ESPIRITUALIDAD CUERPO FÍSICO, ETÉRICO Y LOS CHAKRAS Ester García

2013

EDITORIAL

LA OTRA ZONA

CUERPO FÍSICO, ETÉRICO Y LOS CHAKRAS

El hombre no solo tiene un Cuerpo Físico, también tiene alma, cuerpo etérico y cuerpo de

prana. El Alma, es una parte de nuestro espíritu

que permanece en el Astral. Este nos envía, a través del cordón de plata, energía al Cuerpo Etérico, que es un cuerpo de energía que ejerce

como vehículo por el cual fluyen las corrientes

vitales que mantienen vivo el cuerpo físico. El

cuerpo etérico posee aproximadamente la misma extensión y forma que el cuerpo físico.

La energía que el cuerpo recibe del Astral, entra por la fontanela,

baja por la columna y entra en el Primer Chakra o Kundalini. De este primer chakra se distribuye hacia los demás, en total son siete. Cada uno de ellos rige una parte distinta del cuerpo.

La palabra Chakra es sánscrita y significa rueda. El uso en acepción

figurada de la palabra chakra se refiere a una serie de círculos de energía

semejantes a ruedas que existen en la superficie

del

cuerpo

etérico

del

hombre que se proyecta ligeramente

más allá del cuerpo físico. Cada chakra se correlaciona con un área específica del cuerpo y genera un impulso determinado.

Los Chakras son centros de fuerza

de absorción e irradiación, puntos de conexión y enlace por los cuales fluye

energía, equivalentes a los centros de fuerza del cuerpo psíquico, ya que están

localizados en la misma área. Mientras

los primeros son centros de fuerza en el cuerpo vital provisorio y se diluyen con la muerte del cuerpo físico, los segundos son núcleos de

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fuerza psíquica, impregnados de substancia astralina, pre-existentes al nacimiento del cuerpo físico y pos-existentes a la muerte del mismo.

Cuando los chakras están bien desarrollados su función específica

es captar las diversas energías del espacio y las energías etéricas del

planeta, esenciales para el sostenimiento de la estructura física, así como

las energías psíquicas; energías que el cuerpo vital irriga y distribuye con vitalidad al cuerpo físico, creando así el cuerpo de prana, compuesto por estas energías. Dado la relación de la prana con el cuerpo psíquico,

facilita el desarrollo de las facultades psíquicas, espirituales y una mejor salud general. Es necesario saber que los factores mental y emocional ejercen influencia en los chakras. Son siete Chakras: EL

CHAKRA

BÁSICO

O

KUNDALINI

(MÛLÂDHÂRA) - Significa "Fundación". El primer centro, situado en la base de la espina dorsal, concretamente en el perineo, entre el ano y los genitales. Contiene cuatro

rayos o pétalos. Su tonalidad es rojoanaranjado fuerte. En las personas brutas de

carácter, también toma la tonalidad de púrpura oscuro, pero con

marices rojo-anaranjado. Este es un chakra adormecido en casi la totalidad de los humanos, pues, dado su tremenda fuerza primaria, conocida también como “fuego serpentino”, no debe desarrollarse a

destiempo. De hacerlo prematuramente la persona que aún no

controla esta fuerza corre el riesgo de de caer víctima de una fuerza tremenda, agresiva y violenta cayendo en la locura y el crimen.

Antes de despertarlo es absolutamente indispensable haber alcanzado un alto grado de pureza moral y pleno desarrollo de la

voluntad, a fin de regular la dirección y uso de esa fuerza, ya que excita en alto grado los deseos y las pasiones. Cuando la persona que lo activa ha conseguido la pureza moral y ha desarrollado la

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voluntad, puede dirigir esa energía para activar los demás chakras y el desarrollo de los centros del cuerpo psíquico. (A) EL CHAKRA ESPLÉNICO (SVADHISTHANA) -

Su nombre significa "El lugar donde

mora el ser”.

El segundo chakra

está

situado a la altura y lado del bazo y es uno

de los más importantes del cuerpo vital. Tiene

este

chakra

seis

pétalos

u

ondulaciones de diversos colores y es muy

radiante, pues refulge como un sol. En cada una de las seis

divisiones de la rueda predomina el color de una de las modalidades

de la energía vital. Estos colores son: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul y violado; es decir, los mismos colores del Arco Iris

menos el índigo o añil. Tiene una gran fuerza magnética, su función principal es absorber las energías contenidas en el medio ambiente,

tales como los rayos proyectados por el sol, los rayos cósmicos, electricidad

atmosférica,

magnetismo,

etc.,

así

como

las

emanaciones telúricas del planeta. Energías que contienen prana y

que extrae de esa energía y substancias, distribuyéndola por los

diversos chakras y órganos del cuerpo físico, lo que constituye a fortalecerlos y activarlos

Una persona de salud vigorosa, su bazo trabaja más activamente por la influencia de este chakra, por lo que mantiene una mayor cantidad de prana de la que necesita para su normal

funcionamiento. El sobrante de la asimilación del prana, es expulsado por los poros de la piel del cuerpo físico y otros medios, formando lo que se conoce como aura de la salud.

El aura de la salud está compuesta por emanaciones del cuerpo

vital, por las partículas expulsadas del cuerpo. Desempeña a su vez un fin útil, el de proteger a las personas de la invasión de gérmenes patógenos productores de enfermedades.

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Como dato curioso, decir que cuanto mayor sea el desenvolvimiento de este chakra, mayor será la capacidad para recordar los sueños y vivencias que se tienen en el Astral. (B)

EL CHAKRA UMBILICAL (MANIPÛRA) -

Significa "La ciudad de las gemas". El

tercer chakra está situado en el ombligo. Tiene

relación

con

el

plexo

solar,

vitalizando la región de los intestinos,

estómago, páncreas, riñones, etc. Por lo que tiene una gran influencia sobre el

metabolismo y la asimilación de los alimentos ingeridos. Está íntimamente relacionado con sentimientos y emociones de diversa índole. Ejerce una fuerte influencia sobre los centros psíquicos:

sensorial y emocional, que hace a la persona más sensible a toda clase de influencias externas. Su color predominante es una curiosa

combinación de varios matices del rojo, aunque también contiene mucha parte del verde (tonalidad que toma del chakra esplénico). Las divisiones son alternativas y principalmente rojas y verdes. Tiene en total 10 tonalidades. (C)

EL CHAKRA CARDÍACO (ANÂHATA) Significa "El no golpeado". El cuarto chakra situado en el corazón es de

brillante color de oro y anaranjado, cada

uno de sus cuadrantes está dividido en

tres partes, por lo que tiene doce ondulaciones, pues su energía primaria

se subdivide en doce radios. Recibe el rayo amarillo del chakra esplénico, que da fuerza al corazón, continuando por el chakra

laríngeo hasta alcanzar el coronario. El rayo amarillo, al alcanzar el cardíaco interpenetra en la sangre que va a irrigar el cerebro,

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vitalizando las células cerebrales, así como todo el cuerpo.

El

aspecto clave de este chakra es lograr el equilibrio entre los tres

chakras que hay por arriba y los tres que hay por debajo. Quien está centrado en este chakra, ha logrado evolucionar más allá de las

limitaciones de su entorno, controlando sus perturbaciones emocionales, la persona se vuelve dueña de sí misma, gana

sabiduría y fuerza interior, se equilibran la energía femenina y masculina. Tiene en total 12 tonalidades. (D) EL CHAKRA LARÍNGEO (VISHUDDHA) Su nombre significa "Puro". El quinto

centro está situado en la garganta. Su función principal es la de proporcionar

energía a las cuerdas vocales de la laringe, la garganta y los oídos, así como parece

influir en el funcionamiento de las

glándulas que se hallan en el área, como la tiroides, paratiroides y el timo.

Tiene dieciséis radios. Su tonalidad cromática es azul y

plateado con influencia de lila, por el rayo azul y violeta que recibe del chakra esplénico. La tonalidad azul e energía de salud, necesaria para mantener las cuerdas vocales en normal funcionamiento.

Cuando este chakra es muy activo, vigoriza las cuerdas vocales al punto de proporcionar una voz más potente, como en el caso de los

barítonos, tenores, sopranos y oradores. Cuando este chakra está bien desarrollado en una persona, le facilita la audición psíquica,

conocida como clarividencia (mediumnidad auditiva), pudiendo oír voces del Astral. (E)

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EL CHAKRA FRONTAL (AJNÂ) Tercer

Ojo.

Su

nombre

Es el

significa

"Autoridad, Mando, Poder Ilimitado". El sexto chakra situado en el entrecejo o base

de la frente. El despertamiento de este

chakra permite a la persona percibir visiones de objetos, lugares y gente más allá

de

su

despierta

la

vista

física.

Una

vez

desarrollado, permite a la vista psíquica manifestarse con lo que clarividencia.

Su

tonalidad

cromática

es

prediminantemente rosada con influencia del amarillo que recibe del chakra esplénico y del azul púrpura del laríngeo, que le atraviesa para alcanzar el 7º o coronario y contiene 96 divisiones o pétalos. (F)

EL CHAKRA CORONARlO (SAJASRÂRA) - Su nombre significa "Néctar, La Luna", y es la

conexión con la conciencia cósmica. El séptimo chakra está en lo alto de la cabeza,

en la coronilla. Este es el chakra más grande, de mayor potencia e irradiación del doble etérico

del

ser

humano.

Es

el

más

resplandeciente de todos, con sus 960 pétalos o rayos, situado en la parte alta de la cabeza. En las filosofías hindúes se le denomina:

“Loto de los mil pétalos”. A demás posee una porción central de

menor actividad con doce ondulaciones propias. No tiene una tonalidad cromática definida, pues así como la región central refleja

un blanco resplandeciente inundado de dorado, los 960 pétalos producen tonalidades múltiples y muy radiantes.

El duplo etérico es el eslabón de unión entre el cuerpo

psíquico y el físico. Este chakra es el factor de unión entre el cerebro

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psíquico y el físico. Pues bien, este chakra es el factor de unión entre el cerebro psíquico o mente humana y el cerebro físico-orgánico. Es a través de estos dos instrumentos que la mente espiritual o ego superior puede manifestarse en el plano físico. Podremos decir que este chakra facilita la unión del mundo espiritual superior con el mundo material. (G)

Los chakras A, C, E, F y G, son los más atacados por las energías

malignas, porque son los más básicos del cuerpo. Son estos chakras los que dominan el cuerpo físico.

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Desde luego que ni los colores de las ilustraciones ni ningún color de este mundo tienen la suficiente luminosidad para igualar al del chakra

respectivo; pero al menos da el dibujo una idea del verdadero aspecto de estas ruedas de luz.

Por lo ya expuesto, se comprenderá que los centros difieren de

tamaño y brillo según la persona, y aun en un mismo sujeto pueden ser unos más vigorosos que otros.

En el caso de un hombre que sobresalga excelentemente en las

cualidades expresadas por medio de determinado centro, no sólo aparecerá éste de mucho mayor tamaño, sino especialmente radiante y emitiendo brillántes rayos de oro.

Los chakras se dividen naturalmente en tres grupos: inferior, medio

y superior. Pueden denominarse respectivamente: fisiológico, personal y espiritual.

El primero (A) y segundo (B) tienen pocos radios o pétalos y su

función es transferir al cuerpo dos fuerzas procedentes del plano físico. Una de ellas es el fuego serpentino de la tierra y la otra la vitalidad del sol.

Los centros tercero (C), cuarto (D) y quinto (E), que constituyen el grupo medio, están relacionados con las fuerzas que por medio de la personalidad recibe el ego. El tercer centro las transfiere a través de la

parte inferior del cuerpo astral; el cuarto por medio de la parte superior de este mismo cuerpo; y el quinto por el cuerpo mental. Todos estos

centros alimentan determinados ganglios nerviosos del cuerpo denso. Los

centros sexto (F) y séptimo (G), independientes de los demás, están

respectivamente relacionados con el cuerpo pituitario y la glándula pineal, y solamente se ponen en acción cuando el hombre alcanza cierto grado de desarrollo espiritual.

El cuerpo etérico también atrae energías vitales del sol a través del

chakra del plexo solar, y energías vitales de la tierra a través del chakra basal. Acumula estas energías y, a través de los chakras las conduce al cuerpo físico en flujos vitales ininterrumpidos. Las dos formas de energía

se encargan de mantener un equilibrio vivo en las células corporales. La

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energía de estas células, después de que el cuerpo muere, tarda entre 3 y 5 días en desaparecer, tiempo que corresponde con el inicio de descomposición del cuerpo.

La energía del cuerpo etérico se irradia hacia fuera a través de los

chakras y de los poros en filamentos de energía rectos de

aproximadamente 5 centímetros de longitud y constituye el aura etérica,

que, por lo general, es la primera fracción del aura total percibida por las personas con mediumnidad irradiando un flujo constante de energía vital hacia el entorno.

El Cuerpo de Prana, puede decirse que es una película muy fina de

energía que se sitúa entre el cuerpo Etérico y el físico. Es la energía que los une a ambos y que impide que la energía

que mana de los Chakras salga del Cuerpo

Físico. Una filtración puede dañar el cuerpo etérico abriendo agujeros negros o grietas por

los

que

entra

energía

negativa

procedente de hermanos del Bajo Astral. Si se limpia a tiempo, pueden cerrarse. Si no se

hace nada al respecto, la filtración va

penetrando cada vez más hasta perforar el

cuerpo de Prana, que se sitúa inmediatamente pegado al cuerpo físico,

comienza a notarse una sensación de picor y malestar y así crear una enfermedad real y física, como son algunos tipos de cáncer entre otros.

Una persona, estando despierta o dormida, puede salir de su cuerpo

físico, pero siempre estará ligada a él a través del cordón de plata. Esa

experiencia es la conocida como desdoblamiento. Su cuerpo etérico puede interactuar en el Astral pero finalmente vuelve al cuerpo, bien porque el cuerpo físico se despierta o porque la persona quiere volver a él voluntariamente. Para entrar de nuevo en el cuerpo ha de hacerlo igual

que si se tratase de una posesión, entrando por el lado izquierdo. Solo con la muerte, que se produce cortando el cordón de plata, se desvincula totalmente el cuerpo etérico del físico.

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