EL SENTIDO DEL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO

EL SENTIDO DEL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO Luisa Felicita Maldonado Bohórquez ESPECIALIZACIÓN BIOÉTICA CLÍNICA FACULTAD DE MEDICINA UNIVERSIDAD DE LA SAB

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EL SENTIDO DEL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO

Luisa Felicita Maldonado Bohórquez

ESPECIALIZACIÓN BIOÉTICA CLÍNICA FACULTAD DE MEDICINA UNIVERSIDAD DE LA SABANA

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RESUMEN El tema del dolor es connatural al ser humano, algo de lo que no podemos separarnos en el camino de la vida; aunque muchas veces queremos olvidarnos de que existe, rebelarnos ante él o ignorarlo. Querer entender el dolor y el sufrimiento fue la razón principal para escoger el tema de esta monografía, las luces y sombras que la vida tiene me plantearon algunas interrogantes: ¿Cómo debemos ver el dolor ajeno y propio? ¿Por qué les tememos? ¿Por qué sufrimos sólo con imaginarnos que algo malo nos puede llegar? El dolor es parte de los temas bioéticos, en algunos casos se dice que es el dolor o el sufrimiento la razón por la cual se violen los principios bioéticos, como es el caso de la fertilización in vitro de aquellas parejas que no pueden tener hijos, eutanasia, el aborto en caso de violación, etc.. OBJETIVO GENERAL Analizar el sentido del dolor y el sufrimiento ante la enfermedad, muerte y el síndrome post aborto bajo una perspectiva de la Bioética que se centra en el valor de la persona. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 1. Estudiar el impacto del dolor y sufrimiento ante la enfermedad, bajo una perspectiva de la Bioética centrada en la persona. 2. Analizar el sentido de la muerte ante la inminencia de la muerte, bajo una perspectiva de la Bioética centrada en la persona. 3. Considerar el sentido del sufrimiento en el síndrome post aborto, bajo una perspectiva de la Bioética centrada en la persona. Para tratar el dolor y el sufrimiento en éstos tres momentos es necesario recurrir a los conceptos básicos de la Antropología, en la cual se destaca el valor y dignidad de la persona. Al exponer en esta monografía el dolor o el sufrimiento, aceptamos de que son términos diferentes, pero que habitualmente se los utilizan como sinónimos; en algunos momentos del presente trabajo asumiremos que son intercambiables, pero tienen connotaciones diferentes. El presente trabajo no hará un estudio del dolor desde el punto de vista médico, biológico, fisiológico o anatómico, sino que es una reflexión que tiene el sentido del dolor y el sufrimiento en las decisiones bioéticas. La ciencia no tiene respuestas para el problema del dolor y el sufrimiento, se dice que el dolor es como un gas que inunda todo lo que hay en una habitación, llega a toda la persona, no se sufre con una parte de nuestro ser. En muchas ocasiones es difícil entender nuestro propio dolor, pero tratándose del ajeno se convierte en un misterio.

INTRODUCCIÓN No hay persona sin dolor, y si hay una, no es un ser humano Proverbio Chino

Querer entender el dolor y el sufrimiento fue la razón principal para escoger el tema de esta monografía, las luces y sombras que la vida tiene me plantearon algunas interrogantes: ¿Cómo debemos ver el dolor ajeno y propio?¿Por qué les tememos? ¿Por qué sufrimos sólo con imaginarnos que algo malo nos puede llegar? La Bioética es una disciplina que: “Puede definirse como el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias humanas y de la atención sanitaria, en cuanto se examina esta conducta a la luz de los valores y los principios morales”.1 La Bioética inicialmente se presenta como una rama del saber que se sirve de las ciencias biológicas para mejorar la calidad de vida y que reflexiona en torno a los retos que plantea el desarrollo de la biología a nivel medioambiental y de población mundial. Es una ciencia que combina el conocimiento biológico con el conocimiento de los valores humanos. El fin de todas las decisiones bioéticas debería ser siempre el bien del ser humano. Potter, el científico que acuñó el nombre de Bioética, entendía la bioética como una disciplina puente entre las ciencias y las humanidades. El no entender el dolor y el sufrimiento es en muchos casos la razón de una decisión acertada o no acertada cuando se presentan los dilemas bioéticos. Al exponer en esta monografía el dolor o el sufrimiento, aceptamos de que son términos diferentes, pero que habitualmente se los utilizan como sinónimos; en algunos momentos del presente trabajo asumiremos que son intercambiables, pero tienen connotaciones diferentes. Sabemos que el dolor es nuestro compañero de camino,   aunque nos rebelemos ante esa idea. “Las criaturas causan dolor al nacer, viven infligiéndose dolor y mueren, la mayoría de las veces, en medio de profundo dolor.”2 Ninguna persona se libra de la experiencia del dolor, no sabemos en qué momento nos vamos a encontrar con él, ¿cómo vendrá? Este aparece desde el momento de nuestro nacimiento con un llanto que se lo puede traducir en un llamado a la vida. Muchas acciones notablemente buenas no escapan al sacrificio, a la fatiga como es el caso de un trabajo realizado a conciencia.

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El presente trabajo no hará un estudio del dolor desde el punto de vista médico, biológico, fisiológico o anatómico, sino que es una reflexión que tiene el sentido del dolor y el sufrimiento en las decisiones bioéticas. He considerado necesario describir el sentido del dolor y el sufrimiento en tres momentos diferentes pero que en algunas circunstancias por lo menos dos de ellos se relacionan entre sí, éstos son: 1. Ante la enfermedad, en la mayoría de los casos en la antesala de la muerte, 2. Ante la muerte, y 3. En el Síndrome Post Aborto Actualmente nos cuesta llamar las cosas por su nombre porque hay palabras que nos pueden sonar muy fuerte y no es políticamente correcto, disfrazamos el verdadero nombre que tienen nuestras acciones y se llega al irrespeto a la vida humana olvidando el valor que tenemos los seres humanos y por lo tanto no se entienda el dolor ante la enfermedad, la muerte de un ser querido o el sufrimiento que padece la mujer que ha abortado. La ciencia no tiene respuestas para el problema del dolor y el sufrimiento, se dice que el dolor es como un gas que inunda todo lo que hay en una habitación, llega a toda la persona, no se sufre con una parte de nuestro ser. En muchas ocasiones es difícil entender nuestro propio dolor, pero tratándose del ajeno se convierte en un misterio. No se trata de considerar el dolor como algo bueno en sí, ni de quitarle importancia al sufrimiento, ni de pensar que el dolor, por sí sólo, puede realizar maravillas en la vida de nadie. El dolor es un misterio, y, como afirmaba el sacerdote y periodista José Luis Martín Descalzo, "hay que acercarse a él de puntillas y sabiendo que, después de muchas palabras, el misterio seguirá estando ahí hasta que el mundo acabe”.3 Es propio del ser humano no contentarnos con lo que tenemos y mucho menos si eso que tenemos es algo negativo Emily Dickinson (citado en Persona y Bioética, N° 20-21) dice que el dolor sólo tiene un conocido, y es la muerte. El difuso parentesco con la muerte es lo que sin duda ayuda a explicar nuestra respuesta, a veces aterrorizada, ante el dolor.

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I APROXIMACIONES CONCEPTUALES AL DOLOR

“Una persona que desconoce el dolor no podrá reflexionar sobre él F.J.J. Buytendijk

Existe un sinnúmero de definiciones y comentario sobre el dolor y el sufrimiento, vamos a anotar algunos de ellas: C.S. Lewis es un cristiano converso, quién vivió como la mayor parte de los seres humanos una experiencia dolorosa y nos dice “que el dolor, la injusticia y el error son tres tipos de males con una curiosa diferencia: la injusticia y el error pueden ser ignorados por el que vive dentro de ellos; el dolor en cambio, no puede ser ignorado, es un mal desenmascarado, inequívoco: toda persona sabe que algo anda mal cuando ella sufre.”4 “Las sensaciones del dolor se deben a un sistema autónomo de nervios y órganos de sensibilidad: los nocirreceptores”5, estos receptores nerviosos actúan como una señal de alarma de que algo en nuestro organismo se ha descompensado. Enrique Monasterio en relación al dolor nos dice: “No vale la pena intentar siquiera una definición. El dolor encarcela al hombre dentro de su cuerpo; bloquea las compuertas del alma y le impide mirar hacia afuera; empequeñece el espíritu y repliega a la persona sobre sí misma”6,

1.1 DOLOR Y SUFRIMIENTO Dolor y sufrimiento no son términos sinónimos, aunque en algunos momentos del presente trabajo lo utilicemos indistintamente: “El dolor hace referencia al orden somático, de lo fisiológico: se define como sensación desagradable producida por la acción de estímulos de carácter perjudicial; esos estímulos pueden proceder del exterior u originarse en el propio organismo.7 “El sufrimiento es algo todavía más amplio que la enfermedad, más complejo y a la vez más profundamente enraizado en la humanidad misma; el sufrimiento físico se da cuando de cualquier manera duele el cuerpo, mientras que el sufrimiento moral es dolor del alma”8 4   

El dolor y el sufrimiento se refieren a dos situaciones diferentes, el dolor es una situación un tanto compleja en la que intervienen respuestas neurofisiológicas, daño físico, síntomas de depresión y/o ansiedad; mientras que el sufrimiento se relaciona con la interpretación que hacemos la persona con el significado del dolor. En el sufrimiento interior actúan la memoria, la imaginación, la inteligencia y la voluntad (muchas veces somos nosotros mismos los que voluntariamente nos hacemos daño), recurrimos al pasado y nos trasladamos al futuro; en cambio en el mal físico no lo estamos recordando, ni imaginando cómo fue ese dolor. El sufrimiento y el dolor son sentimientos que hay que vivirlos, no porque anhelemos que nos llegue, sino porque sin quererlo nos va a llegar y debemos sacar el mayor provecho de él. Gran parte del sufrimiento y/o el dolor llegan al mundo como consecuencia de un acto libre del hombre, quien provocar acciones negativas –con intención o sin ella- en las demás personas como suicidios, asesinatos, robos, mentiras, etc., las cuáles causan sufrimiento a las demás personas, lógicamente excluimos aquellos desastres de la naturaleza, que también pueden causar dolor y sufrimiento como serían los terremotos, tsunamis, inundaciones, erupciones volcánicas, etc.. Todo lo que suceda en uno de nuestros miembros, órganos o tejidos sucede en todo nuestro ser porque no podemos desvincular una parte del ser humano de la totalidad, por eso siempre el dolor y el sufrimiento serán totales. Sufrimiento y vida humano no son dos realidades que se oponen, sino que van entrelazadas, el problema del sufrimiento no debería ser cómo evitar el sufrimiento, sino cómo reaccionar ante él y buscar la forma de disminuir las causas que lo aumentan. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Michigan nos enseña que el cerebro no diferencia entre el dolor físico y el emocional, porque las redes cerebrales que se activan cuando se sufre una quemadura o herida física son las mismas que se encienden al pensar en un momento de rechazo o dolor emocional causado por la pérdida de una relación amorosa.9 Este investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences se realizó en 21 mujeres y 19 hombres que en ese momento no tenían ningún dolor crónico o enfermedades mentales, pero habían sido abandonados por sus parejas en los últimos seis meses; se utilizó una resonancia magnética para medir la actividad cerebral mediante el cambio de flujo sanguíneo, aplicaron dos pruebas: 1)se les hizo sostener una taza de café caliente sin asa y 2) se les enseñó la foto del amor perdido. En ambos casos el estudio 5   

demostró que en un alto porcentaje la idea de que el rechazo duele es más real de lo que se pensaba. Hay momentos en la vida de las personas que consideran el sufrimiento como un castigo divino, si fuera la respuesta del Creador a nuestras acciones no se entendería el dolor y/o sufrimiento de los niños, los inocentes, de las personas con capacidades especiales, etc... Ejemplo de esto es la postura de los amigos de Job en el antiguo testamento, cuando ellos lo culpan a él de todas las desgracias que le acontecen, pero luego se dan cuenta de su error, “al final Dios mismo reprocha a los amigos de Job por sus acusaciones y reconoce que Job nos es culpable. El suyo es el sufrimiento de un inocente; debe ser aceptado como un misterio que el hombre no puede comprender a fondo con su inteligencia.”10

1.2 ASPECTOS CULTURALES E HISTÓRICOS El tema del dolor y el sufrimiento ha tenido diferentes manifestaciones culturales a lo largo de la historia, mi objetivo no es analizar a profundidad todas, sino las que considero más convenientes: La mitología clásica nos presenta la mística dionisíaca es una postura religiosa, en la cual adoraban al dios Dionisio conocido también como Baco. Propone un estado de relajación de la persona, en la cual se dejan sueltas las más ocultas fuerzas del hombre, porque en ese estado de excitación se unen a la divinidad. Es conocida también como la doctrina de los excesos, tiene gran actualidad hoy día al proponerla Nietzsche como voluntad de poder y manifestación de lo oculto del hombre frente a la moral racional. Intenta superar el sufrimiento a través de la evasión por medio de la excitación de los sentidos, ésta puede ser alcohólica, de drogas, sexual o de la ira; mediante estas vías tratan de olvidarse -momentáneamente- de los problemas de la vida ordinaria. Los estoicos evitan el dolor, buscan la forma de que lo que sucede no les afecte y por lo tanto no afecte a su libertad y se proponen aceptar desde el primer momento lo que les venga para no sufrir. Para el budismo el origen del mal radica en el deseo insaciable del hombre. Si eliminamos el deseo, los males desaparecen. Para lograr esto se recurre a la mortificación, participan de una 6   

filosofía ascética dura. El objetivo es volverse indiferente ante la vida. Olvidándose del amor como meta de la vida humana.

Esta filosofía propone que “El dolor es inevitable, el

sufrimiento es opcional.” El Budismo se inició con Siddhartha Gautama en el siglo V a.C., se expandió rápidamente y fue la religión oficial de la India en el siglo III a. C. De las enseñanzas y doctrina de Siddhartha lo que más nos interesa es la búsqueda personal para conocer el problema del sufrimiento; Según el Budismo las cuatro nobles verdades son: 1. La vida incluye duhkha (sufrimiento, insatisfacción o descontento) 2. El origen del sufrimiento es trsná (anhelo, deseo, literalmente sed) 3. El sufrimiento puede extinguirse cuando se extingue la causa. 4. El noble camino es el método para extinguir el sufrimiento.11 Esto se logra no haciendo daño y por un camino que busca el no reprimirse ni aferrarse a nada, tratan de eliminar el sufrimiento eliminando la voluntad. El dualismo se replica en diferentes expresiones históricas (religiones persas, maniqueísmo, cátaros, albigenses, espiritualismos exagerados) explican el mal en base a dos principios, uno bueno y otro malo. Los equiparan a dos dioses, afirman los cuales se encuentran en posiciones extremas o también adoptan la posición que el espíritu es bueno y la materia mala. El existencialismo ateo piensa que la vida humana es angustiosa y absurda, que no vale la pena vivir, es consecuencia de la negación de Dios y de entender la libertad como basada en la nada: para ellos “vivir es sufrir; sobrevivir es hallarle sentido al sufrimiento. Si la vida tiene algún objeto, este no puede ser otro que el de sufrir y morir. ”12 El marxismo es otra posición que deja de lado la existencia de un ser superior. El mal es causado por los problemas económicos, por la existencia de la propiedad privada. Se propone vencer la tiranía económica mediante la revolución y así se eliminarán los males, no toma en cuenta la libertad humana. El cientismo plantea que los males se pueden eliminar por medio del desarrollo tecnológico o de la ciencia experimental. Se contradicen porque por un lado afirman que algunos males se

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eliminan con la técnica, pero también consideran que ésta técnica es una amenaza para la vida. de los hombres, ejemplo de esta postura es el peligro nuclear. El Cristianismo no es una filosofía, ni una corriente ideológica, sino una religión que  con la venida de Jesucristo –Hijo de Dios- a la tierra, surge un mundo y una mentalidad. Para los cristianos el sufrimiento no es una maldición divina sobre los hombres, es producto de nuestra débil naturaleza, de la libertad que tenemos o de circunstancias ajenas al ser humano. En la aceptación del dolor y el sufrimiento se fundamenta nuestra trascendencia, por ello comparto con Jutta Burgraf que manifiesta lo siguiente “los cristianos no amamos la cruz amamos a Jesucristo, el Crucificado. Si lo miramos a Él, que murió por nosotros, puede ser que nuestro dolor pierda importancia, que lo veamos como algo más bien secundario. Y si profundizamos en el misterio del amor de Dios, puede incluso ocurrir que logremos cumplir la más importante de todas las obligaciones cristianas: ser  todo lo felices que podamos.”13 a pesar de todos los pesares por los que tenemos que pasar. “Hoy el programa consiste en desterrar el sufrimiento del mundo. Para el individuo eso significa evitar el dolor a todo trance. Pero hay que ver también que así el mundo se vuelve muy duro y muy frio. Porque el dolor forma parte del ser humano.”14 Dentro del Cristianismo, en la Iglesia de Jesucristo es el lugar en el que los cristianos encontramos el sentido de la vida, “Si el mundo no tuviera sentido, nosotros tampoco podríamos crearlo. Nosotros podemos realizar acciones que signifiquen algo en el marco de un entramado pragmático, pero nunca dar sentido a una vida.”15 La manera de percibir el dolor es diferente según se trate de la cultura, el entorno social, la creencia religiosa que predomina; por ejemplo en países de medio oriente -musulmanes-, alrededor del dolor y el sufrimiento se hace drama del mismo, no hay vergüenza para manifestar el dolor, esto nos lleva a preguntarnos qué tan intenso es el dolor de una persona, en occidente hay más resistencia a demostrar el dolor, se busca la forma de alejarnos de aquellas situaciones que produzca incomodidad o nos cause molestia. “Pero en Oriente la expresión del pesar parece tan poco natural, tan codificada… Quizás es para canalizarla, para impedir que se desborde y ponga así en peligro el equilibrio de la familia y la sociedad. Los gritos de las mujeres que expresan un dolor enloquecido, ¿no aspirarán justamente a impedir que el dolor las vuelva locas? Llantos y simulacros de autodestrucción 8   

permiten a la vez exorcizar el mal, expresándolo fuera de sí con todas las fuerzas, y dar al difunto lo que se debe.”16 El punto de partida de esta monografía es la inevitabilidad del dolor y la repercusión que este tema tiene en los seres humanos, somos constitutivamente limitados y por eso el dolor se convierte en un puerto al que siempre llegamos mientras estemos en la tierra. Muchas veces nos podemos preguntar ¿Por qué el dolor?, sin una visión no encontraremos respuesta, Guardini que durante toda su vida mantuvo una relación entre pensamiento y fe, poco antes de morir, dijo a un amigo: cuando esté ante el Señor, lo primero que le preguntaré es algo cuya respuesta no he encontrado en ningún libro, en ningún dogma, ni en el Magisterio eclesiástico: ¿por qué tienen los hombres que sufrir?”17 En parte de nuestra sociedad el bienestar es lo más importante, no se acepta el dolor, se lo ve como una desdicha para la persona que lo padece y también para su entorno cercano. “Una de las causas del hedonismo contemporáneo es la pretensión de evitar el dolor a toda costa. Todas las medidas legales-políticas que favorecen que todos hagan lo que puedan por evitar cualquier tipo de sufrimiento (eutanasia, aborto, anticonceptivos abortivos o no), no advierten que generan un nuevo tipo de sufrimiento del mismo calibre o peor, porque cargan sobre las espaldas de los sufrientes la propia responsabilidad de haber elegido ellos la alternativa al sufrimiento que les ha provocado, paradójicamente, el escándalo inicial.” 18 Cuando el dolor pasa experimentamos una sensación de alivio del mismo, pero si se trata del sufrimiento aún cuando se haya solucionado queda un vestigio de ese sufrimiento en nuestro ser. Todos podemos padecer el sufrimiento que trae la vida consigo y el que nos procuramos nosotros mismos, producto del mal uso de la libertad. Hay dolores que se pueden llamar comprensibles –pero esto no implica que sean menos dolorosos- y otros que no podemos entender como es el sufrimiento de los inocentes, del cual hablamos antes. Contrasentido del miedo al dolor son las cirugías estéticas, el ejercicio exagerado, las perforaciones en el cuerpo, tatuajes, etc., en realidad es el culto al cuerpo lo que ocupa el primer lugar: una manifestación del hedonismo. En relación al aborto podemos anotar la connotación que tiene el mismo en algunas culturas: “En Japón, a los niños abortados se les llama “bebés aguados” y creen que no quedarán libres para volver a Dios hasta que no sean rescatados por medio de oraciones ofrecidas en el templo 9   

budista por los monjes, y de los regalos de juguetes y caramelos que sus padres colocan ante las pequeñas esculturas de piedra que hay en los templos. En Taiwán, a los niños abortados se los considera como “bebés espíritu” que volverán para acosar a sus padres, destruyendo sus matrimonios y sus negocios, a menos que se ofrezcan oraciones por ellos en los templos.” (Joanne, 2007)

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II EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO ANTE LA ENFERMEDAD En pijama somos iguales Miguel Ángel Monge

La enfermedad es lo más democrático que existe, no hace diferencia entre jóvenes o mayores, hombre o mujer, pobres o ricos; llega a todos por igual. “Ante la enfermedad todo se unifica. Aflora el ser humano con sus grandezas y sus miserias. Una persona humilde y con poca formación pero sentido común puede superar mejor la situación que otra con mucha cultura o raigambre.”19 La Medicina ha procurado siempre curar, eliminar, calmar o por lo menos aliviar los síntomas de todas las enfermedades; esto se ha logrado bastante bien desde el siglo pasado al haber descubierto métodos sofisticados y eficaces para aliviar el dolor. Considero que es un buen aporte a la humanidad cuando se utiliza rectamente, porque debemos recordar la fuerte ansiedad que produce en las personas la sola idea de una enfermedad incurable y el dolor que conlleva. En nuestra sociedad se hace poco uso de recursos personales (psicológicos y/o religiosos) para disminuir el dolor, ante la mínima sensación de molestia, fastidio o dolor acudimos a los calmantes y ponemos en ello todas nuestras esperanza de bienestar.

2.1 EL DOLOR Y EL CUIDADO PALIATIVO En determinados ambientes se establece una relación directa y falsa entre encarnizamiento terapéutico y eutanasia, en el momento que una persona no responde al tratamiento terapéutico se decide optar por cualquier tipo de eutanasia, olvidándose de que pueden y deben acudir a los cuidados paliativos. La OMS define los cuidados paliativos como:” los cuidados apropiados para el paciente con enfermedad avanzada y progresiva, donde el control del dolor y otros síntomas, así como los aspectos psicosociales y espirituales, cobran la mayor importancia. El objetivo de los cuidados paliativos es lograr la mejor calidad de vida posible para el paciente y su familia. El cuidado paliativo afirma la vida y considera el morir como un proceso normal. Los cuidados paliativos no adelantan ni retrasan la muerte, sino que constituyen un verdadero sistema de apoyo y soporte para el paciente y su familia.”20 11   

“Se considera la enfermedad terminal como la última fase de numerosas enfermedades crónicas y progresivas, cuando se han agotado los tratamientos disponibles y se alcanza el nivel vital de irreversibilidad.”21 Para muchas personas lo peor no es morirse, sino el sufrimiento de una larga enfermedad. En el caso de las personas que se encuentren en una fase terminal de su enfermedad, se debe poner mucha atención al dolor que está padeciendo, a la angustia que siente al percibir el deterioro de su cuerpo ante la proximidad de la muerte, a su aspecto psíquico y al de sus familiares. Los seres humanos respondemos al sufrimiento de diversas maneras, aun cuando “aparentemente” el nivel del dolor o sufrimiento sea el mismo, es diferente la persona que lo percibe y por lo tanto su respuesta es algo que no se puede predecir. Lo que se busca con los cuidados paliativos es dar un soporte a las personas que están pasando por un mal momento como es un cáncer en estado Terminal, en el cual es difícil saber qué es lo que se tiene qué hacer. La enfermedad implica una serie de cambios por los que tienen que pasar la familia y los amigos cercanos: preocupación y ansiedad por la salud del enfermo, se complican los horarios porque todo gira alrededor de la persona enferma y también hay preocupación económica, incertidumbre de si se están poniendo o no todos los medios para su recuperación o si por el contrario se está haciendo que sufra más. Es importante que el paciente se sienta acompañado por familiares y amigos para que le sirvan de apoyo en el proceso de asumir la situación en la que se encuentra; la soledad es mala compañera y consejera para un momento tan difícil como el que pasa un enfermo grave o en etapa Terminal. Normalmente las personas no queremos acercarnos al dolor o al sufrimiento por eso me parece necesario que haya una labor de formación en el tema de los pacientes graves o en estado Terminal, si logran entender el valor de la persona humana y el momento por el que están pasando se podría conseguir apoyar y promover el voluntariado en la atención de los enfermos y también la creación de instituciones que den una ayuda integral a los enfermos en estado Terminal .En la Unidad de Medicina Paliativa de la Universidad de Navarra buscan que los pacientes con enfermedades avanzadas alcancen el mejor bienestar posible a 12   

pesar de la situación en que se encuentran y se plantean los siguientes objetivos con la práctica clínica paliativa: 

“Proporcionar alivio al dolor y otros síntomas.



Defender la vida pero contemplando la muerte como un proceso natural.



No intentar acelerar ni posponer el fallecimiento.



Incorporar los aspectos psicológicos y espirituales en la atención al paciente.



Proporcionar un apoyo para ayudar a los pacientes a mantener hasta el fallecimiento, dentro de sus limitaciones, el mayor nivel de su actividad.



Ofrecer ayuda a la familia a lo largo del proceso de la enfermedad y, luego, en el duelo.



Trabajar en equipo para resolver las necesidades del paciente y de sus familiares.



Pretender mejorar la calidad de vida e influir de manera positiva en el curso de la enfermedad.



El tratamiento se puede aplicar de manera temprana en la evolución de la enfermedad asociados a otros tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia, dirigidos a prolongar la supervivencia. También abarcan los estudios encaminados a comprender y a tratar de manera más adecuada las complicaciones que puedan afectar al paciente.”22

Las enfermedades incurables son las enfermedades para las cuales no hay una sanación definitiva o un tratamiento que brinde los resultados esperados. Las principales: El sida, cáncer, artritis reumatoide, diabetes, osteoporosis, etc. La actitud del paciente y el apoyo familiar y social es muy importante al momento de enfrentarnos ante una enfermedad incurable –irreversible, degenerativa-. Existen algunas personas a quienes no les importa soportar un dolor exagerado o cansancio, trabajar hasta el agotamiento, se olvidan de la familia, de las amistades; aceptan el sacrificio con el único objetivo de ganar dinero; también podemos anotar el peligro, molestias y dolor que se someten las personas que recurren a las diferentes operaciones estéticas; otro ejemplo de un sacrificio desmesurado es cuando se hace de los ejercicios físicos el medio para dar un culto exagerado al cuerpo; igualmente podemos citar el contrasentido de tener una vida social desmedida, no importa al costo que sea. 13   

El sufrimiento no es sólo para la persona que lo padece, sino también para su familia y amigos cercanos; en algunos casos el enfermo está padeciendo el dolor y las molestias propias de la enfermedad, pero en el fondo tiene la esperanza de que se va a mejorar o por lo menos aliviar, mientras que la familia sabe que esto no va a suceder y llega a tener un nivel de angustia mayor que la que tiene el mismo enfermo. “F.C. Redlich ve en la tan acentuada intolerancia para el miedo y el dolor una característica bien marcada de la vida americana; esto se deduce, según su opinión, del parangón entre soldados de diversa nacionalidades durante los años de guerra. Y que la cultura americana actual es todo menos espartana”23 Norte América, concretamente Estados Unidos y Canadá, nos han heredado muchos aspectos de su cultura a Latinoamérica; un ejemplo de ello es la fiesta de Halloween, en relación a nuestro tema debemos añadir que también hemos adoptado su intolerancia al dolor, sobrevalorando la cultura del bienestar como ellos la denominan. Análisis Bioético Son varios los actores que acompañan o participan del proceso de la enfermedad: los médicos, las enfermeras, las personas que preparan y traen los alimentos a la habitación, el equipo de limpieza. Las enfermeras son las que tienen más contacto con el paciente y la familia, por eso son las que deben tener una mejor preparación humana, y así puedan brindar un mejor apoyo a los familiares y al enfermo. En algunos casos cuando los médicos explican la situación del paciente, la familia se queda desconcertada y pasa un tiempo en el que se procesa la información y es a las enfermeras a quienes se acude en ayuda si algo no se entiende. En algún momento podemos no apreciar la labor del camillero, por considerarlo de poca importancia, sin embargo en el momento que lleva al paciente al quirófano si le sonríe o le dice una palabra amable puede disminuir en algo el momento de tensión. En la utilización de tratamientos para el alivio del dolor tenemos que tener en cuenta las necesidades espirituales y materiales que tengan los pacientes. “El planteamiento de la supresión terapéutica y directa del dolor choca irremisiblemente con algunos casos límite. Es de por sí inteligible, que aquellos dolores “que impiden la obtención de bienes e intereses superiores” (PIO XII), deberán ser suprimidos medicamente en la medida de lo

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posible… Pero puede ocurrir también todo lo contrario, es decir que sea la narcosis la que impida la realización y consecución de valores humanos y sobrenaturales.”24

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III EL SENTIDO DEL SUFRIMIENTO ANTE LA MUERTE “¡Cuanto penar para morirse uno!” Miguel Hernández

Es difícil poder separar la enfermedad y la muerte, porque en algunas circunstancias la una preside a la otra. Hay ciertas enfermedades que padecemos y es un aviso de que la muerte está llegando y nos permite prepararnos para ese último momento de la vida, no es una sorpresa que nos impacta y nos deja desbastados. El miedo natural a la muerte es un acto perfectamente humano, “Nadie me había dicho nunca que la pena es como miedo. Yo no es que esté asustado, pero la sensación es la misma que cuando lo estoy. El mismo mariposeo en el estómago, la misma inquietud, los bostezos. Aguanto y trago saliva”, así inicia Lewis su pequeño libro Una pena en observación, en el cual expone su dolor ante la muerte de su esposa. Para Santo Tomás de Aquino “la muerte es de algún modo algo natural, pero también de algún modo algo antinatural.”25 Los seres humanos somos los únicos seres vivos que somos conscientes de que vamos a morir. En muchas ocasiones nos negamos a decir que alguien cercano y querido se ha muerto, decimos se ha ido, tenemos miedo de enfrentarnos a esa realidad, nunca estaremos preparados para la muerte de un ser querido, aunque en determinadas circunstancias pensemos que es preferible su muerte a los padecimientos de una enfermedad dolorosa e incurable. Hablaremos de la muerte a partir del impacto que puede tener para los “otros”, para los que acompañan a esas personas a dar el último paso en ésta vida, “morir dignamente sería aceptar con decoro el propio final, sin gritos ni aspavientos. La dignidad viene dada por el modo en que el enfermo se encara con la muerte, por la grandeza de alma de quién la afronta y no por la ausencia de complicaciones externas (complicaciones finales, medicación, real o supuesta obstinación terapéutica, etc.) que no suelen faltar.”26 La muerte es algo que nos supera, va más allá de lo que podamos haber imaginado cómo va a ser nuestra actitud en ese momento. Es lógico que en un primer momento las personas se rebelen contra la propia muerte, la de un ser querido, de un niño o un joven, de alguien cercano, la aceptación llega poco a poco, como parte de un proceso en el cual se reconoce que ese es el paso que todos tenemos que dar, la llegada a la meta que tenemos todos. 16   

Varios libros nos presentan opciones diversas para ayudar a morir, estimo que Miguel Ángel Monge clarifica muy bien la situación.”27 

El enfermo que va a morir tiene derecho a saber que se está muriendo, es ilógico que se le quiera ocultar este momento; hay que darle la oportunidad de despedirse de sus familiares, resolver algo que tiene inconcluso en la vida, podría necesitar reconciliarse con alguien de la familia, con un amigo o con Dios en primer lugar.



El enfermo no se debe sentir objeto, que los demás decidan por él, si es posible se le debería consultar el tratamiento o procedimiento que se le puede practicar.



Se le debe dar la atención espiritual necesaria de acuerdo a sus creencias, si el diagnóstico del enfermo lo permite se debe evitar dejarlo sólo en la Unidad de Cuidados Intensivos, sería preferible ubicarlo en una habitación normal con lo necesario para que no sufra más, pero rodeado de sus familiares y aquellas personas que siempre estuvieron cerca de él.



Hablarle de lo importante que es el paso que va a dar, del encuentro maravilloso que va a tener después de la muerte, prepararlo para que en medio del dolor tenga ilusión o por lo menos paz.



Acompañar a la familia, incluso en el duelo.



Lo que ahora se dice que es “el derecho a morir con dignidad”, en realidad es la humanización de la medicina.

Al terminar el proceso, la familia que siempre estuvo junto a su familiar enfermo, que hizo todo lo posible para que el tránsito a la otra vida o a la nada como algunos autores ateos o agnósticos afirman, no experimentaran una sensación de trauma o desgracia, podrán llevar de mejor manera el duelo por la perdida de ese ser querido que ha muerto. Ocurre también que la muerte se da entre seres extraños, en los establecimientos médicos, sin el acompañamiento de sus seres queridos y sin tener la oportunidad de intervenir en las decisiones de su propia muerte. Anteriormente las personas morían en sus casas rodeados del cariño y cuidado de sus seres queridos, con la atención espiritual necesaria, conociendo que iban a morir y por lo tanto tomando esas pequeñas y grandes decisiones que les permitía estar tranquilos y preparándose para el paso definitivo que les tocaba dar. Esto nos lleva a pensar “que la muerte se ha hospitalizado” 17   

José Kuthy Porter en la tercera edición de su libro “Introducción a la Bioética” (2009) ha señalado que ante el fenómeno de la muerte el personal sanitario enfrenta tres opciones: 1) “Olvidarnos del paciente en su último trance llegando a un extremo de endurecimiento y hastío con los enfermos. 2) Entablar una relación personal y sincera con el moribundo pero sin saber qué hacer. 3) Entablar la misma relación personal y sincera en un plano de franqueza y sinceridad, reconociendo desde luego la tensión psicológica generada tanto en el médico como en el personal de salud que lo acompaña, así como en los familiares del enfermo”28 La segunda es opción es lo que ocurre con más frecuencia entre el profesional sanitario, pero a los pacientes y a los familiares de los mismos nos gustaría recibir el apoyo que presenta la tercera opción. 3.1 LA EUTANASIA A partir de la segundad mitad del siglo pasado comenzó la escalada de la eutanasia, cuando no se alivia el dolor o la medicina que combate la enfermedad no surte el efecto esperado. La Declaración de Madrid de la Asociación Médica Mundial afirma que “la eutanasia es una acción que debe definirse siempre de modo intencional, es decir, no puede ser abarcada adecuadamente con una mera descripción de hechos materiales, sino que debe incluir la decisión voluntaria de producir la muerte.” La palabra eutanasia deriva del término griego eu=bueno y thánatos=muerte, esto es , se entiende la muerte de un enfermo terminal provocada voluntariamente, puede darse por el suministro de sustancias letales o la omisión de los cuidados debidos. Hay eutanasia cuando hay intención de acabar con una vida o de acelerar su muerte, si lo que perseguimos es aliviar los dolores de un enfermo en etapa terminal y muere por los medicamentos que le administramos no hay eutanasia.

18   

La eutanasia ha tenido mucha publicidad mediática, a gran parte de las personas cuando oyen o leen la palabra eutanasia se les suele representar a un enfermo agonizando, o un enfermo incurable con dolores muy fuertes que no pueden ser aliviados por la ciencia o la medicina a la que tienen acceso. Los estudios demuestran que no necesariamente quien padece dolores muy fuertes son los que piden la eutanasia. No hay eutanasia cuando se deja de aplicar un método desproporcionado y no útil para el enfermo en etapa terminal. Se considera suicidio cuando el enfermo se quita la vida a sí mismo, homicidio cuando la eutanasia se realiza sobre una persona que no lo ha pedido y suicidio asistido si se practica sobre una persona que lo ha pedido previamente. La distanasia se opone a la eutanasia porque prolonga la vida de una manera desproporcionada mediante tratamientos fútiles, aumentando el sufrimiento del paciente en primer lugar, de la familia y de los cuidadores. La ortotanasia es el camino intermedio entre la distanasia y la eutanasia, significa permitir la muerte; debemos cuidar nuestra vida, más aún es una obligación, pero no estamos obligados a prolongarla más allá de lo natural. “En su mayoría, los pacientes le temen al dolor, al sufrimiento; no a la muerte en sí, pues la ven como una realidad que tiene que llegar. El cómo les sucederá les genera gran angustia, y en los momentos de confusión y delirio final hacen su propia vivencia de cómo será ese momento”29 El informe Remmelink de 1991 (en relación a la eutanasia en Holanda) descubrió que el dolor era un factor para solicitar la eutanasia en menos de la mitad de los casos. Lo que es más importante, el dolor era el único factor para decidirse a pedir este procedimiento sólo en un cinco por ciento de los casos.30 En relación al testamento biológico o vital que en algunas sociedades se promueve con fuerza, podemos citar y concordar con Sylvie Menard, una oncóloga que después de haber visto la muerte muy cercana en sus pacientes, pasó ella misma por ese trance al ser diagnosticada con un tumor en la médula ósea, “Yo os puedo decir –añadió– que cuando uno está sano no sabe cómo reaccionará en caso de enfermedad, por esto el testamento biológico escrito por una persona sana no tiene sentido”.31 19   

Análisis Bioético Este hecho siempre es ilícito, sea que se practique sobre un enfermo en etapa terminal por piedad sin su consentimiento, o que él lo haya pedido expresamente. Nadie tiene el derecho de acabar con su propia vida o la de otra persona, es una violación a la dignidad de la persona. La eutanasia está muy alejada de la medicina, porque la primera busca terminar una vida y la medicina curar o aliviar a la persona. Todos queremos tener una buena muerte, una muerte sin sufrimiento, en paz, serena y dignamente. Pero, lo que no es moral es terminar con la propia vida o de otra persona por no aceptar lo que nos toca vivir al final de la misma. La eutanasia daña a todas las personas que intervienen en ella: paciente en estado terminal, su familia, el médico, personal sanitario y todas las personas que de una u otra manera apoyaron a que se lleve a cabo; porque tarde o temprano se acaba por reconocer que se ha actuado mal o por el contrario que es una buena acción y se continua haciendo.

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IV EL SENTIDO DEL SUFRIMIENTO EN LA MUJER QUE HA EXPERIMENTADO UN ABORTO PROVOCADO “Es mucho menos pesado tener a un niño en brazos que cargarlo sobre la conciencia” Jerome Lejeune

El aborto tiene como objeto la muerte de un inocente, las mujeres que cometen este hecho se olvidan que la vida de todas las personas deben ser respetadas, que todos los seres humanos somos dignos desde el momento de la concepción. El aborto “es la muerte deliberada y directa, de cualquier modo que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, comprendida entre la concepción y el nacimiento. El aborto procurado comprende todas las intervenciones voluntarias contra la vida humana desde la concepción al nacimiento”32 La opinión es muy importante ante aquellas cosas o actuaciones de la vida que pueden o no pueden ser, ante los gustos personales, me gusta tal ciudad, prefiero un paseo por las montañas en vez de la playa, disfruto el paseo por la selva y su silencio en la noche, o la vida de la gran ciudad, todo es opinable y a cada uno se nos presenta un abanico muy grande de opciones para elegir. Lo monstruoso del aborto es que se ha tomado como la solución subjetiva a un embarazo no deseado. “El subjetivismo surge precisamente cuando la inteligencia prefiere ahorrarse el esfuerzo o el disgusto de ver las cosas como son, y decide colorear la realidad según sus propios gustos: y entonces la verdad ya no se descubre en las cosas, sino que se inventa a partir de ellas”33, forma parte de este subjetivismo el hecho de que al aborto se lo llame interrupción voluntaria del embarazo. Podemos ser subjetivos en todo lo relacionado con nuestros propios intereses: riqueza, placer, fama, éxito, etc., normalmente si a los estudiantes les va mal en un examen dicen que no es culpa del profesor; el gobernante de un país “jamás fracasa en un proyecto, sino que es la oposición la que tiene la culpa” y así podríamos poner un sinfín de ejemplos en temas importantes pero que no tienen una trascendencia vital; si la subjetividad se la traslada a temas en los que no es opinable como es la vida humana, nos encontramos con personas que justifican una depuración étnica, el terrorismo, las guerras por religión, el aborto, el suicidio, etc. La verdad se opone rotundamente al subjetivismo, se necesita una buena dosis de fortaleza para actuar según los principios que defienden la vida. 21   

La verdad no es la opinión de la mayoría, no porque muchas personas opinen o actúen de una determinada manera, esa opinión o actuación se convierten en verdaderas; aquí podemos citar un párrafo de Erich Fromm: ”El hecho de que millones de personas compartan los mismos vicios no convierte esos vicios en virtudes; el hecho de que compartan muchos errores no convierte éstos en verdades; y el hecho de que millones de personas padezcan las mismas formas de patología mental no hace de estas personas gente equilibrada”34 En algunos países se acepta el aborto porque causa un daño psicológico a la mujer embarazada que no desea tener a su hijo, pero no se han dado cuenta que las estadísticas dicen todo lo contrario, el aborto provocado es el origen de muchos trastornos psíquicos, incluso a la muerte. El aborto provocado es el problema más grave de nuestro tiempo en relación al respeto de la vida humana, porque el objeto del mismo es la muerte de una persona. La vida humana tiene el mismo valor desde el instante de la concepción, que cuando estamos en la cúspide de nuestra labor profesional o al momento de nuestra muerte. Al ser una vida que Dios, la naturaleza o lo que queramos creer nos la ha confiado momentáneamente debemos respetarla, cuidarla y ayudarla a que llegue al mundo. Las consecuencias del tienen tiene una doble vertiente: por un lado la muerte de un niño y por el otro el herir el cuerpo y el alma de la mujer que aborta, se dice que es difícil imaginar un sufrimiento mayor al que experimenta una mujer cuando toma conciencia, de lo que representa para ella el haber abortado. Al Royal College of Psychiatrists le fue consultado sobre la relación entre el aborto y la salud mental, y manifestó lo siguiente: “Los riesgos para la salud psíquica de la interrupción de un embarazo en el primer trimestre son mucho menores que los riesgos asociados al hecho de seguir adelante con un embarazo que está perjudicando claramente la salud mental de la madre”.35 Esta posición ha dado un importante giro a partir de un hecho que sucedió en el 2007 cuando una joven artista británica que había abortado gemelos fue encontrada ahorcada, con una nota que decía:”La vida es un infierno para mí, yo nunca debería haber abortado, habría sido una buena madre. Quiero estar con mis bebés, necesitan de mí más que nadie.”36 Para esa madre no le queda restos del bebé, ni un niño que tener en brazos, ni fotos que conservar, ni una ceremonia religiosa, ni una tumba que visitar.”37 22   

La tristeza que le queda en el alma de una mujer se traduce en una amargura de vida. “El dolor moral, como es la tristeza, tiene más profundidad que el dolor corporal, que de algunas maneras puede reducirse, que es más accesible para combatirlo.”38 La tristeza, la tentación que nos aleja siempre de Dios, es una de las enfermedades más terribles de esta época que nos ha tocado vivir. La psiquiatría nos dice que: “Son muy frecuentes las depresiones tras un aborto voluntario, que sumergen a esa mujer en una depresión insidiosa que va de menos a más, dejando de cara al futuro una huella importante que asoma y se esconde de manera intermitente: la soledad, la falta de apoyo familiar, los sentimientos de culpa, los conflictos vividos que han terminado en esa decisión, la tristeza reactiva, etc.”39 El Síndrome Post Aborto es el trastorno psicológico y psicosomático que tienen muchas mujeres por haber abortado. Estos síntomas son naturales, iría contra la naturaleza si después de haber abortado, la mujer quedaría indiferente y no tendría el dolor de haber cegado una vida. El SPA no necesariamente se manifiesta inmediatamente después del aborto, puede tardar meses o años en manifestarse, algunas no lo padecen o varia la intensidad con la que se presenta. El que una mujer no acepte lo que ha hecho por medio del olvido o la negación, lo único que está haciendo es postergando el problema para el futuro.

Los síntomas del aborto los podemos clasificar en 3 niveles:

I

II

III

Hiperexcitación Permanente alerta Ataque de ansiedad, irritabilidad, frente a amenazas de explosiones de ira o de rabia, insomnio, peligro pánico ante lo que recuerde el aborto, respuestas exageradamente sobresaltadas. Intrusión Revivir el hecho Pensamiento recurrente sobre el aborto traumático del niño, pesadillas sobre el trauma del involuntaria o aborto, reacción de mucho pesar en el inesperadamente aniversario del aborto o de la fecha en que hubiera nacido el niño Constricción Paralizar los Evitar asociadas al aborto, los hijos, negar recursos los pensamientos o sensaciones emocionales o relacionadas con el hecho, poco amor o desarrollar patrones ternura, negarse planes futuros como una 23 

 

de conducta que carrera, matrimonio, una vida larga. evite los estímulos Abuso de drogas o alcohol, pensamientos asociados al trauma o actos suicidas Fuente: http://aciprensa.com/aborto/aefectosp.htm Elaborado: autora de la monografía Estos síntomas se los pueden comparar con la mutilación física y la alineación mental que tienen los que regresan de la guerra; con el agravante de que quién fue a la guerra no es necesariamente el que la provocó, pero la mujer que aborta si tiene responsabilidad en la muerte de su hijo. En el Consorcio de Médicos en Buenos Aires, el experto señaló que: “ante la tragedia del aborto siempre hay dos víctimas: la primera es el niño por nacer, que pierde el derecho más importante que tenemos los seres humanos, que es el derecho a la vida; la segunda es la mujer, que muchas veces lo hace por presión del entorno, del marido, de la familia, y muchas veces padece el síndrome postaborto, un calvario que le destroza el alma y le acompaña el resto de su vida” 40 El dolor, la culpabilidad, la desolación que produce en los padres el aborto son sentimientos que se producen en soledad, porque los que han incurrido en ello no quieren admitirlo debido al temor al juicio de la sociedad. “Algo parecido, sólo que más penoso y lamentable, es lo que sucede respecto de la vida de los que están llamados a nacer. Mientras la masacre del aborto se extiende y se fomenta, otros rodean al recién nacido, al niño, al joven, de numerosos medios, de muchos más medios de los que en realidad necesitan. Para los primeros el niño todavía no nacido es un agresor que viene a impedir la felicidad hedonista de la pareja; para los segundos, el recién nacido, a lo largo de todo su desarrollo, es el nuevo tirano al que hay que rendir pleitesía y al que todo debe someterse sin discusión alguna. En otras ocasiones se impide el nacimiento de una nueva vida humana, mientras ocupa su lugar cualquier animal doméstico, que siempre es menos costoso y comprometido, e igualmente un buen compañero, un buen remedio para la soledad. He aquí una contradicción más, esta vez centrada sobre la vida.”41 Hasta ahora no había pensado en lo que pueda sentir el feto en el momento del aborto, es conveniente que tomemos en cuenta la siguiente entrevista, la cual hace énfasis en el dolor que siente el niño en el momento de ser abortado: 24   

“--¿El feto siente dolor? --Dr. Carlo Bellieni: Ciertamente sí. No sólo siente dolor, sino que su percepción parece ser más profunda que la de un niño mayor. Lo sabemos porque faltan en la vida fetal muchas de las «estrategias» que sin embargo se encargan tras el nacimiento de no sentir el dolor. Sin embargo, ya desde la mitad de la gestación los estímulos dolorosos han abierto todas sus vías para ser percibidos.”42 Análisis Bioético La Medicina y las profesiones sanitarias tienen como primer deber defender la vida, por lo tanto no es lógico que apoyen y defiendan el aborto, especialmente ahora que se cuenta con toda la tecnología necesaria para saber que hay vida desde el momento de la concepción. En los sitios en los que se practica el aborto debe darse un darse la información necesaria para que la mujer que toma la decisión de acabar con la vida de su hijo, conozcas las consecuencias que va a tener su decisión.

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V CONCLUSIONES ..y yo quiero deciros que el dolor es un don porque nadie regresa del dolor y permanece siendo el mismo hombre Luis Rosales

1. Nadie puede explicar el dolor o sufrimiento de otra persona, hay que vivirlo y cada uno de nosotros tiene su propia experiencia; lo que si podemos decir es que el dolor existe en una persona especifica, no existe solo como concepto, sino afectando a la persona que lo padece. El dolor y el sufrimiento no son comparables entre los seres humanos; hay situaciones que para algunas personas son situaciones intolerables ante las cuales se derrumban y no encuentran las fuerzas para soportarlas, para otras esa misma situación es parte de la vida y aprenden a vivir la vida acompañados de ese dolor. 2. Concuerdo plenamente con Luis Rosales (1910 – 1992) en sus versos del poema La Casa encendida (1949).

Del dolor y del sufrimiento se aprende, nos puede

enriquecer siempre que nuestra vida tenga un sentido, que encontremos o le demos un valor a ese sufrimiento. Nietzsche decía que: “Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo” El ser humano es capaz de sufrir, siempre y cuando ese sufrimiento tenga un sentido. 3. Es importante el papel que desempeñan los médicos y el personal sanitario ante los enfermos en estado terminal, son quienes deben dar la fuerza humana para que esas personas puedan sobrellevar esos últimos momentos con la paz que necesita ese gran paso. 4. Para entender el sufrimiento se necesita riqueza espiritual, que todos entiendan la trascendencia que tenemos los seres humanos. Para ello es importante que a pesar de que no es cómodo hablar de la muerte debemos hacerlo porque es una realidad que todos alcanzamos. 5. En el caso del aborto es importante enseñarles a aquellas personas que por cualquier situación están a nuestro lado –el caso de los estudiantes-, el respeto y dignidad de

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la vida humana. Porque los que promueven el aborto ocultan las consecuencias que padece la mujer que aborta.                                                              1

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27   

                                                                                                                                                                                      32

 Lucas Lucas Ramón, Explícame la Bioética, Palabra, Madrid, 2005, pág. 140   Ayllon, J. R. (1996). En torno al hombre. Madrid: Rialp  34  Bis,   35   Aceprensa,  A.  (31  de  Marzo  de  2008).  Almudi  Org.  Recuperado  el  30  de  Septiembre  de  2011,  de  Aceprensa: http://www.almudi.org/Inicio/tabid/36/ctl/detail/mid/379/nid/3190/pnid/8/default.aspx  36  Bis.   37   Joanne,  A.  E.  (20  de  Octubre  de  2007).  Almudi  Org.  Recuperado  el  30  de  09  de  2011,  de  http://www.almudi.org/Inicio/tabid/36/ctl/detail/mid/379/nid/2910/0/default.aspx.  38  Rojas, E. (2006). Adios Depresión. Madrid: Temas de hoy, vivir mejor.  39  Bis.   40   ACIPRENSA.  (13  de  Junio  de  2011).  ACIPRENSA.  Recuperado  el  1  de  11  de  2011,  de  hrrp://aciprensa.com/noticia.php?n=33771  41   Aquilino,  P.  (s.f.).  Fluvium  Org.  Recuperado  el  30  de  Septiembre  de  2011,  de  http://www.fluvium.org/textos/vidahumana/vid288.htm  42   Entrevista  con  el  doctor  Carlo  Bellieni,  Almudi  Org.,  http://www.almudi.org/tabid/36/ctl/Detail/mid/379/nid/1324/pnid/0/Default.aspx                                                                          33

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30   

UNIVERSIDAD DE LA SABANA INSTITUTO DE POSTGRADOS- FORUM

RESUMEN ANALÍTICO DE INVESTIGACIÓN (R.A.I) No VARIABLES .

DESCRIPCIÓN DE LA VARIABLE

1

NOMBRE DEL POSTGRADO

Bioética Clínica

2

TÍTULO DEL PROYECTO

El Sentido del Dolor y el Sufrimiento

3

AUTOR(es)

Luisa Felicita Maldonado Bohórquez

4

AÑO Y MES

2012 / Febrero

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NOMBRE DEL ASESOR(a)

Dr. Pedro José Sarmiento

El presente trabajo tiene como objetivo principal analizar el sentido del dolor y el sufrimiento ante la enfermedad, muerte y  el  síndrome  post  aborto  bajo  una  perspectiva  de  la  Bioética  que  se  centra  en  el  valor  de  la  persona.    Se  parte  desde  la  diferencia entre Dolor y Sufrimiento, aún cuando se utilicen como palabras alternativas; intenta encontrar en los tres casos  6

DESCRIPCIÓN O ABSTRACT

anotados anteriormente el sentido que tenga el sufrimiento tanto para la persona que lo padece como para las personas  que están junto a la persona doliente. Si el sufrimiento y el dolor de un ser humano tienen sentido, se le dará el valor que le  corresponde; el haberlos vivido no nos deja indiferentes, o crecemos o disminuimos. 

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PALABRAS CLAVES

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SECTOR ECONÓMICO AL QUE Educación PERTENECE EL PROYECTO

Bioética, Dolor, Sufrimiento, Enfermedades Incurables, Cuidados Paliativos, Muerte, Eutanasia, Aborto, Síndrome Post Aborto, Educación

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TIPO DE ESTUDIO

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OBJETIVO GENERAL

Monografía

Analizar el sentido del dolor y el sufrimiento ante la enfermedad, muerte y el síndrome post aborto bajo una perspectiva de  la Bioética que se centra en el valor de la persona 1. Estudiar el impacto del dolor y sufrimiento ante la enfermedad, bajo una perspectiva de la Bioética centrada en la  persona.  2. Analizar el sentido de la muerte ante la inminencia de la muerte,  bajo una perspectiva de la Bioética centrada en la 

OBJETIVOS 11 ESPECÍFICOS

persona.  3. Considerar el sentido del sufrimiento en el síndrome post aborto, bajo una perspectiva de la Bioética centrada en la  persona.  .

Querer entender el dolor y el sufrimiento fue la razón principal para escoger el tema de esta monografía, las luces y sombras que la vida tiene me plantearon algunas interrogantes: ¿Cómo debemos ver el dolor ajeno y propio? ¿Por qué les tememos? ¿Por qué sufrimos sólo con imaginarnos que algo malo nos puede llegar? La Bioética es una disciplina que: “Puede definirse como el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias humanas y de la atención sanitaria, en cuanto se examina esta conducta a la luz de los valores y los RESUMEN 12 GENERAL

principios morales”.i El fin de todas las decisiones bioéticas debería ser siempre el bien del ser humano. El no entender el dolor y el sufrimiento es en muchos casos la razón de una decisión acertada o no acertada cuando se presentan los dilemas bioéticos. Al exponer en esta monografía el dolor o el sufrimiento, aceptamos de que son términos diferentes, pero que habitualmente se los utilizan como sinónimos; en algunos momentos del presente trabajo asumiremos que son intercambiables, pero tienen connotaciones diferentes.

El presente trabajo no hará un estudio del dolor desde el punto de vista médico, biológico, fisiológico o anatómico, sino que es una reflexión que tiene el sentido del dolor y el sufrimiento en las decisiones bioéticas. He considerado necesario describir el sentido del dolor y el sufrimiento en tres momentos diferentes pero que en algunas circunstancias por lo menos dos de ellos se relacionan entre sí, éstos son: 1. Ante la enfermedad, en la mayoría de los casos en la antesala de la muerte, 2. Ante la muerte, y 3. En el Síndrome Post Aborto La ciencia no tiene respuestas para el problema del dolor y el sufrimiento, se dice que el dolor es como un gas que inunda todo lo que hay en una habitación, llega a toda la persona, no se sufre con una parte de nuestro ser. En muchas ocasiones es difícil entender nuestro propio dolor, pero tratándose del ajeno se convierte en un misterio.  

CONCLUSIONES ..y yo quiero deciros que el dolor es un don porque nadie regresa del dolor y permanece siendo el mismo hombre Luis Rosales CONCLUSIONE 13 S.

1. Nadie puede explicar el dolor o sufrimiento de otra persona, hay que vivirlo y cada uno de nosotros tiene su propia experiencia; lo que si podemos decir es que el dolor existe en una persona especifica, no existe solo como concepto, sino afectando a la persona que lo padece. El dolor y el sufrimiento no son comparables entre los seres humanos; hay situaciones que para algunas personas son situaciones

intolerables ante las cuales se derrumban y no encuentran las fuerzas para soportarlas, para otras esa misma situación es parte de la vida y aprenden a vivir la vida acompañados de ese dolor. 2. Concuerdo plenamente con Luis Rosales (1910 – 1992) en sus versos del poema La Casa encendida (1949). Del dolor y del sufrimiento se aprende, nos puede enriquecer siempre que nuestra vida tenga un sentido, que encontremos o le demos un valor a ese sufrimiento. Nietzsche decía que: “Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo” El ser humano es capaz de sufrir, siempre y cuando ese sufrimiento tenga un sentido. 3. Es importante el papel que desempeñan los médicos y el personal sanitario ante los enfermos en estado terminal, son quienes deben dar la fuerza humana para que esas personas puedan sobrellevar esos últimos momentos con la paz que necesita ese gran paso. 4. Para entender el sufrimiento se necesita riqueza espiritual, que todos entiendan la trascendencia que tenemos los seres humanos. Para ello es importante que a pesar de que no es cómodo hablar de la muerte debemos hacerlo porque es una realidad que todos alcanzamos. 5. En el caso del aborto es importante enseñarles a aquellas personas que por cualquier situación están a nuestro lado –el caso de los estudiantes-, el respeto y dignidad de la vida humana. Porque los que promueven el aborto ocultan las consecuencias que padece la mujer que aborta.

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