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Trabajo Práctico: Los nuevos estados que surgieron luego de la Primera Guerra Mundial Bibliografía: Miniatlas a color Guía Mundial de 1995 páginas 203 y 312, María del Pilar Núnez. C y otros, Editorial Abril CINCO, impreso en Buenos Aires en 1992; Edición de Guerra El Drama de Europa la historia íntima de los dictadores, páginas 466, 467, 504−507, 536 y 539, AA.VV., Editorial Claridad, Primera Edición, impreso en Argentina en 1937; Historia Económica Mundial, 1914 a 1939, John P. Day, en español Vicente Polo, Editorial Fondo de Cultura Económico (México), Primera Edición, 1940; Enciclopedia Hispánica volúmen 4, paginás 367 y 368, AA.VV., Editorial Rand McNally & Company, Primera Edición, 1989−1990; Diccionario Geográfico, Enciclopedia de datos útiles y conocimientos prácticos Almanaque Mundial 1982, páginas 533 y 534, AA.VV.,Editorial América (28 años de publicación), Edición única, Panamá; Diccionario Enciclopédico Ilustrado de Lengua y Cultura Larousse, AA.VV., Editorial Larousse S.A., quinta edición, impreso en Bogotá (Colombia) en enero de 1999; Enciclopedia Microsoft Encarta 99', AA.VV.; Enciclopedia Microsoft Encarta 2000, AA.VV.; Los conflictos yugoslavos. Una introducción, Carlos Taibo y José Carlos Lechado, Editorial Fundamentos, Madrid, 1993; Historia de Hungría, Miguel de Ferdinandy, Editorial Alianza, Madrid, 1967; Introducción Luego de la Primera Guerra Mundial (1914−1918), el mundo cambió en muchos aspectos, uno de los cuales es el espacio geográfico lo que llevó a un gran cambio histórico. En el Tratado de Versalles firmado en París en 1919, Alemania se vio obligado a ceder Alsacia y Lorena a Francia, a entregar una región a Polonia, debió aceptar la independencia de Dantzig y reconocer la ocupación de la cuenca de Sarre. Pero el cambio geográfico al que nos referimos es aún más profundo, hablamos de los estados que surgieron en Europa: Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Checoslovaquia, el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (posteriormente bautizado como Yugoslavia) y Hungría. Finlandia En los años que anteceden al estallido de la Primera Guerra Mundial, Finlandia sufrió varios cambios. En principio la gran influencia de la Guerra Ruso − japonesa de 1904−1905, que frenó el proceso de rusificación que se estaba desarrollando. Pero esto fue temporario ya que otra ola de rusificación azotó a Finlandia, en 1908 y dio como resultado la Ley de los Derechos Igualitarios de 1912, que otorgaba a los rusos los mismos derechos en Finlandia que los que tenía la población finesa. Podemos afirmar que Finlandia no se vio envuelta directamente en la Primera Guerra Mundial (1914−1918), aunque las tropas rusas estuvieron guarnecidas en el país. Durante la Revolución Rusa de 1917, un Parlamento finlandés recién elegido aprovechó la situación y el 15 de noviembre asumió todos los poderes que antiguamente poseía el zar−gran duque. Tres semanas después, el 6 de diciembre, los finlandeses votaron a favor de una república independiente. El naciente Estado soviético no pudo evitar la independencia, pero no reconocieron la soberanía finlandesa. El nuevo estado tuvo que enfrentar varios problemas como el hambre, el desempleo y la economía estancada; pero un año más tarde el 70% de la población trabajaba en la agricultura y en la silvicultura (cultivo de los bosques y montes). A las diversas problemáticas hay que sumarle la división entre el socialismo bolchevique y el gobierno conservador, los cuales formaron dos ejércitos: la Guardia Blanca y la Guardia Roja, tuvo como consecuencia el estallido de una guerra civil muy violenta, iniciada el 28 de enero de 1918 cuando la Guardia Roja se reveló contra el gobierno, con el fin de expulsar a todas las tropas rusas, y tomó Helsinki y un gran número de ciudades industriales al sur de Finlandia. El gobierno huyó a Vaasa, donde el general Carl Gustaf 1
Mannerheim, un mariscal y político finlandés (1867−1951), organizó el contraataque. Encabezó la Guardia Blanca, y ayudados por tropas alemanas, tomaron Helsinki; en mayo la revolución ya había sido aplastada y comenzó una ola de juicios y ejecuciones que llevó a la muerte a más de 20.000 antiguos revolucionarios. En total, las luchas entre la Guardia Roja y la Guardia Blanca supusieron un coste de más de 30.000 vidas. En julio de 1919, el Parlamento adoptó una nueva constitución republicana. El liberal Kaarlo J. Stahlberg fue elegido presidente de Finlandia. En 1920 la U.R.S.S. reconoció la nueva república. Los años posteriores se caracterizaron por una sucesión de gobiernos de coalición de partidos de derechas con el Partido Agrario. Durante los años siguientes Finlandia y la U.R.S.S. tuvieron grandes conflictos, hasta que en 1948 firmaron un tratado de ayuda mutua, que fue renovado en 1970 y en 1983. Desde entonces las relaciones mejoraron. Desde 1995 Finlandia forma parte de la Unión Europea. Estonia Todo lo sucedido durante el período de la Primera Guerra Mundial en Estonia, Letonia y Lituania fue similar. En la segunda mitad del siglo XIX se les dio a los campesinos el derecho a comprar tierras, y se suprimió el sistema de vasallaje. Al mismo tiempo aumentaba la conciencia nacional en el país. Crecieron cooperativas y movimientos educativos después de la revolución que tuvo lugar en Rusia en 1905 tras la Guerra Ruso−japonesa, y la prensa y literatura moderna desarrollaron aún más el sentimiento nacional. La Revolución Rusa trajo el autogobierno a los estonios, y el 24 de febrero de 1918, fue proclamada república independiente. Tras una guerra contra los bolcheviques, se firmó un Tratado de paz en Tartu entre la URSS y Estonia el 2 de febrero de 1920, por el que se garantizaba la soberanía de Estonia, de manera que la URSS reconoció la independencia. Más tarde la nueva república fue reconocida oficialmente por Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania, Estados Unidos, y otros países. Estonia se convirtió en miembro de la Sociedad de Naciones. En junio de 1940, según el Pacto Molótov−Ribbentrop, tropas soviéticas ocuparon su territorio y el de las repúblicas bálticas de Letonia y Lituania. Entonces se organizaron elecciones, en las que sólo se admitieron candidatos prosoviéticos. El 6 de agosto de 1940, Estonia se convirtió en república de la URSS, de manera que esta última la anexó por el tratado germano − soviético. Cuando Alemania atacó a la URSS en junio de 1941, Estonia fue ocupada por tropas alemanas. En septiembre de 1944, más de 60.000 estonios escaparon a Suecia y Alemania cuando los alemanes se retiraban del país y el ejército soviético avanzaba. Los alemanes ocuparon el país y luego pasó a ser nuevamente república soviética. Junto a Lituania y Letonia, Estonia fue una de las primeras repúblicas soviéticas en avanzar hacia la independencia a finales de la década de 1980, desafiando al gobierno central. Luego de la caída del régimen comunista en la URSS en 1991, el gobierno soviético reconoció formalmente la independencia de las repúblicas bálticas el 6 de septiembre de ese año, y a finales de ese mes las tres fueron admitidas en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Letonia Luego de vivir durante muchos años bajo el dominio del Imperio Ruso, a comienzos del siglo XIX los rusos abolieron la servidumbre en Letonia, la cual existía desde la dominación alemana, la clase terrateniente alemana y rusa mantuvo un sistema autocrático. A pesar de esto, los letones fueron capaces de trabajar por su completa liberación a través de asociaciones políticas y culturales. El estallido de la Revolución Rusa les dio una oportunidad única, y el 18 de noviembre de 1918, Letonia se proclamó república independiente. Más tarde, las tropas bolcheviques tomaron Riga y sustituyeron el 2
gobierno letón por un régimen apoyado por los soviéticos. Después que las tropas aliadas y nacionales expulsaran a las rusas de Letonia en 1920, los soviéticos reconocieron su independencia por el Tratado de Riga. En la década de 1930 Letonia adoptó una posición neutral que se prolongó hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. El 5 de octubre de 1939, Letonia firmó un tratado de asistencia mutua con la URSS, y posteriormente un convenio de reparaciones con Alemania. En junio de 1940, tras la caída de Francia, la URSS acusó a Letonia de formar (junto a la vecina Estonia) una alianza militar secreta antisoviética y sus fuerzas ocuparon el país. Se instaló un régimen comunista tras unas elecciones supervisadas por el Ejército Soviético, y el 5 de agosto de 1940, Letonia se convirtió en una república constituyente de la URSS, ya que fue anexada por la misma. Desde 1941 hasta 1945, Letonia fue ocupada por Alemania, y en 1944 volvió a ser república soviética y a formar parte de la URSS. La resistencia letona a las medidas administrativas soviéticas, tales como la colectivización de la agricultura, continuaron durante algún tiempo, pero hacia 1950 la sovietización era prácticamente completa. Recién en 1991, luego de la caída del comunismo y la fragmentación de la URSS, el gobierno soviético reconoció formalmente la independencia de Letonia, Estonia y Lituania el 6 de septiembre, y las tres fueron admitidas en la Organización de las Naciones Unidas ese mismo mes. En 1994 las tropas rusas culminaron su retirada del país. Lituania Lituania es una república del noreste de Europa, limita al norte con Letonia, al este y al sur con Bielorrusia, al sureste con Polonia y el oblast (región administrativa) de Kaliningrado, perteneciente a Rusia, y al oeste con el mar Báltico. Como Letonia y Estonia, Lituania pertenece a la región báltica. En los años que anteceden al estallido de la Gran Guerra, los lituanos se convirtieron en un pueblo completamente sometido que organizó repetidos levantamientos nacionalistas en 1812, 1831, 1863 y 1905 demandando la reunificación de Polonia y contra la rusificación lingüística y cultural que se estaba imponiendo. Independencia: Durante la Primera Guerra Mundial, el ejército alemán ocupó Lituania, pero en noviembre de 1918 los nacionalistas declararon la independencia del país expulsando a los bolcheviques, rompiendo lo pactado con Alemania en la Paz de Brest−Litovsk, donde se reconocía la independencia lituana. El Tratado de Versalles reconoció su independencia en 1919 y un año más tarde fue reconocida por la Rusia soviética. En agosto de 1922 la asamblea constituyente lituana, reunida en sesión desde mayo de 1920, aprobó una Constitución democrática que proclamaba la República, a pesar de la oposición de Polonia que deseaba la reunificación, y con quien no se reanudarían relaciones diplomáticas hasta 1938. Durante los dos años siguientes, las facciones conservadoras y liberales del Parlamento estuvieron enfrentadas. El 17 de diciembre de 1926, el ejército y los nacionalistas, encabezados por el estadista conservador Antanas Smetona, tramaron un golpe de Estado. Expulsaron a todos los liberales e izquierdistas del parlamento y eligieron a Smetona como presidente y a Augustinas Voldemaras como primer ministro. Después de la llegada al poder de Hitler en Alemania, las diferencias entre lituanos y alemanes por la ciudad de Memel (actual Kláipeda) aumentaron rápidamente. En 1939 un ultimátum de Hitler obligó a Lituania a restituir el territorio de Memel a Alemania. Con el estallido de la II Guerra Mundial y el reparto de Polonia entre Alemania y la URSS, los gobiernos lituano y soviético anularon su tratado de ayuda mutua en octubre de 1939. Poco después el Bloque de los Trabajadores, el único partido político permitido, hizo campaña para la 3
inclusión de Lituania en la URSS, lo cual fue aceptado por el nuevo parlamento, de manera que fue anexionada por la URSS como se determinaba en el pacto germano − soviético. Entre 1941 y 1944 fue ocupada por los alemanes y entre 1948 y 1949 la resistencia a la sovietización fue duramente reprimida. La nueva independencia: A finales de la década de 1980, los rápidos cambios políticos de Europa del Este y la URSS, reavivaron el nacionalismo lituano. En febrero de 1990 se celebraron elecciones en las que el independentista Movimiento Lituano de Reforma (conocido como Sajudis) acaparó la mayoría absoluta del Soviet Supremo de Lituania (asamblea legislativa). El principal dirigente de Sajudis, Vytautas Landsbergis, fue elegido presidente del Consejo, y en marzo de 1990 proclamó la independencia de Lituania. La URSS no reconoció su independencia, por lo que las presiones económicas y militares fueron muy fuertes. Después del fracasado golpe de Estado de agosto de 1991, el 6 de septiembre la Unión Soviética reconoció la independencia de Lituania, Estonia y Letonia; asimismo, las Naciones Unidas reconocieron a las tres nuevas repúblicas inmediatamente. Polonia En los años anteriores al estallido de la Primera Guerra Mundial, Polonia estaba sometida a una política de asimilación; por un lado se introdujo la lengua rusa en las escuelas, se restringió el uso de la lengua polaca y la Iglesia católica vio confiscados sus bienes y se disolvieron las asociaciones religiosas. En conclusión, todas las áreas polacas bajo dominio ruso, eran verdaderas provincias del Imperio Ruso. Por otra parte, las zonas polacas en poder de Prusia también se sometieron a una política de germanización, aunque no tan severa como en la zona rusa; los polacos bajo dominio austriaco no fueron tratados de forma tan severa. Todo esto hacía que Polonia no tenga una cultura e identidad propia. Alistados en los ejércitos de las distintas potencias dominantes, los polacos lucharon entre sí durante la Primera Guerra Mundial. Después de la caída en marzo de 1917 del Imperio Ruso, el gobierno provisional de Rusia reconoció los derechos para la autodeterminación de Polonia. Posteriormente se formó en París un gobierno provisional polaco. En septiembre de 1917 los alemanes que por entonces ocupaban por completo el país crearon un Consejo de Regencia que se convirtió en la máxima autoridad gubernamental para una futura restauración de la monarquía en una Polonia independiente. Ante el derrumbamiento de los Imperios Centrales a finales de 1918, los polacos se movieron rápidamente para construir su Estado. En noviembre, el militar y político polaco considerado héroe nacional, Josef Pilsudski proclamó en Varsovia la República de Polonia, la cual se declaró totalmente independiente en enero de 1919. El Tratado de Versalles, firmado en junio de 1919 en París, otorgó a Polonia una estrecha franja de territorio (el denominado corredor polaco) que se extendía a lo largo del río Vístula hasta el mar Báltico y amplios territorios de Posen (Pozna) y Prusia occidental. El tratado también adjudicó a Polonia importantes derechos económicos sobre la ciudad libre de Danzig. Después de la guerra con la Rusia soviética en 1921, la frontera se trasladó 200 Km al Este de la línea Curzon; Polonia se anexionó zonas de Bielorrusia y Ucrania; además, después de varios enfrentamientos arrebatarían Vilna a Lituania. En el oeste la disputa con Alemania por la Alta Silesia culminó con la intervención de la Sociedad de Naciones que dividió el territorio entre ambos países. En las dos décadas siguientes a la guerra, el temor a Alemania y Rusia determinó la política exterior de Polonia. En febrero de 1921 se estableció una alianza defensiva con Francia y posteriormente con Rumania, Checoslovaquia, Yugoslavia, Letonia, Estonia y Finlandia. En 1932 Polonia firmó un pacto de no agresión con la URSS y en 1934 con Alemania (cuya duración era de diez años) que garantizaban las fronteras de Polonia. En el interior las luchas incesantes entre conservadores e izquierdistas marcaron el desarrollo de la política 4
interior de Polonia, tras la adopción de una Constitución en marzo de 1921, al igual que las demandas de derechos económicos y políticos por parte de minorías étnicas como los judíos, ucranianos, bielorrusos, alemanes y otros grupos; en 1924 se aprobaron leyes que establecían algunas concesiones a las demandas de ciertas minorías. En diciembre de 1925 una ley de reforma agraria aprobó la distribución a los campesinos de 20.234 hectáreas de terreno anualmente. Mientras tanto, Polonia estuvo bajo las amenazas de una permanente crisis financiera que provocó cambios frecuentes de ministros. En 1926, tras un golpe de Estado dirigido por Jozef Pilsudski, Ignacy Moscicki ocupó el cargo de presidente de la República, aunque el auténtico poder fue ejercido por Pilsudski, quien gobernó de forma dictatorial hasta su fallecimiento en 1935, poco después de haberse aprobado una nueva Constitución que formalizaba su régimen autoritario. Fue sucedido por el general Eduardo Smigly−Rydz, antiguo colaborador de Pilsudski, manteniéndose el autoritarismo militar del régimen. El triunfo del nacionalsocialismo en Alemania y la política de expansión de Adolf Hitler a mediados de la década de 1930 supuso un grave peligro a la seguridad polaca. Después del Pacto de Munich y la consiguiente destrucción del Estado checoslovaco (marzo de 1939), Polonia (que por dicho acuerdo recibió 1.036 km2 de territorio) se convirtió en el siguiente objetivo de la expansión nazi; a finales de marzo los alemanes demandaron la cesión de Danzig y la adquisición de importantes derechos en el corredor polaco. El rechazo a estas peticiones por parte del gobierno polaco vino acompañado, el 31 de marzo, de un acuerdo de ayuda militar con Francia y Gran Bretaña ante el temor a una posible agresión alemana. El 28 de abril Hitler denunció el tratado de no agresión polaco−alemán y el 1 de septiembre de 1939 (después de un acuerdo de no agresión con la URSS), Alemania atacó Polonia, entonces Francia y Gran Bretaña la socorrieron, y estalló la Segunda Guerra Mundial. En la misma triunfaron los aliados y, finalmente, en Polonia, Checoslovaquia, Albania, Hungría, Rumania y Bulgaria se instaló el régimen socialista dirigido por los estados hegemónicos. A pesar de que Polonia fue invadida y dividida en varias ocasiones y se vio involucrada directa o indirectamente en las dos guerras, hoy en día es un estado importante. En 1989 se instauró un régimen comunista; actualmente la ley hace valer la Constitución de 1997, y se desarrolla un Parlamento bicameral.
Checoslovaquia La República de Checoslovaquia surgió como fruto de la unión y puesta en común de los checos y eslovacos. En principio Tomás Garrigue Masaryk, un líder nacionalista checo, creó el Comité Nacional Checoslovaco en París, al comenzar la Primera Guerra Mundial. Durante la misma Masaryk y Eduard Benes formaron un gobierno provisional con el apoyo del eslovaco Milan Stéfanik y de las potencias aliadas, dicho gobierno se proclamó después de finalizada la guerra, el 18 de octubre de 1918, en Praga. La nueva República estaba formada por las antiguas provincias del imperio Austro − Húngaro de Bohemia, Moravia, parte de Silesia, Eslovaquia y la Rutenia subcarpática, que se sumó entre 1919 y 1920. Los tratados de Saint Germain y de Trianon fijaron las fronteras del estado checoslovaco que perduraron durante muchos años. Checoslovaquia surgió como una República democrática que seguía el modelo de otros países de Europa Occidental, con un régimen parlamentario, sufragio universal y firmes garantías de los derechos humanos. Poseía una moneda estable y un moderado plan de redistribución de tierras que contribuyeron a hacer frente a la crisis económica de posguerra y a la depresión mundial iniciada en 1929. La Primera República tuvo solo dos presidentes: el anciano Masaryk (1918−1935), y su joven colega Benes (1935−1938). Masaryk fue un político nacido en Hodonín (Moravia) el 7 de marzo de 1850; impartió clases de filosofía, fue nombrado catedrático en la Universidad de Praga, fue miembro del Reichsrat (parlamento austríaco) y luego se dedicó 5
a la educación política de la nación checa. Falleció el 14 de septiembre de 1937 en el castillo de Lány. Benes fue un político nacido en Kozlany (Bohemia) el 28 de mayo 1884; dictó clases de economía en la Academia de Comercio de Praga, colaboró con el movimiento a favor de la emancipación de Checoslovaquia, una vez proclamada la república fue el primero en ocupar el cargo de Ministro de Asuntos Exteriores (1818−1835) y asumió la presidencia luego de que Masaryk deje el cargo debido a su vejez. Checoslovaquia fue un país en el que los partidos políticos se disputaban el poder, aunque la mayor parte del período, gobernó el país una coalición de los cinco grandes partidos encabezada por el Partido Agrario. Los grupos extremistas de derechas e izquierdas, entre los que se encontraba un pequeño grupo fascista nativo y el Partido Comunista Checoslovaco, fundado en 1921, nunca llegaron a tener un peso político real. La República de Checoslovaquia era un estado que incluía varias nacionalidades en su seno (Checos y Eslovacos 67% y el resto pertenecían a minorías nacionales). Quienes formaban parte de las minorías, por lo general no poseían un gran entusiasmo y lealtad para representar a un Estado más fuerte, lo que hacía que aparezcan enemigos. Los alemanes se concentraban en la región de los Sudetes, al norte de Bohemia y suponían el 22% de la población; los rutenios (ucranianos) sumaban el 6% y los húngaros el 5%. Esto sumado a la amistad poco afianzada entre checos y eslovenos. Esto último se debe a que cuando Masarik comenzó su mandato firmó un acuerdo por el cual les prometió a los eslovenos que posteriormente a que cesara el ambiente de guerra, tendrían un autogobierno, el cual la Constitución de 1920 eludió y quiso unificar aún más el poder checo. Además no debemos olvidar que los checos poseían la mayor parte del poder incluso en Eslovaquia, cosa que a los eslovenos no les agradaba debido a su gran catolicismo, ya que el gobierno se disputaba entre el Vaticano y los checos. Checoslovaquia, temerosa de la política revisionista de sus países limítrofes, en especial de Alemania, Austria, Hungría y Polonia, intentó asegurar su supervivencia mediante una estrecha colaboración con Francia, Gran Bretaña, participando en la Sociedad de Naciones y firmando varios acuerdos militares defensivos: en 1920 se unió a Rumania y al Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (Yugoslavia desde 1929) en la Pequeña Entente, en 1925 firmó un tratado de defensa mutua con Francia y en 1935 firmó otro tratado similar con la URSS. Desde el 1 de enero de 1993 Checoslovaquia dejó de existir y surgieron de forma oficial la República Checa y Eslovaquia. El Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (posteriormente bautizado como Yugoslavia) A principios del siglo XIX, los eslavos del sur (o yugoslavos) se veían controlados y han sido separados por potencias vecinas como Turquía, Italia, Austria, Hungría y Bulgaria. Las entidades políticas existentes en el periodo anterior a la Primera Guerra Mundial englobaban los estados independientes de Serbia y Montenegro, Bosnia−Herzegovina (bajo la soberanía del Imperio Austro−Húngaro), Croacia y Eslavonia, (dependencias semiautónomas de Hungría y más tarde territorios de la corona austriaca) y Dalmacia, una posesión de Austria. El Banato, Carniola, Istria y Macedonia eran otras regiones con peculiaridades propias. A pesar de estas diferencias existentes entre los eslavos del sur, todos tenían ansias de formar un Estado. En 1912 se desarrolló la primera guerra balcánica, en la cual Serbia consiguió repartirse con Grecia y Bulgaria la Macedonia turca. La segunda guerra balcánica, al año siguiente, permitió a Serbia aumentar su territorio macedonio y convertirse en una potencia regional hostil al imperio Austro − Húngaro. De esta manera, el 28 de junio de 1914, un grupo de nacionalistas serbio asesina en Sarajevo, al archiduque Francisco Fernando, heredero del otro de Viena. De esta forma estalla la Primera Guerra Mundial cuando Austria − Hungría le declara la guerra a Serbia, y a su vez es el comienzo de la formación del Estado Yugoslavo.
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En 1917 se enuncian los principios políticos de unidad de La Declaración de Corfú (1917) firmada por los representantes del comité y del gobierno serbio en el exilio. La declaración estipulaba, esencialmente, la creación de una monarquía constitucional federada bajo la dinastía de origen serbio de los Karageorgeovitch. La desintegración de la monarquía dual de Austria−Hungría en los meses finales de la I Guerra Mundial dio un impulso espectacular al movimiento de independencia de los eslavos del sur. En octubre de 1918 se reunieron en Zagreb representantes de las distintas dependencias eslavas bajo soberanía austriaca y húngara. Después de organizar un gobierno provisional, los delegados aprobaron una resolución de unión con Serbia. La Asamblea Nacional de Montenegro tomó medidas similares en noviembre. Alejandro, príncipe de Serbia, pendiente de la recuperación de su padre enfermo, el rey Pedro I de Serbia, aceptó la regencia del gobierno provisional el 1 de diciembre de 1918. En ese momento se declaró el nuevo Estado, llamado oficialmente Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, en beneficio de Pedro I Karageorgeovitch. El mismo tenía un carácter muy violento, pues dicen que había asesinado a su mujer Zorka, hija del rey de Montenegro. En 1919 una fuerza italiana bajo el mando del escritor y dirigente nacionalista Gabriele D'Annunzio conquistó Fiume (hoy Rijeka), una de las principales comarcas en disputa. Este hecho fue una de las causas por las cuales se firmaron tratados para delimitar las fronteras: Neuilly − sur − Seine, de Saint − Germain − en − Layne, de Trianon de Rapallo el 12 de noviembre de 1920. Este último contó con la firma de Italia y la del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, la cual fijó un acuerdo amistoso. A cambio de la renuncia a sus reivindicaciones sobre Dalmacia, Italia obtuvo Istria y otras concesiones territoriales importantes. El tratado también estipulaba que Fiume se convirtiera en ciudad libre bajo supervisión de la Sociedad de Naciones. Sin embargo, esta disposición no entró en vigor y, en 1924, Italia se aseguró el reconocimiento yugoslavo de facto de su soberanía sobre el puerto. Mientras tanto, la creación desde 1920 de la Pequeña Entente, una alianza entre Checoslovaquia, Rumania y el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos cuya principal intención era desalentar el resurgimiento del poder de los Habsburgo en Europa central y oriental, provocó pactos similares con otros Estados. En 1921 se optó una Constitución Centralista y Parlamentaria, la cual implicaba un gobierno demasiado centralista. En agosto muere Pedro I, y llega al trono su hijo Alejandro I Karageorgeovitch. El nuevo rey no había heredado la problemática de su familia, ya que su padre era muy violento y su único hermano Jorge, que tendría que haber asumido el reinado debido a que era mayor de edad, estaba extremadamente desequilibrado. Alejandro era ante todo un soldado, se vio atado a su desgracia de ser rey desde muy pequeño, no podía escapar de su propio futuro. Era trabajador y cruel, pero a su vez encantador. Contrajo matrimonio con María, hija de la reina María de Rumania. El dominio serbio en el gobierno, la multiplicidad de partidos políticos, la negativa a conceder la autonomía a croatas, eslovenos y otros grupos minoritarios provocaron intensas luchas políticas en el reino. Bajo la dirección de Stjepan Radiç, los croatas y sus aliados lucharon sistemáticamente contra el sistema y la dirección centralista. La primera fase de la lucha finalizó en junio de 1928, cuando un diputado montenegrino disparó e hirió mortalmente a Radiç y a dos de sus colegas parlamentarios en el Parlamento nacional. En represalia, el croata Caucus se retiró del Parlamento y organizó un régimen separatista cuyo cuartel general se estableció en Zagreb. La guerra civil parecía inminente, pero en enero de 1929 el rey Alejandro suspendió la Constitución de 1921, disolvió el Parlamento y todos los partidos políticos, y asumió el control del gobierno de forma dictatorial, e instauró un régimen autoritario. El rey, que esperaba imponer así la unidad nacional, abolió posteriormente las provincias tradicionales y cambió el nombre del estado por el de Reino de Yugoslavia ('tierra de los eslavos del sur'). Finalmente en 1934, el valiente Alejandro I a los 46 años, fue asesinado por un extremista croata cuando intentaba intensificar la unión en su país tan dividido. Fue más fuerte en la muerte que en la vida. Asumió el trono su primo Pablo con el nombre de Pedro II.
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