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PRODERNOR Proyecto de Desarrollo Rural del Nororiente de El Salvador
Morazán y La Unión
epicentro de la esperanza
Las familias pobres de los departamentos salvadoreños de Morazán y La Unión están mejorando sus condiciones de vida gracias a nuevos conocimientos que aplican en sus vidas.
FIDAMERICA
E50 343
FIDAMERICA-RUTA Morazán y La Unión, epicentro de la esperanza / FIDAMERICARUTA; Andrés Boza. --San José, C.R.: Unidad Regional de Asistencia Técnica, 2001. 12p.:il.; 28cm. -- (Serie de Publicaciones RUTA: Sistematizando Experiencias No.3) ISBN: 9968-866-04-0 1. DESARROLLO RURAL. 2.POBLACION RURAL. 3. CAMPESINADO. 4. AGRICULTURA SOSTENIBLE. 5. CONSERVACION DE SUELOS. I. Boza, Andrés. II. Serie. III. Título.
Investigación y texto:
Andrés Boza
Control de Edición:
Luisa Paz
Realización gráfica:
Jorge Morales
Diseño de portada:
Luisa Paz
Fotos:
Andrés Boza
Dibujo fondo:
Pablo Morales
Con la colaboración de: Julio Berdegué Coordinador de FIDAMERICA Jorge León Especialista en Desarrollo Rural, RUTA-FIDA. Carmen Eugenia Morales Especialista en Implementación de Proyectos y Capacitación. RUTA.
Agradecemos a todas las personas, los técnicos del proyecto y las organizaciones que colaboraron en la preparación de este reportaje.
Morazán y La Unión EL SALVADOR
Los campesinos de Morazán y La Unión, dos departamentos de El Salvador, están propiciando un terremoto de cambios gracias a nuevos conocimientos que aplican en sus vidas... Aunque esta región de El Salvador ha sido afectada tradicionalmente por el analfabetismo y la pobreza, cientos de agricultores están demostrando que las ganas de aprender pueden traducirse en superación. "A mí me han enseñado a ser un agricultor de verdad", señala Nelson Argueta, un muchacho de pelo rizado, moreno y bajo de 24 años. Este joven, que pertenece a una familia de agricultores, ha empezado a levantar una parcela en la que las técnicas de conservación de suelo y de agricultura sostenible se dan la mano para proveer una cosecha abundante.
Nelson vive en San Fernando, un caserío enclavado en la cordillera de Nahuaterique, a unos 150 kilómetros de San Salvador. Este campesino ha sido testigo de cómo esta región, a pesar de su riquezas naturales, ha vivido por años cara a cara con la pobreza. Y es que aquí las carencias han dejado su cicatriz en el paisaje humano de miles de hogares, golpeados en el pasado por una guerra interna, grandes brechas sociales y dos dramáticos terremotos.
El uso de tutores en la producción de tomate es una de las técnicas que Nelson Argueta aplica en su parcela
Sin embargo, Nelson -como muchos otros agricultores- asume que no hay que quedarse de brazos cruzados y que la única manera de salir adelante es con el trabajo constante y el aprendizaje de nuevos conocimientos.
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"En mi parcela lo único que yo sembraba antes era maíz, pero sólo obtenía dos cosechas al año y muchas pérdidas", recuerda el agricultor, mientras sus palabras hacen trizas el sopor del paisaje cálido de lomas secas. Al igual que Nelson, cientos de productores de Morazán y La Unión han recibido la capacitación y asesoría técnica que tanto necesitan para que por ellos mismos combatan la erosión y diversifiquen sus cultivos. Esa transferencia de conocimientos es fruto de un proyecto cofinanciado por el Fondo Nelson Argueta vigila cuidadosamente el crecimiento de las plantas Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el gobierno de El Salvador y los propios beneficiarios a través de su trabajo.
Esa iniciativa ha recibido el nombre de Proyecto de Desarrollo Rural del Nororiente de El Salvador y es mejor conocida por sus siglas como PRODERNOR. El proyecto busca aumentar los ingresos y mejorar las condiciones de vida de las familias de Morazán y La Unión.
Vista general de la parcela de Nelson Argueta que muestra la aplicación de técnicas de agricultura sostenible
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CAMPESINOS CAMBIAN POR SU CUENTA Con la orientación de PRODERNOR, Nelson descubrió por sí mismo que antes usaba técnicas de producción inapropiadas en su parcela.
"Esto va para adelante... el dinero y el trabajo que invierto en mi parcela ahora sí se transforma en ganancias"
Este agricultor ha aprendido cuál es la mejor época para sembrar las semillas, cómo aplicar la agricultura orgánica y nuevas opciones para cultivar en su terreno de poco más de dos hectáreas.
Nelson Argueta
Además, ahora economiza mucho dinero pues ya no gasta el monto que antes dedicaba a comprar agroquímicos, ya que aprendió cómo preparar fertilizantes naturales. "Ahora produzco cilantro, chile (pimiento), tomate, pepino, maíz, pipián, cebolla, zanahoria, pepi-no…", enumera Nelson, quien vive con su esposa y dos hijas en una casita al pie de su parcela.
Oscar Reyes teje una de sus hamacas multicolores
¿Y cómo ve las cosas ahora? La respuesta del agricultor es rápida y contundente. "Esto va para adelante", sentencia. Y añade: "El dinero y el trabajo que invierto en mi parcela ahora sí se transforma en ganancias". Al igual que Nelson, PRODERNOR está buscando transferir a muchos agricultores técnicas de agricultura sostenible para modificar sus sistemas de producción. El proyecto brinda su ayuda a través de la modalidad de coejecución, es decir, trabaja con otras organizaciones de la sociedad civil para que a través de ellas los beneficiarios reciban apoyo.
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"Esta capacitación promueve el fortalecimiento técnico de los productores agrícolas", explica Luis Ibarra, responsable de la Unidad de Capacitación de PRODERNOR. Ibarra explicó que más de 120 técnicos repartidos en Morazán y La Unión han capacitado a 1.200 productores mediante charlas, seminarios y demostraciones.
ARTESANO DE LAS HAMACAS "A mi esposo le enseñaron, entre muchas cosas, que debe andar bien presentado, hablar de buen modo y tratar a las personas con cortesía", dice con una sonrisa en sus labios María Edith Arteaga de Reyes, una humilde productora de hamacas del pueblo de Delicias de Concepción. Esta mujer afable y optimista de Morazán -junto con sus hijas y su esposo Oscar- es fabricante de hamacas multicolores. Las hamacas que tejen los Reyes constituyen su único ingreso económico. Junto con otros "hamaqueros" de su pueblo esta familia ha recibido capacitación y asistencia técnica en el área de microempresas y comercialización. Doña María Edith asegura que los nuevos conocimientos les han permitido aumentar sus ventas y planificar su
Oscar Reyes, si esposa María Edith y una de sus hijas producen sus hamacas en familia.
Padre e hija creen que la producción de hamacas les ha ayudado a ser una familia más unida
porvenir con una visión de futuro.
"A mí la capacitación me ha servido para conocer mejor el mercado al que van dirigidos mis productos", interviene su esposo Oscar Reyes.
A don Oscar y su familia las capacitaciones les han permitido descubrir que sus hamacas no sólo pueden ser vendidas en su comunidad, sino que también son muy apetecidas por el turismo extranjero.
Es por esto que ahora distribuyen sus artículos en muchos municipios circunvecinos, y ahora don Oscar viaja regularmente al vecino país de Honduras para entregar pedidos que le encargan con antelación. Gracias al incremento de sus ventas, y en general de la demanda, don Oscar y doña María Edith han incorporado a su grupo de trabajo familiar a nuevos artesanos de su comunidad a los que les han dado empleo. Edith Reyes ayuda a sus padres cuando no asiste a la escuela
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JOVENES LABRAN SU FUTURO En el municipio de Divisadero, que pertenece al departamento de Morazán, un grupo de 34 jóvenes están forjando su futuro y también le sacan provecho a los nuevos conocimientos.
"Nosotros queremos que estos jóvenes aprendan un oficio que les permita obtener un empleo y contribuir con el progreso de sus comunidades"
Bajo el nombre Programa Empresarios Siglo XXI, un grupo de 280
María es una de la jóvenes que participa en los cursos de panadería
jóvenes entre los 14 y 23 años, está recibiendo cursos de capacitación teóricos y prácticos en panadería y albañilería.
Este programa, que se brinda con el apoyo del Ministerio de Educación de El Salvador y las alcaldías locales, busca que los jóvenes puedan insertarse con éxito en el mercado laboral, ya sea como microempresarios o como mano de obra calificada. "Nosotros queremos que estos jóvenes aprendan un oficio que les permita obtener un empleo y contribuir
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con el progreso de sus comunidades" comentó Luis Ibarra de PRODERNOR. Ibarra explicó que las materias de los cursos responden a las demandas de capacitación que las propias comunidades han identificado. Otros talleres que se piensan impartir en el futuro son rotulación y serigrafía, carpintería y estructuras metálicas.
"Debemos asegurarnos que este esfuerzo tan importante logre su sostenibilidad mediante la organización y coordinación con las alcaldías locales, las coejecutoras y la misma población beneficiaria"
"A diferencia de otros programas de formación laboral que sólo enseñan el oficio, los estudiantes que demuestren aptitudes empresariales, recibirán un fondo de inversión innovativa", explicó Luis Ibarra. "Este fondo les permitirá adquirir equipo, instalar una pequeña empresa e iniciar una capacitación en el área de comercialización" añadió.
HAY UN CAMBIO EN MARCHA Según Alfonso Parada, subdirector técnico de PRODERNOR, este esfuerzo de capacitación ha motivado a las personas a superarse y está generando bienestar en la zona. Esto se ve reflejando en que las comunidades se están convirtiendo en el motor de su propio desarrollo. "Hemos visto un aumento en la generación de ingresos de muchas familias que se refleja en
Nelson Arqueta ha aprendido a cosechar tomate y pimienta en forma sostenible
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una mejora de su calidad de vida"
Al grano... ¿Quiénes son?
del Nororiente de El Proyecto de Desarrollo Rural
¿Dónde están?
án y La Unión, El En el Departamento de Moraz
¿Qué hacen?
Salvador.
Salvador
a de mejorar las condiciones de vid Desarrollan programas para
las familias rurales pobres.
¿Cómo los contacto?
sa No. 26, Barrio as en Tercera Calle Oriente, Ca cad ubi n tra uen enc se les tra Facsímil Sus oficinas cen nos (503) 654-0465, 654-2011, éfo Tel án. raz Mo a, ter Go sco El Calvario, San Franci navegante.com.sv ctrónico es prodernorcentral@ ele reo cor su y 74, -01 654 (503)
expresó Parada.
En este sentido, PRODERNOR, que opera en Morazán y en 7 municipios del vecino departamento de La Unión, está funcionando como el "combustible" de ese motor al brindar un proceso de capacitación que atienda las necesidades productivas de diferentes segmentos de la población. PRODERNOR, que empezó a trabajar en 1999, tiene como meta para el año 2005 -cuando concluya sus operaciones- haber ayudado a cerca de 8.000 familias pobres. "Debemos asegurarnos que este esfuerzo tan importante logre su sostenibilidad mediante la organización y coordinación con las alcaldías locales, las coejecutoras y la misma población beneficiaria" agregó.
Personas entrevistadas para este reportaje:
Sr. Nelson Argueta, agricultor.
Sr. Oscar Reyes, agricultor y artesano hamaquero.
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Sra. María Edith Arteaga, artesana hamaquera.
Ing. Juan de Dios Nolasco, asistente técnico de campo, PRODERNOR.
Sr. Carlos Durán, programa de crédito, PRODERNOR.
Ing. Juan Funes, asistente técnico en comercialización, TechnoServe.
Ing. Alfonso Parada, sub-director técnico, PRODERNOR.
Ing. Luis Alonso Ibarra, responsable de la Unidad de Capacitación, PRODERNOR.
Ing. José Walter Torres, coordinador del Componente de Generación de Ingresos, PRODERNOR.
Lic. Marianela Brizuela, encargada de comunicaciones, PRODERNOR.
Ing. Eduardo Alvarado, técnico agrícola, PRODERNOR.
Ing. Carlos Ventas, técnico, PRODERNOR.
Ing. Ulises Baquerano, técnico área microempresas, PRODERNOR.
Ing. Juan Carlos Muñoz, técnico agrícola, PRODERNOR.
Ing. Guadalupe Torres, asistente técnico en comercialización, TechnoServe.
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