FAMILIA CLARETIANA EN LA EDUCACIÓN

Anexo I: Otros artículos

7.1 COLEGIOS CLARETIANOS 2000

Familia claretiana en la educación

Un horizonte en Misión Compartida

Los Misioneros Claretianos, Religiosas de María Inmaculada Misioneras Claretianas y Misioneras de la Institución Claretiana son tres Congregaciones independientes con raíces comunes. Cada una de ellas ha tenido un desarrollo independiente, aunque en relación como familia; actualmente consideramos que nuestro trabajo en Misión Compartida en los colegios, es uno de los frutos más destacables que tenemos como Familia carismática en la Iglesia Española. En la actualidad la relación entre las tres congregaciones, los equipos de dirección y los claustros, es verdaderamente cercana; ésto hace posible que, partiendo del mismo Ideario, podamos realizar proyectos educativos y formativos en común. Esta perspectiva de Familia Claretiana es la que queremos tomar como punto de referencia en esta breve exposición con motivo de los 50 años de FERE.

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1. Raíces fundacionales: los fundadores En el año de 1807, nace en Sallent, Antonio María Claret, en el seno de una familia trabajadora y profundamente religiosa. Estas dos características familiares forjan su personalidad de tal manera que, ya en su infancia, destaca por su gran sensibilidad religiosa hacia Dios su Padre y hacia los hombres sus hermanos junto con las ganas de aprender, de conocer todo lo necesario para ser un buen técnico textil como sus padres querían. La búsqueda de conocimiento, los estudios en Barcelona, su brillante carrera en el dibujo y diseño textil le entusiasman. Pero en pleno “apasionamiento por las máquinas” una pregunta le golpea y va a fijar el rumbo de su vida: “¿Qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo, si pierde la vida?”; sus habilidades para dibujar y organizar las dedicará, a partir de ahora, al servicio y al anuncio del Evangelio. En 1835, en Solsona, Claret es ordenado sacerdote. Su espíritu universal no le permitirá quedarse fijo en un sitio... quiere ser Misionero y “procurar por todos los medios encender a todo el mundo en el fuego del amor de Dios”. Los primeros pasos de Misionero predicador que llega hasta las islas Canarias, le convencen de que hay que animar a otros y unirse para hacer un trabajo más fecundo. El 16 de julio de1849, en Vic (Barcelona), Antonio María Claret con cinco compañeros sacerdotes funda la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (Misioneros Claretianos). Está convencido de que comienza una gran obra. El Papa le nombra Arzobispo de Cuba, tiene que dejar a los compañeros y marchar a la isla donde durante más de siete años va a desarrollar una incansable actividad apostólica y de promoción humana y lucha por la justicia. En 1852, desde Santiago de Cuba, llama a María Antonia París para fundar la Congregación de Religiosas de María Inmaculada, Misioneras Claretianas (1855). Anteriormente, en 1850, ya se habían encontrado ambos y María Antonia le presenta su proyecto fundacional tal

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como Dios se lo había inspirado... “Una Orden nueva quiero, pero no nueva en la doctrina, sino en la práctica”. Claret lo ve como obra de Dios. El Arzobispo Claret acabará su labor apostólica en Madrid porque es nombrado Confesor de la Reina. El ambiente de palacio le disgusta, pero él aprovecha durante aquellos años todas las posibilidades que le proporciona el cargo para predicar, revitalizar el clero y organizar la iglesia de España. Después de participar en el Concilio Vaticano I, muere en el exilio, de Fontfroide (Francia), en 1870. Después de la muerte del P. Claret, promovidos por Misioneros Claretianos han fraguado otros institutos religiosos, como las Misioneras de la Institución Claretiana nacidas en Vic en 1951 inspiradas por el P. Lluis Pujol. Esta es una muestra de algunos más que existen en diversos lugares del mundo.

2. Las tres congregaciones 2.1. Misioneros Claretianos Desde nuestra fundación, nos hemos extendido por los cinco continentes, con una especial expansión actual en Asia y África. Los tres mil Misioneros Claretianos que somos, sacerdotes y laicos consagrados, queremos destacar nuestra misión profética en un mundo marcado por la pobreza y la desigualdad en el tercer mundo, por la indiferencia y el consumismo en Europa y América del Norte. Anunciar la Buena nueva significa denunciar también la injusticia y las esclavitudes en este siglo.

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Queremos ser servidores de la Palabra a la que escuchamos y constituimos como animadora de nuestra misión. Una Palabra que se expresa con todos los medios: escuelas, trabajo parroquial, misiones populares, comunidades insertas en lugares de marginación, presencia en los medios de comunicación...

2.2. Misioneras Claretianas Nuestra Congregación ha ido creciendo hasta nuestros días. Las ansias misioneras de ambos fundadores toparon con la mentalidad de los tiempos que limitaba la acción evangelizadora de las mujeres al campo de la educación. A medida que la sociedad y la iglesia han ido ampliando el horizonte para la mujer, los sueños de los fundadores se van haciendo realidad en los distintos campos de evangelización. Las hermanas proceden de un buen número de países. Esto supone notable esfuerzo en la inculturación del Evangelio en los distintos lugares y también pluralidad en la vivencia del Carisma. Nuestro fin es vivir radicalmente el Evangelio y anunciarlo al estilo de los Apóstoles, guiadas por María, la Mujer totalmente abierta al Espíritu que encarna la Palabra y la comparte. La libertad gozosa de la pobreza, la unión entre acción y contemplación y nuestra vida de familia en comunidad tienen primordial importancia en nosotras, como medios para contribuir a la renovación permanente de la Iglesia.

2.3. Misioneras de la Institución Claretiana Nos sentimos invitadas por Jesucristo a estar con Él y entregarnos al Padre. Atentas a la realidad, nos proponemos buscar la voluntad de Dios, mediante la oración y el diálogo. Deseamos una actitud para salir al encuentro de los demás y acoger a todos, compartiendo los valores culturales y religiosos. Colaboramos, cada una según sus cualidades, en la misión evangelizadora de la Iglesia: formando, curando, atendiendo al hermano necesitado. Nuestras comunidades están abiertas a todos los que llaman a la puerta y les ofrecemos espacios de encuentro, de diálogo, de celebración… en un ambiente de aceptación, estima y valoración personal.

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3. Planteamientos comunes respecto a educación Desde que en Mayo de 1998 las tres instituciones decidimos unir nuestras fuerzas para responder mejor al desafío de nuestra labor evangelizadora en la escuela, hemos ido clarificando y consolidando nuestra labor en común. El hito de mayor importancia en este camino fue la aprobación del Ideario de la Familia Claretiana el 24 de mayo de 2004; a la vez punto de llegada y de arranque de muchos proyectos. Este camino de misión compartida “en Familia”, está aportando una gran riqueza a nuestra labor educativa; riqueza de ideas y experiencias, riqueza de unificación de visiones y de perspectivas, trabajo conjunto en el diseño y ejecución. Pero sobre todo, notamos la riqueza de la convivencia y relación interpersonal, generadoras de comunión. Hemos acercado instituciones, proyectos, sueños y sobre todo personas que, como laicos o religiosos, nos sentimos partícipes de un proyecto común. Como Familia Claretiana, entroncados en una fuerte dimensión eclesial, nos anima el compromiso con la renovación de la Iglesia y colaboramos con ella en la misión educadora ayudando “a plantar y grabar en el corazón de los discípulos un tierno y fino amor de Dios y del prójimo, con lo cual se cumple el Evangelio y sin cuyo cumplimiento es en vano todo lo demás. Así que esto ha de ser el objetivo principal de nuestra enseñanza” (M. Antonia París).

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San Antonio Maria Claret es fuente de inspiración que, nos impulsa y a la vez nos desafía, a una mayor vivencia evangelizadora y misionera de la tarea educativa, abierta a todos, porque “Todos los hombres, de cualquier raza, condición y edad, por poseer la dignidad de persona, tienen derecho inalienable a una educación” (GS.1). El carisma heredado de Claret es la fuente, pero el caudal de nuestro río se acrecienta, con lo que cada rama de la Familia Claretiana tiene de historia y a través de los hombres y mujeres que forman parte de ellas. La realidad sociopolítica y cultural, en la que se conforma la persona actual nos urge a una constante búsqueda de respuestas más eficaces. La celeridad de los cambios a los que estamos expuestos nos exige una incansable reflexión y ensayo de nuevas propuestas que se adecuen más a las nuevas realidades culturales. Sólo una profunda experiencia de Dios nos dará la mirada profética capaz de descubrir el sentido y la presencia de Dios para nuestro tiempo y la energía espiritual para hacerla vida en la cotidianidad del nuestra educación. Los valores, antivalores, búsquedas, encuentros y extravíos, que se viven en el presente momento histórico, nos exigen proyectos educativos claramente basados en el Evangelio, comprometido con la verdad, la justicia, la paz, la fraternidad y la transmisión de la experiencia de Dios. Queremos ofrecer proyectos educativos que, basados en nuestro Ideario de Familia Claretiana, ofrezcan una alternativa de vida y de sentido para construir un mundo más humano y fraterno que responda mejor al sueño de Dios sobre la familia humana. Es un reto ambicioso y comprometido, por eso, hoy más que nunca, necesitamos trabajar en “misión compartida” para aunar visiones, esfuerzos, y multiplicar resultados. El Ideario de la Familia Claretiana, nos servirá de guía.

4. Las acciones comunes emprendidas En 1998 la Comisión Interprovincial de Colegios (CIC) de los Misioneros Claretianos de España se transforma en una CIC de la Familia Claretiana, al dar cabida a las Misioneras Claretianas y a las Misioneras de la Institución Claretiana. La CIC se estructura en dos subcomisiones que atenderán, respectivamente, a la planificación y realización de las actividades dirigidas a la Formación de Laicos y Directivos.

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Desde aquella fecha se han celebrado seis reuniones de directores –laicos y religiosos-; cuatro encuentro de formación de Equipos Directivos, con asistencia de todos sus miembros; siete encuentros de formación de seglares que trabajan en nuestros colegios, en el carisma claretiano, con una duración de cuatro días y un total de 450 asistentes; un encuentro de profundización carismática para seglares con una duración de cuatro días y 25 participantes; dos encuentros de Pastoralistas y uno de Orientadores. Todo este trabajo desarrollado conjuntamente por la Familia Claretiana, tiene un complemento en la labor de cada Provincia a través de la formación dirigida a Claustros, Nuevos Profesores, Departamentos de Orientación, Pastoralistas, PAS y Profesores de Religión. Es importante dejar constancia de los títulos de los encuentros de Equipos Directivos, para señalar los temas que más nos han preocupado durante este tiempo: “La Misión Compartida en los Colegios Claretianos” (1999-2000); “Las Prioridades Evangelizadoras Claretianas, en los colegios” (2001-2002); “Criterios de Calidad Educativa en los Colegios Claretianos” (2003-2004) “La Familia y su participación en el Proceso Educativo de los Centros” (2005-2006). Para el curso 2007-2008, se realizará un encuentro bajo el título de “Formación Integral según el Evangelio”.

5. Los contenidos fundamentales del Ideario El Ideario de la Familia Claretiana fue elaborado con las aportaciones de los encuentros de Directivos, Directores y Formación de Profesores; pero fue a raíz del tercer encuentro de Directivos titulado “Criterios de Calidad Educativa en los Colegios Claretianos”, cuando se le terminó de dar forma y se aprobó el borrador en una reunión de directores y directoras para, posteriormente, ser aprobado de manera definitiva por los Superiores Provinciales el 24 de mayo de 2004. El Ideario define el estilo claretiano para nuestros colegios, los objetivos prioritarios y los desafíos para el futuro.

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Del Ideario, transcribimos el apartado correspondiente a las Prioridades Evangelizadoras:

7. La Familia Claretiana asume los retos que la Iglesia y la sociedad, desde su propio análisis de la realidad, plantean a la educación y, en consecuencia, toma las siguientes prioridades evangelizadoras para los colegios: 7.1. La educación en la fe cristiana como principio dinamizador de la vida del centro. El Evangelio, núcleo inspirador del sistema de valores que quiere vivir el colegio claretiano, conforma un estilo de vida y, por lo tanto, implica de lleno a todas las dimensiones del ser humano; de esta forma, los colegios claretianos optamos por un modo de educar en la fe que abarca todos los aspectos del colegio. La educación en la fe ha de configurarse desde: • el cultivo de aquellos valores y actitudes que forman parte de su visión del ser humano y del mundo, • la profunda interrelación fe-cultura, • la experiencia de Dios, • la referencia a la persona de Jesucristo, • las manifestaciones explícitas de fe, • la orientación vocacional y el compromiso efectivo en la humanización del mundo según el proyecto de Dios.

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7.2. La preocupación por atender a los más desfavorecidos que están presentes en nuestros centros y la actitud de acogida a favor de otros casos de necesidad que reclamen nuestra atención y quieran incorporarse a nuestra comunidad educativa. 7.3. La atención a la familia. La familia es agente de evangelización. Su estilo y testimonio son ser el ámbito primordial de educación de la persona: es en ella donde el ser humano va elaborando su percepción del mundo, su imagen personal y su fe. Los colegios claretianos buscan crecer en la relación familia—escuela. La intensificación de esta relación ha de estar caracterizada por la comunicación, la confianza, la colaboración, la comprensión y el conocimiento mutuo. 7.4. La preparación y el respaldo efectivo a los agentes evangelizadores. La Entidad Titular vela con especial cuidado por las personas que llevan adelante la misión evangelizadora en la educación, cuidando la selección de los agentes, su formación inicial y permanente, y el establecimiento de cauces efectivos para que desarrollen la misión con empeño y generosidad. (Ideario del Colegio Claretiano 2004.

6. Descripción de los colegios de la Familia Claretiana 6.1. Realidad sociológica

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Tres son las ramas de la Familia Claretiana que tienen colegios en España: Misioneros Claretianos (quince colegios), Misioneras Claretianas (ocho centros educativos) e Institución Claretiana (un colegio). En total son 24 colegios con 23.730 alumnos en el curso académico 2006-2007: 17.000 en colegios de los Misioneros Claretianos, 6.000 en colegios de las Misioneras Claretianas y 730 en el colegio de la Institución Claretiana. Del conjunto de los 24 centros mencionados, podemos hacer estas categorías básicas: 1 de educación especial; 13 con EI-EP-ESO-Bachillerato y 10 con EI-EP-ESO.

6.2. Acercándonos a un “colegio tipo” Presentamos la descripción de un “colegio tipo” de la Familia Claretiana, basados en las respuestas de los Equipos Directivos a una encuesta realizada en 2003. Normalmente es un colegio que lleva uno 60 años funcionando; aunque es para destacar que existen 5 colegios que tienen más de 125 años y uno que sólo tiene 25. El estrato de población es, normalmente, de clase media aunque puede ser uno de los cinco que son considerados como de “media baja”. Religiosamente hablando, la percepción de los directores es que los colegios se sitúan en una población de religiosidad media-baja. Desde el punto de vista organizativo, todos los colegios tienen Educación Infantil (EI), Educación Primaria (EP) y Educación Secundaria Obligatoria (ESO); 13 de los 24 tienen Bachillerato. Si hiciéramos la media respecto al número de alumnos tendríamos un colegio con las siguientes características: en EI tiene 159 alumnos y 7 aulas; en EP tiene 385 alumnos y 16 aulas; en ESO tiene 318 alumnos y 11 aulas; en Bachillerato: 189 alumnos y 6 aulas. Respecto al número de docentes presentes en cada etapa, obtendríamos la siguiente media: en EI, 0,08 religiosos y 7 laicos; en EP, 1,29 religiosos y 19 laicos; en ESO, 3,5 religiosos y 19 laicos; en Bachillerato, 3,38 religiosos y 13 laicos. El Director General del Centro es Religioso/a; los directores de EI-EP y ESO-Bachillerato, tanto pueden ser religiosos como seglares; los coordinadores de cada ciclo son, normalmente, seglares. El Orientador es laico; el jefe del Departamento de Pastoral es, generalmente 87,5% religioso; el Secretario del centro puede ser religioso o seglar 52,2%; el Administrador suele ser religioso 69,6%.

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Se tiene oración diaria en todos los niveles y la eucaristía está dentro de la dinámica educativa del centro. La semana del P. Claret se realiza en todos los centros seguida, en cuanto número de colegios en los que se realiza, de la Misionera, la de Justicia y Paz y la Vocacional. Las convivencias y ejercicios se ofrecen, normalmente, como actividad importante para los alumnos; en algunos colegios se toman como opción para todos los alumnos que estudian en el centro. La presencia de grupos extraescolares vinculados al colegio es bastante normal, creciendo el porcentaje de centros que tienen esta oferta, según se va subiendo en los ciclos. Los profesores de religión de ESO-Bach son, en su mayoría, religiosos pero con una participación importante de seglares que supera el 30%. En EI-EP es bastante normal que las clases y las actividades religiosas en tiempo escolar, cuenten con la colaboración de religiosos/as. La presencia de religiosos dedicados específicamente a la pastoral escolar y extraescolar es (calculando ratio religioso/curso) llamativamente diferenciada, a favor de Bachillerato y ESO y en detrimento de EIEP (EI-EP: 0,104; ESO: 02.268; Bachillerato: 0,447). Está tomando mucha fuerza la implantación del “Oratorio de niños” en EI-EP, con lo que este gran desequilibrio se está corrigiendo. La frecuencia normal de reuniones del Consejo de Dirección es semanal 62,5%. Están tomando un fuerte impulso los programas de calidad. Existe generalmente, el Consejo Pastoral del Centro 75% que se reúne, normalmente, con una frecuencia trimestral o semestral; existe también, en este caso en todos los centros, un Equipo Pastoral que se reúne, normalmente, con frecuencia quincenal. Las relaciones con la parroquia son buenas; en 9 colegios se da la coincidencia de que la parroquia es llevada por Claretianos.

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A los padres de cada sección se les suele convocar a principio de curso en todas las etapas; también, a lo largo del año, se les convoca para seguir haciendo el seguimiento del curso aunque es menos generalizado y la periodicidad es mucho más variable. A los padres se les convoca, sobre todo, para informarles de cuestiones relacionadas con el contenido de los cursos que van a desarrollar sus hijos y para presentarles cuestiones relacionadas con la educación; la incidencia de los temas de fe o de los grupos de fe es todavía pequeña; cobra una importancia mayor la oferta de Escuelas de Padres o actividades similares. El grupo de personas que más colabora con la Dirección en la animación de las actividades con los padres es el APA, con una diferencia muy significativa respecto a otros grupos; llama la atención la poca relevancia que tienen los Antiguos Alumnos en estas actividades relacionadas con los padres de alumnos. El número de colegios que tiene delegado de Justicia y Paz es reducido (5), así como el número de centros de integración (6). Se presta especial atención las Necesidades Educativas Específicas y es destacable el aumento que, en los últimos años, ha tenido el número de alumnos inmigrantes.

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