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El Sindicato ¿Qué pasa con las horas extras?
Entrevista con Susan George
Pobreza laboral y salarial
Savia nueva en CCOO
Segunda época Nº 7 Junio 2016 ccooasturias.es
El 56% de las horas extras trabajadas durante 2015 no se pagaron
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Créditos Director Amable González Coordinador Juanjo Barral Consejo Asesor Mapy Artidiello, Ángel Álvarez Díez, Blanca Colorado, Víctor Manuel Álvarez Rodríguez Colaboran en este número Susan George, Julián Gutiérrez del Olmo, Arís Álvarez, Joaquín Nieto, Gilberto García Buelga, Justo Manuel Ruiz, Alfredo García, Javier Doz, Mapy Artidiello, Francisco Prado Alberdi, José Luis Argüelles y Alejandro Zapico
Traducción al asturiano Pilar Fidalgo Pravia Fotografía Alberto Morante y Archivo Ccoo Diseño editorial e Ilustraciones Jorge Lorenzo Imprime Gráficas Eujoa Tirada 35.000 Ejemplares Depósito Legal O-2.040/1986 Edita CCOO de Asturias, Santa Teresa, 15 - Oviedo 33005
Sumario 2 Editorial CCOO ante el 26-J 3 y 4 Diálogo social Una nueva concertación para Asturias 5, 6 y 7 Turno de palabra Artículo de Joaquín Nieto, director de la Oficina de la OIT para España 8, 9 y 10 En portada ¿Qué pasa con las horas extras? 11 y 12 Dossier Crece la desigualdad
13, 14 y 15 Entrevista Susan George 16, 17 y 18 Reportaje Savia nueva en CCOO 19 y 20 Mujeres . Clamor contra la violencia de género 21 y 22 Confederal Un año de reivindicación 23 Lecciones de la Historia Asturias prepara la Asamblea de Barcelona 24 La última Niño
Editorial | Para un gobierno de izquierdas La situación de emergencia que vive España hace imprescindible que el gobierno que salga de las próximas elecciones generales lleve a cabo una nueva política económica, que se reoriente de la austeridad al crecimiento sostenible, la creación de empleo de calidad y la recuperación del Estado de bienestar. Es necesario un cambio de las políticas que permitan un nuevo modelo productivo, la derogación de las reformas laborales y emprender una lucha decidida contra la creciente pobreza y desigualdad mediante el fortalecimiento de los sistemas de protección social. La mejora del tejido empresarial pasa por que el futuro gobierno desarrolle una política industrial y sectorial activa que permita la creación de empleo de calidad, que ponga fin a la absoluta precariedad laboral, reduciendo la temporalidad a supuestos excepcionales para que la contratación indefinida sea la forma ordinaria de acceso al mercado de trabajo. Asimismo, para dinamizar la demanda interna es fundamental el incremento de los salarios, por lo que exigimos la subida del salario mínimo interprofesional hasta los 800 euros mensuales en el año 2016, al igual que un ingreso mínimo garantizado para todos los ciudadanos. La dramática situación del cada vez mayor número de personas desempleadas que no reciben ningún tipo de protección, hace necesaria una reforma profunda del sistema de protección por desempleo, ampliando su cobertura, tanto en el nivel contributivo como en los subsidios. Todas estas medidas no sólo contribuirían a la mejora del crecimiento sino también a luchar contra la pobreza y la desigualdad. En materia de seguridad social la reforma aprobada por el gobierno del Partido Popular en el año 2013 ha incorporado una nueva fórmula de revalorización de las pensiones que provocará la disminución generalizada de sus cuantías. Es prioritario revisar dicho mecanismo para que se garantice el poder de compra de las pensiones durante todos los años en que se perciban. Además, para garantizar las pensiones futuras es necesario que se creen empleos de calidad que generen cotizaciones suficientes, incrementando así los ingresos del sistema, acabar con la utilización indiscriminada del Fondo de Reserva por el Gobierno y
volviendo a la limitación del 3% en la disposición del mismo, y que se eliminen aquellas medidas que suponen reducción de las cotizaciones sociales o, en su caso, transformándolas en bonificaciones financiadas con la imposición general, entre otras medidas. Estas reformas, necesarias para la consolidación futura de nuestro sistema de Seguridad Social, necesitan de un consenso político y social amplio, para lo que es imprescindible la recuperación del marco del Pacto de Toledo. Por tanto, deberían ser objetivos prioritarios del próximo gobierno el cambio de modelo de productivo que permita la creación de empleos de calidad con mejores salarios, la recuperación del Estado de bienestar a través del fortalecimiento de los sistemas de protección social, así como otras políticas públicas que garanticen el empleo y mejora de los derechos laborales de la mujer y la protección social de las víctimas de violencia machista, la consolidación y mejora del sistema público de servicios sociales o la prioritaria atención a los casi 500.000 dependientes que pese a tener derecho no reciben ninguna prestación. Para afrontarlo se requiere una profunda reforma fiscal que proporcione al Estado recursos suficientes. Necesitamos un sistema impositivo progresivo y justo de forma que paguen más los que más tienen, al contrario de lo que sucede en la actualidad. Las libertades públicas también han sufrido un retroceso sin precedentes los últimos años. La Ley de Seguridad Ciudadana o la aplicación del artículo 315.3 del Código Penal, como nunca se había utilizado en democracia, han tenido como consecuencia la imputación de cientos de sindicalistas y trabajadores, pretendiendo con ello acallar la protesta social frente a las políticas de austeridad aplicadas. Por eso es necesaria la supresión del artículo 315.3 del Código Penal y la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana. Por todo ello, ante las elecciones del 26 J, CCOO de Asturias está haciendo un llamamiento a acudir masivamente a las urnas y votar por las opciones de izquierdas que en mayor medida recogen nuestras propuestas y así evitar un gobierno de las derechas.
Una concertación útil para Asturias Con la firma, el pasado 4 de mayo, del Acuerdo para la Competitividad Económica y la Sostenibilidad Social 2016-2019, Asturias vuelve a convertirse en un referente del diálogo social en nuestro país: ninguna otra comunidad autónoma ha alcanzado un pacto de esta entidad, tanto por la ambición de sus contenidos como por la dotación económica que los sustenta. Un acuerdo que, para CCOO, sin ser la panacea, aliviará la situación de emergencia social que vive la región
Concertar es la plasmación práctica del carácter sociopolítico de CCOO. Y en el proceso de diálogo social nuestro sindicato acumula ya décadas de experiencia en Asturias. Con una dotación de 2.300 millones de euros y estructurado en cuatro bloques (impulso sectorial y mejora de la competitividad, inserción laboral, desarrollo territorial y sostenibilidad social), más un capítulo económico destinado a la inversión pública, el acuerdo de concertación que acaban de suscribir el Gobierno regional, la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) y los
sindicatos mayoritarios CCOO y UGT es el octavo que se alcanza en nuestra comunidad autónoma desde 1988. Nuestro sindicato considera que el acuerdo, en una difícil coyuntura económica, social y política en Asturias, caracterizada además por la limitación de los recursos públicos, contempla una serie de medidas, “seguro que insuficientes, pero que en todo caso van a aliviar los efectos de la crisis y de las políticas de austeridad, de manera que nos permita avanzar hacia la salida de la crisis, e ir creando condiciones para un modelo productivo de futuro”,
Texto: El Sindicato
resaltó Antonio Pino durante el acto de firma del documento. Los acuerdos de concertación tienen valor en la medida en que las iniciativas que contemplan, y su ejecución, cumplan con el objetivo establecido; en este caso, impulsar una economía de futuro que potencie, modernice e innove los sectores productivos, crear empleo decente, proteger a las personas y reforzar los servicios públicos. Además, tienen el valor de acordar desde posiciones contrapuestas y sin renunciar a las mismas. El acuerdo es un punto de partida que requerirá el esfuerzo de todos para su desarrollo. Durante su intervención ante el Consejo regional (que finalmente avaló, tras el análisis y debate, la firma del acuerdo, sin votos en contra y con cuatro abstenciones) el secretario general de CCOO de Asturias destacó precisamente el grado tan elevado de coincidencia entre el texto final y el documento de propuestas presentado por nuestro sindicato en octubre de 2015. Cotejando ambos textos podría certificarse la influencia que ha tenido nuestro sindicato con sus planteamientos en esta concertación. Una concertación que se ha gestado en un momento delicado, en el que los efectos de la crisis y las políticas de austeridad y de recorte del Gobierno del Partido Popular están impidiendo que la tímida mejoría económica alcance al empleo: Asturias tiene
Permitirá avanzar hacia la salida de la crisis, e ir creando las condiciones para un modelo productivo de futuro
cerca de noventa mil desempleados (de los que sólo el 47% cobran prestaciones), y una tasa de paro juvenil del 52%. Además, esas políticas y recortes han incrementado de manera significativa los niveles de desigualdad y pobreza. A eso se enfrentan las medidas que recoge el acuerdo y que ahora habrá que exprimir en toda su potencialidad, algo en lo que debe también involucrarse el conjunto de la organización. Dentro del capítulo dedicado al impuso sectorial y la mejora de la competitividad (se incluyen un conjunto de medidas transversales a los sectores productivos como la inversión, internacionalización, I+D+i, crecimiento empresarial, reducción de cargas administrativas, lucha contra la economía sumergida y la morosidad…) para CCOO es especialmente relevante la apuesta por una estrategia industrial innovadora, así como priorizar, tras un análisis realista, los sectores económicos que potencie n la innovación de los mismos para garantizar su futuro. El acuerdo contempla también nuevas medidas para la contratación pública, con la inclusión de cláusulas
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El empleo ha sido el gran damnificado por la crisis y las políticas neoliberales. El director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para España aborda en este artículo algunos de los principales desafíos a los que se enfrenta el mundo del trabajo
También se centra en las personas y destina cuantiosos recursos al salario social, cuya gestión debe mejorar sociales que recojan mejores condiciones para favorecer la contratación y el empleo. Favorecer la incorporación de colectivos con especial dificultad de acceso al empleo, como jóvenes y mujeres, evitando al menos en parte, su emigración, es uno de los
objetivos prioritarios en el apartado de inserción laboral. A tal fin el acuerdo avanza en la formación dual, reforma los planes locales de empleo (para beneficiar a los colectivos desfavorecidos, incluidas las personas que reciben el salario social), y crea la unidad de acreditación de competencias, entre otras medidas. Con la apuesta por el desarrollo territorial sostenible -otro de los ejes del acuerdo- se pretende mejorar en conectividad y movilidad y, sin desatender las alas, avanzar hacia la configuración de un área metropolitana central que se convierta
en un espacio de desarrollo económico beneficioso para el conjunto de la región. Por último, el acuerdo se centra en las personas más castigadas por la crisis, en las situaciones más vulnerables, al destinar a ese objetivo dotaciones económicas importantes, particularmente para el salario social, cuya gestión debe mejorar para resultar más eficaz, pero también para la dependencia (abandonada por el Partido Popular), y las políticas de vivienda. En un momento de ataques a nuestro modelo social y al Estado del bienestar, con el
Antonio Pino interviene, el 4 de mayo en la sede de Presidencia, durante el acto de firma del acuerdo de concertación
deterioro y la privatización de servicios públicos, para CCOO es igualmente destacable la apuesta que hace la concertación por la sostenibilidad de los servicios públicos educativo y sanitario. Para nuestro sindicato se trata, por tanto, de un acuerdo que “contempla medidas útiles y con recursos concretos, que pueden ayudar a paliar los graves efectos de la crisis que sufre Asturias”. En palabras de Antonio Pino estamos ante “un buen acuerdo, por el contenido y el contexto en el que se da”. Y “porque los trabajadores quieren soluciones”.
Recuperación económica sin recuperación social, pobreza laboral y otros demonios Texto: Joaquín Nieto
En el contexto de la preparación de su centenario, en 2019, la OIT ha lanzado la ‘Iniciativa sobre el futuro del trabajo’, un debate mundial para responder a preguntas como; ¿Qué va a ser del trabajo a lo largo del siglo XXI? ¿Habrá suficiente? ¿Se evitará la pérdida de toda una generación de jóvenes? ¿Cómo afectará al trabajo la evolución tecnológica? ¿Cómo la evolución demográfica? ¿Qué cambios e impactos serán debidos a la protección ambiental para evitar el desastre climático y ecológico? ¿Qué modificaciones en la organización del trabajo y la producción y en las organizaciones de empleadores y trabajadores? Para la OIT se trata de responder a estas preguntas desde una perspectiva, la de la justicia social, que es lo mismo que decir el trabajo decente, porque hoy -como hace cien años- no puede haber paz mundial sin justicia social en general y sin justicia social en el trabajo en particular. La OIT quiere responder también a las preguntas sobre el futuro del trabajo de manera colectiva porque, aunque la OIT cuenta probablemente con los mejores expertos sobre el trabajo de todo el mundo y con las mejores estadísticas laborales, no puede responder por sí sola a semejante desafío e invita no sólo a los agentes sociales –sindicales y empresariales– sino también a todas las entidades interesadas y a todos los estudiosos y expertos del mundo
a incorporarse a este debate crucial para el devenir de la humanidad. Hoy los acontecimientos en el mundo del trabajo y su devenir están más interconectados que nunca. No hay salidas a la crisis económica y social país por país. Lo que le sucede a España está íntimamente ligado de manera inmediata con lo que sucede en el mundo y en Europa. Los problemas españoles, aun obedeciendo a decisiones desacertadas adoptadas en España tanto en tiempos de bonanza como de crisis, no son intrínsecamente españoles; están asociados a tendencias y decisiones tomadas en Europa. Es imposible hoy hablar sólo de políticas nacionales. En el informe de la OIT “Tendencias y perspectivas mundiales del empleo, 2016” prevemos que la senda de la creación de empleo en España no va a estar exenta de dificultades. En la economía española hay sectores como el exportador -muy importante y dinámico- que es muy sensible a la coyuntura internacional, que presenta unas perspectivas sombrías dada la situación en los países emergentes. Otros sectores dependen más de la demanda interna, que se ve constreñida por las políticas de austeridad. El gran riesgo es que fruto de la austeridad extrema que ha provocado la caída de ingresos y la devaluación salarial, España –que está conociendo una recuperación económica pero sin recuperación social- caiga en otra crisis económica antes incluso de reiniciarse la recuperación social.
Más de la mitad de los empleos en el mundo están en la economía informal, pero se pueden formalizar
Existen restricciones que provienen de la esfera internacional, pero existe también un margen positivo para aplicar políticas internas, que son decisión de los poderes públicos. Han sido los poderes públicos quienes han decidido aplicar políticas de austeridad extrema en Europa y en España. Esa ha sido una opción política; activar la recuperación salarial elevando, por ejemplo, el salario mínimo, es también una opción política. Pero no todo acaba ahí. También influyen las decisiones adoptadas por las asociaciones empresariales y de trabajadores. En la activación de la demanda interna es muy importante lo que pase en la negociación colectiva, con los acuerdos salariales alcanzados en los convenios. Empresarios y sindicatos firmaron un acuerdo confederal que contemplaba una elevación moderada de los salarios. Esto ha influido positivamente en los convenios firmados que han acordado mejoras salariales. Los poderes públicos son decisivos pero no suficientes, es necesario que el conjunto de la sociedad actúe a través de la movilización cívica y a través del diálogo social. Las medidas de abaratamiento de los salarios reales y de los costes del despido se han adoptado en ausencia de diálogo social, esa es la realidad. Las partes tenían distintas posiciones. Las organizaciones sindicales defendían la flexibilidad interna –para mantener al máximo el em-
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España corre el riesgo de caer en otra crisis económica antes incluso de reiniciarse la recuperación
pleo en cada empresa–, pero no la flexibilidad externa, por considerar que abarata y estimula el despido favoreciendo la sustitución de trabajadores con cierta antigüedad y salarios más elevados por otros sin antigüedad y salarios menores. Lo que ha habido desde que se inició la crisis es una ausencia de diálogo social, que ha favorecido el abaratamiento de los despidos, la sustitución de empleos por otros de menor calidad y la reducción de la calidad del empleo. En lo que se refiere a la evolución del volumen de empleo, éste no depende tanto de las relaciones laborales como de otros factores, como la política económica y el modelo productivo. El impacto de las reformas laborales sobre el volumen de empleo está sobrevalorado. Se crea empleo cuando hay decisiones económicas que revitalizan la economía y la inversión estimulando la creación de empleo. El modelo productivo, es decir la estructura productiva por sectores, es verdaderamente decisivo, tanto en el volumen de empleo como en su estabilidad y su calidad. En España, sin ir más lejos, el marco regulatorio básico de las relaciones laborales es único, por ser estatal. Pero hay comunidades autónomas con la mitad de desempleo que otras. Las diferencias se encuentran en sus modelos productivos; los más diversificados, industrializados y modernizados hacia los requerimientos internacionales de sostenibilidad tienen más empleos y éstos son más estables. El sector exportador ha tenido un comportamiento dinámico incluso durante la crisis, pero no es precisamente el sector con empleos más precarios y de peor remuneración sino todo lo contrario, lo que nos da pistas muy significativas. En lo que sí influye la regulación y las reformas laborales es en la calidad del empleo.
La cuestión de la flexibilidad es también un debate permanente. Si se habla de flexibilidad tenemos que distinguir entre flexibilidad interna y flexibilidad externa. La interna se negocia y puede ser un elemento de conservación y mantenimiento de los empleos en la empresa, mientras que la externa consiste en un marco regulatorio que permite decisiones unilaterales por parte de la empresa, que suele traer consigo más despidos y una menor estabilidad de los empleos. Detrás de los grandes términos como ‘flexibilidad’ hay que buscar mayor nivel de precisión para saber de qué se está hablando. También convendría discernir las tendencias en la evolución del empleo. No todo el empleo ha evolucionado hacia la precariedad, aunque existe una tendencia general -que es mundial- hacia una mayor precarización. Pero a la vez también existen sectores en los que el empleo va ganando mayores niveles de estabilidad. Y el potencial mundial de este proceso es inmenso. Más de la mitad de los empleos en el mundo están en la economía informal, pero se pueden formalizar. En el marco de la OIT, gobiernos, organizaciones empresariales y sindicatos han iniciado un camino para facilitar la transición de la economía informal a la economía formal.
aumente el número real de empleos creados y de horas trabajadas y remuneradas. Otro problema conexo es el de las horas trabajadas y no declaradas, relacionado con lo que se conoce como economía sumergida, que en la OIT denominamos “trabajo no declarado”. Es posible que la actividad económica no declarada no haya aumentado en tiempos de crisis y se mantenga en valores que rondan un 20%. Pero sí que se observa un desplazamiento de las modalidades del trabajo no declarado hacia las horas extras no declaradas, lo que da pie a pensar que parte de las contrataciones a tiempo parcial no son sino artificios para declarar menos a la Seguridad Social. La actuación de los poderes públicos debería permitir aflorar tanto las horas extraordinarias realmente realizadas pero no declaradas aunque remuneradas y las no declaradas ni remuneradas. De hecho, se está dando cierto reparto del empleo, porque si comparamos el total de las horas de trabajo realizadas en 2015 en relación a las realizadas en 2011 resulta que son algo menos, pero sin embargo el número de ocupados ha crecido ligeramente en ese período lo que sugiere que se ha dado un cierto reparto del empleo, pero con peores salarios y menor protección social.
Otro asunto de interés relacionado con la calidad del empleo es el incremento del empleo a tiempo parcial, voluntario e involuntario, que es también una tendencia general e internacional de los últimos años. En el caso de España, donde el incremento del tiempo parcial involuntario ha sido espectacular, se ha producido una especie de efecto sustitución de empleos a tiempo completo, más o menos bien remunerados, por otros a tiempo parcial y peor remunerados. Así, el número de contratos puede aumentar estadísticamente, sin que
Lo que sí se detecta es un aumento de la situación de pobreza entre los empleados. Ya no basta con tener un empleo para salir de la pobreza y cada vez hay más trabajadores pobres. En España superan en un tercio la media de la Unión Europea (12,5% versus 9,5%). Además se encuentran principalmente en los trabajadores por cuenta propia -alrededor del 40% de los trabajadores autónomos son pobres- algo a tener en consideración en el momento de alentar qué tipo de empleos se crean.
Es necesario que el conjunto de la sociedad actúe a través de la movilización cívica y el diálogo social
En lo que se refiere a la pobreza, hay una importante novedad a tener en cuenta. A partir de ahora los gobiernos van a estar obligados tanto a reducir el desempleo como a reducir la pobreza. La agenda 2030 de Naciones Unidas en vigor desde el 1 de enero de 2016 establece en el Objetivo 1.2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible la obligación de reducir la pobreza en cada país a la mitad de su pobre-
Foto: W. Eugene Smith
za relativa, es decir de aquellas personas cuyos ingresos anuales están por debajo del 60% de la media de los ingresos. Esta nueva agenda de Naciones Unidas –los ODS– ya no está dirigida sólo a los países en desarrollo o menos desarrollados como era antes, sino que vincula también a los países desarrollados, porque existe un sur dentro del norte, y sus gobiernos van a tener que explicar qué están haciendo
para reducir la pobreza y adoptar medidas coherentes. La justicia social universal no es un asunto solo de las desigualdades entre países, sino también de las desigualdades e injusticias que se producen en cada país.
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¿Qué pasa con las horas extras? La mayoría de las horas extras que se hacen en nuestro país no se pagan. Lo saben bien los asalariados del sector de actividades financieras y de seguros, que están a la cabeza. Pero ha sido en los servicios donde más han aumentado con la crisis. CCOO lo constata en un reciente informe y denuncia que las horas extras no pagadas son una forma de explotación más allá de la precariedad
La doctrina de nuestro sindicato sobre las horas extras no deja lugar a dudas: “Cuando aumenta la carga de trabajo en una empresa hay que apostar por la creación empleo, y eso es prioritario para nosotros”. Por otra parte, “es lógico pensar que las plantillas deben adecuarse, siempre de manera pactada, a las necesidades coyunturales de cada momento”. Y con respecto a las horas extras, “respondiendo a esa situación específica, no como costumbre y hábito, tienen que ser abonadas y figurar legalmente en la nómina del trabajador”. Así lo explica el secretario de Acción Sindical de CCOO de Asturias, Gilberto García Buelga. “Todo lo demás es abuso y delincuencia”. En el año 2015 los trabajadores y trabajadoras hicieron en
España 3,5 millones de horas extras que no cobraron. Es una cifra muy similar a la de 2008, con la notable diferencia de que ahora hay 2,1 millones menos de asalariados. Las horas extras que se hacen en nuestro país han descendido desde el inicio de la crisis, pero la mayor parte de las que se hacen no se pagan, según concluye un reciente estudio elaborado por nuestro sindicato. Entre 2008 y 2015 la reducción de las horas extras se ha concentrado casi exclusivamente en las remuneradas, mientras que las no cobradas apenas habrían disminuido. “Es decir, se han precarizado las condiciones de trabajo de aquellos que mantenían su empleo o accedían a uno nuevo”, subraya el informe.
Texto: Juanjo Barral
La Encuesta de Población Activa revela que en 2008, al inicio de la crisis, entre los 16,9 millones de asalariados que trabajaban en España hacían 9,4 millones de horas extras a la semana, de las que 5,7 millones (el 61%) eran pagadas y 3,7 (el 39%) no. En 2015, con 14,8 millones de asalariados (un 12% menos que en 2008), las horas extras se situaron en 6,3 millones (lo que representa un descenso del 33%). Más de la mitad (el 56%) no se pagaron. Luis Zarapuz, economista del gabinete técnico confederal y responsable del estudio, entiende que “la evolución de las horas extras no pagadas muestra un aumento de la explotación laboral durante la crisis, que se ha consolidado en el inicio de la recuperación económica”. A su juicio, “una parte de la mejora de la productividad por trabajador y de la devaluación salarial del factor trabajo se explica por esta evolución de las horas extras no pagadas”. El estudio resalta que la parte de las horas extras no pagadas se revela como más estructural, ya que fluctúa mucho menos con el ciclo económico. Otra conclusión del trabajo es que hay trabajadores que sólo realizan horas extras pagadas y otros que sólo realizan horas extras no pagadas. A tenor de los datos de la EPA, de los 728.000 asalariados que realizaron horas extras en el cuarto trimestre de 2015, el 48% sólo hizo horas extras no pagadas, el 41% sólo hizo horas extras pagadas, menos del 1% reali-
zó tanto horas extras pagadas como no pagadas, y el 10% restante respondía con algún tipo de indefinición. Las horas extras no pagadas se concentran en empresas del sector servicios, donde la presencia sindical es inferior a la que puede darse en los sectores industriales, energético o de la construcción. Aunque el abuso de las horas extras no pagadas radica sobre todo en el sector privado, llama la atención la persistencia de un número elevado de horas extras no pagadas en la administración pública y seguridad social, y en otros sectores con fuerte presencia pública como sanidad o educación. Lo cierto es que la crisis ha provocado que en todos los sectores haya aumentado el peso de las horas no pagadas en relación al total de horas extras, un claro “fenómeno de explotación laboral”. En concreto en los servicios no se pagaban el 47% en 2008; en 2015 se habían disparado hasta el 60%. Gran parte de las ramas de actividad registraron en 2015 una proporción de horas extras no pagadas por asalariado mayor que en 2008. Por otra parte, la intensidad de horas extras no pagadas por asalariado es desigual y en algunos
Trabajan una media de 8,8 horas no remuneradas a la semana, la mayoría en el sector privado
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sectores supera ampliamente la media, que es de 0,24 horas por semana. A la cabeza se sitúa actividades financieras y de seguros, con 0,73. “El perfil de las horas extras no pagadas que se realizan en España no se ajusta a los rasgos habitualmente asociados a la precariedad laboral, lo que demuestra la prolongación no remunerada de la jornada de trabajo como un rasgo de clara explotación laboral”, explica Zarapuz en su informe. “Y tiene características muy marcadas: principalmente hombres, asalariados privados del sector servicios, con contrato indefinido, jornada a tiempo completo y que desempeñan una ocupación laboral de técnico o directivo”. Un perfil mayoritario claro que “no corresponde al tradicionalmente asociado a la precariedad laboral”. Volviendo a los datos de la EPA, en 2015 hubo en España 728.000 trabajadores que realizaron horas extraordinarias, tanto pagadas como no. El 50% trabajó alguna hora extra no pagada. Más concretamente, en el último trimestre del año 366.000 asalariados realizaron 3,2 millones de horas extras no pagadas a la semana. Los trabajadores afectados trabajan una media de 8,8 horas no remuneradas a la semana (un 12% de ellos hicieron más de 15 horas no pagadas). Otro dato revelador es que el 80% de los trabajadores realizó un promedio de 6,2 horas no remuneradas a la semana. Gran parte de las horas extras no remuneradas se concentra en un número pequeño de trabajadores: apenas el 0,5% de los asalariados concentra casi la mitad de las horas extras no pagadas que se trabajan en
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España. El 59% de los trabajadores que realizan horas extras no pagadas son hombres. ¿Dónde se localizan? En concreto, el 86% de las horas extras no pagadas se realizan en el sector privado y se concentran entre los trabajadores con mejores condiciones laborales: el 76% de las horas extras no pagadas y el 77% de los trabajadores que las realizan cuentan además con un contrato indefinido a tiempo completo. Ya en 2014, un informe de CCOO señalaba que un año antes se habían realizado en España casi 11,6 millones de
horas “ilegales” (sobrepasaban el tope de 42 semanales), y que con ellas se podrían haber creado 326.838 puestos de trabajo (con una jornada media de 35,4 horas). En Asturias nuestro sindicato estimaba que sin esas horas “ilegales” el paro disminuiría en un 6,25%.
El perfil mayoritario no se corresponde con el que suele asociarse a la precariedad laboral
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Un país más desigual
Otra forma de esclavismo “La mayoría de las empresas no tienen una producción regular, sino que dependen de picos y, por tanto, deben modular su actividad en función de la demanda”, explica el secretario de Acción Sindical de CCOO de Asturias, Gilberto García Buelga. “Nuestra apuesta prioritaria cuando aumenta la carga de trabajo es siempre la contratación, que es lo que hace por ejemplo Arcelor Mittal cubriendo con contratos temporales los permisos laborales o los incrementos de actividad. La modificación de la jornada laboral, siempre que sea pactada, también está justificada. Pero lo que más nos preocupa son las horas impuestas o forzosas. Y las peores son las que no se pagan. Cuando el empresario utiliza el pánico del trabajador a perder el empleo para hacerlo, como ocurre tantas veces en esta larga crisis, podríamos hablar de esclavismo puro y duro”. El sector de actividades financieras y seguros está a la cabeza en horas extras no pagadas por asalariado. “Hicimos varias campañas en los años noventa porque habíamos identificado que con las horas extras no remuneradas que se estaban haciendo en la banca española, además del fraude a la Seguridad Social, se podían crear más de 10.000 nuevos empleos”, re-
Varias sentencias nos han dado la razón en el sentido de que tiene que haber un control horario
cuerda Justo Manuel Ruiz, secretario general de Comfia CCOO en Asturias entre 2008 y 2014. “Y la situación no ha cambiado sustancialmente, porque la entidad considera que el sueldo incluye esa prolongación de la jornada”. Eso a pesar de que “varias sentencias nos han dado la razón en el sentido de que tiene que haber un control horario”. Donde más han aumentado las horas extras no remuneras durante la crisis ha sido en el sector servicios. “En la hostelería, el comercio o el turismo, lamentablemente hay mucha contratación irregular y es muy difícil atajarlo porque desborda a la propia Inspección de Trabajo”, reconoce Alfredo García, secretario general de la federación de Servicios. “Si no hay ningún sistema de control para delimitar la jornada ordinaria, imagina la extraordinaria… En el caso del comercio, por ejemplo, el exceso de jornada se camufla con el engaño de los incentivos, sobre los que tampoco hay control”. En general, y salvo casos excepcionales, “han menguado las plantillas y el trabajo de más se hace con menos”.
Las políticas de austeridad y los recortes impuestos en los últimos años, así como la degradación del mercado de trabajo provocada por las sucesivas reformas laborales, han colocado a España en el grupo de cabeza de los países con mayor desigualdad social de Europa. Javier Doz señala en este artículo que la situación es intolerable, y advierte de que “si no conseguimos hacerla revertir acabará destruyendo la estabilidad” en nuestro país La consecuencia social más importante de la crisis y de su gestión política en muchos países europeos, en España en particular, ha sido un gran aumento de la pobreza y la desigualdad. La consecuencia política más notable ha sido un rechazo creciente de la ciudadanía hacia los políticos y los partidos, rechazo que en un buen número de naciones europeas se está convirtiendo en una crisis de legitimidad de las instituciones políticas democráticas, aprovechada sobre todo por opciones políticas nacionalistas, en la mayoría de los casos de extrema derecha, xenófobas y antieuropeístas. Europa vive crisis económicas y sociales que promueven cri-
sis políticas convergentes hacia una crisis política europea, suma de las anteriores con la que viven las instituciones de la UE. Ésta combina las consecuencias de su responsabilidad en la mala gestión de la crisis económica –al actuar de simple correa de transmisión de las recetas de la economía política hegemónica en Alemania, la versión neoliberal del ordoliberalismo- con la inoperancia y falta de funcionalidad de sus instituciones políticas y la miopía de unas élites sometidas al imperativo de los intereses nacionales a corto plazo y ayunas de un proyecto político integrador y constructivo para la UE. La inoperancia combinada con la renuncia a valores fundamen-
Texto: Javier Doz (Miembro del Comité Económico y Social Europeo por CCOO)
tales alcanza su cima en la crisis de los refugiados. En España, la reacción crítica de los electores frente a los partidos tradicionales ha llevado al ascenso de Podemos y Ciudadanos, opciones que, al margen de la opinión que se pueda tener de su práctica política, comparten los valores básicos de las democracias, lo que permitiría albergar mayores esperanzas sobre la superación de la crisis política que padecemos. Sin embargo, la dureza de la crisis social y la dificultad para establecer programas y coaliciones de gobierno que la hagan frente podría llevarme a dejar este relativo optimismo.
(2007) a 34,7 (2014), mientras que la media de la UE pasaba de 30,6 a 31,0 en el mismo período. Aplicando el cociente 20/20, entre los ingresos medios del 20% más rico y el 20% más pobre, el resultado es similar: España pasó de 5,5 (2007) a 6,8 (2008) con un crecimiento del 24%.
Las cifras de la realidad española son brutales: el paro continúa en el 21%, las personas en riesgo de pobreza y exclusión social se sitúan en torno a los 13 millones (29% de la población), la pobreza severa afecta a 3,2 millones (6,85% de la población), y la pobreza laboral ha entrado con fuerza en el mercado de trabajo: el 15% de los trabajadores con empleo tiene dificultades para afrontar las necesidades básicas relacionadas con la familia, la vivienda, o los servicios de luz, gas o agua.
La combinación de crecimiento de la pobreza y la desigualdad es exclusivamente política: en países como Alemania, Rumania o Bulgaria no aumentó la desigualdad. Es consecuencia de las políticas de austeridad y devaluación interna europeas y de su modo de aplicación en España, iniciado por el Gobierno de Zapatero, en mayo de 2010, y agudizado por el de Rajoy a partir de 2012. La tormenta perfecta de la injusticia ha sido producida por políticas sobre las que las responsables eran plenamente conscientes de las consecuencias. Las medidas de ajuste fiscal y presupuestario sólo podían producir caída de la inversión, disminución del crecimiento, aumento adicional del paro, al tiempo que disminución de la protección social, agravado con un brusco descenso del gasto en educación y en I+D+i. Es decir, además hipotecaban el futuro de España. Y las refor-
En cuanto a la desigualdad en la distribución de la renta, la velocidad de su crecimiento ha sido la más elevada de Europa, lo que ha colocado a España en el grupo de cabeza de los países con mayor desigualdad social. Según Eurostat, el índice de Gini subió de 31,9
El 15% de los trabajadores con empleo tiene dificultades para afrontar las necesidades básicas
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mas laborales estaban concebidas, de acuerdo con las directrices de las instituciones de la UE, ante todo para provocar la disminución de los salarios, a través del debilitamiento de la negociación colectiva, amén de adicionales recortes de prestaciones sociales. Se han aplicado conscientemente políticas que sólo podían producir pobreza y desigualdad, al actuar fuerte y regresivamente tanto en los ámbitos primario (empresanegociación colectiva) como secundario (fiscalidad- presupuestos-protección social) de la distribución de la riqueza. Los responsables dicen que son consecuencias indeseadas de políticas necesarias. No es cierto, las políticas no sólo eran injustas, también eran equivocadas como reconocen ahora casi todos, o demuestra la gestión de la crisis en otros países, por ejemplo, en los EE UU.
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y los accionistas, sus dividendos, en un 72,4%. Por el contrario, los trabajadores vieron disminuir sus salarios en un 1,5%. Esta situación es intolerable. Si no conseguimos hacerla revertir acabará destruyendo la estabilidad social y política de nuestro país. La lucha contra la pobreza salarial y laboral y la desigualdad tiene que ser la prioridad absoluta del gobierno que salga de las elecciones del 26J. Y así hay que hacérselo saber también, con firmeza, unidad y capacidad de alianzas europeas, a los responsables de la UE. Las actuaciones principales deberían ser, amén de las que promuevan la inversión y el crecimiento: aumento significativo del SMI, renta básica de inserción universal, mejora de la capacidad adquisitiva de
los salarios a través del fortalecimiento de la negociación colectiva (derogación de la reforma laboral); restauración de la cláusula de revalorización de las pensiones según IPC; mejora de las prestaciones sociales fundamentales; y prioridad de la inversión en educación e I+D+i. Todo ello, a partir de la equiparación progresiva de la presión fiscal española con la de la Eurozona (hoy ocho puntos de PIB, 86.500 millones de euros, menor), a través de una reforma fiscal integral y progresiva y un combate, con todas las armas, contra el fraude fiscal.
Los salarios más bajos cayeron un 25,6% mientras los primeros ejecutivos del Ibex ganaban un 80% más
EL SINDICATO | Entrevista
Entrevista con Susan George
Texto: Julián Gutiérrez del Olmo
“El pueblo tiene que decir a su Gobierno: es vuestro deber forzar a las empresas, y no al contrario” Estadounidense con nacionalidad francesa, filósofa y doctora en ciencias políticas, presidenta de honor de la Asociación por la Tasación de las Transacciones Financieras y por la Acción Ciudadana (Attac), autora de libros de referencia como el “Informe Lugano”, Susan George es una de las voces más autorizadas del pensamiento crítico contemporáneo.
Se han perdido seis meses. No se puede esperar más.
Un estudio de CCOO1 señala que entre 2009 y 2014 los salarios cayeron en España un 5,3%, pero los salarios del 10% de las trabajadoras y los trabajadores que los tenían más bajos lo hicieron nada menos que un 25,6%. Otro estudio de CCOO2 sobre las empresas del IBEX35 muestra que los primeros ejecutivos de cada empresa se hicieron aumentar, en 2014, sus retribuciones totales en un 80%; los consejeros un 30%, los directivos un 14,3%, 1 Manuel Lago Peñas: “Análisis de los deciles salariales: aumentan la pobreza y la desigualdad salarial”. Cuadernos de Acción Sindical de CC OO, 23 de diciembre de 2015. Se accede en: http://goo.gl/eb5vC5 2“Indicadores de buen gobierno de las empresas del IBEX 35 durante 2014 (Versión ampliada)”. CCOO, 13 de octubre de 2015. Se accede en: http://goo.gl/7z7DAO
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Foto: Oscar Vázquez. “La Voz de Galicia”
En esta conversación con “El Sindicato” muestra su rechazo a los tratados de libre comercio, que suplantan la democracia, critica la sumisión de Europa a las multinacionales y aboga por crear una alianza de sindicatos y movimientos sociales en defensa de nuestros derechos
CCOO | Entrevista
Francia acaba de mostrar su oposición a partes del tratado de libre comercio. ¿Es un primer paso de Europa para frenar estos acuerdos oscurantistas? Ojo, porque Francia puede perfectamente cambiar de idea. Su oposición ahora al TTIP sólo es vender humo. Su presidente, François Hollande, ya demostró que hacía lo contrario de lo que decía en muchos temas. Sin embargo, este paso es una señal positiva. El país donde realmente la gente empieza a saber qué hay detrás de estos tratados de libre comercio es Alemania.
¿Qué supone el TTIP? Para trasladar a la población lo que significa el TTIP no podemos contar con la prensa. Los gobiernos pueden decir que tienen sus dudas, pero gobiernan para las grandes empresas, eso es una lucha de clases, sin ninguna duda. Este tratado beneficia a las multinacionales y no al pueblo. Es un auténtico ataque a la democracia. Si se firma se va a tender a sustituir el orden jurídico y legislativo de un país. En ese contexto el Ejecutivo también estará limitado. ¿Por qué los Estados no se muestran claramente en contra?
“Me declaro pro europea, pero esta Europa es una catástrofe cuando ignora a los ciudadanos”
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El pueblo tiene que decir a su Gobierno “es vuestro deber forzar a las empresas, y no al contrario”. Las grandes compañías quieren dominar temas tan importantes como la alimentación, la salud y el medio ambiente. Les toca a los ciudadanos, a los sindicatos como a CCOO, primera organización de España, mantenerse en la unidad y, sobre todo, convencer a los demás. También, una parte muy importante va a ser la oposición de los agricultores; con este tratado se destruye el medio rural. El TTIP no va a ser beneficioso, supondrá una pérdida económica y de empleo para los Estados. En Francia se calcula que se destruirán 130.000 puestos de trabajo.
Las recetas de recortes sólo están acrecentando la desigualdad, tal y como reconocen distintos gobiernos e instituciones como el FMI. ¿Por qué las siguen aplicando? Al contrario de lo que se publica en los medios de comunicación, el neoliberalismo funciona perfectamente. No nos engañemos, los que tienen el dinero son más poderosos aún. Poco a poco, nos aplicaron medidas de tal forma que a la gente no le sobra ni un céntimo después de haber abonado la renta y la comida. Pagar las deudas supone mucho dinero en el bolsillo de los banqueros, no en la economía real. Pese a lo que se cree, los mercados financieros sí saben invertir el dinero en ganancias a corto plazo. ¿Por qué no lo hacen en algo más sostenible que reporte beneficios a la economía real? No les interesa,
sólo quieren llevarse más dinero a sus bolsillos y repartirlo entre las élites. Por ejemplo, en España y Francia se ha contribuido enormemente al apoyo de sus patronales. Pero las empresas después no respetan las reglas del juego y no hay contraparte. Hay una muy pequeña parte de la población que puede invertir y sólo lo hace en productos financieros. De este modo, únicamente crecen las rentas más altas y disminuyen las más modestas. Con una política de bajada de impuestos a los más ricos es lo que pasa. Totalmente lo contrario que se hizo en EEUU en los 50 y 60 cuando las rentas más altas eran las que más pagaban. Hoy en día, los dirigentes de las grandes empresas ganan 100 o 200 veces más que sus trabajadores medios. El dinero que se prestó a Grecia no lo vieron los griegos; ahora sus bancos tienen que reembolsar las deudas al sistema financiero británico o alemán.
En España las últimas reformas laborales, lejos de crear empleo de calidad, han precarizado el trabajo. En Francia, parece ser que el Gobierno socialista quiere imitar la misma receta. ¿Quién dicta estas medidas?
“Cada vez que una persona se entera de lo que contiene el TTIP está en contra, no puede estar a favor”
EL SINDICATO | Entrevista
Seguramente esta reforma laboral va a incrementar la precariedad. El despido será más fácil. Es una demanda de Europa. Primero presionaron a España e Italia. Ahora toca Francia. Esta medida va a hacer la vida mucho más complicada a los asalariados, sobre todo a los más jóvenes: se disminuyen sus derechos y bajan las indemnizaciones si se les echa.
vez que una persona se entera de lo que contienen, está en contra, no puede estar a favor. Por ejemplo, en Alemania se unieron contra este tratado de libre comercio las pequeñas y medianas empresas y los magistrados también mostraron su oposición. En España, los sindicatos pueden lograr una unión no excluyente e informar de la gravedad de estas medidas.
La patronal es quien dicta estas reformas y Europa quien las ejecuta. El presidente francés François Hollande quiere marcar una casilla cuando rinda cuentas a Europa: demostrará que ha hecho los deberes que le impusieron.
Con la crisis surgen la demagogia y los populismos. En la desesperación se culpa al diferente, al emigrante, al extraño. La extrema derecha y los discursos del odio están tomando posiciones muy peligrosas. ¿Europa no tiene memoria?
Entonces, ¿qué hacer ante los recortes?, ¿cómo frenar este capitalismo salvaje?
Pasó muchas veces en la historia, es atroz pero es así. Por lo menos en España la extrema derecha está menos organizada que en Francia y otros países europeos. No creo que gane el Frente Nacional, pero están muy organizados. Ya fue así en Alemania tras la 1ª Guerra Mundial, la culpa de la crisis y perder los trabajos era de los extranjeros, de los diferentes.
Es absolutamente necesario que la ciudadanía mantenga la presión. Repito, se deben formar coaliciones. Los sindicatos tienen que proponer alianzas con otras fuerzas sociales. Ya ocurre en Francia con el movimiento “Nuit debout”, en el que encontramos estudiantes de instituto, universitarios y sindicatos, todos de la mano por una misma causa. No son aliados habituales, a lo mejor no están de acuerdo en esta palabra, en esta coma, pero sí en lo esencial. Tienen que mantenerse unidos porque estamos en un momento determinante. Como ya dije, tiene que haber un frente común de varios colectivos, organizaciones y movimientos. Se trata de unir a la gente con un programa muy amplio. Podemos ganar esta batalla contra el TTIP y las reformas laborales. Cada
En la crisis, la gente que ha perdido su empleo no se interesa por la geopolítica, siempre fue así. Antes se sabía acoger. Francia en el pasado supo absorber olas de inmigrantes de
“La patronal es quien dicta las reformas laborales que facilitan el despido y Europa quien las ejecuta”
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Italia, España, Portugal, Polonia… ahora hay que hacerlo con los musulmanes. Sin embargo, muchos intelectuales se dejan tentar por la islamofobia. Los refugiados están aquí porque no tienen elección. Tenemos que acogerles. Hay un desdén tremendo por la vida humana. Ahora me referiré a Estados Unidos. ¿Trump? Le gusta a cierto sector de la América blanca por el discurso de que son los latinos quienes nos roban. Les atraen esos mensajes de odio y construcción de muros. Es aterrador porque no hay otro mensaje. Además Trump carece de conocimientos económicos. Por ejemplo, propone reembolsar sólo la deuda en parte; esas barbaridades las puede colar entre su círculo o en gente ignorante. El contrapunto es Sanders, que gusta a mucha gente. Eso le permite financiar su campaña. En cambio, Hillary Clinton no gusta tanto, no parece ético que diera discursos para Goldman Sachs recibiendo 600.000 dólares. Además, desde los 80 ella hizo cosas moralmente dudosas, pero es abogada y muy hábil para no traspasar límites legales. En el TTIP se desdice: antes a favor y ahora en contra. Clinton es muy cercana a las élites de los banqueros. Sanders es su contrapunto, honesto y coherente; muy cercano a sus principios.
Hablando de los refugiados, hay una catástrofe humanitaria sin que las autoridades hagan nada. Se hacen pactos de vergüenza como el de Turquía. ¿Los gobiernos ponen precio a la vida? Mucha gente se alivió gracias a este “pacto”. Pagó para ello.
No olvidemos que antes se hacía con Gadafi para poner a los refugiados en campos de concentración. Ojo, no es como si Europa debutara en esas actividades; si tranquiliza a otros, ¿por qué no hacerlo? Me declaro pro europea, pero esta Europa es una catástrofe. Cuando Europa no escucha
los resultados de los referéndums e ignora a los ciudadanos es tremendo. Claramente estamos en un período de lucha de clases. Para un sindicato de izquierdas como CCOO, nacido con gente del Partido Comunista contra la dictadura, no va a ser difícil de entender.
“Tenemos que utilizar la no violencia activa frente a la ley mordaza” Padecemos una campaña brutal contra los sindicatos de clase. Se les criminaliza. En España, el Gobierno está vulnerando el derecho de huelga y crea la llamada ley mordaza para acabar con la protesta. ¿Se quiere eliminar a los sindicatos y la contestación social? No entendí cómo pudo pasar la ley mordaza en España. Cuando se aprobó estaba en Galicia y me dejé sacar una foto con un pañuelo en la boca. A pesar de la restricción de esta normativa, debemos seguir movilizándonos, con trucos satíricos para sortearla. Tiene que haber protestas originales y llamativas, utilizando el humor, como hace el movimiento “Salvemos a los ricos”. Mucho cuidado con utilizar la violencia en la movilización, no merece la pena exponer a los militantes a multas y penas de cárcel. Tenemos que utilizar la no violencia activa frente a la ley mordaza, no vayamos al terreno que les es más fácil reprimir, debemos ser más listos. Los sindicatos son una parte muy importante. Sin embargo, su tasa de afiliación está bajando en los últimos años. Deben buscar alianzas con todas las organizaciones afines, aunque no estén de acuerdo en todo. La patronal está unida y habla en una sola voz. Además, los medios de comunicación son propiedad de compañías o de individuos muy ricos. No podemos contar con ellos para trasladar nuestro mensaje. Sólo lo hacen cuando no les queda más remedio que publicar una noticia que no les interesa, pero eso sí, procuran presentarla negativamente. Insisto, se deben formar coaliciones con todos, con la izquierda y la semi izquierda, consiguiendo el apoyo de toda la población desde intelectuales, universitarios, agricultores. Los poderosos tienen el dinero y la unidad, pero nosotros somos más numerosos. Debemos actuar ya, si esperamos, habrán ganado y habremos vuelto al siglo XIX.
CCOO | Reportaje
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Savia nueva para tiempos difíciles
Trabajan en la mina, en la enseñanza, en el sector de la limpieza, el comercio o la sanidad, en la hostelería. Son delegados y delegadas elegidos en el último proceso. Las siglas de CCOO les sugieren lucha, historia, compañerismo, reivindicación. Así lo definen: “Un sindicato de izquierdas y honesto, el que mejor representa a los trabajadores” Lo tienen claro: José Manuel Linde, Marcelino García, Marcos Miranda, Rosana García y Manuel Rodríguez están afiliados y son representantes de CCOO “por ideología, por valores, por solidaridad”. En definitiva, porque es el “sindicato que mejor nos representa”. También, “por las personas que forman parte de la estructura, por afinidad con los compañeros y compañeras”, añaden María Braña y Verónica Escalada. Y “para cambiar las cosas, cuando ves que no funcionan”, sentencia Aida Toimil. Son representantes de los trabajadoras y trabajadoras de todos los sectores, “de toda la clase trabajadora, como tiene que ser una organización de clase como CCOO”, agregan al unísono en un encuentro con “el relevo generacional” que promovió “El Sindicato” en Oviedo. Con gran orgullo de pertenecer a CCOO, “un sindicato que no
vende a la clase trabajadora a cambio de poder y dinero”, se presentan los nuevos delegados. “Otras organizaciones no pueden decir lo mismo, hay quien vende humo, otros neumáticos y lo peor, los que dejan de lado a los trabajadores”, resaltan. “Las Comisiones Obreras tienen sus defectos, claro está, pero a lo largo de su historia no nos traicionó”, agregan los mineros presentes en la reunión. Eso sí, “pese a las diferencias que nos separan con otras organizaciones es muy necesaria la unidad de toda la clase trabajadora”, resalta Manuel Rodríguez, delegado en el comercio. “En mi sector es muy difícil lograr el apoyo y la solidaridad. Por eso, ante temas como los refugiados, los tratados de libre comercio o la violencia contra las mujeres, hemos de movilizarnos todos juntos”.
EL SINDICATO | Reportaje
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Texto: El Sindicato
Sin embargo, para otras delegadas, como es el caso de Rosana García, de hostelería, “no es tan fácil ir de la mano con otro sindicato que pidió y respaldó mi despido por ser representante de CCOO”. Por eso, ante movilizaciones marcadas en el calendario como el 1 de Mayo, “hemos de ir juntos, pero no revueltos, cada organización con su reivindicación”. El único interés de CCOO es la mejora de los trabajadores y trabajadoras. Se ve al negociar los convenios. “Otras organizaciones nos ponen zancadillas y se pliegan a última hora ante la Administración, dando la espalda a todo lo negociado”, advierte Marcelino García, cuadro de enseñanza. “Llegaron a tal punto que nos boicotearon asambleas”. Hasta que no está dentro, y la persona no es delegada, “no sabe lo duro que es ser sindicalista”. “Por eso nos presentamos por CCOO”, señalan María Braña y Verónica Escalada, del sector de limpieza, “por las representantes que tenemos. Vemos que siempre nos apoyan y que no les importa estar a disposición las 24 horas del día”. En estos momentos es muy ingrato ser sindicalista. Hay una fuerte campaña de desprestigio y la crisis también está pasando factura. “Se ve al sentarte a negociar o al informar a los compañeros y compañeras. Los recortes y movilizaciones, con dos meses de huelga como la de minería, dejaron, por decirlo de algún modo, muy cansadas y
Muestran el orgullo de pertenecer a “un sindicato que no vende a la clase trabajadora a cambio de poder y dinero”
“Las representantes de CCOO siempre nos apoyan y no les importa estar a disposición las 24 horas del día”
desanimadas a las personas”, resalta Marcos Miranda, minero en Hunosa.
bien”, reconoce Aida Toimil, enfermera. “Desde que soy delegada empiezo a comprender lo que es un sindicato de clase. Los compañeros y compañeras preguntan y les resuelves los problemas”.
Reconocen que “los tiempos actuales, con la crisis como telón de fondo, son difíciles”. Pero aún así, sorteando todas las adversidades, se presentaron en las listas de CCOO. Ahora, “toca convencer a la gente joven de la necesidad de movilizarse, de defender nuestros derechos”. En palabras de José Manuel Linde, de la minería privada, “en la sociedad del consumo casi no hay ideología, y no se lucha. En el trabajo, cuando ves que te quitan lo tuyo, con lo que cuesta ganarlo, se adquiere conciencia”. Los representantes de los trabajadores, y más los de CCOO, se llevan “todos los palos”, destacan. “Los empresarios saben cuál es el sindicato más serio y reivindicativo. Por eso, no quieren vernos enfrente. Intentan por todos los medios deslegitimarnos”. En definitiva, “CCOO es muy incómodo para los que tienen el poder, se ve en el día a día”. Sin embargo, pese a que te resta energía, “sí me gusta representar a los trabajadores y conseguir mejoras cuando ves que las cosas no se hacen
Firmeza y seriedad Alaban la firmeza de CCOO. También el binomio, tan carac-
terístico de nuestras siglas, de movilización y negociación. “No tenemos reparos en sentarnos a negociar, es muy saludable. Somos un sindicato muy serio, sabemos medir en qué momento se debe salir a la calle y cuando acordar”. Eso sí, “en CCOO no nos sentamos por sentarnos, si carecemos de propuestas, como es común en otras organizaciones, o no las quieren escuchar pues nos vamos de la mesa”. Para los nuevos delegados “en el sindicato la lucha es muy importante, pero también la negociación”. Y, “lo imprescindible son las personas”. Demandan más formación, porque “sin ella, estamos en posición de inferioridad”. ConCon
sideran imprescindible que CCOO promueva más asambleas, en las que “se anime a los representantes de los trabajadores, a los que están día a día a pie de tajo, a participar, para que todos podamos tomar nota y aprender”. Y hablan sobre las diferencias generacionales que, a veces, son muy saludables, “ya que los veteranos te apoyan y enseñan”; y otras “no tanto, porque te torpedean”. Por eso creen que “hace falta savia nueva en el sindicato”. Sostienen que “hay gente muy quemada tras tantos años de lucha, que consiguieron muchas cosas pero que ahora deben dar paso a los nuevos”.
“La lucha es muy importante, y también la negociación. Pero lo imprescindible son las personas”
Las propuestas Con el fin de afiliar a más personas y, sobre todo, fidelizarles con nuestras siglas, los nuevos representantes de CCOO proponen que “las direcciones de toda la estructura del sindicato pisen más las empresas, que vayan a ver a los trabajadores y trabajadoras que están en conflicto”. En definitiva, que “nos visiten más, la verdad es que se agradece mucho”. Eso sí, “desde CCOO siempre nos apoyaron”. Por ejemplo, es el caso de la represión en el Burguer King de El Entrego, donde las delegadas de nuestro sindicato fueron despedidas, o en el proceso para evitar que abran todos los domingos los grandes almacenes de zonas de afluencia turística en Gijón, donde CCOO estuvo en todo momento presente. También, para que el sindicato siga creciendo proponen facilitar y potenciar la afiliación de las mujeres. “Los planes de igualdad en los convenios están bien, pero lo que se debe hacer es concienciar: hombres y mujeres debemos hacer las mismas tareas tanto en el trabajo como en el hogar”.
CCOO | Mujeres
Violencia de género, también en el trabajo
“El miedo es el peor enemigo de la clase trabajadora” Un tema que preocupa sobremanera a todo el sindicato es el miedo que, como señalan los nuevos delegados, “es el peor enemigo de la clase trabajadora”. Así, en el caso de la represión sindical en el Burguer King de El Entrego, “muchos compañeros, sabiendo todo lo que había pasado, callaron la boca”, recuerda Rosana García. “El temor a perder el empleo es superior a las ganas de justicia”. Saben que la contestación social es muy incómoda para el poder, “por eso utilizan el miedo, para poder exprimirnos aún más”. Para hacer decaer la lucha han creado “la ley mordaza, que te anula y congela al igual que el despido libre”. Con la reforma del código penal “nos criminalizan aún más. Si nos quitan el derecho
La represión te congela y te anula, igual que el despido libre
de huelga, ¿qué nos queda?” Además, “intentan desprestigiarnos con nuestras legítimas reivindicaciones cuando están jugando con nuestro pan. ¿Piensan que es un hobby movilizarse y acabar a palos con la policía?”, subrayan los mineros. Con sarcasmo, los nuevos delegados hablaron sobre el sempiterno debate de la productividad. “Con la facilidad que hay ahora para despedir a trabajadores y la flexibilidad para cambiar turnos y tareas que da la reforma laboral, pueden hacer al obrero superproductivo, eso sí, estando él solo en la empresa”. Para oponerse a los recortes y lograr mejoras proponen “concienciar a la gente y movilizarse. Siempre podemos hacer algo”.
La violencia de género en el ámbito laboral se define como la “conducta abusiva, ejercida en el lugar de trabajo, tanto por superiores jerárquicos como por iguales, de forma que crea un ambiente laboral intimidatorio, hostil, humillante para la víctima y pone en peligro su puesto de trabajo o condiciona su carrera profesional”. Se trata sin duda de una de las actuaciones discriminatorias por razón de género más insidiosas si tenemos en cuenta los devastadores efectos que suele producir sobre las personas. Este tipo de violencia se manifiesta en dos formas: el acoso sexual y el acoso moral por razón de género. Esta última se corresponde de forma directa con el objetivo del acosador: su conducta y las actuaciones van en consonancia con la intencionalidad de quien acosa. En el supuesto del acoso moral, los ataques, humillaciones o desprecios repetidos se realizan de forma premeditada y con la intención de perjudicar, causar daño e incluso destruir a la víctima. En muchas ocasiones el objetivo último es expulsar a la víctima de un ámbito determinado, de un puesto de trabajo o empresa, por diversas razones (entre otras, la misoginia, que consistiría en demostrar el desprecio que una mujer le merece; o el sexismo, poniendo a la víctima en el lugar que, según sus concepciones, le corresponde por naturaleza a la mujer). En el acoso sexual quien lo ejerce tiene por objetivo la ob-
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Texto: Mapy Artidiello (Secretaria de Mujer de CCOO de Asturias)
EL SINDICATO | Mujeres
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CCOO | Confederal
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Un añu de reivindicación
tención de favores sexuales, y su finalidad no es en principio destruir a la víctima, aunque no le importe en absoluto que ello suceda. Atajarlo dependerá en gran medida de la actitud de la empresa y del grado de sexismo que consienta el entorno en que se desarrolla. La violencia contra las mujeres precisa de profundos cambios en las formas de socialización de las personas, además de una actuación integral en todos los ámbitos (educativo, social, sanitario, jurídico, policial y laboral), y la intervención y el compromiso de los poderes públicos y de las organizaciones políticas y sociales, introduciendo nuevas escalas de valores basadas en el respeto y en la igualdad entre mujeres y hombres. El primer avance legislativo para la prevención y actuación contra la violencia hacia las mujeres se produjo con la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que ha supuesto un importante reconocimiento de derechos para la mujer trabajadora víctima de esta violencia. Con una visión integral y multidisciplinar, esta ley aborda el gravísimo problema de la violencia ejercida contra las mujeres, adoptando medidas tanto de carácter preventivo como de sensibilización e intervención. De igual modo, el propósito de la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres 3/2007 era
Los prejuicios de género deben ser erradicados para eliminar el ambiente intimidatorio, hostil y humillante
desterrar cualquier comportamiento realizado en función del sexo por una persona con el objetivo de atentar contra su dignidad y crear un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo. Ya en el momento de su aprobación, Comisiones Obreras valoró positivamente estas leyes, puesto que han reconocido que la violencia hacia las mujeres es un problema social, y en consecuencia se adoptan medidas para sensibilizar al conjunto de la sociedad. Asimismo, refuerzan el compromiso hacia la eliminación de la violencia por parte del conjunto de las administraciones públicas y de las organizaciones sociales. No obstante, sigue siendo una necesidad imperiosa avanzar en su aplicación, mejorando los mecanismos de coordinación, colaboración y acción conjunta de las administraciones públicas, organismos y organizaciones sociales, para detectar y corregir las deficiencias existentes. Comisiones Obreras defiende la necesidad de que estas conductas desaparezcan
de nuestra sociedad y del ámbito de la empresa. Para ello se necesita la voluntad decidida (tanto por parte de los sindicatos como de los empresarios) de que jamás va a permitirse una situación de violencia de género, en ninguna de sus manifestaciones, impulsando para ello las acciones necesarias que contribuyan a erradicar esta violencia. Además, se deben negociar en las empresas protocolos que establezcan un procedimiento interno, a fin de tratar con eficacia, rapidez y confidencialidad los casos detectados. La violencia de género, ejercida contra cualquier persona sobre la base de su sexo o género, impacta de manera negativa en su identidad y bienestar social, física y psicológicamente. Aunque la legislación es una herramienta fundamental para erradicar la violencia de género, no es, en sí sola, la solución a este terrible problema. Es imprescindible por tanto que se propicien los valores de respeto e igualdad con acciones formativas, preventivas y de sensibilización. Una persona no puede ni debe soportar ni un día, ni una hora, ni un minuto una situación vejatoria, que debe cesar de inmediato. Y no hay olvidar que los culpables no son sólo quienes ejercen la violencia, o crean un ambiente hostil hacia determinada persona, sino también quienes siendo testigos en ese entorno toleran que ocurra. Esa es su vergüenza.
Tan culpables son quienes ejercen la violencia como aquellos que, siendo testigos, la toleran en su entorno
Ente abril de 2016 y abril de 2017 CCOO propúnxose reivindicar la contribución del sindicatu a les conquistes democrátiques. Los finxos más relevantes van ser el 40 aniversariu de l’Asamblea de Barcelona, que se celebrará en xunetu; los cuarenta años de la matanza d’Atocha, en xineru viniente; y los mesmos de la nuestra llegalización, n’abril de 2017. Porque “ficimos, facemos y fadremos historia”, como resume la campaña. Anque “cometimos errores”, reconoció Ignacio Fernández Toxo na so intervención nel actu sindical del 1 d’abril en Madrid, “daqué fadríamos bien”. Dalgo fadríemos bien, esplicare un poco enantes Fernando Lezcano, cuando’l sindicatu volvió a ganar, per sesta vez siguida, les elecciones sindicales, ampliando a más de 8.600 delegaos la ventaya sobre’l segundu. Dalgo fadríemos bien pa siguir siendo la organización cola afiliación mayor del nuestru país. Dalgo fadríemos bien, podría añadi-
se, cuando la inmensa mayoría de los convenios que se negocien y roblen, p’ameyorar les condiciones salariales y llaborales de tola clas trabayadora, lleven la firma d’esti sindicatu. Asina que, nun actu qu’axuntare a 2.200 delegaes y delegaos, representando a les distintes estayes y territorios, yera’l momentu de dase la norabona pol que fixo posible la victoria sindical de CCOO, col que llograron que millones de trabayadores s’enfoten nes nuestres sigles.Tamién yera importante recordar el papel sociopolíticu del nuestru sindicatu. Porque hai que combatir cola verdá histórica a los que nagüen, a costa fecha, por tracamundiar el pasáu. Porque, como bien señaló Ramón Górriz na so intervención nel aconceyamientu qu’axuntó a más de quinientos delegaos y delegaes el 8 d’abril n’Avilés, la democracia nun la traxo’l rei, nin Suárez, nin les élites económiques y financieres, la democracia conquistóse coles lluches coles y movilizaciones,
Texto: Arís Álvarez Fotos: Julián Rebollo Pérez
nes fábriques y nes calles, con Comisiones Obreres y el Partíu Comunista de cabezaleros. L’actu sindical de Madrid valió p’axuntanos y celebrar, pa dar l’acoyida a les delegaes y delegaos recién escoyíos, y pa tomar bon apunte tamién de les distintes intervenciones sindicales. Fernando Lezcano atacó a los que traten de “desacreitar, desllexitimar y reprimir” a los sindicatos de clas col solu envís de “amenorgar l’aición colectiva de los trabayadores”. Anque, por suerte, “los trabayadores nun voten polos titulares de prensa sinón pol comportamientu de los compañeros y compañeres nes empreses”, solliñó’l responsable confederal d’Organización y Comunicación. Y los resultaos electorales “dannos autoridá y fuercia”. Llueu foi’l turnu de la secretaria de la Muyer. Ana Herranz falónos del arguyu de ser “llocomotora de la llibertá”, y ganó aplausos al recordar qu’a lo
llargo de toos estos años “tuvimos na calle” y nunca dexamos “tiraes” a les persones. Foi Ana Herranz, encargada de conducir l’actu, la que presentó a Nicolás Sartorius, dirixente históricu del nuestro sindicatu. “L’éxitu de Comisiones ye que ye una creación de los propios trabayadores”, dixo Sartorius, un sindicatu “mui movilizador, nada burocráticu”. Recordónos tamién que nos años setenta “nun organizamos sólo a los trabayadores” sinón que “xeneramos una hexemonía social”. Y sobre l’actual estáu de coses recalcó que “si nun hai solidaridá nun hai izquierda nin sindicalismu”. ¿Qué-y diría a la
Dalgo fadríemos bien cuando’l sindicatu volvió a ganar, per sesta vez siguida, les elecciones sindicales
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Na páxina anterior, Toxo fala a los 2.200 delegaos y delegaes. Debaxo estes llinies, Fernando Lezcano, Ana Herranz, Nicolás Sartorius y Katiana Vicens colos 8 de Airbus.
mocedá? “Que los derechos nun s’herieden”. Precisamente ún de los ataques que ta recibiendo’l sindicalismu, como ye’l derechu a la güelga, foi retrucáu por Katiana Vicens, ex secretaria xeneral de CCOO nes Illes Balears, y encausada por participar nun piquete cuando la güelga xeneral del 29-M de 2012. Por eso podía falar en nome de los 300 sindicalistes imputaos en destremaes causes, cuando “l’únicu delitu que cometimos ye lluchar pa defender los nuestros derechos”. Y nesti frente había tamién motivos pa celebrar: l’absolución, unos díes enantes, de los ocho compañeros d’Airbus. Nun ye fácil facer sindicalismu (una de les xeres más nobles que se puen exercer, díxose nel actu). Sábenlo perbién los compañeros y compañeres, de diferentes territorios y estayes, que tomaron la palabra. Pa dicir que “les redes sociales tienen que ser un complementu de les asamblees”, denunciar que “abonden los contratos d’una hora” ente trabayadores de sectores como’l de los comedores d’empresa, insistir na importancia de “llevar el sindicatu al trabayu con compromisu, formalidá, responsabilidá y autocrítica”. Tamién escuchamos que “contra’l corporativismu llúchase con conciencia de clas” y que “si nosotros nun tamos nun habrá naide”. Y, dende llueu, intervino pa zarrar l’actu Ignacio Fernández Toxo. Pa entamar, “esto ye sólo una presea al serviciu de la clas trabayadora”, afirmó, “la organización que condensa la meyor tradición del movimientu obreru español”. El secretariu
Señalóse un compromisu: que “repensaremos y anovaremos” la organización pa siguir “faciendo historia”
xeneral de CCOO defendió afitar constitucionalmente los derechos sociales y llaborales, avanzando hacia un Estáu federal. Tamién faló de les principales propuestes del nuestru sindicatu n’emplegu, fiscalidá o protección social. Y foi bien rotundu al alvertir de que “la sociedá nun pue asitiase nel sálvese quien pueda que ye l’emprendimientu”. L’autocrítica tampoco nun tuvo ausente porque, ente otres, “necesitamos estructures más flexibles”. Nel vídeo qu’abrió l’actu escucháramos que “ensin sindicatos la democracia ye una fantasía”, y que “somos lo que fuimos”, pero señalóse un compromisu: que “repensaremos y anovaremos” la organización pa siguir “faciendo historia”. Una xera de toes y de toos.
CCOO | Lecciones de la Historia
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1976. La Asamblea de Roces
Las Comisiones Obreras se desarrollaron con la intención de llegar algún día a la celebración de un Congreso Sindical Constituyente que fuera el origen de un sindicato unitario, capaz de integrar al conjunto de los trabajadores, independientemente de su ideología o pensamiento. El hecho de que durante la dictadura los sindicatos tradicionales (UGT y CNT) hubieran desaparecido prácticamente, y que la hegemonía de Comisiones Obreras fuera indiscutible, nos hacía albergar esa posibilidad. Ese deseo, ese sueño, comenzó a truncarse en 1976. A pesar de los reiterados llamamientos de Comisiones a la unidad, la UGT, que resurgía de sus cenizas, con el apoyo moral y material de los movimientos internacionales afines al socialismo y con el indirecto de los poderes económicos y políticos herederos del franquismo, temerosos de la hegemonía de CC.OO., comenzó a organizarse y afiliar a sus simpatizantes. La realidad nos situó frente al imposible de la unidad sindical y ante el debate de si debíamos nosotros mismos, o no, transformarnos en un sindicato.
Y así acabó: con los participantes abandonando la iglesia por un pasillo de policías armados con metralletas
El debate no era sencillo: si lo hacíamos, ¿qué pasaría con los no afiliados?, ¿cómo los organizaríamos?, ¿qué participación darles? Si nos trasformábamos en un sindicato, ¿qué tipo de sindicato y qué forma de organización adoptaríamos? Existían diferentes posiciones que, en aquella época de “pasión política”, se defendían con ardor y contundencia verbal. La decisión debía tomarse en una asamblea en Barcelona el 11 de julio. La asamblea iba a ser clandestina, ya que mientras a la UGT se le había autorizado su congreso por todo lo alto en un hotel de Madrid a nosotros nos prohibieron la reunión. Debíamos realizar debates previos en todas las
Texto: Francisco Prado Alberdi
zonas y culminar con una asamblea regional, en la que se aprobarían las correspondientes resoluciones y se elegirían los representantes de Asturias en Barcelona. La asamblea asturiana la realizamos el día 2 de julio en la iglesia de Roces en Gijón. Todo estaba organizado con la cautela que exigía la clandestinidad, pero algo falló: no habíamos caído en la cuenta de que en Roces, además de la iglesia parroquial había una capilla regentada por un cura que nada tenía que ver con el “cómplice” párroco. Algunas delegaciones se perdieron y terminaron llamando a la puerta de dicha capilla, lo que llevó al mosqueo del cura, que acabó llamando a la policía.
Ajenos a esta situación celebramos los debates hasta que, justo en el momento en que procedíamos a la elección de los delegados, el cura que nos había facilitado el local apareció en la puerta para indicarnos que la iglesia estaba rodeada por la policía. Comenzaron entonces las negociaciones y gracias a la intervención del arzobispo Díaz Merchán (siempre me pregunté que hubiera ocurrido de tratarse de otro…) ante el gobernador civil se consiguió que, a cambio de nuestro desalojo pacífico y voluntario, no hubiera ninguna detención. Y así acabó la Asamblea de Roces: con los participantes abandonando la iglesia a través de un pasillo formado por policías armados con metralletas. El día 11 se celebraba la Asamblea de Barcelona, también en un local parroquial, también clandestina, en la que decidimos transformarnos en lo que hoy es la Confederación Sindical de Comisiones Obreras. Pero esto ya es parte de una historia más conocida.
El asturiano Juan Muñiz Zapico, entre Marcelino Camacho y Nicolás Sartorius, interviene en la Asamblea de Barcelona
EL SINDICATO | La última Texto: José Luis Argüelles Fotografía: Alejandro Zapico
Niño Pero tú sigues ahí, niño universal siempre huérfano, con el nítido desconcierto de los inocentes y la mirada irredimible de todas las víctimas que llaman colaterales, los inexplicados náufragos de la Historia.
Pero tú sigues ahí, niño asomado a la ceniza incomprensible, a la tela sin sentido que cuelga del día, mientras al fondo la vida sigue y hace sol y ni siquiera las palmeras se conmueven.
Pero tú sigues ahí, niño proclamado por las doctas asambleas y traicionado al cabo en todas las esquinas de la Tierra, allí donde la soledad de los desamparados se hace preguntas que nadie responde.
Pero tú sigues ahí, niño entre la penumbra de las grandes decisiones que toman quienes jamás jugarán contigo, de quienes nunca se avergüenzan y firman sus acuerdos y tratados poniéndose a resguardo de los remordimientos.
Pero tú sigues ahí, niño asombroso y cierto que hemos visto después de que aviones amigos y enemigos dejaran caer su metódica carga de muerte en cumplimiento de la orden del día: en Guernica y en Gijón, en la noche de Londres y en la de Dresde, en los arrozales de Vietnam y en los suburbios sirios, en Belgrado y en Trípoli. Pero tú sigues ahí, niño de la común visera y las breves sandalias, el que está ausente cuando se trazan las coordenadas de los objetivos desde las pantallas en las que fosforecen números asépticos y letras frías, la repetida matemática de la destrucción. Pero tú sigues ahí, niño súbito que nos llega desde un lado de la imagen para contarnos sin falta de palabras la desdicha irremediable de quien ha perdido familia y casa, de quien busca entre cascotes y hierros retorcidos su infancia arruinada.
Pero tú sigues ahí, niño que podría redimirnos si encontráramos de pronto en nosotros mismos la convicción de que no colaboraremos con la extensión del mal y la multiplicación del dolor; si halláramos al menos un gesto de arrepentimiento, el deseo de enmendarnos. Pero tú sigues ahí, niño sin nombre bajo la tarea devastadora de los siglos y las guerras, con tu fragilidad indesmayable y el silencio absorto que pesa como una acusación. Pero tú sigues ahí, niño al que deberíamos salvar para poder salvarnos.