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FRAY BARTOLOME CARRANZA DE MIRANDA Y SU "CATECISMO CHRISTIANO" (Nota en torno a una edición reciente)
LUCAS F. MATEO SECO
Con la edición de este catecismo (1), uno de los libros más discutidos y, al mismo tiempo, de más difícil acceso del siglo de oro español, inicia la BAC su colección "major", y corona el prof. Tellechea muchos años de trabajo en torno a un personaje en el que cristalizan, en forma paradigmática, los problemas que agitaron las conciencias cristianas del siglo xvi, y cuyo proceso polarizó las mejores cabezas teológicas del siglo de oro. La obra, dividida en dos volúmenes pulcramente editados, viene precedida de un estudio histórico de cien páginas. En el capítulo primero, el A. describe a grandes trazos la personalidad de Fray Bartolomé, miniando su figura con cariño de orfebre. Presta especial atención al influjo de Carranza en. la restauración del catolicismo en Inglaterra (pp. 16-21), a su corto ejercicio de Primado de las España (pp. 31-38) y a su interminable proceso (pp. 38-47). En el capítulo segundo, cuyo fin es introducir a la lectura del Catechismo, tras exponer los motivos que tuvo Carranza (1) J . I . TELLECHEA IDÍGORAS, Bartolomé Christiana, Madrid (BAC) 1972, 2 vols.
Carranza.
Catechismo
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para su composición, se nos lleva de nuevo al proceso inquisitorial y a la enumeración de sus avatares, concluyendo con cuatro páginas dedicadas a señalar las principales líneas teológicas del Catechismo. El resto de la obra viene constituido por él texto del Catechismo según el manuscrito que sirvió para la edición original, incluyendo a pie de página las diversas correcciones que se encuentran en él y, en apéndice, las correcciones autógrafas introducidas por Carranza antes de su prisión, pero conocedor ya de la posibilidad de una censura adversa. Finaliza esta edición con índices bíblicos y con otro índice de las citas de Sto. Tomás y de santos Padres. No se encuentra, en cambio, un índice de los demás autores citados, ni un índice de conceptos, que tanto facilitaría el estudio teológico del Catechismo. La presente edición del Catechismo de Carranza es importante para la historia de la Teología. En el agitado siglo xvi, quizás como causa y síntoma de su confusión y como expresión de su vitalidad, se multiplicaron las ediciones de catecismos. A ninguno de sus autores, tampoco a Carranza , se ocultaba que con este medio se incidía directa y profundamente en la fe del pueblo, que se esgrimía una de las más poderosas armas para encauzar, torcer o formar la conciencia cristiana, un medio para influir en la opinión pública y configurar el futuro más poderoso incluso que lo que más tarde se llamaría una campaña de prensa. Por ello, inflamados por el amor de Dios o por la pasión de extender las concepciones personales, católicos y no católicos dedicaron sus mejores esfuerzos a la elaboración de síntesis catequéticas, conscientes, por otra parte, de la altura y eximia dignidad intelectual de esta labor en la que se manifiesta la plenitud de un teólogo, precisamente por su difícil sencillez, trasunto de perfección. Entre esos catecismos merece una atención especial el de Carranza, por su belleza literaria, por su extensión e, indiscutiblemente, por el espíritu personalísimo subyacente. Con su edición, llevada a cabo con rigor científico, se ha facilitado el acceso al texto. Por otra parte, este Catechismo constituyó pieza fundamental de un proceso que envolvió a la Inquisición española en un 598
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quehacer duro, apasionado, enormemente arriesgado y desgastador. Es en este texto donde puede encontrarse la clave de la grandeza y debilidad de Carranza y de donde, quizás, pueda surgir alguna luz que alumbre en forma verosímil el entramado de censuras y contracensuras, una luz a la que adquieran sus justas proporciones humanas —sin vivisecciones que no se dan en la realidad— tantos personajes venerables por su ciencia y virtud, como se dan cita en torno a la figura suavemente melancólica del Arzobispo de Toledo. Carrancistas
y
anticarrancistas
No sin cierta ironía, el A. dedica la edición a "Fray Bartolomé Carranza de Miranda, que se cruzó en mi vida hace exactamente veinte años, con profunda veneración, y a los carrancistas y anticarrancistas de vario signo que fueron, .son y serán, con esperanza de paz y de verdad". Parecería que el signo de este hombre, cuya muerte envuelve un sahroso halo de paz interior, fuese la condenación a dividir la opinión de nuestros contemporáneos en un apasionado carrancismo o anticarrancismo similar al de su época, contando ahora a su favor con la ventaja de la ternura que nos provoca su imagen envuelta en un discreto silencio que conmueve el alma como un hermoso cuento triste. Para conocer el "affaire" Carranza, el historiador no carece de datos. Sólo el proceso ha legado veinte volúmenes, dejando al investigador la más ardua tarea: saber entenderlos. De ahí esa llamada a la paz y la verdad. En efecto, seguir dando vueltas .a tantos datos sin librarse del carrancismo o anticarrancismo, es condenarse a no salir del mismo sitio, quizás por no encontrar el norte o la clave que haga comprensibles todas las situaciones, un porqué que lo haga verosímil, que libere de la necesidad de encontrar las últimas respuestas exclusivamente en sórdidas pasiones desbordadas en la intriga. Entre otras cosas, porque si sólo en ellas hubiese de encontrarse la explicación profunda de la tragedia de Carranza, quedarían minimizados tanto Carranza como sus adversarios. Era Carranza sencillo de espíritu, pero no ingenuo, término insultante para un intelectual o un hombre de gobier599
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no, conocedor por experiencia de los intrincados caminos de la Teología y de la Corte; no carecía Fray Bartolomé de conocimiento del mundo o de las gentes, ni estaba privado de esas dotes personales que hacen brotar la maravillosa planta de la amistad. Tampoco fueron sus adversarios —indudablemente sometidos al pecado original— una "comparsa de juristas y teólogos" (vol. I, p. 44), si incluimos entre los adversarios a todos los que pusieron reparos al Ca~ techismo. Basta recordar a Cano, Soto o Mancio, para tomar conciencia de ello. Se cruzan con Carranza —como no podía ser menos— las más altas figuras del siglo de oro, incluso entre los adversarios. Se hace muy difícil, p. e., pensar que el segundo voto de Mancio —duro en verdad— pueda explicarse sólo por presiones externas, o que la sentencia dada por Gregorio XIII careciese de toda justicia. Planteado el acceso a la figura de Carranza con urgencia de optar a favor o en contra, pudiera decirse que se nos introduciría en un terreno agrio y delicado. En efecto, para rehabilitar a Carranza —de cuyas virtudes existe amplio testimonio histórico—, se haría necesario desprestigiar a todo aquel que no haya favorecido en todo momento su causa, distribuyéndoles certificados de mala conducta o de estrechez de mente y falta de perspectiva histórica en el mejor de los casos. No sería extraño, entonces, que el lector terminase la lectura de su vida con sentimiento de náusea ante tanta política y trapisonda, que indudablemente existió, pero no sola, y, quizás, no en primer lugar. Sin embargo, es evidente la imposibilidad de prescindir de la cuesitón personal de Carranza —su personal ortodoxia— si queremos no malentender su Catechismo. Una de las razones que motivan el cambio de acento en las segundas censuras con respecto a las primeras, es la diversa posición que sus autores han tomado ante Carranza. Un ejemplo típico lo encontramos en Mancio. He aquí algunos párrafos de la nota final añadida por Mancio al pie de las calificaciones: "En lo que toca al crédito que yo puedo tener del autor por el tiempo que leía la epístola ad Gálatas y semejantes lecturas y predicaba los sermones que yo he censurado, digo que tengo vehementísima sospecha que era he600
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r e j e l u t e r a n o , y n o d e los d e a c á luego. P o r q u e u n h o m b r e q u e leía y p r e d i c a b a e n E s p a ñ a , y vía q u e los o y e n t e s e r a n d o c t o s y católicos, d e c r e e r es q u e h a b l a r í a r e c a t a d o y s o b r e aviso y q u e h a b l a r í a a h u r t a c o r d e l , t i r a n d o la p i e d r a y e s c o n d i e n d o la m a n o . Y c o n t o d o e s t o , a r r o j a r t a n t a s h e r e j í a s , d e a q u e l l a boca, c o s a es q u e p o n e g r i m a y e s p a n t o , p r i n c i p a l m e n t e v i e n d o el r i g o r q u e el S a n t o Oficio u s a b a c o n t r a s e m e j a n t e d o c t r i n a y v i e n d o los p r e d i c a d o r e s t a n s o b r e los e s t r i b o s p a r a p r e d i c a r c o n t r a ella. P u e s ¿ q u é h i c i e r a si p r e d i c a r a a los d e s u h u m o r y s i n m i e d o q u e n a d i e le p u d i e s e c a s t i g a r n i ir a la m a n o ? P o r e n d e , d e j a d a s a p a r t e las p r o p o s i c i o n e s q u e yo e n este c u a d e r n o t e n g o calificadas, u n a s , p o r s o s p e c h o s a s d e h e r e j í a , o t r a s p o r q u e t i e n e n s a b o r della, y o t r a s p o r c l a r a m e n t e h e r é t i c a s , d e la p e r s o n a d e l a r z o b i s p o d e T o l e d o d o n fray B a r t o l o m é C a r r a n z a d e M i r a n d a d i g o q u e el t i e m p o q u e leía y p r e d i c a b a las d i c h a s p r o p o s i c i o n e s y las c o m u n i c a b a p o r e s c r i t o a p e r s o n a s p a r t i c u l a r e s , tengod e él v e h e m e n t í s i m a s o s p e c h a q u e e r a h e r e j e l u t e r a n o . . . Del Catecismo del d i c h o a r z o b i s p o , el c u a l yo firmé e n u n t i e m p o n o t a n d o a l g u n a s p r o p o s i c i o n e s q u e m e ofendían, y p a s á n d o l e m u c h a s q u e p o r e n t o n c e s , p o r la g r a n o p i n i ó n queel m u n d o y a ú n yo t e n í a d e él, m e p a r e s c i ó q u e p o d í a n t e n e r s e n t i d o católico, a g o r a m e p a r e c e q u e s o n c a p í t u l o s d e C a l vino y d e o t r o s h e r e j e s l u t e r a n o s " . M a n c i o , c o n s c i e n t e del a m b i e n t e p a s i o n a l q u e la c a u s a suscita, t e r m i n a c o n estas: s o l e m n e s p a l a b r a s : " . . . y así lo j u r o e n Dios y e n m i c o n ciencia in verbo sacerdotis et per sancta Christi Evangelio, q u e n o m e m u e v e a d e c i r e s t o el o d i o o el r e n c o r d e envidia, q u e n o s e la t e n g o , n i m a l a v o l u n t a d , sino sólo p o r celo d e la v e r d a d . . . " ( 2 ) . Mancio h a e n m a r c a d o la c u e s t i ó n c o n n o t a b l e c l a r i d a d I n d i c a q u e h a leído el Catechismo desde dos ángulos distintos; a n t e s lo leyó d a n d o p o r s e n t a d a la o r t o d o x i a p e r s o n a l ' del a u t o r ; a h o r a lo h a leído c o n d u d a s o b r e s u o r t o d o x i a . E s t o le h a s u p u e s t o llegar a c o n c l u s i o n e s d i f e r e n t e s : la p r i m e r a vez c o r rigió a l g u n a s p r o p o s i c i o n e s q u e le o f e n d í a n y p a s ó p o r a l t o o t r a s m u c h a s ; e n la s e g u n d a l e c t u r a (2) V. BELTRÁN DE HEREDIA, El maestro Mancio de Corpus O. P., "Ciencia Tomista", 26 (1935) pp. 47-48.
Christi,,
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le h a n p a r e c i d o h e r é t i c a s . T a m b i é n justifica Mancio s u c a m b i o d e p e r s p e c t i v a c o n r e s p e c t o a la p e r s o n a d e C a r r a n z a : F r a y B a r t o l o m é m u e s t r a e n el Catechismo u n a posición m u y d i v e r s a a la d e los p r e d i c a d o r e s d e s u t i e m p o : m i e n t r a s q u e é s t o s s e p r e o c u p a n d e p u n t u a l i z a r la v e r d a d f r e n t e a los l u t e r a n o s , al A r z o b i s p o s e le h a n e s c a p a d o frases y p r o p o s i ciones q u e los e v o c a n d e m a s i a d o . D e s c i e n d e a c o n t i n u a c i ó n Mancio a u n terreno m á s peligroso, diríamos que aventurad o , y p a r a lo q u e h a c e falta q u e h a y a t o m a d o c u e r p o u n a s o s p e c h a : C a r r a n z a n o t e n í a m á s r e m e d i o , si e r a l u t e r a n o , q u e velar su lenguaje, t o r n a r l o d e l i b e r a d a m e n t e a m b i g u o , d a d a s las p o s i c i o n e s d e l p ú b l i c o a s i s t e n t e , q u e s e h u b i e s e r e b e l a d o a n t e la p a t e n t e h e r e j í a . M a n c i o t e r m i n a h a c i e n d o notar que u n h o m b r e tan culto como era Carranza no podía i g n o r a r el d o b l e s e n t i d o d e s u s frases. Q u i z á s h a y a p a s a d o p o r a l t o , o n o h a y a s a b i d o ver M a n c i o , lo q u e p o d í a h a b e r v e r d a d e r a m e n t e d e d i s t i n c i ó n e n t r e C a r r a n z a y los p r e d i c a d o r e s a los q u e a l u d e : q u e m i e n t r a s q u e é s t o s se e n c o n t r a b a n p r i m o r d i a l m e n t e p r e o c u p a d o s d e p u n t u a l i z a r la d o c t r i n a católica, C a r r a n z a o p t a b a p o r e x p o n e r la d o c t r i n a católica e n u n a f o r m a q u e recogiese las m á s afirmaciones p o s i b l e s d e los p r o t e s t a n t e s . Lo c i e r t o es q u e el Catechismo d e C a r r a n z a fué leído e n tonces con opciones previas en a m b a s ocasiones, opciones q u e h i c i e r o n llegar a los m i s m o s l e c t o r e s a c o n c l u s i o n e s c o n t r a p u e s t a s . E n c i e r t o s e n t i d o , Tellechea vuelve a i n s i s t i r e n q u e lo l e a m o s a h o r a c o n u n a o p c i ó n p r e v i a , c u a n d o e s cribe en forma apologética: "Seguir s e m b r a n d o abierta o v e l a d a m e n t e la a c u s a c i ó n d e l u t e r a n i s m o o i l u m i n i s m o r e s p e c t o a C a r r a n z a , d e j a r s e o f u s c a r p o r tales claves i n t e r p r e t a t i v a s e n u n a v a l o r a c i ó n i n t e g r a l d e s u p e n s a m i e n t o , lo c r e o e q u i v o c a d o y a d e m á s i n j u s t o . El i n f o r t u n i o d e C a r r a n _ z a e m p u j a a o t r o s a i m a g i n a r l o c o m o u n a especie d e liberal ante paginam. S u n o v e d a d e s t r i b a b a e n r e p e t i r y u r g i r lo q u e d e c í a el Evangelio y la m e j o r t r a d i c i ó n católica, e n t i e m p o s e n q u e tales v e r d a d e s d e s e n m a s c a r a b a n m u c h a s c o s a s . S u r e f o r m i s m o e c h a r a í c e s e n viejas i d e a s , q u e p o d í a n r e s u l t a r n o v e d o s a s p o r el olvido o p o r el i n c u m p l i m i e n t o " ( p p . 95-96) 602
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P o r m u c h a p a s i ó n q u e se s u p o n g a e n los c e n s o r e s del •Catechismo, n o s e r í a s e n s a t o c o n c l u i r sin u n a n á l i s i s d e t e n i d o que no encontraron razones objetivas p a r a sus interpret a c i o n e s . E s é s t e q u i z á s u n o d e los p u n t o s m á s flacos del Catechismo, q u e c o m o tal d e b e ser c l a r o y l l a n o : la o s c u r i d a d d e a l g u n o s p a s a j e s . E s t a o s c u r i d a d p u e d e d e b e r s e a las p r i s a s c o n q u e fue c o m p u e s t o el Catechismo, o a que Carranza h a b u s c a d o u n lenguaje y u n a s e x p r e s i o n e s pacificador a s . El r e s u l t a d o es q u e n o se p u e d a a f i r m a r sin m á s q u e el 'Catechismo e x p o n e c o n t o d a c l a r i d a d la fe católica, e n t r e o t r a s c o s a s , p o r q u e eso s u p o n d r í a i g n o r a r la inteligencia d e q u i e n e s e s t i m a r o n lo c o n t r a r i o o c o n v e r t i r l o s en m o n s t r u o s •de i m p i e d a d . Ni a m i g o s n i a d v e r s a r i o s p u d i e r o n d e s p r e n d e r s e d e j u z g a r al m i s m o t i e m p o la o b r a y la p e r s o n a d e C a r r a n z a . P o r eso, a u n q u e pieza f u n d a m e n t a l del p r o c e s o , el Catechismo no b a s t a p o r sí sólo p a r a c o n o c e r el p e n s a m i e n t o d e s u a u t o r . La m i s m a c o m p l e j i d a d d e la s i t u a c i ó n , la sibilina s e n t e n c i a , n o s a d v i e r t e n q u e e n e s t e a s u n t o la c u e s t i ó n n o e s t á p l a n t e a d a e n t r e b l a n c o y n e g r o , sino m u y n e c e s i t a d a d e m a t i c e s . C o n r e s p e c t o a C a r r a n z a se e n t r e l a z a n s i e m p r e — a u n q u e s e a n d i s t i n t a s — las siguientes c u e s t i o n e s : 1) La o r t o d o x i a p e r s o n a l d e C a r r a n z a y la validez d e s u i d e a r e f o r m a d o r a ; 2) el c o n t e n i d o d o c t r i n a l d e s u Catechismo; 3) s u validez —oportunidad— pastoral.
La personalidad
de
Carranza
S o b r e las v i r t u d e s q u e a d o r n a b a n la p e r s o n a l i d a d d e C a r r a n z a q u e d a m o s a m p l i a m e n t e i n f o r m a d o s p o r la h i s t o r i a y p o r el r e l a t o d e Tellechea, q u i e n c i e r r a la d e s c r i p c i ó n d e Salazar de Mendoza con estas palabras: "Sin duda era m á s h e r m o s a s u a l m a q u e s u figura, m á s bella la c u r v a t u r a d e s u e s p í r i t u q u e las líneas d e s u r o s t r o " (p. 4 7 ) . F r a y B a r t o l o m é s e m u e s t r a a lo largo d e t o d a s u vida r e c i a m e n t e p i a d o s o y d e n o t a b l e paciencia, s e r e n o , fiel a la Iglesia, firme. C o n m u e v e n s u s p a l a b r a s finales p r o n u n c i a d a s e n las p r o x i m i d a d e s d e la m u e r t e , c u a n d o se h a h e c h o ya r e n u n c i a m i e n t o d e t o d o •afán: " J a m á s ofendí a n u e s t r o S e ñ o r e n t e n e r r e n c o r c o n 603
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t r a a l g u n o de ellos, a n t e s r o g u é s i e m p r e a s u divina m a j e s t a d p o r s u s c o s a s y a h o r a los m e t o e n m i c o r a z ó n . Y y e n d o al l u g a r d o n d e e s p e r o ir p o r la v o l u n t a d y m i s e r i c o r d i a d e l Señor, n o alegaré e n el t r i b u n a l s u p r e m o c o s a n i n g u n a c o n t r a n i n g u n o d e ellos, sino le s u p l i c a r é a n u e s t r o S e ñ o r p o r t o d o s " (p. 4 5 ) . Y con r e s p e c t o a s u deseo d e o r t o d o x i a n o d e j a n d e s e r e l o c u e n t e s la p e t i c i ó n e n la h o r a d e la m u e r t e d e q u e la r e c i t a s e n el Símbolo Atanasiano, o el epitafio m a n d a d o p o n e r p o r el m i s m o G r e g o r i o X I I I , e n el q u e s e l e l l a m a v a r ó n p r e c l a r o p o r "la d o c t r i n a , la p r e d i c a c i ó n y lasl i m o s n a s " . U n a c o s a es c i e r t a : q u e al a c e r c a r n o s a e s t e h o m b r e n o s envuelve u n h a l o d e p i e d a d , d e silencio, d e r e c o g i m i e n t o , d e u n a d u l z u r a m u y l e j a n a a u n e s p í r i t u a g r i o . Lasv i r t u d e s d e C a r r a n z a n o s vienen m a r a v i l l o s a m e n t e d e s c r i t a s y n o s llenan t a m b i é n d e v e n e r a c i ó n . E n c a m b i o , q u i z á s p o r n e c e s i d a d e s d e espacio, s e h a d e j a d o e n p e n u m b r a u n a serie d e p u n t o s i m p o r t a n t e s p a r a , c o n o c e r la p e r s o n a l i d a d d e C a r r a n z a , esos r a s g o s p r o p i o s e n q u e s u s v i r t u d e s h a b í a n e n c a r n a d o . Nos r e f e r i m o s f u n d a m e n t a l m e n t e a s u f o r m a c i ó n intelectual, a s u c a n s a n c i o d e la e x t e r i o r i d a d y a s u a n s i a d e a u t e n t i c i d a d i n t e r n a , a su. formación erasmiana, a sus múltiples amigos europeos. H a c e a ñ o s q u e Marcel d e B a t a i l l o n a p u n t a b a al espíritu, e r a s m i s t a , q u e a r r e b a t ó a los g e n e r o s o s e s p í r i t u j u v e n i l e s d e s u época, y s e ñ a l a b a a q u í u n o d e los p u n t o s q u e p o d í a h a c e r n o s e n t e n d e r t a n t a s p a r a d o j a s c o m o s e d a n e n la v i d a d e C a r r a n z a (3). A s u luz s e p u e d e n p o n e r d e relieve n u e v a s p e r s p e c t i v a s d e las líneas f u n d a m e n t a l e s del Catechismo, se pueden comprender hacia dónde apuntaban bastantes de s u s r e f o r m a s , a l g u n a s d e las c u a l e s n e c e s a r i a m e n t e s u p o n í a n u n a d u r a c r í t i c a a la v i d a d e la é p o c a (4), y s e p u e d e (3) M. BATAILLON, Erasmo y España, México-Buenos Aires (Pondode Cultura Económica), 1950, t. 8. I, pp. 517-518. (4) Piénsese, p. ej., en la acritud de estas líneas del Catechismo: "Por esto entenderán en cuánto peligro viven los que por su autoridad propia y sin vocación de Dios toman estos oficios y lugares en la Iglesia, como hacen agora comúnmente. No hay cosa que con menos méritos se tome en el mundo que el sacerdocio. Para otros oficios son inhábiles en el mundo muchos hombres; pero en estaedad todos son aceptados para oficio tan supremo. Ninguno quiere ser sacerdote que no salga con ello. Algunos lo toman por último-
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FRAY BARTOLOMÉ CARRANZA DE MIRANDA
•comprender mejor bastante del afecto de sus amigos —el que su causa fuese más que la causa de un hombre la causa de dos concepciones— y el furor de sus adversarios, un furor incomprensible a la sola luz de las rencillas personales, pero mucho más comprensible —el furor no se justifica nunca— si lo que está en juego no es sólo una persona importante, sino un cambio de signo en la conducción de una lucha y en la elaboración de un futuro (5). remedio, porque no hallan de comer por otra vía. Otros, por ambición del honor de la dignidad. Otros, nunca fueron clérigos, sino por el beneficio que les dieron" (vol. II, p. 313). Late un profundo dolor en estas líneas, que si bien nos evoca a S. Juan de Avila, su tono parece recordar más a Savonarola o Erasmo. Al tono decidido y sin rodeos con que fustiga la situación, debió corresponder una no menos decidida actuación. De hecho, el propio Arzobispo alude a sus medidas de gobierno como una de las principales razones que le crean adversarios: "Si yo me fuera por el ordinario de algunos, yo -viviera en paz y quieto y fuera buen arzobispo. Pero como ven lo contrario, y con la gracia de Dios lo verán mucho más al contrario, buscarán los átomos y parecerles han vigas lagares. Yo no tengo sino la honda de David y cuatro o cinco piedras en un zurrón. Espero en Dios con estas alcanzar victoria del mundo, que con la soberbia de los filisteos me ultraja y levanta alaridos y voces contra mi llaneza y simplicidad, la cual he traído en cuanto he tratado hoy, y de esto pongo a Dios por testigo que lo sabe. Stultus factus sum haec dicens, pero el mundo me compele a pregonar la verdad y hacerle yo guerra declaradamente como él me la hace, Y pienso que es ordenado por Dios: porque, si entrara en esto con la paz y quietud con que otros han entrado, yo me descuidaría en muchas cosas de mi oficio; y ahora, aunque haya algunos descuidos, no serán tantos" (vol. I, pp. 37-38). Dos cosas son puestas de relieve por estas líneas de Carranza: su voluntad decidida de seguir adelante, de incidir poderosamente en la vida de su época, y que, según su juicio, este asunto era clave en la polémica que se había levantado contra él. Tellechea transcribe un trozo del borrador del sermón pronunciado el día de S. Eugenio, calificándolo de programa pastoral del nuevo arzobispo. En él leemos lo siguiente: "Agora treinta años, años de 22, hubo una secta que llamaron alumbrados o dejados. Infamaron el nombre más santo, alumbrados, cathecumeni, illuminandi, illuminati. Uno acusó a otro de alumbrado porque le vio delante de un crucifijo. Así agora no quede infamada la oración mental, que es más excelente que la vocal; la una es buena, la otra mejor...". Estas frases, que indudablemente (por el momento en que están pensadas) significan una defensa personal frente a la Inquisición, pueden mostrar también una actitud de fondo en líneas del Catechismo y en el camino elegido para llevar a cabo su misión pastoral. (5) "Las voluntades —y los subconscientes— intentaron ganar una batalla y encauzar un futuro. Carranza fue víctima de esos violentos choques: su espíritu noble y firme (y tal vez naïvement sencillo) se
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LUCAS F. MATEO SECO P o r ello, a d e m á s del e r a s m i s m o q u e t a n t o a t r a j o a l o s e s p í r i t u s m á s g e n e r o s o s d e s u é p o c a — p i é n s e s e p o r e j . , e n el d e Avila o e n F r a y L u i s d e G r a n a d a , e n F r . L u i s d e L e ó n o en Arias M o n t a n o — , y q u e a y u d ó a C a r r a n z a a c o n c r e t a r n o p o c o s d e s u s e n s u e ñ o s juveniles, es n e c e s a r i o p r o f u n d i z a r m á s e n s u s i d e a s d e r e f o r m a y e n su v o l u n t a d d e c i d i d a d e llevarla a c a b o , así c o m o investigar s u c o n c e p t o del d i á l o g o c o n los p r o t e s t a n t e s y, c o n c r e t a m e n t e , s u gestión e n I n g l a t e r r a y e n el c o r t o e s p a c i o e n q u e o c u p ó a c t i v a m e n t e la S e d e d e T o l e d o , a c t u a c i o n e s e n las q u e n e c e s a r i a m e n t e debió' manifestar Carranza todo su carácter. C a r r a n z a h a p o d i d o p a l p a r c u á n t a s a n g r e se h a v e r t i d o e n I n g l a t e r r a , c u á n t o d o l o r h a n c o s t a d o las escisiones y c u á n t a violencia s e h a inferido a l a fe del p u e b l o . ¿No s e c o n m o v e r í a al igual q u e E r a s m o a n t e el r e c u e r d o d e la m u e r t e del e x q u i s i t o M o r o ? ¿Llegaría a c o n o c e r la o b r a d e F i s h e r , a q u e l v e n e r a b l e a n c i a n o , a m i g o y anfitrión d e E r a s m o , p e r o t a n e m p e ñ a d o e n p u n t u a l i z a r f r e n t e a L u t e r o los t e m a s d e la d o c t r i n a católica, y q u e h a b í a sellado c o n el m a r t i r i o s u fidelidad a la Iglesia? I n d u d a b l e m e n t e , la e x p e r i e n c i a ingles a h a d e b i d o m a r c a r los ú l t i m o s a ñ o s d e la v i d a d e C a r r a n za. E s a r a í z d e e s t a e x p e r i e n c i a , c u a n d o e s c r i b e el Catechismo, con u n t o n o d e f o n d o m u y d i s t i n t o d e la o b r a d e F i s h e r (6). ¿ P e n s a b a a c a s o q u e d e n o h a b e r s e r a d i c a l i z a d o vio aprisionado en el engranaje de una compleja maquinaria". A. GARCÍA SUÁREZ, El "Catecismo" de Bartolomé de Carranza, ¿fuente principal del "Catecismo" de S. Pío V?, "Scripta Theologica" 2 (1970) 421. (6) Pienso en el tema del purgatorio. Mientras que Fisher dedica abundantes páginas a contestar las proposiciones condenadas en la Bula "Exurge Domine" (Denzinger, 743, 744, 777-780) en su Assertionis lutheranae confutatio (JOHN FISCHER, Opera omnia, Repp. Gregg. Press, Inglaterra, 1967, pp. 273-775). Carranza se limita a breves alusiones a la existencia del purgatorio, sin dedicarle directamente un sólo párrafo. Así, p. ej., comentando la bajada de Cristo a los infiernos, escribe: "En esto que hizo Cristo en el infierno se ha de considerar que no solos los que nacieron después del advenimiento de Cristo, mas todos cuantos precedieron desde Adán, y todos cuantos serán hasta el fin del mundo, fueron redimidos por su pasión: por lo cual, hasta que él murió y resucitó, siempre estuvo cerrada la puerta del cielo, y por eso los que antes morían en gracia de Dios, después de purgados en el purgatorio sus pe cados, se quedaban en el limbo..." (vol. I, p. 261). Y más adelante: "...y el lugar que llaman purgatorio, donde temporalmente son cas-
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FRAY BARTOLOMÉ CARRANZA DE MIRANDA las p o s i c i o n e s n o s e h a b r í a llegado a t a l e x t r e m o ? ¿ E s t i m a b a ^.ún p o s i b l e u n m u t u o e n t e n d i m i e n t o , u t i l i z a n d o e n c o n s e c u e n c i a u n lenguaje a c e p t a b l e y s u b r a y a n d o n o lo q u e d i vidía, s i n o lo q u e a ú n p o d í a u n i r ? ¿ T e m í a q u e el a f á n d e p u n t u a l i z a r e m p o b r e c i e s e la e x p o s i c i ó n d e la d o c t r i n a c r i s t i a n a ? No p u e d e m e n o s d e p a r e c e r p r o b a b l e q u e C a r r a n z a , t a n sensible al d o l o r h u m a n o , h u b o d e t e n e r m u c h a s c o s a s p r e s e n t e s al e s c r i b i r el Catechismo; d e b i ó elegir c o n t o d a , conciencia los m e d i o s m á s p r o p i o s p a r a a d o c t r i n a r al p u e b l o c r i s t i a n o , s e g ú n s u visión d e las c a u s a s q u e p r o v o c a r o n la c o n t e s t a c i ó n p r o t e s t a n t e , y s e g ú n s u c á l c u l o d e p r o b a b i lidades e n t o r n o a la p o s i b i l i d a d d e e n c a u z a r el f u t u r o d e la c r i s i s , y n o p a r e c e f u e r a d e r a z ó n la o b s e r v a c i ó n d e M a n cio c o n c e r n i e n t e a q u e C a r r a n z a n o p o d í a i g n o r a r la r e p e r c u s i ó n q u e t e n í a n l a s frases q u e iba e s c r i b i e n d o . F i n a l m e n t e , es n e c e s a r i o p a r a c o m p r e n d e r y v a l o r a r las posiciones d e Carranza conocer su círculo d e amigos. F r a y Bartolomé es uno de esos españoles universales cuyas inq u i e t u d e s i n t e l e c t u a l e s s e m a n i f i e s t a n e n la a m p l i t u d y s e lección d e s u s a m i g o s p o r t o d a E u r o p a . B a t a i l l o n h a s e ñ a l a d o ya lo s i n t o m á t i c o d e e s t e p u n t o , así c o m o la i m p o r t a n c i a , del inicio d e p r o c e s o i n q u i s i t o r i a l a n t e r i o r a s u a r z o b i s p a d o por supuesto erasmismo (7). Bastantes d e sus amigos t a m b i é n p r e o c u p a r o n a la I n q u i s i c i ó n , y a l g u n o s d e ellos — S e r i p a n d o p . e.—, i n t e r v e n d r á n e n la r e d a c c i ó n del Catecismo Romano. tigados algunos por sus pecados..." (ibid 2 6 2 ) . Es evidente que ante este Dogma, tan debatido por Lutero, no ha creído convenientemente Carranza detenerse, siquiera para dar en forma sencilla la doctrina que se sigue de la Bula Exurge Domine. Por su parte, el Catecismo de S . Pío V ha creído conveniente en el mismo lugar y siguiendo el orden dado por Carranza, puntualizar lo siguiente: "Ñeque tarnen ea receptacula unius et ejusdem generis sunt omnia... Praeterea est Purgatorius ignis, quo piorum animae ad definitum tempus cruciatae expiantur, ut eis in aeternam Patrlam ingressus patere possit, in quam nihil coinquinatum ingreditur. Ac de hujus quidem doctrinae veritate, quam et Scripturarum testimoniis et apostolica Traditione confirmatam esse sancta Concilia declarant, eo diligentius et saepius Parocho disserendum erit, quod in ea tempora incidimus quibus homines sanam doctrinam non sustinent" (P. MARTIN HERNÁNDEZ, Catecismo Romano, Madrid (BAC), 1956, pp. 1 3 3 - 1 3 5 ) . (7)
M.
BATAILLON, O. C , vol.
I , p.
517-518.
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LUCAS F. MATEO SECO
JLa doctrina
del Catecismo
de
Carranza
SI el c o n o c i m i e n t o del a u t o r d e b e influir, n u n c a e n e x c e s o , a la h o r a d e analizar la d o c t r i n a c o n t e n i d a e n el Catechismo " p r o u t j a c e t " — y n o n o s r e f e r i m o s p r i m o r d i a l m e n t e a u n a e x p r e s i ó n d e t e r m i n a d a — , es e v i d e n t e q u e s e r á el t e x t o en todo su conjunto y en cada u n a de s u s expresiones quien d e b a d a r n o s la r e s p u e s t a definitiva. Ya n o se t r a t a d e si Carranza era personalmente ortodoxo o no —cosa que no jse d e b e p o n e r e n d u d a s i n graves m o t i v o s — , sino d e si h a l o g r a d o e x p r e s a r j u s t a m e n t e la d o c t r i n a c r i s t i a n a e n el Catechismo. T r a s t a n t a lluvia, la c u e s t i ó n n o p u e d e s o l u c i o n a r s e •con u n a s o l a frase. S e r á n e c e s a r i o u n e s t u d i o l a r g o y p r o f u n d o , d e s a p a s i o n a d o y m i n u c i o s o , a m e n o s q u e se m e n o s p r e c i e n las c e n s u r a s a d v e r s a s d e t a n t o s teólogos y la s e n t e n cia p a p a l sea e s t i m a d a e x c l u s i v a m e n t e c o m o f o r m a d e c o m p r o m i s o c o n la C o r o n a e s p a ñ o l a y n o c o m o u n a s e n t e n c i a d i c t a d a c o n la convicción d e q u e n o s e lesiona la j u s t i c i a . A lo l a r g o d e l e s t u d i o p r e l i m i n a r , Tellechea insiste e n la parcialidad que supone la insistencia inquisitorial de que s e a n a l i c e n las p r o p o s i c i o n e s " p r o u t j a c e n t " , d e s p r e o c u p á n d o s e del c o n t e x t o y d e la a m p l i t u d d e t o d o el Catechismo. E f e c t i v a m e n t e , las p r o p o s i c i o n e s d e b e n r e c i b i r s u a c e p c i ó n c o n c r e t a d e las líneas m a e s t r a s d e p e n s a m i e n t o , d e b e n i n t e r p r e t a r s e p o r el c o n t e x t o q u e r e s u m e n . P e r o t a m b i é n es v e r d a d q u e los c e n s o r e s t e n í a n a m a n o t o d o el Catechismo, al m e n o s b u e n a p a r t e , y q u e si e n a l g ú n lugar es n e c e s a r i o p e d i r p r e c i s i ó n a u n t e ó l o g o — q u e diga c o n c l a r i d a d lo q u e q u i e r e decir y sólo a q u e l l o — , e s e lugar es u n c a t e c i s m o . P o r ello, e n el a n á l i s i s d o c t r i n a l del Catechismo han de e s t u d i a r s e p r i m e r o las g r a n d e s líneas m a e s t r a s q u e le d a n cohesión y sentido, han de estudiarse también sus p r o p o siciones y — ¿ p o r q u é n o ? — s e h a n d e s o p e s a r t a m b i é n s u s silencios. P o r eso se h a c e n m á s n e c e s a r i o s t o d o s los índices >de c o n c e p t o s c u a n t o d e los a u t o r e s i m p l í c i t a m e n t e c i t a d o s , Calvino, J u a n d e Valdés y E r a s m o p o r e j e m p l o (8), c o s a (8) Algunas de estas citas han sido ya hechas notar por Marcel Bataillon (1. c , pp. 519-520; 555-556), Alfredo García Suárez (o. c , nts. 53, 63 y 68). Cfr. también Antonio Salas Delgado, La Eucaristía
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FRAY BARTOLOMÉ CARRANZA DE MIRANDA que, por otra parte, presentaría un n a n t e p o r m á s m a t i z a d o t a n t o del é p o c a — d e q u e p a r t i c i p a n católicos t o del a f á n católico p o r i n c o r p o r a r estimable.
panorama m á s apasioc o m ú n e s p í r i t u d e la y no católicos— c u a n t o d o lo t e o l ó g i c a m e n t e
B a s t a leer las p á g i n a s i n t r o d u c t o r i a s p a r a q u e el lector t o m e c o n c i e n c i a d e q u e s e e n c u e n t r a a las p u e r t a s d e u n c a m p o lleno d e fragancia, d e algo e s c r i t o c o n n e r v i o y t r a s l a q u e s e e n c u e n t r a u n a m e n t e p o d e r o s a . Ello, e m p e r o , n o e q u i v a l e a q u e el lector p u e d a e n t r a r d e s c u i d a d o . El h e c h o , q u e p a r e c e p r o b a b l e , d e q u e el t e x t o del Catechismo haya s i d o utilizado e n la p r e p a r a c i ó n del d e S. P í o V (9), m u e s t r a q u e , a p e s a r d e los l u n a r e s q u e s e le p u e d a n s e ñ a l a r , s o n i m p o r t a n t e s t a n t o el e s p í r i t u d e f o n d o q u e d a c o h e s i ó n a l o s p l a n t e a m i e n t o s , c o m o la m i s m a f o r m a en q u e e s t á e s c r i t o . El Catecismo d e S. P í o V, s i n e m b a r g o , es m á s b r e v e y t a m b i é n " e s m á s m e s u r a d o q u e el Catecismo de Carranza, y a q u e al c o n f r o n t a r l o s s e o b s e r v a e n los teólogos d e S a n P í o V u n a a c t i t u d m á s p r u d e n t e q u e los lleva a s u p r i m i r y a l i m a r a l g u n o s d e t a l l e s d e l M i r a n d é s ; así lo h e m o s n o t a d o e n a l g u n o s m o m e n t o s d e n u e s t r o t r a b a j o , c o m o al h a b l a r d e l m i n i s t r o del S a c r a m e n t o o d e los efectos d e la E u c a r i s t í a , e n t r e o t r o s " (10). A e s t a luz a d q u i r i r í a n u e v a s d i m e n s i o n e s c u á n t a g r a n d e z a e n t r a ñ a el i n t e n t o d e C a r r a n z a , c u á n t o t u v o d e f r u s t r a d o y c u á n t o de aprovechable, y quizás no esté fuera d e lugar e v o c a r e s a s a p i e n t í s i m a p r o v i d e n c i a divina, c u y o s c a m i n o s s o n i n e x c r u t a b l e s , q u e n o p e r m i t i ó q u e el i n t e n t o d e C a r r a n z a fuese e n v a n o , sino q u e q u i s o q u e q u e d a s e recogido y u n i v e r s a l i z a d o lo m e j o r q u e h a b í a e n él, q u i z á s l i m a d a s las e x a g e r a c i o n e s o las i m p r e c i s i o n e s , y m e j o r a d o y rectificad o el c o n t e n i d o . El h e c h o d e q u e u n o d e los t e x t o s b á s i c o s d e l Catecismo d e l Concilio d e T r e n t o h a y a p o d i d o ser e s t e en dos Catecismos del siglo xvi, tesis de licenciatura (pro manuscripto) Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, pp. 20-22. Cfr. también Ignacio Domínguez González, Orar. Teología de la oración en el Catecismo de Carranza, tesis de licenciatura (pro manuscripto) Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, pp. 126 ss. (9)
(10)
Cfr.
A. GARCÍA SUÁREZ, O. C,
pp.
53,
63 y
68.
A. SALAS, O. C, pp. 202-203.
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LUCAS F. MATEO SECO Catecismo, a ñ a d i r í a e n rigor u n a p a r a d o j a m á s d e l a s t a n t a s q u e envuelven la p e r s o n a d e C a r r a n z a , p a r a d o j a q u e e s m e n o s e x t r a ñ a , si se t i e n e e n c u e n t a q u e el p r o c e s o d e C a r r a n z a , q u e e n c o n t r ó a c r i t u d e n rencillas p e r s o n a l e s o e n f a c t o r e s políticos, h a d e e n t e n d e r s e e n u n m a r c o m u c h o m á s a m p l i o q u e el político o el n a c i o n a l i s t a , e i n s c r i b i r s e e n la t r a g e d i a q u e p o r e n c i m a d e los i n d i v i d u o s se c e r n í a s o b r e el e s p í r i t u religioso d e E u r o p a y s o b r e la m i s m a e s t r u c t u r a c r u j i e n t e d e lo e u r o p e o .
Oportunidad
pastoral
del Catecismo
de
Carranza
E s t a edición del Catechismo, que interesa fundamentalm e n t e a los i n v e s t i g a d o r e s , p a r e c e d i r i g i d a t a m b i é n a u n público mucho m á s amplio que puede sentirse impelido a b u s c a r en él esa a y u d a c a t e q u é t i c a q u e el A r z o b i s p o s o ñ a b a q u e h a b r í a d e s e r e s t a o b r a . Tellechea es c o n s c i e n t e d e ello. " E n e s t a p r o y e c c i ó n ideal, e s c r i b e e n la p . 96, t e n e m o s el m e j o r r e t r a t o de n u e s t r o d o m i n i c o : le d o l í a s i n c e r a m e n t e la Iglesia. Tal d o l o r a s o m a e n las p á g i n a s del Catecismo. Al r e s c a t a r l o del olvido y del s e c u e s t r o s e c u l a r , l o b r i n d o a la avidez d e los c r i s t i a n o s del siglo x x , q u e c o m p a r t e n a n á l o g o d o l o r , con la e s p e r a n z a d e q u e c o m p a r t a n t a m b i é n u n a i n t e n s a vida c r i s t i a n a y u n a g e n e r o s i d a d d e á n i m o q u e s e a n el m e j o r a r g u m e n t o d e la a u t e n t i c i d a d d e l sufrimiento". A n t e e s t a d e f e n s a sin m a t i c e s , n o e s t á d e m á s r e c o r d a r u n a d e las c e n s u r a s m á s favorables al Catecismo, elaborada a p e t i c i ó n del m i s m o A r b o z i s p o p o r la U n i v e r s i d a d C o m p l u t e n s e , q u e d e p e n d í a d i r e c t a m e n t e d e él y c u a n d o n o s e p o d í a p r e v e r la evolución de los a c o n t e c i m i e i n t o s , es d e c i r , leído el t e x t o a la luz d e la p l e n i t u d del p r e s t i g i o d e la p e r s o n a del A r z o b i s p o P r i m a d o y e n e v i d e n t e deseo d e o b s e q u i o s i d a d : "Visto con diligencia el l i b r o q u e se i n t i t u l a " C o m e n t a r i o s del R e v e r e n d í s i m o s e ñ o r F r a y B a r t o l o m é C a r r a n z a d e M i r a n d a , A r z o b i s p o d e T o l e d o , s o b r e el C a t e c h i s m o c h r i s t i a n o " , ... n o s h a p a r e c i d o lo s i g u i e n t e : lo p r i m e r o , q u e l a d o c t r i n a d e d i c h o l i b r o es s a n a y católica s i n e r r o r n i s o s p e c h a a l g u n a c o n t r a la fe. Bien es v e r d a d q u e h a y algunas; 610
FRAY BARTOLOMÉ CARRANZA DE MIRANDA p a l a b r a s q u e , t o m a d a s e n sí solas en la s o b r e h a z y d e s n u d a s , t i e n e n n e c e s i d a d d e d e c l a r a r s e ; p e r o m i r a n d o lo q u e p r e c e d e y lo q u e sigue, b i e n claro se v e q u e el a u t o r p r e t e n d e e n ellas s e n t i d o v e r d a d e r o , c u a n t o m á s q u e las m á s s e d e c l a r a n luego e n la m i s m a h o j a o e n las siguientes, y t o d a s ellas e s t á n b a s t a n t e m e n t e d e c l a r a d a s e n el m i s m o l i b r o . . . " . "Lo t e r c e r o q u e p o r a n d a r los t i e m p o s t a n p e l i g r o s o s y viciados, s u S e ñ o r í a d e c l a r a s e las d i c h a s p r o p o s i c i o n e s l u e go q u e se dicen, r e p i t i e n d o la d e c l a r a c i ó n q u e e n o t r a s p a r t e s t i e n e d a d a ; p o r q u e m u c h o s n o leen lo q u e sigue, e o t r o s n o h a n l e í d o lo p a s a d o , p a r a q u e n a d i e p u d i e r a t r o p e zar en ellas n i s a c a r s e n t i d o falso, n i se diese o c a s i ó n a los h e r e j e s q u e luego se a s e n a las p a l a b r a s " (11). E s d e n o t a r c ó m o incluso los D o c t o r e s d e Alcalá, t r a s manifestar que encuentran palabras que t o m a d a s en sí tien e n n e c e s i d a d d e u l t e r i o r explicación —lo c u a l c o n s t i t u y e u n a m a n e r a delicada d e decir q u e e n c u e n t r a n frases d e d u d o s a c o r r e c c i ó n — , p i d e n al A r z o b i s p o q u e p u n t u a l i c e las d i c h a s p r o p o s i c i o n e s "luego q u e se dicen, r e p i t i e n d o la d e claración que en otras partes tiene dada". Pareció entonces n e c e s a r i o i n c l u s o a los d e f e n s o r e s d e C a r r a n z a q u e s e m o d i ficasen o a c l a r a s e n a l g u n a s d e las e x p r e s i o n e s c o n t e n i d a s e n el Catecismo. E s t a s a c l a r a c i o n e s , s u g e r i d a s ya p o r los d o c t o r e s d e Alcalá, p o d r í a n e n r i q u e c e r la s e g u n d a e d i c i ó n d e la o b r a q u e c o m e n t a m o s . El esfuerzo i n n e g a b l e q u e s u p o n d r í a n , q u e d a r í a c o m p e n s a d o p o r q u e s e a y u d a r í a c o n ellas a la r e c t a c o m p r e n s i ó n d e la d o c t r i n a c o n t e n i d a . Con tales a c l a r a c i o n e s , a d e m á s , en u n l i b r o d e s t i n a d o al g r a n p ú b l i c o p o r la E d i t o r i a l Católica, p o d r í a e n t e n d e r s e q u e se h a q u e r i d o p r e s t a r u n r e s p e t u o s o o b s e q u i o a la s e n tencia p a p a l q u e c o n d e n ó a C a r r a n z a c o m o vehementer suspectus de haeresi y p r o h i b i ó la l e c t u r a d e s u Catechismo. (11)
Cfr. A. SALAS, O. C , pp. 26-27.
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