EN LA PENINSULA IBERICA

REVISTA IBÉRICA DE ORNITOLOG~A ESPAROLA DE ORNITOLOG~A ÓRGANO DE LA SOCIEDAD VOL. 11 N.' OCTUBRE 1955 1 DATOS SOBRE TfCHODROMd MURdRíA (L.) EN LA

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REVISTA IBÉRICA DE ORNITOLOG~A ESPAROLA DE ORNITOLOG~A

ÓRGANO DE LA SOCIEDAD

VOL. 11 N.'

OCTUBRE 1955

1

DATOS SOBRE TfCHODROMd MURdRíA (L.) EN LA PENINSULA IBERICA POR

F. BE-

(MAoRm) Y JOSE MALUQUER W U Q U E R (BARFELDNA)

Varias recientes capturas y observaciones recopiladas por uno de nosotros en una nota preliminar (M.) deterrninaron-previo cordial cambio de impresiones-la redacción de este articulo. Hemos reunido en 81 cierto cúmulo de datos ajenos (aparte unos pocos propios), que en su mayoría permanecían olvidados o dispersos en publicaciones dificilmente asequibles. Gracias a el10 nos es posible sentar un juicio más cabal acerca de la dfstribucibn y comportamiento del Treparriscos (en catal4n ePe1arroquess) en la Peninsula, donde, sin embargo, falta todavia .. muchfsimo por saber de este extraño pájaro. Los datos conocidos, clasiflcados por regiones. son los siguientes: GALICIA Y CANTABRIA A. BREW(1857) recoge una cita de El Ferro1 (Corufía), que .quizás fue tomada de la obra anónima d2onsideraciones generales sobre varlos puntos históricos, politicos y económicos~,etc., obra aparecida a primeros del siglo pasado, y que Ríos Naceyro

atribuye a L6pez Alonso (no hemos podido consultar la obra). W. TAIT(1924) observó un pajar0 en cierto risco junto a la carretera del Puerto de Pajares (limite entre .León y Asturlas) en mayo de 1911. El mismo ~ u t o rasegura que un ~0mpsfier0 de excursión vi6 por entonces otro Trepamiscos entre Puebla de m v e s y Orense.

Sarow, Owm y Momw (1955) lo observaron en 1a.basliica de Covsdonga (ksturlas) a mediados de octubre. IRBY (lB83)SUpOUe ~ O ejemglares B cobrados en Tresviro, cerca de Potes ( ~ i t a n d e r )que , fueron enviados para la colecci6n de Lord U o r d irby u v o además referencias de que'el pájaro era bien conocido en los *os de huaga (*). Nuestro coasocio D. Ahura de la Lama tiene noticias fldedignas de la presencia actual de este pajar0 en montafias al sur de Santander fcmnunicaci6n verbal). Uno de nosotros (B.) visiM estos iiltimos afios diversas altas sierras de. .Lugo, Zamora y León sin encontrar el p8jaro. : VA8CONGADAB Y PIRINEO OCCIDENTAL

.

A m z ;(1918) incluye estaespecie en la iista de aves vascongadas marcbdola con un asterisco, lo cual indica que obtuvo algún ejemplar. B-s (1907) exsmin6 un ejemplar cazado en diciembre en IrÚn y perteneciente a la colección del Sr. La Rinna MAYALID (1043) exBmin6 tres ejemplares en el ,S@ más

especificaci6n.

..

* El Sr. A. L. Durand observa el pQlaro en los Rcm de Europa, a %M)8 m. de aititud, durante el mes de septiembre de 1W2 (dato lnedito, comunicado por el Sr. R. E. Moreau).

+.

LocrtE (1852) cobra un ejemplar en Urdos [Francia, frente a Canirmc). ~ G ~ ~ A R Q(1902) U E lo halla en varios puntos de los macizos de Pic du Midi d'C)Bsau, Pic de Qer y Balaitus, todos en el Pitineo francbs, frente a la comarca de Jaca. Uno de nosotros (B.) recuerda haber sido informado de que el pajar0 fue visto y cobrado en los MaUos de Rigloe (Huesca). R ~ lo vi6 en Pierreflgte +m*Seebohm, aegún ~ ~ V N D E(1884), so de 1882. La locaiidad citada se halla muy cerca de3ogias que mencionamos a continuao16n eIf el Flrlneo franca. BLAS~LIS (1. c.) examin6 un ejemplar de colecci6n en CcLubietá. W(1896) Obaerv6 el pgjaro en junio en eP vaile de Or; desa (Huesca), donde no lo c.rey6 &#o. En el mis& v&e, por ias risoos del pico de Tabacor, y en el me6 de junio ,$e 1948; ea observado el pájaro por nuestro consocio D. Pedro Vives de Casanova. !?7mTmR y ~~ARRISON (1930) vieron uno en Saint Sauver, Luz (Francia), a unos 1.000 m. de altitud, en el mes de oatubre. CUY y MsrñsamIUoE1P (1933) 10 ahcuentran pacq oomún en y abril. Advierten que con los Giavamie los meses de m@os el pájaro desciende de la montafia. Oobran un aiacho 8dulto en septiembre. HAINARD(1950) 10 observa en septiembre en la Crbte d'Estibhre, no lejos de Luz (Francia). BOXBERGER (1921) observa uno en abrll por c i e ~ , c o r t a d o s próximos a Puebla de Albortbn, no lejos y al sur de Zwagoza. OIiIVIEu (1931) vio uno en octubre entre Poumero y La Furque le cariada (aito Pirineo oriental oscense) y el guia &o1 acompañaba 6eAal6 alguno8 sitios donde cria alii el psjaro. OLIVIER (1941-42) 0bserf6 vario8 Reparrisoos en el macizo del Aneto en septiembre, otro en Pademe y otro en niase de Montarque en el mismo me& Nuestro consocio D. JoaqUin C M DE ZAYDIN(1952) menciona un par de ejemplares en la cbmarca 81 norte de Tamarite de tftera (Huesca). MBs concretamente se refiere a un phjaro cobrado en noviembre junto a Barasona, donde 61 mismo observó en igual fecha otro. Uno de nosotros (M.) lo observ6 en ag06to de 1949 en las roca8 de un torrente cercano al Puerto de la B o n u a , entrada al valle de Arán (Wrlda). Los dias l y 2 de noviembre de 1852 tambien un0 de nos-

otros (M.) encontrb el pajar0 en los riscos rojizos de Camarasa (Lerida), según hizo ya constar brevemente Joaquín MALVQUER S o s m s (1952). El dia 1, un phjaro evolucionaba graciosamente cabeza abajo por el techo de cierta cueva. El dia 2 se ObSeNarOn perfectamente tres en el mismo sitio, que se dejaron contemplar a Pocos metro^, sin que dieran muestras de desconñanza. Los dias 1 y 2 de noviembre de 1954, M., en compafiia de su hermano Salvador, visitó nuevamente la cueva de los riscos de Camarasa, pudiendo observar ambos dias casi constantemente hasta tres phjaros, en toda clase de posturas y evoluciones, que ascendian por las paredes y paseaban por el techo de la cueva rebuscando con el-pico las grietas y emitiendo cortos gritos o silbidos. En e- ocasibn se film6 pelicula en color del p&jaro,aunque con escaso resultado, dada la falta de teleobjetivo y escasez de luz. Un ejemplar obtenido en Camarasa con o~aslbnde la visita de 1952 figura hoy en la colección del Museo de Zoologia de Barcelona, donde no existía ninguna otra piel debidamente datada. Nuestro consocio D. Javier Palaus Soler (comunicaci6n verbal) observe) varios phjaros en enero de 1955 en el Montsech (LBrida) por unos despefiaaeros cercanos a Comiols, donde los paisanos le aseguraron ver los Treparriscos con mucha frecuencia. .PIRINEO ORIENTAL Y RESTO DE CATALURA

En la coleccibn de nuestro consocio Sr. Trave figura un ejemplar naturaiizado, procedente del Pirineo catalhn, obtenido despues de 1939. ignorándose fecha y localidad exactas. VAYREDA (1883) admite vagamente que el phjaro cría en los altos macizos del Pirineo gerundense, citando los de santa Magdalena de Mont, Bassagoda, Nuestra Seiíora de Mont, *cte.>. El mismo autor admite, no m&sexplícitamente, que en invierno el pajar0 desciende a los pueblos pirenaicos prbximos, tales como Caralps, Tragurh, Setcases, Camprodbn, Baget, uetc.,. S e g b el mismo Vayreda, Masferrer encontró este pajar0 en la Tegi6n de Guillerias (no lejos de Vich, entre Gerona y Barcelona), coincidiendo con los rigores del invierno. B~orolous~ (1887) examinb en cierta coleccibn un ejemplar procedente del monte Canigó (Francia). SAUNDERS (1884) observó varias veces el phjaro en noviembre

REVISTA &FZCA

DE ORNITOLOGfil

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Por algunos altos riscos del Pirineo oriental francés (este autor recorrió la comarca de Perpilian y del Monte Canigó). RCEHURST y WRISTLER (1927) observaron una pareja sobre ciert a vetusta torre en el valle del alto rio Tech (Francia) en el mes de junio. F ~ S E T(1913) menciona un ejemplar, sin localidad ni fecha. perteneciente a la colección Tarré. PLANTADA (1903) se limita a decir que es raro en el Vallé$ (Barcelona). En septiembre de 1949, D. Pablo Boflll de Quadras obtuvo un ejemplar en los riscos de Sant Llorenc de Munt (Barcelona), ejemplar que hoy se conserva en la colección del Colegio de los PP. Jesuitas de Sarriá (Barcelona). En los mismos riscos obtuvo otro ejemplar D. Luis de Quadras en 1947. Bastantes afios antes. el Sr. Oriol de Quadras habfa capturado otro Treparriscos en igual localidad, donde suele verse en los riscos y alguna vez sobre paredes de casas próximas a éstos. (1945) menciona un ejemplar disecado que se GIL UETGET conservaba en el monasterio de Montserrat (Barcelona). CENTRO DE ESPAfiA PAZGRAELLS (1854) incluye este pájaro entre los capturados en la provincia de Madrid. Su cita de El Escorial es acusada después por A. B R E(1857) ~ quien examinó oejemplares~entonces existentes en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, donde hoy no hay ninguno. Brehm obtuvo por sí mismo un ejemplar en Espaiia, pero no especifica localidad ni región. Es lo mas probable que su ejemplar fuera catalán o granadino. LILFORD (1866) lo menciona como frecuente ( 1 ) en las alturas del Guadarrama cerca de San Ildefonso de La Granja, donde estuvo en junio. CASTELLARNAU (1877). con referencia a la misma localidad, dice: ahe visto pocas veces esta especie y no tengo seguridad de ella>. JOURD (1906-1909) A~ lo menciona aindudables en la Sierra de Gredos. Creemos se refiere a una antigua cita de Chapman que no hemos podido confrontar al redactar este articulo. Uno de nosotros (B.) h a buscado mucho este pájaro en las Sierras del centro de Espafia, pero no h a logrado dar con 61 ni en Gredos, ni en Guadarrama, ni en Somosierra. Gredos y Gua-

darrama fueron vhitados durante los altimos cincuenta aAos por intlnidad de ornitólogos y colectores extranjeros, aparte varios nacionales, y nadie ha podido dar alli nueva raa6n del pajaro. SERRANIA DE CUENCA Y REGION VALENCIANA ,Uno de nosotros (B.) ha recogido estos últimos &os referencias en la comarca de Tragacete y Ufla (Cuenca), según las cuales este pajar0 es conocido alli por los paisanos. Pero B. no logró encontrar nfngún Treparriscos en las xqbs altas sierras de Cuenca, ni en Albarrwfn, a pesar de que en ambas comarcas visiM detenidamente numerosos y magnfflcos roquedos. El Sr. Marin, catedrático de Ciencias Naturales en el Instituto de Enseflanza Media de Castellón, ha obtenido hace sólo varios afíos un ejemplar procedente de dicha provincia (comunicación verbal). ROJASCLEMEWTS foqulsimos huevos de Treparriscos que poseen algunas colecciones extranjeras fueron obtenidos en cautividad por el suizo zoiiíkofer. (2) Dado que el Plrineo es vlsitado frecuentemente por colectores y ornltólogos extranjeros, es seguro que algunos otros datos de la zona espaiíola han escapado a nuestra recopflación.

la posibilidad de que los desplaeamientos invernales de este pBjaro sean a menudo de considerable envergadura. La captura de Menorca resulta muy siguiílcativa. Nos queda, pues, la sospecha, de si algunos pbjaros pirenaicos y cantbbricos vuelan en otoflo e invierno hasta las mas alejadas provincias del Ambito peninsular. Tanto las areas donde se centran niicleos de reproducción .como las regiones donde suele verse el phjaro en otoflo e invierno, destacan en general por ser muy ricas en cortados rocosos. Son, sobre tobo, comgrcas que se jalonan a lo largo de la mitad oriental de la Peninsula y mas especiaimente siguiendo la aZ invertida, que dibujan en Espafia los terrenos mesozoicos, copiosos en calizas, es decir, rocas que proporcionan abundantes y larguisimos acantilados s. pico. Parte de las localidades datadas contienen tambibn cortados y risqueras palebgenos, que asimismo abundan en la mitad oriental de Espafla. En la8 sierras de la mitad occidental de la Penlnsula dominan pizarras, gneis y granitos, pero ya hemos visto que el R e parriseos es por aquí muy escaso o practicamente inexistente. Ignoramos, sin embargo, hasta que punto es el phjaro querencioso de roquedos arcaicos y graniticos en el alto Pirineo, donde, sin duda, esos terrenos abundan. La poblaci6n total española de Ttchodroma muraria puede sea por lo menos del orden de unos cuantos cientos de parejas, a lo sumo muy pocos miliares. Esta cantidad es sin duda insignificante. El pajar0 está amenazado. Sus peores enemigos son los colectores comerciales y los curiosos cazadores. Be trata de un pbjaro inconfundible a cualquier distancia, que no necesita ser muerto para asegurar una identiflcaci6n. Observarlo en las risqqeras es un placer que debemos saborear largamente y que estamos obligados a reservar para las generaciones futuras.

Tichodroma muratta in the iberian Peninsula. A critic review of the known records and observations is given for each region. A map-in which areas over 1.500 meters are also outlined-shows most of the localities mentioned. Those records subsequent to 1940, are marked with black triangles, the remaining ones with black circles.

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