España Invertebrada Bosquejo de Algunos Pensamientos Históricos por José Ortega y Gasset. Primera Edición 1921 Novena Edición 1955

España Invertebrada Bosquejo de Algunos Pensamientos Históricos por José Ortega y Gasset Primera Edición 1921 Novena Edición 1955 Primera Parte Part

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ORTEGA Y GASSET ( )
1 ORTEGA Y GASSET (1883-1955) Contexto histórico José Ortega y Gasset nació en Madrid en 1883. Desde 1875 reinaba en España Alfonso XII. En 1885, cua

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España Invertebrada Bosquejo de Algunos Pensamientos Históricos por José Ortega y Gasset Primera Edición 1921

Novena Edición 1955

Primera Parte Particularismo y Acción Directa

1. Incorporación y Desintegración In Mommsen's History of Rome, there is an instant, solemn above all others. It is that in which, after several preparatory chapters, the author grasps his pen to begin the narration of the destinies of Rome. The Roman people constitute the unique instance in the collection of historical knowledge: the Romans are the unique people who develop the entire cycle of life before our contemplation. We can attend their birth and their extinction. The spectacle of the others is fragmentary: either we have not seen birth, or we have not seen even death. Rome is, then, the unique complete trajectory of a national organism which we know. Our view can accompany the rough Roman town plan in its glorious expansion throughout all the ecumenical world, and then see it contract into ruins which do not lose their misery for being huge. This explains that until now the construction of a complete history has been possible only in the rigorous scientific meaning of the word: that of Rome. Mommsen was the gigantic architect of such an edifice. Well, then: there was a solemn instant when Mommsen was about to begin the narration of the vicissitudes of this exemplary people. Pen in the air, i above the blank paper, Mommsen concentrated

En la Historia Romana de Mommsen hay, sobre todos, un instante solemne. Es aquel en que, tras ciertos capítulos preparatorios, toma la pluma el autor para comenzar la narración de los destinos de Roma. Constituye el pueblo romano un caso único en el conjunto de los conocimientos históricos: es el único pueblo que desarrolla entero el ciclo de su vida delante de nuestra contemplación. Podemos asistir a su nacimiento y a su extinción. De los demás, el espectáculo es fragmentario: o no lo hemos visto nacer, o no lo hemos visto aún morir. Roma es, pues, la única trayectoria completa de organismo nacional que conocemos. Nuestra mirada puede acompañar a la ruda Roma quadrata en su expansión gloriosa por todo el mundo ecuménico, y luego verla contraerse en unas ruinas que no por ser ingentes dejan de ser míseras. Esto explica que hasta ahora sólo se haya podido construir una historia en todo el rigor científico del vocablo: la de Roma. Mommsen fué el gigantesco arquitecto de tal edificio. Pues bien: hay un instante solemne en que Mommsen va a comenzar la relación de las vicisitudes de este pueblo ejemplar. La pluma en aire, frente al blanco paper, Mommsen se reconcentra para eligir la

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on the choice of the first phrase, the beginning of his herculean symphony. In fast procession multicolored layers of Roman facts parade before his mind. As the agony of the entire life of a dying man passes before his consciousness, Mommsen, who had lived better than any Roman the existence of Roman imperialism, saw again the development of the dizzyingly dramatic movie. All of that treasure of intuitions provided the appearance of a synthesizing thought. The succulent iii pen descended to the paper and wrote these words: Die Geschichte einer jeden Nation, der italischen aber vor allen is ein grosser Synoekismus: schon das älteste Rom, von dem wir Kunde haben, ist ein dreieiniges und erst mit der völligen Erstarrung des Römerthums endigen die ähnlichen Incorporationen.. iv This phrase expresses a principle which has the same value for history which in physics has this other: physical reality consists ultimately in equations of motion. Heat, light, resistance, what in nature does not appear to be movement, in reality it is. One understands and explains a phenomenon when one has discovered its formulaic expression, its equation of motion. If the role which movement plays in physics is played in history by the processes of incorporation, all will depend of one having a clear notion of what is incorporation. At this point one accidentally meets an erroneous propensity, widely extended, to believe that the formation of a people is the dilatational growth from an initial nucleus. This error proceeds from another more elemental which claims to find the origin of a political society, from the State, as an expansion of the family. The idea that the family is the social cell and the State something like a family which has

primera frase, el compás inicial de su hercúlea sinfonía. En rauda procesión transcurre ante su mente la fila multicolor de los hechos romanos. Como en la agonía suele la vida entera del moribundo desfilar ante su conciencia, Mommsen, que había vivido mejor que ningún romano la existencia del Imperio latino, ve una vez más desarrollarse vertiginosa la dramática película. Todo aquel tesoro de intuiciones da el precipitado de un pensamiento sintético. La pluma suculenta desciende sobre el papel y escribe estas palabras: La historia de toda nación,y sobre todo de la nación latina, es un vasto sistema de incorporación. ii

Esta frase expresa un principio del mismo valor para la Historia que en la Física tiene este otro: la realidad física consiste últimamente en ecuaciones de movimientos. Calor, luz, resistencia, cuanto en la Naturaleza no perece ser movimiento, lo es en realidad. Hemos entendido o explicado un fenómeno cuando hemos descubierto su espresión foronómica, su fórmula de movimiento. Si el papel que hace en Física el movimiento lo hacen en Historia los procesos de incorporación, todo dependerá de que poseamos una noción clara de lo que es la incorporación. Y al punto tropezamos con una propensión errónea, sumamente extendida, que lleva a representarse la formación de un pueblo como el crecimiento por dilatación de un núcleo inicial. Procede este error de otro más elemental que cree hallar el origin de la sociedad política, del Estado, en una expansión de la familia. La idea de que la familia es la célula social y de la ciencia histórica, de la sociología, el

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Estado algo así como una familia que ha engordado, es una rémora para el progreso de la política y de otras muchas cosas. v No; incorporación histórica no es dilatación de un núcleo inicial. Recuérdense a este propósito las etapas decisivas de la evolución romana. Roma es primero una comuna asentada en el monte Palatino y las siete alturas inmediatas: es la Roma Palatina, Septimontium, o Roma de la montaña. Luego, esta Roma se une con otra comuna frontera asentada sobre la colina de Quirinal, y desde entonces hay dos Romas: la de la montaña y la de la colina. Ya esta primera escena de la incorporación romana excluye la imagen de dilatación. La Roma total no es una expansión de la Roma palatina, sino la articulación de dos colectividades distintas en una unidad superior. Esta Roma palatino-quirinal vive entre otras muchas poblaciones análogas, de su misma raza latina, con las cuales no poseía, sin embargo, conexión política alguna. La identidad de raza no trae consigo la incorporación en un organismo nacional, aunque a veces favorezca y facílite este proceso. Roma tuvo que cometer a las comunas del Lacio, sus hermanas de raza, por los mismos procedimientos que siglos más tarde había de emplear para integrar en el Imperio a gentes tan distintas de ella étnicamente como celtíberos y galos, germanos y griegos, escitas y sirios. Es falso suponer que la unidad nacional se funda en la unidad de sangre, y viceversa. La diferencia racial, lejos de excluir la incorporación histórica, subraya lo que hay de específico en la génesis de todo gran Estado. Ello es que Roma obliga a sus hermanas del Lacio a constituir un cuerpo social, una articulación unitaria, que fué el foedus latinum, la federación latina, segunda etapa de la progresiva incorporación.

expanded, is a hindrance to progress of historical knowledge, of sociology, of politics, and of many other things. No, historical incorporation is not dilation of an initial nucleus. Regarding this idea remember the decisive stages in Roman evolution. Initially Rome was the community, situated on the Palatine Hill and the seven neighboring hills: it was Palatine Rome, septimontium, or Rome on the mountain. Then, this Rome combined with another frontier community situated on the Quirinal Hill, and since then there were two Romes: the one on the mountain and the one on the hill. Already this first scene of Roman incorporation excludes the image of dilation. Greater Rome was not an expansion of Palatine Rome, but the joining of two distinct groups into a superior unit. This Palatine-Quirinal Rome lived many other analogous groups, of the same Latin race, with which, however, it did not have any political connection. The identity of race did not carry with it the incorporation into a national organism, even though sometimes it favored and facilitated this process. Rome had to commit to the Latin communities, its racial siblings, for the same opportunities which in later centuries it had to use to integrate into the Empire such ethnically different peoples as Iberian Celts y Gauls, Germans and Greeks, Scythians and Syrians. It is false to suppose that national unity is founded in unity of blood, and vice versa. Racial difference, far from excluding historical incorporation, underscores what is specific in the genesis of every great State. That is that Rome obligated itself to its Latin siblings to constitute a social body, a unitary joining, which was the foedus latinum, the Latin Federation, the second stage in the progressive incorporation.

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El paso inmediato fué dominar a etruscos y samnitas, las dos colectividades de raza distinta limítrofes del territorio latino. Logrado esto, el mundo italiota es ya una unidad históricamente orgánica. Poco después, en rápido, prodigioso crescendo, todos los demás pueblos conocidos, desde el Cáucaso al atlántico, se agregan al tesoro italiano, formando la estructura gigante del Imperio. Esta última etapa puede denominarse colonización. Los estadios del proceso incorporativo forman, pues, una admirable línea ascendente: Roma inicial, Roma doble, federación latina, unidad italiota, Imperio colonial. Este esquema es suficiente para mostrarnos que la incorporación histórica no es la dilatación de un núcleo inicial, sino más bien la organización de muchas unidades sociales preexistentes en una nueva estructura. El núcleo inicial, ni se traga los pueblos que va sometiendo, ni anula el carácter de unidades vitales propias que antes tenían. Roma somete las Galias; esto no quiere decir que los galos dejen de sentirse como una entidad social distinta de Roma y que se disuelvan en una gigantesca masa homogénea llamada Imperio romanos. No; la cohesión gala perdura, pero queda articulada como una parte en un todo más amplio. Roma misma, núcleo inicial de la incorporación, no es sino otra parte del colosal organismo, que goza de un rango privilegiado por ser el agente de la totalización. Entorpece sobremanera la inteligencia de lo histórico suponer que cuando de los núcleos inferiores se ha formado la unidad superior nacional, dejan aquéllos de existir como elementos activamente diferenciados. Lleva esta errónea idea a presumir, por ejemplo, que cuando Castilla reduce a unidad española a Aragón, Cataluña y

The immediate step was the domination of the Etruscans and the Samnites, the two groups of different race which were coterminous with the Latin territory. This achieved, the Italian world became a historically organic unit. Shortly thereafter, in rapid prodigious crescendo, all the other known peoples, from the Caucasus to the Atlantic, joined the Italian treasure, forming the gigantic imperial structure. This last stage can be called colonization. The stages of the incorporative process form, thus, a marvelously ascending line: initial Rome, double Rome, Latin Federation, Italian unity, imperial colonies. This scheme is sufficient to show that historical incorporation is not dilation from an initial nucleus, but rather the organization of many preexistent social units into a new structure. The initial nucleus neither engulfs the peoples who submit, nor annuls the character which the vital units had before. Rome conquered the Gauls; this does not mean that the Gauls ceased to feel themselves as a social entity distinct from Rome and that they dissolved into a gigantic homogeneous mass called imperial Rome. No, the gala cohesion lasted, but continued joined as a part in a larger total. Rome itself, the initial nucleus for the incorporation, was but another part in the colossal organism, which enjoyed a privileged role by being the agent of the totalization.

It dampens immeasurably the ideas of history to suppose that when the smaller nuclei have formed the larger national unit, they cease to exist as actively differentiated elements. This error leads to the presumption, for example, that when Castilla included Aragón, Cataluña, and Vasconia in the Spanish unit, these

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Vasconia, pierden estos pueblos su carácter de pueblos distintos entre sí y del todo que forman. Nada de esto: sometimiento, unificación, incorporación, no significan muerte de los grupos como tales grupos; la fuerza de independencia que hay en ellos perdura, bien que sometida; esto es, contenido su poder centrífugo por la energía central que los obliga a vivir como partes de un todo y no como todos aparte. Basta con que la fuerza central, escultora de la nación - Roma en el Imperio, Castilla en España, la Isla de Francia en Francia -, amengüe, para que se vea automáticamente reaparecer la energía secesionista de los groups adheridos. Pero la frase de Mommsen es incompleta. La historia de una nación no es sólo la de su período formativo y ascendente: es también la historia de su decadencia. Y si aquélla consistía en reconstruir las líneas de una progresiva incorporación, ésta describirá el proceso inverso. La historia de la decadencia de una nación es la historia de una vasta desintegración. Es preciso, pues, que nos acostumbremos a entender toda unidad nacional, no como una coexistencia inerte, sino como un sistema dinámico, Tan esencial es para su mantenimiento la fuerza central como la fuerza de dispersión. El peso de la techumbre gravitando sobre las pilastras no es menos esencial al edificio que el empuje contrario ejercido por las pilastras para sostener la techumbre. La fatiga de un órgano parece a primera vista un mal que éste sufre. Pensamos, acaso, que en un ideal de salud la fatiga no existiría. No obstante, la fisiología ha notado que sin un mínimum de fatiga el órgano se atrofia. Hace falta que su función sea excitada, que trabaje y se canse para que pueda nutrirse. Es preciso que el órgano reciba frecuentemente pequeñas heridas que lo mantengan alerta. Estas pequeñas heridas han sido llamadas

peoples lost their character as distinct peoples among themselves and among the totality which they formed. None of this: submission, unification, incorporation do not signify death of the groups as groups; the force of independence which had lasted in them, even though they submitted; that is, their centrifugal power was contained by the central energy which obligated them to live as parts of a whole and not as separate parts. When the central force, sculptor of the nation - Rome in the Empire, Castilla in Spain, the Isle of France in France -, became inadequate to hold them, the secessionist energy of the separate groups automatically reappeared. But Mommsen's phrase is incomplete. The history of a nation is not only that of its formative and ascendant period: it is also the history of it decline. And if the first consists in constructing the paths of progressive incorporation, the second describes the inverse process. The history of the decline of a nation is the history of a vast disintegration. It is necessary, then, that one becomes accustomed to understanding every national unit, not as an inert coexistence, but as a dynamic system. For its maintenance the central force is as essential as the force of dispersion. The force of the roof weighing on the columns is no less essential for the building than the opposite force exerted by the columns for holding up the roof. Fatigue of an organ seems at first sight to be something it suffers. One thinks, perhaps, that in ideal health fatigue does not exist. However, physiology has noted than without a minimum of fatigue the organ atrophies. It is necessary that its function be stimulated, that it work and tire so that it be nourished. It is necessary that el organ receive frequent little injuries which keep it alert. These little injuries have been called 'functional stimuli'; with-

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'estímulos funcionales'; sin ellas, el organismo no funciona, no vive. Del mismo modo, la energía unificadora, central, de totalización - llámesele como se quiera -, necesita, para no debilitarse, de la fuerza contraria, de la dispersión, del impulso centrífugo perviviente en los grupos. Sin este estimulante, la cohesión se atrofia, la unidad nacional se disuelve, las partes se despegan, flotan aisladas y tienen que volver a vivir cada una como un todo independiente.

out them, the organ does not function, does not continue to live. In the same way, the central unifying energy, the combining force - call it what you want -, needs, so that it not deteriorate, the contrary, the dispersive, the centrifugal, force, which survives in the groups. Without this stimulant, cohesion atrophies, national unity dissolves, the parts disperse and float isolated, and each one has to return to live as an independent totality.

Translated by [email protected] Note that I have foregone the historical present of Sr.Dr.Ortega y Gasset's Spanish, in favor of the past narrative.

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Perhaps J.O.y G. had read B.J.Feijoo’s Teatro critico universal, Tomo séptimo, Prólogo al Lector: “las plumas vuelan, colocadas en las alas de las aves; pero no hay movimiento más perezoso que el suyo, puestas en las manos de los hombres.” ii En la edición alemana, no se habla de 'incorporación', sino de 'synoikismos'. La idea es la misma: synoiquismo es literalmente convivencia, ayuntamiento de moradas. Al revisar la traducción francesa, prefirió Mommsen una palabra menos técnica. iii ‘succulent’ usually applies to juicy vegetables; here it applies to the pen, which is full of ink iv Theodor Mommsen, Römische Geschichte, Achte Auflage, Kapitel V, p.82 v En mi estudio, aún no recogido en volumen, El Estado, la juventud y el Carnaval, expongo la situación actual de la investigaciones etnográficas sobre el origin de la sociedad civil. Lejos de ser la familia germen del Estado, es, en varios sentidos, todo lo contrario: en primer lugar, representa una formación posterior al Estado, y en segundo lugar, tiene el car'acter de una reacción contra el Estado. (Recogido posteriormente, con el título El origin deportivo del Estado (1924), en el tomo de El Espectador, 1929. Página 601 del tomo II de la Obras Completas).

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