El proceso de aconsejamiento prematrimonial 1

Visiones y Herramientas – 2008 – p. 159-168 El proceso de aconsejamiento prematrimonial 1 Ronaldo Sathler-Rosa Introducción Nunca un hombre puede ent

2 downloads 145 Views 303KB Size

Recommend Stories


FORMULARIO PREMATRIMONIAL
FORMULARIO PREMATRIMONIAL DIOCESIS DE BATON ROUGE NOMBRE DE LA PARROQUIA_________________________________CIUDAD___________________________ Los objeti

Consejería prematrimonial Está listo para el compromiso? por June Hunt
Consejería prematrimonial ¿Está listo para el compromiso? por June Hunt Había una vez, un sapo que vivía en un bosque encantado, pero él se sentía mis

PROCESO DE DUELO 1. NECESIDAD DE TRABAJAR EL PROCESO DE DUELO EN PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL
PROCESO DE DUELO 1. NECESIDAD DE TRABAJAR EL PROCESO DE DUELO EN PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL. 2. PROCESO DE DUELO: ¿QUÉ ES? ¿QUÉ ACTITUD SE

EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN
 EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN El proceso de socialización se gesta en relación con el proceso de crianza. Esta relación permite la articulación entr

PROCESO Y FASES DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA 1. EL PROCESO DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
PROCESO Y FASES DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA Gregorio Rodríguez, Javier Gil y Eduardo García INTRODUCCIÓN El proceso de la investigación cualitati

Story Transcript

Visiones y Herramientas – 2008 – p. 159-168

El proceso de aconsejamiento prematrimonial 1 Ronaldo Sathler-Rosa Introducción Nunca un hombre puede entender completamente a una mujer y ninguna mujer a un hombre Paul Tournier 2 El proceso de aconsejamiento pastoral prematrimonial es una fase significativa en la vida de muchas parejas. Requiere, por lo tanto, cuidado y constante preparación de nuestra parte. Además de eso, la Iglesia Metodista, en los Cánones (2002, pag.278), establece que es deber pastoral “instruir, según las normas establecidas, a los novios para el rito del matrimonio y para los deberes de la vida conyugal”. Esa importante tarea pastoral es, igualmente, factor de contribución para que las vidas del novio y de la novia y, también, de la propia pastora o el propio pastor sean enriquecidas al reflexionar y dialogar sobre la fe cristiana y su relación con los distintos aspectos envueltos en el casamiento 3. Este artículo pretende poner en consideración una ruta básica para las sesiones de preparación para el casamiento. Las líneas de reflexión que se siguen no intentan indicar prescripciones, o un modelo único e inflexible. La intención es indicar un campo amplio, dinámico, de referencias pertinentes a un núcleo común, relativamente constante, del contexto del casamiento en diferentes culturas. Estos asuntos deben desdoblarse en otros aspectos, de acuerdo con las necesidades de la pareja y de las circunstancias que los llevan a optar por el casamiento. De este modo, las pautas que se siguen no cubren todas las situaciones y no son normativas. ¿Cuáles serían los objetivos principales de este proceso? 1. Ayudar a la pareja a reconocer, a nivel afectivo y cognitivo, el valor y el significado cristiano y humano del casamiento. 2. Identificar las áreas que, frecuentemente, son fuentes de dificultades, tensiones y conflictos en la relación de las parejas. 3. Motivar a la pareja a desenvolver acontecimientos y medios para enfrentarse, de manera equilibrada y realista, con situaciones de crisis. 1. La primera entrevista: prioridades

1

Publicado en Caminhando. Revista de la Facultad de Teología de la Iglesia Metodista. Universidad Metodista de San Pablo. Año X, N° 15. Primer semestre, 2005. 2 Paul Tournier (1898-1986), médico suizo, cristiano, escribió intensamente sobre teología y psiquiatría. Se dedicó por muchos años a la tarea de aconsejamiento. 3 Compare Alvaro Michelín Salomón. La expresión “aconsejamiento” en este contexto sugiere la idea de proceso, de algo abierto a otras circunstancias. Además de eso, los conceptos más actuales de “aconsejamiento” implican “no dar consejos”, pero sí participación mutua, relación empática, estar atento y valorizando a la persona que busca cuidado pastoral. El proceso, por lo tanto, se desenvuelve en forma de conversación.

Visiones y Herramientas – 2008 – p. 159-168

El primer contacto con la pareja puede ser determinante para que el proceso adquiera un rumbo meramente formal, o que sea, de hecho, una ocasión de aprendizaje. El pastor o la pastora debe procurar un clima que despierte el interés de la pareja en participar de las sesiones de aconsejamiento. Una forma de motivarlos es valorizar su decisión y deseo de invocar la bendición de Dios sobre su unión. Es importante que eso sea comunicado a la pareja de manera calurosa y auténtica. Esta sería la primera función de la entrevista inicial. Segundo, discutir con la pareja el método de las reuniones. Podrá ser en forma de conversación, entre el pastor o la pastora y los novios. En ese caso las sesiones se desenvuelven de manera más informal, con contenidos y objetivos bien establecidos. Cuando hay varios casamientos a ser oficiados en fechas relativamente próximas, la preparación puede ser realizada con varias parejas. Si fuera así, es fundamental que las parejas sean presentadas entre sí y que se sientan cómodas y aceptando la compañía de los unos y las otras. Es preciso usar tiempo en la preparación y organización de actividades para el grupo. Ya existen experiencias en varias iglesias en que se organizan “cursillos”. Un “cursillo” generalmente cuenta con la participación de otros profesionales, además de la pastora o pastor, los que hacen presentaciones, focalizadas en sus respectivas áreas de conocimiento, relacionadas al casamiento. Entretanto, además de ese “cursillo”, se debe contemplar la oportunidad de las parejas de reunirse separadamente con la pastora o pastor. Ese encuentro puede tener dos finalidades: dialogar sobre otros asuntos de interés individual o necesidades específicas de la pareja; explicar el significado de cada parte de la liturgia del casamiento y orientar a la pareja sobre los respectivos procedimientos. Tercero, es útil dar a la pareja una visión general de los temas a ser tratados. La pareja debe tener la libertad de conversar con el o la celebrante sobre eventuales dificultades en su relación para que sean discutidos. La pareja puede también indicar los asuntos que les gustaría discutir. Más aún, es bueno que el pastor o la pastora elaboren una pauta de temas, conforme veremos más adelante y que justifique su importancia. Cuarto, el o la oficiante debe exponer a la pareja las condiciones para que su casamiento sea celebrado por la iglesia: • El casamiento debe seguir los patrones establecidos por la Iglesia Metodista. • La pastora o el pastor, según los Cánones, debe dirigir el proceso de preparación de la pareja para la vida matrimonial y para la celebración. • Es indispensable la realización del casamiento civil antes del religioso. Algunas parejas optan por la realización de la “ceremonia religiosa, con efecto civil”. Siendo así la pareja debe procurar, en el Registro Civil, las informaciones necesarias para ese procedimiento a fin de hacer la tramitación de los documentos de acuerdo a la legislación vigente. Es prudente conservar copia de las notificaciones públicas y del Certificado de Casamiento en los archivos de la iglesia.

Visiones y Herramientas – 2008 – p. 159-168

Quinto, el/la pastor/a puede recomendar a la pareja que procure servicios médicos a fin de recibir orientación profesional sobre los exámenes de salud apropiados para la ocasión. Esa recomendación se basa en el hecho de que el nivel de satisfacción del casamiento depende también de las condiciones de salud de la pareja. Además de esto, las epidemias actuales exigen mayor atención a la salud. Algunas parejas pueden querer hacer análisis médicos para verificar si son o no portadores de enfermedades sexualmente trasmisibles. Es deber pastoral apoyar esa iniciativa y hasta recomendarlas, pero nunca exigirlas. Sexto, lecturas, según sea de interés de la pareja, deben ser indicadas durante la primera entrevista. Las lecturas sugeridas deben ser previamente conocidas por la pastora o pastor. Una buena literatura debe presentar una comprensión bíblico-teológica del casamiento además de ayudar a la pareja a preservar su autonomía como individuos, enseñar la práctica de la solidaridad entre sí y estimular una presencia cristiana en la sociedad. Séptimo, ¿quién será el celebrante? Esa es una pregunta que puede ser hecha durante la primera entrevista. En el caso que la pareja quiera invitar a otra persona que no es el pastor o la pastora local para presidir la ceremonia es recomendable que, de acuerdo con la ética pastoral, haya un entendimiento previo entre esos pastores o esas pastoras. Como afirma el Código de Ética Pastoral (1998, pag. 9-10) de la Iglesia Metodista: “El pastor y la pastora solo aceptan invitaciones para cualquier actividad, predicaciones, conferencias o celebraciones en otra iglesia cuando son formuladas por el/la respectivo/a pastor/a. En cualquier caso, solamente lo hace con el conocimiento del colega de la otra iglesia”.

2. Métodos Howard Clinebell (1922-2005) conocido escritor metodista, considera el aconsejamiento matrimonial como una forma de educación personalizada. Clinebell hace algunas sugestiones metodológicas 4 para la realización de esa actividad: 1. La relación pastoral debe expresarse de manera franca, calurosa y fundamentada en una confianza mutua. 2. Preguntas del tipo “abre puertas” (por ejemplo, “¿como se conocieron ustedes?”) pueden ayudar a crear un clima de relajación y confianza. 3. Haga lo posible para evitar o reducir cualquier actitud de desconfianza a fin de que la pareja exprese claramente sus mayores preocupaciones y necesidades. 4. Intente identificar si la pareja está, realmente, motivada para aprender; qué temas les interesan más y si están conscientes de algún problema en su relación. 5. Concéntrese en los temas de mayor interés de la pareja. 6. Dé más atención a los sentimientos actuales que a las eventuales anticipaciones de la situación poscasamiento. 4

Aquí adaptadas (Las traducciones y adaptaciones del artículo son responsabilidad del autor).

Visiones y Herramientas – 2008 – p. 159-168

7. Use tiempo ayudando a la pareja a desenvolver formas de comunicación que evidencien respeto, equidad y que lleven a la consideración de sus individualidades. 8. Procure incentivar a la pareja a ser activa en la vida de la iglesia y a ayudar a otras parejas a ejercitar estilos de vida que favorecen el servicio al prójimo y a relaciones personales basadas en la justicia.

3. Temas básicos como itinerarios de las reuniones Si bien la pareja debe ser estimulada a hacer sugestiones de temas para ser dialogados en las entrevistas pastorales, compete al pastor o a la pastora prepararse para discutir temas que, de acuerdo con la literatura y con base en la experiencia, son pertinentes al ámbito del casamiento. Los temas son discutidos en perspectiva teológico-pastoral, esto es, considerando su importancia para promover el bienestar de la pareja tomando en cuenta en sus distintos aspectos la “vida abundante” anunciada por Jesucristo (Juan 10:10). Los temas que siguen son, generalmente, considerados, esenciales. Significado cristiano del casamiento El objetivo de la inclusión de este asunto es ayudar a la pareja a comprender el significado cristiano del casamiento e incentivarlos a vivir en sintonía con su vocación básica conferida por Dios en la creación (Génesis 1). Los textos de ética teológica, de teología pastoral, los diccionarios teológicos-pastorales (especialmente las secciones de casamiento, familia y términos correlativos) son algunos de los recursos bibliográficos que pueden ser consultados por el pastor o la pastora. Compromiso eclesial La motivación que lleva a la pareja a buscar la bendición de Dios para su unión debe llevarlos, también, a asumir el compromiso de participar en la vida de la iglesia local. La pastora o el pastor debe conversar con la pareja acerca de la importancia de su presencia en el involucramiento regular en la vida y la misión de la iglesia. Además de ser miembros del Cuerpo de Cristo, la relación con la comunidad de fe debe ofrecerles la oportunidad de crecer como cristianos, de ser activos en cuanto ciudadanos y ciudadanas para perfeccionar su relación matrimonial. La iniciativa pastoral de organizar una clase de jóvenes casados en la Escuela Dominical puede representar un buen estímulo para que las parejas tengan una activa participación en la vida eclesial. Libertad, individualidad y compañerismo El ejercicio de la libertad del hombre y de la mujer en la relación conyugal debe ser consecuencia de la madurez emocional de cada uno, de la autoconfianza y de la confianza mutua. La libertad en el contexto conyugal significa que el marido y la mujer deben tener el derecho de ejercer sus profesiones, de mantener sus amistades anteriores, de desenvolver nuevas amistades, de volver a estudiar y, principalmente, de desarrollarse como seres humanos creados por Dios, con individualidades y potencialidades propias. De este modo,

Visiones y Herramientas – 2008 – p. 159-168

preservar la individualidad del marido y la mujer es abrir camino para la pareja para desenvolver una relación de amistad, compañerismo y cooperación entre sí.

Comunicación Hay cierto consenso entre los estudiosos del campo del aconsejamiento pastoral, de terapia de parejas y terapia familiar de que gran parte de las dificultades de relación entre las parejas se debe al hecho de no saber comunicarse de manera apropiada. A veces la comunicación es indirecta. Otras veces está contaminada por el odio, resentimientos o por hostilidades reprimidas que revelan rupturas en la relación entre los cónyuges sobre las cuales nunca conversaron con franqueza y honestidad, sin agresiones. Si la comunicación entre los cónyuges no es clara y objetiva es porque no se resuelven las tensiones y conflictos recientes o antiguos. La causa puede estar en los dos cónyuges o puede ser efecto de actitudes o interferencias de otros miembros de sus respectivas familias. El pastor puede dialogar con la pareja sobre sus actuales patrones de comunicación. Algunas preguntas pueden facilitar el diálogo: ¿Ustedes tienen alguna queja sobre la forma cómo se comunican? ¿Les gustaría conversar sobre la comunicación en el matrimonio? Tensiones y conflictos: ¿cómo resolverlos? En la fase de enamoramiento y noviazgo ciertamente la pareja se halló con algunas tensiones y conflictos en su relación. A veces la pareja intenta esconderlos o no se da cuenta de la existencia de esas tensiones o conflictos. Corresponde al pastor o pastora, con habilidad y tacto, verificar por medio de la observación, cómo el novio y la novia se comunican. Al percibir que el estilo de comunicación no contribuye para la buena relación, se debe hacer notar esto de manera clara y amistosa. Salud y sexualidad La recomendación pastoral mencionada anteriormente, para que la pareja haga exámenes médicos antes del casamiento, tiene la intención de evidenciar que el nivel de satisfacción en el matrimonio depende, también, de su salud. La sexualidad, como factor de salud de la vida de la pareja, debe ser objeto de consideración en el diálogo pastoral. Pero no se puede olvidar que la salud emocional y relacional son otros factores que, igualmente, cuentan para la salud integral. La pareja no encontrará plena satisfacción sexual si otras áreas de sus vidas no estuvieren siendo desarrolladas de manera de proporcionar placer y gusto por la compañía del otro. Metas y planeamiento ¿Cuáles son las principales metas para los primeros años de vida? La pareja debe ser animada a pensar en aspectos tales como los hijos, las condiciones económicas, el ocio, el trabajo y la participación en los ministerios de la iglesia. ¿Cómo pretenden realizar sus deseos y aspiraciones? El planeamiento permite crear las condiciones para que sus sueños se realicen. Una discusión sobre este asunto debe ofrecer a la pareja la oportunidad de revitalizar su vida conyugal o de ampliar sus potencialidades.

Visiones y Herramientas – 2008 – p. 159-168

4. Prevenir tempestades: áreas con fuerte potencial para conflictos La práctica pastoral ha comprobado la predominancia de cuatro áreas que, generalmente, son fuente generadoras de conflicto o separaciones entre las parejas: economía, sexualidad, religión o espiritualidad y relación entre las familias. Es importante preguntar a la pareja como enfrentan estas dimensiones esenciales de sus vidas y como encaran sus divergencias y diferencias de personalidad, experiencias e ideas. El conflicto se instala cuando no se llega a un entendimiento o acuerdo sobre un determinado aspecto. Algunas observaciones sobre estas áreas: Economía Es recomendable comenzar estimulando a la pareja para que los dos tengan conocimiento de sus reales condiciones económicas y financieras. Esa práctica ayuda a fortalecer los vínculos de confianza y solidaridad. Además de esto es esencial que la mujer y el marido participen de las decisiones relacionadas con la vida financiera y económica, ¡la participación vale por sí misma! Es educativa, reparte las responsabilidades y, en el futuro, puede ser un modelo de educación ciudadana junto a hijos e hijas. Es esencial alertar a la pareja sobre una nueva forma de colonialismo: el consumismo, alimentado, especialmente, por los medios. La cultura consumista instalada por el “mercado” hace comprar lo que no se precisa por el “placer” de comprar y, después, no se sabe que hacer con lo que se compró o, peor, cómo pagar las cuentas.

Sexualidad El pastor puede presentar a la pareja una comprensión cristiana de la sexualidad humana. Es importante recalcar que la sexualidad es constitutiva del ser hombre y del ser mujer y que la relación sexual entre marido y mujer debe ser un factor de satisfacción para la vida conyugal. Cabe, también, conversar con la pareja sobre las diferencias psico-biológicas existentes entre ambos, las manifestaciones de esas diferencias en sus interacciones y las repercusiones en la actividad sexual. Hay una relación de reciprocidad entre la satisfacción sexual y la satisfacción en otras áreas de la convivencia. Por otro lado, la insatisfacción o las disfunciones sexuales pueden ser, igualmente, resultado de relaciones deterioradas. La pareja debe recibir apoyo pastoral para procurar asistencia médica, psicológica o de otro profesional, dependiendo de la situación. Religión y espiritualidad Dietrich Bonhoeffer5 (1985, pag. 7 5), afirma que hay tres cosas a ser resaltadas en relación con el casamiento: “el casamiento como institución divina y la vida matrimonial como un ‘estado’; la cruz del casamiento; la promesa de bendición del casamiento”. Es deber pastoral resaltar junto a la pareja la importancia de la fe como dádiva de Dios en el ser humano y, al mismo 5

Pastor y teólogo alemán, nacido en 1906, fue preso y asesinado en 1945 por los nazis en virtud de su participación en el Movimiento de Resistencia al Nazismo en Alemania.

Visiones y Herramientas – 2008 – p. 159-168

tiempo, como actitud humana de compromiso. La vida de fe debe iluminar y dar sentido a las otras dimensiones de la existencia, inclusive aquellas resultantes de las precariedades humanas. La fe de los cónyuges debe determinar su comprensión y manera de enfrentar los desafíos de la vida matrimonial. Las diferencias, en esa comprensión, pueden ser fuente de conflictos. Relación entre las familias Es ampliamente conocido que muchos casamientos fracasan en virtud de interferencias indebidas de familiares. A veces hay padres y madres excesivamente controladores. Por otro lado, hay personas que no consiguen, por diversos factores y circunstancias, construir su ser y sus vidas de manera emancipada y en el ritmo propio de sus personalidades. Es necesario conversar con la pareja a este respecto. La pastora o el pastor deben escuchar a la pareja sobre la relación de sus respectivas familias de origen con un “nuevo miembro” de la familia que ahora se amplía 6. Conclusión En el conocido texto del llamado “Sermón de la montaña” (Mateo 5: 1-12 y Lucas 6: 17-22) se ofrece un marco bíblico sobre el tema de la felicidad que debe ser considerado en la preparación de las parejas para el casamiento. La felicidad, en las Escrituras, no está asociada, principalmente, a las posesiones materiales, a la vida fácil o a acontecimientos especiales de la vida de las personas. No son los discípulos, en el texto, que firman que son felices. Es Jesús quien anuncia que son felices al mostrarles un patrón de felicidad según el mensaje de la Buena Nueva del Reino de Dios. Al don de Dios corresponde una decisión de parte de mujeres y hombres. La realización del ideal de felicidad no se da sin considerarse las propias condiciones y posibilidades humanas. La felicidad, a nivel humano, es búsqueda constante, es dinámica, requiere autodisciplina y es condicionada por las limitaciones y nuevas percepciones y experiencias de las personas y familia. El ejercicio de la vocación humana para la felicidad depende de iniciativas, determinación y de la intención de los miembros de la familia. Dependemos, simultáneamente, de la gracia de Dios y de nosotros mismos, de nuestra voluntad, para que las familias sean espacios de animación, de renovación de fuerzas y de la posesión poderosa de la vida. 6

Además de eso, David Luecke ( Rassieur, 1988, pag. 100 y siguientes) identifica cuatro sistemas que pueden envenenar la relación conyugal: compatibilidad, cooperación, intimidad y soporte emocional. W. Lederer y Don Jackson (Rassieur, pag 101) destacan el sistema de equidad. El propio Rassieur (Pag. 102), pastor consejero en Minneapolis, EEUU, destaca el equilibrio de poder. John Gottman (1995, pag. 69-90) profesor de la Universidad de Washington, Seattle, identificó, después de un largo estudio de campo, los grandes enemigos de las alianzas conyugales bien producidas y estables. Los denominó “Los cuatro jinetes del Apocalipsis” : la crítica, el desprecio, la actitud defensiva y el bloqueo en la comunicación. Por otro lado, John DeFrain (Olson y DeFrain, 2003) profesor de la Universidad de Nebraska/Lincoln, en una investigación longitudinal realizada durante 20 años, con 18.000 familias de 27 países, indicó los factores que crean las condiciones para el bienestar entre los esposos y sus respectivas familias: compromiso, aprecio y amistad; comunicación abierta y positiva; tiempo para estar juntos; bienestar espiritual y habilidad para enfrentar situaciones de stress y crisis.

Visiones y Herramientas – 2008 – p. 159-168

Traducción: Hugo N. Santos

Referencias bibliográficas BIBLIA SAGRADA. Trad. João Ferreira de Almeida. Rio: IPB, 1972. BONHOEFFER, D. Spiritual Care. Fortress, 1985. CLINEBELL, Howard. Aconselhamento Pastoral. Um Modelo Centrado em Crescimento e Libertação. 2.ed. São Paulo: Paulinas, 1998. IGREJA METODISTA. COLÉGIO EPISCOPAL. Cânones. São Paulo: Cedro, 2002. ____________. Código de ética pastoral. São Paulo: Imprensa Metodista, 1998. GOTTMAN, J. e SILVER, Nan. Por que os casamentos fracassam ou dão certo. São Paulo: Scritta, 1995. OLSON, David H., & DeFRAIN, J. Marriages and families: Intimacy, diversity, and strengths. 4. ed. New York: McGraw-Hill, 2003. RASSIEUR, C. Pastor, our marriage is in trouble. Philadelphia: Westminster, 1988. SALOMÓN, Álvaro Michelin. Reflexiones bíblico-pastorales para bendiciones matrimoniales. Visiones y herramientas. Itinerario por la teologia práctica. II, 2004.

Ronaldo Sathler-Rosa es brasilero. Profesor de la Facultad de Teología y del Programa de Posgrado en Ciencias de la Religión de la Universidad Metodista de San Pablo. Pastor metodista. Miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad de Estudios Pastorales Interculturales ubicada en Düsseldorf, Alemania (SIPCC, sigla en Inglês). Profesor visitante en Iliff School of Theology en Denver, Colorado, EEUU, en 1999 y 2001. Ex-presidente de la Red Internacional de Pastoral para la Responsabilidad Social (IPCNSR, sigla en Inglés). Su último libro fue Cuidado Pastoral em Tempos de Inseguranças -Uma Hermenêutica Contemporânea, que trata de los fundamentos históricos y teológicos de la pastoral cristiana, publicado por ASTE en 2004. Su dirección electrónica es: [email protected]

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.