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MAL SECO/ENFERMEDAD DEL PASTO EQUINOS OSCAR ARAYA, med.vet., LCP, PhD Universidad Austral de Chile
El “Mal seco” es una enfermedad de los equinos que ha sido descrita tanto en la Patagonia argentina como chilena, y en la zona centro-sur de Chile. Algunos casos observados en las provincias argentinas de San Juan y Mendoza, parecen corresponder al mismo cuadro. En el Hospital Veterinario de la Universidad Austral en Valdivia hemos tenido la oportunidad de ver innumerables casos a partir de 1968 a la fecha. Estos procedían de diferentes regiones del país, desde la zona de Los Queñes en Curicó hasta la Isla de Chiloé. En general todos procedían de áreas pre andinas, a excepción de los referidos desde Chiloé. Además, hemos podido ver casos en zonas aledañas a Coihayque y hemos recibido consultas referenciales de brotes en Magallanes, particularmente de la Estancia Cerro Castillo en Natales. Por otra parte, una patología similar conocida como “Enfermedad del pasto”, también denominada disautonomía equina, es una patología no infecciosa de los caballos, la cual fue reportada por primera vez en 1909 en el este de Escocia y se caracteriza por una parálisis digestiva consecuente con daño de partes del sistema nervioso autónomo. La etiología de la enfermedad permanece desconocida a pesar de un sinnúmero de investigaciones que se han realizado para determinarla, sospechándose por la naturaleza del daño que hay una toxina involucrada. La mayor incidencia de la enfermedad se encuentra en Gran Bretaña, particularmente Escocia y Norte de Inglaterra. También se ha descrito en el Norte de Europa, especialmente Suecia, Dinamarca y Alemania, y unos pocos casos se han visto en Francia, Bélgica, Holanda, Italia, Noruega y Suiza. Hemos visto que el Mal seco afecta además a mulares, no existiendo una prevalencia de raza, sexo y edad. En relación a esto último, se ha
descrito desde los 4 meses a 20 años de edad, pero el mayor número de casos ocurre entre 2 y 7 años de vida, similar a lo que se reporta en Enfermedad del pasto en Europa. Los casos se pueden presentar durante todo el año, pero la mayor incidencia se observa entre fines de primavera y mediados de verano, en caballos que están a potrero al menos parte del año; aunque se han descrito unos pocos casos en animales que no han tenido acceso a pastura, incluida una cebra en cautiverio. Tampoco se ha determinado una relación con tipo de pastura ni con fertilización de esta. En el caso del Mal seco en Chile, se ve con mayor frecuencia en áreas con similares condiciones ecológicas, específicamente en zonas pre andinas y en la Patagonia, en las cuales el tipo de pastura y el clima (frío) es bastante similar. La enfermedad afecta muchas veces a un solo individuo, pero hemos observado brotes afectando a varios animales durante algunas semanas. En lo referente al clima, se ha visto que dos semanas previas a la aparición de estos brotes ha habido un tiempo frío y seco, con temperaturas entre 5 y 10° C. Esto puede explicar en parte la presentación de la enfermedad en algunas zonas con características climáticas especiales. También se ha visto en Europa que la enfermedad se presenta en algunos casos en caballos que han sido desparasitados frecuentemente, pero esta situación no parece ser el caso del mal seco en Chile y Argentina, donde esta relación no parece existir. Etiología A pesar de casi 100 años de investigación sobre el tema, la causa es aún desconocida. Se ha examinado el posible efecto de plantas tóxicas, químicos, bacterias, virus, hongos, insectos, trastornos metabólicos, pero no ha sido posible establecer una causa exacta de la enfermedad. En general hay acuerdo en que tanto el del pasto no parecen ser contagiosas, sistema nervioso sugiere que una involucrada en el desarrollo de ellas.
Mal seco como la Enfermedad ya que el tipo de daño en el toxina está probablemente, También se ha pensado que
alguna micotoxina pudiese estar involucrada, ya que ciertas condiciones climáticas se asocian a la enfermedad. En este sentido se ha encontrado un hongo del género Fusarium presente en pasturas donde se presenta Mal seco en la Patagonia argentina, pero no se ha establecido una directa relación entre ellas. Por otra parte, la enfermedad ha sido asociada al botulismo, creyéndose que hay una relación entre toxinas botulínicas y la enfermedad del pasto. Esto se ha basado en parte en el hecho que la enfermedad es similar al botulismo infantil en humanos, lo cual se conoce como tóxico-infección. Este cuadro se debe a la absorción de toxinas botulínicas desde el intestino, las cuales son absorbidas allí con gran facilidad. En este sentido, se ha demostrado la presencia de una cepa particular de organismos productores de toxina botulínica, el cual es comúnmente aportado por aves. Se cree que las toxinas botulínicas producidas por estas bacterias aviares, serían capaces de causar todo el espectro de signos agudos y crónicos asociados con la enfermedad del pasto. Algunos estudios han demostrado la presencia de la neurotoxina botulínica aviar en el intestino de caballos afectados por la enfermedad. Pero, por otra parte, muchos caballos portan la bacteria productora de toxina sin presentar algún signo de la enfermedad. Esto podría soportar la hipótesis que los caballos pueden desarrollar inmunidad a la enfermedad y que las yeguas lactantes producen leche rica en estos anticuerpos, lo que haría que los potrillos lactantes no enfermen. Esto naturalmente también podría estar influenciado por el hecho que éstos no pastan al igual que los adultos. El concepto de inmunidad podría también explicar que la enfermedad sea raramente vista en animales viejos. En este mismo sentido, hemos visto en Chile que los animales afectados son principalmente aquellos que ingresan a una determinada zona y no los criados en ella. Hemos observado casos en caballos y mulares jóvenes (1 ½ a 2 años) que han llegado a “zonas problema”, en los cuales se ha desarrollado un brote de la enfermedad. Particularmente importante ha sido esto en mulares jóvenes en un par de campos donde se crían ellos y a los cuales han sido llevados al año y medio de edad, presentándose el problema en forma masiva en la primavera siguiente, con un total de 38 animales muertos de un total de 45 expuestos.
Recientemente, en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Londres un equipo de investigadores liderados por el Prof. Michael Heinrich (2010-1011) ha realizado estudios fitoquímicos y metabolómicos tendientes a determinar la participación de Ranunculus repens (botón de oro), en la etiología de la Enfermedad del pasto. Ellos han comparado predios donde se han presentado casos con predios donde crece la planta pero no se ha observado la enfermedad. Las principales conclusiones de estos estudios indican que se encontró una mayor cantidad de N en suelo y de Fe, Pb y As en ranunculo de los sectores donde se presenta la enfermedad en comparación con predios donde no se han presentado casos. Por otra parte, se encontró una mayor concentración de ranunculina en plantas de predios positivos en relación a predios libres de la enfermedad. En todo caso, en estos reportes se indica que el botón de oro no necesariamente sería el causante primario de la enfermedad, sino que probablemente sólo un factor pre disponente debido a la severa irritación gastrointestinal producida por la protoanemonina, un metabólito de la ranunculina, glicosido este abundante en plantas del Gen Ranunculus Signos El cuadro se presenta de 3 maneras: agudo – subagudo – crónico. Sin embargo, en algunos casos, a excepción del crónico, es difícil establecer claramente a cuál de ellos corresponde la presentación, ya que al parecer todas las formas representan diferentes grados de manifestación de la misma condición patológica. El principal signo refleja una parálisis parcial o completa de todo el tracto digestivo, incluido el esófago. Al cuadro agudo en Argentina se le ha denominado “mal hinchado”, en el cual los signos clínicos aparecen bruscamente, con severo dolor abdominal, frecuencia cardiaca de 7080/min, completo estasis intestinal. En esta forma de presentación el estómago está distendido y llega a contener 20 lts. de líquido, lo que en muchos casos lleva a ruptura gástrica, con muerte del animal al segundo día de iniciado el cuadro. Los animales presentan el abdomen muy distendido, lo que como ya se ha dicho ha generado el nombre de “mal hinchado”, especialmente por la gente de campo en esas zonas. Los animales presentan tremor muscular, están encogidos y puede haber sudoración en manchas.
“Mal hinchado” en un caballo Criollo chileno.
Signos de cólico en Mal seco agudo.
La severa parálisis intestinal lleva a los signos de cólico, con manoteo, miradas al flanco, manifestándose rápidamente disfagia con escurrimiento de saliva. A medida que progresa el tiempo, y si los animales conservan el apetito (cuadros sub clínicos), el alimento empieza a ser regurgitado por nariz, consecuencia de lo cual se puede producir una rinitis, la cual posteriormente se hace seca. Esta regurgitación de líquido también puede, en algunos casos, provenir del estómago distendido con líquido. A la auscultación abdominal se escuchan escasos ruidos y a la palpación rectal el intestino se aprecia lleno de líquido en una primera fase, con asas de intestino delgado ubicables a la entrada de la pelvis. El cuadro sub agudo es similar, pero con signos menos pronunciados. No hay acumulación de gran cantidad de líquido en el estómago, la dificultad de deglutir es marcada, se observan los tremores musculares y rápida pérdida de peso. Los caballos consumen pequeñas cantidades de alimento, pero cuando esto sucede rápidamente presentan signos moderados de cólico. Algunos de estos casos mueren en una semana a diez días o pasan a una fase crónica de la enfermedad.
Mal seco sub agudo en yegua Criollo chilena.
En la fase crónica, la cual le ha dado el nombre de mal seco a esta enfermedad en Chile y Argentina, se observa un rápido enflaquecimiento, con marcada pérdida de masas musculares, abdomen retraído (abdomen de galgo) y en algunos casos, cólico leve e intermitente. Se aprecian diferentes grados de disfagia, pero no hay acumulación de líquido en estómago, presentándose una marcada constipación. A la palpación rectal, se encuentra el colon mayor con un material firme y seco, aunque no demasiado abundante. Si hay eliminación o se obtienen heces por palpación rectal, ellas son escasas, duras y de color oscuro. En algunos casos están cubiertos por un mucus seco grisáceo. Los caballos afectados por la forma crónica pueden sobrevivir hasta 2-3 meses, dependiendo esto de la gravedad del cuadro.
Severa emaciación en Mal seco crónico.
Cuadro de Mal seco crónico terminal.
Hallazgos post mortem En el cuadro agudo el estómago está lleno de un líquido verde/caféamarillento, y el intestino delgado distendido con líquido en toda su extensión. El colon, en cambio, se encuentra repleto de una ingesta dura, seca y de color oscuro, con una cubierta fina negra, consecuente a desprendimiento de la mucosa del órgano. Otro hallazgo frecuente es la presencia de úlceras lineares en esófago, consecuentes al reflujo gástrico. Como se ha mencionado, en los casos crónicos es característica la marcada emaciación, con escaso contenido en tracto intestinal, aunque en algunos caballos también se ha encontrado impacción del colon, con contenido seco, duro y cubierto de mucus grisáceo.
Contenido colon en mal seco agudo en un mular.
Contenido colon en caballo con Mal seco crónico.
Heces duras y cubiertas mucus grisáceo en colon caballo Con Mal seco crónico de larga duración.
Examen microscópico El diagnóstico definitivo se hace mediante el examen histológico, encontrándose lesiones neuronales en ganglios autónomos tales como craneal, cervical, estrellado y celiaco mesentérico, así como en núcleos cerebrales específicos y en el cuerno ventral y materia gris intermedio lateral de la médula. Las neuronas afectadas presentan un cambio cromatolítico, tiñéndose homogéneamente con H-E y cresol violeta. Se aprecia pérdida de gránulos de Nissl, edema neuronal, vacuolización y a veces núcleos picnóticos. En la sub mucosa y plexos mesentéricos se observa degeneración o pérdida total de neuronas entéricas. Este daño, en los casos agudos se extiende al yeyuno, íleon, colon menor y a veces al colon mayor, siendo el más afectado el íleon. En los casos crónicos, la única zona severamente afectada es el íleon. Diagnóstico El principal problema en los casos de Mal seco vistos en el Hospital Veterinario de la Universidad Austral ha sido el error de diagnóstico con que han sido referidos los caballos en los casos agudos. Todos ellos han sido tratados en una primera instancia como cuadros de cólico. Estimo que en la mayoría de los casos no se ha realizado una adecuada anamnesis y tampoco un examen clínico completo, lo que permitiría establecer un pre diagnóstico de Mal seco y con ello establecer medidas de manejo y tratamiento más acorde con esta patología. Por otra parte en la mayoría de los casos, tampoco se efectúan exámenes post mortem en los caballos que mueren como consecuencia de un cólico agudo, especialmente en aquellos que estaban en potrero en el momento de la iniciación del cuadro. Los signos clínicos, junto a aspectos epidemiológicos de la anamnesis, pueden ayudar a establecer un adecuado diagnóstico clínico. Sin embargo, no todos los animales afectados presentan una signología suficientemente clara y, es difícil para el veterinario distinguirlo de cuadros de cólico por otras causas, de disfagia o pérdidas de peso por otras patologías. Además, no existen pruebas específicas no invasivas en los animales vivos para diagnosticar la enfermedad. Por lo tanto, el diagnóstico definitivo sólo puede ser hecho por examen histológico de
ganglios nerviosos autónomos en el post mortem y obteniendo un pequeño trozo de intestino quirúrgicamente en animales vivos. Tratamiento Los casos agudos severos no responden al tratamiento y lo indicado es la eutanasia. En los casos sub agudos se ha obtenido algún resultado con el uso de Cisaprida, la cual se emplea para incrementar la actividad intestinal en las personas. La dosis a utilizar es de 02-05 mg/kg por vía oral por 10 días, aunque se han utilizado hasta 10mg/Kg/7ds. En nuestra experiencia, con este medicamento hemos logrado resultados satisfactorios en unos pocos casos. Los cuadros crónicos difícilmente se recuperan, pudiendo intentarse medidas manejo y alimentación, con dietas palatables y de fácil deglución (pasto verde picado, zanahoria picada, concentrados remojados en melaza, etc.). Si los caballos no comen, estos alimentos deben darse por sonda 2 veces al día, aunque esto es bastante traumatizante para los animales. Los caballos se deben cepillar 2 veces al día para eliminar el sudor que apelmaza el pelo y además, deben ser cubiertos con una capa para prevenir la hipotermia. En nuestra experiencia no hemos recuperado ningún animal en estas condiciones.