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En tiempos de Laura Osorio 1- Depositaria del pasado Cba-finales de 1835 Laura junto a su tÃ−a Adoración visitan a Isabel. Luz ha retirado los cargos contra esta. Se ordena la matanza de Barranca Yaco. Nuevo mandatario Don Juan Manuel López “Quebracho”. Hubert De Bracy. Francés. Intenciones de compromiso hacia Laura. Amalia Villalba, madre de Laura murió hace 1 año. Don Felipe, padre, su mejor amigo: Padre Servando Fernandino. TÃ−a Mercedes, prima de Amalia, esposa del comandante Ferrell, pide a Laura que la acompañe a buscar unos niños abandonados, parten a la mañana siguiente. En el rÃ−o un hombre ataca a una mujer, Laura dispara, comprende que era diversión de 2. La legislatura ha propuesto a Mariano Lozada. Rosas no lo aprobará, quiere imponer a Quebracho. Hombre que le conviene a Bs As. 2- Desoladas regiones De Bs As a Cba-finales de 1835 Robertson. Escocés. Informante de la Corona. Amigo de Harrison y Luz. Capitán de La Torre, quieren ir a Cba, la frontera se abre. Se dirigen a Cba junto a un hacendado tucumano. Junto al comandante SaldÃ−as se unen a las fuerzas de las fronteras de Cba. Coronel Sixto: mando del operativo. Antes de llegar a Pilar, Muerto Atado, conocen a dos mujeres aindiadas. Robertson se baña junto a una de ella, llega una mujer, dispara, se aleja, furiosa y confundida. Robertson quiere saber quien era. Los Reynafe. Estado deplorable. Francisco ha escapado. 3- El Ôngel de la Oscuridad Ascochinga (sierras de Cba)-finales de 1835. Laura impresiona por el episodio de Muerto Atado. Don Felipe, los más pequeños, Laura y Consuelo Achaval, amiga de ésta, parten a La Antigua, seguros de que se encontraran con Farrell. DÃ−as después se dirigen al Oratorio (propiedad de Farrell). Laura siente un inocente enamoramiento por el. Cora. Medica. Rara. “diablo”. Mataba con solo cantar. A la tarde, en el Oratorio, entra Cora, se persigna y ve descender un ángel negro con una espada que señala a Don Felipe y a Consuelo, una llamarada los envuelve. Es un instante y todo desaparece. Acertijos que no logra desentrañar. 1
Esa noche Laura sueña con el hombre del remanso. 4- Bardos y Juglares Cba-finales de 1835 Robertson sueña con la joven que lo habÃ−a sorprendido en el remanso. Mercedes, Adoración, Sagrario (las Villalba), Misia Francisquita escuchan a las criadas (Nombre de Dios, Fe, Canela). El capitán Santos Pérez-asesino de Quiroga-ha ido preso. Farrell se casó con Mercedes para que no “le tiraran los perros” a la mulata que estaba esperando un hijo de él. 5- Lo que aún no está escrito Cba-finales de 1835 Robertson y De la Torre llegan a Cba. Sus compañeros de viaje, Don Fidel, lo invita a su tienda, Padre Mateo, al convento. Sargento Camargo. Ayudante de Farrell Farrell amaba profundamente a su sobrina y ahijada Laura desde que su madre ha muerto. Robertson y De la Torre visitan a Farrell, se encuentran con Laura, se reconocen, esta le escapa. 6- Engañosas apariencias. Cba-finales de 1835 Farrell lleva a Robertson a la casa que habÃ−a rentado para él. Canela besa a Robertson, Laura los ve. Farrell y su esposa viajan, no confÃ−an mucho en Ramona (negra mayor), dejan a cargo a Robertson, llega Laura en busca de su tÃ−o, comienzan a discutir, Laura le pega, lo muerde, este la besa en la boca, le pide ser su amigo (esta borracho). Laura se va. 7- Posesiones inalienables Cba-finales de 1835 Las Villalba desean casar a Hubert De Bracy con Laura y a su madre-Madame Crémentine-con Don Felipe. Estos llegaron a la ciudad con José Maria Achaval, hermano de Consuelo, tienen muchÃ−simo dinero. Comenzaron las habladurÃ−as de bodas dobles, Don Felipe se va a La Antigua para alejarse del tormento, Misia Francisquita acompaña a Laura a todos lados. 8-Tiempo de teguas Cba-finales de 1835 2
Robertson es invitado por Farrell a la noche del 24 de diciembre. Se dirigen a la Catedral. Luego de esta todos asistirán a lo de Farrell (De Bracy también irá), Laura y Misia Francisquita prefieren ir a recorrer los pesebres. Para Robertson la noche ha terminado. 9- No vengas contra mÃ− Provincias del noroeste (Argentina)-finales de 1835 Después de la muerte de Quiroga: En Catamarca el gobernador don Mauricio Herrera-federal-eligió como ministros a “ilustrado”-condición y término confundible con el unitario-.el gobernador de Tucumán se ordenó marchar contra Andalgalá y Santa Maria. Vence Tucumán. Heredia destituye a Herrera y pone en el gobierno a don Juan Nicolás Gómez-federal-. Santa Maria y Andalgalá pasan a ser tucumanas. Rosas ordena a las provincias de Santiago del Estero, La Rioja y Tucumán a que acaben con los unitarios de Catamarca. Fernando Osorio se dispone a rescatar a LuÃ−s Allende Pazo ya que este es esposo de su hermana. Allende se niega a volver, Malandra y Mulita lo apoyan, Fernando lo golpea y se lo lleva. Lienán-el ranquel-, el Tuna y el Gato se dirigen a lo de Calandria por “cualquier cosa”. Fernando llega a la casa de su hermana, luego de unos dÃ−as vuelve a su casa, Calandria esta muy enfadada pero luego sede. 10- JerarquÃ−as terrenales Cba-principios de 1836 Los Osorio y los Farrell decidieron permanecer en la ciudad. López “Quebracho” prometÃ−a grandes cambios. Cumpleaños de doña Adelaida. Laura invita a bailar a su padrino, robertson se siente molesto, la saca a bailar, charlan, él maldice porque la muchacha lo esta separando de su amigo. Doña Maria de los Dolores, viuda de Quiroga, reclama a Rosas los restos de su esposo enterrados en Cba. Los restos de Quiroga llegan y son expuestos al público. Luz Osorio escribe a Misia Francisquita. Don Manuel López no pierde tiempo: “Vivan los Inmortales Rosas y López” - “Mueran los Unitarios”. 11- Persuasión Cba-principios de 1836 Robertson se dirigió al rÃ−o. Se acercaba una avalancha con rapidez. Vio a Canela que hablaba con Laura que intentaba manejar a su caballo que se negaba a obedecer. Robertson entró al agua y logró salvar a Laura. Quedaron del otro lado y se refugiaron en un rancho debido a que no habÃ−a manera de cruzar el rÃ−o. DebÃ−an pasar la noche juntos. Robertson prendió fuego, luego de un rato Laura se acercó y 3
comenzaron a hablar de sus vidas. A la mañana siguiente, aunque el rÃ−o seguÃ−a crecido intentarÃ−an cruzar. Cuando logran cruzar cada uno se va a su casa. Robertson despierta, Osorio lo espera en su casa. Lo creen un infame. Don Felipe le dice que tendrá que casarse con ella para reparar su reputación. Lo que siempre supo de Edward se hizo evidente: el amor. Les dijo que lo pensarÃ−a. Misia Francisquita pide hablar con él. Le aconseja casarse con Laura ahora y después conversar otro tipo de arreglo (el divorcio). A ésta le cae muy bien Robertson. Según él Miss Laura no aceptará. Vuelve a su casa y se encuentra con Farrell, luego de discutir éste se marcha. Robertson se casará, ya le dio su palabra. 12- Profundos pasadizos Cba-principios de 1836 Misia Francisquita habla con Laura. Esta no quiere casarse, pero su tÃ−a le dice que debe casarse por su bien, que podrÃ−a haberle tocado algo peor como lo que le paso a su hermana Leonor: era atrevida y estaba enamorada de un joven-Ramoncito Guzmán-. Ambos jugaron con fuego hasta que un dÃ−a Carlos lo retó a duelo y lo mató. Leonor quedó triste y encerrada con llave. Su profesor de música estaba enamorado de ella, le mandaba poemas y le escribÃ−a cartas. Un dÃ−a su padre le dijo que habÃ−a arreglado un matrimonio con Nacho Urrutia que tenia una enfermedad horrible y vivÃ−a en la extrema pobreza. Leonor se escapó con Renzo y no lograron atraparla. Laura habÃ−a cedido. Don Felipe, Misia Francisquita, Laura y Robertson se reunieron pero estos últimos no pudieron decir mucho ya que fue un trato llevado a cabo por el padre y la tÃ−a. Robertson se va a su casa. Recuerda su pasado del que no conseguÃ−a recuperarse y analiza la situación en la que se veÃ−a envuelto. 13- Los viejos pecados tienen sombras largas Paris (Francia)-principios de 1836 Sebastián Osorio-andaba en amores, que el querÃ−a terminar con Granville- regreso a ParÃ−s, fue invitado a la casa de Lady Clarissa Lytton, esa noche llegó a la mansión y vio al marqués de Simeuse y supo que Edmée estarÃ−a allÃ−-hija de una destacada familia de Normandia. Ambos sentÃ−an amor por el otro pero a ella la habÃ−an casado con un anciano aristócrata-se encuentra con Granville. Demuestra frialdad. Al ver a Edmée se va de la mansión. Al llegar a la casa se encuentra con Edmundo, su primo, con el cual vivÃ−a. Ha llegado una carta de Misia Francisquita contando lo sucedido con Isabel y pidiendo que averigüen a cerca de los De Bracy. Sebastián sabe de alguien que puede ayudarlos: Meunier. Dos dÃ−as después: los De Bracy eran una antigua familia de la nobleza normanda. Una jovencita llamo la atención de un saltimbanqui el cual le fue enseñando muchas cosas y después la abandonó: Hubert De Bracy. Esta joven, en Londres, se hizo pasar por Clémentine de De Bracy que era la hermana del tal Hubert y dijo ser de la nobleza. Conoce a un baronet y planea quedar embarazada del anciano pero como esto no sucede busca a un hombre al que amaba y luego informa al milord del embarazo. El anciano decide desposarla. Tratan de disuadirlo. La mujer manda a un abogado para amenazar a la familia con un juicio por paternidad e incumplimiento de promesas. El niño nace en tierra inglesa: Hubert De Bracy-aunque no fue asÃ− bautizado-, ella cita en secreto al anciano y por medio de un engaño “feliz” éste les instituye una pensión de por vida, y no pequeña. Como debÃ−a salir de Inglaterra, se fue a Suiza, luego a España, a Lisboa, volvió a Inglaterra, luego a Europa y cada tanto volvÃ−an a España. Viajan a América del Norte, a Brasil y por ultimo a Bs As. Luego de esto se les perdió el rastro.
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14- Misterios y oscuridad Cba-principios de 1836 De Bracy se levantó malhumorado entre otras cosas porque su madre daba aquella noche una cena para los Arbones que eran insoportables. No entienden como Laura prefiere casarse con Robertson antes que con Hubert. Recuerdan que Robertson es hijo ilegitimo y deciden decÃ−rselo a Laura. Esta que desde el incidente no habÃ−a salido de la casa, se dirige hacia lo de Farrell al cual ansiaba mucho ver porque su tÃ−a mercedes viene a buscarla. Al llegar se da con que Farrell no estaba y quien la esperaba era De Bracy. Laura enfurece y mas todavÃ−a al contarle que Robertson era hijo ilegitimo aunque ya habÃ−a sido reconocido. Laura sale furiosa sube al auto y le pide a SerafÃ−n que la lleve a su casa. Al llegar se encontró con Misia Francisquita al contarle lo sucedido, esta le cuenta que en los papeles Robertson figura como hijo legitimo y eso es lo que importa. Al quedar sola, Misia Francisquita piensa “por eso me gustaba; se parece a Santiago hasta en sus orÃ−genes”. Aquella tarde Don Felipe y Robertson se presentaron en lo del doctor Mota para festejar el nombramiento de José Maria Achaval en otra oficina pública. Don Felipe le presenta a Medina Aguirre y a Manuel Cáceres. Llega De Bracy y comienza a insinuarle cosas a Robertson este le era ignorante asÃ− que Hubert decidió marcharse. Al llegar a la casa se encontraron con Misia Francisquita y Laura, en un momento Robertson le dice a Francisca que debÃ−a hablar con ella y esta le contesta que ya sabe todo que no se haga problema, Robertson se retira. 15- El delirio repetido Cba-principios de 1836 Clémentine ve que su hijo esta mal y le dice que ella misma irá a hablar con Laura para convencerla. Dionisia (trabaja con Clémentine), hija de Mártires (trabaja con Laura), escucha la conversación y le cuenta a Laura. Por la tarde Clémentine se presento en lo de los Osorio. Martina mandó por Robertson. Clémentine le propone que se case con su hijo y le muestra una caja con un montón de libras esterlinas. Sanson se encuentra allÃ− con Laura y perturba a la señora. Laura no acepta el trato. El gato salta contra Clémentine, esta quiso golpearlo pero Laura le detuvo el brazo, en ese momento entra Misia Francisquita y cree que la vieja le quiso pegar a su sobrina, esta comienza a pegarle mientras que Sanson esta prendido de su brazo. Entra Robertson agarra a la señora Clémentine y la separa del gato que se lo da a Pascual que lo arroja al patio. Robertson lleva a Clémentine a su casa. Al llegar Hubert no comprende qué le sucedió a su madre que esta ensangrentada y en estado de descontrol. Al dÃ−a siguiente Hubert presenta la denuncia contar Laura y su tÃ−a. El procurador de justicia hizo unas pocas preguntas a madame De Bracy, Misia estaba dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias. Los De Bracy se llamaron a silencio. 16- Las voluntades unidas Cba-principios de 1836 El padre Fernandino era quien llevarÃ−a a cabo el casamiento de Laura asÃ− que pidió hablar con esta debido a que no la veÃ−a segura. Le dijo a Laura que era libre de elegir pero que no hiciera nada en contra de su voluntad. “quiero casarme” dijo Laura. El padre asintió y le recordó que una sola palabra y todo se cancelarÃ−a. Por primera vez reconoció que Robertson no le era indiferente. Robertson pidió a Farrell que sea el testigo de su matrimonio. Un dÃ−a pasó “el incidente”: Robertson entró al hotel de Los Pizarro al mismo tiempo que De Bracy salÃ−a. Se originó una discusión y se planteó un duelo. Achaval representaba a De Bracy y Medina 5
Aguirre y Manuel Cáceres a Robertson. El duelo era a muerte, mañana en la plaza. Esa noche llegaron en auto, De Bracy habÃ−a llegado primero. Cuando estaban por comenzar todo fue una confusión, salieron patrullas del monte: los hombres del general Pacheco les ordenaron a entregarse de inmediato. El padre Mateo también estaba allÃ−. Fueron a parar a la cárcel, primero soltaron a De Bracy y luego a Robertson porque el comandante Farrell habÃ−a intercedido por él. Al atardecer fue a casa de los Osorio, se acercó a Laura y comenzaron a charlar sobre el incidente. La boda se llevó a cabo en la ciudad con todo el boato no parecÃ−a “de apuro”. 17- Los trabajos y los dÃ−as La Antigua (Ascochinga)-principios de 1836 Don Felipe, Robertson, Laura y los niños partieron hacÃ−a La Antigua. Al llegar los recibió Paula Ordóñez, la encargada de la servidumbre. Robertson fue guiado por toda la casa, su habitación se comunicaba con la de Laura. Robertson sintió un afecto desconocido hasta entonces, esa noche se dormirÃ−a deseándola. -el gobernador de cba Don Quebracho esta en La Carlota, con el objeto de parlamentar las tribus en discordia. Rosas quiere que este pase a gobernador propietario.Farrell llegó a La Antigua, Robertson se retiró prefirió saludarlo después cuando estuviera preparado para dar la mano a su mas querido amigo, a su detestado rival. Robertson acompañó a las jóvenes a la recolección de frutas, en ese momento se sintió casi perfectamente feliz. Esa noche tomó la determinación de ir al dÃ−a siguiente al Oratorio para ponerle fin al distanciamiento con su amigo. 18- Algo más perdurable que la piedra La Antigua (Ascochinga)-principios de 1836 A la mañana siguiente Robertson partió al Oratorio a hablar con Farrell al llegar recordó aquella hermandad que tenÃ−an. Luego de hablar un rato ambos amigos se abrazaron. En los dÃ−as siguientes volvieron a pasar tiempo juntos. Robertson noto a Laura contrariada, la siguió al bosque y éste le pregunto si lamentaba su amistad con Edward ella le dijo que no pero que lamentaba haber perdido su afecto. Luego él la tomó y la beso varias veces en la boca aunque ella se resistÃ−a. Cuando regresaba a la casa ella le arrojo una piña que el agarró y volvió a tirar. Ella corrió y el al alcanzarla quiso tomarla pero ella cayo. Robertson la sujeto de las muñecas y comenzó a besarla en el pecho, ella no forcejeo, de pronto Panchita llamo a Laura y ambos volvieron a la casa. HabÃ−a un lugar privado donde se juntaban Laura y Consuelo. A Robertson le causó curiosidad y cuando ellas se fueron entró. Era sombrÃ−o pero tenÃ−a una belleza silvestre, de pronto vio una mujer de cabellera prácticamente blanca que miraba hacia él, salió del lugar inmediatamente. Al atardecer se sentó con Laura y Consuelo y les pregunto a cerca de aquella mujer. Ambas le contaron que se trataba de doña Blanca, la cual habÃ−a muerto hace mucho tiempo. Era una mujer huérfana que se caso con Ignacio de Osorio. Esta se enamoró de un indio de Salsacate. A él lo mataron y ella enfermo y la internaron el convento. Luego ella quedó embarazada y su hijo nació muerto. Dicen que se volvió loca, intentó matar varias veces a su marido. Murió un dÃ−a que su marido iba a visitarla a la habitación donde Robertson la vio. Al tiempo encontraron a Don Ignacio ahorcado. Robertson y ambas mujeres regresaron a la casa. Esa noche Laura lo hizo entrar en una habitación, Laura le mostró dos ángeles que guardaban el 6
retrato de una joven, entre ellos estaba la virgen sin el niño y lágrimas caÃ−an sobre sus mejillas. La llaman la virgen de las lágrimas. La familia cree que es el verdadero rostro de doña Blanca. Robertson le dijo que se parecÃ−a a ella. Apagaron la candela y él la beso en la oscuridad, luego salieron y éste se incorporó a Felipe y a Edward. Regresaron a cba. Al llegar se enteraron de lo último sucedido: el negro haitiano de los De Bracy quiso propasarse con Antolina-criada de las Núñez del Prado- y como esta se defendió le marco la cara. Al enterarse Don Felipe presentó la denuncia, el haitiano estuvo unos dÃ−as encerrado y después De Bracy pago la multa para que lo soltaran. 19- Responsabilidades intransferibles Cba-mediados de 1836 Consuelo era la más afectada al haberse ido de La Antigua. No querÃ−a volver a su casa, su familia habÃ−a sido de recursos pero después de la muerte de su padre habÃ−an quedado en la pobreza. Sus hermanos mayores se habÃ−an casado y los únicos dos que quedaban con su madre eran Consuelo y José Maria. Consuelo cuidaba a su madre que rezongaba todo el tiempo. A la tarde se reunieron en la casona de la familia de Don Clemente Oliva y hablaron sobre Rosas y otros asuntos. Laura tenÃ−a intriga por la vida de Robertson asÃ− que un dÃ−a buscó la llave que comunicaba sus cuartos y comenzó a entrar y a revisar sus cosas. Un dÃ−a Robertson la descubrió, pero no se enfadó. Laura morÃ−a de la vergüenza. No entendÃ−a si estaba enamorándose de él. 20- Testigo y testimonios Cba-mediados de 1836 Laura conversaba con Consuelo cuando llegó un chico que pronunciaba el nombre de Don Felipe. Lo que contó Consuelo: Ambas siguieron al chico hasta el Noviciado Viejo, en la escalera que bajaba de la cripta encontraron el cuerpo de Don Felipe, estaba muerto. Llegaron Robertson junto con Eduardo, Robertson tomó a Laura que se desmayó, Consuelo junto a unas monjas la llevaron a su casa. Luego trajeron el cuerpo a la casa. Doña Adelaida intentaba calmar a Francisca que lloraba por su hermano muerto. Consuelo se fue a su casa, discutió con su madre, se puso un vestido negro y volvió a lo de Laura. Lo que apuntó Robertson: Robertson regresaba a su primera casa cuando alguien le contó lo sucedido, salio galopando hacia el Noviciado viejo y encontró a su esposa fuera de si. Yo dudaba que hubiese sido un accidente. Cuando todos se retiraron quedamos con el Dr. de La Mota y Edward. Robertson limpio el rostro de Don Felipe para saber que herida lo habÃ−a matado pero ninguna de ellas habÃ−a provocado su muerte notó que tenÃ−a roto el cuello y descubrió la marca roja que lo rodeaba. Se lo mostró a Farrell y al oficial de policÃ−a Pacheco. Llevaron el cuerpo a su casa. José Maria Achaval y el dr. De La Mota le contaron a Robertson que Quebracho prometÃ−a justicia. Vio a Isabel Osorio rezando por el muerto y cuando se retiro se acerco. Luego vio entrar a De Bracy y lo corrió. Despidieron a los que quedaban. Lo que recordó Martina: Martina solo pensaba en la señora mayor. Recordaba la muerte de Nacho porque habÃ−a tenido amorÃ−os con él, estaba preñada cuando este se fue de viaje y unos chilenos lo mataron en la travesÃ−a. Don Lorenzo mató a todos los chilenos que eran parientes de este Santiago que estaba con Francisca y que por 7
venganza a su muerte habÃ−an matado a Nacho. Una india le saco al hijo. Después murió Don Lorenzo que lo mataron los infieles. Y hace unos años mataron a Don Carlos pero su hijo Fernando se cobró la muerte de su padre por 7 ya que también habÃ−an matado a Simón Viejo que lo habÃ−a criado. Dominguito Saravia-Sacristán: Fue el primero de los conocidos que entró a la casa. El traje de Don Felipe estaba bordado en oro. Recordó que varios de los Osorios habÃ−an sido velados con esos viejos atuendos, entonces pensó que aquellos ropajes ofrecÃ−an el sacrificio de alguno de los hombres de la familia en la flor de la edad. Luego rezo, pidió el paño de respeto y cubrió la cara de Don Felipe. 21- De la propia enmienda Cba-mediados de 1836 Doña Adelaida decidió que el entierro se hiciera en el convento de las Teresas. El padre Fernandino hizo las bendiciones y el Dr. de La Mota dijo unas palabras. A este último lo habÃ−an nombrado junto con Robertson albacea y administrador de los bienes de la familia. Robertson conversó con Farrell acerca de tomar algunas medidas: limpiar la casa, ya que todo parecÃ−a un cementerio y llevar a Laura y a los chicos a La Antigua. Laura fue al dormitorio de su padre a rezar, temÃ−a que Robertson los dejara. Escribió a Luz y a Edmundo. Robertson le dijo a Laura que debÃ−a irse, esta no quiso escucharlo y se encerró en su cuarto. Llegó Misia Francisquita y Laura le contó que Robertson los dejarÃ−a este quiso dar explicaciones. 22- Acechanzas Cba-mediados de 1836 Don Benito Lescano murió sin saber que el papa lo habÃ−a nombrado obispo diocesano. Robertson lleva a los niños, Laura, doña Mercedes y Consuelo al campo. Lo único que esperaba era que la policÃ−a diera con el asesino. SeguÃ−an las discusiones con Laura porque esta no entendÃ−a que solo debÃ−a irse por un tiempo para arreglar unos asuntos. ExistÃ−a la posibilidad de la intervención del haitiano en la muerte de don Felipe debido al tipo de asesinato. Camargo seguÃ−a a Beau Bouclier. Primitivo (liberto de la casa) se presento con su nieto -Carmelo- a misia francisquita. SabÃ−an quien habÃ−a matado a don Felipe: Beau Bouclier. El niño habÃ−a visto todo, lo agarraron de atrás con una cuerda. Le apretaron el cuello y le dieron vuelta la cabeza. Fue Carmelo quien aviso a la niña Laura. Ahora entendÃ−a porque Robertson habÃ−a llevado a todos al campo y era por el peligro que corrÃ−an con el haitiano suelto. No sabia que hacer, no entendÃ−a porque lo habÃ−a matado. Cayó en un sueño nervioso mientras oÃ−a ladrar a Capitán. Se despertó al cabo de unas hs: Capitán habÃ−a enmudecido. E levanto y encontró a la servidumbre reunida alrededor de Capitán degollado sobre un charco de sangre ya negra. Se dirigió a la policÃ−a y pidió un guardia por esa noche. Esa noche escucho pasos en el techo, Francisca se acerco a la ventana y disparó. Alguien huyó. En el techo unas gotas de sangre comprobaban que todo era reciente. 23 - Propósitos Cba-mediados de 1836 Francisca mando por Camargo. Este contó todo. Francisquita querÃ−a venganza y pidió a Camargo que la ayudara sin decir nada, por ahora, al comandante. Francisca mando a Canela por el haitiano al cual le dijo que Francisca Osorio querÃ−a verla mostrándole un soberano de oro. El haitiano la sito en las ruinas de un viejo oratorio. Se dirigieron allÃ− Camargo y sus acompañantes, Francisca, Martina y Canela que llevaba consigo el sable de don Lorenzo. Al llegar Beau Bouclier la esperaba con una capa negra y le pregunto que querÃ−a saber: quien mato a mi hermano respondió. Se que fue usted. El negro dijo haberlo hecho por don Felipe 8
molestaba como todos ellos. Canela golpeo al haitiano que luego de caer fue disparado por Francisca sin duda alguna, la bala entro por el costado de la cabeza. Esperaron a que entregara el alma y se retiraron, Camargo rebano el cuello del negro y junto a sus acompañantes tiro el cuerpo a un pozo. Quisieron quedarse con la capa y el anillo de oro pero Camargo los detuvo por precaución. Francisca prometió ayuno y abstinencia por tres dÃ−as. Se confeso en una parroquia donde no le conocieran la voz. Canela al llegar se dirigió a lo de Antolina para comunicarle que el negro ya no la molestarÃ−a y le pidió que guardara silencio. 24 - Lo que guarda la oscuridad Cba y Ascochinga-mediados de 1836 Al llegar Farrell de Ascochinga se entero que el haitiano habÃ−a desaparecido. Pregunto por esto a misia Francisquita que respondió con toda la ironÃ−a. Farrell sabia que escondÃ−a algo que sabÃ−a. También se interrogo a Camargo pero solo dijo que lo perdió de vista. Farrell mando a Camargo a la Antigua por Robertson, Laura y los niños. Robertson veÃ−a muchos cambios en su vida. QuerÃ−a llevar a Laura a Gran Bretaña. Cora hablaba de la oscuridad. No querÃ−a separarse de Laura y los niños pero debÃ−a hacerlo, temÃ−a por Laura. Por un momento sintió la oscuridad de la que Cora hablaba. Era preso de Laura, la Antigua y de aquella sombra llamada oscuridad. 25 - ¿Qué buscas o qué demandas? Cba-mediados de 1836 Ya en la ciudad Robertson hablo con Farrell, la desaparición del haitiano era definitiva. Robertson no querÃ−a llevarse a Laura por las dificultades que esta tendrÃ−a con el lenguaje y las cosas que el necesitaba hacer. Sabia que lo que Cora habÃ−a intentado decirle no era precisamente lo que el habÃ−a interpretado. El gobernador prohÃ−be la entrada de ropa hecha, calzado, sillas de montar, pieles... Laura no querÃ−a que Robertson se valla, una idea le rondaba la cabeza: si se acostaba con el quizás cederÃ−a. Robertson se dirigió hasta lo de una viuda con la que tenia una especie de acuerdo. Se quedo allÃ− toda la noche. Laura se entero. Esta se dirigió a la casa de su esposo el cual decidió escapar y dirigirse a lo de Farrell. 26 - De entrañable modo Cba-mediados de 1836 Laura entro en la casa de Robertson seguida de Consuelo y, aunque Clotilde intento convencerla de que él no se encontraba allÃ−, inspecciono todo y concluyo que se quedarÃ−a a dormir. Reviso su cuarto y descubrió cosas de su marido que no conocÃ−a, finalmente decidieron irse. Robertson llego a la casa y salto las tapias para que no escucharan su llegada, noto que la puerta que separaba ambos dormitorio estaba abierta y al abrir la puerta de su habitación miles de ollas cayeron al piso, Laura le habÃ−a jugado una trama. Esta confeso que si le interesaba. Comenzaron a besarse pero nada resulto como parecÃ−a y Robertson comprendió que no podÃ−a seguir adelante. Luego de unos dÃ−as al llegar a su casa vio a Laura tendida en su cama y esta le pidió que la ayude a ser su esposa, perdió antes el la cabeza que ella la virginidad. Fue una etapa extraña para ambos. “ahora no se irá”, pensaba Laura. 27 - Los venenos del amor Cba-finales de 1836 9
Crispina junto a su amiga se dirigieron a lo de la hechicera Ponciana Vargas. Crispina harÃ−a lo que sea para recuperar a Robertson. Ponciano le pidió a Crispina un pedacito de alguna prenda de abajo y esta le darÃ−a unas gotas y seria lo que tendrÃ−a que ser. Crispina era una viuda que habÃ−a conocido a Robertson aparentemente de casualidad hasta que un dÃ−a fue a su casa y comenzaron a estar juntos, al enterarse de que estaba casado casi enloquece de celos y mas aun cuando Robertson dejo de ir a su casa sin previo aviso. Crispina busco lo que Ponciana le habÃ−a pedido y se lo llevo, esta le dio una gotas que debÃ−a darle junto a una bebida fuerte. Robertson despertó un dÃ−a recordando a Crispina y de los favores que esta le habÃ−a hecho y esa misma tarde se le apareció una mujer diciéndole que valla a ver a Crispina. Al llegar Robertson comenzó a pedir explicaciones y a decirle que se irÃ−a Crispina enloqueció y Robertson la paro y le dijo que hablaran o no tendrÃ−a piedad con ella. Crispina dijo que su esposa amaba a otro y Robertson enfureció. Al salir de la casa Crispina lo siguió con las botellas de güisqui y se las entrego. Crispina habÃ−a vertido el contenido entero del frasco que le habÃ−a entregado Ponciana mucho más de lo indicado. 28 - Pandemónium Cba-finales de 1836 De Bracy escribió una carta para Robertson y Laura diciendo que les darÃ−a información sobre la muerte de Don Felipe. AcudirÃ−an a la cita y el malentendido harÃ−a el resto. Laura luego de recibir la carta y sin que Robertson se enterara se dirigió junto con SerafÃ−n al lugar del encuentro. Al llegar fue hasta la parte posterior y SerafÃ−n se quedo escondido. Llego Robertson. Comenzaron a discutir y SerafÃ−n salio en defensa de la niña contando a Robertson lo que Crispina habÃ−a hecho. Laura escuchaba con atención y no comprendÃ−a nada. Luego de entender comenzó a reprocharle y Robertson pidió que le dejara explicarle. Al llegar a la casa de Robertson se dieron con que Crispina los estaba esperando junto a Clotilde. Robertson indico a Laura que entrara a la casa y al hacerlo se dio con todas las cosas que Robertson habÃ−a preparado para su viaje, en realidad para irse a vivir a lo de los Osorio, era un malentendido. Robertson le explico entre llantos y peleas y le dijo que se la llevarÃ−a con el porque la amaba mas que a si mismo. Crispina entro gritando que querÃ−a hablar con Robertson, le pidió la botella que se habÃ−a llevado la noche anterior y vengativa le dijo a Laura que no habÃ−a dÃ−a que el no fuera a su casa. Robertson no sabia como excusarse, mientras Clotilde intentaba sacar a Crispina de la casa. Esta insulto a Laura que comenzó a arrojar todas las cosas de Robertson al suelo. Llego el gendarme pero Laura dijo que no se molestara a Crispina entendiendo su dolor. Todo habÃ−a acabado, su felicidad ya no existÃ−a. Laura se retiro pidiéndole que no vuelva nunca más. No habÃ−a vuelta atrás se irÃ−a. 29 - El silencio de la partida Cba-finales de 1836 Al llegar le contó a su tÃ−a lo sucedido y subió al cuarto pidiendo no ver a Robertson. Llego Consuelo y Luego Robertson que explico lo sucedido a misia Francisquita. Esta pregunto si volverÃ−a y Robertson asintió que si, partÃ−a mañana muy temprano. Pensaba en lo lindo que hubiese sido llevársela. Laura amaneció enferma. Los niños preguntaron por Brandon y cuando misia Francisquita les dijo que de viaje los niños entristecieron, la tÃ−a les contó una de esas historias que tanto le gustaban. 30 - La cualidad del misterio Cba-finales de 1836 Los De Bracy continuaban preocupados por la desaparición de Beau Bouclier. Una mañana encantaron el cuerpo del muerto. Se trataba de una muerte muy rara al igual que la de Felipe. Hubert no paraba de pensar 10
quien podrÃ−a haberlo matado. Beau Bouclier fue arrojado a la fosa común. Hubert recordó que Antolina cierto dÃ−a habÃ−a comenzado a andar de nuevo por las calles y es por esto que le exigió que le digiera la verdad y esta no tuvo mas remedio que decirle. Tola fue a lo de Canela y le contó todo. Francisca sabÃ−a que con ella, De Bracy no se atreverÃ−a a meterse. Misia rogaba por que llegue pronto la carta de Sebastián. 31 - El mar de los Sargazos Argentina y Gran Bretaña-finales de 1836 y principios de 1837 Robertson viajo a Bs As y luego de poner en orden su trabajo, decidió entrevistar a Harrison a solas. Necesitaba que le aconseje como dejar un fondo para que le sea girado a su esposa. Al despedirse, Robertson habÃ−a tranquilizado: Laura no quedarÃ−a desprotegida. Rosas injurio a Gamboa, tachándolo de unitario y prohibiéndole el uso de la divisa punzó. Antes de llegar a Inglaterra una enfermedad desconocida parecÃ−a ganar terreno, ya no tenÃ−a fuerzas para nada. La ayuda llego de tÃ−a Maud que se encontraba en Plymouth, tanto ella como su esposo lo extrañaban mucho y no pensaban dejarlo ir hasta que se haya recuperado de manera definitiva. Robertson no lograba recordar el rostro de Laura, pensaba en ella pero sobre todo en misia Francisquita “creerá que soy un miserable”. 32 - Nudos gordianos Cba-finales de 1836 y principios de 1837 Laura se repuso bastante rápido. Paso la navidad y un año malo, “el año de los funerales”. Luz le escribió a misia contándole sobre sus hijos y sobre la vista de Robertson. Animada invito a la familia a cenar, Laura se contento con esto. Esa noche misia Francisquita descubrió lo que Robertson le habÃ−a advertido: Laura y Farrell se amaban. Decidió hablar con Farrell y le pidió que no los visitara mas para evitar todo tipo de confusión ya que Laura se encontraba embarazada, lo habÃ−a descubierto aquella noche. Misia subió al cuarto sin saber como encarar el asunto con Laura, si decir nada esta le dijo que estaba embarazada y que no se le ocurriera andar enviando cartas a Escocia. Al salir de la casa Farrell sintió como si sus más bellos sueños se desmoronaran. El dolor que sentÃ−a se volvió insoportable. Se emborracho, mientras imaginaba a su amigo haciendo el amor con su amada, recordó la pistola cargada que tenia detrás de los libros, la busco pero no la encontró. Comenzó a desparramar los libros por todos lados en el momento en que entro SerafÃ−n que lo llevo al cuartito donde sabia recostarse. Lloro como en los dÃ−as de su infancia. En su sueño se le aparecÃ−an nudos que en medio del dolor habÃ−a logrado desatar algunos. Nunca volverÃ−a a sufrir tanto. Al dÃ−a siguiente irÃ−a a confesarse. 33 - El elemento destructivo Cba-principios de 1837 El embarazo de Laura lleno de alegrÃ−a a la familia. Misia Francisquita envió una carta a Robertson. Farrell se marcho al oratorio. Cierto dÃ−a la Lescano contó a Clémentine lo ocurrido con Laura. Hubert se puso muy mal y de regreso a su casa hablo con su hijo que le pidió irse del paÃ−s, querÃ−an regresar a Francia pero todos recordaban lo que habÃ−a hecho Clémentine. Esta comenzó a decir palabras entrelazadas de su pasado que Hubert intentaba descifrar: la estirpe de los De Bracy ha desaparecido gracias a mÃ−. Hubert sintió que habÃ−a perdido su identidad. 34 - Tras la puerta cerrada
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Ascochinga-principios de 1837 Misia Francisquita decidió que lo mejor era que Laura se fuera a Ascochinga y pidió a Consuelo que la acompañara. Prometiendo que al volver de la Antigua, Laura sabrÃ−a hacer encajes. En la estancia se celebrarÃ−a en unos dÃ−as la fiesta de la Candelaria y Laura querÃ−a encomendar a su hijo a ella. Laura decÃ−a a su amiga odiar, detestar a su marido pero en el fondo sabÃ−a que no era asÃ−. Fueron dÃ−as muy felices para ambas. DÃ−as antes de la fiesta Laura paso una mala noche lo que hizo que desistiera de ir a la fiesta. Esa noche, Consuelo le regalo a Laura un juego delicadamente bordado de toallas para la cara, en una se veÃ−a la letra “L” y en la otra la “R”, ambas entrelazadas con un tallo de hiedra. Ambas amigas se abrazaron y Consuelo le prometió que Robertson volverÃ−a. Farrell llego de viaje y pensó en pasar por lo de las niñas pero decidió no hacerlo. Esa misma noche Laura se despertó de una pesadilla que no podÃ−a recordar, de pronto sintió como si la mano de la oscuridad la hubiera cegado, al tiempo que oÃ−a pasos que arrastraba algo afuera. Quiso gritar pero no pudo, se acerco a la puerta e intento escuchar los ruidos. Se desvaneció empapada en la transpiración del terror. Solo deseaba que fuese una pesadilla mientras sujetaba su vientre como si sus manos pudieran proteger al niño que todavÃ−a no habÃ−a nacido. 35 - De arcángeles y demonios Ascochinga-principios de 1837 Juanchita y SerafÃ−n habÃ−an quedado en encontrase cuando Consuelo, que era de sueño pesado durmiera. Luego de besarse y tocarse, comenzaron a escuchar unos pasos con algo que se arrastraba, Juanchita pensó en un ánima pero SerafÃ−n le advirtió que ni lo mencionara. Cuando los ruidos desaparecieron decidieron volver al cuarto y se dieron con que la puerta de la habitación de Consuelo estaba abierta siendo que Juanchita la habÃ−a dejado cerrada. Al entrar se dieron con un charco de sangre. El muchacho habÃ−a visto una figura blanca y al levantar la vista hacia el campanario pudo distinguir al mismo Satanás. Farrell se habÃ−a levantado muy temprano en el momento en que vio llegar a SerafÃ−n corriendo desesperado y manchado en sangre. Sin saber que ocurrÃ−a contó a Farrell lo sucedido. Farrell y Camargo salieron hacia la casa. Al llegar todas las puertas se encontraban abiertas y los perros habÃ−an sido muertos aparentemente envenenados. Ni Laura ni Consuelo estaban en sus piezas. Descubrieron unas marcas de pies que habÃ−an intentado limpiar y las siguieron hasta la sacristÃ−a donde también encontraron sangre. Luego se dirigieron al patio principal y de allÃ− al campanario donde SerafÃ−n decÃ−a haber visto al diablo: de nuevo la sangre. Se dirigieron al lugar donde sabÃ−an charlar Laura y Consuelo y se internaron en la zona deshabitada de la casa. Distinguieron por una ventana el magnolio e intentaron entrar pero la puerta estaba cerrada, con un hacha lograron derribar la puerta. HabÃ−a un bulto en un rincón: era Laura, estaba viva pero no consiente. Cuando Farrell la toco ella gimió al tiempo que se retraba hacia la pared. Estaba herida, se desplomo sin conocimiento. 36 - Por temibles comarcas Ascochinga-principios de 1837 Farrell levaba a Laura en los brazos y acortando camino llegaron a El Oratorio donde Cora los esperaba. HabÃ−a pasado algo malo pero no sabÃ−an que. Llevaron a Laura a una habitación y la recostaron en una cama. Laura estaba bien no habÃ−a perdido a su hijo ni lo perderÃ−a, tenia los brazos en carne viva por haber trepado aparentemente la magnolia que la habÃ−a salvado pero nada grave. Farrell decÃ−a que el diablo habÃ−a matado a Consuelo querÃ−a creer que no pero... Laura decÃ−a que Consuelo la llamaba de un lugar muy oscuro. Puede que estuviese viva. Volvieron a revisar La Antigua, llego el funcionario don Justino que habÃ−a prestado atención a unas ramas colocadas en cÃ−rculo. Farrell mandó llamar a José Maria, el hermano de Consuelo. Les quedaba por revisar en la cisterna. Todo estaba lleno de ratas. Cuando lograron levantar la cubierta, Farrell grito cuidado convencido de que algo maligno saldrÃ−a de la negrura del pozo. 12
Salio una plaga que se disperso por todas partes. Llego el doctor Pizarro. Farrell vio al pie de los escalones una mancha blanca, no le hacia falta bajar para saber que habÃ−a encontrado a Consuelo. 37 - El alma toda a oscuras Ascochinga-principios de 1837 Tomaron el cuerpo de Consuelo y lo tendieron en la cama impresionados ante la pálida belleza de la joven muerta, de pronto se dieron cuenta de que no lo estaba: aun respiraba y el corazón le latÃ−a. ParecÃ−a un milagro. De la boca de la joven surgió un gemido, un sonido antinatural. El doctor Pizarro preciso de una mujer para que la ayudara a salvar a Consuelo, Farrell llego con una anciana. Se limpiaron las heridas y solo una pudo haberla matado: paso a centÃ−metros del corazón y respeto los pulmones. Llego José Maria Achaval en compañÃ−a del dr. De la Mota. Alguien debÃ−a ir a Cba para avisar lo sucedido. Decidieron que seria José Maria quien irÃ−a y traerÃ−a a las señoras al dÃ−a siguiente. Consuelo estaba empeñada en vivir y vivirá. Su hermano prometió que si esta se salvaba tomarÃ−a los hábitos. Farrell se dirigió hacia el oratorio con la esperanza de que Laura pudiera aumentar algo a la investigación. En El Oratorio tanto Laura como Cora parecÃ−an estar en un trance aunque esta ultima al entrar Farrell volvió en si. Laura se repondrá pero dicho mal no tiene una duración establecida, no se sabe cuanto durara. Laura estaba inconciente como si no fuera a despertar nunca. Todo era silencio y el sol parecÃ−a irse muy lejos al oscurecer. La oscuridad se reclinaba sobre todas las cosas. Entre los confusos recuerdos de Cora estaba cuando el padre del comandante la habÃ−a recogido en sus brazos en aquella mina. La esposa de don Andrés la recibió y la llamo Cora como la india que la habÃ−a criado. Tropeo con el espejo y dio con una sombra oscura, negra, un ser alado que estiraba la mano hacia ella como si pretendiera librarse del azogue para atraparla. Doña Eduardo se presento en aquel instante, siempre andaba cerca de ella como ángel custodio. DesconocÃ−a el misterio pero le bastaba el instinto, era un juego maligno que no debÃ−a dejar que se apodere de ella. VivÃ−a preguntándose porque no recordaba nada antes de que don Andrés la encontrara. Pensaba “si su marido se la hubiese llevado”, no le preocupaba Consuelo por que era a Laura a quien la oscuridad buscaba. 38 - El dintel de la razón Sinsacate y Ciudad de Cba-principios de 1837 Farrell llego a La Antigua y se encontró con Ventura Lencina que le comento que en Sinsacate hay un hombre encerrado que le ha pedido al cochero la noche anterior que lo lleve a lo de Felipe. Farrell sintió que esos 2 dÃ−as habÃ−an sido como un largo viaje en busca de sombras que se le escapaban. Al llegar a Sinsacate los dirigieron a la puerta del interior donde nadie contestaba ni parecÃ−a querer abrir la puerta. Derribaron la puerta y adentro se distinguió un bulto de ropas manchadas y el color rosado del agua. Sentado en la cama habÃ−a un hombre: De Bracy, su mirada parecÃ−a ausente y animal. Inmerso en su locura pronuncia cosas como era ella o yo tuve que hacerlo, entre otras. Desde que su madre le habÃ−a contado lo vivido en lo de los Osorio y al recordar todo lo que su madre le contó sentÃ−a haber perdido hasta su identidad. El dÃ−a que volvieron de lo de la Lescano, Hubert habÃ−a hecho dormir a su madre y tomado la cartera con el broche de oro donde su madre guardaba todo. Descubrió muchas cosas que desconocÃ−a preguntándose quien era. Quedo en un estado de furia parecido a la demencia. SabÃ−a que habÃ−an confabulado contra ellos. La demencia le entorpeció el discernimiento y lo llevo a una sola cosa: Laura. Esa noche, Hubert tomo una decisión, pensó y paneo todo perfectamente. En su plan perfecto nada podÃ−a salir mal, ya que conocÃ−a muy bien la ascienda de Ascochinga donde estarÃ−a Laura y Consuelo. Al dÃ−a trasladaron a De Bracy encadenado y seguido por dos guardias a Cba. Fue un viaje largo y al llegar toda la ciudad estaba intrigada a cerca del asesino. Se sentÃ−a cierto respeto a algo antinatural: la locura. Lo internaron en los túneles de castigo. Clémentine al enterarse se dirigió al cabildo hecha una furia, pero no dejaron ver a su hijo. Tuvo que retirarse. Al llegar a la casa tuvieron que abrirle la cama, pronunciaba en voz 13
baja un monologo indescifrable, las criadas no se atrevieron a acercarse. 39 - Un poder sin lÃ−mites Cba-principios de 1837 Misia Francisquita no dudo en viajar a La Antigua en cuanto José le advirtió de lo sucedido, el problema seria doña Josefa. Terminaron viajando por separadas. Al llegar Misia se dirigió hacia El Oratorio y se quedo velando por Laura junto a sus libros, su rosario y su labor de encaje. Cora y Francisca peleaban cada cual con sus recursos, tratando de salvar la vida de Laura y su hijo creando entre ellas un raro entendimiento. Laura yacÃ−a acostada, paso las manos por su vientre y pudo sentir el corazón de su hijo estaban vivos! Cora mando por el doctor. Laura tenia hambre de pan, miro a las personas que la rodeaban y los recuerdos llegaron como un soplo al recordar a Consuelo, a la que creÃ−a muerta, muerta por su culpa, su tÃ−a la consoló diciendo que aun estaba viva. Doña Josefa cayó enferma y se interno en una casa de retiro en la ciudad. Consuelo estaba mucho mejor y Laura se recuperarÃ−a pronto. La victima era Consuelo a la cual no sabrÃ−an que decirle cuando despierte. Francisca dijo a Pizarro que convencerá a Teodomiro para que la deje a su cuidado. Apreciaba mucho a Consuelo y habÃ−a prometido hacerse cargo de ella. Francisca decidió escribirle a Luz para comunicarle lo sucedido, en cuanto a Robertson decidió esperar. 40 - Encuentros Santo Domingo (La Rioja) a Totoral (Cba)-principios de 1837 Calandria temÃ−a que aparecieran soldados dispuestos a saldar algunas cuentas de hombres en ella. Al oÃ−r unos caballos tomo el garrote que tenia detrás de la puerta. Fernando le habÃ−a enseñado como debÃ−a defenderse. Eran 6 hombres que venÃ−an en busca de Fernando, contestándoles ella que habÃ−a desaparecido hace varios dÃ−as estos le dijeron que Tomas Brizuela lo necesitaba en la ciudad. Calandria los corrió de su casa y estos se retiraron. Mas tarde llego Lienán y le contó que el payo estaba en Pituil y que el habÃ−a venido en busca de ella porque alguien de Cba los andaba buscando. Se dirigirÃ−an al sur del paÃ−s. Fernando habrÃ−a podido escapar, pero 5 hombres lo rodearon diciéndole que Villafañe lo buscaba. Hicieron noche en Pituil, y mientras comÃ−an tomo la pistola que solo tenia 4 balas, simulo dormitar y cuando la bebida los volvió descuidados dos denotaciones bajo a los dos que estaban peleando, luego se lanzo contra el que tenia el facon y descargo un martillo sobre la sien del otro. Logro desatar las cadenas y se fue. Mediana Aguirre junto con Dávila, acompañante, joven riojano estudiante de la Universidad de Cba, llegaron a Santo Domingo a la casa de Fernando pero Chañarito no estaba allÃ−. Lienán le explico que Calandria estaba en la iglesia y que querÃ−a sacarlos de allÃ− pero que eran muy pocos y no lograrÃ−an hacerlo. Aguirre propuso ayudarlos. Lograron hacerlo y el Tuna les ordeno que siguieran para el Totoral que Chañarito los seguÃ−a. Llegaron a la estancia de los Allende y dos dÃ−as después también llego Fernando. Fernando y Aguirre arreglaron todo tema referido a los bienes de la familia y sellaron una amistad reciente. Organizaron una fiesta. Al amanecer Medina Aguirre se fue. 41 - LÃ−bralos de las tinieblas Cba-principios de 1837 El juicio de De Bracy seguÃ−a su curso. A Clémentine no se le habÃ−a permitido ver a su hijo. Ordenaron que lo trasladaran a la celda común. Clémentine fue a visitarlo y le llevo toda clase de lujos. De todos modos De Bracy tenÃ−a los dÃ−as contados. Lo condenarÃ−an. Al dÃ−a siguiente encontraron a De Bracy ahorcado con la faja de color oro. ParecÃ−a que habÃ−a podido exorcizar sus demonios. Clémentine reclamo el cuerpo y la ultima lluvia de la estación vio desaparece a los De Bracy rumbo a Francia.
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42 - Errores y aciertos Cba (ciudad y sierras)-principios de 1837 Doña Mercedes se sentÃ−a demasiado culpable. José Maria Achaval habÃ−a decidido profesar en La Merced, cumpliendo la promesa hecha en La Candelaria si se salvaba su hermana. Mercedes querÃ−a lo mismo que este ultimo. Llego Farrell y comprendió que debÃ−an hablar todo habÃ−a terminado entre ellos, algo que nunca habÃ−a sido ni siquiera una amistad. Farrell se irÃ−a a vivir a El Oratorio. A Laura ya se le notaba la panza. Pensaba quedarse a vivir en La Antigua, Misia Francisquita no estaba de acuerdo asÃ− que regresarÃ−a aunque fuera por un tiempo a la ciudad. Doña Mercedes denuncio a Ramona de ladrona y bruja y la metieron en el calabozo. Se acercaba el parto de Laura. Las niñas estaban fuera de peligro pero Consuelo sentÃ−a que nunca se casarÃ−a. Su cuerpo estaba lleno de cicatrices y ni siquiera sabÃ−a si podrÃ−a tener hijos. Francisca continuaba con su labor de encaje. Es anoche llego Farrell acompañado de un joven: Ocampo. Llego la carta de Sebastián para misia Francisquita, esta sabia que ya era demasiado tarde. Eduardo y Ocampo se quedaron a cenar. Laura sabia que ahora era solo ella, nadie más. 43 - En vano llega mayo Ascochinga-mediados de 1837 Fernando Osorio llego a La Antigua. Laura, al igual que los otros se puso muy contenta. Hablaron de todo un poco pero Fernando advirtió a su tÃ−a que no hablarÃ−a ni de su mujer, ni de su hijo. Se irÃ−a a vivir por los Terceros en Puesto Encerrado donde cuidaban los Cepeda. A la tarde llego Farrell junto a Ocampo y mientras los dos primeros se fueron a hablar a solas, Ocampo y Laura salieron a caminar. Tomaron frutas de los árboles y comieron. Comenzaron por hablar sobre lo que Laura habÃ−a sufrido y luego Ocampo le contó de que se habÃ−a ido de Bs As porque se habÃ−a enamorado de una mujer casada 15 años mayor que el. Al dÃ−a siguiente sin que nadie la viera, Laura tomo la carta de Sebastián esperando encontrar en ella noticias sobre su marido, pero no, solo se dio con la información de los De Bracy. Impresionada comenzó a subir la montaña a la que Cora llamaba el Camino de los Comechingones. Antes de llegar a la cumbre distinguió una cruz y más abajo tres escalones: “fe, esperanza y caridad para llegar a Nuestro Señor” habÃ−a comentado el padre Fernandino. Alcanzo la cima y pensó. Al escuchar el grito de un cóndor decidió bajar. 44 - Por siempre oculto y sellado Camino a Bs As-mediados de 1837 Los hombres que acompañaban a Clémentine querÃ−an ir más rápido pero esta se negaba. Poco después vieron a un indio parado sobre la grupa del caballo, le pidieron a Clémentine que corrieran por sus vidas y que después volvieran por el cadáver de Hubert pero al negarse se fueron ellos solos. Mignonne la Batarelle vivÃ−a en Toulon, hija de un batelero solÃ−a cantar siempre. No habÃ−a conseguido desarrollarse plenamente por el hambre. Un dÃ−a se dirigÃ−a al muelle a comprar pescado y se dio con un saltimbanqui que la invito a comer. Luego aceptando la seducción se embarcaron hacia Génova. Un año después dejo al saltimbanqui por el dueño de una compañÃ−a de teatro y se dirigió a Paris, el hombre era viejo pero más rico. En Paris el dueño de una compañÃ−a de comedia que era mas joven y mas rico aunque apropio de Mignonne, fue este quien le enseño morales y juegos eróticos con los que podrÃ−a granar dinero. Un dÃ−a uno de los jóvenes que estaba en el teatro se enamoro de Mignonne y consiguió llevársela. Hubert De Bracy le puso casa en Paris. Mignonne era feliz pero despreciada por todos los demás aunque ella nunca noto eso. Al lado de su casa vivÃ−a un fino artesano: Brossard. Este tenÃ−a una hija llamada Catherine. Un dÃ−a Mignonne quedo impresionada por un secreter lleno de piedras y con unas 15
iniciales en oro: MDB. Encantada deseo conseguirlo pero Hubert no lo logro. Cierto dÃ−a el joven le llevo unos vestidos hermosos aunque ya pasados de moda. En la puerta de negocio del carpintero bajo de un carruaje una bella mujer que comenzó a cubrir a Mignonne de insultos y a pegarle diciéndole que esos vestidos eran de ella y que preferÃ−a regalárselos a cualquiera antes que a una puta como ella. Le rompió todos los vestidos hasta dejarla desnuda y luego la arrojo al barro donde todos los demás siguieron insultándola y tirándole cosas. Al dÃ−a siguiente se entero que aquella muchacha era Clémentine De Bracy la hermana de su amante. Poco después huyo porque a los De Bracy los acusarÃ−an de apoyar a la monarquÃ−a, llego a una aldea de mala muerte donde se entero que los De Bracy estaban en la cárcel de Paris. Regreso a Paris y se dispuso a conseguir el secreter de Brossard. Ya tenÃ−a un nuevo nombre: Clémentine De Bracy, que contenÃ−a las mismas iniciales que la hija del carpintero Catherine Denise Brossard. El grupo que comandaba Fernando Osorio cruzó a Santa Fe donde los esperaba el capitán De la Torre. Al dÃ−a siguiente se dirigieron hacia Arequito. En el camino encontraron un coche abandonado y guiados por el olor encantaron el cuerpo del difunto Hubert hecho un revoltijo de miembros desmadejados entre sal gruesa. Un poco más lejos estaba Clémentine ahorcada colgada de un árbol. Enterraron a madre e hijo en tierra inhóspita uno al lado del otro. Solo era raro el hecho de que no existÃ−a ningún documento, ninguna hoja o lo que fuere cerca del lugar del hecho. 45 - El viento del oeste Edimburgo (Escocia)-mediados de 1837 El barbero y el peluquero entraron en la habitación de Robertson. Malcolm Stewart dio varias indicaciones para que su sobrino luciera como un verdadero caballero. Robertson se harÃ−a cargo por fin de la herencia de su padre convirtiéndose en un verdadero señor de tierras y caudales. Los trámites finalizaron correctamente y cuando iban de regreso a la casa pasaron por la oficina de Malcolm donde encontraron varias cartas entre ellas una de Francisquita. Mediante esta Robertson se entero de todo lo sucedido y decidió volver cuanto antes intentando llegar antes del nacimiento de su hijo pero sabia que no lo lograrÃ−a tardarÃ−a tres meses en llegar. A la semana siguiente Robertson salio de viaje. Se enfrentaron a una temible tormenta. Robertson solo pensaba en Laura y en la posibilidad de no volver a verla nunca. 46 - Cosechas de invierno Ascochinga-mediados de 1837 Misia Francisquita decidió regresar a la ciudad y el comandante Allende Paso junto a su familia se trasladaron a La Antigua. Los cuatro hijos de Inés y LuÃ−s se llamaban LuÃ−s Gonzaga, Maria del Carmen, Carlos Maria y José Ramón. Consuelo se encariño mucho con ellos y propuso darles lecciones. Una tarde Consuelo salió a caminar, se sentó en un banco y pensó. Llego Ocampo y le ofreció su compañÃ−a la cual rechazo. Luego de una larga discusión en la que Ocampo termina diciendo cosas hirientes, Consuelo es llevada por Ocampo en brazos hasta la casa donde Ocampo le declara su amor. Esa noche Consuelo le cuenta a su amiga lo sucedido aquella tarde, Consuelo se niega a aceptarlo porque siente que es injusto para él. Dos dÃ−as después Laura comenzó con las contracciones y se dio con que habÃ−a roto bolsa. Después de un largo trabajo de Paula y con la ayuda de todos el hijo de Laura nació: era una niña. 47- Salvoconductos Buenos Aires-finales de 1837 Robertson llego a Bs As a salvo y se traslado a lo de los Harrison donde se dispuso a escribir a Laura para 16
asÃ− determinar como seguirÃ−a su relación al llegar a Cba. Esa noche después de la cena llego Fernando y trabo amistad con Robertson. Fernando le propuso a Robertson conseguirle el permiso para asÃ− poder viajar más rápido a Cba. J. Anthony King nace en Nueva York y a los 14 años huye de su casa hasta llegar a Bs As donde se incorpora al servicio de la Republica. Los indios chiriguanos lo toman prisionero y cuando es liberado se pone a las ordenes del caudillo RamÃ−rez. Al tiempo se casa con una joven de la familia Bustos. Traba amistad con los Reynafe. Robertson y Fernando se encontraron con él. Este les comento que ya no seria posible salvar a los hermanos de la Señorita Reynafe, los ejecutarÃ−an en unos dÃ−as. Fueron los Reynafe quienes ordenaron el asesinato de Quiroga. El 25 de octubre el asesinato de los Reynafe se habÃ−a organizado como un espectáculo de trágica solemnidad. Robertson, Fernando, De la Torre e Indarte se dirigieron a una casa para presenciar el asesinato desde la azotea. Los tres condenados eran: José Vicente, Guillermo y Santos Pérez. Este último morirÃ−a sin agachar la cabeza. Sonaron los tiros de gracia y luego izaron sus cuerpos a un andamiaje preparado para eso. Robertson decidió ir a visitar al capitán King, pasaron juntos varias horas, luego caminaron hasta la plaza. Los condenados serian tirados en la fosa común. Esa noche robertson deseo estar con su esposa e hija. 48 - Revelaciones Cba-finales de 1837 Fernando y Robertson después de dÃ−as de cabalgar llegaron a Los Algarrobos. Fernando le enseño la casa a Robertson: era magnifica. Fernando deseaba que se constituya al paÃ−s para poder poner Los Algarrobos en marcha. Fernando le pregunto si habÃ−a oÃ−do hablar de Doña Blanca y juntos se dirigieron a un nicho profundo donde se encontraba un cristo tallado en madera, un Ecce Homo. Es un señor de la paciencia. Se lo regalo el indio que amaba a doña Blanca y todo aquel que quiso deshacerse de el le recaÃ−a una desgracia. Siempre habÃ−an saqueado la casa pero nunca se habÃ−an llevado el cristo. Robertson se tiro a la cama como un muerto y soñó con el cristo y el indio muerto. Se despertó sobresaltado y vio en la puerta a una mujer con un niño en brazos, enseguida comprendió que se trataba de Calandria, buscaba al Payo. Misia Francisquita corrió a atender la puerta y se dio con Robertson. Al dÃ−a siguiente partirÃ−an a Ascochinga. Su hija se llamaba Agustina Milagros de la Candelaria. En pocas palabras robertson le contó todo lo sucedido. Un mes antes laura le habÃ−a confesado a Consuelo a cerca de su amor por Farrell, la cual le habÃ−a dicho que no creÃ−a que amara al comandante. Consuelo le aseguro que su esposo volverÃ−a y le pidió a su amiga que se olvide de los resentimientos. Al dÃ−a siguiente Laura recibió la carta de Robertson donde le explicaba todos los acontecimientos sucedidos antes de su partida y le pedÃ−a que le digiera como seguirÃ−an las cosas entre ellos. Además de esto le cuenta acerca de un sueño que tuvo antes de conocerla en el que ella se hallaba dormida en la Antigua y el se acercaba y al querer sentir su corazón para saber si estaba viva, entonces esta despertó y clavo sus ojos en el y el sueño se acabo. Desde ese momento Robertson supo que estaban predestinados. 49 - El culto vivo Brunoy (Francia)-finales de 1837 17
Sebastián y Edmundo deciden visitar Brunoy. Una vez allÃ− se dirigen a lo de Meunier donde los atiende una anciana que lo guÃ−a hasta la oficina. Meunier se encontraba con un amigo y mientras lo despedÃ−a Edmundo le muestra a Sebastián un pupitre, en realidad un secreter donde podÃ−as guardar papeles bajo llave. Meunier se habÃ−a convertido, gracia a Brossard en ebanista, restaurador y anticuario. Meunier le contó que hace poco habÃ−an ido a Bs As a cobrarse unas deudas y a recuperar unos documentos, y es aquÃ− mismo donde recuperan el secreter robado que contenÃ−a las iniciales de la hija de Brossard (CDB) la cual habÃ−a muerto en una tragedia. Meunier se habÃ−a quedado sin su prometida y es por esto que cuando Sebastián pide comprar el secreter, Meunier se lo niega. Esa noche Sebastián decide que regresara al paÃ−s después de siete años. 50 - Corazón y entendimiento Ascochinga-finales de 1837 Robertson llega a La Antigua, Laura se queda perpleja ante su llegada sin saber que actitud tomar y sin poder hacer todas las cosas que tenia planeada para su regreso. Robertson se mantenÃ−a distante ya que pensaba que Laura se comportarÃ−a de otra manera. Esa noche en el dormitorio Robertson le cuenta todo lo sucedido y le dice que esta vivo por ella y le pregunta si su corazón ha levantado la condena. Esa misma noche hacen el amor. Robertson le entrega a su esposa un regalo: un medallón trabajado en oro y esmeraldas del color de sus ojos con las siglas A.M.O.R. (Agustina Maria Osorio de Robertson) y pidió a su esposa que de ahora en mas a su hija la llamaran Agustina. Al dÃ−a siguiente Farrell y Robertson se encuentran, Ocampo es presentado (esta comprometido con Consuelo). 51 - Telón Cba-finales de 1838 Laura estaba embarazada. Con la muerte de Encarnación Ezcurra de Rosas y el bloqueo de Francia a la ciudad de La Plata, Juan Manuel pierde el poder. Rosas entrego salvoconductos para tres misioneros. Fue un suceso importantÃ−simo que impresiono a la gente. Los misioneros pasarÃ−an junto al gobernador López y el doctor Carranza y seria una festividad mayor. Todos recibirÃ−an los mismos beneficios. Dos dÃ−as después, el 3 de diciembre, se inauguro la misión en honor a San Francisco Javier, catequista. Hubo confesiones durante muchos dÃ−as. Doña Adelaida escribió a todos sus familiares para que se reunieran y renovó mediante Teodomiro su testamento. Estaba lista para marcharse. La llegada de los jesuitas, educadores por vocación, ya soñaban con un establecimiento, confiados en la promesa de López Quebracho de entregarles gobierno y cátedras de la universidad. CiudadanÃ−a alegre porque todo aquello parecÃ−a indicar el resurgimiento de la cultura, educación y buen entendimiento. No sabÃ−an que dos años más tarde habrÃ−a monstruos que bañarÃ−an al paÃ−s de sangre.
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