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El textema como mecanismo de interpretación de la elocución en las oraciones interrogativas en el idioma castellano T.Sedova El filósofo inglés John Austin fue uno de los primeros estudiosos en plantearse el siguiente problema: ¿Cómo es posible que las palabras obliguen a las personas a actuar, reír, llorar, jurar, perjurar e incluso declarar la guerra? Los pensamientos de Austin, expuestos en diez conferencias dictadas en la Universidad de Oxford y publicados en 1962 bajo el título de “How to Do Things with Words?” fueron publicados sólo después de la muerte del filósofo. Muchas de las ideas filosóficas y lingüísticas del autor siguen pendientes del debido desarrollo conceptual y metodológico. John Austin fue el primero en sugerir que en la enunciación son posibles tres aspectos de análisis, distinguiendo entre locución, elocución y perlocución. La locución es la esencia material de un enunciado articulado según las normas de la Sintaxis y la Gramática de la lengua natural. Cualquier enunciado integrado por un léxico y artículo de acuerdo con el “código gramatical” de una lengua natural es elocutivo1. A diferencia de la locución y de perlocución, la elocución (en la terminología de J.L.Austin) corresponde a la enunciación en cuanto que ella es un acto de lenguaje que influye en las relaciones entre interlocutor e interlocutario y puede ser parafraseada por un enunciado performativo2 .
La elocución se manifiesta en todos aquellos casos en los que un enunciado produce un efecto indirecto sobre el oyente. En su análisis del acto del habla, John Searle introdujo la dicotomía acto elocutivo/ acto elocutivo (o elocucional). Contrapuso en el acto de habla el acto elocucional, mediante el cual el hablante puede lograr su objetivo, al acto de pronunciación y al acto proposicional, a través de los cuales se realizan la referencia y la predicación.3 Surge entonces el problema de si se puede considerar acto locutivo y elocucional al enunciado La silla comía alegremente transistores condimentados con hormonas 4.
En nuestra opinión, aunque el enunciado carezca de referente, posee tanto locución como elocución, por razón de que el autor, supongamos, lo ha pronunciado con un propósito didáctico (igual que en caso de la famosa Glokaya kuzdra de L.V.Sherba), el designio de encubrir sus pensamientos, o con intención de burla. De esta manera, la ilocución es una característica importante así como una parte integrante del acto del habla; es un componente pragmático del enunciado que refleja el objetivo (la intención comunicativa) del hablante. Por “intención” en general se entiende la
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J.L.Austin, How to Do Things with Words, Oxford, 1962, pág. 108. A.J.Greimas, J.Courtés, Semiótica. Diccionario Razonado de la Teoría del Lenguaje, Madrid, Gredos, 1982, pág. 214. 3 Новое в зарубежной лингвистике//Лингвистика текста. - Вып. 8. - М.: Прогресс, 1978 - С.468-470. 4 Arcadio Moreno Aguilar, Entienda la Gramática Moderna, Venezuela, Larousse, 1996, pág. 20. 2
orientación y dirección de la actividad mental a resolver una tarea o conocer un objeto de la realidad.5 Se ha constatado que las elocuciones más generalizadas se cristalizan en la estructura de la oración. Tales alocuciones pueden ser calificadas de “invariantes”. En la oración interrogativa la invariante sería la pregunta o la búsqueda de información. El concepto de “información” puede ser desglosado en 1) Información. 2) Matización de la información necesaria y 3) Búsqueda de opiniones de interlocutores respecto a tal o cual evento u objeto6. A otros tipos de intenciones, excluyendo la búsqueda de información o la recomendación, el consejo, el saludo, la expresión emocional, el mantenimiento y orientación de la charla, etc., que son variantes elocucionales de la oración interrogativa, los denominaremos “tipos elocutivos”. Hemos definido la elocución como la intención de la persona parlante. La intención es el deseo, la aspiración, la concentración de atención y energía intelectual en el proceso de la actividad mental encaminada a la solución de una tarea. Y en el proceso comunicativo la intención que alberga el hablante debe ser correctamente interpretada por los interlocutores para que sea lograda la perlocución deseable. Pero en muchos aspectos, los medios lingüísticos no ofrecen material suficiente para interpretar correctamente la elocución del enunciado. Nos encontramos entonces con el fenómeno de la implicidad. Pero en nuestro caso, cuando la elocución se refiere más a la Pragmática y la Teoría de Actos del Habla, no se trata de la implicidad gramatical (por ejemplo, Tiene tres hijos. - La oración carece del indicador para marcar el género del sustantivo). La implicidad la entendemos en el más amplio sentido de la palabra, como un fenómeno más extralingüístico que lingüístico (de esa forma sería justificada la traducción al ruso cuando se precise que Tiene dos hijas y un hijo) pero siempre con una relación directa con la Lingüística del Texto7 De la misma manera, un enunciado extrapolado del contexto no siempre contiene información sobre la intención comunicativa del locutor. La elocución también es implícita. Por ejemplo, basándose en la posición aislada es difícil constatar cuál es el tipo elocutivo del enunciado ¿Tiene hora? 1) Puede ser que con esa pregunta el hablante quiera indagar la hora exacta, sin más. Señor ¿tiene hora? - le preguntó a un joven que pasaba. - Sí, las cinco en punto8.
2) Otro interpretador (por el contexto, el lector puede deducir que la interpelada es una “señorita” que está buscando a un compañero para pasar la noche bien) entiende la elocución de la oración interrogativa como si fuera una invitación a pasar el tiempo juntos. ¿Tiene hora, señorita? - Sí -sonrió con una voz linda... y se alejó presurosa 9 . 5
Н.И.Кондаков. Логический словарь-справочник. М.: Наука, 1975.-С. 203. Н.В.Васильева, В.А.Виноградов, А.М.Шахнарович. Краткий словарь лингвистических терминов. М.: Русский язык, 1995. -С.22-23. 7 Е.И.Шендель. Имплицитность в грамматике//Сб. научных трудов МГПИИЯ им.М.Тореза.-1977.Вып.112-С.109-120. 8 José Miguel Ovieda, Narradores Peruanos. Antología, Caracas, Monte Ávila Editores, 1968, pág.163. 9 Ibídem, pág.187. 6
3) En el tercer ejemplo el oyente está muy molesto, irritado por la pregunta, la interpreta como si fuera una invasión en su “espacio personal”, una iniciativa a entrar en contacto: ¿El Señor tiene hora? - ¿Cómo hora?10.
Lógicamente, el tipo elocutivo se basa en el contexto y depende mucho del contexto. El volumen de contexto suficiente para identificar correctamente el tipo elocutivo del enunciado es el textema. Por regla general el textema puede estar compuesto de enunciado, cuyo tipo elocutivo se encuentra en el campo visual de nuestros intereses y de su contorno, que puede contener el discurso del hablante y/o una reacción verbal de otro(s) comunicante(s). En el contexto tratamos de encontrar algunas marcas que sean indicadores del tipo elocutivo así como signos lingüísticos a ser considerados como identificadores de la elocución. De tal forma, pasemos al análisis de la enunciación interrogativa ¿Qué hace Ud? y las enunciaciones con el elemento estructural de ¿Qué hace Ud? como componente semántico. En primer lugar, hay que señalar que el textema puede estar representado sólo por la oración interrogativa. En tal caso la oración interrogativa es 1) ampliada y 2) semánticamente suficiente, teniendo asimismo una referencia a la situación comunicativa considerada como un fragmento de la realidad objetiva. Además, la semántica de esos enunciados 3) se contrapone a lo deseable por el hablante o a lo estipulado por la sociedad. Este tipo elocutivo puede ser denominado ejemplar (o preventivo). Por ejemplo, ¿Qué hace ese muchacho aquí a esta hora,...sentado en un quicio como un limosnero, en vez de estar en la escuela?11
Para la interpretación correcta de la alocución el textema puede tener más extensión y componerse de la misma oración interrogativa más otra oración, a servir de una explicación cuál factor, objeto, acción, regla, motivo etc, ha provocado el precepto del comunicante. Por ejemplo, ¿Qué haces sentado en ese patio?¿Quieres pescar una pulmonía? Madre lo obligó a entrar con ella en la sala oscura...12. Manganzón - ¿Qué está haciendo allí en la cocina? ¡Váyase a dormir! Elvirita. - Bueno. (Pero no se mueve. Permanece en silencio escuchando la radio)13
En los ejemplos citados el segundo enunciado se puede transformar ora en una oración imperativa ¡No pesques una pulmonía!, ora en una oración interrogativa ¿No quiere ir a dormir? Se produce aquí el fenómeno de la sinonimía sintáctica. El tipo emotivo de la elocución se produce cuando en el textema (la enunciación de reacción) no figuran: 1) verbo personal transitivo o verbo personal transitivo con sustantivo que denomina un objeto material; 2) construcciones del verbo con gerundio. En ambos casos 10
Ibídem, pág.30. Miguel Otero Silva, Cuando Quiero Llorar No Lloro, Bogotá, Oveja Negra, 1985, pág.54. 12 Ibídem, págs 70-71. 13 Ignacio Cabrujas, Profundo, Caracas, Tiempo Nuevo, 1972, pág.73. 11
nos encontramos ante la invariante elocutiva, es decir el interés está enfocado en la búsqueda de la información. Por ejemplo, ¿Qué haces aquí?- No te lo voy a decir, pero es importantísimo. Tanto, que puede todavía cambiar el curso de la guerra14. ¿Qué haces aquí?- Estoy meando 15.
El tipo elocutivo emocional (en sus modalidades de la furia o de la irritación) se manifiesta cuando en el enunciado-reacción esté actualizado el verbo intransitivo, por ejemplo: ¿Qué haces aquí? - Me voy16.
O cuando el textema pueda componerse de otra oración interrogativa que contenga una explicación del fenómeno o de la situación que haya provocado tanta ira del hablante. En ese caso la alocución implícita se expone mediante la oración interrogativa más explícita que la primera. Por ejemplo, ¿Qué haces aquí?... ¿No me vas a decir que eres tan imbécil que no has oído que éstos se van? - No me di cuenta17.
Hasta el momento hemos hablado sólo de los indicadores del tipo elocutivo. Ahora nos toca hablar de los identificadores. Entre los identificadores conviene prestar atención al orden de palabras en la proposición. La extrapolación del pronombre “tú” en el inicio de la proposición traslada el énfasis del interés del hablante a la persona de su interlocutor. Se presupone que ese interés, expresado por la construcción léxico-semántica, podría causar cierto empeoramiento de las relaciones interpersonales. A lo mejor, pudiera ser la intención del hablante, en caso distinto, ante el disgusto por la presencia de otra persona en el mismo lugar (aquí), la transferencia de la pragmática de las relaciones interpersonales a la superficie de las relaciones enemistosas. Por ejemplo: ¿Y tú, qué haces aquí? - Lo mismo te pregunto18.
Pero en la proposición ¿Y qué haces tú?19 el pronombre “tú” ocupa el lugar final. Tal colocación del pronombre significa que la persona hablante está interesada en la ocupación, en el oficio del comunicante. Partiendo de esa observación, se puede concluir que las proposiciones en las cuales el pronombre está en la posición final así como la presencia en éstas de la conjunción “y”, suelen tener el tipo elocutivo de la búsqueda de la información. Por ejemplo: ¿Y qué haces tú? - Fundamentalmente, conseguir un buen sueldo...20 14
Max Aub, Campo de los Almendros, Madrid, Ediciones Alfaguara, 1981, pág.53. Adolfo Bioy Casares, Adversos Milagros, Caracas, Monte Ávila Editores, 1969, pág.33. 16 Max Aub, op.cit., pág.233. 17 Max Aub, Campo Francés, Madrid, Ediciones Alfaguara, 1979, pág.149. 18 Max Aub. Campo de los Almendros, Madrid, Ediciones Alfaguara, 1981, pág.59. 19 Asdrubal Salsamendi, Todos Sumamos Cero, Caracas, Monte Ávila Editores, 1970 ,pág.53. 20 Ibídem, pág.53. 15
A nuestro juicio, la conjunción “y” en ambos casos alegados, implícitamente ayuda a contraponer la información conocida a la desconocida. /Estoy veniendo aquí recuerdos. //¿Y tú, qué haces aquí?/¿Y qué haces tú?/. El infinitivo del verbo hacer es cierto identificador de una pregunta retórica cuando el comunicante a través de preguntas quiere organizar y ordenar sus pensamientos. ¿Qué hacer? Para proposiciones era temprano, para el almuerzo tenían primero que alejarse del desayuno, las tiendas resultaban peligrosas, los museos tediosos21 .
Como indicador de la pregunta retórica puede servir una cadena de oraciones interrogativas que forman el textema. Pero como el identificador en tales casos frecuentemente interviene el verbo en la primera persona singular (proposición autoreferente), por razón de que precisamente la primera persona es autor de la narración. ...Yo me decía: ¿qué fue? ¿Qué hice? Y nada. Jabón y jabón22.
Otro identificador de la elocución volutiva es la construcción interrogativa que comienza con el elemento estructural ¿Por qué no...? Por ejemplo: Madre. - ¿Por qué no lo haces cuanto antes?.. Aquí no te retenemos 23 .
Como identificador de la elocución de cortesía podría servir el empleo del verbo hacer en el Potencial Simple (o Condicional, según la Real Academia Española) y como el indicador el sustantivo abstracto “favor”. Por ejemplo, ¿Podrías hacerme un favor?24 El empleo del verbo hacer en otros tiempos gramaticales o en una construcción sustituyente al verbo en el Futuro Inmediato debiera ser una marca del tipo elocutivo de la solicitud de la información. ¿Qué van a hacer?- dijo Saavedra. - No se asuste - lo tranquilizó el de la pistola mientras se sentaba detrás del volante.- El auto, nada más. 25 Lacarias. -...¿Qué hiciste con la página...cuál era? Ángel - ¿Y cómo voy a saber? ¿No me quitaste el libro?26
Pero el material analizado refuta esa tesis. Aunque para interpretar correctamente el tipo elocutivo se requiere del textema más extenso posible, que contenga un fragmento suficientemente amplio del texto. Si el textema se compone de una oración interrogativa y una descriptiva, la cual comunica de la acción física realizada por el parlante en el marco de la situación comunicativa marcada por algunas limitaciones y prohibiciones, lo más probable sería la elocución preventiva con un fuerte matiz de indignación. Ofrecen mucha información sobre el tipo elocutivo las relaciones pragmáticas entre los comunicantes, también reflejadas en el textema (cargo oficial-gente corriente, superior-persona subordinada, etc). Por ejemplo: 21
Adolfo Bioy Casares, op.cit., pág.198. Ignacio Cabrujas, Profundo, Caracas, Tiempo Nuevo , 1972., pág.28. 23 Teatro Español Actual ,Cuba, La Habana, 1970, pág.451. 24 Vicente Ibarra, Camioneros, Caracas, 1968, pág.68. 25 Jorge Musto, Nosotros, Otros , Cuentos, Caracas, Monte Ávila Editores, 1970,pág.9. 26 Roman Chalbaud, Los Angeles Terribles , Caracas. Colección Arlequín, 1967.pág.62. 22
¿Qué ta tú haciendo? El sereno se lanzó sobre el hombre y lo tomó por los hombros dándole un fuerte empujón27. Pero nadie comentó que varios invitados y algunos de los funcionarios de la COPAELMAFEPE fuimos al Casino [prohibición a los empleados
de la empresa]... ¿Qué anda haciendo por aquí? - le preguntó Makabe [El Sr. Makabe es el director de la empresa, molesto por la conducta de sus empleados]. - Y vea, con esta crisis...28
A modo de conclusión: la interpretación del tipo elocutivo, frecuentemente es implícito, se respalda en el textema, en el cual se entrelazan componentes de distintos niveles, partiendo de la estructura semántico-sintáctica de la oración interrogativa hasta un fragmento suficientemente extenso del texto. El tipo elocutivo se hace transparente gracias al textema y las marcas inherentes a la misma elocución.
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Cartagena Aida., Narradores Dominicanos, Antología. Caracas, Monte Ávila Editores, 1969, pág.56. Salsamendi Asdrúbal, Todos Sumamos Cero, Caracas, Monte Ávila Editores, 1970. Pág.22.