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¿PVC? No, gracias Tanto a nivel nacional como internacional, la asociación Greenpeace mantiene una postura abiertamente contraria al consumo del PVC y concentra en este material parte de sus acciones. Plásticos Universales, en su afán de ecuanimidad, publica este artículo de la asociación en el que expone las razones de su actitud. Para Greenpeace, está claro que el PVC es un veneno medioambiental y los productos de PVC son cócteles tóxicos. Su posición es igualmente diáfana: debemos rechazar los materiales de construcción fabricados con PVC. El PVC produce graves daños humanos y materiales durante los incendios. Los productos de PVC crean atmósferas enfermizas en las viviendas. Los residuos de PVC son una herencia tóxica para el futuro y la baja calidad del PVC hace que lo barato resulte en realidad bien caro. EL PVC es un veneno medioambiental y produce graves impactos sobre el medio ambiente y la salud pública a lo largo de todo su ciclo de vida, durante su producción, utilización e incluso cuando es un residuo. El PVC se fabrica a partir de un residuo de la industria química como es el cloro, un gas altamente tóxico que al combinarse con sustancias orgánicas forma compuestos organoclorados. Los productos organoclorados se caracterizan por ser muy estables en el medio ambiente y por provocar una amplia gama de efectos tóxicos en los seres vivos, incluyendo daños a los sistemas inmunitario, reproductor, endocrino y nervioso y una gran variedad de cánceres. Estos efectos se producen también en el ser humano.
El PVC y los incendios Uno de los mayores riesgos ligados a la utilización de PVC, como material de construcción, es su comportamiento durante los incendios. Antes incluso de que aparezcan llamas, los productos de PVC (suelos, papeles pintados, marcos de ventanas, cables, persianas, manteles, etc.) emiten humos de ácido clorhídrico y sustancias organocloradas muy peligrosas, como las dioxinas. El ácido clorhídrico es un gas muy corrosivo que provoca graves daños en el sistema respiratorio de las personas que entran en contacto con estos humos y que produce enormes daños materiales al corroer los sistemas y aparatos eléctricos, e incluso las armaduras de pilares o vigas de hormigón. La emisión de metales pesados, stalatos, benceno y compuestos organoclorados tóxicos cuando se quema el PVC, es un riesgo añadido que ha llevado a que en países como Alemania sea obligatorio llevar a cabo medidas especiales de limpieza de las zonas afectadas. Los graves daños materiales y humanos producidos por las emisiones de PVC durante incendios han llevado a su restricción como material de construcción en hospitales, colegios, torres de comunicación, bancos e instalaciones militares en otros países europeos. Quemar PVC supone uno de los peligros más graves para el ser humano y el medio ambiente. La amplia presencia de productos fabricados con este material en las casas modernas asegura que en los incendios en casas y edificios haya objetos de PVC por medio.
Existen varios casos documentados de incendios con presencia de objetos de PVC. Entre ellos: -1992. Irónicamente, uno de los peores incendios de este tipo se produjo en la planta de reciclaje de PVC, la situada en Langerich, Alemania. El almacén quedó contaminado con cenizas cargadas de dioxinas. Las tierras agrícolas de los alrededores en varios kilómetros a la redonda contenían niveles ilegales de dioxinas, cadmio y plomo. -1977. Incendio en el super Club de Beverly hills. 161 muertos sin haber tenido contacto directo con las llamas antes de que el anhídrido carbónico alcanzara niveles peligrosos y las llamas alcanzaran la madera. Supervivientes con serios daños en el aparato respiratorio. Consecuencias directas de la presencia del PVC. -1987. Incendio de un edificio de Bielefeld, Alemania. A raíz de los niveles de dioxinas detectados en los restos del incendio entró a vigor la primera prohibición de uso de PVC en edificios públicos.
Edificios enfermos y PVC
Lo barato resulta caro
La presencia de una gran cantidad de productos sintéticos en las construcciones, que desprenden al medio un auténtico cóctel de sustancias químicas, muchas de ellas tóxicas, ha dado lugar a lo que se conocen como edificios enfermos. Aunque algunas personas son más sensibles a la exposición continuada a estas sustancias, pero todos nos vemos afectados. Los productos de PVC, cuyo uso se ha generalizado en las viviendas y oficinas modernas, también emiten al entorno compuestos químicos tóxicos, que colaboran a mantener un entorno enfermo.
La enorme utilización actual del PVC como material de construcción se debe en gran medida a su bajo coste. Estos precios no incluyen los costes de la degradación ambiental generada por el PVC, que pagamos todos los ciudadanos en lugar de los responsables de contaminar, y colocan a los productores de materiales alternativos más naturales en una situación competitiva desfavorable. Aunque el PVC puede resultar, en el momento de su adquisición, más barato que las alternativas más ecológicas, en realidad, debido a las peores prestaciones de muchos de estos productos, lo barato nos puede resultar muy caro.
Los productos de PVC "blandos", como suelos, tapicerías, cortinas o papeles pintados, liberan importantes cantidades del plastificante DEHP, un probable cancerígeno para los seres humanos. Además, la presencia de PVC en los materiales de las habitaciones reduce la circulación de la humedad atmosférica, creando un ambiente seco y desagradable. Una vez finalizada su vida útil, los productos de PVC se depositan en vertederos o se queman en incineradoras de residuos sólidos urbanos ya que en España, aunque no en otros países. Los residuos de PVC no se reciclan. En primer lugar, porque no es rentable hacerlo para los fabricantes de PVC, al ser las resinas y los productos reciclables más caros que el plástico virgen. En segundo lugar, en realidad no se reciclan, los restos de perfiles de ventanas de PVC no se vuelven a convertir en perfiles de ventanas, sino que se transforman en otros productos de calidad aún inferior (postes, macetas, etc.) y sin valor en el mercado.
El PVC es mucho más susceptible a sufrir roturas que el resto de materiales alternativos y de hecho, su vida media real es de 10 a 15 años frente a los más de 100 años de duración, comprobada, que tienen materiales alternativos tradicionales. Esto ocurre también con los perfiles de persianas y ventanas, que a pesar de que sus fabricantes aseguran una vida media de 50 años, al no ser reparables y estar sometidos a unas condiciones climáticas desfavorables en España, se acaban rompiendo mucho antes de lo esperado.
Argumentos de Venta frente a las carpinterías de PVC Los argumentos que realmente fortalezcan los sistemas de carpintería de Aluminio, frente a los de PVC y hacer incapie en pequeños detalles, pero a la vez muy significativos, a la hora de que el usuario final, que va a poner unas ventanas o puertas en su casa, sepa cuales son las ventajas de un metal, en este caso Aluminio, frente a un “plástico”, llamado PVC, que por sí solo es inviable como material de fabricación para carpinterías, a no ser de que lleven una estructura interior de acero en el 99% de los casos.
Argumentos importantes -Cuando se colocan persianas en ventanas de PVC, curiosamente el fabricante de la carpintería, recomienda que sean de Aluminio y nunca de PVC, puesto que se deforman y amarillean con el sol. -Si el cliente opta por poner en lugar de persianas, mallorquinas o cualquier otro tipo de cerramiento de protección solar, el consejo siempre es el mismo, utilizar sistemas de Aluminio, nunca de PVC. -El aluminio no es inflamable (efectivamente al igual que el PVC que no arde, pero que si produce unas emanaciones de humo que pueden ser altamente tóxicas y perjudiciales en caso de incendio en la vivienda).
-El aluminio gracias a su solidez, es resistente a la rotura, es estable, no se parte, no se arruga ni se astilla. -El Aluminio posee una vida útil muy larga, soporta radiación ultravioleta ( El PVC no) y la humedad, no se oxida, no se estropea ni se deforma ( El PVC sí). -Presenta un mantenimiento mínimo con respecto a los sistema de PVC gracias a su acabado liso y pulido, no atrae el polvo ni la suciedad ( El PVC sí). -Es respetuoso con el medio ambiente y ecológico, puesto que es 100% reciclable con un mínimo costo de energía ( El PVC no). -Permite cualquier color tanto anodizado como en lacado, incluso bicolores en los sistemas de RPT, en los sistemas de PVC, están limitadas a una serie de colores, generalmente foliados y en la mayor parte de los sistemas siempre sobre un fondo blanco, o en el mejor de los casos utilizan unos perfiles de aluminio clipados en el exterior de los perfiles de PVC, para conseguir, primero proteger los perfiles de PVC y segundo un acabado bicolor imitando los sistemas de Aluminio. -El aluminio ofrece un factor de aislamiento térmico excepcional y cumple todos los requisitos legales sobre eficiencia energética, utilizando los sistemas con RPT adecuados, pudiendo fabricar cerramientos más grandes y con un vidrio de gran espesor, elemento esencial para lograr una buena protección contra el ruido.
-Cada vez más los arquitectos y diseñadores optan por sistemas de hoja oculta y con la menor sección vista de perfil, precisamente porque se trata de que predomine el cristal sobre las carpinterías y por tanto el aluminio, tiene una gran ventajas con respecto al PVC, puesto que en los sistemas de PVC necesitan ese refuerzo interior que hace que las carpinterías sean excesivamente gruesas, con respecto al aluminio. -Los sistemas de Muro Cortina, sean de sistema estructural, tradicional de tapetas, de paneles o de trama horizontal, están fabricados siempre en aluminio o acero, nunca en PVC, puesto que son estructuras envolventes de fachadas que protegen los edificios sobre todo las inclemencias del tiempo y sobre todo del sol.
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-Otro factor a tener en cuenta es que estamos en España, un país donde predomina el sol y el calor, pero también tenemos unos cambios muy bruscos de temperatura dependiendo de la época del año y en ese caso del Aluminio tiene una gran ventaja con respecto al PVC, que tiene unas dilataciones muy importantes y por tanto deforman las ventanas y puertas. -Los sistemas de carpintería de aluminio son en su mayoría coplanares por el exterior, es decir el marco y la hoja quedan enrasados dejando una separación continua entre ambos, que está acorde con la estética de lineas rectas, que tanto gustan a los arquitectos y diseñadores; por contra los sistemas de PVC no pueden fabricar sistemas coplanares, debido a las grandes dilataciones que sufren por el calor y cambios bruscos de temperatura.
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