EL SECRETO DE PEDIR BIEN

EL SECRETO DE PEDIR BIEN INTRODUCCION: "¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre vosotros? ¿No vienen de vuestras pasiones que combaten en

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el secreto de gabriela
Proyecto de lectura E L D U E N D E V E R D E el secreto de gabriela José Luis Olaizola Ilustraciones de Juan Ramón Alonso s año 10 r de arti Ap

El secreto de secretos
El secreto de secretos Por Carlos Escudé Najmán ben Abraham Avinu Hay Revelaciones entrelazadas. La primera e indisputable para la ortodoxia judía y c

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EL SECRETO DE PEDIR BIEN INTRODUCCION: "¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre vosotros? ¿No vienen de vuestras pasiones que combaten en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis, por eso cometéis homicidio. Sois envidiosos y no podéis obtener, por eso combatís y hacéis guerra. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastarlo en vuestros placeres." Santiago 4:1­3 Nuestro Señor Jesucristo nos ha abierto un panorama sumamente extenso dentro de la Biblia en el cual podemos vislumbrar los puntos que podemos considerar como puntos claves dentro de nuestra vida como cristianos para el desarrollo que podamos alcanzar en el caminar que tenemos a diario. Uno de los puntos claves que Dios nos muestra es el contacto de debemos tener en nuestro ser integral, por ejemplo: nuestro espíritu debe tener contacto con lo espiritual, nuestra alma debe tener contacto con lo almático y nuestro cuerpo con lo corporal. Lo optimo es que podamos tener un contacto completo en nuestro se integral como se describió con anterioridad; sin embargo vemos que el Apóstol Pablo en una oportunidad les dijo a un grupo de personas: "Porque aunque estoy ausente en el cuerpo, sin embargo estoy con vosotros en espíritu, regocijándome al ver vuestra buena disciplina y la estabilidad de vuestra fe en Cristo." Colosenses 2:5 El Apóstol Pablo les está diciendo que de alguna forma deben estar constantemente en contacto sin importar la distancia o la circunstancia que aparentemente los pueda estar separando. Recordemos que hemos venido a ser parte de un mismo cuerpo en Cristo Jesús: "Puesto que el pan es uno, nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan." 1 Corintios 10:17 Y cuando un miembro pueda estar sufriendo, todo el cuerpo sufre y si un miembro se goza, todos los demás se gozan.

DESARROLLO: Los propósitos de Dios para nuestra vida son siempre positivos y por más que parezca que algo se ha escapado del control de Dios o de entre Sus manos, en ningún momento Dios permitirá que nada que sea contrario a nosotros, llegue a desequilibrar el contacto que estemos alcanzando con El a menos que nosotros mismos dispongamos en nuestro corazón separarnos por autosuficiencia; quizá vengan pruebas pero no lograran derribarnos porque

estamos en la mano de Dios. Dios desea que nos mantengamos en comunión, que tengamos un contacto constante entre nosotros mismos; pero también desea que lo tengamos con El y ese contacto lo podríamos catalogar como el principal para nuestra vida en todo momento porque si logramos tener contacto con Dios de la mejor forma posible; lograremos alcanzar todo lo que nuestro corazón esté anhelando porque estamos en el Señor. "Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta los cielos, y hagámonos un nombre famoso, para que no seamos dispersados sobre la faz de toda la tierra. Y el Señor descendió para ver la ciudad y la torre que habían edificado los hijos de los hombres. Y dijo el Señor: He aquí, son un solo pueblo y todos ellos tienen la misma lengua. Y esto es lo que han comenzado hacer, y ahora nada de lo que se propongan hacer les será imposible. Vamos, bajemos y allí confundamos su lengua, para que nadie entienda el lenguaje del otro. Así los dispersó el Señor desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por eso fue llamada Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de toda la tierra; y de allí los dispersó el Señor sobre la faz de toda la tierra." Génesis 11:4­9 El propósito de Dios fue que ellos no siguieran comunicándose porque lo que ellos deseaban no era del agrado de Dios porque había visto que en su corazón se guardaba la intención de ser autosuficientes para poder subir al cielo en el momento que ellos así lo desearan y no depender de Dios para hablarle y Dios los dispersó para que más adelante no se destruyeran entre ellos mismos como consecuencia de querer llegar a la presencia de Dios por sus propios medios a pedir lo que se les antojara y no lo que Dios les quisiera dar según sus planes. La falta de comunicación afecta todas las áreas de la humanidad. Vemos por ejemplo muchos hogares que tienen conflictos como consecuencia de la falta de comunicación y esto hace que al final se llegue a la separación o a la destrucción de los hogares y recordemos que esto es algo que el enemigo de nuestras almas busca constantemente porque sabe que si estamos separados de nuestra familia, será más fácil de hacernos caer en pecado y destruirnos. Uno de los problemas más grandes por los que puede estar atravesando un cristiano es el hecho de haber dejado de tener comunicación con Dios. La comunicación con Dios es algo que debemos considerar como básico en nuestra vida cristiana porque debemos saber que si le entregamos nuestro corazón y nuestra vida entera, estamos dependiendo de El en 100% por lo que si rompemos con la comunicación con Dios, fácilmente nos

desviaremos a otro camino. Por la misma razón que debemos depender de Dios y que debemos sostener con El una comunicación completa y abierta, Dios nos concede la capacidad de que nos podamos acercar al Trono de Su Gracia confiadamente y pedirle a El todo cuanto necesitemos. A nosotros nos ha concedido la capacidad de pedirle y lo ha hecho porque El tiene la capacidad de proveernos y de proveernos aún más de lo que le pedimos; sin embargo a veces no podemos llegar a alcanzar lo que pedimos y suena algo ilógico porque vemos que se han sentado ciertas bases: Dios nos concede la capacidad de pedir y El es experto en dar; ¿cómo es entonces que no siempre recibimos lo que pedimos? Dentro de nuestra formación como personas, a veces hemos llegado a percibir o a aprender cosas que nos son contrarias y eso se convierte en tropiezo para que no podamos recibir bendición, por ejemplo: el diezmo. El diezmo es un principio que no debemos olvidar ni dejar que en determinado momento se convierta en algo contrario a una bendición. A veces nos encontramos en situaciones en las cuales el devorador empieza a acosarnos con el propósito de hacernos caer en su juego y pensar que si dejamos de diezmar, lograremos solventar nuestras deudas económicas; algo contrario a lo que dice la Biblia: "¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: "¿En qué te hemos robado?" En los diezmos y en las ofrendas. Con maldición estáis malditos, porque vosotros, la nación entera, me estáis robando. Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto ­ dice el Señor de los ejércitos ­ si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde. Por vosotros reprenderé al devorador, para que no os destruya los frutos del suelo; ni vuestra vid en el campo será estéril ­ dice el Señor de los ejércitos. Y todas las naciones os llamarán bienaventurados, porque seréis una tierra de delicias ­ dice el Señor de los ejércitos." Malaquías 3:8­12 Claramente dice la Biblia que si damos nuestros diezmos, Dios reprenderá al devorador por nosotros. No obstante que nos está hablando que debemos cumplir con el principio de diezmar; y aquí debemos ver que se está cumpliendo con la acción de dar y a veces nos cuesta despojarnos aún de lo que debemos dar. Si analizamos un poco el hecho de dar y recibir, podríamos decir que vendría a ser un poco vergonzoso el hecho de no saber dar pero se convierte en algo más vergonzoso el hecho de no saber pedir y es difícil pedir porque a veces dejamos que nos domine el orgullo. Supongamos que un día en nuestra vida, en nuestro camino, se nos aparece el Señor Jesucristo y nos dice: ¿Qué

quieres? Quizá de lo impactánte de verlo no sepamos que decir o podemos empezar a pedir cosas secundarias. Existe un personaje en la Biblia el cual se le acercó a Jesús pidiendo misericordia y Jesús le pregunto ¿qué quieres?: "Entonces llegaron a Jericó. Y cuando salía de Jericó con sus discípulos y una gran multitud, un mendigo ciego llamado Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino. Y cuando oyó que era Jesús el Nazareno, comenzó a gritar y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Y muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! Y Jesús se detuvo y dijo: Llamadle. Y llamaron al ciego, diciéndole: ¡Anímate! Levántate, que te llama. Y arrojando su manto, se levantó de un salto y fue a Jesús. Y dirigiéndose a él, Jesús le dijo: ¿Qué deseas que haga por ti? Y el ciego le respondió: Raboní, que recobre la vista. Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y le seguía por el camino." Marcos 10:46­51 Notemos que Bartimeo tuvo la opción de pedirle al Señor que le diera una provisión económica que le permitiera comprarse el mejor equipo técnico de su época para personas no videntes, Bartimeo pudo haberle dicho al Señor que le permitiera fundar la Asociación de Mendigos de Israel para que todo el que fuera no vidente, pudiera irse a refugiar en esa asociación, sin embargo Bartimeo no pensó en nada material, sino en que le devolviera la vista porque teniendo vista podría ver por donde caminaría, podría trabajar y obtener y ver lo que en ese momento no tenía, Bartimeo tuvo como prioridad pedir que le abrieran sus ojos porque había perdido la visión. Nosotros como hijos de Dios, debemos acercarnos a Dios consientes de lo que posiblemente hemos perdido y pedirle que nos devuelva la visión en nuestro corazón porque por alguna razón, posiblemente hemos menguado en nuestra comunión con Dios y eso ha sido como producto de haber perdido la visión espiritual. A menudo nos acercamos a El con peticiones que en determinado tiempo fueron cosas o personas que nos hicieron daño y que nos impidieron que camináramos en el camino de nuestro Señor y Dios en Su infinita misericordia nos libró de cadenas y hoy a pesar que somos libres podemos estar pidiendo que nos devuelvan aquello que nos ha hecho daño y es ahí donde caemos en el hecho que señala Santiago cuando dice que pedimos y no recibimos porque pedimos con malos propósitos y en ese caso Dios por el amor que nos tiene decide por nosotros y no nos concede lo que le pedimos porque dentro de la petición El no encuentra buenos propósitos. En la Biblia podemos vislumbrar varios personajes que se acercaron a Dios a pedirle de una forma que podemos llamar como conviene y con la humildad en su corazón de los cuales se

describirán cuatro y es necesario que notemos que dentro de su humildad estuvo el hecho de dar antes de pedir: Ý "Y Jesús se detuvo y dijo: Llamadle. Y llamaron al ciego, diciéndole: ¡Anímate! Levántate, que te llama. Y arrojando su manto, se levantó de un salto y fue a Jesús. Y dirigiéndose a él, Jesús le dijo: ¿Qué deseas que haga por ti? Y el ciego le respondió: Raboní, que recobre la vista." Marcos 10:51 Ý "Y el rey y Aman fueron al banquete a beber vino con la reina Ester. También el segundo día, mientras bebían vino en el banquete, el rey dijo a Ester: ¿Cuál es tu petición, reina Ester? Te será concedida. ¿Cuál es tu deseo? Hasta la mitad del reino se te dará. Respondió la reina Ester, y dijo: Si he hallado gracia ante tus ojos, oh rey, y si le place al rey, que me sea concedida la vida según mi petición, y la de mi pueblo según mi deseo; porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para el exterminio, para la matanza y para la destrucción. Y si sólo hubiéramos sido vendidos como esclavos o esclavas, hubiera permanecido callada, porque el mal no se podría comparar con el disgusto del rey." Ester 7:2­4 Ý "Entonces Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque el Señor me ha enviado al Jordán. Pero él dijo: Vive el Señor y vive tu alma, que no me apartaré de ti. Siguieron, pues, los dos. Y cincuenta hombres de los hijos de los profetas fueron y se pararon frente a ellos, a lo lejos, mientras ellos dos se pararon junto al Jordán. Entonces Elías tomó su manto, lo dobló y golpeó las aguas, y éstas se dividieron a uno y a otro lado, y los dos pasaron por tierra seca.Y cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que yo haga por ti antes de que yo sea separado de ti. Y Eliseo dijo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí." 2 Reyes 2:9 Ý "Salomón amaba al Señor, andando en los estatutos de su padre David, aunque sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. El rey fue a Gabaón a sacrificar allí, porque ese era el lugar alto principal. Salomón ofreció mil holocaustos sobre ese altar. Y en Gabaón el Señor se apareció a Salomón de noche en sueños, y Dios le dijo: Pide lo que quieras que yo te dé. Entonces Salomón dijo: Tú has usado de gran misericordia con tu siervo David mi padre, según él anduvo delante de ti con fidelidad, justicia y rectitud de corazón hacia ti; y has guardado para él esta gran misericordia, en que le has dado un hijo que se siente en su trono, como sucede hoy. Y ahora, Señor Dios mío, has hecho a tu siervo rey en lugar de mi padre David, aunque soy un muchacho y no sé cómo salir ni entrar. Tu siervo está en medio de tu pueblo al cual escogiste, un pueblo inmenso que no se puede numerar ni contar por su multitud. Da,

pues, a tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande? Y fue del agrado a los ojos del Señor que Salomón pidiera esto. Y Dios le dijo: Porque has pedido esto y no has pedido para ti larga vida, ni has pedido para ti riquezas, ni has pedido la vida de tus enemigos, sino que has pedido para ti inteligencia para administrar justicia, he aquí, he hecho conforme a tus palabras. He aquí, te he dado un corazón sabio y entendido, de modo que no ha habido ninguno como tú antes de ti, ni se levantará ninguno como tú después de ti. También te he dado lo que no has pedido, tanto riquezas como gloria, de modo que no habrá entre los reyes ninguno como tú en todos tus días. Y si andas en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos como tu padre David anduvo, entonces prolongaré tus días." 1 Reyes 3:3­14 Debemos considerar el hecho que Dios se aparece para preguntar: ¿Qué quieres? después de que nosotros le hemos ofrecido un holocausto (ofrendar nuestro ser integral en sacrificio de alabanza y adoración rindiendo nuestra voluntad en su presencia) del cual El se a agradado, después que ha visto la condición de nuestro corazón que está agradecido con El en todo momento; El se nos aparece para darnos de lo que nosotros le pidamos. Es necesario antes de pedirle a Dios, que nosotros establezcamos un dialogo con El como nos enseño nuestro Señor Jesucristo cuando nos deja una muestra de la forma en que le podíamos pedir al Padre: "Vosotros, pues, orad de esta manera: "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. "Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. "Danos hoy el pan nuestro de cada día. "Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. "Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre jamás. Amén."" Mateo 6:9­13 Notemos que la primer petición que se ve en la oración, la encontramos después de haber entablado una conversación con el Padre, después de decirle lo que el Padre es para nosotros y que haga conforme a su plan; entonces le podemos pedir. Debemos tener presente que Dios se nos va a aparecer después de que le hemos ofrecido un holocausto como lo hizo Salomón y con Salomón podemos notar que su petición fue de tener un corazón sensible que quizá no lo tenía en ese momento pero él sabía que era necesario ser sensible a la voluntad de Dios en su vida para caminar adecuadamente. "Subid a mí y ayudadme, y ataquemos a Gabaón, porque ha hecho paz con Josué y con los hijos de Israel. Se reunieron, pues, los

cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón, y subieron ellos con todos sus ejércitos, y acamparon junto a Gabaón y lucharon contra ella. Entonces los hombres de Gabaón enviaron mensaje a Josué al campamento de Gilgal, diciendo: No abandones a tus siervos; sube rápidamente a nosotros, sálvanos y ayúdanos, porque todos los reyes de los amorreos que habitan en los montes se han reunido contra nosotros. Y Josué subió de Gilgal, él y toda la gente de guerra con él, y todos los valientes guerreros. Y el Señor dijo a Josué: No les tengas miedo, porque los he entregado en tus manos; ninguno de ellos te podrá resistir. Vino, pues, Josué sobre ellos de repente, habiendo marchado toda la noche desde Gilgal. Y el Señor los desconcertó delante de Israel, y los hirió con gran matanza en Gabaón, y los persiguió por el camino de la subida de Bet­horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda. Y sucedió que mientras huían delante de Israel, cuando estaban en la bajada de Bet­horón, el Señor arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron; y fueron más los que murieron por las piedras del granizo que los que mataron a espada los hijos de Israel. Entonces Josué habló al Señor el día en que el Señor entregó a los amorreos delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de Israel: Sol, detente en Gabaón, y tú luna, en el valle de Ajalón. Y el sol se detuvo, y la luna se paró, hasta que la nación se vengó de sus enemigos. ¿No está esto escrito en el libro de Jaser? Y el sol se detuvo en medio del cielo y no se apresuró a ponerse como por un día entero. Y ni antes ni después hubo día como aquel, cuando el Señor prestó atención a la voz de un hombre; porque el Señor peleó por Israel." Josué 10:4­14 Lo que sucedió en Gabaón fue que se detuvo el sol para destruir a los enemigos de Israel. Hoy puede suceder lo mismo, se va a detener el sol de Justicia que es nuestro Señor Jesucristo con el propósito de destruir a nuestros enemigos y esos enemigos no son solamente los que estén contrarios a nosotros literalmente hablando, sino actitudes que estén dentro de nosotros y que son del desagrado de Dios y son parte de nuestros enemigos porque en algún momento de nuestra vida, le hemos permitido al diablo que nos contamine, pero hoy es el día en que el sol de Justicia destruirá todo lo que ha estado impidiendo que avancemos en el Señor. Debemos estar en constante comunión con El, debemos estar en El todo el tiempo para que se cumpla lo que está escrito: "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así

tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí, y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento, y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor." Juan 15:1­10 Notemos la promesa que nos hace nuestro Señor Jesucristo al hecho de permanecer en El todo el tiempo y no lo dice una vez, sino varias veces y no solamente en la cita que se describió, sino que Dios nos invita a que permanezcamos en El todo el tiempo porque lejos de El nada podemos hacer. En el libro de Ester nos relata la historia que ella tuvo que entrar al palacio y se arriesgo al entrar por el jardín para poder llegar a platicar con el rey, sin embargo ella lo hizo con sabiduría porque lo que llevaba era una invitación a un banquete y en medio del banquete el rey le pregunta que es lo que ella desea y es en ese momento cuando ella pide que no la maten a ella ni a su pueblo. Notemos que lo que Ester está pidiendo es misericordia para vivir y no venganza en contra de Aman por eso le fue concedida su petición, porque vieron la condición de su corazón. Lo que sucedió en el libro de Ester podría decirse que es una sombra o una similitud de lo que dice el libro del Cantar de los Cantares porque una vez que nuestras actitudes son del agrado de Dios podemos decirle que venga a tener intimidad en nuestras vidas: "Despierta, viento del norte, y ven, viento del sur; haced que mi huerto exhale fragancia, que se esparzan sus aromas. Entre mi amado en su huerto y coma sus mejores frutas." Cantar de los Cantares 4:16

CONCLUSIONES: Dios quiere llenarnos de Su presencia y que estemos desbordando de amor por El. Dios desea deleitarse de lo que encuentre en nuestro corazón con actitudes que provengan de su voluntad en nuestras vidas. Así como Ester buscó la forma de que el rey estuviera en su banquete y tenerlo cerca y no llegar a el con peticiones sin antes tener una comunión; de esa forma debemos acercarnos nosotros a Dios en una condición en la que anhelemos su presencia todos los días de nuestra vida; debemos acercarnos a

Dios para rendirle adoración y si hemos perdido la vista espiritual, pedirle que nos la devuelva para poderlo ver en todo momento y poderlo escuchar a cada instante de nuestra vida; decirle que queremos escuchar sus deseos antes de escuchar sus ordenes; decirle que El es todo para nosotros y que fuera de El nada deseamos. "Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que han palpado nuestras manos, acerca del Verbo de vida (pues la vida fue manifestada, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, os proclamamos también a vosotros, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y en verdad nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo." 1 Juan 1:1­3

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