Latin America Studies Association XXII International Congress
ECO 41 Session Title: The Cuban Economy and Its External LInks
El sector empresarial cubano en Miami y el futuro de las relaciones Estados Unidos - Cuba
M.A. Luis René Fernández Tabío Universidad de La Habana Centro de Estudios sobre Estados Unidos 33 # 1421 e/ 14 y 18, Miramar, PLAYA. Tel. 238541 y 235807 E-Mail:
[email protected]
Miami, Florida, The Hyatt Regency Miami, March 16 – 18, 2000
Introducción El análisis del sector empresarial de la comunidad cubana en los Estados Unidos constituye, sin duda, uno de los problemas que se deben dilucidar en el marco del proceso de transformaciones en que se encuentra enfrascada la sociedad cubana actual. El avance y articulación de los negocios de emigrados cubanos actuando dentro del cercano y poderoso mercado estadounidense plantea posibilidades y retos para el desenvolvimiento económico de Cuba en un escenario de levantamiento de las sanciones económicas, que han impedido por más de 40 años el desenvolvimiento normal de sus relaciones económicas con los Estados Unidos. Aunque no sea un elemento promotor de la normalización de las relaciones, se considera que en circunstancias específicas favorables al restablecimiento de los vínculos entre la Isla y los Estados Unidos, la capacidad del sector empresarial de la comunidad cubana radicado en Miami constituye un factor a tener en cuenta para la reinserción y acceso de las empresas de la Isla al mercado estadounidense, tanto de manera directa como indirecta. Al mismo tiempo, el mercado cubano ofrecería enormes oportunidades para el crecimiento económico del Sur de la Florida, siendo una de las más beneficiadas la ciudad de Miami, donde se encuentra el importante puerto del mismo nombre y se concentra el grueso de los cubanos residentes en Norteamérica. Además de Miami, el Estado de la Florida posee otros importantes y cercanos puertos a Cuba. Entre estos deben considerarse Tampa y Jaksonville1, que deben desempeñar una función relevante en el escenario de normalización de los vínculos debido a la vecindad geográfica, que favorece el bajo costo de los fletes y el corto tiempo de transportación. No es casual que las autoridades de estos puertos de algún modo han demostrado su interés para una eventual apertura de los vínculos económicos, si bien por razones obvias delimiten los escenarios posibles. La existencia de experiencia desarrollada en las relaciones de estos puertos en el comercio de los Estados Unidos con el Caribe y América Latina, también constituye una ventaja en la competencia que se desarrollará por la participación en el mercado cubano entre puertos estadounidenses con fácil acceso al Golfo de México y el Mar Caribe. La compleja historia de enfrentamientos entre los Estados Unidos y Cuba no sólo en el ámbito económico, sino también político, ideológico y hasta militar --en la que los 1
Por ejemplo, el puerto de Jaksonville elaboró “Jaxport Brief on Cuba” en 1999 y aunque se aclara que el documento es sólo con propósitos informativos y se establecen diversas condicionantes, se afirma que no es muy temprano para Jaxport comenzar a pensar en este y otros temas que serán esenciales para crear un clima económico favorable y más orientado al mercado en Cuba. 2
sectores más poderosos y beligerantes de la comunidad cubana radicados precisamente en Miami han desempeñado funciones destacadas, ha dejado casi en el olvido, o excluido implícitamente del análisis, cualquier escenario no extremo ni altamente condicionado, que en definitiva no sea expresión de voluntades políticas derivadas de la misma confrontación. Sin embargo, más allá de la dinámica de divergencias objetivas e incuestionables, e incluso reconociendo la función protagónica desempeñada por el sector más influyente de esa comunidad cubana en la conformación de la política de los Estados Unidos hacia Cuba, parecen existir pocas dudas sobre la función de atracción recíproca desempeñada por la contigüidad geográfica en la estructuración del comercio una vez que hayan desaparecido las restricciones que hasta el presente existen. Este fenómeno no ha sido sólo considerado por la teoría económica del comercio, y aplicado a los estudios sobre efectos de la integración, sino que está presente en otras disertaciones que aprecian que “la lógica de la geografía y la historia simplemente no proveen otra alternativa” que el restablecimiento tarde o temprano de relaciones entre los dos países.2 Incluso en las actuales condiciones de elevado nivel de divergencias entre los gobiernos de ambos países, el flujo monetario de las remesas familiares de la comunidad cubana residente en ese país y concentrada en la ciudad de Miami, constituye una fuente de ingresos que merece ser analizada. El hecho que las actuales cifras, por diversas razones asociadas a la propia naturaleza de las relaciones, sean inferiores a las potencialidades que tendrían estos envíos de producirse un proceso de normalización gradual de los vínculos, no hace otra cosa que demostrar su posible significación perspectiva. Estudiosos y analistas sobre estos problemas coinciden en señalar que son los grupos migratorios a partir de 1980, con la crisis del Mariel, y sobre todo los emigrados legales a raíz de los acuerdos migratorios entre los Estados Unidos y Cuba en 1994,3 los que comienzan a presentar algunas evidencias de “normalización” con respecto a otras oleadas, tanto por su representatividad como parte de la sociedad de origen, como por algunas de las motivaciones que promovieron su salida hacia los Estados Unidos. Estos nuevos emigrados, aunque mantengan ciertas características comunes con las primeras oleadas, en cuanto a un rechazo político e ideológico al sistema cubano, sus bases de antagonismo no son de carácter eminentemente clasista y se distinguen en ser más proclives a remesar dinero a sus parientes, e incluso amigos, dado que el apoyo económico a la parte de la familia que se queda en Cuba se encuentra con 2
Louis A. Pérez, Jr. Cuba and the United States: Ties of Singular Intimacy. Second Edition. The University of Georgia Press. Athens and London, 1998, p. xiii 3 En septiembre de 1994, como resultado de la crisis de los balseros ocurrida en ese verano, se estipula que Estados Unidos otorgará no menos de 20 mil visas anuales a los cubanos y que los nuevos balseros encontrados en el mar, serán regresados a Cuba. 3
mayor frecuencia entre sus objetivos, o porque los vínculos familiares y personales tienden a ser más estables.4 Las nuevas circunstancias se refuerzan también debido a un entorno más favorable a la comunicación entre los dos países, aunque como se conoce, todavía ese ambiente esté alejado de las condiciones que pudieran calificarse de “normales” y no esté exento de crisis, fuertes tensiones, e incluso retrocesos circunstanciales. Sin embargo, son precisamente estos más recientes emigrados los que poseen un menor nivel de ingreso y por ello tendrían una inferior capacidad de enviar ayuda monetaria a sus familiares5. Todos estos argumentos llevan a cuestionar la magnitud de estos flujos, que de acuerdo a las estimaciones más abultadas6 se han colocado hasta en 800 millones de dólares anuales.7 Aunque en esta ponencia no se pretenden analizar los escenarios de normalización, los plazos de ocurrencia, ni la forma en que se presente el levantamiento del bloqueo; se aprecian ciertas tendencias que parecen favorecer en el transcurso del tiempo un proceso de restablecimiento de las relaciones entre Cuba y su poderoso e influyente vecino del Norte. De algún modo, ya en la actualidad y sobre todo desde 1998, a pesar de variados incidentes sumamente contradictorios, sensibles y emocionales, se comienzan a observar cambios en la institucionalidad, las regulaciones y la forma de interpretar la aplicación del llamado embargo a Cuba de acuerdo a la propia ley aprobada a tales efectos por el Congreso estadounidense. El desmantelamiento gradual de las restricciones, dadas las propias condiciones que fija la Ley Helms Burton de 1996 y con independencia de su justificación dentro del discurso político, tendrían como resultado la paulatina reducción de las restricciones para las relaciones económicas. Este proceso debe ser acompañado del paso a un segundo plano de las tendencias 4
Los emigrados legales pueden realizar visitas anuales a sus familiares después del establecimiento de su residencia en los Estados Unidos, en lugar de tener que esperar largos años, lo que beneficia una relación bastante fluida. 5 Algunos análisis incorporan en las remesas no sólo el envío de dinero, sino todo tipo de gastos asociados con los familiares en Cuba, incluidos los paquetes, el financiamiento de visas y trámites migratorios para visitas familiares, entre otros. 6 De acuerdo al estudio de la economía cubana realizado por la CEPAL (La economía cubana. Reformas estructurales y desempeño en los noventa, agosto de 1997) las remesas monetarias enviadas por los cubanos en el exterior se incrementaron de 125 millones a inicios de los años 90, a 800 millones a mediados de la pasada década. 7 Se han realizado diversas estimaciones para tratar de ajustarse a las particularidades de Cuba, con distintos resultados. Si bien Carmelo Mesa-Lago para 1993-1994 las estimaba entre 200 y 300 millones anuales, el INIE de La Habana las ubicaba en apenas 75.7 Una variante que sugerimos supone descontar de ese gran total, que coincide aproximadamente con los gastos en divisas de la población en la tiendas estatales, los ingresos de los hogares provenientes de su actividad micro empresarial frente al creciente aumento del turismo. 4
ideológicas que han dominado hasta el presente la política de los Estados Unidos hacia Cuba, que recomiendan el aislamiento y la asfixia económica como vías para provocar el colapso del gobierno cubano. Para Cuba, el bloqueo en la actual etapa (después de 1989) dadas las complejas condiciones generales del contexto político y económico internacional, sin lugar a duda constituye un factor que dificulta el proceso de su recuperación económica. Sin embargo, como ha demostrado también la práctica de los últimos años, no lo impide. Con grandes costos económicos, las tendencias internas de adaptación y renovación que posee la sociedad cubana se han expresado, aunque todavía se encuentren en un contexto de acoso y fuerte presión que obstaculizan su desenvolvimiento. Es decir, la política de los Estados Unidos hacia Cuba aunque no determine el curso de los acontecimientos, se interrelaciona con la economía interna cubana y en general su sociedad de muy variadas y complejas maneras, acrecentando las dificultades para su inserción a nivel hemisférico y mundial, elementos que retrasan su ritmo de recuperación y el mayor bienestar asociado que se pueda alcanzar. El desenvolvimiento de la sociedad cubana actual, su despegue económico, la adaptación exitosa al nuevo entorno internacional y el ascenso de las dimensiones y posibilidades de acceso a su mercado, (en el contexto del bloqueo) resultan condiciones estimuladoras de su eliminación. Este asunto hasta el presente ha evidenciado que las sanciones económicas no pueden hacer colapsar la economía cubana, ni quebrar su sociedad y al mismo tiempo han servido de impulso que fortalece los intereses económicos, sociales, humanitarios, e incluso de naturaleza política, que dentro de los Estados Unidos se expresan en favor de la eliminación de algunas de las restricciones a las relaciones económicas con Cuba. Dicho de otro modo, al demostrarse la incapacidad del bloqueo para quebrar a Cuba, se aumentan los costos de la política de aislamiento8 y se acrecientan las fuerzas que optan por una política alternativa, de mayor comunicación y apertura de espacios a los vínculos familiares, económicos, sociales y culturales. El crecimiento del mercado cubano y sus expectativas potenciales hacen aumentar su significación, primero para algunas industrias y regiones, sobre todo las más beneficiadas con esta apertura y luego para el resto de su economía. Con el auge económico de la Isla disminuyen los riesgos - país, se abaratan y facilitan los créditos y con ello se ensanchan las posibilidades de comercio e inversiones. Los intereses económicos del capital 8
En 1988 se estimó el costo del bloqueo para el sector de negocios estadounidense en más de 30 mil millones de dólares. Sólo en productos químicos, granos y medicinas, los exportadores de los Estados Unidos dejaron de percibir un beneficio calculado entre 300 y 400 millones anuales. Estas cifras en la actualidad serían superiores a los 600 millones de dólares solamente considerando la importación de alimentos 5
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0 1994
Crecimiento PIB 1995
1996
1997
1998
Crecimiento PIB
1999
estadounidense más afectados por el bloqueo se encuentran en tales circunstancias más dispuestos a la acción política por eliminarlo y al mismo tiempo, comienzan a manifestarse sectores que han tenido una posición tímida frente a Cuba. En el presente se observan algunas manifestaciones de esta última tendencia en tanto se fortalece y se hace más rápido su ritmo de crecimiento económico y cuando en la comunidad cubana en los Estados Unidos, lentamente, se aprecian expresiones que comienzan a trascender el espíritu del exilio y diluyen gradualmente los factores emocionales que han hecho aparecer una normalización de las relaciones como algo casi inalcanzable. Ello no quiere decir que el proceso de levantamiento del bloqueo y normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos (tomando en cuenta la existencia de la comunidad cubana en ese país) sea un proceso sencillo, fácil, lineal. Todo lo contrario, esta lleno de contradicciones, escollos y notables dificultades; la larga historia de cuatro décadas de bloqueo son una clara evidencia de las condiciones que se deben vencer para abrir el camino. Sin embargo, no cabe duda que el levantamiento gradual de las sanciones económicas y la posibilidad del aumento de las relaciones económicas entre Cuba y los Estados Unidos debido al fortalecimiento de la posición de Cuba como mercado internacional, como nación soberana, constituye un escenario que tiene que ser explorado cada vez con mayor detenimiento, sin olvidar que el conflicto de Cuba con los Estados Unidos por su independencia no se inició con la Revolución del 1 de enero de 1959 y tampoco terminará el día que sean levantadas todas las restricciones que conforman la política de bloqueo. Es comprensible que en este contexto histórico, la forma en que se expresan los intereses empresariales cubano americanos se imbrican con gran fortaleza en las relaciones dominadas hasta ahora por el conflicto y sus derivaciones ideológicas y políticas extremas entre los Estados Unidos y Cuba después del triunfo de la Revolución. No se puede tampoco desconocer la significación que le atribuyen algunos de estos agentes a los instrumentos para recrudecer el bloqueo. No obstante, la tendencia en el tiempo, debido a los cambios en el contexto internacional y a las evidencias de perdurabilidad primero y adaptación después que comienza a ofrecer Cuba, deben promover a diversos sectores dentro de la política norteamericana, liberales, pragmáticos y conservadores, e incluso dentro de la comunidad cubana en ese país, a buscar ampliar la comunicación e ir eliminando 6
gradualmente la política de aislamiento y sanciones económicas.9 Es notable la existencia no sólo de intereses económicos comunes, sino también importantes temas fundamentales definidos en la agenda de seguridad nacional de los Estados Unidos,10 que encuentran una importante coincidencia del lado cubano y que constituyen ámbitos potenciales de negociación y acuerdos entre las dos Partes. Desde otra óptica ya se ha reconocido una serie de "fuerzas que actúan contra la distancia y la hostilidad",11 entre las que el sociólogo Lisandro Pérez señala las nuevas generaciones, los nuevos emigrantes con un mayor peso de la realidad cubana, las visitas de los familiares que en la actualidad superan las 130 mil personas anuales, e incluso algunas iniciativas institucionales que comienzan a cambiar lentamente el entorno de conflicto y hostilidad de ambos lados del estrecho de la Florida. En este complejo contexto, que no se agota en los anteriores elementos, el objetivo sería realizar una aproximación al potencial económico del sector empresarial de la comunidad cubana en el escenario de levantamiento del bloqueo. Naturalmente, aquí no se podría establecer qué proporción de estos agentes asumirían una función activa en respuesta a sus intereses, que no necesariamente debe suponerse coinciden siempre con una apertura de las relaciones comerciales con los Estados Unidos12, o qué parte del sector de negocios permanecería enclaustrado dentro del entorno ideológico de la "Cuba post-Castro". Es decir, por motivaciones puramente económicas existiría siempre una parte de esos agentes económicos que reaccionarían con indiferencia, o incluso habría algunos que al explorar el establecimiento de algún tipo de negocio con Cuba, llegarían a la conclusión que estos vínculos resultan más un reto para su empresa, que una oportunidad de expandir sus negocios. Una de las paradojas del problema es que de acuerdo a una lógica económica de carácter más general, aunque existan ganadores y perdedores como en cualquier evento de esta naturaleza, la apertura de las relaciones económicas con Cuba favorecería desproporcionadamente a la ciudad de Miami dentro de la Florida, y es precisamente allí donde se concentra la mayoría de la comunidad cubana y sobre todo 9
La Ley Helms Burton en 1996 y otras sanciones y agresiones económicas posteriores contra Cuba, su soberanía e independencia, han complicado adicionalmente este escenario, pero no lo excluyen completamente. 10
Además del tema migratorio, en que ya existen acuerdos provechosos, se encuentran el tráfico de narcóticos y los problemas ambientales. 11 Pérez, Lisandro. "Cuba and Cuban Americans: An Irreconcilable Relationship?". Cuba Briefing Papers Series, Number 16, The Caribbean Project, Center for Latin American Studies, Georgetown University. Washington DC, January 1998. 12 Existen casos, como las compañías de aviación, que se verían beneficiadas por el levantamiento de las restricciones establecidas para viajar a Cuba. Para algunas empresas, el bloqueo las beneficia directa o indirectamente. El mercado cubano abierto puede estimular tanto la expansión como el desplazamiento de algunos negocios por efecto de la competencia. 7
su enclave económico, que encontraría enormes posibilidades para su desarrollo como consecuencia de un escenario semejante. Potencial económico cubano americano en los Estados Unidos En esta presentación no se pretende profundizar en las causas determinantes de los resultados exitosos mostrados por la comunidad cubana en los Estados Unidos, que evidentemente están vinculadas a las condiciones particulares de su formación. Está bien establecido que las primeras oleadas migratorias estaban particularmente dotadas. La mayoría de sus miembros representaban la elite de la sociedad cubana, formada básicamente por su clase alta y media. Se ha reconocido con razón que los miembros de la primera oleada se encontraban “completamente ínter penetrados por las demandas e iniciativas de capital norteamericano”.13 Pero con independencia de las ventajosas condiciones de partida, tanto por el apoyo en el país de destino, asociado a razones políticas, como por su propia composición socio clasista, no cabe duda que el desempeño económico de la comunidad cubana como grupo étnico minoritario en los Estados Unidos, se compara positivamente con el resto de los grupos hispanos radicados allí. Del mismo modo, el sector de los negocios ha tenido un desempeño muy favorable, si se toma como referencia las otras comunidades hispanas. Asimismo, numerosos miembros de la comunidad cubana han servido como “puente” para favorecer los negocios de principales empresas estadounidenses en sus relaciones con países de América Latina y el Caribe. Determinadas condiciones del proceso migratorio cubano hacia los Estados Unidos después del triunfo de la Revolución hicieron posible la formación de un enclave económico concentrado en la ciudad de Miami que ha facilitado a su vez el “ajuste económico” o adaptación de los nuevos recién llegados. De acuerdo a un estudioso de la temática, el desarrollo de una economía étnica de alguna escala sustancial dentro de un espacio geográfico determinado tiene tres requisitos previos: • La existencia de un mercado estable que las pequeñas firmas puedan controlar, ofreciendo a la comunidad de emigrantes bienes culturalmente definidos, no disponibles fuera del mismo. • Acceso privilegiado a una fuerza de trabajo barata,14 mediante una red de trabajo de la comunidad y por último, 13
Silvia Pedraza, “Cuba’s Refugees: Manifold Migrations”, p 264, en: Silvia Pedraza; Rubén Rumbaut, Origins and Destinies. Immigration, Race, and Ethnicity in America. Wadsworth Publishing Company. 14 La relación del enclave económico con la fuerza de trabajo es uno de los tópicos de debate entre los sociólogos, respecto a si este tipo de empleo favorece el progreso de estos trabajadores en su inserción social, o si son objeto de una cruda explotación, como parte de una fuerza laboral cautiva. Véase: 8
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Acceso a capital."15
No nos detenemos aquí a dilucidar cada uno de estos requisitos, ni algunos otros factores sociales, demográficos y políticos que contribuyeron a la formación del enclave cubano de Miami. Esta estructura socioeconómica de carácter étnico, una vez constituida, refuerza el desarrollo del negocio de los cubano americanos en esta área geográfica de la Florida, lo que se verifica por los resultados del censo sobre los negocios de las minorías en los Estados Unidos. Está bien establecido que los beneficios que se obtienen del también llamado capitalismo étnico se encuentran entre las causas aparentes del sostenimiento de estas estructuras, ya que la economía étnica, sus empresas, organizaciones e instituciones, sociales, empresariales y políticas le otorgan cuerpo al enclave y favorecen su desarrollo.16 El crecimiento de los negocios de los cubanos en Norteamérica y sobre todo en la ciudad de Miami ha sido relevante. Portes señalaba que "las empresas poseídas por cubanos en el área de Miami se incrementaron de 919 en 1967 a cerca de 8,000 en 1976". Asimismo se estimaba que el 40% de las firmas constructoras y el 24% de los bancos comerciales locales en aquel momento eran controlados por emigrados cubanos.17 En 1977 se conocía la existencia de 30,366 firmas de la minoría cubana en los Estados Unidos, la mayoría concentradas en Miami. Existía una firma por cada 27 habitantes de origen cubano, lo que sin duda ofrece una medida del espíritu empresarial de los cubanos.18 De acuerdo a los datos censales de 1987 de las empresas poseídas19 por las llamadas "minorías étnicas" en los Estados Unidos, se registraban 61,470 empresas de cubanos, que significaban el 15% de las firmas hispanas y las mismas generaban ingresos ascendentes a 5.4 mil millones de dólares, o el 22% del total de los ingresos de ese grupo de firmas.20 En estas encuestas se definen como minorías a las Alejandro Portes; Leif Jensen, “The Enclave and the Entrants: Patterns of Ethnic Enterprise in Miami before and after Mariel. American Sociological Review, Vol 54, Nº 6 December 1989, p. 930 15 Portes, Alejandro; Alex Stepick. City on the Edge. University of California Press, Berkeley and Los Angeles California, 1993, p. 127 16 Light, Ivan. "Immigrant and Ethnic Enterprise in America", Ethnic and Racial Studies, Volume 7, Number 2, April 1984, 208 17 Alejandro Portes. "Immigrant Enclaves: An Analysis of the Labor Market Experiences of Cuban in Miami", American Journal of Sociology, Vol 86, Nº 2, p. 303 18 Alejandro Portes; Alex Stepick. City on the Edge. The Transformation of Miami. University of California Press, Berkeley, 1993, p. 135 19 Estas firmas son de propiedad individual o de varios socios, pero no se incluyen empresas públicas que son aquellas que tienen más de 35 accionistas. Los datos del censo de empresas se obtienen de las declaraciones de ingresos al IRS. 20 Roxana Brisuela; Luis R. Fernández. "El potencial económico de empresas pertenecientes a cubanoamericanos en los Estados Unidos". CEAP, La Habana, diciembre de 1991. 9
personas de ancestros hispanos o latinoamericanos, negros, indios americanos, asiáticos y de otras minorías y sus descendientes.21 El 60% de estos negocios se encontraban en la Florida, donde sostenían su mayor influencia al ser propietarios del 65% de todas las empresas hispanas y del 76% de los ingresos generados allí. Por sectores económicos, el grueso de la actividad empresarial se concentraba en el comercio y los servicios que acaparaban el 81% de todos los ingresos. De acuerdo al censo de población de 1990, el número de cubano americanos en los Estados Unidos ascendía en esa fecha a 1,053,197 habitantes, lo que representaba el 4.8% del total de la población hispana en ese país de más de 21 millones, siendo el tercer grupo más numeroso después de los mexicanos y puertorriqueños. El promedio de ingreso de la familia de origen cubano en los Estados Unidos era de 33,500 dólares anuales en 1990, el mayor entre los grupos hispanos. Le seguían en ese orden los Centro y Suramericanos, 30,700; y los mexicanos, 27,100, siempre en los mismos términos.22 Tomando en cuenta los anteriores datos, el tamaño del "mercado cubano americano" podría estimarse en alrededor de 10 mil millones de dólares a inicios de esta década,23 lo que representa el 5.4% del mercado hispano24. Parte de este mercado étnico podría ser capturado por futuras exportaciones cubanas, sobre todo de productos tradicionales como café y tabaco, además de su participación en el turismo o los viajes a Cuba que han mantenido una tendencia ascendente a pesar de las restricciones que en este terreno se establecen. El último censo disponible, publicado en 1996, sobre los negocios de las minorías en los Estados Unidos reflejaba la situación a inicios de los años 90. Los datos de 1992 reconocían la existencia de 93,096 firmas de dueños de origen cubano, representando el 12% del total de firmas hispanas. Ello mostraba un incremento en el número de
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1992 Economic Census. U.S. Department of Commerce. Economic and Statistics Administration, Bureau of the Census. "Survey of Minority-Owned Business Enterprises", MB92-2, Hispanic, Issue June 1996, 147 pp. 22 El gobierno de los Estados Unidos considera el nivel de pobreza, cuando una familia de cuatro personas recibe un ingreso anual de $14,350, o menos. 23 Evaluaciones precedentes realizadas a mediados de la década de los años 80 del ingreso bruto de los hispanos en el Condado Dade, donde la proporción de cubanos es mayoritaria calcula el ingreso bruto entre 6.7 mil millones a 7.5 mil millones de dólares. Véase: Antonio Jorge y Raúl Moncarz. "The Political Economy of Cuban in South Florida" A Cuban Studies Project Monograph. University of Miami, Coral Gables, March 1987, p. 7 24 Luis R. Fernández; Eddy Padrón. "Caracterización de las mayores empresas cubanoamericanas en los Estados Unidos", CEAP, Universidad de La Habana, diciembre de 1993, p.3. 10
firmas cubanas, aunque su representación en el contexto de las hispanas había descendido con relación a los datos obtenidos en 1987 por la misma fuente. Este cambio en la proporción se debe a que el aumento del número de firmas hispanas en general, entre los resultados de ambos censos, fue del 83%, mientras que para el caso de las cubanas fue de 66%.25 Otro tema por solucionar es que el normal proceso de crecimiento y en cierto modo de maduración de los negocios, hace "desaparecer" empresas que esta estadística no refleja, pues se trata de las empresas públicas cotizadas en el mercado, como sería el caso de MasTec Inc.26 Es precisamente en este ámbito donde se encuentran los capitales más importantes, si bien ya no se puede considerar capital familiar, aunque conserven el nombre de sus fundadores y se sostengan miembros dela familia en su dirección ejecutiva. No obstante, en los datos analizados por el censo de “minority business”, el comportamiento de los ingresos resulta más dinámico, al mantenerse aproximadamente la proporción de ingresos acaparadas por el conjunto de las empresas cubanas en relación a las hispanas entre 1987 y 1992, pues apenas se observó una caída de un punto porcentual, de un 22 a un 21.4%. Los ingresos brutos de 1992 de las empresas de la minoría de origen cubano en los Estados Unidos ascendieron a 15,588 millones de dólares estadounidenses.27 En la ciudad de Miami y el Condado Dade es donde se concentra la mayoría de la población y el negocio de la minoría cubana en los Estados Unidos. En 1992 en el estado de la Florida existían 118,208 firmas hispanas y 63,442 eran de origen cubano, lo que representaba más del 53% del total. En cuanto a los ingresos brutos de las firmas cubanas en ese año, alcanzaban los 10,9 mil millones de dólares a precios corrientes que significaban el 67,5% de todos los ingresos brutos de firmas hispanas en esa parte del país. Estas magnitudes pueden ser comparativamente pequeñas en términos del gran negocio en los Estados Unidos, pero respecto a las dimensiones actuales de la economía cubana son relevantes. Sólo para tener una idea de las escalas, cabe señalar que el intercambio comercial de Cuba en 1993 alcanzó 3,164.9 millones de dólares, apenas el 30% del valor agregado de los ingresos brutos de las empresas cubano americanas un año antes. Por su parte, las exportaciones de níquel, segundo renglón de exportación de Cuba después del azúcar, ascendieron en 1996 a 417 millones de dólares, mientras las 3,803 empresas propiedad de cubanos en Fort 25
Cálculos del autor empleando los censos de las empresas de minorías hispanas correspondientes a 1987 y 1992. 26 El capital de la familia Mas Canosa se encontraba principalmente concentrado en la firma MasTec Inc y ascendía en 1997 a 586 millones de dólares. Este tipo de empresa no clasifica dentro de los negocios de las minorías por su tamaño y forma de inversión. 27 Ibid. 11
Lauderdale, Florida, presentaban en 1992 un ingreso bruto de acuerdo a la información del IRS de 546 millones de dólares.28 Si nos concentramos en Miami, donde se ubica el enclave, la concentración de los cubanos es todavía más dominante. Del total de 77,300 empresas ubicadas en esa ciudad, 46,900, o el 60.6%, son cubanas y muestran un ingreso bruto de 10, 949 millones de dólares. Sin embargo, en la actualidad existe una presencia importante del sector de negocios cubano americano en otros estados en los cuales el número de empresas y el nivel agregado de ingresos alcanza magnitudes relevantes. Tal es el caso de California, que en 1992 se conocía la existencia de 6,602 empresas, con un ingreso bruto de más de mil millones de dólares. Otros estados que superan el millar de empresas de propietarios de origen cubano son: Estado Número de empresas Ingreso Bruto (000) U.S. $ Illinois 1,278 220,381 New Jersey 5,057 753,539 New York 4,691 653,138 Texas 2,108 580,756 Suma 13,734 2,207,814 Fuente: Elaborado por el autor a partir de: . "Survey of Minority-Owned Business Enterprises", MB92-2, Hispanic, Issue June 1996
Florida New Jersey New York Texas California Otros
Según se aprecia en el gráfico anterior, la distribución de los ingresos brutos de las firmas cubanas se concentran por amplio margen el la Florida (69%) y luego se encuentran los mayores ingresos en California (6.7%), New Jersey (4.8%), New York 28
Datos de la economía cubana de: Banco Nacional de Cuba, Informe Económico 1996, La Habana, mayo de 1997. 12
(4.2%) y Texas (3.7%); el resto de los estados acaparan un 15.8% de los 15 mil millones de ingresos brutos de las firmas cubanas en 1992. La estructura por industrias de las firmas hispanas en Miami reflejan aproximadamente la composición de las firmas cubanas por ramas de la economía debido a su gran concentración en esta ciudad (66% del número de firmas y 74% de los ingresos brutos). Miami, Fl. Cubanas Miami % Total Hisp. Miami Agric., bos., pesca y minas Construcción Manufacturas Transporte y serv. Público C. mayorista C. minorista Finanzas, seg. Y bienes r. Servicios No clasificados
# Firmas 46900 60.6 77300 1608 8570 1766 6019 3304 7493 5347 34463 8730
Ingresos (000) U.S. $ 8113779 74.1 10949254 65129 707981 733442 366000 3902562 2538656 553508 1912246 169732
Por industrias se observa una concentración de los ingresos en las esferas del comercio mayorista (35.6%) y minorista (23.18%) que de conjunto acaparan casi el 59%. Si se agregan los servicios (17%) y finanzas, seguros y bienes raíces (5.05%), alcanzaríamos el 81.29% del total de ingresos obtenidos por las empresas hispanas en la ciudad de Miami. En correspondencia con la concentración de los cubano americanos en el estado de la Florida y en particular en la ciudad de Miami, así como por la cercanía geográfica y los vínculos existentes antes al establecimiento del embargo, se expresan los intereses económicos de los hombres de negocio de la Florida en Cuba. En 1959 el 65% de las cargas que se movían a través del Distrito Aduanero de Miami estaban destinadas a Cuba.29 La intuición económica debido a la cercanía geográfica entre La Habana y Miami, sugieren una renovada importancia de estos flujos una vez que se eliminen las restricciones. Pero el resultado final dependerá mucho del escenario político en que se de la apertura de las relaciones comerciales, así como de la preparación del puerto de Miami respecto a otros puertos como Jacksonville, Tampa y New Orleans. Texas, con 27 puertos en el Golfo de México no puede desconocerse como un importante competidor, sobre todo el puerto de Houston, uno de los más importantes en los Estados Unidos. 29
Florida Trend, January 1995, p. 14 13
Miami ciudad global El desarrollo de la economía de la ciudad de Miami, vinculado al comercio y las relaciones financieras con América Latina ofrece una oportunidad especial a la comunidad hispana residente allí y en particular a cubanos que venían colocándose en un lugar destacado en todo el tejido social de la ciudad. De hecho, una parte importante del comercio de los Estados Unidos hacia países del Caribe, Centroamérica y en Cono Sur se realiza desde esta ciudad. Las causas de la transformación de la ciudad de Miami de un centro de veraneo para turistas provenientes fundamentalmente del Norte del país hasta por lo menos los años 60, a un centro fundamental desde el punto de vista económico para las relaciones de los Estados Unidos con países de América Latina y el Caribe no sólo se puede explicar apelando a la teoría económica. En la nueva conformación de la ciudad, como ha sustentado Ramón Grosfoguel,30 se entrelazan explicaciones tanto desde la perspectiva de la lógica de la acumulación capitalista – el enfoque más frecuente- como elementos aportados por la dinámica geopolítica que condicionan el desarrollo de una “ciudad mundial”, por su función de centro del sistema de relaciones en el Caribe. Es decir, las razones por las cuales la ciudad de Miami se transforma en una ciudad con una función nodal en las relaciones económicas, sociales y políticas de los Estados Unidos con el Caribe, Centroamérica y América del Sur es un proceso complejo en que intervienen distintos factores. Entre estos, el enclave económico de Miami, la concentración de cubanos que lo integran, asociada a funciones, militares, económicas, políticas, ideológicas y simbólicas como antagonistas de la revolución cubana en el contexto de la Guerra Fría promueven y crean condiciones decisivas para su desarrollo como ciudad regional, importante puente en las relaciones entre América Latina y el Caribe y los Estados Unidos. De tal suerte que el enclave económico cubano se apoyaría no sólo en el capital humano y algunos casos incluso financiero, traído por las primeras oleadas migratorias, sino el tratamiento especial recibido por este grupo para facilitar su inserción exitosa en la sociedad estadounidense. La organización de los grupos de contrarrevolucionarios en Miami, la concentración de importantes esfuerzos de la Agencia Central de Inteligencia concentrados en la dirección y ejecución de acciones contra el gobierno cubano, que en su momento de máximo esplendor se transformó en uno de los mayores empleadores de la ciudad. Se estima que alrededor de 12,000 cubanos recibían remuneración de la CIA en Miami a principios de los años 60.31 La estación 30
Ramón Grosfoguel, “Global logics in the Caribbean city system: the case of Miami”, pp. 156 – 169: World Cities in a World System. Edited by Paul L. Knox and Peter J. Taylor. Cambridge University Press. 1995. 31 Miami Now! Immigration, Ethnicity, and Social Change. Edited by Guillermo J. Grenier and Alex Stepick III, Unversity Press of Florida, 1992, p. 11. 14
local de la CIA allí, conocida como, JM –Wave, y ubicada en la Universidad de Miami, era la segunda agencia más importante de inteligencia en el país, sólo superada por sus oficinas centrales en Langley, Virginia.32 A estas fuentes habría que sumar el Programa para Refugiados Cubanos, (Cuban Refugee Program) que buscaba facilitar la inserción exitosa de los cubanos fuera de Miami. Debido a este programa la concentración de la población cubana en Dade County disminuyó de 42% en 1965 a un 40% según los datos del censo de 1970.33 Según Pedraza-Bailey34 la política migratoria de Estados Unidos hacia Cuba en el contexto de Guerra Fría tenía una función “simbólica” que a su vez servía para justificar su política exterior hostil hacia la Isla. A este aspecto habría que sumar el papel del narcotráfico, el lavado de dinero, la función de los capitales que desde América Latina llegaron a refugiarse a Miami durante la crisis de la deuda de la década de los años 80 y las elites centroamericanas, de El Salvador y Nicaragua sobre todo, que durante los peores tiempos del conflicto en la región recibieron el apoyo del gobierno norteamericano y a la vez encontraron en el entorno de Miami condiciones favorables para su bienestar. El tema de la “integración económica” a partir de la creación de acuerdos de libre comercio con la región de América Latina y el Caribe luego de la formación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que incorporaba a México y Canadá al concepto de Norteamérica junto a Estados Unidos. Este tratado afectaba indirectamente las relaciones con el Caribe y Centroamérica. Estos países habían tenido un tratamiento preferencial y habían recibido ayuda económica y para la seguridad en el marco de la Iniciativa para la Cuenca del Caribe y otras propuestas de política impulsadas desde una perspectiva de “seguridad nacional” dado el contexto de Guerra Fría. La celebración de la Cumbre de las Américas en Miami en 1994 puede considerarse el reconocimiento de la ciudad en su dimensión de nodo principal de las relaciones con el resto de América Latina y el Caribe. La estructura del comercio de Miami está concentrada en la región de América Latina y el Caribe, si bien existe comercio con Asia y Europa. Es así que en 1998, a través del distrito aduanero de Miami el comercio con Europa Occidental significaba el 12%, con Asia el 5%, mientras que América del Sur concentraba el 41% de los intercambios, Centroamérica el 22% y el Caribe 16%.35 Teniendo en cuenta el tamaño de los 32
Alejandro Portes; Alex Stepick, City on the Edge. The Trasformation of Miami. University of California Press, Berkeley and Los Angeles, California, 1993, p. 126. 33 Lisandro Pérez. “Cuban Miami”. Cap. 5. Miami Now!, Edited by Guillermo Grenier and Alex Stepick III, pp. 86 –87. 34 Silvia Pedraza-Baley. Political and Economic Migrant in America: Cuban and Mexican. Austin, University of Texas Press,1985, pp. 16-17. 35 Miami Customs District 1998 International Trade: Trends and Análisis. Prepared by: Jaap Donath, Ph.D. Manager, Business Research. The Beacon Council, Miami, Florida, p.6 15
mercados y la población concentrada en cada uno de los mismos, resulta muy notable el lugar que ocupa el Caribe en el total del comercio de Miami. El Caribe ha venido incrementando su participación en el comercio con Miami desde el 36.9% en 1989 a un 45.1% en 1998. El puerto de Miami se especializa en cargas trasladadas mediante contenedores, por lo que la variedad de productos que se mueven por este distrito aduanero es muy grande, si bien las prendas de vestir, los productos para la aviación, las maquinarias eléctricas, los productos químicos, ópticos e instrumentos médicos se encuentran entre los bienes de mayor significación.36 Algunos países del Caribe y Centroamérica son importantes mercados de Miami, con el resultante beneficio para la ciudad. Entre estos se destacan la República Dominicana cuyo comercio con Miami ascendió en 1998 a 2.3 mil millones de dólares. Otros países de Centroamérica se encuentran en el rango de los mil millones de dólares en comercio a través de Miami, como: Honduras (1.8), Guatemala (1.2), Costa Rica (1.2) y El Salvador (1.0) El comercio potencial entre Miami y Cuba Una forma sencilla de estimar los flujos potenciales de comercio entre Miami y Cuba resultaría de la modelación de la Isla utilizando algunos países del Caribe y quizás Centroamérica, con un tamaño de mercado semejante. Empleando los datos del comercio de Miami con el valor agregado de los países seleccionados, se pudiera obtener una representación de Cuba. De los países del Caribe que mejor podrían servir de “proxy” a Cuba, la República Dominicana parece ser una buena opción. En realidad, la población de Cuba es mayor y se pudiera representar con más precisión el mercado potencial cubano para Miami, agregando a Jamaica. Habría discrepancias en otros indicadores de acuerdo a las condiciones actuales de Cuba, pero no cabe duda que el desarrollo de su capital humano e infraestructura ofrecería amplias ventajas potenciales. Superada la crisis y eliminadas las sanciones económicas, casi de manera instantánea crecerían sustancialmente las importaciones, a partir de créditos que estarían disponibles en esas nuevas condiciones. Ello nos hace pensar que los datos actuales de la suma del comercio de República Dominicana y Jamaica pueden brindarnos una representación aproximada del mercado cubano para Miami.
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Miami Customs District 1998 International Trade: Trends and Análisis. Prepared by: Jaap Donath, Ph.D. Manager, Business Research. The Beacon Council, Miami, Florida, p. 1 16
País
Población Millones PIB miles de millones 1998 USD 1998 8 14.6
Exp. Mill. USD 7.0
Imp. Mill. USD 7.7
República Dominicana Jamaica 3 4.3 3.1 4.0 RD+Jam. 11 18.9 10.1 11.7 Cuba 11 10.9 3.4 4.537 Cuba (1989) 26.7 5.4 8.1 Fuentes: CEPAL, “La economía cubana”, Santiago de Chile, Agosto 1997 y World Bank, World
Develpment Report 1999/2000, “Entering the 21st Century”, Oxford University Press, New York, August 1999.
Es decir, el comercio de Cuba estaría en la actualidad aproximadamente constreñido an 50% de sus potencialidades, pero es lógico esperar un aumento rápido de estas cifras en unas condiciones de apertura del mercado de los Estados Unidos a un nivel muy semejante a las que reportan la República Dominicana y Jamaica de conjunto. Mediante estimación puede decirse que la apertura del mercado cubano significaría para Miami un aumento de 2,677 millones de dólares, que fueron las exportaciones desde esta ciudad hacia República Dominicana y Jamaica en 1998.38 Apoyados en estimaciones del “Greater Miami Chamber of Commerce” se considera que por cada mil millones adicional en flujos comerciales a través de Miami (importaciones, exportaciones y/o en tránsito), por lo menos se puede esperar un aumento de 5,000 empleos en la ciudad. Dado que en un primer momento transiten por Miami unos 6 mil millones de dólares como resultado del restablecimiento del comercio con Cuba, se crearían alrededor de 30 mil nuevos empleos, cifra nada despreciable en una ciudad donde el índice de desempleo está por encima de la media nacional en un momento de expansión de la economía. La percepción sobre las oportunidades y la disposición a participar De acuerdo a una encuesta realizada por la firma legal de Miami "Holland & Knight" a principios de la pasada década, los hombres de negocios de la Florida estaban listos a participar en relaciones con Cuba en el momento que los Estados Unidos levantara el embargo. Según esa información, de las 4,009 encuestas enviadas a principios de diciembre de 1993, se recibieron 200 respuestas positivas de empresas que consideraban tenían intereses potenciales de negocios con Cuba y cerca del 80% de las mismas estaban radicadas en la Florida. 37
Las comercio de Cuba incluye bienes y servicios. Si bien las cifras actuales están todavía muy deprimidas respecto a los valores de pre crisis. En 1989 las exportaciones alcanzaron 5.4 y las importaciones 8.1 en los mismos términos. 38 Calculado a partir de: Miami Customs District 1998 International Trade: Trends and Analysis, Prepared by Jaap Donath, Ph.D. Manager, Business Research, The Beacon Council, Miami, Florida. P. 14 17
Entre los sectores de mayor peso estaban el de la construcción, 20%; las manufacturas, 14%; y las finanzas 8%. De los que tienen planes concebidos para su participación futura en Cuba, el 69% se encontraban enfilados a la esfera de los servicios. Más de la mitad tenían planes para exportar y apenas un 20% para importar. Del grupo con intereses potenciales en la Isla, el 62% consideraban necesario tener una presencia física.39 Otra expresión de estos intereses en el mercado potencial cubano ha sido la creación de fondos de inversión. Se ha tenido conocimiento de la existencia de dos, uno específicamente dirigido a Cuba, el "Cuba Caribbean Basin Fund" que ha movilizado 8.8 millones de dólares y otro de más reciente creación: "The Americas Grouth Fund Inc." Este último esfuerzo financiero de capital de alto riesgo pretendía captar 5.5 millones de dólares mediante la venta de 1.1 millones de acciones de $5.50 cada una. Se planea movilizar el interés de pequeños inversionistas decididos a invertir en Cuba y otros países del Caribe donde los cambios económicos y políticos abran nuevas oportunidades.40 Una vez que ha quedado claro que la Revolución del 59 se ha venido ajustando y después de un quinquenio de aguda crisis, comienza a evidenciar signos de recuperación y de mayor apertura, los intereses económicos se comienzan a proyectar con mayor nitidez respecto a Cuba en uno u otro sentido. El Título III de la Ley presentada por el senador Jesse Helms y el representante Dan Burton, levantó en su momento un interesante debate sobre el tema de las reclamaciones de propiedades nacionalizadas por el gobierno revolucionario en los primeros años del proceso. En esencia, se trataba de una expresión de los intereses del gran capital cubano de 1959, devenido ciudadanos estadounidenses y que ahora querían reclamar, bajo su nuevo "status", en las cortes de ese país contra los inversionistas extranjeros que de algún modo se estaban beneficiando de sus antiguas propiedades, o de productos procesados en estas, si los mismos inversionistas tenían negocios en los Estados Unidos. Cabe recordar que entre los apoyos destacados a la Ley Helms Burton se encuentra la firma Bacardí, que ha reclamado a la firma francesa Pernod Ricard por la comercialización del ron Havana Club. Otro de los intereses importantes lo expresa la "National Association of Sugar Mill Owners of Cuba", que representa a familias que fueron en el pasado grandes terratenientes y según proclaman tenían 100 mil acres en Cuba antes de 1959, así como la llamada "National Association of the Cuban Tobacco
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Florida Trend, April 1994, p. 16 Dana Phillips, "Cuba/Caribbean mutual fund set to go public", South Florida Business Journal, Vol. 14, Number 51, Week of August 12 - 18, 1994.
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Industry", quienes buscan reclamar a "Tabacalera Española" en las cortes estadounidenses por sus negocios con Cuba.41 Contra esta postura estaban en el proceso de discusión de la propuesta los intereses de los 5,911 certificados de reclamación expedidos por el gobierno estadounidense en los primeros años de la década del 60, que en términos de valor se encontraban concentrados en una decena de importantes corporaciones encabezadas por CocaCola, ITT, Texaco, Chase Manhattan y Exxon. Estas compañías norteamericanas estaban organizadas en un "Joint Corporation Committee on Cuban Claims", que agrupa el 60% del valor de las propiedades norteamericanas nacionalizadas y reconocidas originalmente por el gobierno de ese país.42 Corporaciones norteamericanas con reclamaciones superiores a los 10 millones de dólares Reclamante
Valor
Cuban Electric International Telephone and Telegraph North American Sugar Industries Moa Bay Mining United Fruit Sugar West Indies Sugar American Sugar Standard Oil of New Jersey Bangor Punta Francisco Sugar Texaco Manati Sugar Nicaro Nickel Coca-Cola Lone Star Cement New Tuinueu Sugar Colgate-Palmolive Braga Brothers Boise-Cascade American Brands Total 41
268 131 109 88 85 85 81 72 53 53 50 49 33 28 25 23 14 13 12 11 1281
Gary L. Jarmin, "Cuban American claims... and counterclaims", Washington Times, September 26, 1995. 42 The Miami Herald, "Business Monday", October 2, 1995, p.13. 19
Fuente: US Foreign Claims Settlement Commission. Las mismas se opusieron a que los cubano americanos se les reconociera el derecho de demandar en las cortes estadounidenses por propiedades que tenían cuando eran ciudadanos cubanos, porque haría más complejo la obtención de los beneficios por sus propias reclamaciones. Sus asesores legales alegaban que ese título, constituiría un reto constitucional sin precedentes, debido a que resultaría inconstitucional no extenderle el mismo derecho a otros emigrados de cualquier parte del mundo. Sin embargo la Ley Helms Burton fue aprobada, creándose un contexto sumamente complejo para la política y los intereses estadounidenses, más allá de la agenda "cubano americana" encabezada por ciertos grupos del capital más poderoso de ese sector radicado en los Estados Unidos. A mediados de los años 90, según una encuesta de la revista Hispanic Business43 a los 224 empresarios cubano americanos registrados en sus bases de datos, se confirmaba la apreciación de algunos conocedores de la materia de que los empresarios más jóvenes, aquellos menores de 40 años, estarían más dispuestos a tener relaciones con el actual gobierno cubano, e incluso consideraban que el embargo les resultaba perjudicial y debía ser levantado. Por ejemplo, casi el 80% de los empresarios de la Florida, de acuerdo a la referida información, creían que el embargo debe mantenerse mientras Fidel Castro esté en el poder y en los menores de 40 años, esta misma respuesta la ofrecía el 62%. El 15.8% de todas las edades se "lanzarían agresivamente sobre Cuba si el gobierno estadounidense cesa el embargo mañana", mientras entre los menores de 40, esa proporción alcanzaba el 23.5% del total, 18.4% asumirían una postura de "esperar y ver", si bien el 57.9% "rechazaría tratar con el gobierno de Fidel Castro”. Aunque la mayoría (69.3%), considera que el embargo no ha tenido efecto en su negocio, el 24% piensa que esta medida restrictiva "ha sido perjudicial para los intereses de mi negocio" y de acuerdo a lo anterior, el 27.3% han diseñado planes de contingencia para la expansión de sus negocios cuando termine el embargo. Si bien la mayoría (69.7%) mantiene una postura ideológica, como ha caracterizado a la comunidad cubana en los Estados Unidos y piensa que debe ser levantado el embargo "sólo después que Fidel Castro no esté en el poder y un gobierno democrático sea establecido", existe un 19.7% que considera que el embargo debe ser levantado gradualmente, basado en concesiones económicas y políticas, e incluso un 10.5% cree que "debe terminar inmediatamente."
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Esta encuesta tuvo una tasa de respuesta del 34%. Hispanic Business, October 1995, p. 17. 20
Es evidente que no se ha llegado al punto en que la presión de los intereses económicos, en combinación con otros enfoques (humanitario, religioso, de seguridad) sobre Cuba estén desempeñando un papel determinante sobre la decisión del levantamiento del llamado embargo. La decisión del presidente Clinton de rechazar la Comisión Nacional Bipartidista para analizar las relaciones con Cuba y las medidas anunciadas el 5 de enero de 1999 dieron muestras sobre el marco de la situación. Hay que decir que el Presidente perdió una importante oportunidad de analizar el problema de la política de los Estados Unidos desde el punto de vista de sus intereses nacionales y apartarse de las posiciones dogmáticas y extremas que hasta ahora no han dado los resultados esperados por sus diseñadores. Sin embargo, el proceso para el reacomodo de la política ha venido madurando en los últimos años y en la actualidad ha ganado alguna fuerza, en parte, contradictoriamente, debido al engendro del "gran capital cubano en el exilio", la Ley Helms-Burton, pero también debido a su curso natural, el contraste con la realidad cubana y el rechazo internacional casi universal a este tipo de política. En síntesis, por su tamaño y dinamismo los negocios cubano americanos en los Estados Unidos podrían desempeñar una función importante en una futura normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos. No obstante, los factores ideológicos, que han prevalecido durante todos estos años de fuerte confrontación, parecen indicar que este sector de negocios no constituirá el elemento promotor del levantamiento del bloqueo. Esta función será encabezada en su momento por otros sectores de negocio de los Estados Unidos, como los productores de alimentos y la industria médico farmacéutica, en la medida que su percepción sobre la realidad cubana y la propia evidencia objetiva interna de la Isla, resulte atractiva en términos económicos, hasta quedar en un segundo lugar el resto de los condicionamientos que hasta ahora han prevalecido. La exploración preliminar del impacto económico del restablecimiento de las relaciones económicas entre Cuba y los Estados Unidos, o incluso un escenario de apertura parcial, beneficiaría no sólo a la economía cubana, sino en primer lugar al enclave económico cubano radicado en la ciudad de Miami. Esta ciudad recibiría de manera desproporcionada un impacto muy positivo tanto para la mayoría de sus negocios, como para el empleo en la ciudad que permitiría la creación de por lo menos 30,000 nuevos puestos de trabajo en el primer año de la eliminación de las restricciones económicas. La Habana, 6 de marzo de 2000
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