 CONFRONTACIÓN DE LA REALIDAD CON LA PRAXIS DE JESÚS…………

34

CONCLUSIONES………………………………………………………………………. 38 APORTE………………………………………………………………………………… 40 ESTRATEGIAS DE ACCIONES PARA IMPLEMENTAR EL PERFIL DEL CATEQUISTA EN LA PARROQUIA……………………………………................... 40 REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA…………………………………………………….. 41 ANEXOS………....................................................................................................

42

Encuesta………………………………………………………………………………… 49 Cronograma de actividades……………................................................................. 50

Resumen La presente tesis titulada “El perfil del catequista según la enseñanza de Jesús”. Está basada desde la realidad del ambiente en que se vive, iluminado con la Sagrada Escritura,

orientada con el apoyo del Concilio Vaticano II y reflexionado con el

Catecismo de la Iglesia Católica y de otros documentos eclesiales, siempre en la línea del perfil del catequista.

El método utilizado para la investigación y redacción del tema mencionado es el ver, juzgar y actuar, tomando en cuenta la experiencia de algunos catequistas de la parroquia de San Marcos. El contenido del documento describe los conceptos del catequista y de su desempeño en la catequesis del catecumenado.

El perfil del catequista según la enseñanza de Jesús, es, porque Jesús asumió la función del catequista y además es el centro de la catequesis siendo el maestro que instruye a los doce apóstoles para que fueran la base fundamental de la Iglesia que él quiso fundar para que fuera la responsable de evangelizar y construir el Reino de Dios, convirtiéndoles de discípulos, servidores y sembradores de la semilla de la buena nueva que es la misma vida de Cristo Jesús. Con el objetivo de salvar a todos los hombres de buena voluntad,

Y para que esto sea fructífero es necesario que el catequista como evangelizador sea honesto y que haya coherencia con lo que dice y lo que hace. Y así pueda atraer y llevar a los hermanos hacia el encuentro personal con Jesucristo el Señor. Por tanto este documento formara parte del pensum en la formación del catequista.

INTRODUCCIÓN

En la historia de la Iglesia local, regional y universal los catequistas han sido los pioneros en el proceso evangelizador al interno de la Iglesia, porque han estado más de cerca de las familias creyentes y no creyentes en Cristo Jesús. Así lo dijo el papa Juan Pablo II en su vista a Guatemala en el campo de Olintepeque de la hoy Arquidiócesis de los Altos de Quetzaltenango.

Por lo tanto es necesario reflexionar sobre el perfil del catequista, ya que como agente necesario en el campo de la evangelización, desempeña la gran función del engrandecimiento del Reino de Dios. Motivo por el cual es justo e indispensable que se conozca cuál es el perfil del agente que lleva el mensaje integral y transmite la vida de nuestro Señor Jesucristo a todos los seres humanos que tienen sed y hambre de justicia y de oír su palabra.

Conocer y saber

cuáles son sus propias características le permite ser un buen

servidor y vencer las propias debilidades para buscar la santidad y pertenecer al pueblo elegido de Dios. Así como acompañar a sus hermanos en su proceso de vida que requiere concientización, evangelización y promoción humana siendo voz de los que no tienen voz.

Esta es la razón fundamental para realizar esta investigación en la que el tema es el perfil del catequista según la enseñanza de Jesús. El método para realizarla está basado en el “Ver, Juzgar, Actuar”. Proceso por el cual se identificará la realidad de los catequistas de la parroquia de San Marcos, diócesis de San Marcos. Se estará iluminando desde la fuente fundamental que es la Sagrada Escritura, documentos eclesiales como soporte teológico y tomando en cuenta la misma realidad y experiencia de vida que se tiene con esta temática. Por último, se estará presentando el aporte que permite fortalecer la formación del perfil del catequista en la realidad analizada.

1

En el contenido se verá reflejada de acuerdo la distribución de los capítulos que orienten el proceso realizado:

En el capítulo I presenta la contextualización de la realidad del catequista en la parroquia de San Marcos, que está trabajando para servir a los hermanos de la comunidad, aunque está consciente de su propia formación limitada dado a l razón del ambiente.

El capítulo II orienta sobre la Iglesia y el catequista, iluminado desde la vivencia peregrina en la historia. En esta parte se refleja la práctica evangélica desde la Iglesia primitiva a la luz del resucitado.

El capítulo III nos presenta el perfil del catequista desde el enfoque del Nuevo Testamento, con textos seleccionados sobre el tema. Presentando

algunos

personajes importantes, Jesús y los apóstoles, para el desempeño de las funciones del catequista, como servidor y testigo de Cristo.

Y el capítulo IV vincula, de la teoría a la praxis que consiste en confrontación de la realidad con la praxis de Jesús como sembrador de la Palabra y salvador de la humanidad. Y hacer que el catequista se apropie de su formación para responder de las necesidades prioritarias de la comunidad.

2

1. Tema Perfil del catequista según la enseñanza de Jesús.

2. Planteamiento del problema

2.1 Definición Como perfil del catequista iluminado desde el evangelio de San Mateo 28,16-20 se entiende de cómo debe ser la identidad del agente de pastoral y evangelizador en la Iglesia. Las características fundamentales para asumir el reto de ser testigo auténtico de Jesús y construir el Reino de Dios.

2.2 Alcances Este trabajo de investigación en los ámbitos teórico y trabajo de campo, toma en cuenta el contexto de los catequistas de las comunidades de la parroquia, y por medio de ello se busca ofrecer líneas de acción que permitan fortalecer el perfil del catequista, en la parroquia de San Marcos apoyados técnicamente con el recurso de la exégesis y hermenéutica y de la experiencia bíblica pastoral.

2.3 Delimitación

2.3.1 Institucional Parroquia de San Marcos.

2.3.2 Geográfico Área rural del municipio de San Marcos cabecera departamental de San Marcos.

2.3.3 Temporal Enero a octubre del año 2013.

2.3.4 Personal 20 catequistas de la Iglesia parroquial de San Marcos. 3

3 Aporte Proponer estrategias para la formación del perfil del catequista según la enseñanza de Jesús, al servicio de la Iglesia en la parroquia de San Marcos.

4 Formulación de la pregunta de investigación Los agentes de pastoral desconocen cuál es su perfil como catequista, para un mejor desempeño en sus funciones eclesiales. Por lo que se plantea la pregunta que conducirá la investigación:

¿Cuál es el perfil del catequista según la enseñanza de Jesús?

5 Justificación En la parroquia de San Marcos, los evangelizadores de pastoral desconocen cuál es su identidad como catequistas. También es urgente y necesario investigar el tema del perfil del catequista según la enseñanza de Jesús, por la demanda de la sociedad en que se vive que cada vez más exige la formación de los agentes de pastoral de la parroquia con el fin de vivir y hacer la voluntad de Dios, prestando un mejor servicio al pueblo de Dios.

6 Descripción de la investigación Para la investigación y realización del presente trabajo del perfil del catequista, se aplicará el método de “Ver, Juzgar y Actuar”. La herramienta que dará soporte a la investigación de campo será la encuesta basada en la escala de Likert con preguntas abiertas y cerradas.

Para la investigación bibliográfica se usará el análisis exegético de textos bíblicos apropiados de San Mateo 28,16-20; San Marcos 4,1-20; y Gálatas 6,6.

4

7 Objetivos

7.1 General Determinar

el perfil del catequista según la enseñanza de Jesús para que se

fortalezca su identidad a través de una formación integral adecuada a los desafíos de estos tiempos.

7.2 Específicos

7.2.1. Investigar el perfil del catequista desde el contexto y realidad parroquial en la que se desenvuelve.

7.2.2. Identificar el perfil del catequista a partir de la enseñanza de Jesús, para que sea fuente inspiradora en el confronto con la realidad de la Iglesia local.

7.2.3. Presentar estrategias para la formación de la identidad del catequista según el perfil de la enseñanza de Jesús para que sirva de aporte en el proceso pastoral de la parroquia.

8 Variables de estudio

8.1.

Dependiente

Perfil del catequista

8.2.

Independiente

Enseñanza de Jesús

8.3.

Conceptualización de las variables

El catequista

5

Es la persona que instruye, Del latín y del griego catechista, es decir, el que da catequesis y que se esfuerza en la Iglesia para hacer discípulos, y ayudar a los seres humanos a creer que Jesús es el Hijo de Dios a fin de que, por la fe, tengan la vida en su nombre.

El catequista, es la persona que ha escuchado el llamado de Dios para que le sirva, le ama y se sacrifica luchando en busca de su santidad. Ofrece su vida para asumir todos los quehaceres de la vida humana y espiritual, es decir que está consciente de trabajar por el desarrollo integral, sensibilizado desde su bautismo que le faculta dando la triple misión de ser Profeta, Sacerdote y Rey en su vida personal, familiar y social. 1Pedro 2,9-10; San Mateo 20,27-28; Romanos 1,5-6.

Jesús Quiere decir en hebreo: Dios salva, modelo de entrega y servicio por los demás. El nombre expresa, a la vez, su identidad y su misión de ser Hijo único de Dios hecho hombre que salva al pueblo de sus pecados en toda la historia de la salvación a favor de los hombres.

Perfil de catequista Del latín per filum, es una acción completa en forma de un hilo conductor. Las dimensiones de la formación del ser, el saber y el saber hacer. En las dimensiones de la vida humana y espiritual para la persona como catequista, creyente, profeta y apóstol que responde a las situaciones políticas, económicas, sociales, culturales y religiosas de la humanidad.

Es tarea permanente, comprender que ser catequista es una vocación, un llamado de Dios en la Iglesia que nace de su misma condición de bautizado y confirmado.

6

8.4

Operación de las variables

Variables

Indicadores

La

Obtenida

enseñanza

de Jesús

Definición

de

las

herramientas la información que Investigación bibliográfica

ilumina la realidad del quehacer Análisis exegético de textos de los catequistas desde las bíblicos apropiados. Sagradas

Escrituras.

Específicamente de San Mateo 28,16-20. Determinada

el

perfil

del

catequista. Perfil catequista

del Recabada

la información para Encuesta a 20 catequistas

elaborar el perfil del catequista del área rural, basada en la desde la realidad parroquial.

Técnica escala de Likert con preguntas abiertas y cerradas.

7

CAPÍTULO I

CONTEXTUALIZACIÓN Y CONCEPTOS 1.1.

Contextualización de la realidad del catequista en la parroquia de San Marcos.

En la parroquia de San Marcos los catequistas en su mayoría si conocen y saben quiénes son. Gracias al esfuerzo de cada uno que tratan de sacrificar otras actividades para asumir los compromisos eclesiales y para responder a las prioridades del plan pastoral diocesano, como se puede observar en la gráfica por orden (ver anexos). Se puede observar que los agentes de pastoral son conocidos y conocen cuál es su función. La mayoría de los catequistas no han tenido, ni tienen oportunidades de estudio a nivel académico, por la situación económica que vive el país, que ha permitido el analfabetismo en las generaciones pasadas y presentes. Pero, con claridad y firmeza de fe, los catequistas luchan siguiendo a Dios y sirviendo a los hermanos en las diferentes acciones para poder cumplir sus funciones desde su situación concreta.

La pregunta que se presenta a continuación, refleja que el 60% de los agentes de pastoral encuestados conocen de cuál es el perfil y función del catequista. El 40% dieron a conocer que no siempre conocen el perfil de dichos trabajadores de la parroquia, y este es un problema porque si no conocen como debe ser el servidor de la Palabra, de cómo saber llevar el mensaje de la Palabra, habrá un vacío en la evangelización.

Se puede comprender así: En cuanto a su perfil y función, la gente en general si sabe de lo que tiene que ocuparse el catequista y de cómo debe ser. El cuestionamiento está en si este “como debe ser” es realmente según el perfil marcado por la enseñanza de Jesús. 8

En el grupo catequístico hace falta una formación y comprensión de la búsqueda de crecimiento y desarrollo integral de la persona humana como tal, para poder responder a las necesidades de los más necesitados desde la Doctrina Social de la Iglesia.

Los agentes de pastoral, a pesar de tener un proceso de formación, están ansiosos y anhelan continuar y profundizar su capacitación para servir mejor como catequistas a las familias de las comunidades que acompañan en la parroquia. Pero sobre todo, están interesados en conocerse, quienes son, es decir, conocerse a sí mismos para poder responder adecuadamente a las inquietudes de los seguidores de Jesús. Este análisis se puede observar en el siguiente párrafo:

Interpretándola se percibe que el 85% de las respuestas fueron siempre positivos hacia el interés de conocerse un poco más. El 15% se sumaron a la respuesta de a veces se tiene interés de conocerse quienes son los agentes de pastoral. En consecuencia estos porcentajes dan luces para poder superar lo negativo que se tiene por ahora.

Y se sigue preguntado sobre: si ¿en la parroquia se capacita al catequista?. Con esta pregunta los resultados demuestra que el 80% de las personas que participaron en responder la boleta de encuesta afirman que en la parroquia siempre se da capacitación a los catequistas, pues esto es un día domingo de cada mes. El 20% contestaron a veces, es decir, no siempre se capacita a los catequistas.

Este resultado significa que sí se capacita a los catequistas en la parroquia de San Marcos, pero hay que seguir trabajando para mejorar en la calidad de la formación de los agentes de pastoral.

Por eso mismo tanto en la parroquia de San Marcos como en la Iglesia universal, está presente el catequista para colaborar en la evangelización y en la búsqueda de su santidad en el desarrollo integral de la sociedad. Está anuente y dispuesto 9

actualizarse en sus conocimientos para obtener su propio perfil de evangelizador y de ser un verdadero sembrador según la enseñanza de Jesús.

En la pregunta siguiente de la encuesta, se interroga si está dispuesto de tener un acercamiento a la espiritualidad e identidad de la catequesis según Jesús. (Véase la grafica en anexos).

En este resultado, es el 100% de las respuestas de los catequistas encuestados afirman, que creen necesaria la formación en cuanto a la espiritualidad e identidad como evangelizadores y sembradores de la semilla de la Palabra de Dios. Por lo tanto se ve y se siente que si hay conciencia y disposición para su crecimiento espiritual e identidad cristiana.

Luego surge una inquietud más sobre el diario ser y que hacer del catequista. Y las respuestas son estas: (véase gráfica en anexos).

Estas respuestas revelan los porcentajes de desanimo en la labor pastoral de los catequistas. El 15% dicen que siempre se han desanimando por crítica de la gente por los servicios eclesiales que realizan en la parroquia. El 55% dicen que dentro de sus acciones evangelizadoras, a veces se ha desanimado por la actitud de algunos hermanos de las mismas comunidades. Y el 30% manifiestan que no se han desanimado por actitudes negativas y destructoras de algunas personas que forman la misma asamblea cristiana.

Para seguir con la reflexión sobre la realidad se analiza lo siguiente: Las respuestas dan a conocer que el 77% dicen que el catequista siempre es modelo y ejemplo en su comunidad del total de los encuestados. Mientras que el 23% dijeron en sus respuestas que a veces el catequista misionero es modelo, pero con esto también dicen que a veces no.

10

La grafica (en anexos) demuestra que sí que el catequista es modelo en la comunidad, lo que significa una base importante para la evangelización a través de su testimonio de vida cristiana en la comunidad eclesial. Pero hay que seguir superando el porcentaje negativo que es significativo.

En fin, la formación del catequista y su función en la enseñanza debe fidelidad al Magisterio en el buen sentido de la palabra. Es importante que el Catequista sepa entender que debe haber una verdadera comunicación con el Magisterio y estar dispuesto a preparase para conocer los distintos valores teológicos que dan vida. Como lo hacían los fieles de la Iglesia primitiva, según el libro de los Hechos 2,42-44. “Se mantenían constantes en las enseñanzas de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones”. Y para conocer su opinión se les preguntó a algunos fieles laicos si ¿ha pensado ser catequista y prestar un servicio? Y estas fueron las respuestas dadas:

El 65% respondieron que siempre han pensado en ser catequistas evangelizadores en la Iglesia cristiana católica. El 30% respondieron que a veces han pensado ser catequistas pero que todavía no. Y el 5% de los encuestados dijeron que no han pensado en ser catequista. Pues con este resultado obtenido se percibe que hay que trabajar más, para concientizar a hombres y mujeres a que respondan desde su fe, para ser catequistas sembradores de la Palabra de Dios que da vida.

Las acciones que realizan los catequistas evangelizadores, que prestan un servicio en la Iglesia, lo hacen sabiendo que es una tarea de apoyar a los hermanos de la comunidad de base en la parroquia y diócesis. Lamentablemente esta tarea se limita por varias razones. Una de ellas es la falta de recursos económicos. No se cuenta en la parroquia con los recursos para el sostenimiento de la vida familiar y una vida digna. Y por no tener dinero hay una gran deficiencia para realizar las actividades necesarias y tener la oportunidad de estudios a nivel académico. Otra más es que por la falta de estudios teológicos, más académicos, se limita de prestar un servicio

11

adecuado a las comunidades cristianas en todas las situaciones de la realidad de la vida.

En la parroquia está planificada la formación para los catequistas que prestan un servicio en las distintas pastorales. Esta formación está a cargo y bajo la coordinación del párroco actual, con el apoyo de otros hermanos que han tenido una formación específica en el tema de la catequesis. La formación tiene un periodo de cuatro horas los segundos domingos de cada mes. Donde participan hombres y mujeres, con una diversidad de temas que estén de acuerdo a las necesidades de formación de los catequistas para que estos puedan catequizar a las familias de las comunidades propias de cada uno. En esta formación todavía no se cuenta con un pensum para un estudio catequético.

En las formaciones que ofrece la parroquia a los catequistas que están evangelizando en las comunidades, hay ausencia de algunos, por muchas razones de la vida diaria. Como la participación de los catequistas no es estable, no hay un seguimiento adecuado de su formación, porque cuando llegan unos faltan otros y a veces cambian. No hay constancia en la participación y esto debilita el proceso de crecimiento personal del catequista que tiene que dar cuenta de su propia formación integral, y sobre todo, debe conocer su quehacer misionero. (Véase la grafica en anexos).

En la respuesta de la pregunta se demuestra que si los catequistas conocen de lo que deben hacer como misioneros. Los resultados de la investigación nos indican que el 85% coincidieron que si conocen su quehacer misionero en el tiempo que sirven a las comunidades en la Iglesia parroquial. El 15% respondieron que a veces con esto nos están manifestando que no conocen sus quehaceres en la misión evangelizadora en el cargo que desempeñan como catequistas.

12

1.2.

Conceptos

1.2.1. Catequista Catequista viene del vocablo latin catechista y este del griego katnxiotns que significa instructor. Se denomina catequista a la persona que enseña a los catecúmenos, que imparte catequesis. Se reconoce el verbo katechein, que traducido en término castellano es “resonar, hacer eco”. Este primer significado etimológico hace comprender que el catequista es como la resonancia de una palabra ya dicha, la de Dios.

Como verbo también tiene el significado de instruir, así lo dice la Palabra de Dios en la carta a los Gálatas 6,6, y de enseñar a viva voz, es decir, de contar, transmitir oralmente los misterios de la fe. 1Corintios 14,9.

Parafraseando Renovación de la Catequesis (1970) una acción eclesial que entra en el misterio más amplio de la Palabra de Dios. “Desde este punto de vista es posible distinguir un primer momento de anuncio, expresado por verbo tales como krazein (gritar),

kervssein (anunciar

pregonar),

euallgelizein

(evangelizar),

martvrein

(atestiguar)”. Y un segundo momento de explicación y de profundización en el que es posible

captar la función propia del catequista que da enseñanza en cualquier

pastoral que desempeña en la Iglesia.

1.2.2. Catequesis Por catequesis se entiende que es una forma de evangelización de los cristianos. Se puede decir que es tarea de la comunidad eclesial, que necesita que todo cristiano sea enseñado y acompañado en el camino de fe. Es esta la misión que Jesús encomendó a la Iglesia, para que, siendo guiados, santificados y enseñados puedan vivir plenamente el mensaje evangélico.

13

En la Exhortación Apostólica de SS Benedicto XVI, Verbum Domini No 74, se lee: La catequesis es un momento importante de la animación pastoral de la Iglesia en el que se puede descubrir adecuadamente el puesto central de la Palabra de Dios. Y que ha de estar totalmente impregnada por el pensamiento, el espíritu y las actitudes bíblicas y evangélicas, a través de un contacto asiduo con los mismos textos; y recordar también que la catequesis será tanto más rica y eficaz cuanto más lea los textos con la inteligencia y el corazón de la Iglesia.

Y además, el apóstol San Pablo o Apolo escribe en la carta a los Hebreos 11,1 que el camino hacia el conocimiento de “la fe será garantía de lo que no se ve”.

El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) (2009), afirma que: Muy pronto se llamó catequesis al conjunto de los esfuerzos realizados en la Iglesia para hacer discípulos, tenga la vida en su nombre, y para educarlos e instruirlos en esta vida y construir así el Cuerpo de Cristo No 4.

Qué interesante ver y conocer que el centro de esta catequesis, katechein es resonancia de la evangelización de nuestro Señor Jesucristo.

Véase que dice

Catechesi Tradendae:

En el centro de la catequesis encontramos esencialmente una Persona, la de Jesús de Nazaret, Unigénito del Padre, que ha sufrido y ha muerto por nosotros y que ahora, resucitado, vive para siempre con nosotros… Catequizar es…descubrir en la persona de Cristo el designio eterno de Dios… No. 5

Y, sobre el fin de la catequesis afirma el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC): “Conducir a la comunión con Jesucristo: solo él puede conducirnos al amor del Padre en el Espíritu y hacernos partícipes de la vida de la Santísima Trinidad”. No 426.

Como se ve entonces, todas las acciones de la catequesis giran en torno a la propia vida de Cristo que es el Evangelio Viviente, es decir, el que dio vida a todos los 14

seres humanos para que tengan la voluntad de seguirlo y aceptar sus exigencias. Por lo que en la catequesis se enseña a Cristo Jesús, el verbo encarnado, el Hijo de Dios y todo lo demás en referencia a Él. Por este mensaje es que todo catequista debe aplicarse a sí mismo la misteriosa palabra de Jesús cuando dijo: “Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado”. San Juan 7,16.

1.2.3. Catequética La catequética es la ciencia que estudia cómo hacer mejor la Catequesis. Y, como todas las ciencias, tiene que actuar con un método científico. Emplea además un lenguaje técnico y preciso. Pero, es diversa de la teología como ciencia.

Es además una acción, pues trata todo lo relacionado a la fe como un tesoro para transmitirlo a alguien y ese alguien será al ser humano, en todos los niveles sociales, para que el que escuche la palabra encuentre su propia transformación personal.

Es la misión que realiza la Iglesia encomendada por Cristo a los catequistas como sembradores del evangelio a todo el género humano de todos los tiempos, cultura, raza, pueblo y nación.

15

CAPÍTULO II

LA IGLESIA Y EL CATEQUISTA

La historia es maestra de la vida y nos da a conocer el proceso de vida de personas que protagonizaron la tarea de ser catequistas y evangelizadores de entrega en este campo evangélico.

El primer catequista y sembrador es sin duda el propio Cristo Jesús. Luego las primeras comunidades dan seguimiento desde el enfoque del Kerigma y anuncio de la Buena Nueva que se desarrolla en dos niveles: En un primer nivel se anunciaba la resurrección de Jesucristo, y en un segundo nivel, a quienes se convertían, se les ofrecía una enseñanza más sólida sobre la vida que debían llevar en adelante, sobre las palabras y obras de Jesús.

Estos dos niveles de formación cristiana se reflejan en las Sagradas Escrituras como por ejemplo en la carta a los Hebreos que dice:

Aunque tendrías que ser ya maestros, en razón del tiempo trascurrido, volvéis a tener necesidad de ser instruidos en los primeros rudimentos de los oráculos divinos, y estáis necesitados de leche, en lugar de tomar alimento sólido. Todo el que se nutre de leche desconoce la doctrina de la justicia, porque es niño; en cambio el manjar sólido es propio de adultos, es decir, de aquellos que, por la costumbre, tienen las facultades ejercitadas en el discernimiento del bien y del mal. Hebreos 5,12-14.

El contenido de la enseñanza de los catequistas se encuentra en el Nuevo Testamento y el Catecismo de la Iglesia Primitiva, haciendo énfasis en el kerigma y la predicación del evangelio de Dios. Esto lo analiza Ángel Matesanz Rodrigo en Historia de la catequesis cuando afirma que:

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La verdad es que solo se puede hablar de algunos esquemas, en torno a los cuales se organizaría la catequesis moral y dogmática, y que perduraron en la literatura catequética posterior. En él se insertan otros temas morales, como la regla de oro, el decálogo y de las relaciones sociales, de origen judío pasan fielmente acogido por los Padres Apostólicos y sin cambios notables, a la enseñanza cristiana, se encuentra bien sistematizado en Didajé 1-6, (Doctrina de los Apóstoles), y en carta de Bernabé 18-20; que desarrollados se encuentra en Pastor de Hermas, y en la segunda epístola de Clemente. p. 4.

Consiste en la presentación del designio salvador de Dios, culminado en Cristo, según se va desplegando a lo largo de la Sagrada Escritura. Pero tanto San Justino, en el siglo II, en la primera apología 13,1-3, así como Irineo en demostración 6-7, entre otros, ofrecen ejemplos de cómo se va avanzando hacia una formulación común de la fe Trinitaria.

Ángel Matesanz (1963) afirma que: Diversos escritos de Tertuliano (220) y Cipriano (258) dan información sobre el caminar del catequista y el catecumenado en Cartago. En Egipto según Clemente de Alejandría ya existía una escuela

de catecúmenos al inicio del siglo III. El

catecumenado en el área de siro-palestina está atestiguado por la Didascalía, los Hechos apócrifos de los apóstoles y las homilías pseudoclementinas. p. 5.

Empezaban un periodo de tres años de iniciación en la doctrina cristiana a cargo del catequista clérigo o laico designado por la comunidad. La tradición Apostólica cuenta el proceso de quienes superaban este proceso de escucha de la Palabra de Dios y el examen ya oficialmente podían asumir funciones frente a los catecumenados.

A lo largo del siglo IV el perfil del catequista y el catecumenado se viene en decadencia, el cristianismo va pasando a solamente exhortaciones de los obispos. En el siglo VI son ya raros los adultos que se bautizan, se conservan, sin embargo, algunos testimonios de continuidad en la práctica catecumenal. 17

La edad media es la época de los Barbaros de los pueblos germanos. La Iglesia decide evangelizar Europa en un proceso rápido, que abarca el siglo V hasta el X. Toda esta forma del imperio no favorece a los catequistas cristianos para atender a los catecumenos que ingresaban a la Iglesia. Surge la era de los Catecismos: el romano con Pio V, Catecismos españoles de Ripalda y Astete en 1591 y 1593, ambos con más de mil ediciones. Y para el descubrimiento de América con su evangelización, la catequesis constituye un importante apoyo a la inculturación de la fe cristiana en algunos casos y otros no.

Siglo XX,

el Papa Pio X, impulsó la

legislación sobre la catequesis en el Código de Derecho Canónico. El Concilio Vaticano II propone la “Puesta al día” de la Iglesia para dialogar con el mundo moderno. Con relación al tema del catequista y catequesis

dice que la

responsabilidad de preparar con cuidado a los catequistas y acompañarlos es de los obispos. En el Decreto “Christus Dominus” dice que los obispos son responsables de la:

-

Preparación del catequista

-

Cuiden también que los catequistas se preparen de la debida forma para su función

-

El fin de la catequística debe ser ordenado.

-

Debe tener método acomodada a la materia.

-

Debe estar fundada en Sagrada Escritura, la Tradición y la Liturgia Magisterio de la Iglesia.

-

Ocupa el primer lugar en el anuncio de la doctrina cristiana. No. 14.

El Decreto “Apostolicam actuositatem” refleja que: “Las comunidades de la Iglesia, cooperan intensamente en la predicación de la Palabra de Dios, sobre todo en la preocupación de la instrucción catequística”. Numeral 10 En la Declaración “Nostra aetate” dice que: “Por consiguiente, procuren todos no enseñar cosas que no estén conforme con la verdad evangélica y con el espíritu de 18

Cristo, tanto en la catequesis como en la predicación de la palabra de Dios transmitida por los catequistas”. No. 4.

La Declaración Gravissimum educationis del Concilio Vaticano II (1965), exhorta: En el cumplimiento de su función educadora, la Iglesia se preocupa de todos los medios aptos, sobre todo de los que le son propios, el primero de los cuales es la instrucción catequética, que ilumina y robustece la fe, del misterio litúrgico y de la acción apostólica. No. 4.

A manera de conclusión. En el caminar de la Iglesia de Cristo en toda su historia terrena ha sido difícil, pero aun así ha superado las dificultades con la ayuda de la Santísima Trinidad, porque en ese proceso ha estado presente el propio Cristo Jesús cumpliendo de lo que prometió cuando encargo a la Iglesia la misión de la construcción del Reino de Dios diciendo: Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo. Por eso mismo el Concilio Vaticano II nos vino a dar nuevos aires y hacer que todo sea nuevo y renovado desde la vida de los fieles laicos y en especial los catequistas, como testigos y pregoneros del evangelio.

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CAPÍTULO III

EL PERFIL DEL CATEQUISTA DESDE EL ENFOQUE DEL NUEVO TESTAMENTO

En este capítulo se trata de analizar algunos textos bíblicos relacionados con el perfil del catequista según la enseñanza de Jesús. Para este apartado se presentan tres pasajes de la Escritura Sagrada. El primero se centra en San Marcos que presenta los elementos que constituyen la catequesis: el sembrador de la Palabra, el crecimiento y el fruto. Ya en San Mateo, se identifica el objetivo de enviar a los apóstoles para hacer discípulos, consecuencias del perfil del catequista y enseñar el Evangelio a todos los confines del mundo. Mientras que el apóstol San Pablo en la epístola a los Gálatas exhorta diciendo que el catecúmeno comparta sus bienes con el catequista.

2.1. Perfil desde el evangelio de San Marcos 4,1-20: el sembrador, el crecimiento y el fruto El perfil del sembrador-catequista visto desde el evangelio de San Marcos, presenta a Jesús como el sembrador de la semilla de la Palabra. Para este proceso según las instrucciones de Jesús utiliza esta parábola para una mejor comprensión de su mensaje hacia todos los oyentes sus seguidores, pero también hace caer a la cuenta que depende de esos seguidores si escuchan o no la Palabra para obtener una buena cosecha. Los catequistas son los sembradores y colaboradores para la construcción del Reino de Dios en la Iglesia.

Una vez más se puso a enseñar a orillas del mar. Pero se reunió tanta gente junto a él, que hubo de subir a una barca. Ya en el mar; se sentó, mientras toda la gente se quedaba en tierra a la orilla del mar. Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas. Les decía en su instrucción: Escuchad una vez salió un sembrador a sembrar. Pero resulta que, al sembrar; una parte cayó a lo largo del camino; y vinieron las aves y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y broto en seguida por no tener hondura de tierra; pero, cuando 20

salió el sol, se agotó y, por no tener raíz, se secó. Otra parte cayó entre abrojos, pero crecieron los abrojos y la sofocaron, y no dio fruto. Otras partes cayeron en tierra buena, crecieron, se desarrollaron y dieron fruto: unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento. Y añadió: Quien tenga oídos para oír, que oiga…

El catequista es el sembrador que hace las veces de Cristo por ser su seguidor. Desde esta perspectiva Jesús manifiesta el futuro, y a la vez cómo será recibido el evangelio, y sobre todo cuál debe ser la actitud del que evangeliza o del catequista, que trabaja sirviendo dentro de la comunidad cristiana.

Este punto es muy difícil de realizar con certeza, pero no imposible mientras se tiene un espíritu de servicio a los hermanos de la Iglesia. Porque si se atiende al hermano con amor, humildad, suavidad humanitaria y con una amabilidad cristiana, se atrae más de un hermano a la presencia de Cristo, como decía el apóstol San Pablo “Me he hecho débil con los débiles, y todo esto lo hago por el Evangelio de Cristo” 1Corintios 9,22-23. Pero al dar un mal testimonio y servicio con disgusto, enojo, y de mal genio ¿Cuantos hermanos se estarán alejando de Cristo y de su Iglesia?.

Al tiempo que vamos más de uno, prueba de ello las grandes divisiones dentro y fuera de la Iglesia, cada uno con su propio interés y razonamiento humano. Y todo ello pasa por ser arrebatados en la vida cristiana, sin tomar en cuenta la actitud positiva, y valoración de la dignidad humana.

Todo sembrador espera pacientemente el crecimiento hasta cosechar los frutos. Ya desde tiempos antiguos está este mensaje de Dios para todos los sembradores con esperanza. Así lo expresa Deuteronomio 11,14. “Dará el a vuestra tierra, en tiempo oportuno, la lluvia temprana y la tardía, y podrás cosechar granos, vino y aceite”. El apóstol Santiago lo recuerda en su carta con palabras de exhortación y consuelo a todos los cristianos que siembran: “Pero vosotros hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad como el sembrador, con la esperanza de recoger

el

precioso fruto de la tierra, aguarda con paciencia las lluvias tempranas y tardías”. 5,7 21

El catequista misionero como buen sembrador del Evangelio no se quejará ni se desanimará aunque tenga problemas de la vida real, sabrá enfrentarlo con la ayuda de Dios todo poderoso en el amor, hasta que no ve el resultado de su trabajo en Cristo. Como se dice siempre en la cotidianidad de la vida que primero hay que sufrir para luego gozar, pues Jesús y sus discípulos han esperado y por eso no han trabajado inútilmente. “Aquí vale el dicho: “Uno es el sembrador y otro el que cosecha” que se refleja en el texto bíblico “Yo os he enviado a ustedes a cosechar donde otros han trabajado y sufrido. Otros se han fatigado y ustedes se han aprovechado de su trabajo”. San Juan 4,37-38. Dios Padre realiza su obra llamando a los que quiere para sí. “Envía a su único Hijo Jesús, y este llama a los que él quiso”. San Marcos 3, 13-19. Por eso el sembrador cumple su función de echar la semilla. Este sembrador es el catequista evangelizador, profeta y misionero que enseña de parte de Dios aunque con tiempo limitado por tener que cuidar a su familia. Así lo confirma: San Juan 6,45. “Está escrito en los Profetas: serán todos enseñados por Dios, y es así como viene a mí toda persona que ha escuchado al Padre y ha recibido su enseñanza”. El Padre celestial sabe hacer las cosas para que los seres humanos entiendan su mensaje. Utiliza a unos de ellos para que sean sembradores y a la vez los encargados de anunciar y presentar esa Palabra de Dios.

El Reino no es un conjunto de instituciones o de creencias, sino, más bien, se basa en la acogida de la palabra de Dios, y esa acogida es siempre un secreto de Dios y de quien ha escuchado el llamado. Este Reino debe penetrar en todas las culturas de la humanidad, para que no se diga que la cultura renuncia al evangelio por sus exigencias divinas. Porque en todas partes del mundo el Evangelio ha inspirado grandes esfuerzos para formar personas, familias, comunidades y despertar conciencia de la vida de los pobres, marginados, explotados, excluidos, y despreciados. Todo esto para que se hagan responsables de su destino y que se 22

liberen de las presiones de los grandes intereses económicos y políticos de las naciones fuertes y de empresas transnacionales.

El catequista, como todo buen sembrador según la enseñanza de Jesús, es la persona responsable de preparar el terreno, haciendo conciencia a los hermanos en la Iglesia en todo el proceso de formación. Esto para que toda semilla lanzada por el sembrador, llegue y sea recibida en los corazones de cada persona que desea hacer el proceso de conversión y tener el encuentro personal con Jesucristo el Señor.

Los catequistas hacen que los oyentes reflexionen sobre las disposiciones con que deben acoger la doctrina de la fe cristiana. Pero el Señor Jesús insiste para que cuando las semillas caigan con dificultad, los misioneros de Jesús sigan trabajando en este terreno y esperen la cosecha con paciencia, fe, esperanza y amor.

Para cosechar y acoger la Palabra no se necesita capacidad intelectual pues solo sabrán hacerlo las personas con prácticas religiosas abiertas a la esperanza. Un ejemplo de ello son las comunidades de la Iglesia primitiva que en su simplicidad anunciaban que Jesús ya había empezado el Reino de Dios, por eso mismo dijo En el capítulo 4, verso 17, de San Mateo, dice: “Desde entonces Jesús empezó a proclamar este mensaje: Renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos esta ahora cerca”. Resumiendo el texto en mención desde la enseñanza de Jesús, “Treinta, sesenta y cien” significa que la palabra escuchada transforma la vida

y da eficacia a los

esfuerzos para salvar al mundo. Con esto, Jesús con toda claridad no pretende hacer distinción entre buenos y malos, sino más bien, describe una realidad e indica por que la Palabra no puede ser recibida por la mayoría de las gentes porque el maligno es el que arrebata la Palabra que el sembrador-catequista predica en el corazón del cristiano,

y esto se refiere a todos los que, sin culpa suya, no estaban en las

condiciones que les hubieran permitido que comprendieran el mensaje de Dios. 23

2.2. San Mateo 28,16-20: Consecuencias del perfil de catequista según el mandato de Jesús El evangelio de San Mateo presenta algunos pasos característicos e interesantes de como el catequista-evangelizador debe actuar y asumir sus compromisos para poder realizar sus funciones en la misión encomendada. Sobre todo tener una conciencia de conversión integral, y estar dispuesto a obedecer al mandato de Cristo. Porque Jesús no dijo: Vayan, por si tienen tiempo, si quieren o pueden, sino más bien, es un mandato y deber de todo cristiano bautizado y evangelizado.

Por su parte los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús le había indicado. Al verlo, lo adoraron, si bien algunos dudaron. Jesús se acercó a ellos y les hablo así: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y estad seguros que yo estaré con vosotros día tras día hasta el fin del mundo.

Galilea es lugar indicado por Jesús cuya palabra hebrea galil significa rollo, pues este rollo contenía la Palabra de Dios en las Escrituras del Antiguo Testamento. Para Jesús es necesario estar en un lugar de encuentro con sus discípulos, en la vida cristiana el lugar de encuentro personal con Jesús es la Sagrada Escritura y la liturgia Eucarística cumbre del culto cristiano en la Iglesia, es decir, estar en la tierra con los pies bien puestos para escuchar, recibir y vivir un mensaje que da vida y que será de beneficio para todos los pueblos de la tierra.

Al realizar el análisis se identifican algunas características del perfil del catequista, quien identifica a Jesús como Señor y lo sigue.

2.2.1.

Al verlo lo adoraron

Los discípulos lo adoraron porque estaban seguros que Jesús es verdaderamente Dios. Con esto reconocen la divinidad y la presencia de Cristo resucitado, porque solo a Dios se le da el culto de adoración palabra latina “latria” y este del griego 24

“latreia igual a adoración”. Y es por eso que en el dialogo de Jesús con el centurión este le responde: “Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Jesús al oír esto quedo admirado y dice a los que le seguían: Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande”. San Mateo 8,8-10.

También los magos, en el acontecimiento del nacimiento de Jesús al igual que los discípulos adoraron a Jesús, Dios niño en Belén de Judá. El evangelio de S Matero dice: “Al entrar en la casa, vieron al niño con María, su madre.

Entonces se

postraron y lo adoraron…” S Mateo 2,11.

2.2.2.

Acercamiento de Jesús a sus apóstoles

Los apóstoles sí necesitan la presencia de alguien y ese es Jesús, que promete a los once que comuniquen

el mensaje de

salvación y que proclamen la Palabra

catequizando a los hombres de buena voluntad. Con razón el evangelio dice: “Se acercó y, tomándola de la mano la levantó. La fiebre desapareció, y ella se puso a servirles”. San Marcos 1,31. El acercarse de Jesús a los apóstoles y catequistas seguidores, tiene un gran significado para la vida evangélica en el caminar de la Iglesia.

2.2.3.

La obediencia ante el poder de Jesús

“Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra”. Siendo nuestro Señor Jesucristo el Hijo del Padre, les hace saber a todos sus seguidores de la autoridad que tiene como el Hijo de Dios. Por lo tanto, quienes forman parte de este proyecto de la construcción del reino de Dios, sabrán que tienen que obedecer a quien tiene poder en el cielo y en la tierra. Véase, otros pasajes paralelos que ayudan a comprender mejor este paso importante que Jesús les manifiesta. “Le dieron poder, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le servían. Su poder es eterno 25

y nunca pasará, y su reino no será destruido”. Daniel 7,14. Retrocediendo en capítulos anteriores en este mismo libro dice: “En tiempos de estos reyes, el Dios del cielo hará surgir un reino que jamás será destruido, ni cederá su soberanía a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos estos reinos, y él subsistirá por siempre”. Daniel 2,44.

Con esto se comprueba que el ungido de Dios tenía que reinar por siempre en el cielo y en la tierra, anunciado según las profecías mesiánicas desde el Antiguo Testamento revelado y llevando su cumplimiento en Cristo Jesús.

Así pues, Jesús demuestra su poder y autoridad otorgado por el Padre todopoderoso en el amor hacia su pueblo peregrino en el mundo. Este poder

nuestro Señor

Jesucristo lo entrega a Pedro que es el encargado de pastorear la Iglesia, la gran asamblea de Dios, que continuará construyendo el reino de justicia, así lo conocemos en el evangelio de San Juan 21,15-18. Por lo tanto los apóstoles son los primeros catequistas responsables de catequizar a todos los seguidores de Jesús para la misión.

2.2.4.

La conversión

La conversión es fundamental para el perfil del catequista, dirían los griegos cambiar la forma de pensar, es decir, para caminar con Cristo es necesario hacer cambios rotundos de la vida personal, sabiendo que la conversión no se hace de la noche a la mañana, más bien es todo un proceso. Porque el deseo y plan de Dios es que el hombre vuelve de su mal camino. Véase: 1Reyes 8,47-48. Que dice: “Si del fondo se arrepienten, si se convierten y te dirigen sus oraciones. Si te dicen: Hemos pecado, hicimos lo que es malo, cometimos un crimen, si vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma”. Por eso Jesús en el Nuevo Testamento dice: “Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a decir: “Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado”. San Mateo

26

4,17. “Venga tu Reino; hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo” San Mateo 6,10.

2.2.5. El asombro El asombro es algo que puede y debe impactar a los discípulos de Jesús, que cada vez que haya encuentro con su Palabra y su Cuerpo y Sangre en la liturgia sagrada, debe transformar la vida de los catequistas como sembradores de la semilla del evangelio de Cristo.

Y que la gente logra ¡admirarse de la vida de los cristianos!.

Jesús en su ministerio público la gente se admiraba de su enseñanza. Dice la Escritura. “Cuando Jesús acabó estos discursos, la gente se quedó asombrada de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas”. San Mateo 7,28-29. “El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano”. San Juan 3,35.

2.2.6. Id, primero y gran mandato de Jesús Es mandato de Jesús el hacer discípulos a todas las gentes sin distinción alguna, el predicar la Buena Nueva al mundo y enseñar las lecciones que él manda para realizar el proyecto de salvación. Esta es la misión de todos los cristianos comprometidos fielmente con Jesucristo el Señor, especialmente del catequista

El evangelio de San Mateo en su enseñanza es fiel a toda una larga tradición de apertura hacia todos los pueblos. En otras palabras, hace saber que las comunidades no pueden cerrarse en sí mismas. Y por esta razón el apóstol San Pablo proclama diciendo “¡Ay de mí si no predico el Evangelio!” 1Corintios 9,16, sabiendo que la evangelización era y es un deber de todo cristiano. Es decir, si alguien tiene a Cristo en su vida, debe compartir esa experiencia de vida.

Además lo que el evangelio de San Mateo presenta en ente texto, es la unidad fantástica de la Santísima Trinidad, de que el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios. Y lo retoma el apóstol San Pablo cuando escribe a los de 27

Corinto diciendo: “La gracia de nuestro Señor Jesucristo, la caridad de Dios y la participación del Espíritu Santo sean con todos vosotros”. 2 Corintios 13,13.

Dentro de este gran mandato de Jesús para que sus discípulos-apóstoles puedan cumplir esta tarea el Señor Jesús les da esta fórmula de cómo deben realizar el santo bautismo en la Iglesia de Cristo, pero sobre todo debe ser acompañado de la fe, así se puede ver en San Marcos 16,16 que dice: “El que crea y sea bautizado, se salvará; y el que

no crea, se condenará”. Con estas palabras de Jesús se

comprende que el bautismo salva, pero la fe tiene que madurar y aumentar en la medida de la perseverancia de la vida de la persona bautizada. Jesús pide que sus apóstoles hagan discípulos a todos mediante el bautismo, porque sin el bautismo es difícil la salvación. El apóstol San Pedro escribe un mensaje para la Iglesia universal diciendo: “Lo que era figura del bautismo de ahora, el cual de una manera semejante os salva a vosotros, no con quitar las manchas de la carne, sino justificando la conciencia para con Dios por la resurrección de Jesucristo”. 1Pedro 3,21. Otro aspecto en cómo ir y enseñar se observa en el “guardar todo lo que yo os he mandado”. San Mateo 28,20. Una vez bautizado, es decir, de haber nacido a la vida del Espíritu y formar parte del pueblo de Dios, Jesús les ordena que enseñen todo lo necesario para el crecimiento de la vida cristiana y la renovación de la persona integral.

Cuando Jesús dice enseñándoles, se refiere a la catequesis que el Padre celestial encomienda a su Hijo Unigénito en cumplimiento de su voluntad, ahora la encomienda al catequista como apóstol enviado para evangelizar. Y en unión con el Espíritu Santo, la Iglesia enseñará todo según la Escritura que dice: “Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho”. San Juan 14,26.

Y, en las primeras comunidades cristianas de la Iglesia primitiva comenzaron actuando desde el mandato dado por Jesús a sus discípulos antes de su ascensión 28

al cielo diciéndoles “Y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado”. Según los Hechos de los apóstoles, capítulo 2, versos del 42 al 47, “Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, y a la convivencia, a la fracción del pan y a las oraciones…”.

2.2.7. La certeza de que Él está contigo “Estad seguro y que yo estaré con vosotros día tras día, hasta el fin del mundo” San Mateo 28,20. Esta enseñanza de nuestro Señor Jesucristo ya esta profetizada en el Antiguo Testamento. Cuando Moisés fue enviado a liberar al pueblo de Egipto recibió de Dios una certeza, la única certeza que ofrece una total garantía: “Ve, Yo estaré contigo, y esta será la señal de que yo te envío…” Éxodo 3,12.

Y esta misma certeza les fue dada a los profetas y a otras personas para desarrollar una misión importante en el proyecto de Dios así lo afirma el profeta Jeremías: “No les tengas miedo, que contigo estoy para protegerte Oráculo de Yahvé”. Jeremías 1,8.

En el Nuevo Testamento la Santísima Virgen María recibió la misma certeza cuando el Ángel le dijo: “El Señor está contigo” San Lucas 1,28. Jesús en persona, es la expresión viva de esta certeza, porque su nombre es “Emanuel, Dios con nosotros” así lo dice el mismo evangelista San Mateo 1,23.

Entonces el estará con sus

discípulos-catequistas y con la Iglesia hasta el final de los tiempos.

Aquí se manifiesta la autoridad de Jesús. Porque solo la Santísima Trinidad controla el tiempo y la historia; con justa razón dice San Juan el teólogo: … “Yo soy el Primero y el Último”. Apocalipsis 1,17. Antes del primero no existía nada y después del último no vendrá nada. Esta certeza es un apoyo para las gentes, que alimenta su fe, sostiene la esperanza, genera amor y donación de sí mismos. Esta es la identidad de Jesús de ser y que da una enseñanza de catequista autentico como modelo para todos sus seguidores, los catequistas por la causa del Reino de Dios nuestro Padre celestial. 29

2.3. Gálatas 6,4-7. El catequista como instructor de la Palabra La carta del apóstol San Pablo especialmente en este pasaje, ayuda a clarificar desde el texto griego el término de la palabra catequista, este seguidor de Jesús es el que instruye en la doctrina cristiana y que atiende a sus hermanos en la fe. Y que cada uno se responsabilice de desarrollar su capacidad para poder examinar su propia conducta, dejarse conducirse con la fuerza del Espíritu de Dios para poder servir mejor a la sociedad, y que todo cristiano sea solidario para compartir sus bienes con el catequista-evangelizador.

Así que cada cual examine su propia conducta y busque solo en él posibles motivos para sentirse satisfecho, y no en otros, pues cada uno lleve su propia carga. Que el catecúmeno comparta sus bienes con el catequista. No os engañéis, pues de Dios nadie se burla. Cada cual cosechara lo que siembre.

En este texto Se sigue contando con más características que marcan el perfil del catequista. Véanse algunas:

2.3.1. Capacidad de examinar su conducta “Así que cada cual examine su propia conducta”. La Palabra de Dios pide que cada cristiano entre en un acto y proceso de examen para evitar ser engañado por la propia obra. Y el cristiano sabe que Cristo es el fundamento y objetivo de su gloria, nuestras buenas obras con fe son dones de Dios. 2Corintios 13,5 dice: “Examinaos a vosotros mismos para ver si mantenéis la fe, haced prueba de vosotros. ¿Por ventura no conocéis en vosotros mismos que Cristo Jesús está en vosotros? A no ser que quizás halláis decaído”. 2.3.2. “Cada uno ha de llevar su propia carga” Esta frase de la propia carga que cada uno debe llevar, es responsabilidad del cristiano y en este caso del catequista con sus buenas obras, en la hora de su presentación ante el tribunal de justicia, allí no se podrá comparar los méritos con los demás y reclamar que los personales son mejores, pues allí no habrá gloria propia. 30

Cada uno será responsable de sus propias acciones, esto que se construye sobre los cimientos de los dones de la fe y la fuerza del Espíritu Santo y que será de alegría presentarse ante el Divino juez. “Además el que planta y el que riega son una misma cosa. Pero cada uno recibirá su propio salario a medida de su trabajo”. 1Corintios. 3,8.

El catequista sembrador de la Palabra, además de cooperar en la construcción del Reino de Dios, sirviendo a sus hermanos en la fe, lleva sobre sus hombros todos los problemas de la vida real. Llevará la carga de sus propias limitaciones como lo son su carácter, sus defectos, imperfecciones, entre otras. En él descansa toda responsabilidad de vida integral, tal como proveer la educación de sus hijos, la salud, física, mental y espiritual de los miembros de la familia, cubrir las necesidades económicas del hogar. En lo espiritual, como agente de pastoral es responsable de velar para que cada miembro de su familia crezca tanto en lo humano, moral, ética, en gracia y en sabiduría.

Aunque con todo este esfuerzo, siempre tendrá que llevar la carga como son las enfermedades, las incomprensiones, las dificultades, los conflictos, el desamor, la falta de un trabajo digno y la baja remuneración económica y desánimo, pero con la ayuda de Dios todo se puede. “Todo lo puedo con Aquel que me da fuerzas” Filipenses 4,13.

2.3.3. Que el catecúmeno comparta sus bienes con el catequista Este mensaje se refiere a la relación de compromiso que debe existir entre dos personajes, el que recibe la enseñanza de la palabra de Dios, es decir, el catecúmeno alumno y

el que enseña la palabra de Dios, o sea el catequista

instructor.

Cuando la Escritura dice que el discípulo catecúmeno debe participar y compartir de toda clase de sus bienes con el catequista, el apóstol San Pablo quiere decir que se trata de una comunión mutua. En este sentido el maestro, instructor o el catequista, 31

hace partícipe al discípulo de los bienes de la doctrina cristiana y este le da en cambio los bienes que el maestro o catequista necesita para mantenerse. 1Corintios 9,13-14.

San Pablo, hablando de esta forma, presupone que la comunidad apoya con bienes materiales al predicador del evangelio, y como cristiano debe colaborar en todos los sentidos con el catequista. Recuérdese que en otra parte de la Escritura dice: “Que los que predican el

Evangelio vivan del Evangelio” 1Corintios 9,14;

y es una

obligación personal del que recibe la doctrina y por eso el apóstol exhorta a los cristianos de Galácia, a tomar en cuenta estos detalles simples de la vida cotidiana para contribuir en el anuncio del Evangelio.

2.3.4.

“No os engañéis, de Dios nadie se burla”

Esta es una llamada a estar atento en la vida para no dejarse engañar. Prepara el apóstol San Pablo el periodo final de este mensaje exhortativo de su carta a los hermanos cristianos de Galácia.

En la época del apóstol ya existía el engaño, no faltaba gente que tratara de extraviar a los hermanos de la Iglesia. De la misma forma el día de hoy, si el catequista no se prepara para enfrentar y defenderse contra los que engañan, de seguro se perderá.

Para fundamentar el carácter decisivo de las acciones humanas aduce el apóstol una especie de proverbios: “Lo que el hombre sembrare eso mimo cosechará”. 2Corintios 9,6.

3.

Aspectos conclusivos

Resumiendo con lo que dice Jesús en San Mateo 10,10ss. “Nada de provisiones para el viaje, o vestidos de repuesto; no lleven bastón ni sandalias, porque el que trabaja se merece el alimento”. … 2Timoteo 2-2.6 “Y las cosas que de mí has aprendido mediante muchos testigos, confíalas a hombres fieles, que sean idóneos

32

para enseñarlas también a otros. El labrador, para recibir los frutos, es menester que trabaje primero”. Queda la pregunta ¿Cuál es el perfil del catequista?

En términos generales, en el campo de evangelización, los catequistas son los sembradores, que preparan el terreno antes de la siembra para que el enemigo no destruya el proyecto del sembrador.

Después de su ascensión, Jesús confía a sus discípulos la gran misión, que se fundamenta en el envío misionero en San Mateo 10,5-15: “A estos doce envió Jesús, dándoles las siguientes instrucciones: No vayáis a tierra de gentiles, ni tampoco entréis en poblaciones de samaritanos. Id antes en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel…”, El anuncio del evangelio debía hacerse solo a Israel; hoy sin embargo, se dirige a todos los pueblos.

En la perspectiva de San Mateo, entre ambos envíos ha sucedido un acontecimiento muy importante: “Israel ha rechazado a Jesús” como se puede ver en Mateo 21,43, que dice: “Por eso el reino ha sido entregado a un nuevo pueblo” con la misión que consiste en hacer discípulos de Jesús a toda la humanidad.

No es casual que el evangelio termine con un envío misionero. La Iglesia de Jesús es esencialmente una comunidad misionera. Las palabras del Señor resucitado: “Id o vayan pónganse en camino” S Mateo 28,19, la invitan a salir constantemente de sí misma, de sus problemas y de sus preocupaciones domésticas para abrirse a un nuevo horizonte: es decir el de todas las gentes que no conocen el gozo de sentirse pueblo de Dios y hermanos entre sí.

Por eso el apóstol San Pablo orienta a la Iglesia de Galacia diciendo, que hay una responsabilidad tanto del que evangeliza como del que recibe la evangelización: el catecúmeno debe compartir sus bienes con el catequista, sabiendo y conociendo el contexto en que vive el evangelizador.

33

CAPÍTULO IV

DE LA TEORÍA A LA PRAXIS

CONFRONTACIÓN DE LA REALIDAD CON LA PRAXIS DE JESÚS Las Sagradas Escrituras muestran varias actitudes de Jesús según su enseñanza para con el pueblo. Se hace mención de algunas actitudes en este análisis para el perfil del catequista evangelizador a la luz de los capítulos anteriores.

Para empezar, este perfil pasa por la conducta de vida, de coherencia entre, sus palabras y sus acciones. La gente le sigue porque se solidariza con todos, pero especialmente con los más necesitados sin distinción alguna.

Por eso mismo se sensibiliza a todos los bautizados, hacer que en la parroquia los catequistas evangelizadores estén conscientes de testificar a Jesucristo como el Señor de la vida, que lleva a anunciar el Reino de Dios en las familias y comunidades para poder colaborar con el plan salvífico del Padre.

Es el momento de que todos los catequistas sean protagonistas de su propia formación, para el crecimiento y desarrollo integral para poder concientizar a los laicos que puedan ser ellos mismos los beneficiarios de su propio destino desde la voluntad de Dios nuestro Padre celestial.

Es urgente y necesario un esfuerzo para favorecer en el marco de la formación y comunión eclesial, de acuerdo al perfil del catequista según la enseñanza de Jesús; la búsqueda de la santidad de todos los agentes de pastoral en el ser del catequista y en el ejercicio de la misión evangelizadora.

Ya que se tiene a Jesucristo como

maestro y modelo de mensajero como dice la Escritura “¡Oh cuan hermosos son los pies de los mensajeros por los montes que anuncian la buena nueva!” Isaías 52,7 y Romanos 10,15.

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El catequista es profeta, por lo tanto debe anunciar la Buena Noticia de la salvación y denunciar las injusticias, el pecado personal y social. Es llamado para esta misión como el profeta Jeremías en el Antiguo Testamento. “Antes que nacieses, te había consagrado yo profeta; te tenia destinado a las naciones”. Jeremías 1,5 Así pues, queda claro que gracias a la confianza que Dios les tiene y que a pesar de las ingratitudes, les llama para que sean trabajadores en su viña como catequista.

Es un enviado, y todo enviado es un heraldo, es misionero, es mensajero, es evangelizador. No transmite lo que él quiere y lo que piensa, sino que transmite con su palabra y testimonio, el mensaje de Dios. Y como tal debe saber que su vida también es mensaje atractivo para la gloria de Dios.

De acuerdo al Directorio General de la Catequesis (DGC) en el numeral 237-238, el aspecto que no debe

descuidarse al tomar en cuenta el perfil de los nuevos

catequistas es la iniciación cristiana como la base primordial. ¿Por qué? Esta iniciación al cristianismo, a la fe, es el nuevo nacimiento de un nuevo ser que se encuentra con su creador y formador de la vida, por tanto tiene que tener conocimiento del mismo.

Por lo tanto la identidad del catequista debe ser cristiana y eclesial, con una fe profunda, sensibilidad misionera y social, tomando en cuenta la cultura de cada pueblo para que el nombre de Jesucristo sea conocido.

Catequesis de América Latina (CAL), afirma que: El deber a la identidad es la importancia del ministerio catequético que exige una formación del catequista que le capacite para ser un autentico discípulo de Cristo, comunicar con fidelidad su mensaje y ayudar a los catequizados al crecimiento y a la maduración de su fe, de manera que se constituyan en verdaderos discípulos de Cristo. Por medio de un conocimiento vivencial e intimo de su persona y de su mensaje. Numeral 197.

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1. El catequista debe ser dotado de una fe profunda, y para esto es necesario tomar en cuenta otros elementos importantes, tales como el profundo sentido religioso, el encuentro con Dios, la experiencia de Dios, confianza en Dios y la experiencia de oración. Al mismo tiempo ser testigo de su fe en Dios, responder a las inquietudes de los catequizados y celebrar frecuentemente los sacramentos.

Como espiritualidad se entiende el dejarse llevar por el espíritu de Dios. Así lo confirma la Sagrada Escritura, Hijos de Dios gracias al Espíritu, San Pablo a los Romanos 8,14. “En efecto, todos los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios son hijos de Dios”. Y en San Juan 1,12 dice: “Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre”. Y sobre todo debe conocer sus funciones, apropiarse de ellas para servir mejor en todos sus quehaceres como misionero del Evangelio.

2. El catequista necesita cultivar su experiencia de Dios durante toda su formación, con fuertes experiencias eclesiales para crecer en sus motivaciones evangélicas.

3.

Es muy importante desarrollar una actitud eclesial de unidad, y de corresponsabilidad, que le permita saber trabajar junto a los otros.

4. El catequista debe educarse en la fidelidad a la Iglesia que es madre y maestra, y que en toda su formación y capacitación debe fundamentarse sobre el amor personal a Jesucristo y a la Santísima Virgen María.

5. El catequista es una persona creyente en Dios Padre y seguidor de Cristo a quien toma como el modelo a seguir, que lo motiva, lo acompaña y orienta.

6. El catequista es un educador de la fe que proviene como un don de Dios.

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En resumen se puede perfilar el catequista con las siguientes

características

prioritarias: 

Compromiso eclesial



Sentido misionero



Superación integral



Trabajo en equipo



Coherencia en su condición de sembrador del Evangelio



Sentido ecuménico



Capacidad de promover la vitalidad de la parroquia



Capacidad de promocionar socialmente a las comunidades



Detectar y enviar vocaciones al seminario Mayor y menor, y a conventos religiosas y religiosos



Facilitar el acercamiento de cristianos católicos alejados con la parroquia



Frenar el avance de las sectas



Contar con una buena base doctrinal y pensum adecuado a las necesidades que deben armonizar siempre en las cuatro áreas esenciales de la doctrina cristiana credo, moral, sacramento y espiritualidad.

El catequista debe estar abierto y dispuesto para su formación personal y permanente, y así poder compartir lo que dice y lo que hace en la catequesis para formarse, para no distanciarse de la marcha de la Iglesia y de la sociedad, entonces ¡siendo catequista tiene que estudiar!. La evolución de la persona y de la sociedad exige que el catequista. Se mantenga en fase de formación y dinámica, de acuerdo con el desarrollo de las personas y al servicio que están llamadas a prestar, en medio de las exigencias de la historia, durante todo el periodo que dure su servicio activo. Documento de Aparecida DA 279 y 295.

El Ser y Quehacer del Catequista del Centro Diocesano de Formación de San Marcos (SQC) afirma que: “La misión o el servicio del catequista no es temporal, sino más bien dura para toda la vida; pero, como cristiano consciente, siendo coordinador de la comunidad o en determinada acción pastoral, se debe ir dando 37

oportunidad a otros hermanos para mantener la armonía y el dinamismo comunitario” No. 3.2.3. p. 76.

En el caminar de la Iglesia universal varios catequistas especialmente los latinoamericanos tienen necesidad y derecho de completar su formación integral. Su formación necesita desarrollar las virtudes y valores humanos solidificados en todos los niveles de sobrevivencia,

culturales,

sociales, artísticos, morales y

trascendentales.

En resumen, un buen catequista se distingue por su vocación. Esta hace que toda la vida del catequista refleje alegría, fe y esperanza en un mundo en lucha. Conclusiones

El perfil de Jesús inspira a definir el perfil del catequista hoy de esta manera:

1. Los evangelios presentan a un Jesús que catequiza y enseña con autoridad al alcance de la gente, hace el bien a todos sin distinción alguna, con gestos y actitudes ama, perdona y se solidariza con todos por igual. Este es el modelo de catequista que necesita la Iglesia de hoy, para comprender y vivenciar la misericordia, pero también el sentido de compromiso para con el Reino de Dios.

2. Una persona que se identifica como hijo de Dios, sin temor alguno del qué dirán. Y es coherente con lo que dice y lo que hace en la vida. Con el pobre, enfermo, oprimido, explotado, discriminado y excluido. Cualquier catequista evangelizador debe identificarse

primero como cristiano católico, sin miedo. Segundo,

identificarse como profeta, misionero, maestro, evangelizador y pastor. Y que sepa estar con los más necesitados.

3. Identificarse con Jesús que se acerca y confía la misión a sus apóstoles de ir por el mundo entero. Y esto a los enviados les da seguridad y amor de obedecer este

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mandato. El catequista misionero tiene que reconocer este envío como don y vocación dada por Dios a través de la Iglesia.

4. Identificarse también con el Jesús que da autoridad a sus apóstoles, con el objetivo de hacer discípulo a todas las gentes. Estos asumen la autoridad y le dan seguimiento para mantener la sucesión según la voluntad de la Santísima Trinidad y cumplir el objetivo hasta que Él vuelva. El catequista evangelizador debe colaborar para lograr el objetivo de acompañar y hacer discípulos a todas las gentes con “autoridad” y no autoritarismo.

5. Debe identificarse con el Jesús que promete estar con sus discípulos-pueblo hasta el fin del mundo, que no fallará, pues siempre ha estado y estará con su pueblo. Atento, el catequista debe cumplir coherentemente con lo que dice y lo que hace, presentado al Dios de la Vida como el que está cerca de su pueblo y por eso camina con él.

6. Debe estar identificado con Jesús, el buen Pastor que cuida y conoce a sus ovejas. Hoy el catequista debe ser el buen pastor que en nombre de Jesús cuida, conoce los problemas de sus hermanos y va a su encuentro con gestos de solidaridad.

7. Cercano al Jesús que camina al frente y da la vida por sus hermanos, sin renunciar a las consecuencias de su vida y de su mensaje. Todo catequista debe seguirlo caminando con la gente y dar la vida por ellos, ser modelo fiel a las enseñanzas de Jesús, cultivando su propia fe, esperanza y amor.

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APORTE

ESTRATEGIAS DE ACCIONES PARA IMPLEMENTAR EL PERFIL DEL CATEQUISTA EN LA PARROQUIA

1. Contar con un plan integral para catequistas, que perfil las características hacia donde él debe orientar sus acciones y cultivarse como persona y cristiano.

2. Lanzar el llamado libre a los fieles de la parroquia, a optar por este servicio, como respuesta a su vocación y necesidad que la Iglesia tiene de contar con obreros para cultivar su viña.

3. Contar con una manual de formación sistemática y procesual de todo el que integre este equipo de obreros del Señor. Esta formación debe contar con un carácter académico y pastoral.

4. Contar con un seguimiento del párroco como guía espiritual. Este debe tomarse el tiempo para ser el pastor que cuida de este rebaño, especialmente preparado para guiar a las comunidades.

5. Contar con encuentros de animación y retiros espirituales propios para ellos, como medio de fortalecer su vocación, espíritu de fe, esperanza y entrega gratuita.

6. Contar con un acompañamiento para el conocimiento personal. Para ello aprovechar los mismos recursos con los que cuenta la Diócesis o la Parroquia fortaleciendo la formación integral.

7. Concientizar a la comunidad en general de que los catequistas están sirviendo gratuitamente y que todos somos corresponsables de ser solidarios para con el diario sostenimiento de su familia. Se podría trabajar colectas, ofrendas de víveres entre otros. 40

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Juan Pablo II (1980). Exhortación Apostólica Catechesi. 2. Juan Pablo II (1993). Catecismo de la Iglesia Católica. Lugar de publicación Guatemala, 2009. 3. Salvador

Hernández.

Pedagogía de la fe

(2012). Extraído de E. y

C.

es.catholic.net/libro.phtml?consecutivo. 4. Centro Diocesano de Formación. (2010). El ser y quehacer del catequista. San Marcos. 5. Biblioteca de Autores Cristianos (1978). Concilio Vaticano II.

(1962-1965),

Madrid 6. Conferencia Episcopal Latino Americana (1979). Puebla. México. 7. Conferencia Episcopal Latino Americana (2007).Aparecida, Brasil. Editado por la Conferencia Episcopal de Guatemala.

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ANEXOS

En estas graficas se puede observar las respuestas de los agentes de pastoral que fueron encuestados en la investigación de campo, realizado en la parroquia de San Marcos, para obtener el resultado de la pregunta planteada que conducirá dicha investigación. Véase.

¿Sabe usted quién es el catequísta? 0%

9% No A veces Siempre

91%

En esta grafica se puede observar que los agentes de pastoral respondieron diciendo que son conocidos y conocen cuál es su función como catequista. A pesar de sus limitaciones personales en su propia formación.

¿Cónoce cuál es la función y perfil del Catequísta? 0% 40% No 60%

A veces Siempre

Aquí se demuestra que los agentes de pastoral conocen, su perfil y función, sirviendo a familias de las comunidades. Pero hay un porcentaje que se necesita trabajar un poco más.

42

¿Tiene interés de conocerse un poco más como agente de Pastoral? 0%

15% No A veces Siempre

85%

A pesar de tener un proceso de formación, los catequistas tienen interés y están ansiosos de profundizar sus conocimientos, para llevar el mensaje integral a la sociedad.

¿En la parroquía se capacita al Catequista? 0% 20%

No A veces

80%

Siempre

Este resultado nos da a conocer que en la parroquia se capacita a los agentes parroquiales en San Marcos. Y con esto se comprueba que el catequista está dispuesto de mejorar en su crecimiento personal.

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¿Creé usted que el catequista debe tener espiritualidad e Identidad? 0%

No A veces Siempre

100%

En cuanto a la formación y profundización espiritual e identidad, los catequistas tienen voluntad de seguir creciendo en este campo para su propia vida y poder compartirla con sus semejantes.

¿Se ha desanimado más de una vez por crítica de la gente? 15%

30%

No 55%

A veces Siempre

Las respuestas reveladas en esta grafica nos indican el grado de desánimo en los agentes de pastoral en la labor cotidiana. Y Para continuar en la misma línea con la reflexión sobre la realidad se analiza lo siguiente:

44

¿El catequista es modelo en la comunidad? 0%

23% No A veces 77%

Siempre

Los resultados de estas respuestas dan de manifiesto diciendo, que el catequista es modelo para la gente de la comunidad, esto según los encuestados.

¿Ha pensado ser catequista y servir? 5% 30%

No A VECES

65%

Siempre

Estos porcentajes de las respuestas de los encuestados, manifiestan que los cristianos siempre han pensado en un momento de su vida, ser catequistas para acompañar a sus hermanos.

45

¿Usted como catequista conoce cuál su quehacer como Misionero? 0% 15% No A veces 85%

Siempre

Los resultados de la investigación realizada nos indican que la mayoría coincidieron que los catequistas, sí conocen su quehacer misionero en la medida de su capacidad y en el tiempo de su experiencia cristiana, fungiendo como agente de pastoral.

46

En la foto se ve la participación de los catequistas representantes de distintas pastorales, el día del levantamiento de información de la encuesta y de formación y capacitación a nivel de la parroquia de Sam Marcos.

47

Fotografía de la Iglesia parroquial y Catedral de la Diócesis de San Marcos en construcción. 48

UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR CAMPUS DE QUETZALTENANGO FACULTAD DE TEOLOGIA Encuesta Dirigida a representantes de pastoral de las diferentes comunidades de la Parroquia San Marcos

Desde ya se le agradece su valiosa colaboración para realizar un estudio sobre EL PERFIL DEL CATEQUISTA SEGÚN LA ENSEÑANZA DE JESUS. Por favor, contestar las preguntas con mucha sinceridad, seriedad y desde

la

mirada de Jesús. 1. ¿Sabe usted quien es el catequista?. No_____ a veces_____ siempre_____ 2. ¿Conoce cuál es el perfil y la función del catequista? No_____ a veces_____ siempre_____ 3. ¿En la parroquia se capacita al catequista? No____ a veces____siempre____ 4. ¿El catequista es modelo en la comunidad? No___ a veces____siempre ____ 5. ¿Ha pensado ser catequista y servir? No____ a veces_____ siempre______ 6. Usted como catequista ¿conoce cuál es su quehacer cómo misionero? No ____ a veces_____ siempre___ 7. ¿Recibe apoyo moral por la comunidad? No____ a veces____ siempre_____ 8. ¿Se ha desanimado más de una vez por crítica de la gente? No__________ a veces____siempre____ 9. ¿Tiene interés de conocerse un poco más como agente de pastoral? No____ a veces____ siempre____ 10. ¿Cree usted que el catequista debe tener espiritualidad y identidad? No ____ a veces____siempre______

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Cronograma de Actividades Tesis 2013 Actividades Búsqueda e

Ene

Feb

Mar

Abr

May

Jun

Jul

Ago

Sep

Oct

X

investigación de material bibliográfico Inscripción y obtención

X

de matricula Solicitud, autorización

X

de asesora de tesis, Licda Marlene Ruppenthal y envió de tarea por correo Investigación de campo

X

a 20 catequistas de la parroquia para recabar información. Confrontación y

X

redacción de lo teórico y práctico de la investigación. Tabulación de las preguntas e interpretación. Y envió para su revisión parcial. Envío de tesis para su

X

revisión total. Entrega de tesis final

X

en digital e impreso Revisión de tesis

X

Revisión y entrega de

X

tesis Entrega de tesis

X

finalizada impresa.

50

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