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PUBLICACION DEL CENTRO DE INVESTIGACION DE ESTUDIO SAHAR – OTOÑO 2015 – Nro. 23 - ISSN 2347-0283. AUSPICIADA Y DECLARADA DE INTERES CULTURAL POR EL MINISTERIO DE CULTURA DE LA NACION (RESOLUCION 2006).
EL RITUAL EN EL BELLYDANCE: EL CASO DEL CULTO DEL ZAR Y EL ZAFFA Autora: Marina Viola1
ABSTRACT: Desde el siglo XIX se llevan a cabo distintos tipos de rituales en la sociedad en diferentes países del mundo. El objetivo de esta investigación es analizar el rol del ritual en el bellydance a partir de los ejemplos del Zar y el Zaffa. Se relacionará además la definición del ritual Zar en relación con el Zaffa en Egipto. PALABRAS CLAVES: zaffa – Egipto – ritual -zar
DEFINICION DE UN RITUAL
La antropología sostiene que un ritual es un evento establecido entre personas durante los cuales su comportamiento se ve afectado tanto por las expectativas propias de ese tipo particular de evento como por el comportamiento de los otros presentes en la situación.
Hay diferentes tipos de rituales: de pasaje o del ciclo de vida, rituales calendáricos, rituales conmemorativos, rituales de intercambio y comunión, rituales de aflicción; fiestas y festivales y rituales políticos. Pero nos basaremos en los rituales de pasaje, en la importancia que tienen en la vida de quienes los realizan.
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Este trabajo corresponde al trabajo final de Marina Viola para su egreso del profesorado en danzas árabes del Estudio Shahdana. Tutoría a cargo de Marina Barrionuevo.
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Arnold Van Gennep (1873-1957), quien escribió Los Ritos de Pasaje publicado en 1909 plantea que: “Los rituales de pasaje muestran una secuencia en tres etapas: separación, transición e incorporación. A través de esta secuencia los rituales efectuarían la separación de las personas de un grupo social, dramatizarían el cambio suspendiéndolas en un estado intermedio por un período y las reincorporarían integrándolas a un nuevo grupo social.”(Van Gennep, 1909:9).
El autor indica que en la primera etapa se ejecutan rituales de purificación y alusiones a la pérdida de la vieja identidad y la muerte del viejo yo (la persona es bañada, se rompen sus viejas ropas, se afeita su cabeza, etc.). En la etapa de transición o liminar se suspenden las rutinas cotidianas y el contacto con otras personas. En la posliminar, las acciones se basan en la bienvenida de la persona al nuevo status (se le da un nuevo nombre, se le confieren insignias simbólicas, se la incluye en una comida comunitaria, etc). Van Gennep agrega “los ritos de pasaje sirven para ordenar las transformaciones sociales caóticas que amenazan la sociedad y distinguen grupos de status con límites claramente marcados contribuyendo a la estabilidad de los roles e identidades sociales” (Van Gennep, 1909:10).
La vida de la persona protagonista del ritual es fuertemente marcada por situaciones eventuales como el nacimiento, la entrada a la adultez, el matrimonio y la muerte, por eso es importante que se lleve a cabo un ritual para estos eventos de cambio, de transición, por ejemplo, una niña que se convierte en mujer a través de la menarca.
Para dar a conocer el significado del ritual para los participantes, citaremos a Ksenia Sidorova “Como muestra Keane, la felicidad de la ceremonia durante la cual las partes (la que pide y la que entrega a la novia), que pertenecen a diferentes linajes, negocian las condiciones del matrimonio, depende —en absoluto—de su capacidad para lograr un acuerdo mediante el diálogo ceremonial.” (Ksenia Sidorova, 2000:98). Aquí comparte sus ideas con Keane (1991), quien sostiene que se realiza un casamiento, un acuerdo entre las dos partes. 2
LAS CARACTERISTICAS DEL RITUAL EN RELACION AL ZAR
Una de las características más asociadas a los rituales, según Carozzi (2013), es la formalidad y su vínculo con un código restringido de comunicación y comportamiento. Si bien la mayoría de las veces comparamos la palabra “formalidad” con la seriedad o la solemnidad, en este caso no aplica. Con formalidad se refieren a usar determinados gestos sin importar cuáles sean los correctos.
Otra característica vinculada con el Zar es el tradicionalismo, el cual refiere a la repetición de los mismos caracteres durante los rituales, como por ejemplo la vestimenta. Un ejemplo de esta característica lo describe Natvig en su investigación sobre los ritos Zar en Egipto: “The sacrificial ceremony, which is held in the home of the patient, is called farah'wedding', and the patient is called Carusa, 'bride'. Like the wedding, the zar ceremony is preceded by a leilat al-hinnd-'henna evening', when the woman cleans and grooms herself, and applies henna to her hands and feet. She then dresses in a new clean dress, either white, the colour of a bride, or a colour specifically ordered by the spirit, and she adorns herself with gold and silver ornaments and amulets. The zar henna evening may take place on the day of the sacrificial ceremony itself, or in the evening before. In the latter case, the zar bride has to spend the following night alone.” (Natvig, 1988:58)1. Aquí el autor hace referencia a un momento del zar que se hace cada vez que éste se lleva a cabo.
La atención minuciosa al detalle en la reproducción de las características del Zar implica la imitación de las expresiones de un participante. Carozzi expresa que todos los participantes deben actuar al unísono para que se cree un colectivo integrado.
El cuarto carácter es la competencia regida por los códigos de orquestación que, explicado y ejemplificado por la autora, se refiere a ellos como reglas que impiden que los enfrentamientos entre los participantes devengan en actos violentos (como riñas de gallos, certámenes de box, artes marciales orientales, duelos o partidos de fútbol).
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La invocación a seres sobrenaturales y uso de símbolos sagrados también están asociados con el ritual. Esto es, según Carozzi (2013), el uso de objetos, monumentos, lugares y personas que provocan experiencias de emoción y son diferenciados por tener un carácter especial, por darles un significado de sacralización.
En sexto lugar, la autora define una dimensión performativa, la cual reúne diferentes características: -Responsabilidad del líder, quien se ocupa de fijarse si se llevan a cabo correctamente las acciones en el rito. - La producción de una experiencia multisensorial impactante, que se relaciona a la vez con el enmarcado de la situación, ya que refiere al agregado de olores, imágenes, sonidos, sabores y temperaturas fuertes que se combinan y estimulan a los presentes. -El ya nombrado enmarcado de la situación significa que se proponen nuevos elementos no cotidianos, como códigos lingüísticos “…construyen la experiencia de un universo reducido y simplificado dividido en un sistema coherente de categorías que pueden luego ser proyectadas sobre otras experiencias humanas.”(Carozzi, 2013:3) -La última característica tomada como parte de la dimensión performativa es la ausencia de la conciencia de su agencia en la creación de la situación social. Esto quiere decir que las personas que crean el ambiente del ritual creen que ellos no fueron quienes provocaron eso, sino seres sobrenaturales o dioses. Retomando el concepto de la palabra Zar, Magda Saleh describe: “La idea central detrás del fenómeno del zar… es la creencia común en que existen cierto grupo de seres que rondan sobre la superficie de la tierra. Ellos tienen el poder de causar enfermedades o infelicidad en los seres humanos. Entre los nativos hay varios llamados jinn, shaytan, afreet, y asiyad.” (Saleh, 2014:2).
Estos componentes nombrados por Saleh son según ella: los jinn, seres que están entre los hombres y los ángeles, inferiores a estos. También expresa que el término usado en Egipto para estos seres es afareet, los cuales son espíritus maliciosos que habitan en lugares inhóspitos, como casas viejas o pozos de agua, cementerios o pesadillas. “Estos seres 4
malvados de demonio, cuando entran en el cuerpo de una persona, (generalmente mujer) son llamados asyad o sayed y no afareet.” (Saleh, 2014:2). Según Saleh, hay diferentes teorías sobre cuando se introdujo el rito del zar en Egipto. La posesión (talabbos) probablemente existía durante el antiguo Egipto, pero no en la forma de una ceremonia del zar. Saleh plantea que en un artículo de Shafii Bey sobre Medicina Experimental de 1862, se describe un caso de neurosis en una mujer que atribuía su malestar a la posesión de un jinn. Esta mujer intentaba expulsarlo mediante el canto, la percusión y la danza.
La autora agrega que este ritual es practicado tanto por ricos como por pobres, ya que se cuenta que una vez se hizo un zar para la hija del Khedive Ismail. “Las mujeres que van a las ceremonias de zar suelen estar afectadas por varios síntomas como decaimiento, dolores en brazos y piernas, dolor de cabeza constante, reumatismo, alergia, problemas oculares o internos, desórdenes mentales, apatía, esterilidad y temas femeninos (como el sangrado). Las creencias dicen que un asyad puede incluso matar a un feto dentro de la madre, inducir epilepsia en los niños o evitar el matrimonio de una joven. El rol de la Kodia es el de persuadir al paciente de que la causa del malestar fue una ofensa hecha al asyad, y recomendarle como remedio el zar.” (Saleh, 2014:3).
Aquí aparece un nuevo personaje en la actuación, el cual es uno de los más importantes: la Kodia o Sheikha, el líder del ritual. Continúa la autora que éste/ésta puede ser hombre o mujer, y adiciona que generalmente es de origen sudanés o etíope, y es elegida por el Asyad como su instrumento ya que fue poseída en su juventud. La Kodia será la intermediaria entre el hombre o mujer que está poseído y los espíritus que expresaran sus deseos y se intentarán realizarlos.
En contraste con esta autora, quien expresó que la Kodia puede ser mujer u hombre, Natvig, en su investigación “Liminal rites and female symbolism in the egyptian zar possession cult”, sostiene que el líder es “usualmente una mujer”: “A person suspected of having been possessed by a zar spirit is taken to the local zar leader, usually a woman, who considers the circumstances of the affliction.”(Natvig, 1988:1)2. 5
La autora prosigue detallando a la Kodia, y dice que suele estar siempre preparada para recibir al asyad, limpia y purificada. Repleta de incienso, usa ropas blancas, y está dotada con la “baraka” (bendición) de los maestros. Generalmente es hija de una Kodia y su linaje se destaca por el título Bint Bukhur (hija del incienso).
La función de la Kodia, según Saleh, es adivinar por qué poseyeron a la persona, embadurnar al paciente con sangre, dirigirlo durante cada paso de la ceremonia, conversar con el asyad que posee al paciente para ver qué desea, volver a la normalidad al afectado, y salpicarlo con agua de rosas.
Por otro lado, Saleh propone que otro de los personajes importantes en el zar es el munshida (cantante), quien está preparado para cantar las canciones de zar. Según menciona la autora, no puede realizarse un zar sin su presencia, ya que se comunica con el azyad a través de las canciones. Es acompañado por percusión y otros instrumentos hasta que el espíritu se revela y la kodia comienza a cumplir su función. Esta función también suele ser hereditaria. Continuando con la descripción, el resto de la troupe son músicos que tocan tambor, riq, tabla, suffara, y bendir. Dentro de estos, los sudaneses y etíopes tocan también el dakka y visten el magour o oksh (un cinturón de pesuñas de cabra).
Respecto al ritual, Richard Natvig afirma que el proceso que se lleva a cabo para la paz entre el paciente y el espíritu se llama Zaffa: “The procession is called Zaffa, a word which is also used for a bridal procession, and the other participants may carry lighted candles: 'like in a wedding procession', as one of my infor- mants put it.” (Natvig, 1988:59)3.
EL ZAFFA
Lo explicado al principio de la investigación sobre el ritual Zar se vincula, con el casamiento del paciente y el espíritu que habita dentro de él. Para esclarecer más ésta relación entre el ritual Zar con el Zaffa, y para explicar el significado correcto de Zaffa, tanto moderno como del pasado en Egipto, las autoras Carolee Kent y Marjorie Franken en 6
su artículo “Una procesión a lo largo del tiempo: el zaffat al arusa en tres vistas” plantean que: “El zaffa moderno proclama públicamente la unión legal y la aprobación que la familia da al matrimonio. Las principales características de la procesión zaffa es entretener a los espectadores, hacer ruido para llamar la atención en la ceremonia y en la novia. Originalmente, en un nivel práctico, el zaffa funcionaba como una escolta de la novia desde su casa a las calles y a la casa del novio donde se consumaba el matrimonio.”(Kent y Franken, 2013). Cinthia Nelson, autora citada por Saleh, dice: “Una vez que el espíritu ingresó en el cuerpo de la víctima, no se puede sacar, sino que solo se puede pacificar mediante la ceremonia del zar”. Además nota el paralelo entre una boda y la ceremonia del zar. En su opinión, el día más importante de una mujer es el de su casamiento, con todo lo que lleva alrededor, por lo que solo el zar es una ceremonia que la iguala en importancia. Algunos llamaban al zar “Farah ma`ah el asiyad” (casamiento con los asiyad). Además, Nelson diferencia la sheikha (sacerdote o sacerdotisa) de la kodia (organizadora del zar).” (Saleh, 2013:9)
Kent y Franken afirman que los rituales zaffa en las bodas en el Cairo, desde el siglo XX fueron eventos que se hacían en las calles cerca de la casa de la novia o el novio. Edward Lane, que viajo a Egipto en numerosas oportunidades desde 1833, es una de las mayores fuentes sobre la vida de los habitantes del Cairo en esa época. Él describe varios tipos de zaffat al arusa e indica qué clase corresponde con cada tradición, por ejemplo, para una boda de clase media, la procesión incluye los siguientes participantes:
- Los músicos: en el frente y anunciando el evento, tocan percusión y el mizmar, además de cantar canciones populares. Luego de la novia también van más músicos.
-Mujeres casadas: luego de los músicos le sigue este grupo de mujeres, amigas y parientes de la novia, usando el tradicional velo negro para la calle.
- Jóvenes niñas: luego de las mujeres vienen estas niñas también amigas y parientes de la novia con velos blancos. 7
-La novia: a lo último parece la novia con dos parientes femeninas todas con velo, sobre una plataforma llevada por hombres.
En una boda más popular también habrá hombres con sables, con bastones, magos, hombres fuertes, entre otros. Las variaciones incluyen:
- La novia de grandes familias puede ir en burros o en camellos. - Las familias pobres, que no pueden pagar a los artistas cantan ellos mismos.
En cada zaffa descripto se destacan tres aspectos funcionales:
1. Se hace ruido para llamar la atención de las personas y de la ocasión; 2. La novia va escoltada por sus parientes más cercanos en el anuncio del casamiento y en su traslado a su nueva residencia; 3. La novia es llevada en una plataforma o sobre un animal y por la procesión. Respecto al punto número 2 podemos hacer hincapié en lo descripto por Magda Saleh: “El paciente, “Aroosa” (novia) llega con una nueva vestimenta blanca y se encuentra rodeado de sus familiares femeninos más cercanos, que también llevan nuevas vestimentas.” (Saleh, 2013:7). Aquí se puede reconfirmar que el zaffa y el zar están conectados por estas similitudes y actos.
Pero actualmente, todo ha cambiado. La novia cambia de estatus de una novia virgen a una honorable futura madre y esto es claramente marcado por las mujeres que bailan alrededor de la pareja. Las bellydancers cumplen el rol que toda buena mujer no debería tener: “la bellydancer representa todo lo que una buena mujer no debería ser: libre, independiente, interesándose solo en ella, amistosa con los hombres, seductora, y disponible para los hombres en sus propios términos.”(Kent y Franken, 2013). Las autoras citan a Mary Douglas, quien afirma que la bailarina es el “elemento de polución” en el ritual que representa el salto de la mujer de ser una virgen a ser una mujer adulta. Las autoras agregan respecto a esto: “Una bellydancer que va detrás de la novia demuestra el poder del caos 8
sexual que subyace en cada mujer, incluso si esta bajo el control de un hombre.” (Kent y Franken, 2013:2).
Una nueva versión de zaffat al arusa, describen Kent y Franken, surgió en 1970 en el Cairo, cuando las poblaciones de clase media y alta consideran que el anterior modelo de ritual era muy anticuado. Desde ese momento comenzó a desarrollarse este ritual en los lobbies de grandes hoteles. “En este “hotel zaffa” la procesión usualmente va desde el lobby al salón donde el farah (boda, entretenimiento) y el festín tienen lugar […] En esta forma el zaffa escolta a los invitados al hotel y está completamente divorciado de su función primigenia: escoltar a la novia desde su residencia. Así se elimino prácticamente el formato del antiguo zaffa donde se escoltaba a la novia por las calles, entre los Cairotas ricos.”(Kent y Franken, 2013:3).
La bailarina, 100 años después, cumplen un papel funcional muy importante en el zaffa. Su ocupación es llamar la atención a través de sus movimientos y tocando instrumentos ruidosos, como los chinchines.
Las mujeres participantes nombradas por las autoras (que citan a Edward Lane, quien no dejo casi ninguna práctica de los egipcios modernos sin registrar -entre 1825-1828- ) son las Ghawazee, a veces contratadas para bailar frente a la casa del novio o en otro día dentro de la festividad de la boda: “Estas mujeres conocidas como Ghazeeyeh (ghaziya/ghawazi), de orígenes misteriosos, son llamadas las mas abandonadas de las cortesanas de Egipto. Estas bailarinas se exhibían en las calles sin los velos, y no se las admitía en los harenes pero si podían actuar frente a una casa o en una corte. Además de participar en las bodas, eran contratadas por los novios y generalmente en la mañana luego de la dakhla o la consumación.”(Kent y Franken, 2013:4); y las Awalim, quienes participaban a modo de cantantes únicamente. Las autoras adicionan que estas cantantes podían asistir a varias de las fiestas privadas de la novia como el baño en el hamam o el laylat al hanna, la aplicación de la henna la noche anterior al zaffat al arusa.
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Todo ha cambiado tanto que el simbolismo de las bodas incluye hoy en día modernismo, es cosmopolita, ropas de deporte, consumismo de la clase media, vestimentas occidentales. Los valores tradicionales simbolizados a comienzos del siglo XX en el zaffat al arusa, con la mujer virgen detrás de la independiente y seductora bellydancer, ya no tiene la importancia central de la boda.
Finalmente, se enumeran algunos elementos en común que quedan de la diferencia entre el zaffa antiguo y el actual, habiendo pasado 150 años: La presentación pública de la novia, la presencia de música, ruido y un espectáculo que anuncia el rito de pasaje al público; contratar a artistas costosos, mostrando el honor y el poder; la gente que acompaña que muestra fuerza, fertilidad y esperanza para el futuro. Por otro lado, sostienen que las novias del Cairo tienen otra responsabilidad además de dar fertilidad y honor al matrimonio: Ellas “[…] aportan a la economía de la familia a través de sus trabajos fuera de casa. Ninguna mujer de clase media puede dejar de trabajar y el firqat zaffa refleja esta nueva responsabilidad de la mujer de clase media: ayudar a su familia en la cultura moderna del Cairo.”(Kent y Franken, 2013:6). “El zaffa entonces es un ritual flexible que responde al cambio cultural. Las bodas son una institución eterna, pero los valores sociales que demuestran pueden cambiar a lo largo de las generaciones.” (Kent y Franken, 2013:3). Con esto plasmado, se puede decir entonces que la mujer ha cambiado sus roles radicalmente, tanto si es bailarina o novia.
Bibliografía:
Carozzi, M. J. (2013). El estudio de los rituales. Clase virtual maestría en Antropología, Buenos Aires: FLACSO. Kent, C., & Franken, M. (2013). A Procession through Time: The Zaffat al-‘Arusa in Three Views (trad. Estudio Sahar). Buenos Aires: Estudio Sahar (Obra publicada originalmente en 1998)
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Natvig, R. (1988). Liminal Rites and Female Symbolism in the Egyptian Zar Possession Cult. Numen, 57-68.
Saleh, M. (2013). A documentation of the ethnic dance traditions of the Arab Republic of Egypt (trad. Estudio Sahar), Buenos Aires: Estudio Sahar. (obra original publicada en 1979) Sidorova, K. (2000). Lenguaje ritual. Los usos de la comunicación verbal en los contextos rituales y ceremoniales. Alteridades, 10(20), 93-103.
Boddy, J.(1989). Wombs and alien spirits: Women, men and the Zar cult in the Northern Sudan. Univ of Wisconsin Press.
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