MAQUILÁPOLIS: UN DOCUMENTAL SOBRE LOS COSTES SOCIALES Y AMBIENTALES DE LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL EN TIJUANA Francisco Entrena Durán Facultad de Ciencias Políticas y Sociología Departamento de Sociología E-mail:
[email protected]; Web personal: http://www.ugr.es/~fentrena/ Introducción Considero que los/as alumnos/as no han de ser tratados como meros receptores/as pasivos/as de los contenidos transmitidos por el profesor. Por ello limito las clases magistrales al mínimo estrictamente necesario para explicarles las cuestiones que no pueden aprender mediante su trabajo autónomo activo. Una parte de ese trabajo autónomo consiste en la presentación, la discusión y el análisis de documentales o películas que tienen que ver de una u otra forma con las temáticas de las asignaturas. La finalidad de ello es profundizar en tales temáticas y, sobre todo, usar el cine como herramienta didáctica para aumentar el grado de concienciación del alumnado acerca de ellas, lo cual repercute, no sólo en su mejor capacitación académica, sino también en su formación humana y en el fomento de su compromiso crítico con la realidad social. En consonancia con este planteamiento docente, a finales de mayo de 2011, tuvo lugar la presentación del documental Maquilápolis a los/as alumnos/as de Estructura y Cambio de las Sociedades (asignatura troncal de cuarto curso de la licenciatura de Sociología de la Universidad de Granada), cuando ya se habían tratado todos los contenidos teóricos de esta asignatura, a la vez que se había introducido el fenómeno de la globalización y su creciente influencia en las estructuras sociales de las sociedades locales actuales. Se exponen en este capítulo los resultados docentes de dicha presentación. Para ello, en las páginas siguientes, tras un apartado sobre los efectos de la globalización neoliberal y otro acerca de la ficha técnica y los contenidos de Maquilápolis, se sintetizan las enseñanzas de este documental.
Sobre la globalización neoliberal y sus negativos efectos Aunque la globalización se ha generalizado e intensificado mucho a partir de las dos últimas décadas del siglo XX, lo cierto es que viene de bastante tiempo atrás. Específicamente en nuestro contexto europeo occidental, pueden ser considerados como diferentes procesos de globalización, tanto la colonización española de América, como las posteriores colonizaciones llevadas a cabo por Alemania, Francia o Inglaterra, o los procesos de modernización y 1
emergencia de los nuevos estados nacionales surgidos tras la Segunda Guerra Mundial en muchos de los territorios que hasta entonces habían pertenecido a las potencias coloniales europeas. En todos aquellos casos, la globalización se manifestó preponderantemente como distintos procesos de expansión del modelo socioeconómico, político-institucional y simbólicocultural de la sociedad occidental por el resto del mundo, es decir, como occidentalización. Sin embargo, la globalización, tal y como se viene experimentando desde las dos últimas décadas del siglo XX, no se muestra ya prioritariamente como occidentalización, sino sobre todo como esa situación que he conceptuado en otro trabajo previo como ‘el torbellino de la globalidad’ (Entrena: 2003, 9 y ss.). Una situación, en la que las tecnologías actualmente disponibles (la televisión, la radio, la Internet, etc.) son importantes factores de globalización; es decir, de universalización o circulación, a escala planetaria y en todas las direcciones del globo terráqueo, de las ideas, las experiencias, las personas y las mercancías. En estas circunstancias se produce una penetrante y desestabilizadora incursión, en los diferentes entornos territoriales locales concretos, de procesos socioeconómicos, político-institucionales y simbólico-culturales que tienen un alcance mundial. Ello origina un alto y creciente grado de interconexión entre los distintos espacios socioeconómicos y geopolíticos del planeta, lo cual no impide que tales espacios manifiesten entre sí esas considerables desigualdades y desequilibrios que han caracterizado el sistema capitalista desde sus orígenes. Lo que es más, en la actualidad, esos desequilibrios se están agudizando de un modo muy preocupante. Una de las principales causas de ello es la implementación de esa modalidad de globalización que desde los últimos quince o veinte años del siglo XX se viene denominando como el neoliberalismo (Entrena, 1999), el cual ha impactado muy negativamente sobre diversas zonas del mundo menos desarrollado de Asia, África y América Latina y actualmente lo está haciendo en el seno de la propia Unión Europea. Un axioma clave de los artífices e impulsores del neoliberalismo ha consistido en pregonar que la globalización implica una progresiva desregulación laboral y económica, así como la eliminación de las barreras arancelarias y las restricciones impuestas por los estados a la circulación mundial de las personas y las mercancías. Ello con el objetivo de crear una economía global abierta y sin fronteras (Scholte: 2000, 16). En nombre de esa apertura económica se ha extendido el neoliberalismo como una forma de globalización que, en muchos casos, ha causado la destrucción de las economías más débiles de los países menos desarrollados, al no poder éstas 2
competir en un plano de igualdad con los productos extranjeros que, ante la supresión de los impuestos a la importación, invaden sus mercados. Asimismo, el neoliberalismo ha contribuido sobremanera a facilitar las deslocalizaciones empresariales hacia los lugares del mundo donde se les ofrecen mano de obra más barata y/o requerimientos ambientales menos exigentes (Entrena: 2009). Esta especie de dumping ecológico y laboral favorece que, incluso en el seno de las sociedades más avanzadas, se estén produciendo tendencias hacia la ampliación de las jornadas laborales y el abaratamiento de los salarios, a la vez que se deterioran las condiciones de vida de la población o se suscitan preocupantes amenazas de empeoramiento de las mismas. Todo ello en aras de afianzar esa situación tipificada por muchos como el posfordismo, en la que, con el argumento de superar los inconvenientes de la supuesta rigidez burocrática fordista, se ha procedido a la fragmentación de las grandes organizaciones empresariales, las cuales son reemplazadas por unas nuevas organizaciones más flexibles y difusas, en las que, muy a menudo, las mismas cúpulas directivas de las grandes empresas del fordismo siguen manteniendo el control de los procesos organizativos y/o productivos, pero soltando lo que consideran un lastre, procediendo a externalizar las tareas más repetitivas, que requieren más mano de obra escasamente cualificada, mediante la subcontratación o la privatización (en el caso de los servicios públicos del Estado) (Harvey, 1990). Entre los efectos más perniciosos de la globalización neoliberal están los derivados del establecimiento de sedes de las grandes empresas transnacionales en determinados países o territorios locales, donde se les permite producir con costes laborales y ecológicos muy baratos, tal y como se observa en Maquilápolis, que constituye un caso paradigmático de las desastrosas consecuencias sociales y ambientales que acarrea dicha forma globalización en el territorio local específico de Tijuana; es decir, de glocalización especialmente negativa de dicho territorio.
Ficha técnica y contenidos de Maquilápolis A) Ficha técnica.Título original: ‘Maquilápolis (city of factories)’, ‘Maquilápolis (ciudad de fábricas)’, Producido en Asociación con Independent Television Service (ITVS) 3
Un proyecto de Creative Capital Realizado con una beca del Fondo Documental del Instituto Sundance Sonido en Español con subtítulos en inglés Directores:
Vicky Funari y Sergio de la Torre
Productores: Vicky Funari, Sergio de la Torre, Vivian Kleiman, Darcy McKinnon, Annelise Wunderlich . En colaboración con las mujeres de Grupo Factor X, Colectivo Chilpancingo pro Justicia Ambiental. Promotoras por los Derechos de las Mujeres. Productoras asociadas: Sasha Khokha y Avilla Peterson Música: Pauline Oliveros, Nortec Collective, John Blue Fotografía: Daniel Gorrell, Sophia Constantinou Edición: Vicky Funari Duración: 68 minutos Año de Producción: 2006 Promotoras colaboradoras Eva Bailón Carmen Durán Naty Guizar Lucia Blanco Lourdes Luján Vianey Mijangos Yesenia Palomares Adela Rivera Francis Rodríguez Delfina Rodríguez
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Blanca Sánchez Rocío Salas Coty Valdez
B) Contenidos.Maquilápolis, cuya producción llevó seis años de trabajo, se centró en las trabajadoras fabriles de la industria maquiladora de Tijuana. Dicha industria empezó a desarrollarse en esa ciudad, y en la generalidad del norte de México, en los años sesenta del siglo XX, cuando el gobierno mexicano comenzó a dar enormes facilidades a las grandes compañías trasnacionales para su establecimiento en la zona. El objetivo declarado de ello era crear oportunidades de ocupación permanente para los trabajadores temporales (braceros) que cruzaban la frontera de los Estados Unidos con el fin de encontrar empleo en los campos agrícolas. Al concluir el sexenio de mandato del presidente López Portillo (1 de diciembre de 1976 a 30 de noviembre de 1982) había 585 maquiladoras en México, las cuales continuaron aumentando considerablemente en los años posteriores al amparo de las ventajas competitivas que les proporcionaban la existencia de una abundante mano de obra barata (en su mayor parte femenina), un especial régimen fiscal de exenciones tributarias y los escasos o nulos requerimientos ecológicos. Todo esto ha propiciado que las maquiladoras puedan operar con casi total impunidad, pagando muy escasos impuestos y con normas de seguridad mínimas, por lo que causan una polución constante en los vecindarios y en sus aledaños. Las facilidades para atraer a las empresas transnacionales, por parte del gobierno mexicano, continuaron aumentando con el paso del tiempo. Especialmente favorable a tales empresas resultó la firma del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), en 1994, después de la cual miles de industrias maquiladoras se instalaron en el lado mexicano de la frontera con Estados Unidos convirtiéndose en elementos esenciales de los paisajes urbanos de ese territorio, como es el caso del paisaje de la ciudad de Tijuana. Algunas de las trasnacionales establecidas en esta ciudad, en las que se ensamblan principalmente componentes electrónicos comercializados después en los países desarrollados, son Sanyo, Sony, Panasonic, Tocabi, Deltech, Sohnen, Kelmex y Nichiba. 5
Numerosas mujeres de todas las partes de México han emigrado al norte del país, en particular a la ciudad de Tijuana, con el propósito de encontrar empleo en las maquiladoras. Han acudido allí con la esperanza de obtener unos ingresos más elevados y estables y así tener un futuro mejor. Si bien es verdad que han conseguido salarios superiores a los que se pagan en sus entornos rurales de procedencia, sus sueldos siguen siendo muy bajos, ya que, como explica Vicky Funari (una de las productoras de Maquilápolis), “una hora de trabajo es el equivalente a poder comprar un jarro de agua potable y dos horas a un galón de leche”. No obstante, como la pobreza está tan arraigada en sus vidas, estas gentes se ven impelidas a estar agradecidas de lo poco que ganan, careciendo de fuerza para exigir la mejora de sus penosas condiciones laborales. Unas condiciones caracterizadas por la alta precariedad y la frecuente toxicidad de los materiales con los que trabajan. En estas circunstancias sorprende que las mujeres participantes en Maquilápolis manifiesten unas notables actitudes reivindicativas y capacidades de organización, sobre todo porque ello contradice la idea de que son una mano de obra sumisa y por esa razón han sido contratadas por la industria maquiladora como trabajadoras baratas. De hecho, el propio proceso de creación y difusión del documental tiene una clara intencionalidad de concienciación encaminada a fomentar las susodichas actitudes y capacidades. Así, las propias protagonistas se implican activamente en la producción de Maquilápolis y dan testimonio ante la cámara de los elevados costos sociales y humanos de la globalización. Para producir el documental sus creadores reunieron a trabajadoras de la maquila de Tijuana y a organizaciones comunitarias de ambos lados de la frontera entre México y los Estados Unidos. Esta colaboración intentaba romper con la práctica documentalista tradicional de llegar a un lugar, filmar y marcharse con el material. A diferencia de eso, las trabajadoras de la maquila que aparecen en la película han participado en cada etapa de la producción: la planificación, el rodaje, la narración y la difusión. Una finalidad clave de esta implicación activa de las protagonistas del filme es reforzar su identidad y autoestima, a la vez que propiciar el desarrollo comunitario y asegurarse de que las voces de la película sean realmente las de los sujetos que en ella aparecen. Esto se hace especialmente manifiesto en el caso de las dos protagonistas principales, Carmen Durán y Lourdes Luján, quienes en los sesenta y ocho minutos que dura el documental, 6
llevan al espectador a vivir sus rutinas cotidianas, trabajando de pie en un ambiente ruidoso, respirando toxinas, para ganar sólo unos 11 dólares al día, tras haber cosido, pintado o puesto el tornillo final a un producto de marca. Sufren, por lo tanto, una fuerte explotación laboral y un alto grado de contaminación y deterioro ambiental en su entorno. Ello afecta seriamente a Carmen Durán, quien llegó con 13 años a Tijuana, es madre soltera de tres niños y trabaja de 11 de la noche a 7 de la mañana para poder atenderlos en el día. Después de su jornada nocturna ensamblando televisores Carmen regresa a su casa, una chabola que ella misma ha construido usando puertas de garaje recicladas, localizada en un vecindario sin drenaje ni electricidad. Este sobreesfuerzo contribuye a que tenga muy mala salud, la cual se debe, también, a sus malas condiciones laborales, en las que está expuesta a diferentes materiales tóxicos, a la vez que sus supervisores no la dejan beber agua ni ir al baño durante las horas de trabajo, por lo que tiene problemas en los riñones. No obstante, a pesar de desenvolverse en tan difíciles circunstancias, Carmen y Lourdes no se resignan, no se limitan a su particular y ardua lucha diaria por la supervivencia, en la que compaginan como pueden el trabajo con el laborioso cuidado de sus casas y familias, sino que se hacen promotoras. Las promotoras son defensoras comunitarias que luchan por mejorar su mundo, por lo que constituyen modelos de conducta a seguir por las personas que padecen situaciones similares a las suyas. En consonancia con ello, Carmen y Lourdes se comprometen a fondo en la organización y movilización de su comunidad con objeto de transformar positivamente sus condiciones laborales y sus vidas. Así, Carmen, junto con un grupo de empleadas en su mismo estado, presenta una demanda contra una fábrica de ensamblaje de televisiones de una marca mundialmente conocida (Sanyo) tras ser despedidas sin indemnización; demanda que consigue ganar. Por su parte, Lourdes, también operaria de una fábrica de maquila, decide comenzar a estudiar para conocer mejor sus derechos. Con otras mujeres comienza a tomar clases y más tarde se convierte en promotora, responsable de educar a otras trabajadoras en su misma situación. Como promotora, Lourdes encabeza las presiones al gobierno mexicano para que descontamine el entorno de ‘Metales y Derivados’, una fábrica abandonada repleta de desechos químicos y metálicos, así como de plomo altamente tóxico que está contaminando su vecindario. Debido a los esfuerzos de estas mujeres y a varios meses de
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trabajo se logra, finalmente, el compromiso gubernamental de limpiar los residuos contaminantes. Éstas son dos pequeñas victorias que ganan Carmen y Lourdes, contando con la ayuda y el asesoramiento
de activistas estadounidenses,
en
su lucha David-Goliat contra las
multinacionales. Sin embargo, tales victorias resultan en cierto modo amargas, ya que, al mismo tiempo que las promotoras se organizan y hacen reivindicaciones para lograr los cambios que anhelan, el mundo se sigue transformando, de tal forma que al final del documental vemos como la crisis económica global está repercutiendo en la deslocalización de una considerable parte de las industrias maquiladoras del norte de México hacia China y otros lugares de Asia en los que disponer de mano de obra más barata y menos organizada, dejando atrás un desolador escenario de residuos tóxicos y desempleo. Esto induce a augurar un futuro difícil para Carmen, Lourdes y el resto de las personas de su comunidad.
Enseñanzas de Maquilápolis sobre la globalización neoliberal En la sesión de clase que siguió a la del visionado del documental organicé una reunión de grupo con los/as alumnos/as. En la reunión, que fue grabada para mi posterior análisis, reflexionamos en torno a qué enseñanzas podíamos extraer de Maquilápolis en lo relativo a comprender los efectos socioeconómicos y ambientales de los procesos de globalización sobre las estructuras y los actores sociales locales. La razón por la que nuestro debate se centró en este asunto es porque el estudio de dichos efectos constituye un objetivo central de las unidades temáticas dedicadas a la modernización y la globalización dentro del programa de la asignatura Estructura y Cambio de las Sociedades de cuarto curso de la licenciatura en Sociología. Se exponen a continuación, de manera resumida, las enseñanzas de Maquilápolis; es decir, las ideas y conclusiones fundamentales resultantes del análisis de la grabación del debate acerca de su presentación, así como de los comentarios personales escritos sobre el documental que me entregaron varios/as alumnos/as. •
La globalización tiene efectos positivos y negativos. Como señala Sergio de la Torre, uno de los directores del documental, dicho fenómeno es “bastante complejo y con Maquilápolis no queremos decir que la globalización es algo horrible para el mundo, solo que estamos viviéndola y debemos encontrar la manera de vivir con los cambios que ésta 8
produce”. Precisamente, las siguientes reflexiones a partir del visionado de Maquilápolis tienen como finalidad básica contribuir a conocer mejor la globalización, para así reaccionar más adecuada y ventajosamente ante sus retos y consecuencias. •
Entre tales consecuencias sobresale el hecho de que la inserción de los entornos locales en las dinámicas de la globalización, como es el caso de Tijuana, suele conllevar procesos de
industrialización
que,
a
su
vez,
acarrean
significativas
transformaciones
socioeconómicas en las estructuras sociales y en los ámbitos espaciales de esos entornos. •
Las antedichas transformaciones evidencian las crecientes vinculaciones de lo local con lo global, así como las progresivas intromisiones de lo segundo en lo primero, es decir, son manifestaciones de glocalización. Pero, los cambios no afectan a todos por igual, sino que se incardinan diferencial (e incluso contradictoriamente) en los distintos sectores y/o clases sociales influidos de una u otra forma por ellos, dando a menudo lugar a la profundización de las desigualdades existentes y, sobre todo, a la aparición de nuevas desigualdades, tal como se muestra en el caso de Maquilápolis. Un caso donde se ve como la globalización no influye lo mismo en las mujeres protagonistas del documental (afectadas muy fuerte y negativamente), que en las empresas trasnacionales que obtienen pingues ganancias, o en las clases mejor situadas de la zona del norte de México en la que se asientan las industrias maquiladoras; clases que también se benefician apreciablemente del incremento del dinamismo económico propiciado por esas industrias.
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Las mujeres trabajadoras de la maquila son, pues, las que sufren las peores consecuencias de las terribles condiciones de explotación laboral mostradas en el documental. Además de su trabajo en la fábrica, han de realizar las labores domésticas que tradicionalmente le son encomendadas como ‘connaturales’ a su género. Esto suscita en ellas angustiosos dilemas y preocupaciones, tal y como se ve en el caso de una de las protagonistas, la cual, al mismo tiempo que realiza su repetitivo y rutinario trabajo, no puede dejar de preguntarse acerca de lo que estarán haciendo en ese mismo momento sus hijos solos, si ya habrán comido, si estarán peleándose o en armonía…
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En suma, estas mujeres ocupan la posición inferior en las asimétricas relaciones de violencia estructural que hay entre ellas y las empresas transnacionales. Una violencia estructural que es entendida aquí en el sentido de que las relaciones de explotación 9
existentes hacen que se produzca un daño en la satisfacción de las necesidades humanas básicas (supervivencia, bienestar, identidad o libertad) como consecuencia de los procesos de estratificación social; es decir, sin necesidad de que se experimenten formas de violencia directa. Ello suele conllevar que el reparto, acceso o posibilidad de uso de los recursos se resuelva de manera sistemática a favor una de las partes de la sociedad y en perjuicio de las demás (Tortosa y La Parra, 2003). •
Si bien la progresiva toma de conciencia acerca de su penosa situación socio-laboral posibilita que las mujeres de Maquilápolis comiencen a articular formas de protesta y de movilización encaminadas a mejorar dicha situación, paralelamente a ello de intensifica el proceso de traslado de las empresas maquiladoras hacia otras zonas del mundo donde encontrar mano de obra más dócil y barata, así como menos exigencias ecológicas. Esto acontece en unas circunstancias en las que las empresas transnacionales tienen crecientes facilidades para deslocalizarse, lo cual paradójica y desafortunadamente está en contradicción con las grandes restricciones y las trabas fronterizas que suelen encontrar las personas corrientes para emigrar fuera de sus países en busca de trabajo. En este contexto, los estados y/o los gobiernos locales se encuentran cada vez más limitados o condicionados por los intereses de las transnacionales en lo relativo a su capacidad para establecer condiciones laborales más justas y respetuosas con el medio ambiente dentro de sus respectivos territorios.
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A pesar de estas dificultades, es encomiable y está fuera de duda el hecho de que Maquilápolis cumple una valiosa función de concienciación social, tanto para sus propias protagonistas (sobre todo, para las que se hacen promotoras), como para los que lo vemos como espectadores. No sólo nos relata y refleja magistralmente la extrema dureza del trabajo de ensamblaje de componentes electrónicos, sino que sus imágenes y trama argumental están construidas con el claro fin de sensibilizarnos y tratar de implicar a los actores sociales afectados en estrategias encaminadas a reivindicar la superación de los problemas, a luchar por mejorar sus condiciones de vida. El documental tiene, por lo tanto, una evidente intencionalidad movilizadora, pero sus imágenes, si bien retratan unas situaciones frecuentemente terribles y muy desagradables, no caen en lo que podría conceptuarse como un morbo sensacionalista fácil. Así, dichas imágenes dramatizan muy 10
imaginativamente las penalidades de ese exasperantemente reiterativo trabajo taylorista que ya fuera magistralmente reflejado en ‘Tiempos Modernos’. Sin embargo, mientras que en el filme de Chaplin esto se hacía con considerables dosis de hilaridad y humor absurdo tendentes a provocar la carcajada del espectador, en este caso las habilidades repetitivas inherentes al trabajo en cadena son escenificadas con una seductora belleza artística, mediante la cual, además de reflejar fielmente lo rutinario y tedioso de las tareas laborales femeninas, se consigue realzar admirablemente el gran valor que tienen esas tareas; en muy gran medida, debido a las especiales capacidades y la maestría rítmica de las manos que las realizan. •
Por otra parte, tanto las imágenes de Maquilápolis, como las narrativas contenidas en su secuenciación, contribuyen altamente a captar la emotividad del espectador y a sumergirla de lleno en la atmosfera cotidiana de las situaciones que se muestran en el documental. Una emotividad que incita con fuerza a sentir una especial admiración por las mujeres que lo protagonizan y a identificarse con ellas, así como a la reflexión y a comprometerse para cambiar las cosas. No obstante, son las propias protagonistas las que resultan más concienciadas como consecuencia de su implicación en el documental. Así, si bien es cierto que el final de éste está marcado por el aumento del desempleo derivado de la deslocalización de la mayoría de las maquiladoras hacia Asia, queda abierta una puerta a cierta esperanza en un futuro mejor. Esperanza que se basa, sobre todo, en el hecho de que tales protagonistas son ahora mucho más conscientes de que actuando juntas pueden hacer más cosas por mejorar su situación, lo que a su vez refuerza su sentido de comunidad y los vínculos que ligan su tejido social. Todo ello se ve muy favorecido por su participación activa en la producción y distribución del documental, la cual acrecienta su grado de conocimiento acerca de las razones estructurales de su problemática situación socio-vital y laboral y de la necesidad que tienen de mejorar su educación con objeto de elevar su empoderamiento para reaccionar más ventajosamente ante los problemas y los retos que han de afrontar. Tuve la oportunidad de encontrar un indicio, aunque sólo sea mínimo, de los frutos de Maquilápolis cuando participé en un congreso en Ciudad de México en julio de 2011. Supe entonces, a través de unos colegas de Tijuana que también eran congresistas, como uno de los hijos de Lourdes (a quien con 11
unos diez o doce años se le ve en el documental cargar con un enorme garrafón de agua potable) ha llegado a la enseñanza universitaria. •
Educación, ese es el principal motor del cambio y del empoderamiento de los actores locales de esta aldea global para ponerlos en situación de poder trabajar y movilizarse por sus
derechos,
para
encaminarnos
hacia
un
mundo
mejor
y
más
justo.
Desafortunadamente, no hay luz sin sombras, y la sombra en este caso es la extrema situación de violencia (conflictos entre bandas de narco-traficantes que se disputan parcelas y ámbitos de poder), en la que está sumido México, y muy especialmente los territorios del norte país, donde se ha acrecentado enormemente el desempleo a raíz de una fuerte crisis de la industria maquiladora que está estrechamente relacionada con la referida deslocalización de una considerable parte de la misma. •
Dicha deslocalización acontece paralelamente a crecientes desterritorializaciones de los intereses y los procesos de toma de decisiones, los cuales, por lo tanto, se gestan, cada vez en mayor medida, fuera de los territorios locales concretos a los que afectan. A su vez, ello ocurre en un contexto en el que prácticamente existe libertad para el flujo planetario de los capitales y las mercancías, pero en el que todavía persisten fuertes obstáculos fronterizos para la circulación mundial de las personas o para ejercer la justicia. Por ejemplo, en Maquilápolis vemos como hay grandes dificultades para juzgar al dueño de la fábrica abandonada ‘Metales y Derivados’, quien está huido en los Estados Unidos y se reclama sin éxito su extradición a México para procesarlo por el desastre ecológico en el que ha dejado su empresa, con altas cantidades de plomo derramadas contaminando el suelo y por ende los zapatos de los numerosos transeúntes que por allí pasan camino de sus trabajos o de sus casas. Todo ello evidencia que, si bien en el mundo actual los flujos económicos y financieros decisivos operan ya a escala global, todavía las normativas reguladoras fundamentales son elaboradas para ámbitos estatales fácilmente desbordados por las acciones de las nuevas clases y grupos de poder socioeconómico, los cuales sí pueden desplazarse fácilmente a escala planetaria (Sassen: 2007).
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De lo antedicho en este epígrafe se desprende que la mera llegada de las trasnacionales, con los conocimientos y los avances tecnológicos que éstas suelen llevar consigo, no garantiza el desarrollo socialmente equilibrado, duradero y ambientalmente sostenible de 12
las zonas donde se establecen. Para que se produjera ese desarrollo sería preciso que los gobiernos locales pudieran desarrollar políticas públicas adecuadas, sin que por ello quedaran en desventaja frente a otros gobiernos locales con menos requisitos para atraer a sus respectivos territorios las inversiones transnacionales. Unas políticas públicas que pusieran determinadas exigencias y condiciones a esas inversiones en materia ambiental y socio-laboral y que, de alguna manera, procuraran que fueran formados los recursos humanos autóctonos; más allá de usarlos solamente para realizar el simple trabajo de ensamblaje o montaje que hace la mano de obra femenina escasamente cualificada de Maquilápolis. Luego, esos recursos humanos autóctonos formados, con inversiones educativas y apuestas industriales convenientes de los gobiernos estatales, podrían constituir el germen de empresas nacionales y/o locales que se erigieran en motores de un desarrollo y cambio socioeconómico más equitativos.
A modo de epílogo La presentación de Maquilápolis, así como el debate posterior acerca de ella, contribuyeron decisivamente a que los/as alumnos/as visualizaran y comprendieran mejor la magnitud de los efectos y los costes ambientales y sociales (socioeconómicos y sanitarios) de la globalización neoliberal sobre las estructuras sociales y los ámbitos locales en los que transcurren nuestras vidas. Para que se percataran de que cada vez es más necesario articular estrategias globales alternativas al neoliberalismo (alter-globalización) y establecer nuevos procedimientos y normativas regulatorias de alcance planetario, tal y como lo requiere la presente situación, en la que los estados han sido desbordados por arriba por flujos mundiales de mercancías y capitales, especialmente los de naturaleza financiera. Asimismo, la presentación del documental motivó a los/as alumnos/as a reflexionar sobre sus propias circunstancias y expectativas futuras en una sociedad cada vez más compleja, globalizada e incierta, con respecto a la cual se interrogaron sobre su propia posición en y ante ella. A este respecto, una de las ideas más destacadas de las que se suscitaron es que hay que evitar a toda costa caer en el aislamiento y en la desmoralización o auto-inculpación de los fracasos y las dificultades que ya han afrontado, y que inevitablemente tendrán que afrontar en su futuro. Las mujeres promotoras de Maquilápolis, que a pesar de sus extremadamente difíciles 13
circunstancias son capaces de reaccionar desarrollando estrategias solidarias de sociabilidad, constituyen un modelo de comportamiento a seguir. Un modelo que muestra la ineludible necesidad de concienciarse y de crear o fortalecer los lazos comunitarios, como estrategia de reacción ante los problemas estructurales que, sin duda, se le plantearán al alumnado en sus vidas. Problemas, en gran parte, debidos a la creciente globalización/glocalización del mundo de hoy, de la misma manera que la globalización/glocalización está impactando en las vidas de las referidas promotoras.
Bibliografía citada y lecturas relacionadas Entrena, Francisco (1999) “Consideraciones a propósito del neoliberalismo”, Religión y Cultura, Vol. 45, Nº 209. Entrena, Francisco (2003) Local reactions to globalization processes: competitive adaptation or socio-economic erosion, Nueva York, Nova Science Publishers. Entrena, Francisco (2009) “Understanding Social Structure in the Context of Global Uncertainties”, Critical Sociology, Sage, Vol. 35, Nº 4. Entrena, Francisco (2010) “Dinámicas de los territorios locales en las presentes circunstancias de la globalización”, Estudios Sociológicos, El Colegio de México. Vol. 28, Nº 84. Scholte, Jan Aart (2000) Globalization: A Critical Introduction, Basingstroke, UK, Palgrave. Harvey, David (1990) The condition of postmodernity: an enquiry into the origins of cultural change, Boston, Blackwell. Sassen, Saskia (2007) Una sociología de la globalización, Buenos Aires, Katz Editores. Tortosa, J.M. y La Parra, D. (2003) “Violencia estructural: una ilustración del concepto”, Documentación social, 131.
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