El Pueblo de Dios en el Antiguo Testamento

ESTUDIOS Antonio Moreno e., Pbro. Prof. de la Facultad de Teología U.C. El Pueblo de Dios en el Antiguo Testamento CUANDOLA CONSTITUCIÓN LUMENGENTIU

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La Gracia de Dios en el Antiguo Testamento
La Gracia de Dios en el Antiguo Testamento por Fred R. Coulter www.iglesiadedioscristianaybiblica.org Nota: Todas las Escrituras han sido traducidas

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ESTUDIOS

Antonio Moreno e., Pbro. Prof. de la Facultad de Teología U.C.

El Pueblo de Dios en el Antiguo Testamento CUANDOLA CONSTITUCIÓN LUMENGENTIUMtoca el tema del "Pueblo de Dios" (c. II), se refiere, evidentemente, al nuevo Pueblo de Dios, convocado por El de entre los judíos y los gentiles en virtud de un nuevo pacto establecido por Cristo en su sangre. Es el pueblo mesiánico que tiene a Cristo por cabeza; comunidad sacerdotal (n.11) y profética (n.12) que se distingue por su universalidad (n. 13). Es el pueblo condensado en la unidad no según la carne sino en el Espíritu y que cumple la definición de "linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo de adquisición" (l Petr. 2,9-10). Es claro que el nombre "Pueblo de Dios" y cada uno de los términos que se emplean en relación con él tienen su origen en el A.T.; de donde la necesidad del adjetivo "nuevo" que, por lo demás, también tiene su antecedente en los profetas(l). Lumen Gentium comienza, en efecto, recordando que la constitución de este nuevo Pueblo de Dios es la culminación de un plan divino en virtud del cual Dios constituyó y eligió al pueblo de Israel, estableció un pacto con él, lo instruyó gradualmente, lo santificó para si (c. II). Este pueblo -recuerdaya en el A.T. recibe "alguna vez" el nombre de Iglesia de Dios (2 Esd 13,1; Núm. 20,4; Dt 32,lss), de donde, para el nuevo pueblo d,e Israel, el de Iglesia de Cristo (Cfr. Mt 16,18), en cuanto adquirida por su sangre, llena de su Espíritu, convocada y congregada por Dios en Jesucristo, autor de la salvación y principio de la unidad y de la paz. La finalidad últíma de este plan es el conocimiento verdadero y el servicio santo de Dios por hombres santificados y salvados. Pero todo el plan divino demuestra que esa santificación y salvación no se alcanzarán en el aislamiento indivídual sino en una comunidad de vida producida por el Espíritu, tanto con la Cabeza, Cristo, como entre los míembros venidos de todas partes, unidos por la ley del ( 1)

La idea de una nueva forma de relación de Dios con su pueblo aparece en diversas formas en el A.T. Dios amenaza destruir al pueblo adorador del becerro en el desierto y hacer de Moisés otro gran pueblo (Ex 32,10; cfr. Núm 14,12); Oseas anuncia para Israel un nuevo desposorio con YHWH, que será eterno (Os 2,21); Jeremías (31,31ss) anuncia explícitamente una nueva "alianza"; Ezequiel ve para el futuro la reunión de los israelitas dispersos entre las naciones, dotados de un corazón y un espíritu nuevos (36,24-26); 11 Isaías, finalmente, invita a olvidarse de lo antiguo y confiar en las cosas nuevas que hará YHWH (42,9; 43,18; 48,6); entre ellas, un nuevo éxodo (cfr. 40,3; 41,17; 43,16, etc.).

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amor y por la común dignidad y libertad de los hijos de Dios. Es precisamente este plan divino de salvación en la unidad lo que explica la elección de Israel como Pueblo de Dios. En esa situación comunitaria es donde se va dando de hecho el conocimiento gradual de Dios y de sus divinos designios. Ese conocimiento es ya el "v,erdadero", por lo cual todo lo que sucedió en ese antiguo Pueblo de Dios debe ser considerado, de acuerdo con las leyes de la tipología, preparación y símbolo de la plena revelación en Cristo(2). Es lo que dice también la Consto Dei Verbum al hablar del A.T.: mirando a la salvación de todos los hombres, Dios eligió un pueblo al que confió sus promesas, con el que estableció una alianza, al que se reveló por palabras y obras de manera que "experimentó cuáles eran los caminos de Dios con los hombres ... , los entendió cada día más profunda y claramente y los difundió más y más entre las naciones" (n. 14). Lo dicho basta para introducir esta exposición sobre el "Pueblo de Dios en el A.T.". Es claro que se trata de la eclesiología. El recurso al A.T. queda justificado como momento absolutamente necesario para la comprensión de una amplia gama de términos consagrados, como pueblo, nación, Iglesia, reino, Israel, elección, promesa, alianza, ley, sacerdocio. santidad, etc., íntimamente ligados a la noción de Pueblo de Díos. Pero no se trata sólo de termínología, sino sobre todo de entender el sentido de esa experíencia histórica de Israel en la que Dios quiso empezar a revelarse (L.G., n. 9). A un estudio del N.T. correspondería precisar qué es, en el pensamiento de Jesucristo y de los escritos neotestamentarios, esa comunidad, nuevo Pueblo de Dios, nuevo y verdadero Israel, Iglesia, y cómo lleva a cabo en concreto su misión de ser sacramento visible de la unidad salutífera de todos los hombres. Eero esa reflexión tiene sus orígenes ya en el Antiguo Israel. Si es claro que Dios "habla y actúa" en una comunidad y que en leIla, "a través de su historia", se va revelando, no es tan claro qué y cuál es esa comunidad. Si "Israel" es el nombre consagrado por la tradición para la comunidad de salvación, la pregunta acerca del "verus Israel" se va haciendo más apremiante a medida que se acerca la plenitud de los tiempos. La misma forma cómo Dios se une a esa comunidad y cómo se unen sus miembros entre sí es concebida de maneras diferentes a lo largo de la historia y, si es cierto que Dios se revela en la historia de ese "pueblo", la pregunta acerca de los órganos de esa revelación dentro del Pueblo de Dios recibe respuestas difer,entes o al menos con acentuaciones díferentes según las diversas situaciones en las que se encuentra. Trataremos de mostrar en este trabajo cómo se plantea el tema del Pueblo de Dios como lugar de salvación y de revelación en el A.T. LAS PRIMERAS FORMAS DEL PUEBLO DE DIOS La expr,esión "Pueblo de Dios" remite al 'am YHWH de la fórmula de la Alianza: "Yo, vuestro Dios; vosotros, mi pueblo", que en Dt 26,17-19 toma la forma de una verdadera relación juridica que compromete a (2)

"La economía del A.T. estaba principalmente ordenada a preparar el advenimiento de Cristo... y del reino mesiánico, anunciarlo proféticamente... y significarlo por figuras varias". (Dei Verbum, n. 15).

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ambas partes(3). Pero ,esa expresión "Pueblo de YHWH" tiene una prehistoria. El concepto de 'am (que suele traducirse por "pueblo") nos remite a la primera comunidad humana en la que Dios se hace presente en su historia de salvación. La comunidad "patriarcal" es una familia (bet 'ab, "la casa del padre") que puede alcanzar las dimensiones de un clan (mishpiijiih) (4). Las tradiciones más antiguas recuerdan a los grupos patriarcales como depositarios de una promesa sOlemne(5) de su Dios que les asegura el territorio en el que se les apareció como lugar de vida y pastoreo, descendencia numerosa y rebaños abundantes. Esas tradiciones, que no responden a una fórmula absolutamente idéntica, son históricas y responden a la ubicación de los clanes de Abraham, Isaac, Jacob e Israel(6) respectivamente en las zonas de Hebrón, del Négueb, de Betel y Siquem(7). La promesa se traduce en una bendición (berakah) que actúa en el patriarca y su grupo como una fuerza vital que fructifica en longevidad, descendencia, seguridad, riqueza, etc. Estos clanes patriarcales poseen la misma estructura social y religiosa que los otros de ese mismo medio y época, con los que Israel se siente por lo demás emparentado, como lo demuestran sus narraciones tradicionales y especialmente sus diversas genealogias(8); pero ,en las familias patriarcales la bendición divina cobra un carácter y una amplitud tales que atrae el interés de otros grupos por establecer relaciones que les permitan tener parte en ella. Asi Abimélek frente a la bendición de Isaac (Gén 26,28s) y Labán frente a la de Jacob (Gén 31,44s). Incluso Esaú recib.e de la abundancia de Jacob que, favorecido por Dios, "lo tiene todo" (Gén 33,11). La promesa hecha a los patriarcas no es exclusiva ni en perjuicio de los demás, sino que, por el contrario, tiende a comunicarse mediante el establecimiento de lazos con otros grupos. As! lo ha entendido la tradición israelita, que presenta la bendición patriarcal como fuente de bendición para otros. (3)

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También en Jos 24, de redacción deuteronom'ista, la asamblea de Siquem se desarrolla en el marco de una alianza donde se hacen valer los derechos adquiridos por Dios sobre su "pueblo" en razón de sus actos salvadores, lo que no impide que se solicite su libre decisión de "servir" a YHWH como su Dios (v. 18). Sobre estos conceptos, ver R. DE VAUX, Instituciones del Antiguo Testamento. Barcelona, 1964, pp. 29ss. 49ss. Dicha solemnidad cobra una forma particularmente impresionante en el relato de Gén 15. Sobre este rito como promesa solemne, ver N. LOHFINK, Die Landverheissung als Eid, Stuttgart, 1967, esp. pp. 101-113. Sobre la necesidad de distinguir a Israel como un patriarca diferente de Jacob con tradiciones ubicadas en lugares distintos, cfr. R. DE VAUX, Historia Antigua de Israel, I. Madrid, 1975, p. 180s y 11, p. 168s. Ver la formulación de las promesas en Gén 13,14-18 (Abraham en la zona de Hebrón); 26,1-6 (Isaac en Guerar, en el Négueb); 28,11-19 (Jacob en Betel); 32-13 (Jacob, cuyo nombre será cambiado en Israel en el v. 29, aparece recordando la bendición del c. 28, pero ambas fórmulas no coinciden. Debemos tener aquí parte de la bendición de Israel). Cfr. J. SCHARBERT,Skripten des Lehrstuhls für Theologie des A.T., Heft 6. München, 1983 (als Manuskript), p. 200s. Lot (Gén 12,5; 13,5-13); Ismael (Gén 16,158; 21,2Os; 25,12-18); Esaú (Gén 25,1928; 33,16; 36); Najor (Gén 11,27; 22,20-24); Labán (Gén 27,43; 28, 2ss). Nót~e que en el pacto de Jacob con Labán se mencionan los dioses de Abraham, de Isaac y de Najor, lo que revela, para el grupo de Labán, una religión del mismo tipo que la de los patriarcas (Gén 31,35).

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Los oráculos de Balaam anuncian bendición para los que bendigan a las tribus de Israel y maldición para quienes las maldigan (Núm 24,9), lo mismo que la bendición de Jacob (Gén 27,29); Y la fórmula de las bendiciones patriarcales particulares se convierte en una fórmula de bendición nniversal que en J domina y orienta toda la historia de la salvación: "por ti se bendecirán todos los mishpiijót de la tierra" (Gén 12.3; cfr. 26,4; 28,14). En consecuencia, otros pueblos podrán recibir también una bendición o una promesa del mismo YHWH (Esaú, Gén 27,39s; Ismael, Gén 16,10-12; 21,13.18)(9), pero la bendición para todas las mishpajót ha'adamah, que es la razón de su intervención en la historia, va exclusivamente a través de las familias patriarcales y de Israel, que es su depositario. Israel es una mishpajah entre las mishpQjót de la tierra, lo que significa que es un grupo familiar donde los miembros están unidos por lazos vitales que los separan de otros grupos; sin embargo esa misma noción de familia sirve para concebir y expresar cualquier nivel de comunión, de manera que la humanidad entera puede concebirse como una gran familia, unida genealógicamente en Adán y Eva, constituida por t.odos los "clanes" o mishpajót de la tierra. Pero la bendición es dada por Dios a un grupo en la forma de una fuerza vital y a través del padre. No hay que olvidar que el Dios de la promesa y la bendición es, en primer lugar, el Dios de personas: "de Abraham", "de Isaac", "de Jacob", "de Israel", entendidos, por supuesto, como cabezas de grupos que van a participar connaturalmente de su bendición (lO) . Ese grupo se considera unido por vinculas igualmente vitales (genealógicos) con todos los pueblos de la tierra, en lo que podemos ver la base natural para una transmisión universal de la bendición (que los relatos patriarcales muestran cómo se da en algunos casos); pero ella no se produce automáticamente, sino que depende de la actitud de cada grupo, clan, pueblo, etc., frente al grupo portador de la bendición. Se puede decir que desde el comienzo se advierte en la Historia de la Salvación una orientación universalista, claramente expresada por lo demás por J(ll); pero junto a ella hay una clara afirmación de las distinciones: la bendición se ofrece y se da a través de un grupo que tiene su propia especificidad y su propia historia(l2). Frente a los demás pueLa bendición de Ismael incluso coincide con la que J da como paradigma de la bendición patriarcal, en cuanto a hacer del patriarca una "gran nación" (góy g71dól) (Gén 12,2; 21,13, al menos según las versiones. Cfr. BH7). ( 10) De donde el título de "Dios del padre" con que se le d~igna a partir de los estudios de A. Alt. Sobre esta hipótesis y la discusión siguiente, cfr. R. DE VAUX,Historia, 1, pp. 268-273, con la bibliografía fundamental. Ver también, G. VON RAD, Teología del A.T., L Salamanca, 1972, p. 30ss; W. ZIMMERLI,Manual de Teología del A.T. Madrid, 1980, p. 261. Que la hipótesis es cada vez más discutida, advierte W.H. SCHMIDT,Einführung in das A.T. Berlin, 1979, p. 11. 111 ) Gén 12,1-3. ( 12) Esto me parece digno de ser subrayado frente a algunos autores de "teología de la liberación" que niegan toda distinción entre historia profana e historia de salvación. Cfr. G. GUTIÉRREz, Teología de la liberación. Perspectivas. Salamanca, 1972, p. 199. Al respecto, ver las reservas de la Comisión Teológica Internacional, Teología de la liberaci6n. BAC, Madrid, 1978, pp. 188, 200-205, Y el estudio de K. LEHMANN,"Problemas metodológicos y hermenéuticos de la 'teología de la liberación' ", id., pp. 12-15.

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bIas, Israel se distingue, desde el comienzo, como un pueblo llamado por Dios para una tarea especial: ser un signo en el mundo por el que los demás pueblos puedan conocer qué significa ser bendecido por YHWH, se sientan atraidos por esa bendición y lleguen a participar de ella. Esta participación presupone un reconocimiento de que es el Dios de los patriarcas (luego YHWH) el único que puede bendecir, y una disposición a unirse solidariamente con ellos y con sus descendientes en la búsqueda del shalóm(l3). Si nos preguntamos ahora qué es lo que constituye la especificidad de esa "mishpMiih conocida por Dios" (cfr. Amós 3,2) debemos decir que es, en cuanto causa eficiente, la libre y gratuita elección de Dios (aunque en las tradiciones patriarcales no aparece aún la terminologia de la "elección") que quiere establecer lazos especiales con ese grupo, cle donde la posibilidad d~ expresar la relación de Dios con Abraham en términos de un berzt que establece un compromiso solemne de parte de Dios(l4). Por parte del grupo elegido, es la fidelidad a la bendición ofrecida y recibida. Aunque el berzt de Abraham no incluye aún estipulaciones precisas que comprometan la vida de su familia, ésta queda comprometida de hecho en una actitud de espera y compromiso con la bendición que El puede dar, lo que incluye algún tipo de culto familiar que expresa la devoción hacia el "Dios del padre" y la confianza en su promesa (15). Los relatos patriarcales expresan indudablemente este rasgo de la existencia patriarcal. Frente a Lot, que escoge apresuradamente y según su propio crite!'io lo que le parece más provechoso para la vida de su clan, Abraham espera confiadamente lo que Dios le va a mostrar(l6); Esaú procede sin ningún aprecio por la bendición patriarcal, mientras Jacob la busca por todos los medios(l7). Precisamente, en esa tenacidad, podria decirse "suicida", por conseguir la bendición de su Dios, verá la fe israelita la razón de ser de "Israel" y lo expresará en un relato impresionante(18). En esta primera comunidad de salvación ya nos encontramos con lo que la Biblia llama un 'amo Parece ser que la palabra significa en primer lugar "pariente" y más exactamente "tío paterno", de donde se ex( 13)

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Es el sentido profundo de la elección. Ver una adecuada presentación del tema en J. SCHARBERT, op.c., pp. 152-156. Ejemplo de ese reconocimiento y de esa disposición: Gén 26,28-30. Los patriarcas aparecen como jefes de grupos que buscan establecer relaciones pacíficas con los habitantes de Canaán: Gén 13, Abraham con Lot; 23, con los habitantes de Hebrón; 26,26-33, Isaac con los filisteos de Guerar; 31,43-54, Jacob con Labán; 33,1-17, con Esaú y con los habitantes de Siquem (33,18-20). El episodio de Gén 34 constituye, para Jacob, una lamentable excepción (v.30). Gén 15. Aunque la atribución de este relato a alguna de las fuentes del Pentateuco es discutida, hay acuerdo en considerar el rito del berU con Abraham como una promesa solemne de Dios confirmada con un juramento ritual, según un rito que establecia una amenaza en caso de infracción ( ¡Aquí Dios establece la amenaza contra sí mismo!). Cfr. Jer 34,18. Acerca de lo que es posible saber o suponer sobre las prácticas religiosas patriarcales, ver R. DE VAUX, Historia, 1, pp. 281-285. Gén 13,11.14ss. Gén 25,32s; 27. Gén 32,23-30 (J). En P el cambio de nombre también va unido a la bendición (35,9s) .

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tiende al sentido general de "parentela"(19). El 'am es, por tanto, un grupo en el que sus miembros están unidos por lazos de parentesco que condicionan su vida. En el 'am se encuentra la fuente y la condición de la vida de cada individuo, y esa fuente es en concreto el padre. Ser separado del 'am (pena que se impone a quienes violan las leyes fundamentales del grupo) equivale a ser condenado a muerte(20). Como se ve, las nociones de bet 'ab o "familia", mishpiijiih o "clan", 'am o pueblo", se fundan en la idea de parentesco, en cuanto constituyen, en diversos niveles, una totalidad que participa (real o supuestamente) de una "fuente de vida común" (el patriarca), de un "alma común", y de una "historia común", que es la manifestación concreta de esa vida. Si la fuente inmediata de esa vida del grupo es, como hemos dicho, el patriarca, lo es en cuanto a través de él penetra en su existencia el elemento divino, puesto que Dios mismo se incorpora a esa comunidad de vida. En efecto, nombres teofóricos como Abi-ram, Am-ram, Aji-mélek significan que quienes los llevaban concebían al Dios familiar como "padre", "tío" o "hermano", es decir, como un "pariente"(21). Hay que notar que, desde el comienzo, el concepto de 'am se presta a una amplitud mayor que la de los estrictos lazos de consanguinidad. En realidad, puede incorporar elementos diversos que se unen simplemente en la historia común de la bendición paterna. Así, v.gr., el grupo conducido por Jacob desde Trasjordania es un 'am (Gén 32,8), p.ero está constituido no sólo por sus esposas e hijos, sino también por sus siervos y siervas (32,6) que deben haber sido numerosos a juzgar por el abundante ganado que tenían que cuidar (v. 15). En definitiva, el "pueblo patriarcal" es un grupo familiar en un sentido amplio que admite elementos no consanguíneos, pero cuya fuente vital común es una bendición divina que va a ir mostrando su particular eficacia no en virtud de los condicionamientos étnicos, sociales, culturales, etc., de ese grupo, que son comunes con los de su época y medio, sino del poder de ese Dios que bendijo a los patriarcas con un propósito de salvación que irá mostrándose cada vez más claramente a lo largo de la historia. EL PUEBLO DE YHWH La revelación de YHWH constituyó a los herederos de las bendiciones patriarcales en un 'am YHWH. La fórmula ("pueblo de Dios" o "pueblo de YHWH") no se emplea en relación con los grupos patriarcales. "Pueblo de YHWH" son, en primer lugar, los grupos que quedan unidos a YHWH en el SinaíjHoreb mediante un berzt que es un verdadero pacto bilateral donde Dios impone e Israel acepta los mandamientos(22). ( 19) (20) (21) (22)

Cfr. E.A. SPEISER, "People" and "Nation" of Israel. Oriental and Biblical Studies. Philadelphia, 1967, pp. 160-170. R. DE VAUX, Historia, 1, p. 165. Sobre la comunidad de vida implicada en el concepto de 'am, ver J. PEDERSEN,Israel, its Life and Culture, l-II. London-Copenhagen, 1926, pp. 54-57. R. DE VAUX, Historia, 1, 271s. Aunque en la tradición del Exodo las tribus que están en Egipto (por lo tanto, antes de la Alianza del Sinaí) son llamadas por Di~ "mi pueblo" ('ami). Ex 3,7.10, etc.

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Aunque no es posible recuperar con seguridad el contenido histórico preciso de la tradición del Sinaí a través de las diversas redacciones posteriores, es posible suponer la constitución de una comunidad sagrada integrada por las tribus conducidas por Moisés desde el Egipto hasta la Montaña Santa (conocida por la tradición con los nombres de Sinai y Horeb), santuario al que no se podía acceder sino bajo la condición de ajustarse a determinadas exigencias. Tal parece ser el primer origen de los mandamientos(23). En el primer núcleo de Israel podemos reconocer, por lo tanto, una forma de relación con Dios que supone determinadas exigencias de comportamiento y una expresión cultual de esa relaci6n. No hay que olvidar que la meta de la salida del Egipto es el "servicio" de YHWH ('abad), expresión que tiene un sentido cultual que apunta precisamente a esa "Montaña Santa" donde tiene lugar el encuentro con Dios(24). El "pueblo de YHWH" queda constituido por ~se bertt por el que YHWH se compromete a ser su Dios y a darle la tierra, y el pueblo se obliga a cumplir sus mandamientos(25). Esto es formulado en las tradiciones escritas mediante el esquema de los pactos. Tanto en Ex 34(J) como en Ex 19-24 (fundamentalmente E) se supone ese esquema, que comprende un rito (comida, aspersión de sangre) que une estrechamente, en términos de vida, a Dios y al pueblo. En .esos ritos de alianza se apunta en último término al pueblo, al que van dirigidas las promesas y al que se exige el compromiso, pero es por intermedio de representant.es o de un mediador(26). El 'am YHWH aparece asi, en virtud del bertt del Sinai, como un pueblo que debe su .existencia a una intervención de YHWH que se vuelve gratuitamente a las tribus de Egipto para constituir con ellas un pueblo que pueda servirlo en la libertad. En virtud de ese acto de liberación YHWH tiene derecho a imponerle exigencias como un señor a su vasallo, pero, por ese mismo pacto, YHWH se compromete a conducirlo por el desierto a la tierra respecto de la cual conservaban el recuerdo de una promesa hecha a los patriarcas(27). Este pacto funda una comunidad que sigue siendo un 'am, pero donde los lazos vitales, expresados por la ronsanguinidad, empiezan a tener una expresión juridica, de comportamiento social. Desde aquí en adelante Israel se distinguirá de los otros (23)

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H. CAZELLES,En busca de Moisés. EsteBa (Navarra), 1981, cap. 4. Según G. VION RAD, "... en la mentalidad antigua no puede concebirse el inicio de una relación particular con Dios sin la aceptación v el reconocimiento obligatorio de determinadas normas". Para él, sin embargo, el decálogo remontaría a la época de los Jueces y formaría parte de la fiesta de renovación de la Alianza en Siquem. Teología del A.T., I. Salamanca, 1'972, p. 249. R. DE VAUX lo hace remontar también al SinaL Historia, 1, 426s. CfI. Ex 7,16.26 y 5,1 (E). Según Ex 24,3-8 (atribuida a E) la alianza del Sinaí supone los mandamientos (las "palabras", efI. 20,1), lo mismo que Ex 34,10-27 (atribuido a En J, Moisés es parte de la Alian2la, como representando al pueblo (Ex 34,27). En E, el herit se hace con el pueblo, actuando Moisés de intermediario (20,18-21). En 24,9-11 los que contemplan a YHWH son Moisés y los setenta ancianos que representan al pueblo. (Aunque su atribución es incierta, parece ser una tradición muy antigua. CfI. DE VAUX,Historia, 1, p. 422ss). Con V. MAAG,W. ZIMMERLI,ve en este tema un elemento que remonta al pasado nomádieo de Israel. Manual, p. 23.

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pueblos por "lo que hace" yeso en relación con normas de origen divino que condicionan jurídícamente su existencia(28). Tal es el sentido de la fórmula de la Alianza: "vosotros, mi pueblo; Yo, vuestro Dios", presente en Ex 19-24 y formulada ya claramente en Dt(29). Es la corriente deuteronómica-deuteronomista la que conserva el recuerdo de las renovaciones de la Alianza en Moab y en Siquem. En la segunda hay que ver seguramente la extensión de la alianza yahvista a nuevas tribus residente en Canaán dispuestas a adherir a la fe en YHWH(30). Es en Siquem donde el conjunto de las doce tribus recibe el nombre de "Israel" (Gén 33,20; Jos 8,30), que es ahora el "Pueblo de YHWH"(31) que se compromete a servir a YHWH aceptando los decretos y normas (jóq úmishpat) impuestos por Josué, que para el dtr son las leyes del Deuteronomio, y aceptando también los riesgos de la Alianza con YHWH expresados en las bendiciones y maldiciones del .esquema (Dt 27-28) (32). Aunque aquí el esquema de pacto bilateral aparezca fuertemente subrayado (y quizás por la necesidad de subrayar, hacia fines del s. VII, la importancia de las exigencias morales contenidas en los mandamientos y normas divinas), el Dt no pierde de vista la radical gratuidad de la iniciativa que hace de Israel un "Pueblo de YHWH". Por primera vez aparece aquí el concepto de "elección de Israel"(33). El concepto supone una preferencia por algo o por alguien en razón de sus cualidades. Sin embargo, en este caso, la "elección" es enteramente inmerecida. No es por su número, su fuerza ni sus méritos o rectitud de corazón que ese "pueblo" goza de los bienes de la tierra prometida, porque en realidad es un 'am de "dura cerviz"; sino por el puro amor de YHWH que quiere cumplir el juramento hecho a los patriarcas(34). Es decir, simplemente porque es en ese 'am donde YHWH ha decidido llevar adelante su plan de salvación. Los profetas preexílicos se dirigen a ese pueblo de Israel unido a Dios por el berft del Sinaí, ratificado y ampliado en Siquem. Pero precisamen(28) (29)

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Las prohibiciones se refieren a aquello que "no se hace" en Israel. Cfr. Gén 34,7; 2 Sam 13,12; Ex 12,6; L?v 4,2, etc. El papel del pueblo en la Alianza es subrayado en el relato de Ex 19-24. La fórmula propiament? tal aparece en Dt 26, 17s. "YH\VH tu/vuestro/nuestro Dios" es una fórmula típica de la tradición deuteronómica-deuteronomista, centrada en la Alianza. Ver también Jer 11,4. Dt 28-29 habla de una renovación de la Alianza en Moab, hecha por Moisés antes de la entrada de las tribus en Palestina. Algunos autores ven en ella la extensión de la Alianza del Sinaí/Horeb a algunas tribus de Transjordania. Para otros, sería el texto de una tradición litúrgica diferente de la Alianza. Cfr. P. Burs, La Notioll d'Allance dans l'A.T., Paris, 1976, p. 173. El pacto de Siquem está relatado en Josué 24. Sobre su significado, R. DE VAUX, l/istoria, 1, p. 398. Cfr. A. H. J. GUNNEWEG,Geschichte Israels lJis Bar Kochlm. Stuttgar, 1976, p. 47. R. DE VAUX,Historia, 11, p. 187s. Para algunos autores las leyes que originalmente correspondían a este pacto serían las del Código de la Alianza (Ex 21-23) que ha sido claramente introducido secundariamente en la Alianza del Sinaí J. L'Hou/\, L'AIliance ele Sichem. RR. 1962, 5-36, 161-184, 350-3(8). . La primera aplicación de biT (elegir), a Israel, se encuentra en Dt 7,6s. Cfr. 4,37; 10,15; 14,2. Dt 7,7s; 8,17s; 9,4-6.

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te en los profetas la teologia del berit se convertirá en fuente de acusación contra el pueblo de Dios, ya que su incumplimiento no puede menos que atraer el castigo de YHWH contra su 'am(35). Sin embargo hay un compromiso divino solemne que permite sostener la fe en la supervivencia del 'am de YHWH. Esta supone una nueva Alianza(36) y también la presencia de un intercesor, cuya función salvadora aparece tipificada ya en Moisés. La apostas'a del becerro de oro constituye una amenaza de exterminio para Israel, que se salva sólo gracias a la intercesión de Moisés. Ahi queda claro que Dios podria cumplir su proyecto de hacerse una "gran nación" a partir de Moisés sin ninguna conexión con el "pueblo" sacado del Egipto, pero eso no seria cumplir el juramento hecho a Abraham, Isaac y Jacob. La intercesión mantiene presente ante Dios su promesa(37). En los últimos textos citados queda claro que Israel es un 'am que en virtud de una promesa divina va a entrar en una tierra que está ocupada por varios góyim (Dt 8,20; 9,1s; cfr. 4,38), para convertirse él mismo en un goy gádol (cfr. Ex 32,10; Dt 9,14; Núm 14-12) que es, por lo demás, el objetivo de la promesa según J (Gén 12,2). LA MONARQUIA y LA "NACION" ISRAEL Parece ser que la palabra góy designaba también originariamente una unidad de tipo familiar: la tribu o el clan. En los textos de Mari, en la form gawum o gayum, designa a las tribus de origen semita occidental (como las israelitas) que se mov:an en esa zona(38). En Núm 14,12; Dt 9,14; Gén 17,20, reciben el nombre de goy grupos descendientes (posibles o reales) de Moisés y de Ismael, concebidos por lo tanto como consanguíneos. Sin embargo en el A.T. esa palabra va diferenciándose de 'am, en cuanto designa una comunidad definida por un territorio y una lengua comunes y un régimen politico propio, independiente. Cuando las tribus de Israel se acercan al territorio de Canaán son, como hemos visto, un 'am frente a los góyim ahí instalados(39) , cada uno con sus ciudades, reyes e instituciones, pero con la esperanza de llegar también ellas a convertirse en un góy poderoso (40) .

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Pertenece a la idea pmpia del berit, que termine en caso de infracción (efr. Dt 30,15ss). Los profetas sacan las consecuencias. Cfr. Os 4,2s; 8,1; 6,5a; Amós 2,6-16; Jer 6,8.28.30, etc. Os 2,16-25; Jer 33,31ss. Ex 32,7-14; Dt 9,7-21. El mismo tema en Núm. 14, 11-19. Así, los haneas, agrupados en gaymn. Cfr. J-R. KUPPER, Les nOllwdes en Mesopotamie all temps des mis de Mari. Paris, 1957, p. 20. Cfr. R. DE VAUX, Historia, 1, pp. 165s. Dt 4,38; 7,1.7; 9,1, etc. Sin embargo comparando 7,16 y 17; 9,1 Y 2 se advierte que los términos 'am y góy son fácilmente intercambiables. Fuera de la promesa en Gén 12,2, véase Dt 4,5-8, donde se le da a Israel el título de góy, considerándolo anticipadamente ya instalado en la tierra prometida. En Ez 35,10, la división de Israel en dos territorios permite hablar de dos góyim. En Dt 26,5, el empleo de góy para designar a las tribus en el Egipto está en relación con su grandeza, poder y número, que son un preanuncio del cumplimiento de la promesa patriarcal (En Ex 1,9, sin embargo, Israel es un 'am).

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Israel llega a ser un góy en la monarquía. Es entonces cuando se consuma políticamente la unión de las doce tribus en un territorio propio y con sus propias instituciones. De hecho, la petición de la monarquía va unida a la pretensión del "pueblo", representado por sus ancianos, de ser "como todos los góyim"(41). Este paso de la federación tribal al estado monárquico respondía sin duda a la necesidad de salvaguardar los valores más esenciales del Pueblo de YHWH; en primer lugar su existencia misma como comunidad de YHWH, independiente, libre para poder vivir la Alianza, por lo cual se impondrá pese a la resistencia de medios más tradicionalistas. La comunidad de salvación tiene ahora la forma de una "nación", pero eso es teológicamente posible sólo en tanto cuanto la nueva forma social pueda ser expresión de la unión con YHWH, que es la razón de ser de esa comunídad. La expresión de la unión con YHWH es la Alianza. De ahi que en la visión dtr de la realeza, su justificación se encuentre en un compromiso de todo el pueblo, con el rey incluido, de someterse a las exigencias de la Alianza (42). Como entidad histórica, Israel es ahora un góy,. como comunidad de YHWH sigue siendo un 'amo Si la tendencia dentro de un estado o nación va en el sentido de la disolución de los lazos familiares, fundados en las profundidades más radicales de la vida, en beneficio de otras solidaridades (de clase, de profesión, de partido), la afirmación de la Alianza común con YHWH mantiene viva la conciencia de una fraternidad en la que está comprometido el mismo rey, y que condiciona fundamentalmente, por debajo de cualquier otro recurso institucional (político, diplomático, económico, militar, cúlticO), la plena posesión de la vida. De ahi una verdadera renuencia a darle a Israel el título de góy en las tradiciones biblicas. Desde su punto de vista, que es el religioso, Israel sigue siendo un 'am, el 'am YHWH, mientras que góy nunca es usado con sufijos o en estado constructo referidos a YHWH(43). La conversión del 'am YHWH en una monarquía va a traer consigo, sin embargo, el reempleo de ciertos temas fundamentales de la Historia de la Salvación. En primer lugar el reyes un "elegido". En realidad bjr parece haber sido empleado primeramente en relación con el r.ey; su utilización respecto a Israel es recién deuteronómica y deuteronomista, como ya dijimos. En 1 Sam 8,18; 11,15; 12,13, la elección del reyes hecha por el pueblo; en 1 Sam 10,24; 16,8-10; 2 Sam 6,21, la elección es divina; 2 Sam 16,18 (y cfr. Dt 17,15) une la elección popular y la divina en un solo acto. En esos textos no parece tratarse aún de una decisión divina (o popular) que afecte irrevocablemente a la dinastia (de Saúl o de David). El concepto de elección dinástica aparece recién en el oráculo de Natán y luego en los textos dtr( 44). La elección real comprende en todo caso la unción del rey, que le confiere el carácter de posesión de Dios que lo hace sagrado(45). otra manera de expresar el carácter sagrado del rey va en la ( 41 ) (42) (43 ) (44) (45)

1 Sam 8,5.20. 1 Sam 12,6-25; Dt 17,14-20. Al final de su evolución goy se dirá exclusivamente de las naciones extranjeras, y, por último, de los infieles en general. 2 Sam 7,11ss; 1 Re 8,16-20; 11,34. Ver también Ps 78,70; 89,20s.37. 1 Sam 10,1; 16,12s; 2 Re 9,1-3.6 y cfr. 1 Sam 24,7.11.

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línea de lo carismático. El elegido recibe el espiritu que lo convierte en un caudillo capaz de realizar obras salvadoras como heredero de los antiguos "jueces"(46). El rey elegido es el instrumento divino para la liberación del pueblo (1 Sam 10,1; 2 Sam 3,18; 5,2), pero esto no implica una sacralización a la manera de los monarcas orientales. La tradición de David quiere subrayar que Dios elige como su instrumento al más insignificante, cuya eficacia depende de su disposición a cumplir lo que YHWH ordena(47). Por otra parte, la aceptación del rey por las tribus tiene su base en que lo pueden ver como de los propios huesos y de la propia carne (2 Sam 5,1). Como se ve, el tema de la "elección" puede referirse al pueblo o al rey que lo representa, pero siempre mantiene el aspecto de gratuidad divina; Dios es el que elige soberanamente. En cuanto a la forma de la elección del rey, puede ser de tipo dinástico fundada en un oráculo en favor de la dinastía, como el que se aplicó en Judá desde David hasta la caída de Jerusalén, o bien de tipo más "popular", es decir, por una aclamación del designado carismáticamente, ya sea por algún hecho notable, ya por una designación profética, como en el Reino del Norte(48). Dentro del sistema dinástico, Judá pasó por períodos de crisis política y religiosa superados por la intervención del 'am ha' ares que aseguró la sucesíón dinástica(49), míentras en el Norte, con mayor participación profética y popular, las sucesiones políticas fueron en general más violentas y la catástrofe se precípitó más aceleradamente. El oráculo de Natán no habla de juramento ni de ber'it con Davíd. Se trata, como en la promesa patriarcal, de una palabra dicha por Dios en favor de David y de su "casa"(50). Más adelante, sín embargo, esa promesa se va a entender como un juramento de parte de Dios y como un verdadero ber:¿t eterno con David y con su "casa", es decir, su descendencia(51); idea que jugará un papel importante en relación con las esperanzas de la comunidad postexílica(52). En todo caso, aunque la promesa y el berU aparecen incondicionales y eternos en favor de la dinastía davídica, no es sin relación con el cumplimiento de la voluntad de Dios. Ya la elección de Davíd como nag'id de Israel en lugar de Saúl se funda en que es "un hombre según el corazón de YHWH" (1 Sam 13,14; cfr. 15,28) y la permanencia de la dinastía depende de su capacidad de hacer el bien y no el mal, lo que significaba guardar la Alianza del Sinaí y sus estatutos(53). Es cierto que se prevé la defección de la descendencia ( 46) (47)

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1 Sam 11,6s; 16,13; cfr. 1 Sam 10,10. 1 Sam 16,6-12; 13,14 Y ver todo el c. 15, donde el motivo del rechazo de Saúl es oscuro, pero el salmo colocado en boca de Samuel (vv. 22s) subraya el valor de la obediencia. V.gr., 1 Re 11,29ss; 14,14; 16,1; 2 Re 9,lss. Es lo que supone Dt 17,14 s. 2 Re 11,14.18; 14,21; 21,24; 23,30. El "pueblo de la tierra o del país", es el conjunto de los ciudadanos de plenos derechos. Cfr. R. DE VAUX, Instituciones, pp. 112-114. J. SCHARBERT, op. c., p. 208. En 2 Sam 5,2 se menciona un "oráculo" que anuncia que David será nagid, caudillo de Israel, sin mención de su "casa". 2 Sam 23,1-7. Aquí se trata de un berit eterno con la dinastía davídica. Ps 89, 4s. 29s. 39s, alude claramente al Oráculo de Natán. Jer 33,20-22 (Posexilico); Zac 4,1-14; 6,13. 2 Sam 7,14. En 1 Re 2,4 la promesa en favor de la dinastía davídica está hecha en términos del Dt, lo que hace pensar en la Alianza de YHWH con Israel. Lo

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de David, pero se confia en que entonces un castigo "humano" será suficiente para asegurar la estabilidad eterna del trono davídico (2 Sam, 7,14-16; Ps 89,31-38). Así, con el advenimiento de la monarquía la constitución social de la comunidad de YHWH cambia, aunque sigue vigente la intuición original de comunidad de vida en unión con YHWH. La entidad social "pueblo" también aparece relativa, ya que los temas salvíficos de "elección", "promesa", "alianza" pueden ser aplicados inmediatamente al rey. Esto no significa que quede anulada la referencia al pueblo, sino que se trata del instrumento a través del cual está realizando Dios su plan de salvación que mira al pueblo de Israel y a todos los pueblos de la tierra. En 2 Re 22-23 la amenaza contra los habitantes de Judá es evitada gracias a la penitencia del rey (22,19) que actúa en representación del pueblo (22,13). La renovación de la Alianza es hecha por el rey delante de todo el pueblo que la confirma (23,1-3). Si la bendición llegaba a la familia a través del patriarca y la Alianza del Sinai suponía un mediador como Moisés y .rosué, en la monarquía esa función le corresponde al rey. AqUí, sin embargo, se advierte un fenómeno interesante. La fuerza de la institución monárquica tiende a hacer que se atribuyan al rey prerrogativas excepcionales (unción, eleccíón, promesa y alianza eternas); sin embargo la decepción producida por la monarquía histórica hizo que se afirmara también explícitamente su igualdad radical con los demás hermanos de la Alianza. Cosa que no ocurre con Moisés, que es ubicado en un lugar excepcional, a veces casi entre Dios y el pueblo(54). La experiencia monárquica significó también la división del pueblo de YHWH. En el relato del cisma, tanto las diez tribus del norte como Judá y Benjamín son "el pueblo" (1 Re 12,6s. 9.12s. 15, Y v. 23), las tribus del norte son "todo Israel" o "Israel" (v. 1.16.19.20s. 24.28.33), mientras que Judá y Benjamin, adictas a la monarquía davídica, serán "la Casa de David" (v. 16.19s. 26), "los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá" (v. 17), o "la Casa de Judá", distinguiéndola de la tribu de Benjamín que se le añade (v. 21.23). Son, de hecho, dos 'am YHWH y dos góyim. En el Mte. Carmelo es "todo el pueblo", que es "todo Israel", p.d., las tribus del norte gobernadas por Ajab, el que se reúne para renovar la Alianza con YHWH como único Dios de Israel (55). Ese pueblo actúa como legitimo heredero del Israel de las doce tribus (v. 31). Por otro lado, los profetas del sur se dirigen al pueblo de Judá como pueblo perteneciente a YHWH, aunque sea para reprocharle su apostasía. No hay,

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mismo sucede en el berit de Ps 132, 12, donde en el contexto de una liturgia del arca se apela al juramento hecho en favor de la descendencia davídica. En la teofanía del Sinaí (Ex 19) Moisés es llamado al monte y penetra en la misma nube, en la cima de la montaña donde Dios le habla. El pueblo, en cambio, incluidos los sacerdotes, deben purificarse para acercarse al monte, siéndoles prohibido, en todo caso, subir a él (en el v. 24 se perm'ite la subida a Aarón). Núm. 12,6-8, afirma la superioridad de la comunicación divina con Moisés sobre la que puede alcanzar cualquier profeta. Finalmente, la posibilidad de que Dios cree un nuevo pueblo a partir de Moisés indica que su relación con Dios es diferente (Ex 32,10; Núm 14,12). 1 Re 18,205.36.39.

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hasta el año 722, problemas acerca del cuál es el "verdadero Israel" (56). Aunque separadas, las tribus se sienten unidas en una Alianza común. La intención de Jeroboam I es que las tribus del norte rindan culto en Betel al Dios que las hizo subir de la tierra de Egipto (1 Re 12,28), Y profetas yahvistas no tuvieron inconveniente en ungir reyes para esa porción del pueblo de YHWH. Por otro lado, en Jerusalén estaban el Arca de la Alianza del Sinai y el rey detentor de la promesa hecha por YHWH a través del profeta Natán. Con la caida del Reino del norte, en el año 722, la continuidad quedó asegurada únicamente por Jerusalén y la dinastia davidica, de manera que los elementos israelitas del norte que quedaron en su territorio conservaron su relación con la Alianza por medio de Jerusalén. Fue ahi donde se conservaron activas las corrientes religiosas del norte y sus tradiciones (57). A fines del s. VII, Josias, única cabeza legitima del pueblo de YHWH, intenta extender su reforma religiosa y su autoridad pol1tica a todo el antiguo territorio de Israel y establece el santuario de Sión como centro único de todos los que comulgan en la fe en la Alianza. La renovación de la Alianza es realizada por el rey, rodeado por los ancianos de Judá y Jerusalén en la Casa de YHWH según el libro de la Ley, que traia desde el norte el .esquema de la Alianza del Sinai (58). El "pueblo" es aqui la comunidad de Jerusalén y de Judá (2 Re 23,2s). De aqui en adelante el pueblo de YHWH se definirá, cada vez más estrictamente, en relación con la Ley y con el único templo de Jerusalén. Pero la caida de Jerusalén, en el a. 587/6, con el consiguiente fin de la monarquia davidica, iba a plantear nuevas cuestiones respecto al Pueblo de Dios. Desde luego, hubo quienes consideraron definitivamente liquidada la Alianza con YHWH, ya sea porque reconocieran que sus pecados habian llevado su historia a un desenlace final catastrófico (previsto por los demás en el mismo esquema de la Alianza), ya porque vieran en la ruina del reino de Judá la manifestación de la debilidad de YHWH, lo que hacia inútil seguir preocupándose de El. Estas actitudes atestiguadas entre los desterrados en Babilonia y Egipto deben haber sido compartidas también por parte de la población dejada en Judá (59). (56)

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Los profetas se dirigen por igual, en nombre de YHWH, a Judá y a Israel-Efraím: dI. ls 7,8; 9,18.20 (ambos son "pueblo"); 28,1-6; Amós (YHWH está en Sión- 1,2pero lo envía a predicar al norte); Miqueas (en nombre de YHWH que está en su Templo, profetiza contra la Casa de Israel y la de Judá, 1,2-7). La tradición E es unida a J en el sur; el código Dt, comenzado probablemente en el norte, es completado en el sur; las tradiciones de Oseas y Amós reciben complementos judíos; las tradiciones de Samuel, Elías y Eliseo van a servir de material para la redacción de la historia deuteronomista, compuesta en el sur. Sobre la reforma de Josías y la identificación del "libro de la Ley" encontrado por Jilquías con el Dt, ver las Historias de Israel. También, N. LOHFlNK, Die Bundesurkunde des Konigs Josias, Biblica, 1963, 261-288, 461-498. La tesis del origen septentrional del Dt, defendida por V. Rad, A. Ah Y otros, aunque ha recibido críticas, sigue siendo la común. G. v. RAD, Studies in Deuteronomy, London, 1953, esp. c. V. Un resumen del estado actual de la cuestión: R. E. CLEMENT, Pentateuchal problems, en Tradition and Interpretation, ed. C. W. ANDERSON, Oxford, 1979, pp. 117s. Introducción Crítica al A. T., ed. H. CAZELLES,Barcelona, 1981, 244s. Ez 20,32: quieren ser como los góyim, adoradores de los ídolos. La fuerte predicación del 11 Isaías contra la idolatría es prueba de la existencia de ese mal

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Sin embargo la fe en el Dios de la Alianza continuó, "contra toda esperanza", gracias a la interpretación inspirada de las antiguas tradiciones y a los profetas. En todo caso, ¿qué es ahora el "Pueblo de YHWH"? Ya después de la primera deportación (597/6) se advierte en los escritos de Jeremías un planteamiento de la cuestión. Los deportados a Babilonia se sienten manifiestamente ligados a la comunidad de Jerusalén (60). Ellos tienen la seguridad, mantenida por sus profetas, de que el destierro será breve (29,8s. 15.21s). Pero Jeremías no sólo los saca de su error, exhortándolos a instalarse en Babilonia con la promesa divina de que Dios los devolverá en el futuro (no cercano) a Jerusalén, sino que prácticamente anuncia que en definitiva los "higos buenos" por los que se interesará YHWH son los desterrados que El echó al país de los Caldeos y que ahora están expulsados del "lugar" (61). A ellos, Dios les hará "bien"; con ellos, YHWH, el Dios de la Alianza, ejecutará su proyecto de reconstrucción (62), proyecto que no es sino la reanudación de los lazos del antiguo berit del Sinaí: "ellos serán mi pueblo y Yo seré su Dios" (63). Los que están en Jerusalén, en cambio, serán aniquilados: el rey, sus principales y el resto de Jerusalén(64). Si aparece aquí el tema del "resto" (v. 8) es para designar a los que quedan en Jerusalén después de la primera deportación, consagrados a la destrucción total. Esta profecía de Jeremías ya anuncia un futuro para la Alianza de Dios con su pueblo, que pasa, sin embargo, por la destrucción de Jerusalén y del templo y la muerte del rey (65). Es cierto que Jeremías entrevé para el futuro un "Germen de David" que reunirá a Judá e Israel (23,5-6) y que podría ser Joaquín, desterrado en Babilonia, o algún descendiente suyo (66). En esta profecía de los higos, Jeremías relaciona esa reconstrucción futura del pueblo actualmente en Babilonia con la donación de un "corazón para conocerlo" (24,4) (67). entre los exiliados (40,18-20; 41,6-7.21-24; 42,8.17; 44,6s.9-19; 45,16.20; 46,ls.5-7). En cuanto a la presencia de prácticas idolátricas en Jerusalén, cfr. Ez 8,7-18; 9,9. Finalmente, ver los argumentos dados por los judíos refugiados en Egipto (Jer 29,24-32). (60) Shemaías, v.gr., se preocupa por lo que ~e hace y se dice en el Templo de Jerusalén (J er 29,24-32). (61) Jer 24,5. Se alude a la relación de los judíos con el Templo (cfr. v. 1) Maq6m designa habituahnente al "lugar santo" o "santuario". Jer 7,3.7.12. Cfr. Gén 22, 3.9.14; 28,11.17.19. (62) Jer 24,6. Tema central en el mensaje de Jeremías. Cfr. 1,10; 18,7; 29,5; 31,28. (63) Jer 24,7. Nótese también el "Yo soy YHWH". (64) Jer 24,8-10. (65) Que habían sido profetizados con anterioridad por el mismo Jeremías (7,1-15). ( 66) El tema del Germen aparece ya en 1saías (4,2; 6,13; 11,1) Y luego en 1s 45,8; Zac 3,8; 6,12. Zorobabel, nieto de Joaquín, regresó a Jerusalén enviado como gobernador (pé;ah. Esdr 2,22; 3,2; Neh 7,7; Ag 1,1; 2,2) por los persas y despertó, como veremos, esperanzas mesiánicas. ( 67) Fuera de las comunidades de Palestina y Babilonia, colonias judías se habían establecido desde antes en Egipto, y allá se refugiaron algunos después de la caída de Jerusalén y de la muerte de Godolías. Esa parte del pueblo de YHWH se fue, sin embargo, alejando cada vez más de la pura fe yahvista. De esa contaminación idolátrica da fe el c. 44 de Jeremías. Sobre los judíos en Egipto, conocidos especialmente gracias a los papiros arameos hallados en Elefantina. Ver A. LODs, Histoire de la littérature hébra'ique et ;uive. Paris, 1950, pp. 554-565. L.

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En todo caso, tanto en Babilonia como en Jerusalén continuaron existiendo sendas comunidades adheridas a la fe tradicional de Israel, aunque en condiciones diferentes. En Jerusalén siguió desarrollándose un cierto culto en el templo en ruinas. Testimonio de esa liturgia son, por ejemplo, el libro de las Lamentaciones y algunos salmos de lamentación que vienen probablemente del mismo ambiente. Aunque Jerusalén se encuentra asolada, el Señor haya rechazado su altar y desdeñado su santuario (2,7), hayan perdido al rey, a los principes, a los sacerdotes y a los profetas (2,9; 1,19), e incluso la Torah (2,9), Israel, que se identifica ('omo "hijos de Jerusalén" o "de Sión", sigue clamando a YHWH, apelando a su amor, su ternura y su fidelidad que son inagotables (3,22-24). En tales circunstancias no hay otra solución para el pueblo de YHWH que "esperar en silencio la salvación de Yahveh" (vv. 25-27). Aqui pareciera que la tradición jerosolimitana del Pueblo de Dios relacionada con la monarquia davidica queda reducida a ese resto miserable que se identifica por su relación con la ciudad de David arrasada y despojada de todos los instrumentos que la hacian tradicionalmente el Pueblo de YHWH, incluida el Arca de la Alianza en la que se conservaba el "Libro de la Ley", que era su documento. Conviene recordar, aqui, que el tema de la "elección", propio de David y de su dinastia, fue transferido, ya por el Dt, a Jerusalén, "lugar elegido por YHWH ... para poner alli la morada de su nombre" (Dt 12,5; Ps 132,13s). Se podria decir que esas ruinas vacias eran para la población dejada en "la tierra" el sacramento de su unidad. En Babilonia, el mensaje de consolación que el II Is pronuncia en nombre de YHWH va dirigido a su 'am (40,1) y está fundado exclusivamente en la seguridad de su amor a un pueblo que llama "suyo". Las instituciones de Israel no desempeñan ningún papel. Es cierto que el II Is alude a las promesas hechas a David, como fundamento de la Alianza eterna que hará con Israel (55,3), y que en un oráculo muy conocido por la liturgia de Adviento alude al Germen mesiánico (45,8), pero es directamente YHWH el centro de ese nuevo pueblo que se encamina a Sión dirigido por El que viene a reinar (40,9-11; 52,7ss). La única garantia de este pueblo es ahora el poder de YHWH, único Dios, creador del mundo y de Israel, y que se ha comprometido con él, desde el principio, como su go'el (68). Igual afirmación en Ezequiel. Para este profeta, la historia de la salvación es una "historia de las infidelidades de Israel", Pueblo de Dios, que en su última situación no aspira sino a ser "como los góyím y las mishpiijót de los paises, adoradores del leño y de la piedra" (20,32). Como pueblo, está muerto: huesos secos desparramados, carentes del espiritu capaz de convertirlos en una totalidad viva (69). También aqui es claro que la fe en el futuro del Pueblo de Dios no tiene su fundamento en el mismo 'am, sino únicamente en YHWH que ha decidido purificarlo, darle un corazón nuevo, infundirle su espiritu para que "Eléphantine", DBS, I1, cols. 962ss. P. GRELOT, Documents araméens d'Egipte. Paris, 1972, p. 33 ss. 15 41,14; 43,1.14; 44,6,24, etc. El go'el es el pariente próximo encargado de la defensa de la vida y de la propiedad familiares. Cfr. R. DE VAUX, Instituciones, pp. 35 ss, 52 s. Ez 37,1-14. HENNEQUIN,

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viva; lo que significa: para que puedan conducirse según sus preceptos y observen y practiquen sus normas (70). Y la razón profunda de esa decisión en favor de su pueblo, más allá de todas sus infidelidades, se hunde en el misterio de Dios mismo: en su preocupación por su nombre que misteriosamente ha querido ligar a la historia de este pueblo que se define como "de YHWH", pero que debe ser conocido por todos los góy'im: "no hago esto por consideración a vosotros, casa de Israel, sino por mi santo nombre, que vosotros habéis profanado entre las naciones donde fuisteis. Yo santificaré mi gran nombre profanado entre las naciones, profanado all1 por vosotros. Y las naciones sabrán que yo soy YHWH ... " (71). La antigua fórmula de la Alianza, "seré su Dios y ellos serán mi pueblo", queda condicionada a esta acción de Dios (37, 27) (72). La perspectiva hacia todas las naciones, designadas como 'amim o góy'im, es clara en II Is. La restauración del pueblo "consciente de la Ley de Dios", "sabedor y seguidor de lo justo" (51, 1.7), tiene por finalidad iluminar a los pueblos mediante la tórah y el mishpat de Dios (51,4) (73). Pero en los Cantos del Servidor esa función hacia las naciones queda cumplida por la figura del Siervo que dicta el mishpat a los góy'im (42,1) Y lo implantan en la "tierra", mientras las islas atienden a su torah (v. 4). Ahora es él la "luz de las naciones" ('or goyim) (49,6) e incluso en él se realiza de una manera misteriosa el ber'it 'am (42,6) (74). EL PUEBLO SANTO La comunidad del Nuevo Exodo es designada en el II Is como ne~ure yisra'el. Na~úr es un participio pasivo de una raiz nsr que significa "observar atentamente" y de ahi "custodiar" (cfr. en latin, "speculator"). La expresión aparece aplicada a Israel en Dt 32,10: el "pueblo de YHWH", (70) (71) (72)

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Ez 36,25-27; 37,14. "Yo haré que os conduzcais según mis preceptos ... " Ez 36,22ss; 37,13.28, etc. Para Ezequiel, la alianza del Sanai ha sido rota por Israel. El hará ahora una alianza eterna que será un bent shalóm, e.d., que le asegurará al pueblo una existencia de paz y de "salvación" en la tierra prometida, bajo la autoridad de un descendiente de David al que, sin embargo, no se le da el titulo de rey, sino solo el de nasi (16,59-62; 54,23-25; 37,24-26). El contenido de ese shalóm es descrito en 34,25-29: existencia segura frente a bestias y enemigos, libertad, ausencia de calamidades naturales (sequía), abundancia de bienes de la tierra. Con el título de nasi Ezequiel parece querer reducir la importancia del jefe civil de una comunidad que toma características de comunidad sagrada (cfr. Ez 37,26-28. Ver en la "torah" de Ezequiel, el papel (''entral del Templo, el sacerdocio y los sacrificios en la comunidad restaurada, cc. 40-48. El lugar que se le asigna al nasl está calculado para que no pueda oprimir más al pueblo de YHWH: 45,7-12). Según De Vaux, el término designó originalmente al jefe o sheik tribal, y es empleado por Ezequiel para designar al jefe laico de la comunidad de Israel restaurada después del Exilio (Instituciones, pp. 30, 532; Historia, 11, pp. 224 s.). Los "pueblos" de Is 51,4s, son los pueblos extranjeros, los góylm y las "islas". La torah, el mishpat, el ~édeq, el yesha' (salvación) de YHWH serán "luz de las naciones", pero El se dirige, en primer lugar, a un pueblo que busca a YHWH y que tiene un conocimiento particular de lo justo (sédeq) y de la tÓTah (vv. 1.7). Que bent se refiere a los pueblos extranjeros parece inferirse del paralelismo con 'or goyim ("luz de las naciones"). Ver también n. 73.

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Jacob,es encontrado por YHWH en el desierto y tratado maternalmente (75), como "porción" suya (jéleq), "parte de su heredad" (jébel najalató). Las otras naciones (góyím) y pueblos ('amím) fueron distribuidos según los bené 'eztm (76), es decir, según el número de esos seres celestiales (los ángeles) que Dios colocó como custodios de las naciones; Israel, en cambio, está reservado a Dios que se relaciona directamente con él, no por intermediarios sobrenaturales (77). Esto conduce directamente a un rasgo importante del Pueblo de YHWH en la tradición bíblica: es una comunidad santa. No es del caso remontarse aqui al concepto de "santidad" en el A.T. (78). Recordemos que es lo que define a Dios en si mismo: su ser divino, su trascendencia, su poder vivifican te y al mismo tiempo tremendo; por definición, inaccesible al hombre. Dios es el tres veces santo. Desde el comienzo, como hemos visto, las tradiciones biblicas ven lo especifico de Israel en su estrecha vinculación con su Dios, pero esta particular conciencia de Israel se va profundizando a lo largo de su historia. Para Jeremias, el Israel que seguía a YHWH por el desierto con amor juvenil era qódesh laYHWH, "santo para YHWH", consagrado a El, como "primicia de su cosecha", de manera que quien pretendiese comerlo cometeria un delito no ordinario, antes bien, un verdadero sacrilegio (79). Concuerda con esto la teologia del Dt que, en relación con el tema de la elección de Israel, afirma su carácter de "pueblo santo para YHWH" (80). Esta santidad, consecuencia de la elección, exige la exclusión de la idolatría y la impureza legal, lo que, en esa circunstancia, supone el rechazo de cualquier berU con pueblos extranjeros. Pero el Dt es el libro de la Alianza exclusiva de Israel con YHWH, con lo que la "santidad" de Israel queda explícitamente conectada con los mandamientos de la Alianza. En el marco de la Alianza la santidad se convierte para Israel en una cuestión de vida o muerte (bendición o maldición) (81). Ese pueblo es, en realidad, para el 175)

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Lo "envuelve", lo "sustenta", lo "cuida" (nsr). El "canto de Moisés" es atribuido a la época del Exilio. Ver nota de la TOB, in loco. Discusión de los argumentos: S. R. DrovER, Deuteronomy, Le.e. Edinbourgh, 1902, pp. 345 ss. J. BLENKINSOPp, Deuteronomio, C.B.S.]., I. Madrid, 1971, p. 343; P. BUIS-J. LECLERcQ,Le Deutéronome, Paris, 196.3, pp. 192 s. Dt 32,8. Lectnra má~ probable, según las versiones y mss de Qumrán; cfr. BH 12, B] Y TOB. J. BLENKINSOPP, op. e., p. 344. P. BUIS-J. LEcLERcQ, op. e., p. 196 s, preferirían el T.H. Tendriamos aquí una expresión temprana de la creencia en ángeles tutelares de las naciones y de los hombres, identificados con las estrellas (cfr. Dt 4,19), cuyo origen se encuentra probablemente en Persia. El tema se desarrolla, especialmente, en la literatura apocalíptica. Ver Dan 10,13 y el libro de Henoc, más o menos contemporáneo. Sobre este tema, A. LAcocQUE, Daniel et son Temps. Geneve, 1983, esp. pp. 113 s. (Bibliografía). Nótese, sin embargo, que en Dan se supone que el pueblo de Dios tiene también su ángel o principe celestial (10,13.21; 12,1), así como los tienen Persia y Yaván (Grecia) (10,13.20). Ver, W. ZIMMERLI,Manual, p. 161. Jer 2,2s. Las primicias del campo pertenecen a Dios, Ex 22,28; 23,19; 34,26; Lev 23,10-17. Esas primicias, según Dt 18,4s; Núm 18,12s, pertenecen a los sacerdotes. Ver en Dt 26,1-11 la oración de presentación de las primicias. Dt 7,6; 14,2.21. Dt 11,26-28; 30,15-20; 28,9-15 ss.

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Dt, un qahal, es decir, una asamblea o una especie de comunidad religiosa comprometida en la observancia de las mismas leyes divinas (82). Pero es sin duda la corriente "sacerdotal" la que lleva esta idea de la "santidad" de la comunidad de Israel a su máxima expresión. Ya la Ley de Santidad, anterior al Exilio, está centrada en la santidad de YHWH que debe manifestarse en la conducta santa de su pueblo: "Sed santos porque yo YHWH, vuestro Dios, soy santo" (83), y luego los textos "sacerdotales" presentan a Israel como una comunidad capaz de vivir en torno a la Tienda de Reunión donde Aarón y los levitas ofrecen los sacrificios y bendicen y santifican al pueblo (84). Es el ideal de una comunidad que, despojada de todo lo que la constituia nación y pueblo entre las naciones y pueblos de la tierra, ve su identidad en lo que la distingue religiosamente: sus tradiciones religiosas y su culto. En ese momento todo lo que puede mantener la conciencia de ser Israel se encuentra en manos del sacerdocio: ellos enseñan lo que es ser Israel y lo que se hace y no se hace en Israel. Aunque carentes de culto en Babilonia, la figura del Israel ideal que entrevén para el futuro que Dios tiene reservado a su pueblo es el de una comunidad cúltica que recibe el nombre de 'edah (85). La Versión de los LXX, como se sabe, traduce qahal y 'edah, respectivamente, por ekklesía y synagogé, que son más o menos sinónimos. En esta linea de pensamiento hay que colocar la promesa de Ex 19,5ss, de atribución discutida (86): los "hijos de Israel" sacados del Egipto están llamados a ser, por la observancia de la Alianza, 'am segullah para YHWH entre todos los pueblos, es decir, su "pueblo de posesión exclusiva, selecta, preciosa", yeso porque serán para YHWH un "reino de sacerdotes y una nación santa" (mamléket kohaním wegóy qadosh). La palabra segullah se encuentra ya en Dt 7,6; 14,2; 26,18 Y luego en textos tardíos (Mal 3,17; 1 Crón 29,3; Ps 135,4) y corresponde perfectamente bien a una época en la que si se usaba la antigua terminología de "reino" y "nación", no podía ser sin una transposición audaz: "reino de sacerdotes", e.d., comunidad organizada en torno al sacerdocio y al santuario; "nación" sin rey, cuya existencia depende del culto y del cumplimiento de la tórah, ambos en manos de los sacerdotes. No puede extrañar que en esta época los temas constitutivos del Pueblo de Dios tomen una resonancia sacerdotal: la "elección" se refiere al sacerdocio que posee, desde Leví, una bendición especial por la que son hechos custodios del berit de YHWH, en cuanto, junto con las funciones oraculares y sacrificiales, enseñan el mishpat y

(82) El pueblo reunido en el Horeb era un qahal (Dt 4,10; 9,10; 10,4; 18,16), lo mismoque el que en Moab escuchanuevamentela ley de boca de Moisés (Dt 31,30). (83) Lev 19,2; 20,7.26,etc. (84) Ex 25-31; 35-40; Lev 8; Núm 7-8. La tienda de reunión ('ohel nw'ed) es el lugar donde Dios se reúne con Moisésy luego con el sacerdote(cfr. Ex 33,7-11; 29,42.44s;40,32;Lev 9,23). Cfr. R. de VAUX, Instítuciones, p. 389 s. (85) SegúnP, Israel en el desiertoes un 'edah: Ex 12,6.19;16,1.22;38,25; Lev 8,3 ss; 9,5; 19,2; Núm 1,2, etc. (86) VéaseC. J. BOTTERWECK, en Diccionario teológico del Antiguo Testamento, ed. G. J. BOTTERWECK y H. RINGGREN, 1. Madrid,1973,col.989 s. H. CAZELLES, DBS, VII, cols.833 s., atribuyeel textoa P (ver ahí la discusióndel problema).

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la tórah a Israel(87). En P, el berit es un berit kehunnat 'olam, e.d., una "alianza de sacerdocio eterno" para la familia de Pinjás, que es la del sumo sacerdote(88). La Alianza eterna que le aseguraba a la Casa de David una dinastia perpetua se ha transformado en una seguridad para la estructura sacerdotal de la comunidad santa de Israel. DESPUES DEL EXILIO Tal es la herencia religiosa que continuará animando a la comunidad postexilica; pero ella contiene, como se ve, elementos muy diversos que actuarán t2mbién diversamente en la autocomprensión del Pueblo de YHWH. El entusiasmo de la repatriación y de la reconstrucción del Templo en la tierra de las antiguas promesas, unido a la presencia de un descendiente davidico en la comunidad jerosolimitana (89) , hicieron renacer las esperanzas nacionalistas fundadas en la monarquía. Este movimiento se vio alentado sin duda por las luchas dinásticas que conmovieron al imperio persa en los primeros años de Dario I, situación en la que Ageo anuncia la destrucción del "poder de los reinos de los goyim" y presenta a Zorobabel, como el "siervo" de YHWH, colocado por la elección en una relación muy íntima con El (90). Zacarías, por su parte, también espera en Zorobabel, a quien da el título mesiánico de "Germen" (6,12;3,8; cfr. ,Ter 23,5). El llevará las insignias reales y se sentará en el trono. Hay que advertir, sin embargo, que esta restauración monárquica está íntimamente ligada a la reconstrucción del Templo (Zac 4,1-14; 6,13; Ag 1,lss). En todo caso, con el afianzamiento de Daría en el trono persa terminaron para Judá las esperanzas políticas. Zorobabel desaparece de los textos bíblicos y con él la última esperanza de una restauración de la monarquia davídica. Ahora el sumo sacerdote, que había sido colocado junto al ~ey (91), simplemente lo sustituye. El proceso se advierte claramente en Zac 6,9-14, donde el oráculo relativo a Zorobabel, el Germen, ~s transformado en un oráculo en favor de Josué, el sumo sacerdote. Este, poseedor también de una unción (Lev 4,3.5.16; Ex 30,22ss), será de ahora en adelante el único ungido.

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Dt 33,8-11. La elección de Leví, en Dt 18,5; 21,5. En 1 Sam 2,28, texto dtr., Elí ha sido elegido por YHWH. En P, elección de Aarón: Núm 16,5.7; 17,20; cfr. Ps 105,26. El Cronista extiende también la elección a todos los levitas (1 Crón 15,2; 2 Crón 29,11). Núm 25,13; cfr. Ex 40,15, en relación con Aarón. Núm 18,19 asegura a Aarón una "Alianza de sal eterna". La sal era obligatoria en los sacrificios y Lev 2,13 la llama "sal de la alianza". Por su capacidad de purificar y conservar los alimentos es el signo, precisamente, de la perpetuidad de la alianza. Cfr. TOB, nota a Lv 2,13. Zorobabel, nieto de Joaquín. Esdr 3,2ss; 1 Crón 3,17-19. Ag 2,20-23. El anillo con el sello representaba algo muy personal que se llevaba siempre encima. Jer 22,24 emplea el mismo símbolo respecto a Joaquín, pero en sentido contrario, para significar el rechazo de la monarquía junto con la caída de Jerusalén. Según Ageo, ese rechazo será ahora revocado con esta nueva elección de Zorobabel. Zac 4,3.11-14. Ver también Jer 33, 14-22, que pertenece a esta época.

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Esta comunidad sacerdotal, sin embargo, también va a conocer la critica profética contra el sacerdocio. Malaquías les reprocha la falta de verdadero espiritu religioso en el culto (cfr. 1,6ss) y haber "corrompido la alianza de Leví" (2,8), que los comprometía a temer a YHWH y a pronunciar la tórah fielmente como "mensajeros de YHWH Sebaot". En virtud de esa alianza les aseguraba vida y paz (vv. 4s). En todo caso, el futuro para ese pueblo es visto en una perspectiva sacerdotal. Una nueva "alianza" estará en relación con la purificación escatológica de los "hijos de Leví" y con un juicio sobre todos los que violan los preceptos de la Ley (3, 1-5). Fuera del débil movimiento mesiánico monárquico en torno a Zorobabel, no se advierte en esta época ningún movimiento consistente antipersa(92). A diferencia de los griegos, el acento de la comunidad judía está colocado en lo religioso: ya sea en la forma de un ideal teocrático sacerdotal que seria prácticamente la realización de las profecias acerca del reinado de Dios(93), ya en forma de una escatología que espera la manifestación definitiva de Dios en un juicio final de los pueblos y naciones o en una reunión de todos ellos en Sión, y que va tomando rasgos cada vez mús apocalipticos. Ya Joel anuncia el juicio final sobre las naciones, mientras en Jerusalén, desde donde YHWH hace oír su voz, se reúne "su pueblo" en un marco de Día de YHWH con prodigios en el cielo y en la tierra. Ese pueblo está constituido por supervivientes que invocan a YHWH y que son llamados por El, y que han recibido además su Espíritu(94). Esta búsqueda del "verdadero Israel" al margen del acontecer politico mundial queda interrumpida por la amenaza del helenismo. ISRAEL FRENTE AL HELENISMO La intención de convertir a Jerusalén en una polis griega y dejar de lado las tradiciones y formas de vida particulares de los judios fue promovida en realidad por grupos de la élite social e intelectual judía que en los años pacíficos de la dominación ptolomea en Palestina habían absorbido el "espíritu de la época"(95). Fueron éstos los que concibieron un verdadero proyecto educador en Jerusalén, del que la masa campesína se mantuvo al margen. La revuelta macabea estalló cuando Antíoco IV, (92) ( 93)

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A. H. J. GUNNEWEG,Geschichte, p. 132. Se puede ver la expresión de esta mentalidad teocrática, que identifica la comunidad postexílica con el reino de Dios, en la frase del Cronista que hace de transición entre el fin de la monarquía israelita y el comienzo de la restauración postexílica (2 Crón 36,22s; Esdr 1,1-3). Joel 3-4. También ls 24-27 (apocalipsis de ls) y II Zac, donde, frente a los sumos sacerdotes indignos de la época helenística (11,5-8), se anuncia un mesías davídico humilde y traspasado (9,9s; 12,10), junto a un juicio de las naciones (14) Y la salvación de un resto purificado en el que se cumple la alianza del pueblt) con YHWH (13,7-9). 2 Mac 4,10-15. Cfr. C. SCHNEIDER,Kulturgeschichte des Hellenismus, 1. München, 1967, p. 867. M. HENGEL,Ebrei, Greci e Barban. Brescia, 1981, pp. 127-135. A. H. GUNNEWEG,Geschichte, p. 153.

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apoyado por los circulas helenistas judios, decidió controlar totalmente a Palestina movido sobre todo por razones económicas. Asi, mientras Antiaca saqueaba el Templo e imponía tributos, una minoría judía se apoyaba en el poder sirio para su provecho. La dignidad del sumo sacerdocio fue vendida (96) y se procedió a la helenización forzada, con prohibición de las prácticas religiosas tradicionales del pueblo de Dios y la dedicación de un altar a Zeus Olimpico en el Templo(97). Las medidas tomadas por Antioco llevaron a muchos del "pueblo" a abandonar la Ley, de manera que "Israel" se vio obligada a ocultarse(98). La rebelión fue llevada a cabo por los "israelitas", que eran los que adherían a la Ley hasta la muerte; por los judías preocupados por la justicia y la equidad", los "justos", dikáioi, como esos que se fueron al "desierto", donde murieron por respetar el sábado (1 Mac 2,29-38); finalmente por el grupo de Matatías, que decíde pelear incluso en sábado por sus vidas y sus costumbres (2,40) y a los que se unen los "píadosos"(99), "israelitas valientes y entregados de corazón a la Ley" (2,42), que seguramente constituían un partido antihelénico que venía de más atrás. Ese grupo, que se considera a sí mismo el "verdadero Israel", se disuelve apenas Judas ha conseguido la libertad religiosa. Los "piadosos" (asideos), con un grupo de escribas, se mostraron dispuestos a encontrar una solución justa con Demetrio I y a aceptar a A1cimo, de linaje aarorita, como sumo sacerdote, aunque hubiese sido impuesto por Demetrio (l Mac 7,13s). Se ve que la aspiración de estos grupos piadosos iba hacia la recuperación de la situación existente bajo del dominio persa. De ninguna manera aparecen deseosos de restablecer la monarquía, que tal vez incluso les parecía culpable del fracaso de la antigua Alianza. De aquí en adelante la lucha macabea va a cobrar un tinte cada vez más estrictamente político con recurso a todo tipo de astucias y pactos con los sirios, romanos y espartanos(100), que terminarán con la aceptación, por parte de uno de los macabeos (Jonatán), del sumo sacerdocio conferido por los sirios (1 Mac 9,70-73; 10,1-21), cargo que heredó luego Simón (l Mac 13,14s) y la dinastía Hasmonea(lOl). Con Simón se había alcanzado la Primero, Jasón (nombre helenizado de Jesús) obtuvo de Antíoco IV, por dinero, el sumo pontificado, suplantando a su hermano Onías IIl, legítimo sumo sacerdote (a. 175; 2 Mac 4,7ss) y luego, Menelao, de familia no sadoquita, suplantó a aquél, pagando a Antíoco un precio más alto (a. 172; 2 Mac 4,23-26). 2 Mac 6,1s; 1 Mac 1,47; Dan 9,27; 11,31; 12,11. I Mac 1,52s; 58,62.64. Aquí la palabra "pueblo" tiene un sentido amplio. El grupo fiel es "Israel" o "los israelitas". 1 Mac 2,42: synagogé asidáion, que corresponde al hebreo 'adat ¡asidim. Estos grupos, así como los "esenios" de Qumrán y los mismos fariseos, fueron constituyéndose en oposición al 'Sacerdocio espurio de Jerusalén. Nótese que los sectarios de Qumrán también se designaban a sí mismos como una 'edah. Ver, A. LACOCQUE, Daniel et son temps, pp. 131-139. ( 100) 1 Mac 8,17-32; 10,1-21; 11,30-37; 12,1-23; 14,20-24; 15,1-24. El cambio de espíritu en el movimiento macabeo-hasmoneo se manifiesta, además, ! 101) en las guerras de conquista que emprende más allá de las propias fronteras, así como en una relación cada vez más política frente a los reinos helenísticos que luchan por el control de la zona, llegando Jonatán a actuar prácticamente como tropa auxiliar de Trifón, regente de Antíoco VI, en 'Su lucha contra los ptolomeos de Egipto (l Mac 11,57-74). A. H. J. GUNNEWEG, Geschichte, p. 160.

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plena independencia política, pero al mismo tiempo se consumó la separación entre los detentores del poder politico y del sacerdocio y los grupos "piadosos". Israel está dividido. Por una parte los sucesores de los macabeos que, en posesión del trono y el sacerdocio se sentían representantes y libertadores del verdadero Israel, continuación de la comunidad politica y religiosa fundada sobre David y el sacerdocio, aunque éste ya no fuera el de Aarón. Frente a ellos, los "piadosos", los que se sentian "pobres", excluidos del poder, sometidos a injusticias pero adheridos al sacerdocio legítimo y a la Torah. También éstos se consideran "verdadero Israel". El Israel de los Hasmoneos tendrá sus momentos de gloria politica que les permitirá extender su territorio a los limites del antiguo reino Davídico-Salomónico. Entre otras cosas anexarán el territorio idumeo obligando a la población masculina a circuncidarse, lo que permitirá que más adelante un idumeo circuncidado, apoyado por Roma, llegue al trono de Jerusalén(102). Frente al "Israel" de los Hasmoneos, que pierde definitivamente todo su impulso religioso, agotándose en luchas por el poder, el pueblo piadoso toma lineas díferentes. Ya el libro de Daniel, que refleja la situación angustiosa de la época de Antíoco IV, invita a poner la confianza en YHWH exclusivamente, asegurando la salvación a quienes observan estrictamente la Ley pese a las amenazas(103). Estos son "el pueblo de los que conocen a su Dios", instruidos por los maskile 'am (los prudentes o doctos del pueblo), hasta que éstos son eliminados por los "violadores de la Alianza"(104). El libro de Daniel admite que en ese trance de la persecución de Antioco se obtiene una "ayuda pequeña" ('ezer me'at) que es la guerrilla macabea; pero en su perspectiva no es más que eso(105). No espera, pues, la liberación final de esa "ayuda pequeña", sino de la intervención divina apocaliptica (12). Su falta de entusiasmo y de esperanza en el movimiento macabeo brota además de la conciencia de que a esa "ayuda pequeña", que es el movimiento de la liberación, se unen muchos "traidoramente" (11,34), e.d., muchos que no están verdaderamente animados por el espíritu celoso de la Ley que anima a los jasídím(106). El movimiento hacia el desierto que aparece ya en ese grupo de judíos "preocupados por la justicia y la equidad", que bajan a establecerse "en el desierto" con sus mujeres, hijos y ganados para poder vivir de acuerdo con sus convicciones, y que prefieren morir en su "rectitud"(107), parece 1102) La anexiónde Idumea tuvo lugar bajo el reinadQde Juan Hircano (134-104). Ver, G. RlccIOrrr,Storia d'Israek, n. Torino,1950,p. 335. A. H. J. GUNNEWEG, op. e., p. 161. (103) En "Babilonia",Daniel y sus compañerosaparecen como los representantesde una sabiduríaque alcanza el éxito cumpliendola ley de Dios y aceptandoel martirioantes que la idolatría(Dan 1;3). La alusiónal problemade los "piadosos" frente al helenismoes evidente. (104) Dan 11,32-35.Se podría ver en ellos a los mismos"escribas"que en 1 Mac 7,12s se acercana los enviadosde Demetrio. (105) Cfr. A. LAcocQuE, op. e., p. 135s.Ver tambiénla nota en TOB. (106) La misma expresión,ba¡alaqlaq6t, en 11,21.Aquí, la traducciónde rOBle da un matiz más claro de "doblez"y "astucia". (107) 1 Mac 2,29-38.

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ser el comienzo de esos grupos que nos son conocidos por diversas fuentes, desde Plinio y Flavio Josefa a los documentos de Qumrán(l08). En el desierto se sienten preparando la venida del Señor que cumplirá la profecia de Is 40,3 y que dará la victoria definitiva a los "hijos de la luz" sobre los "hijos de las tinieblas". Estos últimos están representados por los impios que abandonan la Ley y apoyan un sacerdocio impio. no sadoquita, que introduce la impureza en el Templo. Esa comunidad de Jerusalén no puede ser, por lo tanto, el "verdadero Israel". Este se encuentra representado en la comunidad del desierto que se consagra al cumplimiento estricto d':')la Ley y a una vida de exigencias ascéticas bajo la conducción de un "Maestro de Justicia" que ha sufrido persecución. Pero no todos los jasidim adoptan esta solución extrema. Los fariseos forman parte del pueblo piadoso, pero no renuncian a orientar la historia del pueblo de Dios. Como grupo aparecen ya en la época de Simón Macabeo y de Juan Hircano, el primero de la dinastia hasmonea. El nombre, que significa "separados", expresa su rechazo de la sociedad, con su cultura y su religión oficiales, pero, a diferencia de los esenios, ellos no se retiran al desierto a esperar la venida del Reino d':')Dios. Constituyen una agrupación de teólogos laicos centrada en el estudio de la Ley a fin de interpretarla y aplicarla. El verdadero Israel está constituido por los que cumplen la Ley de acuerdo con la interpretación farisea, que recurre (yen esto se diferencian de los esenios y de los saduceos que también tenian la Torah como palabra de Dios) a una tradición oral de escuela que toma un verdadero carácter normativo (l09) . Es claro que esta corriente estaba destinada a ejercer la mayor influencia en la masa popular religiosa, heredera de las tradiciones de Israel y refractaria a las ideas y costumbres de la élite judia(llO). Eso mismo hizo que en un comienzo sufrieran graves persecuciones que culminaron con la crucifixión de 800 fariseos por Alejandro Janeo; pero en definitiva, debido a su gran ascendiente sobre las masas, los gobernantes tuvieron que transar con ellos. Es por esta razón que desde Alejandra Salomé (esposa y sucesora de Alejandro) empiezan a formar parte del sanhedrin y dominan en las sinagogas: la función escribal va siendo copada por los representantes del fariseismo. Los fariseos no son apocalipticos; no esperan una venida inminente del Señor a inaugurar su reino. Su respuesta al hombre piadoso angustiado en medio de la injusticia de un mundo que se construye con prescindencia de los mandatos divinos está en el cumplimiento personal de la Ley. Ese es el justo, pertenece al verdadero Israel y participará en ( 10&)

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Sobre la secta de Qumrán v el problema de su identificación con los "esenios" (nombre que deriva de ¡asUl, en su forma aramea ¡asayya), ver, por ejemplo, J. T. MILIK, Dix ans de découvertes dans le désert de luda. Paris, 1957, esp. c. IIl. F. M. CROSS, The Ancient Library of Qumrán and Modern Biblical Studies. N. York, 1985, esp. c. Il. A. GoNZÁLEZ LAMADRID,Los descubrimientos del Mar Muerto. Madrid, 1973, pp. 109-112. Acerca de los fariseos, ver, p.ej., R. H. PFEIFFER, History of New Testament Times. N. York, 1949, pp. 54-55. Más extensamente, A. MICHEL Y J. LE MoYNE, DBS, VII, cok 1022-1115. Los esenios, por más que concitaran un gran respeto popular (¿reflejado en el de las masas por Juan Bautista, que lo segtÚan al desierto?), no podían ser imitados por ellas. Sólo un minoría podía irse efectivamente al desierto.

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la resurrección(lll). Se ve que esta corriente judía ha asímilado ideas aportadas por el pensamiento griego: independencía del individuo respecto a la colectividad en relación con la salvación y la condenación; s'.lpervivencia y retribución más allá de esta vida. Pero su obsesión por asegurar la salvación individual los va a llevar a encerrar la existencia de cada persona en una verdadera red de mandamientos, de hecho impracticable. CONCLUSION A lo largo de la historia de la salvación podemos comprobar que efectivamente Dios ha elegido manifestarse a través de una comunidad humana, en la que lo esencial parece ser la mantención de lazos capaces de expresar la riqueza de vida que Dios quiere regalar a todos los hombres. Desde el comienzo es claro que la fuente de esa vida es Dios mismo y que se da por pura gracia a un grupo que, por eso mismo, se distingue de cualquier otro, aunque sus estructuras sociales puedan ser comparables. Para expresar adecuadamente el don de Dios (su bendición) será necesario por lo tanto que en esa comunidad se expresen claramente tanto los lazos que la unen con Dios como los que unen a sus miembros entre sí. Expresados originalmente en términos de una consanguinidad que se extendía hasta Dios mismo, la Alianza va a poner el acento en relaciones jurídicas que expresan, por un lado, la obediencia incondicional a Dios y, por otra, una actitud fraternal respecto al prójimo que asegura las condiciones óptimas para el desarrollo de la vida del hombre. Las formas sociológicas concretas de esa comunidad fueron diversas a lo largo de la historia: comunidad estrictamente familiar, federación de tribus, monarquia (de diversos tipos), comunidad religiosa, teocracia, grupo de carácter guerrillero, finalmente lo que podríamos llamar "sectas" con características escatológicas o doctrinarias. Estrictamente hablando, el título 'am le corresponde sólo a las formas de vida familiar y tribal; sin embargo el titulo de 'am YHWH se extiende a las demás, expresando así la intimidad, el sentido vital de las relaciones existentes dentro de la comunidad de YHWH. Cada una de las formas tomadas por esa comunidad, válida en su situación histórica, aportó algo a la comprensión más universal y más profunda de lo que debe ser esa situación comunitaria de vida donde el hombre conoce a Dios y puede unirse con El. SólO aparece religiosamente estéril la pretensión de crear una teocracia política. No la teocracia simplemente, es decir, la de una jefatura sacerdotal en una comunidad entendida esencialmente como comunidad religiosa cúltica (cosa dificil de realizar en esas condiciones y que en P aparece más como programa que como realidad), sino la pretensión macabea-hasmonea de unir el sacerdocio al poder propiamente politico sacralizando así este último. La historia de esa comunidad es el lugar donde Dios se revela. Como se ha hecho notar muchas veces, en el A.T. no hay especulaciones acerca de Dios sino que el conocimiento que de El se tiene es a partir de lo que ( 111)

Cfr. M.

HENGEL,

op. e., p. 135.

EL PUEBLO

DE DIOS

EN EL ANTIGUO

TESTAMENTO

29

hace en su pueblo. Se le conoce por su relación con Israel. "El punto de arranque (de la fe de Israel) no es... la iluminación de un individuo concreto que luego reúne en torno a s1 a otros individuos, como Buda, sino la experiencia de salvación de un grupo compacto"(112). Esa primera experiencia es la de la misericordia de YHWH hacia un grupo (lo que supone vinculas, una cierta organización, normas de vida) que sufre las consecuencias de la pobreza. YHWH es· el Dios de los "hebreos", e.d., de los marginales(113). Sin embargo es preciso establecer algunos limites. Si es cierto que YHWH es un Dios que se apiada del miserable, eso no significa que haya decidido revelarse y actuar a través de cualquier pueblo miserable, sino de este grupo concreto que El se ha elegido como "su pueblo". YHWH es Dios de jabiru, pero no todos los jabiru son su pueblo. No es la fuerza de los pobres la que salva, sino la de Dios que actúa por medio de pobres. 'Tampoco es la historia en cuanto tal la que revela a Dios(114). Es cierto que no hay revelación b1blica sin acontecimientos históricos en su punto de partida y sin una comunidad histórica que es su protagonista, pero para que esos acontecimientos resulten reveladores necesitan de una palabra divina que se hace presente a través de individuos inspirados (cfr. Moisés, los profetas, etc.). Al hablar de "Pueblo de Dios" teológicamente, como lo hace el Concilio Vaticano II fundado en el N.T., es necesario recordar que para esta época (del N.T.) la expresión ha sido llevada por comunidades de formas muy diversas, aplicándose a algunas que no son propiamente un "pueblo" en el sentido sociológico politico de la palabra. Prácticamente se ha convertido en un teologúmenon, como, p.ej., el tema de la "tierra prometida" en las bienaventuranzas. Podríamos decir que la "res" del Pueblo de Dios, sacramento de unidad, que es esa unidad establecida por lazos vitales que le viene de una cabeza a través de la cual actúa Dios salvificamente, ha sido llevada por formas "sacramentales" muy diversas a lo largo del A.T. a la espera de su manifestación escatológica en la forma que el inaugura dar de los últimos tiempos, los del Reinado de Dios, quiera darle. El es el verdadero Israel, el "Ungido Rey de Israel" (Mc 13,32) que en la cruz, en su sangre, lleva a efecto la Nueva Alianza. Ah1, el "Hijo amado" (Mc 1,11), "siervo de YHWH", "traspasado" dav1dico (Jn 20,37; Zac 12,10), concentra todo el amor de Dios por su pueblo Israel, el "hijo" que amó desde nIño (Os 11,1). En El se concentra también todo el poder de Dios y puede, por eso, traspasarlo a los "once" (Mt 28,18-20) para que, como cabezas del nuevo Israel, establezcan su Iglesia por todo el mundo.

(112) ( 113)

(114)

W. ZIl\IMERLI,Manual, p. 25. Sobre el problema del significado del nombre "hebreo", identificado con el de ¡abirn-'apirú, ver R. DE VAUX, Historia, 1, pp. 120-126. Aunque De Vaux se incline por la interpretación original étnica del nombre, no niega que pudo llegar a ser la designación de una clase o de grupos de orígenes diversos que llevaban un cierto tipo de vida marginal. Cfr. la advertencia de W. ZIMMERLI,Manual, p. 24. Por otra parte, ver la discusión de B. Albrektson acerca de la idea, generalmente mantenida, de que la "revelación en la historia" es un rasgo distintivo y exclusivo de la religión de Israel. History and the Gods. Lund, 1967, esp. cap. VI.

SEMINARIO LATINOAMERICANO DOCUMENTACION (SELADOC)

DE

Un servIcIo de material y de reflexión para la Iglesia chilena y latinoamericana. Publica dos series de libros que debe tener todo el que quiere reflexionar su fe desde América Latina:

1. COLECCION PANORAMA DE LA TEOLOGIA LATINOAMERICANA (Ed. Sígueme, Salamanca, España). Recoge los mejores artículos aparecidos durante el año en las diver· sas revistas de teología en América Latina: N~ 1 Panorama de la Teología Latinoamericana

I (Teología de la liberación)

N~ 2 Panorama de la Teología Latinoamericana

11 (Teología de la liberación)

N~ 3 Religiosidad

Popular (1976)

N~ 4 Iglesia y seguridad

nacional (1980)

N~ 5 Puebla (1981) N~ 6 Cristología

en América

Latina (1984)

11. COLECCION LA FE DE UN PUEBLO (Ed. Mundo, Santiago) Recoge la temática sobre Religiosidad Popular en América Latina N~ 1 La sabiduría de un pueblo, de M. Jordá (1975) N~ 2 Religiosidad y fe en América Latina. Ponencias y aportes del I Encuentro Latinoamericano de Religiosidad Popular (1975) N~ 3 El catecismo criollo, de M. Jordá (1976) N°S. 4 Y 5 El desierto canta a María, de Juan van Kessel, 2 tomos (1977) N~ 6 Historia y Misión. Ponencias y aportes del 11 Encuentro Latinoame rica no de Religiosidad Popular (1977) N~ 7 Instituciones

Religiosas del Pueblo Mapuche

(1979).

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