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AL- BASlT REVISTA DE ESTUDIOS ALBACETENSES SEGUNDA EPOCA ANO XII NUMERO 19 JUNIO 1986
AL- BASlT REVISTA DE ESTUDIOS ALBACETENSES SEGUNDA EPOCA ANO XII NUMERO 1 9 JUNIO 1 9 8 6 INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES DE LA EXCMA. DIPUTAC

MILLAR 19, , Soles Julio
PLAN ANUAL DE CONTRATACIONES A) NOMBRE DE LA ENTIDAD : 002383 - SERVICIO DE AGUA POTABLE Y ALCANTARILLADO DE LIMA - SEDAPAL ( B2 ) SEDAPAL C) SIGLAS

MINISTERIO COMERCIO Y TURISMO BOE 19 julio 1978, núm. 171, [pág ]
Orden de 29 de junio 1978 Orden de 29 de junio 1978 RCL 1978\1533 (Disposición Vigente) RESTAURANTES Y CAFETERIAS. Modifica normas sobre menús y c

Vol. 21, N? 1 REVISTA PERUANA DE ENTOMOLOGÍA Junio, 1978
Vol. 21, N? 1 REVISTA PERUANA DE ENTOMOLOGÍA Junio, 1978 CUATRO ESTUDIOS SOBRE AVISPAS SOCIALES DEL PERÚ (HYMENOPTERA: VESPIDAE) 1 Renán J. Garcí

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REVISTA DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA .%-& *~'*.''**

ANO Vi-N Q 19 Julio- 1978

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CENTRO DE PUBLICACIONES DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR Comité de Publicaciones:

Dr. Ernesto Proaño, S.J., Presidente; Prof. Marco Vinicio Rueda, S.J.; Dr. Ewald Utreras; Dra. Consuelo Yánez.

Secretaria:

Celia Torres Loayza.

Oficinas:

Potificia Universidad Católica del Ecuador 12 de Octubre y Carrión. Pabellón de Admin;istración, Oficina N? 122

Dirección Postal:

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529-240; 529-250; 529-260, Extensión 122

Canjes:

Biblioteca de la P.U.C.E. Quito - Ecuador Sud - Amérioa. REVISTA DE LA UNIVERSIDAD

Director:

CATÓLICA

Dr. Ernesto Proaño, S J . •

Los artículos firmados son de responsabilidad exclusiva de sus autores. • VALOR DEL NUMERO:

30

sucres

Universitarios (en el Almacén Universitario):

25

sucres

Apartado 2184 Quito - Ecuador Sud América

REVISTA

de la UNIVERSIDAD CATÓLICA

Año VI Julio 1978 N^ 19

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR QUITO

r CENTRO DE :.g PUBLICACIONES '•?£. QUITO

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Indi ce Entrega

9

Origen y organización del Museo Jacinto Jijón y Caomaño

11

Acta de donación del Museo

13

Discurso inaugural del Museo

15

Clasificación de los fondos del Museo

19

Ubicación del Museo

21

GALERÍA DE ARTISTAS 1 . — PINTORES Andrés Sánchez Gallque

25

Fray Pedro Bedón Modelos flamencos Hernando de la Cruz Miguel de Santiago

26 28 30 32

Los cuadros de la moral cristiana Nicolás Javier Goríbar Los Profetas de la Compañía Francisco y Vicente Albán Pintores de la Flora de Bogotá Bernardo Rodríguez Manuel Samaniego y Jaramillo Los cuadros de los países de Europa

33 35 37 38 40 41 43 45

La Divina Pastora

51

Antonio Salas

53

Luis Cadena Juan Manosalvas

55 56

Joaquín Pinto Pinto y el arte del g r a b a d o Las acuarelas de Manosalvas y Pinto

58 59 61

I I . — ESCULTORES

Imaginería

quiteña

Diego de Robles

_

El Padre Carlos Bernardo de Legarda Caspicara Mobiliario artístico El barniz de Pasto Cerámica quiteña del siglo XVIII

MUSEOS DE QUITO

Quito, Ciudad Museo Museo de Arte Colonial Museo Municipal Museo del Banco Central Museo Franciscano Museo Dominicano Museo Mercedario Museo de San Agustín Galería de los Obispos de Quito

TEMPLOS Y CONVENTOS

La Catedral San Francisco Capilla de Cantuña San Diego Santo Domingo y San Agustín La Compañía La Basílica de La Merced El Tejar Guápulo Monasterio de la Concepción

Santa Catalina

120

Monasterio de Santa Clara

122

El Carmen de San José

124

El Carmen Moderno

125

EL ARTE DEL TALLADO Armaduras mudejares

128

Coros

130

Retablos

131

Gremios y Cofradías

136

Imaginería

142 INICIACIÓN ESTÉTICA

La Poética El genio artístico

147 149

Estética y Mística

150

Variedad de estilos en el arte quiteño El Manierismo en el arte quiteño

152 153

El Simbol'smo en el arte quiteño

155

El Impresionismo

157

El Surrealismo El Estructuralismo y el Arte Estética del paisaje ecuatoriano

159 161 162

Fecundidad de las artes O j e a d a al arte quiteño del siglo XX

164 166

La interpretación del paisaje ecuatoriano La Pintura ecuatoriana y su función social

168 172

La crisis del arte religioso Individualidad y evolución Representantes de la Escultura

174 177 179

Estímulos y Crítica Escuela quiteña de Pintura

181 186

Arte religioso ecuatoriano

191

ENTREGA

El Centro de Publicaciones de la Pontificia Universidad Católica ha auspiciado la edición de un número especial dedicado al Museo Jacinto Jijón y Caamaño. Aunque lleva el nombre y responsabilidad del Director, es fruto colectivo del personal que trabaja en el Museo. El Museo, en función de servicio, es un diálogo constante entre las guías y el público visitante. Esta circunstancia compromete a todo el personal, que debe estar dispuesto a satisfacer las diversas exigencias a nivel de cultura superior. Requiere, desde luego, el conocimiento y valoración de los fondos que encierra el Museo, con la noticia del fundador y la responsabilidad que implica la donación del Musco a la Universidad Católica. No podía perpetuarse mejor el espíritu de don Jacinto Jijón y Caamaño que confiando su patrimonio artístico a una institución, destinada de suyo a promover la cultura del país con inspiración cristiana. En el Museo se hallan debidamente expuestas las obras de arte. El visitante culto puede apreciarlas por sí mismo, mediante las fichas informativas que las acompañan. Pero de ordinario varía la calidad del público. Estudiantes de toda ideología y procedencia acucian a las guías con preguntas, qu.': requieren respuestas inmediatas y precisas. Turistas extranjeros desean informarse sobre los artistas, cuyas obras se haUau a la vista, y conocer otras colecciones que integran la visión del arte quiteño. Grupos de variada clase social requieren el aliciente de la información para despertar el interés potla cultura. No falta el estudioso que establece comparación del arfe quiteño con las manifestaciones artísticas de otros países. Esta situación obliga al personal del Museo a una labor constante de superación, que se obtiene a través de la lectu— 9

ra y del diálogo informativo. Toda duda debe ser superada por la ayuda mutua y el ambiente de confianza. Son estas las circunstancias que han motivado la composición de este libro, en que ha intervenido todo el personal que trabaja en el Museo Jacinto Jijón y Caamaño. La necesidad de atender debidamente a los visitantes ha obligado a proporcionar a las guias los datos biográficos de los artistas con la valoración crítica de sus obras, el conocimiento monográfico de templos y conventos, información sobre museos y colecciones existentes en Quito, las nociones generales sobre estética y arte en general. El presente volumen tiende a servir a la vez al mismo personal del Museo y al público interesado en conocer y apreciar el arte quiteño. Fr. JOSE MARIA VARGAS, O.P. Director del Museo Jacinto Jijón

ORIGEN

Y ORGANIZACIÓN

DEL

MUSEO

JACINTO JIJÓN Y CAAMAÑO DATOS

BIOGRÁFICOS

Nació en Quito el 11 de diciembre de 1890, del matrimonio de don Manuel Jijón Larrea y doña Dolores Caamaño y Almada. Hizo su educación primaria en su propio hogar; cursó la secundaria en el Colegio San Gabriel. Mentor de su adolescencia y juventud fue el hermano salesiano Jacinto Pankeri. Desde 1906 fue decisivo en su orientación científica el limo. Señor Federico González Suárez, amigo de sus padres. El 24 de julio de 1909 se fundó la "Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos Americanos" y fue Jijón uno de sus miembros fundadores. En julio de 1909 comenzó la serie de excavaciones arqueológicas en su hacienda "El Hospital", situada en Urcuquí, que prosiguió luego en Imbabura, Carchi, Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y parte de Manabí. Para las provincias del Cañar, Azuay y Loja, comprometió el trabajo al arqueólogo alemán Max Uhle. En abril de 1912 viajó a Europa en compañía de su amigo Carlos Manuel Larrea. Juntos permanecieron en Londres, París y Madrid, completando su formación científica. Paul Rivet fue para ellos el mejor maestro. Aprovechó Jijón de su estadía en Madrid para publicar un volumen intitulado "Contribución al conocimiento de los aborígenes de la Provincia de Imbabura de la República del Ecuador", que salió en una edición de lujo en 1915. Al cabo de cuatro años regresó de Europa en 1916. Durante todo el año siguiente frecuentó el trato con el limo. Señor Gonzá— 11

lez Suárez, quien antes de su muerte acaecida el lo. de diciembre de 1917, había dispuesto que su biblioteca americanista y su archivo histórico pasaran, por su debido precio, al poder del señor Jijón. Desde el fallecimiento del Prelado de Quito, quedó Jijón a la cabeza de la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos, convertido en Mecenas práctico de sus colegas y en editor responsable de la Revista de la entidad. El 14 de diciembre de 1963, sus herederos, doña María Luisa Flores de Jijón y Caamaño y don Manuel Jijón-Caamaño y Flores, donaron el Museo a la Pontificia Universidad Católica. El 8 de agosto de 1918 casó con doña María Luisa Flores y Caamaño y estableció su hogar en la mansión construida por su padre en La Circasiana. Desde su matrimonio se consagró más asiduamente a la labor cultural. Hizo construir un edificio aparte para Biblioteca y otro para Museo. El tiempo lo dividió entre estos dos centros de investigación histórica y arqueológica. Fruto de este trabajo fueron los numerosos libros que publicó sobre asuntos de historia y arqueología. En la Biblioteca realizó el fichero de libros y documentos; en el Museo clasificó los objetos arqueológicos por zonas culturales. Fuera de esta consagración a la cultura, se dio tiempo para servir a los intereses de la patria. Fue Director del Partido Conservador, de acuerdo con sus ideales político - religiosos y ocupó la Alcaldía de Quito, en que atendió a los intereses de su ciudad natal. Falleció el 17 de Agosto de 1950, día de San Jacinto, el Santo de su nombre.

12 - -

ACTA DE DONACIÓN OTORGADA POR LA SRA. MARIA LUISA FLORES DE JIJON Y CAAMAÑO Y EL SR. MANUEL JIJON Y CAAMAÑO Y FLORES A FAVOR DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR Por

$

"En la ciudad de Quito, Capital de la República del Ecuador, a catorce de diciembre de mil novecientos sesenta y tres, ante mí el Notario doctor Daniel Belisario Hidalgo y los testigos que suscriben, comparecen: la señora María Luisa Flores viuda de Jijón y Caamaño y el señor don José Manuel Jijón y Caamaño y Flores, casado, por sus propios derechos; y el Reverendo Padre Luis Enrique Orellana, S. J., célibe, a nombre y representación de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, en su calidad de Rector y representante legal, como lo comprueba el nombramiento que se agrega, procediendo a la celebración de la presente escritura debidamente autorizado por el Consejo Gubernativo de la nombrada Universidad, según se desprende del acta respectiva que en copia auténtica también se agrega.— Los señores comparecientes son de este vecindario y mayores de edad, a quienes conozco, de que doy fe y me presentan, para que eleve a escritura pública el contrato de donación contenido en la minuta que es del literal siguiente: Señor Notario;— En su Registro de Escrituras Públicas sírvase autorizar una de la cual conste la donación que la señora doña María Luisa Flores viuda de Jijón y Caamaño en su calidad de usufructuaria y administradora, y el señor don Manuel Jijón Caamaño y Flores en su calidad de nudo propietario, proceden a hacer en favor de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, conforme a continuación se expresa.— Con tales antecedentes, es voluntad de los comparecientes: señora doña María Luisa viuda de Jijón y Caamaño y el señor don José Manuel Jijón y Flores, — 13

cu sus calidades ya dichas de usufructuaria y administradora la primeramente nombrada, y de nudo propietario este último, el donar como así lo hacen por medio de la presente escritura, entre vivos e irrevocablemente en favor de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, representada por su Rector el Reverendo Padre Luis Enrique Orellana, S.J., las colecciones que integran el Museo de Arqueología, Paleontología y Arte que formó el señor don Jacinto Jijón y Caamaño.— Es condición de la presente donación la obligación que contrae la Universidad donataria de quo no podrá enajenar, mutilar o desmembrar de manera alguna, las colecciones materia de esta donación, debiendo, pues, mantener en forma perenne la unidad del museo que deberá llevar el nombre de su formador señor don Jacinto Jijón y Caamaño.— Es también voluntad de los donantes el permitir a la LTniversidad donataria el uso gratuito del local en el que actualmente funciona el Museo hasta que la Universidad donataria haya construido su propio edificio al que ha de trasladarse las colecciones que constituyen el Museo materia de la presente donación.— La donataria. Pontificia Universidad Católica del Ecuador, por intermedio de su personen) y representante legal el Rector Reverendo Padre Luis Enrique Orellana, S.J., acepta en todas sus partes la presente donación.— Además agradece a los ilustres donantes del modo más profundo por el inapreciable servicio patriótico que hacen a la Universidad, a la juventud, a la ciencia, y al Arte ecuatorianos, y confía en que el nombre de ellos y del insigne sabio y mecenas don Jacinto Jijón y Caamaño han de ser objeto perenne del recuerdo y de la gratitud de cuantos aprovechen para sus estudios el magnífico Museo.—• De acuerdo con el Decreto Legislativo de veintiséis de octubre de mil novecientos cincuenta, sancionado el catorce de noviembre del mismo año, se declaró que las colecciones que forman el Museo materia de esta donación "no pueden ser justipreciadas en dinero" lo cual está ratificado en el Decreto Ley, que se acompaña, además, de acuerdo al Decreto Ley, últimamente nombrado, los donatarios están exentos de todo requisito legal previo alguno. como insinuación judicial, etc., y finalmente se exonera al presente acto, de toda clase de impuestos, timbres, tasas, etc.— Usted señor Notario se dignará agregar las demás cláusulas de estilo a fin de que tenga plena validez la presente escritura". Hasta aquí la minuta.— Los contratantes ratifican en todas sus partes la minuta 14 —

El Señor Manuel jijón Caemaño y Flores en la ceremonia de inauguración del Museo.

Inauguración del Auditorium José M a r í a Vargas.

transcrita.— Se agrega la copia autógrafa del Decreto Ley de que habla la minuta, en el cual se exonera del impuesto de timbres en general el presente contrato.— Para el otorgamiento de esta escritura se observaron los preceptos legales del caso; y leída que les fue a los comparecientes por mí el Notario, en presencia de los testigos que concurrieron en unidad de acto, se ratifican y firman conmigo y con dichos testigos que son los señores doctores Hernán Donoso Velasco, y Rene Bustamante Muñoz e Ingeniero José Rubén Orellana Ricaurte de este vecindario y mayores de edad, a quienes conozco, de que doy fe.— f.) María Luisa F. de Jijón y Camaño.— f.) J. M. Jijón.— f.) Luis E. Orellana.— f.) Dr. Hernán Donoso Velasco.— f:) R. Bustamante Muñoz.— f.) ]. R. Orellana Ricaurte.— El Notario, D. B. Hidalgo".

DISCURSO

INAUGURAL

DEL

MUSEO

No es al acaso que la inauguración del Museo Jacinto Jijón y Caamaño se hubiese reservado para culminar el programa de festejos, con que la Pontificia Universidad Católica ha celebrado el Año Jubilar X X X de su fundación. El epílogo es la síntesis que sustancia el desarrollo de una obra artística. Y no ha carecido de inspiración poética cada una de las celebraciones que se han escalonado durante este año jubilar. Los actos académicos han señalado el realce cultural que reclama la Institución en catedráticos y alumnos. No ha faltado el matiz artístico en el desempeño de los coros y grupo de teatro. La Universidad se ha manifestado verdadera alma mater procurando el bienestar de estudiantes y empleados, mediante los deportes y respaldo a las cooperativas. En el proceso del año jubilar se han verificado no pocas representaciones de los libros editados por el Centro de Publicaciones de la Universidad. Pero el máximo interés se ha concentrado en habilitar y poner en función el edificio destinado a Biblioteca, Archivo Flores y Museo Jacinto Jijón y Caamaño. Estratégicamente este centro de cultura se ha ubicado en un lugar equidistante a todos los tramos en que funcionan las diversas dependencias de la Universidad. Por algo el corazón regula y centraliza los movimientos vitales del or— 15

ganismo humano y proyecta su conformación a las obras en qt;.' dirige y ordena el talento. La personalidad de don Jacinto Jijón y Caamaño ha cobrado vivencia y perennidad en la organización actual del Museo. Puso su firma en el acta de fundación de la Universidad, como Alcalde de la ciudad y miembro del Cuerpo Gubernativo. De su copiosa biblioteca seleccionó los duplicados para iniciar con ellos la Biblioteca de la Universidad. Cedió gentilmente una buena suma de dinero obtenida por la venta de aguas de su hacienda de Urcuquí. Con sobrada razón el Cuerpo Gubernativo rindió un homenaje público el 24 de octubre de 1950, a la memoria de su miembro y benefactor de la Universidad, fallecido dos meses antes el 17 de agosto, día de su patrono San Jacinto. Interpretando el espíritu y voluntad del señor Jijón, su esposa señora María Luisa Flores y su hijo don Manuel Jijón Caamaño y Flores donaron el Museo a la Pontificia Universidad Católica, el 14 de diciembre de 1963. Por condescendencia de los donantes, el Museo permaneció en el sitio solariego de la Circasiana hasta 1969, año en que fue trasladado al edificio que la Universidad posee en el vértice de la Avenida 12 de Octubre y la calle Ladrón de Guevara. El titánico esfuerzo que requirió la reintegración del bloque del Hospital a la función administrativa de la Universidad, redundó en beneficio del Museo. La clarividencia del Rector, Padre Hernán Malo González, jerarquizó los valores de las dependencias universitarias, señalando su puesto a la Cultura. En orden de importancia, la Biblioteca resuelve la antinomia de la permanencia estática con el movimiento dinámico. Es un depósito de libros, antiguos y nuevos, con fichas de autores y materias, donde el estudiante puede acudir para satisfacer su anhelo de saber. El dinamismo le viene, por una parte, de la renovación de fondos bibliográficos y, por otra, de la sucesión de generaciones estudiantiles que pasan dejando su huella juvenil y llevando, en cambio, la imprompía de su formación religiosa-cultural. En una sala del segundo piso se ha dispuesto el Archivo Flores. que guarda la documentación donada a la Universidad por los descendientes del fundador de la República, General Juan José Flores. Para ambientar el Archivo se ha colocado ahí la serie de Generales que acompañaron a Flores en las diversas campañas liber-

ie —



,

El Padre Rector Hernán Malo González con el Padre José María Vargas, Director del Museo.

tanas. El archivo contiene un copioso epistolario dirigido al General Flores por Bolívar, Sucre, Santander y demás oficiales que hicieron la gesta de la Independencia de los países bolivarianos. Esta documentación servirá para rehacer la biografía de los Padres de la Patria a base de revelaciones confidenciales, ajenas al aparato externo de uniformes militares y órdenes marciales. El arreglo técnico del Museo ha corrido por cuenta del Arquitecto Hernán Crespo Toral, cuya competencia y gusto son conocidos en y fuera del país. Bajo su dirección enérgica ha trabajado un equipo de especialistas y artesanos, que han consagrado sus esfuerzos para la acomodación material de las salas y el ordenamiento de las obras de arte. Es del caso destacar que la Universidad no ha escatimado gasto alguno en el afán de ofrecer un Museo al nivel de los mejor organizados del país. Desde luego, se ha procurado en lo posible la vivencia del espíritu del señor Jijón y Caamaño. Fue de los pocos quiteños en quien floreció un ancestro de inquietud cultural a servicio de la patria. En su mansión de Chillo conservaba parte de los libros que pertenecieron al famoso Conde, que defendió el derecho de libertad de pensamiento y de lectura en aras del realce personal. Su padre supo mantener su prestigio social construyendo en la Circasiana una mansión de gusto francés, embellecida con decoraciones murales de Joaquín Pinto y Juan Manosalvas. Fue el empresario de la primera luz eléctrica en Quito y uno de los fundadores del Banco Pichincha. Nacido en este hogar se pensaría que su único hijo, Jacinto, iba tan sólo a gozar de la posición heredada. Sin embargo, fue todo lo contrario. Sin menoscabar el fondo del haber familiar, dedicó sus energías juveniles a la adquisición y promoción de la cultura. Bajo la égida del limo. Señor González Suárez inició sus investigaciones arqueológicas en las diversas zonas de la región interandina y de la Costa. A los sitios donde no pudo ir en persona, procuró verificar los estudios técnicos mediante el arqueólogo alemán doctor Max Uhle, cuya labor costeó con generosidad magnánima. Fruto de esta labor conjunta fue el corpus de objetos arqueológicos, para cuya conservación y ordenamiento construyó un edificio adecuado en la misma Circasiana. A este trabajo de coleccionista añadió el complemento de clasificación por zonas y las notas características de cada cultura. Esta clasificación tiene aún su validez. En el arreglo actual del Museo — 17

se ha procurado conservar el orden y la valoración que impuso el señor Jijón a los objetos. H a sido preciso conjugar las exigencias de la precisión científica, la presentación estética y la finalidad didáctica. El visitante sin mayor esfuerzo podrá apreciar la morfología de la cultura de los habitantes del país, anterior a la invasión incaica, con los matices que los Incas dejaron durante su permanencia en el territorio ecuatoriano. El señor Jijón integró su Museo con una valiosa colección de obras de arte correspondientes a los períodos colonial y republicano. Al arreglo de esta sección ha presidido un criterio selectivo, a base del valor artístico y la secuencia cronológica. Nadie pone hoy en duda la existencia de una escuela quiteña de arte y artesanía. La investigación histórica ha conseguido establecer la serie ininterrumpida de artistas que se dieron la mano en los obradores y las academias. Las obras de arte han sido recogidas en colecciones particulares y museos. Los temas y el modo de interpretarlos constituyen las características peculiares, tanto en escultura como en pintura. Los ejemplares de arte exhibidos en el Museo permiten conocer a los artistas, desde Mateo Mexía hasta Joaquín Pinto, interponiéndose en la serie Miguel de Santiago y Goríbar, Bernardo Rodríguez y Manuel Samaniego, Antonio Salas, Luis Cadena y Juan Manosalvas. El temario religioso de la Colonia cede el paso al retrato y al asunto costumbrista tan del gusto del ambiente republicano. Alternando con los pintores y sus obras aparecen los escultores, desde Diego de Robles hasta Caspicara y los artesanos que plasmaron la cerámica quiteña del siglo X V I I I y ejercitaron su habilidad en el mobiliario doméstico, con bargueños de gusto mudejar, sillones fraileros, muñecas y bandejas decoradas con laca de Pasto. Se ha sacado a lucir en el Museo los ejemplares que se han juzgado convenientes para dar una idea de su contenido total. Pero la mayor parte y muy buena de las colecciones de Arqueología y Arte se conservan adecuadamente en la reserva permanente. Ahí podrán apreciar los especialistas y estudiosos los objetos, con la clasificación que hizo el señor Jijón y dejó como base de ulteriores investigaciones que completarán la visión del patrimonio cultural de nuestra Patria. 18 —

De hoy en adelante se abre el Museo con perspectivas futuras a la promoción de la cultura. Para ello cuenta con una sala de exposiciones temporales en que se exhibirán las obras de arte, con selección de asuntos, de acuerdo con el interés circunstancial. Se integra también el Museo con una sala de conferencias, en que se darán cursillos de arte y se dictarán charlas de carácter cultural especializado. Confiamos que el Museo Jacinto Jijón y Caamaño cumplirá en adelante la función que señaló el Padre Rector de la Universidad, ser "un centro de alta docencia e investigación para servicio de la sociedad". CLASIFICACIÓN

DE LOS

FONDOS

DEL

MUSEO

El Señor Federico González Suárez fue el pionero en el campo de los estudios arqueolgicos. Su espíritu crítico le guió en la valoración de las fuentes documentales escritas y su intuición científica le hizo descubrir el valor de los objetos arqueológicos para cimentar la historia de la patria en bases de duración perenne. Para dar continuidad a su labor historiográfica fundó la institución que es hoy la Academia Nacional de Historia. Discípulo y continuador del Señor González Suárez fue don Jacinto Jijón y Caamaño, con la ventaja de iniciar sus estudios en temprana juventud, con dedicación devota y con recursos económicos abundantes. Aprovechando de las experiencias de peritos, practicó personalmente excavaciones estatigráficas en las provincias de la región interandina y recogió muestras de las culturas del altiplano. Con los fondos obtenidos y clasificados debidamente, organizó un Museo arqueológico con un edificio adecuado, construido en terreno de la Circasiana. Al estudio de los ceramios añadió el complemento filológico, que permite caracterizar a los habitantes primitivos del país. La clasificación de los objetos fue anterior al descubrimiento del Carbono 14, lo cual obliga a un reajuste en las periodizaciones cronológicas. Con todo, sus asertos y conclusiones sirven todavía de base para conocer y distinguir las culturas prehispánicas de los habitantes primitivos del Ecuador. A la sección arqueológica del Museo, añadió una sección de arte ecuatoriano, con obras selectas de las épocas colonial y repu— 19

blicana, que permiten conocer el desarrolio de la Escuela Quiteña de pintura y escultura. Al patrimonio cultural del Museo habría que añadirse la Biblioteca, que contiene un archivo documental valioso para la historia patria y una abundante colección de libros americanistas y de cultura general. El Museo se conservó en el edificio de la Circasiana como un patrimonio familiar hasta 1963. El 14 de diciembre de ese año, la señora de Jijón y Caamaño y su hijo don Manuel Jijón Caamaño y Flores donaron el Museo a la Universidad Católica, con la expresa condición de que se lo conservara en toda su integridad. Permitieron al mismo tiempo que el Museo permaneciese en la Circasiana hasta que la Universidad construyese un edificio propio en el área universitaria. Entre junio y diciembre de 1969 se trasladó el Museo al edificio que la Universidad posee entre la Avenida 12 de Octubre y la calle Ladrón de Guevara, donde ha permanecido hasta mediados de 1973. Gracias a la intervención del Padre Hernán Malo González, actual Rector de la Universidad, se destinó para el Museo el tercer piso del edificio dedicado a Biblioteca. La adecuación del local ha exigido un trabajo técnico y tesonero. Había que atenderse, a la vez, a la conservación inalterada de los fondos del Museo y a la presentación estética y didáctica de los objetos arqueológicos y obras de arte, en forma de facilitar al visitante una visión sintética del proceso histórico de la vida y cultura ecuatorianas. En su presentación se ha procurado conservar las secciones de arqueología y arte, conforme a la idea de su fundador, con selección de los objetos más representativos; dejando un fondo de reserva para la debida conservación de la totalidad de los materiales museísticos que dejó el señor Jijón y Caamaño. La Universidad no ha escatimado esfuerzo alguno para convertir el Museo en un centro de cultura y de investigación a servicio del alumnado y del público, en un afán de servir a los intereses patrióticos del Ecuador. 1t»»ínteg

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