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Este documento debe ser citado de la siguiente manera:

Chacón, Gustavo. Crespo, Antonio. Malo, Antonio y López, Joaquín. 2008. Fundamentos para la educación ambiental. Programa de Canje de Deuda Ecuador – España, Comité Binacional, Ilustre Municipalidad de Cuenca. Universidad del Azuay. Cuenca, Ecuador, 64 pp.

Todos los derechos reservados Cuenca, Ecuador Año 2008

Introducción La Universidad del Azuay, dentro del proyecto “Educación con Calidad”, realizado en convenio con la Ilustre Municipalidad de Cuenca, propuso la incorporación de un módulo relacionado con la Educación Ambiental, para ser tratado con los maestros y maestras de las 23 comunidades educativas participantes. El tema en cuestión es de indudable importancia y de enorme actualidad, ya que cada día nuestro país y el mundo presencian las terribles consecuencias del cambio climático, la deforestación, la pérdida de la biodiversidad y la creciente presión sobre las fuentes de alimento y agua. La presente guía, elaborada por catedráticos y un estudiante de la Escuela de Biología, Ecología y Gestión, está dividida en tres secciones; la primera, pretende explicar de manera clara los conceptos de megadiversidad y conservación, con algunos juegos y actividades para tratar el tema con los niños y niñas. En la segunda parte se analizan los problemas ambientales globales, experimentos de laboratorio para comprobarlos de manera sencilla, así como estrategias locales para frenarlos, mientras que en la última sección se resume la metodología de la educación ambiental en el patio de la escuela, la misma que ha sido exitosamente aplicada en comunidades educativas de nuestra ciudad. Esperamos que esta propuesta sea de gran utilidad para sus destinatarios, los docentes de este proyecto, pero sobre todo los niños y niñas de Cuenca, quienes tendrán la oportunidad de incorporar conceptos totalmente actualizados y prácticos sobre el cuidado ambiental, en un marco de desarrollo sustentable y equilibrado. Que esta lectura y sus propuestas enriquezcan el trabajo cotidiano de quienes forman los ciudadanos y ciudadanas del futuro. María Cristina Crespo Directora Componente Capacitación Proyecto Educación con Calidad

Índice Sección I: El Ecuador es un país megadiverso 1.1. 1.2. 1.3. 1.4. 1.5. 1.6.

Diversidad de especies y de ecosistemas: ¿cómo fue que al Ecuador lo llamaron “Megadiverso”? Diversidad Genética Para contextualizar el concepto de Biodiversidad Los problemas que enfrenta la “Megadiversidad” Para reflexionar Bibliografía para esta sección

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Sección 2: Polución atmosférica y bioacumulación

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2.1. 2.2. 2.3. 2.4. 2.5. 2.6. 2.7. 2.8.

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Problemas ambientales globales El calentamiento global y el cambio climático Destrucción de la capa de ozono Lluvia ácida Amplificación de substancias tóxicas Pérdida de biodiversidad Para reflexionar Bibliografía para esta sección

Sección 3: Prácticas de educación ambiental para el patio de la escuela 3.1. 3.2. 3.3. 3.4.

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Lo que debemos saber antes de comenzar 51 El ciclo de indagación para formular y responder preguntas 54 Las prácticas para el patio de la escuela 58 Bibliografía para esta sección 64

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Sección I

El Ecuador es un país megadiverso: Fundamentos para la educación ambiental

1.1. Diversidad de especies y de ecosistemas: ¿cómo fue que al Ecuador lo llamaron “Megadiverso”? Para responder a esta pregunta es necesario que pensemos en dos características del Ecuador, que tienen que ver básicamente con la posición geográfica y la historia geológica que influenciaron en la evolución de las especies. Según la primera característica, el país se encuentra ubicado en la línea equinoccial; es decir, los rayos del sol llegan de forma directa y perpendicular en comparación con los rayos que llegan de forma inclinada tanto en los países del hemisferio norte como en los del hemisferio sur. Esta forma de irradiación tiene efectos en un clima más benigno y constante a lo largo de un año, y en la forma de vida de animales, plan-

Fruto Comestible típico del oriente ecuatoriano

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tas y microorganismos. Como ejemplo mencionaremos la forma de las copas de cualquier árbol que podamos acordarnos, de aquellos que sean propios de las regiones tropicales, o neotropicales en el caso del Ecuador, sea en Galápagos, en la costa, sierra u oriente. Estas copas son abiertas y dirigidas directamente al Sol. Al contrario, ahora pensemos en las copas de los pinos, los cipreses y otros representantes de las coníferas que son propias de los bosques temperados de Norteamérica, Europa, Asia, etc., también los hay en Chile y Argentina, y están sujetos generalmente a cuatro estaciones (invierno, primavera, verano y otoño) en un año; estas copas parten casi desde el suelo en forma de cono, son anchas en la base y van adelgazándose hacia la parte más alta del árbol. Esta es justamente una adaptación para capturar eficientemente los rayos del Sol que llegan de manera inclinada. En el Ecuador también existen pinos y cipreses; pero son traídos de otros países; son cultivados y sembrados, es decir no existen en nuestros bosques naturalmente. Al nivel de un ecosistema, la conformación de las copas de los árboles tropicales hace que exista mucha luz en la cara externa de las hojas, creando hábitats particulares para especies que toleran la luz. Debajo de las copas, la transmisión de luz va decreciendo hasta llegar al suelo; de hecho, es oscuro cuando caminamos dentro de un bosque maduro con poca intervención humana. Esta gradiente de luz crea un sinnúmero de hábitats diferentes que poseen sus propias especies de animales, microorganismos e inclusive otras plantas. Para ilustrar esto, pensemos en la cantidad de orquídeas, helechos, bromelias, líquenes y musgos que viven sobre las ramas de los árboles sin afectarlos, y la cantidad de insectos, arañas y ranas que habitan en estos estratos, sin contar con todo el resto de especies que habitan prácticamente todos los hábitats hasta llegar al suelo, incluyendo el suelo mismo y aprovechando cada tronco caído, resto vegetal o animal, orificio, piedra o charco de agua. 4

Adicionalmente, la intensa radiación solar que reciben los bosques tropicales significa también mayor productividad vegetal –las plantas son productores primarios-; es decir, si pudiéramos pesar en una gran balanza todas las plantas que se encuentran en un bosque, encontraríamos que este peso, en seco, también llamado biomasa, es mucho mayor que aquel de otros bosques que no son tropicales. En otras palabras, el proceso de fotosíntesis se acelera con esta radiación directa, aumenta la biomasa de las plantas y, entonces, existe más comida para animales herbívoros. Si hay más animales herbívoros, los carnívoros aumentan de igual forma y, así, se mantiene una red alimenticia –o red tróficamucho más compleja y grande. Hasta aquí parece ser que la alta diversidad de especies del Ecuador no se diferencia de la igualmente alta diversidad de otros países tropicales o neotropicales, como por ejemplo Colombia. Veamos ahora algo sobre la segunda característica que se refiere a la historia geológica del Ecuador. Considerando exclusivamente a la cordillera de los Andes, es fácil imaginar que las montañas constituyen una barrera geográfica que limita el paso o migración de especies de Oeste a Este o viceversa. Las especies que en un principio eran muy similares entre sí en términos de modo de vida y comportamiento, con la aparición de los Andes, quedaron aisladas en la Amazonía y en la región costanera de América del Sur, y debieron adaptarse a las condiciones particulares de cada zona inclusive formando nuevas especies. Si bien es posible encontrar especies que se distribuyen en territorios extremadamente grandes como el puma, y que están tanto en la costa como en el oriente, la mayoría está restringida a una región en particular, como el caso del ratón pescador de la zona del Parque Nacional Cajas. Ahora añadiremos otro factor. La aparición de los Andes, especialmente en el Ecuador, no se dio de forma homogénea. Los Andes del Norte del país son más nuevos que los del sur. En el Norte encontra5

mos volcanes activos; en el Sur, no. En el Sur del Ecuador, especialmente desde la parte Norte de la provincia del Cañar hacia Loja, las montañas son más bajas, existe un clima más seco, y la evolución de los suelos que sostienen a la vegetación natural y a los cultivos les ha dado unas propiedades menos fértiles, en quebradas más angostas y de difícil trabajo. Desde el punto de vista de la biodiversidad, esta diferencia entre Norte y Sur hace que muchas especies no hayan podido migrar en sentido longitudinal con relación a los Andes. Si pensamos en el valle Girón – Paute, este valle constituye una verdadera barrera geográfica que hace que el Sur ecuatoriano tenga sus propias especies de flora como el gañal o la zarza, y de fauna como el colibrí garganta violeta o el ratón pescador, a sabiendas de que también hay especies que se distribuyen en los Andes como el cañaro, el cedro de montaña o el cholán o fresno.

Bomarea sp. Especie propia de los bosques altoandinos

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Hasta aquí hemos visto que la presencia de los Andes en sí mismos y las barreras geográficas entre el Norte y el Sur ecuatoriano marcan patrones importantes en la presencia o ausencia de especies en una región particular; sin embargo, nos falta analizar una consideración adicional. ¿Qué pasa con los rangos de elevación que van desde las partes bajas del oriente y de la costa hasta los páramos? De forma muy general y desde arriba hacia abajo, podemos encontrar: 1) arenales o páramos desiertos, especialmente en el Norte del país; 2) páramo arbustivo y de almohadilla; 3) páramo herbáceo o de pajonal, típico del Sur del país y que mantiene a la única especie de árbol que se ha adaptado a estas condiciones extremas, la quinua o árbol de papel. Seguimos bajando hasta llegar al 4) bosque alto-andino; 5) bosques de estribación de montaña y nublados; y, 6) bosques húmedos tropicales. Solamente leyendo los nombres de cada bosque, podemos saber que se trata de ecosistemas con especies diferentes, que los caracterizan y les confieren identidad. Si a esta clasificación le añadimos los bosques amazónicos en el oriente, los bosques secos de la región tumbesina que se encuentran en el litoral ecuatoriano hasta el Norte del Perú, la región Chocó – Tandayapa desde el Noroeste ecuatoriano hasta Colombia, los manglares, y todos los ecosistemas de las islas Galápagos o del mar territorial, los lagos y lagunas, ríos, etc., podemos ver claramente que la diversidad de ecosistemas y de especies es extremadamente alta. En consecuencia, el Ecuador se encuentra entre los 12 países más diversos del mundo. En especies, contiene aproximadamente 1.560 de aves, 320 de mamíferos, 380 de reptiles, 450 de anfibios, 23.000 de plantas, cientos de especies de flora y fauna acuática (marina y de agua dulce), miles de insectos y millones de microorganismos.

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1.2. Diversidad Genética Finalmente es necesario tomarnos un poco más de tiempo para hablar de otro tipo de diversidad, la diversidad genética. Esta diversidad se refiere a la variedad que existe entre los miembros que pertenecen a un mismo tipo de plantas o animales. Por ejemplo, todas las dantas pertenecen a una misma especie; pero no son exactamente iguales entre sí; un tigrillo no es igual a otro; una planta de guántug o floripondio puede tener flores más rojizas, pero otra puede tener flores blancas. Existen además muchas variedades de plantas y animales domesticados: la papa chaucha o la gabriela, diferentes razas de ganado, etc. Inclusive dentro de la especie humana tenemos alrededor de 12 pueblos indígenas según vivan en la costa, en la sierra o en el oriente, en un espacio natural específico en el que ha desarrollado su propia cosmovisión, valores y prácticas culturales. Cada pueblo y comunidad tienen un sistema diferente de administrar y manejar su espacio. Cada especie tiene un programa genético que le permite adaptarse a las condiciones de un ecosistema. Así, los tomates silvestres han servido para mejorar el contenido de vitamina C en las variedades cultivadas. El tomate de Galápagos ha permitido aumentar la tolerancia a la sequía y a la salinidad. De hecho, Latinoamérica es el centro de origen de al menos 42 especies vegetales alimenticias, medicinales, forrajeras y forestales. Si perdemos la diversidad de plantas o animales, significa que hemos perdido, para siempre, un banco genético enorme para producir genes y variedades mejor adaptadas. Sin lugar a dudas, por ahí habrá un químico o principio activo que sirva para encontrar la cura del cáncer o el sida en una planta que todavía no ha sido descubierta. Si continuamos al mismo ritmo de deforestación, esa planta nunca podrá ser encontrada. 8

1.3. Para contextualizar el concepto de Biodiversidad Con todo lo expresado, la biodiversidad se refiere, por lo tanto, a la variación encontrada en términos de genes, especies y ecosistemas de una región específica. No obstante, es imperativo incluir en este término los usos que se le da a la biodiversidad de acuerdo con la forma de vida de los pueblos. De aquí que el manejo adecuado y racional de la biodiversidad podrá ser una realidad en tanto y cuanto incluyamos a la diversidad cultural dentro de los empeños sociales, políticos y económicos de la humanidad.

Cactus de los valles secos andinos, típico de Paute y Gualaceo

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1.4. Los problemas que enfrenta la “Megadiversidad” De acuerdo con muchas fuentes, el Ecuador es probablemente el país que más deforestación tiene en comparación con los países de toda Sudamérica; se habla de un 1,8% anual de pérdida de bosques comparado con el 0,8% anual en Latinoamérica. Este indicador puede subir drásticamente cuando tratamos una región de escala más pequeña; por ejemplo, la cuenca del río Paute tiene tasas de deforestación que llegan al 4% anual, o 60.000 hectáreas que se han talado en tan solo nueve años. Regionalmente, el oriente mantiene todavía algo más del 50% de sus bosques; la costa, ha perdido algo más del 95% de sus bosques; y, la sierra, el 90%. Aún así, seguimos teniendo alta biodiversidad, aunque nos preguntamos ¿cuánto tiempo más la tendremos? Los bosques se cortan por diversas razones, sobre todo por actividades no planificadas y que no incluyen los potenciales y reales impactos sobre la biodiversidad y los recursos agua, suelo, aire, flora y fauna. En el oriente ecuatoriano, las causas principales para la deforestación son probablemente: 1) el auge petrolero desde los años 60’s; 2) la política estatal de fronteras vivas y colonización; 3) la ampliación de la frontera agrícola, que tiene mucho que ver con el segundo punto; y 4) la extracción de madera. En la costa, las causas son: 1) el desarrollo intensivo agrícola y agroindustrial; 2) la extracción de madera y plantaciones forestales (teca, eucalipto, etc.) en monocultivo con especies exóticas o introducidas al país; 3) los monocultivos de banano, palma africana, café, cacao, etc.; y 4) las pisciculturas y camaroneras. En la sierra, las causas son: 1) las reformas agrarias de los 60’s y 70’s pensadas en el ámbito de país pero no en las características de una región en particular, y que eliminaron grandes extensiones de bosques para convertirlos en parcelas de cultivo intensivo agrícola; 2) el conjunto de prácticas agrícolas inapropiadas para sitios en pendiente, húmedos o secos, y la 10

ganadería intensiva; y 3) las plantaciones con árboles introducidos al país como el pino, el ciprés, la acacia, el eucalipto, etc.. Junto a estas causas existen otras que incrementan el problema y que son generalizables para cada una de las regiones del Ecuador: la expansión urbana, la industria no controlada especialmente cuando no existen normas ambientales que se apliquen, y los consecuentes impactos de la contaminación química, orgánica, acústica y paisajística; la construcción desmedida de carreteras y la debilidad de las leyes ecuatorianas con ausencia de organismos de control efectivos. Para enfrentar adecuadamente los problemas descritos, es esencial rescatar los valores de la biodiversidad y mostrarlos como un recurso estratégico del Ecuador, y generar un tipo de motivación ciudadana que les permita indagar y reflexionar sobre lo que ven, viven y sienten en su pueblo, comunidad, ciudad, escuela, etc., para que formulen y ejecuten proyectos que vayan en beneficio primeramente de la gente, pero de forma que los recursos naturales se mantengan para el bienestar de las generaciones futuras. En consecuencia, los valores de la biodiversidad los describimos más abajo, mientras que la motivación ciudadana que estudie, conozca y realice proyectos ambientales se conformará solamente a través de procesos de educación ambiental efectivos, cuyas metodologías están hacia el final de este documento. Sin embargo, proponemos que se cambie la nominación de:

“Educación ambiental” por “Educación sostenible, o para alcanzar la sostenibilidad”; y, “Conservación del ambiente” por “Conservación de nuestro patrimonio”. Vamos entonces con los valores de la biodiversidad. Para ello empezaremos con la pregunta ¿por qué conservar? Así, tenemos dos tipos de respuestas: 11

Respuesta utilitaria: Esta respuesta se refiere al hecho de que toda la biodiversidad existente en una región, desde las plantas hasta los animales, desde el agua, hasta el suelo y el aire, debe ser conservada debido a que tiene un valor para la gente a través de toda la variedad de productos y servicios que representa. Estos argumentos utilitarios pueden bien convertirse en argumentos económicos (alimentos, fibras, medicinas, textiles, materiales de construcción y otros).

Respuesta no utilitaria: Esta respuesta se refiere al hecho de que todas las especies animales y vegetales, y las poblaciones y comunidades que forman, tienen un derecho propio e innegable para existir y vivir, de modo que la gente tiene la obligación de respetarlos y protegerlos. Los argumentos no utilitarios dependen siempre del reconocimiento responsable de que las especies, incluyendo la humana, no pueden separarse de su entorno natural y

Vicuñas en el área del Chimborazo

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de que somos interdependientes. Estos argumentos son más difíciles de incluirles en la economía convencional (valores estéticos, éticos e incluso religiosos), pero son muy válidos e importantes. Los valores de la biodiversidad pueden ser representados fácilmente como sigue:

Valores de uso: Directos: aquí están los valores de consumo y que se relacionan con los bienes y servicios que nos provee la biodiversidad en forma de combustible, leña, caza, pesca y otros que se describieron con la respuesta utilitaria. También se incluye los valores que no los consumimos directamente y que se refieren a la apreciación del paisaje, a observar la vida silvestre, ecoturismo, investigación, etc. Indirectos: son los servicios del ecosistema como la absorción de carbono, la producción de oxígeno, la regulación de los caudales de agua, la protección del suelo contra la erosión, etc. De opción: se refiere a los valores que son importantes y utilizados por la gente que vive hoy, en la actualidad; y, De legado: se refiere a los valores y usos de la biodiversidad que serán dejados para las generaciones futuras

Valores de no uso: Intrínsecos: son los valores derivados del derecho de las especies a existir; y, De existencia: son los valores derivados de saber nada más que una especie o el hábitat de esa especie existe y se mantiene. 13

1.5. Para reflexionar “Combinando el patrimonio natural y el cultural: Cuenca y el Parque Nacional Cajas” ¿Quién deja hoy de reconocer, con un orgullo muy justificado, que nuestra ciudad de Cuenca es Patrimonio de la Humanidad? Y es que todos sabemos que su rica historia, desde antes de los Cañaris hasta los Incas, desde la conquista española hasta su fundación, su paso a través de la vida colonial hasta la republicana y su evolución actual, ha conformado y moldeado la identidad de sus habitantes y la forma de desarrollo de su sociedad; pero sobre todo, ha creado un conjunto único de valores urbanos, arquitectónicos y paisajísticos como evidencia y legado para las generaciones actuales y futuras.

Hesporemeles sp. Arbolito nativo de los bosques alto-andinos

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Este conjunto de valores, luego de la honrosa declaratoria de la UNESCO, deja de ser únicamente un bien cuencano o ecuatoriano para transformarse en un bien que beneficia al mundo entero, demandando, entonces, un altísimo grado de responsabilidad para conservarlo y protegerlo. En realidad, la UNESCO, con su Convención para la Protección del Patrimonio Mundial, establece directrices y criterios muy rigurosos para que un país pueda inscribir sus bienes en la “Lista del Patrimonio Mundial”. Luego de un proceso estricto de selección y evaluación, un bien pasa a integrar la Lista únicamente cuando es catalogado como de valor excepcional y universal. Son la misma historia de Cuenca y la irradiación regional de la cultura que permiten establecer valores singulares también en territorios más amplios de la favorecida geografía local. ¿Quién habría dicho, en épocas pre- y post-coloniales, que los caminos principales y secundarios de los Cañaris y antepasados de los Incas y, luego, de los arrieros, atravesaban lo que, luego, se convertiría en un parque nacional, cuando en esos tiempos la zona debió haber sido considerada como un área inclemente por el fuerte viento, las temperaturas bajas extremas y la humedad en forma de páramo constante que ametralla la cara y cualquier área descubierta de la piel? De hecho, alguna gente terminaba su vida en ese inhóspito paraje al seguir los trayectos interminables entre Cuenca, Paredones o Molleturo y, más al oeste, la Costa, durante sus actividades religiosas, de defensa de sus jurisdicciones, de comercio, etc. No obstante, fue su vida y sociedad que nos dejaron una importantísima herencia histórica y cultural plasmada en el sinnúmero de ruinas, tallados, restos cerámicos, metálicos y otros que se han identificado en el Parque Nacional Cajas, en la extensión territorial hacia el complejo arqueológico de Paredones y los puertos de Bola, Balao y Guayaquil. El Parque Nacional Cajas constituye también un panorama de belleza excepcional, sobrecogedor, de devoción y meditación, o mágico, 15

de respeto y miedo en épocas pretéritas, creado por su extensa historia geológica y climática, que hoy permite apreciar un registro completo del proceso de la aparición de las montañas de origen volcánico y del retiro de grandes bloques de hielo, o glaciares, que moldearon el relieve en forma de valles en “U” y verdaderas cajas que representan, en épocas presentes, las más de 300 lagunas dispuestas en graderíos o escalones interconectados. Evidentemente el agua, este recurso catalogado ya como no renovable o susceptible de desaparecer en ausencia de acciones de conservación, constituye el valor último más importante como reservorio y fuente que alimenta a la ciudad de Cuenca y, luego, a la cuenca hidrográfica del río Paute. Tan significativo es el tema del agua que el Parque ha recibido el título de Humedal de Importancia Internacional de la Convención RAMSAR (una Convención mundial que vela por la preservación y el uso racional de los recursos acuáticos). A escasos kilómetros de Cuenca y con una superficie igual a 28.544 hectáreas, el Cajas impresiona, además, por el conjunto de vida que mantiene, a veces oculta para el ojo desentrenado, y que se manifiesta en multitud de formas. Por ejemplo, los árboles de quinua, o de papel por su corteza rojiza que se descascara fácilmente, pero que nada tienen que ver con la quinua, el cereal milenario cultivado en los Andes, pertenecen a cinco especies diferentes de las siete identificadas en todo el país y que aparecieron como resultado del alto grado de especialización que han tenido estas plantas en el área del Parque. Otra curiosidad la constituyen las flores llamativas (muchas de ellas autóctonas) de plantas que crecen a ras del suelo, forman colchones de vegetación y suelo orgánico que mantienen la humedad y la liberan paulatinamente hacia los cursos de agua, evitando la erosión. Dentro de las aproximadamente 900 especies vegetales identificadas hasta la fecha, se incluyen también a las medicinales, a las alimenticias y a las que confieren el hábitat necesario para la vida de otras especies. La fauna es, de igual forma, excepcional, 16

así se puede hablar, en el caso de la avifauna, de aves exclusivas del Cajas, de aves propias del Ecuador, de aves migratorias que utilizan al Parque como sitio de descanso o alimentación en su trayectoria de vuelo entre los hemisferios norte y sur, o de aves cuya distribución es amplia, al nivel de toda la cordillera andina. Esta excepcionalidad ha permitido la designación del Cajas como Área Internacional de Importancia para la Conservación de las Aves (AICAs). La riqueza tanto de flora como de fauna está conformada y determinada por la variedad de ecosistemas existentes: los bosques de quinua; el bosque alto andino de Mazán y Llaviucu; la transición hacia el bosque nublado de la parte occidental; y el páramo propiamente dicho que se divide en pajonal, áreas enormes de hierbas y arbustos, y la vegetación adyacente a las lagunas, dentro de ellas y en los pantanos. La variedad de especies animales y vegetales, así como de los ecosistemas

Laguna del Parque Nacional Cajas

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que marcan la representatividad de este bien cuencano no solo tienen un elevadísimo valor propio sino que incrementan aquel de la belleza escénica y paisajística de toda la zona protegida. El Cajas es así mismo privilegiado porque ha obtenido, primero la categoría de Parque Nacional, una figura mucho más alta que la de Área de Recreación; segundo, ha logrado la descentralización de su administración del Estado al gobierno local; y, tercero, cuenta con un Plan de Manejo Integral y Participativo que establece las metas, objetivos, estrategias y actividades, incluyendo un programa de monitoreo, para asegurar la permanencia y mejoramiento de la calidad y abundancia de los recursos naturales, en favor de las generaciones actuales, sin menoscabo de las futuras. Con este tipo de gestión es que nuestra

Alpacas en Llaviuco, Parque Nacional Cajas

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Ciudad ha podido integrar a su patrimonio cultural, un patrimonio natural de importancia inigualable. En el campo de la gestión ambiental, sin embargo, los cuencanos somos, a menudo, simples espectadores de un proceso dinámico que llevan a cabo algunas instituciones públicas y privadas con un claro compromiso de búsqueda de mecanismos para desarrollar una ciudad más sostenible. Si bien contamos con sistemas exitosos de manejo de agua potable, de aguas servidas, de basura, de administración del Parque Nacional Cajas, etc., todavía nos queda por regular la emanación de gases al aire, los desechos orgánicos y químicos que se vierten en los cursos de agua, el rescate de la biodiversidad urbana –reemplazando lo introducido por lo nativo que responde mejor a la cultura local y regional-, entre otras cosas. En tiempos de calentamiento global, de deforestación, de alimentos transgénicos, problemas alérgicos y otros de salud, etc., la solución no es simple; no obstante, debe nacer desde la gente que vive tal o cual realidad, ¡desde nosotros que vivimos en Cuenca y sus alrededores! En consecuencia, debemos incentivar la participación real y activa de la colectividad en general, a sabiendas de que para trabajar en asuntos ambientales primero hay que conocer y comprender, para luego tomar decisiones sobre cómo usar racionalmente nuestros recursos naturales. Tal vez, un primer paso sea involucrarnos más en la necesidad de rescatar la relación estrecha que siempre ha existido entre la humanidad y la naturaleza, justamente reconociendo definitivamente los bienes y servicios que nos brinda el patrimonio natural de Cuenca, el Parque Nacional Cajas.

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1.5.1. Preguntas de discusión: • ¿Qué es conservación? • ¿Qué es biodiversidad? • ¿Usted conoce bien la biodiversidad de su región, pueblo o comunidad? ¿Qué le falta por aprender? • ¿Por qué conservar? • ¿En su actividad normal, sea de agricultura, ganadería, de comercio, de estudio, o simplemente en su casa, ¿usted hace conservación? Si lo hace, ¿puede mejorarla? • ¿Cómo hacer conservación? • ¿Es posible establecer estrategias de conservación en el sitio, por ejemplo, declarando un área protegida por comunidades bien organizadas o propietarios particulares? • ¿Es posible establecer estrategias de conservación con la organización de ferias de diversidad comunales, o con la devolución de variedades que se han perdido como las agrícolas? • ¿Es posible establecer estrategias de conservación fuera del sitio como bancos de germoplasma para mantener la diversidad genética de una o varias plantas o animales? • ¿Es posible establecer zoológicos, zoocriaderos, centros de rescate de fauna, o jardines botánicos, al nivel de una comunidad o población en particular? • ¿Cree usted que se puede hacer un plan participativo de conservación con su pueblo, comunidad o escuela? • ¿Qué organizaciones pueden apoyarnos para conservar? 20

1.5.2. Algunos juegos para comprender la biodiversidad: Salir con los estudiantes al patio de la escuela y hacer un concurso que consiste en anotar en una hoja de papel el mayor número de seres vivientes que se pueda observar. (Hay que señalar de antemano que todos los musgos, lombrices, insectos pequeñitos, plantas y otros cuentan, por eso deberán ser muy observadores). El premio queda a consideración del profesor. En el aula, cada estudiante debe pasar y escribir en la pizarra algunas de las especies animales o vegetales observadas que son útiles para los seres humanos, e inclusive para otros organismos vivos. Debe apuntarse también las formas de uso que tuvieron antes y que hoy se han perdido. Luego debe haber una pequeña reflexión en grupo.

Inga sp., conocida en la costa como “guagua machete”

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Juego: Rueda de la vida Mensaje: cada miembro de un ecosistema se necesita el uno al otro para el bienestar de todos

La importancia de la diversidad: Primero formamos una rueda con todos los estudiantes. Cada participante agarra las manos de una persona a la derecha y la izquierda. Entonces el líder explica que cada ecosistema contiene varios elementos vivos y no vivos: agua, aire, sol, plantas y animales específicos del lugar. Cada persona en la rueda escoge un elemento del ecosistema local para representar (incluir el Sol y los seres humanos en el círculo puesto que se puede iniciar un debate interesante). Con todos agarrando fuertemente las manos, cada persona en el círculo tiene que reclinarse hacia atrás de una vez, con todo el peso en los talones. Así cada miembro del ecosistema está sostenido por todos los otros miembros. Ahora, el líder puede preguntar ¿alguien contamina el agua?, si la respuesta es sí, entonces el líder dirá ¿Quién es el agua?, que salga del círculo. Cuando la persona que representa el agua sale del círculo, el ecosistema colapsa puesto que se queda sin agua. Se puede repetir con otros elementos del círculo, observando cada vez que todos los elementos son necesarios para su buen funcionamiento.

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Juego: Páreme la mano con la biodiversidad del Ecuador Mensaje: el Ecuador es un país megadiverso y debemos observar con mayor cuidado lo que tenemos Cada estudiante deberá tener una hoja de papel que dividirá en 5 columnas con los siguientes elementos: Provincia, ciudad, parroquia o comunidad: el Ecuador tiene también una diversidad cultural inmensa y dentro de esto están sus toponimias. Animales: aquí, antes de que empiece el juego, debe indicarse los animales que no hay en el Ecuador como leones, jirafas, elefantes, etc. Plantas: incluidas árboles, arbustos, hierbas, ornamentales, medicinales y comestibles. Elementos de la naturaleza: puede ser el sol, el agua, semillas, lluvia, viento, piedras, etc. Puntaje: cada columna correctamente completada vale 50 puntos, así, quien ha logrado completar todas, tendrá 200 puntos, al final se hace una suma. Entonces se explica que a la cuenta de tres el profesor dirá: Ecuador más una letra del abecedario y todos deberán escribir en la columna que corresponda una provincia, ciudad o pueblo; animal; planta; animal de la naturaleza que empiece con esa letra. El estudiante que primero complete la serie, grita: ¡páreme la mano, Ecuador! Se explica que tendrá más mérito quien tenga en su lista elementos que sean propios de la localidad. Se pide que vayan diciendo sus anotaciones, si dos estudiantes tienen lo mismo, tendrán sólo la mitad del puntaje, es decir 25, ¡el estudiante con más elementos propios de la zona y con un conocimiento más diverso ganará! ¡Su 23

conocimiento de la diversidad ecuatoriana podría ser premiado con 1 punto extra!

Juego: clasificación de objetos Mensaje: la clasificación nos ayuda entender grupos de objetos diversos, así es una herramienta importante para que los biólogos clasifiquen a los organismos. Los científicos han clasificados los animales, plantas, bacterias, hongos, etc., para facilitar nuestro entendimiento de la naturaleza. Hay tantas especies que, sin clasificación, sería imposible comprender esta complejidad. Este juego aprovecha la habilidad natural que tienen los niños para clasificar objetos. Después de explicar por qué los biólogos clasifican la naturaleza, divida el grupo en varios equipos de 3 ó 4 niños. Cada grupo recibe una bolsa de objetos sencillos y comunes (por ejemplo, una mezcla de clavos, tornillos, vinchas, tachuelas, pernos y llaves inútiles o quizás una mezcla de piedritas de varios tamaños y colores). Trabajando juntos, cada grupo tiene que proponer un sistema para clasificar los objetos y agruparlos en el suelo o en su pupitre. ¡No hay un sólo sistema correcto! Después, cada grupo explica a los demás por qué se han clasificado los objetos así. El maestro debe subrayar que, como los biólogos, cada grupo ha clasificado los objetos según sus características físicas entre familias (p. ej. objetos metálicas), géneros (p. ej. tornillos) y especies (p. ej. tornillos plateados o dorados).

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1.6. Bibliografía para esta sección Chacón G. 2006. Un armazón ecocrítico para el contexto andino: cuestionando dogmas para el manejo ambiental. Spondylus, 6:22-32. Estrella J, Manosalvas R, Mariaca J y Ribadeniera M. 2005. Biodiversidad y recursos genéticos: una guía para su uso y acceso en el Ecuador. EcoCiencia, INIAP, MAE, Abya Yala. Quito, Ecuador, 116 pp. Hambler C. 2004. Conservation. Cambridge University Press. Ministerio del Ambiente, EcoCiencia y Unión Mundial para la Naturaleza (UICN). 2001. La biodiversidad del Ecuador. Informe 2000, editado por Carmen Josse. Quito: Ministerio del Ambiente, EcoCiencia y UICN, 368 pp. Morales J, Chacón G y Sánchez O. 2007. Legislación ambiental para la Reserva Ecológica Cotacachi – Cayapas. Cartilla de trabajo. Imprenta Monsalve Moreno. OFIS, Ministerio del Ambiente. Cuenca, Ecuador, 54 pp.

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Sección 2:

Polución atmosférica y bioacumulación

2.1. Problemas ambientales globales El ser humano, hombres y mujeres, desde antes de ser considerado como tal, ha utilizado los recursos naturales para poder sobrevivir: el agua, el aire, el suelo, la biodiversidad, los minerales, el petróleo, es decir, todo lo que ha aprendido a usar como medio de mejora de su calidad de vida. Con el incremento de la población, las guerras y la aparición de técnicas y tecnologías cada vez más eficientes, la presión sobre los recursos naturales fue creciendo; pero es apenas hace unos 150 años (de los 500.000 años de existencia del Homo sapiens sapiens), con la revolución industrial, que la degradación de la naturaleza y su agotamiento está muy cerca de la irreversibilidad. La humanidad actualmente ha logrado grandes avances tecnológicos en casi todas las áreas del conocimiento: en las diferentes ramas de la ingeniería, en las ciencias naturales, en la agricultura, en la medicina, en las ciencias exactas y en la industria; estos avances son considerados como verdaderas maravillas en nuestra sociedad; sin embargo, para mantenerlos, se necesita mucha energía, y su uso genera gran cantidad de desechos. De la producción y uso de estas maravillas se derivan una serie de procesos que son considerados como problemas ambientales. Desde hace no muchos años nos han bombardeado de información sobre el ozono, el efecto invernadero, la contaminación y muchas otras cosas. Aun son pocos los que verdaderamente comprenden y adoptan posturas objetivas que se plasman en actividades concertadas. Por ello, revisemos de manera general los principales problemas ambientales que enfrenta la humanidad: • El cambio climático y el calentamiento global

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• La pérdida de biodiversidad y la deforestación (tema que ya fue tocado con mayor profundidad en la primera parte de este documento) • La disminución de la capa de ozono • La contaminación del agua, del aire y del suelo • La erosión del suelo y la pérdida de suelo fértil Es importante subrayar que los problemas son muchos, pero se trata de agruparlos en las categorías mencionadas. Cada comunidad, cada pueblo, cada ciudad y cada país tiene sus propios problemas, y la forma de enfrentarlos varía con cada cultura de la Tierra. Ahora nos vamos a concentrar en algunos de ellos:

2.2. El calentamiento global y el cambio climático Se escucha por todas partes que la Tierra se está calentando, que el clima está cambiando, los abuelos dicen que el tiempo se ha vuelto loco, y es verdad, y peor aún, esta locura metereológica es causada por el ser humano. La evidencia científica es indiscutible, la prensa sigue cuestionando el fenómeno, pero hay un consenso entre los científicos que el calentamiento global se está dando efectivamente y que es el problema más grave que enfrenta la humanidad. Esto significa que la temperatura de la Tierra está aumentando, lo que altera las corrientes marinas, los vientos y los regímenes de lluvias; esto hace que el clima también cambie. Las tormentas, huracanes, tifones y tornados más fuertes no son coincidencia. Es importante decir que la reducción de la capa de ozono es otro proceso y éste no está relacionado directamente con el calentamiento global. 28

El calentamiento de la Tierra está relacionado con un efecto natural conocido como invernadero. En la atmósfera siempre han existido gases capaces de retener el calor, los principales son el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4) o gas de los pantanos. El problema se da porque estos gases han aumentado en la atmósfera, debido a las emisiones generadas por actividades humanas. ¡Si hoy dejásemos de emitir estos gases invernadero la Tierra volvería a la normalidad en alrededor de 1.000 años! ¿De dónde salen estos gases? El CO2 se produce por la quema de combustibles fósiles, es decir, del petróleo y el carbón mineral o hulla. Dichos combustibles son quemados para generar electricidad, para

Explotación minera a cielo abierto

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mover vehículos y en actividades industriales. Otra fuente es la quema de madera. El CH4, en cambio, se produce por la descomposición de la basura en los rellenos sanitarios y botaderos; una fuente muy importante de este gas es resultado de la digestión del ganado, ¡principalmente de las vacas! ¡Cuántos millones de vacas hay para nuestra alimentación! La última fuente, y no por eso la menos importante, es la deforestación. Existe mucho carbono almacenado en los suelos, y este se libera a la atmósfera cuando destruimos un ecosistema natural: un bosque, un páramo, un humedal o un manglar. De aquí que ahora se piense en alternativas para absorber nuevamente ese CO2 emitido a la atmósfera e incluirlo en la capa terrestre en donde se da la vida, la biosfera. Las alternativas se refieren a la siembra de árboles en extensas superficies de territorio que sean capaces de secuestrar carbono a través de la fotosíntesis, sin olvidar que en muchos casos, por ejemplo el páramo, contiene un tipo de suelo particular que también secuestra mucho carbono. En definitiva, la importancia de la reforestación o aforestación cobra mayor importancia con el secuestro de carbono en adición a todos los demás servicios ambientales que nos proporcionan los bosques. Veremos más de esto en los párrafos que continúan. El problema es muy complejo porque la sociedad globalizada depende directamente de la energía obtenida del petróleo. Es por lo anterior que las soluciones son también difíciles de conseguir, pero obvias al final: todas pasan por la reducción de las emisiones de los gases invernadero y la recuperación de los ecosistemas naturales (lo que es mucho más completo que hablar de mera reforestación). Aunque hay países más culpables que otros (Estados Unidos de América y el continente europeo entero), y que las decisiones deben ser tomadas por la clase política, cada persona de nuestro país puede poner 30

su granito de arena, es decir, que las cosas pequeñas que podemos hacer ¡SÍ IMPORTAN!: Plantar un árbol: si plantamos al menos un árbol nativo al mes sea en la escuela, en nuestro jardín, en la comunidad aportaremos mucho. Cuando el árbol crece retira dióxido de carbono de la atmósfera. Las tres Rs (Reducir, Reusar y Reciclar): si separamos la basura reciclable de la orgánica, reducimos la cantidad de basura que sale de nuestras casas; la basura de todas las casas (las que tienen recolección) va a un mismo lugar donde es dejada, estos sitios se llaman rellenos sanitarios. Un relleno sanitario (como el de Cuenca en Pichacay) se caracteriza porque la basura está bien manejada, si no fuera manejada no pasaría de ser un vulgar botadero de basura. En los rellenos sanitarios suceden algunas cosas: • Los rellenos sanitarios ocupan grandes espacios que podrían usarse para la producción, para parques, para viviendas, en fin; ¡al reducir la basura, reducimos el espacio que se necesita para rellenos sanitarios! • La basura orgánica (desechos de carnes, verduras, frutas, leche, legumbres, desechos de jardín, etc.) que llega a los rellenos sanitarios se descompone sin aire, simplemente porque se va acumulando y éste no puede entrar; resultado de esta descomposición o fermentación (porque es sin aire) es el Metano, uno de los gases invernadero. Se puede hacer Compost con la basura orgánica (mejor con la vegetal que no atrae moscas ni malos olores) en nuestras casas o comunidades. El compost no produce metano y además nos da un excelente abono que puede ser usado en los cultivos o en los jardines. ¡Reducimos los gases invernadero y encima ahorramos plata! 31

• Finalmente, al reducir la cantidad de basura, reducimos las necesidades de transportarla, los vehículos que la llevan también emiten gases invernadero y, además otros gases que producen lluvia ácida. Andar en bicicleta: “Ayude a su cuerpo, ayude al planeta, ande en bicicleta”, suena bonito y no es exagerado. La bicicleta es un excelente medio de transporte, que además no emite gases invernadero. El problema es nuestro clima, la seguridad y nuestro peligroso tránsito. Sin embargo, podemos ejercer acciones ciudadanas para presionar a las autoridades a que tomen medidas que nos protejan a quienes caminamos o usamos las bicicletas, recordemos que un derecho no es derecho mientras no se lo ejerce.

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Usar el transporte público: aunque el transporte público es igual de contaminante, la elección es simple: en un automóvil se puede llevar máximo 5 personas (el promedio en Ecuador es 1,5 personas por vehículo), en un bus o colectivo van cuarenta. ¡Es una cantidad considerable de gases invernadero que se dejan de emitir! La otra ventaja es que aportamos a reducir el dolor de cabeza que es el tránsito en nuestro país (¡la séptima causa de muerte y la primera de discapacidad!). Nuevamente, es importante que nos organicemos y reclamemos nuestros derechos a tener un buen transporte público, donde no nos maltraten, y a estar seguros cuando nos movemos. No es mejor, ni más inteligente quien tiene un mejor carro; de hecho, es más inteligente y solidario quien camina o usa el transporte público. No quemar los bosques y páramos: los bosques y páramos se queman para que las vacas puedan comer los brotes verdes de la paja y de las hierbas, también son quemados para hacer nuevos potreros. Al hacerlo, no sólo estamos destruyendo estos hermosos ecosistemas y a su biodiversidad, sino que estamos liberando mucho dióxido de carbono. Debemos capacitarnos para aprender mejores formas de cultivar, por ejemplo la agroecología, y también mejores formas de cuidar y de manejar nuestro ganado. Sólo así no necesitaremos nuevos terrenos para sembrar y hacer potreros. Conservar los bosques, páramos, lagunas y pantanos: las plantas y las algas, a través de la fotosíntesis, toman el dióxido de carbono del aire y lo convierten en tejidos, las plantas jóvenes (como están creciendo) lo hacen más que las plantas viejas. Al conservar estos ecosistemas, literalmente ¡estamos sacando dióxido de carbono del aire! Además estamos evitando que el que ya está almacenado en los tejidos de las plantas y de las algas salga a la atmósfera. ¿Pero qué pasa cuando las plantas y las algas se mueren? Cuando caen hojas al suelo, o se muere la planta entera, se descompone y se transforma en el famoso 33

HUMUS, el humus es también carbono almacenado porque se queda en el suelo y no se va a la atmósfera. Con las algas pasa igual, cuando mueren van al fondo del pantano o de la laguna, ahí se descomponen y todo el carbono que tienen se queda almacenado en el fondo. Cuando destruimos cualquiera de estos ecosistemas ¡estamos liberando dióxido de carbono a la atmósfera! Ahorremos energía: recordemos que para producir electricidad se queman combustibles, el Ecuador no es la excepción, esas son las plantas termoeléctricas de las que se habla tanto en las noticias; en nuestra región tenemos una en “El Descanso”. El 40% de la energía del planeta es usada en la refrigeración y en los aires acondicionados. Hay refrigeradoras que ahorran energía, cuando nos toque cambiar de refrigeradora, pensemos en una que ahorre energía, al final estamos ahorrando plata en la cuenta de luz. Lo mismo sucede con los focos ahorradores. Es verdad que estos aparatos son un poco más caros, pero duran bastante más y además nos ahorran plata en las cuentas, es una inversión que acabamos recuperando y además ¡estamos ayudando! Podemos hacer otras cosas también: • Apagar o desconectar los aparatos eléctricos cuando no los usamos, por ejemplo la televisión, los radios, las computadoras, las luces, etc. Cuando un aparato está funcionando y nadie lo está usando estamos desperdiciando luz y botando nuestro dinero a la basura. Cuando un aparato está apagado, pero conectado, igual está consumiendo electricidad, por lo que igual la estamos desperdiciando. • Usar menos agua caliente al bañarnos, al lavar los platos, al lavar la ropa. Recordemos que para que el agua esté caliente usamos electricidad o gas, es decir que, directa (con el gas) o indirecta34

mente (con la electricidad), estamos liberando dióxido de carbono a la atmósfera. Usemos menos empaques y pilas: al hacer los empaques y las pilas se emite mucho dióxido de carbono. Si compramos cosas con menos empaques (aunque no se vean tan bonitas, no necesariamente son de peor calidad) estamos aportando a la reducción de emisiones de gases invernadero ¡además estamos reduciendo la cantidad de basura! Si usamos pilas recargables también indirectamente estamos liberando menos dióxido de carbono a la atmósfera, pero además estamos evitando que los contaminantes tóxicos que tienen las pilas se liberen al agua y al suelo. Recordemos que es mejor (y más barato) reusar que botar.

2.3. Destrucción de la capa de ozono En la estratosfera, la capa de la atmósfera que se encuentra aproximadamente de 10 a 45 km de la superficie de la Tierra, existe un gas que está compuesto por tres moléculas de oxígeno. Este gas, cuando está en cantidades suficientes, evita que los rayos ultravioleta (también llamados UV’s) que vienen del Sol pasen directamente a la “biosfera”, la capa de la Tierra en donde habitamos todos los organismos de flora y fauna. Alrededor del año 1985, los científicos descubrieron que la capa de ozono se había adelgazado en un 67% en la región sobre la Antártica, al Sur del globo terrestre. Luego, en Europa y Norteamérica, descubrieron que la misma capa se había adelgazado en un 10% desde el año 1950. Como vemos, el proceso de adelgazamiento del ozono es más o menos rápido dependiendo de la región del mundo de la que hablemos, sin embargo es preocupante puesto que, al no existir una capa que filtre los UV’s, entonces nos afectan directamente y pueden 35

causar entre otros problemas cataratas, cáncer de piel, debilitamiento del sistema inmunológico, daños a cultivos, desaparición de especies como en el caso de las ranas que tienen una piel muy sensible, etc. Los agentes que causan el adelgazamiento de la capa de ozono son principalmente los cloro-flúor-carbonados o cloro-flúor-alcanos (también llamados simplemente CFC’s) que se usan normalmente como expulsores en latas de aerosoles, en los sistemas de enfriamiento de refrigeradoras, acondicionadores de aire (en forma de freón), en espumas y aislantes, fumigantes como el bromuro de etilo, plaguicidas y colorantes como el tetracloruro de carbono, entre otros. Después de

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que son liberados a la atmósfera, pasan 60 años hasta que lleguen a la estratosfera, donde está el ozono. Una vez ahí estos compuestos se dispersan; así, los rayos UV’s los descomponen y se liberan los átomos de cloro y de bromo; tanto el cloro como el bromo atraen a las moléculas de tres oxígenos (el ozono), las rompen y, por tanto, se reduce la capa de ozono. ¡Un solo átomo de cloro o bromo puede destruir miles de moléculas de ozono! El daño que causan los CFC’s es doble, ya que aparte de destruir el ozono, mientras ascienden a la estratosfera van reteniendo calor: ¡Los CFC’s son también gases invernadero! capaces de retener más de 200 veces más calor que el dióxido de carbono. A pesar de que algunos científicos se muestran optimistas acerca de la reducción del uso de los CFC’s en la industria -de hecho en gran parte de las latas de aerosoles ya se han eliminado estos compuestos-, se asume que la tasa de adelgazamiento del ozono continuará si no existe cooperación de todos. También hay refrigeradoras y acondicionadores de aire que no utilizan Sustancias Agotadoras del Ozono (SAO), podemos preferirlos al momento de hacer la compra. También es importante saber qué pasa y qué hacen con nuestras refrigeradoras viejas o los acondicionadores de aire de los vehículos, pues estos aparatos, estén siendo usados o estén en depósitos de chatarra, siguen liberando CFC’s a la atmósfera. Tendrán que pasar algunos cientos de años para que la capa de ozono se recupere del daño que ya le hemos causado y que le seguimos causando. Mientras tanto tenemos que usar gafas, protectores solares más fuertes, protegernos del sol, etc. Es la única manera de cuidarnos de las enfermedades y daños que los rayos UV nos causan.

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2.4. Lluvia ácida La lluvia ácida se forma debido a que el azufre y los óxidos de nitrógeno que emanan a la atmósfera durante los procesos de extracción de plomo, arsénico, cadmio, mercurio, petróleo y uranio, y al hecho de que siempre producimos elementos nutritivos que exceden la capacidad de la naturaleza para procesarlos adecuadamente, se combinan con el vapor de agua y producen ácido sulfúrico y nítrico. Estos ácidos se dispersan con el viento y caen a la Tierra con las lluvias. De esta forma, los ácidos causan impactos negativos no solamente en los bos-

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ques y cultivos, sino también en infraestructura, agua marina y dulce, e inclusive contribuyen a incrementar el calentamiento global. ¡Imaginémonos maravillas como el Coliseo Romano o la Acrópolis de Atenas siendo destruidos por las gotas de la lluvia ácida! ¿Podrá pasar lo mismo con nuestras hermosas iglesias? Entre las principales causas de la lluvia ácida está el Smog. Cualquier tipo de vehículo, sea a gasolina o diesel, funciona quemando combustibles. Entre los gases que son liberados están los óxidos de nitrógeno y de azufre, que de la manera que fue explicada, reaccionan con el agua y forman ácido nítrico y sulfúrico. No existen datos concretos de la presencia de lluvia ácida en nuestros países. No obstante, está claro que algunas naciones sufren de contaminación ácida causada por contaminantes producidos en otros países, y como consecuencia, la lluvia ácida es ahora un asunto de preocupación mundial.

2.5. Amplificación de substancias tóxicas Este proceso es también conocido como “amplificación biológica” o “biomagnificación”, y necesita ser analizado para poder entender cómo se produce la contaminación, sea de agua, aire o suelo, y sus impactos en los organismos de la biosfera. La amplificación de substancias tóxicas es entendida como el proceso a través del cual la cantidad de un contaminante se va incrementando desde un animal pequeño –o planta en algunos casos- hasta un animal grande que se alimentó de varios animales pequeños. Para ilustrar mejor este proceso, podemos pensar en el caso del uso del DDT en 1950. El DDT fue rociado en el agua para eliminar a las poblaciones de mosquitos que son vectores de algunas enfermedades. Después de un tiempo, las poblaciones de 39

algunas aves grandes se encontraban al borde de la extinción. Cuando se analizaron algunas aves muertas, se encontró un millón de veces más DDT en sus cuerpos que en el agua. Se observó también que el DDT se almacenaba en los cuerpos de los animales, sobre todo en la grasa, es decir, que no se eliminaba, esto se conoce como “bioacumulación”. Luego se descubrió el problema: las aves se alimentaban de peces, y los peces de los mosquitos. Así, los peces necesitaban muchos mosquitos para comer, y las aves necesitaban muchos peces para comer, por lo tanto, la concentración de DDT en los cuerpos crecía desmedidamente. Es por eso que la concentración de DDT que había en un pez era mucho mayor que el que había en el agua. Las substancias que se “bioacumulan y biomagnifican” coinciden, de forma muy general, con los productos que llamamos no biodegradables. Los productos que son biodegradables, en cambio, no son bioacumulables, o no persisten en el ambiente. Entre las substancias bioacumulables tenemos al DDT, Endosulfán, Lindano (insecticidas), PCB’s (bifeniles policlorinados) (en transformadores eléctricos sobre todo antiguos), el Clordano, Malatión, Paratión, etc. Entre los que se degradan fácilmente tenemos al Aldicarb, Piretrina y Piretroides, Rotenone, Alachlor y todos los orgánicos. Es necesario entender cada vez más las propiedades de los contaminantes y el funcionamiento de las redes alimenticias conformadas por microorganismos, plantas, animales y la humanidad para prevenir tanto los peligros que amenazan a la salud como la pérdida de biodiversidad.

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2.6. Pérdida de biodiversidad Como hemos visto en la primera parte de este documento, la biodiversidad tiene tres niveles: • La variedad de ecosistemas diferentes que se encuentran en un mismo territorio. • La variedad de especies diferentes que viven en un área determinada. • La variedad de genes diferentes que tiene una especie determinada. También se sabe que la famosa biodiversidad tiene dos componentes: el tangible (los tres niveles que corresponden a los argumentos utilitarios vistos anteriormente) y el intangible (los argumentos no utilitarios). A todos nosotros nos han enseñado que es bueno tomarse un agua de manzanilla para el dolor de barriga; este conocimiento ha sido pasado de generación en generación, pues ese es el componente intangible, el conocimiento asociado a la biodiversidad. Sin embargo, el problema de pérdida de biodiversidad es muy serio, estamos viviendo la sexta extinción en masa de especies, ¡y es la única causada por el ser humano! El caso del Ecuador es muy grave, es uno de los 12 países más biodiversos de nuestro planeta (¡no está de más recordar que hasta donde la ciencia sabe, es el único que tenemos!), y es el país con la tasa de deforestación más alta de América Latina. Destruir la naturaleza es casi como destruirnos a nosotros mismos, pues los ecosistemas naturales son la base de nuestra subsistencia: • Son fuente de agua: el agua se almacena en el suelo, por eso escuchamos muy seguido que los páramos y bosques son como esponjas. Cuando destruimos uno de estos ecosistemas, el suelo se 41

compacta y ya no puede almacenar agua. Si cabe la comparación, sería como que el suelo pase de ser una esponja a un bloque de hormigón. • Son fuente de medicina y alimento: muchos de los productos que consumimos, sean medicinas o alimentos, provienen del bosque. • Están íntimamente relacionados con nuestra cultura: muchas de nuestras leyendas, mitos y creencias nacen en páramos y bosques, existen muchas leyendas sobre el Cajas o los Llanganates, por ejemplo. • Le dan la fertilidad a los suelos: todas las hojas y materia vegetal muerta, los hongos del suelo, los diferentes animales y microorganismos que ahí se encuentran, ayudan a producir humus, es decir, ayudan a que el suelo se mantenga fértil. • Nos protegen de la erosión: las raíces, las hojas muertas, las ramas entrelazadas de los árboles, en fin toda la cubierta vegetal protege al suelo del agua y del viento. • Limpian el aire y retienen CO2: como ya se dijo, estos ecosistemas ayudan a extraer dióxido de carbono de la atmósfera y a “retenerlo” en las plantas y en el suelo. • Nos dan hermosos paisajes: ¡Cuántas fotografías y cuadros, poemas y cuántos paseos hemos tenido en nuestros mágicos paisajes! ¡Qué sería del arte y de nuestra tranquilidad y descanso sin los paisajes verdes! Es innegable que la biodiversidad es importante, pero también es indiscutible su rápido deterioro. Hay casi tantas causas como gente que analice el tema, sin embargo hay una especie de acuerdo en las principales razones: 42

• Apertura de carreteras y caminos sin planificación: estas obras de infraestructura evidentemente destruyen los ecosistemas naturales, pero además son la puerta de entrada para la gente a lugares donde de otra manera no habrían podido entrar y quedarse. Cuando se abren carreteras y caminos sin seguir ningún tipo de plan: sea parroquial, cantonal, regional o nacional; lo único que se consigue es destruir la biodiversidad. • Malas prácticas agrícolas y creación de potreros: las formas de producción agrícolas inadecuadas al final significan destruir más bosques y páramos simplemente para poder producir más, simplemente es el justo derecho de cualquier ser humano de mantenerse. Sin embargo, con formas de producción adecuadas no necesitaríamos agrandar nuestros cultivos y potreros. Existen ejemplos de que se puede hacer, no en China o en Estados Unidos, ¡en el Ecuador, busquémoslos! • Actividades extractivas: sobre todo la industria minera y petrolera que son actividades con un impacto ambiental potencial alto, en el caso de nuestro país al haber escaso control el impacto no es potencial, sino real. Estas industrias no son productivas, sino extractivas, porque no hacemos petróleo o minerales, sacamos los que ya fueron hechos por la naturaleza. • Tráfico de especies: el tráfico ilegal de especies es el tercer contrabando más lucrativo, está después del tráfico de drogas y de armas. Cuando sacamos a un animal o a una planta de su ambiente natural ya no puede regresar. Es verdad que hay muchos animales, por ejemplo pájaros, que son hermosos y que nos encantaría tener, pero son silvestres: ¡NUESTRA CASA NO ES SU CASA! ¡NO SON MASCOTAS! Si los compramos en la calle o en los

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mercados no les estamos haciendo bien, para que uno llegue vivo ¡imagínense cuántos tuvieron que morir! • Tala ilegal de madera: nuestros bosques poseen muchas maderas consideradas finas, que son extraídas para ganar dinero. Esta extracción se lleva a cabo sin ningún control y causa mucha destrucción, como siempre, las ganancias son de unos y las pérdidas de todos. Como decía Atahualpa Yupanqui: “Las penas son de nosotros y las vaquitas son ajenas”.

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2.7. Para reflexionar Las soluciones son complejas, debemos pensar en quienes vienen: en nuestros hijos y nietos, y en sus hijos y nietos. Debemos estar dispuestos a mejorar nuestras formas de producción, y cooperar juntos en ordenar nuestro territorio y conservar lo poco que nos queda. Los problemas ambientales SÍ nos incumben, son nuestro problema y somos los causantes, por ello tenemos la obligación de enfrentarlos y solucionarlos. Si seguimos esperando milagros y no hacemos algo ahora, nuestra calidad de vida se verá muy disminuida, y evidentemente la calidad de vida de quienes vienen después de nosotros. Ojalá que el sentido común deje de ser el menos común de los sentidos, y seamos de verdad personas solidarias y aprendamos a cooperar y no a competir, si no seguiremos en este camino de autodestrucción y seguiremos cometiendo ese “ECOCIDIO” del que los ambientalistas hablan.

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2.7.1. Algunos experimentos para comprender mejor: a) Experimento: reconociendo el Efecto Invernadero ¿Qué necesitamos? • • • • • • • •

Dos botellas de vidrio del mismo tamaño Plastilina Vinagre Bicarbonato de sodio Dos termómetros Luz del Sol Papel milimetrado para hacer gráficos, lápices y reglas Una cuchara pequeña

¿Cómo lo hacemos? Etiquetamos una botella con “No CO2”, y la otra con “Sí CO2”. En la botella con Sí CO2, ponemos dos cucharaditas de bicarbonato de sodio y dos cucharaditas de vinagre. Cubrimos muy rápido la boca y el cuello de la botella con plastilina para evitar que el CO2 salga de la botella. En la botella con etiqueta “No CO2”, ponemos dos cucharaditas de vinagre solamente y cubrimos la boca y el cuello con plastilina. Con mucho cuidado hacemos que los termómetros atraviesen la plastilina y se introduzcan en cada una de las botellas asegurándonos de que no quede espacio libre alrededor de cada termómetro. Sacamos las botellas al Sol y anotamos la temperatura que marcan los termómetros cada cinco minutos durante 45 minutos. Elaboramos una tabla con las temperaturas de cada termómetro; la primera temperatura es la que midieron los termómetros justo después de haberlos introducido en las

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botellas; luego, anotamos las temperaturas medidas cada cinco minutos hasta llenar la tabla. Aquí está un ejemplo de la tabla: Tratamiento

TºC inicial

TºC a5 min.

TºC a 10 min.

TºC a 15 min.

TºC a 20 min.

TºC a 25 min.

TºC a 30 min.

TºC a 35 min.

TºC a 40 min.

TºC a 45 min.

No CO2 Sí CO2

Con la tabla llena podemos elaborar un gráfico con la temperatura en grados centígrados (ºC) en el eje de las Y, y el tiempo en minutos en el eje de las X por cada una de las botellas, usando un color diferente.

Reflexión: En este experimento, el CO2 es generado por el bicarbonato de sodio con el vinagre. Se pone vinagre en ambas botellas para demostrar que no es el vinagre lo que hace calentar el aire, sino que está liberado por su acción en el bicarbonato de sodio. La temperatura dentro de los frascos es superior a la del exterior. Ello se debe a que la luz del sol viaja a través del aire como ondas de energía luminosa que pasan a través del vidrio y calientan el aire. El CO2 aumenta la temperatura y atrapa el calor dentro del frasco, con lo que se calienta el aire. Lo mismo sucede en la atmósfera de la Tierra. La atmósfera funciona igual que el frasco con CO2; debido a la contaminación, al cambiar los gases de la atmósfera se altera la temperatura del planeta. • ¿Qué pasa con la temperatura en cada botella, cuál de las dos sube más rápido? • ¿Qué efecto tiene el CO2 en la temperatura de la botella? • ¿Cómo funciona el efecto invernadero y cuáles son sus efectos? 47

b) Experimento: cómo funciona el ciclo del agua Materiales: • • • •

Una funda plástica con cierre hermético Tierra Cinta adhesiva Agua

Lo que hacemos: Ponemos un poco de tierra en la funda, ponemos unas cuantas gotas de agua para humedecerla. Ahora cerramos la funda y la pegamos con la cinta en una ventana donde dé el sol. Observamos lo que pasa en la bolsa en los próximos minutos.

Lo que pasa: Con el sol, la tierra en la funda se calienta, y se ve cómo se forman las gotas de agua en la parte superior de la funda. Al juntarse el agua, ésta se vuelve pesada y cae sobre la tierra como lluvia. • ¿Qué pasa en el interior de la bolsa? • ¿A qué proceso natural se parece? • ¿Qué pasa con el agua que tiene el suelo?

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2.8. Bibliografía para esta sección Audesirk T, Audesirk D y Byers BE. 2003. Biología - La vida en la Tierra. Prentice Hall. Méjico, 889 pp., más apéndices. Broswimmer FJ. 2002. Ecocidio - Breve historia de la extinción en masa de las especies. LAETOLI, Océano. Unión Europea, 316 pp. Centro de Estudios Ambientales (CEA) - Universidad de Cuenca (ed.). 2006. Contaminación del aire. CGA, VVOB. Ingráfica. Cuenca, Ecuador, 171 pp. Chacón G. 2007. Ecología y ciudades: Cuenca y sostenibilidad. Universidad del Azuay, Universidad Verdad, 43:183-201. Cuervo LM. 2003. Pensar el territorio: los conceptos de ciudadglobal y región en sus orígenes y evolución. ILPES, CEPAL, Chile. Hofstede R, Lips J, Jongsma W y Sevink J. 1998. Geografía, ecología y forestación de la sierra alta del Ecuador. Revisión de literatura. PROFAFOR, FACE, ECOPAR. Ediciones Abya-Yala. Quito, Ecuador, 242 pp. Raven PH y Berg LR. Environment. Harcourt College Publishers. EE.UU., 612 pp., más apéndices. Ríos M, Koziol M, Borgtoft Pedersen H y Granda G (eds.). 2007. Plantas útiles del Ecuador: aplicaciones, retos y perspectivas. Ediciones Abya-Yala. Quito, Ecuador, 652 pp.

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Sección 3:

Prácticas de educación ambiental para el patio de la escuela

3.1. Lo que debemos saber antes de comenzar La educación ambiental es fácil de incorporar a las actividades pedagógicas regulares si es que sabemos aprovechar creativamente los recursos de nuestro entorno inmediato. La educación ambiental enfoca la atención del proceso de aprendizaje hacia el entorno físico que nos rodea; es decir, al agua, aire, suelo, plantas, aves, lombrices, llano, y todo lo que podemos percibir a través de nuestros sentidos. La educación ambiental busca sensibilizarnos con el mundo natural e intenta hacernos dar cuenta de que somos parte de las interacciones que mantienen a nuestra Tierra en funcionamiento. Ya que la educación ambiental es un tema nuevo para muchos de nosotros, se tiende a pensar que es un tema esotérico, difícil de enseñar y que requiere de una serie de insumos técnicos. Sin embargo, se puede hacer educación ambiental con pocos recursos y sin tener que alejarnos de nuestra escuela; los únicos requerimientos son nuestros sentidos, nuestra imaginación y nuestras ganas de intentar cosas nuevas con nuestros estudiantes. Los procesos de la naturaleza pueden enseñarse en el mismo patio de nuestra escuela. Casi todas las escuelas de nuestra ciudad, tanto en la zona urbana como rural, tienen espacios libres sin construcción donde encontraremos elementos suficientes para una cátedra completa 51

de ciencias naturales, biología o ecología. En estos espacios se podrán encontrar pequeños o grandes parches de pasto, árboles, arbustos, suelo desnudo, hormigas, flores, abejas, moscas, palomas, gorriones, etc. Con cada uno de ellos se puede realizar educación ambiental. Un proceso de enseñanza enfocado hacia el ambiente tendrá éxito si es que motiva y desarrolla la curiosidad de los estudiantes. El verdadero motor del aprendizaje no es la palabra del profesor, es la curiosidad del alumno. La curiosidad nos conduce a hacernos preguntas, y si tenemos la suerte de poder responderlas, aprenderemos lecciones imborrables. Es la experiencia de primera mano la que más huellas deja en nuestra mente. Pero ¿cuál es esta experiencia?, es la que llega a través de nuestros sentidos. Nuestros sentidos son instrumentos muy sofisticados de análisis y medición ambiental. La visión nos permite distinguir colores, formas, texturas y movimientos; nos ayuda a descifrar una expresión facial y permite disfrutar de una obra de arte. Además, a través de la visión ingresan las tres cuartas partes de la información que va a nuestro cerebro. El oído nos relaciona con el mundo del sonido, nos permite detectar e identificar su origen y su intensidad. El oído de los humanos percibe una amplia gama de sonidos (graves, agudos).

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Al igual que la visión, el tacto nos permite distinguir texturas y formas. Nuestra piel está cubierta por numerosos y diversos receptores nerviosos que nos permiten sentir diferencias de temperatura, presión e incluso leves corrientes eléctricas. El gusto y el olfato por su parte, nos brindan información clave sobre las características químicas de nuestro entorno y nos permiten detectar moléculas que viajan en el aire, que componen los objetos a nuestro alrededor. Por último, pero de primordial importancia, está nuestro cerebro, capaz de procesar millones de datos y hacer relaciones complejas de información para interpretar la realidad. Si todos los sentidos estuvieran involucrados en los procesos de enseñanza, veríamos un incremento impresionante en la capacidad de los estudiantes para retener y comprender información compleja. A esto lo podemos llamar “Aprendizaje multi-sensorial”. Se puede hacer educación ambiental haciendo preguntas simples sobre los elementos del patio de nuestra escuela. El proceso de responderlas dará a los estudiantes la experiencia de primera mano y permitirá al profesor impartir conceptos y divertirse un poco.

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3.2. El ciclo de indagación para formular y responder preguntas El ciclo de indagación se basa en la creación o establecimiento de preguntas, éstas pueden desarrollarse a partir de nuestras curiosidades, observaciones y dudas; y luego, al sustentarlas con experimentación y enriquecerlas con nuestros conocimientos previos (o no), nos permite la obtención de respuestas que generan conocimiento, o bien, nuevas interrogantes (ver gráfico).

3.2.1. Pasos a seguir en el Ciclo de Indagación: a) Planteamiento de una pregunta: Se deben considerar los siguientes aspectos: • ¿Qué es lo que le interesa conocer? 54

• ¿Cuáles son los elementos que están dentro del cuadro de interés? • ¿Cómo están dispuestos dichos elementos y cómo interactúan? • ¿Cómo podríamos analizarlos? • Es aconsejable anotar todas las preguntas o inquietudes que vayan surgiendo a fin de poderlas pulir o modificar más adelante. Para aplicar el ciclo de indagación es conveniente realizar las preguntas tomando en cuenta el tiempo que será necesario emplear para ejecutar la acción o investigación. Es mejor empezar con uno de los siguientes adverbios interrogativos: cómo, cuáles, cuántos, dónde; o con un enunciado como: ¿Cuál será el efecto…? o ¿Cuán grande es la diferencia entre…? Así las preguntas son más fácilmente contestables. Se debe evitar el uso de ¿Por qué? pues la pregunta se vuelve difícil de contestar en la investigación y es una interrogante que se aplicará en la fase de reflexión. Para garantizar la obtención de un buen resultado, la pregunta debe ser comparativa, así se llega fácilmente a la fase de reflexión. Se sugiere comparar una cosa por vez para que las respuestas sean claras y concisas. No debemos olvidar que la pregunta debe llamar la atención o ser “atractiva”; es decir, no debe tener una respuesta muy obvia, y el proceso para encontrar un resultado no debe ser tedioso. Así mismo, debe estar expresada en un lenguaje sencillo, entendible por todos, evitando de 55

cualquier manera la jerga científica y la utilización de instrumentos complicados para la ejecución de los experimentos.

b) Acción o investigación: Una vez que la pregunta está preparada se debe planear cómo se llevará a cabo la investigación. Ciertos puntos a considerar son: • ¿Qué es lo que estamos comparando? • ¿Qué es lo que estamos midiendo u observando? • ¿Qué datos hay que recoger? • ¿En dónde vamos a realizar el experimento? ¿En cuántos sitios? ¿Cuántas repeticiones? • ¿Nuestras muestras son representativas? ¿Cómo fueron seleccionadas? • ¿Qué materiales y equipos vamos a usar para recoger la información? • ¿Cómo vamos a llevar a cabo el experimento? • ¿Cuánto tiempo se necesita para recoger la información en cada lugar? • ¿Cómo se va a sintetizar y presentar la información obtenida

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(tablas, gráficos, mapas)? ¿Cómo se puede facilitar su comprensión y su posterior análisis?

c) Reflexión: Para esta etapa debemos recordar qué fue lo que nos planteamos al empezar el ciclo de indagación, es decir, la pregunta inicial. Para ayudarnos en la reflexión podemos utilizar las siguientes preguntas como una guía: • ¿Cuál sería la causa por la que encontramos tales resultados? ¿Cómo podríamos explicarlos? ¿Hay alguna otra investigación que haya tenido los mismos resultados? ¿Las condiciones fueron las mismas? • ¿Empleamos los criterios adecuados en la elección del diseño de experimentación? ¿Utilizamos los materiales apropiados? ¿Se necesitarán más muestras o más repeticiones? • ¿Cómo podríamos mejorar nuestra metodología? ¿Qué pasaría si modificáramos las condiciones bajo las cuales se realizó la investigación? • ¿Cuál de nuestros resultados es el más importante o el que contribuyó significativamente en nuestra investigación?

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3.3. Las prácticas para el patio de la escuela 3.3.1. La parcelita: Este ejercicio puede utilizarse para practicar y ejecutar el ciclo de indagación en nuestra escuela, haciendo un recorrido por el jardín u otro espacio abierto que esté cerca. Debemos buscar un lugar que tenga diferentes elementos como piedras, llano, plantas, pendientes, etc. Luego de escoger el sitio dibuje un mapa (con todo lo que ve) de un cuadrado o “parcela” de 1 m x 1 m, en el suelo. Trace el mapa con mucha atención, concentrándose en todos los elementos que contiene. Ahora formule cinco preguntas acerca de temas que le interesaría investigar en esta parcela. Después de este ejercicio ya tiene una lista de preguntas reales sobre un paisaje real en miniatura (su parcelita). Ahora es el momento de preguntarse ¿Cómo podría responder mis preguntas? Este ejercicio simple nos lleva a través de las etapas básicas del ciclo de indagación: la observación, la formulación de preguntas y el planteamiento de una metodología

3.3.2. Los puntos de vista de diferentes animales: La pregunta que nos hacemos: ¿Cómo perciben el paisaje los diferentes animales? 58

Razonamiento inicial: los seres humanos tenemos un punto de vista que queda a 1,0 m – 1,8 m bajo el nivel de los ojos, y abarca un área de una hectárea aproximadamente. ¿Será que los animales de otras formas, tamaños y modos de viajar tienen otros puntos de vista? Si así fuera, ¿cuáles serían algunas de las consecuencias? La forma de proceder: se forman seis equipos, cada uno con el punto de vista de un animal. Para cada equipo el organizador escoge un punto en el patio de la escuela que presente varios componentes a escala pequeña, e inserta un palito en la mitad de este punto. Cada miembro del equipo dibuja un mapa del paisaje a la escala de dicho animal, centrado en el palito y mirando de arriba hacia abajo. Reglas del juego: todos los mapas tendrán un tamaño de 20 cm x 20 cm. Los animales y sus diferentes escalas son: Pulgón (2 cm x 2 cm) Hormiga (20 m x 20 cm) Ratón (2 m x 2 m) Gorrión (20 m x 20 m) Paloma casera (200 m x 200 m) Cóndor andino (2 m x 2 km) Al completar los mapas (lo que exige más o menos unos 20 minutos), los miembros del equipo discuten los resultados y comparan los puntos de vista.

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Reflexión final: • ¿Divisan el pulgón o el cóndor, alguno de los rasgos predominantes de los paisajes de los otros animales? ¿Cuáles? • Para poder cubrir cierta distancia del patio en línea recta (por ejemplo una distancia de 10 m sobre un suelo de ripio), ¿qué animal terrestre realmente tiene que caminar la mayor distancia? ¿Por qué? •

¿Cuáles son los “bordes” entre elementos del paisaje más evidentes en cada una de las escalas?

• ¿Se ven muchas líneas rectas y formas geométricas sencillas, o muchas curvas y formas geométricas complejas? • ¿Qué significa el predominio de las líneas rectas? • Pasando desde la escala del pulgón para arriba, ¿en qué escala aparecen los elementos hechos por nosotros, los seres humanos, como los rasgos predominantes del paisaje? • ¿Ve el pulgón de hoy más o menos los mismos elementos en su paisaje que los que vio su bisabuelo en el año 1901? y ¿la paloma? ¿el cóndor? • ¿De qué manera afectarían las actividades humanas en el paisaje que se divisa en cada escala? • ¿Qué es lo que usted quiere con respecto al destino del paisaje en que vive, desde su punto de vista? • ¿Cuáles serían algunas estrategias prácticas que permitan alcanzar ese fin? 60

3.3.3. La compactación del suelo y la cantidad de lombrices de tierra: La pregunta que nos hacemos: ¿Cómo varía el número de lombrices entre un suelo compactado (endurecido) y un suelo no endurecido? Razonamiento inicial: las lombrices de tierra son organismos que viven enterrados en el suelo. ¿Será que las lombrices, como la mayoría de seres vivos, prefieren ciertas condiciones de hábitat y clima? Si así fuera, ¿cuáles serán esas preferencias? ¿Será que el pisoteo sobre un sendero cambia las condiciones del suelo afectando la presencia de lombrices? La forma de proceder: el guía forma varios equipos de hasta cuatro estudiantes. A la mitad de los grupos le asigna sectores del patio que no son pisoteados, y a la otra mitad le asigna sectores pisoteados. Cada equipo cava tres hoyos y cuenta las lombrices que encuentra entre la tierra, removiendo bien con los dedos los grumos grandes y separando la tierra sobre bandejas. Un miembro del grupo toma nota del número de lombrices que encuentran los demás miembros del equipo. Si el tiempo lo permite es bueno intercambiar los grupos de manera que todos los equipos estudien los dos tipos de suelo. Reglas de juego: todos los equipos hacen el mismo número de hoyos y del mismo tamaño (30 cm x 30 cm x 20 cm). Cada lombriz se cuenta una sola vez. Después de terminar, cada equipo devuelve las lombrices y el suelo al hoyo y deja el sitio lo más parecido a como lo encontró. Para terminar, el equipo se reúne para sumar los datos en cada hoyo, comparar los resultados de los tres hoyos y discutir lo observado.

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Reflexión final: • ¿Existe diferencia en el número de lombrices entre sitios de suelo más compacto y menos compacto? • Es decir, ¿tienen preferencias las lombrices por un tipo u otro de suelo? ¿Por qué? • ¿Habrá otros animales del suelo que tengan preferencias similares? • ¿Será que el pisoteo cambia las condiciones de humedad del suelo? • ¿Cómo podrían compararse las condiciones de humedad de suelos compactados y menos compactados? • ¿Será que el pisoteo cambia la cantidad de aire disponible en el suelo? • ¿Habrá más lombrices en un campo de cultivo que ha sido arado?

3.3.4. Los cambios estacionales de las plantas: La pregunta que nos hacemos: ¿Cómo varía el estado de un arbusto en el patio, semana a semana a lo largo del año escolar, y cómo varían los tipos y números de animales (desde pulgones hasta aves) que lo “aprovechan”? Razonamiento inicial: el ciclo de vida de las plantas y de los organismos asociados a ellas es influenciado por los cambios de clima a lo largo del año: ¿Será que el arbusto se ve igual todo el año? ¿El arbusto es siempre visitado o utilizado por los mismos animales todo el año? La forma de proceder: el guía forma varios equipos de hasta cuatro estudiantes. A cada equipo le asigna una planta, arbusto o árbol del patio de la escuela o de sus alrededores. Cada equipo deberá anotar las características de la planta y los animales que la visitan semana a semana durante todo el año escolar. Las características de las plantas incluyen los botones, hojas tiernas, hojas maduras, botones de flor, 62

flores y frutos. El guía deberá ayudar a los equipos a identificar el tipo de animales que visitan las plantas y qué actividades realizan (fabrican nidos, chupan néctar, comen las hojas, etc.). Los miembros del grupo pueden turnarse para que cada uno sea responsable de la toma de datos cada semana. Al final del año los datos se comparan entre grupo y grupo; es decir entre planta y planta. Reglas de juego: cada equipo deberá tener una matriz o ficha para anotar sus datos, puede ser diseñada por el guía. Esta ficha debe ser bien cuidada para que los datos no se pierdan.

Reflexión final: • ¿Las plantas observadas cambian de estado a lo largo del año? • ¿Cuál será la mejor época de cada planta para recolectar semillas? • ¿En qué época del año la planta es más vulnerable? • ¿Los animales que visitan las plantas son los mismos todo el año? • ¿En qué planta prefieren vivir los animales encontrados? ¿Las plantas del mismo tipo presentan el mismo estado en la misma época del año? • ¿Hay alguna diferencia de tamaño en las plantas observadas al terminar el trabajo? • ¿En qué lugares de la ciudad hay más árboles? • ¿Cuáles son los beneficios que nos brindan los árboles?

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3.4. Bibliografía para esta sección Álvarez, S. 2001. El patio de la escuela como recurso para la educación ambiental en niños de sexto año de educación básica en la ciudad de Cuenca. Trabajo de Graduación previo a la obtención del título de Bióloga. Universidad del Azuay. Cuenca. Ecuador. Arango N, Elfi-Chaves M y Feinsinger P. 2002. Guía metodológica para la Enseñanza de Ecología en el Patio de la Escuela (EEPE). National Audubon Society, Nueva York, EE.UU. 92 pp. Calero, M. 2002. Educación Ecológica. Ediciones Abedul E.I.R.L. Lima. Perú. 252 pp. Erráez, P. 2005. Propuesta de educación ambiental dentro del marco de la reforma curricular. Trabajo de graduación previo a la obtención del título de Bióloga. Universidad del Azuay. Cuenca. Ecuador. 90 pp. Evans D y Claudette W. 2001. 300 Actividades Científicas para los más pequeños. EDITORIAL MOLINO. Dorling Kindersley. Barcelona. España. Feinsinger, P. 2004. El diseño de estudios de campo para la conservación de la biodiversidad. Editorial FAN, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 242 pp. Heredia, M. y Álvarez-López, H. 1994. Actividades de educación ambiental. Guía para profesores de primaria. Fundación Farallones. Cali. Colombia.154 pp. Solomon EP, Berg LR y Martin DW 2001. Biología. 5ta edición. McGraw-Hill Interamericana, Méjico. van Cleave J. 1998. Ecología para niños y jóvenes. LIMUSA, México DF. 227 pp. 64

ISBN: Fotografías: Gustavo Chacón: páginas 3, 6, 9, 14, 21 Juan Carlos Lazo: páginas 12, 17, 18, 52

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