EXCÉNTRICOS DE OBSIDIANA EN FORMA DE LUNAS CRECIENTES LOCALIZADOS EN LAS EXCAVACIONES DEL CERRO MAZATEPETL, SAN BERNABÉ OCOTEPEC, D.F.
Francisco Rivas Castro1. Existen diferentes tipos de excéntricos hechos en obsidiana, entre los que figura un tipo que por su forma de luna creciente (si los vemos con sus extremos hacia arriba) o en luna menguante (si los vemos con sus puntas hacia abajo) que probablemente puedan “leerse” de ambas formas. A diferencia de la propuesta temprana hecha por Stocker y Spence en 1974, quienes pensaban que estos artefactos no eran copias de formas del medio ambiente físico, yo propongo que si fueron copias de la luna o de la entrada a las cuevas, relacionadas con la fertilidad, la lluvia y las deidades del agua, los mantenimientos y la guerra. Estos objetos se han encontrado en excavaciones en Teotihuacan (Cabrera Castro y Saburo Sugiyama 2004: 45) (Fig. 1), en Xochicalco, (Fig.2). También se reportan en excavaciones de Tula, Hidalgo (Fig. 3). Los que damos a conocer en este trabajo, dos provienen de excavación y otro de recolección de superficie del cerro Mazatepetl hoy conocido como del Judío, en San Bernabé Ocotepec, D.F. (Fig.4). La cronología del cerro Mazatepetl, corresponde al Postclásico temprano (1200-1350 d.C.). Los anteriores datos nos muestran que esos objetos de obsidiana se utilizaron en varios sitios por un largo periodo de tiempo. Como símbolo, probablemente estuvieron asociado al concepto que integra a la tierra-luna-cueva-lluvia, presente en la iconografía mesoamericana desde tiempos olmecas (Gay 1973: 282), posteriormente lo encontramos en el Clásico, en contextos rituales asociados a entierros de humanos sacrificados en Teotihuacan, y en Tula, en contextos domésticos y con un templo dedicado a Tlaloc (Stocker y Spence 1974). Los excéntricos del cerro Mazatepetl, Magdalena Contreras, D.F., se localizaron en el flanco sur del frente de la estructura principal del sitio arqueológico, a una profundidad de -1.41 bajo el nivel de la Plaza 1, lo cual indica la importancia de estos dos elementos como parte de una ofrenda dedicada al templo prehispánico (Fig.5). Descripción: Excéntrico 1.- Mide 1.3 cm de largo por 1 cm de ancho y 7 mm de espesor, fue hecho sobre lasca, es de obsidiana gris, tal vez de Otumba, se localizó en la Unidad 52, cuadro 63, nivel -1.41, el 11 de julio de 2000. Excéntrico 2.- Mide 2.6 por 1.4 cm de ancho y 6 mm de espesor, se hizo sobre navaja de obsidiana verde, de Sierra de las navajas, Hidalgo, se localizó en la Unidad 52, cuadro 63, a una profundidad de -1.41 m. Excéntrico 3.- Mide 2.5 cm d largo por 1.4 cm de ancho y 1.1 mm d espesor, se hizo sobre una navaja gris, que tal vez provenga de los yacimientos de Ucareo, Michoacán. Se localizó en la Unidad 52, Cuadro 63 a 1-41 m de profundidad. Se localizó el 11 de julio de 2000. 1
Proyecto arqueológico Cerro Mazatepetl (Judío), Magdalena Contreras, D.F., Director: Arqueólogo, Francisco Rivas Castro, investigador titular de la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH. E.Mail:
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Por el contexto en que fueron localizados (Frente a la estructura principal del sitio), propongo que se trata de una pequeña ofrenda al edificio principal del cerro Mazatepetl. Propuestas de lectura. La forma de estos objetos sugiere la continuidad de un símbolo, el elemento en forma de U (Parsons 1972: 207-209), que está presente desde el Preclásico. En el contexto olmeca se asoció al concepto cueva-luna-lluvia-fertilidad en la placa de Ahuelican, Guerrero (Gay, 1973) en un conjunto glífico de una pintadera del sitio de las Bocas, Izúcar de Matamoros, Puebla, este símbolo se asocia a un “ojo” del que brota agua (trilobulado) ampliamente identificado por Stocker y Howe (2003: 88-116) que cae para extenderse. En este pequeño texto olmeca encontramos asociados ambas formas de los excéntricos: la de luna creciente y el trilobulado que aluden muy probablemente a la lluvia fertilizante. Por el material en que fueron hechos los excéntricos: obsidiana verde, gris y meca (negra con rojo), sugieren una asociación simbólica con lo frío, la noche y el inframundo, lugar donde habitaba Tlaloc (El Tlalocan), así como con Ehecatl bajo su advocación de viento nocturno, asociado con Mictlantecuhtli, el dios del mundo de los muertos, lo sabemos por que así fue pintado en la pagina 72 del Códice Borgia (1980). Lo excéntricos de lunas crecientes se han localizado en excavaciones hechas en la pirámide de la Luna en Teotihuacan, en contextos ceremoniales de entierros (entierro 2) (Sugiyama y Cabrera Castro 2004, op.cit). En Tula, se reportan en unidades habitacionales y cerca del templo de Tlaloc y montículos grandes (Stocker and Spence 1974:94). Según la propuesta de estos autores, la ubicación cerca del templo de Tlaloc, tal vez los relacione con esta deidad del agua y los mantenimientos y la guerra. Si consideramos la propuesta de interpretación del Tlaloc teotihuacano de Pasztory (1974), quien lo clasifica como Tlaloc A, asociado con el agua y los mantenimientos, y al Tlaloc B con la guerra, propongo que es probable que la forma de U invertida de los excéntricos, sea una metáfora que aluda a la “bigotera” del dios del agua como elemento relacionado con la agricultura y la lluvia, Por otro lado, la relación de este elemento con el Tlaloc B, el de la guerra, se encuentra desde tiempos del Preclásico labrado en estelas tempranas de Abaj Takalik, Guatemala, estos símbolos se encuentran asociados a lo que se han interpretado como “escudos” (Parsons 1972: 207). Ambos datos, parecen indicar su vínculo con Tlaloc, el primero, como numen del agua y los mantenimientos, asociados con su bigotera en forma de Luna menguante (puntas hacia abajo), astro que afectaba el advenimiento de la lluvia y humedad, y con el Tlaloc B de la guerra, como un símbolo militar. Como vemos, la forma U tiene una continuidad de larga duración que se refleja en la iconografía del Preclásico, el Clásico, Epiclásico en los sitios de Cacaxtla, Xochicalco y Tula. Si aceptamos la propuesta de Stocker y Spence de que los excéntricos en forma de luna creciente pudieron funcionar como símbolos que distinguían a grupos de guerreros con prestigio (ya que aparecen representados en escudos ampliamente representados en Códices y objetos de oro de la región Mixteca), efectivamente, existe una relación de esos objetos con rangos militares, lo cual fortalece la hipótesis de que los excéntricos con forma de luna creciente, pudieron ser artefactos ideo-técnicos que funcionaron en una esfera ideológica restringida, asociada a militares en el Postclásico.
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Yo propongo que por el tamaño pequeño de los excéntricos, tal vez se pudieron usar en chimallis (escudos) miniatura, para ofrendar a los dioses de la guerra o para acompañar a los guerreros muertos, como parte de su ajuar funerario, esto también es una hipótesis que se podrá aceptar o desechar con futuros datos provenientes de excavaciones controladas.
Bibliografía Cabrera Castro, Rubén y Saburo Sugiyama 2004 Voyage to the center of the Moon pyramid. Recent discoveries in Teotihuacan. Copublished CONACULTA-INAH, Arizona State University, Archi Prefectural University National Geographic Society, Japan Society for the promotion of Sciences Códice Borgia, 1980, México, Fondo de Cultura Económica, 2. Vols, con un estudio de Eduard Seler. Gay, Carlo T E 1973 “Olmec Hieroglyphic Writing”, in Archaeology. Magazine dealing whit the antiquity of the world Vol. 26, number, 4, October, 1973, pp. 278-288. Parsons Lee A 1972 “Iconographic notes on a new stela from Abaj Takalik, Guatemala”, en Atti Del XL Congresso Internazionale digli Americanisti. Roma, Genova, 3-10 settembre, Vol. I, pp. 204-212, Tilgher, Genova. Pasztory Esther 1974 The iconography of the Teotihuacan Tlaloc. Studies in PreColumbian art and Archaeology, number fifteen, Dumbarton Oaks, Trustees for Harvard University, Washington, D.C. Stocker T and Michael Spence 1974 “Obisidian eccentrics from Central Mexico” in Dhiel Richard, Ancient Tula, University of Missouri Tula Archaeological Project, University of Missouri, Monographs in Anthropology, No. 1, pp.87-94. 1973 “Trilobal eccentrics at Teotihuacan and Tula”, in American Antiquity, Vol. 38, No. 2, Journal of the Society for American Archaeology, pp.195-199. Stocker Terry y Kate Howe 2003, “Reconstrucción del elemento trilobulado en Mesoamérica: examen de los datos, interpretaciones sobre su continuidad y sugerencias para investigaciones futuras”, en Arqueología, segunda época, mayoagosto, pp.88-116, México.
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Fig. 1 Excéntricos de Teotihuacan. Después de Cabrera y Sugiyama, 2004.
Figura 2. Excéntricos de Tula, Hidalgo. Después de Stocker y Spence, 1974.
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Figura 3. Excéntricos de Xochicalco, Museo de sitio. Foto: Francisco Rivas Castro, 2006.
Fig. 4. Excéntricos del cerro Mazatepetl, (Judío), D.F. Foto: Francisco Rivas Castro.
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Fig. 5. Lugar donde se encontraron los dos excéntricos reexcavación en el cerro Mazatepetl (Judío), Magdalena Contreras, D.F.
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