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UNIVERSIDAD DE JAÉN

Facultad de Trabajo Social

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Trabajo Fin de Grado

LA DANZA COMO ALTERNATIVA CREATIVA PARA LA INTERVENCIÓN SOCIAL EN CONTEXTOS PENITENCIARIOS Alumno/a:

Alegría Muñoz Crespi

Tutor/a: Dpto:

María Carmen Sánchez Miranda Antropología, Geografía e Historia

Junio, 2014

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Índice

0. Resumen ...................................................................................................................... 5 1. Introducción................................................................................................................. 7 1.1. Antecedentes....................................................................................................... 7 1.2. Marco teórico y contextualización ..................................................................... 8 1.2.1. Mujer y prisión: desigualdad intramuros.................................................. 8 1.2.2. Características generales de la población penitenciaria femenina.......... 10 1.2.3. Acceso a la cultura, ¿derecho del interno o favor del poder?................. 12 1.2.4. Valores educativos en prisión................................................................. 14 1.2.5. Aproximación a la intervención social a través de la danza................... 16 1.3. Justificación ...................................................................................................... 19 1.3.1. Acercamiento al concepto de expresión corporal en relación con las emociones y el arte ............................................................................................ 19 1.3.2. ¿Por qué la danza? ................................................................................... 21 2. Objetivos.................................................................................................................... 23 3. Método....................................................................................................................... 23 4. Resultados.................................................................................................................. 25 5. Vinculación con la disciplina del Trabajo Social ...................................................... 27 6. Conclusiones.............................................................................................................. 29 7. Referencias bibliográficas ......................................................................................... 31 8. Anexos ....................................................................................................................... 35

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0. Resumen

Existe una serie de funciones y objetivos fundamentales delimitadas para los trabajadores sociales, pero como éste es un agente de cambio y vivimos precisamente en una sociedad en constante cambio, es necesario que los profesionales se adapten y actualicen continuamente, aprendiendo a emplear nuevas herramientas para abordar la intervención social.

La enseñanza de la danza integra la educación emocional, la educación para la voluntad y el esfuerzo y la educación integral. Las habilidades mentales que se precisan en el baile forman una pirámide que tiene en la base a la motivación, arriba la autoconfianza, luego la intensidad y por último en la cima la concentración.

El bailar con otras personas beneficia la comunicación, porque ya sea en grupo o simplemente compartiendo un espacio en el que todas las personas presentes se expresan con el mismo lenguaje, favorece la creación de lazos afectivos y aumenta la desinhibición.

Otra de las ventajas de la universalidad de la misma radica en capacidad de rotura de barreras idiomáticas y académicas en el aprendizaje, ya que es muy común encontrarnos con una enorme variabilidad dentro de un grupo de trabajo en prisión, destacando personas analfabetas o de nacionalidad extranjera , con las dificultades añadidas que circunstancias de este tipo entrañan.

Palabras clave: Educación. Arte. Danza. Prisión. Mujer.

Abstract:

A number of functions and bounded for social workers fundamental objectives, but as this is a change agent and just live in a changing society, it is necessary for

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professionals to adapt and update continuously, learning to use new tools to address social intervention.

Teaching dance integrates emotional education, education for the will and effort and comprehensive education. Mental skills that are needed in the dance form a pyramid having at the base motivation, self-confidence up, then finally the intensity and the concentration at the top.

Dancing with other people benefit communication because either group, or simply sharing a space in which all persons are expressed in the same language, favors the creation of bonding and increases disinhibition. Another advantage of the universality of it lies in the ability to break barriers of language and academic learning, as it is very common to find a large variability within a group of prison labor, highlighting illiterate or foreign nationals with the added difficulties that involve such circumstances.

Keywords: Education. Art. Dance. Jail. Women.

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1. Introducción

1.1 Antecedentes

Este proyecto de investigación se deriva de un proyecto de intervención social ya implementado en el Centro Penitenciario de Jaén, con el módulo 8 de mujeres. Consiste en el estudio e investigación de los resultados y beneficios obtenidos tras realizar el taller de danza con las internas para comprobar si efectivamente esta alternativa propuesta los reporta y en qué medida.

Se trata de un trabajo que comenzó hace dos años, durante el curso académico 2011/2012. Es una propuesta que se originó en el seno del Proyecto de Innovación Docente “Cultura carcelaria e intervención social: un contexto de participación e innovación para el aprendizaje en la Universidad”, gracias a la colaboración del Centro penitenciario de Jaén y a la docente María Carmen Sánchez Miranda. Tras realizar el curso debíamos diseñar un proyecto de intervención y yo elegí la intervención a través del arte, centrándome en la danza. Posteriormente, se me propuso implementar este proyecto en el Centro Penitenciario de Jaén con el módulo de mujeres a través del voluntariado con Cáritas; y así fue, llevando a cabo un taller de danza oriental que constaba de doce sesiones semanales durante cuatro meses.

A raíz de este curso, surgió también la oportunidad de presentar una comunicación conjunta en el congreso internacional de “Intervención Psicosocial, Arte Social y Arteterapia, de la creatividad al vínculo social” en Archena. Esta comunicación constaba de tres partes: educación en valores, danza y la prisión. Tras haber realizado estas actividades, supe que mi Trabajo de Fin de Grado sería continuar profundizando en esta línea de trabajo, ya que me parece una propuesta de investigación muy interesante y que, además, gracias a la experiencia con el voluntariado pude vislumbrar los beneficios que puede aportar.

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1.2 Marco teórico y contextualización

1.2.1

Mujer y prisión: desigualdad intramuros

La prisión es una institución que forma parte del sistema judicial y acoge a las personas que han sido condenadas por algún delito. Es la institución a la que el sistema penal encomienda la función de reeducar a las personas que han cometido algún hecho delictivo, con el fin de evitar la reincidencia. Siguiendo el mandato constitucional que en su art. 25.2 dispone que “las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social”, el sistema penitenciario español concibe el tratamiento penitenciario como el conjunto de actuaciones directamente dirigidas a la consecución de este fin.

Cada prisión tiene su propio ambiente dependiendo tanto de las características de los internos como del propio edificio y su personal. Se dice que la prisión es el reflejo de los aspectos negativos de la sociedad. La realidad es que convivir con gran cantidad de personas compartiendo un espacio pequeño, generalmente con pocas expectativas de una vida mejor y con la preocupación por lo que han dejado en casa, no es lo más esperanzador. La vida de los internos de repente se ve reducida a pasar sus días en un espacio cerrado con un ambiente bastante hostil en el que predomina la desconfianza, la agresividad y los malos entendidos constantes. Generalmente esto propicia sentimientos de impotencia, desolación, frustración, rabia, etc.

La cárcel es un lugar que apaga las ilusiones de sus habitantes y que no siempre tiene el efecto que se pretende. Muchas veces, cuando se está en una situación emocional tan negativa, no hay espacio para la

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concienciación de los errores cometidos porque solo hay rabia e impotencia.

En este caso, profundizaremos un poco acerca de la situación especial de las mujeres en los centros penitenciarios. Es conocido por todos que las prisiones están muy masculinizadas, empezando por los criterios de gestión, y además las mujeres sufren una discriminación extra, ya que hay un gran desconocimiento de su perfil criminológico de manera pormenorizada con sus correspondientes consecuencias. Basándome en mi experiencia personal en el Centro Penitenciario de Jaén, uno de los motivos podría ser que el número de internas es inferior con respecto al de los internos, pero realmente eso no debería ser así, deberían estar en las mismas condiciones.

La realidad es que si para un hombre es dura la entrada en prisión y se siente olvidado, la mujer tiene incluso más argumentos para sentirse así. Una de las “diferencias” que se puede apreciar sin ir más lejos en la prisión de Jaén, es que los hombres, al ser más, tienen la posibilidad de “elegir” en qué condiciones quieren cumplir su condena, si en un módulo de respeto1 o tradicional2, en cambio, las mujeres al ser menos, solo hay un módulo destinado para el cumplimiento de su condena, en el cual conviven tanto con mujeres que quieren estar en unas condiciones que les permitan evolucionar y no solo cumplir, sino aprender y crecer, como con mujeres que hubieran elegido estar en un módulo tradicional debido a que sus aspiraciones actuales no pasan por la reeducación.

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Los módulos de respeto buscan lograr un cambio en el entorno con unas normas más estrictas y con otras aspiraciones. No está permitido el consumo de drogas, fomenta los hábitos cívicos y la actividad constante de los internos así como la responsabilidad de los internos. 2 Los módulos tradicionales son espacios en los que las normas prácticamente no existen o al menos no se respetan. Los internos gestionan su tiempo de manera totalmente ociosa y donde, a pesar de no estar permitido, si existe un elevado consumo de drogas y una total ausencia de responsabilidad.

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Es cierto que no llega a ser una situación exactamente como en un módulo tradicional, porque las internas que se reiteran en un comportamiento inapropiado acaban yéndose de conducción a otra prisión que si contemple módulo tradicional, lo cual, por otro lado, es una situación a la que los hombres no se enfrentan, simplemente pasan de un lado de la prisión a otro, sin tener que dejar su ciudad y lo más importante, su red de apoyo.

1.2.2

Características generales de la población penitenciaria femenina

Tomando como referencia el artículo de la subdirectora de tratamiento de Madrid-I (Mujeres), Francesca Melis, se expone una aproximación a las características de las internas, las cuales se caracterizan por haber convivido habitualmente con la discriminación social desde antes de su entrada en prisión. Suele tratarse de mujeres que provienen de familias desestructuradas y disfuncionales, que han vivido en condiciones socio-económicas precarias, con muchas responsabilidades y cargas familiares3, situación que condiciona su reinserción social.

Un acercamiento a las principales características destacables de este colectivo sería la siguiente:

 Se trata generalmente de mujeres que han tenido una infancia difícil muy marcada por una fuerte dependencia psicológica de figuras masculinas, lo cual supone una falta de autonomía personal4.

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Todo esto está directamente relacionado con la comisión del delito sin haber sido conscientes de que eso solo iba a agravar la situación, ya que muchas de ellas, además, son muy jóvenes, madres solteras y normalmente con muchos hijos. 4 La autonomía personal puede definirse como la capacidad de tomar decisiones y de actuar de manera independiente en lo referente a uno mismo. En este caso de trata de personas que no poseen esa capacidad porque han quedado relegadas considerando que necesitan la supervisión o aprobación de otra persona, en esta ocasión de un hombre.

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 Un rasgo importante a destacar es la escasa escolarización; y las que lo han estado, ha sido hasta edades muy tempranas, lo que se traduce en altas tasas de analfabetismo y, por tanto, en una menor competencia social. Esto incide directamente en la escasa cualificación profesional y en la posterior posibilidad de encontrar un empleo, ya que generalmente solo optan a ocupaciones precarias y peor remuneradas. En muchas situaciones esto es resultado de la necesidad de obtener ingresos para aportar a la economía familiar o de tener que proporcionar cuidados a algún familiar.

 El problema de la drogodependencia es el principal desencadenante de la delincuencia femenina, ya que con el objetivo de adquirir recursos económicos para costear su consumo, esto puede derivar en actividades delictivas. De hecho, gran parte de las mujeres encarceladas cumplen condena por delitos relacionados las drogas. Además, muchas de ellas tienen un perfil de politoxicomanía5.

 Un número considerablemente importante (60% aproximadamente) de las internas en prisión pertenecen a minorías desfavorecidas, mujeres de etnia gitana y extranjeras. En el caso de las últimas, supone además, la ausencia de apoyo emocional (salvo en algunos casos en la distancia) y las dificultades con el idioma que acarrean las correspondientes consecuencias tanto a la hora e interactuar día a día como en cualquier aspecto.

 Pautas cívicas notablemente alteradas, lo que supone un déficit en el cumplimiento de normas sociales, habilidades sociales y en el cuidado de su aspecto corporal entre otros.  La relación de exclusión, pobreza, marginación… que han mantenido con su entorno próximo ha supuesto una importante disminución de su

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Politoxicomanía: adicción a más de una droga.

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autoestima. Además su autoconcepto6 es muy negativo ya que el hecho de verse en prisión, que de por sí ya es un estigma importante, las hace verse como menos valiosas y capaces, por tanto, su autoconfianza respecto a sus capacidades y habilidades para afrontar su situación actual es muy escasa. Todo esto deja ver también la, en ocasiones, inexistente conciencia como sujetos de derechos.

 Otra característica importante es que muchas de ellas han sufrido episodios de abusos sexuales y de violencia intrafamiliar7 y/o de pareja. Como consecuencia de las secuelas tanto físicas como psicológicas que dejan la vivencia de estas situaciones (depresión, intento de autolisis, agresividad…), se puede apreciar una relación con su historial delictivo.

 Cuando se trata de una mujer, madre de familia, el ingreso en prisión es un caos, tiene consecuencias muy graves en el ámbito familiar, además de ser doloroso, los problemas personales la atormentan y el sentimiento de culpabilidad las invade.

 Por último, un problema de salud que destaca en este colectivo hace referencia a los trastornos psíquicos (depresión, ansiedad, estrés). Para los cuales existen tratamientos para su control.

1.2.3

Acceso a la cultura, ¿derecho del interno o favor del poder?

Siendo conscientes del hecho de que no toda la sociedad ve desde la misma perspectiva el proceso de entrar en prisión, cumplimiento de la

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Autoconcepto: imagen que cada uno tiene de sí mismo. No es igual a autoestima, pero si influye en ella. 7 La violencia intrafamiliar es aquella ejercida por un miembro del grupo familiar sobre otro independientemente de que compartan o hayan compartido vivienda. Puede tratarse de maltrato físico, psicológico o abuso sexual. Ésta puede ser motivada por incapacidad de control de impulsos, ausencia o déficit de habilidades de afrontamiento y por abuso de sustancias como el alcohol y las drogas entre otros.

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condena y puesta en libertad, pero nos centramos en este caso a la estancia en prisión. Hay quien cree en la reeducación y reinserción y, principalmente, no en la cárcel como un castigo añadido, bien porque consideran que toda persona lo merece o bien de manera interesada ya que tarde o temprano será puesto en libertad; pero también hay quien opina que allí no tienen por qué tener nada mínimamente agradable, solo deben pagar su deuda con la sociedad y cuanto más desagradable sea la estancia allí, mejor. Pues bien, al margen de las opiniones o deseos personales de cada uno, existe una realidad que está por encima de eso y es que en primer lugar la cárcel únicamente es un establecimiento donde se cumple la condena, que es la privación de libertad, no un espacio del cual servirse para torturar a cada penado y además es un derecho de los internos tener acceso a la formación8 que le permita lograr esa reinserción social efectiva.

En palabras de Aguilar, González y Romero, (2009):

“Si llevamos este planteamiento a los centros penitenciarios ¿qué sucedería?, seguramente se convertiría en una guerra campal entre los que defienden su inocencia y los que acusan la culpabilidad del otro. Pero no es éste nuestro objetivo, sino el de plantear una alternativa una vez que ya esas personas han llegado a esa situación. El primer paso es asumir la situación y darle la vuelta a la tortilla, de tal manera que su permanencia en la prisión pueda servirles para algo, concretamente para un cambio, para un enriquecimiento personal que les haga tomar conciencia de sus posibilidades. Precisamente para impulsar esta iniciativa surgen las acciones socio-culturales en las prisiones. Llegados a este punto, surge la

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La educación, tal como se entiende, es el derecho de toda persona a la incorporación a la cultura.

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pregunta que iniciaba este párrafo: ¿las actividades socio-culturales son un derecho del interno o un favor del poder?”

Pues bien, como respuesta la Constitución Española de 1978, en su Art. 25.2 reza: “las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social” y al reconocimiento del derecho “al acceso a la cultura y el desarrollo integral de su personalidad”.

Una vez aclarado que es un derecho del interno y no un favor del poder hay que decir que a pesar de estas nobles palabras la puesta en práctica en la mayoría de los casos es muy difícil, porque partimos de una antítesis, por un lado se pretende aislar al individuo de la sociedad y por el otro integrarlo en la misma. Dicho proceso es, por tanto, conflictivo desde un principio pero no imposible (Aguilar, González y Romero, 2009).

1.2.4

Valores educativos en prisión

En el contexto penitenciario existe un empobrecimiento ético junto a demás características de un ser humano depauperado individual y colectivamente. Nos enfrentamos a los trastornos emocionales, al retraimiento social y la pérdida de motivación, la falta de formación profesional, las dificultades en la comunicación y la carencia de conocimientos básicos. Así, uno de los retos es la reeducación ética.9 (Sánchez, Alcalde-Diosdado y Muñoz, 2013, p. 2).

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Y este propósito noble es muy difícil porque las historias personales y el ambiente están llenos de heridas y de rebeldías contra el sistema que les ha encerrado allí. Esa ley moral universal que predicaba Kant parece aquí olvidada, parece una ironía. Sin embargo, esa ética universal de valores, que defendemos, es para toda la humanidad, también para los encarcelados. (Sánchez, M. C. et al. 2013, p.2).

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Por tanto, una de las cuestiones que debemos plantearnos hace referencia a los valores que perciben en prisión. Según los datos extraídos de una investigación de J. F Scarfo en una cárcel argentina, se observa que los más destacados son (en orden): libertad, vida, solidaridad, justicia y educación. En realidad se trata de valores muy similares a los de la mayoría de la población. De modo que esto nos lleva a plantearnos la educación10 como una necesidad que ellos mismos demandan y sobre la que consideramos pertinente actuar, (Sánchez M. C. et al. 2013, P. 2) en esta ocasión se opta por la educación artística y, más concretamente, la danza.

Centrándonos en la educación artística, según Carmen Alcaide (2006), ésta resulta ser una posibilidad de armonización e integración de personas o situaciones diferentes, que sin perder su identidad o características pueden lograr una convivencia positiva para ambas partes. Posee características que la sitúan en una excelente posición para construir intervenciones que compensen las desigualdades: por un lado, su capacidad de comunicar de forma directa, a través de las imágenes; la idea de que diferenciarse de la generalidad es algo bueno puesto que en arte se pretende educar en la originalidad y variedad de soluciones. La educación en la sensibilidad estética es capaz de desarrollar personas abiertas a las diferencias.

La enseñanza de la danza integra la educación emocional, la educación para la voluntad y el esfuerzo y la educación integral. Estos elementos pedagógicos son lógicos y aparecen en dos investigaciones doctorales: la de A. Fuentes, El Valor Pedagógico de la Danza, escrita desde la óptica teórica de la Educación Física y Deportiva y la de R. Fuentes, La educación en valores a través de la danza en las enseñanzas regladas y en el folklore. (Sánchez M. C. et al. 2013, P. 2)

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Las distintas sociedades organizan cada una su forma de educación, no existe ni podrá existir una forma educativa que sea válida para todo tiempo y lugar, y, al igual que se cambia la sociedad, se cambian también las formas educativas.

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Para Jim y Ceci Taylor, autores del libro Psychology of Dance (citado en Fuentes: 2007: 41-42), la preparación de la mente del bailarín desarrolla la autoconciencia,

que permite entender las emociones

propias, las necesidades, virtudes o carencias. Las habilidades mentales que se precisan en el baile forman una pirámide que tiene en la base a la motivación, arriba la autoconfianza, luego la intensidad y por último en la cima la concentración. Esta autoconciencia favorecida por el baile y sus habilidades nos parece fundamental. (Sánchez M. C. et al. 2013, P. 2).

Apostamos por utilizar la danza como medio debido a que constituye una forma de enseñanza diferente, por un lado, les permite expresarse y desconectar en cierto modo de su realidad, lo cual aprecian y valoran, y por otro, durante este proceso la danza les inculca una serie de valores éticos fundamentales tanto individuales como sociales.11 Y si añadimos una propuesta de baile exótico como es la danza oriental, incorporamos la educación para la interculturalidad con los valores del respeto, la tolerancia y la igualdad. La emoción de la danza no sabe de fronteras o de jerarquías, es universal. Esa ley moral universal kantiana se hace viva en el baile. (Sánchez M. C. et al. 2013, P. 2).

1.2.5

Aproximación a la intervención social a través de un taller de danza

La intervención social a través del arte consiste, no en el aprendizaje de una determinada modalidad del arte, sino que nos servimos de él como mediador para lograr los objetivos marcados e incidir en aquellos aspectos que, tanto a priori como durante el desarrollo de la

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Los valores éticos principales que enseña el baile son (Fuentes: 2009: 74): Individuales: formación del carácter, cultivo de la libertad y la responsabilidad, sentido de sus derechos y deberes; Sociales: relaciones interpersonales, sentido del bien común, sentido de la justicia, participación social.

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intervención, se consideran necesarios para encaminar el proceso de reinserción y reeducación de los destinatarios. Para centrar y contextualizar el tema sobre el que estamos trabajando, comenzamos abordando el concepto de arteterapia: término que empieza a implantarse en España a finales de los años 90 y de acuerdo con la Asociación Americana de Arteterapia: “La arteterapia se basa en la creencia de que el proceso creativo desarrollado en la actividad artística es terapéutico y enriquecedor para la calidad de la vida de la persona”. La diferencia con otras terapias en las que el medio es la palabra, es que el arte como terapia trata de indagar en el conocimiento interno de la persona mediante la expresión de sus emociones, favoreciendo la transformación y el desarrollo personal y social y el fortalecimiento de las capacidades cognoscitivas.

Lo que se persigue no es el resultado artístico, lo interesante de este método son los procesos de transformación personal que se obtienen como resultado tras realizar esas actividades. La arteterapia12 puede llevarse a cabo de manera individual o grupal, dependiendo de las necesidades. La ventaja de la grupal frente a la individual es que el aprendizaje social se lleva a cabo

en grupo formado por personas con necesidades

semejantes, en este caso la privación de libertad y falta de habilidades, lo que implica la comprensión y el apoyo mutuo. Sin embargo, en contraposición tiene que, por un lado, las personas reciben menor atención individualizada y que la confidencialidad es más difícil lograrla.

Las disciplinas artísticas favorecen actitudes de mayor apertura y respeto por las diferencias, al igual que implican una formación no solo de la sensibilidad estética sino también de la ética.

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Las sesiones constan habitualmente de tres partes: introducción, ejecución y desarrollo del trabajo y por último puesta en común.

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En

los

diseños

curriculares

hallamos

contenidos

como

la

interculturalidad, la igualdad de oportunidades para la mujer o la integración de niños. La educación artística resulta ser una posibilidad de armonización e integración de personas o situaciones diferentes, que sin perder su identidad o características pueden lograr una convivencia positiva para ambas partes (Alcaide, 2006).

Dentro del amplio abanico de las formas de arte se encuentra la danza, que es la expresión de éste más antigua del ser humano.

La danza, por su propia definición, es un elemento de incalculable valor educativo. Contribuye a desarrollar aspectos corporales, cognitivos y emocionales a la vez que posee un importante matiz social. En cualquier ámbito de la educación (general, social), la danza tiene la capacidad por sí misma de desarrollar habilidades que favorecen el crecimiento personal y como resultado de ello también favorece la integración social. Asimismo, promueve la creatividad, recurso que nos facilita la introspección, lo cual mejora el autoconocimiento, contribuye al incremento de la autoconfianza y a la concienciación.

Carmen Alcaide (2006) expone que la creatividad es la vía de superación que permite el encuentro con el propio yo. A pesar del posible vacío existencial del ser humano, el verdadero camino de crecimiento se logra a través del fortalecimiento de la personalidad que a veces se ha dejado frustrar, refrenar o adormecer, en lugar de fomentar la expresión a sus manifestaciones creativas. El objetivo final de la creatividad seria que el ser humano sea el creador de su propio mundo personal y social, logrando que, a través del descubrimiento de sí mismo, llegara a la máxima expresión de sus potencialidades personales.

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Como

consecuencia

de

este

incremento

de

autoconfianza

y

concienciación, puede tener lugar la superación de estereotipos y prejuicios y contribuye a la desinhibición. Estos beneficios son obtenidos empleando como medio el control corporal que, además, mejora la capacidad de expresarse y de relacionarse con los demás.

Entre todos los tipos de danza, nos decantamos por la oriental, también llamada “Danza del Vientre” o “Bellydance”. Es una danza, que aunque también practicada por hombres, generalmente es de mujeres. Es muy femenina y en sus orígenes eran rituales de fertilidad y para acercarse a lo divino, centrando la atención en la zona del vientre, muy respetada, capaz de dar vida. Es muy apropiada para mujeres embarazadas, tanto antes como durante y después de dar a luz, ya que trabaja toda la zona pélvica tonificando y dando flexibilidad a los músculos. De esta danza se puede hacer un uso terapéutico sirviéndonos del movimiento para lograr la interacción entre cuerpo y mente. Tiene beneficios físicos y psicológicos. En lo referente a lo físico, previene la artrosis, mejora la circulación, reduce la presión sanguínea, quema calorías y aporta higiene postural. En cuanto al aspecto psicológico, al bailar se libera adrenalina, lo cual reduce los niveles de estrés y ansiedad, además de ser una forma de entrenar la mente, ya que si se trata de improvisaciones, lo que se trabaja es la parte creativa y a espontaneidad; pero cuando se siguen secuencias coreográficas inevitablemente se trabaja la memoria.

1.3 Justificación

1.3.1

Acercamiento al concepto de expresión corporal en relación con las emociones y el arte

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La Expresión Corporal puede definirse como la disciplina que permite encontrar un lenguaje corporal propio, una forma de comunicación y expresión con y a través del cuerpo (Mateu, Duran y Troguet, 1992)13.

Para otros autores, la expresión corporal es el conjunto de técnicas que utiliza el cuerpo para revelar nuestro mundo interno, sensaciones, emociones, ideas, etc., en definitiva, el contenido de nuestra vida psíquica, (Bara, 1975; Bossu y Chalaguier, 1986; Dropsy, 1987; Learreta, 2000; Montesino, 1999; Motos, 1983; Ortíz, 2002, Pelegrín, 1996; Rivero y Schinca, 1992; Romero, 1999; Santiago, 1985; Stokoe, 1986)14.

La expresión corporal está directamente relacionada con diferentes tipos de danza, ya que es una actividad que busca la expresión de sentimientos mediante la implicación de los participantes a todos los niveles. La necesidad implícita de la autoexploración con respecto a la expresión a nivel corporal y el uso de la comunicación, constituyen una vía a través de la cual ir canalizando las distintas y múltiples emociones, para con ello incrementar el propio bienestar.

Por lo que se puede apreciar que la expresión corporal, las emociones y el arte están estrechamente relacionados.

Qué es una emoción es complejo de describir, aunque a priori todos creemos saber de qué se trata, pero acudiendo a la explicación etimológica, esta palabra proviene del latín, emotio, y en definitiva se trata de información que llega al cerebro y éste reacciona rápida y mecánicamente en consecuencia dando una respuesta.

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Citado en Bosch, M. J. (2009). La danza de las emociones: Vives como sientes. Citado en Arriagada, M. T. R., & Moro, M. I. B. (2006). Impacto de la expresión corporal sobre las emociones en el ámbito educativo. Motricidad: revista de ciencias de la actividad física y del deporte, (15), 1. 14

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Según Bosch, M. J. (2009), la emoción moviliza a la persona y le crea estados mentales y comportamientos beneficiosos o perjudiciales, provechosos o nocivos. De modo que ser hábil emocionalmente consiste en desarrollar motivos, argumentos, razones suficientes y adecuados que nos permitan mejorar nuestra autoestima y autoconfianza (Vallés y Vallés, 2000).

Desde la expresión corporal se considera que se puede actuar de manera eficaz sobre la dimensión emocional y social del individuo, ya que esta se extiende por un lado, como una forma de expresión, de comunicación (Berge, 1985; Dropsy, 1987; Vallejo, 2003); por otro, como forma de canalización de las emociones (Fux, 1976; García-Ruso, 1997; Poveda, 1979; Salzer, 1984); e incluso a veces como una vía de trabajo para llegar a modificarlas (Aymerich, 1977ª, 1977b; González-Sarmiento, 1982; Motos, 1983; Salzer, 1984).

Y para la consecución de este todo integrado, nos servimos del arte en el cual tiene lugar la expresión de las emociones mediante el lenguaje corporal.

1.3.2

¿Por qué la danza?

Siguiendo las palabras de Sánchez et al. (2013, p.2):

El utilizar el baile como mecanismo de intervención para lograr la reinserción tiene su justificación en que es una actividad de carácter lúdico, lo cual facilita su aceptación por parte de las personas destinatarias, pero que a su vez cumple con la función de contribuir a que adquieran nuevos recursos y habilidades para su reincorporación a la sociedad. La danza del vientre es una herramienta que permite liberarse y expresar, mediante el movimiento y la emoción. Se trata de una práctica

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que concibe el desarrollo y la generación de determinadas habilidades sociales tales como la empatía, la comunicación, la sensibilidad y la capacidad de relacionarse con el otro. Asimismo, contribuye a eliminar bloqueos y a vencer miedos logrando recuperar la confianza en uno mismo y, lo más importante, a recobrar la motivación de la cual carecen la mayoría de las personas que se encuentran en situación de reclusión. Esta actividad expresiva no pretende ser una terapia para tratar determinadas patologías, simplemente ayuda a encontrar el equilibrio y contribuye a la concienciación de los mecanismos corporales elementales, principalmente los del centro de gravedad y de fuerza vital del organismo: proceso fundamental para alcanzar el autoconocimiento necesario para desenvolvernos de manera efectiva en la sociedad. De este modo la implementación de acciones formativas sobre danza del vientre en un centro penitenciario se convierte en una herramienta que va a contribuir en el proceso educativo de reinserción social gracias a un aprendizaje sin apenas darse cuenta.15

Otra de las ventajas de la universalidad de la misma radica en la capacidad de rotura de barreras idiomáticas y académicas en el aprendizaje, ya que es muy común encontrarnos con una enorme variabilidad dentro de un grupo de trabajo en prisión, destacando personas analfabetas o de nacionalidad extranjera , con las dificultades añadidas que circunstancias de este tipo entrañan.

Centrándonos en la intención principal de la danza oriental, su objetivo desde la prehistoria ha sido encontrar la armonía entre el cuerpo y el espíritu mediante la contracción y relajación muscular en la parte inferior del tronco con movimientos circulares. En este caso, se trata de que aprendan a canalizar sus frustraciones y su estrés mediante el movimiento, de que adquieran la habilidad de entenderse y conocerse mejor a sí mismos, aprendiendo a valorar sus virtudes y a reconocer y a 15

El bailar con otras personas beneficia la comunicación, porque ya sea en grupo o simplemente compartiendo un espacio en el que todas las personas presentes se expresan con el mismo lenguaje, favorece la creación de lazos afectivos y aumenta la desinhibición.

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intentar solventar sus carencias. Les otorga una oportunidad para expresar cualquier conmoción que sientan, para imaginar, para liberarse de cualquier bloqueo o sensación incómoda. El baile es un espacio para ser uno mismo.

2. Objetivos

A continuación se detallan los objetivos que se pretenden alcanzar con la realización de este trabajo de investigación, los cuales sistematizan el trabajo de campo realizado para la obtención de resultados para nuestro análisis.

General:  Comprobar los beneficios de la implementación de un taller de danza del vientre para el desarrollo personal de las mujeres en la prisión de Jaén.

Específicos:  Estudiar si a través de la danza se promueve un espacio de integración.  Evaluar la evolución en la adquisición de habilidades sociales.  Analizar la influencia que esta disciplina artística supone para las usuarias.

3. Método

El método es un procedimiento sistemático y ordenado que se sigue para alcanzar un resultado o fin concreto, en nuestro caso, como el hilo conductor para la obtención de datos para el análisis de la práctica de campo implementada.

Partimos del supuesto de Taylor, S. J., y Bogdan, R. (1987), quienes acuñan el término metodología como el modo en que enfocamos los problemas y buscamos las respuestas. En las ciencias sociales se aplica a la manera de realizar la investigación. Nuestros supuestos, intereses y propósitos nos llevan a elegir una u otra metodología.

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Por su parte, para Ander-Egg, E. (1995), la investigación social es el proceso que, utilizando el método científico, permite obtener nuevos conocimientos en el campo de la realidad social (investigación pura) o bien estudiar una situación para diagnosticar necesidades y problemas a efectos de aplicar los conocimientos con fines prácticos (investigación aplicada).

La finalidad de esta investigación era comprobar, mediante el estudio, la evaluación y el análisis de los ítems mencionados en los objetivos específicos, los beneficios que aporta la práctica de esta disciplina artística. Para ello se han utilizado como técnicas de recogida de información, principalmente, la observación directa y participante, el análisis documental y la revisión bibliográfica. A continuación se detalla cada técnica:

La observación directa: es una herramienta fundamental para recabar información, consiste en registrar de manera sistemática comportamientos y conductas observados.

La observación participante: esta herramienta consiste en además de observar, participar de forma activa en las actividades del grupo investigado. Se trata de compartir con la gente que es objeto de estudio e investigación, de manera que permite conocer las percepciones de los miembros del grupo respecto a diferentes aspectos, mediante una interacción relativamente continuada. Además, nos proporciona información del contexto vital de las personas investigadas y de cómo tiene lugar el desarrollo de su vida diaria. En esta técnica es importante que exista un objetivo previo bien definido y sistematizar la información obtenida, de lo contrario no tendrá validez.

Para Fernández Ballesteros (1987), la observación supone “una conducta deliberada del observador, cuyos objetivos van en la línea de recoger datos sobre la base de los cuales poder formular o verificar hipótesis”.

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Existen dos tipos de participación en relación a los participantes, artificial y natural. En este caso se trata de una participación artificial, ya que la investigadora se integra en el grupo para la obtención de la información, pero no pertenece a él.

Análisis documental: consiste en primer lugar en interpretar, analizar y sintetizar la información obtenida, para a continuación, plasmar el resultado de ese proceso en un documento, con la finalidad de facilitar su acceso y transmisión.

El análisis documental consta de tres fases generalmente. La imprescindible fase de comunicación que es la que nos permite, en primer lugar, obtener la información perseguida, una segunda fase en la que se transforma la información y por último la fase en la que se analiza y se sintetiza la información.

Revisión bibliográfica: La revisión bibliográfica es el conjunto de actividades que se llevan a cabo para la recogida de información escrita. Es una tarea que debe estar presente a lo largo de todo el proceso. Con ella se pretende conocer o profundizar con respecto a un tema, además de conocer qué sabemos y sobre qué aspectos debemos incidir de manera más concreta porque aun no los sabemos. Una vez realizado este proceso, el resultado, además, nos permite explicar el por qué elegir un tema u otro.

4. Resultados

Para desarrollar los resultados vamos a distinguir entre dos apartados en los que se engloban los objetivos específicos. En primer lugar la capacitación que hace referencia al primer y segundo objetivo y, en segundo lugar a la promoción que se refiere al tercer objetivo.

En este primer apartado de capacitación nos centramos en la cohesión grupal e interrelación y en las habilidades sociales que puede fomentar.

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La cohesión grupal es muy importante la interacción y la participación de los miembros del grupo, ya que la tendencia o atracción que hace que se mantengan unidos incrementa o decrece en función del grado de interacción.

Siguiendo a algunos autores, podemos ver un reflejo de la evolución del concepto: La cohesión ha sido considerada como uno de los constructos más importantes del pequeño grupo, destacando su influencia en el rendimiento y la eficacia del equipo. (Lahiguera, C. P., Abad, A. Z., y Silla, J. M. P, 2009).

Festinger (1950) define la cohesión como un campo total de fuerzas que actúan sobre los miembros para permanecer en el grupo.

Basándonos en las palabras de distintos autores, se trata de un proceso dinámico que se refleja en la tendencia del grupo a mantenerse y permanecer unido en la búsqueda de sus objetivos instrumentales y/o para a satisfacción de las necesidades afectivas de los miembros. (Carron, Brawley y Widmeyer, 1998).

Tras implementar el taller de danza e investigar los beneficios, se podría concluir que efectivamente una interacción y participación conjunta ha mejorado la cohesión grupal. Al haber sido un taller que únicamente constaba de doce sesiones semanales durante cuatro meses, como es lógico los resultados no pueden ser sumamente sorprendentes, pero sí dejan ver la influencia positiva que tiene la aplicación de esta disciplina artística como herramienta en este aspecto.

En cuanto a las habilidades sociales se observa que, las que considerábamos a priori que podrán desarrollarse o generarse, (la empatía, la comunicación, la sensibilidad y la capacidad de relacionarse con el otro), aunque al ser poco tiempo y los resultados serían más esclarecedores cuanto más tiempo se hubiera llevado a cabo el taller, sí hay un cambio de actitud por parte de las internas. De por sí en prisión generalmente no abundan estas habilidades y entre mujeres aunque parezca contradictorio, (basándome en la experiencia de este taller en la cárcel de Jaén), aún menos. Y tras evaluarlas podemos decir que sí hay suficientes indicios observables de que ese cambio de actitud apunta a ir adquiriendo progresivamente estas

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habilidades, aunque no todas por igual, cada una en diferente medida, como también es lógico. También se observa la influencia que tiene la aparición de unas en que las demás se vayan desarrollando.

Con respecto al segundo apartado de promoción, nos centrábamos en la influencia que esta disciplina artística supone para las usuarias desde una doble perspectiva, lo físico y lo emocional/psicológico.

Realmente para poder aportar resultados concluyentes, en este caso hubiera sido aún más necesario continuar más tiempo trabajando con ellas, porque tanto lo físico como lo emocional/psicológico, son procesos que requieren de mucha dedicación y prolongada en el tiempo.

Sí es cierto que se observa un pequeño aumento en la autoconfianza ya que cada día suponía menos esfuerzo para ellas mostrar su trabajo ante las demás y que, al menos en ese espacio de tiempo que compartía con ellas, estaban más relajadas y no se apreciaban signos importantes de estrés y ansiedad. Además de apreciarse una mejora evidente en cuanto al aspecto físico en general.

5. Vinculación con la disciplina del Trabajo Social

Existe una serie de funciones y objetivos fundamentales delimitadas para los trabajadores sociales en este ámbito, pero como éste es un agente de cambio y vivimos precisamente en una sociedad en constante cambio, es necesario que los profesionales se adapten y actualicen continuamente, aprendiendo a emplear nuevas herramientas para abordar la intervención social: en nuestro caso, como arteterapeutas.

Para el trabajo con grupos hay unas directrices más o menos marcadas, en cuanto a fases, etapas y evolución; y respecto a cómo trabajar con ellos. Esto nos puede servir para utilizar casi cualquier herramienta de intervención pero es cierto que al tratarse de herramientas innovadoras también es necesario profundizar en su

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conocimiento y en los procesos que desencadenan en el grupo y más concretamente el cómo. En este caso una herramienta de estas características sería la arteterapia, específicamente la danza y como es lógico se han de tener determinadas nociones para implementarla con grupos y tratar de obtener beneficios. De modo que además de las competencias que aporta el trabajo social será necesario una formación en danza oriental y profundizar en cómo impartirla para lograr los objetivos propuestos.

El Trabajador social en el ámbito penitenciario:

Tal y como mencionábamos al inicio, hay unas funciones y objetivos inherentes a la profesión en el ámbito penitenciario que a continuación explicamos un poco más detalladamente. El objetivo del trabajo social con los reclusos es lograr la reinserción social16 de éstos, con la finalidad de que sean conscientes de las circunstancias que originaron su conducta delictiva y las consecuencias que se derivan de la privación de libertad. Dentro de las funciones que el trabajador social realiza en este ámbito destacamos: − Conocimiento de la situación socio-familiar y laboral de cada interno. − Detectar las carencias y las necesidades sociales y personales con la finalidad de poder elaborar un diagnóstico social adecuado y lo más realista posible. − Trabajo en equipo con otros profesionales relacionados para diseñar programas individualizados de tratamiento. − Intervención individual-familiar. − Gestión de recursos y servicios. − Participar en la evaluación de los internos. 16

La reinserción social consiste en integrar de nuevo en la sociedad a una persona que estaba viviendo al margen de ella, en este caso por la comisión de un delito. Es un proceso de diferentes actividades que se inician al ingreso en prisión y que tienen como objetivo ayudar a la persona a transformar sus hábitos para permitir la incorporación y adaptación de nuevo a la comunidad.

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− Contribuir a la reeducación y a propiciar la reinserción para la vida en libertad.

Esto forma parte del tratamiento penitenciario, que siguiendo la Ley Orgánica 1/1979, de 26 de Septiembre, General Penitenciaria en su artículo 59.1 dice que: “el tratamiento penitenciario consiste en el conjunto de actividades directamente dirigidas a la consecución de la reeducación y reinserción social de los penados”.

6. Conclusiones

Lo que se pretendía con ese trabajo de investigación, posterior a la implementación del taller de danza, era comprobar si efectivamente se podían alcanzar en mayor o menor medida los objetivos planteados. Una vez realizadas ambas tareas, observamos que nos encontramos a lo largo del proceso tanto con ventajas como con inconvenientes, así como con aspectos positivos y negativos; pero siempre destacando lo favorable.

Al respecto, decir que son personas que necesitan un extra de motivación por parte del profesional para compensar su déficit motivacional con respecto a casi cualquier cosa, lo cual puede dificultar los inicios. Sin embargo, si el profesional consigue que lo que les ofrece les resulte atractivo, prácticamente tendrá su entrega y compromiso asegurados. Aunque es cierto que al tratarse de personas, como hemos dicho, con poca motivación y también poco acostumbradas a abrirse con el personal que trabaja con ellas día a día, es muy difícil lograr captar su atención y su confianza a priori, por ello, si se quiere sacar adelante la propuesta, requiere un esfuerzo extra creativo e innovador por parte del profesional poniendo en práctica las competencias adquiridas durante la formación y saber actuar acorde con las circunstancias concretas.

La importancia de implementar este tipo de acciones, que en realidad engloba a cualquiera destinada a estos fines, reside en la necesidad objetiva de devolver a la sociedad a estas personas, pero con la diferencia de haber adquirido unas

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herramientas y habilidades adecuadas para la convivencia en sociedad de una manera correcta. Pero como hemos explicado anteriormente, esta propuesta resulta especialmente atractiva y facilita la labor, tanto para el profesional como para las internas.

Otro objetivo implícito en cualquier intervención, es tratar de propiciar, en la medida de lo posible, que tengan la capacidad real de aprovechar la nueva oportunidad con los recursos necesarios para que así sea.

Por otro lado, personalmente pienso que sería una opción muy acertada la implantación de este tipo de actividades de manera prolongada en los centros penitenciarios. Porque, evidentemente, para obtener beneficios debe ser algo constante y constatable. Para que esto pudiera salir adelante sería necesario habilitar espacios destinados a ello, porque en mi experiencia, el taller se llevaba a cabo dentro del módulo estando presentes tanto las participantes como las que no lo eran. Esto también dificulta el trabajo sobre todo al principio, ya que se trata de personas con muchos prejuicios y complejos y si nunca se ha realizado algo de este tipo, cuesta. Además el tener un espacio propio alejado del resto del módulo, facilita la cohesión del grupo y la interrelación sin condicionantes externos como puede ser el juicio de las demás compañeras de módulo, (a lo cual dan mucha importancia), así como la progresiva desinhibición con los miembros del grupo. De por sí es difícil trabajar en prisión porque hay muchos hándicaps de este tipo, pero si encima están más atentas a lo de fuera que a lo que realmente está ocurriendo en el grupo, la tarea se vuelve más complicada aun y los resultados difícilmente van a ser los esperados.

Para finalizar, considero que es conveniente sistematizar la experiencia del taller implementado porque a través de la misma se tiene la oportunidad de reflexionar sobre el proceso desarrollado y aprender de él mediante la interpretación crítica. Además permite reconstruir los supuestos iniciales y organizar la experiencia, adquiriendo un mayor conocimiento para ejecutar un proceso de continua mejora en futuras acciones de intervención social a través del arte.

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Anexo 1. Ficha taller en el Centro Penitenciario de Jaén.

FICHA PROPUESTA TALLER A REALIZAR EN EL C.P. JAÉN

Responsable: Alegría Muñoz Crespi. Destinatarios: mujeres. Fechas y duración: 25 horas, 2 horas/día, desde la semana del 9 de julio a la semana del 24 de septiembre. Previsiblemente: martes tarde, de 17.00 a 19.00 horas. Número de participantes: 25 Título: DANZA DEL VIENTRE Subtítulo: La danza del vientre como herramienta social. Objetivos: •

General: − Realizar un taller de “danza del vientre” con el fin de mejorar la autoestima y su capacidad de interrelacionarse.



Específicos: − Conseguir que aprendan a valorar y a respetar su trabajo y el de las demás compañeras. − Adquirir destrezas para expresarse mediante una nueva forma. − Conocer cómo se relacionan, fortalecer los vínculos ya existentes y generar nuevos.

Contenidos: - Habilidades sociales. - Comunicación. - Respeto. - Solidaridad. - Autoestima. - Tolerancia. - Responsabilidad.

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- Cooperación para el trabajo en grupo. - Expresión corporal. - Emoción.

Resultados:

- Mejorar el bienestar de las internas, tanto a nivel personal como grupal, dotándolas de las herramientas y habilidades necesarias para que se sientan bien con ellas mismas y pueda haber una convivencia grupal tranquila y estable. - Fortalecer la cohesión de las internas como grupo. - Mostrar su trabajo el 24 de Septiembre para que se sientan realizadas y reconocido su esfuerzo.

Anexo 2. Galería fotográfica17.

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Imágenes autorizadas por las propias internas participantes en el taller.

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