España gasta euros por desempleado al año frente a los euros de la media europea

EUROÍNDICE LABORAL IESE-ADECCO (Análisis del mercado laboral de 7 países europeos en el primer trimestre y proyección para el tercer trimestre de 2008

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EUROÍNDICE LABORAL IESE-ADECCO (Análisis del mercado laboral de 7 países europeos en el primer trimestre y proyección para el tercer trimestre de 2008)

España gasta 10.070 euros por desempleado al año frente a los 11.390 euros de la media europea •

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El gasto promedio en políticas de empleo de los 27 países que integran la UE equivale al 2,12% del PIB comunitario y supone 11.390 euros por desempleado y año. Aunque los países con mayor PIB per cápita suelen ser los que más invierten en este apartado, hay excepciones como el Reino Unido, con uno de los PIB más altos en Europa y un gasto que supone la sexta parte del danés. España se ajusta a la media europea en cuanto a inversión, que equivale al 2,12% del PIB, pero queda un 11,5% por debajo en cuanto a distribución por desempleado, que es de 10.070 euros. La composición del gasto promedio da mayor importancia a las políticas pasivas, que suponen el 64,2% del total, seguidas de las políticas activas, con un 25% y los servicios públicos de empleo (un 10,8%). En España la distribución es similar con porcentajes del 68,4%, el 27,4% y el 4,2%, respectivamente. Hay países que dan mayor peso a los servicios públicos de empleo, como Reino Unido, o a las políticas activas, como Suecia. Analizando por separado las políticas activas, el apartado de capacitación supone el 9,7% del gasto total en la UE-27 y las Ayudas a empleadores el 6%. Sin embargo, España gasta menos en el primer apartado (6,9%) y más en el segundo (13,6%). En cuanto a las políticas pasivas, si en Europa el 60% del gasto total es para los subsidios de desempleo y el 4,2% para las prejubilaciones, en España la inversión para éstos últimos es sólo del 1,5% mientras que los subsidios acaparan el 66,9% del gasto. Cuanto mayor es el peso de las pasivas en relación con las activas, la tasa de paro tiende a aumentar. Por cada décima que se incrementa (o se reduce) la relación entre ambas, la tasa de paro, en promedio, crece (o desciende) 1,2 puntos porcentuales. Así, si España mantuviera el gasto en políticas pasivas en el 68,4% del gasto total y elevara la porción de las actuaciones activas (por ejemplo, de la participación del gasto en Capacitación) al 28,5%, lograría una reducción de la tasa de paro de 1,2 puntos. El empleo creado en los siete países analizados en el primer trimestre ha sido suficiente para dar una ocupación a todos aquellos que comenzaron la búsqueda por lo que el grupo de parados se ha reducido en 1.045.000 personas (lo que supone una contracción del 7,6%). Aunque en el tercer trimestre la ralentización del crecimiento será más evidente, también se contraerá este colectivo en 310.000 personas (un 2,5% menos interanual). La ralentización afecta especialmente a nuestro país: en el primer trimestre el colectivo de desempleados ha aumentado en 318.000 personas (un 17,1% interanual más) y está previsto que en septiembre lo haga en 323.000 (un 18% más que un año antes). España acumulará en septiembre dos años seguidos viendo caer el número de jóvenes con ocupación. En el primer trimestre se han destruido 100.000 puestos, lo que supone una contracción del 5,1% interanual y se espera que destruyan otros 84.000 en septiembre, con una nueva reducción interanual del 4%. Nuestro país tiene el peor desempeño de la tasa de paro. En el primer trimestre esta variable ha crecido 1,2 puntos (sólo Italia ha experimentado también un crecimiento, pero de 1 décima) y en septiembre se espera la misma variación, por lo que será del 9,3%. La tasa de paro media de los siete países, sin embargo, se ha reducido en 7 décimas, por lo que ahora es del 7,4%, aunque la evolución del mercado laboral hará más difícil que se reduzca a partir de ahora. En septiembre próximo, la UE tendrá un porcentaje de parados del 7,2%, 2 décimas menos que un año antes. En la UE, ambos grupos de edad han registrado en el primer trimestre reducciones en su tasa de paro promedio: 1,2 puntos en el caso de los jóvenes y 6 décimas los adultos (con tasas de paro del 15,5% y el 6,4%, respectivamente). En el tercer trimestre estos valores volverán a caer, empujados por la evolución de Polonia y Alemania, 4 décimas los jóvenes y 2 los adultos, por lo que la

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proporción de parados entre los jóvenes será del 15,7% y del 6% entre los adultos, su menor valor en 20 años. Nuestro país ha tenido los mayores aumentos interanuales en las dos tasas de paro (3,5 puntos los jóvenes y de 9 décimas los adultos) y, en ambos casos, han alcanzado sus mayores niveles en tres años, el 21,3% y el 8,3%, respectivamente. Lo mismo ocurrirá en septiembre con incrementos interanuales de 1,9 puntos y 1,2 puntos para cada grupo, y tasas del 19,3% y el 8%, respectivamente, los valores más altos entre los países estudiados. Por cuarto trimestre consecutivo, la tasa de temporalidad, que es del 15,6%, ha experimentado una variación mínima, una contracción de 2 décimas, debido a tendencias opuestas que se registran en los distintos países. En septiembre la tasa de temporalidad crecerá 1 décima hasta el 16,5%, la mayor temporalidad al menos desde 1997. España tiene actualmente una tasa de temporalidad del 30,1%, y aunque casi duplica la media europea, implica un descenso interanual de 1,8 puntos, en parte debido a la reforma laboral de mayo de 2006, que potenciaba la contratación fija frente a la temporal. A pesar de que se está atravesando una época de recesión, se espera que en septiembre vuelva a reducirse, por séptimo trimestre consecutivo, 8 décimas interanuales y sea del 31,1%.

Madrid, 30 de junio de 2008.- Adecco, líder mundial en la gestión de Recursos Humanos, presenta los resultados del Euroíndice Laboral (EIL) IESE -Adecco, realizado por investigadores del IESE. En esta ocasión se han analizado los datos del primer trimestre de 2008 y se han realizado previsiones para el tercer trimestre. El Euroíndice compara la situación de los distintos mercados laborales europeos ponderando cuatro componentes: ocupación, que mide la creación de puestos de trabajo, adaptabilidad del mercado a los cambios de su entorno, apertura a los grupos de trabajadores considerados vulnerables y rendimiento, la relación entre las variaciones del salario real y la productividad. Los siete países que forman la muestra son Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España, Portugal y Polonia, que representan más del 75% de la población y del PIB de los 25 miembros comunitarios.

Evolución del mercado laboral El Euroíndice Laboral IESE-Adecco (EIL) ha alcanzado en el primer trimestre un nuevo registro máximo, 73,2 puntos. El indicador ha mejorado un 3,1% con respecto al mismo periodo del año anterior. Este resultado refleja la evolución del conjunto de la UE, que ha mantenido la creación de empleo, si bien a un ritmo más lento, permitiendo un nuevo descenso interanual de la tasa de desempleo. También se ha reducido la proporción de parados de larga duración. Entre los factores negativos, que han ralentizado el EIL, están la productividad, que ha continuado moderando su ritmo de crecimiento, ampliando la brecha respecto al salario real. A pesar de la relativa estabilidad del EIL, existen importantes diferencias entre los indicadores de los siete países analizados: por una parte, Polonia, Francia y Portugal han acelerado su avance, mientras que Italia y Alemania mostraron una desaceleración moderada y por último, España y Reino Unido han experimentado una ralentización más marcada que, en el último caso, ha conducido a un retroceso interanual en el EIL (concretamente, un descenso del 0,4%, situándose en 81,7 puntos). En el caso particular español, el EIL ha alcanzado 72,2 puntos, con un incremento interanual del 0,6%, el menor desde 1999. Además, por primera vez en cuatro años, no ha superado el valor del trimestre inmediato anterior. Para los próximos meses, el escenario macroeconómico europeo de menor crecimiento e inflación y tipos de interés más elevados, tendrá repercusiones visibles sobre el mercado laboral, con una creación de empleo más lenta, mayores dificultades para que la tasa de desempleo siga reduciéndose y avances más tenues en la productividad y el salario real. Estas circunstancias provocarán un descenso interanual del EIL del 0,1% en el tercer trimestre, el primer retroceso desde finales de 2005. Su valor será de 72,4 puntos, el menor en cinco trimestres.

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En la misma línea que la tendencia general, en septiembre, cinco de los siete países experimentarán caídas interanuales en sus respectivos indicadores. Las excepciones serán Polonia, que continuará encabezando el crecimiento (que será del 8,2% consiguiendo una puntuación de 65,2), y Francia (que mejorará un 5,5% su EIL, quedando en 71 puntos). El EIL británico abandonará por primera vez en al menos 12 trimestres el área de valores muy buenos, cayendo un 4% interanual en septiembre (su valor será de 77,5 unidades). En lo que respecta al EIL español, su recorte interanual sería del 0,4% en el tercer trimestre, retrotrayéndose al mismo valor que registró en el segundo trimestre de 2007 (72,5 puntos). Los retrocesos previstos serán los primeros en toda la serie histórica de datos.

Gasto en políticas de empleo de la UE 1 Introducción En mayor o menor medida, todos los países de la UE realizan gastos con la intención de minimizar el desempleo y fomentar la inserción laboral de colectivos que por un motivo u otro se encuentran en desventaja. En términos generales, esos gastos pueden clasificarse en tres categorías con distintas políticas de empleo: i) Servicios públicos de empleo; ii) Políticas “activas”, que directa o indirectamente pretenden acelerar la transición desde el desempleo hacia el empleo: - Cursos de capacitación. - Ayudas a empleadores (ayudas directas o reducción de tributos derivados de la contratación de personal). - Creación de empleo social (contratación directa de personal por parte de agencias estatales, en general por un período determinado, para la realización de tareas de interés común, como pueden ser la limpieza de parques, mantenimiento de hospitales y escuelas, etc.). - Ayudas al autoempleo. - Integración de personas con capacidad laboral reducida. - Empleo compartido y rotación de personal (cuando se contrata a parados para reemplazar total o parcialmente personal que esté de baja). iii) Políticas “pasivas”, cuyo objetivo es proveer de un ingreso monetario a quienes estén desempleados: - Subsidio de desempleo. - Prejubilaciones. Nivel del gasto: dos mediciones El gasto promedio en políticas de empleo de los 27 países que integran la UE equivale al 2,12% del PIB comunitario. Sin embargo, existen amplias diferencias al observar el gasto individual de cada país. Dinamarca es el que proporcionalmente más gasta, con el equivalente al 4,1% del PIB, mientras que la República Checa es la que menos, un 0,49% de su PIB. Es decir, el país que mayor proporción destina a este apartado gasta más de 8 veces lo que dedica el que lo hace en menor medida. España, por su parte, se sitúa en el mismo nivel que el promedio comunitario, con un gasto en políticas de empleo del 2,12% del PIB. El porcentaje del PIB que cada país gasta en políticas de empleo tiende a variar según el PIB per cápita: cuanto mayor es la riqueza de un país, más importante tiende a ser el presupuesto asignado a políticas de empleo. Dinamarca tiene un PIB por habitante que supera en un 27% la media comunitaria. En cambio, el PIB per capita de la República Checa es un 24% inferior a tal promedio. Alemania, Francia y España, por ejemplo, también se ajustan en gran medida a la tendencia aludida, aunque hay otros países que son excepciones importantes. Una de las más notables es la de Reino Unido, con un PIB por habitante similar al danés, pero con un gasto en políticas de empleo, que supone una sexta parte del de Dinamarca. 1

Información basada en datos de Eurostat publicados en mayo último, que corresponden a 2005, para la UE-27 y una docena de países seleccionados que son representativos de la diversidad europea: además de nuestro país, Portugal, Holanda e Irlanda, los cuatro más grandes (Reino Unido, Alemania, Francia e Italia), países escandinavos (Suecia y Dinamarca) y países del este (Polonia y República Checa).

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Otra forma de comparar el gasto en políticas de empleo es calcular cuánto se gastan los países por cada parado. El gasto medio en estas políticas en la UE-27 es de 11.390 euros por cada parado. Si bien se mantiene la tendencia de que el gasto en políticas de empleo está directamente relacionado con el PIB por habitante, la dispersión es muy superior a la analizada anteriormente: Dinamarca es de nuevo el país que más gasta, casi 61.000 euros anuales por cada desocupado. El extremo opuesto es Polonia, con un gasto anual de poco más de 1.000 euros. España, sin embargo, no se ajusta a la media, como en el caso anterior, sino que queda un 11,5% por debajo: concretamente gasta 10.070 euros anuales por cada desempleado. Por el contrario, Irlanda, que en términos del PIB tiene un gasto en políticas de empleo inferior a la media de la UE-27 (un 1,5% del PIB), más que duplica el promedio comunitario cuando analizamos el gasto por parado, de 27.340 euros. GASTO EN POLITICAS DE EMPLEO Datos para 2005 en miles de euros anuales por parado R. Checa

1,2

Reino Unido

8,8

Polonia

1,0

Italia

9,9

Irlanda

27,3

Portugal

6,9

España

10,1

UE-27

11,4

Suecia

19,8

Francia

17,9

Alemania

16,3

Holanda

42,5

Dinamarca

61,0 0,0

5,0

10,0

15,0

20,0

25,0

30,0

35,0

40,0

45,0

50,0

55,0

60,0

65,0

Fuente: IESE-IRCO en base a Eurostat.

Composición del gasto 1. Por categoría El gasto en políticas de empleo en la UE-27 se compone en un 64,2% por políticas pasivas. En segundo término, con una cuarta parte del total, se ubican las políticas activas, mientras que el restante 10,8% se destina a la financiación de los servicios públicos de empleo. Seis de los doce países observados tiene una composición del gasto similar: Dinamarca, Francia, España, Portugal, Italia y Polonia. Entre ellos, destaca España porque es la que más destina a políticas pasivas, con 68,4%, un 27,4% del gasto se aplica a políticas activas, quedando un remanente de 4,2% para los servicios de empleo. Suecia e Irlanda conforman un segundo caso, con un gasto en políticas pasivas inferior a la media, que permite una mayor atención de las actuaciones activas. Reino Unido y la República Checa se diferencian del resto porque son los que mayor acento ponen en los servicios públicos de empleo. Alemania y Holanda constituyen dos casos particulares. El primero porque es el país que mayor proporción destina a las políticas pasivas, con 70,8% del total, y sólo un 18,7% a las actuaciones activas

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(porcentaje sólo superado por Reino Unido). Holanda, por su parte, tiene matices con respecto a la primera tendencia analizada. 2. Políticas activas Analizar el peso de las diferentes políticas activas permite comprobar a qué aspectos da más importancia cada país, matizando las cifras globales. Para el promedio de la UE-27, casi dos tercios del gasto en políticas activas (que supone el 25% del total del gasto) se invierten en dos ámbitos: Capacitación (9,7% del gasto total) y Ayudas a empleadores (6%). España, donde las políticas activas representan el 27,4% del total, no reproduce esta distribución: gasta menos en Capacitación y más en Ayudas a empleadores: en el primer apartado, nuestro país está entre los tres países que menos gastan (un 6,9% del total), la mitad de lo que se gastan Italia y Portugal. En otros términos, el gasto medio en Capacitación por desocupado europeo es de casi 1.100 euros, mientras que en España no llega a 700 euros, sólo por encima de Polonia y República Checa y muy lejos de los 7.550 euros anuales que invierte Dinamarca. Sin embargo, nuestro país se encuentra entre los tres que más destinan a Ayudas a empleadores y Ayudas al autoempleo. En el caso de las ayudas a empleadores duplica la media comunitaria (el 13,6% del gasto total frente al 6%) y está sólo por debajo de Suecia (18,3%) e Italia (15,4%). Los 1.372 euros por parado que España invierte duplican el promedio europeo (678 euros) y superan con comodidad a Francia (888 euros), Alemania (253 euros), Portugal (556 euros) y Reino Unido (190 euros), entre otros. Lo mismo ocurre con el Apoyo al autoempleo, que supone el 2,4% del gasto total, frente al 1,5% en la media comunitaria. Sólo Italia (3,5%) y Alemania (2,8%) gastan más en este apartado. En términos de euros, España gasta 242 euros anuales por cada parado para fomentar el autoempleo, que se compara con 174 euros en la UE-27, 450 euros en Alemania y 351 en Italia. Dinamarca, Holanda e Irlanda no utilizan esta forma de promover la ocupación, y es casi nula también en Reino Unido, Portugal y República Checa. 3. Políticas pasivas A nivel comunitario, más del 90% del gasto en políticas pasivas se destina al subsidio de desempleo. El resto corresponde al gasto en prejubilaciones. Específicamente, de los 64,2 puntos en estas políticas, 60 van a parar a los subsidios y los restantes 4,2 puntos a las prejubilaciones. Polonia representa una excepción a esta distribución porque las prejubilaciones consumen más recursos que el subsidio de desempleo, un 42,6% del total frente a un 23,6%. También Dinamarca tiene un elevado gasto en prejubilaciones (el 16,6% del gasto total), multiplicando por cuatro la media europea. En el extremo contrario, Holanda, Suecia, Reino Unido y República Checa no gastan en prejubilaciones. España invierte un 1,5% del total en este apartado, el porcentaje más bajo junto con Alemania (también del 1,5%). En cambio, nuestro país es el segundo país que mayor porcentaje del presupuesto total concede al subsidio de desempleo, un 66,9%, sólo superada por Alemania, con un 69,3%. Sin embargo, en términos monetarios, el subsidio supone 6.700 euros al año por cada parado, cifra muy similar al promedio europeo, aunque muy por debajo del subsidio de Dinamarca (27.212 euros al año), Holanda (25.568 euros/año), así como también los de Irlanda, Francia y Alemania. Efectividad de las políticas de empleo Es difícil cuantificar la eficiencia con que se efectúa el gasto en políticas de empleo. En todo caso, dado que el fin último de estas políticas es minimizar el desempleo, sí cabe esperar una relación inversa entre las erogaciones en estas políticas y la tasa de paro. Suponiendo que la eficiencia con que se aplica el presupuesto para políticas de empleo es aproximadamente similar en todos los países, y haciendo abstracción del entorno macroeconómico de cada uno de ellos, hemos analizado la relación que hay entre la tasa de paro y el nivel de gasto en éstas políticas. De esta forma es posible tener una aproximación a la capacidad de ellas para cumplir con su objetivo. Los resultados están resumidos en la siguiente tabla:

5

Incremento del gasto en políticas de empleo

Reducción de la tasa de paro

(% del PIB)

(puntos porcentuales)

Total Activas Pasivas Servicios

0,1 0,1 0,1 0,1

2,0 3,9 10,0 7,3

La primera conclusión es que un incremento del gasto equivalente a 0,1% del PIB en políticas de empleo permite una reducción de 2 puntos porcentuales en la tasa de paro. Además, las políticas pasivas son las que tienen una mayor capacidad de reducir la tasa de paro, con una disminución de 10 puntos porcentuales en la misma por cada 0,1% del PIB en que se aumente el gasto en políticas de empleo. La relación inversa entre ambas variables puede observarse en el siguiente gráfico. Gasto en políticas de empleo (% del PIB)

4,2 3,9 3,6 3,3 3,0 2,7 2,4 2,1 1,8 1,5

DIN

HOL

ALE

SUE

FRA ESP

POR

UE-27

IRL POL

ITA

1,2 0,9 0,6

R.U.

Tasa de paro

R.CH.

0,3 3

5

7

9

11

13

15

17

19

Sin embargo, la tabla anterior muestra una anomalía y es que cualquiera de los tres grandes apartados de las políticas de empleo sería más efectivo para disminuir el paro que cuando se consideran todas las políticas como un todo. Esto indica que las políticas de empleo no deben analizarse aisladamente, sino de forma complementaria, ya que lo que hace más efectiva una determinada política de empleo para contrarrestar el paro no es el mayor acento que se ponga en uno u otro apartado, sino la relación que exista entre los mismos. En otras palabras: un mismo nivel de gasto puede brindar mejores resultados si se altera su composición, es decir, el peso que tiene cada tipo de política de empleo. Cuanto mayor es el peso de las pasivas en relación con las activas, la tasa de paro tiende a aumentar. Por cada décima que se incrementa (o se reduce) la relación entre ambas, la tasa de paro, en promedio, crece (o desciende) 1,2 puntos porcentuales.

6

Relación Gasto en P. pasivas / Gasto en P. activas

4,0

3,5

3,0

ALE

UE-27

2,5

POR

HOL

ESP FRA POL

2,0

R.CH. DIN

IRL 1,5

ITA

R.U. Tasa de paro

SUE 1,0 3

5

7

9

11

13

15

17

19

Por ejemplo, España gasta un 68,4% de su presupuesto en políticas de empleo en actuaciones pasivas y un 27,4% en políticas activas. La relación entre ambas es de 2,5 (68,4 / 27,4). De acuerdo con lo anterior, una disminución de 1 décima en tal relación (es decir, si cayera a 2,4) está asociado, en promedio, a un descenso de 1,2 puntos porcentuales en la tasa de paro. Así, si España mantuviera el gasto en políticas pasivas en el 68,4% del gasto total y elevara la porción de las actuaciones activas (por ejemplo, elevando la participación del gasto en Capacitación) al 28,5% (reduciendo, consecuentemente, la asignación a servicios de empleo) reduciría la relación hasta 2,4, lo que redundaría, en promedio, en una caída de la tasa de paro de 1,2 puntos.

Creación de empleo Durante los últimos doce meses, se han creado 2.808.000 empleos en el conjunto de siete países analizados, lo que supone un 1,8% más que un año antes. Si bien este incremento es el menor de los últimos cuatro trimestres, ha sido suficiente para dar una ocupación a todos aquellos que comenzaron la búsqueda de una (encadenando nueve trimestres) y, además, absorber una parte del grupo de parados, que se ha reducido en 1.045.000 personas (lo que supone una contracción del 7,6%). Casi 4 de cada 10 nuevos empleos sirvieron para ocupar a desempleados. Por países, cinco de ellos reprodujeron esta dinámica favorable, destacando en la contratación Alemania y Polonia. Las excepciones fueron Italia y, fundamentalmente, España. Hasta hace pocos trimestres nuestro país se caracterizaba por ser el mayor creador de puestos de trabajo de la UE, pero lleva dos trimestres siendo el principal generador de parados: en España la creación de empleos (333.000 puestos) sólo ha dado ocupación a la mitad de las personas que buscaban uno (651.000) por lo que la cantidad de personas sin empleo ha aumentado, por tercer trimestre consecutivo, en 318.000. En términos porcentuales, esta evolución se ha traducido en un crecimiento del empleo del 1,7%, de la población activa en un 3% y del grupo de desempleados en un 17,1%. Con este incremento, los parados suman ahora en España 2.174.000 personas, el mayor número en cuatro años. Desde esta perspectiva, la situación laboral española es la peor, puesto que ninguno de los otros países tiene niveles de paro similares a los de hace 4 años. Las previsiones indican que la evolución seguirá siendo negativa, profundizando la tendencia de ralentización en la creación de puestos de trabajo, que, con algunos matices, afectará a los siete países analizados. En el tercer trimestre el crecimiento del empleo en estos países será del 0,9%, equivalente a 1.514.000 personas, el menor desde mediados de 2004. No obstante, al mismo tiempo también se

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moderará el incremento de la población activa, por lo que 310.000 personas que estaban en el colectivo de desempleados obtendrán empleo (y este grupo se reducirá en un 2,5% interanual). Al igual que en el caso general, Alemania, Polonia y Francia crearían puestos de trabajo en número suficiente como para permitir una contracción de la cantidad de gente sin empleo. Lo contrario sería el caso en España y Reino Unido, al tiempo que en Portugal no habría cambios en el número de parados y en Italia habría una ligera caída en la ocupación. La dinámica laboral italiana resultará doblemente singular, ya que será el único país con un declive de la población activa (reducción del 0,3%) y de la ocupación (pérdida de 89.000 empleos o lo que es lo mismo, un 0,4%). En septiembre se crearán en España 199.000 empleos, un 1% más que un año antes. Será el trimestre de menor creación interanual de empleo de los últimos 14 años. Y esto implica que sólo 4 de cada 10 personas que comiencen la búsqueda de una ocupación la encontrarán. De ahí el incremento previsto de 323.000 desempleados (lo que representa un 18% más que un año antes). España encadenará de ese modo cinco trimestres con aumentos en el colectivo de parados.

Creación de empleo por edad De los puestos de trabajo creados a lo largo de los últimos doce meses, 220.000 han ido a parar a manos de menores de 25 años, lo que implica un crecimiento del 1,4% interanual. Las 2.587.000 ocupaciones restantes fueron para adultos, con un incremento del colectivo en un 1,8% interanual: más de 9 de cada 10 nuevos empleos han sido para adultos, proporción similar a la de los trimestres previos. Por lo que se deduce que la ralentización del empleo ha afectado de manera parecida a los dos grupos de edad. Alemania, Francia, Polonia y Reino Unido vieron crecer el número de ocupados en ambos grupos de edad. En los dos primeros casos, la cantidad de jóvenes ocupados se incrementó más rápidamente que la correspondiente a adultos. España, Italia y Portugal, en cambio, experimentaron una pérdida neta de empleo juvenil, de lo que se desprende que la totalidad de los nuevos empleos fueron para adultos que, incluso, reemplazaron en sus puestos a los jóvenes. En el caso de nuestro país, ya suma seis trimestres seguidos con caídas interanuales del empleo joven: en el primer trimestre ha sido del 5,1%, la más pronunciada de ese período (equivalente a 100.000 ocupados). La consecuencia ha sido que la proporción de trabajadores menores es ahora del 9,1% del total en España, 1,7 puntos menos que hace cuatro años. Se trata de la mayor caída en la participación juvenil en el empleo para dicho período de los países analizados. Alemania es el único país en el que la participación joven en el total del empleo ha crecido, siendo ahora de 11,2% (1,1 puntos porcentuales más que cuatro años antes), mientras que Francia y Polonia prácticamente no han experimentado variaciones: 8,6% en el primer caso y 9,2% en el país polaco, con variaciones de 1 décima al alza y a la baja, respectivamente. Reino Unido ha experimentado un ligero descenso de 3 décimas, y Portugal e Italia registraron caídas importantes. De acuerdo con nuestras previsiones, ambos grupos de edad experimentarán una desaceleración similar, por lo que los adultos continuarían recibiendo algo más de 9 de cada 10 nuevos empleos. En septiembre se crearán 103.000 nuevos puestos para jóvenes y 1.411.00 para adultos, lo que supone un incremento interanual del 0,6% y el 1%, respectivamente. En el caso de los menores de 25, esta variación es la más baja en cinco trimestres, pero en el caso de los adultos sería la menor en cinco años. Como ha ocurrido en el primer trimestre, Alemania, Francia y Polonia crearán puestos de trabajo para ambos grupos de edad, siendo en los tres casos mayor el incremento porcentual previsto para los jóvenes. Italia volverá a destacar porque será el único de los países analizados que destruirá empleo para ambos grupos de edad. Por su parte, España, Portugal y Reino Unido sólo incorporarán al empleo a adultos y habrá menos jóvenes con empleo en septiembre próximo que en el mismo mes del año pasado, siendo España el país que más empleo juvenil destruya: 84.000 puestos (reducción interanual del 4%), mientras que la contratación de adultos perderá fuerza, y crecerá en 284.000 personas (un 1,5% más que un año antes).

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De cumplirse nuestras previsiones, España acumulará dos años seguidos viendo caer el número de jóvenes con ocupación.

Tasa de paro La tasa de paro media se ha mantenido estable a lo largo de los últimos cuatro trimestres, pero el 7,4% registrado en el primer trimestre del año resulta 7 décimas inferior al registro de un año antes. Se trata del noveno descenso interanual consecutivo y sitúa su valor entre los más bajos del último cuarto de siglo. España, sin embargo, ha tenido el peor desempeño en esta variable. Su tasa de paro, del 9,6%, la más elevada en tres años, ha supuesto un incremento interanual de 1,2 puntos porcentuales. Por segundo trimestre consecutivo, nuestro país tiene la mayor proporción de parados del grupo de países estudiado. Además de España, sólo Italia tuvo un ascenso en su tasa de desocupación. El resto de países, en mayor o menor medida, han reducido la variable analizada, destacando Polonia, cuya tasa de desocupación es 3,3 puntos menor que un año antes (ahora es del 8,1%). La evolución del mercado laboral hará más difícil que se reduzca la tasa de desempleo. En septiembre próximo, la UE tendrá un porcentaje de parados del 7,2%, 2 décimas menos que un año antes. Por países, Polonia, Alemania y Francia conseguirán nuevas disminuciones en esta variable. Italia, Reino Unido y España serán los tres países que verán crecer sus respectivas tasas de desocupación. Una vez más, nuestro país mostrará el ascenso más pronunciado, otra vez de 1,2 puntos porcentuales en la comparación interanual, con lo que será del 9,3%. En cuanto a Portugal, si bien en el tercer trimestre la tasa de paro lusa no tendría cambios respecto a un año antes (situándose en el 7,8%), en junio habrá encadenado, por primera vez en siete años, 3 trimestres consecutivos con caídas interanuales en la misma.

TASA DE PARO TOTAL 18%

ESP

UE

R. U.

POL

ALE

ITA

16% 14% 12% 10% 8% 6% 4% I 03

III

I 04

III

I 05

III

I 06

III

I 07

III

I 08

III

(*) UE: se refiere al promedio ponderado de los siete países analizados. Fuente: IESE-IRCO en base a INE, Eurostat y oficinas nacionales de estadística.

Tasa de paro por edad Ambos grupos de edad han registrado reducciones en su tasa de paro promedio, 1,2 puntos en el caso de los jóvenes, para los cuales la proporción de desocupados es del 15,5%. Esta variación es la menor de los últimos seis trimestres, siendo relevante porque supone el décimo recorte interanual consecutivo. En el caso de los adultos, la caída ha sido de 6 décimas (la novena seguida, pero la de menor magnitud en dos años) y la tasa de paro es del 6,4%.

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Del mismo modo que el conjunto de la UE, Alemania, Francia, Polonia, Portugal y Reino Unido han experimentado descensos en las dos tasas de desempleo. España e Italia, por el contrario, han registrado ascensos en ambas. Polonia es un caso a destacar ya que su tasa de paro juvenil ha descendido 6,7 puntos porcentuales y es ahora del 18,9%. Nuestro país han tenido los mayores aumentos interanuales en las dos tasas de paro (una subida interanual de 3,5 puntos para los jóvenes y de 9 décimas para los adultos) y, en ambos casos, han alcanzado sus mayores niveles en tres años, del 21,3% y el 8,3%, respectivamente. En el caso de los adultos, es el valor más alto de todos los países estudiados y en el de los jóvenes, sólo la supera Italia, con un 21,9% de los menores de 25 años en paro. La brecha entre las tasas de paro joven y adulto es, para la UE, de 9,1 puntos, siete décimas menos que un año antes. Entre los países estudiados, la mayor diferencia es la registrada en Italia, con 16,7 puntos, diferencial que además se incrementó 1,2 puntos en los últimos doce meses. La situación opuesta, es decir, la más igualitaria, la ofrece Alemania, con una diferencia de 2,7 puntos, que incluso muestra una reducción interanual de 2 décimas. España por su parte ha sido la que más ha agudizado la diferencia entre ambas, de 10,5 puntos porcentuales en el primer trimestre de 2007 a 13 puntos ahora. Si en el primer trimestre fueron cinco los países que presentaron un descenso en las dos tasas de desocupación, en el tercer trimestre serían sólo dos: Alemania y Polonia, y el Reino Unido se unirá a España e Italia en el grupo de los que experimentan crecimiento en ambas. Francia y Portugal, por su parte, mostrarán descensos en la proporción de adultos parados, pero incrementos en el caso de los jóvenes. Dado el elevado peso demográfico de Alemania y Polonia, el conjunto de la UE también tendrá caídas interanuales en las dos tasas de desempleo: de 4 décimas para los jóvenes y 2 para los adultos, por lo que la proporción de parados entre los jóvenes será del 15,7% y del 6% entre los adultos, su mínimo valor en más de 20 años. En España, la tasa de desempleo juvenil crecerá interanualmente 1,9 puntos en septiembre, y será del 19,9%, la mayor proporción de jóvenes sin empleo entre los países estudiados, superando el valor proyectado para Italia (del 19,3%, con un aumento de medio punto porcentual). Igualmente, la proporción de parados adultos aumentará 1,2 puntos y será del 8%, la mayor entre los países estudiados. Cabe destacar el caso de Polonia que en cuatro años ha conseguido reducir a la mitad su tasa de paro juvenil, ahora es del 15,7%, tras una reducción interanual de 5 puntos, igualando la media comunitaria, a la vez que la proporción de adultos en paro, que es del 5,9%, será inferior a la media comunitaria (tras un recorte interanual de 1,6 puntos) y la tercera más baja, un hito teniendo en cuenta que durante 8 años, hasta junio de 2007, fue la más alta.

Tasa de temporalidad Por cuarto trimestre consecutivo, la tasa de temporalidad ha experimentado una variación mínima, lo que refuerza la idea de una estabilización. En el primer trimestre, la UE tenía un 15,6% de asalariados contratados temporalmente, porcentaje que es 2 décimas inferior al de un año antes. La estabilidad que muestra la proporción de asalariados temporales en la UE surge de las tendencias opuestas que se registran en los distintos países. Portugal, Francia y Alemania atraviesan una tendencia ascendente. Italia y Reino Unido, los dos países con menor proporción de temporales, parecen tener esta variable estabilizada, al tiempo que España y Polonia, los dos países con temporalidad más elevada, insinúan, por diferentes motivos, una tendencia declinante. En el caso español, la razón es la reforma laboral de mayo de 2006, cuyo objetivo era desalentar la contratación temporal y estimular la conversión de contratos temporales en fijos. Desde el tercer trimestre de dicho año, cuando la temporalidad era del 34,6%, esta proporción ha ido reduciéndose hasta el actual 30,1%, con un descenso interanual de 1,8 puntos.

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En términos generales, las proyecciones para el tercer trimestre consolidan lo ocurrido en el primero: la tasa de temporalidad media de la UE, que será del 16,5%, continuará mostrando variaciones reducidas (concretamente un incremento interanual de 1 décima) como consecuencia de las tendencias contrapuestas de los países analizados. No obstante, se detecta una leve tendencia ascendente siendo el valor actual la mayor temporalidad al menos desde 1997. Alemania, Francia y Portugal tendrán nuevos incrementos interanuales, mientras que Reino Unido e Italia presentarían reducciones interanuales de apenas una décima, que las ratificaría como los países con menor porción de asalariados temporales (un 5,9% y un 13,5%, respectivamente). En cuanto a España, como Polonia, lo más probable es que mantengan su tendencia declinante, aunque es difícil prever la evolución de nuestro país debido al contexto recesivo en el que, según los datos más recientes, ya se está desenvolviendo la economía. La incógnita radica en saber si los incentivos a la contratación fija compensarán a los empleadores a la hora de incorporar nuevo personal. Hay dos elementos que inducen a pensar que la temporalidad podría descender en la comparación interanual. Por un lado, que con una economía en recesión, las contrataciones netas de personal serán, en el mejor de los casos, más bajas y por otro, que si una empresa necesita reducir su plantilla por la menor actividad, lo más conveniente desde un punto de vista financiero es no renovar los contratos temporales que caduquen. Se espera que la tasa de temporalidad española sea en el tercer trimestre del 31,1%, lo que conlleva un descenso interanual de 8 décimas, el séptimo consecutivo. TASAS DE TEMPORALIDAD Datos del 1º trimestre de 2008 España

30,1%

Polonia

26,5%

Portugal

18,3%

Alemania

14,5%

Francia

14,0%

Italia

12,6%

Reino Unido

5,4% 3%

6%

9%

12%

15%

18%

21%

24%

27%

30%

33%

METODOLOGÍA El EIL se compone de cuatro categorías o dimensiones, que se corresponden con una misma cantidad de características fundamentales que un mercado laboral debería observar para tener un funcionamiento adecuado. Ellas son: i) Ocupación: tiene en cuenta dos variables. Ellas son la distancia de cada país respecto del objetivo de empleo planteado por la Cumbre de Estocolmo de 2001 (tasa de empleo de 67% para 2005) y la tasa de desempleo. Esta categoría tiene una ponderación de 50%. ii) Adaptabilidad: se estima mediante a) la proporción de empleados por tiempo determinado dentro del total de empleados; b) la proporción de ocupados a tiempo parcial dentro del total, y c) la proporción de desocupados de larga duración dentro del total de personas desocupadas. Las tres variables se vinculan con el objetivo comunitario de fomentar una mayor movilidad de los trabajadores. Cada una recibe una ponderación de 8%. iii) Apertura: cuantifica en qué medida participan en el mercado de trabajo las mujeres y los jóvenes. Para ambos casos se estipuló un peso de 8%.

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iv) Rendimiento: incorpora la productividad del trabajo desde dos ángulos diferentes. Por un lado, mide la evolución de la productividad por sí sola y, en segundo lugar, evalúa su desempeño en relación con las variaciones del salario real. Esta dimensión recibe una ponderación de 10%. El EIL se estima para España, Portugal, Alemania, Italia, Francia, el Reino Unido y Polonia. Considerados conjuntamente, estos siete países aportan más de las tres cuartas partes de la población y del PIB de la UE. El valor del EIL surge de la suma de los valores de cada categoría. En teoría podría variar entre 100 puntos y un valor nulo. La evolución histórica señala que, en la práctica, su rango de oscilación es más reducido. En este informe, toda mención del mercado laboral “europeo” o de la “Unión Europea” hace referencia a los datos agregados de los siete países que componen la muestra seleccionada: Alemania, España, Francia, Italia, Polonia, Portugal y Reino Unido. Adecco es la empresa líder en gestión de Recursos Humanos, sector en el que ofrece soluciones globales a través de sus siete líneas de negocio especializadas en empleo temporal, consultoría, formación, externalización y recolocación. Estas líneas son: Adecco Finance & Legal, Adecco IT, Adecco Engineering & Technical; Adecco Medical & Science; Adecco Sales, Marketing & Events; Adecco Office, Adecco Industrial y Adecco Human Capital Solutions (Creade). En España, Adecco cuenta con más de 370 delegaciones y una plantilla interna de más de 1.600 empleados. Además, desde su compromiso por la Responsabilidad Social Corporativa, Adecco, a través de la Fundación Adecco para la Integración Laboral, trabaja desde 1999 por los colectivos más desfavorecidos de la sociedad (discapacitados, mayores de 45 años, mujeres víctimas de violencia de género o con cargas familiares no compartidas y ex deportistas). El IESE es la primera escuela española de dirección de empresas que –desde el momento de su fundación en 1958, en el marco de la Universidad de Navarra– nació con un objetivo claro: enfocar la formación de los altos directivos con una visión internacional y una perspectiva humanística y ética del trabajo en la empresa, buscando a la vez su referencia inmediata en la realidad empresarial. Más de 130 empresas han decidido convertirse en partners de este proyecto formativo como Empresas Patrono. Otras 2000 empresas buscan habitualmente en el IESE a sus próximos candidatos y a sus futuros directivos. El corazón del IESE es el MBA en sus distintas versiones: el MBA clásico y el Executive MBA. En el 2001 nació un nuevo MBA: el Global Executive MBA. Además se realizan numerosos programas para directivos (PDD, PDG,PADE) y específicos para empresas ( In-Company Programs).

Para cualquier aclaración no dudéis en poneros en contacto con nosotros. Un cordial saludo: Marina Gómez/Luis Perdiguero Dpto. de Comunicación Adecco Tlf: 91 432 56 30 [email protected]

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