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El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio.
Universidad de Valencia
Gerardo Andrés Moreno
El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio. INTRODUCCIÓN ......................................................................................................................................................... 2 EL PATRIMONIO EN LOS ALBORES DEL SIGLO XX ........................................................................................................ 3 A.
EL MOVIMIENTO HUMANITARIO, LOS CONFLICTOS BÉLICOS Y EL PATRIMONIO ENTRE LOS SIGLOS XIX Y XX ...................................... 3 La ocupación de París durante la guerra franco - prusiana ......................................................................................... 3 Mentalidad imperialista y patrimonio cultural ............................................................................................................ 4 El patrimonio y la primera guerra mundial .................................................................................................................. 5 B. UNA HIPÓTESIS............................................................................................................................................................. 5 LA FILOSOFÍA NAZI Y EL PATRIMONIO ........................................................................................................................ 6 A.
LA OBSESIÓN ESTÉTICA DEL FÜHRER Y SUS COLABORADORES .................................................................................................. 6 El caso de Herman Goëring .......................................................................................................................................... 7 B. LOS INICIOS DEL SAQUEO ................................................................................................................................................ 7 C. EL SAQUEO DURANTE LA GUERRA ..................................................................................................................................... 7 D. SAQUEO ARTÍSTICO Y HOLOCAUSTO .................................................................................................................................. 7 E. EL MUSEO DEL FÜHRER .................................................................................................................................................. 8 La colección del museo ................................................................................................................................................. 9 EL ARTE COMO BOTÍN. EUROPA COMO BOTÍN ......................................................................................................... 10 A. A. B. C.
CHECOSLOVAQUIA ...................................................................................................................................................... 10 EL CASO POLACO ........................................................................................................................................................ 11 EL CASO BELGA Y HOLANDÉS ......................................................................................................................................... 12 EL CASO FRANCÉS ....................................................................................................................................................... 12 La acción de la ERR..................................................................................................................................................... 12 El almacén en París .................................................................................................................................................... 13 Mercado de arte......................................................................................................................................................... 14 Arde París ................................................................................................................................................................... 15
EL CASO DEL CORDERO MÍSTICO. LOS ALIADOS Y LA RECUPERACIÓN DEL ARTE ROBADO.......................................... 15 CONCLUSIONES ....................................................................................................................................................... 16 BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS ................................................................................................................................. 17
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El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio.
INTRODUCCIÓN El patrimonio se relaciona con el tiempo de una forma ambivalente. Por una parte es su gran enemigo ya que lo destruye, por otra es su gran amigo ya que el tiempo es uno de los grandes constructores del patrimonio. No obstante existen épocas históricas donde el patrimonio, y los seres humanos por supuesto, corren un serio peligro, es el caso de los conflictos bélicos en su sentido más amplio. Y dentro de esas confrontaciones la II Guerra mundial destaca con luz propia no sólo por la inmensa destrucción generada por los 6 años de guerra sino porque uno de los bandos actúo bajo principios bastante ajenos a lo que los europeos consideraban las leyes de la civilización. Joaquín Fest sostenía que el señor Hitler “carecía de toda idea civilizatoria” y que “nunca ni en ningún lugar, ni siquiera cuando en un primer momento sus ejércitos eran saludados como libertadores, permitió que nadie dudara que él habían llegado como enemigo y que su intención era quedarse como enemigo1”. Sin embargo una de las paradojas de la acción destructiva del fascismo europeo es que su odio al arte degenerado y el saqueo de Europa añadieron valor a las obras a las que afectaron. En primer lugar el arte degenerado alcanzó precios desorbitados y cobró fama de resistente al fascismo por el odio del que era objeto. En segundo lugar el arte robado, con gran calidad estética, añadió a sus peculiaridades artísticas y estéticas su peculiar historia durante el conflicto. El presente trabajo trata de rastrear las relaciones del Tercer Reich y la II Guerra mundial con el patrimonio artístico de una forma muy somera. No se trata de un trabajo de investigación propiamente dicho sino que tiene más bien una naturaleza ensayística analizando el fenómeno en sus rasgos generales y planteando algunas hipótesis sobre la peculiar relación con el Arte.
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Fest, Joaquin.: (2004) El hundimiento. Hitler y el final del Tercer Reich. Un bosquejo histórico. Galaxia Gutemberg, Barcelona. Pg 196
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EL PATRIMONIO EN LOS ALBORES DEL SIGLO XX A mediados del siglo XIX en toda Europa nacieron asociaciones cosmopolitas y pacifistas que apostaban por el entendimiento entre los pueblos bajo una idea liberal, y occidental, de civilización. Los integrantes de esas sociedades eran en su inmensa mayoría occidentales, varones, de una cierta edad y respondían al modelo de vida burgués. Algunos de ellos procedían de la antigua nobleza pero básicamente eran indistinguibles de los burgueses que a su vez buscaban el ennoblecimiento. Sería en el marco de estos grupos donde se plantearía la eliminación de los conflictos bélicos y la cooperación entre los pueblos sobre la bases de una idea civilizatoria. Ese concepto, civilización, implicaba unas normas de conducta pero también una cultura, una historia, unos modos y en general todos aquellos elementos que podríamos encuadrar dentro del concepto de patrimonio. A. EL MOVIMIENTO HUMANITARIO, LOS CONFLICTOS BÉLICOS Y EL PATRIMONIO ENTRE LOS SIGLOS XIX Y XX El movimiento humanitario internacionalista del XIX aportó algunos documentos internacionales que regulaban los conflictos bélicos pero lamentablemente olvidó la defensa del patrimonio. El principal documento internacional de derecho humanitario del siglo XIX, el convenio de Ginebra de 18642, obviaba el tema así como la segunda firmada en 19063 y la tercera firmada en 19294. Que no se pusiera por escrito a primera vista parece indicar desinterés pero en realidad la protección del patrimonio era algo que se daba por supuesto en los conflictos bélicos. Las normas de la guerra civilizada exigían unas ciertas normas de conducta mínima, no oficiales pero extremadamente reales, que regulaban la protección del patrimonio durante los conflictos bélicos siempre que fuera posible. Esto es observable en la Convención de la Haya sobre las leyes y costumbres de la guerra terrestre aprobada en 1899 y revisada en 1907. LA OCUPACIÓN DE PARÍS DURANTE LA GUERRA FRANCO - PRUSIANA Durante la guerra franco – prusiana, que tuvo lugar en 1870, las tropas alemanas se instalaron en Versalles esperando la rendición parisina. Los destrozos en palacios como el de las Tullerias ocurrieron como consecuencia de los disturbios internos dentro de la Comuna de París. En lo que respecta a los alemanes estos fueron sensibles a la magia de los lugares proclamando el estado alemán en el salón de los espejos del 2
La Primera Convención de Ginebra, de 1864, que comprende el Convenio de Ginebra para el mejoramiento de la suerte que corren los militares heridos en los ejércitos en campaña de 1864 3 La Segunda Convención de Ginebra, de 1906, que comprende el Convenio de Ginebra para el mejoramiento de la suerte de los militares heridos, enfermos o náufragos en las fuerzas armadas en el mar de 1906 4 La Tercera Convención de Ginebra, de 1929, que comprende: Convenio de Ginebra para mejorar la suerte de los heridos y enfermos de los ejércitos en campaña y el Convenio de Ginebra relativo al trato de los prisioneros de guerra del 27 de julio de 1929
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El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio. palacio de Versalles. La ocupación alemana fue respetuosa con el magnífico entorno en el que se encontraban. MENTALIDAD IMPERIALISTA Y PATRIMONIO CULTURAL El periodo entre 1871 y 1914 apenas vio conflictos bélicos. Los que tuvieron lugar ocurrieron en el espacio colonial, un espacio donde las potencias europeas tuvieron un respeto selectivo por el patrimonio cultural de otros países. En el caso indio los dominadores británicos, en especial el virrey Lord Curzon, tuvieron cierta sensibilidad respecto al patrimonio indio. El Reino Unido contaba con una tradición orientalista muy consolidada que admiraba y respetaba la cultura india. El orientalismo ha sido denostado por algunos autores5 pero es evidente que muchos europeos admiraban profundamente las culturas que estaban estudiando. En el caso Indio el energético virrey Lord Curzon fue un revulsivo para el “Archaeological Survey of India”. Observó como los esfuerzos eran escasos o estaban desorganizados así que revivió el cargo de Director General. Para el virrey debía ser un “explorador capaz con conocimientos de arqueología e ingeniería”. El nuevo director general fue John Marshall que asumió el cargo en 1902. Un caso escandaloso y mucho menos edificante tuvo lugar durante la rebelión de los boxers donde la expedición de rescate occidental destruyó completamente el palacio de verano de la emperatriz Dowager en Beijing a la par que saqueaba la ciudad prohibida6. En este caso la destrucción del patrimonio se consideró un castigo al pueblo chino por su rebelión y las matanzas de cristianos. CIUDAD IMPERIAL DESTRUIDA DURANTE LA GUERRA DE LOS BÓXERS 7
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El término orientalismo fue denostado por E. Said como sinónimo de imperialismo. Said, Edward.: (1990) Orientalismo. Ediciones Libertarias, Madrid. 6 Preston, Diana.:(2000) The boxer rebellion. Berkley Publishing Group, New York. 7 http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=1184797&langid=5
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El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio. EL PATRIMONIO Y LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL La destrucción del patrimonio por motivos bélicos se volvió a poner de manifiesto durante la gran guerra. Cuando los alemanes ocuparon Bélgica, neutral, la prensa francesa y británica dio buena cuenta de sus desmanes, reales o inventados, sobre la población y las poblaciones. Paralelamente los franceses, o la iglesia católica francesa, tuvo el interés por proteger lo protegible en sus catedrales góticas del norte de París.
B. UNA HIPÓTESIS Pese a que no existían documentos oficiales la protección del patrimonio era tenida en cuenta durante las operaciones bélicas en el marco de una guerra que debía ser civilizada. Esa protección del patrimonio venía muy limitada por las mentalidades, sobre todo en lo referente la protección de las iglesias, y también como forma de evitar propaganda negativa del bando negativo.
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El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio.
LA FILOSOFÍA NAZI Y EL PATRIMONIO Utilizar término filosofía nazi puede parecer una aporía pero es un hecho que el tercer Reich tenía una cierta forma de entender la realidad y también un determinado discurso sobre cómo debería ser. El pensamiento nazi hacía una apología del valor y la fuerza, en el fondo de la masculinidad en el sentido más bruto del término. El nazismo politizó el arte pero también convirtió la política en estética utilizando valores nuevos. La apología de la irracionalidad, de lo físico, de la violencia y de lo agresivo en el pensamiento nazi se puede deducir de su lenguaje donde abundan las palabras maximalistas como brutal, total, final, bestial etc…
Ese radicalismo en el lenguaje se traslada
también a la arquitectura, el proyecto para Berlín de Albert Speer, o en la escultura donde se observa la influencia miguelangelesca donde los músculos y la fuerza priman sobre otras consideraciones. El escultor favorito de los nazis de hecho fue Arno Breker quien se destacó por un estilo muy poderoso. El propio führer tenía el busto de Wagner realizado por este escultor en su despacho8. A. LA OBSESIÓN ESTÉTICA DEL FÜHRER Y SUS COLABORADORES Aunque a muchos les duela Adolf Hitler probablemente sea el artista más importante del siglo XX. El dictador germano intentó una carrera profesional artística en Viena y muchas de sus opciones políticas se vieron fuertemente influidas por la estética. Es conocida la obsesión wagneriana del Führer quien veía en las operas del compositor como Parsifal, el anillo de los nibelungos o Lohengrin la esencia del espíritu alemán. Ese interés artístico el futuro führer lo llevó al terreno político. Es fácilmente visible en el diseño de la esvástica sobre fondo rojo, el profuso uso de banderas, los desfiles de antorchas, la cuidada estética del escenario de los discursos, el teatro de los mítines y un largo etcétera. La buena relación del führer con Leni Riefensthal no es ninguna casualidad. El interés artístico de Hitler le llevó al proyecto del gran museo del Reich en su ciudad natal de Linz en Austria.
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Evans, Richard.: (2003) La Llegada del Tercer Reich. El Ascenso de los Nazis al Poder. Península, Barcelona. Pg 167
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El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio. El interés estético no fue solamente del líder sino que otros jerarcas tan importantes como Alfred Rosenberg, Hermann Goëring, Von Ribbentrop, Goebbels o Rudolf Hess fueron especialmente sensibles respecto al arte. EL CASO DE HERMAN GOËRING Herman Goëring fue uno de los miembros más destacados del Tercer Reich. Fue el segundo después de Hitler y su heredero hasta prácticamente el final de la guerra. En su juventud fue un piloto de guerra, un héroe, condecorado y que como consecuencia de la guerra se volvió adicto a la morfina. Durante los años 20 y la guerra el antiguo piloto adquirieron ese considerable peso con el que aparecía parodiado en el Gran dictador. Su ambición y avaricia parecen haber sido insaciable y reunió una considerable fortuna en obras de artes que acabó en sus grandes casas. B. LOS INICIOS DEL SAQUEO Desde los primeros momentos el régimen nazi realizó su particular política cultural asociada al patrimonio. En 1936, poco después del Anschluss, en Viena la Gestapo creó la “Vulgesta” o “Vermoögensumzugsgut Gestapo” que debía recuperar el patrimonio cultural germano en Austria. Por supuesto esto era un mero eufemismo para expropiar tesoros artísticos a judíos, a la Iglesia católica y a diversos enemigos del estado. Este esquema se repetiría en toda ocasión donde los ejércitos alemanes de ocupación tuvieron oportunidad. La gestión del saqueo fue dirigida por Wolfram Sievers (1905-1948) y Peter Paulsen, un antiguo profesor de la universidad de Berlín. Los dos primeros se especializaron en el patrimonio arqueológico mientras que Kajetan Mühlmann, otro historiador del arte, se especializó en los bienes muebles. C. EL SAQUEO DURANTE LA GUERRA El “Einsatzstab Reichsleiter Rosenberg” (ERR) fue un grupo especial liderado por el gurú ideológico del nazismo Alfred Rosenberg que se encargó del saqueo durante el conflicto. Esta unidad fue particularmente activa en Francia, los Países Bajos y Bélgica9. El objetivo de este grupo era la creación de una gran colección de arte nazi o la venta del arte requisado para apoyar los esfuerzos bélicos. D. SAQUEO ARTÍSTICO Y HOLOCAUSTO La presión sobre los judíos casi inmediatamente después de la elección de Hitler como canciller. En los primeros momentos la política nazi buscó presionarles para que bien marcharan o bien aceptar una vida segregada del resto de ciudadanos alemanes. Según iba pasando el tiempo la presión aumentaba y muchos 9
Esta unidad estaba a su vez dividida en subsecciones. Por ejemplo el ERR Sonderstab Bildende Kunst or “Grupo especial para arte pictórico”
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El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio. judíos decidieron exiliarse del Reich. La marcha requería permisos administrativos y muchas veces el soborno de un funcionario nazi o la venta a un precio ridículos de los bienes poseídos. El caso de los Rothschild es típico de la actuación nazi. Esta familia de potentados judíos tenía fama internacional y en seguida se convirtieron en objeto de la atención nazi. Louis V. Rothschild (1882-1955) fue arrestado en Viena en 1938 y se su casa en Theresianumgasse y su pabellón de caza "Hohe Warte" fueron totalmente saqueados. Un total de 3978 obras fueron almacenadas en el castillo de Neuschwanstein, unas 50 se perdieron durante el proceso. Por supuesto Louis no recibió compensación alguna y tuvo suerte de conseguir una visa de salida con la que puedo emigrar a los Estados Unidos. Con el paso del tiempo el acaso a los judíos aumentó en calidad y en cantidad despojándoles de todos sus bienes. A partir de 1939 según las tropas alemanas iban ocupando regiones el expolio a las poblaciones judías era inmediato. En ocasiones se recurría directamente a la extorsión para que los propios judíos entregaran sus posesiones a cambio de la moderación nazi. Solo los italianos en 1943 se opusieron a este tipo de prácticas. Los franceses lo hicieron en raras ocasiones aunque el Commissariat aux Questions Juives fue bastante complaciente con los saqueos artísticos de los nazis. E. EL MUSEO DEL FÜHRER Sobre 1938 el führer tomó la decisión de convertir a la ciudad de sus padres, Linz, en un gran centro cultural que sobrepasaría las grandes urbes europeas. Hitler había sido recibido como un héroe en su ciudad en marzo de 1938, pocos días antes de la anexión de Austria al Reich alemán. En su ciudad natal proyectó entonces el Museo del Führer. Por supuesto encargo su diseño a su arquitecto favorito, Albert Speer, quien siguió un modelo grandioso que contaba con una columnata de 150 metros10. Para dotar a su museo con una gran colección Hitler creó el 21 de junio de 1939 en Dresde una comisión especial de Linz (Sonderauftrag Linz). Este grupo estaba compuesto por historiadores de arte expertos en pintura y vinculados a la Galería de Dresde para formar la colección del Museo del Führer y nombró a Hans
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El primer arquitecto fue Roderick Fick
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El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio. Posse (director de la Galería de Dresde) enviado especial11. Martin Bormann se encargó de vigilar a este organismo. Además de diversos expertos pertenecientes a las SS con la unidad colaboró el marchante de arte Karl Haberstock quien obtuvo numerosos beneficios de comprar obras a bajo precios y venderlas a alto precio al museo del Führer. LA COLECCIÓN DEL MUSEO Según instrucciones de Hitler el museo solo debía contener 6 categorías
Maestros alemanes de los siglos XV, XVI y XVIII
Románticos del siglo XIX
Maestros de Renania
Artistas franceses como Poussin, Lorrain, Boucher, Fragonard y Watteau
Maestros italianos del siglo XV y XVI
Maestros holandeses, sobre todo Rubens
La colección que se había comprado, ya que el museo se construyó, se almacenaron en el Führerbau de Múnich. Las obras confiscadas se guardaron en Austria. Como se comentara posteriormente cuando los bombardeos aliados se hicieron más potentes y abundantes se protegieron las obras de arte en almacenes o las famosas minas de sal de Althausse.
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Entre los miembros de la Comisión figuraban historiadores como Robert Oertel and Gottfried Reimer. Posse murió en diciembre de 1942 de cáncer y sus responsabilidades fueron asumidas en marzo de 1943 por Hermann Voss, historiador del arte y director del Museo de Wiesbaden.
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EL ARTE COMO BOTÍN. EUROPA COMO BOTÍN Entre los años 1939 y 1945 las tropas alemanas controlaron gran parte del territorio europeo. La victoria era solamente el primer paso. Poco después había que organizar un gobierno de ocupación que como es bien sabido siguió patrones básicamente racistas. En general los alemanes tuvieron más miramientos y escrúpulos con los países occidentales (Francia, Países Bajos, Bélgica) y fueron bastante más tiránicos con los orientales. En lo que respecta al patrimonio los ejércitos alemanes probablemente estaban relativamente bien formados. Alemania era uno de los países más cultos de Europa y contaba con una gran tradición decimonónica de estudios clásicos. A. CHECOSLOVAQUIA Hitler entró en Praga el 15 de marzo de 1939 alojándose en el castillo Hradcany. Al día siguiente se marchaba con un gran número de tapices. En noviembre de 1939 el gauleiter Hans Frank ordenó el saqueo de la universidad de Praga. Numerosos manuscritos, pinturas y estatuas fueron expoliados. El museo de arte moderno en Praga sufrió la expropiación de su colección de pinturas del siglo XIX. También fueron saqueados el Museo nacional checo donde estaban las regalías de los antiguos monarcas del país. El encargado del saqueo fue el Dr. Ruprecht, un austriaco que fue nombrado “curator of armour” en el Kunsthistorisches Institut. Este saqueó los 4 grandes castillos en Praga: Castillo Radnitz propiedad del príncipe Lobkowitz, el Castillo Konopiste
propiedad
del
archiduque
Franz
Ferdinand, el Castillo Pocno propiedad del conde Coloredo y el castillo Frauenberg propiedad del príncipe Schwarzenberg. Martin Bormann justificó la expropiación como una forma de aumentar el patrimonio de los alemanes en los Sudetes. La arbitrariedad era máxima. El propio Hitler confiscó “la cosecha” de P. Brueghel el viejo que estaba en el castillo Radnitz en Praga simplemente porque le agradaba.
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El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio. A. EL CASO POLACO Polonia fue conquistada en una campaña relámpago en septiembre de 1939. Como es bien sabido la capital polaca, Varsovia, fue duramente bombardeada por los stukas alemanes siendo su centro histórico considerablemente dañado. No sería la primera vez ya que la ciudad vivió el alzamiento del guetto judío y el alzamiento de Varsovia en 1944. Sobre todo en este último la ciudad fue básicamente arrasada. La furia de la lucha no hizo posible ningún tipo de auto restricción a ninguno de los bandos. Los esplendidos palacios del centro fueron destruidos.
RETABLO DE SANTA MARÍA DE VEIT STOSS, CRACOVIA . EL RETABLO MÁS GRANDE DEL MUNDO .
En cuanto al patrimonio mueble como son los cuadros muchos de ellos pudieron salvarse gracias en cierta medida a la codicia de los jerarcas nazis. El caso más conocido es el de la Dama del armiño del maestro Leonardo. Este cuadro había pertenecido a la familia Czartoryski, una de las grandes familias polacas, durante varias generaciones. La familia se vio sorprendida por la guerra y tuvo que abandonar el país a toda velocidad. El cuadro sería encontrado por Kajetan Mühlmann, un oficial de las SS nombrado “Delegado Especial para la Seguridad del Arte y los Bienes Culturales en Polonia” quien encontró con la colección familiar y la trasladó a
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El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio. Berlín, al Kaiser Friedrich Museum. Fue allí donde Goëring pidió al cuadro a las SS y entraron en conflicto. Entonces entró el gobernador de Polonia Hans Frank quien devolvió el cuadro a Polonia, a una de sus villas personales. Fue allí donde los aliados encontraron la obra. B. EL CASO BELGA Y HOLANDÉS Cuando las tropas alemanas conquistaron los Países Bajos Mühlmann trasladó sus operaciones allí. En este país le ayudar dos historiadores del arte vieneses Franz Kieslinger (1904-1999) y Bernhard Degenhart. El arte saqueado fue al museo del Führer o a la colección de arte del Reichsmarschall Goëring. En este saqueo del patrimonio es particularmente famoso el caso del cordero místico. C. EL CASO FRANCÉS El 30 de junio de 1940 el mariscal de campo Wilhem Keitel anunció un decreto para salvaguardar las obras de arte pertenecientes al estado francés así como objetos de propiedad privada. La palabra salvaguardar es engañosa ya que la propiedad privada judía se colocó bajó custodia protectiva12. El 15 de julio Keitel declaró que todos los bienes muebles artísticos con valor superior a 100000 francos debían ser declarados por sus propietarios antes del 15 de agosto. El 17 de julio de 1940 el barón von Kunsberg que trabajaba en la embajada alemana en París fue nombrado director de una organización conocida como Kolonne Kunsberg. El gobierno de Vichy colaboró activamente con el saqueo del arte nacional sobre todo a través del "Commissaire aux Questions Juives" y representantes de galerías de arte parisinas13. LA ACCIÓN DE LA ERR Cuando la ERR de Rosenberg estuvo lista para ejercer su cometido ejerció su tarea eficientemente. Relevó al barón Kunsberg y estableció sus oficinas en el museo del juego de la pelota en París. En los primeros dos meses acumuló 21,903 objetos de arte valorados en más de 500 millones de Reichsmarks. No todos los objetos fueron robados, muchas pinturas fueron compradas a Galerías de arte parisinas a precios inflados, aunque los alemanes pagaron con su propia moneda impresa. Sin embargo la mayor parte de los objetos venían de colecciones judías. Los principales afectados fueron de nuevo los Rothschilds (barones Edouard, Robert y Philippe), los Kahns, los David-Weills y los Schlosses. Como otras veces los propietarios intentaron esconder o proteger sus colecciones. Los Rothschilds en concreto 12
Otros decretos similares fueron aprobados en Holanda, Bélgica y Luxemburgo. Etienne Bignou, Zacharias Birtschansky, Achilles Boitl, Brimo de la Laroussilhe, Brosseron-Marchand, Cailleux, Charles Collet, Paul Gouvert, Isidor Rosner, Andre Schoeller, Jean Souffrice y el Conde de Lestang. 13
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El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio. enviaron sus obras de arte a sus castillos del sur de Francia, a España o Argentina, donando sus obras al Louvre o incluso llegaron a esconderlos en sitios secretos. No tuvieron demasiado éxito ya que muchos agentes colaboradores franceses, marchantes de arte y personajes como Louis Darquier hicieron que dichos esfuerzos fueran en vano. EL ALMACÉN EN PARÍS El museo del juego de la pelota era un inmenso depósito en el cual muchas personas e instituciones tomaron obras. Por supuesto el primer en escoger era Hitler, luego estaba Goëring quien visitó el museo más de 20 veces, dignatarios del partido nazi, museos alemanes, museos parisinos y finalmente marchantes de arte franceses sin demasiados escrúpulos. Goëring además tenían sus propios agentes saqueadores, Walter Hofer de Berlín y Bruno Lohse.
HERMANN GÔRING SALIENDO DEL MUSEO DEL JUEG DE LA PELOTA QUE VISITÓ UNAS 20 VECES
La corrupción era normal entre los empleados de Rosenberg quienes consideraban que su unidad era un organismo al servicio de Goering. Este dignatario alemán envió a su residencia en Karinhall, a unas 45 millas de Berlón, la "Venus" de Boucher, "Atalanta y Meleagro" de Rubens, "Adam y Eva" de Teniers, "Venus" de Lucas Cranach el viejo. Aquello que no era saqueado por Goëring fue almacenado en 3 lugares diferentes: Schloss Thuerntal cerca de Kremsmunster (Austria), el monasterio de Hohenfurt en Checoslovaquia y finalmente Neuschwanstein cerca Fuessen, era un palacio construido por Luis II el loco de Baviera.
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el Schloss
El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio. En febrero de 1941 la ERR envió Neuschwanstein un primer cargamento. Entre las 40 pinturas se encontraban un Rembrandt, 2 Goyas, 1 Franz Hals, 2 Watteaus, 3 Bouchers entre los que se encontraba un retrato de Madam de Pompadour, 2 Fragonards, 1 Gainsborough y el astrónomo de Vermeer. Otros 700 objetos del Einsatzstab fueron enviados a la colecciones de Goering. Otros cargamentos de material confiscado fueron enviados a Múnich. Los envíos tuvieron lugar el 8 de febrero, el 15 de marzo, el 3 de mayo, el 15 de agosto y el 2 de diciembre de 1941. Durante el año 1942 los envíos tuvieron lugar el 14 de marzo, el 15 de mayo y el 24 de noviembre. Ante el peligro por los bombardeos los envíos a Múnich fueron almacenados en una mina de sal en Alt Aussee. MERCADO DE ARTE Los nazis no solo expropiaron sino que también se embarcaron en muchos negocios e intercambios. Como despreciaban a los maestros contemporáneos intercambiaron muchas obras de Picasso o Matisse por falsos viejos maestros. Muchos estafadores y marchantes de arte obtuvieron grandes obras a cambio de nada. Esto era debido a que el führer y los nazis consideraban el arte contemporáneo, desde el impresionismo, como degenerado o “entarte”. A modo de ejemplo el Einsatzstab intercambió en marzo 1941, 1 Braque, 1 Cezanne, 2 Picasso, 1 Degas, 3 Matisses, 1 Renoir, 1 Corot, 1 Sisley por un 1 Tiziano (Retrato de un hombre con barba) y un 1 Jan Weenix. Probablemente el mejor negocio lo hizo Gustav Rochlitz, un marchante parisino, intercambió una “Adoracion de los magos” del Maestro de Frankfurt (siglo XV) por 7 obras modernas que incluían obras de Braque (el guitarrista) o Matisse (la cortina amarilla). Algunos marchantes llegaron a pagar grandes sumas por obras de arte menores alemanas sabiendo que los nazis pagarían mucho más por ellas. Muchos ciudadanos franceses hicieron negocios con las nazis directamente, por supuesto algunos vendieron también obras falsas. La marchante de arte más famosa en París fue Maria Dietrich, propietaria de la Galería Almas en Múnich. Estaba bien conectada ya que su hija era buena amiga de Eva Braun. Estaba casada con un judío divorciándose de él para salvarle la vida. Era un compradora energética que a veces lindaba con la ingenuidad. Hitler le dio un cheque en blanco para que comprara aquella pieza que le apeteciera. En 1937
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El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio. sus ingresos eran de unos 47,000 RM que se elevaron a 570,000 RM en 1942. En 1944, con la guerra perdida, todavía tenía un presupuesto de 216,000 RM. Frau Dietricht compró la epifanía de Boucher por 140000 RM y se la vendió a Hitler por 180000. Obviamente la competición entre Goering, Hitler, Goebbels y Von Ribbentrop provocó una inflación de precios en el mercado del arte. El führer era consciente de ello y decidió que algún tipo de control era necesario. Se aprobó entonces la “Opción del Führer” mediante la cual ninguna pintura de valor histórico o monetario podía ser vendida en Alemania sin permiso del líder. ARDE PARÍS Otro suceso interesante que nos da información sobre como los líderes nazis concebían el patrimonio tuvo lugar en 1944 cuando París estaba a punto de ser ocupada por los aliados. El führer dio órdenes estrictas de destruir la ciudad, básicamente la capital cultural del mundo en 1944. Es probable que en esos momentos el líder nazi ya diera la guerra por pérdida, aunque no seguro debido a sus fantasías delirantes, pero París en llamas cuadraba perfectamente con su visión estética, operística, de la guerra. Como es bien sabido los comandantes alemanes, los generales Von Choltitz y Speidel, no cumplieron la orden.
EL CASO DEL CORDERO MÍSTICO. LOS ALIADOS Y LA RECUPERACIÓN DEL ARTE ROBADO La ocupación belga fue relativamente rápida y a diferencia de la primera guerra mundial poco destructiva. En esta zona, en Gante, se encontraba el famoso retablo del cordero místico del pintor Jan Van Eyck, una de las piezas más conocidas del arte flamenco europeo. La primera muestra del interés nazi en la obra vino cuando el Oberleutenant Köhn, llegó a Gante para investigar la desaparición de uno de los paneles, el de los "Los jueces justos”. No tuvo éxito pero indica su interés. El cuadro no se encontraba en la ciudad sino un castillo en los Pirineos donde había sido trasladado por su seguridad. Herman Goëring mandó su robo en 1941. Cuando los aliados empezaron a vencer tomaron como uno de sus objetivos, menor claro está, la recuperación del arte robado. Mientras tanto los alemanes trasladaron el cuadro, entre otras obras, a una mina en los Alpes llamada Althausee.
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EL
JEFE SUPREMO DE LAS FUERZAS ALIADAS EN
EUROPA . D. EISENHOWER
VISITANDO LAS OBRAS DE ARTE ENCONTRADAS .
ESTA
REFLEJA LA
IMPORTANCIA DE LOS HALLAZGOS .
Un austriaco, doble agente, que trabajaba para los aliados organizó un movimiento local de resistencia. Este equipo consiguió retrasar la destrucción de la mina donde se encontraba el cuadro. Mientras tanto dos oficiales aliados intentaban recuperarlo. Uno de estos oficiales, el capitán Posey, logró ponerse en contacto con un desertor quien le reveló la localización de la mina. A ella llegaría el III ejército de Patton que conseguiría alcanzar el objetivo antes de que pudieran destruirse o hacerse desaparecer las obras.
CONCLUSIONES El enfoque del Tercer Reich respecto al patrimonio tiene dos elementos claves. El primero de ellos está derivado del derecho de conquista tal como lo entendían los brutales dirigentes del Reich. El museo de Linz no era solamente un museo de arte sino el exponente más evidente de su control europeo. El arte y el patrimonio sería un trofeo de guerra lo cual relaciona a los nazis directamente con los cruzados que saquearon Constantinopla o con esos líderes bárbaros que saquearon el Imperio romano. El segundo elemento de la visión nazi del patrimonio viene con su derrota. Entonces el patrimonio se concibe como un escenario operístico de su derrota. La insistencia del Führer en destruir París y otras ciudades se puede entender como el deseo del mismo de tener un final glorioso. La destrucción del patrimonio era un arma de guerra psicológica contra los aliados y también forzaba a su ejército a luchar hasta el final.
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El Tercer Reich, la II Guerra mundial y el patrimonio.
BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS
Hitler and the EUROPEAN ART. An orgy of looting & corruption. http://schikelgruber.net/rapebis.html. Última visita 11.06.2012
Fest, Joaquin.: (2004) El hundimiento. Hitler y el final del Tercer Reich. Un bosquejo histórico. Galaxia Gutemberg, Barcelona. Pg 196
Charney, Noah.: (2010) Stealing the mystic lamb. Public affairs.
Evans, Richard.: (2003) La Llegada del Tercer Reich. El Ascenso de los Nazis al Poder. Península, Barcelona.
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