El Presente del Pasado El Presente del Pasado

Eran las 7:18, y una niña llamada Ash, se alistó para ir a la escuela. Ella tiene cabello marrón con verde en sus puntas, tiene sus ojos verdes y tiene personalidad de niña juguetona y sonriente. Luego de prepararse, Ash junto a su madre, Erika, llegaron. Erika es rubia, ojiazul y siempre lleva un bolso. Ash estaba muy feliz porque creía que iba a tener amigos, pero, miserablemente, no los tuvo. Cuando se presentó con todos, todos pensaban que ella era advenediza, y por

esos motivos, Ash siempre se sentaba atrás, pero tuvo un muy buen profesor. Este profesor se llamaba Marco, él la convenció de sentarse adelante, ya que la mayoría se sentaba atrás. Ash consideraba a Marco como su padre, ya que ella no tenía. Ella esperaba pasar sola en los recreos, pero su profesor la acompañó, ella se sentía protegida. Luego del recreo, ella siempre dibujaba. Todos sus compañeros creían que le faltaban neuronas, pero Ash se los devolvió cuando demostró que era la mejor estudiante de todos los cursos de su grado. Por envidia, sus compañeros la insultaban también. Ahora son las 8:00 de la mañana, Ash se volvió a preparar para la escuela. Todos esperaron el presagio del profesor y él dijo —Buenos días a todos, hoy tenemos a un nuevo estudiante, Chris, ¡conozca a sus nuevos compañeros! Todas las niñas no paraban de fijarse en él, Chris tiene cabello de color dorado

con Amarillo en la mitad de su flequillo y en las puntas. Llevaba una chaqueta negra con líneas amarillas, llevaba zapatos de color blanco, llevaba una polera de rayas amarillas con un poco de blanco dentro, llevaba un jean de color azul marino, tenía un parche en la mejilla derecha y tenía ojos hermosos bañados de color marrón chocolate. Ash no le prestó tanta atención, porque desde su apariencia, ella ya adivinaba que era como sus compañeros. Luego, todas las niñas lo amaban y se peleaban por él a todas horas.

Ahora es día de San Valentín, y Ash no andaba muy feliz. Al llegar a la escuela, las mesas tenían bolsas delante y Marco les pidió a todos que hagan una carta para los amigos que quieran tanto y la metan en esas bolsas. —¡Todos deben tener al menos 1 carta!—dijo Marco con entusiasmo. Ash hizo su carta y esperó y esperó a tener al menos una carta, pero no recibió nada. Aún así ella mostraba su carta para que alguien la recibiera. Todo le estaba pareciendo una consternación para ella, y se puso a llorar. Hasta que, el nuevo alumno, Chris, le dio 1 carta personalmente. —¿Por qué alguien tan bonita y trabajadora no tiene cartas?—dijo Chris con afecto hacia Ash. —Vaya, gracias… ¿Quieres acompañarme en los recreos?—respondió Ash impresionada. —¿Por qué en el recreo, si puedo acompañarte ahora mismo?—dijo Chris con voz elegante. Chris se sentó a lado de ella en todas las materias hasta llegar al recreo. Las compañeras fueron donde Chris estaba y le dijeron —Hola, Chris, ¿Por qué estás sólo? Unetenos. —¿Pero no ven que ya estoy con alguien más?—respondió Chris. —Ella no es la indicada, creanos, hemos lidiado con mejores ñoñas que ella.— respondieron las chicas. —¿No se cansan de ser envidiosas? ¡Dejen de ser tan egocéntricas! ¡Prefiero quedarme con esta “ñoña”, que por cierto, es una muy tierna, que quedarme con ustedes, chicas mimadas!—dijo Chris. Las niñas se fueron molestas y Ash, impresionada porque él la defendió, le dijo

—Eres… eres… eres diferente al resto… eres único… ¿Por qué siento maripositas en mi estómago?, Me siento más inusitada de lo normal… (en su mente) Seguro me acabo de estreñir otra vez… No es eso… (fuera de su mente) Sinceramente, creía que eras como ellas… lamento haberte juzgado sin siquiera conocerte…—dijo Ash triste. —Bueno, sinceramente, yo también creía que eras como todas las otras chicas… pero, ¿vimos que no se juzga a un libro por su portada, no?—respondió Chris con sinceridad. —¿Quisieras comer un helado conmigo, Ash?—dijo Chris. —¡Claro, Chris!—exclamó Ash con felicidad. Ash se sentía demasiado diferente, sentía que ya había encontrado su otra verdadera mitad. Chris se sentía más libre de expresarse. Luego de terminar el día de escuela, Ash fue corriendo y saltando feliz y sonriente a gritarle a su madre —¡HOLA MAMI, ENCONTRÉ AL FIN ALGUIEN QUE ME ENTIENDE! ¡ME COSQUILLEABA EL ESTÓMAGO! —¡Vaya, cariño! ¡Más despacio, veo que estás más que feliz!—exclamó Erika. —¡MIRA, AHÍ ESTÁ! ¡HOLA, CHRIS!—gritó Ash. Chris la miró y le dijo con una sonrisa bonita

—Hola, Ash y… —Erika, también me puedes llamar Eri.—dijo Erika educadamente. —¡Buenas tardes, Eri! Soy Chris Farrell Kennedy. —dijo Chris. —Qué tierno, mi hija te adora, yo soy Erika Elizabeth Bridgeson. —respondió Erika.

Todo iba muy bien hasta que Ash y Erika se fueron a su casa. Chris caminaba a su casa sin alguien, pero su hermano mellizo apareció y siempre lo trataba de acompañar. Él se llama Paul Gordon Farrell Kennedy. Él tiene cabello negro como de su madre, Sandra April Farrell Kennedy, con puntas verdes, como las de Ash. Siempre lleva una chaqueta verde oscura, una polera con rayas medio grises y tiene ojos verdes, como Ash. —¡Hola, hermano! ¿Cómo estás? ¡Ví que hiciste una amistad con una chica muy kawaii!—dijo Paul con entusiasmo. —¡Déjame respirar Paul! ¿No puedes hacer algo mejor que estorbarme? ¡Me estresas! Ahora vete con papá.—respondió Chris en un tono de frustración.

—Ah, lo siento, hermano… es que eres mi mayor ídolo, Chris, ¡no puedo soportarlo!—dijo Paul. —¡No quiero verte, aléjate, entiéndelo! ¡No debimos ser hermanos!—gritó Chris muy enfadado. Paul se sintió triste y se fue lentamente. Él siempre recibía insultos por parte de su hermano, pues su familia no es linda y feliz como otras familias… Su padre, Rick Farrell Kennedy, se divorció de Sandra por engañarla y se quedó con Paul mientras que Sandra se quedó con Chris. Rick era un reconocido agente que protegía a los indefensos y niños. Chris se dirigía a su casa y tocó el timbre. Su madre le desbloquea la puerta y Chris entra. Él sólo entraba para terminar algún trabajo y escapar por miedo a que su madre lo golpeara porque ella tomaba. Chris sólo caminaba y daba un paseo a la ciudad de Nueva York hasta que volvía a su casa y cuando su madre estaba dormida, él entraba por la ventana y se iba a su habitación a dormir… a veces se ponía a llorar por el divorcio de sus padres. Ash llegaba a su casa y ayudaba a su madre a poner la mesa para comer alguna merienda, luego se ponía a hacer sus deberes que su madre revisaba muy bien, luego se iba a bañar, a preparar la mesa para la cena, comer y al final, irse a dormir. Su madre siempre le da el beso de las buenas noches.

Al siguiente día, ambos fueron a la escuela y Ash se encontró con una grandísima sorpresa, resultó que otro nuevo estudiante volvió, ¡se trataba de Mark Green Parkinson!

Es su amigo de toda la vida, son como hermanos. Él tiene ojos rojos como el de su madre, Mary Kate Parkinson, es pelirrojo, como de su madre, y tiene vigorexia. Antes estaba en otra escuela en donde no la pasaba nada bien… todos sus compañeros se alejaban de él, su profesor lo despreciaba y le complicaba la vida a propósito a través de tareas complicadas, se habían dado cuenta que Mark había padecido de vigorexia y sus padres no tenían tanto dinero para cambiarlo de escuela porque nadie contrataba a su padre para enseñar en alguna escuela, hasta que esta escuela sí lo aceptó y lo cambió de escuela. Mark, 1 día antes de ir a su nueva escuela, justo se enteró de eso y dejó de llorar de dolor, empezó a llorar de alegría y abrazó a sus padres como nunca lo había hecho. Mark andaba tan feliz que no podía dormir y hasta casi se puso a hacer ejercicios, pero sus padres, alterados, lo agarraban y lo echaban en su cama. Mark andaba muy diferente en apariencia, su cabello ya no era con corte de cabello libro, sino de cabello “lacio delgado corto”, y era más musculoso que antes, ya que antes era delgado. Aún así, Ash lo reconoció y con una cara seria, fue donde Mark. Mark también fue con una cara seria hacia Ash, hasta que ambos empezaron a hacer

su saludo secreto para ver si eran los mismos hasta que ambos aprobaron y se abrazaron con cariño. —¡MARK!—gritó Ash. —¡ASH!—gritó Mark. —¡MARK!—gritó Ash. —¡ASH!—gritó Mark. —¡MARK!—gritó Ash. —¡ASH!—gritó Mark. —¡TE EXTRAÑABA MARK! ¡¿QUÉ TE PASÓ?! ¡¿CÓMO TE FUE EN TU OTRA ESCUELA?!—gritaba Ash. —Soy vigoréxico, la pasé muy mal… ¡PERO TÚ ESTÁS AQUÍ Y ESO ME DA MÁS QUE SUFICIENTE PARA QUEDARME!—gritó Mark. —¡AY, MARK, YO SIEMPRE ANDABA PENSANDO EN TÍ Y CÓMO TE IBA, DE HECHO, TE DIBUJÉ EN MI CUADERNO, MIRA, TE MUESTRO! Ay… hahah… ¡AHORA LO TRAIGO, ES QUE ESTÁ EN CLASE DE QUÍMICA!—gritó Ash y se fue corriendo. Mark siguió a Ash ya que no sabía a dónde ir, él extrañaba su voz chillona y aguda, hasta que llegaron y Ash estaba a punto de sacar su mochila, pero Chris apareció y le dijo —¡¿Ash, qué pasó?! ¡¿Por qué vas tan descontrolada?! —¡PERDÓN, CHRIS, ES QUE ME ENCONTRÉ CON MARK, MI MEJOR AMIGO DE TODA LA VIDA DESPUÉS DE 6 AÑOS!—gritó Ash. —... Hola, Chris… ¿Cómo estás?—decía Mark apenas conociéndolo. —Hola Mark, bien, soy amigo de tu casi hermana.—respondió Chris. —¡Eso veo! ¡Deberíamos ser un grupo todos! ¿Qué dicen?—preguntó Mark. —¡TODO LO QUE DIGAS NOS PARECE MÁS QUE UNA EXCELENTE IDEA, MARK! ¡NOS APUNTAMOS!—gritó Ash mientras buscaba su cuaderno en su mochila. Todos se volvieron un grupo y se llamaron el grupo de los especiales. —Ahora que te veo a detalle, Mark, ¡veo que tienes un arete en tu oreja derecha! ¿Por qué?—preguntó Ash. —Ah, hahaha… es que me gustó…—respondió Mark.

—¿Te lo compraron tus papás?—preguntó Ash. —No, de hecho me dijeron que si tanto lo quería, que me lo compre yo mismo, así que me la pasé ordenando toda mi casa por 1 dólar diario durante casi medio año y lo compré finalmente. —respondió Mark. —¿Cuánto te costó?—preguntó Ash. —$170 dólares.—respondió Mark. —¡ALGAS MARINAS! ¡ESO ES MUCHO, MARK! ¿Pero lo que no entiendo es por qué te gustó si tú eres un chico y no una chica? Que yo sepa, sólo las niñas usan aretes, como yo. —dijo Ash indiscretamente. —Lo sé, sólo me gustó, lo bueno es que nunca llegaré a los piercings. —dijo Mark. — Bueno, cada uno tiene diferentes gustos. —dijo Ash. Luego, el timbre sonó y todos se sentaron en los asientos que habían. La profesora los saludó y dijo —Por favor, quisiera que el nuevo estudiante, el que está aquí adelante, que pasara al frente, Mark James Green Parkinson, ¡o mejor dicho, Mark! Mark pasó algo nervioso, pero seguro y dijo —Hola… Como ustedes saben… Me llamo Mark… Me gusta jugar voleibol… umm… Tengo 13 años… —Tengo una pregunta: ¿Cómo la pasaste en tu otra institución?—preguntó Chris. —Uh… no creo que a todos les guste escucharlo, Chris…—respondió Mark. —¡Mark, cuéntanos por favor! ¡Queremos saber!—decían todas las niñas, incluyendo a Ash. —De acuerdo… (suspira profundamente) me… iba… mal.—dijo Mark y les contó a todos cómo le había ido. También les contó que era vigoréxico. —Ayyy… ¡es tan guapo!—exclamaban las chicas, excepto Ash. Luego de contar toda su historia, dijo —Luego me recuperé al saber que mi mejor amiga estaba ahí, en la nueva escuela y ambos nos hablamos y abrazamos como nunca lo habíamos hecho… Espero tener mejores recuerdos en esta hermosa institución… Haré lo mejor de

mí mismo para todos los profesores y para mis padres… ¡Espero empezar con buenas vibras!—terminó diciendo Mark. —¡BRAVO, BRAVÍSIMO!—gritaba y aplaudía Ash, pero como el resto de sus compañeros no la quieren, Ash se calló lentamente. —Gracias, Ash. —dijo Mark. Ash le levantó su dedo pulgar mostrándole un “de nada”. Mark sospechaba que todos la despreciaban, así que luego de terminar la clase e ir a la siguiente, Mark le preguntó a Ash —¿Estás bien? ¿Por qué no me hablaste frente a toda la clase? ¿Te molestan? ¿Te desprecian? —Tranquilo, ¡estoy bien!... Sólo quise darte una seña, ¿qué tiene de malo?— respondió Ash algo decepcionada. —Ash… estás en buenas manos, dime, se te nota…—respondió Mark con confianza. —... Es que… (suspira nerviosamente)... no les caigo bien a nadie… piensan que soy muy infantil… no les gusta como soy yo en verdad… pero aún así, ¡sigo

siendo yo misma! No te preocupes, ¡el Profesor Marco me acompaña aún!— respondió Ash. —¡Espera! ¿Dijiste Profesor Marco? ¿Marco Brandon Green Parkinson?—dijo Mark sorprendido.

—¡Sí! ¿Lo conoces?—respondió Ash. —¡ES MI PAPÁ! ¡¿CUÁNDO NOS TOCA CON ÉL?!—gritó Mark entusiasmado. —¡¿ES TU PAPÁ?!—gritó Ash impresionada. —¡SÍ!—respondió Mark gritando. —¡NOS TOCA CON ÉL DESPUÉS DE ALMUERZO HASTA LA SALIDA!—gritó Ash. Mark y Ash fueron a la clase de tecnología y se desesperan por ir a la clase de Marco. —¡¿CUÁNDO NOS FALTA?!—decía Mark. Ash miró el reloj y dijo —Faltan 7 horas… ¡Es mucho!—respondió Ash.

—Hola, ¿será algún inconveniente si me quiero sentar a lado de Ash, Mark?— preguntó Chris. —¡No hay ninguno! Siéntate con Ash.—respondió Mark. Chris se sentó con Ash en tecnología y el profesor dijo —¡Buenos días a todos ustedes! ¡Quisiera darle la bienvenida a Mark Parkinson y a Chris Farrell a esta bonita institución! —¡Gracias, profesor! ¡Espero ser uno de sus mejores estudiantes!—dijeron Mark y Chris muy felices al mismo tiempo. Luego de la clase de tecnología, les tocó recreo. Mark, Chris y Ash comían su comida. Ash tenía una manzana gigante de color verde, Mark tenía una mandarina muy grande y Chris tenía un sandwich. —¡Mira, Ash! ¡Hiciste una luna con tu manzana!—dijo Mark. —¿Qué? ¡Wow! ¡Y mira, tú hiciste una sonrisa con tu mandarina!—exclamó Ash. —¡Verdad! ¿Quisieras probar?—preguntó Mark. —¡Obvio, por favor! ¿Y quieres que te invite el mío?—respondió Ash. —¡Por supuesto, por favor!—dijo Mark. Ambos se invitaron sus frutas y dijeron —¡Son las mismas frutas porque están deliciosas! —¿Qué hacen?—dijo Chris. —Compartimos nuestra comida, es que a nosotros nos gusta compartir nuestra comida.—respondió Mark. —Oh, claro…—dijo Chris. Todos empezaron a pasear la institución como siempre y se encontraron con Marco. —¡PAPÁ!—gritó Mark. —¡Hijo! ¡Te dije que ibas a adorar esta escuela!—dijo Marco. —¡Papi, me encontré con mi casi hermana!—gritó Mark. —¡Claro! ¡La estuve acompañando por ti!—respondió Marco. —Ay, que hermosos, están reuniéndose como familia.—dijo Chris. —¡Ay, gracias… uh…—dudaba Marco. —Chris, Chris Farrell, el nuevo estudiante y nuevo amigo de Ash.—dijo Chris. —Vaya, Ash. ¡Espero verlos a todos puntualmente! ¿Verdad?—dijo Marco.

—¡Claro que sí!—dijeron todos. Todos se conocieron mejor y les tocó con él. Todos se llevaron bien y presentaron a Mark y a Chris. Las niñas pensaron que Mark podía ser suyos, pero, al ver que era el mejor amigo de Ash y Chris, las niñas se decepcionaron. —Me encanta estar en esta institución, realmente andaba sufriendo en mi otra escuela. No puedo creer que mi papá esté aquí enseñándome. —dijo Mark con confianza. —¿De verdad te gusta esta escuela? ¡Porque a mí también!—dijo Ash. —¿Te gusta aún así cuando todos mis compañeros te rechazan?—preguntó Mark. —¡Contigo yo ya tengo más que suficiente felicidad, Mark!—dijo Ash. —Veo que se llevan demasiado bien, ¿Desde cuándo se conocen?—preguntó Chris. —Nos conocimos desde nidito, pero nos separamos y hasta ahora estamos juntos. ¡Estamos muy felices!—respondió Mark. —Vaya, de verdad son muchos años que se conocen ustedes dos, con razón aún así se estén cambiando de apariencia, se van a seguir conociendo. —dijo Chris. —¡Así es!—dijo Ash. Luego de terminar la escuela, Mark se fue a donde su papá para que lo recogiera en la dirección. Tenía que esperar una hora para que su papá saliera de su curso, pues resulta que su papá era su tutor. Luego de que su papá lo recogiera, ambos se fueron a casa. Después, ambos ponían la mesa a esperar a que su mamá, Mary, llegara y comieran. Después de que terminaron de cenar, Mark se iba a dormir. Esa sería su rutina diaria durante mucho tiempo sin parar de Lunes a Viernes, pero Chris se iría revelando poco a poco respondiendo por qué quería tanto a Ash. En un futuro todo cambiaría… Pues, Chris empezaba a portarse raro cada día con Ash y Mark. Sospechaban pensando que fuera por envidia o por celos, aún así lo incluían en todo lo que hacían. Aparte de ser diferente, tenía amigos diferentes también. Todos esos amigos se escondían en la institución. Chris parecía muy feliz por fuera, pero era muy oscuro por dentro, no solo por el divorcio de sus padres. Descubriría que el amor

entre ella y Chris se rompería de la nada en frente de todos sus compañeros estudiantes y padres en un Coliseo. —¡Mira, Mark! ¡Una invitación al concurso de talentos! ¡Será en 3 semanas!— exclamó Ash. —¡Extraordinario! ¿Qué opinas, Chris?—preguntó Mark. —Sí, sí, bien.—respondió Chris estresado mirando hacia otra parte. —¡Podríamos bailar! ¡Iremos a tu casa, Mark, es 1000 veces más grande y ordenada que la mía! Quisiera incluir a Sandra… Pero parece que se cambió de escuela… —dijo Ash triste. —¡Claro! ¡Le diremos a mi papá! ¡Sandra podría ser nuestra invitada!—respondió Mark felizmente. —¡SÍ!—gritó Ash. Aquí hay algunas preguntas: ¿Por qué Chris se hizo amigo de Ash de repente? ¿Podremos hablar de esos otros amigos en un futuro distante? ¿Quién es la otra Sandra? ¿Habrá un obstáculo que arruine su relación entre Ash y Chris? Esto sería el inicio de una felonía. Fin de la primera parte…