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ESPAÑOL
ESPACIOS NATURALES DE INTERÉS EN ARAGÓN | Valle de Ordesa Archivo PRAMES/Javier Romeo
| Las Tres Sorores: Cilindro, Monte Perdido y pico Añisclo Archivo PRAMES/Javier Romeo
| Panorámica del Posets o Llardana Archivo PRAMES/Javier Romeo
El Aneto, con sus 3.404 m de altitud, en el macizo de la Maladeta, y el Posets o Llardana, con sus 3.375, son respectivamente la primera y la segunda cimas de los Pirineos. Éste es el Pirineo central, dominado por rocas más antiguas (granitos, pizarras, esquistos) y, aproximadamente, por la mitad de tresmiles de la cordillera. Por ello estas cumbres son una importante referencia del glaciarismo europeo, además de contar con un buen número de heleros y cerca de un centenar de ibones. Hoy en día, las últimas lenguas de hielo del Pirineo aragonés están protegidas bajo la denominación de Monumentos Naturales de los Glaciares Pirenaicos. Turberas y otras formaciones geológicas de gran importancia; y numerosas especies en peligro de extinción y de gran interés biológico, tanto vegetales como animales, propias del ámbito pirenaico, llevaron en 1994 a crear este Parque Natural. Son un total de 33.267 ha en la cabecera de los valles de Chistau, Benasque y Barrabés. El Parque ofrece así numerosas posibilidades para la práctica del senderismo y el montañismo, el esquí y la escalada; lo que facilitan una consolidada oferta hostelera, varios refugios de montaña y la red de senderos señalizados.
Nació en 2006, con 27.073 ha repartidas entre los municipios de Aísa, Ansó, Aragüés del Puerto, Borau y Valle de Echo, todos pertenecientes a la comarca de La Jacetania. Reúne parajes tan emblemáticos como la selva de Oza, Aguastuertas, Zuriza o el hayedo de Gamueta; y cumbres como el pico de Aspe, el Castillo de Acher o el Bisaurín, que muestran la caliza descarnada por el agua y el hielo. La humedad procedente del atlántico permite el desarrollo de hayedos y abetales, bosques mixtos, pastos atlánticos de altura y comunidades de ribera propias del ámbito cántabro-pirenaico, a lo que se añaden densos pinares montanos y quejigares. Son ambientes que habitan animales como el pico dorsiblanco –un escaso pájaro carpintero que, en la península, es exclusivo de Navarra y de esta parte de Aragón–, el quebrantahuesos, la chova piquigualda, el lagópodo alpino, las ranas pirenaicas y bermeja, el desmán de los Pirineos y el oso pardo, entre los más singulares. También es abultado el patrimonio cultural: el valle del Aragón Subordán acoge la mayor concentración megalítica de Aragón, además de una de las calzadas romanas que comunicaban ambas vertientes de los Pirineos; y los pueblos mantienen vivas manifestaciones folclóricas y variedades dialectales del aragonés.
| Vista del pico de Aspe desde el paso de Somport Archivo PRAMES/Julio E. Foster
PAISAJE PROTEGIDO DE SAN JUAN DE LA PEÑA Y MONTE OROEL
de interés en ARAGÓN
PARQUE NATURAL DE LOS VALLES OCCIDENTALES
NATURALES
Declarado el 16 de agosto de 1918, fue el segundo Parque Nacional, precedido por el de la Montaña de Covadonga. Nació reducido al fondo del valle de Ordesa, pero en 1982 fue reclasificado para incorporar el cañón de Añisclo, la garganta del río Yaga, el circo de Pineta y el macizo de Monte Perdido. Alcanzaba así las 15.608 ha, en parte declaradas Reserva de la Biosfera en 1977 por la UNESCO. El Parque cuenta con el macizo calcáreo más alto de Europa, el de las Tres Sorores, que culmina en los 3.355 m de Monte Perdido, la tercera cima del Pirineo. A sus calizas se aferran algunos de los glaciares europeos más meridionales, restos de unos hielos que excavaron los hermosos valles de Ordesa, Pineta y Añisclo. Ibones o lagos pirenaicos, cavidades, surgencias, ríos y cascadas suman su belleza a estos paisajes alpinos. Aquí se reúne casi la mitad de la flora pirenaica –con 60 endemismos o plantas raras–, repartida entre prados de alta montaña, hayedos, abetales, bosques mixtos, pinares, quejigares, comunidades rupícolas y de ribera… Es éste un paraíso para sarrios o rebecos, nutrias, desmanes de los Pirineos, quebrantahuesos, águilas reales, buitres leonados, chovas piquigualdas, gorriones alpinos, mochuelos boreales o tritones pirenaicos, entre otras muchas especies.
PARQUE NATURAL DE POSETS-MALADETA
espacios
PARQUE NACIONAL DE ORDESA Y MONTE PERDIDO
| Panorámica desde el mirador del Balcón de los Pirineos Archivo PRAMES/Javier Romeo
El excepcional enclave del monasterio de San Juan de la Peña es parte de la magia que irradia este famoso monumento medieval, ligado a los orígenes del reino de Aragón. La belleza de los roquedos y bosques que lo envuelven condicionó su temprana declaración de “Sitio Nacional” en 1920. En 2001 esta protección se consolidó con la figura de “Monumento Natural”, en paralelo a la creación del Parque Cultural de San Juan de la Peña. Finalmente, desde 2007, este Paisaje Protegido contribuyó a preservar un territorio mayor, reconociendo la continuidad paisajística, medioambiental y simbólica entre la sierra de San Juan de la Peña y el monte Oroel, la emblemática montaña que domina el campo de Jaca. Son 9.514 ha que reúnen impresionantes roquedos; quejigares y encinares de tipo mediterráneo; y pinares de pino silvestre y hayedo-abetales de ámbito eurosiberiano. Destacar especies vegetales rupícolas como oreja de oso, corona de rey, Petrocoptis hispanica y Valeriana longiflora; así como las colonias de buitre leonado, quebrantahuesos, alimoche, águila real, búho real y halcon peregrino que aprovechan esos mismos cantiles. También, el escaso pito negro, entre la variada fauna que puebla los bosques, y la especial presencia de reptiles, como el lagarto verde.
| Pico de los Infiernos. Sallent de Gállego
| Vista de la cara sur del Montsec, desde la sierra de Sabinós
Archivo PRAMES/Javier Romeo
Archivo PRAMES/Javier Romeo
MACIZO DEL TURBÓN Y VALLE DEL ISÁBENA
PARQUE NATURAL DE LA SIERRA Y CAÑONES DE GUARA
| Valle del río Isábena. Laspaúles Archivo PRAMES/Javier Romeo
El río Isábena es uno de los escasos cursos pirenaicos no regulado. Su cuenca modela las tierras centrales de La Ribagorza. Desde su nacimiento a unos 2.500 m de altitud, entre las faldas del pico Gallinero (2.728 m) y Tuca Urmella (2.530 m), su curso avanza hacia el sur cerca de 60 km hasta desaguar en el Ésera, a la altura de Graus, salvando un desnivel de más de 1.650 m. Es un recorrido prepirenaico, fundamentalmente enclavado en el espacio de las agrestes sierras Interiores. Precisamente en este valle del Isábena, estas sierras tienen en el Turbón (2.492 m) uno de sus referentes, cuyo macizo actúa como un auténtico telón bioclimático entre la Alta y la Baja Ribagorza. Destaca el tramo del congosto de Obarra, en la que el río ha tallado un espectacular paisaje en la caliza donde crece un espeso bosque mixto. También hay que reseñar el hayedo de Selba Plana en la cara norte del macizo del Turbón; mientras que en sus roquedos y canchales crecen endemismos vegetales como la Borderea pyrenaica. Encinares, quejigares y un hermoso mosaico agro-forestal cubren las tierras del Isábena. En cuanto a la fauna, el régimen natural del río y la calidad de sus aguas permiten la presencia del desmán del Pirineo, el mirlo acuático, la nutria o la trucha.
| Vista del Tozal de Guara desde Nocito Archivo PRAMES/Javier Romeo
Los más de 40 km de la sierra del Montsec están atravesados por los ríos Noguera Ribagorzana, que talla el congosto de Mont-rebei –entre Aragón y Cataluña –, y Noguera Pallaresa, que excava el de Terradets. Surgen así tres zonas diferenciadas: el Montsec de Aragón o de L’Estall y los leridanos Montsec d’Ares y de Rúbies. El de Aragón, en la comarca de La Ribagorza, tiene su techo en la sierra de Montgai (1.329 m). Es un poderoso territorio de calizas, areniscas y conglomerados, armado de espectaculares pliegues y caídas. El clima es mediterráneo continental, puesto que la pantalla orográfica detiene la entrada de vientos húmedos. Sin embargo, existen ciertos contrastes entre las laderas meridionales, pobladas por extensos carrascales, y las septentrionales, con pinares y quejigares. En estas sierras encontramos el amenazado clavel de roca (Petrocoptis montsicciana), endémico de la zona, y una amplia comunidad de rapaces (quebrantahuesos, alimoche, buitre leonado, culebrera europea, águila real, águila azor-perdicera, halcón peregrino y búho real). Al sur de esta larga alineación muy poco poblada, las tres balsas o lagunas de Estaña añaden un enorme interés ecológico. Presentan la peculiaridad de su modelado kárstico, que no es típico de esta clase de humedales.
Creado en 1990, es el mayor Espacio Natural Protegido de Aragón, extendiéndose por 47.450 ha en el centro de la provincia de Huesca. Reúne diferentes sierras prepirenaicas entre las que destaca por su extensión y alturas la que da nombre al Parque, culminada por el Tozal de Guara (2.077 m). Todo el territorio se caracteriza por la belleza y espectacularidad de sus paisajes, fruto de una compleja estructura geológica y de los procesos de erosión asociados a la red hidrográfica. Profundas y estrechas gargantas de caliza, recorridas por ríos como el Flumen, Guatizalema, Vero, Mascún o Alcanadre; mallos de conglomerado como los de Vadiello o el Salto de Roldán; barrancos, cuevas, valles, etc. conforman una impresionante arquitectura natural convertida en una de las mecas del barranquismo. Es notable la variedad de nichos ecológicos, cobijo de importantes especies de flora y fauna, sobre todo, adaptadas a los roquedos. Entre las primeras, destaca la endémica Petrocoptis guarensis y, entre los animales, las numerosas colonias de buitres leonados y la presencia de quebrantahuesos, águilas reales, alimoches, etc. Al Parque Natural se solapa el Parque Cultural del Río Vero, cuyos numerosos abrigos con pinturas rupestres son Patrimonio de la Humanidad.
de interés en ARAGÓN
EL MONTSEC Y LAS LAGUNAS DE ESTAÑA
NATURALES
En el corazón del Pirineo, este valle de origen glaciar ocupa la cuenca superior del río Gállego, rodeada de altas cumbres como Collarada (2.883 m), la sierra de Tendeñera (2.853 m) o el Anayet (2.559 m). En torno a este pitón rocoso, Canal Roya y Canal de Izas dan acceso al vecino valle del Aragón. En este espacio, el gran macizo de Balaitús-Panticosa fue declarado por la UNESCO, junto con Ordesa y Monte Perdido, Reserva de la Biosfera en 1977; y el propio valle de Tena está declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Paraje Pintoresco. La erosión glaciar ha esculpido circos, profundos valles y altos picos de granito que a menudo superan los 3.000 m, como el propio Balaitús –Pico Moros– y los picos del Infierno, donde todavía pervive una pequeña masa glaciar. Esos hielos también han generado uno de los mayores conjuntos lacustres del Pirineo: ibones de Anayet, Espelunziecha, Arriel, Gramatuero, Bachimaña, Azules, Respomuso…, o el de los Baños, junto al balneario de Panticosa. Hay otros muchos parajes de gran belleza, como el bosque del Betato; el río Escarra y su cascada O Saldo; monte Pacino, peña Telera, peña Foratata, etc., tapizados por extensos pastizales, abundantes zonas de pino silvestre y pino negro o restos de antiguos robledales y hayedos.
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ANAYET Y VALLE DE TENA
| Panorámica de los mallos de Riglos Archivo PRAMES/Javier Romeo
| Vistas de la Valdonsella y de la sierra de Santo Domingo, al fondo Archivo PRAMES/Julio E. Foster
Las Altas Cinco Villas es un territorio de transición entre el Prepirineo y el valle del Ebro, dominado por la sierra de Santo Domingo. De hecho, en tierras aragonesas, esta elevación se sitúa en el extremo occidental de la línea de sierras prepirenaicas. En este sector, dominan las fértiles llanuras de las Cinco Villas, ante las que muestra el remate rocoso de sus “rallas” o paredones de calizas. Este relieve abrupto, que tiene su máxima altura en la peña de Santo Domingo (1.524 m), ofrece refugio a numerosas rapaces. Además, los espesos encinares y pinares de estos montes albergan una importante población de ciervos, corzos, jabalíes, jinetas, garduñas y zorros. La sierra de Santo Domingo es también el lugar donde nacen los ríos Arba de Luesia, que tiene su paraje más emblemático en el conocido Pozo Pigalo, y Arba de Biel, afluente del anterior. Ambos discurren hacia el Ebro, a través de las Bajas Cinco Villas. Hacia el sur, Santo Domingo tiene en la sierra de Luesia uno de sus más importantes contrafuertes montañosos. En la falda de su cima (Puy Moné, 1.303 m) se extiende el hayedo de la Val. Al norte, el valle del río Onsella, la Valdonsella o Bal d’Onsella, discurre en paralelo a la sierra y, algo más allá, antes de alcanzar el río Aragón, aparece otra hermosa depresión, la de los Pintanos.
Los galachos son antiguos brazos de río que, merced a las crecidas, quedaron aislados del cauce, convirtiéndose en lagunas e importantes refugios de flora y fauna. En el tramo medio del Ebro, a pocos kilómetros de la ciudad de Zaragoza, aguas abajo, existen varios de ellos. La Reserva Natural de los galachos del Ebro engloba cinco meandros de río y tres galachos dentro de 770 ha repartidas por los municipios de Pastriz, El Burgo de Ebro y Zaragoza. El galacho de La Alfranca, en Pastriz, es el más importante y el mejor conservado. Ocupado en su mayor parte por un extenso carrizal, es un excelente lugar para la observación de aves, con la ayuda de las actividades desarrolladas desde el CIAMA (Centro Internacional del Agua y el Medio Ambiente), que funciona como centro de visitantes. Aguas arriba de la capital, se encuentra el espectacular galacho de Juslibol, situado al pie de los cortados yesosos de los montes del Castellar y fruto de una inundación del año 1961. Su protección y gestión corren a cargo del Ayuntamiento de Zaragoza, siendo muy visitado gracias a su buena comunicación con el centro de la ciudad.
| Galacho de La Alfranca Archivo PRAMES/Javier Romeo
PARQUE NATURAL DEL MONCAYO
de interés en ARAGÓN
LA RESERVA NATURAL DE LOS GALACHOS DE LA ALFRANCA DE PASTRIZ, LA CARTUJA Y EL BURGO DE EBRO
NATURALES
Los mallos son pináculos rocosos mucho más modestos en altura que las altas cimas pirenaicas, pero impresionantes por sus caídas extraplomadas de hasta 300 m, sus cimas redondeadas y la constante compañía de buitres y otras rapaces. Son formaciones de conglomerados, un tipo de roca sedimentaria compuesta por cantos fuertemente cementados que fueron levantados por la orogenia alpina, iniciada hace unos 65 millones de años, cuando se formaron los Pirineos. La posterior erosión del agua los ha ido aislando y modelando, hasta construir los actuales conjuntos de “edificios” que se reparten por la cara sur de las sierras Exteriores del Prepirineo. Los mallos de Riglos, junto a la localidad homónima, son el ejemplo más famoso; pero en la comarca de la Hoya de Huesca encontramos también los de Agüero, Murillo de Gállego, San Cristóbal, San Julián de Lierta, Salto de Roldán, Valdonsera, Vadiello, San Cosme y San Damián y Santa Cilia. Territorio de fuerte componente mítico, a su alrededor han surgido leyendas de gigantes, héroes y santos ermitaños. En la actualidad, se han convertido en referente para escaladores de todo el mundo; sólo en Riglos se han marcado unas 200 vías de escalada, la mayoría de elevada dificultad.
SIERRA DE SANTO DOMINGO Y LA VALDONSELLA
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LOS MALLOS DE LA HOYA DE HUESCA
| Vista del Moncayo Archivo PRAMES/Javier Romeo
Esta montaña que parece surgir aislada, entre brumas y leyendas, dominando el valle del Ebro, es la máxima altura del sistema Ibérico con sus 2.314 m de altitud. El fuerte desnivel favorece la existencia de una gran diversidad ecológica que abarca frondosos hayedos, robledales de dominio norteño, encinares, abedulares, acebedas, pastizales de altura y pinares de pinos negro y silvestre, ambientes que sirven de refugio a multitud de animales. Su geomorfología es asimismo variada, con imponentes muelas calcáreas, cuevas y surgencias y circos de origen glaciar. La importancia medioambiental y paisajística del macizo del Moncayo ya fue puesta de relieve en 1927, cuando se declaró el Sitio Natural de Interés Nacional de la Dehesa del Moncayo. Fue el temprano embrión del actual Parque Natural, que tras distintas ampliaciones se extiende por más de 11.000 ha. Al propio monte hay que sumar un somontano drenado por los ríos Queiles y Huecha, principalmente, donde coexisten humedales y estepas, vegas y secanos, barrancos, mesas, cerros y terrazas, en lo que es un amplio muestrario de formas de relieve que avanzan hacia el Ebro. Paisaje y paisanaje fascinaron en su día a los hermanos Bécquer, quienes residieron temporalmente en el monumental monasterio de Veruela.
| Paisaje de la Serreta de Trameced
| Vistas de la Bardena Negra desde la plana de Sancho Abarca. Tauste
Archivo PRAMES/Javier Romeo
Archivo PRAMES/Javier Romeo
EL AIGUABARREIG Y EL MAR DE ARAGÓN
SOTOS Y MEJANAS DEL EBRO
| Aiguabarreig desde el castillo de Mequinenza Archivo PRAMES/Javier Romeo
La construcción de los embalses de Mequinenza y Caspe dio lugar en 1965 a una gigantesca masa de agua de 1.530 hm3 de capacidad máxima, 110 km de longitud y unos 500 km de costas interiores. Es el Mar de Aragón, al que sigue el embalse de Ribarroja, que mantiene represado al Ebro hasta Cataluña. Si bien esta obra transformó la dinámica del río, afectó a las especies autóctonas y motivó cambios sociales trascendentales, creó un extenso humedal y un destacado recurso turístico. El embalse es una sucesión de profundos meandros con nombres caprichosos: la Tumba, la Herradura, la Parra, etc., que anegan los barrancos de las sierras vecinas, solitarias y despobladas, cuya vegetación es de gran valor. Es un paraíso de aves acuáticas y un lugar privilegiado para la práctica de deportes náuticos y la pesca (siluro, black-bass, lucioperca, perca sol, etc.), siendo una referencia para pescadores de toda Europa. En Mequinenza, además, la triple unión de los ríos Cinca, Segre y Ebro forma la masa de agua dulce más importante de la península. Es el llamado Aiguabarreig (“mezcla de aguas”), que comparten Aragón y Cataluña. Sotos, carrizales, aves acuáticas, mamíferos como la nutria y peces autóctonos como el pez fraile, otorgan a lugar una gran importancia biológica.
A pesar de su nombre, este monte no se circunscribe al término de Zuera, al norte de Zaragoza, sino que también se extiende por los cincovilleses de Sierra de Luna, Las Pedrosas y, sobre todo, Castejón de Valdejasa. Son relieves alomados, originados por la erosión diferencial que ha mantenido en la cima un estrato más resistente, de caliza, y que ha modelado taludes de materiales más deleznables, como yesos y arcillas. El agua ha creado así un paisaje de muelas y valles cultivadas en su fondo. Una de las masas de pino carrasco autóctono más importante de la península mantiene verdes estos montes de Zuera, que continúan por los de Castejón y por las sierras de Erla y las Pedrosas. En las zonas más frescas, medran incluso ejemplares de encina, quejigo y arce. Águilas reales, aguilillas calzadas y culebreras europeas dominan la foresta. La Bardena Negra también acoge un importante pinar de carrasco, al que debe su nombre. Pero sobre todo, en ella son importantes las denominadas “rallas”, paredones rocosos integrados en relieves tabulares como los descritos, que aprovechan buitres leonados, alimoches, búhos reales, halcones peregrinos y chovas piquirrojas.
| Soto de la Alameda. Utebo Archivo PRAMES/Javier Romeo
La palabra soto procede del término latino saltus, que hace referencia a una arboleda junto al río. Mejana es el nombre dado a las islas que surgen en el lecho fluvial. La misma dinámica que las forma puede volver a unirlas con la orilla, conformando auténticas penínsulas que, en muchos casos, han mantenido su nombre. Pero la presión humana ha provocado que sotos y mejanas ya no constituyan el corredor continuo de antaño. El Lugar de Importancia Comunitaria “Sotos y mejanas del Ebro” es la figura que agrupa y protege los restos de bosques ribereños que acompañan el discurrir del Ebro en Aragón, por Novillas, Gallur, Tauste, Pradilla de Ebro, Boquiñeni, Luceni, Remolinos, Alcalá de Ebro, Cabañas de Ebro, Alagón, Torres de Berrellén, Sobradiel, Utebo, Zaragoza, El Burgo de Ebro, Alfajarín, Fuentes de Ebro, Osera de Ebro, Pina de Ebro, Velilla de Ebro y La Zaida. Sobre suelos fértiles y húmedos, que permiten el desarrollo de especies caducifolias, la vegetación ocupa bandas paralelas al río, en función de la presión que ejercen las avenidas: primero, los carrizales; luego, frondas de sauces, álamos y chopos; y por último, tamarices, olmos y fresnos, fundamentalmente. En su seno se desarrolla una destacada y rica fauna, en la que abundan los pequeños pajarillos.
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LOS MONTES DE ZUERA Y LA BARDENA NEGRA
NATURALES
Monegros es una amplia comarca natural situada entre las provincias de Zaragoza y Huesca. Se extiende a ambas vertientes de la sierra de Alcubierre, entre el río Gállego y el Cinca, de oeste a este, y entre la hoya de Huesca y el Ebro, de norte a sur. En esta valiosa estepa subdesértica de 2.500 km2, las temperaturas pueden oscilar entre los 0 ºC de media invernal y los 40 ºC del verano. Algunas de las zonas más singulares de los Monegros están constituidas por sasos como los de Osera y Santa Cruz (Castelflorite). Paisaje característico es el de los “torrollones” de la Serreta de Tramaced y la Gabarda, con formaciones de arenisca erosionada. Las ripas de Alcolea-Ballobar, con vistosas chimeneas de hadas y abundantes rapaces, dan el salto al valle del Cinca y a su intensa sucesión de sotos, que configura uno de los corredores verdes más importantes de Aragón. La sierra de Alcubierre (822 m, Monte Oscuro) conserva restos de primitivos bosques de pinos, sabinas y enebros. Y son de una gran importancia las saladas, lagunas de origen endorreico y aguas salobres, especialmente numerosas en la zona de Bujaraloz y Sástago, donde destaca la de la Playa. Finalmente, el Refugio de la Fauna Silvestre de la laguna de Sariñena, con 235 ha, sirve de cobijo a numerosas aves acuáticas.
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MONEGROS Y EL VALLE DEL CINCA
| Zona del Planerón. Belchite Archivo PRAMES/Javier Romeo
| La salada Grande de Chiprana Archivo PRAMES/Javier Romeo
Este Espacio Natural Protegido es un conjunto lagunar de excepcional valor, pues a su importancia geológica añade flora y fauna de gran diversidad y con importantes endemismos. Tiene una superficie de 154,8 ha y se localiza en el municipio de Chiprana, en pleno centro de la depresión del Ebro, donde es frecuente la formación de humedales endorreicos y salobres. La reserva natural comprende las saladas Grande y de Roces, otras masas más pequeñas y transformadas por el regadío (estanca de Chiprana y Foya de San Blas) y varias cubetas colmatadas por carrizales (Prado del Farol y salada de San Marcos). La salada Grande, con 31 ha de superficie y 5 m de profundidad, es la única laguna endorreica salina de aguas permanentes profundas de Europa Occidental. Sus especiales características y su excelente estado de conservación hacen que su lecho albergue un tapiz de microorganismos único, comparable a las primeras formas de vida en la tierra. En su entorno, también medran especies vegetales de especial valor y rareza, como el tomillo sanjuanero. Entre la fauna destaca la variedad de aves acuáticas, 55 catalogadas, incluyendo alguna que sólo vive en medios salinos como el tarro blanco; también la visitan el chorlitejo patinegro y el zampullín cuellinegro.
La laguna de Gallocanta ocupa un páramo situado en plena cordillera Ibérica, a más de 1.000 m de altitud y aislado de cuencas hidrográficas. Su carácter endorreico condiciona un volumen variable, en función de las precipitaciones, y unas aguas saladas, debido a la disolución de minerales. Con una superficie de 14,5 km2, es el mayor lago interior de España, aureolado además por otras masas de agua mucho más pequeñas, como las lagunas de La Zaida y Guialguerrero. Sus especiales características convierten a la laguna en uno de los ecosistemas más singulares de Europa, con endemismos vegetales como la gramínea Puccinellia pungens. Pero, sobre todo, destaca su población de aves, con más de 200 especies. A las esteparias de la zona (avutarda, sisón, ganga, ortega, alcaraván y diversos aláudidos), se suman las acuáticas. Entre estas últimas, la presencia invernal de grullas (en ocasiones, hasta el 90% de la población europea) ha convertido a Gallocanta en un referente ornitológico. Patos, ánsares, garzas, cormoranes, gaviotas o una gran cantidad de limícolas son otras de las aves que permanentes, estivales o invernantes se pueden contemplar. Se han habilitado recorridos, observatorios y centros de interpretación que permiten conocer y observar a todas ellas.
| Laguna de Gallocanta, con la sierra de Valdelacasa, al fondo Archivo PRAMES/Javier Romeo
PAISAJE PROTEGIDO DE LOS PINARES DE RODENO
de interés en ARAGÓN
RESERVA NATURAL DE LA LAGUNA DE GALLOCANTA
NATURALES
Las tierras de Belchite están reconocidas internacionalmente por albergar una de las mejores muestras de paisaje estepario de Europa; una zona caracterizada por la aridez y la escasez de vegetación, pero que cobija importantes especies de flora y fauna. En este austero espacio subdesértico habita la alondra ricotí que es, sin duda, la especie más singular de estas estepas surgidas de acción combinada de la naturaleza (suelos yesosos y pobres, escasas precipitaciones, clima mediterráneo continentalizado, cierzo) y el hombre (deforestación con fines agrícolas y ganaderos). Otras aves de gran valor son los sisones, las gangas, las ortegas y las terreras marismeñas, entre otras; y en cuanto a la vegetación, destacar las plantas gipsófilas (amantes de los yesos), como albada, asnallo o jarilla de escamas, y halófilas (amantes de la sal), como el Tamarix boveana, una especie vulnerable. Dos son las zonas destinadas a salvaguardar todos estos tesoros naturales: la Reserva Ornitológica El Planerón (propiedad de la Sociedad Española de Ornitología) y el Refugio de Fauna Silvestre de La Lomaza (gestionado por el Gobierno de Aragón); ambos ofrecen recorridos señalizados y actividades; también se puede visitar el Centro de Interpretación de las Estepas del Valle del Ebro, en Belchite.
RESERVA NATURAL DE LAS SALADAS DE CHIPRANA
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LAS ESTEPAS DE BELCHITE
| Formaciones rocosas y balsa en las cercanías de las masías de Ligros Archivo PRAMES/Javier Romeo
El nombre de rodeno distingue a un ecosistema peculiar de la sierra de Albarracín que se caracteriza por un terreno de areniscas rojizas de inicios del Mesozoico (periodo Triásico) a las que debe su nombre (rodeno significa rojizo). En combinación con sus curiosas formaciones pétreas, se desarrollan frondosos bosques de pino resinero (Pinus pinaster), creando un hermoso conjunto paisajístico que, además, alberga unas nutridas flora y fauna. Si bien el rodeno se extiende por un ámbito de casi 14.000 ha de superficie entre Albarracín y Tormón, manteniendo las mismas características, el Espacio Natural Protegido, creado en 1995 y ampliado en 2007, abarca 6.849 ha. El relieve se caracteriza por escarpes y hoces, en los que la erosión ha formado desde cavernas y bloques de caprichosos perfiles (como los tormos con forma de champiñón) hasta microformas en la superficie de las rocas (alvéolos, tafonis y gnammas). Por otra parte, la ocupación humana del territorio ha dejado un importante patrimonio etnográfico, sobre todo relativo al pastoreo y la resinación, y alberga un importante conjunto de pinturas rupestres, protegidas como Patrimonio de la Humanidad, que fueron el origen de la creación del Parque Cultural de Albarracín.
| Los Vadillos. Monasterio de Piedra
| Órganos de Montoro
Archivo PRAMES/Javier Romeo
Archivo PRAMES/Lucía Aguilar
VALLES DEL ISUELA, ARANDA Y MANUBLES
SIERRAS DE GÚDAR Y JAVALAMBRE
| Zonas encajadas del río Isuela Archivo PRAMES/Javier Romeo
Pertenecientes a la cuenca del Jalón, estos tres ríos contribuyen a modelar el paisaje agreste y montaraz de esta parte de la Ibérica. El Aranda y el Isuela son ejes de la comarca del Aranda, que toma el nombre del río principal. Sus valles separan las sierras de la Virgen, del Tablado y de la Nava Alta, por la que se prolonga el macizo del Moncayo. El Isuela, recorre buena parte de la llamada cara oculta del Moncayo, por un paisaje calizo de expresivas formas. Se encañona entre Purujosa, Calcena y Tierga y recibe diversos cursos menores de gran interés (Valcongosto, Valdeplata). Muy importante es el capítulo de cavidades kársticas, aprovechadas por abundantes comunidades de murciélagos. El valle del Isuela tiene en la sierra de la Virgen su principal referencia medioambiental. Sus masas forestales reúnen seis especies de la familia Quercus: encina, coscoja, quejigo, rebollo o marojo, roble albar y alcornoque, cuya presencia en Sestrica forma uno de los escasos alcornocales de Aragón. El Manubles, más al sur, es un río cristalino y caprichoso. Uno de sus parajes más bellos es el pozo de los Chorros, en Bijuesca. Junto a su curso, la sierra de Armantes despliega sugerentes elevaciones y formas erosivas de carácter estepario, ampliando así el muestrario de ecosistemas en la zona.
| Sierra de Gúdar y valle del Mijares. Olba Archivo PRAMES/Javier Romeo
El Maestrazgo es una gran región natural, agreste y montañosa, que se extiende por el sistema Ibérico oriental, entre las provincias de Teruel y Castellón. En Aragón da nombre a una de sus comarcas y a un Parque Cultural, que agrupa toda su riqueza natural y humana. Estas serranías calizas tienen su máxima altura en los 1.864 m del pico de San Víctor, en Fortanete; en ellas, se ha generado un impactante paisaje de valles y barrancos gracias a ríos como el Pitarque, el Cañada, el Palomita, el Bordón y el Guadalope, al que afluyen todos los anteriores y que excava profundas hoces entre Aliaga y Castellote. Este tramo acoge el Monumento Natural Puente Fonseca, que es un puente natural de piedra toba. Hitos geológicos con idéntica protección son las Grutas de Cristal, en la localidad de Molinos, conocidas por sus estalactitas excéntricas; y los Órganos de Montoro, en la de Villarluengo, emblemático paredón de agujas rocosas. Otro rincón destacado es el nacimiento del río Pitarque, en la población del mismo nombre. A las puertas de este Maestrazgo, Aliaga reúne y suma otras muchas formaciones naturales que han dado lugar a la creación de un parque geológico de interés internacional, que ofrece parajes tan singulares como el barranco del Hocino, la hoz Mala o la Boca del Infierno.
La comarca de Gúdar-Javalambre abarca los macizos montañosos del extremo suroriental de la cordillera Ibérica, separados por la depresión del río Mijares. La sierra de Gúdar está formada por pequeñas alineaciones y valles que descienden progresivamente desde los 2.019 m de la Peñarroya, cerca de Valdelinares. En esta sierra nacen los ríos Guadalope, Mijares, Mora, Alcalá, Alfambra y Linares, regando montes de extensos pinares, fundamentalmente de pino laricio y pino silvestre, pero donde también encontramos un bosque relicto de pino negro, en la sierra de los Monegros. Destacan algunos ejemplares monumentales como el pino del Escobón, de 23 m de alto y una edad de más de 600 años, en Linares de Mora. La sierra de Javalambre está culminada por el pico más alto de la provincia de Teruel y la segunda cima del sistema Ibérico aragonés, el Javalambre, con 2.020 m. Los ríos Torrijas, los Olmos, Manzanera, los Paraísos y Albentosa recorren este macizo y excavan profundas hoces y barrancos. Son ríos trucheros a los que se suman numerosas fuentes y manantiales con aguas cristalinas. De la vegetación, aun cuando no faltan los pinares, destacan los magníficos sabinares, con algunos árboles milenarios.
de interés en ARAGÓN
EL MAESTRAZGO Y EL PARQUE GEOLÓGICO DE ALIAGA
NATURALES
El río Piedra y su afluente el Mesa, antes de alcanzar el Jalón en tierras de Calatayud, tallan vistosos desfiladeros en las sierras Ibéricas que atraviesan. El río Mesa, llegado de la vecina Guadalajara, encaja su cauce en los espectaculares cañones que discurren entre Calmarza y Jaraba. El lugar, muy apreciado por escaladores, alberga una de las mayores concentraciones de buitres leonados de la península. Jaraba es también famosa por sus balnearios de aguas termomedicinales, que manan en el entorno del río. El río Piedra también nace en la provincia de Guadalajara. Ya en tierras aragonesas, entre Torralba de los Frailes y Aldehuela de Liestos, muy cerca Gallocanta, excava unas hoces que también son hábitat de rapaces y reclamo de escaladores. Curso abajo, el manantial de los Ojos de Cimaballa, muy próximo al río, es otro punto de interés. Más adelante, aparece la cascada de las Requijadas y, enseguida, el conocido monasterio de Piedra, rodeado de su hermoso parque natural. El cenobio cisterciense, tras su desamortización en el siglo XIX, fue comprado por Pablo Muntadas, recayendo en su hijo Federico, quien fue el artífice del actual recorrido romántico. Federico Muntadas modificó el curso de río y abrió caminos y túneles, creando uno de los parajes más bellos de Aragón.
espacios
EL MONASTERIO DE PIEDRA Y LOS CAÑONES DEL MESA
ESTRECHOS DEL RÍO MARTÍN
EL VALLE DEL HUERVA
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LOS PUERTOS DE BECEITE
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Huesca Aínsa
Los estrechos del río Martín, al norte de la provincia de Teruel, se reparten en varios tramos de su curso medio. Los más espectaculares discurren entre el núcleo de Peñarroyas (Montalbán) y la localidad de Obón, con rincones como el pozo de los Boyetes; entre Obón y Alcaine, a través de la Coquinera y la Cañada Marco; y los que se encajan en la sierra de Arcos, antes de llegar a Albalate del Arzobispo. Estas zonas y otras pertenecientes a cursos tributarios, como el barranco del Mortero, en Alacón, acogen numerosas pinturas rupestres, cuya protección y difusión motivaron la creación del Parque Cultural del Río Martín. En este espacio se integran otros muchos valores artísticos y etnográficos; también otros muchos espacios de gran interés medioambiental y paisajístico. Hay que citar las formaciones de rodeno de Peñarroyas y Torre de las Arcas; las bellas cascadas y cañones del río Cabra, o del Radón; el embalse de Cueva Foradada y su tamarizal, convertidos en hábitat de numerosas aves acuáticas; la sima de San Pedro, en Oliete, que es una de las mayores de Europa en su género, abrigo de variadas aves, micromamíferos, reptiles y anfibios; las icnitas y la surgencia de los baños de Ariño; y la cueva Negra y los estrechos de Valdoria, en Albalate.
| Cañón del río Martín cerca de Alcaine Archivo PRAMES/
| Hoces del río Huerva. Aladrén Archivo PRAMES/Javier Romeo
En la localidad turolense de Fonfría, entre las sierras de la Pelarda y Cucalón, el Huerva comienza una andadura de 128 km que le lleva a atravesar materiales paleozoicos (pizarras y cuarcitas) de las sierras del Peco y Herrera, para continuar excavando calizas del Mesozoico, seguir entre arcillas, conglomerados y areniscas, en torno a los embalses de Tosos y Mezalocha, y acabar entre yesos, cerca ya de su desembocadura en el Ebro. El alto y medio valle del Huerva son de gran interés geológico y paisajístico. El curso meandriforme talla numerosos cañones, como los de Vistabella en la zona del azud de la Umbría; las gargantas de Herrera de los Navarros y Aladrén, en las que desemboca el profundo barranco de Valhondo; los meandros encajados que describe el río entre el embalse de las Torcas y Tosos; la foz de los Calderones, en Villanueva de Huerva; el cañón excavado entre Aylés y el embalse de Mezalocha, junto al que se recorta la emblemática peña del Moro; o los estrechos de Muel. Todos estos roquedos son aprovechados por buitres leonados, águilas reales, halcones peregrinos y águilas azor-perdiceras. Entre ellos, las vegas más abiertas acogen excelentes ecosistemas de ribera. Son aguas de gran calidad que todavía albergan comunidades de cangrejo autóctono.
Dominando el paisaje y formando límite con Cataluña y el País Valenciano se encuentra la alineación montañosa de los Puertos de Beceite. Sus abruptas montañas, horadadas por numerosos ríos y barrancos, esconden parajes impactantes como el Parrisal, las Gúbies del Mas Roig o las peñas del Masmut. En el Parrisal nace el río principal de la zona, el Matarraña, que da nombre a la comarca que atraviesa una vez ha superado Els Estrets, un estrecho paso de 200 m de longitud, 60 de altura y tan sólo 3 de anchura. En este curso fluvial confluyen otros, como el Ulldemó, el Pena o el Tastavins. El cauce de estos ríos recorre rincones de espectacular belleza y gran interés ecológico por la vegetación y la fauna que albergan. Es un agreste terreno de carácter plenamente mediterráneo, en el que lo más sobresaliente son los ambiente ribereños, que ocupan fondos de barrancos y orillas de los ríos, y los espesos pinares de pino silvestre que cubren enormes extensiones por encima de los 1.000 m de altitud. A su lado, se desarrolla un tupido sotobosque de boj, enebros y acebos, o crecen arces e, incluso, tejos. Reserva Nacional de Caza desde 1966, el emblema de Els Ports es la cabra montés, a la que acompaña un amplio elenco de fauna ibérica.
| Rocas del Masmut Archivo PRAMES/Julio E. Foster
Alquézar Barbastro Benasque Biescas Boltaña Canfranc Formigal Graus Huesca Jaca Monzón Panticosa Sabiñánigo Sariñena Torreciudad
Plaza del Castillo, torre nordeste Avda. Pirenaica, 1 C/ Nueva, 14 Avda. La Merced, 64 (conjunto de San Julián y Santa Lucía) C/ San Sebastián, 5 (Casa de la Cultura) Plaza del Ayuntamiento, 2 Avda. Ordesa, 47 Plaza del Ayuntamiento, 1 Edificio Almonsa III Plaza de la Compañía, 1-2 (Espacio Pirineos) Plaza de López Allué, s/n (antiguo mercado) Plaza de San Pedro, 11-13 Plaza Mayor, 4 (porches del ayuntamiento) Castillo de Monzón C/ San Miguel, s/n Avda. del Ejército, 27 (Pirenarium, galería comercial) C/ Gasset, 4 (Museo de la Laguna) Santuario de Torreciudad
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Teruel Albarracín Alcalá de la Selva Alcañiz Andorra Calaceite Calamocha Cantavieja Castellote Escucha La Puebla de Valverde Manzanera Molinos Mora de Rubielos Puertomingalvo Rubielos de Mora Teruel Valdelinares Valderrobres
C/ San Antonio, 2 C/ Castillo Bajo, 2 C/ Mayor, 1 Paseo de las Minas, s/n (antiguas oficinas de Endesa) C/ Sagrado Corazón, 33 Pasaje Palafox, 1 C/ Mayor, 15 (Museo de las Guerras Carlistas) Plaza de España, 3 C/ Carretera, bajo (Museo Minero) C/ Mayor, 12 Plaza de la Cultura, 4 Torreón Medieval C/ Diputación, 2 Edificio del Ayuntamiento Plaza de Hispano América, 1 C/ San Francisco, 1 Plaza Amantes, 6 Plaza de la Iglesia, s/n Avda. Cortes de Aragón, 7
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Zaragoza Alagón Borja Brea de Aragón Calatayud Caspe Daroca Ejea de los Caballeros Gallocanta Jaraba La Muela Mequinenza Sos del Rey Católico Tarazona Uncastillo Zaragoza
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* Oficinas del Gobierno de Aragón en Zaragoza
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PAISAJE PROTEGIDO DE SAN JUAN DE LA PEÑA Y MONTE OROEL
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ANAYET Y VALLE DE TENA
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MACIZO DEL TURBÓN Y VALLE DEL ISÁBENA
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EL MONTSEC Y LAS LAGUNAS DE ESTAÑA
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PARQUE NATURAL DE LA SIERRA Y CAÑONES DE GUARA
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LOS MALLOS DE LA HOYA DE HUESCA
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SIERRA DE SANTO DOMINGO Y LA VALDONSELLA
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LA RESERVA NATURAL DE LOS GALACHOS DE LA ALFRANCA DE PASTRIZ, LA CARTUJA Y EL BURGO DE EBRO
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PARQUE NATURAL DEL MONCAYO
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MONEGROS Y EL VALLE DEL CINCA
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EL AIGUABARREIG Y EL MAR DE ARAGÓN
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LOS MONTES DE ZUERA Y LA BARDENA NEGRA
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SOTOS Y MEJANAS DEL EBRO
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LAS ESTEPAS DE BELCHITE
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RESERVA NATURAL DE LAS SALADAS DE CHIPRANA
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RESERVA NATURAL DE LA LAGUNA DE GALLOCANTA
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PAISAJE PROTEGIDO DE LOS PINARES DE RODENO
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EL MONASTERIO DE PIEDRA Y LOS CAÑONES DEL MESA
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VALLES DEL ISUELA, ARANDA Y MANUBLES
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EL MAESTRAZGO Y EL PARQUE GEOLÓGICO DE ALIAGA
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SIERRAS DE GÚDAR Y JAVALAMBRE
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ESTRECHOS DEL RÍO MARTÍN
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EL VALLE DEL HUERVA
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LOS PUERTOS DE BECEITE
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